20/8/2019 Spinozianas: 'Aliquid'.

Conjetura sobre una eternidad por la práctica

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Spinozianas
Filosofía de los márgenes

13 ENERO, 2014 BUSCAR / SEARCH

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'Aliquid'. Conjetura sobre una eternidad por la práctica

Diego Tatián

Uno de los principios a los que el nombre de Spinoza

se halla inexorablemente unido es el que, tal vez
como una traspolación del principio de inercia (1), se
formula lacónicamente en la proposición 6 de Ética
III: “Cada cosa, en cuanto está en ella, se esfuerza
por perseverar en su ser” (Unaquaeque res, quantum
in se est, in suo esse perseverare conatur). Esto
significa: nada hay en una cosa singular que pueda
suprimir su existencia, y nada resulta más alejado del Alfredo Lucero-
spinozismo que el aserto hegeliano según el cual Montaño
toda cosa es enemiga de sí misma y quiere dejar de
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ser lo que es para devenir lo que no, lo otro de sí. En
efecto, “que el hombre se esfuerce, por una necesidad de su naturaleza, en no existir o en cambiarse
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en otra forma, es tan imposible como que de la nada surja algo” (E4p20esc). La destrucción de una
'pasearse' (1) Abadi (1)
cosa singular se debe sólo a su incompatibilidad actual con una causa exterior –o un conjunto de
Abbagnano (1) Abós (1)
causas exteriores-- cuyo poder de destruirla es necesariamente mayor que el suyo de resistir esa
Abraham (4) acaeceres (1)
destrucción y, por tanto, perseverar en el ser. O, para decirlo con las palabras a la vez sencillas y acción (2) adecuado (1)
trágicas del axioma que preside la parte IV de la Ética sobre la “fuerza de los afectos”: “En la naturaleza aeternitas (1) afectos (16)
no se da ninguna cosa singular sin que se dé otra más potente y más fuerte. Dada una cosa cualquiera, afectos (imitación de los) (1)
se da otra más potente por la que aquella puede ser destruida”. Por consiguiente, el conatus o la Agamben (3) agenciamiento
existencia actual de una cosa singular –que no es sino un poder de perseverar, de afectar y de producir o relación (2) Aguiló (1) Albiac
efectos-- no implica la finitud sino una duración indefinida. Asimismo, es afirmación de la potencia (1) Alcalde Ordóñez (1) alegría

sustantiva, presencia inmanente de la causa en el efecto que puede ser así experimentado, sentido y (3) Allendesalazar (1) alma (1)
Almeida (1) Althusser (2)
(auto)concebido in Deo bajo la especie de la eternidad, y en cuanto tal no implica la duración ni es
Álvarez (2) Álvarez Montero
posible derivar su existencia de sí mismo –antes bien, la existencia y la perseverancia en ella de las
(1) amor (4) animales (1)
cosas singulares no se hallan implícitas en su naturaleza sino que resultan de la infinita productividad y
aniversarios (1) anomalía (1)
potencia de Dios (E1p24cor). Spinoza pareciera emplear los términos conservatio y perseverantia de antimodernidad (1)
manera indistinta como virtud primaria del conatus. ¿Debemos entender la perseverancia en el sentido antisemitismo (1) apetito (1)
de una pura autoconservación, entendida ésta como preservación biológica del cuerpo en la duración, y Arneson (1) Arrimada (1)
como “estrategia” de supervivencia entre los demás cuerpos que, por la actividad que les es propia o Arsenjuk (1) artículos (1)
por mera existencia pueden eventualmente interrumpir la perseverancia en la existencia de una cierta y Astrada (1) atributo (1) Attal (1)

determinada cosa singular? De otro modo: la expresión in suo esse perseverare conatur, ¿debe ser aufhebung (1) automatismo (1)

comprendida de manera exclusivamente cuantitativa? Si así fuera, nada impediría reducir la virtud a la Badiou (30) Balibar (5)
Balza (1) Bartra (1) Bayle (2)
longevidad. El perseverar sería pues primariamente comprendido como la implementación de una
beatitud (1) bello y sublime (1)
estrategia que evita lo que daña –o destruye-- la propia vida, y busca articularse a todo lo que la
Benito Olalla (3) Benjamin
conserva y favorece. La vida en sentido biológico establece sin duda una dimensión primaria del
(5) Berger (1) bestiario (1)
conatus y su relación con los demás seres: “El cuerpo humano necesita, para conservarse, muchísimos bibliografía (Mx) (1) biografía
otros cuerpos con los que es, por así decirlo, continuamente regenerado” (E2p4). Y lo que Spinoza (1) Bird-Pollan (1) Bodei (1)
llama appetitus [es decir el conatus mismo, en la medida en que se refiere a la vez al cuerpo y al alma, Boehm (1) Boff (1) Boltvinik (1)
y que adopta el nombre de cupiditas cuando es consciente de sí] es aquello de cuya naturaleza se Bonnet (1) Borges (7) Boros
sigue todo lo que contribuye a la conservación del ser humano (E3p9). (1) Bove (1) Breve tratado (1)
Brighouse (1) Brown (1) Bula (1)

El vínculo entre virtud y conservación –también entre razón, amor de sí mismo y utilidad propia—se Butler (2) Callinicos (3)
Cámara De la (1) Camps (1)
encuentra descripto en las proposiciones 18-22 de Ética IV (2). El propósito de este importante grupo de
Canavese y Fornillo (1)
proposiciones pareciera ser afirmar el deseo de existencia como fundamento primario de la virtud y la
capitalismo (5) carencia (1)
felicidad. En efecto, “nadie puede ser feliz, obrar bien y vivir bien, sin que al mismo tiempo desee ser, caso CECUT (2) causa (3)
obrar y vivir, esto es, existir actualmente”. Es otra manera de decir que la felicidad y la vida buena no causa de sí (1) causa sui (1)
exigen nada contra la naturaleza, pero también de decir que una “vida humana” no se define por el causalidad (2) caute (1)
simple hecho de ser, ni por su sola conservación biológica, ni tampoco –en palabras de Aristóteles-- por Cêccaldi (1) Cerdeiras (1)
la “urgencia del vivir” (3). Ceronetti (1) Cézanne (1) Chauí
(1) Cherniavsky (2) Choat (1)
Cohen (12) Cohen Agrest
(2) Comité spinozista (1)

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La vida buena, así, es una forma de la vida desnuda, a la que por tanto presupone y a las que Compendio gramatical de la

únicamente por abstracción podemos concebir separadas, al igual que la felicidad no es pensada por lengua hebrea (1) composición

Spinoza en ruptura con la naturaleza sino en continuidad, y en contigüidad, con ella. Sin embargo, ¿es (1) composición o
consistencia (2) comunidad
la conservación en sentido biológico la dimensión única de la perseverancia, o bien el in suo esse
(4) comunismo (2) conatus
perseverare conatur se inscribe, asimismo, en una duración no biológica, e incluso en la eternidad?
(12) conceptos (1) conflicto (1)
Concebida como una pars naturae –esto es, despojada de toda exclusividad-- la vida humana sigue los Connelly (4) conocimiento (1)
mismos principios que cualquier otra criatura, y la razón, dice Spinoza, nada enseña que vaya contra conocimiento (géneros de
ellos –no “perturba” la naturaleza de la que forma parte y en la que toma parte. Ni prescribe adecuación conocimiento) (1)
a un fin que sería exterior al conatus mismo –e.d. no impone un conjunto preestablecido de deberes conocimiento (géneros de)
conforme el derecho natural clásico--, ni se reduce a un ejercicio puramente instrumental sólo (3) contingencia (1) Copleston
determinado por la conservación del cuerpo orgánico a cualquier costo. Por el contrario, la clave de la (1) corporalidad (2)
comprensión ética reside en la expresión de una intensidad productiva en una capacidad en acto de correspondencia (2) cosas
singulares (1) Cruz (1) cuerpo
afectar que no siempre ni necesariamente tiene por propósito una supervivencia a la acción de causas
(9) cuerpo político (1) cuerpo
exteriores adversas. “… por perfección en general –escribe Spinoza en el Praefatio de E, IV--
sin órganos (1) cultura (1) da
entenderé, como he dicho, la realidad, esto es, la esencia de una cosa cualquiera, en cuanto existe y Costa (2) Da Silva Pinto (1)
obra de cierto modo, sin tener para nada en cuenta su duración. Pues ninguna cosa singular se puede Damasio (2) Daval (2) De
llamar más perfecta por el solo hecho de haber perseverado más tiempo en la existencia, ya que la Dijn (1) De Haro (1) Deleuze
duración de las cosas no se puede determinar por su esencia, puesto que la esencia de las cosas no (26) Deleuzeanas (1) Della
implica ningún tiempo cierto y determinado de existir, sino que una cosa cualquiera, sea más perfecta o Rocca (2) Deluze (1)
menos, siempre podrá perseverar en la existencia con la misma fuerza con la que comenzó a existir, de democracia (8) Demos (1)
tal suerte que en esto todas son iguales” (el subrayado es mío). Hay en este pasaje una cierta derecho (2) derecho natural
ambigüedad terminológica que requiere una precisión. El principio de perseverancia que afecta a todas (1) deseo (10)
las cosas no se halla formulado con el artículo determinado el sino con el pronombre posesivo su: in determinación (2)
determinismo (1) devenires (1)
suo esse perseverare conatur. La comprensión del significado implicado aquí remite a la distinción
dialéctica (1) Díaz Álvarez (1)
spinozista central entre tiempo, duración y eternidad (4).
Dios (8) dolor y muerte (1)
Dorado (1) Dosse (1) Duncan (1)
Duración (5) y tiempo conciernen a la existencia no necesaria –es decir no implicada necesariamente Dussel (1) Dworkin (1) Eagleton
en la esencia sino producida por otro--, en tanto que el concepto de eternidad concierne a la esencia, (1) Echeverría (3) economía
tanto a la que se identifica con la existencia (e.d. la sustancia infinita) como a las esencias finitas que no política (1) efectos (1) eficacia
implican su existencia en la medida en que se hallan inmediatamente implicadas en la esencia infinita (1) Elster (1) emancipación (1)

(6). De manera que en tanto las existencias finitas son concebidas como duración indefinida, las encuentro (primado sobre la

esencias de esas existencias son en cierto modo eternas. Spinoza desmantela así la oposición entre forma) (1) Engels (2)
entendimiento (1) entrevista (1)
eternidad y finitud, que las filosofías tradicionales consideraban irreconciliables: hay una eternidad de
(en) la finitud, una inmanencia de la eternidad a la experiencia humana. Como se tratará de sugerir, esto
entrevistas (13)
Escohotado (1) esotérico y
no tiene únicamente un alcance teórico sino también una implicancia práctica.
exotérico (1) Espinosa (3)
Espinosa Proa (17)
Si la existencia de una cosa finita, indefinida en su duración, puede ser destruida por la acción de Espinoza Pino (1) Esquivel (1)
causas exteriores (y sólo puede ser destruida de ese modo), en cuanto implicada inmediatamente en la Estado ('imperium') (1)
esencia infinita de Dios, su esencia, en cambio, no puede serlo. estoicismo (1) Etchegaray (1)
eternidad (5) Etica (4)
El tiempo, por su parte, es considerado como una representación imaginaria de la duración; en cuanto Ética (12) ética política (1)
tal es origen de los futuros contingentes y de la fortuna, que a su vez engendran el miedo y las excomunión (3) existencia (1)
experiencia (de la eternidad) (1)
supersticiones. Si en sus primeros escritos (particularmente en los Pensamientos metafísicos) Spinoza
expresión (2) expresionismo
consideraba al tiempo en la misma categoría que el número y la medida, y como un modo de pensar
(1) extensión (2) exterioridad
que permite determinar la duración (7), la Ética –no sin vaivenes y ambigüedades- desvincula tiempo y
(1) Ezcurdia (2) Ezquerra
duración; opera una destemporalización de la duratio. Chantal Jaquet (8) ha mostrado que, a diferencia (6) Fallas Vargas (1) Farga (1)
de su comprensión cartesiana, en su concepción definitiva la duración spinozista es indivisible y, en Febbro (1) Feldman (1)
cuanto tal, inexplicable por el tiempo. Perseverancia no es perseverancia en el tiempo sino en la felicidad (2) Feltham (1)
duración, reencuentro con la duración inexplicable por el tiempo –puesto que en sí misma indefinida e feminismo (3) fenomenología
indivisible. (1) Ferez (2) Fernández Buey
(1) Fernández García (2)
Fernández-Cuesta (1) Ferreyra
La razón no enseña nada que vaya contra la naturaleza de las cosas. Toda existencia tiende a buscar
(1) fetichismo (1) filosofía (5)
su utilidad propia y a perseverar en el ser y nadie deja de apetecer su conservación a no ser que se
filosofía de la educación (2)
encuentre determinado a ello por causas externas [Más aún: “Nadie… rechaza los alimentos o se
filosofía de la historia (2)
suicida, por necesidad de su naturaleza, sino coaccionado por causas externas” (E4p20esc)]. La filosofía política (10) finito
perfección de una cosa no es equivalente a su duración. (1) Foucault (1) Fraser (1)
Gabilondo (1) Gago (1) Gainza
Estas ideas forman un conjunto paradójico –por ahora incompleto- con el que quisiéramos interrogar (2) Galcerán (1) Galcerán
una extrema experiencia humana que, en el marco de la tragedia revelada por y a la condición judía Huguet (1) Gandler (2)
contemporánea, Imre Kertész refiere en su relato Kaddisch por el hijo no nacido. Garcés (2) García del
Campo (7) Gardot (1) Garoz
(1) Gatens (2) Gebhardt (1)
Allí, Kertész revoca la muy difundida idea del carácter inexplicable de Auschwitz –donde había pasado
generosidad (1) genio (1)
su infancia--, para sostener que el bien, y no el mal, es lo verdaderamente inexplicable. “El mal siempre
Giacchetti (1) Gilly (1)
tiene explicación racional… igual que una fórmula matemática; se deriva de algún interés, del afán de
glosario (15) Goethe (1)
lucro, de la pereza, del deseo de poder y del placer, de la satisfacción de este o aquel instinto, y si no, Goff (1) Gómez Camarena (2)
pues de alguna locura al fin y al cabo, de la paranoia, de la manía depresiva, de la piromanía, del González (1) González
sadismo, del asesinato sexual, del masoquismo, de la megalomanía demiúrgica o de otro tipo, de la Varela (11) Graat (1) graffiti
necrofilia…” (10). En efecto, afirma el autor, lo verdaderamente sin explicación no es el mal sino el bien; (1) Grafton (1) Guattari (2)
no los dictadores sino “las vidas de los santos”, y a continuación relata la siguiente historia: durante un Gueroult (3) guerra (1)

traslado de enfermos al Lager en vagones de ganado, repartieron una sola ración de comida para los Hallward (1) Hampshire (1)

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inciertos días que duraría el viaje. Las raciones fueron a parar a un hombre (“o, mejor dicho, un Hardt (2) Harvey (1) Hegel
esqueleto”) al que denominaban “señor maestro”. Se produce una confusión, gritos, patadas, (6) Hernández (1) Hernández
Pedrero (1) Hilb (1) historia (1)
empujones, y el “señor maestro” se pierde de la vista del niño, cuyas posibilidades de sobrevivencia se
historia de la filosofía (2)
disipaban completamente debido a la desaparición de su ración de comida, que a su vez duplicaba la
Hitler (1) Hobbes (1)
posibilidad de sobrevivir del “señor maestro”. Al cabo de unos minutos, sucede que el “señor maestro”
Hobsbawn (2) Huenemann (1)
se abría paso buscándolo con angustia para dejarle, con un gesto rápido, su ración de comida sobre la ideas (1) identificación (formas
barriga, y volver corriendo a su sitio, pues ese paso de vagones podía costarle la muerte. “Y he aquí la de) (1) ideología (2)
pregunta –dice Kertész--: explicadme, si podéis, por qué lo hizo?”. igualdad (7) imagen (2)
imaginación (7) imaginario
Problema que es el centro mismo del relato. ¿Cómo es que, en la situación extrema de un Lager donde (1) imitación afectiva (1)

rige “la atrofia casi patológica de la capacidad de juicio” y la sobrevivencia es lo único que cuenta, impolítico y político (1)
indeterminación (1)
alguien rehúsa posibilidades para su autoconservación? ¿Cómo es posible que alguien sacrifique sus
individualidad (1) individuo (1)
intereses vitales por un desconocido? Es también el interrogante central que, desde una perspectiva
individuo (compuesto) (1)
sociológica, plantea el notable libro de Zygmunt Bauman, Modernidad y holocausto. Su conclusión es
individuos compuestos (1)
que la experiencia del holocausto ha puesto en cuestión la comprensión dominante del hecho moral – Infante del Rosal (1) infinito
que en la tradición sociológica tiene origen en Durkheim-, según la cual la moral es un producto social, (5) Ingrassia (1) inmanencia
la introyección de imperativos sociales, un conjunto de principios vinculantes socialmente aceptados, en (9) intensidades (1)
tanto que, por inversión, inmoral será todo inobservancia de los valores, reglas y pautas de interioridad (1) Israel (1) Jabase
comportamiento establecidos por el conjunto social. (1) Jaquet (5) judaísmo (1)
justicia (9) Kant (3)
A partir del holocausto –afirma Bauman- la práctica jurídica y la teoría moral debieron incluir la Kolakowski (2) Larrauri (2)
latitud y longitud (2)
posibilidad de que, bajo determinadas circunstancias, actuar moralmente es actuar contra los principios
LeBuffe (3) legitimidad (1)
instituidos por consenso social. La práctica sociológica común, que concibe la socialización como
lenguaje (2) Libbey (1)
moralizante, humanizante, racionalizante, etc., no atribuye al “otro”, al “ser con otro”, una relevancia
libertad (13) Lichtenberg
particular; su significado más bien será disuelto en conceptos como el de “ambiente”, “contexto de la (1) Lindman (1) literatura (1)
acción”, “situación del actor”. Buscando hallar el hecho moral fuera del orden societario, más allá –o López Arnal (2) Lord (2)
más acá- del funcionamiento de las instituciones sociales, Bauman remite al pensamiento de Emmanuel Lordon (2) Lucchese (1)
Levinas, para quien la ética se instituye como filosofía primera y la responsabilidad moral como la Lucero (1) Lucero Montaño
estructura primaria y fundamental de la subjetividad. La interpelación del otro atraviesa (9) Lucrecio (1) luz (1)
perpendicularmente la totalidad de los intereses que insertan a los seres humanos en la estructura Macherey (5) Mack (1)
Maimónides (1) mal (1)
social, por lo que “las raíces de la moral se unen muy por debajo de los órdenes sociales, de la cultura,
Malamud (1) Malinowski-
de las estructuras de dominio. Cuando los procesos sociales comienzan, la estructura de la moral ya
Charles (2) Mandle (1) mapa
existe. La moral no es un producto de la sociedad, sino más bien algo que la sociedad manipula”.
conceptual (1) Maquiavelo (1)
Margot (1) Marshall (2)
Por lo demás, la experiencia del holocausto ha puesto de manifiesto –dice Bauman- la facilidad con la Martínez (2) Martínez
que la mayor parte de los individuos, absteniéndose de gestos irreflexivos o imprudentes, persiguiendo Sánchez (1) Marx (9)
exclusivamente sus intereses racionales y siguiendo comportamientos dictados por la marxismo (3) Masaniello (1)
autoconservación, queda sumida en la indiferencia moral, cumpliendo de manera estricta y obediente Mason (1) materialismo (2)

con el deber impuesto sin interrogar el sentido de lo que hace. Pero al mismo tiempo, la mayor materialismo histórico (1)
Matheron (1) meditatio mortis
enseñanza del holocausto –enseñanza antisociológica si se quiere- es que esto no es de ningún modo
(1) Meditatio vitae (1)
inevitable, pues “no importa cuántas personas hayan elegido el comportamiento moral en detrimento de
Melamed (3) memoria (1)
la autoconservación. Lo que importa es que alguno lo haya hecho. El mal no es omnipotente. El
Menasseh Ben Israel (1) Mendes
testimonio de quienes lo han resistido sacude la validez de la lógica de la autoconservación; muestra lo (1) mente (4) mente-cuerpo
que ella es en última instancia: una elección” (11). (relación) (3) Meschonnic
(2) metafísica (2) método
La respuesta de Kertész a este interrogante, de decisiva importancia, es que en los seres humanos hay (2) método geométrico (1)
“algo”, es decir, “la resistencia de un concepto inmaterial que desecha incluso los intereses vitales… mistificación (1) modernidad (1)

una prueba sumamente importante que aducir en el gran metabolismo de los destinos que es, en el modo (1) modos finitos
fondo, la vida”. Ese algo inexplicable, sustraído al todopoderoso principio de autoconservación, hizo que (19) modos infinitos (1)

el “señor maestro” rehusara la posibilidad adicional de supervivencia –el “misterio de la supervivencia”, monismo (1) Montag (3) moral

como la llama Kertész (12)- que el azar le había deparado. [Creo que eso mismo es lo que Vasili (1) Moreau (9) Moreno
Varela (1)Morfino (5) mos
Grossman nombra –en ese libro extraordinario que es Vida y destino- con la expresión “pequeña
geometricus (1) Mouffe (1)
bondad”, una “bondad sin ideas” de hombres comunes; bondad carente de discurso y de sentido,
movimiento y reposo (2)
analfabeta, irreductible a cualquier idea religiosa o política de Bien, cuyo secreto –cuya potencia- no es muerte (1) multiculturalismo (1)
otro que su impotencia]. múltiples individuos (1)
multitud (5) Munro (1) Münz
Aventurarse en las más oscuras regiones de la condición humana con la lumbre spinozista redunda (1) nada (1) Nadler (4) natura
siempre en una inesperada inteligencia de las cosas, en el sereno hallazgo de la razón que jamás se naturans y natura naturata
aparta de un realismo estricto a la vez que adopta por principio nunca maldecir los asuntos humanos ni (2) naturaleza (4) naturaleza
humana (1) necesidad (2)
burlarse de ellos. Pero no es esto lo que quisiéramos hacer ahora, sino más bien interrogar esa
negación (2) Negri (11)
enigmática ruptura con los intereses de la conservación puramente biológica, de la que –según
Nietzsche (3) nihilidad (1)
testimonian Grossman, Kertész, Bauman y otros-- somos capaces los seres humanos.
novedades (29)
Nussbaum (1) O'Sullivan (1)
En primer término, hay un pasaje protokantiano de Spinoza a tener en cuenta, en el que el argumento Oliva Ríos (2) Onfray (3)
se presenta como estrictamente lógico; es el siguiente: “Si ahora se pregunta, en el supuesto de que un óptica (1) orden y conexión (1)
hombre, mediante la perfidia, pudiera librarse de un inminente peligro de muerte, ¿acaso la regla de la origen social (1) Padura (1)
conservación de su ser no le aconsejaría, sin duda alguna, que fuese pérfido? Se responderá de la Palazón Mayoral (1) panteísmo
misma manera: que, si la razón aconsejase eso, lo aconsejaría a todos los hombres; y, de esta suerte, (1) paralelismo (3) Pardo (3)

la razón aconsejaría absolutamente a los hombres no contraer más que pactos dolosos en orden a unir Parens (1) pasiones (4) Patto
(1) paz (1) Peden (1)
sus fuerzas y contar con leyes comunes, lo cual es absurdo” (E4p71esc). La razón enseña el carácter

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autocontradictorio de la máxima que postularía la perfidia como recurso válido para la “regla de pensamiento (3)
conservación”, a la vez que impide hacer una excepción de sí mismo. Sin embargo, no es esta la vía Pensamientos metafísicos (1)

que nos permite acceder a la comprensión que buscamos, cuyo objeto no es sino esa extraña condición Peña (2) Pereyra (1) peticiones
(1) Pieiller (1) Piercey (1) Pinhas
del conatus cuando subordina su mera conservación a otra cosa que excede su individualidad biológica,
(1)poder (6) política (10)
no coaccionado por causas exteriores, ni por deber (no es un Spinoza kantiano el que queremos
posmodernidad (1)potencia
presentar aquí –ni, menos aún, levinasiano), sino por una complejidad y una especie de paradoja que (6) Power (1) práctica (2)
afectan la vis existendi. praxis (1) Principios de la
filosofía de Descartes (1)
El motivo de la supervivencia, la continuidad, la autopreservación –que por lo demás está en el centro privación (1) prudencia (1)
de la experiencia histórica del pueblo judío-, adopta en la filosofía de Spinoza el carácter de un principio racionalismo (francés) (1)

ontológico. Toda cosa quiere perseverar. Afirmación de la existencia en el occursus, que se halla racismo y filosofía (1) Ramos-

siempre investida de una “estrategia” –término explicitado en todas sus dimensiones por el libro de Alarcón (1) Rancière (11)
Rawls (2) razón (2) razón-
Laurent Bove (13). Ese principio, desde luego, adjudica a causas exteriores la muerte por mano propia
libertad (relación) (1) Read (2)
(14) y, en lo que al hambre se refiere, nadie –dice Spinoza- rechaza los alimentos por necesidad de su
Reale y Antiseri (1) rebelión
naturaleza, sino coaccionado por causas externas (E4p20esc) (15). (2) relación (1) religión (1)
renaturalización (2) Renz (1)
El “señor maestro” –designación que permite presumir no se trata de un ignorante, aunque repetición (1) reseña (5)
seguramente tampoco un filósofo spinozista- evocado por el relato de Kertész, pudiendo no hacerlo, reseñas (55)
entrega a un desconocido el alimento que multiplicaría sus escasas posibilidades de sobrevivir. También resumen (1) retrato (1) revistas
aquí, podemos pensar, es posible que lo haya hecho motivado por pasiones tristes como el (4) revolución (2) Reyes (2)
remordimiento, el miedo a la culpa, o bien por causas exteriores que ignora. O también por simple Rhodakanaty (1) Robeyns (2)
obediencia a mandamientos que sumen su acto en una pura heteronomía, y lo vuelven pasivo y carente Roca Jusmet (6) Rocha (1)
de interés filosófico. Rodríguez (1) Rodríguez Tous
(1) Rojas Peralta (2) Rolland
(1) Rorty (1) Rosenthal (1)
No obstante, este aparente conflicto que una situación límite plantea entre las dos dimensiones de la
Russell (1) Saar (1) Sabater (1)
Fortitudo que son la “firmeza” y la “generosidad” encuentra también una resolución que no recurre al
sabiduría (1) Sainz Pezonaga
martirio ni al sacrificio; no obtiene su explicación por el credo mínimo de la vera religio que prescribe el (9) Salazar (1) San Miguel
amor del prójimo, tampoco por el deber de obedecer una Ley. En otros términos, no se trata de una Hevia (1) Sánchez Estop (3)
coacción, de una pasividad, de una heteronomía o de una determinación del hombre sensible por el Sánchez Rebolledo (1) Sánchez
hombre inteligible, sino de una acción. Tortosa (1) Sánchez Vázquez (1)
Sandel (1) Sanromán (1)
Ante todo, el conatus no es una identidad cerrada ni se halla definido por una clausura, sino siempre Santiago (1) Savater (1)

una complejidad cruzada de tensiones; en otros términos, el conatus es el lugar del otro –la exterioridad Schelling (1) semejanza (1) Sen
(4) Sepúlveda Murillo (1)
y la alteridad son intrínsecas a su naturaleza. Y a la inversa, todo individuo está continuamente inscripto
Serrano (1) servidumbre (3)
en una composición mayor. Por ello, una investigación de “las raíces psíquicas y sociales” de la
servidumbre humana (1) Sharp
generosidad involucraría, en el caso de Spinoza, una dimensión política y una dimensión ética [en (2) Shores (1) sí (mismo) (1)
sentido spinozista del término] implicadas en la ontología misma. Sigüenza (1) singularidad (1)
situación filosófica (1) Smith
El cuerpo humano es un individuo compuesto de otros individuos compuestos, pero a la vez su (2) soberanía (1) socialismo
definición no se reduce a la intra-corporalidad sino que depende de su relación con otros cuerpos con (2) Solé (3) solidaridad (1)
los que compone individuos más complejos, conforme procesos que no son independientes ni están sonetos (1) Spinoza (1) Spinoza

separados de cada individuo singular sino que intervienen en su constitución como tales. En cuanto (en Argentina) (1) spinozismo
(1) Spruit y Tortaro (1) Strauss
“efectos” o “momentos de un proceso de individuación”, los individuos forman siempre parte de
(1) sub specie aeternitatis (3)
individualidades mayores, para cuya designación Balibar ha propuesto el concepto de “transindividual”
subjetividad (2) subjetividad
(16). Un tren de desgraciados al borde de la muerte es también un individuo compuesto, y es posible marrana (1) substancia (6)
aprehender allí una dimensión política –una “afirmación” y una “resistencia” colectivas-, que motiva las Sueño político-filosófico
acciones de quienes forman parte de él. La simple solidaridad entre quienes comparten la misma de Spinoza (5) Suhamy (2)
condición en un caso límite como el invocado por Kertész podría presentar la explicación más inmediata suicidio (1) sujeto (1) sujeto (de
de que alguien se arriesgue en favor del conjunto y sea capaz de subordinar el hambre a una más interés)(1) sustancia (3)
extensa lucidez de la situación. Sztulwark (3) Tabakian (1)
Tatián (20) temor (morir)

¿Puede llamarse a “eso” (designado de este modo, con la simple forma de pronombre demostrativo, por y deseo (vivir) (1) teodicea (1)
teoría crítica (2) teoría de la
el propio Kertész), puede llamarse a “eso” amor intelectual? En primer lugar sería necesario explorar
historia (1) tiempo (3) Tijuana
esta expresión –sin duda una de las más misteriosas del spinozismo-, considerándola de manera más
(1) Toscano (1) Tosel (1)
extensa que su definición como género de conocimiento. Haciendo uso de la misma libertad que traducción (3) trascendencia
Althusser cuando sugiere que el primer género de conocimiento no es sólo eso sino sobre todo el (2) Tratado de la reforma del
mundo mismo en tanto imaginario inmediatamente dado, podríamos ensayar una comprensión del entendimiento (4) Tratado
tercer género que no lo reduce a ser una forma de conocimiento –cosa que es evidentemente-, e político (6) Tratado
interrogarnos por la posibilidad de una revelación y una experiencia de la eternidad (lo irreductible teológico-político (7)
mismo a ese cúmulo de imágenes en el tiempo que llamamos “mundo”) surgida de otro modo. En esta Travaglia (1) universalidad (1)

perspectiva, el acento estaría puesto más sobre el sustantivo que sobre el adjetivo, pero sería universalismo (2)
Universidad de Middlesex
radicalmente transformado por él. En efecto, no es amor pasional el que puede motivar una suspensión
(2) Uno (lo) (1) utopía (des-) (1)
del propio interés vital a favor de un desconocido, ni alguna variedad de lo que los filósofos del siglo
Uzín Olleros (3) Van Houdt
XVIII llamaban “simpatía”. Tampoco un simple razonamiento, ni un cálculo, ni principios adquiridos que (1) van Reijen (2) Vardoulakis
rigen la vida normal pero se desvanecen en la situación extrema donde sólo impera el mandato de (1) Varela (1) Vázquez Salazar
sobrevivir. (1) velocidad y lentitud (2)
verdad (3) vertigo (1) vestigia
Como resulta claro para el lector de su quinta parte, el acceso a la scientia intuitiva (expresión que (1) Vicent (1) videos (7)
únicamente aparece en E2p40esc2) se produce según la Ética por vía filosófica, aunque no implica un Viljanen (1) Villacañas (1)

abandono de la imaginación ni de la razón, sino más bien una integración de estos dos primeros Villaverde Rico (2) Villoro

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20/8/2019 Spinozianas: 'Aliquid'. Conjetura sobre una eternidad por la práctica
géneros en una perspectiva más extensa e intensa, que no concierne solamente al conocimiento sino (4) violencia (1) virtud (3)
también a la vida práctica. Paolo Cristofolini (17) ha sugerido que la política es el objeto propio de la Vrousalis (2) Winkler (1)
Wittgenstein (1) Wood (1)
ciencia intuitiva, en la medida en que se presenta como instrumento de comprensión de las transiciones
Wright (1) Yagüe (2) yo (1)
que el hombre es capaz de producir en sí mismo en tanto naturaleza abierta y determinada –en efecto,
Žižek (12) Zubizarreta (1)
no sabemos lo que puede un cuerpo colectivo--, y en tanto ser pensante, cuerpo que tiene ideas --homo
cogitat.
ENTRADAS POPULARES

La teoría del derecho natural no implica que los seres humanos estén condenados a las pasiones en Conatus
sus formas más elementales –que el estricto realismo de Spinoza toma como ineluctable punto de
partida. Por ello es que el mundo político, la sociabilidad humana en tanto ámbito de pasiones, afectos y SPINOZA EN
acciones regido por las utilitates no es adecuada ni suficientemente aprehendido por el conocimiento ALEMANIA. EL CASO
LICHTENBERG
universal de segundo género, sino que requiere una comprensión de su singularidad, que no es
exclusivamente teórica. Esto no hace de la sociedad humana un imperium in imperio pero toma en Sub specie aeternitatis
cuenta su radical indeterminación desde el punto de vista del conatus colectivo; en otros términos: la
ontología de la necesidad no es traducible en determinismo político ni en fatalismo histórico. La relación razón-libertad

En ese sentido, Cristofolini propone que el Tractatus politicus –cuyo propósito luego de haber escrito la Natura naturans y Natura
Ética de otro modo sería inexplicable-- debe entenderse como una explicación de la ciencia intuitiva naturata
(18). Pero la “ciencia nueva” que sería apropiada para comprender la experiencia humana en común, en
El cuerpo según Spinoza
cuanto singularidad en cada caso, no es sólo una ciencia política sino una política a secas. Igual vale
decir ciencia intuitiva que práctica intuitiva. Se trataría de un pensamiento que es acción –o a la inversa, Las cuatro dimensiones
la acción y la política misma como pensamiento- inmanente a los dramas singulares de la historia. Más de la filosofía
aún, se trataría de una “ciencia” cargada de una afectividad propia, que designan los conceptos de
acquiescentia, generositas, amor. En la medida en que “remiten al alma en cuanto entiende”, se trata de Causa sui
afectos intelectuales –no equiparables a pasiones tristes como la misericordia o la conmiseración--, y
Conatus y alegría en
por consiguiente no son ajenos a la ciencia intuitiva. Así concebida –como derrumbe de la polaridad
Spinoza
egoísmo / altruismo--, la generosidad (en realidad deberíamos hablar de firmeza-generosidad como de
un único afecto) no se comprende como una acción para o por otros sino como una acción con otros – Potentia
donde lo central es el conjuntivo, en cuando expresa “el deseo… de unirse a ellos [los demás hombres]
por amistad” (E4p37esc1). Lo que hay en juego no es tanto un tránsito de las pasiones a una razón
instrumental regulada por una ciencia especulativa como una transición de las pasiones a afectos EUGENIO FERNÁNDEZ
GARCÍA: LA ENCRUCIJADA
activos que dotan la experiencia política de una intensidad no divorciada de la razón –una razón no DE LOS AFECTOS, ENSAYOS
SPINOZISTAS (2018)
moralista, e.d. que no “vitupera” la naturaleza humana que realmente existe. El propósito último de la
vida común no ha de ser negativamente comprendido como una organización orientada a satisfacer las
necesidades que impone el carácter finito de la condición humana, sino como desalienación de todo
sentido trascendente, reapropiación de la potencia por vía colectiva, producción de transiciones hacia
afectos activos que dotan a las vidas de su calidad más alta.

No obstante, el asunto que quisiéramos interrogar es el siguiente: ¿es posible concebir un acceso a ese
amor intelectual por vía exclusivamente práctica, una vía que prescinda del segundo género de
conocimiento, y de la misma filosofía? ¿Hay un amor intelectual de sentido puramente práctico, un amor
intelectual de los simples –incluso bajo situaciones adversas e inmensamente tristes como una guerra,
una opresión social o una persecución política? ¿Hay una eternidad por la práctica? No creo que la ELSA SAINT-AMAND
VALLEJO: LA UTOPÍA
Ética permita aprehender de manera inmediata un concepto semejante, pero tal vez podamos tomarlo MATERIALISTA DE SPINOZA
(2018)
prestado de allí para designar con él una experiencia humana extrema como la antes evocada, y luego
tornar a la Ética para interrogarla con su propio concepto, su mayor concepto, enriquecido por el
mundo. “El esfuerzo o el deseo de conocer las cosas según el tercer género de conocimiento, no puede
surgir del primer género pero sí del segundo (non potest ex primo, at quidem ex secundo cognitionis
genere)” (E5p28). Es claro, el tercer género puede surgir del segundo. Ahora bien, ¿puede, también,
surgir de otra forma –que no sea el conocimiento?

En primer lugar, resulta necesario distinguir el amor intellectualis Dei de lo que, en la proposición 15 de
E V Spinoza llama amor erga Deum –donde Dios, considerado como naturaleza o conjunto infinito de
causas, es el origen de un afecto activo que acompaña al segundo género y, por consiguiente,
GERMÁN ULISES BULA
presupone la razón. El conocimiento de Dios, dice Spinoza, es “común a todos los hombres (ommibus CARABALLO: SPINOZA:
hominibus commune est), y puede ser poseído igualmente por todos los hombres en cuanto que son de EDUCACIÓN PARA EL
CAMBIO (2017)
la misma naturaleza” (E4p36dem). “Común” no significa aquí que existe de hecho actualmente en todos
los seres humanos; más bien significa que no es privado ni excluyente, es decir que, por el contrario, se
incrementa “mientras más hombres imaginamos (imaginamur) que están unidos con Dios por el mismo
vínculo de amor”, incluso es la afección más común. La conquista de afectos comunes y afecciones
comunes, al igual que la formación de nociones comunes, tiene un efecto práctico y una implicancia
política. El poder de la Mens sobre las pasiones no requiere de la “ciencia intuitiva” sino sólo de un
conocimiento adecuado que permite formar una idea clara y distinta de los afectos, a la vez que
ordenarlos y concatenarlos entre sí (E5p20esc). En otros términos, “para determinar lo que la razón
dicta como útil –escribe Spinoza- no hemos tenido para nada en cuenta la eternidad del alma”
(E5p41dem).
AXEL CHERNIAVSKY:
SPINOZA (2017)
La Mens se vuelve apta para conocer según el tercer género (es decir, apta para pasar del
conocimiento adecuado y universal de los atributos de Dios al conocimiento adecuado de las cosas
singulares(19)) sólo en la medida en que concibe la esencia del cuerpo bajo la perspectiva de la

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20/8/2019 Spinozianas: 'Aliquid'. Conjetura sobre una eternidad por la práctica
eternidad; y sólo así experimenta que su ser no puede definirse por el tiempo ni explicarse enteramente
por la duración. Pero Spinoza no presenta esa revelación de algo que no está bajo la forma del tiempo
como si se tratara de una intelección individual, sino como una experiencia y un sentimiento expresados
en plural: “sentimos y experimentamos que somos eternos (sentimos, experimurque, nos aeternos
esse)” (E5p23esc). La experiencia de la eternidad involucra la pluralidad humana.

Si el spinozismo como ética de la alegría y la felicidad en la lucidez y la acción tiene sentido, lo tiene
con los ojos bien abiertos frente a la realidad de un mundo sumido en la destrucción y el sometimiento
de seres humanos, en deportaciones y en desapariciones de personas y culturas, en el desprecio de los
otros; contra toda ideología de la alegría, tiene sentido en cuanto conciencia del inimaginable dolor. Es
precisamente allí donde el amor intelectual –en la acepción que buscamos conferirle, en la dimensión
que procuramos encontrar en él-- tiene su origen paradójico. Paradójico, pues la alegría más alta y
JOSÉ EZCURDIA:
constante a la que son capaces de acceder el pensamiento y la acción –y que puede por ello mismo ser VITALISMO FILOSÓFICO
(ENSAYOS SOBRE SPINOZA,
llamada beatitudo--, hunde sus raíces, por así decirlo, en la devastación. No se trata, desde luego, de NIETZSCHE, BERGSON Y
JUNG) (2017)
una alegría perversa por la devastación; ni, mucho menos, de una evocación impotente del sufrimiento
y la tristeza. Nadie como Spinoza ha sido capaz de denunciar de manera tan aguda la morbosidad en
cualquiera de sus formas: intelectual, política o teológica. Amor erga Deum; amor Dei intellectualis no
como indiferencia por “lo que el hombre le hace al hombre” ni a pesar del sufrimiento humano sino
precisamente debido a ello, en medio de ello. Es allí que la filosofía mantiene su afirmación –no una
promesa-: somos in Deo, lo que quiere decir que somos eternos. El conocimiento del tercer género no
produce la eternidad misma, sino una experiencia de esa eternidad inmanente a la vida humana –como
la producen asimismo el arte y la política.

El spinozismo tiene sentido como filosofía de los humildes, como instrumento de su liberación política y
también, sobre todo, como confianza en su liberación espiritual –quizás es esto lo que nombra la ARIEL SUHAMY Y ALIA
DAVAL: SPINOZA POR LAS
expresión communisme des esprits, que Matheron emplea en la última página de su libro (20), o el BESTIAS (2016)
“comunismo de las singularidades” del que hablaba Sartre hacia el final de su vida.

La liberación del miedo a la muerte que la ciencia intuitiva implica por añadidura, permite a los seres
humanos acceder a una comprensión de sí mismos y de sus acciones que no puede reducirse al solo
esfuerzo de conservarse, a cualquier precio, en la duración. “Nuestra salvación o felicidad, o sea
nuestra libertad” se obtiene –dice Spinoza-- en la experiencia de esa forma amante de conocimiento,
inconvertible al racionalismo, que misteriosamente se vuelve equivalente a un “amor de Dios hacia los
MARIELA OLIVA RÍOS: LA
hombres”. También aquí, el sive –la “operación del sive”, sobre la que ha llamado la atención André INMANENCIA DEL DESEO.
UN ESTUDIO SOBRE LA
Tosel- desencadena toda su potencia: amor erga Deum, sive amor Dei erga homines (E5p36esc). Esta SUBJETIVIDAD ÉTICA...
(2015)
equivalencia ha sido vista como una dimensión práctica que aloja la ciencia intuitiva. A la que
podríamos llamar “práctica intuitiva”.

A falta de una respuesta mejor, Kertész había invocado la palabra “algo” (“algo en los seres humanos”),
ante a la pregunta que indaga el comportamiento de quien renuncia a su interés mayor, que es el de su
conservación, a favor de un desconocido (y que desborda lo que admite ser designado con la palabra
“generosidad”). Spinoza, a su vez, escribe: “como, de todas maneras, eso que se concibe con una
cierta necesidad eterna por medio de la esencia misma de Dios es algo (aliquid), ese algo que
pertenece a la esencia del alma, será necesariamente eterno” (E5p23dem)

Tal vez en ese pronombre indefinido al que se recurre para aludir a una cosa que no se quiere o no se
puede nombrar, tal vez allí, en lo más neutro, el filósofo y los simples encuentran su lugar común, la
eternidad. VÍCTOR MANUEL PINEDA:
EL TEMOR Y LA
ESPERANZA. LA FILOSOFÍA
Notas POLÍTICA DE SPINOZA
(2015)

1. Esta comprensión del conatus como generalización metafísica del principio de inercia es afirmada por
Victor Delbos en su curso de 1912-1913 en la Sorbona (Le spinozisme, París, 1950, pp.117-119).
2. “Puesto que la razón no pide nada contra la naturaleza, pide, pues, que cada uno se ame a sí mismo,
que busque su propia utilidad –la que es verdaderamente tal-- y apetezca todo aquello que conduce
realmente al hombre a una mayor perfección, y, en general, que cada uno se esfuerce, en cuando de él
depende, en conservar su ser. Lo cual es sin duda tan necesariamente verdadero como que el todo es
mayor que su parte. Además, dado que la virtud no es otra cosa que actuar según las leyes de la propia
naturaleza y que nadie se esfuerza en conservar su ser sino en la virtud de las leyes de su naturaleza,
se sigue 1º) que el fundamento de la virtud consiste en que el hombre pueda conservar su propio ser;
2º) se sigue que la virtud debe ser apetecida por sí misma, y que no existe nada que sea más digno o
que nos sea más útil que ella, por lo que ella debiera ser apetecida; 3º) se sigue, en fin, que los que se
suicidan son de ánimo impotente y han sido totalmente vencidos por causas exteriores, que repugnan a LAURENT BOVE: LA
ESTRATEGIA DEL CONATUS.
su naturaleza” (E4p18esc). AFIRMACIÓN Y
RESISTENCIA EN SPINOZA
3. Continuando en otro orden este mismo argumento, el Tratado político precisará una teoría de la paz (2015)
que se halla en las antípodas de cualquier biopolítica; allí, escribe Spinoza: “Cuando decimos pues que
el mejor Estado es aquel en el que los hombres llevan una vida pacífica, entiendo por vida humana
aquella que se define, no por la sola circulación de la sangre y otras funciones comunes a todos los
animales, sino, por encima de todo, por al razón, verdadera virtud y vida del alma” (TP, cap. V, § 5).

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20/8/2019 Spinozianas: 'Aliquid'. Conjetura sobre una eternidad por la práctica
4. Para esta distinción, cfr. el estudio de Erica Marie Itokazu, Tempo, duracão e eternidade na filosofia
de Espinoza, Universidade de São Paulo, 2008 (inédito), del que nos hemos servido para las
consideraciones que siguen.
5. “Duración es la continuación indefinida de la existencia. Explicación: Digo ‘indefinida’ porque no
puede ser limitada en modo alguno por la naturaleza misma de la cosa existente, ni tampoco por la
causa eficiente, la cual, en efecto, da necesariamente existencia a la cosa, pero no se la quita”
(E2def5).
6. “Por eternidad entiendo la existencia misma, en cuanto se concibe que se sigue necesariamente de
la sola definición de una cosa eterna. Explicación: Pues tal existencia se concibe como una verdad
eterna, lo mismo que la esencia de la cosa; y, por tanto, no se puede explicar por la duración o el
tiempo, aunque se conciba que la duración carece de principio y de fin” (E1def8). “…la eternidad es la
esencia misma de Dios en cuanto implica la existencia necesaria” (E5p30dem).
DIEGO TATIÁN: LA
7. La única definición del tiempo que dá Spinoza es la que consta en PM, I, IV: “El tiempo no es, pues, CAUTELA DEL SALVAJE.
PASIONES Y POLÍTICA EN
una afección de las cosas sino un simple modo de pensar, o, como dijimos, un ente de razón; en efecto, SPINOZA (2015)
es el modo de pensar que sirve para explicar la duración” (Pensameintos metafísicos, versión de Atilano
Domínguez, Alianza, Madrid, 1988, p.243). También PM, II, X: “En efecto, el tiempo es la medida de la
duración o, mejor dicho, no es nada más que un modo de pensar” (íbid., p.271).
8. Jaquet, Chantal, Sub specie aeternitatis. Étude des concepts de temps, durée et eternité chez
Spinoza, Kimée, Paris, 1997 (cit. por Erica M. Itokazu, op. cit.).
9. Imre Kertész, Kaddish por el hijo no nacido, versión de Adan Kovacsics, El Acantilado, Barcelona,
2001.
10. Ídem, p.53.
11. Zygmunt Bauman, Modernidad y holocausto, Sequitur, Madrid, 1997, p. 282.
12. “En esos años conocí mi existencia, de un lado como hecho y de otro como forma de vida espiritual
o, para ser preciso, como forma de vida de la supervivencia que no sobrevive, que no quiere ni puede,
probablemente, sobrevivir a una determinada supervivencia que, no obstante, exige lo suyo, que exige,
FRÉDÉRIC LORDON:
concretamente, ser moldeado como un objeto redondo y duro cual cristal, con el fin de mantenerse, no CAPITALISMO, DESEO Y
importa para qué, no importa para quién, para todos y para nadie…; como forma de vida de la SERVIDUMBRE. MARX Y
SPINOZA (2015)
supervivencia que, sin embargo, eliminaré y liquidaré en cuanto hecho, en cuando mero hecho de la
supervivencia, incluso –y sólo entonces ocurrirá de veras- aunque ese hecho sea casualmente yo” (op.
cit., p. 146).
13. La stratégie du conatus. Affirmation et résistence chez Spinoza, Vrin, Paris, 1996.
14. Cfr. Diana Cohen, El suicidio: deseo imposible, Ediciones del Signo, Buenos Aires, 2003.
15. Este sería pues el caso del artista kafkiano que se abstiene de comer y exhibe su delgadez, si sólo
lo hiciera por honor, por dinero o simplemente para brindar un espectáculo. Sin embargo, la
desconcertante confesión final del ayunador revela su motivación profunda: “no pude encontrar ninguna
comida que me gustara”, dice, antes de morir. Acaso sea también este el secreto de la inapetencia de
Bartleby, ese otro gran artista del hambre. Ambos se sustraen misteriosamente de la autoconservación,
a favor, tal vez, de una afirmación distinta –aunque siempre sea posible pensar (la cuestión es en el
fondo indecidible) que lo hacen coaccionados por una causalidad exterior que permanece inconsciente.
16. Balibar, Étienne, “Individualité et transindividualité chez Spinoza”, en P. F. Moreau (ed.), PILAR BENITO OLALLA:
SPINOZA. UNA NUEVA
Architectures de la raison, Fontenay-aux-Roses, ENS Ed., 1986. ÉTICA PARA LA
LIBERACIÓN HUMANA
17. Cfr. Cristofolini, Paolo, La scienza intuitiva di Spinoza, Morano, Firenze, 1987, pp. 185 y ss. (2015)
18. Íbid., p. 189.
19. En un pasaje de su curso de 1980-1981 en la Universidad de Vincennes, Deleuze propone la
natación más bien que las matemáticas como modelo del segundo género de conocimiento –que por
tanto no debe ser considerado como una forma abstracta de conocimiento sino como un savoir faire.
Saber nadar es haber “conquistado un elemento” que permite componer mi cuerpo con el agua; un
saber de la regla de composición entre dos relaciones, o más bien un arte, que no podría nunca
obtenerse por el conocimiento físico-químico del agua (Deleuze, Gilles, En medio de Spinoza, Cactus,
Buenos Aires, 2008, pp. 425-428). Ahora bien, Deleuze no proporciona un ejemplo tan concreto del
tercer género de conocimiento –no tendría ya que ver con la composición entre dos o más relaciones,
sino con la esencia de un ser singular-, que podría encontrarse en la política y el arte, actividades
definidas por su potencia productiva más que por la adecuación o correspondencia pasiva a un estado
de cosas dado.
HENRI MESCHONNIC:
20. Individu et communauté chez Spinoza, op. cit., p.613. SPINOZA POEMA DEL
PENSAMIENTO (2015)

Diego Tatián, “Aliquid. Conjetura sobre una eternidad por la práctica”, en Diego Tatián (comp.), Spinoza.
Quinto Coloquio, Brujas, Córdoba, 2009, pp. 353-370.

Categorías: eternidad, práctica, Tatián

3 comentarios:
Luis Roca Jusmet dijo...
El artículo me parece muy interesante.
Solo quería añadir otra pregunta : MARÍA JIMENA SOLÉ (ED.):
SPINOZA EN DEBATE (2015)

alucero-montano.blogspot.com/2014/01/aliquid-conjetura-sobre-una-eternidad.html 7/11
20/8/2019 Spinozianas: 'Aliquid'. Conjetura sobre una eternidad por la práctica
¿ se equivoca Freud cuando habla de la pulsión de muerte cuando afirma que todo lo vivo tiende a la
nada, es decir a su desaparición ( principio del nirvana ?
Saludos
Luis
27 enero, 2014

Alfredo Lucero-Montaño dijo...

Hola Luis,

No sé si Freud se equivoca, quizá lo interesante sería señalar el contraste, mientras Freud ve en la

condición humana una tendencia originaria a la destrucción o la muerte --'Lo viviente muere por
fundamentos internos... la meta de toda vida es la muerte'--, Spinoza sostiene que la muerte es externa DIANA COHEN AGREST:
SPINOZA. UNA
o extrínseca --'Ninguna cosa puede ser destruida sino por una causa externa'. La apuesta de Spinoza es CARTOGRAFÍA DE LA ÉTICA
(2015)
pues: 'El [conatus] es la esencia misma del hombre, esto es, el esfuerzo con que el hombre se esfuerza
por perserverar en su ser'. Saludos.
28 enero, 2014

Luis Roca Jusmet dijo...

Hola Alfredo,
estoy de acuerdo, lo importante es el contraste, que da que pensar. Personalmente pienso que Freud se
equivoca en su especulación sobre la pulsión de muerte como tendencia a la despararición.
Schopenahauer, cursisoamente, ve las dos tendencias pero su pesimismo le lleva a ainterpretar de
manera negativa la pulsión de vida y la pulsión de muerte.
FRANÇOIS ZOURABICHVILI:
La pulsión de muerte cmo tendencia destructiva puede entenderse, sin esta especulación final, como el SPINOZA. UNA FÍSICA DEL
PENSAMIENTO (2014)
odio de Spinoza, odio a sí mismo u odio al otro por ser la causa de la trsiteza. Sería una posibilidad a
trabajar.
Un abrazo
28 enero, 2014

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LÍQUIDO SPINOZA. LAS
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