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Universidad Rafael Landívar

Facultad de Humanidades
Campus de Quetzaltenango

“NIVEL DE DEPRESIÓN EN PERSONAS


PRIVADAS DE LIBERTAD”
(ESTUDIO REALIZADO EN LA CÁRCEL DE LA
COMISARÍA 42, POLICÍA NACIONAL CIVIL,
SAN MARCOS, S.M.)

TESIS

José Mynor Mérida Orozco

Carné 45092

Quetzaltenango, marzo de 2012


Campus de Quetzaltenango
Universidad Rafael Landívar
Facultad de Humanidades
Campus de Quetzaltenango

“NIVEL DE DEPRESIÓN EN PERSONAS


PRIVADAS DE LIBERTAD”
(ESTUDIO REALIZADO EN LA CÁRCEL DE LA
COMISARÍA 42, POLICÍA NACIONAL CIVIL,
SAN MARCOS, S.M.)

TESIS

Presentada a Coordinación de Facultad de


Humanidades

Por:

José Mynor Mérida Orozco

Previo a conferirle en el grado académico de:


Licenciado
El título de
Psicólogo

Quetzaltenango, marzo de 2012


Autoridades de la Universidad Rafael Landívar
del Campus Central

Rector Padre Rolando Enrique Alvarado S.J.


Vicerrectora Académica Doctora Lucrecia Méndez de Penedo
Vicerrector de Investigación
y Proyecto Social Padre Carlos Cabarrús Pellecer S.J.
Vicerrector de Integración Universitaria Padre Eduardo Valdés Barría S.J.
Vicerrector Administrativo Licenciado Ariel Rivera Irias
Secretaria General Licenciada Fabiola Padilla de Lorenzana

Autoridades de la Facultad de
Humanidades

Decana M.A. Hilda Caballeros de Mazariegos


Vicedecano M.A. Hosy Benjamer Orozco
Secretaria M.A. Lucrecia Arriaga
Directora del Departamento de Psicología M.A. Georgina Mariscal de Jurado
Directora del Departamento de Educación M.A. Hilda Díaz de Godoy
Directora del Departamento de Ciencias
de la Comunicación M.A. Nancy Avendaño
Director del Departamento de Letras
y Filosofía M.A. Ernesto Loukota
Representantes de Catedráticos ante
Consejo de Facultad Lic. Ignacio Lacrériga Giménez
Licda. María de la Luz de León
Miembros del Consejo
Campus de Quetzaltenango

Director de Campus Arquitecto Manrique Sáenz Calderón

Sub-Director de Campus y
Coordinador de Integración
Universitaria de Campus Msc. P. José María Ferrero Muñiz, S.J.

Coordinador Administrativo de Campus Licenciado Alberto Axt Rodríguez

Coordinador Académico de Campus Ingeniero Jorge Derik Lima Par

Asesora

Licenciada Sheny Judith Cordero Orellana

Revisor de Fondo

Licenciado Jorge Armando Pérez Orellana


Agradecimiento

A la vida:
Por permitirme bregar por todos sus caminos en pos de su conocimiento y de mi
superación personal.

A todas las Personas que he Encontrado en el Camino de mi Vida:


Con quienes hemos compartido experiencias, conocimientos, ideas, metas, para el
crecimiento personal.

A las Personas Privadas de Libertad y Autoridades de la Comisaria 42 de la PNC


de San Marcos:
Por su apoyo para la consecución de este trabajo.

A todas y todos los Licenciados:


Que compartieron su sabiduría en el trayecto de mi formación profesional.

A la Universidad Rafael Landívar, Campus Quetzaltenango, por darme la oportunidad


de forjarme en ella.
Dedicatoria

A la Naturaleza:
Por ser fuente de vida y experiencia.

A la Memoria de mis Padres y Tía:


Licenciado Humberto Francisco Mérida Orozco.
Sofía del Rosario Orozco Méndez.
Victoria Herminia Mérida Orozco.
Por darme su amor, su sabiduría y ser ejemplo de humildad.

A mis Hermanos:
Martha Lidia Mérida Orozco.
Víctor Herminio Mérida Orozco.
Por su ejemplo de unión y solidaridad en mis momentos difíciles.

A las Personas que han dejado Huella en mi Trayecto por la Vida:


Dándome su ayuda, apoyo y cariño, Especialmente a María Faustina Díaz Ramírez.

A todos mis Amigos y Amigas:


Con respeto.
Índice

Pág.

I. Introducción………………………………………………………………... 1
1.1. Nivel de Depresión………………………………………………………….. 16
1.1.1. Definición………………………………………………………………..…… 16
1.1.2. Historia de la Depresión……………………………………………..……… 18
1.1.3. Síntomas de la Depresión…………………………………………………… 18
1.1.4. Tipos de Depresión……………………………………………………..…… 21
1.1.5. Población que puede Padecer Depresión………………………………… 31
1.1.6. Casos especiales de la depresión…………………………………….…… 33
1.1.7. Factores de la depresión………………………………………………….… 39
1.1.8. Detección de la depresión……………………………………………..…… 43
1.1.9. Medios para Evitar que la Depresión se Convierta en un Trastorno
Crónico……………………………………………………………………….. 46
1.1.10. Tratamiento de la Depresión………………………………………………... 50
1.1.11. Tipos de Tratamiento de la depresión…………………………………….. 55
1.1.12. Sugerencias para Prevenir y Afrontar la Depresión……………………… 71
1.1.13. Depresión y Calidad de Vida……………………………………………… 78
1.1.14. Propagación de la Depresión……………………………………………… 79
1.2. Personas Privadas de Libertad……………………………………………. 81
1.2.1. Definición………………………………………………………………….… 81
1.2.2. Información General del Sistema Carcelario Guatemalteco…………… 82
1.2.3. Perfil Socioeconómico de las Personas Privadas de Libertad…………. 84
1.2.4. Información Judicial y Personas Privadas de Libertad……….…………. 86
1.2.5. Condiciones y Trato en los Centros Penales…………………………...… 88
1.2.6. Análisis del Respeto de los Derechos Humanos de los Reclusos……... 92
1.2.7. Situación de las Mujeres Privadas de Libertad……..…………………….. 100

II. Planteamiento del Problema……………...………………………………. 103


2.1. Objetivos……………………………………………………………………… 105
2.2. Hipótesis……………………………………………...……………………… 105
2.3. Variables de Estudio…………………………………………………..…… 105
2.4. Definición de Variables………………………………………………..…… 106
2.5. Alcances y Limites…………………………………………………………… 107
2.6. Aporte………………………………………………………………………..… 108

III. Método……………………………..……………………………………..........110
3.1. Sujetos………………………………………………………………………… 110
3.2. Instrumentos………………………………………………………………… 110
3.3. Procedimiento………………………………………………………………. 111
3.4. Diseño………………………………………………………………………… 112
3.5. Metodología Estadística…………………………………………………….. 112

IV. Resultados………………………………………………………………… 114

V. Discusiòn………………………………………………………………….. 136

VI. Propuesta………………………………………………………………….. 145

VII. Conclusiones…………………………………………………………….… 156

VIII. Recomendaciones……………………………………………………….. 158

IX. Referencias Bibliográficas………………………………………………. 160

X. Anexos…………………………………………………………...…………… 163
Resumen

Las tasas de depresión están aumentando. Según la OMS, la máxima autoridad al


respecto en todo el mundo, la depresión es actualmente la cuarta causa principal de
sufrimiento e incapacidad humanos en nuestro planeta. Esa observación por si sola
nos indica la gravedad del problema y el alcance del mismo. Sin embargo, aún peor es
la predicción de la OMS de que en el año 2020 la depresión se habrá incrementado
hasta convertirse en la segunda causa más importante de sufrimiento e incapacidad.

La depresión es un trastorno del estado de ánimo que se manifiesta de distintas formas.


Puede aparecer a través de quejas referidas a un malestar físico, como, por ejemplo un
dolor crónico sin una causa orgánica que lo justifique; o estar “enmascarada” bajo la
irritabilidad del ánimo, un consumo excesivo de alcohol o una especie de adicción al
trabajo.

En cuanto a la severidad de los episodios, la CIE-10 distingue los siguientes tres


niveles: Leve, moderado y grave. Para este estudio se evaluó el total de la población de
reclusos, consistente en 50 personas de sexo masculino de entre 18 y 55 años, a
quienes se les administro el instrumento estandarizado Inventario de Beck. Las
conclusiones obtenidas fueron que el 76 % presenta depresión, de la siguiente manera:
Nivel leve: 40 %; moderado: 30 % y grave: 6 %.

Finalmente se elaboró un plan de Salud Mental para coadyuvar a la rehabilitación de los


reos de la comisaria en mención.
Introducción

La depresión es algo común y se manifiesta bajo un despliegue de disfraces


confusos, hay formas leves de depresión que pueden pasar inadvertidas, y otras que
son serias y debilitantes, a veces dura sólo un breve período, otras viene y se va, y
en algunas ocasiones se trata de una dolencia prolongada, casi constante.

La depresión afecta a millones de personas en todo el mundo y se traduce en una


gran angustia, sufrimiento y pérdida de vida social y laboral. Las estimaciones
indican que al menos entre un veinticinco y treinta y tres por ciento de la población
sufre depresión en algún momento de la vida, y es entonces importante comprender
a fondo, que más hay detrás del término de la psicopatología clínica. A pesar de
tratarse de una dolencia generalizada, existe mucha ignorancia y concepciones
erróneas respecto a este trastorno. El estigma que la opinión pública asocia a la
depresión, suele desalentar la identificación y tratamiento.

Muchas personas que sufren una depresión no se sienten deprimidas y es que la


depresión puede padecerse sin estar triste ni sentirse melancólico. La depresión es
una enfermedad que afecta al cuerpo, a la mente y a las emociones. No es un
defecto caracterológico, ni tampoco una debilidad personal. La depresión sin
tratamiento, es la causa número uno del alcoholismo, el abuso de drogas y muchas
otras adicciones. Además es un estado que impide el buen funcionamiento del
sistema inmunológico, incrementa la incidencia de las enfermedades y acorta la
duración de la vida.

Ahora bien, si la vida de una persona transcurre por determinado tiempo dentro de
los muros de una cárcel, en donde el deterioro de las condiciones, hacinamiento,
trato denigrante, discriminación, abuso, entre otros, son el denominador común,
puede inferirse que la persona privada de libertad no es feliz, se entiende la felicidad
como sinónimo de satisfacción, y no en un campo, sino en los más importantes de la
existencia humana como creerse capaz, tener vínculos cercanos con otras personas
y sentirse bien consigo mismo.

1
Esta investigación aparte del objetivo principal, proporcionará a las personas
afectadas por la depresión, tanto a quienes la padecen como a las que están junto a
ellas, información y orientación a través de los diferentes temas que se presentan; se
tratan de manera clara, sencilla y directa las generalidades de la depresión, desde el
concepto, historia, clasificación, causas, detección, tratamientos y también ofrece
ayuda práctica y sugerencias realistas para superarla o afrontarla. Debe tenerse en
cuenta que el presente trabajo no pretende sustituir el tratamiento personalizado ni la
evaluación y diagnóstico de un profesional cualificado de la salud mental.

Establecido esto, se pretende formular algunas sugerencias que contribuyan a que la


cárcel en general, sea un espacio resocializador de las personas privadas de
libertad, para que al incorporarse nuevamente a la vida social, lo hagan de tal
manera que puedan contribuir con el desarrollo de esta, sin el estigma que hasta
ahora se le da a toda aquella persona que por una u otra razón ha estado privada de
libertad.

Y a continuación se presentan algunos criterios sobre el tema a tratar.

Gálvez (2008), en entrevista con la revista Y qué? edición veintiuno de junio, dice:
La impotencia de no tener recursos económicos o laborales que satisfagan lo
económico, primordialmente desmotiva individualmente a la población. Lleva al
individuo a sentirse abandonado, en soledad, de mal humor, y se atenta contra el
carácter de las personas. El hecho es que todas estas cosas junto a la
desmotivación crónica, causan depresión en la población, un mal generalizado que
para reprimirlo lleva al ser humano a actuar de varias formas.

Aparte del trastorno del carácter, los nervios se ven afectados directamente,
estresando al individuo de manera tal que la única forma que encuentra para paliar
ese estrés es convertirse en un ser agresivo. La agresividad es notoria en la
población ya que la gente se insulta y se agrede en forma deshumana. Agrega que
definitivamente, se degeneran los valores por la consecuencia del estado de ánimo
en que se vive y por la forma de relacionarse con las demás personas, al faltarse el
respeto mutuamente sin importar los valores.

2
Miguélez (2008), en el artículo Cárceles de la mente, del Centro de Colaboraciones
Solidarias (CCS), España, dice: casi el treinta por ciento de las personas sin hogar
sufren depresión crónica, trastornos bipolares o esquizofrenia, las enfermedades
mentales más frecuentes, según estudios realizados en España. En las cárceles se
han detectado cerca de dos mil casos de trastorno psicótico, casi el tres por ciento de
la población reclusa y más de siete mil personas con patología dual, agravada por el
consumo de drogas. Más del tres por ciento de los internos había estado en un
centro psiquiátrico antes de entrar en prisión.

En España se han cerrado la mayoría de los manicomios, con la convicción de que


las familias se ocuparían de sus familiares con enfermedad mental. Esta pretensión
tomaba como premisa unas redes familiares solidas, pero quienes no las tuvieran o
quienes llegaran de otros países se quedaban en el limbo afectivo y de cuidados
profesionales. También hubo familias incapaces de lidiar con enfermedades para las
que se necesita el apoyo de psicólogos, psiquiatras, enfermeros, terapeutas,
auxiliares clínicos, cuidadores y trabajadores sociales.

Una joven española cuenta en un reportaje del periódico El País, cómo se pasa de
la depresión al calabozo. A un amigo suyo le diagnosticaron esquizofrenia cuando
había pasado de una cárcel mental a una cárcel real, aunque había ido al médico
con un cuadro depresivo severo antes de ingresar. Mercedes Gallizo, Directora de
Instituciones Penitenciarias en España, opina que la prevención y tratamientos
adecuados evitarían algunos delitos. Sin embargo, primero se necesita un
diagnostico, algo que se complica cuando faltan los recursos, se habla poco del tema
y se mantienen los estigmas sociales.

Morales (2009), en el articulo bipolaridad, de la revista vía libre, número ciento treinta
del dos de octubre, se refiere a la bipolaridad como un trastorno que se caracteriza
por cambios constantes de ánimo muy diferentes a los normales, ya que son más
drásticos, notorios y comúnmente inesperados de acuerdo a las explicaciones del
psiquiatra Mauricio Aquino.

3
La persona que vive con este trastorno puede presentar dos comportamientos
totalmente alternos uno de otro, en un minuto puede pasar de una alegría
incontrolable a un sentimiento de soledad. Dentro de estos trastornos existen dos
tipos de estados de ánimo predominantes o extremos: La manía y la depresión.
Vieta y Gastó en su libro Trastornos bipolares, los especifican de la siguiente
manera: Depresión, la persona se siente sola y vacía; el estado de ánimo se torna
desalentador. Manía, es cuando se está lleno de energía, entusiasmo, irritabilidad y
euforia.
Según Aquino, existen muchos síntomas que presentan los bipolares:

Extremo depresivo: Falta de concentración; apatía; sentimientos de vacío y tristeza


continua;
cero interés, es decir, no quiere nada ni a nadie; fatiga y mucho sueño; baja
autoestima; aumento o pérdida de peso. Extremo maniaco: Pérdida de sueño;
autoestima exageradamente alta; hablar continuamente y demasiado; con muchos
deseos de actividad sexual; movimientos exagerados; la persona es violenta y
demasiado activa.

Ruiz (2010), en el artículo de Negro a Blanco, en la sección D fondo, de la revista D,


número tres cientos treinta y uno de fecha catorce de noviembre, en entrevista con
varios psicólogos dice: La palabra depresión viene del latín depressio:
“Hundimiento”. Es un síndrome o conjunto de síntomas característicos de una
enfermedad, que está relacionado con el estado anímico bajo de las personas, define
Carrera. “Si no se trata a tiempo y con efectividad, es posible que provoque la
muerte”, sentencia Zetina.

Puede ser de dos tipos: Reactivo (de afuera) o endógeno (de adentro). En el primer
caso, constituye la respuesta hacia un estímulo externo que ocasiona duelo (la
muerte de un ser querido o la perdida de un trabajo); sin embargo, cuando no logra
superarse, se transforma en depresión y pierde relación con el estímulo inicial.

4
En el segundo caso, endógeno, se trata de procesos que nada tienen que ver con la
realidad, la persona simplemente se deprime sin existir una causa real. A este tipo
algunos le denominan depresión química, pues a nivel cerebral disminuyen la
fluidez de ciertos neurotransmisores (sustancias que facilitan la conexión entre las
células nerviosas), tal es el caso de la serotonina, la norepinefrina y la dopamina.
Una tercera postura es la que considera que en una depresión están implicados
ambos factores, tanto endógenos como exógenos, en distintas proporciones.

Existen otros factores que se investigan en la actualidad. Uno de ellos se refiere a la


genética. Se especula si se hereda, pero los estudios todavía no son concluyentes.
También se hacen hipótesis sobre si la depresión obedece más a cambios
estructurales en el cerebro, entre los que se cuenta la muerte de neuronas –células
nerviosas- en un área del cerebro conocida como hipocampo que se relaciona con la
memoria. Según esta teoría, los medicamentos antidepresivos funcionan no tanto
balanceando la química cerebral, sino promoviendo el crecimiento de nuevas
neuronas.

Dentro de los síntomas asociados a la depresión el paciente manifiesta sentirse


hundido, con un peso sobre su existencia. Se trata de un trastorno afectivo que varía
desde bajas transitorias del estado de ánimo, que son características de la vida
misma, hasta el síndrome clínico, de gravedad y duración importante, con signos
asociados, los cuales no son nada normales como tristeza profunda, desgano,
cansancio, baja autoestima, pensamientos suicidas, estado de ansiedad o vacío de
forma persistente; sentimientos de desesperanza, pesimismo, culpabilidad y
desamparo; pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes se
disfrutaban, incluyendo la sexual; dificultad para concentrarse, recordar y tomar
decisiones.

También son muy comunes los trastornos del sueño como insomnio, despertarse
más temprano o dormir más de la cuenta. Además, perdida de peso, apetito o
ambos, o por el contrario comer más de la cuenta; asimismo inquietud e irritabilidad.
Síntomas físicos que no responden al tratamiento médico son clásicos en esta

5
condición, tal es el caso de dolores de cabeza, trastornos digestivos y otros
malestares crónicos.

En cuanto a la intensidad, hay depresiones leves, moderadas y severas, solo en este


último caso se aconseja la toma de fármacos, apunta Melville. Para clasificar a un
paciente entre una de estas intensidades, se hace necesario realizar un historial
psicológico, y dependiendo de la cantidad de síntomas que presente el enfermo y de
la duración de sus crisis, le corresponderá una categoría.

A pesar de los muchos signos que puede manifestar la enfermedad, su diagnóstico


es complicado. Los psicólogos consultados aseguran que por lo menos deben
persistir siete de los síntomas durante quince días seguidos. Sin embargo, hay casos
asintomáticos, comenta Zetina, en entrevista concedida a Ruiz (2010). A lo que
asiente Carrera, para quien solo puede aparecer un signo físico como una gastritis,
dolor no identificado o focalizado en la cabeza, los cuales enmascaran ese síndrome,
pues el paciente consulta por este problema, y el médico combate el padecimiento
sin considerar que podría tratarse de una depresión.

También en la mencionada entrevista, Sonia Melville afirma que lo importante es


diferenciar la tristeza de la depresión, esta desazón está más ligada al exterior, a que
la persona pueda sentir que hay cosas que no la llenan y en que para ella el mundo
externo se ofrece como un mundo vacío. Mientras que la depresión es ese estado de
ánimo bajo, en el que existe una sensación de vacío y abatimiento, que no siempre
esta relacionada con una perdida –aunque puede estarlo- y en la que a veces no se
identifica la razón de esa emoción que está enraizada en el interior de quien la
padece. Una depresión no debería excederse de cuatro meses; si sucede lo
contrario, hay que tomar medidas drásticas y consultar con un psiquiatra, agrega
Zetina.

Para Melville, detrás de una persona adicta a las drogas o el alcohol, incluso a la
violencia y a la furia hay un ser depresivo. Los seres humanos tendemos a disfrazar
muestras enfermedades mentales con síntomas físicos –somatizar-, o las tratamos

6
de olvidar consumiendo alcohol o algún tipo de droga, porque estos elementos
acallan pensamientos y embotan sentimientos, lo que perpetua el problema.

Según la (Organización Mundial para la Salud [OMS] 2010), en la revista apuntada,


la depresión en el dos mil veinte podría ser la enfermedad más expandida sobre la
Tierra, superando al cáncer y los trastornos cardiovasculares. Esta manifestación, es
uno de los más comunes y más serios problemas de la salud mental que enfrenta la
gente hoy. Millones de personas en el mundo sobreviven en medio de la depresión.
Ricos, pobres, capitalinos, campesinos, hombres y mujeres, tanto en países
desarrollados como en países subdesarrollados. Aunque al parecer las mujeres son
más propensas que los hombres a padecerla.

El riesgo de sufrir este mal aumenta en ellas, según estudios, debido a cambios
hormonales, por lo que a medida que van cumpliendo años, especialmente entre los
cincuenta y cinco y los sesenta y cinco años, sube el riesgo. En ellos, en cambio, el
aumento es continuo, aunque de menor intensidad. Debido a su complejidad y
masificación se potencia su investigación para intentar atajar este trastorno mental,
cuyo índice de prevalencia, lejos de disminuir, amenaza con incrementarse a medida
que transcurra el siglo XXI.

Cedeño (2010), en entrevista proporcionada a la revista Psicología y vida, de junio-


agosto, en su artículo Depresión en Hombres, da a conocer que cuando la persona
tiene un estado de ánimo decaído en forma intensa y sostenida, esto puede incluir el
llanto fácil, está apático, acompañado de otros marcadores como trastorno de sueño,
del apetito y disminución de la libido, es señal inequívoca de que esta está
atravesando por un período depresivo.

En los hombres otros factores que influyen en los cuadros depresivos son los
biológicos como la herencia, y factores sociales como un duelo por pérdida de algo
como el trabajo, los problemas económicos, la perdida de un familiar, las
separaciones, los divorcios, estar en la cárcel. Apunta también que el hombre, al ser
el sostén de la casa y perder la capacidad de ser proveedor, hiere más su ego, lo
que lo puede sumir más en la depresión.
7
Apunta también que el machismo influye mucho porque el hombre toma el estar
deprimido como una ofensa, como una falta de hombría, lo que provoca que acepte
menos el problema, busque menos ayuda y por este motivo el cuadro tienda a
complicarse más. Indica que alrededor del veinte por ciento de la población mundial
padece de depresión, y se sabe que las mujeres se deprimen más que los varones
en la proporción de tres por uno.

Manifiesta que la depresión requiere mucho del apoyo de la familia y amigos, pero
esto no siempre se da porque son enfermedades poco comprendidas, ya que se
considera que hay falta de carácter o de voluntad para sobreponerse y se termina
haciendo daño al paciente porque se le trata de ubicar como una persona débil. Para
el Dr. Cedeño, la psicoterapia es muy importante, tanto individual como grupal y dice
que el tratamiento más efectivo para la depresión es el cognitivo-conductual.

Gaia (2010), en el artículo Ellos también se deprimen, de la sección D salud, de la


revista D, número tres cientos diez y nueve, del veintidós de agosto, apunta que este
cuadro depresivo parece más natural en la madre inmediatamente después del parto,
pero un reciente estudio demuestra que algunos hombres pueden padecer depresión
posparto. Alrededor del diez por ciento de los nuevos padres padecen de un cuadro
depresivo después del nacimiento del hijo, y que el riesgo de padecerla es mayor si
la madre experimenta una depresión después del parto, según la investigación de la
Escuela de Medicina de Virginia Oriental, en Norfolk, Virginia, EE.UU. La tasa global
de DPP en los padres ha sido del diez punto cuatro por ciento, el doble de lo que
ocurre en la población general masculina, cuya tasa normal de depresión es algo
inferior al cinco por ciento. Según el psicólogo clínico James Paulson, autor principal
del trabajo estadounidense.

Situación actual del sistema carcelario guatemalteco (2006), descrita en la página


Web, presenta los siguientes datos:

El sistema carcelario guatemalteco a septiembre de dos mil seis contaba con una
población de hombres y mujeres de ocho mil tres cientos cincuenta y nueve personas
de las cuales tres mil novecientas cincuenta y dos se encontraban cumpliendo
8
condena (cuarenta y siete por ciento), cuatro mil trescientos siete en prisión
preventiva (cincuenta y dos por ciento) y cien personas en prisión por faltas (uno
punto diez y nueve por ciento). Al igual que el año dos mil cinco los centros a cargo
de la Dirección General del Sistema Penitenciario cuentan con una capacidad
instalada aproximada de siete mil cuarenta y cuatro plazas distribuidas en diez y
ocho centros de privación de libertad, de los cuales seis están destinados a
cumplimiento de condena y doce a personas en prisión preventiva. Mientras que los
centros a cargo de la Policía Nacional Civil suman veintisiete que son destinados a
prisión preventiva, estos centros suman una capacidad instalada de cuatro cientos
cincuenta y dos plazas aproximadamente, lo que suma una capacidad aproximada
de siete mil cuatrocientos noventa y seis plazas en total.

De los datos anteriores se deduce que se cuenta con cuarenta y cinco centros de
privación de libertad, seis para cumplimiento de condena y treinta y nueve para
prisión preventiva. Las políticas de la actual administración, van dirigidas
principalmente al tema de seguridad e implementación de la ley de régimen
penitenciario, sin embargo, los problemas estructurales tal y como han sido descritos
en los distintos informes de la CIDH, Procurador de los Derechos Humanos, son los
mismos; condiciones precarias y malos tratos.

En relación a los problemas estructurales, se mencionan la ausencia de condiciones


para la implementación de ley de régimen penitenciario, el sistema penitenciario no
cuenta aún con las condiciones mínimas para poder desarrollar el régimen
progresivo y de carrera establecidos en la ley, así mismo actualmente los centros
requieren de una infraestructura acorde a desarrollar las actividades propias de las
fases de tratamiento del régimen progresivo. Además no hay coordinación entre los
operadores de justicia para desarrollar el rol que le otorga la ley de régimen
penitenciario a cada quien.

Hacinamiento, los centros penales de cumplimiento de condena reflejan un cincuenta


y cuatro por ciento de sobrepoblación y los centros de prisión preventiva con un
cincuenta y dos por ciento, esto tiene relación directa con la carencia de

9
infraestructura y con uso irracional de la prisión preventiva por operadores del
sistema de justicia y con capturas ilegales y masivas de personas por presuntos
delitos de posesión de drogas para el consumo y faltas.

Precariedad de servicios básicos, el noventa y tres por ciento de los centros plantea
escasez de agua potable, la disponibilidad de servicios de agua (chorros) por
persona, tiene un promedio general de un servicio para cincuenta y siete punto
cuatro personas; en cuanto a servicios sanitarios, estos son escasos y con limitada
disponibilidad, en promedio hay disponible un servicio sanitario para treinta y dos
punto dos personas; la alimentación es de mala calidad e insuficiente; en el
cincuenta y seis por ciento de los centros no existe disponibilidad de servicio
telefónico. Existe escasa cobertura de los servicios médicos, el cincuenta y seis por
ciento de los centros no cuenta con médico ni paramédico; sólo hay disponible
médico, dos a tres días a la semana, el horario de trabajo nominal no supera las
cuatro horas a la semana.

Lo apuntado en relación a la situación del sistema carcelario guatemalteco, más lo


que se describe a continuación, no cabe duda son elementos que propician una vida
infeliz, escasa de satisfacciones personales y que predisponen a los privados de
libertad a sufrir un trastorno afectivo.

Malos tratos en contra de la población vulnerable, principalmente de la enfermos


mentales, mujeres, indígenas, personas miembros de pandillas. En dos mil seis se
documentaron cuarenta y nueve casos de tortura en cinco centros de prisión
preventiva de hombres y mujeres y cuarenta y dos casos de malos tratos en los
mismos cinco centros de prisión preventiva. El caso del mal trato a mujeres es grave,
a las mujeres procesadas no se les permite ejercer su derecho a la visita conyugal,
en las cárceles a cargo de la PNC sufren de acoso sexual por parte de los agentes.
No obstante que el veinticuatro por ciento de la población privada de libertad es
indígena, en las cárceles la mayoría de personal sólo habla español, asimismo la
mayoría de personas indígenas son obligadas a realizar las labores de limpieza para
sobrevivir. La mayoría de personas miembros de pandillas, esta recluida en un

10
régimen más restrictivo y en condiciones más precarias, generalmente no se les
permite el ingreso de comida, libros, periódicos; no se les proporciona camas, no se
les proporciona atención médica adecuada, no obstante la mayoría padece
enfermedades de la piel (sarcopiosis), están hacinados la mayoría con un espacio
para dormir de cero punto treinta y dos metros cuadrados. La situación de estos
grupos se agrava si se toma en cuenta que el acceso a mecanismos de solicitudes o
quejas, es limitado y arbitrario, ya que son los mismos encargados quienes autorizan
la presentación de solicitudes o queja ante las autoridades de la cárcel.

Corrupción, el principal instrumento de corrupción es la ubicación en sectores, éste


es conforme el cupo y la capacidad económica de la persona que ingresa, el otro
mecanismo es el cobro para ingreso de objetos y sustancias prohibidas.

En conclusión las condiciones de las personas privadas de libertad continúan siendo


precarias por la carencia de infraestructura y servicios básicos mínimos, son
frecuentes los malos tratos y posibles hechos de tortura principalmente provenientes
de las mismas personas privadas de libertad con tolerancia de las autoridades y por
parte de las mismas autoridades, principalmente en cárceles a cargo de la Policía
Nacional Civil. Ante esta situación el control interno y externo de las cárceles es débil
por la falta de recursos humanos y financieros.

Merecen referencia específica, las condiciones en que se encuentran las personas


privadas de libertad con enfermedades mentales que se encuentran aisladas en los
hospitalitos o en sectores de aislamiento en forma permanente y sin ningún
tratamiento en las cárceles de Cantel, Pavón, El Boquerón, que por lo menos
asciende a quince personas.

En el artículo Rehabilitación en cárceles, ¿discurso o realidad? (2007), del boletín


Anhelos de Libertad, número dos, de octubre, de la Liga Guatemalteca de Higiene
Mental, en relación a la rehabilitación de los reos, se apunta: La visión social mas
generalizada es que ese proceso de rehabilitación no existe. Por el contrario, se cree
que quien llega a la cárcel sale con un mayor nivel delictivo y que ella es, más que
un centro de rehabilitación, una escuela del crimen.
11
Esta percepción no deja de tener una base real que la justifica, entre otras razones
porque generalmente las autoridades a cargo de la seguridad pública no han contado
con una visión orientada a la rehabilitación y reintegración de quienes han cometido
un delito, ni tampoco cuentan con los recursos necesarios que permitan impulsar una
política que considere estos procesos, a efecto de ir un poco más allá de la idea
común de encerrar y cuidar a los presos.

Varias son las apreciaciones que se puedan hacer respecto a las ventajas que tiene
el brindar oportunidad de un proceso de rehabilitación en las cárceles, más allá de la
necesidad de mantener a los privados de libertad ocupados. Lo que se necesita es
comprender que las acciones que se emprendan en esa vía tienen incidencia en
varias direcciones, entre ellas la siguiente:

La pérdida de la libertad a través de sufrir una condena por comisión de un delito


supone un fuerte desajuste en la subjetividad de quien, a veces creyéndose impune,
cae en cuenta que durante muchos años va a tener que vivir en prisión. Esta
situación genera, entre otros elementos, fuertes procesos depresivos, así como
reacciones de violencia y agresión hacia los demás o en contra de sí mismo. La
posibilidad de remontar esa difícil realidad se da a partir de que las personas puedan
reconocer, poco a poco, la necesidad de construir un nuevo proyecto de vida dentro
de la prisión que le de sentido a su existencia tanto personal como familiar.

El (Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala [ICCPG]


2008), en la página WEB, en la sección: Personas privadas de libertad, dice que:
Durante este año esta línea se ha enfocado en tres temas específicamente: La
situación de las personas privadas de libertad, la duración de la prisión preventiva y
el abuso policial en contra de las mujeres detenidas en comisarías.

La gestión toma lugar en un contexto en que el sistema penitenciario guatemalteco


continúa reflejando la ausencia de políticas adecuadas para la ejecución de
programas de privación de libertad, mediante los cuales se concilie criterios que
incorpore la legislación nacional e internacional en derechos humanos. La Ley
penitenciaria aprobada el siete de septiembre de dos mil seis, genera las condiciones
12
para implementar una reforma penitenciaria acorde a los derechos humanos y al
marco legal e internacional.

Se realizó en conjunto con la PDH el primer informe del observatorio de cárceles.


Este proceso partió de la visita a quince centros penitenciarios que se caracterizaban
por el mayor índice de abusos en contra de los derechos humanos de las personas
reclusas. Tortura y violencia sexual en Comisarías en contra de mujeres detenidas:
Este año, en el mes de julio, se realizó una investigación sobre el abuso policial
contra mujeres: Cifras de Impunidad del Crimen Policial contra Mujeres, la cual
recopila las violaciones a los derechos humanos que sufren las mujeres al momento
de la detención policial, en particular, torturas y violencia sexual. Esta investigación
se presentó ante distintas autoridades del sistema de justicia, en especial el ministro
de Gobernación, los medios de comunicación y organizaciones de mujeres. Los
principales logros, producto de esta investigación, fueron: Haber puesto el tema en
la agenda pública como uno de los problemas más graves de violencia en contra de
las mujeres; haber establecido un convenio e iniciado procesos de formación con
defensores públicos para evitar este tipo de abusos, y haber realizado un convenio
con la Procuraduría de los Derechos Humanos para establecer mecanismos de
prevención y documentación de estos casos en las auxiliaturas departamentales.
También en el tema de tortura, junto con la PDH, la Defensa pública penal y el
ICCPG se conformó la red nacional contra la tortura, la cual apoya el cabildeo para
lograr la aprobación del Protocolo Facultativo para la Prevención de la Tortura.

Todo este trabajo surge como producto de la necesidad de proporcionar a las


personas privadas de libertad las condiciones mínimas básicas para que tengan una
oportunidad de resocialización, así como también que durante la estancia en la
cárcel, se minimicen en todo lo posible los riesgos de padecer un trastorno
depresivo.

En relación a la prisión preventiva, entre los principales resultados se encuentran la


realización de un informe sobre la situación de la prisión preventiva, la aprobación
por parte del Ministerio Público (MP) de una instrucción general sobre mecanismos

13
de coerción durante el proceso penal y la capacitación que se brindó a cuarenta y
dos jueces de Primera Instancia Penal de todo el país. Con el propósito de instalar
una nueva cultura de gestión que permita aplicar la teoría de género en las
decisiones de la judicatura y la utilización racional de la prisión preventiva.

Villalobos (2008), en el artículo Condenados sin culpa, de la revista D, número dos


cientos diez y ocho de septiembre, en entrevista con profesionales de la psicología
dice: La sociedad funciona con base en paradigmas, por eso la mamá que hace algo
malo es considerada lo contrario al concepto que se tiene de ella, dice la psicóloga
Karla Mollinedo, del Instituto de Ciencias de la Familia. En el sistema penitenciario
de Guatemala hay cientos de mujeres que purgan penas por los delitos de estafa,
extorsión, asesinato, tráfico de drogas o secuestro, entre otros, muchas de ellas
tienen hijos, es todo lo opuesto a la imagen de ternura y delicadeza de una madre.
No obstante la experta indica que a estas reclusas no se les debe considerar como
dañinas para sus hijos. De hecho, cuando se ingresa a las prisiones para mujeres,
ubicadas en los alrededores del centro de la ciudad –San Teresa en la zona diez y
ocho y el Centro de Orientación Femenina (COF) en Fraijanes-, las internas
muestran una faceta totalmente diferente a lo que cualquiera pudiera pensar: La
mayoría es amistosa y cariñosa, además, cada una revela su completa entrega hacia
sus hijos. Claro, siempre existen las excepciones.

Las actuales leyes penitenciarias solo permiten que los niños permanezcan dentro de
las cárceles hasta los cuatro años de edad; una buena medida, si se toma en cuenta
que de pasar más tiempo ahí, podría ser nocivo para ellos. El sistema penitenciario
para mujeres cuenta con una psicóloga interina, encargada por velar por la salud
mental de las madres y de los niños. Ser privado de la libertad trae diversas
consecuencias psicológicas, pero aquí se cuida el bienestar de ellas, expone la
psicóloga Karla Meza, graduada en la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Algunos meses antes de que los niños cumplan los cuatro años de edad, se
empiezan los trámites para buscar a familiares que quieran quedarse a cargo de
ellos. La ayuda psicológica es intensa. A los niños se les prepara, mediante el juego,

14
para que se separen de sus madres, refiere Meza. Este es uno de los pasos más
duros, pues la progenitora, por lo general, se deprime y angustia. Ambos (madre e
hijo) deben superar el duelo; la mamá debe ser fuerte y debe motivar a su hijo.
Sugiere Mollinedo. Luego de la dolorosa separación, la ayuda psicológica debe
fortalecerse en ambos casos, pero en especial para la mamá, que se queda en la
prisión. El hijo tiene la ventaja de quedarse con un familiar, no así la madre, expresa
el especialista.

Villalobos, en el mismo artículo, y en entrevista con varios profesionales, agrega:


Mariano González, psicólogo de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado
(ODHA), expresa que toda persona que ingresa en el sistema penitenciario
desarrolla depresión y soledad. Y es peor el sentimiento cuando el individuo
considera que su arresto es injusto. El ambiente de la cárcel genera un deseo de
venganza, por lo que al salir querrá hacer el mal que le causaron, explica. Los
reclusos, para sobrevivir, aprenden nuevas formas de defenderse. Al final, salen con
otro tipo de aprendizaje, nada bueno. Aunque en las cárceles hay equipos
multidisciplinarios (médicos y psicólogos) que les ofrecen asistencia, su trabajo no es
tan profundo, ya que son muy pocos para la gran cantidad de gente encerrada.
Apunta González.

Eddy Morales, sociólogo-criminólogo y actual director del Sistema Penitenciario (SP),


confirma lo expuesto por el experto de la ODHA: Una persona que ingresa al
preventivo puede salir con una serie de problemas psicológicos, vejámenes, e
incluso, sufrir violaciones. Estas situaciones también las podrían vivir aquellos que
han cometido delitos menores (riñas, escándalo en la vía pública o accidentes de
tránsito por ejemplo).

Según Recinos, el SP procura que personas que cometen infracciones leves sean
colocadas en determinados sectores, lejos de pandilleros, asesinos, o extorsionistas.
Pero, confiesa, que esto no siempre es posible, debido al hacinamiento en que se
encuentra todo el sistema carcelario del país. Falta infraestructura. La que se tiene
no es suficiente ni es apta para la cantidad de reclusos, comenta. La capacidad

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actual de presidios es para seis mil personas, y las que hay ahora son cerca de ocho
mil setecientas.

Quizá uno de los temas que genera mayor discusión respecto a la situación del
sistema carcelario en Guatemala, es si este constituye una posibilidad para que
quienes cometieron un delito, no solo cumplan la condena sino que tengan la
oportunidad de rehabilitarse y luego reintegrarse a la sociedad de una forma sana y
productiva.

1.1. Nivel de Depresión


1.1.1. Definición
En la actualidad los psiquiatras describen y clasifican la depresión de acuerdo con su
gravedad, confirma Ernst (2000), la depresión se divide en tres categorías: Leve,
moderada y grave. Estas categorías se basan en el número de síntomas que se
manifiestan, en su gravedad y en el grado en que afectan al paciente en su vida
cotidiana.

Moreno y Blanco (2004), en relación a la depresión, apuntan lo siguiente: Las


personas pueden sentirse bien, con ánimo, energía, capacidad y control. En
determinados periodos pueden sentirse mal, incapaces de llevar a cabo actividades
que previamente realizaban sin dificultad, desanimados, desmotivados, sin energía y
sin control sobre la voluntad. En el segundo caso puede estarse ante una depresión.

Las oscilaciones del estado de ánimo de poca intensidad son normales a lo largo del
día, y así las personas pueden alegrarse ante pequeños detalles (un amanecer, un
detalle de una persona querida, y muchos más), o se entristecen ante pequeños
contratiempos como alguien que no para en un paso de cebra, o una discusión con
un compañero durante el café. Estas oscilaciones son lógicas y naturales. Se ha de
saber que la tristeza es normal en determinadas situaciones y que, a veces, el no
sentirla es lo que debe preocupar (por ejemplo, ante una pérdida, el fallecimiento de
un ser querido, y otros).

16
En ocasiones, las oscilaciones del estado de ánimo son mucho más intensas y no
duran solo minutos, sino semanas o meses, en estos casos se puede hablar de una
manía, cuando el estado de ánimo es elevado, y la persona presenta muchas ideas
de forma simultanea, se desinhibe, puede estar provocativo o exhibicionista, muy
activo, no precisa dormir, come en exceso, gasta sin miramientos y otros trastornos.
En otras ocasiones, el ánimo está disminuido de forma intensa y durante semanas.
Es entonces cuando se habla de depresión. Es un término que se ha difundido
notablemente en la actualidad, y se utiliza en forma frecuente en el lenguaje coloquial
para denominar estados de ánimo, y otras situaciones.

Se entiende por depresión un trastorno de estado de ánimo en el cual este se


desplaza hacia la tristeza y la persona nota una considerable disminución de energía
e interés en la mayoría de actividades de la vida diaria, que la limitan para
desarrollarlas como lo hacía hasta ese momento, acompañado de un notable
pesimismo que no corresponde con el carácter habitual de la persona. Estos
cambios originan un deterioro del funcionamiento interpersonal y una pérdida de
interés en los que le rodean. También disminuye el interés en la faceta laboral,
puede dejar de ir a trabajar y supone en ocasiones la pérdida del puesto de trabajo.
La persona puede abandonar hábitos de higiene y alimentación que previamente
hacia sin ningún esfuerzo, y dejar de lado sus pasatiempos y actividades placenteras
que tanto le gustaban hasta ese momento. La depresión puede ir acompañada de
síntomas físicos (disminución de peso o aumento, sudoración, otros).

En resumen, la depresión es un trastorno afectivo del estado de ánimo que


incapacita al que la sufre para disfrutar de las cosas de las que antes disfrutaba,
caracterizada por sentimientos de inutilidad, culpa, tristeza, indefensión y
desesperanza profundos. A diferencia de la tristeza normal, o la del duelo que sigue
a la pérdida de un ser querido, la depresión patológica es una tristeza sin razón
aparente que la justifique, y además, grave y persistente. Puede aparecer
acompañada de varios síntomas parecidos, incluidas las perturbaciones del sueño y
la comida, la pérdida de iniciativa, el autocastigo, el abandono, la inactividad y la
incapacidad para el placer.
17
1.1.2. Historia de la Depresión
La depresión no es un problema nuevo; ha formado parte de la condición humana
desde tiempos inmemoriales. Se han utilizado diferentes nombres para denominar
este trastorno a lo largo de la historia desde la antigüedad, así el término griego
distimia significaba originalmente malhumorado y se remonta a la descripción que
hace Hipócrates del temperamento melancólico; acceso de hipocondría, consumirse
poco a poco, retraimiento o decaimiento. Para algunos, el cuadro de melancolía es
rebautizado como depresión por Sir Richard Blackmore (1725). Para otros, la
primera descripción clínica corresponde a Kahlbaum (1863), que la definió como una
forma crónica de melancolía en oposición a la ciclotimia, un trastorno caracterizado,
por la fluctuación del estado de ánimo.

Ernst (2000), apunta, ya en el mil seis cientos a. c. los antiguos egipcios utilizaban
remedios vegetales para combatir la melancolía. También prescribían bailar,
escuchar música y dormir en los templos. En la antigüedad, la medicina griega y
romana empleaban extractos herbales de amapola y mandrágora, alimentos como
pasta de cebada y leche de burra, además de gimnasia, masaje y baños.

Los médicos árabes de los siglos IX y X emplearon la diversión, así como el alcohol,
la cafeína, el opio y el hachís. En la Europa medieval el enfoque de los trastornos
mentales fue menos humano y soportó el peso de la superstición, la segregación y el
confinamiento común. Ya en la segunda mitad del siglo XX se desarrollaron nuevos
medicamentos eficaces y las terapias verbales. En la actualidad, hay una
disposición creciente a considerar otros enfoques como la medicina alternativa, el
ejercicio y el masaje.

1.1.3. Síntomas de la Depresión


Moreno y Blanco (2004), hacen saber que no serán iguales los síntomas en el niño,
adulto o anciano. Tampoco se manifestarán igual en el hombre que en la mujer. Y
también variaran las estrategias que las diferentes personas utilizan para hacer
frente a este trastorno. Los síntomas pueden ser psíquicos y somáticos.

18
1.1.3.1. Psíquicos

 Alteraciones de la afectividad

Tristeza, llanto, pesimismo, pérdida de motivación, desesperanza, pérdida de interés,


incapacidad para imaginarse situaciones placenteras y realizarlas, ansiedad, apatía.
La persona se encuentra sin iniciativa, le parece que no va poder enfrentarse a los
problemas cotidianos (esos que resuelve todos los días pero que ahora son como
una montaña, altos e inamovibles).

 Alteraciones del pensamiento y del lenguaje

- Disminución de la autoestima.
Se ve pequeño, incapaz, sin fuerzas.

- Egocentrismo.

La persona se centra en lo que le sucede, el pensamiento se vuelve hacia dentro,


deja de prestar atención a lo que ocurre a su alrededor.

- Pensamientos negativos.

La persona olvida los momentos pasados en que resolvía los problemas de una
manera sencilla, sin planteárselo. Olvida que hace pocos días tenía una gran
facilidad para las relaciones sociales, empieza a pensar que es un estorbo y que
nunca dejará de serlo, que no aporta nada positivo en el trabajo ni en la familia, que
es una carga, que no vale nada. Al igual que antes no sabía de donde le venía la
idea de sentirse bien, satisfecho, de disfrutar con los amigos, de las salidas, ahora
tampoco sabe por qué se encuentra así. Preferiría tener un dolor, un malestar, algo
que se viera. En ocasiones, este pensamiento llega al delirio que puede ser de culpa
y ruina u obsesionarse con enfermedades inexistentes, e incluso pensar en
suicidarse como única salida a su situación.

19
- Fallos de la atención y de la memoria.

Comienzan a ser frecuentes las distracciones, los fallos de memoria, parece como si
nada de lo de fuera importara. La poca energía disponible se la guarda para sí
mismo. Está convencido de que nadie puede entender lo que le sucede (ya que ni él
mismo lo entiende). A veces, estos fallos pueden dar lugar en personas mayores a
confusiones con cuadros de tipo demencial.

 Alteraciones del comportamiento

- Aislamiento.

Cuando está con los compañeros, la persona le encuentra menos sentido a las
bromas que gastan, empieza a encontrarse mal, pero no le duele nada, si le doliera
algo podría ir al médico. Al día siguiente, vuelve a sentirse mal, el hecho de no
dormir le vuelve aún más irritable, ya no aguanta a nadie, únicamente tiene ganas de
estar solo.

- Inhibición.

La actividad también disminuye, (para qué? Si todo lo que haga da igual, piensa el
depresivo). Desaparece la expresividad, la rapidez, la lentitud se apodera del
espacio, y cuando realiza una actividad lo hace sin una meta, sin un sentido, de
forma que ésta se convierte en agitación, en inquietud (como querer apagar varios
fuegos a la vez).

1.1.3.2. Somáticos

 Alteración del sueño

La persona depresiva se despierta más temprano de lo habitual o no consigue


conciliar el sueño.

20
 Alteraciones de la energía

Las pilas se quedan a cero o casi. Se encuentra como si el organismo, en unos días
se hubiera oxidado, le falta el lubricante que haga naturales todas las acciones.
Existen muchas depresiones que pasan enmascaradas porque la persona sabe
ocultar los síntomas a la gente que trabaja a su lado, aunque cuando llega a casa el
esfuerzo realizado pasa factura y surge el agotamiento progresivo de la energía.

 Alteraciones del apetito

Tiene menos apetito, puede aparecer estreñimiento y disminución de peso que a


veces puede ser muy importante. En algunos casos, se produce un aumento del
apetito.

 Alteraciones de la libido

Se manifiesta con disminución o pérdida del deseo sexual, esto puede dar lugar a
problemas de pareja, ya que la otra persona puede pensar que ha dejado de resultar
atractivo/a.

 Somatizaciones

Las cefaleas, dolores generalizados y mareos son algunos de los síntomas


somáticos con que se puede manifestar la depresión, sobre todo, cuando se asocia a
estrés o problemas crónicos que a veces se presentan, en ocasiones la persona que
padece depresión se avergüenza de tenerla, puesto que desconoce que es una
enfermedad similar a cualquier otra.

1.1.4. Tipos de Depresión


Con mucha frecuencia, la gente habla de depresión como si todos los casos fueran
iguales. Esto es un error. Existen diferentes tipos de depresiones y lo que funciona
en una, puede que no lo haga en otra. Se puede considerar que existen tres tipos de
depresión en cuanto a trastorno afectivo se refiere, apuntan Moreno y Blanco (2004),
depresión mayor o endógena y distimia, depresión reactiva y depresión orgánica.

21
1.1.4.1. Mayor o Endógena y Distimia

Este tipo de depresiones constituye una respuesta a algún proceso endógeno o


interno, se halla vinculada a alteraciones biológicas y la herencia genética, puede
influir por ejemplo, si la madre es depresiva y el padre alcohólico es posible que el
descendiente padezca una depresión, lo que predispone a que la persona tenga
facilidad biológica a sufrir un trastorno afectivo. Estas depresiones no son causadas
por ningún acontecimiento externo; aunque a veces determinados hechos actúan
como factor precipitante y simplemente se abalanzan sobre la persona afectada.
Por lo general, presentan ciclos temporales regulares, y es posible que se repitan en
meses o años. Las depresiones pueden ser bipolares o unipolares.

 Bipolar

La bipolar, recibe el nombre de maníaco-depresiva: El individuo puede pasar a lo


largo de días, semanas o meses, repetidamente, de la desesperación a un estado de
ánimo neutro, de aquí a un estado maníaco hiperactivo y superficialmente eufórico,
para volver a la desesperación, a través del estado neutro.

 Unipolar

La unipolar consiste en una alternancia regular de desesperación y neutralidad, sin


aparición de manía. Es lo que se llama depresión endógena o depresión mayor.

 Distimia

La distimia, normalmente es de carácter más leve, pero más prolongada en el


tiempo, para diagnosticar una distimia, los síntomas de depresión han de estar
presentes al menos durante dos años.

 Síntomas

En las depresiones endógenas, las personas pueden tener pensamientos irreales y


falsos de contenido triste, de tragedias, de ruina y de culpa, como pesadillas. Son

22
las llamadas ideas delirantes, ideas fijas que no se modifican por las explicaciones
que se le dan a la persona deprimida, al intentar hacerle ver lo absurdo del
pensamiento; ideas no compartidas con el resto de la familia y que no responden a la
argumentación lógica. También es bastante característico el presentar una gran
fluctuación del estado de ánimo a lo largo del día. Las mañanas son más severas, a
medida que avanza el día, se nota la mejoría, la noche es el mejor momento.

 Tratamiento

En las depresiones endógenas tiene mayor peso el tratamiento farmacológico y su


eficacia es mayor que en los otros tipos de depresiones, aunque el riesgo de suicidio
es más elevado que en las depresiones reactivas. Se ha de saber que en estas
depresiones es alto el riesgo de que aparezca un nuevo episodio tras haber tenido el
primero, y que solo en un veinte por ciento de casos el episodio de depresión es
único a lo largo de la vida.

Para que un episodio se considere curado, la persona ha de estar al menos seis


meses sin síntomas depresivos, tiempo mínimo en que debe seguir el tratamiento
farmacológico. Con frecuencia, lo abandona al sentirse mejor, es alto el porcentaje
de personas que vuelven a recaer en la depresión en estos meses.

Cuando los síntomas de depresión aparecen después de estar bien durante seis
meses, se considera que se trata de un nuevo episodio. El procedimiento que se
utiliza para prevenir estos nuevos episodios se llama tratamiento de mantenimiento y
en general, se recomiendan dosis de antidepresivos similares a las empleadas en el
tratamiento agudo y en el de continuación. Cuando a pesar del tratamiento
farmacológico los síntomas no desaparecen totalmente, puede estar indicado asociar
psicoterapia.

 La distimia

Una variante de la depresión endógena. El trastorno distimico puede definirse como


una forma leve y crónica del trastorno depresivo mayor o depresión endógena, sin
las ideas de culpa o ruina presentes en las depresiones endógenas. La depresión en
23
el caso de distimia tiende a ser más subjetiva que objetiva y no está claramente
diferenciada de la manera de ser habitual de la persona. No presenta agitación
grave o retardo, ni suele acompañarse de alteraciones importantes del apetito o de la
libido. Tampoco se observan la irritabilidad, impulsividad e inestabilidad del estado
de ánimo propio del trastorno bipolar.

En la definición de distimia, se incluyen la neurosis depresiva, el trastorno depresivo


de la personalidad, depresión neurótica de más de dos años de duración y depresión
ansiosa persistente. A pesar de la posible base genética, la distimia parece
desarrollarse sobre todo en función de factores ambientales y es compatible con un
funcionamiento social estable en la comunidad. En ocasiones, las personas con
distimia, esperan a tratarse hasta la aparición de un trastorno depresivo mayor, al dar
lugar al cuadro de depresión doble.

1.1.4.2. Reactiva
La depresión reactiva consiste en una depresión habitualmente más leve y de menos
intensidad que la depresión endógena y que va asociada a un acontecimiento
externo con el que se relaciona el inicio de los síntomas y la mejoría o
empeoramiento. Las depresiones reactivas son las más comunes y del tipo que a
todos resulta familiar. No presentan recaídas cada cierto tiempo como otras
depresiones.

 Síntomas

Estas depresiones, a diferencia de las endógenas, se caracterizan por una mayor


ansiedad, autocompasión, mayor emotividad, aumento de la necesidad de atención y
más quejas físicas. La tristeza es diferente a la de la endógena, fluctúa según las
circunstancias ambientales y es reactiva a ellas. No hay variación en el ánimo de la
persona a lo largo del día como en las descritas anteriormente o puede ser que esté
peor por la tarde o por la noche, cuando el cansancio de todo el día se acumula. Se
presentan dificultades para conciliar el sueño, a diferencia del despertar precoz de la
depresión endógena. En este tipo, no aparecen ideas delirantes y el riesgo de

24
suicidio es menor, aunque puede intentarse si la persona llega a verse desesperada
y sin salida.

 Tratamiento

Los fármacos pueden ayudar a mejorar los síntomas asociados, como ansiedad,
insomnio, tristeza, pero no la resuelven por si solos. Las terapias de tipo psicológico
que ayudan a interpretar o afrontar de otro modo la situación externa son las que
ofrecen, en general, mejores resultados, entre ellas es bastante eficaz la terapia
cognitivo-conductual y la terapia interpersonal.

1.1.4.3. Orgánica
Cuando se realiza un diagnóstico de depresión, es importante descartar las bases
orgánicas, puesto que el efecto y la conducta depresiva están asociados, muchas
veces a una lesión corporal o a la acción de ciertos fármacos, como anticonceptivos,
antihipertensivos, y otros. El alcohol y las drogas también pueden originar este tipo
de depresiones. En cuanto a enfermedades que la producen, se encuentran todas
aquellas relacionadas con el sistema endocrino –sobre todo las que afectan a las
glándulas suprarrenales o la tiroides-, infecciones y a determinadas enfermedades
neurológicas.

Ernst (2000), dice que las enfermedades que afectan directamente al cerebro pueden
producir depresión. Los ejemplos incluyen a las personas que han sufrido un
derrame cerebral, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple o una lesión en la
cabeza. Algunas enfermedades infecciosas como la gripe, la mononucleosis o la
hepatitis viral suelen ir seguidas de depresión. Las enfermedades glandulares raras,
como una tiroides hipoactiva o la producción insuficiente de cortisol, pueden
traducirse en depresión. Incluso algunos medicamentos prescritos pueden causar
depresión, como un efecto secundario no deseado. Un ejemplo de ello es la píldora
anticonceptiva, que en muy pocos casos puede producir depresión. La depresión
también puede ser una consecuencia derivada del uso de drogas como la cocaína y
las anfetaminas, o del consumo excesivo del alcohol.

25
 Síntomas

Los más característicos son: Pérdida de fuerza, cansancio exagerado, somnolencia y


disminución del apetito.

 Tratamiento

Este y el pronóstico irán en función del origen que ha causado esta patología,
aunque a veces deben aplicarse tratamientos específicos.

1.1.4.4. Otras Clasificaciones


Franco y Pecci (2006), dicen que la depresión implica un problema de enfermedad;
en cambio, la tristeza forma parte de los sentimientos normales, al igual que la
alegría; ambas se expresan como reacciones naturales frente a diversos
acontecimientos de la vida. Ahora bien, si la tristeza –o cualquier otro sentimiento,
como el miedo- pierde esta característica de reacción normal ante fenómenos
inciertos o penosos de la vida y, por la duración e intensidad, provoca sufrimiento,
puede convertirse en un síntoma de la depresión.

La Clasificación Internacional de Enfermedades, en su décima versión [CIE-10],


indica que la persona con depresión padece de:

- Humor depresivo.
- Pérdida de la capacidad de interesarse y disfrutar de las cosas.
- Disminución de la vitalidad, que lleva a una reducción del nivel de actividad y a un
cansancio exagerado que aparece incluso tras un esfuerzo mínimo.

La CIE-10, además, incluye como otras manifestaciones de los episodios depresivos:

- La disminución de la atención y de la concentración.


- La perdida de la confianza en si mismo y los sentimientos de inferioridad.
- Las ideas de culpa y de ser inútil.
- Una perspectiva sombría del futuro.
- Los pensamientos y actos suicidas o autoagresiones.
- Los trastornos del sueño.

26
- La pérdida del apetito.

En cualquiera de los casos, es preciso que el síntoma dure al menos dos semanas
para considerar la existencia de un trastorno depresivo. Y, en cuanto a la severidad
de los episodios, la CIE-10 distingue los siguientes tres niveles:

 Leve

Cuando están presentes al menos dos de los tres síntomas más típicos de la
depresión (el ánimo depresivo, la pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, y
el aumento de la fatigabilidad) y dos del resto de las manifestaciones mencionadas
más arriba. No obstante, ninguno de los cuadros es muy intenso y la persona
afectada no tendrá dificultades para llevar a cabo su actividad laboral.

 Moderado

Implica la presencia de, al menos, dos de los tres síntomas típicos y, preferiblemente,
cuatro de los demás síntomas. En este nivel, la persona podrá continuar el
desarrollo de la actividad social, laboral o doméstica, pero con dificultades.

 Grave

Deben estar presentes los tres síntomas típicos, y, además, una considerable
angustia o agitación, baja autoestima, sentimientos de culpa e inferioridad. Hay que
estar alerta ante el riesgo de suicidio. Probablemente, la persona con una depresión
grave solo mantenga una limitada actividad social, laboral, o doméstica.

En la actualidad los psiquiatras describen y clasifican la depresión de acuerdo con su


gravedad, confirma Ernst (2000), la depresión se divide en tres categorías: Leve,
moderada y grave. Estas categorías se basan en el número de síntomas que se
manifiestan, en su gravedad y en el grado en que afectan al paciente en su vida
cotidiana. La depresión leve se caracteriza por la presencia de sólo cinco o seis de
los síntomas enumerados a continuación:

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Durante al menos dos semanas se manifestará:

- Estado de ánimo deprimido y/o pérdida de interés y de disfrute.

Además de, como mínimo cinco, de los síntomas de esta lista:

- Sueño alterado o exceso de sueño.


- Cambio en el apetito, pérdida o aumento de peso.
- Disminución de la actividad mental y física o agitación.
- Dificultad para concentrarse o indecisión.
- Cansancio, falta de energía.
- Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.

La depresión leve tiene escaso impacto en la capacidad de la persona para funcionar


con normalidad. Por el contrario, en la depresión grave estarán presentes con
mayor intensidad la mayoría de los síntomas enumerados y provocarán un fuerte
impacto, que puede manifestarse como incapacidad para trabajar o cuidar de los
niños, así como una reducción de las actividades sociales habituales y del
mantenimiento de las relaciones con los demás.

También apunta, que otros autores denominan a la depresión como endógena y


reactiva. En los casos de depresión endógena no es evidente ningún factor causal
claro; endógena significa que surge desde dentro. Este tipo de depresión es
considerado el más grave y se caracteriza porque el paciente experimenta una
mayor proporción de síntomas llamados somáticos o vegetativos.

Anteriormente, se consideraba que la depresión reactiva era provocada por una


versión extrema de la reacción normal al estrés, particularmente relacionada con
acontecimientos angustiantes de la vida como la falta de empleo o sentimientos de
pérdida ocasionados por el fracaso de una relación, un divorcio o la muerte de un
ser querido. Se creía que, en general, era más leve que la forma endógena y que en

28
ella predominaban los síntomas psicológicos. Esta división es artificial, muchos
individuos presentan características que son comunes a ambos grupos.

Una pequeña proporción de personas con depresión también experimentará la


manía. Cuando esto sucede, el problema se conoce entonces como trastorno
bipolar. Se utiliza este nombre porque se manifiestan dos extremos o polos en la
escala del estado de ánimo: Euforia (manía) y abatimiento (depresión). Por
consiguiente, a veces a la depresión sola se la denomina trastorno unipolar. Cuando
el estado de ánimo es anormal y persistentemente eufórico, se utiliza el término
manía. En algunos casos la persona se vuelve irritable en vez de eufórica.

Durante una fase de manía las personas pueden considerarse capaces de cualquier
cosa y embarcarse en aventuras empresariales, relaciones sexuales y derroches
arriesgados. Pueden creer que mantienen una relación especial con una figura
pública o que han ideado inventos revolucionarios. Suelen hablar con mucha
rapidez, sin permitir interrupciones y saltando rápidamente de un tema a otro. La
necesidad de sueño puede reducirse, la energía parece ilimitada, la libido y el apetito
aumentan y quizá se manifieste un comportamiento socialmente inadecuado. En
general, la persona en cuestión no es consciente de que existe un problema. La
manía tiende a aparecer rápidamente, en particular después de acontecimientos
estresantes. Si no se trata, puede prolongarse semanas o meses, pero en general
tiene una duración menor a la de los episodios de depresión y es probable que
termine más abruptamente.

Monge (2002), al respecto de los tipos de depresión apunta que la depresión es tan
extensa, y se presenta de diferentes maneras: Como un síntoma, como un síndrome
o como una enfermedad, es importante destacar que el diagnóstico en la práctica
cotidiana realizada por un terapeuta, se hace de los síntomas y de lo que describa
del paciente; solamente así, se puede entender básicamente el diagnóstico. Hace
la siguiente clasificación:

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 Depresión reactiva

Esta se manifestará como resultado de una reacción psicológica. Por lo general


surge de una pérdida irreparable, pérdida de valores, pérdida de un estatus social,
pérdida de un ser querido, también se puede mencionar una ruptura sentimental, un
divorcio, una persona que salga de viaje y deje a su familia, o simplemente sentirse
perdido en este mundo, puede provocar una depresión reactiva (vacío existencial).

 Depresión enmascarada

Esta constituye un porcentaje más alto, viene a ser aquella en donde los síntomas
se enmascaran. Por lo general, muchos de estos síntomas se manifiestan en dolores
corporales, colon irritable, jaquecas, lumbago y dolores de espalda, irritabilidad,
cansancio, fatiga física, migrañas, sin explicación, todo esto tiene una causa y es una
depresión que se ha trasladado al cuerpo, que la mente ha enviado, y así evitar,
experimentar dolor emocional.

 Depresiones mixtas

Van a tener alternancia con otros desórdenes de la conducta, por ejemplo: Van a
manifestar ansiedad en la vida de una persona, quien no sólo va a tener la depresión
propiamente dicha, sino que presentará síntomas de tipo ansioso. También se les
ha descrito como síndromes depresivos mixtos, porque se encuentra de todo y son
las más frecuentes y devastadoras. La depresión raras veces aparece en formas
puras, casi siempre se combina ya sea con ansiedad, fobias sociales, o estados de
pánico.

 Depresiones inhibidas y depresiones agitadas

Aquí es muy importante tomar en cuenta que los síntomas del paciente pueden hacer
su aparición o demostrarse con inhibición motora, inhibición del habla, como
disminución de la actividad general y social, pero también pueden mostrarse y
aparecer un tipo de depresión agitada, este tipo está casi siempre acompañado por
la depresión mayor.

30
 Primarias

Son las provocadas por una baja en la producción de una sustancia en el cerebro
llamada serotonina, que es un neurotransmisor, el cual está involucrado en el estado
de ánimo del paciente; algunos autores le denominan la sustancia de la alegría,
porque se ha comprobado que al disminuir está sustancia en el cerebro, el paciente
puede deprimirse y que, al normalizarse, la persona volverá a la normalidad.

 Secundarias

Son las provocadas por alguna enfermedad física, por ejemplo: Desórdenes
tiroideos, hormonales, o endocrinos, tumores, masas ocupativas en el cerebro,
epilepsia. A veces el mismo estado de psicosis en un paciente puede generar una
depresión; también por el uso de drogas o la utilización de medicamentos de uso
continuo por mucho tiempo, por ejemplo: Antihipertensivos, antimetabolitos para
cáncer o leucemia; el uso de estrógenos que es muy frecuente en la mujer; el
climaterio en la mujer y en el hombre como otra de las causas que no son menos
importantes.

Según su sintomatología, están las depresiones típicas y atípicas. Las atípicas son
aquellas que no se conocen las causas y que también son denominadas endógenas,
porque no tienen causa psicológica y no tienen una causa propiamente dicha y
específica, pero son producto de la baja de un neurotransmisor llamado serotonina,
sin razón aparente, y que sólo el análisis de la situación permitirá encontrar la
causalidad.

1.1.5. Población que puede Padecer de Depresión

La depresión afecta a muchas personas. Las cifras estimativas de la magnitud del


problema varían de acuerdo con la manera en que se defina a la depresión y de la
minuciosidad con que se examine a la población para detectar sus síntomas. La tasa
de detección del trastorno por parte de los médicos de cabecera es deficiente.
Además, algunas personas que la sufren no buscan ayuda, tal vez por temor al
estigma que continua asociado a la enfermedad mental.
31
La depresión ha recibido la denominación de resfriado común de la psiquiatría debido
a su frecuencia. Se calcula que en un momento determinado al menos el cinco por
ciento de la población sufre de depresión. Los informes sobre esta dolencia indican
que al menos un tercio de la población tiene probabilidades de experimentar un
episodio de depresión durante su vida.

La depresión afecta a personas de toda condición. Según Ernst (2000), figuras


prominentes como la Reina Victoria, Abraham Lincoln y Winston Churchill la han
sufrido. Churchill incluso acuñó el término perro negro para denominar a sus
períodos de depresión. La han sufrido muchas personas del ámbito de las artes y la
literatura: El compositor Robert Schumann, el pintor Vincent Van Gogh, el poeta
Samuel Taylor Coleridge y los escritores Ernest Hemingway y Virginia Woolf. Marilyn
Monroe fue otra famosa victima y el comediante británico Spike Milligan ha descrito
con valentía su padecimiento en un libro.

Moreno y Blanco (2004), agregan:

 La depresión endógena suele aparecer en personas perfectamente adaptadas al


entorno social, familiar y laboral hasta el momento del inicio de la depresión, por
lo que sorprende a la persona, a los familiares y amigos en el primer episodio.

 En otras ocasiones, puede existir una personalidad previa de tipo depresivo, y


son conocidos por ser personas muy pesimistas, que siempre piensan en lo peor.

 La depresión endógena, es la más difícil de entender, tanto por parte de los


familiares y amigos, como por parte del que la sufre, que suele llegar a
expresarse de la siguiente manera: No lo entiendo, lo tengo todo, familia, trabajo,
buen ambiente, dinero, y con todo ello me pongo triste y soy incapaz de llevar una
vida normal, con lo cual el pensamiento de culpabilidad se incrementa. Además
en la sociedad existe un gran desconocimiento de que una de las causas de la
depresión, como se ha visto anteriormente, es un desajuste neuroquímico. Todo
el mundo sabe que la diabetes existe, y está bien tolerado que el paciente se

32
inyecte insulina, pero en el caso de la depresión, hay una gran falta de
información y de tolerancia hacia este tipo de pacientes. Mucha gente piensa de
los deprimidos así: Este está triste porque quiere, mírame a mí, yo tengo más
problemas y sé llevarlos bien, lo cual es un simple reflejo de la ignorancia sobre
este trastorno.

 En el caso de la depresión reactiva, se da en personas que no se hallan


genéticamente predispuestas, normalmente parece coincidir con un
acontecimiento adverso a la vida, tal como la muerte de un ser querido, divorcio,
desavenencias conyugales, problemas económicos o de desempleo, y otros más.
El inicio de la depresión no tiene por qué ocurrir inmediatamente después del
acontecimiento, sino, a veces al cabo de unas semanas o meses. La primera
aparición se produce, por lo general, en la vida adulta temprana y está
caracterizada por sintomatología física y psicológica variada. Es un estado más
benigno y la persona no suele tener ideas de culpa o de ruina que hacen perder
el contacto con la realidad, aunque, hasta cierto punto, la recuperación se ve
influida por factores de personalidad.

1.1.6. Casos Especiales de la Depresión


1.1.6.1. Estrés y Depresión
El riesgo de desarrollar depresión aumenta en las semanas o meses siguientes a
acontecimientos vitales estresantes como la muerte de un ser querido, la pérdida del
trabajo o dificultades económicas. (Sin embargo en muchos casos no habrá ningún
acontecimiento manifiesto vinculado al modo en que se sienten). Parece que esos
acontecimientos pueden actuar como activadores de la depresión.

A veces el activador es una acumulación de acontecimientos o el efecto de una


situación a largo plazo, como las desavenencias conyugales. La pérdida, material o
emocional puede ir seguida de depresión. Asimismo, pueden intervenir otros
acontecimientos como contraer matrimonio, mudarse o jubilarse. El aislamiento, en
particular de las personas que viven solas, puede aumentar la vulnerabilidad a la
depresión. La carencia de una relación basada en la confianza o una vivencia de

33
maltratos durante la infancia pueden hacer que una persona sea más vulnerable a la
depresión tras hechos estresantes.

Franco y Pecci (2006), hacen saber que muchas situaciones de estrés o de


sobreexigencia conllevan malestar físico, mental, emocional o de desgaste personal
o en la relación con los demás. Sus síntomas pueden ser:

- Dolores.
- Trastornos del sueño.
- Nerviosismo.
- Alteración del estado de ánimo.

En ocasiones, también aparecen:

- Agotamiento.
- Indiferencia.
- Cansancio
- Mal humor.
- Agresividad.

El estrés, además, desempeña un papel importante en las enfermedades


psicosomáticas. En este caso, interesa revisar el concepto únicamente para
remarcar sus diferencias con la depresión y su relación con la capacidad de hacerle
frente. En primer lugar hay que advertir que algunos síntomas de la depresión
pueden confundirse con aquellos producidos por situaciones estresantes de la vida
cotidiana. Sin embargo, estrés no es lo mismo que depresión. Por ejemplo un
cambio en las tareas de un empleo o la amenaza de perderlo pueden producir
intranquilidad, irritabilidad o fatiga. Pero, en este caso, los síntomas están asociados
a la situación estresante. Es decir, si ella no existiera, tampoco aparecerían los
signos.

Uno de los primeros investigadores de este fenómeno, H. Seyle, señala que resulta
difícil pensar la vida sin estrés, porque la ausencia completa equivale prácticamente
a la muerte. Destaca, también, que los factores que lo producen pueden ser de
34
naturaleza diferente y, sin embargo, provocar respuestas biológicas esencialmente
semejantes, como las palpitaciones o la sudoración.

Aun situaciones de contenido agradable, como el matrimonio, el nacimiento de los


hijos o un cambio positivo en el trabajo, pueden crear situaciones que son vividas
como estresantes. Además de los ejemplos ya mencionados, un listado de
reconocidos eventos vitales críticos –asociados al estrés- incluye acontecimientos
como:

- La enfermedad, propia o de un familiar.


- La muerte de un ser querido.
- El divorcio o la separación.
- Las mudanzas.
- La jubilación.
- Los hijos que dejan el hogar.
- El cambio de trabajo.
- Los accidentes.

En cualquiera de los casos, el problema se presenta cuando el individuo percibe que


estas situaciones superan su capacidad de respuesta y adaptación.

Existen dos clases de estrés:

 El estrés positivo, que empuja a la acción y al cambio con entusiasmo y alimenta


la motivación. Por ejemplo una tarea deseada y agradable produce un estrés
saludable.

 El estrés negativo, también llamado distrés. Una demanda no deseada,


desagradable, difícil y prolongada puede causar un estrés no saludable.

Uno de los factores determinantes de la reacción de estrés es la manera en que las


personas interpretan las situaciones, y no las situaciones en sí mismas.

35
1.1.6.2. Depresión y Adicciones

La necesidad de satisfacer inmediatamente un deseo y la sensación de frustración si


ello no se consigue enseguida, genera las conductas compulsivas que promueven y
mantienen las adicciones, argumentan Franco y Pecci (2006). Si el sujeto no acepta
las vivencias emocionales displacenteras, como la angustia y la depresión, tal vez
intente borrarlas o taparlas recurriendo al alcohol o a las drogas.

 Alcoholismo

Tradicionalmente, la sabiduría popular relaciona el beber alcohol con ahogar las


penas, como una forma de evitar la tristeza. Pero esta intuición también fue
corroborada con estudios e investigaciones científicas. El alcoholismo es una
dependencia del alcohol que se caracteriza por la necesidad compulsiva de beber
sumada a la imposibilidad de detener la ingesta. Las modalidades del abuso del
alcohol son varias:

- Ingestión diaria y regular de grandes cantidades.


- Importantes ingestas en los fines de semanas.
- Períodos de abstinencia alternados con otros de embriaguez diaria.

Los primeros estudios que relacionaron alcoholismo y depresión datan de la década


de mil novecientos setenta. Franco y Pecci (2006), citan a Winokur y colaboradores
quienes detectaron en los familiares que vivían con pacientes alcohólicos una mayor
incidencia de depresión. Incluso se demostró que las hijas de los bebedores
padecen más depresiones que las hijas de los no alcohólicos, pero solo si estas
conviven con sus padres; cuando comparten el hogar con personas que no beben,
presentan un porcentaje de depresión igual al de la población general.

Según el psiquiatra español Alonso Fernández, la familia del alcohólico está en


riesgo, y una evolución espontanea lleva a la disgregación familiar. Todo aquel que
conviva con un familiar, una pareja o una persona alcohólica debe saber que está
expuesto a padecer problemas depresivos en algún momento de su vida. Por lo
tanto, será conveniente que se acerque a Familiares de Alcohólicos Anónimos, o a

36
algún grupo similar, a fin de adoptar una postura activa y contribuir a la mejoría del
bebedor, de sí mismo y de la familia.

Algunos datos para tener en cuenta:

- El consumo de alcohol de manera continua y prolongada provoca cuadros


depresivos. Un estudio mexicano reveló que, en quienes alguna vez en su vida
abusaron del etanol, la incidencia de depresión llegaba al trece punto cuatro por
ciento, valor que duplica el de la población general.

- Las mujeres alcohólicas sufren cuadros depresivos más severos y se sienten más
culpables que los hombres.

- A veces, una persona con alteraciones psíquicas intenta, con la bebida, calmar su
dolor emocional, evadirse y transformar su mundo enfermo. En este caso, es la
depresión (u otros trastornos mentales) lo que causaría el alcoholismo.

- El peligro mayor reside en que el abuso de alcohol se vuelve crónico fácilmente y,


con el tiempo, puede agravar la depresión por factores bioquímicos: Disminuye la
concentración en el cerebro de un neurotransmisor, la serotonina, cuyo déficit
interviene en el origen de las depresiones.

- Los sujetos alcohólicos tienen más predisposición a sufrir alteraciones psíquicas


importantes cuando pierden a un familiar o un amigo. Está comprobado que, durante
el duelo (la reacción de pena por la pérdida de un ser querido), aumenta el consumo
de alcohol. También se ha constatado que los bebedores presentan mayor
tendencia a suicidarse durante el período de seis semanas que sigue a una pérdida.

- Esta predisposición a la depresión se aplica a otras situaciones de estrés, como


terremotos, inundaciones, desalojos, intervenciones quirúrgicas, agresiones.

- Frente a la sensación de una vida vacía, un individuo puede recurrir al alcohol como
una falsa solución. Pero, cuando quiere suspender la bebida, surgen nuevamente
los problemas, retorna el aburrimiento, el hastío, el no saber qué hacer. Para poder

37
dejar el alcohol, siempre es necesario tener algún proyecto personal genuino y vivir
con intensidad las relaciones afectivas; de lo contrario, el sujeto caerá en una
depresión o retomará la bebida.

 Drogas

Las sustancias que producen efecto estimulante o sedante y que son consideradas
tóxicas y adictivas se denominan drogas ilegales. Los cuatro grupos más
importantes son:

- Los opiáceos.
- Los estimulantes, como la cocaína, la anfetamina y el éxtasis.
- Los alucinógenos, como el LSD.
- Los cannabis, como la mariguana.

También se consumen en forma adictiva psicofármacos legales pero sin prescripción


médica. Esta es una práctica cada vez más habitual y sumamente dañina para la
salud. Las medicaciones deben ser administradas en el marco de un tratamiento y
según indicaciones de un médico profesional.

El consumo de drogas ilícitas aparece fuertemente asociado a los síntomas


depresivos. Los adolescentes que reconocieron usar este tipo de sustancias tienen
cinco punto tres veces más probabilidad de presentar síntomas de depresión que los
que no las consumen. Las drogas ilícitas, como los psicofármacos, se asocian
igualmente a la depresión, aunque en menor medida.

Por lo general, los jóvenes se inician en el alcoholismo o el consumo de drogas en la


pubertad o la adolescencia. En consecuencia, vale la pena analizar profundamente
el grado de vulnerabilidad de un joven. En el caso de los adultos, la ayuda tendrá que
provenir de la pareja, los hermanos o amigos, y en menor proporción de los padres,
que, si no han podido actuar antes, difícilmente lo podrán hacer ahora. Las
exigencias que impone la sociedad a través del trabajo o las dificultades para
resolver conflictos afectivos predisponen a las adicciones en la adultez.

38
1.1.7. Factores de la Depresión

Como se ha explicado anteriormente, según el tipo de depresión que se dé, el origen


de la misma variará. Son muchos los factores que pueden influir, mezclándose con
frecuencia varios de ellos, por lo que se hace difícil señalar una única causa del
trastorno. Entre los factores que pueden intervenir en el desarrollo y mantenimiento
de la depresión, de acuerdo con Moreno y Blanco (2004), están los
sociodemográficos, biológicos, psicológicos y ambientales.

1.1.7.1. Sociodemográficos

 El sexo

Definitivamente, el trastorno depresivo mayor es más común en las mujeres, con


independencia del país donde se realice la observación. Se considera que la mujer
tiene una probabilidad dos veces mayor de padecer esta enfermedad que el hombre.
Parece ser que el matrimonio (a diferencia de lo que sucede con el hombre) no
protege a la mujer de este trastorno; de igual modo, los partos, crianza de los hijos,
falta de trabajo fuera de su hogar y actitud de indefensión aprendida a lo largo de la
evolución predisponen a la mujer para sufrir depresión.

 La edad

Aunque esta enfermedad puede presentarse a cualquier edad, es usual que el


diagnóstico se realice en personas entre los cuarenta y los cincuenta años.

 El estado civil

Como se ha anotado, parece ser que el matrimonio, es un factor de protección para


la enfermedad especialmente en hombres; aunque se observa mayor depresión en
mujeres sin una pareja íntima estable. De hecho, un reciente estudio reafirma esta
hipótesis al encontrar que los problemas de disfunción eréctil son menos frecuentes
entre los hombres casados que entre los solteros, separados o viudos; a diferencia
de lo que sucede en el caso de las mujeres casadas, para quienes estos problemas
de disfunción sexual no son protegidos por el matrimonio.

39
 La clase social

El no haber cubierto satisfactoriamente las necesidades materiales básicas, parece


ser un factor que influye en la aparición de los trastornos depresivos, aunque no
existe una relación directa entre la depresión mayor y la clase social. Por desgracia,
dada la inequidad de muchos sistemas estatales de salud, la población
económicamente débil tiene poca facilidad de acceso a los sistemas sanitarios y
cuando lo consigue, consultará sobre problemas de salud físicos apremiantes,
prestando poca atención a la salud mental, lo que al final se traducirá falsamente en
un aparente menor número de personas pobres con trastornos depresivos.

 La sociedad

Esta sociedad consumista, hostil y competitiva que presta más atención al dinero que
a las personas propicia en gran medida la aparición de algunas depresiones. La
progresiva reducción del apoyo social, de las costumbres morales y de los principios
a los que acogerse provocan en algunas personas una sensación de indecisión y de
no saber adónde van, que facilita la caída en la depresión. El tratamiento que se
presta en algunos centros, carente de humanidad, para salir del paso y sin tiempo
para escuchar, influye de un modo determinante en la cronificación de algunos
cuadros depresivos, por lo que hay que defender siempre una asistencia digna y de
calidad.

1.1.7.2. Biológicos

 La herencia biológica

Las personas cuyos familiares de primer grado de consanguinidad sufran trastornos


depresivos importantes tienen una probabilidad del quince por ciento de padecer de
depresión, frente al uno o dos porciento de posibilidades en las personas sin
familiares con esta condición. Se ha comprobado que la herencia desempeña un
importante papel en la predisposición a sufrir estos trastornos depresivos, pero en
general se habla de vulnerabilidad, es decir, aunque estas personas tengan más
facilidad que otras de caer en una depresión, no todos los descendientes la

40
padecerán. Muchos de ellos no tienen por qué sufrir el trastorno aunque las
probabilidades sean más altas que en familias sin estos antecedentes.

 La salud general

Obviamente, los problemas de salud física influyen en el desarrollo de la depresión.


Así, se ve que las enfermedades malignas, algunas condiciones neurológicas
(enfermedad de Parkinson, epilepsia, demencia, y otras), la diabetes y los efectos
provocados por medicamentos crónicos, son factores frecuentes que favorecen la
aparición de trastornos depresivos.

 Neurotransmisores cerebrales

Se ha comprobado que las células cerebrales –neuronas- se comunican unas con


otras a través de unas sustancias llamadas neurotransmisores y que se obtienen,
entre otras fuentes, de los alimentos que se ingieren. En el caso de la depresión, se
han hallado alteraciones en estas sustancias que es preciso corregir, como por
ejemplo las catecolaminas (serotonina y noradrenalina), las cuales pertenecen al tipo
de depresión endógena. Desde el descubrimiento de los psicofármacos en la
década de los cincuenta, se presento una variada y extensa evidencia que
demostraba la hipótesis de que los antidepresivos tricíclicos actuaban sobre las
catecolaminas (principalmente noradrenalina) incrementándolas o potenciándolas a
nivel central y permitiendo la estimulación del comportamiento y un efecto
antidepresivo. La participación de la serotonina en la depresión sólo vino a ponerse
de manifiesto con estudios posteriores. Otros compuestos que existen en el cerebro
también pueden estar implicados.

1.1.7.3. Psicológicos

Las personas con un perfil de riesgo para desarrollar la enfermedad son aquellas que
manifiestan baja autoestima, inseguridad, dificultades para expresar las molestias, y
con expectativas muy altas hacia ellos o los demás. En cuanto a las alteraciones
psicológicas en las depresiones reactivas, la psicoterapia conductual ha formulado
varias teorías de las que se abordarán algunas de las más importantes.

41
 Una vida sin estímulos

Según Lewinsohn, la depresión se debe a que la persona depresiva pierde o deja de


realizar la mayor parte de las cosas que antes le gustaban; o bien, porque existen
pocos acontecimientos estimulantes o reforzadores en el ambiente del paciente y
éste no suele recibir respuestas gratificantes (posiblemente, por falta de habilidades
sociales). Según él, los síntomas cognitivos y verbales de la depresión son
consecuencia de la falta de respuestas que crea esta pérdida de estímulos. Con
otras palabras, el individuo deja de hacer esfuerzos para obtener los resultados
deseados porque los intentos anteriores fracasaron. La terapia se dirige a identificar
fuentes potenciales de esfuerzo en el ambiente de la persona y a desarrollar
métodos para aumentar su disponibilidad (entrenamiento en habilidades sociales).

 Pérdida de control: Indefensión aprendida

El defensor de esta teoría es Seligman, quien sugiere que una persona se deprime
cuando cree que la conducta ejerce poca o ninguna influencia sobre el resultado de
los acontecimientos, es decir, no posee ningún control sobre lo que suceda después.
Por consiguiente, se pregunta: ¿Para qué actuar?

 Distorsiones cognitivas

Esta teoría, postulada por Beck, sugiere que el estado depresivo surge de
distorsiones cognitivas basadas en un conjunto de pensamientos negativos respecto
a la visión del individuo de sí mismo, del mundo y del futuro. La terapia se dirige a la
variedad creciente de actividades del paciente, identificando los pensamientos
automáticos que siguen a la percepción de una dificultad, generando pensamientos
alternativos –no depresivos- de índole más realista y adaptable, poniendo a prueba
la credibilidad de estas alternativas y modificando los supuestos inadaptados que
parecen caracterizar los pensamientos automáticos que conducen a las respuestas
depresivas.

42
1.1.7.4. Ambientales

 El empleo

La pérdida de la actividad laboral, económicamente remunerativa, se asocia a un


incremento de los problemas depresivos tanto en el hombre como en la mujer. Se ha
observado en casos de pérdida del empleo, pero que tienen una red de apoyo
psicológico firme (matrimonio y familia), presentan menos probabilidades de sufrir
depresión.

 Experiencias de la vida

De modo similar, quienes han vivido una experiencia traumática en la infancia, como
la separación o muerte de los progenitores, corren mayor riesgo. Además, las
situaciones indeseables como el secuestro, las pérdidas de familiares o problemas
económicos graves, pueden precipitar la aparición de la depresión.

 Alteraciones socioculturales

La sociedad exige más a los individuos y los ideales sociales se centran más en el
rendimiento y en el egocentrismo, donde se premia el culto a los valores superficiales
y externos, como pueden ser los atributos físicos. Continuamente se trasmite un
modelo de perfección, el cual genera en el individuo un sentimiento de insatisfacción
permanente por no alcanzar tal perfección, se desprecia al mediocre y se tiende a
valorar la vida en términos dicotómicos: Bueno-malo, éxito-fracaso, y otros más. El
excesivo control de las emociones y lo mencionado anteriormente hacen que la
sociedad sea un factor a tener en cuenta en el fenómeno de la depresión.

1.1.8. Detección de la Depresión


Es sabido que la gran mayoría de los pacientes con depresión no reconocen que
padecen este trastorno y, por lo tanto, nunca son diagnosticados de manera
oportuna; por ello, se dice que los paciente con depresión diagnosticada son apenas
la punta del témpano y que aquellos que componen la gran masa sufrirán en silencio

43
este trastorno que los conduce irremediablemente a un desempeño psicosocial por
debajo de lo normal.

Para Franco y Pecci (2006), la depresión es una de las enfermedades que mejor
responden al tratamiento, si se siguen los pasos adecuados:

- Realizar una consulta y someterse a un examen físico con un médico clínico para
descartar que la depresión tenga causas físicas.
- Una vez excluidos los factores físicos, efectuar una evaluación psicológica con un
psiquiatra o un psicólogo.
- Comenzar y continuar el tratamiento con un profesional.

1.1.8.1. Evaluación de la Depresión

La mejor manera de evaluar si un paciente sufre o no una depresión es acudir al


especialista –bien sea un psicólogo, un psiquiatra, o un médico-, quien, a través de la
entrevista clínica, podrá descartarla o ratificarla. Franco y Pecci (2006), agregan que
una buena evaluación diagnóstica efectuada por un psicólogo o un médico psiquiatra
incluirá una historia completa de los síntomas, es decir cuándo comenzaron, la
severidad, episodios anteriores y, si los síntomas fueron tratados, qué tipo de
tratamiento se aplicó y qué resultados se obtuvieron.

En ese momento, y ya descartada una causa física, la persona será remitida a un


psiquiatra o un psicólogo para que continúe el tratamiento –el cual estará orientado a
enfrentar y superar la depresión-, o se determinará que no es necesario tratar la
dolencia y se le indicará que consulte nuevamente si los síntomas persisten en el
futuro o se agravan. En ocasiones, realiza la consulta un pariente cercano o la
pareja del que se considera el paciente identificado, y a menudo se cita a miembros
de la familia para evaluar la necesidad de abordaje familiar. El paciente puede seguir
el tratamiento en forma privada o en centros de salud cercanos a su domicilio.

 Las preguntas más frecuentes que le realizarán son:

- ¿Disfruta de la vida?

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- ¿Se encuentra triste?
- ¿Llora con frecuencia?
- ¿Le resulta difícil tomar decisiones?
- ¿Existen cosas que le interesan?
- ¿Siente molestias o dolores?
- ¿Tiene poco apetito o ha perdido peso?
- ¿Piensa que la vida carece de sentido?
- ¿Nota falta de energía o está más cansado de lo habitual?
- ¿Tiene dificultad en el sueño?
- ¿Padece alguna dificultad de tipo sexual?

Además de la entrevista clínica, en la que se puede verificar si existe una depresión,


para el diagnóstico se utilizan diferentes escalas. A continuación, se presenta la de
Zung y Conde que puede aplicarse el propio paciente. El diagnóstico de sospecha
de depresión se hará si la puntuación obtenida es mayor de treinta y cinco puntos.

1.1.8.2. Escala Autoaplicada para la Depresión de Zung y Conde

En el cuestionario siguiente se encuentran diferentes situaciones o preguntas.


Deben leerse cuidadosamente e indicar la frecuencia con la que se ha
experimentado el síntoma o sentimiento descrito a continuación, luego marcarlo
como respuesta.

 Respuestas

- A = Muy poco tiempo, pocas veces, raramente o nunca. Un Pt.


- B = Algún tiempo, algunas veces, de vez en cuando. Dos Pts.
- C = Gran parte del tiempo, muchas veces, frecuentemente. Tres Pts.
- D = Casi siempre, siempre, casi todo el tiempo. Cuatro Pts.

 Situaciones

- Me siento triste y deprimido. A B C D


- Por las mañanas me encuentro mejor que por las tardes. A B C D

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- Frecuentemente tengo ganas de llorar y a veces lloro. A B C D
- Me cuesta mucho dormir o duermo mal por la noche. A B C D
- Ahora tengo tanto apetito como antes. A B C D
- Todavía me siento atraído por el sexo opuesto. A B C D
- Creo que estoy adelgazando. A B C D
- Estoy estreñido. A B C D
- Tengo palpitaciones. A B C D
- Me canso por cualquier cosa. A B C D
- Mi cabeza está tan despejada como antes. A B C D
- Hago las cosas con la misma facilidad que antes. A B C D
- Me siento agitado e intranquilo y no puedo estar quieto. A B C D
- Tengo esperanza y confianza. A B C D
- Me siento más irritable de lo habitual. A B C D
- Me parece fácil tomar decisiones. A B C D
- Me considero útil y necesario para la gente. A B C D
- Encuentro agradable vivir, mi vida es plena. A B C D
- Creo que sería mejor para los demás si me muriera. A B C D

1.1.9. Medios para Evitar que la Depresión se Convierta en un Trastorno


Crónico
En personas con depresiones leves, moderadas o graves puede suceder que
algunos síntomas no desaparezcan totalmente o que, a pesar de haberse
recuperado por completo, en un futuro pueda presentárseles un nuevo episodio
depresivo. Es importante estar informado de estas posibilidades y de cuáles son las
principales medidas que pueden tomar para disminuirlas. Muchas personas asumen
sin ninguna objeción un tratamiento de por vida para la hipertensión arterial y, sin
embargo, son reacias a tomar durante meses o años un tratamiento para la
depresión y no son capaces de explicar el porqué de esta actitud.

Precisamente los periodos sin síntomas, en que se encuentran bien, son los mejores
para poder desarrollar factores protectores de la depresión tanto a nivel biológico y
psicológico como social, siempre que se sigan las sugerencias del especialista. Sin

46
embargo, muchos pacientes abandonan la terapia en cuanto han mejorado, y dicha
actitud favorece la aparición de recaídas.

 Recuperación y recurrencia

Se sabe que aproximadamente una o dos de cada cuatro pacientes con depresión
sufrirán una recaída en los siguientes diez años del primer episodio. El riesgo
aumenta a mayor edad y a mayor duración del período de enfermedad. Los factores
de riesgo de recaídas una vez recuperado del episodio depresivo, son:

- Deficiente adaptación social.


- Haber padecido múltiples episodios previos.
- Patología asociada de la personalidad.
- Personas con episodios alternantes de depresión y manía.

 Presencia de varias enfermedades

Las depresiones pueden aparecer junto con otras enfermedades tanto psíquicas
como somáticas. Así, se ha observado la coexistencia de diabetes o hipertensión y
depresión, o de depresión y trastornos de angustia o fobia social. Se ha detectado
un alto número de pacientes que sufren de depresión y abuso de sustancias
psicoactivas o abuso del alcohol, lo que se asocia a un aumento del riesgo de
suicidio tanto en adolescentes como en adultos.

 Cuando la depresión no desaparece

En ocasiones, la depresión puede mantenerse en el tiempo debido a diversos


motivos. Para evitar esa falta de mejoría, se procurará que no estén presentes
algunas de las siguientes causas:

- Mala cumplimentación del tratamiento por parte del paciente.


- Tratamiento de una sola de las múltiples causas que pueden estar interviniendo
(sólo fármacos, sólo psicoterapia)
- Dosis insuficientes de antidepresivos.

47
- Relación con una enfermedad somática que pasa desapercibida.
- Duración insuficiente del tratamiento. Como regla general, en un primer episodio
se ha de mantener durante un mínimo de seis meses.
- Persistencia de acontecimientos psicosociales negativos.
- Episodio inicial de larga duración.
- Elevada carga familiar de depresiones.
- Alcoholismo añadido.

 Tratamiento inadecuado

Si el trastorno distímico no se trata adecuadamente, puede evolucionar en un gran


número de casos hacia una depresión mayor. Los síntomas afectivos crónicos
pueden provocar problemas interpersonales como dependencia, poca tolerancia a la
frustración y rigidez. También pueden conducir a la bebida como intento de solución,
aunque ésta solo sirve para agravar más el problema (esto se da más
frecuentemente en hombres).

1.1.9.1. Prevención del Suicidio Motivado por la Depresión


La enfermedad psiquiátrica con más riesgo de suicidio es la depresión (entre un diez
y un quince por ciento). Los momentos de la enfermedad con mayor riesgo son
aquellos en los que la persona no recibe tratamiento ni cuenta con apoyo, cuando se
asocian problemas ambientales, cuando la depresión es endógena y existe consumo
de alcohol, así como cuando el paciente comienza a mejorar con el tratamiento los
primeros días antes de que remita el trastorno.

Los depresivos endógenos corren mayor riesgo que los depresivos reactivos. Los
intentos de suicidio son impulsivos, y pueden decidirse con una hora de antelación,
en casos excepcionales. Para De Zubiría (2007), salvo estos casos, la mayoría de
los suicidios son procesos, muchas veces de años. En cuanto a clases sociales, el
suicidio es más común en las más bajas, pero más efectivo entre las clases altas y
grupos profesionales de elevado estatus económico.

48
 Factores asociados al riesgo de suicidio

Los tres síntomas de la depresión más relacionados con el suicidio son:

- Incremento del insomnio.


- Aumento del abandono del cuidado personal.
- Acentuación del deterioro cognitivo.

 Otros factores

- Mujeres menores de treinta y cinco años, hombres mayores de cuarenta.


- Separación, divorcio o muerte del cónyuge.
- Pérdida inminente de un ser querido.
- Soledad y aislamiento social.
- Problemas económicos, desempleo reciente o jubilación.
- Mala salud.
- Ocupación de alto estatus.
- Depresión (sobre todo, endógena).
- Enfermedad en fase terminal.
- Problemas con alcohol y/o drogas.
- Anteriores intentos de suicidio.
- Historia previa de trastornos afectivos.
- Historia familiar de trastornos afectivos, suicidio, alcoholismo.
- Indicios suicidas (avisos o conversaciones sobre el tema).
- Preparativos (hacer testamento, seguros, nota suicida).

En general, dicen Moreno y Blanco (2004), los pacientes suicidas están dispuestos a
hablar de las intenciones y para algunos, la posibilidad de desahogarse con alguien
que les toma en serio es terapéuticamente positivo. Cuando existe riesgo de
suicidio, se le debe animar a que hable de ello y hay que procurar dedicarle tiempo
para que siga hablando del asunto. Con ello se puede facilitar el ingreso temporal en
una unidad psiquiátrica y/o proporcionar la ayuda necesaria para atenuar las
circunstancias que provocan el intento suicida.

49
Las principales medidas que se han de adoptar son: No dejar solo al paciente en la
fase aguda, tener los medicamentos encerrados bajo llave y esconder aquellos
elementos que puedan servir para lesionarse. Debe tomarse en cuenta que son
muchos los enfermos que han intentado suicidarse en la fase depresiva, cuando no
veían otra salida y, sin embargo, al recuperarse, estas ideas desaparecen por
completo y no comprenden cómo fueron capaces de llegar a ese punto.

Si una persona está pensando en el suicidio como solución a los problemas, tiene
que saber que no lo es. Al contrario, los intentos de suicidio suelen agravar los
problemas existentes, a los cuales pueden añadirse con frecuencia secuelas
irreversibles del intento realizado, tales como lesiones corporales, cicatrices, y otras
más, que persistirán cuando el enfermo se ha recuperado de su depresión.

1.1.10. Tratamiento de la Depresión

La cuestión de cómo tratar con una persona deprimida, al igual que la de saber qué
factores provocan las depresiones, no tienen una respuesta única y se han de
individualizar en cada caso, aunque existen algunas normas de uso general que
pueden resultar de utilidad.

El tratamiento de los pacientes con trastornos del estado de ánimo presenta hoy día
muchas posibilidades, y en la mayoría de los casos se resuelven favorablemente en
pocas semanas. Uno de los objetivos principales del tratamiento consiste en ayudar
al paciente a prevenir las recaídas, y a la familia a conocer más la naturaleza del
trastorno para que, de ese modo, sepan cómo ayudarle mejor, para que no se
sientan culpables y lo afronten de una forma positiva.

La indicación del tratamiento depende también de las expectativas del paciente y de


lo dispuesto que esté a seguirlo. El peor tratamiento es el que no se sigue; por ello,
la participación del paciente y su implicación es muy importante. En los casos
graves, con inhibición, aislamiento y riesgo de suicidio, el tratamiento farmacológico
es obligado y, a veces, también la hospitalización.

50
De forma esquemática, se afirma que:

 Si la depresión es endógena, se van a precisar fármacos.

 Si la depresión es causada por una enfermedad, lo primero será tratar ésta.

 Si la depresión de debe a problemas de relación o de pareja, las psicoterapias


serán lo más indicado.
 Como lo normal es que existan varios factores en el origen de una depresión, el
mejor resultado se obtendrá combinando varias terapias.

1.1.10.1. Procedimientos en Caso de Depresión


Hay que tener en cuenta que cuanto más precoz sea el diagnóstico, mejores serán
los resultados del tratamiento. Ante cualquier sospecha o duda de sufrir de una
depresión, conviene ir al médico para que realice un examen rutinario y un análisis
básico. El facultativo le remitirá al especialista en caso de considerarlo necesario y,
en otras ocasiones, él mismo decidirá realizar el tratamiento.

1.1.10.2. Hospitalización
La hospitalización es necesaria cuando no es posible el tratamiento ambulatorio por
alguno de los motivos siguientes:

 Fracaso reiterado del tratamiento ambulatorio, o para ampliar las pruebas


diagnósticas y terapéuticas.

 Riesgo de suicidio. En estos casos, a veces es necesario hacer el ingreso incluso


en contra de la voluntad del enfermo, sin su consentimiento para preservar la vida
de este. En los casos graves con ideas de suicidio, lo primero debe ser
garantizar la vida del paciente, ingresándolo en un centro que reúna las medidas
apropiadas.

 Abandono importante que pone en peligro la vida. En general, lo indica un


especialista tras evaluar al paciente.

51
1.1.10.3. Papel de la Familia en Casos de Depresión

 La experiencia de estar deprimido es aterradora y aislante. Es difícil entender


cómo es si no se ha sufrido. A veces, muchas personas deprimidas hablan de
sus sentimientos con alguien en quien puedan confiar.

 Escuche al paciente, esta es una experiencia que puede resultar dolorosa para
quien la realiza, pero ayuda a la persona deprimida a sentirse querida y
comprendida. Además, brinda conocimiento sobre la depresión a quien escucha.
Las experiencias de cada persona que sufre depresión son únicas, pero no todas
querrán hablar de ellas, algo que debe respetarse. Los amigos y familiares
deberán ser sensibles al hecho de que quien está deprimido quiera o no hablar.
Ayuda dedicar tiempo a escuchar, en vez de hablar y ofrecer consejos.

 Resulta inútil ser crítico, aunque sea con comentarios bien intencionados como:
Trata de calmarte. Las personas que están deprimidas no han elegido esa
experiencia y su enfermedad no es imaginaria. Si la persona deprimida habla de
suicidio, es importante tomarla en serio y buscar ayuda profesional de inmediato
recomienda De Zubiría (2007).

 El ofrecimiento de apoyo y solidaridad puede resultar agotador, por lo que es


necesario que la persona que lo hace, continúe con el propio ritmo de vida y se
conceda tiempo suficiente para el descanso y la relajación.

 En la depresión, la energía y la capacidad de concentración tienden a disminuir.


Al enfermo puede resultarle difícil realizar las tareas cotidianas. Es
recomendable ofrecerle ayuda en las ocupaciones de cada día.

 La depresión tampoco es igual para todos los que rodean a la persona deprimida,
cada familiar vivirá esta de una forma distinta. Así, aún hoy existe mucha gente
que no cree en las depresiones y el deprimido tiene que esforzarse en
convencerles de que se encuentra mal. La familia debe evitar hacer comentarios
del tipo: Está mal porque quiere o no pones suficiente voluntad (como si pudiera

52
acaso). La actitud del entorno puede agravar o hacer más llevadera la depresión.
Cuando la mejoría espontanea es suficiente, el paciente no llega a la consulta
médica y la mayoría de estos casos son leves. En los casos moderados, graves
o leves que no mejoran es necesario buscar ayuda especializada.

 Es muy importante no culpabilizar al enfermo de su depresión, ya que él por sí


solo no puede hacer nada para salir de este estado. Hay que evitar frases como
–no sirves para nada-, -eres un inútil-, -si sigues así, voy a abandonarte-, porque
disminuyen la autoestima del paciente y no sirven para estimularle.

 Es normal que ante el primer episodio de depresión, la familia se sienta


desconcertada, asustada y culpable, y no sepa qué actitud es la más adecuada
para ayudar al paciente. La mejor herramienta para erradicar estos sentimientos
es la información.

 Si se indican fármacos, se ha de alentar al paciente a que informe si decide


dejarlos.

 El papel del paciente debería ser lo más activo posible dentro de los límites
permitidos por la depresión a fin de no caer en la pasividad y dependencia.

 Es recomendable conversar con el paciente acerca de los problemas


persistentes, aunque no se esté en la capacidad de cambiarlos.

 Se sugiere que lleven un diario para monitorear y organizar las actividades


diarias.

 El paciente depresivo necesita cuidado y apoyo. Esto no significa que se le dé la


razón en todo; a veces, es necesario ser firmes y hacerle ver que está enfermo.
La familia debe seguir funcionando y él ha de tener apoyo de la misma. No es
positivo que todo el medio familiar se deprima también.

 Ante la disminución del deseo sexual, conviene tener paciencia y considerarlo


sólo un síntoma más de la depresión.

53
 La existencia de una relación de apoyo en un clima de confianza resulta
provechosa para quienes sufren de depresión. Cuando a la persona enferma le
es difícil tener esperanzas en el futuro, es importante tranquilizarla asegurándole
que la depresión es sólo un estado temporal y que con el tiempo y tratamiento
adecuado llegará a recuperarse y a estar mejor.

 Quizás sea difícil vivir con alguien con depresión, pues es normal que haya
inactividad y retraimiento afectivo. La persona enferma ya no es capaz de
interactuar con otros del modo habitual y es fácil que los demás se sientan
rechazados. La depresión se caracteriza por este retraimiento, que no es algo
deliberado para herir a las personas. Para abordar este aspecto se requiere
paciencia y comprensión por parte de quienes cuidan a estos enfermos, pues una
actitud positiva y un enfoque cariñoso favorecen el proceso de recuperación.

 Tal vez la persona enferma no se dé cuenta de las mejorías a medida que se


produzcan, por lo que sería útil advertir y señalar todo cambio positivo en el
camino hacia la recuperación.

 Quienes asisten al enfermo pueden brindar un vínculo con el mundo exterior y


reducir así la sensación de aislamiento. Pueden ayudarlo a no perder totalmente
el contacto con los demás.

 Lo que es útil para un individuo quizás no lo sea para otro, pero a la mayoría de
las personas les sienta bien recibir comprensión y consuelo, seguir una dieta
equilibrada, hacer ejercicio, practicar técnicas de relajación y escuchar música
agradable.

 Cuando la persona se recupera, es importante permitirle que vuelva a sus


actividades de forma gradual para que recupere independencia y confianza en sí
misma.

54
1.1.11. Tipos de Tratamiento de la Depresión

 En las depresiones leves, tanto la psicoterapia como la farmacoterapia suelen ser


efectivas. En los casos más graves, se recomienda combinar ambos tratamientos
para obtener los mejores resultados. Para resultar eficaces, todos ellos deben
partir de la persona, de la situación vital y de los síntomas.

 Existen varias modalidades de psicoterapia y no todas sirven en todos los casos.


Conviene que el médico y el paciente estén familiarizados con las ventajas,
métodos, indicaciones e inconvenientes de cada una de ellas para acudir al
especialista más adecuado en cada caso. Por lo general, para la depresión no se
recomienda como única opción la psicoterapia de tipo analítico al ser muy
prolongada y cara. Los tratamientos psicológicos de mayor eficacia son los de
carácter cognitivo-conductual y la terapia interpersonal. Todas las psicoterapias
utilizan unos métodos y técnicas que han probado la eficacia a lo largo de
estudios científicos. En ello radican las diferencias con las ayudas que a veces
pueden ofrecer personas sin información y que con frecuencia sólo sirven para
retrasar el tratamiento adecuado de estos trastornos.

 Si a una persona el médico le confirma que sufre una depresión, le indicará como
ponerse en manos de un especialista u otro, dependiendo del origen de la misma
(si es endógena, reactiva, de otro tipo). Por ejemplo, si se confirma que es de
origen endógeno, lo más probable es que recomiende acudir a un psiquiatra, ya
que necesitará un tratamiento farmacológico especial y controlado, aunque
además puede necesitar psicoterapia. Si el origen es reactivo, lo más común es
que le remita a un psicólogo de orientación cognitivo-conductual, o a un
psicoterapeuta que utilice algunas de las terapias que se verán más adelante. En
muchos casos ocurre que el paciente debe estar en manos de un psicólogo y de
un psiquíatra al mismo tiempo, en un trabajo complementario, pero nunca
contrario. Para ello, conviene que el psicólogo y el psiquíatra estén coordinados
en el tipo de trabajo y que compartan e intercambien información sobre el caso.

55
 Parece existir una evidencia empírica de que los pacientes depresivos que
reciban un tratamiento continuado a base de fármacos y de psicoterapia
(cognitiva o interpersonal) recaen proporcionalmente un menor número de veces
que los pacientes sometidos a un único tratamiento.

 En resumen, a la hora de elegir si conviene psicoterapia o fármacos o ambas, el


especialista recomendará una u otros en función del origen de la depresión y de
su sintomatología.

1.1.11.1 Terapias Psicológicas


En los enfoques psicológicos para el tratamiento de la depresión se emplea la
conversación entre el paciente y el terapeuta para solucionar el problema. A veces
se denomina a estos métodos tratamientos verbales según lo apuntado por Ernst
(2000). Los enfoques psicológicos tienden a generalizarse porque no implican
pastillas y ofrecen dedicación de tiempo y atención por parte del terapeuta, lo cual
brinda al paciente la tranquilidad de que su problema se toma en serio.

En muchos aspectos, el asesoramiento psicológico es una extensión y refinamiento


de los métodos cotidianos para ayudar a las personas angustiadas. Se realiza
mediante el trato personal entre un psicólogo y un paciente. Existen muchas formas
que emplean enfoques y énfasis diferentes. Un psicólogo puede establecer una
relación profesional que ayude a brindar apoyo al paciente. El hecho de ser
escuchado ayuda al paciente a sentirse comprendido y tranquilizado. Además de
ofrecer información y asesoramiento sobre la depresión, el psicólogo estimula la
expresión de sentimientos y anima a compartirlos, lo cual puede ayudar al enfermo a
sentirse mejor. El psicólogo puede contribuir a levantar la moral acordando con el
paciente objetivos alcanzables y alentando la autoayuda. Se procede a analizar los
problemas, y en algunos tratamientos psicológicos se enseñan y ponen en práctica
estrategias dirigidas a resolverlos paso a paso. Es importante encontrar un psicólogo
de confianza. Mientras se está en el vulnerable estado de depresión debería
admitirse el peligro de llegar a ser excesivamente dependiente del psicólogo.

56
 Terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual (TCC), de acuerdo a Moreno y Blanco (2004), es la


principal técnica terapéutica. Se basa en la conducta y los pensamientos que
caracterizan la depresión. También existen otras, como el método de refuerzo de
Lewinsohn, dirigidas a aumentar las interacciones positivas y disminuir las negativas.

Permite que el paciente ponga de manifiesto ciertos estilos de pensamiento o


afrontamiento de situaciones, que han sido disfuncionales y que pueden haber
favorecido la aparición de la depresión. Es un método de terapia directiva, focal,
estandarizada, y limitada en el tiempo. Sus principales objetivos son: Controlar la
intensidad de los pensamientos negativos, sustituir las cogniciones erróneas y
reconocer la conexión entre pensamiento y afecto y conducta. Su duración suele
oscilar entre dos y cuatro meses.

Entre las técnicas utilizadas para la pérdida de control –indefensión aprendida- la


terapéutica incluye:

- Evitar en lo posible acontecimientos provocadores de depresión como cambios


ambientales.
- Reevaluar las metas y las normas del paciente para que se vuelva más realista,
además de reducir la posibilidad de que insista en el fracaso (pueden utilizarse
varios tipos de terapias cognitivas para ello).
- Desarrollar expectativas de control, por ejemplo, resaltando la variedad de
habilidades sociales y comunicativas del paciente, aumentando el repertorio de
actividades generales de modo que existan más oportunidades de resultados
positivos, y proporcionar estrategias de autocontrol eficaces.
- Modificar atributos poco realistas de los fracasos, resaltando las circunstancias
que impiden el resultado deseado.
- Cambiar atributos poco realistas de éxito, resaltando las cualidades personales
relevantes (fomento de la autoestima).

57
Para Ernst (2000), terapia cognitivo-conductual es un término que describe a un
método diseñado para cambiar las pautas de pensamiento y de conducta que
interfieren en los procesos naturales de recuperación de la depresión. En lugar de
investigar las causas de la depresión, la terapia se centra en enseñar a los pacientes
a controlar sus pensamientos, emociones, y comportamientos alterados, que actúan
manteniendo, y tal vez incluso profundizando, la depresión. El paciente trabaja en
estrecha colaboración con un terapeuta, a menudo un psicólogo.

Curiosamente, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser tan eficaz como los


medicamentos en las formas de depresión leves a moderadas. Sin embargo, cada
vez con más frecuencia tiende a usarse medicamentos, pues tardan menos en hacer
efecto y son más baratos. Por lo general, la terapia cognitivo-conductual consiste de
seis a veinte sesiones de una hora, con una frecuencia semanal. Aunque no se ha
determinado si las pautas de pensamiento negativo preceden al desarrollo de la
depresión o simplemente se desarrollan durante ésta, se han identificado tres tipos
principales de pensamiento trastornado en la depresión. A continuación se describen
los métodos para abordarlos.

- Reto a los pensamientos negativos.

Es común que la gente deprimida tenga pensamientos sombríos e invasores, que


vuelven una y otra vez a la mente. Estos pensamientos negativos parecen reforzar y
profundizar el estado de ánimo deprimido. En la terapia cognitivo-conductual se pide
al paciente que lleve un diario para registrar los sentimientos, pensamientos y
acontecimientos de cada día. Más tarde el paciente habla de ellos con el terapeuta y
aprende a desafiar a los pensamientos negativos. Por ejemplo, si un paciente cree
que sólo pueden sucederle cosas negativas, mirando al pasado sería posible
descubrir experiencias positivas, momentos y acontecimientos felices. O tal vez el
paciente crea que no vale nada y que los demás no lo aceptan. El terapeuta guiará
al paciente para que busque pruebas que contradigan esa creencia. El hecho de
despertar la consciencia de este modo ayuda al paciente a romper el ciclo de
pensamiento negativo y a comenzar a generar sentimientos de esperanza en el
futuro. El paciente aprende a reconocer y desafiar a los pensamientos negativos
58
cuando aparecen, algo que con el tiempo puede ayudar a reducir su frecuencia e
impedir la caída en picada del estado de ánimo.

- Reto a las expectativas irreales.

Algunas personas deprimidas albergan expectativas irreales respecto al mundo y por


eso cuando las cosas no salen como ellas quisieran, su seguridad y su felicidad se
ven socavadas. Por ejemplo, tal vez crean que no pueden ser felices a menos que
gusten a todos y que nunca deberían enojarse con la gente. Cuando hablan de esa
creencia resulta evidente que sería una tarea imposible gustar a todo el mundo y que
la gente es capaz de alcanzar la felicidad sin albergar tantas expectativas.

Una vez se reconoce el modo de pensamiento distorsionado, los pacientes pueden


llegar a la conclusión de que hacer el esfuerzo de conocer y trabar relación con gente
nueva, sin la presión de creer que es esencial gustar a todos, les permitirá volver a
disfrutar con las amistades. Los terapeutas animan a los pacientes a identificar sus
propias creencias irreales, a analizar la manera en que afectan a su vida y a
encontrar el modo de mejorar las cosas.

- Reto a los modos de pensamiento ilógicos.

Es frecuente que las personas deprimidas tengan pensamientos ilógicos que tienden
a mantener la depresión, como extraer una conclusión general negativa a partir de un
incidente insignificante. Por ejemplo, quizá crean que porque una persona amiga no
les telefoneó, ya no quiere saber nada de ellas. Un terapeuta ayudaría a la persona
deprimida a concluir que ese incidente podría explicarse de una serie de modos
diferentes, por ejemplo que la otra persona esté muy ocupada, y que podrían
encontrarse otras pruebas que revelen que hay una amistad activa entre las dos
personas.

Es fácil ver el lado oscuro de las cosas cuando se está deprimido. La terapia
cognitivo-conductual se propone ayudar a los pacientes a llegar a ser conscientes de
las pautas de pensamiento y de comportamiento que no sirven de nada, a fin de que
puedan asumir el control de sus vidas y avanzar hacia la recuperación.

59
- Reto a la inactividad.

La inactividad y el aislamiento social son características de la depresión. Cuando los


pacientes gradualmente salen menos e incluso renuncian a la vida, reciben menos
estímulos y tienen menos oportunidades de vivir experiencias positivas. Una manera
de ayudar a retomar la actividad es desarrollar un plan de tareas por escrito.

Por ejemplo, la tarea de limpiar la casa puede parecer completamente abrumadora.


Al desglosarla en sus componentes individuales y empezar por hacer frente a las
tareas más simples, entonces parecerá mucho más manejable. Es importante no
fijarse objetivos irreales. Cuando una tarea se ha completado, se contribuye a
desarrollar la sensación de logro y control que gradualmente ayuda a levantar el
ánimo y prevenir una recaída.

La programación de las actividades es otro enfoque útil. Los pacientes llevan un


registro de lo que hacen cada hora y se les anima a puntuar su sensación de logro o
satisfacción después de cada actividad. Ese registro puede emplearse para decidir
qué actividades deben realizarse con mayor frecuencia porque producen
sentimientos de dominio y placer, o cuáles generan problemas que es necesario
abordar. La programación de las actividades aumenta la probabilidad de que los
pacientes las realicen; a su vez, una mayor actividad ayuda a mejorar el estado de
ánimo. A veces la distracción es una técnica útil: Dedicarse a una actividad
absorbente ocupa a la mente y ayuda a ahuyentar los sentimientos y pensamientos
desagradables.

 Terapia interpersonal

Yapko (2010), considera que las relaciones humanas constituyen la clave del
bienestar psicológico. De hecho, los vínculos interpersonales pueden aventajar a los
fármacos en el tratamiento de la depresión. Parte de las aportaciones de Meyer y
Sullivan, sobre la importancia que el modo de relacionarse tiene en la afectividad.
De esta manera, si se modifica la forma de relación con los demás, se puede mejorar
el estado de ánimo. Se aplica a lo largo de doce a diez y seis sesiones de frecuencia
semanal, mediante entrevistas individuales con el paciente.
60
Es útil sobre todo en depresiones que se producen a raíz de problemas con personas
cercanas, de casa, del trabajo, u otras relaciones. Bloomfield y Macwilliams (2002),
agregan que la psicoterapia interpersonal parte de la idea de que la depresión está
provocada por muchas causas, pero que se da en un contexto interpersonal, y
entender ese contexto es básico para poder recuperarse de la depresión y evitar
recaídas futuras.

Este tratamiento se hace en diez y seis sesiones de una hora, que comprenden tres
fases. En la primera fase (primera a tercera), el terapeuta explica en que consiste la
depresión y estudia con el paciente el entorno y el momento en que apareció. En la
segunda fase (cuarta a decimo segunda), se establece un tema de conversación o
área problema que está relacionada con el inicio o mantenimiento de la depresión.
Hay cuatro temas: La no superación de la muerte de un ser querido (duelo
complicado), el conflicto con un ser querido (disputa de rol), el bloqueo para
adaptarse a un cambio vital (transición de rol), o la carencia de relaciones con los
demás (déficit interpersonal). Durante esta fase se dialoga con el terapeuta para
llegar a superar la pérdida del ser querido, resolver el conflicto, adaptarse al cambio
o mejorar las relaciones con los demás. En la tercera fase (decimo tercera a decimo
sexta), se revisan los logros y se despiden terapeuta y paciente.

 Terapia sistémica

Se basa en las teorías de la comunicación de la escuela de Palo Alto y Gregory y


Bateson. La alteración principal radica en el sistema en el que vive el paciente. Los
cambios se logran modificando las relaciones entre los miembros del sistema y las
vivencias de cada uno sobre los roles en el mismo.

 Terapias dinámicas

Se proponen modificar el comportamiento actual reinterpretando situaciones pasadas


que provocaron conflicto y que no se han superado, porque todavía permanecen en
el subconsciente de la persona. No suelen indicarse los tratamientos prolongados
durante años con tres sesiones semanales cuando hay otras alternativas que

61
resuelven el problema en pocas semanas. Las psicoterapias breves, de carácter
focal, son de mayor aplicación, especialmente si existe la vivencia de situaciones
traumáticas en la infancia.

Al respecto, Ernst (2000), dice, que este tipo de terapia psicológica puede durar
años. Por lo general, las sesiones son de unos quince minutos, una o dos veces por
semana. Se hace mucho hincapié en la dinámica de la relación entre el terapeuta y
el paciente. El objetivo es que el paciente llegue a reconocer los factores
inconscientes que se relacionan con el trastorno, con lo cual obtiene conocimiento y
control sobre sus sentimientos y sus acciones.

Sus técnicas derivan del psicoanálisis y se basan en los conceptos analíticos claves.
Por ejemplo, las ideas de Freud sobre el desarrollo psicosexual pueden emplearse
para tratar de llegar a comprender los motivos subconscientes que surgen a medida
que el individuo crece, algo que puede afectarle más tarde en su vida. No todos
aceptan la opinión de Freud, por lo que el valor del enfoque es controvertido. El
principal método de recuerdo que se utiliza es la asociación mental libre, pues se
cree que así se revelan hechos significativos del pasado que entonces pueden ser
interpretados. Se atribuye un papel importante a la interpretación de los sueños,
donde se cree que las imágenes están cargadas de significado, a menudo de
carácter sexual.

No hay ninguna evidencia clara de que la psicoterapia dinámica acelere el proceso


de recuperación y en algunos casos centrarse en acontecimientos del pasado puede
promover la introspección y la culpa. La opinión general es que la psicoterapia
dinámica es de valor limitado para la depresión y, de todos modos, sólo es posible en
los casos menos graves, donde la atención y la memoria no están afectadas.

 Terapia de pareja

Se sugiere cuando la depresión está originada por un conflicto del que la pareja no
puede salir y que ambos quieren solucionar.

62
 Terapia de familia

En este caso, el origen de la depresión parece ser un problema sin resolver que esta
afectando seriamente a los miembros de la familia.

 Psicoterapias

Para Franco y Pecci (2006), las psicoterapias pueden resultar eficaces en el


tratamiento de ciertas depresiones leves y, sobre todo, de aquellas denominadas
reactivas o exógenas, en las que el factor precipitante o causante de la depresión es
claramente externo, como un duelo, un conflicto laboral o una enfermedad
invalidante de un familiar o persona significativa.

Existen diversas formas de psicoterapia:

 Las terapias de conversación ayudan a los pacientes a analizar sus problemas y


a resolverlos a través de un intercambio verbal con el terapeuta, que a veces se
combina con tareas para hacer en casa entre una sesión y otra.

 Las terapias de comportamiento procuran lograr que el paciente encuentre la


forma de obtener más satisfacción por medio de sus propias acciones. También
lo guían para que abandone patrones de conducta que contribuyen a su
depresión o que son consecuencia de esta.

 Las psicoterapias a corto plazo (entre diez y veinte semanas) son útiles para
algunas formas de depresión. Por ejemplo: La terapia interpersonal y la
cognitivo-conductual. Los terapeutas interpersonales se ocupan de los problemas
en las relaciones con los otros, que causan y agravan la depresión. Por su parte,
los terapeutas cognitivo-conductuales ayudan a los pacientes a cambiar los
estilos negativos de pensamiento y comportamiento que se asocian con la
depresión.

 Las terapias dinámicas o de insight se usan, en ocasiones, para tratar a personas


deprimidas, apuntan a ayudar al paciente a resolver sus conflictos. Por lo
general, se reservan para casos en que los síntomas depresivos han mejorado

63
bastante. Los cuadros depresivos severos, en especial, los que son recurrentes,
requieren medicamentos junto con la psicoterapia o antes de esta.

1.1.11.2. Terapias Biológicas

 Fármacos

Aunque en el desarrollo de la depresión intervienen muchos factores psicológicos y


sociales, también se producen cambios bioquímicos en el cuerpo, particularmente
en el cerebro. Los medicamentos antidepresivos actúan para llevar a la normalidad
esos cambios bioquímicos y sacar de la depresión a la mayoría de las personas.

Los antidepresivos pueden producir algunos efectos secundarios no deseados junto


con efectos beneficiosos y, por ello el uso debe estar cuidadosamente supervisado
por un profesional médico. Muchas personas se muestran renuentes a medicarse
para una enfermedad como la depresión, pero su valor puede apreciarse al saberse
como actúan, que no son adictivos, el tiempo que tardan en hacer efecto y si es
probable que tengan efectos secundarios. Los antidepresivos pueden utilizarse sólo
como parte de un plan de tratamiento, junto con otras terapias.

Muchas personas se confunden dice Ernst (2000), acerca de si los antidepresivos y


los tranquilizantes son adictivos. Los tranquilizantes como el diazepam se han
creado una mala reputación debido a la dependencia. Algunas personas se vuelven
tolerantes a ellos y así deben tomar una dosis cada vez mayor para obtener el mismo
efecto. Cuando se deja de tomarlos, al cabo de uno o dos días pueden aparecer
desagradables síntomas de abstinencia, como temblores, molestias y dolores, y
sensación de calor o frío.

Los auténticos antidepresivos no son adictivos y no provocan este tipo de problemas.


Antes del descubrimiento de los primeros antidepresivos a finales de los años
cincuenta y sesenta, los estimulantes o anfetaminas, eran los únicos medicamentos
con que se contaba para el tratamiento de la depresión. Las anfetaminas pueden
levantar rápidamente el estado de ánimo, pero a continuación se produce un serio

64
decaimiento o brusco bajón. Estos estimulantes siguen siendo buscados por quienes
consumen drogas.

Por el contrario, quienes consumen drogas no recurren a los antidepresivos porque


no son estimulantes y sólo levantan el ánimo a las personas deprimidas, y
únicamente al cabo de unas semanas. Así, los antidepresivos no poseen las
principales características de las drogas adictivas: No producen placer inmediato y
dejar de consumirlos no provoca una reacción desagradable que sólo se alivia con
una nueva dosis. Sin embargo, es prudente no interrumpir de repente la toma de
antidepresivos sin asesoramiento, pues ello podría aumentar el riesgo de reaparición
de la enfermedad. La práctica habitual es disminuir poco a poco la dosis durante un
mes aproximadamente.

Los antidepresivos tardan un tiempo en hacer efecto, la mejoría comienza alrededor


de dos a cuatro semanas después de empezar a tomar la medicación. El problema
es que los efectos secundarios no deseados se sienten rápidamente y antes de que
se note alguna mejoría. Por ello, es importante no dejar de tomar los antidepresivos
demasiado pronto. Varios antidepresivos tienen posibles efectos secundarios de los
que se debe estar informado para no confundirlos con una nueva manifestación de la
depresión.

La inmensa mayoría de los efectos secundarios no son serios, pero pueden disuadir
a la gente de continuar con la medicación. En general, cuando se comienza a
tomar antidepresivos la dosis se aumenta gradualmente para que el cuerpo se
acostumbre al medicamento. Los efectos secundarios también suelen desaparecer
con el tiempo. Si los efectos secundarios son muy molestos, es posible cambiar de
medicación. Se recomienda seguir tomando los antidepresivos durante los seis
meses siguientes a la recuperación, y a veces durante dos años. De este modo se
reduce muchísimo la probabilidad de que la depresión reaparezca.

La duración del tratamiento es algo que el enfermo depresivo debe dejar en manos
del profesional que le trate. Moreno y Blanco (2004), agregan que hay que tener en
cuenta que cada caso es diferente y el psiquiatra valorará mucho la eficacia del
65
tratamiento, así como las posibilidades de recaída. No debe dudar de lo que le diga
el profesional, ni abandonar el tratamiento simplemente porque se sienta mejor. El
paciente debe recordar siempre que gracias al tratamiento es que se siente mejor, y
que si lo abandona antes de que se lo recomiende el especialista, el riesgo de
recaída será altísimo. Este es un error que desgraciadamente cometen muy a
menudo los pacientes, y a mayor número de recaídas, peor es el pronóstico.

Normalmente el tratamiento pasa por dos etapas. En la primera, el paciente se


encuentra mal y el objetivo es mejorar sus síntomas lo más rápidamente posible. En
la segunda, el paciente se siente mejor y el objetivo es la recuperación plena y evitar
o disminuir el riesgo de una nueva recaída. Si en el pasado se ha respondido bien a
un determinado tipo de terapia, la prudencia aconseja empezar por ese mismo
tratamiento.

Los fármacos antidepresivos no provocan adicción, no cambian la personalidad, se


pueden dejar sin problemas cuando la recuperación es completa y disminuyen el
riesgo de recaídas. Los fármacos antidepresivos pretenden corregir los desequilibrios
en los neurotransmisores cerebrales, aliviando los síntomas de depresión, mejorando
el sueño y el apetito y disminuyendo la tristeza.

Con todos los antidepresivos debe saberse que la mejoría no es inmediata, puesto
que se precisan días o semanas para ir logrando una disminución progresiva de los
síntomas. A veces no se ven resultados en las tres primeras semanas, pero después
se puede mejorar completamente. No se deben modificar las dosis prescritas por el
médico, ni dejar el tratamiento por no ver el resultado inmediatamente. El criterio
general es que en el primer episodio depresivo el tratamiento debe durar al menos
seis meses, ampliándose este período en caso de que se produzca un nuevo
episodio.

La elección de un antidepresivo u otro se realiza en función de los efectos


secundarios, de los síntomas del paciente, de la edad, de la presencia de otras
enfermedades y de la seguridad. El mismo antidepresivo puede producir efectos

66
diferentes en distintas personas o en la misma persona en diversos períodos de
tiempo.

Los antidepresivos pueden alterar el metabolismo de otros fármacos y hacer que


aparezcan efectos indeseables o que dichos medicamentos disminuyan su
efectividad. Por ello, es muy importante seguir siempre las indicaciones del médico
en cuanto a los fármacos y no tomar ninguno que no haya sido indicado por él. Hoy
día existe una cantidad importante de fármacos que resultan eficaces en el
tratamiento de la depresión. Brevemente se comentarán las características más
destacadas de algunos de ellos.

- Antidepresivos tricíclicos.

Dentro de este grupo se encuentra la imipramina, clorimipramina, amitriptilina y otros.

Eran los fármacos más usados hasta hace unos años en que la aparición de otros sin
los efectos secundarios de estos ha supuesto una mejora importante en la calidad de
vida de muchos pacientes depresivos. Han jugado un papel fundamental en el
tratamiento de la depresión y aún hoy día muchos pacientes siguen utilizándolos con
una alta eficacia. Los principales efectos secundarios que pueden provocar son:
Alteraciones del ritmo cardiaco, sequedad en la boca, estreñimiento, aumento de
peso, y otros más.

Al inicio del tratamiento, se administran de dos a tres veces al día, y posteriormente,


en toma única a la hora de a costarse, teniendo en cuenta el riesgo de hipotensión
postural, que puede llevar a caídas y fracturas en ancianos. Están contraindicados
en general en el primer trimestre de embarazo, en casos de infarto reciente, en
glaucoma, y problemas prostáticos.

- IMAOs. Iproniazida, moclobemida.

Muchos de ellos se han retirado del mercado por su escaso uso y sus posibles
efectos secundarios graves. Por lo general, se prescriben -solo por el especialista-
en casos de depresiones resistentes que no responden a otros tratamientos o
fármacos. Entre los efectos secundarios podemos citar la hipertensión arterial
67
cuando se mezclan con determinados alimentos como quesos, productos en
conserva, chocolate, vino tinto y otros.

- Inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina –ISRS-

Son fármacos más recientes, que han adquirido gran popularidad convirtiéndose a
veces en un fenómeno social. Entre ellos se encuentra la fluoxetina, sertralina,
citalopram, fluvoxamina y paroxetina. En general, producen menos efectos
secundarios que los tricíclicos con una eficacia similar, ya que actúan de forma
selectiva aumentando la serotonina disponible a nivel cerebral. Han supuesto un
avance muy importante al mejorar la calidad de vida del depresivo. Se suelen ingerir
en una única toma diaria. Sus efectos secundarios más destacados son: Náuseas,
cefaleas, insomnio, pérdida de peso o diarrea.

- Fármacos con acción sobre serotonina y noradrenalina.

En este grupo se incluyen medicamentos como Trazodone, Nefazodon y otros más


recientes como Venlafaxina y Mirtazapina. La Venlafaxina está indicada en
pacientes con depresión mayor y recientemente ha sido aprobado su uso para el
tratamiento de la ansiedad generalizada. Ha demostrado ser efectiva en pacientes
ancianos y en el amplio espectro de subtipos de depresión mayor, que va desde el
retardo psicomotor hasta la agitación. Entre los efectos adversos se encuentran:
nauseas, insomnio, mareos, sudoración, cefaleas y alteraciones en la eyaculación.

La Mirtazapina, es uno de los últimos fármacos incorporados al mercado. Está


indicada en el trastorno depresivo mayor, siendo especialmente útil si se asocia
ansiedad, agitación, insomnio, ataques de pánico o pérdida considerable de peso,
dolor y migraña. Produce mínimos efectos secundarios y no afecta la función sexual
ni el aparato gastrointestinal. Además, carece de efectos secundarios adversos sobre
el aparato cardiovascular, a diferencia del análogo, la Mianserina. Entre los efectos
secundarios que a veces pueden presentarse están: hipersomnia, retardo
psicomotor, enlentecimiento cognitivo y aumento de peso.

68
 La industria farmacológica y la depresión

La historia de los medicamentos de la depresión va íntimamente unida a las


investigaciones que tratan de averiguar la causa de este grupo de enfermedades.
Aparte de su efecto humanitario, el descubrimiento de un nuevo psicofármaco puede
ser un negocio colosal argumenta Vallejo (2005), algunos laboratorios de tercer
orden se convirtieron de la noche a la mañana en potencias económicas de primer
rango mundial por el lanzamiento de un psicofármaco eficaz. Además de las
universidades y centros científicos, tradicionales núcleos de investigación, las
industrias químicas y farmacológicas reforzaron sus propios equipos de
investigación, que desde entonces están entre los mejor dotados del mundo. Esta
guerra de los laboratorios para llegar los primeros tiene una parte positiva, han
descubierto la mayoría de los medicamentos actuales. También una parte negativa:
Al estar en juego intereses económicos tan importantes, no siempre se portan con
pulcritud en el lanzamiento comercial de sus descubrimientos. En una gran industria
el equipo de investigación no tiene nada que ver con el de promoción, ventas y
propaganda. Estos últimos no comparten a veces el rigor científico y los escrúpulos
de los investigadores y no quieren informar objetivamente sobre su nuevo producto,
intentan colocarlo en el mercado, como si fuese una lavadora o un detergente (son
los mismo profesionales de promoción comercial e idéntico su espíritu). El
profesional de la salud mental tiene el deber ético de atenerse únicamente a las
recomendaciones hechas por centros de investigación independientes y de primer
rango.

1.1.11.3. Otras Terapias


 Terapia electroconvulsiva, TEC

A pesar del daño que le ha hecho la publicidad negativa, y su utilización como


herramienta política, Moreno y Blanco (2004), comentan que hace ya más de medio
siglo que se indicó este tratamiento para la depresión y sigue siendo de los más
eficaces en casos resistentes a otros tratamientos, en los que la gravedad de la
depresión pone en peligro la vida del paciente. Consiste en la aplicación de una
corriente especial en el cerebro, a través de unos electrodos que se colocan a un

69
lado de la cabeza. La realización del mismo en presencia de anestesistas y en un
entorno hospitalario reduce prácticamente los riesgos a los de cualquier intervención
quirúrgica de corta duración. Por regla general, se aplican entre seis y doce
sesiones de TEC para que resulte eficaz.

Al respecto, Ernst (2000), dice: La terapia electroconvulsiva, también llamada terapia


de electroshock, se realiza en un hospital especializado y actualmente sólo se
emplea en los casos muy graves de depresión en los que peligra la vida, o cuando
todos los demás enfoques han fracasado. Goza de mala reputación por
considerársela un método bárbaro. No obstante, puede ser un tratamiento eficaz y
seguro cuando se utiliza para ciertas categorías específicas de pacientes. El
principio de la TEC es que la inducción de una convulsión puede aliviar la depresión.
Fue descubierta accidentalmente en Italia en los años treinta del siglo pasado,
durante la búsqueda de un tratamiento para la esquizofrenia.

En la actualidad, la TEC consiste en administrar al paciente un anestésico de efecto


poco duradero, además de un medicamento para relajar los músculos, y después
aplicar una corriente eléctrica durante una fracción de segundo al cerebro para
inducir una convulsión. Los electrodos se colocan sobre las sienes y el shock
eléctrico hace que el paciente pierda la conciencia durante la convulsión. La TEC se
aplica una o dos veces por semana, y el tratamiento dura de seis a ocho sesiones.
Produce una rápida mejoría en la mayoría de los pacientes. Hasta la fecha no se
sabe exactamente cómo funciona la TEC, sólo que tiene un efecto beneficioso. Las
complicaciones serias debidas al tratamiento son raras. No obstante, en algunas
personas puede producir problemas de memoria a corto plazo.

 Deprivación de sueño

Se ha demostrado que en algunos enfermos depresivos la privación de sueño en


determinadas condiciones que establece el psiquiatra en el hospital puede ayudar en
casos de depresiones que no responden a otros tratamientos.

70
1.1.12. Sugerencias para Prevenir y Afrontar la Depresión

Relativo a esto, Ernst (2000), manifiesta que es vital que se consulte a un médico
ortodoxo cuando la persona no se sienta bien y experimente síntomas desagradables
y persistentes, pues es necesario descartar ciertas causas físicas raras de depresión.
Para ello existen tratamientos específicos que resolverán el problema y eliminarán la
depresión. Por ejemplo, la depresión puede ser uno de los efectos de un trastorno
del sistema endocrino. Esta complicación puede presentarse en personas con una
glándula tiroides hipoactiva.

Tanto la terapia cognitivo-conductual como los medicamentos antidepresivos pueden


tratar la depresión con eficacia. Por consiguiente, deberían considerarse como una
opción. En realidad, varias terapias alternativas puede ayudar. Existen pruebas
fundadas de la eficacia de la hierba de San Juan y del ejercicio y, en menor medida,
de la acupuntura y del masaje terapéutico. Otros tratamientos alternativos pueden
demostrar su utilidad conjuntamente con una terapia convencional.

A menudo, en la depresión intervienen factores interrelacionados. La persona


deberá examinar los distintos aspectos del estilo de vida, como la dieta, el ejercicio,
el consumo de alcohol, las actividades y los problemas prácticos y emocionales.
Este enfoque holístico considera a la persona como un todo, en lugar de centrarse en
síntomas aislados.

La buena salud puede ser vista como el resultado de una interacción positiva entre
mente, cuerpo y entorno. Es necesario examinar y abordar los aspectos
emocionales, prácticos y biológicos. La salud no es solo la ausencia de enfermedad,
sino que puede describirse como un estado de bienestar físico, emocional y mental.

Se sugiere cambiar los malos hábitos de estilo de vida por aquellos que mejoren la
salud. Este proceso no es particularmente fácil, pero el esfuerzo que supone bien
vale la pena. Al considerarse el estilo de vida el paciente puede hacerse cargo de
determinados aspectos y realzar los sentimientos de autovaloración y bienestar.

71
1.1.12.1. Prevención de la depresión

Moreno y Blanco (2004), aportan las siguientes sugerencias para prevenir la


depresión:

 Tener pensamientos positivos. Para ello, es necesario aprender a identificar los


pensamientos automáticos negativos o no reales y saber sustituirlos por
pensamientos reales positivos.

 Hacer ejercicio físico de forma constante, alguna actividad moderada tres veces
por semana. Puede ser caminar, correr, nadar, gimnasia, o cualquier otro
deporte.

 Aceptarse a sí mismo. Partir de lo que tiene y no compararse con otras personas


que considera favorecidas.

 Cuidar la salud en general.

 Buscar actividades de interés que ayuden a la realización como persona y a


sentirse útil a los demás.

 Desarrollar la capacidad de afrontar problemas y elevar el nivel de autoestima.

 Cuidar a los amigos y apoyos sociales. Las personas en que se puede confiar
ayudan a la persona a mantenerse integradas y a estar en forma psíquica.

 Retomar el contacto con las cosas importantes de la vida, ya que esto puede ser
una forma de ayudar a prevenir la depresión.

 Adoptar una actitud activa ante la vida, y reconocer que muchas veces la decisión
precede al conocimiento.

 Aceptar la desesperación ocasional como una emoción más que acompaña,


motiva e informa de las acciones que determinan la dirección a avanzar en un
futuro.

72
 Tomar en cuenta que aunque cada camino sea único, los demás pueden ayudar
a encontrar las coordenadas necesarias para seguir el viaje.

1.1.12.2. Afrontar la Depresión


Para afrontar la depresión Moreno y Blanco (2004), sugieren:

 Seguir una dieta equilibrada sin reducir ni proteínas, ni hidratos de carbono, ni


vitaminas. Comer alimentos ricos en triptófano, que es el precursor de la
serotonina, el principal neurotransmisor involucrado en la depresión. Son
alimentos ricos en triptófano: las carnes, pescados, lácteos, almendras así como
el chocolate y el plátano.

 Expresar las emociones como llanto, sonrisa, ira, y demás.

 Mantener un calendario de actividades diarias.

 Reanudar las responsabilidades de forma lenta y gradual. Intentar mantenerse


en forma realizando aquellas actividades que se puedan hacer sin llegar al
agotamiento.

 Seguir en todo momento y hasta el final el tratamiento indicado y consultar con el


especialista si aparecen efectos indeseables o complicaciones no esperadas.

 Reunirse periódicamente con el terapeuta.

Los pensamientos negativos desaparecen conforme el tratamiento empieza a surtir


efecto.
Pero mientras tanto:

 No fijarse metas difíciles ni asumir grandes responsabilidades.

 Dividir las tareas grandes, fijarse prioridades y hacer hasta donde sea posible.
No esperar mucho de si mismo en esta fase; si se hace, solamente aumentará la
sensación de fracaso. Procurar estar con otras personas que le apoyan y
muestran cariño; generalmente, es mejor que estar solo.

73
 Participar en actividades que propicien la sensación de bienestar. Por ejemplo,
realizar ejercicio ligero, ir al cine, presenciar un encuentro deportivo, o participar
en reuniones sociales. Sin embargo, es conveniente no excederse en estas
actividades, ni preocuparse si el estado de ánimo no mejora considerablemente
de inmediato. Esto requiere tiempo.

 No tomar decisiones importantes en la fase de depresión, tales como cambiar de


empleo, casarse o divorciarse, sin consultar con otras personas de confianza y
puedan emitir una opinión más objetiva de la situación. Si es posible, esperar a
estar completamente recuperado.

 No creer que de la depresión se sale de inmediato; esto rara vez sucede.


Ayudarse a sí mismo cuanto sea posible y no culparse por no encontrarse
totalmente bien. Recordar siempre que los pensamientos negativos deben ser
rechazados, estos son parte de la depresión y desparecerán cuando el
tratamiento surta efecto.

 Compartir la enfermedad, sentimientos y problemas con la familia y amigos. Son


aconsejables los cambios ambientales que puedan mejorar los refuerzos
positivos.

 Los grupos de autoayuda, que son grupos de personas que padecen de


problemas similares, pueden ayudar bastante. Pueden localizarse en
asociaciones de pacientes depresivos que existan en la localidad.

 Como cualquier otra enfermedad, la depresión no es culpa de nadie. Nadie debe


avergonzase de padecerla y debe buscar sin prejuicios la ayuda que necesita.

1.1.12.3. Técnica de prevención

 El ABC de Albert Ellis

Según Moreno y Blanco (2004), esta es una técnica que se utiliza para mejorar la
calidad de vida y ayuda a prevenir la depresión, basándose para ello, en el cambio

74
de pensamientos que la persona tiene ante las situaciones adversas que la vida
diaria le presenta.

- A: Adversidad (acontecimientos diarios que se viven como negativos, frustrantes


o dificultades).

- B: Creencias o pensamientos (positivos o negativos) que aparecen ante cualquier


adversidad (A). El estilo de pensamiento de las personas deprimidas es del tipo
de: Soy inferior, no lo voy a conseguir, no puedo hacer nada para mejorar, soy
un fracaso.

- C: Consecuencias, cómo se siente la persona después de A.

Con frecuencia las personas atribuyen el sentirse deprimidas a A (adversidad). Lo


que lleva a C (consecuencia) y como se siente. Entre el A y el C, se encuentra el B,
que es la zona donde radican todos esos pensamientos negativos que pueden ser
identificados como propios por la persona con depresión.

Normalmente, se cree que el C (consecuencia) se debe al A (adversidad), pero no.


Se debe siempre al B (pensamientos que aparecen ante la adversidad), o sea a lo
que la persona se dice del A (adversidad). Y ahí surgen las depresiones, las
ansiedades e incluso las fobias, cuando ese B, o sea, los pensamientos, son
negativos, frustrantes, exagerados.

- Ejemplos para identificar al ABC:

No. 1.
A Alguien en una reunión le frunce el ceño a una persona.
B Se dice: Lo ha hecho a propósito para no verme o para molestarme.
C Seguro. No me soporta. Nadie lo hace. (Depresión o malestar).

No. 2.
A Va a cumplir cuarenta años.
B Me estoy haciendo viejo/a, no me queda tiempo para nada, no he hecho nada
importante, voy a fallar sexualmente.
C Angustia, depresión, malestar, no quiere ver a los amigos, cambio de pareja,
aislamiento.

75
No. 3.
A Ya tengo treinta y cinco años y no tengo pareja, o no tengo hijos.
B Nadie se fija en mí, nunca voy a encontrar a la persona que me quiera, nunca voy
a poder ser madre/padre, jamás lograré estar en pareja como los demás.
C Depresión, desaliento, rencor, envidia.

No. 4
A El mejor amigo/a no responde a las llamadas telefónicas.
B Piensa que no quiere hablar con usted.
C Se deprime el resto del día, siente que ya no tiene ni amigos.

No. 5.
A El mejor amigo/ no responde a las llamadas telefónicas.
B Piensa que estará muy ocupado/a y que seguirá insistiendo hasta poder hablar
con esa persona.
C Continúa con lo que tiene planeado en el día.

No. 6.
A Tiene una pelea con la pareja.
B Piensa que nunca hace nada correctamente, que ya no se entienden.
C Se siente mal, se deprime, tiene sensación de fracaso.

No. 7.
A Tiene una pelea con la pareja.
B Piensa que siempre se pueden aclarar las cosas.
C Se decide a conversar con la pareja y aclarar lo sucedido.

En los ejemplos cinco y siete, vemos cómo el B (pensamientos positivos) influyen en


el C (consecuencias) para lograr evitar una depresión y tener una conducta de acción
positiva, a pesar de un A (situación adversa). Con estos y otros ejemplos, queda
claro que es el B (pensamiento) el que provoca el C (sentimiento) y no el A (hecho
real, adversidad). Por lo tanto, al descubrir y cambiar los B (pensamientos) negativos
que la persona tiene con respecto a cualquier hacho, se hace que el C
(consecuencia) no sea una depresión sino una conducta de acción que no la
paralizará por más desagradable que sea el A (hecho, adversidad).

76
- Registro ABC.

Para descubrir tanto el A, como el B, y/o el C o los tres, en la vida diaria es


recomendable llevar un diario ABC de la propia vida. Para hacerlo, la persona debe
observar el diálogo permanente que se produce en la mente. No es cosa fácil, pero
no es imposible. Únicamente hay que intentarlo las veces que sean necesarias
hasta notar que se ha logrado, es decir, que se ha descubierto ese diálogo
permanente, muchas veces oculto.

El registro consta de tres partes que son:

- A (hecho).

Puede ser cualquier acontecimiento, un chorro que gotea, el llanto de un bebé, la


falta de dinero, las carencias afectivas, una pareja que no escucha, cumplir años,
estar solo/a, un vecino molesto, problemas en el trabajo, algo que la pareja o amigo/a
a dicho. Hay que registrar la descripción tal como ha sucedido, no la interpretación.

- B (pensamiento).

Las creencias son las formas que tiene la persona de interpretar el A (hecho). Son
los pensamientos sobre el A, no los sentimientos.

- C (consecuencia).

Se registra lo que la persona siente. Puede ser: Tristeza, ansiedad, alegría, culpa,
enojo, fracaso. Pueden ser varios sentimientos a la vez. Luego se apunta lo que se
hace a partir de estos sentimientos: Agotarse, acostarse, enojarse, llorar, insultar,
salir de casa, otros. Estas son todas consecuencias del B (pensamientos), que la
persona cree que son debidos al A (hecho).

La lista se hace así:

- A. Se escribe el hecho.
- B. Se escriben los pensamientos.
- C. Se escribe lo que se siente y las consecuencias.

77
El registro deberá hacerse durante más o menos una semana, depende de cuánto
tiempo tarde la persona en descubrir los ABC. Después de registrar todo, se leerá
con cuidado. Debe de hallarse el vínculo entre lo que se lee y las consecuencias.
Se llegará a entender que las explicaciones pesimistas o negativas ponen de relieve
pasividad y desaliento, mientras que las explicaciones optimistas provocan energía.
Si la persona modifica las creencias o pensamientos habituales (B) que siguen a los
contratiempos, adversidades (A), habrá de cambiar la reacción frente a la
adversidad, por lo que obtendrá en C (consecuencias) una mejor calidad de vida.

1.1.13. Depresión y Calidad de Vida


Según Franco y Pecci (2006), la calidad de vida abarca elementos objetivos y
subjetivos:

 Entre los elementos objetivos, basta mencionar la importancia de tener cubiertas


las necesidades básicas de una vida digna: Alimentación, vestido, techo,
atención en salud, educación, trabajo.

 El ámbito de los elementos subjetivos comprende las percepciones y los


sentimientos más intransferibles de las personas acerca de cómo viven su vida,
las propias maneras de reflejar el mundo y reflejarse en él en los aspectos físico,
anímico, social y espiritual.

Estas percepciones impactan en el bienestar y pueden modificar la importancia


otorgada a situaciones de la vida o a la vida misma. Dependen, en gran parte, de los
propios valores y creencias, de las características personales y del contexto
sociocultural. El afecto y las actitudes positivas ante los acontecimientos cotidianos
contribuyen a una mejor calidad de vida. La calidad de vida es un concepto
globalizador, que refleja el grado de satisfacción de la persona según cómo evalúe
los diferentes aspectos de su vida personal:

 Su condición física, emocional, ocupacional, espiritual.


 La situación familiar y económica.
 Las relaciones con el entorno físico y social en el que se desenvuelve.

78
También puede expresar la brecha entre las aspiraciones y expectativas de una
persona, y la situación real, o entre los objetivos propuestos y los logrados. En este
conjunto, la depresión, además del malestar que conlleva, acarrea el riesgo de
producir la pérdida significativa de la motivación, del interés y de la capacidad de
disfrutar actividades sociales, laborales o recreativas; es decir, ensombrece las
relaciones interpersonales y deteriora la calidad de vida. Asimismo, si se asocia a
otras enfermedades crónicas, por ejemplo, la diabetes, el asma o la hipertensión, se
reduce la capacidad para enfrentarlas y se acentúa la vulnerabilidad.

Con el fin de cuidar la calidad de vida, es conveniente:

 No perder de vista la importancia de la prevención, es decir, evitar aquello que


puede producir daño o empeorar la situación actual.

 Mejorar las oportunidades de encontrar información confiable que sirva de


orientación para momentos de incertidumbre.

 Revalorizar las diferentes formas de apoyo social, porque ellas ayudan a


aumentar la capacidad de controlar situaciones difíciles y, probablemente, den
respuesta a necesidades afectivas y favorezcan otras soluciones.

En esta secuencia, no puede estar ausente el esfuerzo de todos en pos de una


mayor sensibilidad ante los sentimientos de otros, así como para promover
ambientes psicosociales que sean básicamente protectores de la dignidad de la
persona y cultivadores del desarrollo, la autonomía y el bienestar como la mejor
cosecha de la vida social.

1.1.14. Propagación de la Depresión

Para Yapko (2010), las personas pueden propagar la depresión, el trato que unos
con otros se dispensan puede, con excesiva facilidad, causar gran daño en la vida y
desembocar en una forma permanente de pensar, sentir y relacionarse con los
demás. Pero se reaprende algo de vital importancia que en los últimos años muy a
menudo se ha pasado por alto: De igual modo que las relaciones pueden provocar

79
dolor, también pueden ser fuente de bienestar y felicidad, así como un recurso
valioso para superar el sufrimiento. A la luz de las nuevas investigaciones, tener un
carácter independiente, fuerte y autosuficiente no constituye el camino más eficaz
hacia la realización personal; por el contrario la ciencia está confirmando lo que se ha
intuido siempre; el ser humano está hecho para mantener relaciones positivas y
significativas con los demás con el objeto de sentirse bien.

Al tiempo que las relaciones plantean más desafíos, ya sea en el terreno del amor,
familia, trabajo o amistad, la depresión va en aumento. Se propaga en parte a través
de las relaciones conflictivas y, en ese sentido, es socialmente contagiosa. Las
últimas investigaciones sobre neurociencia, psicología social, epidemiologia y
genética respaldan con pruebas abrumadoras la idea de que los estados de ánimo
se contagian en un marco social. Las relaciones con los demás configuran
directamente la química cerebral e influyen poderosamente en el modo de pensar y
sentir. Hoy día, gracias a tecnologías como el escáner, se tienen pruebas de que
las experiencias vitales positivas modifican el cerebro. De hecho, las circunstancias
sociales transforman tanto como la medicación los circuitos mentales. Es posible
que los fármacos traten algunos de los síntomas de la depresión, pero no pueden
cambiar los factores sociales que la originan y perpetúan.

¿Qué factores hacen que algunas personas se sientan sanas, fuertes y felices? ¿Por
qué ciertos individuos se enfrentan a situaciones estresantes de la vida y parecen
superarlas, mientras que otros se desmoronan ante factores de estrés en apariencia
banales? La inmensa mayoría de las investigaciones sobre depresión se han
centrado en las patologías que supuestamente dan lugar al trastorno, tales como
defectos de carácter, cólera contenida y desequilibrios químicos del cerebro. Sólo en
época reciente ha surgido un paradigma diferente desde el que valorar la
experiencia humana. Conocido como psicología positiva, se centra en lo bueno que
hay en la gente antes que en lo malo. En lugar de estudiar a personas que sufren,
los psicólogos positivos observan a aquellos que han superado la adversidad y
medrado con ella, individuos felices, competentes y satisfechos. Poniendo empeño

80
en identificar los puntos fuertes de las personas, los psicólogos esperan ayudar a los
que padecen problemas anímicos.

Una de las primeras tareas que abordaron los psicólogos positivos fue elaborar un
nuevo manual que catalogase y definiese muchas de las mejores facetas de la
experiencia humana. A diferencia del conocido manual de psiquiatría ([DSM-IV-TR]
2003), que enumera las diversas formas de psicopatología en las que se basan los
profesionales de la salud mental para diagnosticar a los pacientes, los psicólogos
Chris Peterson y Martin Seligman elaboraron un nuevo manual llamado Puntos
fuertes y virtudes del carácter, para identificar y describir algunos de los mejores
atributos humanos. Estos incluyen el coraje de decir la verdad, bondad, amor,
equidad, liderazgo, trabajo en equipo, perdón, modestia, gratitud y muchas otras
características positivas semejantes. Todas estas maravillosas cualidades
únicamente pueden ser expresadas en el contexto de las relaciones humanas. Dicho
de otra manera: Las personas expresan lo mejor de sí mismas principalmente,
aunque no siempre, en un contexto de relaciones positivas con los semejantes.

Durante más de medio siglo, los investigadores han sabido que unas buenas
relaciones reducen el riesgo de contraer cualquier tipo de enfermedad. Ha quedado
claramente demostrado, por ejemplo, que cuando los vínculos personales principales
satisfacen totalmente, la persona padece menos depresiones. Además, la gente que
goza de buenas amistades y cuenta con el apoyo de otras personas es más feliz y
más productiva. Asimismo padece menos enfermedades y su promedio de vida
aumenta.

1.2. Personas Privadas de Libertad


1.2.1. Definición
Se le llama persona privada de libertad a aquella que se encuentra recluida en un
centro de detención o penitenciaria, luego del debido proceso, con fundamento en
disposiciones de las leyes, y dictada por una autoridad competente, en virtud de que
la conducta de dicha persona ha infringido normas de convivencia social. La
privación de la libertad individual puede ser legal o ilegal. La privación legal abarca a

81
todas las personas que han sido objeto de detención por disposiciones de las
autoridades correspondientes.

Esta privación puede tener un carácter preventivo, según el cual el detenido es solo
un sindicado quien deberá permanecer, según el artículo cuarenta y nueve de la ley
del régimen penitenciario (2006), en un Centro de Detención Preventiva, con el fin de
asegurar su presencia dentro del proceso correspondiente; o ser el resultado de la
ejecución de penas privativas, caso en que el detenido es un condenado quien
quedará bajo resguardo de un Centro de Cumplimiento de Condena que son
destinados para la ejecución de penas en prisión. Según el Código Procesal Penal
guatemalteco (2010), en el artículo setenta, en relación a la persona que se le
señale de haber cometido un hecho delictuoso, se le denominará sindicado,
imputado, procesado o acusado y condenado a aquél sobre quién haya recaído una
sentencia condenatoria firme.

De acuerdo a la Constitución Política de la República, se puede entonces inferir que


el hombre o mujer que se encuentra privado de su libertad es un sujeto de derechos
en las mismas condiciones en que están los que se encuentran en libertad y que mas
allá de los que la propia sentencia condenatoria les priva (libertad de transito fuera
del establecimiento en que se encuentre, derechos políticos, inhabilitación civil, y
otros) estos se encuentran en el pleno ejercicio de sus derechos fundamentales y el
Estado por el mismo hecho de encontrase bajo su tutela jurídica, por su condición de
privado de libertad, está en la obligación de satisfacerlos y garantizar su respeto.

La privación ilegal de la libertad es aquella que comete al margen de la ley un


individuo o un grupo de individuos contra una victima, con fines extorsivos, de
represión, de lujuria, de venganza o de maltrato. La presente investigación
comprende únicamente la situación de las personas privadas de libertad que están
recluidas legalmente.

1.2.2. Información General del Sistema Carcelario Guatemalteco


El Observatorio Guatemalteco de Cárceles (2005), proporciona los siguientes datos
en relación al sistema carcelario: El total de personas detenidas en un año, cuarenta
82
y cinco mil, aproximadamente ochenta y uno punto uno por ciento es población
flotante que ingresa y egresa del sistema. Esto, entre otras razones, porque muchas
detenciones no cumplen con los requisitos legales.

En el año dos mil cuatro, el sistema carcelario guatemalteco custodiaba ocho mil
cuatro cientos ochenta personas, de las cuales tres mil seis cientos veintitrés se
encuentran cumpliendo condena; cuatro mil setecientos nueve estaban sujetas a
proceso y por faltas se hallaban detenidas ciento cuarenta y ocho. A cargo de la
Dirección General del Sistema Penitenciario se encontraban siete mil seis cientos
sesenta y tres personas, ocho cientos diez y siete a cargo de la PNC. Esta población
recluida en cuarenta y un centros penales, treinta y cinco preventivos y seis de
cumplimiento de condena. De estos centros, diez y ocho están a cargo de la
Dirección General del Sistema Penitenciario –DGSP- y veintitrés bajo la dirección de
la Policía Nacional Civil. La situación jurídica de la mayoría es procesada, cincuenta
y cinco punto seis por ciento; cumple condena cuarenta y dos punto siete por
ciento y detenidas por faltas uno punto siete por ciento.

El hacinamiento o sobrepoblación es de veintitrés punto sesenta y cinco por ciento,


con una densidad de ciento catorce punto cinco personas por cada cien plazas. En
relación al dos mil uno se reportó un incremento de nueve punto veintisiete por
ciento. Entre los seis centros con mayor sobrepoblación se encuentran:

- Granja de cumplimiento de condena de Puerto Barrios, Izabal: doscientos uno


punto seis por ciento.
- Centro Preventivo Comisaria treinta y uno, en Escuintla: ciento seis punto ocho
por ciento.
- Los Jocotes, en Zacapa: noventa y nueve punto veintiocho por ciento.
- Granja de cumplimiento de condena Canadá, en Escuintla: setenta y cuatro por
ciento.
- Granja de cumplimiento de condena Pavón, en Fraijanes, Guatemala: cuarenta
punto cuarenta y siete por ciento.

83
- Granja de rehabilitación Cantel, en Quetzaltenango: treinta y uno punto veintiuno
por ciento.

De los veintitrés centros a cargo de la PNC, quince tienen problemas de


hacinamiento; los seis con mayor sobrepoblación son los preventivos de
Quetzaltenango, Retalhuleu, Jalapa, San Marcos y las cárceles departamentales de
Sololá y El Quiché. De mil novecientos noventa y seis a dos mil cinco la población
privada de libertad se incrementó veintiuno punto cinco por ciento, lo que equivale a
seis mil seiscientos treinta y siete personas, lo que reporta una tasa promedio de
crecimiento de dos punto cuatro por ciento, es decir que en diez años más (dos mil
quince) se tendrá una población aproximada a las diez mil cuatrocientos ochenta y
dos personas. Del dos mil uno al dos mil tres el aumento de la población reclusa
aumenta considerablemente por la puesta en marcha de los planes antimaras, como
el Plan Escoba, Plan Tranquilidad, Plan Viaje Seguro, entre otros.

1.2.3. Perfil Socioeconómico de las Personas Privadas de Libertad


El Observatorio Guatemalteco de Cárceles (2005), afirma que el mayor porcentaje de
población privada de libertad está constituido por jóvenes de diez y ocho a treinta y
cinco años de edad, sesenta y siete punto treinta y ocho por ciento; de treinta y seis
a cuarenta y cinco, veintiuno punto cinco por ciento; de más de cuarenta y cinco,
nueve punto cincuenta y siete por ciento. Comparando estos datos con el informe
MINUGUA-PNUD de mil novecientos noventa y nueve, se infiere que relativamente el
porcentaje de población joven de diez y ocho a treinta y cinco años se ha
incrementado de cincuenta y uno punto veinticuatro por ciento en mil novecientos
noventa y nueve a sesenta y siete punto treinta y ocho por ciento, es decir, un
aumento aproximado de un diez y seis punto catorce por ciento. La mayoría de
personas privadas de libertad son guatemaltecas, noventa y cuatro punto siete por
ciento; extranjeros cinco punto tres por ciento, principalmente de nacionalidad
salvadoreña, hondureña, mexicana, panameña y colombiana. La mayoría son
ladinos o mestizos, setenta y uno punto ocho por ciento; el veinticuatro punto cuatro
por ciento es indígena, principalmente k´iche´s, kaqchiqueles y q´eqchí´s. Según el

84
diagnóstico de MINUGUA, la población de mestizos se incrementó en uno punto
ocho por ciento y la indígena en dos punto seis por ciento.

El ochenta y cuatro por ciento de los reclusos sabe leer y escribir, catorce por ciento
no, y dos por ciento sabe leer o escribir. La mayoría ha cursado o está cursando el
nivel primario. En comparación con los datos del Informe de MINUGUA, se infiere
que el número de personas que saben leer subió seis punto uno por ciento. El ocho
punto uno por ciento de la población reclusa tiene algún estudio universitario; en el
informe de MINUGUA de mil novecientos noventa y seis, el porcentaje es de cero
punto nueve por ciento, lo que indica un aumento de siete punto dos por ciento.

De la población privada de libertad, veintiuno por ciento son agricultores, cero punto
cinco por ciento herreros. El ochenta y uno por ciento estaba empleado al momento
de la detención, diez y nueve por ciento se encontraba cesante. Los datos del
informe de MINUGUA de mil novecientos noventa y seis reportan veintiuno punto dos
por ciento que trabaja en agricultura, es decir, básicamente el mismo porcentaje. La
mayoría contaba con ingresos entre quinientos quetzales y dos mil quetzales
mensuales, sesenta y dos punto uno por ciento; y más de dos mil quetzales, el diez y
nueve punto cinco por ciento. El sesenta y tres punto cuatro por ciento de las
personas privadas de libertad posee casa o apartamento propio, el treinta punto dos
por ciento alquila casa o apartamento.

En lo referente al estado civil, treinta y cuatro punto uno por ciento vive en unión de
hecho, treinta y cuatro punto uno por ciento está soltero; veintinueve punto ocho por
ciento casado, y uno punto nueve por ciento no responde. El setenta y cinco por
ciento tiene hijos o hijas, veinticinco punto uno por ciento no tiene. La mayoría
cuenta con padre, madre y hermanos, sesenta y cinco punto ocho por ciento;
veintiuno punto dos por ciento sólo tiene madre; cinco punto siete por ciento sólo
padre; cinco punto dos por ciento son huérfanos, y dos punto uno por ciento sólo
tiene hermanos.

El setenta y siete punto tres por ciento de personas privadas de libertad indica ser el
sostén económico de la familia antes de ser capturadas; nueve punto seis por ciento
85
dice que quien sostiene a la familia es otra persona que no es familiar; ocho punto
seis por ciento asegura que los proveedores son hermanos o hermanas; dos punto
nueve por ciento afirma que la manutención la asume el esposo o esposa. Después
de la detención cambia, treinta y seis punto tres por ciento de los núcleos familiares
recibe ayuda de hermanos o hermanas; treinta y cuatro punto siete por ciento obtiene
sustento por la esposa; trece punto cinco por ciento de otra persona no familiar, y
nueve punto tres por ciento por hijos o hijas. En fin, según los datos, el principal
sustituto del sostenimiento familiar son los hermanos o hermanas.

Se concluye que las principales características de las personas privadas de libertad


son: Jóvenes de diez y ocho a treinta y cinco años de edad; guatemaltecos, ladinos
o mestizos; unidos de hecho o solteros, con hijos o hijas, saben leer y escribir, por lo
menos han cursado o cursan el nivel de educación primaria; trabajan en la
agricultura; tenían ingresos antes de la detención, de quinientos quetzales a dos mil
quetzales mensuales; eran el principal sostén económico del hogar, que actualmente
depende de un familiar, hermano o hermana, esposa o esposo.

A diferencia del perfil elaborado en el informe de MINUGUA, que encuentra que las
personas captadas son más jóvenes, con más instrucción tanto a nivel primario como
en los otros niveles, incluyendo el universitario; ahora con mayor población indígena.

1.2.4. Información Judicial y Personas Privadas de Libertad

Más del setenta y cinco por ciento de las personas entrevistadas fueron detenidas
por la Policía Nacional Civil, llama la atención que, en segundo lugar, por lo menos
el veinte por ciento de personas fue capturado por otros miembros de las fuerzas de
seguridad, entre ellas soldados en patrullas conjuntas. La mayoría presentó la
primera declaración ante juez de Paz (sesenta y seis punto cinco por ciento), y sólo
el veintitrés punto nueve por ciento ante Juez de Primera Instancia, lo cual es grave,
pues los jueces de paz no tienen competencia para resolver la situación jurídica de la
persona aprehendida.

86
Son procesadas cincuenta y nueve por ciento de las personas privadas de libertad,
treinta y siete punto seis por ciento condenadas; tres punto tres por ciento se
encontraban detenidas por faltas. De las procesadas, son más frecuentes los casos
en etapa preparatoria, cuarenta y cuatro punto siete por ciento. De las capturadas
por faltas menores (tres punto tres por ciento), sesenta por ciento se encontraba
pendiente de sentencia, treinta y nueve punto tres por ciento está cumpliendo
arresto.

En cuanto al tiempo de privación de libertad, la mayoría (setenta y tres punto dos por
ciento) tiene entre un día a tres años, y según datos de la situación jurídica, todas las
personas recluidas por faltas tenían menos de dos meses de estar privadas de
libertad, y en promedio, uno punto seis meses. Las personas en prisión preventiva,
en la mayoría prevalecen las que tienen un día y un año, cuarenta y seis punto
nueve por ciento. En lo que se refiere a personas condenadas, la frecuencia más
alta es de dos años un día a tres años, nueve punto seis por ciento; y de cinco años
un día a diez años, quince por ciento.

En el caso de personas con sentencia en primer grado, la duración del proceso


desde la detención hasta la sentencia es aproximadamente de diez y seis punto
cinco meses. El rango medio de casos es ocho a catorce meses; el más corto fue
de ocho meses, con cuatro casos (uno punto nueve por ciento), y el extremo con
mayor duración es de treinta y seis meses, cinco casos (dos punto tres por ciento).
El setenta punto ocho por ciento de los reclusos reportó contar con abogado
defensor, diez y siete punto siete por ciento indicó carecer de defensor, doce punto
cinco por ciento no respondió o no sabía. De las personas que tenían defensor,
sesenta y seis por ciento era público y treinta y cuatro por ciento privado.

Según las estadísticas, ingresan por primera vez a la cárcel cincuenta y seis punto
veinticinco por ciento de los reclusos; cuarenta y dos punto tres por ciento tienen dos
a siete ingresos y uno por ciento posee entre veintiocho y treinta y dos. Los datos
del informe de MINUGUA de mil novecientos noventa y nueve reportan un
incremento del doce punto uno por ciento en el grupo que tiene dos o más ingresos

87
anteriores, y quienes lo han hecho por primera vez entre las edades de diez y siete a
veintiséis años representan el treinta y ocho por ciento; se reporta un aumento de
once punto ocho por ciento en la actualidad. Por otro lado, en condición de persona
menor de edad ingresó cuatro punto tres por ciento, y de la tercera edad (sesenta y
seis años), cero punto cinco por ciento. El treinta y siete punto uno por ciento entró
en prisión individualmente, veintiuno punto cinco por ciento con compañeros,
cuarenta y uno punto cuatro por ciento no recuerda o no responde.

Los tres delitos por los que fueron aprehendidas más personas son: Contra la vida
veintinueve punto uno por ciento, contra el patrimonio veintitrés punto uno por ciento,
contra la salud once punto veintiséis por ciento. El ochenta y cuatro por ciento de las
personas privadas de libertad indicó no pertenecer a ningún grupo o pandilla, diez y
seis por ciento es parte de una mara o pandilla. El sesenta por ciento de las
personas privadas de libertad está vinculado con la Mara diez y ocho, cuarenta por
ciento con la Mara Salvatrucha y la Mara de los Cholos.

En resumen, la población privada de libertad, la mayoría, ha ingresado por primera


vez en la cárcel con edad promedio de veintiocho años, individualmente por delitos
contra la vida, el patrimonio y contra la salud, principalmente; no pertenecen a mara
o pandillas. En comparación con el informe de MINUGUA de mil novecientos
noventa y seis, los datos actuales revelan que hay personas que son captadas con
más frecuencia por el sistema y que pertenecen a un nuevo grupo en las cárceles:
Las maras o pandillas.

1.2.5. Condiciones y Trato en los Centros Penales

En virtud de que, internacionalmente, en el trabajo de monitoreo a las cárceles las


reglas mínimas son utilizadas como referencia para el análisis de las condiciones y el
trato en los centros penales, y ante la carencia de la ley penitenciaria como marco
jurídico ordinario que desarrolle las disposiciones constitucionales precitadas, es
oportuno indicar, aclara el Observatorio Guatemalteco de Cárceles (2005), que se
realizó una interpretación de los artículos cuarenta y cuatro de la Constitución
Política de la República, que se refiere a derechos inherentes a la personas humana,

88
y el diez y nueve, referente al sistema penitenciario, y se concluyó que los derechos
y deberes reconocidos en instrumentos internacionales de derechos humanos son
normas vinculantes para el Estado, específicamente en lo referente al respeto de los
derechos humanos en cuanto a condiciones y trato de las personas privadas de
libertad. En ese sentido, las reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos
constituyen principios internacionales en materia de derechos humanos, a la luz de
los cuales debe interpretarse el artículo diez y nueve constitucional, sin perjuicio de
derechos adquiridos.

1.2.5.1. Condiciones

En lo que se refiere al trato a las personas privadas de libertad, la regla diez


establece las características mínimas de los locales en los centros penales: Los
locales destinados a los reclusos, y especialmente aquellos que se destinan al
alojamiento de los reclusos durante la noche, deberán satisfacer las exigencias de la
higiene, habida cuenta del clima, particularmente en lo que concierne al volumen de
aire, superficie mínima, alumbrado, calefacción y ventilación.

La regla once complementa las consideraciones en cuanto a condiciones: En todo


local dónde los reclusos tengan que vivir o trabajar: Las ventanas tendrán que ser
suficientemente grandes para que el recluso pueda leer y trabajar con luz natural; y
deberán estar dispuestas de manera que pueda entrar aire fresco, haya o no
ventilación artificial; la luz artificial tendrá que ser suficiente para que el recluso
pueda leer y trabajar sin perjuicio de su vista.

En las visitas realizadas a los catorce centros penales se ha observado que no


cumplen con las disposiciones precitadas, porque la mayoría de las infraestructuras
se encuentran en mal estado, no hay espacio suficiente para dormir por los altos
niveles de hacinamiento (veintitrés punto sesenta y cinco por ciento), los servicios
básicos de agua, sanitarios, luz y teléfono son precarios por la escasez y limitada
disponibilidad, y se carece de espacios para recreación.

89
En síntesis, las condiciones en los centros penales del país son precarias: Deterioro
de la infraestructura, deficiencia de los servicios básicos de agua, luz y teléfono, y
sobrepoblación. Esta situación es más grave en el caso de las cárceles a cargo de la
PNC: La infraestructura ha sido improvisada como cárceles y se encuentra muy
deteriorada, ya que en la mayoría son casas viejas construidas de adobe y el acceso
a servicios de agua, sanitarios, luz y teléfono es limitado.

1.2.5.2. Trato

Uno de los aspectos básicos a tomar en cuenta en el ejercicio de la función


penitenciaria es el deber de todo funcionario o empleado público en un Estado de
Derecho, de actuar con apego a la legalidad, como lo especifica el artículo ciento
cincuenta y dos constitucional. En este sentido, todo aquel que desarrolle el trabajo
de funcionario o empleado público con personas privadas de libertad, en la posición
de garante de derechos, debe promover el respeto irrestricto a la condición de
persona humana de los hombres y mujeres privados de libertad, quedando prohibido
cualquier trato cruel, torturas, coacciones, acciones denigrantes, exacciones por
acción u omisión; como estipula el artículo diez y nueve constitucional.

Un trato respetuoso y humano hacia las personas privadas de libertad, implica:

- Informarles sobre los derechos y obligaciones.


- Exámenes médicos al ingreso y ulteriormente.
- Organizar la estancia en el penal de forma que se respete la condición humana y,
en la medida de lo posible, que se parezca a la vida en libertad. Permitirles salir
de las celdas y tomar el sol; facilitarles la visita familiar y conyugal.
- Establecer un régimen disciplinario respetuoso de las garantías individuales.
- Garantizar acceso a mecanismos de peticiones o quejas.

En general, el trato en los centros penales visitados, agrega el Observatorio


Guatemalteco de Cárceles (2005), es discriminatorio y violatorio de los derechos
humanos, basado en la condición económica y en la relación con las personas
encargadas de sectores, y por la condición de género. Las mujeres y los miembros
de pandillas son los que más sufren esta discriminación. Existe maltrato
90
principalmente por parte de los reos encargados de los sectores y el personal
penitenciario de guardias.

Donde más hay sectores con privilegios es en el Preventivo de la zona diez y ocho,
sectores uno, dos, nueve, doce, trece, hospitalito; en el Centro Preventivo de El
Boquerón, Sector uno; el Centro Preventivo de Cobán, el sector de los militares; en el
Centro de Orientación Femenina, sector de las colombianas, y en el Preventivo de
Jalapa, sector de banderas.

1.2.5.3. Programas Educativos y Laborales

El setenta y uno punto cuatro por ciento de centros penales carece de instalaciones
para desarrollar programas educativos. En el ochenta y cinco por ciento no existe
biblioteca, no se cuenta con programas de alfabetización, mucho menos de
educación primaria. Sólo el catorce por ciento tiene programas de alfabetización,
siete por ciento de nivel primario y básico, pero del total de reclusos en los catorce
centros penales visitados, únicamente cincuenta de tres mil seis cientos ochenta y
seis participan en estos procesos, es decir el uno punto treinta y cinco por ciento.

Asimismo, setenta y ocho punto seis por ciento de los centros carece de
instalaciones para trabajo y capacitación laboral. Sólo las hay en veintiuno punto
cuatro por ciento de los centros penales y se imparten cursos de computación
básica, electricidad y elaboración de artesanías, por instructores del INTECAP y la
Universidad Galileo.

De tres mil seis cientos ochenta y seis personas privadas de libertad, sólo tres
cientos cuarenta y siete realizaban algunas labores, es decir el nueve punto cuatro
por ciento. Básicamente, el trabajo consiste en la elaboración de piñatas, pasteles,
hamacas, pelotas, y adornos de foamy. De las que trabajan, cincuenta y siete punto
uno por ciento lo hacen por cuenta propia y cuarenta y dos punto nueve por ciento es
dependiente de otro recluso que lo contrata.

91
1.2.6. Análisis del Respeto de los Derechos Humanos de los Reclusos

Con base en la normativa nacional e internacional en materia de derechos humanos


de las personas privadas de libertad, en este apartado se hará un análisis del respeto
de los derechos humanos individuales.

1.2.6.1. A la Vida y Derecho a la Integridad

El artículo tres de la Constitución de la República establece la obligación estatal de


proteger la vida de todas las personas: El estado garantiza y protege la vida humana
desde su concepción. En lo que respecta a personas privadas de libertad, implica un
deber especial del Estado de garantizar este derecho, tal y como lo ha resuelto la
misma Corte Interamericana de Derechos Humanos (2004): Este deber es más
evidente al tratarse de personas recluidas en un centro de detención estatal, caso en
el cual el Estado es el garante de los derechos de las personas que se encuentran
bajo custodia de este, para lo cual debe adoptar medidas de seguridad, condiciones
de reclusión mínimas compatibles con la dignidad humana y salubridad para las
personas privadas de libertad.

En las visitas a los distintos centros penales se comprobó que existen serias
amenazas al derecho a la vida y a la integridad de las personas, porque las medidas
de seguridad son insuficientes y solo están orientadas a la prevención de fugas, las
condiciones de reclusión son precarias y, además, el régimen disciplinario sigue en
poder de las mismas personas privadas de libertad, lo que facilita la utilización de
celdas de aislamiento en forma arbitraria, exacciones ilegales, uso de violencia
contra el resto de reclusos; sumado a ello, en el período de visitas del equipo de
trabajo ocurrieron varias muertes sin que fueran aclaradas, afirma el Observatorio
Guatemalteco de Cárceles (2005).

Las medidas de seguridad son insuficientes, porque en el cien por ciento de los
centros visitados se carece de planes de seguridad y/o protocolos de resolución de
conflictos, la disponibilidad de guardias por personas es ínfima, ya que un guardia
tiene bajo su responsabilidad a diez y nueve punto dos personas, en promedio; la
cárcel con mayor disponibilidad de guardias es la de alta seguridad de Escuintla, con
92
ocho punto diez y seis reclusos por guardia. En el caso de los centros a cargo de la
PNC el promedio es de diez punto veintiuno personas por policía. La cárcel de
Tiquisate tiene cero punto dos reclusos por policía; en el extremo opuesto se
encuentra la cárcel de Quetzaltenango, con treinta y uno punto dos presos por
policía. Esto se agrava si se toma en cuenta que el setenta y uno punto cuarenta y
dos por ciento de los centros, tanto a cargo del sistema penitenciario como de la
PNC, utilizan al personal de guardia principalmente en seguridad perimetral.

La situación es peor en el caso de mujeres privadas de libertad, ya que en la mayoría


de las veintitrés cárceles a cargo de la PNC se ocupan de la seguridad policías de
sexo masculino, y únicamente una registradora del sistema penitenciario trabaja los
dos o tres días de visita.

Como se apunta anteriormente, las condiciones en los centros penales son


precarias: Los edificios están en muy mal estado, carecen de lugares de recreación,
hay escasez de agua, de sanitarios, no hay servicios de salud, por lo que los
reclusos padecen enfermedades infectocontagiosas como sarcopiosis, infecciones
urinarias, hongos, a otros les aquejan enfermedades comunes como gastritis,
diabetes, gastrointestinales, sin que tengan medicamentos. Todas estas condiciones
propician hechos violentos como lesiones u homicidios.

Por otro lado, los grupos de personas privadas de libertad que ostentan el poder en
las cárceles cometen exacciones ilegales, amenazas y coacciones en contra de los
demás reclusos; asimismo, sanciones arbitrarias, principalmente aislamiento y, en el
último de los casos, lesiones u homicidios. Tal y como expresara una persona en
Cantel, aquí todo lo consigue el que tiene dinero; el que no, sufre.

Esta situación la ejemplifica la muerte en enero de dos mil cuatro, en el sector diez
del Preventivo de la zona diez y ocho, del señor J. C. M., quien se encontraba
detenido por falta contra las personas; a su ingreso, uno de los encargados del
sector le cobró tres cientos quetzales de talacha, él se negó a pagar por carecer de
dinero; entonces el encargado, después de una discusión, lo golpeó hasta darle
muerte. En ese entonces el director del centro penitenciario era el señor Walter
93
Meda, quien desvirtuó los hechos, indicando que falleció por ataques epilépticos. A
la fecha este homicidio no ha sido aclarado.

En otro de los casos, el trece de junio de dos mil cuatro, desaparecieron de la


comisaría treinta y uno de Escuintla E. R. P. de L. y O. B. V. F., quienes
presuntamente protagonizaron una fuga, por lo que resultaron muertos. En la
investigación del hecho la PNC hizo una requisa y encontró prendas
ensangrentadas, a la fecha no se ha aclarado el hecho y las personas no aparecen.

Todas estas condiciones hacen previsibles amenazas al derecho a la vida; tal y como
lo ha establecido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en la
jurisprudencia: Estas graves condiciones de seguridad, infraestructura,
hacinamiento, detección y salubridad que actualmente prevalecen en las cárceles
podrían provocar otros incidentes, así como nuevos homicidios y actos de violencia.

1.2.6.2. A la igualdad, Libertad y Dignidad

Este derecho se encuentra contemplado en el artículo cuatro de la Constitución


Política de la República: En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales
en dignidad y derechos. En este mismo artículo la Constitución establece: Ninguna
persona puede ser sometida a servidumbre ni a otra condición que le menoscabe la
dignidad.

Las violaciones más frecuentes al derecho a la igualdad identificadas en las visitas a


los catorce centros penales lo constituyen la ubicación de los reclusos conforme el
cupo de sectores y capacidad económica de las personas, la prohibición del ejercicio
de derecho a la visita conyugal de mujeres privadas de libertad, el registro corporal
vaginal a visitas femeninas, y la reclusión de jóvenes pandilleros en condiciones
precarias y con mayores restricciones.

94
En cuanto al derecho a la libertad y dignidad humanas, la violación más evidente es
el uso arbitrario del aislamiento como sanción disciplinaria impuesta por los reclusos
que ostentan poder en las cárceles.

1.2.6.3. A la salud

El artículo diez y nueve de la Constitución de la República de Guatemala reconoce


este derecho como individual. En el caso de las personas privadas de libertad, dado
que el Estado es garante de los derechos de quienes se encuentran bajo su
custodia, debe proporcionar atención médica gratuita, lo cual implica la necesidad de
disponer permanentemente de médico y medicina básica. En el caso de
enfermedades que ameritan atención fuera del reclusorio, deben existir los
procedimientos adecuados para que la atención sea oportuna.

En los catorce centros visitados el servicio médico es limitado. En los veintitrés


centros en los departamentos a cargo de la PNC no existen clínicas ni servicio
médico ni paramédico; el trámite para atención hospitalaria externa es burocrático,
contempla entre seis o siete pasos, desde el informe médico del doctor del centro,
pasando por el informe médico forense, hasta el informe de trabajo social del
profesional adscrito al juzgado que diligencia la causa.

1.2.6.4. A la Alimentación

La legislación nacional e internacional en materia de derechos humanos –reglas


mínimas-, numeral veinte del artículo diez y nueve de la Constitución Política de la
Republica de Guatemala, y artículo diez y siete, Decreto novecientos setenta y cinco
guión ochenta y cuatro establecen: Toda persona privada de libertad recibirá en el
centro penal alimentación de buena calidad, bien preparada y servida, a las horas
acostumbradas.

La disponibilidad de alimentación proporcionada por el sistema carcelario es obligada


por la normativa; además, debe tomarse en cuenta que la mayoría de los reclusos no

95
puede proveerse de alimentación por su propia cuenta, ya que en las cárceles no hay
disponibilidad de trabajo.

Las violaciones a este derecho se encuentran en que en los catorce centros visitados
la comida es insuficiente y de regular calidad y el servicio es antihigiénico. Para el
almuerzo se sirve un cucharón de arroz, un cucharón de salchichas y un vaso de
fresco, con tres o cuatro tortillas de Maseca; en el cincuenta por ciento de los
centros la comida no alcanza para todos los sectores del penal.

Con frecuencia se denuncia la mala calidad de la comida, que no está bien cocida,
le agregan yodo, está descompuesta, en algunos casos hasta tiene gusanos, según
indicó el cuarenta y ocho por ciento de las personas entrevistadas. No obstante,
cincuenta y nueve por ciento considera que la forma en que les sirven los alimentos
sí es higiénica y cincuenta y dos por ciento afirma que la comida se sirve en los
horarios acostumbrados regularmente.

Uno de los principales problemas en relación con la calidad de los alimentos es que
en ningún centro carcelario se sirve comida especial para personas que presenta una
enfermedad que amerite una dieta prescrita por el médico; esto es grave si tomamos
en cuenta que por lo menos en un setenta y uno por ciento de los centros penales se
constató la presencia de malestares gastrointestinales, gastritis, diabetes.

1.2.6.5. A la Comunicación con el Exterior

Los artículos dos, tres, cuatro y, diez y nueve de la Constitución Política de la


República facultan a la persona privada de libertad para presentar peticiones a las
autoridades administrativas y quejas acerca de su situación. Además, ello obliga al
Estado a facilitar y garantizar medios para la comunicación con familiares y otras
personas.

Las autoridades del centro están obligadas a garantizar el acceso a servicio


telefónico, correspondencia escrita y habilitar lugares adecuados para que los
reclusos puedan recibir visitas y comunicarse con su abogado defensor, médico

96
particular, asistente religioso; asimismo, si la persona es extranjera, tiene el derecho
a comunicase con el cónsul o representante diplomático del país de origen.

En cuanto a las visitas, la persona privada de libertad tiene derecho a recibir a


familiares, amigos y otras personas, por lo menos durante cuatro horas, los miércoles
o domingos de cada semana. Además, el director o directora del centro tiene la
facultad de autorizar visitas fuera de los días y horas establecidos cuando las
circunstancias lo ameriten. Estos mecanismos de comunicación con el exterior
funcionan, además de su carácter de relacionamiento social, como una garantía para
poder denunciar hechos constitutivos de tortura y malos tratos.

La principal violación a este derecho, confirmada plenamente, es la carencia y/o falta


de disponibilidad de servicio telefónico en las cárceles a cargo de la PNC; en treinta y
cinco punto siete por ciento de los centros visitados se carece de servicio telefónico,
en veintiuno punto cuatro por ciento de las cárceles hay un servicio telefónico pero
no se encuentra disponible permanentemente para la población porque está fuera de
los sectores, por lo que deben pedir permiso a agentes de la PNC; es decir que en
total no hay disponibilidad de teléfono en cincuenta y siete punto uno por ciento de
las cárceles. Estas limitaciones dificultan a las personas privadas de libertad
comunicarse con el abogado defensor, o representante diplomático en el caso de
personas extranjeras. En lo que respecta a la correspondencia escrita, en el cien por
ciento de los centros se recibieron denuncias de que la mayoría de cartas que envían
o reciben los reclusos son leídas primero por las autoridades del penal.

En cuánto a violaciones al derecho a recibir visitas, las cárceles no tienen un lugar


digno y adecuado para recibir la visita conyugal, el setenta y uno punto cuatro por
ciento; las personas privadas de libertad deben recibirla en el dormitorio del sector.
Al analizar la situación, es necesario tomar en cuenta que hay hacinamiento en el
sesenta y tres por ciento de los centros visitados y que la mayoría de personas
duerme en el suelo y los dormitorios son comunes. En el caso del treinta y cinco
punto siete por ciento de los centros que sí poseen un lugar para atender la visita
conyugal, son espacios abiertos y no tienen mobiliario adecuado, una cama y

97
colchoneta por lo menos; sólo en el Centro de Orientación Femenina (COF) hay un
lugar adecuado para esta clase de visita.

Otra grave violación del derecho a la dignidad y a la igualdad, que tiene


implicaciones en el ejercicio del derecho a la comunicación exterior de las mujeres
privadas de libertad, es la prohibición de facto de la visita conyugal, esto en el caso
de las mujeres procesadas y condenadas en todas las cárceles del país, a excepción
del COF, en donde sí se permite el ejercicio de este derecho. En cuanto a la
limitación, algunas autoridades alegan razones morales y prevención de
enfermedades venéreas, extremo que no tiene fundamento legal.

Uno de los aspectos que limita el pleno ejercicio del derecho a la comunicación con
el exterior es el registro a las visitas femeninas en los centros penales, pues pudo
comprobarse que en todas las cárceles se practica el registro corporal vaginal, y con
el agravante de que se usa el mismo guante para este tipo de registro, como en la
comisaría treinta y uno y el centro de cumplimiento de Condena de Puerto Barrios.

1.2.6.6. A la Educación y al Trabajo

Conforme al artículo setenta y uno de la Constitución Política de la Republica, el


Estado es responsable de que las personas privadas de libertad tengan la posibilidad
de estudiar en forma gratuita la educación primaria y los básicos, además debe
promover los estudios en el nivel diversificado y universitario, para lo cual en las
cárceles deben habilitarse lugares adecuados para este fin. El sistema penitenciario
y toda autoridad que esté a cargo de un centro de detención está obligado a
gestionar y coordinar con las instituciones educativas públicas o privadas los
programas de educación. Estos deben desarrollarse en el propio idioma de la
persona privada de libertad, y tomar en cuenta que es una población multilingüe y
pluricultural. La principal violación del derecho a la educación es la carencia de
programas educativos. Sólo veintinueve por ciento de los centros visitados cuenta
con programas de alfabetización, básicos y diversificado; setenta y uno por ciento de
las cárceles no tiene programa alguno, la mayoría de ellas a cargo de la PNC.

98
Por otro lado, el derecho al trabajo remunerado es un derecho constitucional de toda
persona, según lo establece el artículo diez y nueve, literal a) de la Constitución de la
República; las regulaciones del trabajo como requisito para beneficios penitenciarios
se localizan en los artículos quince, diez y ocho de la Ley de Redención de Penas.

Estas disposiciones legales obligan al Estado, dada la condición especial de


personas bajo su custodia, a proporcionar fuentes de trabajo en los centros penales,
para lo cual el director o directora debe facilitar espacios adecuados y dignos para
trabajar. En todo caso, promoverá la disponibilidad de fuentes de trabajo
remunerado que respete la legislación laboral. La principal violación identificada en
las visitas es la falta de acceso a fuentes de trabajo, esto porque en el ochenta y
cinco por ciento no existen espacios específicos y adecuados para la realización de
actividades de capacitación laboral, y sólo nueve por ciento de las personas tiene
acceso a fuentes de trabajo.

1.2.6.7. A peticiones y Quejas

Los artículos diez y nueve, veintiocho, setenta y cinco y dos cientos tres de la
Constitución Política de la República asisten a la persona privada de libertad para
dirigir peticiones y quejas a las autoridades carcelarias y a las judiciales, por cual
deben existir los mecanismos adecuados para la presentación de quejas o
solicitudes; estos trámites en todo caso no deben ser engorrosos, dado que por la
condición de persona privada de libertad afronta limitaciones.

Pudo comprobarse que los mecanismos para la presentación de quejas o solicitudes


no son confiables, porque debe contar con el aval de los encargados de sector y,
además, no se garantiza su registro para recurrir eventualmente ante autoridades
judiciales o administrativas. En la mayoría de centros las quejas o solicitudes deben
tener el aval, por lo menos del encargado del sector, y resuelven verbalmente el
director o directora del centro penal. En siete punto uno por ciento la solicitud es oral
y se resuelve inmediatamente en la misma forma. El ochenta y tres punto tres por
ciento de los centros visitados no cuenta con registro de las quejas o solicitudes

99
presentadas por las personas privadas de libertad, diez y seis punto siete por ciento
de las cárceles las registra en un libro de conocimientos.

Esta situación es grave si se toma en consideración que quienes más abusos


cometen en los centros penales son los llamados comités de orden y disciplina que
tienen el control interno y ejercen el poder disciplinario. Como se apunta
anteriormente, las sanciones más aplicadas por estas personas son el aislamiento y
hacer pírricos, además de otros abusos en contra de los reclusos sancionados,
desde aislamientos permanentes por deudas o por pararse en la gramilla del estadio
de futbol donde hay. Los reos que sufren este tipo de abusos difícilmente pueden
presentar quejas ante las autoridades judiciales, las autoridades superiores de la
PNC o de la DGSP, porque la correspondencia debe pasar por los controles de los
mismos encargados de sector.

En conclusión, existen serias amenazas a los derechos humanos fundamentales


como la vida, integridad y la dignidad humana; principalmente por las condiciones
precarias de los servicios e infraestructura de las cárceles, el maltrato por la
aplicación de sanciones disciplinarias arbitrarias con la aceptación de las mismas
autoridades encargadas de los penales, la escasa cantidad de personal para
garantizar la seguridad de las personas privadas de libertad. Todo esto facilitado por
la poca supervisión judicial a las cárceles.

1.2.7. Situación de las Mujeres Privadas de Libertad

En Mujeres y prisión… (2004), se argumenta que el sistema carcelario de Guatemala


es complejo y generalmente se aborda poniendo énfasis en la situación de la
población masculina, por ser mayoritaria (noventa y cinco por ciento), sin embargo,
muchas de las aseveraciones en torno al mismo son válidas también para los
problemas que enfrenta la población femenina. A la fecha, no existen estudios con
un enfoque integral que concatenen los diferentes momentos y escenarios por los
que transita la mujer privada de libertad, partiendo de considerar la selectividad de
que son objeto y tratando de observar las dinámicas y factores que propician

100
violaciones a los derechos fundamentales por parte de las agencias del sistema
penal guatemalteco, principalmente aquellos atinentes a su libertad e integridad
sexual y, vinculado a esto, su derecho al acceso a la justicia dentro del marco de un
derecho penal mínimo y reparador.

Los escasos informes e investigaciones que se han realizado sobre las mujeres
privadas de libertad, describen su perfil como: Una mujer ladina, dedicada a los
oficios domésticos, generalmente acusada de robo y tráfico de drogas; madre, sin
apoyo familiar para cuidar a sus hijos e hijas, de condición socioeconómica y
educativa precaria y sin posibilidades de pagar una defensa legal privada.

Estos estudios dan cuenta de tres problemas fundamentales con relación al respeto
de los derechos de las mujeres detenidas o encarceladas: Uno, la violencia y
agresiones sexuales que sufren durante el encierro, especialmente al momento de la
detención; dos, las deficiencias en la defensa técnica; y tres, la falta de programas e
instalaciones adecuadas para las reclusas.

En relación al primer problema, Asturias, López y Meléndez (1994), afirman que


cuando una mujer es detenida por las fuerzas de seguridad, es susceptible de ser
violentada de todas las formas posibles. Así la violación, la vejación y la humillación
son prácticas que se realizan frecuentemente. Sin embargo, estas vejaciones no son
consideradas por las autoridades como una violación a los derechos humanos. Por
aparte la PDH (2003), documenta diversos casos de señoras que son violadas por
los jefes de policía al ser consignadas o por patrulleros cuando las trasladan al centro
preventivo.

En cuanto al segundo problema, la monografía de Asturias et.al. (1994), señala que


existen varios casos de mujeres condenadas severamente por el delito de parricidio,
al haber dado muerte a sus convivientes. En la mayoría de estos casos fueron
victimas de violencia doméstica, hecho que no se tomó en cuenta por los jueces a la
hora de dictar sentencia. De acuerdo con la investigación, el proceso es lento y las
procesadas ignoran los trámites que se realizan a su favor o el estado de los
procesos.
101
Un dato sumamente revelador es que sólo existe un defensor público de ejecución
penal para todas las personas privadas de libertad, es decir hombres o mujeres.
Esto pone de relieve el estado e indefensión de estas personas, las que en su
mayoría son de escasos recursos económicos, lo cual se agrava cuando se trata de
personas indígenas que no hablan español.

Referente al tercer problema, el diagnóstico de Asturias et.al. (1994), señala que en


la totalidad de los centros de privación de libertad de mujeres, la dirección está a
cargo de mujeres, pero el resto de tareas, seguridad y áreas técnicas son
desempeñadas por personas de ambos sexos, vulnerando los requerimientos de las
reglas mínimas de la ONU. Asimismo, el Centro de Orientación Femenina de la
ciudad capital de Guatemala es el único que cuenta con guarderías y que atiende el
derecho de la visita conyugal y, sólo éste y el Centro de prisión preventiva Santa
Teresa, también en esta ciudad tienen espacios adecuados para las mujeres
embarazadas o con hijos/as. El resto de los centros del interior del país no reúnen
las condiciones adecuadas para albergar mujeres.

Asimismo, el informe señala que en ningún centro hay actividades laborales


adecuadas ni se cuenta con una remuneración digna para las mujeres que trabajan.
El régimen disciplinario se encuentra en un reglamento interno, la potestad
disciplinaria radica en las autoridades del centro y, ante la comisión de faltas graves,
se sanciona con el encierro en bartolinas.

Finalmente, el Informe Anual Circunstanciado (2003), apunta que ningún centro


proporciona un proceso integral para la formación o capacitación tendientes a
la trasformación de las condiciones adversas de existencia de las mujeres, es notoria
su reducida posibilidad para optar a una vida más productiva, en el sentido de
acceder a fuentes de trabajo mejor remuneradas que les permitan a ellas y a sus
familias salir del circulo de la pobreza. A esto se suma que no existan programas
postcarcelarios que se preocupen por prepararlas psicológica, económica y
socialmente para la vida en libertad después de mucho tiempo en el encierro.

102
II. Planteamiento del Problema

De acuerdo a Moreno y Blanco (2004), se entiende por depresión un trastorno del


estado de ánimo en el cual este se desplaza hacia la tristeza y la persona nota una
considerable disminución de energía e interés en la mayoría de actividades de la vida
diaria, que la limitan para desarrollarlas como lo hacía hasta ese momento,
acompañado de un notable pesimismo que no corresponde con el carácter habitual
de la persona. Estos cambios originan un deterioro del funcionamiento interpersonal
y una pérdida de interés en los que le rodean. La persona puede abandonar el
trabajo, hábitos de higiene y alimentación que previamente hacia sin ningún
esfuerzo, y dejar de lado sus pasatiempos y actividades placenteras que tanto le
gustaban hasta ese momento. La depresión puede ir acompañada de síntomas
físicos (disminución de peso o aumento, sudoración, otros).

Se le llama persona privada de libertad a aquella que se encuentra recluida en un


centro de detención o penitenciaria, luego del debido proceso, con fundamento en
disposiciones de las leyes, y dictada por una autoridad competente, en virtud de que
la conducta de dicha persona ha infringido normas de convivencia social.

La Corte Interamericana en la Jurisprudencia y la Comisión Interamericana sobre


Derechos Humanos en la doctrina (2006), se refieren al deber del Estado de
garantizar una vida digna y trato humano a las personas privadas de libertad. Esta
es, por supuesto, una afirmación que encuentra un profundo contraste con las
realidades que la misma comisión ha constatado en prisiones de América Latina en
general y particularmente en Guatemala.

El deterioro de la condiciones en los reclusorios, el hacinamiento, el trato denigrante,


la discriminación, el abuso, la ausencia de opciones para la reeducación social del
infractor de la ley, la pérdida de control del régimen disciplinario en los penales por
parte de las autoridades correspondientes, entre otros males del sistema
penitenciario, son factores que contribuyen a que la persona privada de libertad
acuse un profundo sentimiento de infelicidad, desesperanza y angustia permanentes,

103
resultado de que la persona se siente incapaz de cambiar las cosas, está sola y se
siente mal consigo misma.

Los elementos mencionados contribuyen a que la situación emocional del recluso se


deteriore a tal punto de sentirse totalmente impotente ante la realidad, lo cual se
hace más complejo con las expectativas que genera la situación legal ante los
tribunales de justicia si aún no ha sido condenado o absuelto, situación que puede
llevarlo a la depresión. La Corte Interamericana, ante todas las debilidades que
presentan los sistemas penitenciarios, ha sido muy reiterativa en el sentido de
afirmar que todos los males anteriores son proclives a producir graves daños
psicológicos y morales en las personas privadas de libertad.

Nadie logra entender lo cruel que es la cárcel hasta que pasa una buena temporada
en ella. Estar privado de libertad es para la persona una experiencia totalmente
traumatizante, independientemente de si se es o no culpable de algún hecho penado
por la ley, o aún, si es recluido preventivamente, esta experiencia marca en mayor o
menor intensidad la vida de la persona. El ingreso de una persona a prisión supone
el aislamiento afectivo y social, conlleva la pérdida de los roles familiares, sociales y
sexuales, y produce un deterioro de la propia identidad y de la autoestima.

Después del debido proceso, el tribunal correspondiente dicta el fallo y ordena un


encierro por determinada cantidad de años, parece que a ninguno le preocupa lo que
pasa con esa persona, especialmente en el aspecto de su estado de animo, el cual
sin duda alguna, se ve afectado en mayor o menor grado, debido a todo lo apuntado
anteriormente, por lo que es de sumo interés saber en que medida los presidiarios
están bien o mal afectivamente, ya que, nadie se pregunta que representa pasar el
resto de los días privada de libertad, ignoradas y olvidadas detrás de los muros de la
cárcel, por lo que, en consecuencia cabe preguntarse: ¿Qué nivel de depresión
presentan las personas privadas de libertad?

104
2.1. Objetivos
2.1.1. General

 Medir el nivel de depresión que presentan las personas privadas de libertad en la


cárcel de la Comisaria cuarenta y dos de la Policial Nacional Civil de la cabecera
municipal de San Marcos.

2.1.2. Específicos

 Establecer si existe depresión en las personas privadas de libertad en la cárcel de


la Comisaria cuarenta y dos de la PNC de la cabecera municipal de San Marcos.

 Determinar qué nivel de depresión presentan las personas privadas de libertad


en la cárcel de la Comisaria cuarenta y dos de la PNC de la cabecera municipal
de San Marcos.

 Identificar que síntomas y actitudes se manifiestan en mayor o menor proporción


en los diferentes niveles de depresión de las personas privadas de libertad en la
cárcel de la Comisaria cuarenta y dos de la PNC de la cabecera municipal de San
Marcos.

 Proponer un programa de salud mental, que contribuya con el bienestar


psicológico de las personas privadas de libertad en la cárcel de la Comisaria
cuarenta y dos de la PNC de la cabecera municipal de San Marcos.

2.2. Hipótesis

 H1 Las personas privadas de libertad presentan diferentes niveles de depresión.

 H0 Las personas privadas de libertad no presentan diferentes niveles de


depresión.

2.3. Variables de Estudio

 Niveles de depresión.

105
 Personas privadas de libertad.

2.4. Definición de Variables

2.4.1. Definición Conceptual

 Niveles de depresión

Según apunta Ernst (2000), la depresión puede dividirse en tres categorías: leve,
moderada y grave, de acuerdo al número de síntomas que se manifiestan, a su
gravedad, y al grado en que afectan al paciente en su vida cotidiana. La depresión
es un trastorno emocional que en términos coloquiales se presenta como un estado
de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente. El término hace
referencia a un síndrome o conjunto de síntomas que afectan principalmente la
esfera afectiva: La tristeza patológica, el decaimiento, la irritabilidad o un trastorno
del humor que puede disminuir el rendimiento en el trabajo o limitar la actividad vital
habitual.

Para Moreno y Blanco (2004), la depresión es un trastorno afectivo del estado de


ánimo que incapacita al que la sufre, para disfrutar de las cosas de las que antes
disfrutaba, caracterizada por sentimientos de inutilidad, culpa, tristeza, indefensión y
desesperanza profundos. A diferencia de la tristeza normal, o la del duelo que sigue
a la pérdida de un ser querido, la depresión patológica es una tristeza sin razón
aparente que la justifique, y además, grave y persistente. Puede aparecer
acompañada de varios síntomas parecidos, incluidas las perturbaciones del sueño y
la comida, la pérdida de iniciativa, el autocastigo, el abandono, la inactividad y la
incapacidad para el placer.

 Personas privadas de libertad

Se le llama persona privada de libertad a aquella que se encuentra recluida en un


centro de detención o penitenciaria, luego del debido proceso, con fundamento en
disposiciones de las leyes, y dictada por una autoridad competente, en virtud de que
la conducta de dicha persona ha infringido normas de convivencia social. Según el

106
Código Procesal Penal guatemalteco (2010), en el artículo setenta, en relación a la
persona que se le señale de haber cometido un hecho delictuoso, se le denominará
sindicado, procesado o acusado y condenado a aquel sobre quién haya recaído una
sentencia condenatoria firme.

2.4.2. Definición Operacional

Para efectos de esta investigación, y al tomar en cuenta las definiciones y


clasificaciones que varios autores hacen de la depresión, específicamente en tres
niveles: Leve, moderada y grave, se utilizó para medirlos el test de depresión IDB –
II, el cual ha sido elaborado para medir la gravedad de la depresión, aportando
cuatro rangos: Mínimo, leve, moderado y grave. Se llevaron a cabo entrevistas
grupales con los reclusos en visitas que se realizaron al centro de detención de la
comisaria cuarenta y dos, de la PNC del municipio de San Marcos, S.M., para
obtener la información necesaria en la realización de este estudio.

2.5. Alcances y Limites

 Alcances

El presente estudio se realizó con el afán de establecer si la privación de libertad


provoca algún nivel de depresión en la población reclusa, específicamente la del
centro de detención de la comisaria cuarenta y dos de la cabecera municipal de San
Marcos, y lograr con esto tener una visión de las interioridades emocionales de las
personas privadas de libertad para poder en primer lugar entenderlas, comprenderlas
y poder elaborar algunas sugerencias a las autoridades correspondientes, a fin de
que se contribuya a hacer más fácil y humana la condición de privación de libertad, y
lograr también que las personas allegadas a esta población, especialmente los
familiares directos, sepan que con el trato debido, los presidiarios lograrán superar
los momentos difíciles provocados por los cambios del estado de ánimo y, alcanzar
la rehabilitación para poder incorporarse posteriormente a la sociedad, sin dificultad
alguna.

107
Limites

El tiempo autorizado por las autoridades de la Comisaria cuarenta y dos (seis horas
en dos días diferentes), impidió la realización de entrevistas clínicas personales con
los reclusos, a efecto de obtener un diagnóstico más certero.

2.6. Aporte

Esta investigación, dentro de los propósitos, pretende establecer los niveles de


depresión en personas privadas de libertad, además, sensibilizar a todas aquellas
instituciones que tienen contacto con este tipo de población, a efecto de que
independientemente de la situación legal, los reos sean objeto de una atención que
contribuya con el bienestar emocional, psicológico y físico, para que de esta manera
se pueda aportar positivamente en función de la rehabilitación.

Se espera también, que esta investigación aporte a todas las personas interesadas
en el tema, puntos de referencia para nuevas investigaciones, propuestas de cambio,
opiniones progresistas o nuevas acciones que permitan avanzar en el proceso de
transformar la justicia penal guatemalteca, particularmente en lo que respecta a la
salud mental y derechos humanos de las personas privadas de libertad.

Para quienes tengan tendencia a deprimirse o vivan con algún familiar proclive o que
esté padeciendo de esta enfermedad, este trabajo es una magnifica guía para poder
conocer los pormenores de la depresión, siempre tomando en cuenta que un buen
diagnóstico realizado por un profesional de la salud mental, será quien determine los
pasos a seguir.

La población reclusa, con la lectura de la presente, obtendrá el conocimiento


suficiente para poder entender mejor los diferentes estados de ánimo que los afecta
durante la estadía en el reclusorio y de ser posible, tomar algunas acciones
conjuntamente con familiares y autoridades del penal, que contribuyan a minimizar
los efectos producidos por el encarcelamiento, especialmente en el aspecto afectivo.

108
Este trabajo también representa un aporte al Departamento de Psicología de la
Facultad de Humanidades de la Universidad Rafael Landívar, Campus de
Quetzaltenango, especialmente para ponerlo a disposición de los estudiantes de
psicología que necesiten una fuente de consulta.

109
III. Método

3.1. Sujetos

El total de población lo conforma un universo compuesto por cincuenta personas de


sexo masculino, de entre diez y ocho y cincuenta y cinco años de edad;
guatemaltecos, la mayoría ladinos o mestizos; aproximadamente el cincuenta y ocho
por ciento tiene una edad de entre los veinte y treinta y dos años; de diferentes
profesiones u oficios, destacándose un treinta por ciento de agricultores, diez por
ciento de jornaleros, ocho por ciento de albañiles, ocho por ciento de choferes y un
ocho por ciento de estudiantes; de distinto nivel de escolaridad, encontrándose entre
ellos un catorce por ciento sin estudio, treinta por ciento con sexto grado de primaria,
y un catorce por ciento con tercero básico; en cuanto a su situación familiar,
prevalecen un treinta y cuatro por ciento de casados, veintiséis por ciento de unidos
y un veintidós por ciento de solteros; de distinto nivel económico, social y étnico;
recluidos en el centro de detención de la comisaria cuarenta y dos de la Policía
Nacional Civil de San Marcos.

3.2. Instrumentos

Para los efectos de esta investigación, se utilizó el test Inventario de Depresión de


Beck (IDB – II). Originalmente surgió la versión americana IDB, elaborada por
Beck, Ward, Menselson, Mock y Erbaugh (mil novecientos sesenta y uno). Tras
treinta y cinco años de investigación y experiencia con la primera versión, aparece la
versión modificada: El IDB-IA (Beck, Rush, Shaw y Emery, mil novecientos setenta y
nueve). Beck y sus colaboradores comenzaron el trabajo de la elaboración del IDB-II
en mil novecientos noventa y cuatro. Luego surge la traducción al francés en mil
novecientos noventa y ocho. La versión a utilizar corresponde a la traducción del
francés al español realizada en mil novecientos ochenta por el M.A. Alejandro
Aguirrezabal Sagrario del Instituto de Psicología y Antropología, de Quetzaltenango,
Guatemala.

110
El IDB-II ha sido elaborado para evaluar los síntomas correspondientes a los criterios
diagnósticos de las perturbaciones depresivas según el DSM-IV (versión francesa de
mil novecientos noventa y seis). Es un cuestionario destinado a medir la gravedad
de la depresión en las personas a partir de los diez y seis años. Además, el IDB-II
permite mostrar un grado de depresión y no de plantear un diagnóstico de depresión.
Sólo un examen clínico permite establecer un diagnóstico concreto y evaluar la
gravedad de esta depresión.

El IDB-II evalúa no sólo los síntomas afectivos y cognitivos, sino también los
síntomas somáticos y vegetativos de la depresión. Consta de veintiún enunciados,
con cuatro probabilidades de respuesta cada uno, relacionados con el estado de
ánimo de la persona en las últimas dos semanas, incluye el día en que es evaluada.
Cada enunciado tiene una valoración de entre cero y tres puntos.

Está prueba aporta cuatro rangos de depresión:

- De cero a once puntos: Mínimo.


- De doce a diez y nueve puntos: Leve.
- De veinte a veintisiete puntos: Moderado.
- De veintiocho a sesenta y tres puntos: Grave.

3.3. Procedimiento

Para la presente investigación, se procedió de acuerdo a los siguientes pasos:

- Elaboración y presentación de sumarios.


- Presentación de sumarios al consejo académico.
- Aprobación de punto de tesis.
- Selección de bibliografía.
- Investigación y redacción de antecedentes.
- Elaboración de los marcos teórico y metodológico.
- Selección de prueba o test psicométrico a usar.
- Aplicación de pruebas.

111
- Elaboración del proceso estadístico.
- Discusión de resultados.
- Elaboración de propuesta.
- Elaboración de conclusiones y recomendaciones.
- Presentación del trabajo a la Coordinación.

3.4. Diseño

En este estudio se utilizó el diseño de investigación descriptiva. Según Achaerandio


(2005), esta es la que estudia, interpreta y refiere lo que aparece, o sean los
fenómenos que pueden ser de tipo personal, social, de la naturaleza y otros, y lo que
es (relaciones, correlaciones, estructuras, variables independientes y dependientes,
otros). Como se observa, la investigación descriptiva es amplia, abarca todo tipo de
recogida científica de datos, con el ordenamiento, tabulación, interpretación y
evaluación de éstos.

La descripción de lo que es, se entiende en este tipo de investigación en un sentido


mucho más complejo, que una simple descripción ingenua de datos. La investigación
descriptiva es típica de las ciencias sociales: Examina y analiza la conducta humana
personal y social en condiciones naturales, y en los distintos ámbitos de la vida.

3.5. Metodología Estadística

En cuanto a la metodología estadística se recurrió a la significación y fiabilidad de las


proporciones en muestras normales.

 Significación de las proporciones

- Nivel de confianza = 1% = Z 2.58

- Error típico de la proporción:

---------
p = √ p*q
N

112
- Hallar la razón crítica de las proporciones:

p
Rc = ------
p

- Comparar la razón crítica con el nivel de confianza:

Rc = ≥ 2.58 = Significativo

 Fiabilidad

- Nivel de confianza = 1% = Z 2.58

- Error típico de la proporción:

---------
p = √ p*q
N

- Error muestral máximo = 2.58 * p

- Establecer el intervalo confidencial:

p + Ɛ = (Li) = Fiable

p - Ɛ = (Ls) = Fiable

113
IV. Resultados

En este capítulo se muestran los resultados y el correspondiente análisis, de la


investigación de campo, relacionada con el nivel de depresión de las personas
privadas de libertad, en este caso, las de la comisaria cuarenta y dos de la cabecera
municipal de San Marcos.

Esta comisaria, contaba al momento de realizar el trabajo de campo de la presente


investigación con la cantidad de cincuenta personas recluidas, todas de sexo
masculino y, de diferentes oficios, niveles de estudios, situaciones familiares y
edades; características que se detallan en los cuadros siguientes:

Cuadro 1 Cuadro 2 Cuadro 3


Profesión Situación

No. u oficio f …. No. Nivel de estudios f …. No. familiar f


01. Agricultor 15 01. No tiene 07 01. Casado 17
02. Albañil 04 02. 1º. Primaria 01 02. Divorciado 03
03. Bachiller 01 03. 2º. “ 03 03. Separado 05
04. Carnicero 02 04. 3º. “ 06 04. Soltero 11
05. Carpintero 02 05. 4º. “ 02 05. Unido 13
06. Chofer 04 06. 5º. “ 02 06. Viudo 01
07. Comerciante 03 07. 6º. “ 15 N = 50
08. Constructor 01 08. 1º. Básico 02
09. Electricista 01 09. 3º. “ 07
10. Estudiante 04 10. 4º. Bachillerato 02
11. Jornalero 05 11. 5º. Magisterio 02
12. Mantenimiento 01 12. Bachiller en C y L 01
13. Mecánico 01 N = 50
14. Pintor 02
15. Sastre 01
16. Tapicero 02
17. Zapatero 01
N = 50

114
No. Edad años f ……. No Edad años f
01. 18 1 14. 36 2
02. 19 2 15. 37 1
03. 20 4 16. 38 2
04. 22 2 17. 40 1
05. 23 1 18. 41 1
06. 25 5 19. 42 3
07. 26 1 20. 43 1
08. 27 3 21. 44 1
09. 28 2 22. 45 1
10. 29 1 23. 47 1
11. 30 3 24. 48 1
12. 31 4 25. 52 1
13. 32 3 26. 55 2
N = 50
Cuadro 4

Las puntuaciones directas obtenidas de los resultados de la aplicación de la prueba


psicométrica IDB – II, a las personas privadas de libertad de la comisaria en mención
son las siguientes:

0 0 0 0 0 0 0 1 2 3 4 6 12 12 12 13 13 13
13 13 14 14 14 15 15 16 16 17 17 18 18 18 20 20 20 21
N=
X
22 23 23 24 24 24 24 25 25 26 27 31 38 42
50
Cuadro 5

Según la prueba aplicada se obtienen cuatro niveles de depresión de acuerdo a la


siguiente escala:

- De 0 a 11 Pts.: Mínimo.

115
- De 12 a 19 Pts.: Leve.
- De 20 a 27 Pts.: Moderado.
- De 28 a 63 Pts.: Grave.
En la siguiente tabla se ubican las puntuaciones directas en cada uno de los niveles
de depresión que le corresponden:

Mínimo Leve Moderado Grave


No. Puntuaciones 0 – 11 pts. 12 – 19 pts. 20 – 27 pts. 28 – 63 pts. Total
01. 0 7 7
02. 1 1 1
03. 2 1 1
04. 3 1 1
05. 4 1 1
06. 6 1 1
07. 12 3 3
08. 13 5 5
09. 14 3 3
10. 15 2 2
11. 16 2 2
12. 17 2 2
13. 18 3 3
14. 20 3 3
15. 21 1 1
16. 22 1 1
17. 23 2 2
18. 24 4 4
19. 25 2 2
20. 26 1 1
21. 27 1 1
22. 31 1 1
23. 38 1 1
24. 42 1 1
Total N = 12 N = 20 N = 15 N=3 N = 50
Cuadro 6

116
Número de casos según la profesión u oficio de los evaluados en cada uno de los
niveles de depresión:

Profesión u
No. oficio Mínimo Leve Moderado Grave Total
01. Agricultor 6 8 1 15
02. Albañil 1 3 4
03. Bachiller 1 1
04. Carnicero 1 1 2
05. Carpintero 1 1 2
06. Chofer 2 2 4
07. Comerciante 1 2 3
08. Constructor 1 1
09. Electricista 1 1
10. Estudiante 3 1 4
11. Jornalero 1 3 1 5
12. Mantenimiento 1 1
13. Mecánico 1 1
14. Pintor 1 1 2
15. Sastre 1 1
16. Tapicero 1 1 2
17. Zapatero 1 1
Total N = 12 N = 20 N = 15 N=3 N = 50
Cuadro 7

117
Número de casos de acuerdo al nivel de estudios de los evaluados, en cada uno de
los niveles de depresión.

Nivel de
No. estudios Mínimo Leve Moderado Grave Total
01. No 3 4 7
02. 1º. Primaria 1 1
03. 2º. “ 1 2 3
04. 3º. “ 2 1 2 1 6
05. 4º. “ 2 2
06. 5º. “ 2 2
07. 6º. “ 3 6 5 1 15
08. 1º. Básico 1 1 2
09. 3º. “ 2 4 1 7
10. 4º. Bachillerato 1 1 2
11. 5º. Magisterio 2 2
12. Bachiller en C y L 1 1
Total N = 12 N = 20 N = 15 N=3 N = 50
Cuadro 8

Según la situación familiar, el número de casos en los diferentes niveles de


depresión se distribuyen así:

Situación
No. familiar Mínimo Leve Moderado Grave Total
01. Casado 4 8 4 1 17
02. Divorciado 3 03
03. Separado 2 1 2 05
04. Soltero 4 4 2 1 11
05. Unido 2 7 3 1 13
06. Viudo 1 01
Total N = 12 N = 20 N = 15 N=3 N = 50
Cuadro 9

118
De acuerdo a las edades el número de casos en los diferentes niveles de depresión
se distribuyen de la siguiente manera:

No. Edad en años Mínimo Leve Moderado Grave Total

01. 18 1 1
02. 19 1 1 2
03. 20 1 2 1 4
04. 22 2 2
05. 23 1 1
06. 25 2 1 2 5
07. 26 1 1
08. 27 1 2 3
09. 28 1 1 2
10. 29 1 1
11. 30 3 3
12. 31 1 1 1 1 4
13. 32 2 1 3
14. 36 2 2
15. 37 1 1
16. 38 1 1 2
17. 40 1 1
18. 41 1 1
19. 42 1 2 3
20. 43 1 1
21. 44 1 1
22. 45 1 1
23. 47 1 1
24. 48 1 1
25. 52 1 1
26. 55 1 1 2
Total N = 12 N = 20 N = 15 N=3 N = 50
Cuadro 10

119
En el siguiente cuadro se presenta el análisis estadístico de cada uno de los niveles
de depresión, de acuerdo a la clasificación hecha a las puntuaciones directas
obtenidas en cada uno de los 50 casos evaluados a través de la aplicación del IDB,
los cuales corresponden al 100 % de la población de personas privadas de libertad
de la Comisaria cuarenta y dos de la PNC de San Marcos.

Enunciado: Niveles de depresión


No. Niveles ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ..Li - ..Ls + ...Rc ..Sig Fiab.
1. Mínimo 12 24 0.24 0.76 0.06 0.12 0.12 0.36 4.00 Si 
2. Leve 20 40 0.40 0.60 0.07 0.14 0.26 0.54 5.71 Si 
3. Moderado 15 30 0.30 0.70 0.06 0.12 0.18 0.42 5.00 Si 
4. Grave 03 06 0.06 0.94 0.03 0.06 0.00 0.12 2.00 Si 
N = 50 100 1.00
Cuadro 11

El siguiente cuadro presenta de manera resumida, los resultados obtenidos del


análisis estadístico de los cuatro niveles de depresión (mínimo, leve, moderado y
grave), aplicado a los cincuenta casos que constituyen el cien por ciento de la
población de personas privadas de libertad de la comisaria cuarenta y dos de la
Policía Nacional Civil de San Marcos.

Frecuencias y porcentajes en cada nivel de depresión. N = 50


Altos Bajos
No. Niveles f % f %
1. Mínimo 12 24
2. Leve 20 40
3. Moderado 15 30
4. Grave 03 06
Total 35 70 15 30
Cuadro 12

120
Como se observa, dentro de los porcentajes mas altos se encuentra el nivel leve con
40 %, que representa 20 casos y, el nivel moderado con 30 %, que representa 15
casos, y, entre los porcentaje más bajos se tiene el nivel mínimo con 24 %,
equivalente a 12 casos y, el grave con 6 %, lo cual representa 3 casos,
constituyendo entre los 4 niveles el 100 % de la población, que está formada por N =
50, y de acuerdo a autores que clasifican la depresión en tres niveles: leve,
moderado y grave, en este estudio el 76 % presenta el trastorno.

Cada uno de los resultados de los veintiún síntomas y actitudes de depresión de las
personas evaluadas, se presentan en los siguientes cuadros, analizados
estadísticamente.

No. Enunciado: Tristeza


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.

01 0 20 40 0.40 0.60 0.07 0.14 0.26 0.54 5.71 Si 


1 18 36 0.36 0.64 0.07 0.14 0.22 0.50 5.14 Si 
2 10 20 0.20 0.80 0.06 0.12 0.08 0.32 3.33 Si 
3 02 04 0.04 0.96 0.03 0.06 0.02 0.10 1.33 No 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Pesimismo


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 31 62 0.62 0.38 0.07 0.14 0.48 1.10 8.86 Si 
02 1 13 26 0.26 0.74 0.06 0.12 0.14 0.38 4.33 Si 
2 03 06 0.06 0.94 0.03 0.06 0.00 0.12 2.00 Si 
3 03 06 0.06 0.94 0.03 0.06 0.00 0.12 2.00 Si 
N = 50 100 1.00

121
No. Enunciado: Fracasos del pasado
…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 23 46 0.46 0.54 0.07 0.14 0.32 0.60 6.57 Si 
03 1 12 24 0.24 0.76 0.06 0.12 0.12 0.36 4.00 Si 
2 13 26 0.26 0.74 0.06 0.12 0.14 0.38 4.33 Si 
3 02 04 0.04 0.96 0.03 0.06 0.02 0.10 1.33 No 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Perdida del placer


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Re ...Sig Fiab.
0 25 50 0.50 0.50 0.07 0.14 0.36 0.64 7.14 Si 
04 1 09 18 0.18 0.82 0.05 0.10 0.08 0.28 3.60 Si 
2 10 20 0.20 0.80 0.06 0.12 0.08 0.32 3.33 Si 
3 06 12 0.12 0.88 0.05 0.10 0.02 0.22 2.40 Si 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Sentimientos de culpa


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 21 42 0.42 0.58 0.07 0.14 0.28 0.56 6.00 Si 
05 1 19 38 0.38 0.62 0.07 0.14 0.24 0.52 5.43 Si 
2 06 12 0.12 0.88 0.05 0.10 0.02 0.22 2.40 Si 
3 04 08 0.08 0.92 0.04 0.08 0.00 0.16 2.00 Si 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Sentimientos de punición


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 21 42 0.42 0.58 0.07 0.14 0.28 0.56 6.00 Si 
06 1 15 30 0.30 0.70 0.06 0.12 0.18 0.42 5.00 Si 
2 06 12 0.12 0.88 0.05 0.10 0.02 0.22 2.40 Si 
3 08 16 0.16 0.84 0.05 0.10 0.06 0.26 3.20 Si 
N = 50 100 1.00

122
No. Enunciado: Sentimientos negativos de sí mismo
…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 27 54 0.54 0.46 0.07 0.14 0.40 0.68 7.71 Si 
07 1 18 36 0.36 0.64 0.07 0.14 0.22 0.50 5.14 Si 
2 04 08 0.08 0.92 0.04 0.08 0.00 0.16 2.00 Si 
3 01 02 0.02 0.98 0.02 0.04 0.02 0.06 1.00 No 
N = 50 100 1.00

Enunciado: Actitud critica hacia si mismo


No.
…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 24 48 0.48 0.52 0.07 0.14 0.34 0.62 6.86 Si 
08 1 14 28 0.28 0.72 0.06 0.12 0.16 0.40 4.67 Si 
2 09 18 0.18 0.82 0.05 0.10 0.08 0.28 3.60 Si 
3 03 06 0.06 0.94 0.03 0.06 0.00 0.12 2.00 Si 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Pensamiento o deseo de suicidio


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ..Sig Fiab.
0 43 86 0.86 0.14 0.05 0.10 0.76 0.96 17.20 Si 
09 1 06 12 0.12 0.88 0.05 0.10 0.02 0.22 2.40 Si 
2 00 00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 No 
3 01 02 0.02 0.98 0.02 0.04 0.02 0.06 1.00 No 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Llanto


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 23 46 0.46 0.54 0.07 0.14 0.32 0.60 6.57 Si 
10 1 17 34 0.34 0.66 0.07 0.14 0.20 0.48 4.86 Si 
2 04 08 0.08 0.92 0.04 0.08 0.00 0.16 2.00 Si 
3 06 12 0.12 0.88 0.05 0.10 0.02 0.22 2.40 Si 
N = 50 100 1.00

123
No. Enunciado: Agitación
…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.

11 0 20 40 0.40 0.60 0.07 0.14 0.26 0.54 5.71 Si 


1 16 32 0.32 0.68 0.07 0.14 0.18 0.46 4.57 Si 
2 07 14 0.14 0.86 0.05 0.10 0.04 0.24 2.80 Si 
3 07 14 0.14 0.86 0.05 0.10 0.04 0.24 2.80 Si 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Perdida de interés


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 28 56 0.56 0.44 0.07 0.14 0.42 0.70 8.00 Si 
12 1 11 22 0.22 0.78 0.06 0.12 0.10 0.34 3.67 Si 
2 06 12 0.12 0.88 0.05 0.10 0.02 0.22 2.40 Si 
3 05 10 0.10 0.90 0.04 0.08 0.02 0.18 2.50 Si 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Indecisión


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 21 42 0.42 0.58 0.07 0.14 0.28 0.56 6.00 Si 
13 1 14 28 0.28 0.72 0.06 0.12 0.16 0.40 4.67 Si 
2 12 24 0.24 0.76 0.06 0.12 0.12 0.36 4.00 Si 
3 03 06 0.06 0.94 0.03 0.06 0.00 0.12 2.00 Si 
N = 50 100 1.00

Enunciado: Devaloración
No.
…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 30 60 0.60 0.40 0.07 0.14 0.46 0.74 8.57 Si 
14 1 14 28 0.28 0.72 0.06 0.12 0.16 0.40 4.67 Si 
2 05 10 0.10 0.90 0.04 0.08 0.02 0.18 2.50 Si 
3 01 02 0.02 0.98 0.02 0.04 0.02 0.06 1.00 No 
N = 50 100 1.00

124
No. Enunciado: Perdida de energía
…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 27 54 0.54 0.46 0.07 0.14 0.40 0.68 7.71 Si 
15 1 11 22 0.22 0.78 0.06 0.12 0.10 0.34 3.67 Si 
2 12 24 0.24 0.76 0.06 0.12 0.12 0.36 4.00 Si 
3 00 00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 No 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Cambio en hábitos del sueño


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 23 46 0.46 0.54 0.07 0.14 0.32 0.60 6.57 Si 
1a 04 08 0.08 0.92 0.04 0.08 0.00 0.16 2.00 Si 
1b 10 20 0.20 0.80 0.06 0.12 0.08 0.32 3.33 Si 
16 2a 01 02 0.02 0.98 0.02 0.04 0.02 0.06 1.00 No 
2b 02 04 0.04 0.96 0.03 0.06 0.02 0.10 1.33 No 
3a 00 00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 No 
3b 10 20 0.20 0.80 0.06 0.12 0.08 0.32 3.33 Si 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Irritabilidad

…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ..Sig Fiab.

17
0 35 70 0.70 0.30 0.06 0.12 0.58 0.82 11.67 Si 
1 14 28 0.28 0.72 0.06 0.12 0.16 0.40 4.67 Si 
2 00 00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 No 
3 01 02 0.02 0.98 0.02 0.04 0.02 0.06 1.00 No 
N = 50 100 1.00

125
No. Enunciado: Cambios en el apetito
…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 25 50 0.50 0.50 0.07 0.14 0.36 0.64 7.14 Si 
1a 11 22 0.22 0.78 0.06 0.12 0.10 0.34 3.67 Si 
1b 04 08 0.08 0.92 0.04 0.08 0.00 0.16 2.00 Si 
18 2a 02 04 0.04 0.96 0.03 0.06 0.02 0.10 1.33 No 
2b 02 04 0.04 0.96 0.03 0.06 0.02 0.10 1.33 No 
3a 01 02 0.02 0.98 0.02 0.04 0.02 0.06 1.00 No 
3b 05 10 0.10 0.10 0.04 0.08 0.02 0.18 2.50 Si 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Dificultad de concentración


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 25 50 0.50 0.50 0.07 0.14 0.36 0.64 7.14 Si 
19 1 15 30 0.30 0.70 0.06 0.12 0.18 0.42 5.00 Si 
2 10 20 0.20 0.80 0.06 0.12 0.08 0.32 3.33 Si 
3 00 00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 No 
N = 50 100 1.00

No. Enunciado: Fatiga


…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ...Sig Fiab.
0 31 62 0.62 0.38 0.07 0.14 0.48 0.76 8.86 Si 
20 1 12 24 0.24 0.76 0.06 0.12 0.12 0.36 4.00 Si 
2 06 12 0.12 0.88 0.05 0.10 0.02 0.22 2.40 Si 
3 01 02 0.02 0.98 0.02 0.04 0.02 0.06 1.00 No 
N = 50 100 1.00

126
No. Enunciado: Perdida de interés por el sexo
…Ítem… ...f.. ...%.. ...p.. ...q.. ...p.. ...E.. ...Li - ...Ls+ ...Rc ..Sig Fiab.
0 36 72 0.72 0.28 0.06 0.12 0.60 0.84 12.00 Si 
21 1 09 18 0.18 0.82 0.05 0.10 0.08 0.28 3.60 Si 
2 04 08 0.08 0.92 0.04 0.08 0.00 0.16 2.00 Si 
3 01 02 0.02 0.98 0.02 0.04 0.02 0.06 1.00 No 
N = 50 100 1.00

Cuadro 13

Las personas privadas de libertad de la Comisaria cuarenta y dos de la Policía


Nacional Civil de la cabecera municipal de San Marcos, se evaluaron por medio de
la prueba IDB – II, la cual mide cuatro distintos niveles de depresión, aportando los
resultados siguientes:

127
 12 casos, que representan el 24 % del total de la población (N = 50), se ubican en
el nivel mínimo, por presentar una puntuación de entre 0 a 11 puntos. De los 21
síntomas y actitudes que evalúa el IDB, en estos casos, se muestran los
porcentajes y frecuencias, en el siguiente cuadro:

Incidencia de síntomas y actitudes de depresión en el nivel Mínimo. N = 12


Mayor Menor

Incidencia Incidencia
No. Enunciado f % f %
01. Tristeza 3 24.99
02. Pesimismo 0 0
03. Fracasos del pasado 3 24.99
04. Pérdida del placer 0 0
05. Sentimientos de culpa 1 08.33
06. Sentimientos de punición 1 08.33
07. Sentimientos negativos de si mismo 1 08.33
08. Actitud critica hacia si mismo 0 0
09. Pensamiento o deseo de suicidio 0 0
10. Llanto 1 08.33
11. Agitación 1 08.33
12. Perdida de interés 0 0
13. Indecisión 1 08.33
14. Devaloraciòn 0 0
15. Perdida de energía 1 08.33
16. Cambio en hábitos del sueño 1 08.33
17. Irritabilidad 1 08.33
18. Cambios en el apetito 0 0
19. Dificultad de concentración 0 0
20. Fatiga 0 0
21. Perdida de interés por el sexo 0 0
Promedio 1 8.33 0 0
Cuadro 14

128
 20 casos, que representan el 40 % del total de la población (N = 50), se clasifican
en el nivel leve, el cual se ubica dentro de un rango de 12 a 19 puntos. De los 21
síntomas y actitudes que evalúa el IDB, que se presentan en estos casos, en
mayor o menor proporción se detallan en el cuadro siguiente:

Incidencia de síntomas y actitudes de depresión en el nivel Leve. N = 20


Mayor Menor

incidencia incidencia
No. Enunciado f % f %
01. Tristeza 14 70
02. Pesimismo 07 35
03. Fracasos del pasado 11 55
04. Pérdida del placer 10 50
05. Sentimientos de culpa 13 65
06. Sentimientos de punición 12 60
07. Sentimientos negativos de si mismo 08 40
08. Actitud critica hacia si mismo 12 60
09. Pensamiento o deseo de suicidio 02 10
10. Llanto 11 55
11. Agitación 12 60
12. Perdida de interés 09 45
13. Indecisión 13 65
14. Devaloraciòn 08 40
15. Perdida de energía 10 50
16. Cambio en hábitos del sueño 12 60
17. Irritabilidad 01 05
18. Cambios en el apetito 12 60
19. Dificultad de concentración 11 55
20. Fatiga 05 25
21. Perdida de interés por el sexo 02 10
Promedio 12 60 06 31
Cuadro 15

129
 15 casos, que representan el 30 % de la población total (N = 50), se clasifican en
el nivel moderado, el cual se ubica dentro de un rango de 20 a 27 puntos.
Presentan, de los 21 síntomas y actitudes que evalúa el IDB, en mayor o menor
proporción los que se detallan en el siguiente cuadro:

Incidencia de síntomas y actitudes de depresión en el nivel Moderado. N = 15


Mayor Menor

Incidencia incidencia
No. Enunciado f % f %
01. Tristeza 10 66.66
02. Pesimismo 09 59.99
03. Fracasos del pasado 11 73.33
04. Pérdida del placer 12 79.99
05. Sentimientos de culpa 12 79.99
06. Sentimientos de punición 13 86.66
07. Sentimientos negativos de si mismo 13 86.66
08. Actitud critica hacia si mismo 11 73.33
09. Pensamiento o deseo de suicidio 04 26.66
10. Llanto 12 79.99
11. Agitación 14 93.32
12. Perdida de interés 10 66.66
13. Indecisión 13 86.66
14. Devaloraciòn 09 59.99
15. Perdida de energía 10 66.66
16. Cambio en hábitos del sueño 12 79.99
17. Irritabilidad 10 66.66
18. Cambios en el apetito 10 66.66
19. Dificultad de concentración 11 73.33
20. Fatiga 11 73.33
21. Perdida de interés por el sexo 09 59.99
Promedio 11 73 04 27
Cuadro 16

130
 3 casos, que representan el 6 % de la población total (N = 50), se catalogan en
el nivel grave, el cual se ubica en un rango de 28 a 63 puntos. Presentan en
mayor o menor proporción los síntomas y actitudes, de los 21 que evalúa el IDB,
que se muestran en el cuadro siguiente:

Incidencia de síntomas y actitudes de depresión en el nivel Grave. N = 03


Mayor Menor

Incidencia incidencia
No. Enunciado f % f %
01. Tristeza 03 100
02. Pesimismo 03 100
03. Fracasos del pasado 02 66.67
04. Pérdida del placer 03 100
05. Sentimientos de culpa 03 100
06. Sentimientos de punición 03 100
07. Sentimientos negativos de si mismo 01 33.33
08. Actitud critica hacia si mismo 03 100
09. Pensamiento o deseo de suicidio 01 33.33
10. Llanto 03 100
11. Agitación 03 100
12. Perdida de interés 03 100
13. Indecisión 02 66.67
14. Devaloraciòn 03 100
15. Perdida de energía 02 66.67
16. Cambio en hábitos del sueño 02 66.67
17. Irritabilidad 03 100
18. Cambios en el apetito 03 100
19. Dificultad de concentración 03 100
20. Fatiga 03 100
21. Perdida de interés por el sexo 03 100
Promedio 03 100 01 33
Cuadro 17

131
Incidencia de síntomas y actitudes de depresión en los 4 niveles. N = 50

Mayor Menor Sin Total N

No. Enunciado f % f % f % F %

01. Tristeza 30 60 20 40 50 100

02. Pesimismo 19 38 31 62 50 100

03. Fracasos del pasado 27 54 23 46 50 100

04. Pérdida del placer 25 50 25 50 50 100

05. Sentimientos de culpa 29 58 21 42 50 100

06. Sentimientos de punición 29 58 21 42 50 100

07. Sentimientos negativos de si 23 46 27 54 50 100


mismo

08. Actitud critica hacia si mismo 26 52 24 48 50 100

09. Pensamiento o deseo de suicidio 07 14 43 86 50 100

10. Llanto 27 54 23 46 50 100

11. Agitación 30 60 20 40 50 100

12. Perdida de interés 22 44 28 56 50 100

13. Indecisión 29 58 21 42 50 100

14. Devaloraciòn 20 40 30 60 50 100

15. Perdida de energía 23 46 27 54 50 100

16. Cambio en hábitos del sueño 27 54 23 46 50 100

17. Irritabilidad 15 30 35 70 50 100

18. Cambios en el apetito 25 50 25 50 50 100

132
19. Dificultad de concentración 25 50 25 50 50 100

20. Fatiga 19 38 31 62 50 100

21. Perdida de interés por el sexo 14 28 36 72 50 100

Total 254 237 559

f ÷ síntomas 254 + 237 + 559 ÷ 21 = 50 100

Cuadro 18

Resumen incidencia de síntomas en los 4 niveles.

Incidencia f Incidencia f Media de f Casos de depresión

Mayor (254 ÷ 21) 28 Con 48 75 ÷ 2 =

Menor (237 ÷ 21) 20 Sin (559 ÷ 21) 27 37.50 38 38 = 76 % de N = 50

Sub total 48 Total 75

Cuadro 19

133
De manera resumida se muestran en los siguientes cuadros, los porcentajes de
síntomas y actitudes que con mayor y menor incidencia se presentan en cada uno
de los cuatro niveles de depresión, de acuerdo a la evaluación practicada con el
IDB - II

Incidencia de síntomas en cada uno de los 4 niveles de depresión

Mayor incidencia Menor incidencia

Nivel Síntomas (21) f (N = 50) Síntomas (21) f (N = 50)

Mínimo 11 52.38 % 1 2% 10 47.62 % 0 0%

Leve 11 52.38 % 12 24 % 10 47.62 % 6 12 %

Moderado 20 95.24 % 11 22 % 1 4.76 % 4 8%

Grave 19 90.48 % 3 6% 2 9.52 % 1 2%

Total 15.25 72.62 % 27 54 % 5.75 27.38 % 11 22 %

Cuadro 20

Resumen de casos con depresión N = 38


Síntomas Casos
Incidencia S % f %
Mayor 15 71.43 27 54
Menor 6 28.57 11 22
Total 21 100 38 76
Cuadro 21

134
Los siguientes cuadros presentan los datos anteriores, más once casos que
estadísticamente no presentan ningún síntoma o actitud de depresión, los cuales se
ubican en el apartado de menor incidencia del nivel mínimo, con el objeto de
establecer, también estadísticamente, el universo tratado.

Incidencia de síntomas en cada uno de los 4 niveles de depression

Mayor incidencia Menor incidencia

Nivel Síntomas (21) f (N = 50) Síntomas (21) f (N = 50)

Mínimo 11 52.38 % 1.36 2.72 % 10 47.62 % 11.00 22.00 %

Leve 11 52.38 % 12.09 24.18 % 10 47.62 % 6.20 12.40 %

Moderado 20 95.24 % 11.10 22.20 % 1 4.76 % 4.00 8.00 %

Grave 19 90.48 % 3.00 6.00 % 2 9.52 % 1.00 2.00 %

Total 15.25 72.62 % 27.55 55.10 % 5.75 27.38 % 22.20 44.40 %

Cuadro 22

Resumen N = 50
Síntomas Casos
Incidencia S % f %
Mayor 15 71.43 28 56
Menor 6 28.57 11 22
Sin incidencia 11 22
Total 21 100 50 100
Cuadro 23

135
V. Discusión

Iniciada ya la evaluación e interpretación de los resultados en el capitulo anterior, se


procede en esta sección a realizar debidamente la interpretación de los mismos.

Según la (Organización Mundial para la Salud [OMS] 2010), la depresión es uno de


los más comunes y más serios problemas de la salud mental que enfrenta las
personas actualmente. Millones de personas en el mundo sobreviven en medio de la
depresión. Ricos, pobres, capitalinos, campesinos, hombres y mujeres, tanto en
países desarrollados como en países subdesarrollados. Aunque al parecer las
mujeres son más propensas que los hombres a padecerla. Corrobora lo anterior
Ernst (2000), al apuntar que la depresión afecta a personas de toda condición, lo que
en relación a esta investigación se muestra en los cuadros uno, dos, tres y cuatro
del capítulo anterior.

La mejor manera de evaluar si un paciente sufre o no una depresión es acudir al


especialista, que puede ser un psicólogo, un psiquiatra, o un médico, quien, a través
de la entrevista clínica, podrá descartarla o ratificarla. Franco y Pecci (2006), agregan
que, además de la entrevista, para diagnosticar la depresión se utilizan diferentes
escalas. En este estudio se utilizó para tal fin el Inventario de Depresión de Beck, el
cual proporciona cuatro niveles de depresión, mínimo, leve, moderado y grave. Este
y los resultados iniciales de la evaluación pueden verse en el cuadro 1 del anexo.

Según Ernst (2000), los psiquíatras describen y clasifican la depresión de acuerdo


con su gravedad y se divide en tres categorías: Leve, moderada y grave. Estas
categorías se basan en el número de síntomas que se manifiestan, en su gravedad y
en el grado que afectan al paciente en su vida cotidiana. Síntomas e intensidades
que pueden verse también en el cuadro 1 del anexo.

En resumen, y de acuerdo con lo apuntado por Ernst (2000), y Moreno y Blanco


(2004), la depresión es un trastorno afectivo del estado de animo que incapacita al
que la sufre para disfrutar de las cosas de las que antes disfrutaba, caracterizada por
sentimientos de inutilidad, culpa, tristeza indefensión y desesperanza profundos.
136
Puede aparecer acompañada de varios síntomas parecidos, incluidas las
perturbaciones del sueño y la comida, la perdida de iniciativa, el autocastigo, el
abandono, la inactividad, la incapacidad para el placer.

Los síntomas de la depresión pueden ser, según Moreno y Blanco (2004), psíquicos
y somáticos, entre los primeros se manifiestan: Alteraciones de la afectividad, del
pensamiento y del lenguaje, del comportamiento, y dentro de los segundos están los
siguientes: alteraciones del sueño, de la energía, del apetito, de la libido y
somatizaciones.

La Clasificación Internacional de Enfermedades, en su décima versión [CIE-10],


indica que la persona con depresión padece de:

- Humor depresivo.
- Pérdida de la capacidad de interesarse y disfrutar de las cosas.
- Disminución de la vitalidad, que lleva a una reducción del nivel de actividad y a un
cansancio exagerado que aparece incluso tras un esfuerzo mínimo.

La CIE-10, además, incluye como otras manifestaciones de los episodios depresivos:

- La disminución de la atención y de la concentración.


- La perdida de la confianza en si mismo y los sentimientos de inferioridad.
- Las ideas de culpa y de ser inútil.
- Una perspectiva sombría del futuro.
- Los pensamientos y actos suicidas o autoagresiones.
- Los trastornos del sueño.
- La pérdida del apetito.

Lo arriba apuntado coincide con lo que se presenta en el cuadro diez y ocho del
capítulo anterior.

En cualquiera de los casos, es preciso que el síntoma dure al menos dos semanas
para considerar la existencia de un trastorno depresivo. Y, en cuanto a la severidad
de los episodios, la CIE-10 distingue los siguientes tres niveles: Leve, moderado y
137
grave, como se presenta en los cuadros quince, diez y seis y, diez y siete del capitulo
anterior.

Villalobos (2008), en el artículo condenados sin culpa, de la revista D, numero dos


cientos diez y ocho, de septiembre, en entrevista con varios profesionales, agrega:
Mariano González, psicólogo de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado
(ODHA), expresa que toda persona que ingresa en el sistema penitenciario
desarrolla depresión y soledad. Y es peor el sentimiento cuando el individuo
considera que su arresto es injusto. El ambiente de la cárcel genera un deseo de
venganza, por lo que al salir querrá hacer el mal que le causaron, explica.

Eddy Morales, sociólogo-criminólogo y actual director del Sistema Penitenciario (SP),


confirma lo expuesto por el experto de la ODHA: Una persona que ingresa al
preventivo puede salir con una serie de problemas psicológicos, vejámenes, e
incluso, sufrir violaciones. Estas situaciones también las podrían vivir aquellos que
han cometido delitos menores (riñas, escándalo en la vía pública o accidentes de
tránsito por ejemplo).

Miguélez (2008), en el artículo Cárceles de la mente, del Centro de Colaboraciones


Solidarias (CCS), España, dice: casi el treinta por ciento de las personas sin hogar
sufren depresión crónica, trastornos bipolares o esquizofrenia, las enfermedades
mentales más frecuentes, según estudios realizados en España. En las cárceles se
han detectado cerca de dos mil casos de trastorno psicótico, casi el tres por ciento de
la población reclusa y más de siete mil personas con patología dual, agravada por el
consumo de drogas.

En el artículo Rehabilitación en cárceles, ¿discurso o realidad? (2007), del boletín


Anhelos de Libertad, número dos, de octubre, de la Liga Guatemalteca de Higiene
Mental, se apunta que la pérdida de la libertad a través de sufrir una condena por
comisión de un delito supone un fuerte desajuste en la subjetividad de quien, a veces
creyéndose impune, cae en cuenta que durante muchos años va a tener que vivir en
prisión. Esta situación genera, entre otros elementos, fuertes procesos depresivos,
así como reacciones de violencia y agresión hacia los demás o en contra de sí
138
mismo. En el presente estudio se ve que la depresión existente en los reos de la
Comisaria cuarenta y dos, se puede verificar en los cuadros seis, once, doce,
catorce, quince, diez y seis, diez y siete, y, dieciocho del anterior capítulo.

El principal hallazgo de esta investigación, radica en que después de la evaluación


realizada a las personas objeto de este estudio, por medio del IDB, el cual evalúa los
síntomas y actitudes manifiestas en personas con trastornos afectivos, como lo
señala el manual de la prueba en mención, en consonancia con lo apuntado por
franco y Pecci (2006), al anotar que además de la entrevista clínica, una de las
maneras para diagnosticar la depresión es a través de diferentes escalas; y a pesar
de que no se pudo realizar ninguna entrevista clínica por situaciones de seguridad en
la cárcel donde se trabajó, se pudo corroborar con base a los resultados que se
presentan en los cuadros cinco y seis del capitulo anterior, que en las personas
privadas de libertad, si se presenta el trastorno afectivo estudiado.

38

12

Gráfica 1

139
Los niveles de depresión que manifiestan los sujetos de estudios, de acuerdo a la
clasificación que hace el IDB, son: mínimo, leve, moderado y grave, niveles que
reconoce a excepción del mínimo, la clasificación Internacional de enfermedades y
otros autores.

Niveles de depresiòn segùn el IDB

40%

30%

20%

10%
N=50 20
N=500%
Mìnimo Leve
12 Moderado Grave15

3
Segùn la evaluaciòn con el IDB-II

Gráfica 2

Niveles de depresiòn segùn CIE-10 y otros autores

40%
35%
30%
25%
N=50 20
20%
15% 15
10%
5%
0% 3

Leve Moderado Grave


Segùn la evaluaciòn con el IDB-II

Gráfica 3

140
En cuanto a la mayor o menor incidencia de los síntomas evaluados por el IDB,
estadísticamente se observa que, en el nivel mínimo, los de mayor incidencia son:
Tristeza, fracasos del pasado, sentimientos de culpa, sentimientos de punición,
sentimientos negativos de si mismo, llanto, agitación, indecisión, perdida de energía,
cambio en hábitos del sueño e irritabilidad, los que constituyen el 52 % y que afectan
al 8% de los casos y, los de menor incidencia son: Pesimismo, pérdida del placer,
actitud critica hacia si mismo pensamiento o deseo de suicidio, perdida de interés,
devaloraciòn, cambios en el apetito, dificultad de concentración, fatiga y perdida de
interés por el sexo, los que constituyen el 48 % y que en este nivel no tienen
incidencia alguna en el restante 92 % de los casos.

Incidencia Síntomas % Casos N = 12 %


Mayor 11 52 1 8
Sin 10 48 11 92
Total 21 100 12 100
Cuadro 24

En lo que respecta el nivel leve, se puede observar que los de mayor incidencia son:
Tristeza, fracasos del pasado, sentimientos de culpa, sentimientos de punición,
actitud critica hacia si mismo, llanto, agitación, indecisión, cambio en hábitos del
sueño, cambios en el apetito y dificultad de concentración, que representan el 52 % y
que afectan al 60 % de los casos y, los de menor incidencia son: Pesimismo, pérdida
del placer, sentimientos negativos de si mismo, pensamiento o deseo de suicidio,
perdida de interés, devaloraciòn, pérdida de energía, irritabilidad, fatiga, perdida de
interés por el sexo, que forman el 48 % y afectan a un 30 % de los casos

Incidencia Síntomas % Casos N = 20 %


Mayor 11 52 12 60
Menor 10 48 6 30
Total 21 100 18 90
Cuadro 25

141
En relación al nivel moderado, se observa que de los de mayor incidencia son:
Tristeza, pesimismo, fracasos del pasado, perdida del placer, sentimientos de culpa,
sentimientos de punición, sentimientos negativos de si mismo, actitud critica haiga si
mismo, llanto, agitación, perdida de interés, indecisión, devaloración, perdida de
energía, cambio en hábitos del sueño, irritabilidad, cambios en el apetito, dificultad de
concentración, fatiga, pérdida de interés por el sexo, los que representan el 95 % y
que afectan al 73 % de los casos; de menor incidencia solamente está el
pensamiento o deseo de suicidio que representa el 5 % y que afecta al 27 % de los
casos.

Incidencia Síntomas % Casos N = 15 %


Mayor 20 95 11 73
Menor 1 5 4 27
Total 21 100 15 100
Cuadro 26

Y en el nivel grave, los de mayor incidencia son: Tristeza, pesimismo, fracasos del
pasado, perdida del placer, sentimientos de culpa, sentimientos de punición, actitud
critica hacia si mismo, llanto, agitación, perdida de interés, indecisión, devaloraciòn,
perdida de energía, cambio en habitos del sueño, irritabilidad, cambios en el apetito,
dificultad de concentración, fatiga, pérdida de interés por el sexo, los que representan
el 90 % y que afectan al 67 % de los casos; de menor incidencia están: Sentimientos
negativos de si mismo, pensamiento o deseo de suicidio, que representan el 10 % y
que afecta al 33 % de los casos.

Incidencia Síntomas % Casos N = 3 %


Mayor 19 90 2 67
Menor 2 10 1 33
Total 21 100 3 100
Cuadro 27

142
Incidencia de sintomas en los cuatro niveles

30
25
20
f 15 15 síntomas
10
5 6 síntomas
0
Mayor
Menor

Segùn la evaluaciòn con el IDB-II

Grafica 4

Por lo descrito anteriormente, se llega a conocer a través de la presente investigación,


cual es la situación afectiva de las personas privadas de libertad, donde la vida pasa por
determinado tiempo dentro de los muros de una cárcel, en donde el deterioro de las
condiciones, hacinamiento, trato denigrante, discriminación, abuso, entre otros, son el
denominador común, por lo que se puede inferir que estas personas no son felices,
felicidad que se entiende como la satisfacción en los diversos campos de la existencia
humana, por lo que, concretamente, este estudio presenta los efectos de la privación de
libertad, los cuales se traducen en diferentes niveles de depresión, entre ellos: el leve
con 20 casos, 40 %; el moderado con 15 casos, 30 %; el grave con 3 casos, 6 %; que
suman 38 casos, equivalentes al 76 % de personas con depresión de una población de
50 reos evaluados.

Además y de acuerdo al IDB está el nivel mínimo con 12 casos, 24 %, para completar de
esta manera el 100 % de la población. En consecuencia, con este análisis, se confirma
la hipótesis de la investigación o alterna H1 Las personas privadas de libertad presentan
diferentes niveles de depresión y, se descarta la hipótesis nula H0 Las personas privadas
de libertad no presentan diferentes niveles de depresión.

143
20
f
12 15

Grafica 5

Toda la recopilación teórica y el trabajo de campo desarrollado en esta exploración,


en función de conocer y entender la intimidad afectiva de las personas privadas de
libertad, representan una base muy bien fundamentada para que personas
individuales, o entidades afines al tema tratado, puedan seguirla o profundizar en
ella, ya que este aspecto de la vida social, de los diferentes conglomerados
humanos, es poco conocido, ya sea por desinterés de la misma sociedad o por el
poco o nulo compromiso de las autoridades correspondientes a efecto de lograr el
bienestar psicológico, y la rehabilitación de los reos para su respectiva incorporación
a la comunidad, de una forma sana y productiva.

144
VI. Propuesta

PLAN: SALUD MENTAL EN PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD.

I. INTRODUCCIÒN

El presente documento contiene la propuesta dirigida al sistema penitenciario, quien


debe partir de una concepción de intervención en sentido amplio, que no sólo incluya
las actividades terapéutico-asistenciales sino también las actividades formativas,
educativas, laborales, socioculturales, recreativas y deportivas, las cuales se
presentan de forma detallada en este instrumento. En este sentido, la administración
penitenciaria orientará su intervención y tratamiento hacia la promoción y
crecimiento personal, la mejora de las capacidades y habilidades sociales y laborales
y la superación de los factores conductuales o de exclusión que motivaron las
conductas criminales de cada persona condenada.

II. JUSTIFICACIÒN

El tiempo en prisión ha de servir para reeducar, reinsertar y preparar para la vuelta


en libertad. En la vida de los establecimientos penitenciarios deben tener lugar una
serie de actividades que, de una forma u otra, facilitan y complementan el proceso de
tratamiento, psicológico, en este caso, dirigido al proceso de minimización de la
depresión manifiesta en las personas privadas de libertad. Los establecimientos
penitenciarios deben ser una escuela de libertad, un espacio donde el interno
encuentre motivaciones en positivo para su futuro retorno a una vida en libertad. Por
lo que es de suma urgencia implementar las acciones correspondientes para que la
cárcel sea un lugar donde el reo tenga la oportunidad de superar el trastorno afectivo
del estado de animo que le produce el encarcelamiento, para que luego adquiera
nuevos valores, donde aprenda sobre el respeto que debe a los demás y que le
deben a su vez los otros, y donde halle las sendas adecuadas por las que conducir
su vida, y a través de las cuales regresar a la sociedad, devolviendo a ésta parte de
lo que le sustrajo con su conducta anómala.

145
III. OBJETIVOS

 General

- Proponer acciones que propicien la recuperación afectiva, y rehabilitación de las


personas privadas de libertad de la comisaria cuarenta y dos de la PNC de San
Marcos.

 Específicos

- Promover atención psicoterapéutica a la población privada de libertad que


presente algún nivel de depresión a través clínicas móviles.

- Establecer la utilización de terapias alternativas en el tratamiento de los pacientes


con depresión.

- Promover la participación de la familia del recluso, en el proceso de


recuperación afectiva, a través de capacitaciones periódicas.

- Propiciar en los reclusos el conocimiento básico de las distintas manifestaciones


depresivas.

- Instaurar una serie de actividades que contribuyan con el bienestar psicológico de


los reos.

IV. DESARROLLO

 Atención psicoterapéutica

En este sentido es necesaria la participación de un psicólogo, para realizar una


buena evaluación diagnóstica, y pueda atender a los pacientes depresivos con las
psicoterapias adecuadas, las que pueden resultar eficaces en el tratamiento de
ciertas depresiones leves y, sobre todo de aquellas denominadas reactivas o
exógenas, en las que el factor precipitante o causante de la depresión es claramente
externo, en este caso muy particular, la privación de la libertad.

146
Existen varias formas de psicoterapia, entre ellas:

- Las terapias de conversación, ayudan a los pacientes a analizar los problemas que
le aquejan y a resolverlos a través de un intercambio verbal con el terapeuta.

- Las terapias de comportamiento, procuran lograr que el paciente encuentre la


forma de obtener más satisfacción por medio de sus propias acciones. También lo
guían para que abandone patrones de conducta que favorecen la depresión.

- Las psicoterapias a corto plazo son útiles para algunas formas de depresión, entre
ellas, la terapia interpersonal, que se ocupa de los problemas en las relaciones con
otros, que causan y agravan la depresión y, la cognitiva –conductual, que ayuda a los
pacientes a cambiar los estilos negativos de pensamiento y comportamiento que se
asocian con la depresión.

- Las terapias dinámicas o de insight se usan, en ocasiones para tratar a personas


deprimidas, apuntan a ayudar al paciente a resolver sus conflictos. Por lo general,
se reservan para casos en que los síntomas depresivos han mejorado bastante.

 Terapias alternativas

Las terapias alternativas abarcan una amplia variedad de enfoques y técnicas. Esta
diversidad puede ofrecer una oportunidad para los pacientes afectados por la
depresión, especialmente a los privados de libertad, ya que puede recurrirse a ellas
con mayor facilidad.

Entre las más conocidas se encuentras las siguientes:

- Hierba de San Juan. Desde los años ochenta los ensayos científicos europeos han
investigado el uso de extractos de la hierba de San Juan para tratar la depresión de
leve a moderada.

- Ejercicio. Gran parte de los estudios científicos recientes que consideran el efecto
del ejercicio sobre la depresión ha demostrado que está vinculado con la mejoría de

147
los síntomas en quienes sufren la enfermedad en grado leve o moderado. Hay una
serie de posibles explicaciones psicológicas de sus beneficios, por ejemplo, brinda a
una persona deprimida una distracción de los pensamientos tristes que la invaden y
podrían empeorar su estado de animo. El ejercicio puede traducirse en una
sensación de logro y elevar la autoestima y la confianza en si mismo.

- Acupuntura. La acupuntura es una antigua forma de curación china que consiste


en la estimulación de puntos seleccionados sobre el cuerpo. La estimulación de
dichos puntos se realiza clavando finas agujas, o aplicando presión, calor o
electricidad. El calor se genera quemando una hierba en la punta de la aguja,
procedimiento que se conoce como moxibustiòn.

- Aromaterapia. En la aromaterapia la curación se efectúa con aceites esenciales


extraídos de las flores, frutos, semillas, hojas y raíces de plantas. Los
aromaterapeutas eligen los aceites de acuerdo con el estado físico y emocional del
paciente. Esta terapia produce relajación, alivia la ansiedad y el estrés y contribuye a
mejorar el bienestar. Un masaje de aromaterapia dura alrededor de una hora.

- Masaje. Consiste en una variedad de técnicas de manipulación aplicadas a los


músculos y a los tejidos blandos del cuerpo. Varios estudios científicos han
considerado el efecto de masaje sobre la depresión. Los resultados de las pruebas
con el masaje indican que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la depresión. En
parte esto puede deberse a su efecto relajante.

- Musicoterapia. Existen varias formas de musicoterapia: escuchar, cantar o


interpretar música, individualmente o en grupo. Los musicoterapeutas hacen una
evaluación del paciente y después eligen la música apropiada para la afección.
Estudios empleando musicoterapia en pacientes mayores deprimidos revelan una
gran mejoría de los síntomas.

- Relajación. El aprendizaje de una técnica de relación simple es una buena


manera de contribuir a aliviar el estrés y la ansiedad. Basta con practicarla de diez a

148
veinte minutos por ida para que resulte provechosa. El tratamiento es a través de la
concentración, la respiración profunda, la tensión y la relajación de los músculos.

 Capacitaciones básicas

Estar deprimido no es un capricho. El individuo no quiere estar así, no lo elige, sino


que no puede estar mejor. Tampoco tiene el propósito de castigar a los seres
queridos. Por lo tanto para ayudar a un enfermo, la familia debe comprender que
este no puede mejorar por decisión propia. Las personas no se pueden curar a sí
mismas solo con el deseo de hacerlo, porque, justamente, la depresión produce un
deterioro o anulación de la voluntad.

Entonces, es conveniente que las familias de los privados de libertad con algún nivel
de depresión, sepan como brindar el sostén y ayuda a la persona deprimida,
principalmente, mediante la capacidad para escucharla y acompañarla sin darle
consejos. Para tal fin, es necesario implementar una serie de capacitaciones donde
se darán recomendaciones a los familiares de personas con depresión, entre las
cuales figuran: no criticar, no personalizar, no presionar, no perder el control, no
sentirse culpable, brindar apoyo continuo, darse tiempo, hacer mucho ejercicio,
mantener la rutina diaria, no hacer grandes sacrificios para soportar la situación.

En cuanto a la persona privada de libertad, también, a través de pláticas periódicas,


debe proporcionársele el conocimiento necesario para que reconozcan y entienda los
síntomas, el curso y el tratamiento, de la depresión a efecto de logar su participación
en el proceso de recuperación.

 Actividades varias

Tomando en cuenta que la persona es un ser integral, y en este caso, aparte del
tratamiento psicoterapéutico brindado a los reos que presentan algún nivel de
depresión, se sugieren las actividades siguientes, tendientes a la recuperación
afectiva y la rehabilitación de este.

149
- Enseñanza y formación

La atención al derecho fundamental a la educación reconocido a todos los


ciudadanos y ciudadanas conforme al artículo setenta y uno de la Constitución
Política de la República, constituye, en el ámbito penitenciario, un instrumento
esencial para la reeducación y reinserción social. Es prioritaria la formación básica
que se imparte a los internos e internas analfabetos, a los jóvenes, a las personas
extranjeras y a aquellos que presentan problemas específicos para acceder a la
educación, así como el fomento y potenciación de cualquier actividad educativa.

- Trabajo e inserción laboral

En los establecimientos penitenciarios debe brindarse a los reclusos la posibilidad de


formarse laboralmente, por ser el derecho al trabajo, un derecho constitucional,
según lo establece el artículo diez y nueve, literal a) de la Constitución Política de la
República, durante el tiempo que permanecen en prisión, con el objeto de facilitar su
integración en la sociedad y alejarse del mundo del delito. El trabajo es un
instrumento básico para la reinserción de la persona en prisión púes la prepara para
una mejor integración en el mundo laboral una vez cumplida la pena.

Estas acciones comprenden:

- Actividades de formación profesional para el empleo.

- Adquisición de experiencia laboral en talleres productivos penitenciarios.

- Orientación laboral.

- Acompañamiento para la inserción laboral.

- Apoyo para el autoempleo. Los dos elementos básicos, de este itinerario son la
formación para el empleo y el trabajo productivo penitenciario.

- Programas ocupacionales

- Cursos y Talleres ocupacionales

150
Promueven la formación ocupacional de los internos e internas. Desarrollan las
capacidades artísticas y manuales, aumentando la autoestima y ocupando
adecuadamente el tiempo libre.

- Programas de ocio y cultura

La participación en actividades de ocio y cultura facilita el desarrollo de la creatividad


de las personas en prisión, al tiempo que difunde en los establecimientos
penitenciarios las manifestaciones culturales generadas en el entorno social,
acercando al individuo a la sociedad.

- Programas culturales

Algunos de los programas pueden ser:

- Actividades de difusión cultural

Pretenden hacer llegar a la mayor cantidad posible de internos todas aquellas


manifestaciones culturales que fomenten la vinculación con las redes culturales
locales. Al mismo tiempo, se quiere hacer llegar a la comunidad las manifestaciones
culturales generadas en el medio penitenciario. Entre las más demandadas están:
representaciones teatrales, actuaciones musicales, conferencias, proyecciones de
vídeo, exposiciones.

- Actividades de formación y motivación cultural

Mediante las mismas se llevarán a cabo todas aquellas actividades formativas-


culturales que introduzcan y ayuden a valorar y potenciar actitudes positivas hacia su
persona y hacia el resto del colectivo social. Se deben organizar concursos culturales
de pintura, narrativa, artes plásticas, canto, baile, y otros, que provoquen que los
internos se acerquen a estas actividades, aprendan a disfrutar realizándolas y tomen
conciencia de sus propias capacidades. Asimismo se celebraran conmemoraciones,
coincidiendo con determinadas fechas señaladas (navidad, La Merced, carnaval,
semana santa, fiestas patronales, y otras).

151
- Animación a la lectura

Para la Institución Penitenciaria es clave el promover la adquisición de hábitos de


lectura entre la población reclusa, a la vez que facilitar el acceso a los libros para
todos. Deben organizarse grupos pequeños que promuevan el hábito de la lectura
por medio de técnicas y estrategias que les hagan descubrir el placer que se oculta
entre las hojas de un libro. Este programa se complementará con charlas de
personas idóneas en el manejo de diferentes temas, los que serán recibidos con
interés y expectación.

- Biblioteca

La biblioteca es un espacio sociocultural que ofrece la información y los servicios de


una biblioteca pública, y, aunque pueda presentar algunas peculiaridades, la base de
su gestión y organización debe asentarse sobre la teoría de las bibliotecas
tradicionales. Los centros penitenciarios deben contar con una biblioteca dotada con
un importante número de volúmenes, que permitan a los internos acceder a los
diferentes géneros literarios. En colaboración con entidades públicas y privadas,
debe organizarse cursos de formación de bibliotecarios y de dinamizadores de la
lectura que posteriormente trasladaran sus experiencias al resto de los reclusos.

- Programas de intervención físico-deportiva

El deporte constituye un área fundamental en la reeducación y reinserción social del


individuo, y un elemento clave en la preparación para su futura vuelta a la vida en
libertad. La práctica deportiva enseña a estas personas a hacer un uso adecuado del
ocio y tiempo libre, a mantener y mejorar sus habilidades sociales y de relación con
los demás. También les ayuda a crear redes sociales donde se fomenten valores
positivos como el espíritu de superación o el compañerismo.

La práctica deportiva en los Establecimientos Penitenciarios ayuda además a


minimizar la tensión y reducir las posibilidades de incidentes y conflictos, al fomentar
las relaciones interpersonales positivas entre las personas privadas de libertad y
también con el personal penitenciario, haciendo mucho hincapié en el respeto mutuo.

152
- De carácter recreativo

Pretende hacer llegar la actividad física a la mayor parte de los internos, desde una
perspectiva lúdica y de ocupación del tiempo libre. Esto permite que el usuario tome
contacto, en muchos casos por primera vez, con el deporte y perciba de forma
intuitiva los beneficios que genera la actividad física, abriéndole las puertas a
mayores compromisos.

Deberá tenerse muy en cuenta la opinión de las comisiones de internos formadas


para el efecto, a la hora de ofrecer las disciplinas más demandadas por los usuarios.
Las actividades más demandadas son: fútbol sala, baloncesto, tenis de mesa,
atletismo, ajedrez, voleibol, gimnasia y fisicoculturismo.

Para la realización de la presente propuesta se llevó a cabo los siguientes pasos:

- Elaboración de los capítulos I, II, y III de la investigación.

- Ejecución del trabajo de campo.

- Detección de debilidades en atención a los privados de libertad.

- Elaboración de la propuesta.

153
V. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES

Actividad Duración Evaluación


Atención psicoterapéutica. Permanente. En días En junta de psicólogos.
hábiles.
Capacitaciones básicas a El primer domingo de cada Durante el proceso.
familiares. mes.
Platicas a reclusos. Permanente. Cada quince Durante el proceso.
días.
Actividades varias. Durante todo el periodo. Con registros específicos y
puestas en común.
Enseñanza y formación. Parmente. Días hábiles de 8 Con registros específicos.
a 12 horas.
Trabajo e inserción laboral. Parmente. Días hábiles de Según el desempeño
14 a 18 horas. manifiesto.
Programas de ocio y Permanente. Según En puestas en común.
cultura. calendarios específicos.
Actividades de difusión Permanente. De acuerdo a En puestas en común.
cultural. planificaciones especificas.
Actividades de formación y Permanente. De acuerdo a c En puestas en común.
motivación cultural. calendarios específicos.
Animación a la lectura. Permanente. De 19 a 21 En puestas en común.
horas.
Programas de intervención Permanente. Sábados y De acuerdo al desempeño y
físico-deportiva. domingos, de acuerdo a en puestas en común.
planificaciones especificas.

Dada la naturaleza de la institución, el cronograma abarca un período de un año.

VI. EVALUACION

Se diseñarán cuadros de registro para el control de avances y debilidades en cada


uno de los diferentes pasos de la planificación, ejecución y supervisión de estas

154
actividades, para luego establecer una puesta en común con los involucrados en esta
acción a efecto de establecer los logros alcanzados.

La puesta en práctica de este plan de actividades que se realizaran para recuperar el


nivel de activación y, en consecuencia, intentar ilusionar, mantener ocupado y
empezar a superar la depresión. Se trata de buscar de forma activa y deliberada
nuevas fuentes de placer o de fomentar otras que ya tenía el recluso, con el objetivo
de llegar a tener una visión más positiva de la vida.

Hay que recordar que pequeños cambios en el estilo de vida cotidiana pueden
representar un gran beneficio para el estado de ánimo. Será de gran validez
escuchar la opinión de los familiares en cuanto a los avances anímicos por ellos
observados.

Para realizar una mejor y más sistematizada evaluación de los progresos personales,
se sugiere que cada persona lleve un registro en el que anote cada actividad que
hace por mejorar y por salir de la depresión. En hoja diferente debe registrarse cada
uno de los objetivos previstos.

Toda la información recabada aportará una buena base de datos para poder
determinar logros y alcances obtenidos.

155
VII. Conclusiones

 Al observar los resultados obtenidos con este estudio, se llega a comprender que
el estar privado de la libertad, es una experiencia que lleva a la persona a
experimentar profundos sentimientos de infelicidad, desesperanza y angustia
permanentes, como consecuencia de que se siente incapaz de cambiar las
cosas, está sola y se siente mal consigo misma, lo que contribuye a que se
presente un deterioro de la propia identidad y autoestima, lo cual se convierte en
manifestaciones depresivas de diferente nivel, aunado el problema afectivo a la
ausencia de programas de atención psicológica y de rehabilitación.

 Con el presente estudio y, a través de la utilización del Inventario de Depresión de


Beck, se logró medir el trastorno afectivo del estado de ánimo, conocido como
depresión, manifestado en las personas privadas de libertad de la Comisaria
cuarenta y dos de la PNC de la cabecera municipal de San Marcos.

 Con la aplicación del IDB, se pudo comprobar que el 76 % de personas, que


corresponden a 38 casos de un universo de 50, sí presentan depresión.

 Al hacer el análisis estadístico de los resultados obtenidos de la evaluación hecha


a los 50 reos de la comisaria mencionada, se comprueba que: el 24 %, o 12
casos presentan un nivel mínimo de depresión; el 40 %, o 20 casos presentan un
nivel leve de depresión; el 30 %, o 15 casos, presentan un nivel moderado de
depresión; y el 6 %, o 3 casos, presentan un nivel grave de depresión.

 Dentro de los síntomas que mayor incidencia tienen en los diferentes niveles de
depresión se encuentran los siguientes: tristeza, fracasos del pasado, perdida del
placer, sentimientos de culpa, sentimientos de punición, actitud critica hacia si
mismo, llanto, agitación, indecisión, cambio en hábitos del sueño, cambio en el
apetito, y dificultad de concentración.

156
 Es de urgente necesidad elaborar un programa de salud mental, que tenga como
finalidad proporcionar bienestar psicológico a las personas privadas de libertad y
coadyuvar con esto, a la rehabilitación de la persona.

157
VIII. Recomendaciones

 Para tener un panorama más amplio de la realidad afectiva del estado de ánimo
de las personas privadas de libertad, es conveniente ampliar estudios de esta
naturaleza, para abarcar la mayoría de centros penitenciarios del país.

 Por no existir estudios con un enfoque integral relacionados con la vida de la


mujer en prisión, deben realizarse investigaciones serias, en la población
femenina privada de libertad.

 Para obtener un diagnóstico mas preciso de depresión, además de utilizar el IDB,


debe lograrse la autorización de las autoridades a cargo de estos centros de
detención a efecto de disponer de mayor cantidad de tiempo para poder llevar a
cabo entrevistas clínicas con cada una de las personas privadas de libertad.

 Proponer al sistema penitenciario del país, la implementación de clínicas


psicológicas en los centros de detención, para el tratamiento de los reos que así
lo requieran.

 Facilitar a la familia de los privados de libertad, los medios para que logren
adentrase en el conocimiento de la depresión, para que coadyuven en el
tratamiento del trastorno.

 Que por presentarse en la población estudiada, depresión en sus diferentes


niveles, además de la psicoterapia en sus diferentes modalidades, debe recurrirse
a las diferentes terapias alternativas que se conocen, como también, si fuera
necesario a las biológicas, recurriendo para ello a las instancias necesarias.

 Promover en las personas privadas de libertad, el conocimiento de los síntomas


y actitudes manifestadas en la depresión, para propiciar la aplicación de métodos
de autoayuda.

158
 Analizar la propuesta presentada, a efecto de contextualizarla, ampliarla o
modificarla, sin dejar a un lado el objetivo principal de proporcionar bienestar
psicológico y contribuir con la rehabilitación de las personas privadas de libertad.

159
IX. Referencias Bibliográficas

 Achaerandio, L. (2005). Iniciación a la práctica de la investigación. Guatemala. URL.

 Asturias, M.; López, C.; Meléndez, A. (1994). Monografía de las mujeres privadas de li-
bertad en Guatemala. San José. Costa
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 Cóbar, Eleonora. (2009). Síndrome premenstrual. Revista Vía Libre, 10, 11.

 Congreso de la República de Guatemala. (2010). Código Procesal Penal. Decreto 51-92.


Guatemala. Librería Jurídica.

 Corte de Constitucionalidad. (2008). Constitución Política de La República de Guatemala


y su interpretación por la Corte de Constitucionali-
dad. Guatemala. Magna Terra Editores.

 De Zubiría, M. (2007). Cómo prevenir la soledad, la depresión y el suicidio en niños y jó-


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 DSM-IV-TR. (2003). Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales.


Texto revisado. España. Masson, S. A.

 Ernst, E. (2000). Depresión. 1ª. Ed. Barcelona, España. Mens Sana.

 Franco, J.; Pecci, C. (2006). Cómo enfrentar la depresión. 1ª. Ed. Buenos Aires.
Longseller.

160
 Gaia, Rocío. (2010). Ellos también se deprimen. Revista D No. 319, 22.

 Gálvez, H. (2008). Crisis y depresión. Sección Análisis. Revista Y qué? No. 21, 8.

 Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala. (2004). Mujeres


y prisión…
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Edit. Serviprensa.

 ICCPG. (2008). Personas privadas de Libertad. (En red), fecha de consulta: febrero de
2011. Disponible en http://www.iccpg.org.gt/index.php?option=com-
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 Liga Guatemalteca de Higiene Mental. (2007). Anhelos de Libertad. Rehabilitación en


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 Lolas, J. (2005). Síndrome premenstrual. 1ª. Ed. Chile. Texido.

 Méndez, F.; Espada, J.; Orgilés, M. (2010). ¿Depresión o felicidad? España. Nova Ga-
licia Edicións.

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ña. (En red), fecha de consulta: febrero de 2011. Disponible en
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 Monge, E. (2002). Fin de la depresión. Guatemala. Artemis Edinter.

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161
 Observatorio Centroamericano sobre violencia. (2006). Situación actual del sistema
carcelario guatemalteco. (En
red), fecha de consulta: febrero
de 2011. Disponible en http://w
ww.ocavi.com/doc-files/file-548.

 PDH. (2003). Informe Anual Circunstanciado. Guatemala.

 Procurador de los Derechos Humanos. (2005). Primer informe. Observatorio Guate-


malteco de Cárceles 2004. 1ª. Ed.
Guatemala. PDH.

 Ruiz, Viviana. (2010). De negro a blanco. Revista D No. 331, 18, 19, 20.

 Vallejo, J. (2005). Ante la depresión. 1ª. Ed. España. Edit Planeta, S. A.

 Villalobos, Roberto. (2008). Condenados sin culpa. Revista D No. 218, 18, 19, 20.

 Villalobos, Roberto. (2009). Injusta justicia. Revista D No. 247, 19, 20.

 Yapko, M. (2010). La depresión es contagiosa. 1ª. Ed. España. Urano, S. A.

162
X. Anexos

Se presenta el Inventario de Depresión de Beck utilizado en el estudio, y se agregan


las frecuencias registradas en cada síntoma y sus diferentes intensidades, de los
distintos niveles.

INSTITUTO DE PSICOLOGIA IDB Fecha: ____________


Y ANTROPOLOGIA
QUETZALTENANGO

Nombre:______________________________________________________Sexo:_________

Edad:_________ Profesión:________________ Nivel de estudios: _____________________

Situación familiar: Casado(a)______ Divorciado(a): ______ Unido(a):_______ Viudo(a): ____

Separado(a): _______ Soltero(a): _______


----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
INSTRUCCIONES: Este cuestionario tiene 21 grupos de enunciados. Lea con
cuidado cada uno de esos grupos y luego –en cada grupo- escoja la frase que mejor
describa cómo se ha sentido usted en estas dos últimas semanas, incluyendo el
día de hoy. Después, circule el número que está antes de la frase escogida. Si en
algún grupo encuentra varios enunciados que le describen igualmente, escoja el
número más alto de ambos y lo circula. Compruebe que ha escogido una sola frase
en cada grupo, incluso en los temas 16 (cambio en hábitos de sueño) y 18 (cambios
en el apetito).

NIVELES
No. SINTOMAS Y ACITUDES Mín Lev Mod Gr Total
TRISTEZA
0. No me siento triste. 9 6 5 0 20
01. 1. Me siento frecuentemente triste. 3 8 6 1 18
2. Estoy siempre triste. 0 5 3 2 10
3. Estoy tan triste o tan desdichado que no lo 0 1 1 0 02
soporto.
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
PESIMISMO
0. No me desanimo ante mi futuro. 12 13 6 0 31
02. 1. Me siento desanimado ante mi porvenir. 0 7 5 1 13
2. No espero nada del futuro. 0 0 2 1 03
3. Siento que mi futuro no tiene esperanza y que 0 0 2 1 03
sólo puedo empeorar.
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
FRACASOS DEL PASADO
0. No tengo el sentimiento de haber fracasado en 9 9 4 1 23

163
mi vida, de ser un desastre.
03. 1. Siento que he fracasado muchas veces más de 2 5 5 0 12
lo normal.
2. Cuando pienso en mi pasado, descubro un gran 1 4 6 2 13
número de fracasos.
3. Siento que he fracasado completamente en mi 0 2 0 0 02
vida.
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
PERDIDA DEL PLACER
0. Experimento siempre el mismo placer ante las 12 10 3 0 25
cosas que me agradan.
1. No experimento como antes tanto placer en las 0 6 3 0 09
04. cosas.
2. Experimento muy poco placer en las cosas que 0 1 8 1 10
me agradaban entes.
3. No siento ningún placer en las cosas que me 0 3 1 2 06
agradaban habitualmente.
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
SENTIMIENTOS DE CULPA
0. No me siento especialmente culpable. 11 7 3 0 21
1. Me siento culpable por bastantes cosas que he 1 8 9 1 19
05. hecho o ha dejado de hacer.
2. Me siento culpable la mayor parte del tiempo. 0 3 2 1 06
3. Me siento culpable siempre 0 2 1 1 04
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
SENTIMIENTOS DE PUNICIÓN
0. No tengo sentimientos de ser castigado 11 8 2 0 21
06. 1. Siento que podría ser castigado. 1 6 6 2 15
2. Estoy a la expectativa de ser castigado. 0 4 2 0 06
3. Siempre me siento castigado. 0 2 5 1 08
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
SENTIMIENTOS NEGATIVOS DE SI MISMO
0. Mis sentimientos hacia mí mismo no han 11 12 2 2 27
07. cambiado.
1. He perdido la confianza en mí mismo. 1 8 8 1 18
2. Estoy harto de mí mismo. 0 0 4 0 04
3. No me amo a mí mismo de ninguna manera. 0 0 1 0 01
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
ACTITUD CRITICA HACIA SI MISMO
0. No me censuro ni me critico más de lo normal. 12 8 4 0 24
08. 1. Soy más crítico hacia mí mismo de lo que era. 0 7 7 0 14
2. Me reprocho siempre por mis defectos. 0 4 4 1 09
3. Me culpo por todos los males que vienen. 0 1 0 2 03
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
PENSAMIENTO O DESEO DE SUICIDIO
0. No pienso de ninguna manera en suicidarme. 12 18 11 2 43
1. Me vienen pensamientos de suicidio, pero no lo 0 2 4 0 06
09. haré.
2. Me agradaría suicidarme. 0 0 0 0 00

164
3. Me suicidaría, si se presenta la ocasión. 0 0 0 1 01
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
LLANTO
0. No lloro más de lo habitual. 11 9 3 0 23
10. 1. Lloro más que antes. 1 9 7 0 17
2. Lloro por la menor cosa. 0 1 1 2 04
3. Desearía llorar más de lo que soy capaz. 0 1 4 1 06
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
AGITACIÓN
0. No me inquieto ni estoy tenso más que de 11 8 1 0 20
costumbre.
11. 1. Me siento inquieto o más tenso que de 1 7 8 0 16
costumbre.
2. Estoy tan inquieto o tenso todo el tiempo que no 0 3 2 2 07
puedo estar tranquilo.
3. Estoy tan inquieto o tenso que continuamente 0 2 4 1 07
tengo que moverme o hacer cualquier cosa.
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
PERDIDA DE INTERES
0. No he perdido el interés por la gente o por las 12 11 5 0 28
actividades.
1. Me intereso menos que antes por la gente y por 0 6 5 0 11
12. las cosas.
2. No me intereso casi nunca por la gente y las 0 2 3 1 06
cosas.
3. Tengo el defecto de no interesarme por nadie ni 0 1 2 2 05
nada.
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
INDECISION
0. Tomo siempre decisiones como antes. 11 7 2 1 21
13. 1. Me es muy difícil tomar decisiones como antes. 1 9 4 0 14
2. Me encuentro peor que antes para tomar 0 3 8 1 12
decisiones.
3. Es imposible que tome cualquier decisión. 0 1 1 1 03

DEVALORACION
14. 0. Pienso que soy una persona valiosa. 12 12 6 0 30
1. No creo que soy tan valioso y útil como antes. 0 8 4 2 14
2. Me siento menos valioso que los demás. 0 0 4 1 05
3. Siento que no valgo absolutamente nada. 0 0 1 0 01
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
PERDIDA DE ENERGIA
0. Tengo la misma energía de siempre. 11 10 5 1 27
15. 1. Tengo menos energía que antes. 1 3 6 1 11
2. No tengo suficiente energía para hacer gran 0 7 4 1 12
cosa.
3. No tengo energía para hacer cualquier cosa. 0 0 0 0 00
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50

165
CAMBIO EN HABITOS DEL SUEÑO
0. No han variado mis hábitos de sueño. 11 8 3 1 23
1a. Duermo un poco más que antes. 0 3 1 0 04
16. 1b. Duermo un poco menos que antes 1 4 5 0 10
2a. Duermo mucho más que antes. 0 0 1 0 01
2b. Duermo mucho menos que antes. 0 1 1 0 02
3a. Duermo casi todo el día. 0 0 0 0 00
3b. Me despierto una o dos horas antes y soy 0 4 4 2 10
incapaz de volverme a dormir.
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
IRRITABILIDAD
0. No me irrito más que lo normal. 11 19 5 0 35
17. 1. Estoy más irritado que lo normal. 1 1 10 2 14
2. Estoy mucho más irritado que lo normal. 0 0 0 0 00
3. Estoy constantemente irritado. 0 0 0 1 01
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
CAMBIOS EN EL APETITO
0. Mi apetito no ha cambiado. 12 8 5 0 25
1a. Tengo algo menos apetito que antes. 0 4 6 1 11
1b. Tengo algo más apetito que antes. 0 2 2 0 04
18. 2a. Tengo mucho menos apetito que antes. 0 1 0 1 02
2b. Tengo mucho más apetito que antes. 0 1 1 0 02
3a. No tengo nada de apetito. 0 1 0 0 01
3b. Constantemente se me antoja comer. 0 3 1 1 05
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
DIFICULTAD DE CONCENTRACIÓN
0. Siempre puedo concentrarme tan bien como 12 9 4 0 25
antes.
19. 1. No puedo concentrarme como antes. 0 6 7 2 15
2. No me puedo concentrar en cualquier cosa por 0 5 4 1 10
mucho tiempo.
3. Soy incapaz de concentrarme en nada. 0 0 0 0 00
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
FATIGA
0. No me encuentro más fatigado que antes. 12 15 4 0 31
1. Me canso más fácilmente que antes. 0 3 7 2 12
20. 2. Estoy demasiado cansado para hacer muchas 0 1 4 1 06
cosas que hacía antes.
3. Estoy muy cansado para hacer casi todas las 0 1 0 0 01
cosas que hacía antes.
N=12 N=20 N =15 N=3 N = 50
PERDIDA DE INTERES POR EL SEXO
0. No he notado cambios recientes en mi interés 12 18 6 0 36
por el sexo.
21. 1. El sexo me interesa menos que antes. 0 1 7 1 09
2. El sexo me interesa mucho menos que antes. 0 1 2 1 04
3. Perdí todo el interés por el sexo. 0 0 0 1 01
N=12 N=20 N=15 N=3 N
=50
Cuadro 1

166
Las siguientes gráficas presentan la relación entre síntomas y personas evaluadas
en los diferentes niveles de depresión:

Incidencia de sintomas en el nivel minimo

1
0,8

f 0,6 11 síntomas
0,4
0,2
10 síntomas
0
Mayor Sin

Segùn la evaluaciòn con el IDB-II

Gráfica 1

Incidencia de sintomas en el nivel leve

12
10
8
11 síntomas
f 6
4
10 síntomas
2
0
Mayor Menor

Segùn la evaluaciòn con el IDB-II

Gráfica 2

167
f 20 síntomas

1 síntoma

Gráfica 3

19 síntomas
f

2 síntomas

Gráfica 4

168

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