¿En quién podemos confiar?

La historia de la humanidad es la historia de la moral. Desde siempre, los seres

humanos han hecho actos buenos y actos malos. Cuando un individuo ejecuta una
buena acción puede, desde su interior, preguntarse si lo que ha hecho es bueno o
es malo, pero quien ejecuta una mala acción inconscientemente, puede también
considerar que el acto que ha realizado es bueno porque se adapta a las
costumbres del resto de la sociedad donde se desenvuelve.

Así cuando en tiempos remotos se ofrecían sacrificios, asesinando a personas

inocentes para alabanzas divinas, los crímenes eran aplaudidos y considerados, por
la mayoría de los individuos, como algo normal dentro de las reglas de la tradición
y las costumbres del pueblo. Otra cosa era la necesidad de matar para defenderse
de las invasiones de ejércitos, que asesinaban o quemaban poblados enteros con
el propósito de obtener beneficios a expensas de los demás.

La Moral se convirtió así en un conjunto de normas, o reglas impuestas por la clase

social dominante, transmitidas como costumbre, de generación en generación,
entre la misma clase social dominada. Pero la Moral ha cambiado según los modos
de producción de la sociedad. La clase social que ha dominado sobre los medios
de producción, como fuente de vida para el sustento social, ha impuesto su moral y
ha logrado que la clase dominada, con su carga de necesidades, piense y actúe
según los deseos de la clase social que los domina.

Como punto de partida tomamos en cuenta el tema de las cartillas morales que se
han dado en nuestro país, de tal modo que indagaremos sobre el comportamiento
de cada una. Si bien la cartilla moral de Alfonso Reyes es una joya, debemos de
tomar en cuenta varios factores los cuales son de vital importancia para entender
mejor el tema, siempre se toman en cuenta referencias de la vida real o hechos que
representen algún caso moral lo cual nos lleva a tomar un punto de vista más
objetivo acerca de este documento también podemos encontrar diferentes puntos
filosóficos que han sido tomados desde la antigüedad pero que no se tomaban tanto
en cuenta, por otra parte la cartilla moral que nos entrega el presidente Andrés
Manuel López Obrador tiene varios puntos vacíos al no tomar tan en cuenta varios
temas o solamente resaltar lo más importante esto conlleva a que podamos mal
interpretar la situación de lo previamente leído.

Muchos enredos se han tejido sobre este tema, y los explotadores lo han
presentado, más confuso aún, al imprimirle un origen religioso. Descifrar la moral
de los diferentes pueblos, a través de la historia, solo es posible con la ciencia
que estudia la Moral conocida como Ética, y los estudia como actos, buenos o
malos, del comportamiento humano según la costumbre, transmitidos en el tiempo,
de generación en generación a través de los diferentes sistemas sociales.

Al tomar como referencia estas dos cartillas morales podemos ver que radican en
una sola cosa y es que ninguno de nosotros está exento de tomar una buena o
mala decisión, a que me refiero con esto a que Juan Manuel López Obrador trata
de incitar al pueblo con héroes de la nación, pero deja de lado la naturaleza lo que
también nos conforma, las formas esenciales de la vida que influyen en nuestra
vida día a día, tendrá puntos por tomar las riendas contra el crimen organizado,
pero no he visto nada significativo por mejorar el medio ambiente de nuestra
nación, la ciudad de México está bajo las penumbras de la contaminación y veo
más youtubers o bloguers hablando de ello que el presidente.

Las cartillas morales deben de representar lo que somos como mexicanos lo que
nos hace mexicanos, y eso conlleva estar unidos, crear una mejor e innovadora
nación, pero al final esta solo es la opinión de una persona por el momento,
porque nosotros como personas somos el futuro de México y seremos mejores
ante cualquier adversidad.