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https://doi.org/10.22199/issn.0718-1043-2019-0015
Resumen
En Chile, durante los últimos años, podemos observar gradualmente el despliegue de
demandas sociales que tienen el formato de movimientos sociales en diversos contextos
de ciudadanía. Una de las áreas resaltadas es la de la salud en diferentes claves. En este
artículo consideramos principalmente el surgimiento actual de una conciencia social
relacionada con los problemas del bienestar y la vida. El ejemplo principal que usamos,
y que abarca el tema de este artículo, es la Ley Ricarte Soto, que tiene un doble eje
interpretativo. Por un lado, manifestando socialmente un descontento por las condiciones
de salud, y por otro, apuntando a un campo controvertido y no estabilizado en términos
institucionales: las llamadas enfermedades poco comunes y emergentes. Aquí, evaluamos
la relevancia teórica del concepto de biociudadanía y exponemos la emergencia de dos
formas de individualismo que hacen viable el uso de esta categoría.
Abstract
In Chile, during the recent years, we can gradually observe the deployment of social
demands that have the format of social movements in various citizenship contexts. One
of the highlighted areas is the one of health in different keys. In this article we consider
mainly the one that refers to the current emergence of a social conscience connected with
the problems of wellness and life. The main example we use, and that encompasses the
subject of this article, is the Ricarte Soto Law, which has a double interpretative axis. On
the one hand, manifesting socially a discontent for the health conditions, and in the other
hand, pointing to a controverted field and not stabilized in institutional terms: the so
called uncommon and emergent diseases. Here, we evaluate the theoretical relevance of
the concept of bio-citizenship and expose the emergency of two forms of individualism
that make viable the use of this category.
quienes tienen menor riesgo de enfermar y mayores muy limitado. Bajo una perspectiva económica de
ingresos y pueden, por tanto, optar pagando por un costo/efectividad, la política de salud se concentró
sistema privado de aseguramiento de salud (Medina en lograr una máxima cobertura poblacional cu-
y Kottow, 2015). briendo solo aquellos problemas de mayor preva-
lencia y carga económica para el Estado (Quiero,
Esto no quiere decir que con anterioridad a las re- 2005). Del mismo modo, criterios de inclusión/
formas de 1980 el sistema sanitario público hubiese exclusión se hicieron efectivos en patologías consi-
sido capaz de garantizar la salud a todos los ciuda- deradas en el plan, pues existen segmentaciones por
danos chilenos, cumpliendo con el aseguramiento edad, sexo, gravedad del episodio o proceso mórbi-
de las prestaciones de salud para la totalidad de la do que descartan a determinados enfermos en bene-
población. Sin embargo, entre 1950 y 1973, el Ser- ficio de otros.
vicio Nacional de Salud (SNS), con una política pú-
blica centralizada y estatal, había alcanzado a tener Tal selección ha implicado que pacientes que sufren
una importante presencia geográfica y cobertura enfermedades no incluidas en el plan se vean pos-
poblacional de prestaciones sanitarias (Silva, 1998). tergados en el acceso, en el tiempo oportuno para
En efecto, el desarrollo social del país estaba estre- realizar un diagnóstico y un tratamiento adecuado,
chamente ligado a la conservación y mejoramiento así como también en el sostén financiero de sus tra-
de la salud. tamientos. En este sentido nuevas brechas se han
superpuesto a las del sistema sanitario dual de base.
La dualidad del sistema sanitario vigente se tradu-
jo en una importante inequidad en el acceso y las Entre las enfermedades excluidas del plan, se en-
atenciones de salud. El desfinanciamiento del sector cuentran las “Enfermedades Raras”, un grupo de
público, las dificultades en su gestión por la con- aproximadamente cinco mil enfermedades, muchas
frontación entre la administración municipal y los de ellas en etapa de estudio pre-registro (Kottow,
servicios de salud, la falta de profesionales son pro- 2015) por lo que su definición no se encuentra con-
blemas estructurales que reflejan la precariedad del sensuada y de este modo resultan difíciles diagnos-
sistema público y que redundan para los usuarios en ticar. A nivel poblacional, su prevalencia es escasa
dificultades en el acceso y en la oportunidad de las siendo menor a 5 casos por 10 mil habitantes. Mu-
atenciones, así como también en la desigual calidad chas de estas enfermedades son de origen genético
de las atenciones de salud (Araya, 2006). (80% de los casos), crónicas y degenerativas. Si no
son detectadas y tratadas en forma precoz pueden
En un intento por transformar las condiciones de llevar a la muerte (Medina y Kottow, 2015). Además
inequidad, el gobierno concertacionista de Ricardo existen dificultades para diagnosticarlas, sea porque
Lagos desarrolló una Reforma de Salud, un Plan no se dispone de investigación, por falta de exper-
de Salud Pública conocido como AUGE o “Acceso tos o simplemente por no contar con protocolos o
información específica sobre ellas. Y finalmente por-
Universal con Garantías Explícitas de Salud”, cuyo
que los tratamientos y medicamentos son escasos y
objetivo fue mejorar las condiciones de las prestacio-
onerosos (OPS, 2009). Nos encontramos entonces
nes de salud respecto al acceso, la oportunidad y la
frente a enfermedades de difícil delimitación diag-
calidad de las atenciones y considerando el financia-
nóstica, escasa prevalencia y alto costo financiero.
miento para el tratamiento de ciertas enfermedades.
Si bien la política pretendía cumplir con estas cuatro Antecedentes y claves teóricas del
garantías en las atenciones sin importar la adscrip- biociudadano
ción al sistema público o privado, se seleccionaron
solo algunas afecciones y no el total de las patologías En este escenario de inequidades y de baja centra-
del país (Román y Muñoz, 2008). La intención de lidad del Estado como garante de los derechos de
universalidad en las obligaciones sanitarias del Es- sus ciudadanos, al parecer se ha abierto el espacio
tado quedó más bien como un intento de equidad para la acción política del ciudadano biológico o
biociudadano (Rose, 2012). Siguiendo los aportes de atención de salud, sino también el que se consti-
respecto de los efectos del desastre de Chernobyl, tuye a sí mismo y se organiza en torno a una nueva
Petryna (2004) ha planteado que las ambigüedades relación entre lo biológico, la identidad y la repre-
relacionadas con un sufrimiento imposible de cate- sentación política.
gorizar y administrar políticamente crean un campo
político en el que el Estado y las formas de ciudada- ¿Un biociudadano en Chile? El caso
nía se reorganizan de forma inédita. El accidente y
sus alcances impugnaron no solo el conocimiento de las Enfermedades Raras
científico derrumbando los mapas conceptuales y
las definiciones precisas sobre las que se basan las Ahora bien, en Chile la aparición de las Enfermeda-
reclamaciones de derecho, sino que también cues- des Raras en la Agenda Pública pareciera responder
tionaron al Estado en cuanto a su rol protector de a la emergencia de un ciudadano biológico, tal como
la existencia biológica de su población, puesto que ha sido descrito por la literatura. En efecto, frente a
se veía incapacitado de dar asistencia social y salud estas enfermedades se ha creado un espacio ambi-
a los afectados. guo sin respuesta desde el saber experto ni desde la
política pública, que ha sido tomado por un grupo
Se produce entonces un cambio en los principios de de enfermos y sus familiares en pos de demandar al
la ciudadanía, consignado por Espósito como la cri- Estado su derecho a la salud. Pero también generan-
sis del paradigma inmunitario (Esposito, 2002). Los do un efecto crítico tanto en el cálculo costo/efecti-
ciudadanos conscientes de su necesidad de supervi- vidad como en las formas de representación política
vencia y de las estructuras de exclusión del Estado de la vida.
demandan su derecho a la salud y a compensaciones
por los daños físicos, sociales, económicos y morales Apropiándose del discurso acerca del derecho uni-
sufridos. Utilizando conocimientos médicos, cientí- versal a la salud –discurso públicamente instalado
ficos y legales, estos ciudadanos podían reconstruir por el AUGE en torno a la equidad en el acceso al
una historia técnica y política más amplia que el sistema de salud–, los enfermos se organizaron has-
simple error y la mala administración, que los volvía ta lograr llevar sus demandas a la agenda pública.
sujetos dignos de reconocimiento político, compen- Mediante dos marchas realizadas en 2013 y 2014
sación y ayuda estatal. encabezadas por los comunicadores Ricarte Soto y
Cecilia Rovaretti y cuyo eslogan era “Los enfermos
En una vertiente semejante, Rose y Novas (2005) también marchan” (Emol, 2013; La Tercera, 2014),
ampliaron el concepto de biociudadanía a todos los enfermos de las llamadas Enfermedades Raras,
los proyectos en los que los ciudadanos demandan acompañados por sus familiares y mostrando sus
derechos de salud, negociando su inclusión social cuerpos vulnerables frente a los medios, lograron
y económica mediante su condición de seres bio- situar la idea de que el Estado debía proteger el pa-
lógicamente vivos. En esta lógica, el enfermo es un trimonio individual y familiar de personas cuyas en-
sujeto político emergente, que se constituye como fermedades requieren de tratamientos tan costosos
agente activo en la autopromoción de su salud, se que muchas veces ni endeudándose lograrían acce-
vuelve cocreador de conocimiento, abogando por der a ellos.
sus derechos, proceso que reformula las categorías
de salud-enfermedad y paciente-ciudadano biológi- En ese sentido, la demanda por el derecho a la salud
co activo (Cuevas y Mayrhofer, 2013). Este nuevo y a la vida fue traducida por estos grupos en térmi-
sujeto político se vale del lenguaje económico, para nos económicos, apareciendo bajo el marcador “Alto
así poder negociar sus demandas de salud mediante Costo” o como una demanda por un “Fondo para
su traducción en compensaciones de tipo monetario Medicamentos de Alto Costo”. Gracias a su activis-
(Petryna, 2004; Rose y Novas, 2005). mo, la demanda fue acogida como parte de la cam-
paña presidencial de Michelle Bachelet, culminando
La figura del biociudadano que hoy adquiere cre- durante su segundo mandato en la promulgación de
ciente presencia no es solo la del que exige derechos la Ley 20.850 o “Sistema de Protección Financiera
Uno de los aspectos importantes indicados por los Por su parte la percepción sobre los médicos depende
entrevistados es el momento del diagnóstico de una también de la diferencia entre la atención pública y
enfermedad que no acaba de dibujarse. La distan- privada. Por lo general, existe la percepción de que
cia entre no saber y no poder verificar la situación los médicos afiliados al sistema privado, si bien hacen
médica provoca un conjunto de procesos sociales variados esfuerzos (más exámenes, usando más tecno-
que apuntan a lo problemático de esta etapa de la logías e intentando diversos diagnósticos), no llegan
enfermedad. a decir prontamente que no están en condiciones de
hacer los diagnósticos adecuados. La valoración de La primera etapa del proceso en la que se declara
los médicos en hospitales públicos aparece en cam- una enfermedad rara se mueve, entonces, en una
bio de un modo distinto. La condición “pública” de doble lógica: lo público o lo privado como opciones
los médicos hacen que expresen prontamente que entre dos disímiles tipos de atención y la capacidad
no saben sobre la situación de salud, dado que no médica de generar un diagnóstico que produzca
sienten la presión de los derechos de un consumi- confianza y no lo contrario, respecto al saber mé-
dor. De esta forma, suelen preguntar en otros hospi- dico experto.
tales o redes de médicos para lograr dar con el diag-
nóstico adecuado. Vías de lucha para acceder al tratamiento
una vez obtenido el diagnóstico
Ahora bien, la atención privada privilegia la sensa-
ción de poder elegir, por oposición a lo que sucede El acceso al tratamiento tanto estabilizador como
en el sistema público, que se puede resumir en la paliativo de la enfermedad pone en evidencia el pro-
expresión “Te toca lo que te toca”. Es decir, como la blema de los sistemas de protección de salud en el
gente está desinformada queda a merced del equipo país. En este sentido, el tener que lidiar con el siste-
que por azar lo atiende. Esta supuesta arbitrariedad ma privado o público entraña similares dificultades,
del sistema público genera desconfianza sobre la ma- las que van configurando un espacio de interacción
nera de actuar médica en quienes valoran la atención que enuncia a los pacientes y sus familias como su-
privada, tal como lo señala el siguiente entrevistado: jetos en lucha por derechos de atención médica y
“Tampoco te van a decir lo que tienes porque puede ser acceso a fármacos.
tan caro el tratamiento que no vas a acceder”.
Tanto para el sistema público como para el privado
Si bien la falta de recursos en el ámbito público po- se plantean dos vías de lucha: una es judicializar el
dría exculpar a los médicos respecto de las posibi- problema de la atención y cobertura a través de abo-
lidades que tienen de brindar una atención de cali- gados; no obstante, esta lucha se ve muy desigual,
dad, también los puede hacer negligentes al “creerse por lo que casi siempre se plantea como posible una
dioses”. Efectivamente, muchas veces por intentar segunda vía que puede acompañar a la primera y
mantener una imagen de saber incuestionable, no que es la de acudir a los medios de comunicación y
están dispuestos a reconocer que no consiguen dar realizar una denuncia pública de la situación.
con una solución adecuada, cayendo entonces en-
cubiertamente en una negligencia. Luego, tanto en En el sistema público la vía más socorrida es la inter-
el sistema público como en el privado, el saber ex- posición de un recurso de protección contra el Es-
perto detentado por el médico se encuentra en el tado, activando también en algún caso el uso de los
punto de mira. medios como medida de presión. Un entrevistado
nos presentó su estrategia de la siguiente forma: Lo
Por otra parte, la importancia del diagnóstico tem- primero que hizo cuando supo que su hermana esta-
prano es valorada unánimemente por pacientes y ba enferma fue llamar al alcalde para que le facilitara
familiares, quienes a partir de sus experiencias sin- puntos de prensa (los equipos de comunicación),
gulares llegan a la convicción común de que si el llevando así el problema a la televisión. Asimismo,
diagnóstico se tarda, la enfermedad puede evolucio- le pidió a la autoridad edilicia sumarse al recurso de
nar hacia cuadros más complejos y el deterioro ser protección, como es el caso del reconocido periodis-
irremediable, no solo de la salud del enfermo sino ta Ricarte Soto, a cuya gestión se debe la Ley.
que de su calidad de vida. En este sentido, si bien
hay conciencia de que el diagnóstico es muy caro y La idea de utilizar los dos medios de presión a la vez
por lo tanto complicado de asumir, sobre todo en tiene un sentido estratégico, el de poner al encarga-
la atención pública, también se valora la capacidad do político de la repartición estatal de salud ante un
instalada para realizarlo, aun cuando el proceso sea costo de imagen. No obstante, lo mismo se hace con
más lento de lo esperado. el mundo privado, vale decir, la movilización de los
medios conlleva un costo de imagen para la Isapre La información previa y la que se consigue en el pro-
comprometida y el sistema Isapre en general. ceso va generando un saber con el cual este sujeto es
capaz de moverse y negociar: “Lo interesante de este
Ahora bien, otro ámbito que se presenta como es- gallo es que se mete en el aparato burocrático del Estado
pacio de lucha se refiere específicamente a la admi- y es capaz de conectar gente que no se conecta normal-
nistración y control sanitario de los medicamentos. mente”. Poniendo en contacto las distintas instan-
Aparece aquí una concepción de que lo privado está cias, el sujeto descrito logra reconocer y suplir las
sujeto a lo público, o más bien a las decisiones de deficiencias de información y de toma de decisión
instituciones de Estado. Los medicamentos de este que tiene el sistema actual de salud respecto de las
tipo de enfermedades son muy específicos además Enfermedades Raras. Mediante búsquedas, errores y
de caros, no se suelen encontrar en el mercado na- aciertos, y produciendo triangulaciones entre el sec-
cional y para poder circular en el país, tienen que tor público, el privado y la experiencia de otros en
haber sido inscritos ante el Instituto de Salud Públi- el proceso, este sujeto va consiguiendo información
ca, lo cual no siempre ocurre. sobre la enfermedad y sus especificaciones biomédi-
cas que resultan cruciales para lograr un tratamiento
Las familias en este proceso se plantean como un adecuado.
agente muy activo, tal como lo señala un entrevista-
do: “Empieza la guerra por el medicamento […] no so- Luchas de nominación: emergentes, raras,
mos la clásica familia chilena, pasiva que se conforma
de alto costo
con lo primero que le dicen los médicos”. La lucha por
movilizar a los encargados institucionales del Estado
Los entrevistados nos mencionaron diferentes for-
se asocia, asimismo, a una cierta desconfianza res-
mas de referirse a las “Enfermedades Raras”. El uso
pecto del saber experto médico. Se movilizan todos
los recursos disponibles, las redes sociales, los con- indistinto de ellas se debe a su contexto social y po-
tactos en el exterior buscando en diferentes fuentes lítico, aun cuando se puede hacer una secuencia his-
información sobre la enfermedad. tórica a partir de los cambios de significado impues-
tos por la evolución de la movilización social y que
En ese sentido, en todas las vías de resistencia y de finalmente se vio refrendada en la política pública:
reclamo parece ser fundamental la información. Fondo para Medicamentos de Alto Costo, Financia-
Como plantean las entrevistas, la información pue- miento de Tratamientos de Alto Costo, Protección
de hacer la diferencia entre los que reciben o no Financiera para Diagnósticos y Tratamiento de Alto
tratamiento, pues su manejo se vincula con la ca- Costo.
pacidad de hacer valer los propios derechos ante las
instancias competentes. Como nos plantea un fami- Lo común de estas nominaciones es la categoría
liar entrevistado: “Si tú no reclamas, si no molestas, de “Alto Costo”, la cual, al decir de algunos de los
si no sabes cuáles son tus derechos, si no te enseñan a entrevistados, no solo aludiría al dinero, sino que
saber cuáles son tus derechos no puedes sobrepasar una también al costo informacional: “La gente se está
línea de mando, no puedes cuestionar la autoridad del muriendo por desinformación, después por falta de re-
médico, del burócrata”. cursos, pasa porque no nos dicen nuestros derechos y
deberes como ciudadanos”. Entonces, el problema es-
Surge de este recorrido, entonces, un sujeto liberal taría situado por los familiares y pacientes no solo en
e informado que habla sobre el acceso al saber y al el costo económico, sino que también en la desin-
manejo de la información, condición que le permi- formación, la que los llevaría a tener que intervenir
te imponerse por sobre las líneas del poder. En este para suplir esa desinformación sobre la enfermedad,
contexto si bien se reconoce un conocimiento exper- los tratamientos o los medicamentos. La traducción
to médico que maneja más información que el pa- de estas enfermedades bajo el rótulo de “Alto Cos-
ciente y la familia, la posibilidad de abrir ese espacio to” sería la forma como los pacientes y familiares
de cuestionamiento viene de la mano de la lucha por pueden traducir frente al Estado sus demandas de
los derechos ciudadanos asociada a la información. acceso a atención y tratamientos necesarios.
Ahora bien, si “Alto Costo” parece en principio esta- a ciertos intereses, convirtiendo a naciones enteras
bilizar una nominación para estas enfermedades en en verdaderos “conejillos de india”.
el espacio público, es posible pensar que el uso de di-
ferentes categorías para referirse a ellas obedece más Los contornos de la ciudadanía activa en
bien a luchas de nominación que reflejan intereses Enfermedades de Alto Costo
en pugna por lograr incidir en la política pública.
Tal como lo señalamos anteriormente, existen su-
En efecto, los criterios de validación de estas enfer- jetos que dada la poca información desarrollan una
medades para uno u otro agente no quedan comple- agencia activa respecto a las instituciones, con resul-
tamente establecidos. Desde las formas tradicionales tados variables, pero también con fundaciones, aso-
de la política pública, son enfermedades cubiertas ciaciones de enfermos y una red de pro-ciudadanos
por el Estado aquellas que se encuentran tipificadas organizada vía redes sociales que conecta a médicos,
y tienen una prevalencia que las vuelve relevantes abogados, expertos de todo tipo, que tienen objeti-
para el conjunto de la población. Sin embargo, un vos solidarios en torno a las Enfermedades de Alto
abogado, familiar de paciente, poniendo en entre- Costo. Junto a estas entidades, aparecen grupos que
dicho estos criterios tradicionales de hacer política se organizan y colaboran de manera contingente y
pública en Chile, señala: “Yo no conozco cuáles son los bajo modos más tradicionales (la completada ba-
criterios por los que entra una enfermedad u otra en el rrial, el bingo). Todos estos sujetos constituyen for-
caso del AUGE, nosotros creemos que el criterio válido mas de organización, pues actúan como conectores
es la urgencia”. de información y de defensa de los derechos ciuda-
danos llegando muchas veces donde no llegan las
En ese sentido, la información sobre la enfermedad y ISAPRE o el sistema público. En este sentido pode-
su manejo político tiene repercusión sobre los crite- mos considerar dos formas de articulación.
rios necesarios para la catalogación de la misma, los
requisitos y sus derivas médicas. En este camino, los a) La activación del biociudadano pasa por una pri-
agentes y sus disponibilidades se evalúan y miden, mera figura, que es la de un individuo que diagnos-
tal como lo plantea el familiar abogado, quien habla tica que el Estado no está cumpliendo su rol porque
del Ministerio de Salud como un agente administra- no protege el derecho a la vida de las personas, y que
dor, bajándole de este modo el perfil y quitándole denuncia que la sociedad tampoco sería activa al no
poder al anteponerle, desafiante, mayor autoridad defender los derechos que se ha procurado en térmi-
al Poder Judicial o a los medios de comunicación. nos de ciudadanía: “El Estado debiera disminuir las
tasas de mortalidad, velar por la natalidad, queremos
Desde el ángulo opuesto al familiar, un experto mé- ser un país desarrollado, ser un país OCDE […] [pero]
dico que ha detentado cargos en el Ministerio de Sa- el Estado nos está matando en vida… El Estado mata
lud plantea que la categoría de Alto Costo encierra por omisión. Esto es un problema de derecho penal.
muchas subcategorías y está vinculada a desigualda- Nada funciona bien en el Estado: la salud, la educa-
des. En efecto, desde su posición experta no todas las ción, las pensiones son un cáncer en esta sociedad”.
enfermedades “raras” son de alto costo; hay muchas
de muy bajo costo que tampoco se diagnostican o se La activación de esta figura del biociudadano impli-
les da la importancia que tienen. Asimismo, señala ca el uso de estrategias y de otras fórmulas, distin-
que si bien estas enfermedades habrían conseguido tas a las formas tradicionales de practicar la política
tener más visibilidad en Chile que en otros sistemas como, por ejemplo, la introducción de recursos de
de salud, cuestiona el cambio en el enfoque de hacer protección o el uso de los medios de comunicación:
política pública. Junto a la constatación del quiebre “Para hacer algo público esto tiene que ser vendible, si
en el modo tradicional de la política en salud, plan- no lo haces atractivo… El mensaje tiene que ser lo más
tea la sospecha de que las enfermedades raras son chocante posible y que llame la atención… Yo tengo
algo que ocurre en el mundo globalizado, que esta- los contactos de cinco editores de noticias de canales y
rían dando inéditas oportunidades de investigación les digo que tengo un caso de 60 millones y que se va
a morir”. Este tipo de ciudadanía activa articula una o legales a otros en posición vulnerable, realizando
de las características en el campo de las biociuda- con este gesto una disyunción que sitúa el interés
danías: se trata de convertir el problema singular y económico del lado del Estado y la solidaridad des-
familiar en gran política. interesada del lado de los ciudadanos. Pero además,
el tipo de solidaridad que esta figura del biociuda-
Ahora bien, la activación de este biociudadano re- dano construye, es bien precisa: esta solidaridad se
quiere la traducción de la política costo/beneficio basa en la construcción de una identidad común,
en una solución concreta, el acceso inmediato al que se unifica en la figura de aquellos que sufren y
medicamento. En esta lógica inmediatista, el posi- mueren como víctimas del Estado. En ese sentido,
cionamiento subjetivo es el de un estratega que en esta figura del biociudadano, no solo se mueve bajo
su lucha, por una parte, olvida las vicisitudes y los la polaridad ciudadano/Estado, sino que también
tiempos del proceso de la enfermedad, y por otra, se bajo la polaridad moderna vida/muerte.
desconecta del sentido de su vida previa, sin poder
retornar a una normalidad. Pero además, para llevar b) Si bien el individuo estratégico recién explicado
a cabo su lucha, cuyo objetivo es el medicamento, es de alguna manera hegemónico en el contexto na-
este sujeto construye un otro opositor que por un cional, existe otra forma de biociudadano que se va
lado es el Estado y por otro es la figura del médico, instalando progresivamente. Se trata de una biociu-
el cual es visto más que como un profesional ads- dadanía que se ve activada por etapas específicas en
crito a una ética, como un burócrata cuya posición la enfermedad, el diagnóstico oportuno, los medica-
podría ser parafraseada de la siguiente forma: “No mentos y que requiere de conocimiento especializa-
me interesa ni tu vida, ni tu costo, eres otra persona do, pero en una dirección muy diferente de la que se
más que entró a este hospital y se va a morir, no es mi necesita en la lógica costo/beneficio. Implicaría esto
problema, es tuyo. Yo estoy aquí para poder ayudar a una política otra, que se extendería de lo biológico
la gente dentro de los recursos limitados que entrega el a lo social, de la sobrevivencia a la calidad de vida.
gobierno”. Esta forma de biociudadanía deja obsoleta la solu-
ción de tener o no los medicamentos, aun cuando
Esta figura del biociudadano denuncia la falta de sean necesarios, y apuntaría más a un esquema de
ética de la profesión médica, mostrando que los mé- conseguir una mejor vida posible.
dicos estarían siguiendo un modelo de medicina que
no se orienta hacia la vida ni estaría centrado en el Este esquema incluye a los expertos y médicos en
bienestar de los pacientes, sino que se encontraría cuanto proponen y dirigen sus esfuerzos más a la ca-
mediatizado por criterios económicos según lógicas lidad de vida que a la cura de la enfermedad, inten-
poblacionales. Para este biociudadano, el médico tando doblegar una forma administrativa, burocráti-
aparece bajo la figura del burócrata en el sentido de ca de atender estas enfermedades. La posición sobre
que actuaría como un experto que al racionalizar su la situación y el enfermo es éticamente diferente, en
labor y salvaguardar los intereses del Estado, se des- el sentido de apuntar a una persona y sus circuns-
entiende de la dimensión ética de su profesión. tancias sociales a través de la idea de calidad de vida.
No obstante, es importante señalar que este agente En la experiencia de uno de los familiares, este apun-
estratégico aún pende de la lógica del Estado moder- taba a que uno de los médicos le habría comentado
no, pues entra en competencia por la protección del que si bien la enfermedad estaba presente, las condi-
Estado: su accionar puede ser entendido como una ciones de vida (en este caso de su hijo) eran mejores
reivindicación por el “no pago”. Para este agente el que las que tendría tras la operación, pues con ella
Estado debe dar una solución ahí donde el mercado tenía altas probabilidades de que la enfermedad des-
no llega. En ese sentido, su lucha será, por una par- apareciese pero su vida social, familiar y actividades
te, contra el Estado y sus figuras, pero por otra, esta- en general empeoraran. No se trata por ello de hacer
bleciendo alianzas con aquellos que aparecen en su un procedimiento que en términos médicos es la vía
misma posición. Efectivamente, este agente ofrecerá adecuada, sino que también considerar el contexto
en forma gratuita sus servicios en temas mediáticos social de la situación.
Esta acción no es tan solo interpretativa de un con- certidumbre sobre los diagnósticos tempranos para
texto social y comprensible por ello, sino que tam- ambos sistemas: público y privado. Por otra parte,
bién requiere de una especificidad, en este caso de los tratamientos se comprenden como un logro ac-
alta tecnología, que permite afinar diagnósticos y tivado por las vías de la denuncia y utilización de
tratamientos intermedios, introduciendo una bre- los medios de comunicación. Todos procesos que se-
cha ética que se aparta de una solución final o me- ñalan como hito la obtención de los medicamentos
jora de una enfermedad; es decir, como una ciuda- que acompañan a los tratamientos (por lo general
danía de más bajo perfil o intensidad y no por ello muy costosos).
menos importante, que tiene que ver más con los
procesos (el vivir) que con el objetivo final que es la Asimismo la dinámica social de nominar la enfer-
vida/muerte. medad da muestras de un campo en disputa ya po-
litizado, que señala como Emergente primero, Rara
Visto desde la política en salud, más clásica si cabe, después, para finalmente indicarla como de Alto
el problema es claramente ético, pero de la ética que Costo. El cálculo estatal de salud, aquel basado en el
tienen los médicos en torno a la cobertura de po-
costo/efectividad de una población delimitada, no
blaciones.
logra estabilizar las nominaciones que permanecen
en disputa, aun cuando se encuentra en la base de la
Discusión final noción de Alto Costo.
El surgimiento reivindicativo social de las “enferme- De esta forma se va asentando la fisonomía del su-
dades raras” muestra en el caso chileno un conjunto jeto interpelado, la de uno ideológicamentre liberal
de procesos de exclusión del sistema de salud para
que reclama el buen y efectivo funcionamiento del
con las personas afectadas por estas nuevas formas
Estado en el área de salud. Es un individuo estraté-
de enfermar. Tanto por la brecha generada entre sis-
gico que utiliza la denuncia y los medios como pre-
tema público y privado como por lo alejado y poco
sión política. Pero no es el único; también está la fi-
comprensible que quedan estas situaciones del cál-
gura del que se especializa en la enfermedad, experto
culo costo/efectividad propuesto por las políticas
de sí mismo, que convoca a una salud especializada
públicas en salud. En Chile las “enfermedades raras”
genéticamente adecuada al caso y volcada a la inves-
han provocado que ciertas condiciones sociales en
tigación. Juntos son las condiciones de posibilidad
la salud puedan ser leídas desde los preceptos de la
biociudadanía. de la salud actual y la biociudadanía.
Aquel concepto, biociudadanía, jalonado por un Para la política pública surge un desfase entre la es-
individuo que autopromociona su salud y la afecta- tabilización de la enfermedad y efectividad pobla-
ción con otros (autocuidado y autoculpabilizacion, cional con la necesidad de una especificidad que
e individualización de la responsabilidad), que co- requiere un seguimiento individual en cada uno de
produce el conocimiento sobre su afectación, que los tratamientos y fármacos aplicados. Por ello cual-
se vuelve un agente activo y pugna por sus derechos quier solución más global, o de ley o de programa,
a la salud y que en ocasiones dibuja un sujeto polí- no es efectiva.
tico emergente. Para el biociudadano la salud expe-
rimentada es un espacio sin respuesta experta, más Como consecuencia, la situación hace que se re-
aún si se trata de la especificidad tecnológica y de es- planteen las formulas éticas, el lugar de lo médico y
pecialistas que exige este tipo de enfermedades. No de cómo hacer visible en términos de derechos ciu-
obstante, la inclusión bajo la idea de “enfermedades dadanos tal situación. En ese sentido, la experticia
raras” genera un desafío para la política pública y médica está en un terreno ambiguo, se ve cuestio-
acrecienta una conciencia otra sobre la vida. nada no solo por la falta de conocimiento disponi-
ble, sino que además por la confrontación con un
El recorrido que familiares y enfermos nos han se- ciudadano biomedicalizado (Clarke, Shim, Mamo,
ñalado sobre el campo biomédico nos señala la in- Fosket y Fishman, 2010).
Finalmente, del objetivo de las agrupaciones socia- Emol (2013). “Marcha de los enfermos” reúne gran con-
les; generar conciencia y presionar al Estado (las vocatoria en Santiago. http://www.emol.com/noticias/
agrupaciones averiguan la información que los mé- nacional/2013/05/04/596880/miles-de-personas-reune-
dicos no tienen: suplencia), se podría prever que la la-marcha-de-los-enfermos-en-santiago.html. El Mer-
ciudadanía en Chile ha cambiado, los enfermos han curio.
logrado presionar, hacer lobby. Se puede argumen-
tar incluso que la Ley Ricarte Soto no se entiende si Esposito, R. (2002). Immunitas. protección y negación de la
no hay una ciudadanía, una sociedad civil que esté vida. Madrid: Amorrortu.
activa y propositiva hacia sus condiciones de salud. Fassin, D. (2008). Faire de la santé publique. Paris: Éditions
de l’École des Hautes Études en Santé Publique.
No obstante, parece también relevante el hecho de
que el cálculo utilizado en la medicina social moder- Foucault, M. (1999). Nacimiento de la Medicina Social. En
na, el del costo/efectividad, demuestra en estas cir- Paidós (Ed.). Estrategias de poder. Barcelona.
cunstancias un claro desajuste, dado que lo que está
en juego en estas enfermedades son las condiciones Garretón, M. A. (2014). Las ciencias sociales en la trama de
específicas del afectado, la capacidad tecnológica y Chile y América Latina: Estudios sobre transformaciones so-
de investigación médica para intervenir en la enfer- ciopolíticas y movimiento social. Santiago de Chile: LOM.
medad, pero sobre todo los cambios en la calidad de
Jiménez, J. et al. (2011). Acceso a Medicamentos de Alto Cos-
vida. Es decir, lo que está en cuestión es el sistema
to y Enfermedades de Baja Frecuencia. Recuperado de
basado en la efectividad, su soporte y su definición.
Departamento de Salud Pública, Escuela de Medicina,
Como nos señaló un experto: ¿Cómo priorizar con
Pontificia Universidad Católica. https://www.camara.cl/
arreglo a una identidad, una salud, una población, el
pdf.aspx?prmID=30647&prmTIPO=DOCUMENTO
dolor o la vida de un niño que requiere una atención
COMISION
de Alto Costo para una sobrevida de 30 años?
Kottow, M. (2015). La ley Ricarte Soto: necesaria pero po-
Referencias citadas lémica. Revista Chilena de Salud Pública, 19(3), 234-235.
Román, O. y Muñoz, F. (2008). Una mirada crítica en tor- Rose, N. y Novas, C. (2005). Biological citizenship. En
no al plan AUGE. Algunos aspectos generales y valóri- Ong, A. y Collier, S. J. (Eds.). Global assemblages: tech-
cos. Revista Médica de Chile, 136, 1599-1603. nology, politics, and ethics as anthropological problems (pp.
439-463). Oxford: Blackwell Publishing.
Rose, N. (2012). Políticas de la vida: biomedicina, poder y
subjetividad en el siglo XXI. La Plata: UNIPE – Editorial Silva, P. (1998). Sistema de Salud de Chile. Cuadernos mé-
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