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Pero, ¿Qué es eso físico y biológico que constituye el sexo?, ¿Cuáles son las
“bases biológicas” de la masculinidad? A primera vista esta respuesta pudiera
parecer simple, sin embargo la biología presenta mayor complejidad que la
expresión clara y evidente de dos sexos. “Cuando más buscamos una base
física simple para el sexo más claro resulta que “sexo” no es una categoría
puramente física. Las señales corporales que definimos como masculinas y
femeninas ya están imbricadas en nuestras concepciones de género”. (Fausto-
Sterling, 2006, p.19) La dificultad que puede presentar un intersexual donde se
mezclan aspectos de ambos sexos es ilustrativa. “Por ejemplo, si un bebé
nace con dos cromosomas x, oviductos, ovarios y útero, pero un pene y un
escroto externo, ¿es niño o niña? Casi todos los médicos dirían que es una
niña, a pesar del pene, por su potencial para dar a luz, y recurrirían a la cirugía
y tratamientos hormonales para validar su decisión. La elección de los criterios
para determinar el sexo, y la voluntad misma de determinarlo, son decisiones
sociales para las que los científicos no pueden ofrecer guías absolutas”
(Fausto-Sterling, 2006, p.19)
La misma autora plantea “Los seres humanos somos biológicos (y, por ende,
seres naturales en cierto sentido) y sociales (y, por ende, entidades en cierto
sentido artificiales, o si se quiere, construidas). ¿Podemos concebir una
manera de vernos a nosotros mismos, a medida que nos desarrollamos desde
la concepción a la vejez, como naturales y artificiales a la vez” (Fausto-
Sterling, 2006, p.42).
el que a hombres y mujeres “Se les hizo asociar libremente las palabras
folículo u óvulo o útero y espermio (…) El objetivo fue permitir la asociación
libre respecto a todo lo que se les ocurriera en cada opción” (Sordo, 2005,
p.18). Los resultados mostraron que: “En relación a óvulo las palabras más
escogidas tenían que ver con el concepto de retener, acoger, espera,
menstruación, dolor, vida, amor, solo y lento. Y en relación a espermio las más
mencionadas por todos, sin distinción de edad, fueron rapidez, soltar o se
sueltan, competencia, muchos, meta, avanzan, sexo, eficientes, obstáculos y
carrera” (Sordo, 2005, p.21). Lo más sorprendente de este estudio es la
interpretación que Sordo realiza de los resultados, “Al hacer el análisis de
todos los términos que la gente expresó en sus asociaciones, podemos extraer
las primeras conclusiones sobre cómo lo biológico es extrapolable a la
psicológico y dar cuenta de las primeras diferencias entre lo másculino y lo
femenino o, en términos más generales, entre hombres y mujeres”. (Sordo,
2005, p.21). ¿El qué las personas hagan asociaciones de características a
células cómo puede probar que es extrapolable lo biológico a lo psicológico?
A mi entender lo que podría deducirse es que los participantes del estudio
asocian a esos conceptos biológicos las características expuestas, el que
hagan esta asociación no tiene como demostrar que se pueden extrapolar, ni
menos que halla una causalidad biológica, solo comprueba lo que la gente
cree al respecto.
frase creo que hay una respuesta, Sordo buscaba algo biológico sobre lo cual
poder darle un sustrato y causa “natural” a características culturales de la
diferencia entre hombres y mujeres, y es así como elige sobre que proceso
biológico poner su foco, lo interpreta desde su cultura y luego esa
interpretación la usa para validar una causa física de la diferencia.
Los niños son criados para “ser hombres” reforzando su masculinidad de una
manera que niega y coarta el desarrollo de las características tipificadas como
femeninas. Sin embargo, lo masculino y lo femenino como excluyentes y
contrapuestos es solo una posibilidad y actualmente existen otros modelos.
Modelo Lineal
Masculinidad Femineidad
Modelo Ortogonal
Masculinidad
Femineidad
Los estudios de las diferencias cerebrales entre los sexos suelen tener gran
cobertura de prensa y no solo son publicados en revistas científicas sino que
parte de sus conclusiones llegan a los medios masivos. Sucede que al ser
presentados a público general, en muchas ocasiones, algunas conclusiones
presentadas cautelosamente como posibilidades por los investigadores son
llevados al nivel de certeza por los periodistas. Es así como se va creando la
idea de que existe una diferencia clara entre los cerebros de hombres y
mujeres, la que sería de origen biológico y estaría validada por los estudios
científicos.
Que no exista una causa biológica clara de las diferencias por sexo no
significa que todos somos iguales y que tenemos necesariamente las mismas
habilidades y potenciales. Existen diferencias entre individuos debidas a
diversos factores donde ser hombre o mujer es uno más dentro de muchos y
no necesariamente el más relevante. Por ejemplo, en los resultados
académicos vemos en Chile que las diferencias mayores no están entre
hombre y mujeres sino entre los distintos estratos socioeconómicos.
En esta compleja relación entre la biología y cultura más que buscar las
hormonas o zonas cerebrales que generan ciertos comportamientos creo que
tiene más sentido el indagar en los significados culturales dados a las
estructuras biológicas, desmitificando ciertas determinaciones rígidas y a la
vez ir en la senda de cómo construir formas de ser (femeninas, masculinas o
que se identifiquen de otra manera) acordes con la vida que queremos vivir a
nivel personal y la sociedad que queremos construir a nivel colectivo.
Referencias: