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RODRÍGUEZ TESTAL
PROFESORES TITULARES DE PSICOPATOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA
MANUAL DE
PSICOPATOLOGÍA
GENERAL
EDICIONES PIRAMID
2 / Prefacio
Prefacio
© Ediciones
Pirámide
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Introducción
; • :~- P:rámide
Introducción I 5
1
Para un estudio detallado acerca del desarrollo histórico de la
psicopatología, puede resultar muy útil la lectura del libro de Rosen, Alianza Editorial; el de Porter, R. (1989).
G. (1974). Locura y sociedad. Sociología histórica de la enfermedad Historia social de la locura. Barcelona: Crítica; o
mental. Madrid: el de Hare, E. H. (2002). El origen de las
enfermedades mentales. Madrid: Tria-castela
(original en inglés, 1998).
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6 / Introducción
testinal sin que los médicos descubran empezaría sin dilación a estudiar la
causas físicas a sus dolencias. Y, por «mente», la «psique», pero se
fin, algunos tienen que comprobar una desilusionó al oír al viejo filósofo
y otra vez si han cerrado la llave del gas renegar de la «mariposa etérea» para
antes de salir de su casa o lavarse las reivindicar, en cambio, el aire, el agua,
manos tantas veces al día y con tanta el fuego y otras «excentricidades».
intensidad que acaban por acudir al Un pensador de este tipo, de acuerdo
dermatólogo con heridas sangrantes. con la caricatura de Sócrates acerca de
Así que en todos estos casos, cuando Anaxágoras, intentaría explicar la
nos preguntan por qué, solemos conducta en términos de biología del
responder: se trata de problemas cerebro y física de los músculos y los
psicológicos, ya saben, la ansiedad, el huesos que permiten a un hombre estar
estrés, el modo en que les criaron los sentado tranquilamente mientras
padres, temores irracionales, espera al verdugo. Pero esta clase de
personalidades inseguras, inmaduras, explicación es, seguramente, la típica
desequilibradas... confusión de condiciones y causas.
Pero si convenimos en aceptar el Sócrates permanecía en prisión porque
enfoque natural de los trastornos él «eligió», en un acto de voluntad
mentales, ¿debemos entender que personal, guardar obediencia a las leyes
cualquier «problema» o «desorden» de Atenas antes que atender a su
mental es, en realidad, una enfermedad supervivencia personal.
al igual que cualquier otra enfermedad Además, decidió que huir sería
del cuerpo? ¿Acaso no confundimos, traicionar la misión filosófica a la que
con más frecuencia de lo que sería había consagrado su larga y fecunda
deseable, elevados motivos humanos vida: hacer que los hombres tomen sus
basados en principios o modelos de decisiones guiados por principios
vida o bien los hechos que configuran éticos. He aquí cómo, para Sócrates, el
la «psicopatología de la \ ida cotidiana» intento de comprender la conducta
con las formas más graves de humana fue primero y sobre todo una
psicopatología? ¿Es siempre adecuado indagación de los motivos que la gente
el término «enfermedad» para referirlo tiene para comportarse como lo hace.
a muchas de las conductas humanas Así que había sido la «filosofía»,
que intentamos comprender? casi encarnada en el mismo Sócrates, la
Para ilustrar estas dudas acerca de causante de aquel callejón sin salida.
motivaciones, irracionalidad e intentos ¿Es una locura morir para dar
de comprender lo aparentemente testimonio de un estilo de vida, de la
incomprensible, recurramos al retrato vida interrogadora? Quizá, responde
que Platón hace de Sócrates (Fedón, Platón, pero él enjuicia esta elección
97-98 a. C), al cual presenta como un acto de testarudez, por
discutiendo en la cárcel mientras supuesto no exenta de ironía y de
espera su ejecución tras haber refinada perversidad hacia la estulticia
preferido la muerte al exilio. Sus de sus contemporáneos, más que como
enemigos se preguntaban si estaba una expresión de locura.
loco; sus amigos estaban perplejos y Puede que esta y otras cuestiones
confundidos. Ni unos ni otros en- similares sólo planteen un problema a
tendían la situación, es decir, aquella los filósofos, que, según creencia muy
decisión «irracional» a todas luces. extendida, «desconocen» los duros
¿Cómo podemos explicar que datos de la realidad. Sin embargo,
Sócrates dialogase con calma mientras también interesan a las personas
esperaba la cicuta? Entonces, recordó a prácticas, a ese tipo de personas que
sus amigos el primer encuentro que tratan de ayudar a los pacientes
tuvo con Anaxágoras. El esperaba que, psíquicos, a los perturbados, a los
tal como el gran maestro prometió,
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entre ciertos eventos, por una parte, y poder estructurarse, a su vez, como
la desviación por otra. Se pueden ciencia.
diferenciar esas nociones llamándolas Pero es ciertamente difícil sintetizar
sabiduría popular, pseu-dociencia o conocimientos y elaborar teorías
superstición. La bibliografía popular válidas sobre un objeto tan proteico,
está repleta de generalizaciones defec- complejo y voluble como el que nos
tuosas sobre las condiciones ocupa. Y no se entienda esto como la
psicopatológicas y, por desgracia, manida disculpa del científico que
muchas veces se aceptan esas esconde su ignorancia con nubes de
generalizaciones sin valorarlas humo y divinas palabras ante la
críticamente, al tiempo que suelen ignorancia de los profanos. Sim-
dictar el modo en que la sociedad trata plemente es una realidad
de controlar las desviaciones de la incuestionable que debe aceptarse, sin
conducta.»12 dejar de trabajar para mejorarla.
En la década de los ochenta, Los problemas en torno a la
Polaino-Lo-rente se expresaba en definición del concepto de
parecidos términos: «La anormalidad, a la validez de los
psicopatología, como ciencia, está en modelos explicativos y su perversa
cierto modo aún por hacer. Y ello en unilatera-lidad, a la validez y utilidad
razón del estado en que se encuentra: de los sistemas de clasificación
un estado todavía pre-crítico en diagnóstica, a las concordancias y
muchos de los problemas que trata de controversias entre la investigación
resolver y, por consiguiente, básica y aplicada, entre otros, han
precientífico. La llamada crisis de la entorpecido el desarrollo de la
psicopatología reside en estar psicopatología.
parcialmente varada, todavía hoy, en Pero, según Berrios14, un autor nada
un estadio falto de objetividad. proclive a especulaciones gratuitas, las
Parodiando a Ortega, diré que lo que principales dificultades con las que
nos pasa a los psico-patólogos es que tropieza la psicopatología para elaborar
principios y teorías válidas sobre su
12
Sandler, J. y Davidson, R. S. (1977). Psicopato- objeto de estudio son las siguientes:
logía. México: Trillas.
13
Polaino-Lorente, A. (1983). Presentación a la edición
española de: J. D. Maser y M. E. P. Seligman, Modelos 1. La aprehensión del objeto, esto
experimentales en psicopatología. Madrid: Alhambra.
es, todo fenómeno
no sabemos lo que le pasa a la
psicopatológico en sí mismo,
psicopatología. Tal vez el día que lo
porque la introspección y la
sepamos podamos modificar realmente
observación, que aún son las
lo que en la conducta de cada uno
vías regias para la captación de
sucede psicopatoló-gicamente».13
fenómenos psíquicos, están
Gran parte del problema, en su
sujetas a múltiples
origen, parece residir en la necesidad
condicionantes por su carácter
de un cuerpo doctrinal que integre los
subjetivo y porque en el mismo
conocimientos procedentes de la
fenómeno psicopatológico
relación dialéctica sujeto-objeto:
coexisten, como ya se dijo, un
personalidad, conducta y mundo
factor biológico, que da
sociocultural. Porque la psicopatología
estabilidad y constancia al
se ocupa de un objeto de estudio que se
presenta bajo tres dimensiones
fundamentales: la biológica, la 14
Berrios, G. (1988). Historical background
psicológica y la social, y su objetivo to abnormal psychology. En E. Miller y P. Cooper
consiste en extraer conclusiones (Dirs.), Adult Abnormal Psychology. Edimburgo:
válidas del ser biopsicosocial para Churchill Livingstone.
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LECTURAS RECOMENDADAS
Bunge, M. (1980). Epistemología. anómala. Un enfoque cognitivo.
Barcelona: Ariel. Vaie".: _ molibro (edición
Eysenck, H. y Wilson, G. (1980). El original en inglés. 19v
estudio experimental de las teorías Villagrán, J. M. (2001).
freudianas. Madrid: Alianza ¿Necesitamos u-a
Universitaria. psicopatología descriptiva? A
Monedero Gil, C. (1996). rchivos dep tría, 64 (2): 97-100.
Psicopatología humana. Madrid: Szasz, T. (1994). El mito de la
Siglo XXI. enfermedad m Bases para una
Mora, F. (2004). ¿Enferman las teoría de la conducta pen
mariposas del alma? Cerebro, Buenos Aires: Amorrortu
locura y diversidad humana. (original en ingles 1
Madrid: Alianza Editorial.
Reed, G. (1998). La Psicología de la
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Conceptualización de la
psicopatologia
como ciencia básica
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estudio de fenómenos anormales y no
únicamente en cuanto a la conducta
anormal se ha preferido porque, de
acuerdo con Rossi Monti y
Stang-hellini4, la psicopatología se
dirige a lo que le sucede a la persona,
no sólo a los síntomas o ma-
nifestaciones anormales, sentido este
último que recuerda más a una
concepción médica.
32 / Manual de psicopatología general estos hallazgos con los de otras
ciencias y falsar los resultados del
estudio no son los trastornos o las sos anteriores por medio de una
enfermedades, sino las variables ~e::o (casi) experimental.
cognitivas y las expresiones anómalas
de las personas, quienes pueden o no
saber definirlas o apercibirse de ellas, 1.2. CRITERIOS DE
pero que suelen alterar su desarrollo, ANÁLISIS DE LA
funcionamiento y adaptación PSICOPATOLOGÍA
5
individual o social (pp. 38 y 39).
De este modo, la psicopatología se Uno de los componentes
constituye en la ciencia base de la fundamean caracterizan a la
psicología clínica, la psiquiatría y la psicopatología cees la alusión a los
psicología de la salud, disciplinas a las criterios o reglas <p el análisis de
que corresponde la aplicación de los su objeto de estudio de punto de
hallazgos alcanzados por la primera. vista teórico o conceptual . E§
No es semiología en sentido estricto, terios son el estadístico,
cuyo objetivo es exclusivamente la social-interr criterios biológicos y,
delimitación de los signos y síntomas, a modo de entera: pilador de los
y se centra, como se ha dicho, más bien anteriores y como concepì trai o
en las estructuras y procesos que nuclear que es, la propia definka
definen lo anormal, en lugar de hacerlo anormalidad en psicopatología.
en las conductas patológicas en sí El criterio estadístico es uno de
mismas o de forma exclusiva6. i referidos y utilizados en
Entre sus principales metas se sitúa psicopatologa la propia definición
la descripción pero, esencialmente, de anormalidad. '. asumirse, desde
aspira a alcanzar la explicación y un punto de vista práeña el empleo
predicción del fenómeno que se ha de la estadística ha perrmrcci: la
denominado anómalo e inusual; a investigación en psicología en
permitir construir modelos y teorías generi; la psicopatología en
que detallen su origen y particular. El prcòja este criterio es
mantenimiento; a contribuir a sistemas que puede genera: entre una
de clasificación que hagan viable la característica infrecuerr.e
comunicación entre profesionales y patología, por ejemplo, un gen:
que traduzcan la información mnemònico8 e incluso, como
individual (irrepetible) en sosten.- c: provocadora9, una
generali-zable (común y aplicable) persona alegre embargo, debe
(diferenciando, por tanto, las reconocerse que la maya te de los
clasificaciones diagnósticas y el diag- aspectos analizados en p- . han
nóstico clínico de la piscopatología); a necesitado de un análogo er
facilitar su aprovechamiento por parte
de las disciplinas aplicadas; a integrar
5
Belloch, A. e Ibáñez, E. (1991). Acerca del concepto de
psicopatología. En A. Belloch y E. Ibáñez, Manual de psicopatología tos y modelos en psicopatologia. En A.
(voi. 1, pp. 1-45). Valencia: Pro-molibro. Belicci. & din y F. Ramos (Eds.), Manual
6
Belloch, A. e Ibáñez, E. (1986). Presentación. En A. Belloch y
de psicopatc pp. 45-94). Madrid:
E. Ibáñez (Dirs.), psicopatología y procesamiento de la información
(pp. I-IV). Valencia: Promolibro. McGraw-Hill.
8
7
Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (1995). Concep- Luria, A. R. (1983). La mente del
mmmm Pequeho libro de una gran
memoria. Me\_.
9
Bentall, R. (1992). A Proposal to ( .•• -
-ness as a Psychiatric Disorder. Journal of
Mediai i 18, 94-98.
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no se ha logrado demostrar que lo que enfermedad (un c:: cepto generado por
tiene interés desde un punto de vista la sociedad, sus expecur-vas y el papel
psicológico se corresponda con un del enfermo).
sentido psicopatológico. Un El problema de la postura
inconveniente añadido procede de los esencialista u a tológica es que
instrumentos de evaluación utilizados confunde la esencia de la en:; medad
(cuestionarios, escalas, entrevistas), con su causa y la cosifica. No explka
sobre todo en lo que atañe a su validez, por qué un mismo agente da lugar a dos
es decir, si realmente son medidas que enfermedades distintas y una de sus
responden y diferencian lo que consecuencias es que algunos
pretende evaluarse. Con respecto a la tratamientos afectan tambie
vulnerabilidad, no queda claro si las organismo. En el caso del
puntuaciones elevadas obtenidas son nominalismo, la ; ficultad procede de la
realmente equiparables a las de los necesidad de superar tu mero conjunto
pacientes, es decir, si hay similitud de fenómenos clínicos, dado que no
fenoménica con la población normal. llega a la enfermedad como objeto real
(puede no progresar en su estudio). En
Salud, enfermedad, trastornos y la visió» subjetiva se entiende que la
adaptación medicina es ala» más que una biología
aplicada en la que tambisx interviene el
Los conceptos de salud y de paciente; ello supone que la
enfermedad llevan implícita una enfet-medad y la salud pueden llegar a
valoración de deseable o indeseable definirse es clave de disfunción (como
que aparentemente los polariza. Sin recoge excele: : mente Avia26). En
embargo, no es fácil separarlos con cuanto a la enfermedad come lesión,
nitidez ni es posible considerar la salud esencia del paradigma (bio)média .
de forma simplista como la ausencia de dificultad reside en establecer límites
enfermedad. entre m normal y lo patológico, entre
En el análisis del concepto de los niveles de gravedad, en la
enfermedad Luque y Villagrán25 consideración de las enfermedades,
25
que todavía carecen de un origen
Luque, R. y Villagrán, J. M. (2000). Conceptos de salud y
enfermedad en psicopatologia. En R. Luque y J. M. Villagrán,
definido o en la factibilidad de la
psicopatologia descriptiva: nuevas tendencias (pp. 19-38). Madrid: participación de más de a» factor
Trotta.
causal. En el caso de la definición
observan diferentes posturas:
desck la estadística, se alude más a las
esencialista (lo morboso es una
consecuencias que a la etiología o la
realidad, una esencia que subyace y
lesión, detectando ce viaciones que no
debe descubrirse); nominalista (entidad
son necesariamente perjudiciales u
funcional y relacional, no real; influyen
otras que sí lo son pero también so»
componentes fisiológicos, cons-
muy comunes (por ejemplo, el
titucionales y contextúales; por tanto,
incremento de azúcar en sangre con la
etiológi-camente multifactorial);
edad). Finalmente, k concepción social
subjetiva (la concepción de la de la enfermedad y de la salud subraya
enfermedad queda limitada si no se
la arbitrariedad de la división entre
conciben los síntomas subjetivos y el
ambas, lo que puede verificarse cuando
significado que el paciente da a sus
las conc _. tas desviadas se prejuzgan
síntomas); lesio-nal (la enfermedad
como enfermed.
implica una anomalía física
demostrable); la alternativa estadística
26
(o de desviaciones de una distribución Avia, M. D. (1993). Hipocondría.
normal), y la construcción social de la Barcelona ü tínez Roca.
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CAocaes Pirámide
Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 29
lo). Sabemos que hay trastornos que no disfunción dañina de Wakefield para
conllevan una alteración neurológica concretar lo que es un trastorno.
sino más bien significados Este autor observó las insuficiencias
representativos, pero no es el caso de de los que aludían de forma estricta a la
otras manifestaciones patológicas31. enfermedad, aunque no pudiera
El diagnóstico médico se ha basado comprobarse (reduccionis-mo
tradi-cionalmente en una progresión: biologicista), y los que la negaban para
síntomas, síndromes, enfermedades el estudio de la salud mental (vg.
(diagnósticos anatómicos) y, por fin, la Szasz). Aplicando el criterio
etiología (que se basa en las causas, no estadístico antes mencionado, hay
en los síntomas). Sin embargo, en el desviaciones desde un punto de vista
ámbito de la salud mental, los físico (medir 2 metros) que no son
diagnósticos fundamentados en los dos trastornos: afecciones (por ejemplo
últimos pasos son de aplicación muy tener caries) muy frecuentes, y que por
limitada. El concepto de trastorno tanto no se desvían de lo que se espera
surge para equiparar el diagnóstico al en la población, pero que se consideran
de enfermedad: síndrome o grupo de enfermedades, e incluso lesiones (una
síntomas que covarían y desde el que se verruga en un dedo),
realiza un diagnóstico empírico que consecuentemente anormalidades pero
orienta de forma práctica la que, si no son nocivas, es decir, si no
intervención32. Sin embargo, la ocasionan un perjuicio claro, no se
definición del trastorno a partir del consideran trastornos (o una
diagnóstico sindrómi-co resulta enfermedad) sino problemas.
insuficiente porque no permite sepa- En resumidas cuentas, hacer alusión
rarlo de los síntomas que igualmente se a las lesiones físicas como criterio de
aprecian, por ejemplo, como resultado un trastorno (enfermedad) puede
de problemas cotidianos o de la resultar problemático I e inexacto). En
un sentido comportamental hay
31
Wakefield, J. C. y First, M. B. (2005). Clarificación conductas desviadas de la norma que
de la distinción entre lo que es y no es trastorno: afron-
tamiento del problema del sobrediagnóstico (falsos po-
pueden ser frecuentes, como la
sitivos) en el DSM-V. En K. A. Phillips, M. B. First y H. descortesía, o comportamientos
A. Pincus, Avances en el DSM. Dilemas en el diagnós-
tico psiquiátrico (pp. 23-55). Barcelona: Masson (origi- dañinos, como la mala intención, pero
nal en inglés, 2003).
32
no son trastornos; de hecho, los
Caine, E. D. (2005). Determinación de las causas
llamados códigos Z recogen
exposición a situaciones de estrés. Por
situaciones o sucesos dañinos que no
este motivo un elemento diferencia-dor
se consideran trastornos. La definición
del trastorno es que incluye
de trastorno a partir de la disfunción
significación clínica (malestar,
dañinl abarca tanto el plano físico
discapacidad o deterioro en una o más
como el psicol gico y se fundamenta en
áreas de funcionamiento) y la exclu-
un criterio objet y explicativo: no es
sión de la característica del «contexto
posible el desempeño de una función
social» (que apela al concepto y
(corporal o mental) para la que
proceso de reacción).
Aun así, numerosas evidencias han
contrariado incluso la supuesta en psiquiatría. En K. A. Phillips, M. B. First y H
-Pincus, Avances en el DSM. Dilemas en el
demarcación cristalina entre los límites diagnósr.:: psiquiátrico (pp. 1-22). Barcelona:
de los trastornos y las respuestas Masson (original ex inglés, 2003).
33
homeostáticas o de adaptación33. En Widiger, T. A. y Clark, L. A. (2000). Tow
este contexto emerge la propuesta de mi DSM-V and the Classification of
Psychopatholog\ t chological Bulletin, 126,
946-963.
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PiriaM
30 / Manual de psicopatologia general
está diseñada por selección natural. por sus rasgos peculiares, no por los
Requiere también un criterio de valor o síntomas, como los anteriores grupos.
subjetivo, el daño, que se refiere al
perjuicio o privación que ocasiona el
componente citado34. Por ejemplo, un 1.3. PARADIGMAS
fallo cardíaco es una disfunción porque EN PSICOPATOLOGÍA
fracasa la tarea natural de este órgano y
se identifica como trastorno porque es Anteriormente se ha hecho alusión a
perjudicial para el individuo. La los criterios o propiedades del estudio
psicopatía representaría una disfunción en psicopatología; sin embargo,
en cuanto a la capacidad de seguir unas probablemente por la complejidad del
normas sociales, éticas, así como de objeto de estudio, tal vez también
sentir empatia hacia los otros; resulta porque esta ciencia no se ha
dañina, fundamentalmente, por las desplegado todavía de forma
consecuencias de este patrón de definitiva, lo cierto es que no hay
comportamiento hacia los demás. En unidad en las perspectivas que abordan
suma, Wakefield subraya que los y contribuyen a su crecimiento.
criterios sintomáticos son insuficientes El concepto de modelo puede
para considerar un trastorno; se indica aplicarse de forma genérica a una
como tal cuando una función diseñada escuela o corriente de estudio en una
por selección natural no puede disciplina (por ejemplo, modelo
desplegarse ante condiciones externas freudiano), como un análogo que luego
adecuadas para que pueda tener lugar es extrapolado (por ejemplo, modelo
(lo que supone analizar animal, modelo de condicionamiento)
cuidadosamente la relación contexto y o como un paradigma, esto es, una
síntomas). Sin embargo, tenemos manera de dirigirse a un objeto de
escasos conocimientos acerca del pro- estudio incluyendo una metodología
ceso de evolución sobre los síntomas específica. Se ha preferido manejar el
psicopa-tológicos; a pesar de los concepto de paradigma en lugar de
esfuerzos de Wakefield, resulta ardua modelo, a veces utilizados de modo
la separación de ciertos trastornos intercambiable, porque dentro de cada
frente a las respuestas adaptativas, y una de estas perspectivas se emplean
hay ciertas habilidades (como la diversos modelos o análogos para
lectura) que son de adquisición muy describir alguna parte de la realidad.
reciente en la especie humana como Por ejemplo, dentro de la perspectiva
para considerarlas producto de la cognitiva puede hacerse alusión al
selección natural. modelo co-nexionista o al modelo
De forma resumida, con un criterio computacional; o, en el paradigma
diferente del anterior y muy extendido biológico, se puede aludir al modelo de
en el ámbito de la psiquiatría, se la cascada amiloide para la enfermedad
diferencia las verdaderas en- de Alzheimer o al modelo
fermedades mentales (como las dopaminérgico de la esquizofrenia. En
psicosis o las demencias) del resto de el sentido que se ha descrito para el
las (psico)patologías o trastornos paradigma, se ha de entender que la
psíquicos (las clásicas neurosis) que aplicación de sus diferentes modelos
escaparían al criterio somático. En un son descripciones acerca de la realidad
tercer grupo, las alteraciones de la y aproximaciones a ella
personalidad vendrían caracterizadas
34
Wakefield, J. C. (1999). Evolutionary Versus Prototype
Analyses of the Concept of Disorder. Journal of Abnormal
Psychology, 108, 374-399.
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Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 31
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Conceptualización de la pslcopatología como ciencia básica I 32
38
Slife, B. D. y Hopkins, R. O. (2004). Alternative - - .¡mptions for
Neuroscience: Formulating a True Mo-nism. En B. D. Slife, J. S. lzer y y J. J. Hudziak, La definición de la
Reber y F. C. Richardson (Eds.), '.cal Thinking About Psychology: psicopatología en el siglo xxi. Más allá del
Hidden Assumptions and Plausible Alternatives (pp. 121-147). APA.
Hoche, A. E. (1912). El significado de los complejos
DSM-V (pp. 237-254). Barcelona: Ars Medica
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41
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' Faraone, S. V. (2003). Definición de clases genéricamente (1999). Psy-
significativas en psicopatología. En J. E. He- chopathology: Description and Classification.
Annual
Review of Psychology, 50, 79-107.
42
Baca Baldomero, E. (2004). Un proyecto
de fu-
turo. Archivos de psiquiatría, 67, 3-16.
43
Tizón, J. L. (2004). ¿Se puede pensar
todavía en
una «sociogénesis» y en una «psicogénesis» de
las psi-
cosis? Archivos de psiquiatría, 67, 67-72.
C Ediciones Pirámide
Conceptualización de la psicopatologia corno ciencia básica I 33
Ediciones
Pirámide
34 / Manual de psicopatologia general
48
Loque, R. y Villagrán, J. M. (2000). Jaspers, K. (1977). Escritos
Modelos, ras y paradigmas. En R. Luque y J. psicopatológicos. Madrid: Gredos (original en
M. Villagrán, mmatología descriptiva: nuevas alemán, 1963).
tendencias (pp. 39-73). KTJ¿: Trotta.
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71
Belloch, A. y Olabarría, B. (1993). El modelo bio-psico-social:
72
Un marco de referencia necesario para el psicólogo clínico. Clínica y McHugh, P. R. y Slavney, P. R. (2001).
salud, 4, 181-190. LaspeM pectivas de la psiquiatría (2.a edición).
Zaragoza: PreaM Universitarias de Zaragoza
(original en inglés. 10 -
1
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C Ediciones Pirámide
Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 43
S Ediciones Pirámide
Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 45
Psiquiatría
Psicología
clínica
Psicología de la
salud
Neuropsicología
neurología, a través de la
neuropsicología. Con esta última se
comparte lenguaje (semiología) e
instrumentos de evaluación, aparte de
que esta disciplina proporciona una
«imagen» del cerebro en términos
conductuales (signos y síntomas) muy
útil para la psicopatología. Sin em-
bargo, la neuropsicología tiene mayor
interés sobre las lesiones orgánicas, 1.5. CLASIFICACIONES
por lo que su aplicación a los DIAGNÓSTICAS,
trastornos mentales sin una base DIAGNÓSTICO CLÍNICO Y
cerebral determinada es menor. Esta PSICOPATOLOGÍA
labor la desarrolla la neuropsicología Como se mencionó al principio, las
cognitiva que, además, asume una clasificaciones tienen que ver con la
dimensionalidad entre la enfermedad y psicopatología, aunque no se encuentra
la normalidad. entre sus objetivos prioritarios. Esto se
debe a que las clasificaciones se
refieren a trastornos (o supuestamente
enfermedades) y no a otras
consideraciones puramente
psicopatológicas. En otras palabras, no
existe una clasificación que aborde,
por ejemplo, dimensiones, de máximo
interés en psico(pato)logía y que
permitan guiar la investigación y el
desarrollo conceptual de esta ciencia.
La clasificación es una ordenación
de elementos en conjuntos o clases
basados en principios o reglas
(taxonomía). La nosología se refiere a
la clasificación teórica de las enferme-
dades y la aplicación de sus principios
la aborda la nosografía. Según la
estrategia taxonómica, se suele hacer
referencia a una clasificación
esen-cialista o natural (tipo Linneo,
Darwin; filática o filogenética) u otra
empírica basada en la es-tadística
(taxonomía numérica; fenética o
feno-típica); en función del proceso
implicado en la
Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 47
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98
Labrador, F. J., Echeburúa, E. y Becoña, E. (2000). 102
para la elección de tratamientos psicológicos efec-
Bermanzohn, P. C, Porto, L., Siris, S. G.,
Hacia una nueva psicología clínica. Madrid: Dy- Stron-
kinson. ger, R., Hwang, M. Y. y Pollack, S. (2003).
99
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Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 49
© Ediciones
50 / Manual de psicopatologia general
C Ediciones Pirámide
Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 51
cias en este sentido tienen que ver con arriba, las investigaciones recientes
John Hughlings Jackson (1835-1911), han puesto en evidencia el
quien apelaba a una ordenación funcionamiento integral cerebral en
jerárquica de las funciones cerebrales paralelo, no jerárquico, o mejor, no
que iba de las más simples y auto- únicamente de forma secuencial.
máticas a las más complejas. La En la actualidad, el enfoque
alteración cerebral (disolución) evolucionist¿ heredero de los
ocasiona la desaparición de las planteamientos descritos está
funciones (síntomas negativos) y la representado por la disfunción dañina
liberación de estructuras más de Wake-field. Este concepto alude al
primitivas (síntomas positivos). Henry fracaso de una función (biológica o
Ey (1900-1977) sigue esta concepción psicológica) para desempeñar la tarea
y asume que la patología (la diso- para la que está preparada (por
lución) es independiente de la etiología selección natural), por ejemplo, la
y representa el reverso de la regulación de la emoción (depresión) o
integración psíquica123. Autores como del funcionamiento cognitivo
Andreasen y Carpenter han tomado la (demencia); pero debe complemen-
tesis jacksoniana en el ámbito de la tarse con el concepto de dañino o
clínica esquizofrénica. perjudiciaL es decir, que representa
Se ha mencionado su procedencia una evidente desventaja (malestar y
de postulados evolucionistas (que no discapacidad). Una respue-:. preparada
darwinianos), inserta en la tradición de (como los miedos) no se considera un
la filosofía alemana de la naturaleza trastorno; las reacciones depresivas,
(Kant, Goethe, Herder), ligada a la pofj ejemplo, son respuestas al
obra de Spencer (1820-1903) y el ambiente para reponer energía y
recapi-tulacionismo de Haeckel recursos, por lo que no pued
(1834-1919). Desde esta posición considerarse patológicas.
evolucionista la organización je- Este planteamiento ha recibido
críticas fu damentalmente por parte de
123
Fariña, B., Ceccarelli, M. y Di Giannantonio, M.
(2005). Henri Ey's Neojacksonism and the Psychopatho-
quienes sostien que la clasificación
logy of Desintegrated Mind. Psychopathology, 38, 285- debe estar fundamenta en una
290.
124
Jimeno Valdés, A. (1985). Consciencia, conscien-
categorización roschiana125'126. Est
ciación y psico-socio-patología. Secretariado de Publi- autores cuestionan que algunas
caciones Universidad de Valladolid.
funciones mes tales no son cambios
ocasionados por la evc
rárquica de las funciones cerebrales es
un reflejo del propio desarrollo 125
Lilienfeld, S. O. y Marino, L. (1995).
filogenético (Jackson), y la Menlá
enfermedad mental da lugar a la Disorder as a Roschian Concept: A Critique of
Wakefielí
degeneración cerebral (como descarga «Harmful Dysfunction» Analysis. Journal
cerebral global) y no a una lesión local. ofAbno
Esta tesis fue muy influyente, como se Psychology, 104, 411-420.
126
pone en evidencia en la propia obra de Lilienfeld, S. O. y Marino, L. (1999).
Essentia
Freud (1856-1939) (las instancias Revisited: Evolutionary Theory and the Concept
psíquicas y su desarrollo), de Janet of M
(1859-1947) y, posteriormente, en el Disorder. Journal of Abnormal Psychology, 108,
modelo órgano-dinámico de Ey. Un 400-i
planteamiento afín a estos © Ediciones PiraaÉ
presupuestos es la psicopatología
natural sistemática de Jimeno
124
Valdés .
Las insuficiencias del modelo de
Jackson se pusieron de manifiesto por
su mecanicismo, la escasez de respaldo
a su concepción de la evolución y la
crítica certera de que la disolución
nunca suponía volver a la situación
anterior del desarrollo —propuestas de
Von Mo-nakow (1853-1930)—, así
como a la propia concepción jerárquica
del sistema nervioso —crítica de
Hoche—. Como se mencionó más
54 / Manual de psicopatologia general
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Conceptualization de la psicopatología como ciencia básica I 55
© Ediciones Pu
56 / Manual de psicopatologia general
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Conceptualization de la psicopatología como ciencia básica I 57
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Pirámide
Conceptualization de la psicopatologia como ciencia básica I 58
ê Ediciones Pirámide
Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 59
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60 / Manual de psicopatologia general
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Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 61
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Pira
62 / Manual de psicopatologia general
retraso mental, o sea, una «anormalidad Sus significados son, como ahora
negativa». En resumen, toda patología, veremos, extrapolables a la
física o mental, es también psicopatología como indicios de
anormalidad, pero no toda anormalidad determinadas condiciones anormales o
es patología. Por tanto, la patológicas de los individuos, aunque,
psicopatología se interesa por los por ejemplo, el concepto de signo en
aspectos anormales de la conducta, medicina designe siempre un indicio o
aunque no implique necesariamente hallazgo de naturaleza física o
una patología, esto es, no siempre biológica, como el signo de Babinski
conlleva disfunción, perjuicio o un (extensión anormal de los dedos del
diagnóstico de trastorno. pie cuando se excita la planta de éste
El empleo que se hace de estos en lugar de la flexión normal) en la
términos en los manuales al uso refleja, hemiplejía debida a una lesión de la vía
como en el caso anterior, la costumbre piramidal o de las porciones
de utilizarlos como sinónimos, arteriolaterales de la médula.
costumbre que también puede adop- Por ello, podemos aceptar que el
tarse a lo largo del texto por meros signo en psicopatología estaría más
motivos de conveniencia. próximo al sustrato neurobiológico que
Las definiciones anteriormente el síntoma y, al mismo tiempo, que
expuestas y la discusión al respecto determinados signos sean más especí-
remiten una y otra vez al concepto de ficos de algunos tipos de síntomas, de
anormalidad mental y de la conducta. manera que puedan establecerse series
Un concepto ciertamente polisémico, de disfunciones que conduzcan desde
como acabamos de ver, pero en el que lo más neurobiológico hasta lo más
convergen las diversas terminologías psicopatológico. Quiere decirse con
por cuanto pertenece a la entraña y a la esta última reflexión que la presencia
esencia misma del objeto material de la de signos iguales en patologías
psicopatología. diferentes debe hacernos pensar en la
Así que las preguntas clave, una vez existencia de sustratos neurobiológicos
más, son: ¿quién es anormal? y ¿en comunes a diferentes enfermedades o
función de qué criterios debe aplicarse síndromes.
dicha definición a una persona Un signo (del latín signum o señal)
determinada? Este problema tiene una es la manifestación o indicador
enorme relevancia, y no sólo desde el objetivo de un proceso o estado
punto de vista académico, sino también patológico y, al contrario de lo que
desde el clínico y el social, pues muchas sucede con el síntoma, es observado
decisiones prácticas dependen de dicha por el clínico más que descrito por el
conceptualización. paciente. Por ejemplo, constatar que
existe una temperatura de 39 grados y
medio al medirla con un termómetro,
1.9. CONCEPTOS BÁSICOS DE siendo la fiebre en este caso signo de
LA PSICOPATOLOGÍA una infección, del mismo modo que la
GENERAL huella de un pie sobre la nieve es signo
o señal de qu; una persona ha pasado
Los términos «signo», «síntoma» y por allí. Los signos cumplen ciertas
«síndrome» provienen del lenguaje características básicas: son observables
tradicional de la medicina, más de forma objetiva, cuantificables o
concretamente de la patología general, mensurables por procedimientos
y se refieren a la presencia de manifes- diferentes de la mera «apreciación» del
taciones morbosas o patológicas paciente, simples ea cuanto a su
correspondientes a los trastornos o posibilidad de adscribirlos a un sok
enfermedades que pueden detectarse fundamento o sistema biológico y
durante la exploración del paciente. constar
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64 / Manual de psicopatologia general
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68 / Manual de psicopatologia general
Lyi!ii!Mj.i|^/
^ Síndro Trastor
me no
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Pirámide
Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 69
160
Peralta, V. y Cuesta, M. J. (2001). How Many Schizophrenia? Issues Influencing their Ascertain and Which Are the
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Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 71
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Conceptualización de la psicopatología como ciencia básica I 73
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74 / Manual de psicopatologia general
CUADRO 1.1
Áreas de exploración psicopatológica
Ideas sobrevaloradas
Ideas obsesivas Ideas
delirantes
Motivaciones primarias
Sueño
Conducta alimentaria
Conducta excretora Conducta
agresiva Conducta sexual
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Conceptualización de la psicopatologia corno ciencia básica I 77
LECTURAS RECOMENDADAS
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PirámiJe
Psicopatología de la
consciencia
rimentar como tales los objetos que se vigilancia o alerta, lo cual se sustenta
muestran en el entorno, filtrados y en la interrelación de la formación
modulados a su vez por los procesos de reticular (SRAA), el tálamo (al que se
percepción y cognición, y, por último, ha considerado el órgano de la
3) la consciencia de sí mismo, en atención), el hipotálamo, la cir-
virtud de la cual nos sabemos y cunvolución temporal superior y el
conocemos a nosotros mismos como córtex pre-frontal medial.
seres vivientes y activos, además de Recordemos que el sistema reticular
biográficamente coherentes en un todo está situado a lo largo del tronco
unitario!' Este sector es el que se ha cerebral y se prolonga
denominado autoconsciencia, yo, sí anatomofuncionalmente en ciertos nú-
mismo o «mismidad». Permite la cleos talámicos y los núcleos
introspección, reconoce el propio dorsomediales del hipotálamo. Las
cuerpo (que se matiza del yo) y orienta numerosas aferencias de este sistema
en el espacio y el tiempo, todo ello en se proyectan de forma difusa sobre el
una solución de síntesis o integración1. córtex y son responsables del despertar
De todo esto se desprenden dos y del mantenimiento del estado de
situaciones básicas: vigilia.
Por fin, los factores
1. Una estaría caracterizada por el humorales-endocrinos (como la
conocimiento de sí mismo. Así adrenalina), de la neurotransmisión
que los aspectos subjetivos, (principalmente colinérgica),
afectivos y de sí mismo darían vegetativos (simpáticos y
como resultado la parasimpáticos), vasculares (riego
meta-cognición del soy sanguíneo) y sensoriales (afluencia de
consciente de que soy estímulos) completan dicha actividad
consciente, siendo la para que exista un funcionamiento
intencionalidad o voluntariedad, eficaz de la consciencia ¿ nivel
como ya se dijo, el factor neurofisiológico.
determinante. La explicación fisiológica se centra
2. Otra sería la asimilación por en la integración del funcionamiento
parte del individuo del continuo de áreas cerebrales distintas que
flujo perceptivo sin que se ocasionan estados biológicos
procese toda la información complejos. Se fundamenta en fenóir^
conscientemente. Ésta es una nos diferentes hoy en estudio: la
situación que puede conducir sincronía de oscilaciones de la corteza
tanto a la anterior como a la cerebral tras dispa-i rarse las neuronas
inconsciencia. De hecho, hay 40 veces por segundo (laj llamada
información que es recibida y oscilación gamma o de 40 hz); la ÜH
procesada en parte y que no tervención en un nivel físico-cuántico
alcanza el umbral de llegar a ser en los; microtúbulos de las neuronas
consciente: la percepción y/o en una te darwinista por la que la
subliminal. evolución permitió ua cerebro que
representa al organismo y sus
Y para que todo ello sea posible, es in-teracciones con su consecuente
condición indispensable disponer de un ventaja adar. tativa2.
substrato neurofisiológico que
proporcione un óptimo nivel de
1
Gastó Ferrer, C. (2000). Psicopatologia de la atención, 2
orientación y conciencia. En R. Luque y J. M. Vi-llagrán,
Damasio, A. R. (2002), Creación cerebral
Psicopatologia descriptiva: nuevas tendencias (pp. 467-493). de a mente. Investigación y ciencia, 28, 30-35.
Madrid: Trotta.
Ediciones
PiraHaJ
Psicopatología de la consciencia I 81
Pirámide © Ediciones
Pirámide
82 / Manual de psicopatologia general
CUADRO 2.1
* El siguiente nivel, para algunos, sería el coma, que apenas se diferencia del anterior salvo en que, según el grado, las reí-puestas
motoras son muy débiles o inexistentes y el trazado EEG tiende a ser isoeléctrico.
Niveles y grados de
consciencia
mismo, o consciencia del yo, es la fenomenológico, aunque también
certeza del individuo despierto y forme parte de la tradición
lúcido acerca de que «yo soy yo psicoanalítica, que en cierto se tido
mismo», es decir, que sabe acerca de refleja la cara subjetiva de la
sí, que se experimenta en un estado de personalidacl. la consciencia acerca de
ánimo, que percibe, que desea, que «mí mismo».
necesita, que solicita, que siente, que Ciertamente, puede distinguirse una
piensa, que actúa voluntariamente en consciencia de los objetos y una
la continuidad de su trayectoria vital. consciencia del pero en realidad la
El término «yo» se utiliza a menudo consciencia del yo está pn senté en
indiscriminadamente como sinónimo todos los estados de consciencia. que
de «personalidad». Sin embargo, su es una cualidad común a todas las exv.
significación es muy diferente. riencias psíquicas. Es justamente por
Personalidad es un concepto funcional esto palo que todos tenemos
que designa las características consciencia de que las experiencias y
biológicas y psicológicas propias y las vivencias personales son J»
exclusivas de cada individuo. El «yo» producto mental personal.
es un concepto, ante toe
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Psicopatologia de la consciencia I 83
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Psicopatología de la consciencia I 85
un guión clásico para diferenciar los Pero recordemos lo dicho más arriba:
trastornos de la consciencia en tipos la clave es la sensación subjetiva de
clínicos, las transiciones y poder, de energía y de claridad de
asociaciones entre unos trastornos y consciencia, porque, de hecho, la
otros son la regla más que la realidad es otra.
excepción. Si volvemos al cuadro 2.1, en el que
se exponían los distintos grados de
•Xj» Los trastornos del arousal (o consciencia, su correlato conductual y
del nivel de alerta o sensorio) se su expresión bioeléctri-ca en el EEG,
manifiestan según cuatro variantes: podemos percatarnos de que,
hipervigilancia, obnubilación, paradójicamente, el individuo no tiene
estupor y coma. por qué rendir mejor, ni atender mejor,
La clave de la hipervigilancia, ni adaptarse mejor al entorno.
como estado anormal de consciencia, Al contrario, rápidamente se
es el desorden de su actividad, observa, tras unos momentos iniciales
caracterizado por el exceso del nivel de de exaltación, cómo se reducen la
alerta secundario a la hiperactivación capacidad de concentración, del
de los sistemas neurofisiológicos que pensamiento, del juicio y de la
modulan la vigilia y la atención, reflexión crítica. Entonces aparecen
Durante dicho estado, la sensación emociones y estados afectivos
subjetiva es de claridad mental, de una desagradables, como ansiedad intensa,
captación más despierta y rica de las y algunos pacientes pueden entrar en
impresiones ambientales, acompañada estado de shock bloqueándose
de una mayor actividad rememorativa totalmente.
con típicas distorsiones de la vivencia Los estados de hipervigilancia
del tiempo. La percepción es más viva, también se producen muy
con una repercusión emocional más frecuentemente tras la ingesta de
intensa, y al individuo le parece estar sustancias 'alucinógenas, como el LSD,
viviendo una experiencia lúcida sobre la mescalina y algunas de las nuevas
cosas distintas de las habituales y sustancias de diseño, o de alcohol, al
cotidianas. Todo ello se acompaña de menos durante los primeros momentos
hiperac-tividad motora y verbal. de su ingesta, en los que se puede
Es bien conocido el engañoso efecto experimentar una hipervigilancia tran-
de ciertas sustancias estimulantes sitoria.
sobre el organismo, como las Pero no sólo se observa este
anfetaminas (en general trastorno por la ingestión de un tóxico,
noradrenér-gicos y sino que también aparece en el curso de
simpaticomiméticos-alucinógenos), ya algunos trastornos mentales graves,
que no incrementan el grado de lucidez como en las fases de manía de los
de la consciencia, sino que aceleran la tras-tornos bipolares (clásicamente
actividad psíquica y elevan la conocidos como psicosis
resistencia contra la fatiga y el sueño. maníaco-depresiva) o en los períodos
La sensación de poder, de fuerza in- iniciales de algunas esquizofrenias.
terior, de resistencia al cansancio, es En este punto es preciso aclarar dos
compartida por la gran mayoría. Al cuestiones importantes. La primera se
contar cómo se tienten, dicen: «estoy refiere al error de identificar el término
maravillosamente», «me -iento «hipervigilancia» como sinónimo de
animado como nunca», «puedo estado hipervigil o de elevación de la
aguantar lo que me echen», «estoy claridad de consciencia, ya que
flipando» o «menudo colocón». mientras el primero se refiere
Dicho así, parece algo propiamente a un estado anormal de la
extraordinario, y cualquiera desearía consciencia, el segundo define un
pasar por la experiencia. estado normal, es decir, el estado
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88 / Manual de psicopatologia general
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90 / Manual de psicopatologia general
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92 / Manual de psicopatología general
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Psicopatologfa de la consciencia I 93
7
Aunque la desorientación autopsíquica se estudia
tradicionalmente en los textos de psicopatologia en un capítulo o
juntamente a causa de su similitud, ya que una
sección independiente del de los trastornos del yo, me he permitido la lectura atenta de ambas entidades revela que
licencia de presentarlos aquí con- describen, en muchos aspectos, el mismo
fenómeno. Espero que así se evite el lector alguna
confusión al respecto.
© Ediciones
Pirámide
Psicopatologia de la consciencia I 95
8
Sierra-Siegert, M. (2000). Despersonalización: as- Psicopatologia descriptiva: nuevas tendencias (pp. 249-pectos psicopatológicos. En
R. Luque y J. M. Villagrán, 263). Madrid: Trotta.
A c/lOS c opio, i;OrOY*¿fr¿^^^fc^ fc<-,e/K^ _ 0 í i e ,
&L
O Ediciones Pirámide O ^ & U10i c *- * J *XP/t-c?
96 / Manual de psicopatologia general
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98 / Manual de psicopatología general
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Pirana»
Psicopatología de la consciencia I 99
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mente desenfocada en niños y adultos. Barcelona: Masson. 13
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100 / Manual de psicopatología general
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Psicopatología de la consciencia I 101
© Ediciones
Piráo»
Psicopatologia de la consclencia I 103
LECTURAS RECOMENDADAS
Baños, R. y Belloch, A. (1995). Eysenck, M. W. (1982). Attention and
Psicopatologia de la atención. En A. Arousal. Nueva York: Springer.
Belloch, B. Sandín y F. Ramos Pinillos, J. L. (1975). Principios de
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(voi. 1, pp. 165-186). Madrid: Editorial.
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Baños, R. M., Belloch, A. y Perpiñá, (1983). Trastornos de la atención y
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(voi. 2, pp. 551-604). Valencia: Reed, G. (1998). La psicología de la
Promolibro. experiencia anómala. Un enfoque
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Alianza Editorial. Vallejo Ruiloba, J. (Dir.) (2006).
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conciencia. Barcelona: Crítica Barcelona: Masson.
(original en inglés, 2000).
O Ediciones Pirámide
Psicopatología de la
percepción
y de la imaginación %»
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114/ Manual de psicopatologia general
• CUADRO 3.1
Semejanzas y diferencias entre percepción y
representación según el modelo de K. Jaspers 1
Percepción Representación
Corpórea u objetiva. Imaginaria o subjetiva. Localizada
Localizada en espacio externo. en espacio interno. Diseño
Diseño determinado o indeterminado o incompleto. Sin
completo. Fidelidad sensorial. fidelidad sensorial. Inconstancia
Constancia de la forma. de la forma. Dependencia de la
Independencia de la voluntad. voluntad.
sentaciones inventadas, y las fantasías expresivas de deseos del
representaciones mnésticas, que sujeto, las cuales son tomadas por éste,
actualizan una percepción vivida momentáneamente, como
anteriormente. Las representaciones construcciones reales.'Confusiones de
fantásticas comportan una recreación, este estilo pueden producirse incluso
que se refiere estrictamente a la en niveles de salud mental b a s tante
percepción, y no a la sensación idóneos.
primaria vivida en la percepción. Una En tanto la representación fantástica
representación de la fantasía podría se acompaña de la impresión subjetiva
definirse entonces como una de falta de familiaridad, la
percepción recreada en virtud de representación mnéstica tiene el halo
asociar los datos sensoriales con de familiaridad propio de lo ya vividoJ
imágenes mnésticas distintas de las Esta nota de familiaridad, en cuanto
que integraron en su día la cualidad diferencial entre ambas series
correspondiente percepción primaria. de representaciones, falla algunas
El sujeto suele experimentarla como veces en los niveles de salud mental
un objeto irreal, un objeto meramente problemáticos o francamente pa-
representado, que no había sido vivido tológicos, particularmente en el
anteriormente. agotamiem psíquico, las neurosis, las
En la representación mnéstica, la depresiones y la^ - " sis epilépticas.
percepción actualizada no es idéntica a /Las diferencias entre la memoria y
la percepción vivida, pero sí muy la tai tasía, entre la conservación de lo
semejante a ella. El sujeto la viejo y lan creación de lo nuevo, tienen
experimenta como un producto real, un carácter grac. -y relativo."El mismo
con la evidencia de que constituye algo material acumulado ei memoria está
ya vivido anteriormente. La nota de sujeto a transformaciones, esj
realidad o irrealidad vi-venciada por el cialmente la pérdida en precisión y
sujeto en la representación es un dato detalles el cambio del colorido
poco seguro para distinguir la repre- afectivo. Los proce de asociación y
sentación mnéstica de la fantástica. El evocación introducen más c bios en el
pensamiento fantástico, elaborado con mismo material.
la hiperfan-tasía, está integrado por
1
Jaspers, K. (1980). Psicopatologia general. Buenos Aires: Beta
(publicación original en alemán, 1913).
©
Ediciones
Psicopatologia de la percepción y de la imaginación I 115
© Edi<
Psicopatologia de la percepción y de la imaginación I 117
:Sionómicos de las personas que nos partido). También puede ocurrir que
cruzamos por la calle, equivocarse ciertas personas fanáticas o fáciles de
afleer un texto o al : un discurso. Pero sugestionar afirmen haber visto a fi-
este tipo de ilusiones también se guras religiosas e incluso oír cómo les
observan en otras dos circunstancias: hablan, transformando una percepción
en los pacientes con trastornos errónea en un milagro.
cerebrales secundarios a lesiones en el "Exceptuamos de esta clasificación
parénquima cerebral las llamadas ilusiones fantásticas o
como sucede en las arterioescelerosis, pareidolias, que se producen por un
parálisis general progresiva y acto de autoinducción voluntaria
traumatismos craneales graves) y en cuando una persona deja vía libre a su
los que sufren estados de excitación imaginación, por ejemplo «ver»
propios de los trastornos maníacos o de figuras más o menos definidas en las
la intoxicación por anfetaminas. En manchas de humedad de la pared o en
ambos casos, la capacidad para las nubes!'El proceso consiste en crear
mantener la atención es mínima, bien subjetivamente una semejanza con
porque el sustrato cerebral no permite cualquier estímulo informal, esto es,
la concentración (como sucede con los dar estructura formal a algo que no lo
primeros), bien porque la atención se tiene, que es vago y difuso. Recuérdese
dirige continuamente a tantos que éste es el fundamento del test
contenidos simultáneamente que proyectivo más conocido, el test de las
apenas se fija en cada uno de ellos manchas de tinta de Rorschach, basado
(como sucede con los segundos). Por en la teoría de que la presentación de
una u otra vía, se producen fenómenos un material poco estructurado en unas
ilusorios. láminas promueve la imaginación de
; Las ilusiones oníricas son propias de las personas, proyectando así sus
los estados enturbiados de la contenidos mentales en ellas.
consciencia (estados confusionales o
estados oníricos) pero que al mismo B) Las alucinaciones se definen
tiempo tienen un carácter productivo I como percepciones sin objeto. Por
manifestación de trastornos tanto, se trata de la invención de un
perceptivos y delirios). Recordemos objeto inexistente ya que no se
que en el capítulo sobre los trastornos fundamenta en estímulo alguno. Ahora
de la consciencia se decía que, en bien, para admitir dicha definición
dichos estados, que podían ser globales deben plantearse dos condiciones:
idelírium) o parciales (estados
crepusculares), las ilusiones pueden 1. Que no todas las experiencias
coexistir con alucinaciones, sobre todo alucina-torias son propiamente
visuales, y con percepciones reales. percepciones.
Las ilusiones por modificaciones 2. Que la exigencia de que no
del humor y de las emociones están exista una excitación sensorial
determinadas por sentimientos real como pretexto de la
internos'! Por eso se llaman alucinación no es siempre com-
catatími-cas, ya que se deforman probable.
objetos o situaciones por influencia de
los sentimientos! Muchas veces, La carencia de una definición que
cuando recordamos un hecho, no lo sea totalmente aceptable para las
hacemos como fue, sino como alucinaciones se debe a que muchos de
desearíamos que hubiese sido; en otras los fenómenos que tomamos por tales
ocasiones, percibimos algo no como son muy numerosos y variados. De
es, sino como desearíamos que hiera hecho, los sueños son entendidos como
(recuérdese el ejemplo anterior del aluci-
hincha apasionado presenciando un
S Ediciones Pirámide
118/ Manual de psicopatología general
© Ediciones "
Psicopatologia de la percepción y de la imaginación I 119
CUADRO 3.2
Así que, en los tres casos, se percibe 3. Lo vivencia como real, no
algo que realmente no existe, pero teniendo el paciente sentido de
mientras que un paciente dice percibir absurdo.
ese algo: 4. Su conducta es congruente con
la vivencia alucinatoria.
1. Con gran fidelidad.
2. Por un canal sensorial concreto Y, por fin, un tercero dice que lo
(es decir, que lo percibido se percibe:
produce fuera de él, en el
espacio objetivo, y le llega por 1. Con gran fidelidad.
uno de los sentidos, o bien en su 2. Por un canal sensorial concreto
propio interior, como sucede en (especialmente por la vista y el
las alucinaciones cenestésicas). oído).
3. Está convencido de que lo que 3. Su conducta puede llegar a ser
percibe es real. congruente con la vivencia,
4. Su conducta es congruente con pero, al mismo tiempo, no está
la vivencia alucinatoria. convencido de la realidad de lo
percibido, sino que lo entiende
Otro dice que lo percibe: como algo irreal y absurdo, es
decir, se da cuenta de que lo que
1. Más vagamente. percibe no es real, pero actúa
2. No lo capta por un canal sensorial como si fuera real,
sino que lo «siente» en su propia
mente.
liciones Pirámide
120 / Manual de psicopatología general
CUADRO 3.3
Características comunes de las personas
que sufren experiencias alucinatorias
— Actividad alucinatoria persistente o intermitente.
— Resistencia a comunicar la experiencia a los demás.
— Sentimientos de perplejidad, de excitación, de pérdida de control y estado de humor ansioso e
irritable en la fase inicial.
— Pérdida mayor o menor del juicio de realidad y conducta congruente con la temática alucinatoria y/o
delirante en la fase crónica.
— Asociación con otros síntomas perceptivos, así como con otras áreas funcionales.
: Ediciones Pirámide
Psicopatologia de la percepción y de la imaginación I 113
CUADRO 3.3
Características comunes de las personas
que sufren experiencias alucinatorias
— Actividad alucinatoria persistente o intermitente.
— Resistencia a comunicar la experiencia a los demás.
— Sentimientos de perplejidad, de excitación, de pérdida de contro) y estado de humor ansioso e
irritable en la fase inicial.
— Pérdida mayor o menor del juicio de realidad y conducta congruente con la temática alucinatoria y/o
delirante en la fase crónica.
— Asociación con otros síntomas perceptivos, así como con otras áreas funcionales.
14
Luque, R. y Villagrán, J. M. (2000). Alucinaciones y otras
pseudopercepciones. En R. Luque y J. M. Villa- gran, Psicopatologia descriptiva: nuevas
tende. (pp. 295-335). Madrid: Trotta.
© Ediciones
Pxaafl
Psicopatologia de la percepción y de la imaginación I 117
autoscopia interna (el paciente ve sus percibir que se filtran por las paredes, o
órganos internos). afirmar que «por influencia hipnótica»
El síndrome de Charles Bonnet se les obligan a oler o a saborear cosas
caracteriza por alucinaciones muy desagradables. Algunos
exclusivamente visuales en personas deprimidos graves, a causa del fuerte
de edad avanzada con pérdida visual sentimiento de desvitalización, pueden
progresiva. A menudo se trata de llegar a oler su propia putrefacción al
imágenes muy llamativas o ridiculas, creer que ya están muertos, al sentirse
que ocasionan poca ansiedad, sin otros como tales (vg. en el delirio de
fenómenos extraños, con clara Cotard). Esto va unido a la idea y
conciencia y crítica del fenómeno (por convicción delirantes de que los
lo que encaja mejor en la experiencia enfermos dañan con su presencia a los
alucinatoria alucinósica)15. demás o de que los demás se dan
Ya se han mencionado las cuenta del olor y los evitan, pero ha de
alucinaciones hipnagógicas e verificarse que el paciente experimente
hipnopómpicas como fenómenos más alucinaciones olfativas (como sucede a
o menos habituales, en la transición de veces en el delirio ósmico o delirio de
entrada o salida del sueño, típicamente base olfativa que se observa en el
visuales, poco elaborados (un destello, trastorno delirante —paranoia
la percepción de una figura humana) clásica— en su subtipo somático). Esta
pero considerados no patológicos (de autodisosmofobia (de Bourgeois),
ahí que se les denomine fisiológicas). conceptualmente similar a la
Sin embargo, también se muestran en dismorfofobia, implica un importante
trastornos depresivos, estados de rechazo a sí mismo y agresividad
ansiedad, narcolepsia, catalepsia, contenida que se alivia en soledad pero
parálisis del sueño y psicosis. que a la vez se complica porque el
Asimismo son comunes ciertas sen- paciente se aisla.
saciones que se dan durante el sueño o Las alucinaciones olfativas aisladas
al despertarse del tipo movimientos y desagradables se aprecian en el
alcoholismo crónico, la abstinencia, el
15
delírium trémens e intoxicaciones por
Berrios, G. E. (1996). The History of Mental Symptoms.
Descriptive Psychopathology since the Nineteenth Century.
alucinógenos. Se observan en el aura
Cambridge: Cambridge University Press. epiléptica, en el aura de la migraña y en
la enfermedad de Parkinson. También
muy rápidos, subir, bajar, acercarse,
se han descrito alucinaciones olfativas
alejarse, superficies rugosas o lisas,
agradables con conciencia del
entre otras, que se aprecian sobre todo
fenómeno en un pequeño grupo de
en las manos, boca y cara (alucinación
personas con trastornos de la
en blanco).
alimentación. Las alucinaciones
Las alucinaciones gustativas y
olfativas y gustativas suelen darse
olfativas suelen asociarse también a
unidas y habitualmente son fenómenos
estados de sugestión (especialmente
elementales, breves y aislados16.
cuando alguien espera fervientemente
Las alucinaciones táctiles se
la presencia de un olor o un sabor) pero
refieren a sensaciones en la piel o
a veces se observan en algunos
sensaciones de contacto. Clásicamente
enfermos esquizofrénicos y
se ha denominado a dichas sen-
deprimidos, lo cual es siempre un
signo de mal pronóstico. Dichos
16
pacientes, influidos por sus delirios, Luque, R. (2003). Alucinaciones olfativas:
pueden sentir olores a veneno en sus Análisis histórico y clínico. Archivos de
psiquiatría, 66, 213-230.
comidas o incluso saborearlo, o
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118 / Manual de psicopatologia general
17
Formicación o signo de Magnan, en la intoxicación por 18
cocaína, habitualmente descrita como insectos bajo la piel. En el
Belloch, A., Baños, R. M. y
delirio de parasitación (o de infestación) se defiende la idea de que Perpiñá. C
insectos u otro tipo de animales pequeños recorren la piel; no tienen Psicopatologia de la percepción y la
por qué darse alucinaciones (además es difícil de verificar) y, cuando i ma g r
se dan, pueden ser táctiles ocasionadas por el «insecto» (habi-
tualmente por fuera de la piel) o, más raramente, visuales. Suele ser
A. Belloch, B. Sandín y F. Ramos (Eds.),
entonces un indicador de mal pronóstico. U
psicopatologia (voi. 1, pp. 187-230).
Madrid:
Hill/ Interamericana de España S. A.
19
A menudo se asume que la ceneste^
mación de las sensaciones interoceptivas
y
ti vas.
O Edi..
Psicopatologia de la percepción y de la imaginación I 119
S Ediciones Pirámide
que sufre en la región amputada y otras por la voluntad, y se trata, por lo
las sensaciones táctiles y cinestésicas general, de la visión actual de una
con todo detalle. O sea. que sienten imagen ya visualizada en el pasado.
roces en «el miembro» e incluso los Entre ellas imágenes eidétícas. las
«movimientos» que dice realizar con imágenes las imágenes
él. consecutivas y las imá sicas.
Aún hoy no existe explicación En principio no tienen por qué
plenamente satisfactoria para este derados como fenómenos patológi¿
trastorno, que se presenta en torno al se pueden observar muy frecuent
10 o 20 por 100 de amputados, pero sujetos normales, y su presentacic
sabemos que influyen en su génesis de la edad (algunos de ellos son caí
tanto la integración previa del esquema de la infancia, como el eidetismo).
corporal como la precocidad de la del organismo (por ejemplo,
amputación: a mayor edad (más de agotami la exposición a estímulos
cinco años, que se considera la edad excitar facilidad que tienen algunas
mínima para una correcta elaboración persor.. car en imágenes sus
del esquema corporal) y brusquedad de recuerdos ce naria claridad. No
la pérdida, más frecuente es la obstante, debe que, a veces, también
aparición del trastorno. se observan ¡ do a ciertos estados
Por otra parte, la organización psicopatológ crisis de ansiedad,
cognitiva postraumática parece estar trastornos obsey. sis epilépticas.
fuertemente implicada en todo el Puede añadirse a este grupo la
proceso, así como ciertas actitudes corpórea, que tiene un significado
ansiosas de los padres de niños má lógico que los anteriores, ya que
amputados, que pueden contribuir a su puedes sentarla tanto las
vez, mediante el aprendizaje personalidades histrión? histéricas
observacional, a la formación de como los enfermos esquizofn y los
ciertas actitudes en el niño que faciliten adictos a drogas alucinógenas. Se la
la presentación del trastorno. sensación de una presencia en el
Se ha descrito también un dolor espacie cano, como si se percibiera
una especie de tasma que les
22
Sierra, M. y Berrios, G. E. (2003). Recuerdos del tipo
observa o que pretende ce case con
Flashbulb y Flashback. En G. E. Berrios y J. R. Hodges (Dirs.), ellos.
Trastornos de memoria en la práctica
Tales vivencias carecen de
fantasma, fundamentalmente en
sensorial* aunque están
órganos internos: por ejemplo,
espacialmente determina^ juicio de
sensación del paso de heces o gases en
realidad es variable, pudiendo ser
pacientes con el recto amputado o
sitivo o negativo, según los casos. A
dolores menstruales o de parto en
vece experiencia es tan intensa que
mujeres histerecto-mizadas22.
el pacier . vuelve bruscamente para
Finalmente, deben, al menos, citarse
ver quién está de de él.
otros tipos de experiencia fronterizos
Añadiremos que, aun admitiendo
con las alucinaciones, que también
el car" patológico de dicho
consisten en fenómenos de transición
fenómeno por observ
entre la percepción y la representación.
De hecho, tienen un carácter
imaginario, más subjetivo, más psiquiátrica (pp. 369-383). Barcelona:
Masson (orí en inglés, 2000).
inestable e incluso más mo-dificables
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Psicopatologia de la percepción y de la imaginación I 121
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Piranha;
Psicopatologia de la percepción y de la imaginación I 123
tadas por ciertos trastornos mentales, percepción. Así, sabemos que cuando
pero sólo una analogía, ya que el un individuo consume sustancias
aislamiento de los pacientes psicóticos, alucinó-genas en soledad, sufre
por ejemplo, es de distinta índole de la intensas alucinaciones visuales, que
del aislamiento accidental o expe- por supuesto son tomadas como reales.
rimental. En el psicótico, la alucinación Pero si las ingiere en compañía de otros
supone la presencia de un poder que dialogan con él, las visiones
extraño a uno mismo y además la pierden muy pronto el carácter
manifestación de una especie de alucinatorio, es decir, pierden
función mental que antes no existía y corporeidad, y se transforman en
que supone una mediación entre la imágenes alu-cinoides, menos fuertes
percepción, la representación y el y, por tanto, más criticadas por el sujeto
pensamiento. (es decir, que sabe que no son reales).
Un alcohólico sabe que sus La conclusión es que si dicho individuo
vivencias alu-cinatorias no son reales, está acompañado, la probabilidad de
aunque las experimente con claridad; que se presenten alucinaciones es
un náufrago también, y las atribuye a mucho menor que si está solo; y,
su estado de fatiga, a la desnutrición, a además, si se le obliga a realizar alguna
la deshidratación y, en fin, a la actividad, las alucinaciones llegan a
desesperación ante un posible desaparecer por completo.
desenlace fatal. Pero un psicótico Esto coincide con el hecho de que
jamás establece relaciones de sentido las alucinaciones del esquizofrénico
entre su experiencia y causas naturales, sigan la misma pauta. Es mucho más
sino que las acepta como una nueva frecuente que estos pacientes oigan
realidad impuesta, un mundo en el cual voces o sientan cualquier otra
actúa a partir de sus sensaciones y de percepción extraña cuando están solos.
sus pensamientos y que no puede Durante el diálogo con otras personas,
compartir con los demás. delante del clínico o realizando una
Frecuentemente, el psicótico se actividad, las alucinaciones pierden
resiste a sus alucinaciones, porque fuerza hasta el punto de no presentarse
suponen la presencia de contenidos casi nunca o raras veces.
asociados a una necesidad vital La soledad no es que produzca una
frustrada. Pero la resistencia es difícil, anulación del espacio exterior o mundo
porque a menudo se trata de órdenes real, sino más bien una auténtica fusión
emanadas de poderes superiores a las entre el mundo del enfermo (interior) y
que no es posible negarse. Al fin y al el mundo compartido (exterior),
cabo, dichas órdenes son tan reales o radicando ahí la clave de la relación del
más que el mundo compartido con el psicótico con las personas y las cosas:
resto de sus semejantes que él cada vez una fusión indisoluble entre él y ellas.
entiende menos y que cada vez le Pero la comunicación interpersonal
resulta más extraño. De hecho, la actúa de barrera, promociona la verdad
vivencia de desrealización, que se y así le devuelve al enfermo la
estudia en este texto junto con la de fidelidad del acto perceptivo. Cuando
despersonalización en la falla la comunicación, aparece el error
psicopatología de la consciencia y la alucinación se constituye en vicaria
personal o del yo, es muy frecuente de o representante de la soledad, del
observar en los pacientes esquizo- aislamiento, aunque el paciente no esté
frénicos. del todo solo, sino más bien «solo entre
La importancia de la soledad o del muchos».
aislamiento es de tal calibre para El individuo privado de sensaciones,
explicar las alucinaciones que incluso perdido en el mar o absolutamente
podemos relacionarla con la influencia marginado so-
de ciertas drogas que modifican la
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Psicopatologia de la percepción y de la imaginación I 127
30
La alucinación refleja es en realidad una forma pío, de notar perfectamente sobre su piel las palabras que patológica de sinestesia: el
paciente se queja, por ejem- va diciendo su interlocutor.
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128/ Manual de psicopatologia general
LECTURAS RECOMENDADAS
Berrios, G. E. (1985): Hallucinosis. En Luque, R. y Villagrán, J. M.
J. A. M. Frederics, J. A. M. (Dir.): (2000). Al.. . y otras
Handbook of Clinical Neurology. pseudopercepciones. En R.
Vol. 2 (46): Neurobehavioral Luc-c Villagrán,
Disorders, 561-572. Amsterdam: Psicopatología descriptiva
Elsevier. tendencias (pp. 295-335).
Fernández-Arguelles, P. y Giner Madrid: Tro-ü
Ubago, J. (1994). Psicología y Rojo, M. (1980). Psicología y
psicopatologia de la percepción. En psicopi
A. Seva (Coord.), Psicología percepción, la memoria y la
médica. Zaragoza: INO. fantasía Bz na, Eunibar.
Gastó, C. (2006). Psicopatologia de la Silva, F. (1983): Revisión
percepción. En J. Vallejo Ruiloba, histórica y en: .. -cepto
Introducción a la psicopatologia y «alucinación» y sus derivados.
la psiquiatría (6.a edición) (pp. R¿i Psicoi, 4, 2, 113-178.
173-185). Barcelona: Masson. Vizcarro, C. (1987). Percepción.
Hecaen, H. (1978): Las perturbaciones En J
de la percepción. Buenos Aires: Vargas (Ed.), Esquizofrenia:
Paidós. Un enfoqm nitivo. Madrid:
Alianza Editorial.
©
Ediciones
Psicopatologia del
pensamiento
y del lenguaje
© Ediciones
P¡r;
Psicopatologia del pensamiento y del lenguaje I 133
los fonemas, que son formas o lo que uno piensa y las vivencias de
unidades fónicas mínimas que carecen pertenencia (egoimplicación), control
de significado. Los fonemas son las (gobierno) y certeza (juicio de
piezas utilizadas para formar los realidad) respecto a lo que se piensa.
significantes sonoros. La infinitud en Dichas experiencias pueden suponer
riqueza y flexibilidad del lenguaje un grado variable de identificación o
humano se debe precisamente a estar desidentificación con los propios
montado sobre las dos articulaciones pensamientos, así que la sensación del
señaladas. Puede comunicarlo todo. En paciente puede ir:
cambio, los sistemas de comunicación
por gritos, como sucede con los 1. Desde una aceptación de los
animales, sólo pueden referirse a un pensamientos como propios,
número muy limitado de mensajes. pero rechazándolos y
Así, los etólogos calculan que las combatiéndolos con todas las
abejas disponen sólo de cuatro clases fuerzas por ser absurdos y
de mensajes, mientras que algunas molestos, por ejemplo las
especies de pájaros disponen de entre obsesiones.
quince y veinte tipos distintos de 2. Hasta el reconocimiento de los
sonidos, y los primates pueden llegar a pensamientos como no
alcanzar unos sesenta. pertenecientes a uno mismo,
A continuación se procede a la sino impuestos y controlados
exposición de los principales desde fuera, pero aceptándolos
trastornos del pensamiento y del como ciertos a pesar de ser
lenguaje, en la que hemos procurado falsos, erróneos y patológicos,
aunar dos actitudes: integrar la por ejemplo cierto tipo de
clasificación psico-patológica clásica delirios.
con la de corte más moderno de
carácter operacional y describir Entre estas dos posibilidades
existen, como casi siempre, formas de
1
transición que veremos más adelante y
En este apartado se incluyen algunos de los trastornos que
figuran en otros textos como alteraciones del contenido del que implican un área común, aunque en
pensamiento, es decir, las obsesiones y los delirios, pero he preferido grado diferente, que llamamos in-
ubicarlos aquí por su innegable relación con las vivencias de
pertenencia y de control del pensamiento propio. sight2.
Los fenómenos obsesivos son
simultáneamente, siempre que ha sido representaciones e ideas (obsesiones)
posible, un trastorno del pensamiento, o impulsos e incluso imágenes que
especialmente los trastornos formales, persisten en la mente sin motivo y no se
junto con su correlato en la patología dejan suprimir por los influjos de la
del lenguaje. voluntad. Existe aquí, por tanto,
egoimplicación, pero se carece de
control. Los fenómenos obsesivos se
4.2. TRASTORNOS DE LA distinguen fácilmente de las
EGOIMPLICACIÓN Y DEL
CONTROL DEL
1
PENSAMIENTO 2
En este sentido se ha insistido en un continuo
del insight entre las obsesiones (bueno), las ideas
Estos trastornos se llaman así sobreva-loradas (disminuido) y las ideas
delirantes (ausente). Phillips, K. A., Kim, J. M. y
porque los pacientes puede Hudson, J. I. (1995). Body Image Disturbance in
experimentar tanto una disonancia Body Dysmorphic Disorder and Eating Disorders
como una consonancia o afinidad entre -Obsessions or Delusions? Psychiatric
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134 / Manual de psicopatología general
tararearla».
Pero las ideas obsesivas, en sentido
estricto, aparecen en lo que hoy se
llama trastorno obsesivo-compulsivo
(TOC) —ya que se compone de ideas
(obsesiones) y/o compulsiones (actos
estereotipados cuyo fin es disminuir la
ansiedad que produce la idea
obsesiva)— y son vivenciadas no sólo
como inmotivadas (intrusas), sino en
muchos momentos como absurdas y
extrañas al yo (insólitas y
3
egodistónicas) aunque propias
(autoprocedentes), sin que el sujeto
pueda desligarse de ellas por comí»
esto una amenaza terriblemente ang u
-duda obsesiva como elemento central
y i de la recurrencia del fenómeno). Las
> b | generalmente versan sobre
aspectos agre sexuales y religiosos. La
definición acá este trastorno resulta
clara pero insat. sfii Sabemos que el
fenómeno obsesivo ■ teriza por el
mecanismo subyacente Ü petición, y a
menudo se presenta en con otros
síntomas como las estereotip tics, las
preocupaciones acerca de la el aspecto
corporal, los problemas de tación y
Psicopatologia del pensamiento y del lenguaje I 135
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136 / Manual de psicopatologia general
8
Es interesante el ensayo acerca de la secuencia confianza,
desconfianza, sospecha y delirio. Castilla del
Pino, C. (Comp.) (1998). La sospecha.
Madrid: Editorial.
© Ediciones Pi
Psicopatologia del pensamiento y del lenguaje I 137
13
Mira y López, E. (1958). Compendio de psiquiatría (p. 143).
Buenos Aires: El Ateneo.
Psicopatologia del pensamiento y del lenguaje I 141
14
Se han considerado ideas sobrevaloradas: ideas litigantes en
las reacciones paranoides, los celos patológicos, hipocondría,
Sims, A. (1995). Symptoms in the Mind: An
dismorfofobia, parasitofobia (síndrome de Ekbom), la anorexia Introduction to Descriptive Psychopathology (2.a
nerviosa y el transexualismo. edición). Londres: Baillére Tindali.
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144 / Manual de psicopatología general
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Pirámide
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28
Garety, P. A. y Hemsley, D. R. (1997). Delusions.
Investigations into the Psychology of Delusional Reaso- autoestima en la que el paciente se considera
ning. East Sussex: Psychology Press. merecedor de lo que le pasa. Chadwick, P. D. J.,
29
Freeman, D. y Garety, P. (2004). Paranoia. The
Trower, P, Juus-ti-Butler, T. M. y Maguire, N.
Psychology of Persecutory Delusions. Hove: Psychology
Press. (2005). Phenomenologi-cal Evidence for Two
30
Bentall, R., Corcoran, R., Howard, R., Blackwo- Types of Paranoia. Psychopatho-logy, 38,
od, N. y Kinderman, P (2001). Persecutory Delusions: 327-333.
A Review and Theoretical Integration. Clinical Psycho- 32
Berrios, G. y Fuentenebro, F. (2000).
logy Review, 21, 1143-1192.
31
De los trabajos de Bentall ha derivado una pro-
Delirios. En
puesta de dos tipos (o mejor, dos fases) de paranoia: R. Luque y J. M. Villagrán, Psicopatologia
una que se llama poor me, en la que el paciente consi- descriptiva:
dera que no merece ser objeto de ataques (y de la que nuevas tendencias (pp. 337-358). Madrid: Trotta.
se supone que emerge la hostilidad), y otra segunda, 33
bad me, caracterizada por la depresión, ansiedad y baja
También deben tenerse en cuenta aspectos
para-
lingüísticos y no verbales en el análisis del
discurso de
un paciente: timbre, acento, pausas, velocidad,
ritmo,
etc. Barrera, A. (2006). El trastorno formal del
pensa-
miento: no solamente «habla desorganizada». En
A. Diez
Patricio y R. Luque Luque (Eds.), Psicopatologia
de los
síntomas psicóticos (pp. 51-75). Madrid:
Asociación Es-
pañola de Neuropsiquiatría.
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149 / Manual de psicopatología general
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151 / Manual de psicopatología general
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38
Las pararrespuestas y respuestas ta que se desvía de la pregunta y se convierte en
aproximadas se han aplicado inexacta. En el síndrome de Ganser, además,
fundamentalmente al síndrome de Ganser. Sin son pueriles, dando muestras de que conoce o
embargo, el uso que se da aquí es el preciso de sabe la respuesta que ha de dar.
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155 / Manual de psicopatología general
¿Puede dejar de preocuparse mirando la televisión, leyendo o pensando en algo con lo que solía
disfrutar? ¿Tiende a pensar últimamente en desastres y cosas desagradables?
Preguntas sobre obsesiones y fobias
Sus familiares dicen que se pasa mucho tiempo comprobando cosas que ellos saben que usted ya ha
hecho, como cerrar la llave del gas, comprobar las cerraduras de las puertas, comprobar si está cerrada la
llave del gas, ordenar su ropa y sus zapatos en el ropero... ¿Realmente hace esas cosas?
¿Siente últimamente como si se introdujeran una y otra vez pensamientos absurdos en su cabeza que
no puede evitar?
¿Tiene con frecuencia imágenes o pensamientos desagradables que le vienen a la mente y que usted
no puede controlar? ¿Intenta luchar contra ellos?
¿Tiene la necesidad irresistible de lavarse las manos muchas veces al día y le dedica cada vez mucho
tiempo, pero se queda con la sensación de suciedad?
¿Hay situaciones o personas que le hacen sentir mucha ansiedad o incluso pánico?
¿Intenta evitar siempre esas situaciones?
Delirios de referencia
¿Le parece que la gente deja caer comentarios despectivos sobre usted o dice cosas con doble
sentido? ¿Cree ver mensajes para usted en los periódicos o en la televisión o cree escucharlos en la
radio?
Delirios de control
¿Ha sentido usted que está siendo controlado por una especie de fuerza
exterior? ¿Cree que alguna persona le está controlando?
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Pirámide
Psicopatologfa del pensamiento y del lenguaje I 156
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157 / Manual de psicopatología general
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LECTURAS RECOMENDADAS
O Ed:
Psicopatologia del pensamiento y del lenguaje I 160
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Psicopatologia de la
memoria
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162 / Manual de psicopatologfa general
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Pirámide
Psicopatologia de la memoria I 163
CUADRO
5.1
cefálicos o frontales y que se por la que el síndrome de Korsakov
caracteriza, además de por la amnesia traduce perfectamente de qué modo
de fijación, por desorientación puede alterar el mal funcionamiento
temporoespacial, falsos de la memoria de fijación la
reconocimientos de personas y continuidad histórica o temporal de
confabulaciones, es decir, algunos de cualquier ser humano.
los fenómenos psicopatológicos que Finalmente, la amnesia anterógrada
estudiaremos en el grupo de las acompaña a los estados de
dismnesias. obnubilación de consciencia,
De forma típica, el material especialmente en los grados leves, ya
vivenciado o aprendido por estos que se produce una interferencia entre
enfermos que se acumula en la las experiencias vitales en sí mismas y
memoria no sigue un patrón ordenado el material archivado en la memoria.
Básicamente lo que sucede es que, al
2
estar el individuo en un estado mental
La clásica anécdota de Claparéde consistente en dar la mano al
paciente con un alfiler y, al poco tiempo, volver a extender la mano torpe y deficitario asimilable a la
recibiendo el rechazo del saludo por parte del enfermo (aunque no
sabía por qué lo hacía) sugiere que las respuestas emocionales
somnolencia, no se fija o no se «graba»
condicionadas se daban. Otras experiencias han sugerido que se la información proveniente de los
datos externos.
según la cronología en que fue La amnesia retrógrada o de
archivado, sino que más bien se conservación ocasiona una pérdida de
procesa en relación con coordenadas los recuerdos ya gra-
de espacio y tiempo y con el signifi-
cado que tengan para el paciente2. Por
otra parte, pueden retener durante unos fracasa en la codificación de la información y,
consecuentemente, en la evocación. Vázquez
pocos segundos los datos recibidos de Valverde, C. (2000). Memoria y Vivencia del
acuerdo con dichas coordenadas, pero Tiempo. En R. Luque y J. M. Villagrán,
todo se borra inmediatamente, Psicopatología descriptiva: nuevas tendencias
(pp. 445-466). Madrid: Trotta.
afectando el proceso al conjunto de los
recuerdos recientes. Ésta es la razón
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164 / Manual de psicopatología general
© Ediciones . -
Psicopatologia de la memoria I 165
Amnesia
disociativa
Retrógr Anterógr
ada ada
Traumatis Síndrome
mo amnésico
craneoencef
ólico
3
Sims, A. (1995). Symptoms in the Mind: An Introduction to
Descriptive Psychopathology (2.a edición). Londres: Baillére Tindall.
cuerpo extraño en el recto pudo comprobarse
4
Esta es la base de los llamados recuerdos corporales: quejas de posteriormente que había sido víctima de
síntomas físicos sin que el paciente sea consciente. En un paciente con violación. Sierra, M. y Berrios, G. E. (2003).
proctalgia y sensación de Recuerdos del tipo Flashbulb y Flashback. En G.
E. Berrios y J. R. Hodges (Dirs.), Trastornos de
memoria en la práctica psiquiátrica (pp.
369-383). Barcelona: Masson (original en inglés,
2000).
© Ediciones Pirámide
166 / Manual de psicopatología general
© Ediciones
Psicopatología de la memoria I 167
Para la memoria inmediata, se hacen preguntas sobre sucesos acaecidos minutos antes
Voy a decirle los nombres de tres objetos. Al terminar, quiero que los memorice y me los repita:
manzana, lápiz, perro... ¿Puede repetirlos ahora?
Para la memoria remota, se formulan preguntas sobre sucesos significativos acaecidos a lo largo
de la vida
¿Cuándo se casó usted?
¿Cuál es la fecha de su cumpleaños?
10
Alien, D. F., Postel, J. y Berrios, G. E. (2003). Síndrome de 11
Ganser. En G. E. Berrios y J. R. Hodges (Dirs.), Trastornos de Othmer, E. y Othmer, S. C. (2003).
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Sierra, M. y Berrios, G. E. (2003). Recuerdos del tipo
Flashbulb y Flashback. En G. E. Berrios y J. R. Hodges (Dirs.), psiquiátrica (pp. 369-383). Barcelona:
Trastornos de memoria en la práctica Mass I en inglés, 2000).
Psicopatología de la memoria I 169
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G. E. Berrios y J. R. Hodges (Dirs.), Trastornos de me- separarlo de la mentira. Pero si el paciente no es
moria en la práctica psiquiátrica (pp. 162-184). Barce- consciente de lo que hace, no es fácil distinguirlo
lona: Masson (original en inglés, 2000).
20 del delirio. Berrios, G. E. (2003).
Berrios plantea que hay aspectos de la confabula-
ción que plantean problemas. Si se acepta que el pacien- Confabulaciones. En G. E. Berrios y J. R. Hodges
te rellena las lagunas y oculta sus síntomas, es difícil (Dirs.), Trastornos de memoria en la práctica
psiquiátrica (pp. 349-368). Barcelona: Masson
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Psicopatologia de la inteligencia y del juicio I 181
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Psicopatología de la afectividad I 184
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f
Psicopatología de la afectividad I 186
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187 / Manual de psicopatología general
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Pi
Psicopatología de la afectividad I 188
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189 / Manual de psicopatologia general
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Pirárai.
Psicopatologia de la afectividad I 190
CUADRO 7.1
Diferencias entre angustia y ansiedad
Angustia Ansiedad
Experiencia corporal global.
Sensación de espera incierta e inmovilizante. Sensación de inquietud.
Experiencia corporal localizada.
Opresión precordial o epigástrica. Sensación de falta de aire.
Vivencia nuclear.
Temor a volverse loco o a morirse
repentinamente. Posibilidad de que ocurra todo lo peor.
Plano psicomotor.
Inhibición y encogimiento: sobrecogimiento. Inquietud y desasosiego: sobresalto.
Tiempo vivido.
Lentificación y hasta detención. Aceleración.
Espacio individual.
Reducción. Exaltación.
Característica esencial.
Más visceral y física. Más psíquica.
Este sentimiento de amenaza, con La ansiedad adopta frecuentemente
su correspondiente temor, se expresa la forma de vértigo o astenia. El
unas veces más psicológicamente y vértigo se manifiesta por sensaciones
otras más físicamente. En cualquier diversas: «tengo la cabeza confusa»,
caso, no parecen existir inconvenientes «tengo la sensación de flotar», «voy
para usar ambos términos como como sobre algodones»; es decir, una
sinónimos o, si se prefiere, para sensación no sistematizada de
designar a los síntomas psíquicos inestabilidad o falta de equilibrio.
como ansiedad y a los síntomas físicos Una vivencia de vértigo
como ansiedad somatizada. notoriamente distinta, por cierto, de la
del vértigo laberíntico o
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191 / Manual de psicopatologia general
12
Modificado a partir de Sánchez, P. M., Eguíluz,
I. y Gutiérrez, M. (2000). Psicopatología de la apatía. En
R. Luque y J. M. Villagrán, Psicopatología descriptiva:
crito); se ha propuesto también que el
nuevas tendencias (pp. 187-224). Madrid: Trotta. nú; componente motivacional alterado,
destacand sentido, la desmotivación
(pérdida de im entre sus consecuencias,
la pérdida del valor . zo (anhedonia) y un
déficit interpersonal que la triada
cognitiva; finalmente, también se ha
rado centrales las ritmopatías (sueño,
de apatía, y ambos se traducen en una apee sexual) como motor de los demás
sínton
falta de actividad. Recientemente se ha 14
Ha de distinguirse el afecto
planteado que alrededor de la falta de alterado de'. El afecto alterado (por
actividad hay un esquema modular ejemplo en la depresioi rasgos distintivos
multidimensional que puede ayudar a observables: facies triste.
delimitar estos términos: si atendemos
a una alteración cognitiva, podría
encuadrarse el sentimiento de fatiga
(del aburrimiento a la astenia); desde el
punto de vista emocional, de la
anhedonia a la pérdida de expresión de
emociones (aplanamiento); si aludimos
a un trastorno volitivo, situamos el
continuo de la apatía (pérdida de
interés) a la abulia (pérdida de
iniciativa); en el caso de centrarn
teración motriz, nos referimos al con"
el enlentecimiento psicomotor y la ac
Es muy corriente, pero no constar.:;
neuróticos y depresivos se encuentren
mejor a partir de cierta hora de la tarce
las mañanas. En el caso de las depres:
zwa graves (melancólicas o,
clásicamente nas), el peor momento del
día, ta: como energéticamente, se da 1
Parece lógico, al hablar de alteraciones del estado
por las aa (empeoramiento matutino), de ánimo, que el centro de la depresión sea la tristeza
patológica y la anhedonia. Sin embargo, hay apuntes en
dándose ciesi joría hacia la tarde diferentes direcciones. Por ejemplo, se ha destacado que
el verdadero centro sobre el que pivotan los demás sín-
(mejoría vespemr. caso de las tomas depresivos se refiere a la pérdida de energía (vi-
talidad) o anergia (en el sentido de la fatiga arriba des-
Psicopatología de la afectividad I 192
y, al mismo tiempo, con facilidad para incluso en franca contradicción con las
llorar. Se queja de que no puede dormir favorables circunstancias personales
o de que el sueño es escaso y poco del paciente.
reparador, de que no puede Entonces, resulta incomprensible
concentrarse y de que está perdiendo la para los demás, que no saben qué tipo
memoria. La autoestima es muy baja y de ayuda prestarle para mejorar su
se hace reproches continuamente: se estado. Se trataría aquí de lo que hemos
considera una persona inútil, que no llamado síndrome depresivo como
vale para nada o que es incapaz de componente de la depresión mayor
hacer nada, incluso las tares más (trastorno depresivo mayor), entendido
sencillas. En los casos más graves, por las escuelas psiquiátricas
puede presentar sentimientos de culpa biologicistas como un tipo de cuadro
relacionados con su esquema de clínico que parece responder más a
pensamientos negativos, e incluso causas biológicas con un componente
deseos de muerte o ideas de suicidio. genético y que tiende a evolucionar en
La tristeza vital (la angustia vital de forma de fases cíclicas con
los clásicos, es decir, el disgusto por la recuperación muy frecuentemente
vida y por seguir viviendo) es el completa del estado de salud entre
síntoma nuclear y primario de la fases. Los síntomas de la depresión
depresión mayor, y su composición es mayor (o clásicamente endógena)
muy compleja. En el plano corporal, se serían los mismos que para la de-
describen malestares localizados, presión menor15 (o reactiva), sólo que
como opresión precordial, epigástrica más acentuados y con un mayor riesgo
o cervical, prurito y algias (cefaleas, de conducta suicida.
ciática y otras), o difusos, espe- La tristeza reactiva es fácil de
cialmente una gran pesadez física. En diferenciar de la anterior porque ha
el plano psíquico, su vivencia se sido originada por un motivo, se refiere
estrictamente al contenido concreto de
caída, ánimo afligido, voz pesarosa, etc., es decir, el paciente nos éste y evoluciona favorablemente al
traslada claramente su estado emocional. Sin embargo, en el afecto
plano, se produce un detenimiento en la capacidad para mostrar o
compás de este contenido. Pero la
expresar sentimientos. El afecto aplanado no es privativo de la cristalización de una tristeza psíquica
depresión (melancólica), también se observa en la esquizofrenia.
15
No obstante, se plantea recientemente la consideración de una en tristeza vital es un hecho que se
depresión menor no en el sentido reactivo produce con mucha frecuencia; es más,
toda tristeza psíquica de cierta
acompaña de una sensación de falta de
intensidad y persistencia acaba por
sentimientos o anestesia afectiva;
vitalizarse. En este sentido la
anulación de los intereses personales,
diferenciación endógena-reactiva
excepto estos tres: las preocupaciones
puede que refleje diferencias de grado
por la salud del cuerpo, por la salud del
en cuanto a la propensión o vulnera-
alma y por la subsistencia económica.
bilidad a manifestar síntomas
Las circunstancias psicosociales
depresivos en
que suelen desencadenar esta vivencia
son los fracasos personales, las
rupturas y las pérdidas afectivas o del término sino desde un punto de vista de un
menor número de síntomas y duración inferior en
materiales. En estos casos, resulta un esquema idéntico a la depresión mayor. Véase
comprensible la reacción del en el apéndice B el trastorno depresivo menor:
individuo, aunque pueda llegar a ser American Psychiatric Asso-ciation (APA)
desproporcionada con respecto al (2000). Diagnostic and Statistical Manual of
Mental Disorders, Fourth edition, Text revisión.
evento que la haya provocado. Pero en DSM-IV-TR. Washington, DC: APA.
otras ocasiones, la tristeza patológica
se presenta de manera inmotivada,
© Ediciones Pirámide
193 / Manual de psicopatologia general
16
En este sentido se ha constatado que la vulnerabilidad
cognitiva a la depresión no depende del tipo de depresión (es decir,
Depressogenic Cognitive Styles: Predictive
trastorno depresivo mayor o la llamada depresión por desesperanza), Valici? formation Processing and Personality
sino del aprendizaje de estilos parentales disfuncionales, el desarrollo Character - . Deveolpmental Origins.
de esquemas depresógenos, amén del riesgo genético y el peso de Behaviour Research andU py, 37, 503-531.
determinadas situaciones patológicas como el maltrato o los abusos 17
sexuales. Véase en Abramson, L. Y., Alloy, L. B., Hogan, M. E.,
Gastó Ferrer, C. (1998). Bases biologi..
Whitehouse, W. G., Donovan, P., Rose, D. T., Panzarella, C. y :
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Quarterly, 13, 5-20, y también en Alloy, L. B., Abramson, L. Y,
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Whitehouse, W. G., Hogan, M. E., Tashman, N. A., Steinberg, D. L., 18
Rose, D. T. y Donovan, P. (1999). Watson, D., Clark, L. A., Weber, K.,
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Ediciones I
Psicopatologia de la afectividad I 194
© Ediciones Pirámide
195 / Manual de psicopatologia general
«Yo perdono a todos porque sé que mon cherie, cherie, cherie, Paco y
es por mi bien. Don Salvador, el Jua: Et a pardon ausi a ma soeur
examinador, es un hombre amable, Carmen et cheri marie Salvador. Je
cariñoso, estupendo. Ya sé que todo suis una filie gent, simpathique et
esto puede ser un montaje y que todos tout le belle del mi I'm a girl very,
me han querido ayudar. Pienso en toda very, very well. I'm a . student and
clase de posibilidades, pero sin vuestra I'm want go to very well. I an that
ayuda no hago nada, voy a ser buena y my life is very very beatiful,
quiero ingresar en la clínica. Todavía divertida, i extrovertida girl. Pans,
me dan miedo muchas cosas. No quiero pans, pans is a frn de of west américa
salir sola a ningún sitio. Hoy he visto and I personality, I tü that is a good.
mi verdadera imagen en el espejo. It is a ideal, of course, p* every
Estoy mal, demacrada, y a pesar de every persone, family and boys and I
todo soy guapa. Nunca pensé que esto of the world. I'm capaz of writing
era así. Pero sí, es así; todo es cierto. and 0:1 duction of books, and, of
Quiero y de hecho voy a cambiar. course, of englHl spanis, Spanish to
Hablo cosas raras, no me entiendo. english o of the "fraud españole"
Quiero pensar bien pero me confundo "españole a francés" and of o very, I
yo misma. Todos son muy buenos think, very very well of the world
conmigo. Lo que no sabía era que todos my letre and I can dans every well
me querían y quieren ayudar. Ahora sé (sin books. 11 need not a book
que los examinadores son personas because I few .: that. I aren't capaz of
buenas, que saben hacer su trabajo y compenshion 0 I rithing it are to
que no me pueden ayudar sin mi world imposibility c I (firma)».
positividad, no puedo hacer nada. Se dan casos en que la
Quiero deciros a todos que me voy a ir expansividaa percepción errónea de
a la clínica y voy a pedir por favor que la realidad llevan a pacientes a
me dejen allí. Quiero alejarme de todo cometer actos impropios pan
y hacer una terapia intensiva para convivencia social (por ejemplo, una
poder salir nueva a la calle. Estoy pacie sentía una extraordinaria
pasándolo muy mal. Necesito estar necesidad de herm dad entre todas
cerca y, a la vez, lejos de todos mis las personas y comenzó a ha: con
seres queridos. Por eso quiero ingresar, todo el mundo, a abrazarles y a besar
me siento mal y desfavorecida. Quiero lo cual era sorprendente porque
pedir ayuda y no sé a quién mejor. todos la car terizaban por su timidez
Entiéndeme, mundo, y devolvedme mi patológica; otro cíente, al estar
propia vida. Quiero dar las gracias a la desinhibido, puede desnuda en plena
vida porque me ha sabido tratar bien y calle o acosar sexualmente a otras i
me ha dado todo lo que merezco. Digo sonas, lo cual es muy reprobable,
gracias a todo el mundo: merci pour aunque mucho menos lo haga con la
tout, le grande munde. Thank you it ta a actitud pelig:: de una personalidad
"cruel" world. Je suis très contrnntr psicopática, sino más b como parte
perce que, je suis a fille très bonne, de su propio «juego») o inci para sus
belle et tout le more belle de tout le allegados (se han dado casos de
belle voillege de na ville, me fami-lie, cientes que han retirado sus ahorros
me grandfriends, me mère, mon père, de añc se han puesto a gastarlos sin
me seur, ma brother, me petit garçons, control en co suprefluas o a
le chéri de ma sbeur grande Eva y regalarlos a la gente por la ca con el
Carlos, Maria, la che-rie de mon chéri, consiguiente perjuicio para sus fami
brother Miguel, me soeur Rocío et res más directos). Estos hechos
Esperanza y por le weekend a tout et a motivan 1
© Ediciones
Psicopatología de la afectividad I 196
dichos pacientes tengan con cierta Al igual que sucede con las
frecuencia problemas con la ley. emociones ya descritas, puede
considerarse el enfado como una
emoción negativa pero normal, y la
7.5. EL ENFADO disforia (irritación), como síntoma
PATOLÓGICO Y LA aislado presente en diferentes cuadros
DISFORIA (por ejemplo, en la propia depresión).
El enfado patológico (ira o cólera) sería
El concepto de disforia se refiere, la base del síndrome disfórico. En este
literalmente, a un estado emocional sentido, Barlow22 hace referencia a los
caracterizado por el malhumor o ataques de ira (anger attacks) en
irritabilidad, lo que coloquialmen-te paralelo a los ataques de pánico de las
conocemos en castellano como alteraciones de ansiedad (panic
enfadado o «cabreado». La disforia, attacks). De hecho, aparecen algunos
como síntoma, adquiere una gran síntomas similares (vg. sudoración,
variedad de tonalidades afectivas, que taquicardia, acaloramiento), tienden a
van desde la ya mencionada ser crisis repetitivas y probablemente
irritabilidad hasta la amargura, el compartan una vulnerabilidad común.
pesimismo e incluso la ira. El individuo Sin embargo, los pacientes diferencia-
disfórico se muestra huraño y es ban claramente estas manifestaciones
especialmente sensible a cualquier de la ansiedad o el temor y
pequeño estímulo que le desagrade, experimentaban la ira como fuera de su
reaccionando de manera control. La ira tiene lugar cuando la
desproporcionada con quejas, insultos identidad del sujeto resulta amenazada
y, a veces, con estallidos de cólera. La y no pueden realizarse otras acciones 23.
disforia puede estar relacionada con Se trata de una defensa o esfuerzo por
restituir el malestar ocasionado por el
ataque al sistema de creencias24. En la
21
Véase en el apéndice B el trastorno depresivo me-
nor: American Psychiatric Association (APA) (2000).
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, ansiedad se experimenta la amenaza,
Fourth edition, Text revisión. DSM-IV-TR. Washington,
DC: APA.
en la depresión, la pérdida, y en la ira,
22
Barlow, D. H. (2002). Anxiety and its Disorders. la transgresión25. Se ha sugerido que
The Nature and Treatment of Anxiety and Panic (2.a edi-
ción). Nueva York: Guilford Press. este síndrome disfórico está presente
23
Stanghellini, G. (2000). The Doublets of Anger. en el trastorno bipolar (habría de
Psychopathology, 33, 155-158.
hablarse entonces de tripola-ridad), en
ciertas dificultades de la vida cotidiana
la paranoia clásica (o trastorno
o, en las mujeres, con el estado anímico
delirante caracterizado por una base
propio de la fase premenstrual (en el
disfórica permanente)26 y en los
llamado síndrome disfórico
21 trastornos de la personalidad límite (en
premenstrual) , pero también con el
los que sobresale un vacío
padecimiento de trastornos graves de la
24
personalidad, la ingestión de ciertas Stanghellini, G. (2000). Dysphoria,
drogas (como el alcohol, las Vulnerability
and Identity. An Eulogy for Anger.
anfetaminas o la cocaína), algunas Psychopathology, 33,
enfermedades cerebrales (como la 198-203.
25
arterieesclerosis cerebral), la epilepsia, Beck, A. T. (2003). Prisioneros del odio.
Las ba-
las deficiencias mentales y las ses de la ira, la hostilidad y la violencia.
esquizofrenias. Barcelona:
Suele observarse su asociación, Paidós (original en inglés, 1999).
26
como síntoma relevante, tanto al Schanda, H. (2000). Paranoia and
Dysphoria: His-
humor depresivo (disforia no reactiva), torical Developments, Current Concepts.
sustituyendo entonces a la tristeza o Psychopatho-
combinándose con ella, como al humor logy, 33, 204-208.
ansioso (disforia reactiva).
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Psicopatología de la afectividad I 198
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Psicopatología de la afectividad I 200
timidez, que suele ser más intensa retira de la sociedad para vivir sumido
frente a los sujetos del otro sexo. Como en sí mismo. Muchos sujetos tímidos
ocurre con otras actitudes, sobre la son miedosos, pero otros no. El tímido
producción de timidez influyen factores por excelencia adolece, sobre todo, de
disposicionales y educacionales. inseguridad de sí mismo. Además tiene
Algunos de ellos (disposición una gran sensibilidad afectiva
depresiva, aislamiento, (hiperestesia) y un fondo anímico lleno
sobreprotección, etc.) ya quedaron se- de tristeza y escrúpulos. El rasgo de
ñalados. Hay profesiones que aislan y carácter que más a menudo se asocia
otras que estimulan el desarrollo de con la timidez es el orgullo
hábitos de comunicación. (sentimiento autovalorativo positivo).
Entre los sujetos tímidos se
acumulan los fenómenos
psicopatológicos: en primer lugar, las 7.7. LA HIPOCONDRÍA
inhibiciones inmanentes a los
desarrollos neuróticos, los delirios Consiste en repetidas y exageradas
sensitivos de autorrefe-rencia, las quejas sobre presuntas alteraciones
fobias (claramente la fobia social), corporales difusas y localizadas que
sobre todo al rubor (eritrofobia o nunca se demuestran como ciertas en
ereutofobia) y a la impotencia sexual, las exploraciones. Los síntomas que
las fases depresivas, las conductas describe el paciente no se limitan a
adictivas (alcohol y otras drogas) e molestias corporales sino que
incluso un índice alto de criminalidad. automáticamente significan
El sentimiento de inferioridad no se enfermedad; tampoco una enfermedad
mantiene absolutamente invariable, cualquiera, sino aquellas que tienen en
sino que, por 'lo general, experimenta común el significado de muerte,
amplias oscilaciones. Estas degeneración o postración: cáncer,
oscilaciones reflejan, por una parte, las sida, esclerosis múltiple, etc. Pero ¿se
oscilaciones de los sentimientos vitales trata verdaderamente sólo de una falsa
y, por otra, los fracasos o los éxitos valoración de las sensaciones
obtenidos. Hay personas con un corporales normales o existe una
sentimiento de suficiencia tan poco alteración patológica de los
estable que éste es gobernado por los sentimientos corporales difusos y
influjos exteriores: el éxito más localizados, o sea, una alteración
insignificante determina en ellos un patológica de la vivencia de la
sentimiento de valor propio corporalidad?29. Dicho de otro modo:
verdaderamente pujante; a ¿Cuál es la naturaleza de la
continuación, el más ligero fracaso hipocondría? Este apelativo se viene
destruye el sentimiento de suficiencia. aplicando a las personas cuya actitud
No hay que confundir al sujeto está excesivamente ligada a la
tímido con el miedoso y el cobarde. El corporalidad o a los trastornos
miedoso teme el riesgo. El tímido teme corporales y que viven pendientes de
la comunicación con los demás. Es, en su corporalidad30.
definitiva, un misántropo. Un ser que se
29
De hecho, algunas investigaciones han mostrado que en la
hipocondría se observa una amplificación somatosensorial, esto es, tization, and the Somatoform Disorders.
una sensibilidad aumentada para apreciar los más mínimos cambios Psychosoma-tics, 33, 28-34.
corporales que luego son erróneamente asignados a significados 30
temidos por el paciente. Barsky, A. J. (1992). Amplification, Soma-
Germán E. Berrios defiende que no hay
ninguna razón histórica ni conceptual por la que
no se deba considerar hipocondría también a las
preocupaciones acerca de las funciones o
experiencias mentales: mareo, vértigo,
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Ediciones
Psicopatologia de la afectividad I 202
decir, que son incapaces de sentir para expresar emociones (esto es,
afecto, como el amor, e incluso a veces superior a la restricción afectiva). Para
pueden mostrarse brutales y otros autores se trata de la anhedonia
desalmados, sin mostrar el menor estado.
sentimiento de lástima o de La alexitimia significa dificultad
culpabilidad. Es característica de las para identificar, expresar con palabras
personalidades psicopáticas o los sentimientos y diferenciarlos de las
antisociales, de ciertos sensaciones corporales. Suele
esquizofrénicos, de alcohólicos con observarse, especialmente, en los
afectación cerebral y de adictos a la pacientes con enfermedades
heroína. psicosomáticas, los caracterizados por
Muy cercano a este tipo de afecto se la somatización, la disociación y en las
encuentra el afecto aplanado, que depresiones graves. Se trata de un tér-
consiste en la ausencia total o parcial mino cercano al afecto aplanado, pero
de signos de expresión emocional, la investigación ha mostrado que la
observándose en pacientes psicóti-cos, alexitimia tiene que ver más con la
sobre todo en la esquizofrenia (como identificación de sentimientos que con
síntoma negativo), y en depresivos su exteriorización y probablemente
graves. El aspecto es el de un rostro está ligada a niveles bajos de
que no comunica emociones, inmóvil, interacción positiva familiar37.
con pobre contacto ocular; se observan La aprosodia consiste en la
ademanes pobres, pérdida de es- dificultad para expresar el lenguaje con
pontaneidad en los movimientos y tonalidad emocional. Es característica
faltan las inflexiones vocales. de los enfermos que presentan lesiones
El embotamiento afectivo en el hemisferio derecho del cerebro,
representa una dificultad para ser es decir, en el asiento neural de lo que
consciente de las emociones. Algunos llamamos lenguaje emocional. Es un
autores lo consideran un grado inferior trastorno típico, por ejemplo, de la
al aplanamiento afectivo pero una enfermedad de Par-kinson.
reducción significativa en la capacidad
37
Lipsanen, T., Saarijarvi, S. y Lauerma, H. (2004). Exploring
the Relations between Depression, Somatiza-
© Ediciones Pirámide
205 / Manual de psicopatología general
LECTURAS RECOMENDADAS
© Ediciones
Pam
Psicopatologia de
la conducta
motora
©
Edicioar
Psicopatologia de la conducta motora I 208
© Ediciones Pirámide
209 / Manual de psicopatologia general
© Ed
Psicopatología de la conducta motora I 210
5
Van der Heijden, F. M. M. A., Tuinier, S., Arts, N. J. M.,
Hoogendoorn, M. L. C, Kahn, R. S. y Verhoe- ven, W. M. A. (2005). Catatonia: Desappeared or
Under-Diagnosed? Psychopathology, 38, 3-8.
© Ediciones Pirámide
211 / Manual de psicopatologia general
3>fc FgM/js 'fjci e/o) "TrVf' &A»44. <.^\*¿feK£¡#¿ú/ti,'-' í*J^i^ude re^e&u&^f o^>y»¿fij^
Psicopatología de la conducta motora I 214
© Ediciones
Psicopatologia de la conducta motora I
225
LECTURAS RECOMENDADAS
Berrios, G. E. (1996). The History of Menchón, J. M. (2006). Psicopatologia
Mental Symptoms. Descriptive de la psicomotricidad. En J. Vallejo
Psychopathology since the Ruiloba, Introducción a la
Nineteenth Century. Cambridge: psicopatologia y la psiquiatría (6.a
Cambridge University Press. edición) (pp. 215-227). Barcelona:
Blanco, A. y Mesa, P. (1991). Masson.
Alteraciones de la psicomotricidad. Othmer, E. y Othmer, S. C. (2003).
En A. Belloch y E. Ibáñez (eds.), DSM-IV-TR. La entrevista clínica.
Manual de psicopatologia (vol. II). El paciente difícil (2 vols.).
Valencia: Promolibro. Barcelona: Masson.
Claramunt, F. (1990). La enfermedad Sims, A. (1995). Symptoms in the
epiléptica. En A. Polaino, Mind: An Introduction to
Psicología patológica (2 vols.). Descriptive Psychopathology (2.a
Madrid: UNED. edición). Londres: Baillère Tindall.
© Ediciones Pirámide
Psicopatologia de las
motivaciones primarias y
de la voluntad
© Ediciones Pirámide
220 / Manual de psicopatologia general
© Ediciones
Psicopatologia de las motivaciones primarias y de la voluntad I 221
CUADRO 9.1
Causas de los trastornos del inicio y mantenimiento del sueño
Psicofisiológicas.
Transitorias y
situacionales.
Persistentes.
Asociadas a trastornos psíquicos.
Asociadas al abuso y a la abstinencia de fármacos y
alcohol. Asociadas a alteraciones respiratorias.
Asociadas a mioclonías nocturnas y síndrome de piernas inquietas.
Asociadas a trastornos de inicio en la infancia.
Asociadas a otras condiciones médicas, tóxicas o ambientales.
© Ediciones
Psicopatologia de las motivaciones primarias y de la voluntad I 223
£ Ediciones Pirámide
224 / Manual de psicopatologia general
CUADRO 9.2
Clasificación etiológica de las hipersomnias
© Ediciones
Piraras
Psicopatologia de las motivaciones primarias y de la voluntad I 227
© Ediciones Pirámide
228 / Manual de psicopatologia general
© Ediciones
Pirámide
Psicopatologia de las motivaciones primarias y de la voluntad I 231
© Ediciones Pirámide
232 / Manual de psicopatologia general
© Ediciones Pir
Psicopatologia de las motivaciones primarias y de la voluntad I 233
© Ediciones
Pran
238 / Manual de psicopatologia general
© Ediciones
PZM
240 / Manual de psicopatologia general
Las tendencias activas de dividen en yen todos los casos de suicidio fallido,
conductas autolesivas y conductas con independencia de que el fallo se
suicidas. Los pacientes depresivos deba al empleo de medios
pueden ocasionarse lesiones inadecuados, la intervención de otra
corporales importantes con objeto de persona o el tratamiento psicológico o
expiar supuestas culpas. Hay enfermos médico eficaz.
esquizofrénicos que lo que pretenden El acto suicida es un esquema de
es automuti-larse y pueden llegar a conducta en el que se incluyen los
arrancarse un globo ocular y suicidios consumados, los frustrados y
seccionarse varios dedos o una extre- las meras tentativas. Suelen
midad. En el trastorno límite de la distinguirse tres tipos de actos
personalidad es común observar suicidas: el acto en cortocircuito, la
marcas de cortes o de golpes como reacción de fuga ante una situación
forma de descargar la tensión acu- intolerable y el acto teatral y demos-
mulada o como muestra de trativo (parasuicidio). El radical
desesperación y culpabilización a psicológico fundamental del primero
otros21. El daño autoinfligido se sería un impulso, y, en los otros dos,
observa en pacientes con el llamado una voluntad de suicidio, sustituida
síndrome de Munchausen alguna vez, parcial o totalmente, por un
(patomimesis o trastorno facticio) deseo de venganza o de notoriedad en
como manera de ser atendidos y cui- el tercer tipo mencionado.
dados en un hospital (por ejemplo, El análisis cognitivo del acto suicida
inyectándose saliva para ocasionar señala una tendencia a las atribuciones
accesos; aplicándose aguafuerte en la internas (que derivan de una primera
piel y tapándola con vendas para no fase en la que intervienen los estresores
estropear la ropa o usando crónicos, por ejemplo, y la disonancia
medicamentos cuando se es alérgico a entre las expectativas y la realidad) o la
ellos)22. También es característico en el constricción cognitiva (pensamiento a
síndrome de Lesch-Nyham, una forma corto plazo, estrechado, rígido y po-
21
Sansone, R. A., Gaither, G. A. y Songer, D. A.
larizado). El aspecto central sobre el
(2002). Self-Harm Behaviors Across the Life Cycle: A que se llama la atención es la
Pilot Study of Inpatients with Borderline Personality Di-
sorder. Comprehensive Psychiatry, 43, 215-218.
concepción de la huida de sí, es decir,
22
Franzini, L. R. y Grossberg, J. M. (1995). Eccentric la conducta suicida guarda relación
& Bizarre Behaviors. Nueva York: John Wiley & Sons.
con los esfuerzos por evitar o escapar
severa de retraso mental por alteración
de una verdadera consciencia
cromosómica recesiva en la que interpretativa de sí y de su contexto,
sobresalen las mordeduras de lengua,
limitándola, por tanto, a una
manos y brazos23.
(auto)focalización sesgada y centrada
En la catatonía agitada, el paciente en la discrepancia24. Obsérvese que
se golpea brutalmente contra las este centra-miento en la discrepancia
paredes y los muebles, utilizando es lo contrario a lo que se señalaba en
distintos objetos, movido por el la formación de las ideas delirantes.
violento afán de autodestruirse cuanto
antes. También abundan las 23
Ollendick, T. H. y Hersen, M. (1993).
autoagresionés en otros síndromes Psicopato-
agitados, como en la llamada depre- logía infantil. Barcelona: Martínez Roca (original
sión ansiosa. Por lo que se refiere al en
inglés, 1989).
suicidio, considerado como la muerte 24
Baumeister, R. F. (1993). Suicide
intencionada de uno mismo, cabe decir Attempts. En
que dicha intencionalidad se asienta C. G. Costello (Ed.), Symptoms of Depression
sobre una base impulsiva o voluntaria. (pp. 259-
290). Nueva York: Wiley.
En las tentativas de suicidio se inclu-
© Ediciones Pirámide
Psicopatologia de las motivaciones primarias y de la voluntad I 241
6
McHugh, P. R. y Slavney, P. R. (2001). Las perspectivas de la
psiquiatría (2.a edición). Zaragoza:
242 / Manual de psicopatologia general
© Ediciones Pirámide
244 / Manual de psicopatologia general
28
patología de las fobias. En R. Luque y J. M.
En algunos textos a este tipo de impulsos \Hiis Psicopatología descriptiva: nuevas
obsesivos se les denomina fobias de impulso o tendencias • re 280). Madrid: Trotta.
fobias de impulsión. Roca, M., Llaneras, N. y
© Edic
Psicopatologia de las motivaciones primarias y de la voluntad I 245
© Ediciones Pirámide
246 / Manual de psicopatologia general
LECTURAS RECOMENDADAS
Beck, A. T. (2003). Prisioneros del
odio. Las bases de la ira, la
hostilidad y la violencia. Barcelona:
Paidós (original en inglés, 1999).
Buela-Casal, G. y Sierra, J. C. (1994).
Los trastornos del sueño,
evaluación, tratamiento y pre-
vención en la infancia y la
adolescencia. Madrid: Pirámide.
Fernández, F. y Turón, V. (1998).
Trastornos de la alimentación.
Barcelona: Masson.
Hyde, J. S. y DeLamater, J. D. (2006).
Sexualidad humana. México:
McGraw-Hill.
Labrador, F. J. (1994). Disfunciones
sexuales. Madrid: Fundación
Universidad-Empresa.
Marina, J. A. (1998). El misterio de la
voluntad perdida. Barcelona,
Anagrama.
Perpiñá, C. (1989). Trastornos
alimentarios. El estado de la
cuestión. Valencia: Promolibro.
Bases
cerebrales de la
psicopatologia
© Ediciones Pirámide
248 / Manual de psicopatologia general
CUADRO 10.1
Exploración psicopatológica (modificado de Peña Casanova*)
La exploración neuropsicológica comparte con la exploración psicopatológica, como es lógico,
muchos aspecaa De hecho, podría tratarse de un área especializada en dicha exploración, pues
muchos de los datos expue-: capítulo 1, en el apartado de la elaboración de la historia clínica sobre las
áreas de exploración obligada, sirven íTb propósitos de la exploración neuropsicológica. Así que sólo
mencionaré aquí las áreas de especial interés pars neuropsicología, aunque se repitan algunos datos
comunes ya descritos.
Figura 10.1.—Evolución de los niveles filogenéticos del cerebro según Brown (1977).
7
Benton, A. L. (1975). Introducción a la neuropsi-cología.
Barcelona: Fontanella.
Bases cerebrales de la psicopatología I 251
© Ediciones I
252 / Manual de psicopatologia general
Conscienci
a
Hemisferio
cerebral
derecho
© Ediciones Pirámide
Bases cerebrales de la psicopatología I 253
Organización Organización
horizontal circular
Corteza
Organización
Diencé vertical
falo
Protubera
ncia
Bulbo
Médula
© Ediciones
Piriraat
254 / Manual de psicopatologia general
© Ediciones
Piránuj:
Bases cerebrales de la psicopatologfa I 256
Fi gura 10.4.—Hemisferios cerebrales. En la parte superior, vista tranversal del hemisferio derecho
desde su cara interna. En la parte inferior, vista transversal del hemisferio izquierdo desde su cara
externa.
© Ediciones Pirámide
Bases cerebrales de la psicopatología I 257
© Ediciones
Piran
258 / Manual de psicopatologia general
Figura 10.6.—Representación de las vías límbicas asociadas a las manifestaciones somáticas de las emociones.
(ácidos orgánicos que contienen los tres o más los átomos de hidrógeno
grupos ami-no, NH2 y carboxilo, sustituidos por el radical NH2) o
principales constituyentes de las sustancias más complejas
proteínas a partir de su gran diversidad (neuro-péptidos).
e infinito número de combinaciones, Cada sistema de transmisores está
que también son conocidos como constituido por neuronas que tienen
transmisores no pep-tídicos y se como factor común sintetizar,
denominan monoaminas, diaminas, almacenar y liberar un mismo tipo de
triaminas, etc., según sean uno, dos, transmisor, como la dopamina, la sero-
© Ediciones Pirámide
Bases cerebrales de la psicopatología I 259
Cuerpo calloso
Núcleo caudado
(cabeza)
Cerebel
o
Polo
frontal Hipotálamo Bulbo raquídeo
Amígdal;
Tálam Puent
o Mesencèfal
e
o
Figura 10.7.—Esquema del tallo cerebral que muestra la profundidad aproximada de los
ganglios básales
en el seno de los hemisferios cerebrales.
Ediciones
260 / Manual de psicopatologia general
© Ediciones
Bases cerebrales de la psicopatologia I 262
finamente
Figura 10.8.—Cerebro (córtex) y
emociones.
© Ediciones
Pirámide
Bases cerebrales de la psicopatología I 264
í.
Ediciones P
HUUW
Bases cerebrales de la pslcopatologfa I 266
© Ediciones
268 / Manual de psicopatologia general
Tiroxin Triptóf
a ano
HIDROXILASA
DOPA
(dihidroxifenila 5-hidroxitript
ófano
lanina)
DESCARBOXILASA
1
NORADRENA
LINA
l
CATABOLISM
O
i
(monoaminooxi
Ácido dasa) Ácido 5-
horaovalínico 1 hidroxiindolacético
(HVA) Acido (5-HIAA)
vanilmand
© Edición
272 / Manual de psicopatologia general
CUADRO 10.3
\ \
ducción de hormona tiroidea.
Tiroxina Tiroides Aumenta el metabolismo basal.
Vasopresina Lóbulo anterior de la hipófisis Acción vasoconstrictora y antidiurética.
© Ediciones Pirámide
© Ediciones
Pirán-ot
Bases cerebrales de la psicopatología I 274
6
Alonso-Fernández, F. (1979). Fundamentos de la psiquiatría
actual. Madrid: Paz Montalvo.
7
Puigdollers, J. M. (1983). Alteraciones de los cro-
mosomas sexuales y psicopatología. En C.
Ballús, Psi-cobiología. Barcelona: Herder.
© Ediciones Pirámide
277 / Manual de psicopatología general
LECTURAS RECOMENDADAS
Ayuso, J. L. y Cabranes, J. A. (1988). Gómez-Jarabo, G. (1997).
Psiconeu-roendocrinología. Farmacología de la conducta.
Madrid: Publicaciones de la Manual básico para
Universidad Complutense. psicoterapeuta* clínicos. Madrid:
Bradford, H. F. (1990). Fundamentos Síntesis.
de neuroquí-mica. Barcelona: Navarro, J. F. (Coord.) (2000). Bases
Labor. biológicas délas psicopatologías.
Bueno, J. A., Sabanés, R, Salvador, L. Madrid: Pirámide.
y Gascón, J. (1998). Peña Casanova, J. y Barraquer Bordas,
Psicofarmacología clínica. L. (1995 Neuropsicología.
Barcelona: Salvat. Barcelona: Masson.
Delgado, J. M., Ferrús, A., Mora, F. y Popper, K. R. y Eccles, J. C. (1980). El
Rubia, F. J. (1999). Manual de yo y su rebro. Barcelona: Labor.
neurociencia. Madrid: Síntesis. Sala Ayma, J. M. (1994). El sustrato
Gómez-Bosque, P. y anatomofi-lógico de la vida
Gómez-Carretero, M. E. (1988). psíquica. En A. Seva (Coord
Tratado de psiconeurobiología: Psicología médica. Zaragoza: INO.
morfología funcional del sistema Sandín, B. (Ed.) (2001). Estrés,
nervioso. Valladolid: Servicio de hormonas y psit patología. Madrid:
Publicaciones. Klinik.
© Ediciones
Pirázmaí