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Libro Liderar con carácter y competencia

Ir más allá del título, la posición y la autoridad


Timothy R. Clark
Berrett-Koehler, 2016 más...

Reseña
Todos los días, en todas las acciones, usted elige si quiere ser un líder. Para aumentar
sus habilidades de liderazgo, debe forjar su competencia y carácter para trabajar con
eficiencia e inspirar a otros a que lo sigan. El consultor Thimoty R. Clark dice que la
influencia constituye la base del liderazgo, sin importar en cuántas personas influya,
y que esa influencia también requiere que usted sea una persona capaz y de buen
carácter. getAbstract recomienda su presentación a quienes están trabajando para
convertirse en líderes o para ser mejores líderes, independientemente de su posición
actual.

En este resumen usted aprenderá


 Cómo identificar los fundamentos del liderazgo;
 Cómo forjar su carácter y competencia como líder y
 Cómo cultivar los cuatro componentes tanto del carácter como de la competencia.

Ideas fundamentales
 El liderazgo es influencia. Ejerza el liderazgo decidiendo cómo vivir su vida.
 Algunas personas caen presas de 10 teorías erróneas sobre el liderazgo, como la de creer
que el carisma y la facilidad de expresión son rasgos necesarios para el liderazgo.
 La influencia es la base del verdadero liderazgo. Existe en un continuo entre dos extremos:
manipulación y coacción.
 Los líderes fuertes utilizan la persuasión, que se encuentra a la mitad de ese espectro.
 Su capacidad de persuasión surge de su carácter y competencia.
 Los pilares de la competencia son aprendizaje, cambio, juicio y visión.
 Los pilares del carácter son integridad, humildad, responsabilidad y coraje.
 Los grandes líderes poseen carácter y competencia; los líderes peligrosos carecen de
carácter, pero tienen competencia.
 Su carácter moral impulsa su liderazgo. Sin él, podría derrumbarse cuando le toque
enfrentar dificultades.
 Ser humilde le brinda claridad, lo protege de las exigencias de su ego, le permite apreciar a
otros que actúan bien y lo vuelve más flexible.
Teorías inútiles

Cuando la gente habla de liderazgo, a menudo citan supuestas reglas que, en


realidad, tienen poca validez. No sucumba a estas 10 teorías de liderazgo engañosas
e incorrectas:

1. Necesita carisma para proyectarse como líder.

2. Debe tener facilidad de palabra para convertirse en líder.

3. Necesita tener poder para que otros lo reconozcan como líder. Ayuda ocupar un cargo con
un título importante.

4. Debe tener de su parte a la edad.

5. Debe trabajar en asuntos sumamente importantes.

6. El liderazgo requiere que otras personas lo admiren.

7. Su pretensión de liderazgo es más fuerte si mucha gente lo conoce.

8. Para que otros lo vean como líder, debe tener ventaja sobre sus competidores.

9. Los líderes hacen mucho dinero o tienen acceso a un presupuesto grande.

10. Para ser líder, se necesitan credenciales académicas.

“El liderazgo no es un concepto etéreo. No es cinematográfico como se podría pensar. Se


trata de una cosa sencilla y profundamente humana: influencia”.

El espectro de la influencia

La gente puede satisfacer todos los supuestos requisitos convencionales para ser
líder y, aun así, no serlo. Por otro lado, un gran líder podría no satisfacer ninguna de
estas supuestas calificaciones. Una idea sorprendentemente sencilla, la influencia,
constituye la base del verdadero liderazgo. Con influencia, puede hacer que la gente
se extienda y actúe noblemente. No importa en cuántas personas influya, una o
muchas. Las personas influyen de manera natural unas en otras. Aun si no desea
influir en otras personas, tendrá ese efecto, y otras personas también influirán en
usted. Decida cómo desea afectar a la gente y hacia qué objetivos quiere dirigir sus
decisiones y acciones. Ejerza el liderazgo de la manera en que quiere vivir su vida.

Piense en el ejercicio de la influir en los demás como una actividad que se desarrolla
en un continuo. En un extremo se encuentra la manipulación, que busca ventaja
diciendo falsedades. Esta va de la manipulación inocua (una madre que engatusa a
su hijo para que coma) al comportamiento manipulador destructivo (las amenazas
que usan los prestamistas para atrapar a los prestatarios incautos). La coacción se
ubica en el otro extremo del espectro. Coacción significa forzar a alguien a hacer algo
que no quiere hacer, a menos que lo presionen.

“Alegrémonos de saber que el liderazgo se puede encontrar y, de hecho, se encuentra


principalmente en actos pequeños, sencillos y poco espectaculares que influyen en otros
para actuar mejor y ser mejores”.

Los verdaderos líderes pueden ejercer la persuasión, el punto medio entre la


manipulación y la coacción. La persuasión surge del carácter y la competencia.
Cuando tiene buen carácter, la gente cree en usted y lo que dice. Ser competente le
da autoconfianza con base en saber que tiene las habilidades y la capacidad para
cumplir sus compromisos.

Categorías de liderazgo

Los líderes no tienen que asustar ni aprovecharse de las personas para influir en
ellas. Pueden liderar porque la gente respeta su carácter y competencia, los
elementos básicos del liderazgo. Forje su carácter para inspirar a los demás y
aumente su competencia para que pueda trabajar con eficacia. Varios tipos de
liderazgo se derivan de diferentes combinaciones entre el carácter y la competencia:

“Durante siglos, la sociedad adoptó un modelo de aprendizaje permanente: aprender una


vez para una calificación permanente”.

1. Grandes líderes – Estos líderes tienen carácter y competencia altos. Dominar ambos
rasgos permite tener un efecto sustancial en los demás, enriqueciendo la inspiración y
dirección que les ofrece como líder. Si es un líder de este tipo, la fuerza innata de su carácter
evita que se sabotee a sí mismo fingiendo, extralimitándose en sus aspiraciones de rango y
posición o siendo demasiado afecto a la autoridad y el control.

2. Líderes ineficaces – Estos líderes poseen alto carácter, pero baja competencia. Estos
líderes tratan de posponer las tareas desafiantes. El temor los abruma y evitan hacer un
esfuerzo, así que solo intentan hacer aquello en lo que se sienten cómodos. Algunos líderes
empiezan siendo ineficaces, pero si algo los impele a alcanzar logros más altos, suelen
volverse más eficaces, aunque mejoran lentamente.

3. Líderes fallidos – No tienen ni carácter ni competencia. Los líderes fallidos no se


responsabilizan de sus acciones. Se rehúsan a aceptar las percepciones de los demás sobre
su desempeño. Rara vez toman en cuenta las exigencias con humildad y honestidad, para
volverse más eficaces. Les dan poco crédito a las contribuciones de otros y no admiten que,
para ser buenos en cualquier cosa, se requiere esfuerzo. Esos líderes buscan altos cargos para
esconderse detrás de títulos y proteger sus intereses.

4. Líderes peligrosos – Estos líderes son altamente competentes, pero carecen de carácter.
Una persona con gran intelecto que no es honesta posee los rasgos de un líder peligroso.
Estos líderes no ponen límites a lo que quieren y sacrifican su rectitud para conseguir fines
materiales. Sacrifican el bien de otras personas para satisfacer sus propios intereses. Son un
peligro con un efecto nocivo en otros seres humanos.
Los cuatro pilares del carácter

Usted puede fortalecer cuatro aspectos importantes de su fibra moral. Sin estos,
podría derrumbarse frente a los desafíos del liderazgo. Constituyen su fibra moral y
evitan que sucumba a la tentación de aceptar algo que no debería. Los cuatro pilares
y sus correspondientes rasgos principales son:

“Hay pocos principios en la vida organizacional que hayan sufrido una muerte tan
violenta e ignominiosa como la idea de la competencia permanente”.

1. Integridad

La combinación de hogar, vida religiosa y escuela antiguamente socializaban a los


niños y les inculcaban la importancia de la integridad. Sin embargo, muchos
elementos de la sociedad actual parecen haberse apartado de los principios
invariables de aplicación constante. Todos los seres humanos se enfrentan a la
tentación, pero la integridad depende de su aceptación de un conjunto de valores que
nunca desea infringir, sin importar cuál sea la tentación. La gente debe tomar
partido. Cuando asume el liderazgo, afecta a quienes le rodean. Usted es responsable
de sus acciones y tiene la responsabilidad personal de separar lo correcto de lo
incorrecto. Usted cosecha los frutos de sus acciones o vive con sus consecuencias. De
manera similar, cuando las acciones de otras personas le afecten, use su juicio,
reflexione sobre el impacto de su influencia y sobre cuánta persuasión aceptar.

“Cuando usted obtiene una visión personal de aquello en lo que puede convertirse, la
sensación interna de un estado futuro cambia el comportamiento”.

2. Humildad

La humildad se deriva de aceptar su falibilidad y los límites de sus conocimientos; lo


hace más flexible y evita que se intoxique con un exagerado sentido de identidad. Le
da la claridad y visión para actuar con ética. Lo protege de las exigencias de su ego y
le ayuda a sentir satisfacción por el éxito de otros. Compare la humildad con la
arrogancia, que lo ciega e induce a tomar decisiones equivocadas.

“Ted Williams dijo una vez que ‘Esperar el lanzamiento correcto es lo más importante para
un bateador’. Lo que es cierto en el béisbol es cierto en la vida y el liderazgo: los
movimientos brillantes se basan en la elección del momento oportuno”.

Los seres humanos dependen unos de otros. Especialmente en un marco


institucional, los individuos pueden hacer poco solos. Con humildad, puede aceptar
que depende de otros y sentirse agradecido por su contribución. Ese sentido de
reconocimiento lo protege de la arrogancia. Los líderes humildes aceptan los hechos,
pero los que ceden a sus egos distorsionan la realidad para resaltar su trabajo si las
cosas salen bien y negar su responsabilidad ante el fracaso. Los líderes humildes
aceptan las malas noticias con ecuanimidad. Los líderes arrogantes arremeten contra
quienes les rodean.
3. Responsabilidad

“El manual del Cuerpo de Marines de Estados Unidos define el coraje de esta manera: ‘la
fuerza moral, mental y física para resistir la oposición, enfrentar el peligro y soportar la
adversidad’”.
Los líderes destacados asumen la responsabilidad de los eventos a su cargo. En
cambio, los malos líderes no quieren que nadie evalúe su desempeño. Después de la
Guerra de Independencia estadounidense, el general George Washington presentó
su renuncia al Congreso Continental de EE.UU. Había hecho cosas tan
extraordinarias que podría haber tenido las recompensas que quisiera. Sin embargo,
este hombre comedido decidió no aprovecharse de la situación. Renunció a su
posición militar.

Los grandes líderes aceptan la responsabilidad por sus malas decisiones y cambian
el rumbo por voluntad propia, aun si otros no señalan sus errores. Evitan tres
tendencias que disimulan la aceptación de responsabilidad: no niegan los hechos ni
hacen responsables a otros, ni justifican sus acciones sugiriendo que no tenían
elección debido a factores que no podían controlar.

“Como atributo, la humildad tiene una reputación pública débil y mala fama. La gente
piensa que es débil, cobarde y condescendiente, cuando, de hecho, lo cierto es lo contrario”.

4. Coraje

Los líderes requieren coraje, pues enfrentan riesgos que complican sus decisiones y
pueden hacer que cometan errores. Los líderes deben diseñar las situaciones de
manera diferente. Aunque los ejecutivos pueden trabajar para conservar lo que otros
crearon, los líderes deben alterar el estado actual de las cosas, incluso si todos se
sienten cómodos. La mayoría de las restricciones profesionales o personales
empiezan dentro de uno mismo, pero mejorarse a sí mismo desde dentro requiere
valor. Hacerse cargo de influir en alguien que está asustado no es lo mismo que
ayudar a alguien que es apático. Puede instruir a alguien que siente miedo, pero es
difícil ayudar a alguien que no siente interés por nada.

“En el siglo XXI, la humildad se convertirá en una fuente creciente de ventaja competitiva
duradera, porque estamos trabajando en un contexto dinámico e implacable”.

Casi todo el éxito proviene de las agallas, la persistencia y la valentía, no del intelecto.
La gente con agallas tiene la fortaleza para seguir luchando, a pesar de las
dificultades. Necesita agallas para escuchar a otros y realmente prestar atención a lo
que dicen. Se requiere aún más valentía para animar a la gente a hablar cuando no
está de acuerdo con usted. Los líderes destacados les piden a los demás que
expliquen sus propias percepciones sobre si algo funcionaría o no.
Los cuatro pilares de la competencia

Para entender la relación entre carácter y competencia, considere un edificio. El


carácter son los cimientos y la competencia es la estructura que se levanta sobre los
cimientos. La competencia tiene cuatro componentes principales con rasgos
principales correspondientes:

“La procrastinación es un principio empresarial legítimo. Solo asegúrese de que lo está


usando a su favor”.

1. Aprendizaje

La globalización y la acelerada velocidad de obsolescencia significan que debe


aprender más rápido que lo que ocurren los cambios, o perecer profesionalmente.
Los que obtengan nuevas habilidades y percepciones sobrevivirán. Manténgase
dispuesto a aprender. Asuma la responsabilidad de aprender, trabajar con otros y
mantenerse flexible y apasionado en su búsqueda de conocimiento. Una vez que haya
salido de la escuela, haga el esfuerzo por obtener nuevos conocimientos sin que
alguien le enseñe o estructure un curso para usted.

“La capacidad para razonar éticamente no lo convierte en una persona ética; hacer lo que
es ético es lo que lo convierte en una persona ética”.

2. Cambio

Acepte que el statu quo es efímero. Adopte la actitud que Peter Drucker etiquetó
como “mentalidad de abandono planeado”. Esto significa reconocer que usted y su
empresa pueden enfrentar una pérdida constante de ventaja competitiva,
acompañada por la necesidad de mantener renovada su ventaja. Acepte las
turbulencias y cambios en el panorama empresarial debidos a la velocidad del
cambio y la interconexión de la economía global. Vaya más allá de la percepción de
la velocidad del cambio. Adáptese constantemente a lidiar con sus consecuencias.

“Como ser humano, enfrenta decisiones éticas que ponen a prueba su integridad. Los
líderes con integridad se gobiernan a sí mismos. Regulan su propio comportamiento e
imponen sus propios límites”.

3. Juicio

Los líderes deben desarrollar su capacidad de buen juicio, el tercer componente de


la competencia. Tener buen juicio le permite ver las cosas en contexto y tener en
cuenta los resultados probables de una diversidad de cursos de acción. Mediante la
aplicación de su juicio, los líderes pueden seleccionar a las personas con las que
quieren trabajar y las estrategias que desean seguir.

“Una visión es una semilla de la realidad, un retrato del futuro, una fuerza que da vida”.

4. Visión
Desarrolle su capacidad de conceptualizar el futuro. Piense sobre lo que podría
ocurrir antes de que suceda y considere cómo puede moldearlo. Trate de ser previsor
más allá de la planificación habitual. Recurra a su visión cuando ocurran cosas que
no anticipó. Inspírese en su visión, respaldada por su capacidad para descartar la
convención para tratar con los desafíos del liderazgo, según se requiera.

Sobre el autor
El doctor Thimoty R. Clark fundó LeaderFactor, una consultoría de cambio y estrategia, y BlueEQ,
una empresa de evaluación de inteligencia emocional. Escribe sobre cambio a gran escala y agilidad
estratégica.

Este resumen solo puede ser leído por Claudia Ramirez (clamar3@hotmail.com)

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