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NÚCLEO ORIENTE
BARCELONA
Viosneyda Garrido. CI
Concepto
La ordenación del territorio puede definirse como una política pública de carácter vertical,
lo que ha señalado el Tribunal Constitucional, puesto que al incidir sobre el territorio
afecta a diversas regulaciones sectoriales sobre diferentes elementos, como es el
urbanismo, el medio ambiente, las infraestructuras, la protección del patrimonio cultural,
etc.
La ordenación del territorio tiene por tanto como objetivo coordinar las diferentes
regulaciones y planificaciones sectoriales que inciden sobre un territorio determinado, por
lo que condiciona la actividad de las diferentes Administraciones Públicas con
competencias diversas sobre el espacio territorial de que se trate.
Establece lo siguiente:
1º. La definición de los mejores usos de los espacios de acuerdo a sus capacidades,
condiciones específicas y limitaciones ecológicas. 2º. El establecimiento de criterios
prospectivos y de los principios que orienten los procesos de urbanización,
industrialización, desconcentración económica y de asentamientos humanos. 3º. La mejor
distribución de la riqueza que beneficie prioritariamente a los sectores y regiones de
menores ingresos y a las localidades menos favorecidas. 4º. El desarrollo regional
armónico que permita corregir y superar el desequilibrio entre las grandes ciudades y el
resto del país, y entre unas regiones y otras; 5º. El desarrollo agrícola y el ordenamiento
rural integrados, para mejorar las condiciones de habitabilidad del medio rural y para la
creación de la infraestructura necesaria para el fomento de la actividad del sector
agropecuario; 6º. El proceso de urbanización y la desconcentración urbana, mediante la
creación de las condiciones económicas, sociales y culturales necesarias que permitan
controlar el flujo migratorio a las ciudades. 7º. La desconcentración y localización
industrial con el objeto de lograr un desarrollo económico más equilibrado y un racional
aprovechamiento de los recursos naturales; 8º. La definición de los corredores viales y las
grandes redes de transporte; 9º. La protección del ambiente, y la conservación y racional
aprovechamiento de las aguas, los suelos, el subsuelo, los recursos forestales y demás
recursos naturales renovables y no renovables en función de la ordenación del territorio;
10. La descentralización y desconcentración administrativa regional, a los efectos de lograr
una más adecuada participación de las regiones y de los Estados y Municipios en las tareas
del desarrollo nacional.
11. El fomento de iniciativas públicas y privadas que estimulen la participación ciudadana
en los problemas relacionados con la ordenación del territorio y la regionalización; 12.
Cualesquiera otras actividades que se consideren necesarias al logro del objeto de la Ley.
Debemos comenzar por definir que es planificación en el entendido que planificación es:
una herramienta técnica que poseen los municipios del país para planificar y ordenar su
territorio. Tiene como objetivo integrar la planificación física.
Establece lo siguiente:
Planes Nacionales:
Planes Municipales:
1. Los Planes Municipales de Ordenación del Territorio.
2. Los Planes de Desarrollo Urbano Local.
3. Los Planes Especiales.
Los demás planes que demande el proceso de desarrollo integral del país
Otro de los aspectos a considerar en una política territorial es la calidad ambiental, cuyo
deterioro se originó por el inadecuado enfoque aplicado para contrarrestarlo. La defensa
aislada del ambiente ha sido una batalla perdida; es necesario hacer compatibles el
ambiente, la calidad de vida y el desarrollo.
Finalmente, se espera que este documento constituya una guía para que las diferentes
instancias de gobierno nacional, estadal y municipal puedan planificar y ejecutar la
inversión pública y promover la inversión privada de forma articulada; y así, en un futuro
no muy lejano, podamos tener un país cuya población disfrute de una mejor calidad de
vida. El proceso de planificación regional propuesto se orienta a considerar el territorio
como elemento fundamental para articular un modelo de desarrollo sostenible, a través
de la estrategia de descentralización y desconcentración territorial.
El Gobierno Nacional se debe sustentar en cinco equilibrios:
¿Que son las ABRAE? Conforme a la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio,
artículos 15, 16 y 17, Gaceta Oficial No. 3.238 - Extraordinario del 11 de agosto de 1983,
en Venezuela existen veintiún (21) categorías específicas de Áreas Bajo Régimen de
Administración Especial.
De acuerdo con sus fines, se han agrupado en tres (3) categorías genéricas: I. ABRAE con
fines estrictamente protectores, científicos, educacionales y recreativos; II. ABRAE con
fines protectores mediante usos normados, y III. ABRAE con fines productores y
geoestratégicos. Vamos a conocer un poco sobre las ABRAE.
En la zona marino costera de Venezuela existen hasta el momento noventa y dos (92)
ABRAE agrupadas en diecinueve (19) categorías específicas y las 3 categorías genéricas ya
señaladas. De estas últimas, solo la primera categoría genérica corresponde a las cuatro
(4) figuras o categorías específicas de ABRAE que pueden considerarse verdaderas Áreas
Protegidas, es decir, que persiguen fines estrictamente protectores y de conservación. Las
4 figuras están presentes en la zona marino costera de Venezuela, distribuidas así:
Parques Nacionales (14), Monumentos Naturales (4), Refugios de Fauna Silvestre (4) y
Santuarios de Fauna Silvestre (1)
La categoría genérica II agrupa a diez (10) figuras de ABRAE que tienen cierto carácter de
protección a través de usos normados o regulados, como son: Reservas de Fauna Silvestre
(5), Reservas de Biósfera (1), Reservas Nacionales Hidráulicas (1), Zonas de Interés
Turístico (11), Zonas Protectoras de Cuencas (7) y de Ciudades (2), Áreas de Protección y
Recuperación Ambiental (3), Áreas Críticas con Prioridad de Tratamiento (2), Áreas de
Protección de Obras Públicas (6), Zonas de Reserva para la Construcción de Presas y
Embalses (0), y Sitios de Patrimonio Histórico Cultural (0). Es decir, ocho (8) de estas
figuras están presentes en la zona costera del país.
Finalmente, la categoría genérica III incluye a siete (7) figuras de ABRAE con fines
productores o geoestratégicos, estando todas presentes en la zona marino costera,
distribuidas así: Reservas Forestales (2), Áreas con Vocación Forestal (5), Zonas de
Aprovechamiento Agrícola (2), Áreas Rurales de Desarrollo Integrado (2), Costas Marinas
de Aguas Profundas (1), Zonas de Seguridad (16) y Zonas de Seguridad Fronteriza (1).
La Propiedad Privada en la Ordenación del Territorio
La declaratoria de grandes extensiones del territorio nacional como Parques Nacionales
ha originado, desde hace varias décadas, la discusión e incertidumbre de determinar los
efectos jurídicos que dichas declaratorias tienen sobre la propiedad privada. En las áreas
del territorio declaradas como Parques Nacionales, ha habido y hay inmuebles de
propiedad privada que han quedado afectados en su uso y goce, incluso en su disposición,
por tales declaratorias, las cuales se habían considerado como una limitación legal a la
propiedad, en los términos del artículo 645 del Código Civil que, como tal, no da derecho a
indemnización.
Entre las limitaciones legales al derecho de propiedad, conforme al artículo 645 del
Código Civil, están todas aquellas restricciones o limitaciones impuestas en razón de la
conservación, fomento y racional aprovechamiento de los recursos naturales renovables;
las cuales puede considerarse que tienen su fundamento último en el artículo 127 de la
Constitución, que establece que el Estado debe proteger el ambiente, la diversidad
biológica, los recursos genéticos, los procesos ecológicos, los parques nacionales y
monumentos naturales y demás áreas de especial importancia ecológica.
Es por ello que desde 1910, existe en Venezuela una Ley especial que regula los recursos
naturales renovables, antiguamente denominada Ley de Bosques y Suelos; la cual, a partir
de la última reforma de 30 de diciembre de 1965, se denomina Ley Forestal, de Suelos y
Aguas, actualmente vigente. Esta Ley regula, en líneas generales, la conservación, fomento
y racional aprovechamiento de los recursos naturales renovables, sea que las
explotaciones se realicen tanto en terrenos de propiedad privada, como en terrenos de
propiedad pública; destinando sus normas, a regular, en primer lugar, a los bosques y sus
productos; en segundo lugar, a las aguas públicas y privadas; en tercer lugar a los suelos; y
en cuarto lugar a las actividades relacionadas con los recursos señalados.
Por otra parte, la Ley declara de utilidad pública ciertas actividades y también trae
regulación sobre algunas actividades que se declaran de interés público. En primer lugar,
declara de utilidad pública la protección de las cuencas hidrográficas; las corrientes y
caídas de aguas que pudieran generar fuerza hidráulica; y los parques nacionales, los
monumentos naturales, las zonas protectoras y las reservas forestales.
La consecuencia fundamental que en la legislación venezolana trae esta declaratoria de
utilidad pública, es que, en caso de que sea necesario, puede procederse directamente a
la expropiación, sin necesidad de una nueva declaratoria de utilidad pública, porque esa
declaratoria está precisada y determinada expresamente en la Ley.
Por lo que no puede segregarse parte alguna de la región para objetivos distintos, sin la
previa aprobación de la Asamblea Nacional (art. 11). En esta forma, declarada por el
Ejecutivo Nacional un área del territorio como Parque Nacional, no puede el Presidente de
la República en Consejo de Ministros desafectarla mediante un nuevo Decreto, sino que la
Ley exige la intervención de la Asamblea Nacional la cual debe aprobar dicha
desafectación, previamente a su declaratoria.
Las solicitudes antes indicadas deben dirigirse al Ministerio del Ambiente y de los Recurso
Naturales Renovables, el cual debe dar apertura al procedimiento (art. 5). Una vez
recibida la solicitud, el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables la
debe remitir al Instituto Nacional de Parques, órgano que debe realizar el estudio técnico
de la zona propuesta para determinar si la naturaleza de los recursos allí contenidos
justifican tal declaratoria. En dicho estudio se debe especificar la clase, calidad, situación,
utilización y posible producción de las tierras de la zona, su catastro físico y condición
legal, así como sus características geográficas, geológicas biológicas o históricas y otras
circunstancias que influyan para decidir sobre la declaratoria de parque nacional o
monumento natural (art.6). En todo caso, y conforme al Parágrafo Primero del artículo 6
del Reglamento, sólo pueden ser declaradas Parques Nacionales, aquellas superficies del
territorio relativamente extensas, en las cuales estén representados uno o más
ecosistemas de los mas importantes del país o áreas naturales o escénicas, de relevancia
nacional o internacional, que no hayan sido esencialmente alteradas por la acción
humana, y donde las especies vegetales y animales, las condiciones geomorfológicas y los
hábitats sean de especial interés para la ciencia, la educación y la recreación.
En cuanto a los monumentos naturales su declaratoria requiere la existencia de un rasgo
continental, natural o marino de interés nacional, que presente por lo menos una
característica sobresaliente, tales como accidentes geográficos o sitios de belleza o rareza
excepcionales, que merecen recibir protección absoluta y a perpetuidad, en su estado
natural. Si una vez realizado el estudio se concluye que la declaratoria es factible, por
cumplir con las características o condiciones antes indicadas, se debe elaborar el
correspondiente Proyecto de Decreto, con las 6 exigencias legales pertinentes, para ser
sometido a la consideración del Presidente de la República en Consejo de Ministros.
El índice de calidad ambiental (ICA) como una variable latente determinada por un
conjunto de factores que lo afectan de manera positiva y negativa. Partimos de la
hipótesis de la no homogeneidad ambiental del territorio urbano, y nos proponemos
definir un modelo general para la estimación del ICA a partir de la construcción de un
sistema de indicadores simples y su aplicación en grandes ciudades. De este artículo se
deriva información importante para que el planificador y el gestor puedan priorizar la
asignación de recursos económicos, no sólo de manera diferencial entre comunas, sino
por el tipo de recursos o variables ambientales que más inciden en la calidad ambiental.
CONCLUSIÓN