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INTRODUCCION.

En este ensayo se tratará de explicar de una manera sencilla el significado e


importancia de la teoría curricular en la formación del estudiante dentro de la
escuela. La importancia del currículo que ofrezca la institución o escuela será
determinante para que los padres o tutores elijan a donde inscribir al estudiante con
miras a su formación a futuro.

El currículo que ofrezca la institución o escuela deberá estar bien planificado con
innovaciones actuales y que lleve un adecuado plan de proceso y aprendizaje que
le permitan al estudiante ir logrando y mejorando su comprensión y preparación
académica con visión a un mejor futuro en base a su formación curricular.

Dentro del currículo una parte fundamental es la capacidad del maestro con
habilidades y cualidades con compromiso que le permitan llevar a cabo la trasmisión
de conocimientos en un ambiente de respeto y comunicación y así facilitar la
solución de problemas que de la impartición de clase se le presenten.

En sociedades en que el desarrollo de la economía gira en torno a la educación,


para quienes se encargan de determinar qué se debe enseñar en las escuelas y
cómo debe hacerse, el currículo ha desempeñado un papel importante para definir
estas cuestiones. Siendo el currículo un concepto policéntrico y considerando que
existen tantas definiciones como autores lo han estudiado, es conveniente
responder lo siguiente: ¿Cómo se define el currículo o currículum? ¿Qué es la
educación? ¿Qué es el diseño curricular? ¿Cuáles son las teorías curriculares y que
se debe considerar para elegir la teoría que fundamentará el currículo?

También se definirá lo que es un plan de estudios y como este tiene una gran
importancia a la hora de hacer un plan metodológico de las materias para el
desarrollo de un perfil en el alumno.

Las maestras y los maestros reconocerán en este plan de estudios parte de sus
mejores prácticas, propuestas que han presentado en diversos foros y otras en los
años recientes, ocupan un espacio relevante en la discusión académica sobre la
educación y sus procesos. Por ello reconocer y compartir los fundamentos y la visión

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es avanzar a una valiosa transformación de la educación Básica, además de que
representa tener una mejor escuela preparada, para atender las necesidades
específicas del aprendizaje de cada estudiante.

¿Cómo se define el currículo o currículum?

En la actualidad se tiene un gran reto para formar y preparar a los estudiantes


siguiendo la formación curricular donde se tenga que proponer lo que realmente se
debe enseñar y aprender por parte de los estudiantes, siguiendo un adecuado plan
de estrategias, métodos y tipo de proceso de enseñanza.

Primeramente, se definirá lo que significa “Curriculum” del latín significa “Carrera” y


abarca el plan de estudios donde se ven y aprenden conceptos Ideológicos,
Sociológicos, Epistemológicos, Pedagógicos y Psicológicos, los cuales determinan
los objetivos de la Educación y su realización para enseñar y como enseñar para
poder evaluar y al mismo tiempo planificar las actividades académicas en forma
general.

ACERCAMIENTO AL CURRICULUM
Para comenzar el estudio de los significados del currículum es preciso hacer una
consideración previa de índole etimológica. La palabra currículum es una
voz latina que se deriva del verbo curro y que quiere decir' carrera'; alude a una
pista circular de atletismo (a veces se traduce como pista de carrera de carros). En
el latín clásico se utiliza curriculum vitae vivendi haciendo referencia a una carrera
de vida.

Este breve recorrido etimológico del término es sólo un punto de partida, pues las
diversas connotaciones que a lo largo de los siglos se le han dado (y que se le dan
en el presente) al término currículum nos permiten entrever la complejidad de su
conceptualización. Ahora bien, ¿por qué el acercamiento a la definición de
currículum plantea obstáculos e incógnitas? La razón es que las ideas sobre
currículum no son universales, es decir, no están mas allá de las determinantes

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históricas. Por el contrario, el currículum es un producto de la historia humana social,
así que cambia -como todas las construcciones sociales- de tiempo en tiempo, de
acuerdo con las transformaciones e innovaciones en las ideas, en las utopías, en la
ordenación de la vida social, en la estructura de los discursos sobre la vida pública
y privada, etcétera.

Por lo anterior, pareciera que no se puede definir el currículum sin plantear


previamente una visión del mundo que opere como marco de referencia de dicha
definición y, al mismo tiempo, la haga comprensible.

En síntesis, el estudioso del currículum necesita desarrollar una visión histórica


amplia acerca de éste como objeto de estudio, puesto que no es inmutable; por el
contrario, cambia y se transforma en respuesta a las circunstancias históricas, a las
estructuras económicas y políticas, y a los intereses humanos, así como a las
motivaciones personales y grupales de los sectores que elaboran la currículo.

Si se acepta lo anterior se entenderá que las dificultades de


conceptualización del currículum no reflejan más que las existentes en la realidad a
la que hacen referencia, y las diversas posturas políticas, ideológicas, culturales y
académicas que históricamente se han presentado y que han condicionado tanto el
campo curricular como el de su enseñanza. Algunas de estas cuestiones podrán
apreciarse mejor al abordar el apartado dedicado a las teorías curriculares.

En este punto es necesario entrar de lleno al concepto de currículum, a fin de


elaborar o reelaborar alguna definición que proporcione al lector una visión más
clara del tema de estudio.

Antes de ver las definiciones, habrá que recordar que el currículum es, en gran
medida, de naturaleza prescriptiva, es decir, se aspira a definir algo que se
caracteriza por ser una pretensión de realidad, un querer ser, un deber ser. Lo
anterior supone circunscribir y seleccionar un conjunto de intencionalidades que se
consideran como las 'verdaderas' o 'mejores' respecto a otras; aquí entran en

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escena las diferencias de valor que permiten legitimar ciertas posiciones y excluir y
rechazar otras. Esto no debe inducir a pensar que estas posiciones son arbitrarias,
es decir, que en última instancia da lo mismo elegir una conceptualización u otra.
Por el contrario, la elección de uno u otro concepto de currículum depende de la
capacidad para integrar en un esquema prescriptivo para la acción, tanto las
reflexiones derivadas de la practica como los aportes teóricos provenientes de la
investigación curricular, de la enseñanza y del aprendizaje.

Stenhouse (1987, pp. 28-29) comenta tres definiciones del currículum-(He aquí tres
importantes definiciones americanas del currículum):

• Es el conjunto de experiencias planificadas proporcionadas por la escuela para


ayudar a los alumnos a conseguir, en el mejor grado, los objetivos de aprendizaje
proyectados según sus capacidades. (Neagley y Evans, 1967, p. 2)

• Es el esfuerzo conjunto y planificado de toda escuela, destinado a conducir el


aprendizaje de los alumnos hacia resultados de aprendizaje predeterminados.
(lnlow, 1966, p. 130)
• En vista de las deficiencias de la definición popular, diremos aquí que currículum
es una serie estructurada de objetivos de aprendizaje que se aspira lograr. Éste
prescribe (o al menos anticipa) los resultados de la instrucción. (Jhonson, 1967, p.
130)
Como se puede apreciar, los conceptos anteriores encuentran su sentido y razón
de ser en el contexto de un modelo curricular que apunta a logros terminales de los
alumnos luego de haber cumplido con un plan de estudios programado en el tiempo.
Desde esta perspectiva, la educación es un medio para alcanzar un fin (considerado
éste como resultado del aprendizaje), por lo que, el currículum es la planeación
necesaria tanto de los fines -resultados de aprendizaje-, como de los medios
educativos para obtenerlos. En la categoría de medios cabe la planeación de todos
los componentes del diseño, un programa curricular para la conducción de los
procesos de enseñanza-aprendizaje de cualquier nivel educativo.

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Es necesario detener esta lectura y preguntarse si estas reflexiones, desarrolladas
a partir de las anteriores definiciones de currículum, cubren de manera adecuada
los requerimientos de un primer acercamiento. Para ello nos preguntamos: ¿Es el
currículum una planeación que prevé todos los aspectos posibles a desarrollar?
¿Qué tan abierto o cerrado puede ser el plan curricular? ¿El currículum formula
necesidades como conductas terminales? ¿Puede el currículum anticipar también
los procesos a desarrollar? ¿Existen otras alternativas al modelo medio-fines?

A partir de la última pregunta retomamos las definiciones de currículum, a fin de


ampliar su análisis. Veamos: hasta el momento el énfasis este puesto en el
currículum como prescripción –por escrito- de lo que se pretende que debe suceder
en las escuelas, pero también hay definiciones en las que se prefiere asociar el
currículum a la realidad escolar (y no al documento escrito). Kansas (1958), citado
por Stenhouse (1987, p. 26), señala que: 'El currículum es, fundamentalmente,
aquello que acontece a los niños en el colegio como resultado de la labor de los
profesores. Incluye todas las experiencias de los niños cuya responsabilidad asume
el colegio.

Al analizar la definición anterior se observa que al autor le interesa lo que ocurre en


la situación real; pretende entender el currículum como lo que sucede en la escuela
y el aula. Desde esa perspectiva, el estudio del currículum es un estudio de caso,
pues el documento que se origina más que atender a un deber ser prescriptivo-
persigue un estudio antropológico y sociológico de la escuela como agente de
enseñanza y aprendizaje. Por tanto, el currículo debe reflejar algo más que
intenciones, debe, además, indicar cual es el modo de llevar a cabo dichos
propósitos a la práctica y debe especificar los criterios que presiden el modo de
hacerlo.

De tal manera, el currículum es visualizado, por una parte, como intención, plan o
prescripción respecto a lo que se pretende que logre la escuela; por otra parte,

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también se le percibe como lo que ocurre, en realidad, en las escuelas. Esto le hará
expresar a Stenhouse (1987, p. 27) que: 'el estudio del currículum se interesa por
la relación entre sus dos acepciones: como intención y como realidad. Las dos
acepciones nos remiten a la vieja (y siempre nueva) cuestión de la relación teoría-
practica; por ello, el autor citado (1987, p. 27) expresa: 'El problema
central del estudio del currículum es el hiato existente entre nuestras ideas y
aspiraciones y nuestras tentativas por hacerlas operativas.

“El currículo es el conjunto planeado de encuentros humanos pensados con el fin


de optimizar el aprendizaje es también un ejemplo amplio de la gama total de
conocimientos, en la medida en que estos se reconstruyen y amplían a través de la
investigación, el contenido curricular y sus procesos deberan adecuarse de igual
manera” (l.C. Wilson)

“Para lograr un concepto emergente de currículum, es necesario considerar todo el


programa educativo como una totalidad compuesta, de tres elementos
fundamentales: un programa de estudios, un programa de actividades y un
programa de orientación)(A.L. Clicer)

Currículum formal, real (o vivido) y oculto Tanto el plan de estudios (currículum


formal) como sus programas de cursos representan el aspecto documental de un
currículum. Es interesante señalar que la palabra programa significa
etimológicamente-: 'anunciar por escrito'; los programas constituyen las
microestructuras de un plan de estudios y por lo común indican:

• Objetivos generales y particularidades de aprendizaje.

• Organización y secuenciación de contenidos.

• Actividades de aprendizaje y estrategias de enseñanza.

• Modalidades de evaluación y distribución del tiempo.

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En síntesis, el plan de estudios y los programas son documentos -guías- que
prescriben las finalidades, contenidos y acciones que es necesario llevar a cabo por
parte del maestro y sus alumnos para desarrollar un currículum.

El currículum real (o vivido) puesta en práctica del currículum formal con las
inevitables y necesarias modificaciones que requiere la contrastación y ajuste entre
un plan curricular y la realidad del aula. No habrá que olvidar que el currículum real
encuentra su razón de ser en la práctica educativa.

Es en dicha práctica donde concluyen y se entrecruzan, de manera más o menos


equilibrada y conflictiva, diversos factores. Entre estos factores se encuentran tanto
el capital cultural de maestros y alumnos, como los requerimientos del currículum
formal, los emergentes no previstos de la situación colectiva del aula y otros factores
socioculturales, económicos y políticos presentes en el contexto social de la
institución educativa en espacios y tiempos específicos; asimismo, maestros y
alumnos con similares o distintas inserciones sociales e historias personales
concepciones diversas sobre una variedad de asuntos vitales generan la
apropiación de conocimientos, valores, habilidades, actitudes y destrezas, en el
transcurso del proceso de enseñanza y aprendizaje. Lo anterior justifica el
establecimiento del currículum real como una categoría de análisis.

Por otra parte, el currículum oculto es una categoría de análisis que nos permite
interpretar con mayor precisión la tensión existente siempre entre intenciones y
realidad, entre currículum formal y currículum real. El currículum oculto es, según
Arciniegas (1982, p. 75): “proveedor de enseñanzas encubiertas, latentes,
enseñanzas institucionales no explícitas, brindadas por la escuela -puesto que ésta
es un microcosmos del sistema social de valores, ya que la educación no es un
proceso neutro y aséptico, es inevitable y necesario el componente ideológico,
moral y político que existe en cualquier empresa educativa que los seres humanos
emprenden. De ahí la presencia del currículum oculto, tanto en el currículum
formal como en el currículum real, a través de los lenguajes implícitos -verbales,
escritos, gestuales-. Como señala McLaren (1984, p. 224).

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El currículum favorece ciertas formas de conocimiento sobre otras y afirma los
sueños, deseos y valores de grupos selectos de estudiantes sobre otros grupos y a
menudo discrimina a partir de la raza, la clase y el género. En general los teóricos
críticos están interesados en cómo las descripciones, las discusiones y
representaciones en los libros de texto, materiales curriculares, contenidos de
cursos y relaciones sociales materializadas en la práctica en las aulas benefician a
los grupos dominantes y excluyen a los subordinados. En este contexto
frecuentemente se refieren al 'currículum oculto'.

El concepto de currículum oculto se convierte en una categoría polémica, pues


dependiendo de la visión socio-antropológica que se tiene de la escuela y la
educación, así se da el balance que los estudiosos hacen de esta categoría.
Algunos ven en el currículum oculto una herramienta de socialización provechosa,
o por lo menos necesaria, puesto que la escuela debe cumplir con la función de
adaptar niños y jóvenes al medio social. Otras perspectivas más críticas cuestionan
el enfoque adaptativo, pues lo consideran una visión
conservadora del conocimiento, y a éste, como algo que debe ser aprendido; los
alumnos son concebidos como individuos pasivos y reproductores del conocimiento
y los valores legitimados. Las posiciones de las cuales estamos haciendo un breve
resumen han sido organizadas por Giroux (1990, p. 122) en tres enfoques:
'tradicional, liberal y radical'.

Mas allá de las diferencias significativas existentes entre dicha enfoques, el


elemento común en los tres es el señalamiento que hace del currículum oculto como
una herramienta interpretativa que permite registrar el modo de operar de la escuela
como institución social: ¿por qué y cómo se legitiman ciertos contenidos educativos
frente a otros?, ¿cuál es el papel social que como autoridad cumple el maestro?
¿cómo se reproduce el conocimiento valido?, etcétera.

La distinción entre currículum formal, currículum real y currículum oculto tiene por
objeto reafirmar el análisis sobre las intenciones curriculares (currículum formal,
currículum oculto) y las concreciones en el desarrollo curricular (currículum real -
currículum oculto). Por lo tanto, siempre que nos refiramos a currículum, en este

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texto, estaremos englobando en ese concepto tanto las tres categorías enunciadas,
como sus aspectos teóricos y practico, es decir, intenciones y desarrollo curricular.
A partir de lo anterior, estamos en condiciones de formular algunas preguntas.

¿El currículum es la prescripción? ¿Es el plan? ¿Es la practica? ¿El currículum


engloba ambos procesos? ¿Existen planes curriculares que de manera no siempre
consciente tienden a disociar la teoría y la practica? ¿Cuáles son? ¿Hay ejemplos?
¿Existen otras formas curriculares que coadyuvan a lograr la vinculación teoría-
practica? ¿Es necesario pensar de otra manera la gestión educativa y el papel de
los maestros para mantener la relación entre intenciones y realidad?
A fin de cerrar este apartado, introducimos otra definición de currículum enunciada
en el texto de Diseño curricular base (1989, p. 21 que integra aspectos de la
reflexión anterior:

El currículum se entiende como el proyecto que determina los objetivos de la


educación escolar, es decir, los aspectos del desarrollo y de la incorporación de la
cultura que la escuela trata de promover y propone un plan de acción adecuado
para la consecución de estos objetivos. El currículum tiene, por lo tanto, dos
funciones diferentes: la de hacer explícitas las intenciones del sistema educativo y
la de servir como guía para orientar la práctica pedagógica.

He aquí un planteamiento sobre el currículum que trata de vincular los dos aspectos
mencionados: intenciones y realidades.

El currículum como proyecto: Hay que pensar el currículum en términos de


proyecto; esta denominación es más abarataba que la de plan de estudios
entendido, de manera tradicional, como selección y secuencia de contenido. La idea
de proyecto permite visualizar al currículum como la propuesta que determina lo que
ocurre en el aula entre maestros y alumnos. De allí la afirmación de que el
currículum es un instrumento potente para la transformación de la enseñanza y, por
ende, una fecunda guía para el profesor. La propuesta curricular es el marco que
opera como referente orientador de la práctica del maestro; sin embargo, al mismo
tiempo, dicha práctica retroalimenta el rediseño de la propuesta original.

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Algunos estudios del currículum, como los realizados por Glazman e Ibarrola (1983,
p. 283), le otorgan un carácter más trascendente a la idea del currículum como
proyecto.
El proyecto universitario comprende la propuesta de finalidades políticas
académicas precisas, a partir de una definición de las posiciones ideológicas
adaptadas por la universidad y del compromiso que asumen en el tratamiento y
solución de la problemática social, filosófica, científica, y técnica del país.
Para estas autoras es necesario contar con este tipo de referente para luego
abocarse a las tareas de planear, diseñar y realizar el currículum.

METODOLOGÍA PARA EL DISEÑO DE PLANES.

en el presente se expone la metodología que facilita el diseño tomando en cuanta


el bullido en el diseño de planes a nivel superior, así como en otros niveles de
enseñanza que cuenta con diferentes aspectos pedagógicos vinculado a los
actuales y ligarla con la determinación de los contenidos, se toma en cuenta desde
el modelo profesional y en la actuación del futuro profesional.

el plan de estudio asegura una formación en los conocimientos y métodos y


principios básicos de profesión y coherente con los objetivos buscados, además
reconocer lo que sea necesario en la formación.

lo importante es tener claridad en que las conclusiones del estudio en el ámbito


educativo, el objetivo de la metodología para el desempeño de los diferentes niveles
de enseñanza desarrollando aspecto de la teoría y estrategia que realmente se
necesite, respondiendo a las necesidades del entorno donde se prepara al futuro
egresado.

A su vez, hay que tener en cuenta que la innovación no va necesariamente asociada


a la reforma o a los procesos de reforma educativa. Esto viene dado a que la reforma
ha de considerarse de carácter “macro” y por tanto afecta al conjunto del sistema
educativo, mientras que la innovación resulta ser de carácter “micro”, moviéndose
en un ámbito que se localiza en el aula, la escuela y la comunidad educativa.
También se observa que la reforma no implica la innovación. De hecho, en

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ocasiones y dependiendo de los modelos hostigados como veremos, la innovación
se ve ignorada e incluso cauterizada.

¿POR QUÉ LAS POLÍTICAS CURRICULARES TIENEN UN ÉXITO LIMITADO?


Latinoamérica fue una de las regiones más castigadas en lo económico y social, lo
que se evidencia al examinar los datos respectivos en México, argentina y Brasil,
expresados en el aumento de la pobreza y el desempleo. Las nuevas agendas
políticas han propiciado nuevas políticas curriculares, las cuales se traducen en
reformas adelantadas en Latinoamérica y entre otras regiones, caracterizadas por
elevar la calidad de la educación, incrementar la rendición de cuentas. Combatir la
desigualdad educativa, ampliar la articulación interna y externa del sistema
educativo y asumir nuevos discursos sobre tolerancia, interculturalidad e
interdisciplinariedad.

En el plano Pedagógico, las principales políticas curriculares han sido la educación


por competencias y el constructivismo social. El éxito de las políticas curriculares y
sus reformas, no corresponde con las expectativas generadas; la educación por
modelos y competencias, así como las pedagogías constructivistas. Los autores G,
José María y Malagón, P, J Luis (2010) mencionan en su revista ¨Perspectivas
Educativas a los autores Dussel (2005) quien explica El cambio curricular como fue
una de las opciones preferidas de las administraciones educativas de la región para
responder a los problemas educativos. Sin embargo, para Ferrer (2004) señala que
las reformas se caracterizan por una revaloración de los principios democráticos de
participación, descentralización y gestión educativa y al logro de mayor equidad.
Los autores mencionados concluyen que dichas reformas no han obtenido el
impacto deseado en lo social y en lo pedagógico.

Los autores G, José María y Malagón, P, J Luis (2010) mencionan en su revista


¨Perspectivas Educativas¨ mencionan que para Kridel (2010) las políticas
curriculares cumplen dos funciones, la primera es guiar la práctica y establecer una

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posición ante las políticas, las frecuentemente reflejan el punto de vista del gobierno;
de modo que las políticas curriculares representan una posición política concreta.
Existen tres clases de políticas curriculares: las políticas formales e implícitas
aparecen en los documentos, los cuales adoptan una variedad de nombres. Las
políticas formales son guías oficiales y obligatorias, están diseñadas para leerse
como instrucciones sobre el contenido y los resultados del curriculum escolar, sus
planteamientos se expresan de diferentes maneras.

Las políticas curriculares implícitas se refieren a las que proceden de la


administración y del gobierno, las cuales influyen en la práctica, también se refieren
a planteamientos, programas, sugerencias, consejos y documentos que con
frecuencia acompañan al curriculum formal, y que no necesariamente llevan la
etiqueta de obligatorias. Las políticas curriculares discretas refieren a la experiencia
y conocimiento práctico empleado por los docentes, escuelas, administración
escolar y personal, para adaptar las políticas. Los objetivos son estados ideales,
con frecuencia difíciles de evaluar y más cuando las bases de estos objetivos son
utopías educativas.

La escuela no puede recuperarse de las determinaciones sociales, una de las más


importantes es la desigualdad social, profundamente enraizada, si bien las escuelas
eficaces mejoran el desempeño de todos los estudiantes, son incapaces de remover
los patrones globales de diferencias relacionadas con los antecedentes de los
estudiantes. Las escuelas están marcadas por una Doctrina o actitud discriminatoria
que defiende y mantiene las diferencias entre las clases sociales profundamente
enraizada y la cual funciona a través de procedimientos organizacionales y
perspectivas de los profesores, para servir a los intereses de unos y en contra de
otro tipo de alumnos, hablando así de la desigualdad educativa.

En algunas escuelas algunos alumnos tienen éxito y otros no, esto depende del
contexto y el estatus económico. Según el capital cultural, así como el recurso
económico. Los que tienen mayor solvencia son los que van a las mejores escuelas
y compran los mejores productos académicos con el fin de elevar el desempeño
académico de sus hijos. Los de menor solvencia se conforman con la educación

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que les imparten en las escuelas públicas, así mismo están a expensas del material
que estas mismas les otorgan o simplemente no cuentan con el recurso académico.

Las personas encargadas de diseñar las reformas parten de un modelo racional,


aunque esta sea limitada y nada acorde a la necesidad requerida. Esto impide ver
otras alternativas, así como sus posibles consecuencias. Los objetivos son ideales,
con frecuencia difíciles de evaluar. Así lo mencionan los autores G, José María y
Malagón, P, J Luis (2010) en su revista ¨Perspectivas Educativas¨ en donde
refiere el autor (Etzioni, 1979). Las reformas pueden presentarse como cambios
trascendentes, únicos en su género, dado que son una parte de la estabilidad
organizacional. Sería difícil encontrar un gobierno Educativo que no plantee
reformas al sistema educativo.

El éxito de las reformas educativas curriculares de racionalidad limitada se debe al


mal diseño de los involucrados en elaborarlas, así como de las políticas en las que
se respaldan. La racionalidad exige una elección, en el comportamiento real solo se
les ocurren unas pocas de estas posibles alternativas. Es un proceso complejo, los
diseñadores no pueden predecir las consecuencias, la poca experiencia que estos
tienen y la dificultad de comprender diferentes alternativas, arrastran al éxito limitado
de las nuevas políticas curriculares.

No es casual que la educación ciudadana, Multiculturalismo, Interculturalismo,


Educación, Educación por Competencias y Constructivismo Social, sean lugares a
nivel mundial. Las reformas parten de ideas o sistemas y no de principios empíricos
o socialmente validados. Los diseñadores de las reformas curriculares y sus
políticas, no evalúan los resultados de la reforma educativa actual. Los
reformadores sostienen que el constructivismo y la educación por competencias son
la mejor estrategia para conducir el proceso de enseñanza-aprendizaje, sin
embargo, no existen evidencias reales suficientes que permitan afirmar que esos
enfoques sean mejores que otros, en términos de resultados de aprendizaje.

El desarrollo de normas, procedimientos y lineamientos para la tomar decisiones, la


implementación sigue una lógica diferente planeada y esperada por los
diseñadores; donde el diseño está inspirado en lo global. Mientras la

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implementación de las políticas es siempre local. Dado a que la agenda política de
los gobiernos busca cambios rápidos y notables, al tiempo que la escuela y los
docentes tienen una lógica e intereses distintos; la docencia es por lo general
conservadora y rutinaria. Y podría ser de otra forma, por lo general, los docentes
tienen una carga de trabajo estresante y unos hábitos de trabajo bien establecidos
y difíciles de cambiar.

En el caso de las competencias y el constructivismo, su discurso es vertical y su


aplicación horizontal. El vertical presume que los docentes aprenderán nuevas
formas de ensenar con cursos teóricos o demostraciones rápidas. La enseñanza es
un arte práctico que no se aprende a través de principios sino de interacción, la
experiencia, dentro de un concepto específico. Se debe considerar que no todas las
disciplinas se aprenden de la misma forma, pues sus estructuras son diferentes.

La pedagogía institucional, inmersa en el discurso de las políticas curriculares a


todas las disciplinas como tuviesen una gramática fuerte. En suma, tratar de
universalizar la enseñanza por competencias a todo curriculum, hace más débil y
menos exitosa su implementación. El enfoque de competencias tiene más
probabilidades de ser exitoso en la educación superior, sobre todo en profesiones
o en disciplinas con una gramática fuerte, como las ingenierías, la medicina, la
contaduría y otras semejantes. En educación básica el enfoque por competencias
puede ser exitoso en las matemáticas, las ciencias y parte de la gramática de la
lengua, o idiomas extranjeros, pero es difícil de implementar en las ciencias
sociales, las humanidades y otras disciplinas con gramática débil.

Existen pocas excepciones de reformas que partan de abajo hacia arriba, de una
evaluación que involucre a los principales interesados reúna suficientes evidencias
de los aspectos positivos y negativos del curriculum vigente, se socialicen y a partir
de esa socialización, se realice de la nueva reforma y sus políticas. La evaluación
del aprendizaje, un sistema de competencias; tiene la función de que las escuelas
rindan cuentas. Las evaluaciones masivas y estandarizadas ejercen una presión
constante en el curriculum, si bien es sabido los docentes terminan reduciendo. Se

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ven obligados a descartar otros aspectos relevantes y formativos, debido a que esta
evaluación de aprendizaje se ha convertido en un arma de dos filos.

Estas políticas son muy ambiciosas, se puede argumentar que han tenido poco
éxito, debido a su racionalidad limitada de los que las diseñan. Al establecer el
discurso vertical en el horizontal se establecen métodos diferentes, lo cual lleva a
que se den resultados no esperados. Se debe tomar en cuenta la necesidad, el
contexto cultural de cada país. Esto con la finalidad que, al implementar una reforma
curricular acorde a la necesidad educativa, se vean resultados positivos en el
aprendizaje significativo de los involucrados.

CURRICULUM DE LA EDUCACIÓN.

Díaz Barriga sostuvo que cuando uno piensa un cambio curricular, una adecuación
de planes de estudio, lo que uno se enfrenta es a un reto. “En este sentido, lo que
necesitamos es pensar a qué obedece este interés de modificar un plan de estudio”,
agregó.

El investigador mexicano agregó que otra pregunta que habría que responder es
qué es lo general en todo cambio curricular y que es lo específico en la formación
docente, además de cómo realizar un cambio curricular que no sea de arriba hacia
abajo, del Ministerio de educación hacia los docentes, ni de abajo hacia arriba, por
la imposibilidad técnica de que todos los docentes estén participando en los grupos
de redacción.

Diaz Barriga se preguntó si el docente es un profesionista o un empleado, y cómo


se asumen los docentes. “Un empleado cumple un contrato, a la hora de salida sale;
pero un profesional tiene un reto. Como alumno, yo estoy esperando que el docente
diseñe una estrategia para mi aprendizaje. No estoy diciendo que me la haga fácil,
que me de la clase, lo que estoy diciendo es que el docente se enfrente al reto de
cómo le creo a este alumno una condición de aprendizaje donde él también tiene
que poner un esfuerzo”, ejemplificó.

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El disertante expresó: “Para pensar la docencia como profesión creo que debemos
recurrir a la sociología de las profesiones. Efectivamente, tenemos un cuerpo de
saberes propios, pero no logramos imponerlos en el plan de estudio ni en la
sociedad. Los medios de comunicación cuestionan el trabajo docente y no tenemos
capacidad para decirles que los alumnos salen mal del trabajo de matemáticas, pero
no es solamente nuestra responsabilidad. Es una responsabilidad social donde
también las familias guardan relación, donde los medios de comunicación guardan
relación. Empecemos a asumir nuestras responsabilidades. El problema tiene que
ser enfocado desde una dimensión mucha más amplia. Nuestro estatus en este
momento está puesto en cuestión, reconozcámoslo. En este momento la sociedad
duda de contar con un buen cuerpo de profesores. Y yo creo que es algo que las
instancias de formación de profesores y los mismos profesores tenemos que
trabajar, para que en la sociedad se nos empiece a tratar de otra manera”.

Diaz Barriga manifestó que los docentes consideran que los alumnos deben seguir
fieles a la palabra, al pizarrón y al libro, cuando nuestros estudiantes están
obteniendo información desde otros lugares. “Tienen una hiper estimulación y, por
lo tanto, mayor precocidad. Es ahí donde entra el tema de la sexualidad integral.
Cada vez vamos encontrando más temprano el desarrollo de la sexualidad, y no es
porque sean diferentes a como fuimos nosotros, sino que es porque están
fundamentalmente con mayores estimulaciones de todo su entorno”, agregó.

“En toda reforma curricular hay temas que permanecen, porque son saberes
nucleares de la profesión. Una reforma curricular no es cambiar todo, implica
también la permanencia de aquello que sostiene una formación profesional. Es, de
alguna manera, necesario encontrar un equilibrio entre una sólida formación
disciplinaria y una sólida formación pedagógica. Y la integración de esto en el acto
educativo, con tres ejes: lo pedagógico, lo disciplinar y la integración en la práctica
docente”, explicó Barriga Diaz.

El investigador mexicano sostuvo que el reto es cómo crear una síntesis entre un
modelo de arriba hacia abajo y un modelo de abajo hacia arriba, que la reforma no

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es solamente cambiar las asignaturas y que el otro problema es cómo logramos que
los docentes tomen el proyecto curricular como una posibilidad de cambio.

“Formar un docente es un reto enorme para quien intenta realizar esta tarea, pero
vale la pena enfrentar este reto. Tenemos que asumir que hay un cambio en el ser
docente, lo que significa formar en responsabilidad frente a la formación y el
aprendizaje, frente a la pasión intelectual y frente al desarrollo profesional en su
tarea, una capacidad para entender nuevas formas de ser en el alumno, nuevas
formas de aprender, nuevas formas de conocer y la necesidad de traducir temas en
problemas”

LOS MODELOS EDUCATIVOS DE TABA Y DE TYLER

Dentro de este pequeño ensayo expondré algunas de las ideas que se tienen a
cerca del currículo, acercándome precisamente a la parte del significado que tiene
este concepto para dos de los precursores más importantes de la década de los
50´s; con esto me refiero a Hilda Taba quien nace en Estonia en 1902 y que
destacan dentro de sus trabajos la investigación sobre el curriculum de la educación
para mejorar la relación intergrupal, Taba expone ciertas ideas que le permiten
profundizar sobre lo que debe importar para la realización del curriculum.

Por otro lado, tenemos a Ralph Tyler nacido en Chicago en el año de 1902; dentro
de sus valiosas investigaciones se puede señalar la apertura que dio a los estudios
orientados al currículo, en su obra “Principios básicos de Currículo e Instrucción”
señalando aspectos importantes, los cuales deben poseer las personas encargadas
de diseñar los currículos que se manejan en las instituciones educativas.

Como se ha manejado en los primeros textos analizados dentro de la Maestría en


Educación Básica, el significado que tiene la palabra currículum o currículo es muy
variada pues aún no se ha encontrado un significado que la defina tal y como es, ya
que existe una gama extensa del significado de dicha palabra teniendo como
referencia el contexto para la cual sea utilizada, así pues, dentro de las lecturas se

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enuncia a Hilda Taba y a Ralph Tyler, quienes realizan trabajos centrados en los
aprendizajes y en la educación de la década de los 50´s.

Por un lado Hilda Taba manifiesta que la elaboración del currículo debe ser científico
y racional, las decisiones sobre estos elementos deberán adoptarse sobre la base
de algunos criterios validos que pueden provenir de distintas fuentes: la tradición,
las presiones sociales, los hábitos establecidos y los factores que constituyen una
base razonable para el currículo son el estudiante, el proceso de aprendizaje, las
exigencias culturales y el contenido de las disciplinas (Taba, 1974).

Las percepciones que tiene Taba sobre los factores que influyen en la realización
del currículo a ciencia cierta son muy importantes puesto que se sabe que dentro
del programa influyen situaciones que no solo tienen que ver con cómo es que se
desempeña el estudiante, sino que va más allá de lo que el alumno puede hacer,
tiene que ver principalmente en cómo es el medio en el que se desarrolla el alumno,
y con respecto al medio me refiero a la relación el vínculo que establece no solo en
la familia sino también en esquemas más amplios como la misma sociedad y los
diferentes tipos de cultura que de ella vienen, considero que de esto dependerá en
gran medida que el currículo funcione y que cumpla sus objetivos. Por otro lado
Taba abre la discusión sobre la propuesta curricular la cual adquiere mayor solidez
conceptual, y en ella las etapas para la formulación de un plan y un programa de
estudios que tienen por objeto lograr la articulación entre la teoría y la práctica.

Hilda Taba concibe el programa escolar como un plan de aprendizaje que, por lo
tanto, debe representar una totalidad orgánica y no tener una estructura
fragmentaria; sin embargo, insisten en que las decisiones que se tomen con relación
al mismo “tengan una base reconocida, valida y con algún grado de solidez.” (…)
Taba hace una aportación muy importante respecto a la necesidad de elaborar los
programas escolares con base en una teoría curricular. El desarrollo de esta teoría
esta fincado en la “investigación de las demandas y los requisitos de la cultura y de
la sociedad. Taba considera que el análisis de la cultura y la sociedad brinda una
guía para determinar los principales objetivos de la educación, para la selección del

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contenido y para decidir sobre que habrá de insistirse en las actividades de
aprendizaje. (Barriga, 1997)

Desde otra perspectiva se tiene el trabajo realizado por Ralph Tyler en el cual
sobresale la propuesta curricular en la cual se formula una etapa de tecnificación
del pensamiento educativo y dentro de esta prevalece el objetivo de centrase en la
necesidad de elaborar objetivos conductuales.

Para Ralph Tyler las decisiones en relación con los aprendizajes que deben
promoverse en un programa escolar deben ser resultado del análisis de diversas
investigaciones (sobre los alumnos y sus necesidades, sobre la sociedad, el análisis
de tareas y los procesos culturales, y sobre la función y el desarrollo de los
contenidos). A los resultados de estas investigaciones los denomina “fuentes”, las
cuales son, según él, de naturaleza diversa, por ello plantea que “ninguna fuente
única de información puede brindarnos una base para adoptar estas decisiones”.
Estos fundamentos se traducirán en objetivos conductuales. A estos dos los
denomina “filtros” y su fin es organizar objetivos “filosóficamente coherentes y
factibles en el proceso del aprendizaje” (Barriga, 1997)

De esta forma y de acuerdo a lo expresado por Díaz Barriga sobre lo que opina
Tyler con relación al currículo se puede observar que él se enfoca principalmente
en la implementación de objetivos que le permitan a los diseñadores de los
programas llegar a una meta, que es en sí, la creación o el diseño de un currículo
que se vea compuesto por múltiples factores tanto de índole educativa como del
aspecto social. Así pues Tyler señala que “no se puede malgastar el tiempo
enseñando aquello que tuvo validez hace cincuenta años” pues es bien sabido que
los aconteceres cotidianos cambian y tal vez la historia antigua no lo haga pero
siempre hay muchas otras ramas del conocimiento que se encuentran en una
constante actualización.

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Ahora bien, ya expresados los dos tipos de pensamiento en los que se mueven
Taba y Tyler y de acuerdo al Programa de Educación Preescolar, me parecen muy
rescatables algunos puntos, comenzando por la importancia que le dan al ambiente
social en el que tendrá cabida la implementación del programa, que por consiguiente
y de acuerdo al PEP es fundamental el contexto en el que se desarrollan los
pequeños y aunque el programa es de carácter nacional, este es adaptado por las
educadoras de acuerdo a la región del país en la que se encuentren trabajando y
de acuerdo a la situación que viven los niños en el ámbito social. Por otro lado los
autores se centran en la importancia del docente como precursor del currículo,
situación que en programa que distribuye la SEP hacen saber a las educadoras y
educadores lo vital que es su trabajo para que las propuestas curriculares que se
hacen lleguen a un solo objetivo, que es el de proporcionar una educación de
calidad a los niños y las niñas mexicanas y por último también se presenta el hecho
de la importancia de los aprendizajes que se quieren lograr en los individuos,
respondiendo a la pregunta que formula Tyler y de acuerdo a lo que postula Taba
enfocándose a las necesidades de los alumnos, considero que el PEP también se
ve influenciado con respecto a estos dos últimos, pues en él se plasma el hecho de
que la educadora debe responder a los interés y a las necesidades que tienen los
niños en edad preescolar.

CONCLUSIÓN.

Los estudios realizados por Taba y Tyler y lo marcado en el Programa de Educación


Preescolar marcan una idea lineal sobre lo que es y debe hacer el currículo, pues
dentro de los tres planteamientos se observa la influencia que tiene la sociedad para
con el desarrollo integral del alumno, de esta forma no solo se enfoca en el
desarrollo intelectual del individuo sino que busca establecer ese vínculo que debe
reforzar la escuela con lo que es meramente cultural y así, apoyar al alumno para
que se desarrolle armónicamente, por otro lado, se hace notar la importancia del
docente como precursor del mismo currículo y como una pieza fundamental para su
implementación dentro de las aulas.

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