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de la justicia y la liberación de todo aquello que opri-
me la vida o atenta contra ella. Pero justamente por
eso, seguir a Jesús no significa abandonar la propia
historia como tarea a realizar, ni renunciar a la propia
responsabilidad personal, ni tampoco perder la dimen-
sión de aventura de la vida humana.
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MONICIÓN INICIAL
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ACTO PENITENCIAL
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ORACIÓN COMUNITARIA (COLECTA)
Padre bueno,
que «has sido nuestro refugio
a lo largo de las generaciones»
porque «desde siempre
y para siempre, Tú eres Dios».
Ayúdanos a vivir
la pobreza evangélica,
asumiéndola como superación
de todo egoísmo y de toda autosuficiencia,
y como desprendimiento efectivo
y disponibilidad,
al servicio de nuestros hermanos.
Te lo pedimos a Ti,
que vives y haces vivir.
Amén.
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LA PALABRA DE DIOS HOY
PRIMERA LECTURA
Es Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
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SEGUNDA LECTURA
Es Palabra de Dios.
EVANGELIO
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PARA COMPRENDER MEJOR LA PALABRA DE DIOS HOY
PRIMERA LECTURA
Sb 9,13-18
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SEGUNDA LECTURA
Flm 9b-10.12-17
EVANGELIO
Lc 14,25-33
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perspectiva y formulación lucanas, condiciones para
ser caminante cristiano o, lo que es lo mismo, discípulo
de Jesús. Esta última expresión se repite tres veces a
lo largo del texto (vs.26, 27 y 33), sintetizando en tres
esas condiciones.
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PARA LA ORACIÓN PERSONAL
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PARA EL DIÁLOGO ENTRE TODOS
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cer más de lo que en realidad podemos cumplir.
El ejemplo de la construcción de la torre que exi-
ge hacer una buena planificación para calcular
los materiales de que disponemos o del rey que
planea la batalla sin sentarse a estudiar sus posi-
bilidades frente al enemigo, es suficientemente
ilustrativo.
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PROFESIÓN DE FE
Creemos en Jesús,
hombre libre y solidario,
camino y meta del ser humano
y de la historia universal.
Profeta de la fe y la justicia,
se convirtió, por su resurrección,
en primicia de la Nueva Humanidad,
para gloria de Dios
y salvación de todo el mundo.
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Proclamamos que hay un futuro ilimitado
para cada mujer
y para cada hombre,
por encima y más allá del dolor
y la injusticia;
porque estamos seguros
de que el mal y la muerte
no tienen la última palabra
sobre la historia humana
y sobre nuestra propia historia,
que están en las manos del Dios de la Vida;
el mismo que resucitó a Jesús
y nos resucitará también a nosotros
a una vida nueva.
Amén.
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ORACIÓN DE LOS FIELES
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ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Derrama abundantemente
tu Espíritu sobre ellos,
para que se conviertan en Pan de Vida
y en Bebida de Salvación,
y nos fortalezcan en el empeño
de vivir las exigencias del Evangelio
a fondo y con radicalidad,
a fin de hacer realidad tu Reino
en nosotros mismos
y en nuestros ambientes.
Amén.
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ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS
Todos juntos:
Él es el signo visible
de la llegada de tu Reino,
y la prueba irrefutable
del amor infinito e incondicional
con que nos amas.
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Al pasar de este mundo a Ti,
a través de una muerte injusta,
él venció a la misma muerte
en su dominio,
y consiguió la liberación total.
Celebrante:
De la misma manera,
después de comer,
tomó una copa,
dio gracias
y se la pasó diciendo:
Y desde entonces,
éste es el Misterio de nuestra fe.
Todos:
Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
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Celebrante:
Envía tu Espíritu
en medio de nosotros;
ese mismo Espíritu que llenaba a Jesús
y que lo ayudó a mantenerse
lúcido y esperanzado
en medio del conflicto.
Que el Espíritu
mantenga encendida en nosotros
la memoria de Jesús:
que recordemos su vida entregada y solidaria,
junto con su muerte
y su resurrección liberadoras;
y que actualicemos constantemente
esa memoria,
para ser fermento de esperanza,
en este mundo tan falto
como necesitado de ella.
Acepta, Padre,
nuestro deseo de superar el mal,
y nuestra solidaridad
con los necesitados de pan,
de justicia y de libertad.
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Acuérdate de los que ya murieron,
ofreciendo su vida
por un mundo más humano
y más justo;
y admite a todos los difuntos
en tu Reino de amor.
Y cuando termine
nuestra peregrinación por este mundo,
recíbenos también a nosotros
en tu Reino,
donde esperamos gozar todos juntos
de la plenitud eterna de tu gloria.
Amén.
ORACIÓN FINAL
Ayúdanos a comprender
que las exigencias de Jesús,
bien entendidas,
no son negación
de nuestra libertad y autonomía,
sino todo lo contrario:
entrañan una ética de superación,
y señalan un camino
de autoliberación interior y de crecimiento,
para acceder a esa “Vida en abundancia”
que nos ofreces,
a fin de que se manifieste eso mejor
que cada uno y cada una tiene,
y que debe ser puesto
al servicio de los demás.
Amén.
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SUGERENCIAS PARA SEGUIR TRABAJANDO EN LA SEMANA
PARA REFLEXIONAR
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pa siguiente - de hondas repercusiones simbólicas para
la vida del niño que quiere hacerse hombre - es el ins-
tante en que comienza a caminar por sí solo. Entonces,
es necesario «abandonar» a la madre y soltarse para ca-
minar. «La madre» es el poder afectivo que contiene y
retiene; que alimenta, protege, cuida y acaricia, pero
del que es preciso desprenderse para crecer.
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Nada digamos del caso de quien elige una de las op-
ciones con plena ignorancia de lo que la otra significa.
En tal caso no podemos hablar de libre elección; por lo
tanto, no hay opción ni podrá haber madurez psicoló-
gica ni religiosa.
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nos, será un poco más auténtico que quienes eligen el
segundo camino: ya que no hay más remedio, seguir
adelante con la doble vida, con esa cosa híbrida que ni
es seguimiento evangélico ni es nada, pero que, «por si
acaso», conviene tenerlo a mano como garantía para
el «otro mundo». Y está la tercera posibilidad, la que
consideramos más madura: revisar ahora todo lo que
implica seguir a Jesucristo, ver sus pros y sus contras,
sus riesgos, lo que supone de cambio personal y social;
analizar el Evangelio, pensar, reflexionar… y finalmen-
te, - de esto nadie nos libra - decidir, pero decidir de
tal manera que esta opción adulta y consciente no nos
deje dudas sobre qué camino queremos seguir.
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Es así como tenemos que recibir la palabra que Jesús
nos dirige hoy: es la voz del padre que nos dice: «Ahora
que ya eres grande, a ver si eres capaz de decidir por ti
mismo. El camino que yo te presento es éste..., tiene
sus riesgos..., tú verás. Cuesta mucho dejar el regazo
protector de la madre pero, si no lo haces, ni podrás
crecer ni llegar a ser persona, ni tampoco transformar-
te en discípulo o discípula…».
2. Abandonar a la «madre»...
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te, si tenemos en cuenta cuáles son los criterios de la
madre-sociedad al respecto.
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PARA LA ORACIÓN PERSONAL
LEEMOS Y COMPRENDEMOS
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primer lugar, Jesús pide estar dispuesto a aban-
donar todas las seguridades, particularmente las
que proporcionan los lazos familiares (v. 26). En
aquella época, en la que no había seguridad social,
ni hos¬pitales, ni seguros de jubilación, la familia
lo era todo, porque se hacía cargo de los suyos y
era un punto de referencia social muy importante.
Pues bien, el discípulo de Jesús debe abandonar
esta seguridad y estar dispuesto a salir de su pe-
queña familia para crear vínculos con la gran fa-
milia del Reino. En la misma dirección apunta la
renuncia a sí mismo que señala también este ver-
sículo. Quien vive obsesionado por la propia vida,
el propio futuro, el propio interés, ha desplazado
a Jesús, lo ha descentrado de su corazón y se está
desviando en el camino del seguimiento. Observe-
mos ahora la segunda de las exigencias (v. 27).
¿Qué imágenes utiliza Jesús para presentarla?
¿Qué quiere expresar con ellas?
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MEDITAMOS Y ACTUALIZAMOS
ORAMOS
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BUENA SEMANA!