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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

MATERIA: HUMANISMO CRISTIANO IV

DIOS EN LA FILOSOFÍAS DE NIETZSCHE, DESCARTES Y

HUME

Autor: José Á. Pérez T.

Profesor:Hector Bordigoni

Caracas, mayo del 2019


NIETZSCHE

La biografía de nuestro autor lo sitúa en un ambiente familiar y social de íntima


piedad religiosa, nieto e hijo de pastores de la iglesia evangélica. Dos años antes de
su examen de reválida compone un artículo filosófico que revela el fondo de sus
profundas dudas y en algún sentido anticipa temas posteriores: “ Aún están por venir
grandes transformaciones, escribe, cuando la masa haya comprendido que el
cristianismo entero se basa en suposiciones; la existencia de Dios, la inmortalidad,
la autoridad de la Biblia, la inspiración y muchas otras cosas seguirán siendo
problemas siempre.

Yo he intentado negarlo todo: derribar es fácil, ¡ pero construir ¡ Y derribar


parece, incluso más fácil de lo que es; en lo más íntimo de nosotros mismos estamos
condicionados por las impresiones de nuestra niñez, por el influjo de nuestros
padres, por el influjo de nuestra educación, de forma que no es fácil extirpar tan
arraigados prejuicios con argumentos de razón o por pura voluntad.

La fuerza de la costumbre, la necesidad de algo superior, la ruptura con todo


lo existente, la disolución de todas las formas de la sociedad, la duda de si la
humanidad no se habrá desviado de su camino durante dos mil años por seguir un
fantasma: todo esto sostiene una pugna irresuelta, hasta que por fin dolorosas
experiencias y tristes acontecimientos retrotraen a la antigua fe de la
infancia.”( Citado por Hans Küng : ¿ Existe Dios ? 4ª ed. Ed. Cristiandad. Madrid
1979) pag. 484).

Todavía en el otoño de 1864, a la edad de 20 años, cuando marcha a estudiar


a la Universidad de Bonn matriculándose en teología y filología, una poesía al Dios
desconocido pone de manifiesto su tensión entre el no poder ya creer y el querer aún
creer:

AL DIOS DESCONOCIDO.

“ Antes de seguir mi camino

y de poner mis ojos hacia adelante,

alzo otra vez, solitario, mis manos

hacia Ti, al que me acojo,

al que en el más hondo fondo del corazón

consagré, solemne , altares

para que en todo tiempo tu voz,


una vez más, vuelva a llamarme.

Abrásase encima, inscrita hondo,

La palabra : Al Dios desconocido:

Suyo soy, y siento los lazos

Que en la lucha me abaten

Y, si huir quiero,

Me fuerzan al fin a su servicio.

¡ Quiero conocerte, Desconocido,

Tú, que ahondas en mi alma,

Que surcas mi vida cual tormenta,

Tú, inaprensible, mi semejante !

Quiero conocerte, servirte quiero. ( Ibidem pag 485).

Al año siguiente de vuelta a su casa en las vacaciones de Pascua, Nietzsche aparece


ya completamente cambiado, su madre se siente hundida cuando le comunica que ha
abandonado el estudio de teología para dedicarse por completo al estudio de la
filología, y es entonces cuando se pronuncia durísimamente contra el cristianismo y
se niega a asistir con ella y con su hermana a la celebración de la cena.

Este dato y el hecho de su contacto con la crítica liberal de los textos bíblicos,
de la Vida de Jesús de David Friedrich Strauss unido al abandono del estudio serio
de la teología, nos dan la clave para la transformación de Nietzsche en ateo y
anticristo: La educación en el ámbito familiar y el estudio crítico filológico. Pero
Nietzsche , ateo, desposeído de Dios y de sus viejos apoyos espirituales dista mucho
de ser feliz: “ Yo pendía entonces en el aire, desasistido, solitario, sólo con un puñado
de experiencias y desengaños dolorosos, sin principios sin esperanzas, sin un solo
recuerdo agradable.”( Ibidem 487)
DESCARTES

La demostración de la existencia de la sustancia infinita (Dios) es esencial al


pensamiento de Descartes. Tan esencial que constituye un paso ineludible en la deducción
que va desde la autoconciencia de la existencia del sujeto (pienso, luego existo) a la
evidencia de la existencia del mundo y las cosas materiales (sustancia extensa).
Consciente de la importancia de establecer férreamente la existencia de Dios, Descartes
adaptó dos argumentos habituales en la época para explicar, no sólo su existencia, sino
también su perfección. Sólo mediante de la demostración de la perfección divina puede
trazarse el puente que va desde el sujeto hasta lo exterior a él (la realidad, el mundo, la
materia).

Al margen de las pruebas de la existencia de Dios, este documento contiene también


las funciones que, en definitiva, desempeña la idea de Dios en el pensamiento de
Descartes.

DAVID HUME

La actitud de Hume ante todo relacionado con Dios : su concepto , su esencia, su


existencia, actividad, creatividad etc nace de su teoría del conocimiento, que es un
empirismo extremo que lleva a un puro fenomenismo, aunque los esfuerzos y el tiempo
que Hume dedicó al estudio religioso probablemente supere al dedicado al restos de sus
especulaciones filosóficas.

Para Hume todos nuestros conocimientos proceden de la experiencia interior . es


decir lo que nosotros percibimos en nuestra conciencia. No conocemos los objetos ni los
seres tal como son en sí, únicamente las percepciones que esos objetos producen en nuestra
mente : ” Todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos géneros distintos
que yo llamaré impresiones e ideas.” Podemos llamar impresiones a las percepciones que
penetran con más fuerza y violencia; y con este nombre yo comprendo todas nuestras
sensaciones, pasiones y emociones , cuando hacen su primera aparición en el
alma.” (Investigación sobre el entendimiento humano sec. 2ª.)

Las ideas son representaciones internas, débiles, pálidas menos vivaces que afectan a
los sentidos internos. Son ”las débiles imágenes que dejan las impresiones en el
pensamiento y en el raciocinio.” Entre sentir y pensar, o entre impresiones e ideas no existe
más diferencia que el” grado de fuerza y vivacidad con que impresionan el espíritu y
penetran en nuestro pensamiento o conciencia.”

Todas nuestras percepciones provienen de la experiencia sensible, es decir de las


impresiones que se producen en los sentidos externos, tanto las impresiones o sensaciones
como las ideas, pues toda idea procede de alguna impresión recibida en nuestros
sentidos.

¿ Pero de dónde provienen las impresiones que recibimos en nuestros sentidos ? No


sabemos, nosotros lo que sabemos es que hemos recibido tal impresión que tenemos en
nuestra conciencia; pero ” la causa última es, en mi opinión, perfectamente inexplicable
por la razón humana, y siempre será imposible decidir con certeza si provienen
inmediatamente del objeto, si son producidas por el poder creador de la mente , o si derivan
del Autor de nuestro ser.” (Treatrise I 3 sc.5ª ) El fenomenismo de Hume no puede ser más
claro.

Este fenomenismo nos impide conocer la existencia de la sustancia tanto material


como espiritual, la existencia de un Yo subsistente humano el principio de causalidad
que no proceda de la observación y de la experiencia sensible y no digamos de Dios.

Dios no cae dentro del campo de nuestros sentidos en consecuencia nada


podemos decir de Él. No vale la prueba de la existencia de Dios basándose en principio de
causalidad formulado, por ejemplo así: ” Todo la que empieza a existir es
necesariamente causado”. Porque el mismo no cae dentro de nuestra experiencia
sensorial.
Dados estos principios Hume llega a ésta conclusión:¿Cuando nosotros recorremos
una biblioteca , persuadidos de este principio, ¿ qué criba debemos hacer ? Si tomamos en
las manos un volumen de teología o de metafísica escolástica, por ejemplo nos
preguntaremos : ¿ Contiene algún razonamiento abstracto acerca de cantidades o de
números ? No. ¿ Contiene algún raciocinio experimental en torno a cuestiones de hecho
y de existencia ? No. Pues entonces , arrojadlo al fuego, porque no contiene más que
sofismas e ilusiones” ( Teatrise I sec 12ª p.3ª )

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