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1.1—APARATO RESPIRATORIO
El aparato respiratorio consta, esquemáticamente, de dos partes: las vías aéreas o respiratorias
y los pulmones.
LOS PULMONES
Las fosas nasales son dos cavidades anteroposteriores, profundas y labradas entre los
huesos de¡ cráneo y de la cara. Se comunican hacia atrás con la faringe por los orificios llamados
coanas y hacia adelante con la nariz, en cuya base se ubican las narinas o ventanas de la nariz
que la relacionan con el ambiente externo. Separándolas, existe un tabique medio que determina
la fosa nasal derecha y la fosa nasal izquierda.
En su pared interna, lateralmente, se presentan tres prominencias: los cornetes superior, medio e
inferior (en cada fosa) que delimitan espacios llamados meatos (superior, medio e inferior).
Por dentro las fosas nasales están tapizadas por la mucosa pituitaria, que presenta dos zonas:
La zona roja o respiratoria, inferior, rica en vasos sanguíneos y cuya función es calentar el aire que
llega a los pulmones. Los pelos de la entrada de las fosas permiten retener partículas del medio
externo.
o la zona amarilla u olfativa, superior, que interviene en la olfacción (células olfativas).
La faringe, en el aparato respiratorio, cumple la función de pasaje del aire (vía respiratoria).
Ya vimos su función en el aparato digestivo como pasaje para los alimentos
La laringe: une las fosas nasales con la tráquea; está situada en la parte media y
anteroinferior del cuello. Presenta la forma de pirámide triangular con:
Una base comunicada con la faringe por medio de una abertura.
Un vértice inferior truncado que se continúa con la tráquea.
Dos caras anterolaterales que están relacionadas con la glándula tiroides, músculos, nervios y
vasos del cuello.
- Una cara posterior relacionada con la faringe. La laringe tiene un armazón, como esqueleto,
formado por cartílagos unidos por ligamentos y músculos pequeños que le permiten movilidad.
Estos cartílagos son nueve (tres pares y tres impares). Los cartílagos impares son: el tiroides, que
por su aspecto de ángulo diedro forma la llamada nuez de Adán; el cricoides, en forma de anillo de
sello con el sello hacia atrás y la epiglotis de forma oval con la extremidad más ancha hacia arriba;
con la extremidad inferior más delgada se articula con el cartílago tiroides.
Al cumplirse la deglución, la laringe se eleva y el cartílago epiglotis baja y tapa el orificio que
comunica la laringe con la faringe, impidiendo que entren en las vías respiratorias los alimentos
(bolo alimenticio).
Los cartílagos pares son: los aritetenoides, de forma piramidal y situados por encima del
cricoides (en la parte posterior); los corniculados o de Santorini, en forma de pequeñitos cuernos y
encima de los aritenoides, y los de Wrisberg (que a veces faltan) por delante de los corniculados y
de los aritenoides.
Estos cartílagos, como ya dijimos, están unidos entre sí por ligamentos y también con los
órganos vecinos por otros ligamentos.
Por su parte interna la laringe está revestida por la mucosa laríngea; presenta a cada lado las
cuerdas vocales (superior e inferior) que son pliegues de forma prismática triangular entre los
cuales se observa una formación llamada glotis cuya parte anterior es vocal, es decir, vibra al
emitir la voz; la parte posterior es sólo respiratoria, por lo que consideramos a la laringe como un
órgano respiratorio y de fonación
La tráquea:
Es un conducto en forma de tubo cilíndrico aplanado en su parte poste-rior de doce
centímetros de largo y alrededor de dos centímetros de diámetro.
Está constituida por anillos cartilaginosos incompletos (quince a veinte, por detrás del músculo
tráqueal), que le dan rigidez, unidos entre sí por una membrana fibrosa elástica que le da
flexibilidad. La pared interna del tubo tráqueal está tapizada por la mucosa tráqueal, que contiene
glándulas que segregan mucus y células concilias que expulsan al exterior las partículas que
pueden penetrar con el polvo atmosférico, es decir, que filtran y depuran el aire.
En su parte inferior la tráquea se bifurca en dos ramas: los bronquios, y presenta una saliente,
el espolón tráquea, y que divide la columna de aire hacia los dos bronquios
Los bronquios:
Ya dijimos que los bronquios se forman al bifurcarse la tráquea y se dirigen hacia los
pulmones; tienen la misma estructura que la tráquea, sólo que los anillos son completos.
El bronquio derecho es más corto y más grueso (dos centímetros y medio); el izquierdo es más
largo y delgado (cinco centímetros), por tener que franquear al corazón.
Ambos bronquios penetran en los pulmones respectivos, derecho e izquierdo, por una zona
llamada hilio pulmonar, dividiéndose el derecho en tres ramas y el izquierdo en dos. Estas ramas,
dentro de los pulmones, se van dividiendo en ramificaciones cada vez de menor calibre, y, a su
vez, van reduciendo los cartílagos hasta que terminan por desaparecer. Las últimas ramas de los
bronquios son los bronquiolos.
Los pulmones son dos órganos voluminosos, de consistencia esponjosa, que se encuentran en la
zona izquierda y derecha de la cavidad torácica, en los que se efectúa el intercambio de gases
entre el aire atmosférico y la sangre circulante.
Los pulmones tienen forma de conos truncados, cuyas bases están apoyadas en el diafragma, el
músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal, y cuyos vértices se orientan
hacia arriba, próximos a las clavículas. El pulmón derecho mide aproximadamente unos 25 cm de
altura, 10 cm de ancho y 16 cm de profundidad, el izquierdo, cuya cara interna y anterior se
recortan para cobijar al corazón, es ligeramente más pequeño. En la cara interna de los pulmones
se encuentran los hilios pulmonares, unas hendiduras por las que penetran los bronquios, las
arterias pulmonares (que conducen la sangre proveniente del corazón) y las venas pulmonares
(que drenan la sangre oxigenada desde los pulmones hacia el corazón).
Los pulmones están surcado por unas cisuras que los divide en lóbulos. A su vez, si se estudia
intensamente el órgano, se observa que cada lóbulo está dividido en una serie de segmentos,
cada uno de los cuales recibe su propio bronquio segmentario y sus propias arterias y venas
segmentarias
LOS ALVÉOLOS
La unidad funcional del pulmón está constituida por los ácinos pulmonares, que están
separados entre sí por Eexibles bandas de tejido conjuntiva y que contienen en su interior
numerosos alveolos o sacos alveolares, unas estructuras dilatadas, de paredes muy delgadas,
que están en contacto con los capilares sanguíneos, y en las que se produce el intercambio
gaseoso entre el aire atmosférico y la sangre. Cada pulmón cuenta con cientos de millones de
alveolos, y el área de intercambio gaseoso de ambos pulmones puede superar los 100 m2.
Los alvéolos están separados entre sí por un tabique interalveolar, que deja paso, en su
interior, a los capilares sanguíneos, compuestos por una sola capa de células endoteliales. En
total, la distancia que existe entre la sangre y el aire atmosférico, a nivel de los sacos alveolares,
es de 0,5 micras.
·LA PLEURA
Los pulmones está recubiertos por una doble capa de tejido conjuntivo fibroso y elástico: las
pleuras. La capa interna de la pleura, o pleura visceral, está adosada a los pulmones. La capa
externa, o pleura parietal, está fijada a la superficie interna de la pared torácica. Entre ambas
capas de las pleuras se encuentra el espacio o cavidad pleural, en el que, en condiciones
normales, sólo existe una fina película de líquido pleural, cuya función es lubricar la superficie de
contacto entre ambas capas de la pleura
.Los pulmones, que son elásticos, tienden a colapsarse o desinflarse de forma espontánea. Sin
embargo, la existencia de la cavidad pleural, en cuyo interior la presión es negativa, es decir,
inferior a la atmosférica, ejerce una tracción sobre los pulmones, que impide a éstos colapsarse.
LA VENTILACIÓN
La ventilación es el proceso merced al cual el aire atmosférico entra y sale de los pulmones. La
entrada del aire es la inspiración, y la salida, la espiración.
Durante la inspiración, los pulmones y la caja torácica se distienden, gracias a su elasticidad,
traccionados por los músculos esqueléticos que intervienen en este movimiento. El más importante
es el diafragma, una banda de tejido muscular que separa la cavidad torácica de la abdominal, y
que durante la inspiración se contrae, su parte central se desplaza hacia abajo y dilata la cavidad
torácica. También son importantes los músculos intercostales, que al contraerse elevan las
costillas inferiores y empujan hacia delante al esternón. La distensión de los pulmones genera una
presión negativa, es decir, inferior a la del aire atmosférico, dentro de los sacos alveolares, que en
consecuencia tienden a aspirar el aire que proviene de las vías aéreas.
Durante la espiración, en cambio, los músculos inspiratorios se relajan, y los pulmones y la caja
torácica se retraen, de manera que la presión en el interior de los alveolos supera la del aire
atmosférico, y en consecuencia el aire contenido en éstos tiende a salir hacia el exterior. La
espiración, al contrario que la inspiración, suele ser un movimiento pasivo. Sin embargo, en
algunas circunstancias, en las que se requiere una aceleración en el intercambio de gases, como
ocurre durante el ejercicio físico, la espiración se hace más intensa gracias a la participación de
algunos músculos complementarios. Éste es el caso de los poderosos músculos de la pared
anterior del abdomen, que, al contraerse, incrementan la presión de la cavidad abdominal,
empujando el diafragma hacia arriba y presionando los pulmones.
Cualquier palabra o frase que emitimos, es producto de una serie de movimientos en los que
intervienen varios órganos, que actúan regidos por el cerebro y que constituyen el aparato fonador
2. EXPRESIÓN INSTRUMENTAL
Estos instrumentos fueron propuestos en la escuela por Karl Orff. Decía que si al niño solo se le
dan instrumentos de percusión, su canto se vería cortado. Con los laminófonos, se abarca la
música de todos los continentes.
3 LENGUAJE MUSICAL
3.1—DEFINICIÒN DE SONIDO
de altura, relacionada con la frecuencia y la de volumen que está vinculada con la intensidad. Sin
embargo, una descripción precisa de las ondas sonoras debe basarse en los conceptos de
frecuencia e intensidad de la perturbación. La frecuencia de las ondas sonoras se define como el
número de oscilaciones que se producen en un segundo y se mide mediante la unidad llamada
que equivale a un ciclo por segundo. La intensidad, por su parte, es la potencia que atraviesa en
un segundo una superficie unidad perpendicular a la dirección de propagación de la perturbación
sonora. La unidad en la que se expresa es el decibelio
(dB), si bien no existe una escala absoluta de medida, ya que la escala existente toma como nivel
o la intensidad mínima audible, que es un concepto relativo. Existe asimismo una relación entre la
intensidad del sonido, la amplitud y la frecuencia de la perturbación y el medio que le sirve de
soporte, siendo así que cuanto mayor es la
densidad del medio tanto menor es la intensidad sonora y cuanto mayor es la amplitud menor es la
frecuencia.
Los caracteres distintivos de un sonido son: la intensidad, que depende de la amplitud de las
vibraciones; la altura, que está relacionada con la frecuencia de las vibraciones de la onda sonora,
y el timbre, que depende del número e intensidad de los armónicos.
3.3—DEFINICIONES
3.3.1 COMPÁS
Unidad que divide una obra musical en fragmentos de igual duración; también se refiere a la
cantidad de unidades rítmicas que caben dentro de esta unidad.
3.3.2 INTERVALO
Distancia que media entre dos sonidos. Los intervalos toman el nombre del número de grados que
comprenden (segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta, séptima y octava) y pueden ser ascendentes
(cuando el segundo sonido es más agudo que el primero) o descendentes (en el caso contrario); si
no exceden la octava, se denominan simples, y si
la exceden, compuestos. Hay cinco calificaciones de intervalos: disminuido, menor, mayor, justo y
aumentado.
3.3.3 ALTERACIÒN
Signo que precede a una nota para modificar su entonación. Las alteraciones son cuatro:
sostenido (sube medio tono), doble sostenido(sube un tono), bemol (baja medio tono) y doble
bemol (baja un tono).
Su efecto puede ser eliminado mediante el becuadro y el doble becuadro. Las
alteraciones se colocan en la armadura después de la clave o en el transcurso de la obra antes de
las notas a modificar.
Pequeños segmentos lineales, de la longitud de una sola nota, utilizados para anotar los sonidos
no contenidos en el pentagrama.
3.3.5 LIGADURA
Signo en forma de arco que indica una ejecución con legato o la extensión de una frase musical.
En las partituras para instrumentos de cuerda, este signo adopta la forma de línea curva e indica
que las notas que cubre deben tocarse en una sola arcada. En música vocal, y en forma de línea
curva, indica que las notas marcadas corresponden a
una sola sílaba. En el canto gregoriano indica la ejecución en una sola emisión.
Según su número de unidades rítmicas el compás puede ser binario si tiene un número par de
tiempos; compuesto o de amalgama cuando suma compases binarios y ternarios; mayor si tiene
doble duración que el menor (se indica con una C atravesada por una raya vertical al comienzo de
la partitura, después de la armadura); menor en caso de tener una duración de cuatro negras (se
señala con una C al principio de la partitura, después de la armadura); ternario cuando tiene tres
tiempos o un múltiplo de tres. El compás de espera
es un silencio que dura todo el tiempo de un compás. Hay sólo dos tipos fundamentales de
compás: los binarios, de dos tiempos reales o sus múltiplos, llamados de marcha, y los ternarios,
de tres tiempos reales o sus múltiplos, llamados de vals.
Mientras que el compás binario tiene un tiempo fuerte y otro débil, el ternario tiene uno
fuerte y dos débiles. Los compases se indican mediante una combinación de dos cifras separadas
por una barra inclinada: la primera revela el número de tiempos y la segunda el valor de cada
tiempo. Así, los compases fundamentales son el de 2/4 y el de 3/4. El primero tiene dos tiempos,
en cada uno de los cuales cabe una negra, y el segundo tiene tres tiempos de una negra cada
uno. El compás binario tiene un múltiplo muy extendido, el 4/4, con una negra para cada uno de
sus cuatro tiempos, de los que el primero es fuerte, el segundo débil, el tercero semifuerte y el
cuarto débil.