Sie sind auf Seite 1von 33

Poda de nogales y sistemas de formación

PODA DE FORMACION EN EL NOGAL

Es muy importante la poda en los primeros años de una plantación de nogales. Nos condiciona el desarrollo
del árbol en el futuro, la rapidez de entrada en producción y la posibilidad de aplicar medios mecánicos en
la poda de árboles adultos.

Hay tres sistemas de conducción de un nogal:

 Poda tradicional, en vaso

 Formación en eje estructurado

 Formación en eje libre


La elección de una de las tres formas, depende de varios factores, siendo muy importante la forma de
vegetación de cada variedad (las variedades como Franquette y otras clásicas francesas, así como Serr,
se adaptan mejor al vaso, mientras que nuevas variedades como Chandler, Howard, Tulare, etc. admiten
fácilmente las formaciones en eje). Otro factor importante a tener en cuenta es los conocimientos de poda
de las personas que deben efectuarla: a veces es mas fácil adaptar la forma elegida a la práctica de los
podadores que ensayar nuevos sistemas.

Las formas en eje, permiten aumentar ligeramente el número de plantas por Ha., con lo que se logra una
mayor producción los primeros años. En la edad adulta, la producción no debe variar sensiblemente si la
poda se hace correctamente.

También la poda en eje permite aplicar sistemas mecánicos de poda en árboles adultos, cosa que es mas
difícil en las formaciones en vaso.

Comparando los tres sistemas, podemos constatar:

 Ensayos realizados por IRTA, en Tarragona, constatan que, a partir de los 7 años, la producción en eje

estructurado, es siempre superior a la formación en vaso.

 Ensayos de INRA, en Bordeux, con la variedad Pedro (la mas parecida por sus características a las

nuevas variedades), muestran aumentos de producción, a los 7 años, del 10% y 46%, entre el eje

estructurado y el eje libre, respecto al vaso, mientras que a los 13 años las diferencias son de 21% y

9%, respectivamente.

 El eje libre es la que mejor se adapta a la producción en seto. Los ensayos de la Estación de Creysse,

demuestran que a los 10 años la producción es netamente superior a los otros sistemas. Falta saber si

se mantendrá mas años, y la calidad obtenida.

VASO

Plantación: Si usamos un árbol de vivero, a raíz desnuda, es aconsejable plantar en enero, febrero, pues la
raíz comienza a desarrollar en primavera y al iniciar la brotación del árbol esta es mas vigorosa . Si usamos
plantas en contenedor, es ideal la plantación en agosto, septiembre, de manera que la planta enraíza el
mismo año y, al año siguiente tiene mucho mejor desarrollo. Igualmente, el uso de plantas en contenedor
y plantación en invierno, facilita el crecimiento del árbol, pues no cortamos ninguna raíz.

A la plantación, en el caso de plantas a raíz desnuda y las plantaciones de invierno de planta en contenedor,
es indispensable rebajar el plantón a 20 cm. Sobre el punto del injerto. El nogal es una planta que enraíza
lentamente (normalmente el porta-injerto, al plantar, tiene 2 a 3 años) y, en cambio, brota rápidamente en
primavera, con lo que se produce un desequilibrio entre la parte aérea y radicular, que provoca una parada
en el crecimiento en verano, logrando una planta poco vigorosa, que puede obligar a rebajar nuevamente
la planta, al final del primer invierno para tener un plantón de gran vigor, para iniciar la formación de la copa.
Las plantaciones con planta en contenedor, hechas en verano, pueden evitar rebajar la planta a 20 cm., si
logramos árboles de 1,2 a 1,5 metros. En los que no se consiga esta altura, es mejor recortarlos, en invierno,
a 20 cm.

Es aconsejable colocar un tutor, que puede ser un bambú o varilla de hierro, mejor recubierta por un tubo
de polietileno de los usados en goteo. Este tutor nos permite tener un crecimiento recto y, al mismo tiempo
sujetar un protector para poder utilizar herbicidas y salvaguardar al árbol de los animales.

Durante el primer verano, elegimos el brote de mejor desarrollo, mas recto, vigoroso, bien implantado, etc.
Los demás pueden ser despuntados a 20/30 cm.. Al mantenerlos, aumentamos la superficie foliar del árbol
y los podremos usar para sustituir al principal, en caso de rotura por algún accidente.

En invierno del primer año, se eliminan todos los brotes laterales y se recorta el principal a 1,2/1,4 metros,
según vigor, teniendo en cuenta que la madera debe ser redonda y dura. Es mejor cortar un poco mas bajo
que hacerlo sobre madera poco agostada, porque los brotes laterales obtenidos a la primavera siguiente,
serian de mala calidad. Si no es posible tener esta altura, se corta de nuevo a 20 cm., en la seguridad que,
al año siguiente, se logrará un gran desarrollo.

Para forzar la salida de ramas bien situadas, para la formación de la copa, es aconsejable eliminar la yema
superior (de las dos que acostumbra a tener) en los puntos elegidos. Así logramos una ramas laterales mas
abiertas y con menor riesgo de rotura.

Durante el verano del segundo año, elegimos las tres ramas que van a formar la copa, recortando las demás
a 20/30 cm. (se eliminarán en invierno). Preferentemente, se sitúan distribuidas alrededor del eje, formando
ángulos de 120 grados entre ellas, y un ángulo abierto con el eje.

En invierno, se eliminan los brotes despuntados en verano y se rebajan las tres ramas elegidas a 2/3 , para
equilibrar al árbol.

A partir de este momento, el árbol debe estar prácticamente estructurado. Nos limitamos a corregir, con
poda de verano o invierno, algún defecto en la situación de las ramas, sustituyéndolas, por ejemplo por
otra, en caso de rotura o ángulo cerrado, etc.

En verano, suprimimos chupones, despuntamos las ramas principales que presente un crecimiento muy
superior a las otras del mismo árbol, y también despuntamos las ramas no destinadas a secundarias. En
todo caso tendemos a tener un desarrollo regular de la planta y eliminar las que puedan representar una
competencia a las estructurales.

EJE ESTRUCTURADO
Plantación: Si usamos un árbol de vivero, a raíz desnuda, es aconsejable plantar en enero, febrero, pues la
raíz comienza a desarrollar en primavera y al iniciar la brotación del árbol esta es mas vigorosa . Si usamos
plantas en contenedor, es ideal la plantación en agosto, septiembre, de manera que la planta enraíza el
mismo año y, al año siguiente tiene mucho mejor desarrollo. Igualmente, el uso de plantas en contenedor
y plantación en invierno, facilita el crecimiento del árbol, pues no cortamos ninguna raíz.

A la plantación, en el caso de plantas a raíz desnuda y las plantaciones de invierno de planta en contenedor,
es indispensable rebajar el plantón a 20 cm. Sobre el punto del injerto. El nogal es una planta que enraíza
lentamente (normalmente el porta-injerto, al plantar, tiene 2 a 3 años) y, en cambio, brota rápidamente en
primavera, con lo que se produce un desequilibrio entre la parte aérea y radicular, que provoca una parada
en el crecimiento en verano, logrando una planta poco vigorosa, que puede obligar a rebajar nuevamente
la planta, al final del primer invierno para tener un plantón de gran vigor, para iniciar la formación de la copa.
Las plantaciones con planta en contenedor, hechas en verano, pueden evitar rebajar la planta a 20 cm., si
logramos árboles de 1,2 a 1,5 metros. En los que no se consiga esta altura, es mejor recortarlos, en invierno,
a 20 cm.

Es aconsejable colocar un tutor, que puede ser un bambú o varilla de hierro, mejor recubierta por un tubo
de polietileno de los usados en goteo. Este tutor nos permite tener un crecimiento recto y, al mismo tiempo
sujetar un protector para poder utilizar herbicidas y salvaguardar al árbol de los animales. En el caso de
formación en eje, el tutor debe ser de tres metros , para mantener el eje recto hasta esta altura. Una buena
solución son tutores de bambú, pero, en este caso deben ser de 35/40 mm. de diámetro o bien de pino
tratado, que resultan mas caros.

Durante el primer verano, se elige el brote mas vigoroso y mejor situado para continuar el eje y se despunta
a 20 cm. todos los demás (que serán suprimidos en invierno). El brote elegido se va atando al tutor,
conforme va creciendo. En invierno, se suprimen todos los brotes laterales y se corta el principal a 1,5
metros, aproximadamente. Si no alcanza esta altura esta altura se rebaja a 30/40 cm. y se retrasa un año
la formación. Si la planta tiene altura suficiente (mas de 1,5 m.) y la hemos despuntado, podemos eliminar
la yema superior de los lugares donde deseemos tener la ramas principales, de manera que forzamos la
brotación de la inferior, lo que nos dará ángulos mas abiertos. En ningún caso, las ramas principales deben
iniciarse a una altura inferior a 1,2 metros, lo que nos obligaría a suprimirlas una vez el árbol adulto, ya que
dificultarían las labores de cultivo y la recolección.

En el segundo verano, nos limitamos a despuntar los brotes no seleccionados como estructurales para
frenar su crecimiento. Las estructurales las despuntaremos, ligeramente, si alguna presenta un crecimiento
superior a las otras o se tumban. Al mismo tiempo suprimimos los brotes que compitan con el eje, que
siempre debe ser claramente dominante, y continuamos atando el eje al tutor, para garantizar su crecimiento
bien vertical. Aquí debemos observar que, algunas variedades, se adaptan mal a esta formación, por la
tendencia propia a crecer mucho las ramas laterales (mas que el eje central) y acaban siendo dominantes.
Es el caso de Serr, y, bastante en Franquette. En estos casos es mejor, seguramente, optar por la formación
en vaso, so pena de tener mucho trabajo de formación en verano y no tener el éxito asegurado.

En invierno, recortamos el eje a 50/100 cm., según su crecimiento, para formar nuevos pisos, y las ramas
principales elegidas su recortan, aproximadamente, un tercio. Así logramos la formación de ramas
secundarias. Los brotes que hayan aparecido en lugares no deseados, se eliminan.

De la misma manera se procede en los años siguientes, hasta formar 5/6 pisos estructurales, con sus
correspondientes ramificaciones laterales, momento en que el árbol reducirá mucho el crecimiento o se
detendrá por estar ya en producción.
EJE LIBRE

La formación en eje libre, es sensiblemente igual al eje estructurado. La diferencia principal consiste en que
el eje no se recorta cada año.

No difiere en nada la plantación y la necesidad de cortar el plantón a 20 cm. Si plantamos plantas en


contenedor, sobre todo si la plantación es en verano, no será preciso despuntar el árbol, ya que se consigue
un buen equilibrio entre la parte subterránea y la aérea.

En verano del primer año, nos limitamos a favorecer el crecimiento del eje, eliminando brotes que compitan
con el y despuntando los que aparezcan a menos de 1 metro del suelo (que eliminaremos en invierno).

En invierno, no despuntamos el eje, pero eliminamos las ramas de los últimos 50 cm., para favorecer el
crecimiento al año siguiente. No tocamos las ramas laterales, excepto alguna que tenga un ángulo muy
cerrado, que acabaría compitiendo con el eje, que debe ser eliminada. También pueden ser eliminadas las
ramas que salgan del mismo punto o muy próximas, operación que podremos hacer en los años siguientes,
con el árbol ya en producción, si observamos que, con el crecimiento, no permiten una adecuada
iluminación y aireación.

Observamos que, con este sistema de formación, pretendemos tener una planta sin ramas estructurales,
con muy poca poda los primeros años, y que todas las ramas sean productivas. Sin duda el motivo es tener
una mas rápida entrada en producción y reducir las horas de poda. Debe mencionarse que algunas
variedades se adaptan a ello fácilmente, sobre todo las no muy vigorosas, a condición de disponer de un
muy buen terreno y sin ningún problema de riego. Para variedades que ramifican poco y con ramas de gran
vigor, es difícil de aplicar y puede obligar, incluso a usar ataduras para forzar a abrir los ángulos de las
ramas, los primeros años.

Si mantenemos un buen equilibrio vegetativo, este sistema facilita mucho la poda mecánica y la
productividad los primeros años.. En contrapartida es problemático si la plantación presenta problemas de
estrés por algún motivo: problemas de suelo, falta de riego, etc. Permite plantaciones mas intensivas, hasta
marcos de 350 árboles por Ha.
https://fruitex.es/poda-de-nogales-y-sistemas-de-formaci%C3%B3n
Poda de invierno en
plantaciones de nogales pecán
Criterios Generales para la CONDUCCIÓN FORMATIVA de árboles
en plantaciones comerciales de NOGAL PECÁN.

ACLAR ACIONES PREVI AS

El siguiente instructivo ha sido elaborado íntegramente por VIVERO ANJU con


el objetivo de brindar información sobre el proceso de conducción y poda de
árboles en plantaciones comerciales de nogal pecán; tema que hasta el
momento no ha venido teniendo un desarrollo teórico-práctico adecuado en
nuestro país.

La confección del mismo ha sido posible en primera instancia gracias a la


consulta reiterada de bibliografía específica desarrollada en Estados Unidos y
México, publicada en formato digital. Ambos países son los principales
referentes a nivel mundial en el desarrollo y gestión de plantaciones
comerciales de nogal pecán.

En segundo lugar; este texto ha sido posible gracias a la experiencia adquirida


a partir de los aciertos y errores que hemos cometido a la hora de gestionar
nuestras propias plantaciones de nogal pecán.

Esta experiencia ha sido plasmada de la forma más sencilla posible, acudiendo


a ayudas gráficas, para amenizar la lectura y facilitar la comprensión de los
criterios que rigen el proceso de poda en su totalidad.

No es nuestra intención a la hora de elaborar y compartir este instructivo


plantear una forma única, indiscutible y/o infalible de llevar a cabo un proceso
de poda/conducción de plantaciones, sino más bien plantear algunos
CONOCIMIENTOS BÁSICOS SOBRE PODA plasmados en CRITERIOS
GENERALES que puedan ayudarlo a usted como productor en el manejo de su
propia plantación.

A partir de su propia experiencia seguramente podrá como productor


desarrollar otra/s metodología/s y/u otros criterios de poda que los lleven a
obtener resultados similares o incluso más eficaces y eficientes en su
plantación. Cualquier aporte por supuesto es bienvenido.

Más allá de lo antedicho, esperamos que esta información le sea útil para
optimizar el estado general de sus plantaciones, la estructura particular de sus
árboles y para finalmente maximizar los rendimientos y su rentabilidad.
Cualquier sugerencia, crítica, aporte y/o comentario pueden escribirnos a
través de nuestro formulario de contacto.

PODA DE CONDUCCIÓN
Si bien en la actualidad existe escasa bibliografía sobre poda en pecanes, esto
no implica que la misma deba ser tomada a la ligera.

La falta de información y desarrollos teóricos sobre poda se debe


principalmente a dos motivos:

1. Cambio en las concepciones de manejo


2. Carácter netamente práctico del proceso

1. Cambio en las concepciones de manejo


Si bien la historia del árbol de pecán y el aprovechamiento de sus frutos en
EE.UU (de donde es originario) tiene una larga historia, recién en las últimas
décadas comenzó a desarrollarse el cultivo en forma sistémica con destino
comercial.

En sus inicios en el centro y este de los Estados Unidos, los árboles de nogal
pecán se desarrollaban principalmente de forma natural, sin seguir un patrón
organizado de plantación ni técnicas sistematizadas de manejo. En ese
entonces los frutos estaban destinados prácticamente en su totalidad al
consumo familiar. El criterio era dejar que el árbol creciera naturalmente, con la
idea de que mientras más grande fuera más frutos daría.

Con el paso del tiempo y a medida que los productores comenzaron a vender
sus producciones excedentes en los mercados locales (sumado a una mayor
divulgación de sus cualidades como una fuente nutritiva de alimento), el fruto
comenzó a cobrar reconocimiento en los mercados consumidores.

Posteriormente, gracias a sus cualidades organolépticas el nogal pecán fue


haciéndose cada vez más conocido, y la demanda fue creciendo en forma
exponencial.

A partir de allí el nogal pecán comienza a cobrar relevancia como fuente de


recursos económicos para el productor, que empieza a ver el cultivo como una
importante alternativa productiva para mejorar su economía.

Como consecuencia de esta demanda creciente por el fruto, desde diferentes


casas de estudio del país del norte y gracias también a una mayor promoción y
apoyo del sector público comienzan a enfocarse los esfuerzos en desarrollar la
tecnología de manejo del cultivo.

Si bien a partir de estos esfuerzos comienzan a desarrollarse y divulgarse una


importante cantidad de temas que hacen al cultivo del nogal pecán, lo cierto es
que el desarrollo de conocimientos y la difusión de beneficios inherentes a la
poda quedó bastante rezagada con respecto a otras prácticas de manejo.
Lamentablemente durante mucho tiempo persistió la creencia de que “es mejor
no tocar los árboles para que produzcan más”.

En las últimas dos décadas y gracias al notorio crecimiento y la mayor


importancia relativa que ha ido cobrando el sector pecanero con respecto a
otras explotaciones agrícolas, se comenzaron a realizar distintos estudios a fin
de medir los cambios de productividad en plantaciones con y sin procesos de
poda. Se da a a partir de estos desarrollos una mayor evolución en cuanto a
desarrollo de conocimientos sobre poda.

Gracias a esta evolución se ha desterrado para siempre la concepción de que


es mejor no tocar los árboles para que produzcan mucho más. De hecho, está
comprobado que un manejo adecuado de poda permite alcanzar rendimientos
productivos superiores y mayor estabilidad en la producción.

Los beneficios de esta práctica saltan a la vista: a mayores rendimientos (y más


estables), mayor rentabilidad.

2. Carácter netamente práctico del proceso


Al igual que aprender a andar en bicicleta, la poda es una actividad de carácter
netamente práctico o; dicho de otra manera, una actividad que se aprende con
la práctica.

Se debe tener en cuenta que cada pecán tiene sus propias y particulares
necesidades de poda y que por lo tanto cualquier ejemplar va a requerir una
poda al menos ligeramente diferente a la de cualquier otro pecán.

Por otro lado, es probable que dos o más personas con la misma formación
teórico-práctica tomen decisiones diferentes con respecto a que rama cortar o
donde realizar el corte. Esto no implica necesariamente que una de estas
decisiones esté mal, sino que ante la misma situación pueden existir tantos
puntos de vista como gente que opine, y estar todas bien orientadas. En este
caso no resulta tan importante la decisión particular con respecto a la situación
en cuestión, siempre y cuando todos los involucrados 1- conozcan
comprendan bien cuál es el objetivo final que persigue el proceso y 2-
tengan un criterio uniforme de poda. Estos dos últimos aspectos son
fundamentales a la hora de podar su plantación.
Ahora bien, ¿Qué beneficios trae la poda? La poda tiene variadas y muy
diversas ventajas.

 a.) Guiar el árbol para que tome la forma deseada.


 b.) Darle una estructura fuerte al árbol para evitar roturas o quiebres accidentales
de ramas.
 c.) Formar al árbol para que su estructura no entorpezca las tareas culturales y/o
sanitarias.
 d.) Permitir un mayor y mejor ingreso de la luz y temperatura solar hacia adentro
de la copa para lograr mayor producción.
 e.) Reducir los requerimientos de agua y nutrientes al tener un árbol de
estructura menor y más controlada.
 f.) Facilitar el desarrollo de otras actividades simultáneas intercaladas con la
plantación.
 g.) Fomentar y ayudar al árbol para que dirija sus esfuerzos a la producción de
nueces por sobre el desarrollo vegetativo, logrando mejores rendimientos y
nueces de mayor calidad.
 h.) Reducir la alternancia para lograr una producción estable año a año.
 i.) Prevenir mayores roturas o mayores desgajamientos de ramas ya
comprometidas, previniendo mayores daños en la corteza.
 j.) Prevenir enfermedades progresivas del árbol.
El proceso de poda puede ser clasificado en tres grupos según la función que
cumple:

 Poda de conducción/formación: conocida también como poda estructural o poda


de invierno, cumple los objetivos listados en los puntos a.) a f.) anteriores. Se
puede realizar durante el invierno en los meses de julio y/o agosto.
 Poda de producción: conocida también como poda de verano o poda en verde,
cumple el objetivo g.) y h.) de la lista anterior. Se realiza luego de la floración, en
noviembre; idealmente en los primeros días del mes cuando ya pueden
observarse claramente las flores femeninas fecundadas y/o el amarre del fruto.
 Poda sanitaria: cumple con los objetivos i.) y j.) de la lista anterior y puede
realizarse en forma circunstancial durante todo el año, siempre que la situación lo
amerite.
Como se mencionara anteriormente, este trabajo no pretende ser un instructivo
detallado e irrefutable sobre el proceso de poda en pecanes. Muy por el
contrario, nuestra intención desde VIVERO ANJU es brindarle algunos
conceptos básicos para que puedan ir probando en sus plantaciones a fin de
mejorar el manejo de la misma.

De las tres funciones principales, en este trabajo se aborda la poda de invierno


o poda de conducción, por ser la más relevante de las tres a la hora de
gestionar nuestras plantaciones.

PODA DE CONDUCCIÓN /
FORMACIÓN
La poda de conducción es fundamental durante los primeros 5 a 6 años de la
plantación, pues arboles bien formados desde jóvenes tendrán una
performance productiva superior por los próximos 30-40 años, a partir de un
adecuado desarrollo de la estructura del árbol, la prevención de roturas
accidentales y desgajamientos del árbol y la maximización en la entrada de luz
y temperatura solar hacia el interior de la copa, lo que permitirá rendimientos
mayores.

Momento idóneo de la poda de conducción- se puede realizar a partir de la


última semana de junio y hasta la primera semana de septiembre, procurando
siempre que al comenzar la poda el árbol se encuentre claramente en
dormancia.

Si el proceso no es muy extenso, para realizar la poda dentro de estos dos


meses se deben elegir los días más cercanos a la nueva brotación -idealmente
en la primera o segunda semana de agosto- procurando concluir el mismo
antes que comiencen a inflarse las yemas que darán lugar a la nueva
brotación.

El hecho de realizar esta actividad en invierno; además de que es menos


perjudicial para la salud del árbol, permite facilitar las tareas ya que se puede
observar con mayor facilidad la estructura del árbol cuando el mismo está
desnudo -sin follaje-.

Una cuestión de criterio


Dijimos en el apartado anterior que si bien pueden existir diferentes puntos de
vista a la hora de podar un mismo árbol, lo importante es conocer y
comprender los objetivos finales de la poda; además de conocer y unificar los
criterios que regirán el proceso de poda.

Los objetivos finales de la poda de formación ya fueron mencionados en el


apartado anterior (puntos a.) a f.) del listado).

A partir de aquí se desarrollarán resumidamente los principales criterios de esta


modalidad de poda.

CRITERIO UNO: LA POD A PUEDE EMPEZAR


RÁPIDO

En algunos casos particulares es posible que durante los primeros meses de


vida le cueste al nogal adaptarse normalmente al terreno, lo que puede
evidenciarse en la falta de brotación.
Para ayudar a la planta, por lo general se recomienda podar la planta
removiendo el tercio superior del tronco una vez que la misma llega del vivero.

En el caso de las plantas que han sido compradas a VIVERO


ANJU esto no es necesario pues nuestro vivero entrega las
mismas ya rebajadas para lograr un adecuado equilibrio entre el
tamaño del tronco y el volumen de las raíces.
Más allá de esto, si a principios o mediados de noviembre observa que alguna
de las plantas que ha plantado en la presente temporada no tiene brotación
pero aún savia debajo de la corteza[1], se recomienda rebajar la planta hasta
entre un tercio (1/3) y la mitad (1/2) de su altura.

Esta acción se lleva a cabo para “forzar” la brotación de la planta al provocar


que las raíces tengan que alimentar a un tronco de menor tamaño/altura.

La lógica que se esconde detrás de esta práctica es sencilla: para el mismo


volumen de raíces, al realizar el corte se transfiere proporcionalmente más
energía (agua y nutrientes) al tronco; que luego del corte obviamente tiene
menos tamaño/altura.

Una vez realizado el corte el productor debe regar el nogal con asiduidad para
asegurar una adecuada provisión de agua.

Si trascurridos de 15 a 30 días luego de realizado el corte no se observa


brotación, se debe cotejar nuevamente si corre savia por el tronco. En caso
afirmativo habrá que seguir esperando. En caso negativo, significa que el árbol
ha muerto y se debe proceder a su reemplazo.

A tener en cuenta: Si la planta muestra brotación durante los primeros


meses desde que fue plantada no hace falta llevar a cabo esta
práctica.

CRITERIO DOS: LIDER CENTR AL

A diferencia de otras explotaciones agrícolas en donde se busca la “formación


de vaso o copa abierta”[2] (por ej.: poda del cítrico, poda del durazno) en el
caso del nogal pecán el proceso debe orientarse a conducir el pecán
hacia una formación de eje central -también llamado líder central-.

Mediante la conducción a un eje central se busca promover el desarrollo y


crecimiento de un eje central o líder que adquiera predominancia en el eje
vertical, erigiéndose como una continuación natural que sigue la misma línea y
dirección del tronco.

Deben enfocarse los esfuerzos a lograr árboles de nogal pecán adultos con
una estructura de eje central claramente diferenciada, buscando idealmente
que la forma del árbol se asemeje a la de un “árbol de navidad”[3], como se
muestra en el Gráfico B, Figura B.2.

En el GRÁFICO B, Figura B.1 se muestra una formación incorrecta del árbol.


En este sistema puede notarse la ausencia de un líder claramente definido.
A tener en cuenta: no deben existir dos, tres o cuatro ejes centrales,
sino que el eje central debe ser solamente uno. Esta es la razón de
que se conozca al mismo comúnmente como LÍDER.
La existencia de más de un líder genera competencia inútil entre los líderes
existentes (pues finalmente solamente se dejará uno de ellos), además de
consumir energía en forma innecesaria mientras permanezcan dos o más
líderes en la planta.

En el siguiente Gráfico pueden observarse las distintas partes del árbol.

¿Cuál es la razón de privilegiar una formación de eje central?

El nogal pecán suele ser un árbol de gran porte que crece


rápidamente. En comparación con otras especies arbóreas la tasa de
crecimiento del pecán durante la etapa activa suele ser alta, lo que
provoca que durante el año se produzcan estiramientos de las ramas
que pueden alcanzar hasta 2 a 2,5 metros. La alta circulación de savia
necesaria para generar este crecimiento provoca que las ramas
primarias durante los primeros meses suelan tener algo de debilidad
estructural. Si a ello le sumamos que 1- el follaje del nogal suele ser
más bien tupido y 2- una alta carga de nueces; entonces es evidente
que cada rama primaria debe soportar una importante carga de peso
durante la etapa activa.

Para minimizar el riesgo de rotura de ramas y desgajamientos se


busca entonces formar un líder robusto con predominancia en
altura y diámetro sobre el resto de las ramas que conforman la copa
del árbol. El mismo sirve de sostén para las ramas primarias y
fundamentalmente le da solidez y estabilidad a la estructura del
nogal para que el mismo pueda soportar la carga de producción y
follaje durante el año.
Otro aspecto importante sobre el líder es evitar (y/o corregir si hiciera falta) la
“formación de horqueta o en V” en la base de la copa. La misma se genera
cuando a la altura de las primeras ramas del tronco salen dos ramas a manera
de ejes centrales que compiten por ser el líder (Gráfico d.1). Una formación de
este tipo resulta sumamente complicada pues se da a nivel primario de la
estructura, generando dos ramas, cada una de las cuales tendrá que soportar
alrededor del 50% del peso de la masa foliar del árbol.

Con el tiempo esto provoca un debilitamiento en la zona de la horqueta (Gráfico


d.2); donde se da la unión de las dos ramas y la consecuente pérdida de 50%
de la capacidad productiva del árbol.

Una buena estrategia es prevenir la formación de horqueta a partir de un


proceso de poda racional durante los primeros 5 a 6 años de edad del árbol.

Si por cualquier motivo no se ha podado durante los primeros años y ya se


cuenta con la problemática de la formación en V, entonces se debe proceder a
corregir este problema para lograr que el árbol continúe desarrollándose con un
líder fuerte y claramente definido, en lugar de dos líderes más débiles; con
un 50% aprox. de masa foliar cada líder.

Considere que la solución a esta problemática no puede darse de la noche a la


mañana, sino a partir del transcurso de podas progresivas a lo largo de -cómo
mínimo- 3 (tres) años.

¿Cómo proceder? En primer lugar se debe elegir cuál de las dos ramas es la
más idónea ya sea por su ubicación, dirección y/o por su aptitud para
potenciarse como un líder equilibrado y robusto para el nogal pecán.

Una vez que se ha elegido la rama que se va a erigir como líder, se comienza a
“rebajar” la otra rama mediante la poda programada que se realizará durante
tres años sucesivos. Durante estos tres años y a medida que se lleva a cabo
el rebaje de la rama que se ha elegido descartar, se podrá observar como la
rama que fue inicialmente elegida como futuro líder irá tomando una posición
mucho más vertical; asumiendo su nuevo papel de líder.

El proceso completo de tres años de corrección de la horqueta puede verse en


el Gráfico E (las flechas verdes muestran el reacomodamiento del líder).

Si persistiera la horqueta, en el caso potencial del futuro quiebre de uno de


ellos se generaría una pérdida importante de la estructura y masa foliar del
árbol.

Por último, procure eliminar las formaciones de “patas de gallo” (Gráfico F).
La pata de gallo se da por lo general en todos los cortes de poda que se
realicen ya sea de un año anterior o del año en curso.

Surge a partir de un corte anterior que genera la brotación de tres ramas con
el mismo vigor y que siguen la misma dirección aproximada. Este problema es
más significativo en el caso de que la formación de “pata de gallo” se genera a
partir de un corte realizado sobre el eje central.

Durante el primer año se elige aquel brote que se constituirá en líder y se


procede a remover completamente el 2º brote más robusto. Adicionalmente se
elimina alrededor de la mitad del tercer brote más robusto. Finalmente se
procede a rebajar el líder entre un 20 y un 30%.

A tener en cuenta: para proceder a despuntar el líder siempre se debe


asegurar que el mismo tenga al menos entre 60 y 75 centímetros para
promover el surgimiento de nuevas ramas en dicho tramo.
La solución a esta problemática se muestra en el Gráfico G:
Es esperable que posteriormente o al año siguiente se formen nuevas patas de
gallo sobre el líder o la rama primaria que haya sido corregida. En ambos casos
se realiza el mismo procedimiento para corregir dicho problema para ambos
brotes, tal cual se ha señalado en el gráfico precedente.

CRITERIO TRES: ¡ES UN ÁRBOL, NO UN ARBUS TO!

El nogal pecán es un árbol, no un arbusto. Tan simple como eso.

¿Pero qué significa esto? Significa que se debe mantener limpio el primer
metro y medio (1,5) a dos (2) metros del tronco del árbol, contados a partir del
nivel de suelo. Dicho de otra manera, al menos deben eliminarse las ramas que
llegan hasta la altura del pecho de una persona adulta.

El objetivo aquí es que los árboles no se conviertan en gigantescos arbustos


que dificultan las tareas de cosecha con competencia y/o quiebre de ramas mal
insertadas en el tronco (ramas laterales demasiado bajas).

Habrá que decidir entonces que “despeje”[4] deben tener nuestros árboles: a
que altura contada a partir del suelo debe surgir la primera rama de nuestros
nogales, lo que dependerá directamente de: 1- cuál sea el sistema de cosecha
empleado y el que se empleará a futuro, 2- si se realizan o no actividades
intercalares como para aprovechar también la superficie ubicada debajo del
árbol y 3- el espacio necesario para realizar las tareas culturales sin que las
ramas se constituyan en un estorbo.
A tener en cuenta: eliminar las ramas inferiores del árbol es un
proceso que debe darse en forma paulatina con el correr de los años.

Consideremos por ejemplo que eliminar las ramas del primer metro y
medio de altura para un árbol que se encuentra ya plantado y en la
primera temporada de vida, nos dejaría prácticamente sin ramas sobre
el tronco.

Es por ello que se toma como regla; particularmente durante los


primeros años del pecán, dejar que la estructura de ramas (con hojas
sería el follaje) ocupen al menos el tercio superior del árbol.

Sobre los brotes que se encuentran en los dos tercios (2/3) inferiores
del árbol hay dos posibilidades: 1- proceder a eliminarlos en la misma
temporada; cualquiera sea su tamaño o el diámetro del brote o 2-
dejarlos como ramas temporarias hasta que tengan mayor diámetro
con el propósito de que su follaje siga produciendo comida para que
se desarrolle el resto de la planta, además de que se podrá
aprovechar la generación de nueces a partir de dichas ramas, al
menos por una o dos temporadas.
La altura a la que debe salir la primera rama dependerá de varios factores.
Veamos algunos de ellos:

 Si se va a realizar cosecha mecanizada en el futuro conviene que el despeje sea


suficiente para que un tractor o vehículo pueda acercase al árbol con un
sacudidor adherido sin provocar daños a las ramas y/o a los operarios que
operan la maquinaria de cosecha.
 Las ramas deben posibilitar el acercamiento del operador de poda (para que
incluso pueda ubicarse bajo la copa) para facilitar que el mismo pueda alcanzar
las ramas superiores que van a cortarse.
 Si se tiene ganado en pastoreo -ovejas, caballos, ganado vacuno- como actividad
intercalar, convendrá que el despeje sea superior para evitar que los animales
“se lleven por delante” las ramas, evitando potenciales daños para el árbol y para
los animales. El despeje debe ser suficiente para que los animales no se
choquen con las ramas ni puedan alimentarse del follaje.
La peor situación en la estructura del árbol se da en el caso de que de los
primeros 50 a 100 centímetros del árbol salgan las ramas primarias con
tendencia a abrirse (por la carga de peso en su etapa activa) y sin un eje
central definido. La gravedad se da en el hecho de que al soportar estas ramas
un peso considerable es factible que se quiebren por el mismo peso del follaje
y/o los frutos, o que simplemente se quiebren por la acción del viento.

En este caso la solución es aplicar el mismo procedimiento que el planteado


para la problemática de la formación en V o formación de horqueta, teniendo
siempre en cuenta que se requerirán entre 3 y 5 años para corregir el árbol,
dada la gravedad del problema.

Igualmente hay que aclarar que con un manejo mínimo de poda durante los
primeros años no debería llegar nunca la configuración en la estructura de
ramas del árbol que se muestra en el Gráfico I.
CRITERIO CUATRO: ¡NO SE PASE DE ROSCA!

Si bien este trabajo aborda la poda formativa o poda de conducción, este


criterio es válido para el efecto combinado de las distintas prácticas de poda
que ocurren durante la temporada.

Como REGLA GENERAL, se debe podar COMO MÁXIMO ENTRE


UN 25% Y UN 30% DEL ÁRBOLdurante todo el año, considerando
los efectos de todas las podas sumadas; es decir, teniendo en cuenta
los efectos combinados de la poda de formación, la poda de
verano y la poda sanitaria durante año en curso.

Es por ello que en el caso de presentarse una formación de horqueta o en V,


se recomienda una PODA PROGRESIVA LLEVADA A CABO A LO LARGO
DE TRES AÑOS, pues si elimináramos una de las dos ramas de una sola vez –
eliminación del 100% de la rama mediante un solo corte-, estaríamos
eliminando alrededor del 50% del árbol en la misma temporada; con lo que es
altamente probable que la producción del año o años siguientes se vean
afectadas negativamente.

Ahora bien, ¿por qué no podar más de un 25-30% en la misma temporada?


Pues una poda por arriba de dichos porcentajes afectaría negativamente
los rendimientos de cosecha del año siguiente, pudiendo llegar a afectar
los rendimientos incluso hasta a los tres años siguientes.
Esto se produce porque al eliminar un porcentaje tan significativo de la
estructura y masa foliar, todas las energías del árbol irán dirigidas a recuperar
su follaje (por lo que se fomentará el desarrollo vegetativo) y muchas menos
energías a producir nueces (menos énfasis en el desarrollo productivo).

A tener en cuenta: Siempre es conveniente podar, pero hay que tener el criterio
suficiente para saber hasta cuando podar y no pasarse de rosca.

CRITERIO CINCO: ¿PAR A DÓNDE SALEN LAS


R AM AS PRIM ARIAS?

Las ramas primarias son las que salen directamente del líder. Las ramas
secundarias en cambio, tendrán su origen en una rama primaria. A su vez, las
ramas terciarias tendrán su origen en una rama secundaria. Y así
sucesivamente.

En el nogal pecán, durante la etapa de dormancia se debe observar


que las ramas primarias tengan un ángulo con respecto al eje
central de entre 45º y 65º de abertura. Si bien estos ángulos pueden
parecerle a algunos productores “demasiado cerrados” durante el
período de dormancia, durante la etapa activa estas ramas asumen un
ángulo mayor debido al peso del follaje y la carga de nueces que
deben soportar. Sus ángulos por lo tanto, no puede ser ni demasiado
cerrados (menores a 45º) ni demasiado abiertos (mayores a 70º).
Ángulos demasiado agudos -cerrados- podrán observarse en ramas primarias
que tienden a desarrollarse en forma paralela al eje central, y con mínima
separación con respecto al mismo. Además de no fructificar, al desarrollarse en
la parte interior de la copa tienen una inclinación natural a estirarse (crecer
verticalmente) para buscar más luz y temperatura solar. De esta forma se
constituyen como competidores naturales del eje central, consumiendo una
importante cantidad de energía -restando estos valiosos recursos que servirían
de otra manera para el desarrollo del líder y ramas más productivas- y
sombreando el interior de la copa; con lo que se verá dificultada la brotación y
fructificación a partir de cargadores[5] que surjan directamente del líder. Dicho
de otra forma: consume recursos sin generar beneficio alguno.
En el Gráfico puede observarse la eliminación de ramas por tener un ángulo
muy cerrado con respecto al eje central (a y b).

Adicionalmente se muestra la eliminación de ramas que se encuentran por


debajo de una altura de 1,5 metros, de acuerdo a lo comentado en el Criterio
Tres.

A tener en cuenta: no se apure en eliminar las ramas que se


encuentran por debajo del metro y medio (1,5 metros). Tiene tiempo:
como máximo elimine entre dos o tres ramas por año por debajo de
dicha altura.
Ramas con un ángulo muy abierto (por arriba de 70º con respecto al eje
central), también deben ser tenidas en cuenta para eliminarse en el futuro
(cuando haya otras de mejor ángulo que crezcan del eje central), pues al vestir
su follaje y cargar una gran cantidad de frutos durante su etapa activa el ángulo
que forma con respecto al eje central tenderá a abrirse más (por encima de
90º), generando presión y probablemente el quiebre o desgajamiento de la
rama primaria en su unión con el eje central.

Puede observarse en el Gráfico L el caso de un árbol como el visto


anteriormente, pero cuya primera rama (d) tiene un ángulo muy abierto (de 80º
a 85º) en la unión con el eje central cuando el árbol se encuentra sin follaje y
frutos (dormancia) y cuando el mismo árbol se encuentra con follaje y frutos
(etapa activa).

Puede observarse como el peso ejercido por el follaje y los frutos en la etapa
activa genera un ángulo más abierto (superior al 90º), lo que ejerce una presión
importante en la unión entre dicha rama primaria y el líder.

Si la carga es considerable, esta situación no solo conlleva un riesgo elevado


de quiebre o desgajamiento de la rama primaria a la altura de la unión con el
eje central; sino que también torna a dicha rama improductiva, por lo que
deberá ser finalmente removida.

Gráfico L. Presión ejercida en la unión entre rama primaria y eje central por
efecto de ángulo abierto en dicha rama (d) para un árbol sin follaje ni frutos (en
dormancia) y para el mismo árbol cuando se encuentra con follaje y frutos
(etapa activa).

En el caso del ejemplo de la rama (d) del Gráfico anterior, se deberá proceder a
remover la rama ya que la misma durante la etapa activa adopta un ángulo con
respecto al líder superior a los 90º, por lo que se desarrollará débil y no tendrá
productividad.

Otro tema es importante es la dirección que deben tener las ramas primarias a
todo lo largo del eje central, a medida que estas se desarrollan a mayor altura.

Las ramas primarias deben salir en forma helicoidal alrededor del tronco; es
decir, en todas las direcciones.

Para simplificar, supongamos un árbol de pecán que cuenta tan solo con cuatro
ramas primarias. La vista superior del eje central y la distribución ideal de sus
ramas primarias sería la que se muestra en el Gráfico M.

La lógica de conducir el árbol de esta manera es lograr una mejor distribución


del peso en forma equilibrada en todas las direcciones, y permitir la mayor
exposición posible del follaje a la luz y temperatura solar, para maximizar los
rendimientos productivos.
Gráfico M. Vista aérea de árbol de 4 (cuatro) ramas primarias

Considerando la distancia existente entre el origen de una rama y el origen de


otra rama sobre el eje vertical, lo ideal es lograr una separación de al menos 20
a 35 centímetros entre ramas primarias.

EJEMPLO: Si se siguen correctamente las dos últimas prácticas de conducción


señaladas, en su etapa de adultez el nogal pecán tendría la primer rama
primaria (la más cercana al suelo) en un ángulo de 50º con respecto al eje
central y estaría apuntando en dirección al sur por ejemplo. La segunda rama
primaria (la segunda más cercana al suelo) tendría por ejemplo un ángulo de
45º y estaría apuntando hacia el este, mientras que la tercera rama tendría un
ángulo de 60º y estaría apuntando hacia el norte. Finalmente la última rama
tendría un ángulo de 45º y estaría apuntando al oeste. Los orígenes de estas
ramas (sus uniones con el líder) deberán estar separadas entre sí por al menos
20 a 35 centímetros.

A tener en cuenta: cuando se esté conduciendo un árbol desde joven,


se debe buscar desarrollar progresivamente de 6 a 10 ramas primarias
ordenadas en forma helicoidal a lo largo del eje central y separadas
entre sí por entre 20 y 35 centímetros cada una. Los árboles que
tienen mayor cantidad de ramas de tamaño medio se pueden
cosechar en forma mucho más sencilla con un shaker mecánico que
aquellos pecanes que solamente cuenten con dos o tres ramas
primarias de mayor tamaño relativo.
A la hora de podar el árbol, tenga siempre en cuenta cuál es la estructura ideal
y siempre trate de conducir el árbol hacia dicha estructura ideal.

Dado que no hay dos árboles que sean iguales entre sí, lograr una estructura
con una distribución tan ordenada resulta sumamente difícil, pero igualmente al
dirigir sus esfuerzos a acercarse lo más posible a dicho patrón ideal se logrará
que el árbol se desarrolle y produzca de manera más acorde a lo que se
espera de él.
CRITERIO SEIS: ¿Y LAS RAMAS MÁS FINAS PARA
DÓNDE SALEN?

Por ramas finas nos referiremos aquí a las ramas secundarias, ramas
terciarias y ramas cuaternarias. A este grupo de ramas se las denominará
aquí indistintamente como “RAMAS PRODUCTIVAS”.

La denominación común no es casual: es en los extremos de estas


ramas donde se dará mayormente la floración, fecundación y
amarre del fruto; es decir, estas ramas son las que generan
producción de nueces.
Es sabido que las ramas productivas deben tener como máximo entre 40 y 60
centímetros de largo durante la temporada para poder fructuficar. Estas ramas
son conocidas como cargadores y su papel fundamental consiste en producir
nueces.

De acuerdo a este criterio, se debe efectuar la poda con el fin de ir abriendo el


árbol para permitir mayor ingreso de luz y temperatura solar hacia el interior de
la copa y al mismo tiempo seleccionar las ramas que tengan mayores aptitudes
productivas, para que las mismas también sirvan posteriormente para seguir
conduciendo al árbol hacia la estructura buscada en el futuro.

En primer lugar, se deben despuntar las ramas que se estiran demasiado


durante la temporada removiendo su desarrollo terminal para dejarlas de una
largo de entre 40 y 60 cm. de largo. Esta práctica promueve la brotación de
pequeñas ramas laterales, lo que brinda una mayor posibilidad de encontrar
nueces (en esta rama o en ramas que tengan su origen en la misma) en
temporadas siguientes[6].

Si no se las rebaja, consumirán energía para fomentar su desarrollo vegetativo


que se manifiesta en el crecimiento apical de las mismas.

Adicionalmente, si una rama se estira demasiado durante la temporada, no solo


no tendrá producción durante el año en curso y el siguiente, sino que tenderá a
desarrollar su follaje en su extremo (provocando el efecto sombrilla) y
reduciendo la penetración de luz solar en la copa, con lo que se reducirá
además la brotación de cargadores hacia el interior de la copa, con lo que
finalmente se verá reducido por partida doble en rendimiento productivo del
pecán.

Otros consejos:
Si recordamos la forma de V invertida o arbolito de navidad a la que se hacía
mención en el Criterio Uno, entonces resulta evidente que deberán rebajarse o
podarse completamente las ramas que se extienden más allá de los límites
naturales de la copa.

Se deben remover las ramas que se cruzan entre sí, las que se dirigen hacia el
líder y aquellas que crecen en forma paralela al líder.

También se deben remover aquellas ramas que se dirigen hacia abajo pues
terminan siendo improductivas.

El invierno es una buena época para podar aquellas ramas muertas o que
estén dañadas (es lo que se conoce como poda sanitaria).

Eliminar chupones[7].

Recuerde promover un buen espaciamiento entre rama y rama que tienen su


origen en el eje central. Hay que espaciar las ramas laterales en forma
uniforme alrededor del líder para prevenir el amontonamiento cuando las ramas
comienzan a crecer en diámetro.

Para ramas que salen del mismo nudo se debe proceder a elegir la que en
suma está mejor posicionada y muestra la mejor dirección y eliminar el resto.
En este caso se le debe dar prioridad en la elección a la rama que permite
“abrir” más el árbol.

Un ejemplo de este caso se da en el caso de dos ramas que tienen el mismo


origen y una sombrea a la otra al crecer exactamente encima de la otra. En
este caso se procede eliminar la que va más vertical y dejar la que tiene una
dirección más horizontal; como puede observarse a continuación.
En el Gráfico O expuesto a continuación puede observarse algunos consejos a
tener en cuenta para llevar a cabo un proceso de poda exitoso (siempre
eliminando menos de un 30% de la estructura del árbol).
Gráfico O. Proceso de poda de temporada eliminando menos del 30% de la
estructura del árbol.

CRITERIO SIETE: EL SOL TAMBIÉN JUEG A

Muchas veces las dudas pueden presentarse a la hora de determinar por


donde se empieza a podar. Lo ideal en estos casos es tomarse el tiempo
suficiente y dar varias vueltas alrededor del árbol para estudiarlo de todos los
ángulos.

Proceder de esta manera puede ser una ayuda invaluable a la hora de elegir
dos o más ramas que compiten para ser el líder: darle vueltas al árbol y
observarlo desde diferentes ángulos seguramente nos dará una mejor
percepción de que rama tiene mayor potencial para desarrollarse como líder.

Es conveniente que la cara que da al oeste sea la que primero y mejor “se
abra” para permitir que el solo “entre” al interior de la copa.

A tener en cuenta: conviene siempre que el árbol esté “más abierto”


en su cara oeste que es de donde recibe más horas de luz y
temperatura solar.
Finalmente, para plantaciones adultas el sol nos puede dar un buen indicio de
si la plantación permite la entrada de luz solar o no. Esto se puede constatar
fácilmente observando si la luz solar puede ingresar hacia el interior de la
plantación o sí; por el contrario, las copas generan un “efecto techo[1]” en la
plantación, impidiendo la entrada de luz y temperatura solar.

Al no permitir la entrada de luz y temperatura solar, el efecto techo genera un


microclima debajo de las copas de la plantación y a nivel de suelo, pues hay
una mayor conservación de humedad ambiente y menor circulación de aire que
acentúa la humedad, lo que convierte al suelo de la plantación y al interior de
las copas en ambientes propicios para la proliferación de hongos. Esta
situación puede afectar el follaje de las plantas, hacer decaer el volumen
productivo (donde no da el sol no se desarrollan cargadores ni follaje y no hay
producción) y disminuir la calidad de la nuez por el efecto perjudicial de los
hongos.

¿Cómo se evita este efecto? Reduciendo el radio/diámetro de las copas de sus


árboles para permitir el ingreso de los rayos solares. Como regla general, en
cualquier momento entre las 9:00 y las 18:00 se debe procurar que al menos
el 33% de la superficie del suelo de la plantación esté iluminada/ocupada
por luz solar, mientras que el 67% restante puede permanecer ocupada por
sombra. Esta regla se denomina “regla del tercio” y cobra importancia cuando
la plantación ha llegado a su etapa de madurez y se busca que la misma se
mantenga lo más saludable posible.
En plantaciones que aún no han alcanzado la etapa de madurez no tiene
sentido corroborar la existencia del efecto techo pues las copas de árboles
jóvenes aún no tienen la envergadura suficiente para dificultar el ingreso de luz
y temperatura solar a la plantación.

CRITERIO OCHO: AL QUE MADRUG A

¿Cuándo se debe empezar a podar? Respuesta: LO ANTES POSIBLE.

Mientras antes se comience con la poda, más fácil será lograr un árbol
conducido a eje central y con una estructura de ramas bien equilibrada. De esta
manera la poda de formación en plantas jóvenes asegurará plantas más
vigorosas y con mayor producción.

Para árboles recién plantados, el primer proceso de poda (extremadamente


simple y rápido) se llevará a cabo cuando haya transcurrido su primera
temporada activa; es decir, en el invierno del año siguiente. En esta ocasión
comienza a delimitarse aquella rama que tenga mayor potencial para cumplir el
papel de eje central.

Si la poda se realiza adecuadamente y desde una edad temprana, es muy


posible que luego de unos cuantos años el árbol no necesite más su ayuda,
pues ya contará con una estructura idónea.

Veamos a continuación en el Gráfico P dos procesos de conducción.


En la conducción correcta puede observarse una correcta elección y
conducción a líder central luego de haber transcurrido la primera temporada
activa. Posteriormente se desarrollan las ramas primarias en forma helicoidal a
lo largo del líder y posteriormente se conducen dichas ramas para lograr un
mayor desarrollo de cargadores.

En la conducción incorrecta puede verse como se da un primer paso erróneo


al no seleccionar y darle predominancia a un líder central bien delimitado. Al
año siguiente este problema se agrava al engrosarse las ramas en
competencia, para terminar finalmente con un árbol sin líder central, con poco
ingreso de luz al interior de la copa y en resumen; una estructura deficiente.

Cuando el árbol ya alcanza cierto desarrollo vertical, de a poco y con paciencia


se puede comenzar a levantar la pollera del mismo (comenzar a eliminar
paulatinamente sus ramas más bajas) para darle altura.

Como ya se comentó varias veces en este trabajo, lo importante es ir abriendo


el árbol para maximizar el ingreso de luz y temperatura hacia el interior de la
copa. El ingreso de luz es esencial para el desarrollo de la floración y para
lograr un óptimo prendimiento del fruto.

A pesar de que haya árboles que pueden estar expuestos a luz plena todo el
día, un follaje demasiado denso –es decir: una copa cerrada- puede llegar a
impedir que la luz llegue a penetrar más de 30 o 45 centímetros hacia adentro
de la copa. Abrir la copa también permite un adecuado flujo de aire en el
interior, lo que a su vez permite que la humedad se seque rápidamente y se
minimice la incidencia de hongos hacia el interior de la copa. Adicionalmente,
una copa abierta permite una mayor penetración de fungicidas y pesticidas, lo
que ayuda a mantener más saludable el árbol.

Hay otras ventajas de abrir el árbol: permite además limitar el crecimiento de


ramas a un nivel manejable, promueve la fructificación [hacia el interior de la
copa] y el desarrollo de brotes secundarios horizontales a lo largo de la rama a
la cual se le ha realizado el corte o rebaje.

A tener en cuenta: si la poda no se lleva a cabo durante los primeros


años, la poda realizada posteriormente posiblemente ocasionará una
reducción en el volumen de producción, pues dicha poda correctiva
necesariamente deberá más severa e invasiva.

CRITERIO NUEVE: LA P OD A ES UN PROCESO


PROGR AM ADO

Un proceso de poda lleva tiempo y no puede hacerse de un día para el otro.

Como mínimo se necesitan cinco años de conducción del árbol para lograr una
buena estructura. Cada árbol será diferente al resto a pesar de todos sus
intentos por intentar que los mismos se vean iguales. Por lo tanto, cada árbol
tendrá necesidades de poda particulares y diferentes a la de otros árboles.

Más allá de ello, si se siguen estos criterios generales de poda y una vez que el
árbol esté bien formado, a futuro solo restará mantener al árbol con el tamaño
deseado; es decir, con el diámetro de copa y la altura que sean más
convenientes para que el árbol sea manejable y se logre maximizar la
producción.

El diámetro de copa va a estar determinado por el cuadro de plantación


elegido. A mayor intensidad del cuadro de plantación menor será el diámetro
de copa de cada árbol, teniendo en cuenta además que necesariamente se
debe respetar la regla del tercio en plantaciones adultas.

La altura por otra parte, debe ser la que permita manejar el árbol sin
inconvenientes. En este caso se aconseja que la altura del árbol; definida aquí
entre la distancia del origen de la primera rama –la rama cuyo origen está más
cercano al suelo- y la terminación apical del líder (la punta del líder) sea la
misma que el diámetro de copa.

Como ejemplo, en un cuadro de plantación de 7x10 el diámetro de la copa


sería de 7 metros (radio de 3,5 metros) mientras que la altura sería de 7
metros.
Como enseñanza general de este instructivo debe quedar la idea de que tanto
estructura como tamaño del árbol pueden y deben ser programadas,
determinadas y manejadas íntegramente por el productor, mediante una
conducción adecuada del nogal pecán, con el fin de aumentar la rentabilidad
actual y potencial del árbol, disminuir los costos extras de manejo, regular los
rendimientos productivos al reducir la alternancia y aumentar la vida productiva
del árbol.

Gráfico Q. Conducción progresiva a partir de 4 (cuatro) procesos

Referencias:
 [1] Esto puede comprobarse realizando una pequeña incisión con una navaja o
cuchillo sobre el tronco, prestando atención a la coloración que subyace a la
corteza).-
 [2] El sistema de poda de vaso o copa abierta de bajo viento y ramas cargadoras
laterales busca la eliminación del eje central o líder permitiendo que la luz y
temperatura solar entren al interior de la copa directamente desde su parte
superior. En esta metodología de poda la planta se conduce con 3 ó 4 ramas
principales no muy altas y abiertas en forma de “copa”, sin ramas primarias en su
interior, facilitando la penetración del sol al interior de la planta y la formación de
ramas fructíferas.-
 [3] Las ramas inferiores son las más largas mientras que a medida que vamos
subiendo la longitud de las ramas primarias decrece, para permitir una mayor
exposición a la luz y temperatura solar.-
 [4] Despeje: espacio libre “sin ramas” debajo de la copa de los nogales.-
 [5] Se denomina cargadores a las ramas de entre 10 a 20 centímetros
(elongación baja a media) que pueden surgir tanto del líder como de ramas
primarias, secundarias y terciarias; que presentan carga productiva -producción
de nueces- y mínimo desarrollo vegetativo.-
 [6] Posteriormente se pueden elegir las mejores ramas laterales y conducirlas
también de acuerdo a nuestras intenciones.-
 [7] Por chupón se conoce a aquellos brotes que tienen su origen ya sea del líder
central o en una de las ramas (por lo general al interior de la copa) que buscan
inmediatamente una posición marcadamente vertical. Se caracterizan por ser
brotes que crecen rápidamente (pueden alcanzar los dos metros o dos metros y
medio en la misma temporada si no se los elimina) y por no presentar
ramificaciones en toda su extensión. Adoptan por lo general un color más verde
que el resto de las ramas de su misma extensión.-
 [8] El “efecto techo” se presenta cuando el diámetro de la copa de cada árbol se
extiende más allá de los límites recomendables provocando que las distintas
copas -recubiertas de follaje- de árboles ubicados en diferentes líneas se toquen
al centro del espacio interlíneas o callejones.-

https://www.viveroanju.com.ar/blogs/informacion-tecnica/poda-de-invierno-en-plantaciones-
de-nogales-pecan

Das könnte Ihnen auch gefallen