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Anticaídas deslizantes: guía de compra

El uso del anticaídas deslizante en trabajos verticales está regulado por ley y
por tanto su uso es obligatorio. Sin embargo, aún cumpliendo la misma norma
técnica, existen grandes diferencias de diseño entre los distintos modelos que
podemos encontrar en el mercado, lo que da lugar a utilizaciones específicas.
Ahí va un resumen de los requisitos técnicos y normativos de estos aparatos y
de las limitaciones de uso de los principales modelos del mercado.

 1 Qué es
 2 Por qué su uso es obligatorio
 3 Limitaciones de la norma reglamentaria
 4 Diferencias entre EN 353.2 y EN 12841A
 5 Diámetro de cuerda
 6 Absorbedor
 7 Longitud y tipo de elemento de amarre
 8 Movimiento libre
 9 Rescate
 10 Marcado
 11 Tabla comparativa

Qué es
Un anticaídas deslizante es un dispositivo de regulación de cuerda cuya función,
en un sistema de acceso por cuerdas, no es otra que la de detener una caída en
caso de fallo de alguno de los elementos que componen el sistema de
posicionamiento (cuerda de suspensión, anclaje, descensor, etc).
La norma que lo regula (ver Diferencias entre EN 353.2 y EN 12841 A, más
abajo) lo define como un “dispositivo de regulación de cuerda para una línea de
seguridad que acompaña al usuario durante los cambios de posición y/o permite
la regulación de la línea de seguridad, y que se bloquea automáticamente sobre
la línea de seguridad bajo la acción de una carga estática o dinámica.”

Por qué su uso es obligatorio


En los países de la Unión Europea su utilización tiene carácter obligatorio desde
que, en el año 2001, fuera aprobada la Directiva 2001/45 CE. Esta directiva fue
incorporada al ordenamiento jurídico español en 2004 mediante el Real Decreto
2177/2004, principal referente legislativo en materia de trabajos verticales en
nuestro país.
Dicho Real Decreto especifica que el sistema constará como mínimo de dos
cuerdas con sujeción independiente, una como medio de acceso, de descenso
y de apoyo (cuerda de trabajo) y la otra como medio de emergencia (cuerda de
seguridad). También aclara que la cuerda de seguridad estará equipada con un
dispositivo móvil contra caídas que siga los desplazamientos del trabajador.
La referencia a la cuerda de seguridad y al dispositivo complementario que
sigue los desplazamientos del trabajador no dejan lugar a dudas, pues, sobre la
obligatoriedad de su uso.

Limitaciones de la norma reglamentaria


Dicho esto, es importante subrayar que esta Directiva europea va, a día de hoy,
por detrás del estado actual de la técnica. Existen situaciones en las que el uso
de un anticaídas deslizante es incompatible con la maniobra que estamos
ejecutando o que —simplemente, la haga menos segura.
Un cambio de línea a tres cuerdas como en la imagen requiere desconectar el
anticaídas durante un instante. Foto: © Luis Osorio
Un ejemplo de su incompatibilidad con la maniobra específica requerida es el
de cambio de cuerda: tanto si se realiza la maniobra según los criterios
de ANETVA (3 cuerdas) como de IRATA (4 cuerdas), al no disponer en el
sistema que de un único anticaídas deslizante hay un momento durante el cual
estaremos conectados a 2 ó a 3 cuerdas pero en ninguna de ellas con el
anticaídas deslizante (mientras lo retiramos de la cuerda de seguridad del
sistema de origen para volver a instalarlo en la del sistema de destino).
En otros casos la evaluación de riesgos nos dice que es mejor sustituirlo por
otro descensor; en tiradas largas (100 metros o más), y especialmente si hace
algo de viento (comba en la cuerda), el fallo de la línea de trabajo implicaría la
caída sobre una cuerda de seguridad cuya elongación podría ser excesiva,
especialmente si nos encontramos cerca del suelo o de una estructura: no
debemos olvidar que el alargamiento máximo de una cuerda semiestática según
norma EN 1891 A es del 5%. En este caso el uso de un segundo descensor hace
que ambas cuerdas trabajen en tensión, lo que elimina este problema.

Diferencias entre EN 353.2 y EN 12841A


Tanto la norma EN 353.2 como la EN 12841 A regulan dispositivos anticaídas
deslizantes que actúan sobre línea de anclaje flexible, lo que puede confundir a
más de uno a la hora de elegir el aparato adecuado. Basta saber que la EN 12841
A regula los dispositivos utilizados exclusivamente en sistemas de acceso
mediante cuerdas. Los aparatos normalizados con estas normas apenas
presentan diferencias técnicas por lo que es habitual encontrar modelos que
cumplen con ambas.
Una de las principales diferencias la encontramos en los requerimientos sobre
la compatibilidad del dispositivo móvil con la cuerda sobre la que trabaja; la
primera regula el dispositivo deslizante y la línea de anclaje (cuerda) en su
conjunto mientras que la segunda sólo regula el dispositivo. La consecuencia
directa de esto es que los dispositivos EN 353.2 sólo pueden utilizarse con el
modelo de cuerda con en el que han sido sometidos a ensayo, mientras que la
EN 12841, si bien obliga a que el fabricante ensaye el aparato sobre un tipo de
cuerda concreto, le permite indicar que su uso es compatible con un abanico
más amplio de tipos de cuerdas, normalmente la mayoría de las semiestáticas
(EN 1891 A) dentro del rango de diámetros permitidos por el fabricante.

Otra diferencia fundamental la encontramos en el requisito de resistencia


estática del sistema: 22 kN para la EN 353.2 y 15 kN para la EN 12841 A, lo
que hace que los dispositivos amparados por la primera norma no sean
adecuados para trabajos de acceso por cuerda. Veamos por qué.

Las cuerdas semiestáticas comúnmente utilizadas en trabajos verticales suelen


tener un diámetro de 10,5 mm y una resistencia aproximada de 28-30 kN. El
problema viene cuando se le hace un nudo a dicha cuerda (recordemos que los
nudos restan entre un 25 y un 50% de resistencia a la cuerda dependiendo del
tipo de nudo): su resistencia baja entonces a 18-19 kN, por debajo de lo exigido
por la norma 353.2. La EN 12841 A, al regular únicamente el dispositivo
deslizante y no el conjunto dispositivo + línea de anclaje, viene a dar solución
a este problema exigiendo una resistencia inferior.

Diámetro de cuerda
Como ocurre con todos los dispositivos de regulación de cuerda, se deben seguir
al pie de la letra las indicaciones del fabricante respecto a los diámetros de
cuerda compatibles: si, por ejemplo, el rango de diámetros permitido es de entre
11 y 12 mm, no podremos utilizar cuerdas de 10,5 mm, por ínfima que pueda
parecernos esa diferencia. Recuerda, que en ningún caso podemos utilizar
equipos de forma contraindicada expresamente por el fabricante.

Absorbedor
El uso de absorbedor no es un requisito de la norma; la mayoría de modelos
disponibles en el mercado no precisan de su uso mientras que en otros, como
por ejemplo el ASAP de Petzl, su particular diseño exige el uso de absorbedores
no sólo conformes a norma (EN 355) sino específicos en función del uso (uso
normal o rescate de dos personas).
Longitud y tipo de elemento de amarre

ISC permite la conexión de su modelo RED mediante cowtail de hasta 80 cm.


La norma no especifica una longitud máxima del elemento de amarre (o la
necesidad de éste). Son los fabricantes los que diseñan sus equipos buscando el
equilibrio entre la comodidad de uso (un equipo conectado a un elemento de
amarre ofrece mayor libertad de movimiento que uno conectado directamente
al arnés) y el cumplimiento de dos requisitos técnicos esenciales: fuerza de
choque máxima (6 kN) y distancia máxima de frenado (2 m).
Algunos modelos, como el DMM Catch o el Heightec Quantum, permiten el
uso de elementos de amarre normalizados EN 354 o “cowtails”—elementos de
amarre confeccionados con cuerda dinámica— indicando en cada caso la
longitud máxima permitida.

Otros en cambio solo permiten el uso de un modelo concreto de elemento de


amarre, como es el caso del CAMP Goblin. Referirse siempre a las
instrucciones del fabricante.

Movimiento libre
En relación al desplazamiento de estos dispositivos sobre la cuerda de
seguridad, es importante remarcar que la norma exige que estos se
desplacen libremente por la cuerda de seguridad en “al menos un sentido”. Con
lo cual podemos encontrarnos con aparatos que, corren libremente hacia arriba,
pero no hacia abajo, como por ejemplo el Stec Enforcer o el ISC RED, que
requieren manipulación por parte del usuario. Este sistema tiene no obstante la
ventaja de que el dispositivo siempre se encuentra en situación de factor de
caída cero durante el descenso.

Rescate
Los anticaídas deslizantes específicos para el acceso por cuerda son adecuados
para el rescate de una persona en suspensión y suelen permitir trabajar con
cargas de al menos 200 kg. En algunos casos el fabricante impone limitaciones
en cuanto al factor de caída, por ejemplo se permiten cargas de 200 kg pero con
factores de caída inferiores o iguales a 1. Como siempre será imprescindible
consultar el manual para conocer las limitaciones de cada aparato.

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