PODER EN EL NOMBRE DEL HIJO DE DIOS

(2ª Parte).

(San Mateo 8:1-4).

INTRODUCCION.

En la lección anterior, vimos que Dios cuando hace su obra de salvación

para nosotros que estábamos ajenos al reino de Dios, el mismo le da un
nombre para identificarla y que ese nombre describe de manera completa
su propósito de salvación; vimos que Dios anuncia la venida de su Hijo EL
Mesías, y le da el primer nombre Emanuel, luego cuando ya se cumple el
tiempo del nacimiento le avisa a José en revelación por sueños que debe
llamarlo Jesús, y vimos que su nombre completo es Emanuel Jesús, Dios
con nosotros Salvándonos, luego no estamos solos Dios mismo descendió
de los cielos para salvarnos.

Antes de continuar con este apasionante tema es necesario que veamos

una de las implicaciones importantes del poder que hay en el nombre del
Hijo de Dios, una característica importante del evangelio es esta (San
Mateo 13:54), aun cuando la gente que conoció a Jesús, los de su pueblo
natal y vieron el mover de su ministerio, la contundencia de su
predicación y la gloria de Dios que lo sostenía, aun se cuestionaron de
esta manera ¿ De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros? Ya que
nuestro evangelio se oye y se ve; por esto es que cuando Pedro negó a
Jesús, él tuvo que maldecir ya que no podía ocultar la obra que Jesús hizo
en su vida, sus palabras lo delataban y su comportamiento; nosotros no
podemos negar lo que Dios hizo en nosotros, su evangelio se oye y se ve
en todo lo que hacemos; aunque nosotros callemos Dios es eterno y su
creación misma habla de quién es Él y lo que hizo por nosotros, por esto
defínete ya que Dios te tocó y no podrás ocultar por mucho tiempo lo que
eres y lo que Dios hizo por ti al dar a su Hijo en sacrificio por tu salvación.
¿Siguiendo a Emanuel Jesús?

San Mateo 8:1.

Al terminar Jesús el sermón del monte, descendió y la gente lo seguía;

hasta este momento no pasa nada extraordinario, la multitud que le
seguía no estaba aprendiendo nada, no estaban recibiendo nada según lo
que narra este versículo, como ven podemos estar en esta condición a lo
larga de nuestra vida, como seguidores solamente y acostumbrarnos a
solo oír, a solo asistir el día domingo al culto y quedarnos es esta zona de
confort, y lo más triste es ver que la vida se nos puede ir y nunca vimos la
otra cara de la moneda del evangelio; a que ya cara que nos muestra el
siguiente actor en esta historia, les hablo de un leproso que a pesar de la
condición en al que se encontraba tomó la mejor decisión que jamás pudo
tomar, no le importó en ese momento lo que la gente opinara, lo que tú le
hubieses dicho o aún la oposición que le colocáramos, ya que estaba
convencido de los que tenía en su corazón, ¿qué fue lo que impulsó a este
leproso a hacer lo que hizo?, te adelanto la siguiente clave (San Mateo
12:34, la segunda parte de este versículo); de manera que escuchemos la
historia.

San Mateo 8:2.

“Y he aquí vino un leproso y se postró ante Él, diciendo: Señor, si quieres,

puedes limpiarme.”

Nótese la sorpresa que expresa el escritor “ Y he aquí” ; cuando todos

estaban en su zona de confort siguiendo a Jesús y se movían, vino este y
de la nada detiene el caminar de Jesús y de toda la muchedumbre, y se
postra, nótese él hizo un alto en su camino y detiene a Jesús el hijo de
Dios, así de esta forma tenemos que detenerlo postrándonos ante Él ;
pero eso no fue suficiente lo más impactante es lo que sigue... le dice:
“Señor”, recuerde que en ese tiempo esta palabra tenía una connotación
de sumisión ya que una persona cuando la usaba era para referirse a su
amo, aquel que lo compró como esclavo, este hombre le dice a Jesús tú
eres el dueño de mi vida (significado de Señor en ese tiempo) y como tal
le dice:” Si quieres, puedes Limpiarme”. Aquí requiero de toda su atención
ya que veremos a continuación la revelación que tiene este simple
leproso.

¿Por qué Dios coloca dos nombres a Jesús? ¿por qué no un solo
nombre?

Nuestra salvación según Dios no fue nada fácil, Dios Padre no podía
simplemente perdonarnos y ya; si Él lo hubiese hecho así nosotros no le
creeríamos, y Él sería llamado alcahuete, Él tenía que cumplir su palabra,
él que peca tiene que morir. Por esta razón en Proverbios 16:6, Dios nos
muestra que la salvación del Hombre no se puede tener solo con la
verdad, es necesaria la misericordia; de esta manera tampoco se puede
salvar el hombre solo con misericordia. La misericordia y verdad son la
fórmula perfecta de salvación de nuestra alma, como la sal es para la vida
de nuestro cuerpo, la soda caustica y el ácido muriático, son por separado
dos venenos para nuestro cuerpo, pero cuando se unen forman la sal que
requerimos en nuestra vida, así podemos decir que la misericordia y
verdad son la sal espiritual que nos ha dado salvación y vida eterna, ahora
aplicado al carácter de Emanuel Jesús podemos ver que Dios con nosotros
hace parte del poder de Dios en Jesús, luego el nombre Emanuel puede
traducir el poder de Dios en nosotros y Jesús la misericordia de Dios por
nosotros, ya que Jesús significa Salvador. Ahora mire esto se imagina
usted en vacaciones en la playa y que cuando usted ingresa al mar y
empieza a nadar se siente pleno y en ese momento preciso le da un
calambre en su pierna y cuando está en esa angustia usted grita auxilio y
que en ese momento le contesta el salvavidas yo quiero salvarlo pero no
sé nadar.... Se imagina. Esto fue lo que el leproso le dijo a Jesús: yo sé
quién eres, yo conozco tu nombre tu eres Jesús (el que quiere) y también
eres Emanuel (el que puede). Jesús este nombre habla de la misericordia
de Dios y Emanuel habla del poder de Dios. Ahora veremos lo siguiente.
¿Cuál fue la respuesta de Jesús?

San Mateo 8:3

Entonces “Jesús extendió la mano y le tocó...” Aquí vemos su esencia Jesús

es misericordioso en ese tiempo esto era catalogado como abominación
ya que Jesús estaba tocando aún inmundo, y por la ley esto era no
permitido para el pueblo de Israel pero recuerde que Jesús también es
Emanuel, por esto lo toca ya que él si podía hacerlo limpio al tocarlo;
ahora lo fenomenal, es que “...diciendo: Quiero, sé limpio.” Jesús le dijo si
eres veraz en lo que dices soy yo, y porque te amo quiero y puedo
limpiarte. De modo que vemos como no solo Dios dice que su hijo se llama
Emanuel Jesús, sino que además lo confirma dando respaldo en cada
milagro que Jesús realiza en nosotros; por esto Jesús dijo: San Juan 17:6.

Note San Mateo 8:4.

Ahora no lo digas a nadie, sino ve y muéstrate al sacerdote y presenta la

ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos. En pocas palabras
testifica al sacerdote que el Mesías ha llegado y ya está obrando entre
nosotros, dile que el tiempo se cumplió y que yo estoy aquí.

Porque si le fue revelado a un leproso el nombre del hijo de Dios cuanto

más no debería conocerlo un sacerdote, un escriba y un doctor de la ley.

Por esto ¿cómo se llama tu salvador? ¿Quién dices tú que es el Hijo De

Dios? Ahora entiendes porque no puedes predicar solo la verdad de que el
que peca morirá, también debes decirle que aún hay oportunidad de
arrepentirse, Jeremías 8:4. Y tampoco puedes decirle que sus pecados le
son perdonados, Proverbios 28:13 y Romanos 10:10, ya que para que el
Espíritu Santo de Dios nos convenza de pecado solo se logra por medio
del conocimiento de la verdad, la ley es verdad pero el evangelio
perfeccionó la ley, ya que unió en una persona la verdad y la
misericordia, para que alcanzando el perdón de pecados obtuviésemos
vida eterna San Juan 1:12-13.
Teniendo claro esto podemos celebrar como nos enseña el libro de
Hebreos.

Y por último Hebreos 13:15.

Gracias doy a Dios por permitirnos conocer más de su gloria y de su

corazón, espero sea de mucha bendición esta enseñanza. En lo que puedas
compártela.

Cordialmente.

JAIRO HURTADO

Hermano en Cristo Iglesia Weslleyana Torre Fuerte.

En el año de la cosecha.