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¿EVOLUCIÓN O RETROCESO DENTRO DEL CONTENIDO RADIOFÓNICO?

Como lo decía el filósofo, teólogo y profesor


canadiense Marshall McLuhan, autor de la
revolucionaria obra “La Galaxia de Gutenberg”: "La
radio afecta a la gente de una forma muy íntima, de tú
a tú, y ofrece todo un mundo de comunicación
silenciosa entre el escritor-locutor y el oyente."
http://www.unesco.org/new/es/unesco/events/prizes-
and-celebrations/celebrations/international-
days/world-radio-day-2012/quotes-on-radio/ (Cita
Nro. 8) Indudablemente, desde el primer instante en
que empezamos a hablar de comunicación como
concepto básico dentro de los medios masivos, la radio
se lleva uno de los lugares más altos dentro del podio, por ser aquel medio que muestra el
pleno reflejo de la esencia comunicativa. Sin embargo como ya lo profesaba el filósofo
griego Heráclito de Efeso, “todo fluye, todo cambia”, el lenguaje, la moda, las
construcciones, han sido sometidas a una constante evolución y la radio, no ha sido para
nada esquiva a ello, ¡hay que ajustarse a los cambios!, sentencian algunos. La evolución
no es el problema, más bien es parte de, el problema radica en cómo se es manejada esta
transformación. Centrándonos en la radio, los cambios han iniciado desde su contenido,
pasando por su política y extendiéndose hasta la forma en cómo se difunden. Muchas
veces la hemos visto desviarse de los caminos que abarcan los intereses sociales e
inclinándose por los propios, olvidando por completo, la verdadera esencia radiofónica y
el papel que debe cumplir para con la ciudadanía. Ya desde hace varias décadas, este
medio, se ha visto gravemente manipulado por los distintos ejes de poder, llámese estado,
empresas u órganos de gobiernos menor, logrando de alguna forma, privatizar la
democracia, pese a que la gran carta magna, impone por derecho, la libre expresión y
difusión de ideas. Pero, ¿Cómo es que este medio se ha llegado a deformar tanto y en qué
medida afecta la evolución de su contenido?

El inicio a todo. Desde su aparición en Latinoamérica, allá por la década de los años
veinte, la radio ha sufrido innumerables transformaciones, iniciando por aquel que se dio
debido a la popularización de la televisión, en la que aumentó la masa competitiva y la
radio se vio obligada a la segmentación de su mercado, es decir, a la creación de
contenidos basándose en la distinción de raza, credo, estatus social o conocimiento
cultural, lo cual, para dicho medio fue un cambio totalmente rotundo, ya que en un inicio
el contenido que expresaba era generalizado, ignorando por completo toda clase de
distinción del público al que se dirigiría. La ingratitud copó la radio, pues se le estaba
olvidando de donde es que había venido. En este punto, la publicidad, uno de los
generadores de ingresos más importantes que tiene este medio, tomo el control de ella en
gran parte, debido al espacio de gustos y preferencias que habían nacido con la ya
anteriormente mencionada segmentación, ello conllevó a que la radio tome una
inclinación mucho más comercial, sin embargo eso no acaba ahí, en su proceso de
evolución y gracias a la ya famosa segmentación, nace entre los oyentes, la necesidad de
querer informar sobre ámbitos de transcendencia social, algo que ya había sido dejado del
lado por parte de las empresas de radiodifusión, por centrarse mucho más en la publicidad,
abordando al público con mensajes estrictamente comerciales y repetitivos, es así como
las radios comunitarias toman la palestra y adquieren lo que por derecho está infundado en
las leyes máximas de cada país, la democratización de la palabra, pero esto lo explicaré a
manera más detallada durante el desarrollo de los siguientes párrafos.

Todo gran transformación inicia con un pequeño cambio: Los contenidos antes
popularizados como los radiodramas, los programas concurso y de consejos, quedarían
relegados en el absoluto, dando paso a una programación mucho más identificada con el
público objetivo, determinada por las características de distinción social. (citar Libro de 12
páginas), los oyentes empezaron a escuchar determinados programas con los que ellos se
sentían de alguna forma identificados, y obviaban aquellos que no guardaba ningún tipo
de relación con sus costumbres, características, vivencias y demás. “En los últimos treinta
años, las narrativas predominantes entre los profesionales de los medios han enfatizado los
temas de la aceleración en el ritmo de la vida cotidiana, la creciente habilidad y
escepticismo de los consumidores de medios y la fragmentación de la sociedad
(americana) en enclaves definidos por estilos de vida diversos. Estas narrativas han
adquirido mucha de su legitimidad a partir del trabajo de los investigadores de audiencias,
cuyos métodos y conclusiones han sido influidos profundamente por las cambiantes
nociones de hogar, identidad personal y comunidad”. (Wehner, 2002: 3), como se puede
observar en la anterior cita, en la que decidí apoyarme, los medios limitaron su producción
radiofónica a lo que en aquel entonces generaría mucho más interés por parte de los
oyentes, se basaron en temas relacionados con la problemática de la audiencia a quienes
iban dirigidas, algo muy parecido a lo que hoy en día conocemos como radio comunitaria,
pero con la diferencia de que ellos no tenía ni la más mínima idea de que lo eran. La radio,
empezaba a retomar la aceptación que en un inicio la caracterizó, dándole la razón a lo
dicho por Norberg, 1996: 6: “Si su emisora satisface las expectativas de los oyentes, estos
se sentirán recompensados al escucharla y se reforzarán comportamientos como los de
sintonizar la emisora con mayor frecuencia y durante tiempos más largos. Con la
programación especializada, la radio se ha convertido en un medio asociado a estilos de
vida. Los oyentes escogen sus emisoras favoritas al menos en parte, porque los refleja
en sus gustos, valores e identidades. Son un espejo cultural para ellos, una referencia
por medio de la cual se pueden definir y con la cual pueden mantenerse en contacto con
los elementos de su cultura”

La incursión de la publicidad en los contenidos radiofónicos: En primer lugar y antes que


nada, quiero recalcar mi postura acerca de la incursión de esta herramienta comercial
hacia el medio de las radiofrecuencias. Según Benito (1975: 145): “La radio fue, antes que
nada, un soporte publicitario. Mal que nos pese a los teóricos de la comunicación colectiva, el
nacimiento autónomo de lo que hoy llamamos Ciencias de la Información –entre las que la
Publicidad ocupa su lugar indiscutible- se debió a los imperativos de la Publicidad”, aunque yo
discrepo un poco en esto por lo ya antes mencionado en los distintos párrafos, concuerdo en
algo. Como bien se sabe, la publicidad es una gran herramienta para generar ganancias de una
manera fácil y sencilla, más si lo es en un medio con una simplicidad tecnológica como este, pues
bien, es consecuente saber que sin estas ganancias hacia las empresas de radiofonía, no se
hubiera podido implementar un sistema de difusión de información relevante para la población
dentro de las radios, pues la publicidad generó ingresos que permitieron desarrollar tal tipo de
especialización radial. Pero retrocedamos un poco, la publicidad encontró en la radio uno de los
mejores aliados para la difusión de productos, pues que más se quiere, si lo que buscas es
fomentar el consumo de un determinado bien y encuentras uno que fomenta la imaginación y
promueve la idealización de productos, y si por ejemplo los productos que se ofrecen no
cumpliesen las expectativas, la culpa total, sería del oyente, más no de la empresa que las ofrece
, caso contrario ocurrido en la televisión , y no hace falta dar mayores explicaciones, a esto
sumémosle que encuentras a tu disposición a una masa dispuesta al consumismo, y más aún si
quien lo dice es un locutor que desborda la famosa “sensualidad radial”, ¿no sería el mejor medio
para ofrecer tu producto?, claro que sí.
Para encontrar más información sobre como la publicidad encaja de manera perfecta en la radio,
visitar el siguiente enlace. http://documents.emmarodero.com/016-publicidadareaabierta.pdf
Yo no estoy en contra de la publicidad dentro de la radio, es más creo que es una gran ventaja
para generar ingresos que cubran los distintos gastos fijos y variables que pueda tener una
empresa, pero lo que sí me parece, es que en la actualidad se está sobre explotando dicho
recurso, copando el subconsciente del público con mensajes subliminales de consumismo, y
dejando de lado la esencia de la información que debería tener la radio. ¡Vamos!, la publicidad
en la radio se encuentra hasta en un partido de futbol trasmitido por este medio, y eso que ya
casi nadie los escucha, por el motivo de que la televisión los trasmite, si esto ocurre cuando no
hay mucha audiencia, imagínense que ocurriera si aquella seria abrumadora, los anuncios de
productos lo serían aún mucho más.

Líneas más arriba mencioné el tema de la especialización radial y luego el de como la publicidad
popularizó el comercio dentro de la radio, a raíz de una necesidad monetaria, y pues bien todo
ello tiene mucho que ver con el punto que tocaré a continuación. Creo haber dicho también que
todo es una constante evolución. El periodismo radial, nació como motivo de la segmentación de
gustos y preferencias que se suscitó en la radio por la década de los cincuenta, eso trajo consigo
programaciones en donde los determinados periodistas hacían ver a la población los problemas
sociales a los que se enfrentaban a diario, como claro ejemplo tenemos la programación de las
emisoras afiliadas a la Asociación de Educación Radiofónica de Bolivia (ERBOL), (CITAR EL LIBRO Y
CAPITULO) sin embargo, aquí entra a tallar la publicidad, pues como se sabe, el dinero trae
consigo intereses propios. Las grandes entidades gubernamentales, empresas e instituciones,
vieron aquel cuantioso negocio que se estaba forjando en la radio, así es que decidieron invertir
en ella, aquella acción no está nada mal, el problema viene cuando se utiliza el dinero para de
alguna forma manipular la información y privatizar la democracia, comprando radios que antes
eran muy bien vistas por los oyentes y que generaban un gran valor de veracidad y credibilidad
en las personas. Fue así como las radios de corrompieron y las radiofrecuencias (FM, AM),
empezaron a negociarse con inescrupulosos que las utilizaban para sus propios fines políticos y
económicos, eludiendo lo que por ley se debía hacer: “los gobiernos democráticos deben
reservar una cuota de frecuencias, tanto en las bandas de AM y FM como en los
canales de televisión y en las nuevas franjas digitales, para las iniciativas
comunitarias” cqpitulo 12 libro de 357 pag)

La radio comunitaria, una luz al final del túnel: La radio tiene la facilidad de empoderar
a través de la palabra, a quienes desconocen de sus derechos. Las radios comunitarias
defienden el supremo derecho a ser y a pensar diferente, además del deber
correlativo de la tolerancia hacia quienes no son ni piensan como nosotros. El
concepto que engloba a tales radios son las preocupaciones e intereses comunes que tengan
un determinado grupo de personas de igual o diferente sexo, que deseen expresarse a través de
la radio para de alguna u otra forma hacerse escuchar, democratizando de tal forma la palabra
(CAPITULOS 12 BAJAS POTENCIAS). Los intereses propios por parte de los distintos gobiernos no
tiene barreras, muchas veces apuñalan el derecho a la libertad de expresión y la difusión de
ideas, subastando el espectro radiofónico al mejor postor, a ese que no sabe que más hacer con
su dinero que lo invierte en espacios que deberían ser dirigidos para quienes carecen de ello,
como ya lo dije anteriormente. El régimen de licitaciones solo es una de las miles de lacras que
abundan nuestra sociedad y lastimosamente son nuestras mismas autoridades las que alimentan
este fenómeno, que lejos de proliferar la democracia, la hunde en el caos de la privatización.
Actualmente en nuestro país, son muy escasas por decir nulas, la cantidad de radios
comunitarias: “ El Consejo Consultivode Radio y Televisión (Concortv) publicó
su último informe, en el cual muestra información sobre los principales
indicadores de radio y televisión en el Perú. Este señala que existen 1403
estaciones de TV y las 4281 radios. De estas últimas, solo tres tienen finalidad
comunitaria y 1461, fines educativos”
http://facultad.pucp.edu.pe/comunicaciones/noticias/radio-comunitaria/ , como
se aprecia en la aterior cita, solo existen tres con finalidad comunitaria.
¿publicidad dentro de radio comunitaria? Muchos creen que una radio comunitaria
deja de serlo cuando incursiona en el mundo de la publicidad, este no es más que un concepto
erróneo, pongámoslo así, en un restaurante de alta reputación, muy aparte de los alimentos, se
ofrecen bebidas como agua, gaseosa, refresco y distintos productos que son de consumo general
y por ende no deben alteran el orden, por ser un lugar público y familiar, sin embargo aquello no
restringe la no comercialización de cerveza, la venta medida de ella, va hacer que la reputación
no se venga abajo, y que aquel restaurante no se transforme en un bar de mala muerte. El hecho
de que se ofrezca ese producto no quiere decir que esté traicionando su política, sino, que es una
forma de generar nuevos ingresos, pero de una manera controlada, sin llevar ese recurso a la
sobre explotación, lo que en el caso de las radios vendría a ser el buen manejo de la publicidad
sin inclinarse hacia intereses de determinadas empresas. ¿Pero qué sucedería si la empresa a
quien pertenece la publicidad radial denigra a sus trabajadores, viola derecho, transgrede las
normas, la radio no estaría pecando de doble moral, y se dejaría del lado lo que concierne a radio
comunitaria? En ese caso, volvamos al ejemplo de la cerveza en el restaurante, si el
administrador observa que aquella venta genera distintos problemas, u ocasiona disturbios
dentro de su establecimiento, simplemente restringe su vente, dejando de lado las ganancias que
pueda obtener, y priorizando su ética, lo mismo ocurre en el caso de la radio, si ocurre todo lo
anteriormente mencionado con dicha empresa, pues la radio está en el derecho de denunciar tal
acto y por ende restringir su trasmisión, muy al margen de las ganancias que se limiten, pues
tiene un concepto de “radio comunitaria” que cuidar. Se debe entender que las ganancias que se
obtienen son para cubrir los distintos costos fijos y variables de la emisora, sea, luz, agua,
vigilancia, salarios, etc. Pero muy al margen de la publicidad, ¿qué otras formas de generar
ingresos hay? existen diversos modos, y ello va a depender del buen manejo que exista dentro de
la radio, la organización de eventos educativos, culturales, de entretenimiento, es una salida.
También podría apelarse explotar los fondos públicos, que consiste en la transmisión informativa
de actividades realizadas por el gobierno (vacunación, prevención de enfermedades), cobrando
algún derecho. Entre otras opciones que podrá observar en el capítulo 12, subtitulo ¿y la
publicidad comercial? Entonces diríamos que una radio comunitaria va a depender en gran parte
de la publicidad que maneje, pero sin olvidar su finalidad que es la de, democratizar la palabra.

Para finalizar. La evolución de la radio al igual que cualquier otro medio, es constante y
obviamente no va a cambiar. Pero lo que si debe cambiar es la manera en cómo se es manejada y
la manera en que nuestras autoridades las deben fiscalizar, y ejercer sobre ellas un control que
las obligue a trabajar sobre la línea de lo legal, pero sobre todo que aprendan a caminar sobre lo
ético. Quizá la poca cobertura de radios comunitarias o ciudadanas se deba básicamente a que
los intereses creados, están copando de radios corruptas y manipuladas nuestro medio,
mostrando información intrascendente para muchos, y que obviamente generan las
desinformación y nos hunde en una total ignorancia, convirtiéndonos en una especia de muertos
vivientes, sin voz ni voto que simple y llanamente sigue a la masa. Estos tipos de medios,
totalmente corrompidos, de alguna forma, callan al que debe hablar y le dan la palabra a quien
no debe tenerla.

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