OPINIÓN AMÉRICA LATINA
Latinoamérica despierta a
su propia realidad
D
esde niños hemos apren- mos la región más pacífica del mundo
dido a pensar en América en términos de muertes en guerra per
Latina como una región cápita (con la sola excepción de los
pequeña e insignificante Estados Unidos, que redujo el número
en el contexto mundial, fragmentada en de sus víctimas civiles combatiendo sus
una veintena de países muy diferentes guerras fuera de su territorio). Aun si
y que, además de ser pobre, violenta e sumáramos todas las muertes derivadas
inestable (económica y políticamente), de la violencia civil seguiríamos sien-
no termina nunca de dejar atrás los re- do ampliamente superados en muertes
gímenes autoritarios o de librarse de los violentas per cápita por los europeos,
tentáculos del narcotráfico. asiáticos y africanos. Lo mismo ocurre
Como demuestro en mi nuevo li- en materia de dictadores: los más san-
bro Nuestra Hora, la realidad es muy grientos provienen de otras regiones. En
distinta (y en muchos casos opuesta) a el caso del narcotráfico, son los Estados
los mitos que circulan como verdades Unidos y Europa los que concentran el
sobre la región. grueso de la demanda y capturan más del
La región es mucho más grande e 90% del valor agregado por la industria.
importante, próspera, pacífica, Básicamente, nuestro rol es el
estable y democrática de lo de meros proveedores de una
que estamos acostumbra- En el plano materia prima ilegal, lo
dos a pensar y a estas económico, la que nos condena a con-
alturas está mucho integración entre vivir con la violencia y
más integrada de lo corrupción asociadas a
los países de
que aparenta. Aunque esta actividad.
no lo parezca, tampoco
América Latina ha Somos además una
juega un rol protagóni-
ocurrido casi sin región cuyos gober-
co en la industria global darnos cuenta. nantes han sido elegidos
de las drogas. Repasemos democráticamente (salvo
rápidamente la evidencia. Cuba) y cuyo ejemplar com-
Nuestra región es mayor en tamaño portamiento fiscal y macroeconómico
que China y Estados Unidos sumados nos está permitiendo seguir creciendo
y es cuatro veces más grande que la rápidamente aun en medio de una crisis
Unión Europea. Con 600 millones de global. Cada vez más, los pobres están
personas y un ingreso per cápita de unos en otros lados: nuestra clase media ya
US$ 10.000, la economía regional es la supera ampliamente los 300 millones.
cuarta a nivel mundial, con un PIB que En otras palabras: el vaso no sólo está
roza los 6 trillones de dólares (PPP). Más más lleno de lo que pensamos, sino que
aún, somos la mayor región en términos se está llenando rápidamente.
de biocapacidad, lo que nos está volviendo Algo similar viene ocurriendo en el
una fuente crítica de alimentos para el plano de la integración.
resto de la humanidad. Nuestra geografía real tiende a burlarse
Tampoco somos tan violentos como de nuestras fronteras políticas. En ese
parecemos. Durante el siglo pasado fui- sentido, estamos unidos desde siempre.
34 6BwG>86:8DCDBÐ6 / NOVIEMBRE, 2010
Raúl Rivera
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A diferencia de otras regiones, desde
hace siglos también lo estamos por una
religión, el cristianismo, y por un idioma
común, el castellano, suficientemente
cercano al portugués como para poder
comunicarnos en “portuñol”. Lo mismo
ocurre en nuestras expresiones culturales
y en el plano valórico. Los datos duros
nos muestran como una región sorpren-
dentemente homogénea y única desde
este último punto de vista, con una fuerte
orientación a la autoexpresión y a la vez
muy apegada a valores tradicionales
como la familia. ¿Será por eso que hoy
somos la región más feliz del mundo,
según ciertos índices?
En el plano económico la integración
ha venido ocurriendo casi sin darnos
cuenta, gracias a TLC bilaterales firmados
en las últimas décadas que, al abrirnos
al mundo, nos han terminado abriendo
a nosotros mismos. Esta dinámica está
particularmente avanzada en el caso de
Chile, Perú, Colombia y México. Estos
cuatro países no sólo han negociado
TLC con Estados Unidos y la Unión
Europea sino también entre ellos. Esto
está dando origen a un mercado libre
de más de 200 millones de consumi-
dores, más grande y más abierto que
Brasil. ¡Alguien debería bautizar pronto
a este anónimo compañero de ruta de
los BRICS!
Las primeras en capitalizar estas
nuevas realidades fueron empresas
como Cemex, Bimbo, Inbev y Techint,
nuestras “multilatinas”. Es hora de que
el resto de nosotros también despertemos
a estas realidades.
En resumen: ha llegado la hora de
creer en nosotros y plantearnos como
región un rol en el mundo que esté a la
altura de nuestras posibilidades. Q