Sie sind auf Seite 1von 24

Universidad Central de Venezuela.

Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.


Escuela de Antropología.
Departamento de Teoría y Método.
Asignatura: Introducción A La Antropología.

Una visión interpretativa del libro ¨Sociedades Tribales Caribes de Caracas¨ de


Guillermo Colmenares.

Profesor: Guillermo Colmenares. Estudiantes:

María F. Mendoza B. CI: 27.954.225.

Gladys E. Venegas A. CI: 6707283.

Yorglenis M. Carmona C.CI: 28152163.

Caracas, 15 de Julio del 2019.


Primera Parte: Aspectos Generales del Marco Teórico y Metodológico.

Al ser este libro un estudio profundo acerca de las distintas sociedades tribales de

nuestra extensa ciudad capital de Caracas, se determinó que era necesario emplear una serie

de métodos para poder contribuir a una investigación que generara fundamentos esenciales,

y materias juntos a procedimientos no solo antropológicos; sino que también etnográficos,

históricos y geográficos, que al estar interconectados y relacionados, buscan el fin común

necesario para abordar el análisis planteado. Cuando se habla de un lugar histórico, resulta

necesario abordarlo desde la visión geohistórica enfatizada en conformidades espaciales en

las que se pretenden estudiar los actos de los hombres en un lugar particular; y todo esto se

genera gracias a las premisas históricas que surgen desde los movimientos sociológicos,

antropológicos e históricos. Respecto a las características de los pueblos estudiados, se

buscaba implantar una acción etnocentrista basada principalmente en técnicas

documentales, conversaciones personales y aspectos arqueológicos relevantes, partiendo

siempre de la idea principal de la perspectiva generalizada de la antropología sociocultural.

Lo primero que debe entenderse antes de adentrarse del todo en el hecho metodológico,

es que los pueblos ancestrales en nuestro país fueron eliminados casi en su totalidad, por el

genocidio importado por parte de la conquista española;entonces, por lo tanto, no hay

personas directas con las que se pueda conversar sobre la historia que los definió,

solamente se tiene como aval aquella cultura material que se encuentra enterrada, y las

lenguas existentes, siendo esto el logro de que se que se genera una base fundamental para

uno de los planteamientos del problema que se busca en este libro: La manera lógica de

encontrar investigaciones etnológicas, arqueológicas y etnohistóricas.


Es importante saber que este estudio está fundamentado en determinar de manera

sistemática los diferentes componentes de causa y efectos que pueden generar la típica

problemática que se intenta responder, e igualmente, detectar cuales fueron aquellas bases

sólidas en conexión que definen su contexto, siendo esta la sede de que se centralizara

cierta atención en los esfuerzos de exploración sobre el tema. Las interrogantes principales

que se intentan expresar en todo contexto, involucran factores que van desde el modo de

comprender las formas de vida de los indígenas ancestrales abarcando todo su contexto

histórico, y cuáles son sus aspectos culturales más importantes para dar paso a los estudios

etnológicos y arqueológicos del espacio determinado.

La finalidad esencial de este estudio profundizado, radica en la creación de indagaciones

que estén abordadas desde una mentalidad interdisciplinaria realizada en las regiones

centro-norte de Venezuela con frutos que den pie para comprender como se relacionaban

ciertos fenómenos culturales con su respectiva población, y de esta forma, poder asentar los

fundamentos indígenas de lo que actualmente compone la sociedad caraqueña, que como se

sabe, está centralizada en la unión de tres culturas distintas en una premisa histórica lineal.

Es importante entender que al estar denominado en la parte centro-norte de Venezuela, el

lugar de estudio muestra su énfasis en las siguientes zonas de formación montañosa: Parque

Nacional el Ávila al norte, al oeste los sitiales de los Valles de Macarao; San Antonio de los

Altos y San Pedro de los Altos, al sur La Sierra del Interior, y al este los Valles cercanos a

Guarenas y Guatire.

Como es de saberse, el venezolano generalmente desconoce del todo que estas zonas

convergieron en una esfera que abarcaba un desarrollo etnológico esencial en la cultura de

la región, siendo este el motivo de que se tenga solamente como referencia las etnias de los
Teques y Los Caracas, así como los conocidos caciques Chacao, Tamanaco y Guaicaipuro;

y no hay que negar que por supuesto resumen una importancia relevante, pero no fueron los

únicos en desarrollar las culturas en la región, como aquellos igual de importantes que solo

por nombrar, hicieron eco en el desarrollo etnohistórico del país como son los pueblos

tribales de Tarmas, Arbacos, Mariches, Paracotos, Toromaimas, Mariches, y Cheregotos,

siendo cada uno de ellos pertenecientes a la época Indo-Hispana en el período V de acuerdo

a la cronología. El hecho de que se generara un desconocimiento radical sobre este tema, se

ve afianzado por el resultado de una educación menos parcial en la materia y aspectos

sociales, políticos y religiosos que han evitado mantener, de alguna manera, los

fundamentos esenciales de la historia en el país.

Con respecto al sentido que algunos investigadores buscaron de darle a este tema, se

formulaba desde el inicio una postura menos afianzada en el particularismo histórico y más

denotada en las comparaciones prácticas entonadas entre lo ¨primitivo¨ y lo ¨civilizado¨, y

con este enfoque, la conclusión final que necesitaban, era marcar de que manera una cultura

predominaba sobre otra. Se entiende en este libro que el predomino de las culturas en la

región, se nota por el carácter de la línea histórica que sus protagonistas han marcado desde

sus inicios y que con esto, han logrado de alguna manera gritarle al mundo que ellos existen

y crear una identidad con base.

La metodología planteada busca de tener una relación visible entre las corrientes

antropológicas del evolucionismo, el relativismo, y el particularismo histórico, que

internaliza cada cultura como un ente individual y no separado. Aquí entra la comparación

entre los españoles e indígenas de la época, que mantenían un aposento cultural dividido.

Analizando los factores acometidos en este estudio, es de importante índice comprender


que es necesario aceptar la presencia de unos pobladores ancestrales que marcaron un antes

y un después en la cultura de la región. Para ser más exactos, la etnohistoria también contó

como el fundamento que intentó comprender en diferentes aspectos la manera en que los

indígenas ancestrales vivían en comunidad, se desarrollaban, y formaban lo que sería en el

futuro, las bases sólidas de nuestra historia.

Fue con la etnoecología que se logró vincular de manera prolija, el espacio geográfico

de las culturas estudiadas y como surgía un contacto único entre la época en que se

encontraban, estando a la par con el estudio profundizado que intentaba encontrar el

nacimiento de los aspectos culturales de los pobladores ancestrales analizados.

Se piensa que el proceso de población en el territorio venezolano se ve denotado por una

ola migratoria que va desde aquellas huellas de primeros habitantes especializados en

actividades de recolección, caza y evidente pesca que se asentó en la región.

Gracias a los datos concernientes sobre las distintas teorías migratorias de poblamiento

indígena venezolano, surge la conclusión de que estamos abrazados por siete grandes

naciones indígenas en las que los restos arqueológicos que nos dejaron, muestran una

riqueza cultural inmensa con aportes significativos y relevantes.

La convergencia entre los materiales líticos encontrados en la zona que se presume,

estuvieron asentados en la región del Valle de Caracas, viene por parte de ciertos pueblos

que se quedaron en la cuenca del Lago de Valencia y que poco a poco fue que llegaron al

sitio mencionado. El vínculo que existe entre la serie Valencioide con las series

Arauquinoide (período del II al V) y Barrancoide (período III al IV), hace analizar sobre

unos pueblos que al migrar, llegaron hasta la parte centro- norte de Venezuela.
Para que se pudiera determinar de qué forma se vinculaba el espacio geográfico con los

distintos pueblos ancestrales, se estudió a profundidad la manera en que se conformaban la

flora y la fauna y como aquellos habitantes mantenían la unión con la misma. Como es de

esperarse, la región está abarcada por la capital caraqueña urbana con sus calles y avenidas,

pero que de igual forma tiene en su interior joyas arqueológicas de la cultura anterior.

Arqueológicamente se tiene respuestas acertadas sobre las culturas ancestrales, y los

elementos encontrados van desde ollas globulares con cuellos angulares, boles, y

fragmentos de algunas asas tubulares en la región de los Teques. En Caracas se hallaron

algunos tiestos sencillos, morteros, material alfarero y unas importantes pipas de arcillas.

Todo lo nombrado pertenece a la filiación Valencioide.

En la región de Caracas, se utilizaron una serie de métodos para determinar la zona. En

este sentido, surgieron aspectos importantes que van desde la delimitación del espacio,

hasta la relación que se obtuvo en todo aspecto. Dentro del estudio generalizado del libro,

se implementó una metodología descriptiva y explicativa con una mirada cualitativa, donde

se ven representados datos lingüísticos, etnográficos, etnológicos y ambientales.

Como conclusión a este capítulo, la vida de los indígenas ancestrales de nuestro país se

vio marcada por una fuerte discriminación desde su aposento histórico hasta la actualidad y

esto solo por el hecho de serignorados, de convertirse en los ¨no descubiertos¨, de ser

desvalorizados y dejados a un lado sin comprender que abarcaban más de lo imaginado. La

historia no comienza a un 12 de octubre de 1492, la historia está entre nosotros desde que

los primeros pueblos comenzaron a establecerse, comenzaron crear una identidad

importante y marcaron una cultura predominante en una región, siendo ellos base
fundamental de muchos aspectos históricos, lingüísticos y ambientales que hoy en día nos

definen como venezolanos.

Segunda Parte: La Región Histórica de Caracas como Escenario Geográfico de los

Procesos Culturales de los Pueblos Indígenas Ancestrales.

Como es de saberse, el contexto principal de este libro está afianzado por los pueblos

indígenas ancestrales estando involucrados en la región de los Valles de Caracas desde

1569. La ciudad capital de Venezuela está diversificada en distintos aspectos que

involucran recursos ambientales y materias geofísicas unidas, siendo el motivo de que se

generara una población humana en la zona. Para describir los aspectos generales de la

región en tiempos de los indígenas ancestrales, Colmenares usa los parámetros actualmente

definidos para Venezuela que son: Paralelos 10°33’36” y 10°19’25” Norte; Meridianos

66°40’00” y 66°10’00”Este. Menciona además los aspectos geofísicos y ecológicos que

rodearon los asentamientos humanos desde los datos de reconstrucción histórica, reflejando

además de una búsqueda minuciosa e intensiva, el respeto por la visión antigua sobre estos

aspectos.

Entre los documentos citados por colmenares con respecto a la descripción de los aspectos

presentes en las proximidades a 1578; Pimentel figura como uno de los principales, dejando

constancia de aspectos coincidentes con nuestra apreciación actual respecto a la de otrora.

(Colmenares G, 2013, pp. 66, 73,77).

De acuerdo a la búsqueda del autor, la región de Caracas se origina en el Cretáceo (78

millones de años) en la Serranía del Litoral y posteriormente la serranía del Interior en el

Plioceno (12 millones de años). Su búsqueda revela procesos orogénicos en la


conformación de los valles por el levantamiento primario de la Cordillera de la

Costa,Serranía del Interior y los Valles Intermedios. Gracias a las depresiones originadas

junto a la actividad erosiva del Río Guaire durante el cuaternario reciente, surgió lo que es

hoy en día Caracas.

La firmeza y resistencia a la erosión de la Cordillera de la Costa, respecto de la Serranía del

Interior y Valles intermedios, fueron relacionadas en este documento con el origen

geológico de la primera, partiendo del choque de las placas tectónica y continental,

mientras que las otras depresiones del territorio se conformaron a partir de movimientos

aluvionales y la superposición de material proveniente de procesos de erosión del agua de

pluviosidad, y de los ríos del territorio.

Colmenares cita a Gonzáles de Juana (1980), para enfatizar que Caracas se define como lo

siguiente: “es un grraven simétrico limitado por fallas Este-Oeste, pronunciada al Norte y

menos pronunciadas al Sr, en el que se intercalan abanicos fluviales morfo climáticos,

depósitos lacustres y fluviales. (Colmenares G, 2015 p 70).

Con estos referentes queda a la vista con detalle la composición de origen del territorio al

cual se refiere el libro y adicionalmente se destacan los eventos sísmicos que sucedieron

desde tiempos ancestrales y que afectaron la región de manera particular, debido a que

influencia la topografía. Esta influencia se enmarca en el sistema de fallas geológicas: Falla

de San Sebastián (Submarina), Falla de Tacagua- El Ávila (Enclavada en el rio Guaire) y la

Falla de La Victoria (al sur de la dos anteriores).


Colmenares denota que los indígenas sufrieron un sinnúmero de movimientos sísmicos que

pudieron poner en riesgo sus subsistencias. Entre 1641 y 1967 se han registrado 6

terremotos de envergadura, lo que representa un intervalo promedio de 54 años.

Se debe saber que el espacio que actualmente abarca el Ávila, se formó durante el

terciario inferior, siendo este lugar un campo gigante de formaciones de granito, gneises,

rocas metamórficas, calizas, cuarcitas, esquistos calcáreos grafitosos y micáceos.

Con motivo a los valles aledaños como lo son el de Macarao, los Altos Mirandinos, el

Hatillo y Baruta, son procedentes por la erosión de las afluentes del Río Guaire y dan como

resultado la forma ¨V¨ por el mismo motivo, la actividad fluvial.

Del mismo modo, el autor señala que el clima en Caracas obedece a cierto patrón de

isotermas (Variaciones de no mas de 5 grados) y precipitaciones con una regularidad

anual. Nuestro periodo lluvioso es característico de: clima tropical con lluvia en la posición

alta del sol. Esto lo refleja en documentos de investigadores que con un lenguaje más

subjetivo denominaron de “melancólico” o de “primavera perpetua”, esta (última acotación

de Humboldt en sus anotaciones).

Lo cierto es que el mismo, da énfasis en que debido a la topografía y a la ubicación de los

valles frente a las serranías, los períodos de lluvia y sequia están bien definidos y las

oscilaciones no son abruptas. Esto acompañado de la dirección predominante de los vientos

de Este a Oeste por ser de la corriente de los vientos Alisios del Noreste, que penetra en la

depresión de Barlovento y van descargando su humedad hasta el momento de entrar al

interior del valle partiendo por las Filas de Mariches hacia el valle de Caracas. Los vientos
del Oeste que vienen del Litoral Central y chocan con la quebrada de Tacagua traen

consigo mucha nubosidad en la Silla de Caracas y los Picos del Ávila.

Se debe tener claro que el clima maneja un papel importante en la materia geomorfológica

de la zona, siendo los círculos de precipitaciones pluviales en las altas montañas, la causa

de la acumulación de aluviones, convirtiéndose Caracas en un Valle fluvial. Teniendo en

cuenta esta definición, se presume que los indígenas ancestrales de la época debieron haber

vivido una serie de catástrofes naturales y ambientales en las que convergían los cambios

físicos de la zona.

Caracas se ve particularmente administrada por un espacio grande e importante en el que el

Río Guaire conforma su principal base hidrográfica, que después de su surgimiento, avanza

en camino hasta la cuesta de Auyamas y luego continúa y tiene su aposento en el Río Tuy

cuyas aguas terminan desembocando en el mar Caribe. Los principales afluentes de este

importante surco hidrográfico son el Río Catuche, el Río Anauco, el Río Cotiza, Caurimare

y Gamboa; de igual forma, entre las quebradas que surgen por la misma fuente, están la

Quebrada Caraota, la Quebrada Chacaíto, La Quebrada Sebucán, Julia, Pasaquire,

Maripérez, Quintero, Pajarito, polvorín, entre otras. El Guaire aparte de ser una belleza

natural evidente, era también para los indígenas ancestrales parte de la base productiva en

aspectos económicos, sociales y hasta tecnológicos.

En una interesantísima cita de Pimentel (1927), Colmenares refiere que los ríos mas

representativos de la región son El Guaire (del cual no se sabe la razón del nombre) y del

Tuy, y que confluyen en un punto en el este del valle para luego desembocar al mar en un

lugar llamado Salamanca. Refiere que la ladera sur de la cordillera de la Costa, reconocido
como Guaraira-Repano, cuenta con diversos montes ríos y quebradas de interés para el

valle y que en algunos casos conservan los nombres que dieron los aborígenes del lugar.

El rio Guaire (el más importante por extenso y su ubicación), alcanza la población de Santa
Teresa del Tuy y después desemboca al mar Caribe, pero tiene tributarios en el valle que lo
alimentan

El relieve está conformado principalmente por aluviones de origen cuaternario, y es por

las lluvias y la actividad erosiva de los ríos que sobreviven enormes sedimentos en los

fondos de los Valles, estos suelos son conocidos como suelos del orden zonal.

Los pisos altitudinales que conforman la zona estudiada se ven afianzados por unas

características que van desde sabanas, selvas de transición, selvas veraneras, sub-Páramo y

selvas de galería. Cada una de estas demarcaciones significó un valor importante tanto en

los procesos históricos, de alimentación y medicina, así como en aspectos sociales y

culturales para los indígenas ancestrales del sitio. Junto a la flora de este sitio, se

conglomeran una serie de especies animales que a diferencia, tienen un nivel de

sobrevivencia un tanto más elevado por el hecho de mantenerse en constante movimiento,

los anfibios, en esta escala, tienen un lugar predominante al ser necesarios para los

indígenas ancestrales (y actualmente también) en la realización de medicinas y consumo

como son las ranas y los sapos, no está de más decir que el veneno de estos animales

también era colocados en las puntas de las flechas.

En el caso de los reptiles, eran utilizados en ceremonias e igualmente como una base

medicinal y de consumo entre los indígenas ancestrales. Las serpientes venenosas, boas,

ratoneras, la cascabel y de más, fueron sustento en varios aspectos para estos habitantes de

la zona Caraqueña.
Es de relevancia saber que para los Caribes, la pesca abarcaba una importancia única en

la reconstrucción histórica de su desarrollo ya que implementaba la forma más común y

fácil de conseguir alimento teniendo en cuenta la cantidad de fuentes hidrográficas que

convergían en la zona y que facilitaban la búsqueda de sustento para la dieta básica. En la

zona convivían tanto especies de peces variados como corronchos, bagres y sardinas, hasta

anguilas de variados tamaños.

Con respecto a las aves, eran utilizadas tanto para consumo como para realizar prendas y

artesanías que involucraban un aspecto cultural y de basta tradición. Nos relata en una lista

extensa circunscrita a los Valles y Selvas que corresponden a los diferentes pisos

altitudinales y subregiones con lo que se espera que los hábitos alimentarios y preparación

ante los depredadores específicos sea distintiva. Los ejemplares ms destacados y además

los que al respecto de los cambios, aún hoy podemos encontrar ejemplares de ellos son : El

Chocolatero, El Perico cara sucia, El Canario de Mangle, El Frutero, La Paloma Turca, La

Reinita , La lechuza de Campanario, El Querrequerre, El Sauce, El Gavilán Primito, E Loro

Real, El Azulejo Golondrina y por supuesto El Zamuro.

Los mamíferos, igualmente, determinaban una importante fuente de consumo al ser

considerados como la principal fuente de proteínas por parte de la carne; son los roedores,

los picures y puerco espín, comadrejas y marsupiales, conejos y cachicamos, venados,

dantas y lapas, osos meleros, mapurites, zorros y murciélagos, algunas especies de la

inmensa cantidad de ellas que se ubicaban en el espacio y tiempo de los ancestros

indígenas.Hace especial y extensa mención de los Murciélagos y sus diferentes variedades

por su gran cantidad en el Valle y sus alrededores. De acuerdo a la documentación


presentada para este libro, El Ávila esta ricamente poblado de gran variedad de

murciélagos.

Sobre Moscas necrófagas y escorpiones (arácnidos), se sabe que existen extensas bases de

datos que documentan la existencia y su datación en la región de estudio de este libro. En

especial, las moscas son de gran importancia, ya que pueden desencadenar brotes

epidémicos de diversas enfermedades que con seguridad han afectado a la población desde

tiempos remotos y han ejercido un control importante sobre la expansión demográfica. Los

escorpiones y alacranes eran consumidos con cierto cuidado y su veneno extraído para

múltiples usos.

En esta obra, se señalan los moluscos pulmonados como representantes de un grupo de

relevancia por saberse de su existencia antes del intercambio español. Especímenes de esta

fauna malacológica fueron capturados en la Urbanización de Las Palmas, La Florida, Bello

Monte, el Cafetal, Catia, La Urbina y el los alrededores de Baruta, el Hatillo y la quebrada

Turgua.

Otro elemento fundamental que no se puede descartar, es la cantidad de minerales y

recursos que caracterizaban el espacio, teniendo el oro un predomino importante.

Es necesario entender que la manera en que los indígenas y la naturaleza se abrazaban

significaba una forma importante de mantener tanto los recursos naturales, como la cultura

que estas personas iban desarrollando a medida del tiempo. La convergencia entre la fauna,

la flora, lo ríos, los tipos de suelo y sus precipitaciones; sus cambios significantes cada día,

y el hecho maravilloso de que nuestros indígenas ancestrales supieran mantenerse en pie,


supieran encontrar sustento hasta en aquello que les hacía daño, nos hace ver la manera en

que aquellas personas tenían capacidades de valor y de importancia fundamental.

Tercera Parte: La Etnohistoria y Etnografía de los Pueblos Indígenas Ancestrales de

la Región Histórica de Caracas.

En esta ocasión, El autor Guillermo Colmenares, destaca la importancia de la “Teoría de

la H” como un modelo de los movimientos de los pueblos indígenas que se asentaron en el

territorio venezolano, con los que luego alrededor del siglo XVI, se encontrarían los

europeos. (Colmenares, p.113, 2013).

Fue la identificación de la cultura material y de sus actividades de subsistencia lo que

permitiría la reconstrucción de sus modos de vida, adaptación al medio, organización

social, política y cultural. Venezuela es de gran relevancia para la arqueología, pues aunque

sus pobladores no se establecieron como las grandes civilizaciones que se desarrollaron en

Mesoamérica, su ubicación geográfica privilegiada permitió el paso de grandes oleadas de

grupos humanos por medio de diferentes rutas que facilitaron el desplazamiento en

diferentes direcciones. Cruxent afirma que existieron dos rutas principales, a través de la

primera oleada migratoria el desplazamiento fue hacia la región de Barrancas en el Orinoco

Medio y la segunda hacia La Cabrera en la región del Lago de Valencia, extendiéndose

luego hacia el norte, por medio de la desembocadura del Río Orinoco y de la cadena de Las

Antillas. La Teoría de la H, permitiría entonces un acercamiento hacia los posibles orígenes

de los diferentes troncos lingüísticos de los pueblos indígenas asentados en Venezuela

durante aquella época. (Colmenares, p. p. 114, 115, 117, 2013).


Entre las corrientes originarias del occidente de América Central y Suramérica destaca

la cultura Timoto-Cuica, asentada en la región de los Andes venezolanos y la de Oriente

proveniente de la región amazónica, constituidas por oleadas emparentadas con las familias

lingüísticas identificadas como Arawaca y Caribe. Los suelos más fértiles de la región

donde se asentaron los Timoto-Cuicas, están conformados por los valles fluviales andinos,

por lo general profundos y alargados al igual que por las terrazas que se forman en ellos.

(Colmenares, p. 118, 119, 2013).

La antropóloga Clarac (1982) está en contra del uso del término Timoto-Cuica para

designar como una sola etnia a las culturas asentadas en la región de los Andes

venezolanos, en contraste a la opinión de los cronistas que defendían esta visión. Por su

parte, propone las denominaciones de Mucu-Chama para representar a las poblaciones

indígenas ancestrales que se asentaron en el río Chama, manteniendo el término “Cuicas”

con el fin de identificar a los pueblos distribuidos en el ahora conocido Estado Trujillo.

(Colmenares, p.p.120, 121, 2013).

Se consideran influenciados por la cultura Chibcha a los pueblos ubicados en la región

Andina, los cuales contaban con avanzada tecnología agraria al desarrollar el empleo de

terrazas artificiales, diques de agua en las alturas de las montañas, técnica de la siembra

intensiva a través de la roza y aprovechar los distintos pisos altitudinales que permitía

cultivar vegetales alimenticios de gran variedad. La figura del chamán de conocía el

nombre de ¨Mohan¨. (Colmenares, p.p. 121, 122, 2013).

Oriundos de la Selva Amazónica, los Arawacos son considerados la tercera gran oleada

migratoria que llegó a Venezuela y que se expandió y asentó en las extensas regiones del
occidente, llanos y centro del país. Se cree que fueron desalojados por los Caribes y por eso

se desplazaron hacia el occidente y Las Antillas. Se cree que muchos indígenas

considerados de filiación Caribe sean en realidad Arawacos. (Colmenares, p.p. 122, 123,

2013).

Existen varios planteamientos que pretenden explicar la migración Caribe. Lathrap,

señala que fuertes factores de presión demográfica motivaron a que surgiera este

desplazamiento, siendo el centro de la dispersión la Guayana, relacionando los diferentes

desarrollos de la región Orinoco-Amazonas como producto de una serie de movimientos,

respectivamente. El autor vincula los pueblos pertenecientes a la familia lingüística Caribe

con los portadores de alfarería con anti plástico de cauxí, la cual es la espícula de la esponja

de agua dulce. (Colmenares, p. 127 2013).

Schwerin, establece la división Caribe en dos divisiones, la primera se produce en la

cordillera oriental de Colombia, siendo las rutas de expansión hacia Guayana, el Orinoco y

el Amazonas, siendo provocada por la introducción del maíz. La segunda etapa,

corresponde a los Caribes venezolanos, emplea los ríos y las costas como rutas que les

permiten dirigirse hacia las Antillas y el Bajo Orinoco, siendo causadas por las guerras y el

supuesto canibalismo ritual.(Colmenares, p. 127 2013).

Meggers, trata de explicar la compleja distribución étnica en Amazonas, proponiendo

que las migraciones se dieron por vía terrestre, por medio de extensas sabanas que

permitieron a los pueblos Caribes que iban tras la búsqueda de mejores recursos para

desplazarse, proponiendo esto a través de dos modelos. La primera oleada, fue producida

por la reducción de los espacios selváticos y la segunda por el surgimiento del ambiente al
cual se adaptaron en el norte de Amazonas y que a los corredores de sabana los emplea

como rutas de expansión. Durbin, por su parte, sustenta las bases de la comparación

lingüística, partiendo de la hipótesis de que mayor será la distancia de su lugar de su lugar

de origen, mientras una lengua se aleje del tronco originario. (Colmenares, p. 128, 2013).

El modelo de Roosevelt, trata de explicar las migraciones tardías de las poblaciones

indígenas ancestrales, del Orinoco Medio, expresando que lo que afectó la abundancia de

los recursos de la caza fueron las fluctuaciones estacionales, que limitaron el crecimiento

poblacional, teniendo gran auge las actividades agrícolas en las inundables riberas de los

ríos. (Colmenares, p. 128, 2013).

Tarble, basa los movimientos migratorios en estrategias adaptativas al medio, que

implican tres modalidades de ocupación del espacio, proponiendo cuatro etapas principales.

La primera, por una subsistencia basada en el cultivo mixto, técnicas agrícolas intensivas;

rasgo característico, mayor especialización y actividades comerciales. La subsistencia de la

segunda etapa, se basaba en el cultivo de la yuca, practica de caza, pesca y recolección. La

tercera etapa, presentaba pobreza de recursos de la zona de la sabana alta. (Colmenares, p.

130, 2013).

De la misma manera, reconstruye la expansión Caribe al unir la fundamentación

arqueológica con la lingüística a través de cuatro etapas. En la primera se produjo una

fragmentación que originó los grupos del norte y los del sur. En la segunda, se produjo la

separación de tres grupos lingüísticos Caribes: Guayana Occidental, Guayana este-oeste y

sur de Guayana. En la tercera, el contacto entre grupos portadores del cauxí, produjo

nuevas tecnologías y variedad de estilos en la cerámica. En la cuarta etapa, aparece un


nuevo grupo portador de la cerámica que muestra similitudes con los estilos de la zona de

Valencia, los cuales presentaron yacimientos con amplia gama de cultura material.

(Colmenares, p. p. 140, 141, 2013).

Los topónimos suministraron datos acerca de los probables establecimientos de los

grupos humanos de la Región Histórica de Caracas y proporcionaron importante

información respecto a sus modos de vida, subsistencia, adaptación, culturas,

acontecimientos etnohistóricos y rasgos característicos. (Colmenares, p. p. 145, 2013).

Es fundamental entender la relación de los grupos humanos con el medio, para

comprender su cultura y modos de vida, donde ésta constituye el componente extra

somático que resulta de la interacción directa del hombre con el medio ambiente.

(Colmenares, p. p. 155, 2013).

El sentimiento de identidad del hombre indígena con el espacio geográfico en el que

habita, surge cuando toma conciencia de lo importante que es este para su establecimiento,

desarrollo y desenvolvimiento de sus actividades cotidianas, donde el trabajo en conjunto

es fundamental para ese fin de supervivencia y adaptabilidad. La relación del hombre con la

naturaleza está muy marcada, por consiguiente. Pese a ser una región de poca extensión, en

la región histórica de Caracas se asentaron diferentes grupos humanos organizados en

tribus, con características sociales y culturales similares, como lo fueron los Teques,

Toromaimas, Tarmas, Arbacos, Paracotos, Mariches y Cheregotos, los cuales son

categorizados por algunos cronistas como sociedades tribales diferentes y por otros como

una sola nación étnica puesto que comparten muchos aspectos en común, tanto en el ámbito
espacial al explotar recursos de un mismo ambiente y en cuanto a sus historias y formas de

entender la vida a través de actividades milenarias. (Colmenares, p. p. 161, 162, 163, 2013).

Los indígenas ancestrales manejaban costumbres y traiciones que se veían afianzadas

como principio en su cultura. Con respecto al matrimonio, no mantenían la monogamia si

no que acostumbraban a tener más de una mujer, generalmente entre seis o cinco. También

podían tener relaciones maritales entre personas de distintos grupos.

Un campo de importancia entre los indígenas ancestrales radica en el parentesco que se

genera, siendo esta la base de procesos sociales, económicos y hasta políticos. La afinidad

que surge a través del parentesco puede producir buenas relaciones a futuro. Los Caribes

mantenía una conexión de parentesco patrilineal, y generalmente surgía el rapto a mujeres

de otras tribus, lo que daba como resultado una variantes entre lenguajes y cultura.

Para los indígenas ancestrales la importancia de la mujer radicaba en su posición con las

labores y la naturaleza, y la de los hombres en su voluntad de caza y guerra. La mayoría de

las veces estas familias generadas, tenían un nivel de asentamiento que se vinculaba en

pequeñas aldeas.

Sus viviendas estaban constituidas por el bohío o churuata, que eran construidos

comunalmente a base de troncos. Con respecto a la navegación (en donde eran expertos)

emplearon ¨curiaras¨ que eran una especie de balsa de tres metros, en las que usaron para su

fabricación, tronco de ceiba y jobo. También elaboraron otro instrumento necesario para la

navegación que fue denominado como ¨piragua¨ y tenían la característica de poseer velas

hechas de palma.
Un tema de relevancia sobre nuestros ancestrales indígenas es el hecho de como se

vincularon con la esclavitud, siendo denominados ¨itotos¨ dentro de sus propias

comunidades. Todo este círculo surge de las invasiones a otros pueblos y los mencionados

esclavos se encargaban de actividades que pudieran beneficiar a todos, surgiendo la

evidente diferencia con los occidentales, que esclavizaban para el beneficio de una sola

persona. Otra diferencia notable es que al momento de que el itoto culminaba su tiempo de

labores, podía ser consideraba de nuevo la idea de incluirlo en la comunidad.

El surgimiento de la esclavitud en estas personas se ve denotado por el nivel de

superioridad que existía en ese entonces por parte de los indígenas ancestrales, permitiendo

incluir esta forma social como parte de la comunidad indígena sin pero alguno.

Políticamente había un notable énfasis en el aspecto de las guerras ya que al estar

involucrados en constantes enfrentamientos, existía una persona que manejaba el papel de

liderazgo y en ese sentido era considerado como ¨jefe¨ tanto en los grupos que daban la cara

en las guerras, como en las sociedades. El líder en las sociedades era denominado como

cacique y constituía el papel protagónico en la mayoría de las actividades en la comunidad.

Bélicamente los indígenas ancestrales tuvieron un énfasis notable que los benefició tanto

en sus incursiones migratorias como en el hecho de hacerle frente a los movimientos dados

por parte de los españoles. Manejaban estrategias tácticas que eran necesarias enseñarlas a

los niños muy pequeños para que estuvieran preparados cuando llegara cualquier tipo de

situación que incluyera una guerra, estos métodos tuvieron incursión para lograr la

transcendencia en los límites de la sociedad tribal venezolana.


La cultura material conlleva a una ecología humana que los indígenas ancestrales

manejaron de una manera increíble, siendo la agricultura el primer factor tecnológico de

mayor importancia para resaltar, logrando controlar de manera sistemática el origen de

ciertas plantas, y dándole como índice una prevaleciente forma para que no los afectara al

consumirlas, teniendo como ejemplo base, la manera en que trabajaron con la yuca(un

alimento con fuerte concentración de ácido cianhídrico). Los mismos, a la hora de la

siembra, colocaron estacas del ya nombrado tubérculo, logrando con esto inhibir un poco el

ácido emergente. Igualmente usaron tecnología a la hora de crear instrumentos, como en la

elaboración de flechas usando el método de percusión lítica. Los anzuelos necesarios para

pescar, eran creados a base de conchas marinas y huesos tallados y las trampas las

elaboraban con bejuco u hojas de palma.

La cestería también fue base fundamental en su tecnología, ya que abarcaba una fuente

necesaria para la recolección. Estas eran elaboradas con el tejido a mano de fibras

vegetales, creando así una vasta lista de elementos necesarios en su uso cotidiano.

A la hora de las preparaciones culinarias, se notaba el esfuerzo en la realización de

instrumentos que fueron utilizados para colocar alimentos y bebidas, estos

instrumentoscreados a partir de técnicas alfareras, representaron una importancia única. Las

ollas globulares eran utilizadas con el fin de colocar alimentos y darles cocción, los boles

para servir y las tinajas para colocar bebidas fermentadas.

La pintura corporal tuvo protagonismo entre los indígenas ancestrales ya que

constituía una base cultural en guerras, fiestas y rituales. Igualmente a lo que


ornamentación se refiere, hay datos importantes de una práctica acerca de la deformación

corporal entre ellos.

Tuvieron la fama de ser considerados grandes herbolarios por el hecho de manejar las

plantas a su antojo para descubrir su propiedad curativa y vencer las enfermedades

comunes entre ellos. Surgió de la extracción de plantas, antídotos contra venenos,

digestivos, tratamiento contra heridas y más. La práctica medicinal era empleada por los

piaches o chamanes.

Lograron llegar a emplear técnicas de orfebrería en la realización de adornos corporales

como pulseras y collares vistosos de oro y plata.

Nuestros indígenas ancestrales vincularon sus creencias religiosas con la fe de qué en

nosotros existe un ser no material, que es el espíritu. Por esta razón tienen la notable certeza

de que todo alrededor está constituido por un conjunto de espíritus que manejan el

funcionamiento del material que lo conforma. Ellos adoraban cada elemento natural y los

sitios que lo constituían, por esta razón es obvio que manejaban una creencia politeísta.

Adoraban a sus dioses en lugares naturales o chozas especiales para esa ocasión y daban

paso en esta actividad, al implemento de danzas con música, y símbolos en materiales que

eran ofrecidos a los dioses.

La forma artística en las sociedades indígenas se vio vinculada en la decoración cerámica

y en el uso de arcilla (generalmente roja). Para darle este color particular usaron la técnica

del engobado que consistía en cubrir la superficie de la cerámica con la combinación de

arcilla y agua,de distinto color y textura. Tenían la característica de que adornaban lo que

creaban con figuras humanas,generalmente mujeres.


Cultura, sociedad, naturaleza, arte, ríos, flores, tecnología y fuertes logros históricos, son

algunas de la gigante extensión de palabras con la que se pueden definir a nuestros

indígenas ancestrales; y recalcamos la expresión nuestros, porque más allá de constituir lo

que somos ahora, fueron y seguirán siendo la base fundamental para darnos una identidad

que generará espacios en el mundo a los Venezolanos. La cultura implementada por

aquellos es lo que todos somos actualmente, y el hecho de que nuestra región caraqueña se

viera abastecida por una extensa cantidad de personas asentadas creando con sus manos la

historia indígena de nuestras venas es de notable importancia a la hora de conocer de donde

venimos y saber que desde ese inicio, se construye nuestro futuro. Caracas fue desde

siempre un lugar rico en naturaleza, ríos, animales, y flora esencial que aún después de

tanto tiempo, sigue luchando por mantenerse, Caracas representa parte de nuestra voz como

venezolanos y es una lástima que se tenga tan poco conocimiento sobre las bases que

formaron la cultura de hoy en día para nosotros. Es de importante índole seguir generando

investigaciones de este tipo, continuar analizando libros que constituyan información clave

sobre nuestros indígenas ancestrales para así seguir construyendo vivencias y el camino por

donde andamos, pero con la mentalidad de que siempre existió en nuestro suelo caraqueño

una vida, una respiración humana que pintó el cielo de colores y dio a cada ubicación única

de nuestra región el auge necesario para gritarle al mundo una auténtica cultura histórica

excepcionalmente extraordinaria.

Das könnte Ihnen auch gefallen