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Petardo: El perro que acompañó la lucha

potosina
Petardo caminó durante 11 días junto al Comité Cívico Potosinista (Comcipo) hacia la ciudad de La Paz en
busca de la respuesta a 26 demandas de su pliego regional. El perro que no tiene dueño y nadie sabe
exactamente cómo o porqué siguió la marcha, se convirtió en la mascota de todos los potosinos que lo cuidan
en el coliseo de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

El canino mestizo de pelaje negro y café es quien encabezó las marchas por las calles de la ciudad de La Paz
y poco a poco se fue ganando el cariño de todos los manifestantes que lo acogieron en el coliseo de la UMSA,
donde le dan comida y un lugar para dormir. Al principio lo llamaban Lucho, pero luego se ganó el nombre de
"Petardo" porque cuando escuchaba uno, en lugar de asustarse como normalmente lo hacen los perros,
saltaba e iba delante de la marcha.

A Petardo le gusta ir de un lugar a otro, los acompaña en las marchas en los enfrentamientos y también se va,
pero siempre vuelve moviendo la cola al Coliseo a "visitar" a los marchistas y los potosinos aprovechan para
darle cariño y comida. "Allá la gente en Potosí lo están esperando al Petardo más que a nosotros, ya se ha
vuelto famoso", dijo a ANF Luis Alvarado, estudiante de la Universidad Tomás Frías.

En el primer enfrentamiento entre la Policía con Comcipo, Petardo ladraba a los verde olivo y no tenía miedo
de los gases lacrimógenos, ni al gran Neptuno que lo hizo volar unos metros por la presión del agua, pero
seguía ladrando junto a los marchistas.

"Es un potosino más", expresó Enrique Téllez, uno de los manifestantes quien siente un gran cariño por el
canino y expresó que más allá de ser una mascota, se ha convertido en un símbolo del sentimiento de
reivindicación de todos los potosinos.

En el enfrentamiento del 12 de julio, uno de los mineros tiró una dinamita y el perro creyó que estaban
jugando y agarró la dinamita prendida. Todos los marchistas lo llamaban para que deje el artefacto pero "por
suerte" la mecha se desprendió de la dinamita y no explotó. Después de ese acontecimiento querían dejarlo
en el Coliseo, pero Petardo llegaba hasta el lugar de los enfrentamientos.

"El petardo se nos ha salvado de la muerte, ahora lo cuidamos más porque es muy travieso", manifestó
Alvarado. De igual manera, en la gasificación en la puerta del Ministerio de Gobierno a los manifestantes,
Petardo corrió sin rumbo ante el ambiente convulsionado y se perdió. Los manifestantes lo buscaron en la
tarde y en la noche.

Téllez contó que un grupo de potosinos lo encontró en la plaza San Francisco y lo llevó al Coliseo. Después
de estos sucesos, los movilizados decidieron ponerle un collar rojo a Petardo con un hueso en el que está
grabado su nombre y atrás el teléfono de Alvarado por si se extravía nuevamente.

A pesar que el canino no tiene un hogar, hay varios postulantes que quieren adoptarlo en su ahogar, entre
ellos Alvarado. Otros quieren que se quede en la Universidad Tomás Frías e incluso los paceños quieren
acogerlo, pero "si o si" se va a Potosí. El perro ya es famoso, es un símbolo de la marcha y el ímpetu con el
que todos los marchistas llegaron a la ciudad de La Paz.

Crearon su propia página en el Facebook con el nombre Petardo: Potosino y federalista en la que hay una
serie de fotografías del canino en medio de los conflictos, y ya tiene 1.993 seguidores. Todos los
manifestantes le transmiten su cariño a Petardo, y concuerdan que más allá de ser una mascota, es un
potosino más que lucha por su gente.

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