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Agroecología (3).

El agroecosistema y conceptos del enfoque


sistémico.
INTRODUCCIÓN.

El enfoque sistémico es una forma de abordar entidades


llamadas sistemas que requiere metodológicamente de la colaboración de diferentes
disciplinas. El abordaje interdisciplinariode los sistemas de producción, desde el enfoque
sistémico como aproximación científica permite conocer, explicar e intervenir en
fenómenos complejos como las explotaciones rurales, permitiendo analizar más
correctamente la multidimensionalidad e interdependencia de la agropecuaria y los
vínculos con el resto de la sociedad (Marshall y col., 1994; Escudero, 1998).

Agroecosistema y sistemas de producción agrícola.

Los sistemas de producción agropecuarios (o agrícolas) en términos generales son


considerados como el resultado de la combinación (conducida antrópicamente) de una
forma de organización social de la producción, con un nivel de desarrollo tecnológico
determinado, junto a una base natural dada, para obtener productos de su interés
(Rodrigues y col., 2003).

Un agroecosistema puede ser definido en primera instancia como un sitio de producción


agrícola, por ejemplo una granja, visto como un ecosistema. El concepto de agroecosistema
ofrece un marco de referencia para analizar sistemas de producción agropecuarios en su
totalidad, incluyendo el complejo conjunto de entradas y salidas y las interacciones entre
sus partes (Gliessman, 2002). Desde un punto de vista agroecológico el estudio de los
agroecosistemas se concentra en asuntos puntuales del área de la agricultura, pero dentro
de un contexto más amplio que incluye variables ecológicas y sociales. (Hecht, 1999). Los
agroecosistemas no terminan en los límites del campo de cultivo o de la finca puesto que
ellos influyen en y son influenciados por factores de tipo cultural. Sin embargo, el límite
social, económico o político de un agroecosistema es difuso, puesto que está mediado por
procesos decisionales intangibles que provienen tanto del ámbito del agricultor como de
otros actores individuales e institucionales. Aunque la matriz de vegetación natural
circundante y las características de los demás elementos biofísicos influyen en la dinámica
de los agroecosistemas, las señales de los mercados y las políticas nacionales
agropecuarias también determinan lo que se producirá, cuándo, con qué tecnología, a qué
ritmos y para qué clase de consumidores, abriendo más el espectro de lo que puede
entenderse como borde o límite de los agroecosistemas (León, 2009).
Un agroecosistema como un sistema de producción puede entenderse tanto como un
sistemas real (concreto y único) como un sistema abstracto, siendo en todos los casos
sistemas abiertos, dinámicos, no lineales, son inciertos (estocásticos), en rigor
indeterminísticos y funcionan en un marco histórico determinado.

En ambas conceptualizaciones están presentes aspectos de la base material y aspectos


sociales (económicos y políticos en el sentido más amplio del término).

Ecosistema + sistema social + agricultura.

El énfasis puesto sobre las relaciones ecológicas, constituye un pilar fundamental de la


Agroecología, que la identifica como ciencia y que la separa al mismo tiempo de las
vertientes tradicionales del enfoque agronómico (León, 2009). Entonces podríamos decir
que la principal diferencia entre sistema de producción agropecuario y agroecosistema (más
alla de taxonomías) es en cuanto al enfoque. Si bien ambos conceptos se mueven dentro
del paraguas del enfoque sistémico, el abordaje a través del agroecosistema hace un
énfasis mayor en la dimensión ecológica, en tanto el primero en la centralidad de la
conducción antrópica.

Desde el paradigma agroecológico la Agroecología es la ciencia que estudia los sistemas


de producción agrícolas. Esta se define como la aplicación de conceptos y principios
ecológicos para el diseño y manejo de agroecosistemas sostenibles. La agroecología
unifica disciplinas, por un lado, ésta representa el estudio de los procesos ecológicos y
sociales en los agroecosistemas; y por otro lado actúa como un agente de cambio que
busca la transformación social y ecológica que debe ocurrir para que la agricultura se
desarrolle realmente sobre bases sostenibles (adaptado de Gliessman, 1998, citado por
Hetch, 1999).

El abordaje de agroecosistema es superior y representa un gran avance con respecto al


abordaje tradicional de los sistemas de producción y la sustentabilidad de los mismos. El
abordaje tradicional es reduccionista (analizar la realidad a partir de elementos
independientes), disciplinario, generalmente desconoce la visión y saber del productor y sin
diálogo ni retroalimentación con los mismos. La metodología de Sistemas de Producción
no se contrapone con la investigación convencional, sino que logra superar algunas de sus
deficiencias, siendo un avance acumulativo con las metodologías convencionales.

Sin embargo el abordaje agroecosistémico es insuficiente o incluso inadecuado para


abordar algunas de las dimensiones de relacionadas fundamentalmente a lo social y
económico, tanto de los sistemas de producción como de la sustentabilidad de los mismos
(incluyendo su marco o sea sistema agrario regional o mundial en el cual están
interactuando). Por tanto el concepto de agroecosistema es un avance parcial de suma
utilidad para analizar aspectos del sistema operativo de los sistemas productivos
agropecuarios y abordar la sustentabilidad ecológica, en tanto es necesario sumarle otros
enfoques para analizar el sistema de decisiones y la sustentabilidad económica y social.

Sistemas de producción agropecuarios.


Como vimos hay varias formas de abordar el estudio de sistemas de producción desde el
enfoque de sistema, una particularmente interesante es la planteada por Marshall et al.
(1999), como sistemas complejos. Para utilizar lo menos posible los conceptos familiares
de la modelización analítica tales como conjuntos o elementos y para rendir cuenta mejor
de las características de los fenómenos percibidos como complejos que comprenden las
incertidumbres, las indeterminaciones, los azares, J.L Le Moigne introduce el modelo de
sistema complejo así definido: ”un sistema complejo es un sistema que puede ser descripto
como un entrevero de acciones que es identificables por sus finalidades, que evoluciona en
un ambiente activo al seno del cual se organiza y se transforma sin perder su identidad”
(Marshall et al. 1999).

Un sistema complejo es identificable por sus finalidades. Las finalidades dan sentido a las
acciones, a los procesos. La pregunta “cuál es el proyecto del sistema”, es pues central
para acceder al sentido, identificar el sistema y la frontera con su ambiente (Marshall et al.
1999).

Un sistema es un entretejido de acciones. La definición insiste en el hecho de que un


sistema aborda un complejo de acciones y no un objeto, una cosa, de elementos finitos,
órganos o mecanismos. La modelización sistémica aquí parte de la pregunta “que hace el
sistema”, antes que la pregunta “de que esta hecho el sistema”. Un entretejido de acciones
puede ser representados por un entretejido de procesos o cajas negras de las cuales no se
busca conocer a priori el funcionamiento intimo, si no que es suficiente describir el
comportamiento a través de los flujos que lo atraviesan, de las funciones que cumplen y de
sus resultados. Se puede distinguir los procesos que tratan principalmente los símbolos o
las informaciones como los procesos decisionales y los procesos que tratan principalmente
los bienes tangibles (materia y energía) como los procesos de producción de bienes y
servicios (Marshall et al. 1999).

Relaciones técnicas y relaciones sociales.

El sistema social es la estructuración de eventos o acontecimientos y no la estructuración


de partes físicas. Los humanos son parte del ecosistema en tanto sistema biofísico, pero
también tienen relaciones sociales por tanto forman un sistema social, entendido este como
las relaciones entre los mismos (sean estas económicas, culturales, políticas, religiosas,
etc.). Los sistemas sociales necesitan de una base material (ecosistemas). Son necesarios
por tanto análisis multidimensionales.

Conceptos básicos de sistemas.


Definiciones:
 Conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a
determinado objeto (Real Academia Española, 2001).
 Parte limitada de la realidad que contiene elementos interrelacionados (Laffelar,
1992).
 Grupo de partes (subsistemas) que están en interacción de acuerdo a alguna clase
de proceso (Odum, 1983).
Un sistema es una entidad compleja, un conjunto de elementos dinámicamente
relacionados, realizando una actividad operando con y sobre información/energía/materia,
para alcanzar un objetivo. Está dotado de una sustantividad propia que trasciende a la de
esas componentes y que se relaciona con su entorno.

El propósito u objetivo: todo sistema tiene uno o algunos propósitos. Los componentes
(elementos), como también su estructura (las relaciones), están conformados para alcanzar
un objetivo. La intención, es una característica que distingue a los sistemas antrópicos de
los inanimados.
La composición de un sistema es el conjunto de sus elementos o partes componentes,
estas pueden referirse a objetos o procesos. Según la teoría de sistemas todos los
elementos son subsistemas o componentes de otro sistema. Los sistemas existen dentro
de sistemas: cada sistema existe dentro de otro más grande. Los sistemas tienen por tanto
jerarquías, hay sistemas inferiores (subsistemas) y superiores, en estos últimos podemos
ver propiedades emergentes, o sea que no poseen sus componentes. Las propiedades de
un sistema pueden explicarse por aquellas de sus constituyentes; ellas no pueden ser
deducidas.

Las relaciones son los enlaces que vinculan entre sí a los objetos o subsistemas que
componen un sistema complejo. Las relaciones han tomado diversas denominaciones:
efectos recíprocos, interrelaciones, organización, comunicaciones, flujos, prestaciones,
asociaciones, intercambios, interdependencias, coherencias, etc.

La estructura interna o endoestructura o primaria de un sistema es el conjunto de


relaciones entre los componentes del sistema. La estructura externa o exoestructura o
hiperextructura de un sistema es el conjunto de relaciones entre los componentes del
sistema y los elementos de su entorno. La estructura total de un sistema es la unión de su
exoestructura y su endoestructura. (Para algunos autores la estructura del sistema está
dada por las características cuanti y cualitativas de sus componentes y de las interacciones
entre ellos).

La entrada o insumo (input): es una “fuerza de arranque” del sistema, provee el material,
energía o información para la operación del sistema.

La salida o producto o resultado (output): puede ser el resultado de un proceso. Las salidas
deben ser coherentes con el objetivo del sistema. Los resultados de los sistemas son
finales, mientras que los resultados de los subsistemas son intermedios.

El funcionamiento del sistema es la forma en que los insumos o entradas son procesados
por el sistema para obtener los productos o salidas. El mecanismo de un sistema es el
conjunto de procesos internos o actividades que lo hacen cambiar algunas propiedades,
mientras que conserva otras.

El ambiente o entorno o contexto de un sistema es el conjunto de las cosas, sucesos y


condiciones que actúan sobre los componentes del sistema, o sobre las que los
componentes del sistema actúan. Es el medio que envuelve externamente el sistema. Está
en constante interacción con el sistema, ya que éste recibe entradas, las procesa y efectúa
salidas. La supervivencia de un sistema depende de su capacidad de adaptarse, cambiar y
responder a las exigencias y demandas del ambiente externo. El ambiente es al mismo
tiempo portador de recursos para el sistema y una amenaza al mismo. La relación entre un
sistema y su ambiente implica que el primero debe absorber selectivamente aspectos de
éste, esta estrategia tiene la desventaja de especializar la selectividad del sistema respecto
a su ambiente, lo que disminuye su capacidad de reacción frente a los cambios externos.

Los límites o la frontera de un sistema es el conjunto de elementos que están directamente


vinculados (sin nada interpuesto) con los elementos de su entorno.

Otros términos y conceptos utilizados en el enfoque sistémico.


Retroalimentacion (feedback): son los procesos mediante los cuales un sistema abierto
recoge información sobre los efectos de sus decisiones internas en el medio, información
que actúa sobre las decisiones (acciones) sucesivas, permite el control de un sistema y que
el mismo tome medidas de corrección en base a la información retroalimentada. La
retroalimentación puede ser negativa (cuando prima el control) o positiva (cuando prima la
amplificación de las desviaciones). Mediante los mecanismos de retroalimentación, los
sistemas regulan sus comportamientos de acuerdo a sus efectos reales y no a programas
de outputs fijos.

Retroalimentación negativa: Este concepto está asociado a los procesos de


autorregulación u homeostáticos. Los sistemas con retroalimentación negativa se
caracterizan por la mantención de determinados objetivos.

Retroalimentación positiva: indica una cadena cerrada de relaciones causales en donde


la variación de uno de sus componentes se propaga en otros componentes del sistema,
reforzando la variación inicial y propiciando un comportamiento sistémico caracterizado por
un autorreforzamiento de las variaciones (circularidad, morfogénesis).

Alimentación delantera (feed-forward): Es una forma de control de los sistemas, donde


dicho control se realiza a la entrada del sistema, de tal manera que el mismo no tenga
entradas “corruptas o malas”, de esta forma al no haber entradas malas en el sistema, las
fallas no serán consecuencia de las entradas sino de los proceso mismos que componen
al sistema.

Un bucle de retroalimentación será una disposición circular de elementos conectados


causalmente, en la que una causa inicial se propaga alrededor de los eslabones sucesivos
del bucle, de forma que cada elemento tiene un efecto sobre el siguiente, retornando al
inicio del proceso.

Desde el punto de vista sistémico, uno de los aspectos más importantes del estudio
exhaustivo de los bucles de retroalimentación es el reconocimiento de que se describen
patrones de organización independientes de la estructura física del sistema. Las estructuras
biológicas y sociales son multifuncionales: el mismo grupo de componentes se utiliza para
diferentes funciones o diferentes componentes realizarán la misma función. Un
agroecosistema tiene la característica de multifuncionalidad, lo que sugiere la posibilidad
de que se pueda conseguir el mismo objetivo utilizando distintos recursos o elementos y/o
en diferente orden.

Equifinalidad: los sistemas abiertos se caracterizan por el principio de equifinalidad, o sea,


un sistema puede alcanzar, por una variedad de caminos, el mismo estado final, partiendo
de diferentes condiciones iniciales. Totalidad o globalismo: un cambio en una de las
unidades del sistema, producirá cambios en las otras. El efecto total se presenta como un
ajuste a todo el sistema. De estos cambios y ajustes, se derivan dos fenómenos: entropía
y homeostasia.

Entropía: es la tendencia de los sistemas a desgastarse, a desintegrarse y un aumento de


la aleatoriedad. La información es una de las base de la configuración y del orden. La
cantidad de información en un sistema es una medida de su potencial de organización. La
entropía de un sistema es el desgaste que el sistema presenta por el transcurso del tiempo
o por el funcionamiento del mismo. Los sistemas altamente entrópicos tienden a
desaparecer por el desgaste generado por su proceso sistémico. Los mismos deben tener
rigurosos sistemas de control y mecanismos de revisión, reelaboración y cambio
permanente, para evitar su desaparición a través del tiempo. En un sistema cerrado la
entropía siempre debe ser positiva. Sin embargo en sistemas abiertos (biológicos o
sociales), puede ser reducida o transformarse en entropía negativa, es decir, un proceso
de organización más complejo y de capacidad para transformar los recursos. Esto es
posible porque en sistemas abiertos los recursos utilizados para reducir el proceso de
entropía se toman del medio externo.

Entropía negativa: los sistemas abiertos necesitan moverse para detener el proceso
entrópico y reabastecerse de energía manteniendo su estructura organizacional. A dicho
proceso se le llama entropía negativa o negentropía. Los sistemas vivos son capaces de
conservar estados de organización improbables (entropía). Este fenómeno aparentemente
contradictorio se explica porque los sistemas abiertos pueden importar energía extra para
mantener sus estados estables de organización e incluso desarrollar niveles más altos de
improbabilidad. La negentropía, entonces, se refiere a la energía que el sistema importa del
ambiente para mantener su organización y sobrevivir

La información tiene un comportamiento distinto al de la energía, pues su comunicación


no elimina necesariamente la información del emisor o fuente. La cantidad de información
que permanece en el sistema puede ser igual a la información que existe más la que entra,
es decir, haber una agregación neta en la entrada y la salida no eliminar la información del
sistema. La información puede ser una corriente negentrópica disponible para los sistemas
complejos. La Información como insumo, proporciona señales sobre el ambiente. La
entrada de información más simple es la retroalimentación negativa, que permite al sistema
corregir sus desvíos de la línea “correcta”. Si dicha retroalimentación negativa es
interrumpida, el estado firme del sistema desaparece. El proceso de codificación permite
al sistema reaccionar selectivamente respecto a las señales de información para las cuales
esté programado. Es un sistema de selección de entradas a través del cual, los materiales
son rechazados o aceptados e introducidos a su estructura. En los sistemas caóticos existe
una pérdida de información con el paso del tiempo.

Homeostasia: es el equilibrio dinámico entre las partes del sistema. Los sistemas tienen
una tendencia a adaptarse con el fin de alcanzar cierto equilibrio interno frente a los cambios
externos del entorno. La homeostasis es un mecanismo regulador. Es la propiedad de un
sistema que define su nivel de respuesta y de adaptación al contexto.

Un sistema se dice estable cuando puede mantenerse en equilibrio a través del flujo
continuo de materiales, energía e información.

La permeabilidad de un sistema mide la interacción que este recibe del medio, se dice que
a mayor o menor permeabilidad del sistema el mismo será más o menos abierto.

Adaptabilidad: es la propiedad que tiene un sistema de “aprender” y modificar un proceso,


un estado o una característica de acuerdo a las modificaciones que sufre el contexto. Esto
se logra a través de un mecanismo de adaptación que permita responder a los cambios
internos y externos a través del tiempo. Para que un sistema pueda ser adaptable debe
tener un fluido intercambio con el medio en el que se desarrolla.

El sistema dinámico está caracterizado por: un estado y una dinámica. El primero


representa las variables que lo caracterizan y el segundo es una regla que describe la forma
en que el estado evoluciona, por ejemplo con el tiempo, para lo cual es posible utilizar una
construcción en un espacio matemático llamado de fases.
El espacio de estados es el rango de valores que pueden adquirir las diferentes variables
del sistema (espacio abstracto donde se pueden representar todas las variables de un
sistema complejo con todas las posibles combinaciones de valores). Si el sistema se
describe con dos variables, el espacio de estados tendrá dos dimensiones, será un plano,
y los cambios se representarán como curvas en ese espacio. Esta curva será la trayectoria
del sistema y el seguimiento de ésta dará la evolución del sistema.

El espacio fase es el rango de valores que pueden adquirir las diferentes variables del
sistema en torno a determinados atractores. El espacio de fases será la representación del
comportamiento del sistema dinámico en el espacio de estados (por ejemplo en un
momento dado). Dentro del espacio de fases se producirá una relación entre los diferentes
componentes que se denominará relación de fases. Las dimensiones del espacio
aumentarán de forma proporcional al número de variables que se escojan para definir el
sistema. La transición o espacio de transición es el espacio de estados entre dos espacios
de fases.

El atractor incluirá los estados del sistema hacia los que tiende, y representará el
comportamiento de un sistema en equilibrio dinámico, después de que hayan desaparecido
las transiciones. Es el conjunto al que el sistema evoluciona después de un tiempo
suficientemente largo. Un sistema estable tiende a lo largo del tiempo a un punto, u órbita,
según su dimensión (atractor o sumidero). Un sistema inestable se escapa de los atractores.
Y un sistema caótico manifiesta los dos comportamientos. Por un lado, existe un atractor
por el que el sistema se ve atraído, pero a la vez, hay "fuerzas" que lo alejan de éste. De
esa manera, el sistema permanece confinado en una zona de su espacio de estados, pero
sin tender a un atractor fijo. Los atractores pueden ser de diferentes formas puntual, de ciclo
límite, dinámicos, caóticos. Los atractores pueden tener diferentes grados de estabilidad e
inestabilidad. La distribución de los atractores será única para cada sistema, y una pequeña
diferencia, debido a la nolinealidad, puede provocar un proceso completamente diferente
en un sistema o en otro.

La zona en la cual cualquier estado inicial evolucionará hacia el atractor es denominada


la cuenca del atractor. Generalmente, en el espacio de fases de cualquier sistema, hay
más de un atractor. También puede haber puntos o ciclos límite que produzcan el efecto
contrario de los atractores, y serán denominados repelentes.

En los sistemas con atractores caóticos, cualquier pequeño error en la medida de la posición
del sistema en un momento determinado conducirá a una total ignorancia de la posición de
la trayectoria en momentos posteriores. Un ejemplo gráfico sería el arrojar una piedra por
un barranco abajo. La infinidad de variables que influirán en la trayectoria de la piedra nos
llevará a la total ignorancia de su posición final, a pesar de que su movimiento esté
determinado por las clásicas leyes de la física. Un milímetro de diferencia en la posición
inicial podrá hacer, por ejemplo, que no toque otra piedra que está 10 cm más abajo, lo que
producirá un cambio radical en su trayectoria.

La autoorganización. La organización es uno de los conceptos centrales de la teoría


sistémica que permite describir un sistema complejo. Da cuenta a la vez de los
comportamientos de cada uno de los niveles del sistema y de la articulación entre esos
niveles, sin separarlos. La organización sistémica se refiere al patrón de relaciones que
definen los estados posibles (variabilidad) para un sistema determinado. La capacidad de
auto-organización es la capacidad de un sistema de intervenir para modificar sus propios
mecanismos o comportamientos internos, por su propiedad de auto-organización no son
totalmente previsibles. Los sistemas vivos poseerán múltiples atractores en todos los
niveles de análisis, y todos estarán inmersos en el denominado proceso de
autoorganización.

La autoorganización puede definirse como la formación espontánea de patrones y el cambio


de patrones que se produce en los sistemas abiertos cuando operan lejos del equilibrio
(Kelso, 2000). Para que se dé dicha autoorganización será necesario un flujo constante de
materia y energía a través del sistema, y que éste no esté en equilibrio para que puedan
emerger nuevas estructuras. Así, los sistemas reciben la energía del exterior, pero las
inestabilidades y saltos a nuevas formas de organización son el resultado de fluctuaciones
internas, amplificadas por bucles de realimentación positiva. Debido a esta propiedad, se
dice que los sistemas abiertos son estructuras disipativas (abiertas estructuralmente, ya
que se relacionan con los flujos de materia y energía, pero cerrados organizativamente, ya
que se autoorganizan, su orden y comportamiento no están impuestos desde el exterior).
Las estructuras disipativas se mantienen en un estado lejos del equilibrio, y pueden
desarrollarse hacia formas de complejidad crecientes debido a su comportamiento como un
todo y a los bucles de retroalimentación.

La autoorganización y sus consecuentes patrones emergentes estarán caracterizados por


las variables colectivas del sistema, denominadas en física los parámetros de
orden (Kelso, 2000). En la sinergética, estos parámetros se crean por la cooperación entre
las partes individuales del sistema, y a su vez, gobernarán o condicionarán el
comportamiento de estas partes (causalidad circular). Este comportamiento será una forma
especial de causalidad circular, pero dificil de definir mediante los conceptos clásicos de
feedback, input y output, debido a la multitud de partes que interactúan y a las interacciones
no lineales que se producen. Las variables colectivas definirán las relaciones estables y
reproducibles entre los componentes interactuantes de un sistema, y pueden ser
identificadas con facilidad cerca de las transiciones o bifurcaciones.

Los parámetros de control: para analizar el comportamiento del sistema, necesitaremos


conocer los parámetros de control, que pueden ser relativamente independientes o
interactivos. Es posible aprender a dirigir un sistema no en forma directa, sino utilizando sus
facultades de autoorganización y con el ajuste de criterios adecuados de control.

Fluctuaciones: cerca de los puntos críticos se producirán fluctuaciones que anticiparán el


cambio. Estas fluctuaciones probarán el sistema y darán la oportunidad de descubrir nuevos
patrones de organización, por lo que las fluctuaciones tendrán un rol tanto práctico como
conceptual en la dinámica de la coordinación. No se pasa instantáneamente del desorden
total al orden, sino que se pasará por un periodo de gran variabilidad. Una consecuencia
de esta interpretación de la dinámica de los sistemas es la importancia de la estabilidad, y
se puede medir calculando la magnitud de las fluctuaciones. Las fluctuaciones, nos pueden
indicar la proximidad de una bifurcación. Ciertos errores en un proceso de producción
pueden ser considerados como fluctuaciones necesarias para la optimización del proceso.
La variación de los estímulos podrá provocar que se recorran otros puntos del espacio fase
y que se realicen "errores", que en realidad serán fluctuaciones que pueden llevar al
descubrimiento de la solución óptima por el propio sistema. El concepto de fluctuaciones
lleva a otro fundamental en el estudio del movimiento, la variabilidad.

Los cambios cualitativos se producirán por una inestabilidad, y se denominarán transiciones


fase en estados de no equilibrio o bifurcaciones. En estos puntos de inestabilidad el
comportamiento será impredecible, y podrán surgir espontáneamente nuevas estructuras
de orden y complejidad creciente.

La variabilidad será una medida de la estabilidad de un atractor, así como la resistencia a


las perturbaciones. Pero ello no significa que la variabilidad no sea deseable, ya que el paso
por inestabilidades permitirá evolucionar hacia nuevos estados.

La inestabilidad está íntimamente relacionada con la flexibilidad del sistema. Otra medida
de la estabilidad será el tiempo de relajación. Si el sistema se aleja de su estado atractor
o punto estacionario por una perturbación, el tiempo que tardará en retornar a ese punto
será bastante dependiente de la medida de la perturbación, pero muy dependiente de la
estabilidad del atractor. Si aplicamos una fuerza a un péndulo que se encuentra en una
posición de equilibrio, volverá a su estado atractor, pero el tiempo que tarde dependerá de
la magnitud de la fuerza aplicada y de las características del péndulo y de su entorno.
Cuanto más pequeño sea el tiempo de relajación más estable será el atractor.

La dinámica intrínseca será la tendencia espontánea de coordinación del sistema en el


inicio del un proceso productivo, y la dinámica de la tarea será la influencia específica de
la tarea, intención o la información del medio. Se establecerá así un proceso de
cooperación-oposición entre ambas. Dada una tarea, la dinámica intrínseca estará presente
en ausencia de requerimientos específicos definidos por el medio, la memoria o la intención.
La dinámica intrínseca dependerá de la historia previa del sistema y tiene como
consecuencia directa la necesidad de individualizar el sistema particular a la hora de
estudiarlos. Cada sistema tendrá una historia única, por lo que su estado inicial será
siempre diferente al de cualquier otro, y los patrones o modelos que se generen serán
también siempre únicos.

Histéresis, cuando un parámetro cambia de dirección y el comportamiento se queda tal y


como está, retrocediendo el retorno a un estado previo, de forma que muchos estados de
comportamiento pueden coexistir para un mismo valor de parámetro. Por ejemplo cambio
en la velocidad de una cinta de correr a caminar o de caminar a correr se da a diferentes
velocidades dependiendo de cual estado se parta.

Tipos de sistemas

Un sistema real es una cosa (entidad concreta) compleja cuyos componentes (elementos)
se relacionan (interaccionan mutuamente) con al menos algún otro componente y posee
propiedades que no poseen sus componentes. Los sistemas reales al ser cosas (objetos
concretos), poseen las propiedades de las cosas, como ocupar un lugar en el tiempo y el
espacio, tener energía e intercambiarla, tener historia, entre otras.

Sistema abstracto (ideal y modelos), es una construcción simbólica, compuestos por


conceptos, planes, hipótesis e ideas. Muchas veces solo existen en el pensamiento de las
personas.

Un sistema abierto es aquel que tiene algún intercambio de materia entre él y su entorno
a través de su frontera; de lo contrario, el sistema sería cerrado. Un sistema abierto es un
sistema que recibe flujos (energía y materia) de su entorno. Los sistemas abiertos, por el
hecho de recibir energía, pueden realizar el trabajo de mantener sus propias estructuras e
incluso incrementar su contenido de información. Existe una tendencia general de los
eventos en la naturaleza física en dirección a un estado de máximo desorden. Los sistemas
abiertos evitan el aumento de la entropía y pueden desarrollarse en dirección a un estado
de creciente orden y organización (entropía negativa). Los sistemas abiertos restauran su
propia energía y reparan pérdidas en su propia organización.

Sistema autopoiético, es un sistema que posee la organización necesaria para controlar


su propio desarrollo, asegurando la continuidad de su composición y estructura
(homeostasis) y la de los flujos y transformaciones con que funciona (homeorresis),
mientras las perturbaciones producidas desde su entorno no superen cierto grado (Varela,
1992). Hay diferentes posiciones en si los sistemas sociales pueden ser considerados o no
como autopoiéticos, Varela (1979, 1981) sostienen que la autopoiesis debe ser limitado al
espacio biológica, más allá del cual sólo un uso metafórica esaceptable, en tanto que
Maturana y Luhmann aplicaron el concepto de autopoiesis a los sistemas sociales. Algunos
autores (como Foladori y Tommasino 1999) plantean que un sistema de producción aislado
(un predio) no es autopoiético, en tanto si lo es el sistema capitalista, como modo de
producción.

Sistemas cibernéticos son aquellos que disponen de dispositivos internos de


autocomando (autorregulación) que reaccionan ante informaciones de cambios en el
ambiente, elaborando respuestas variables que contribuyen al cumplimiento de los fines
instalados en el sistema (retroalimentación, homeorrosis).

Sistemas caóticos, son sistemas dinámicos no lineales muy sensibles a las variaciones
en las condiciones iniciales. Pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales pueden
implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro; complicando la predicción a largo
plazo.

Un sistema dinámico cambia a través del tiempo, es histórico. Se pueden distinguir entre
sistemas dinámicos lineales y sistemas dinámicos no lineales. Los sistemas no
lineales son mucho más difíciles de analizar y a menudo exhiben un fenómeno conocido
como caos. Su comportamiento no es expresable como la suma de los comportamientos
de sus descriptores. La dinámica no lineal puede implicar que una misma causa pueda
tener diferentes efectos, diferentes causas un mismo efecto o un efecto pueda actuar sobre
su causa.
BIBLIOGRAFÍA
• Gliessman, S. R. 1998. Agroecología: procesos ecológicos en agricultura sostenible,
CATIE, 2002. 359 p. Título original: Agroecology: ecological processes in sustainable
agriculture .
• Hecht, S. La evolución del pensamiento agroecológico. 1999. IN: AGROECOLOGIA.
Bases científicas para una agricultura sustentable. Altieri, M. 1999. 338p.
• Spedding, C. R. W. 1975. The Biology of Agricultural Systems . London: Academic Press
• Altieri, 1999. Agroecología: Bases científicas para una agricultura sustentable
• Escudero, G. 1998. La visión y misión de la agricultura en el año 2020: hacia un enfoque
que valorice la agricultura y el medio rural. En: Reca, L. y Echevarría, R. (Eds.).
Agricultura, medio ambiente y pobreza rural en América Latina. IFPRI-BID, Washington.
pp 21-54 .
• Hecht, S. 1999. La evolución del pensamiento agroecológico. 1999. IN:
AGROECOLOGIA. Bases científicas para una agricultura sustentable. Altieri, M. 1999.
338p
• Marshall, E.; Bonneviale, J.R.; Francfort, I. 1994. Functionnement et diagnostic global de
l´explotation agricole. ENESAD-SED. Dijon, Francia. 173 p
• Mazoyer, M. 1993. Pour des projets agricoles légitimes et efficaces: Théorie et méthode
d’analyse des systèmes agraires, En: Réforme agraire. Revista FAO. Pp 5-17
• Rodrigues, A.; Tommasino, H.; Foladori, G.; Gregorczuc A. 2003. ¿Es correcto pensar la
sustentabilidad a nivel local? Un análisis metodológico a partir del estudio de caso en un
área de protección ambiental en el litoral sur de Brasil. Revista Theomai, No 7.
• Varela, F. J. 1992. Autopoiesis and a Biology of intentionality. McMullin, B. y Murphy, N.
(eds.) Autopoiesis & Perception. pp.1 -14. Una traducción en español de este artículo
puede verse en Autopoiesis y una Biología de la Intencionalidad.
• Foladori, G.; Tommasino H. 1999. Los sistemas de producción en el marco del desarrollo
del capitalismo en la agricultura. Seminario Sistemas de Produção, Conceitos,
Metodologia e Práticas. Universidade Federal do Paraná. Curitiba, Brasil.
• León Sicard, T. 2009. Agroecología: desafíos de una ciencia ambiental en construcción.
En: Altieri (editor.) 2009. Vertientes del pensamiento agroecológico: fundamentos y
aplicaciones. Sociedad Cientifica Latinoamericana de Agroecología (SOCLA), Medellín,
Colombia. (ver)

ANEXO

Cualquier concepto de un sistema agrícola debe incluir por lo menos lo siguiente


(Spedding 1975):

Propósito: Por qué el sistema debe ser establecido.


Delimitación: Dónde empieza y termina el sistema.
Contexto: El ambiente externo en el que funciona el sistema.
Componentes: Los principales constituyentes que forman el sistema.
Interacciones: Las relaciones entre los componentes.
Insumos: recursos externos usados para el funcionamiento del sistema.
Recursos: Componentes que están dentro del sistema y que son usados en su
funcionamiento.Productos finales: Los principales productos deseados.
Subproductos: Productos útiles pero incidentales.

Spedding, C. R. W. 1975. The Biology of Agricultural Systems . London: Academic Press

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