Sie sind auf Seite 1von 2

“SI QUIERES MEJORAR EL MUNDO, FORTALECE TU

EDUCACIÓN AMIENTAL”
La educación en ecoeficiencia es una estrategia de cambio cultural para reforzar
los procesos de la educación ambiental en el marco del desarrollo sostenible.
Agrega valor a las instituciones educativas vía temas, estrategias e instrumentos
para cultivar en la comunidad educativa valores, conocimientos, sensibilidades,
actitudes y prácticas cotidianas para vivir de modo sostenible. En otros términos,
desarrolla competencias para construir sociedades sostenibles. En este proceso
orienta a las instituciones educativas hacia un desempeño organizacional
respetuoso o armonioso con el ambiente a través del control de los impactos
ambientales significativos de su servicio educativo.
Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin embargo,
la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio ambiente,
además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico, aparece
con entidad suficiente como para constituirse en finalidad y objeto de la
educación. De esta forma, aunque sus raíces son antiguas, la educación
ambiental, como la entendemos hoy en día, es un concepto relativamente nuevo
que pasa a un primer plano a finales de los años sesenta.
Estos planteamientos alcanzan rápidamente un reconocimiento institucional. Así
por ejemplo, en el ámbito internacional, ha sido la Organización de las Naciones
Unidas, a través de sus organismos (UNESCO y PNUMA fundamentalmente), la
principal impulsora de estudios y programas relativos a la educación ambiental.
Sin embargo, no podemos reducir este proceso de desarrollo a su vertiente
institucional. Es preciso reconocer el esfuerzo de innumerables entidades,
organizaciones de carácter no gubernamental y educadores que han contribuido,
a veces de forma anónima, no sólo a la conceptualización de la educación
ambiental sino, sobre todo, a su puesta en práctica.
Un propósito fundamental de la educación ambiental es lograr que tanto los
individuos como las colectividades comprendan la naturaleza compleja del medio
ambiente (resultante de la interacción de sus diferentes aspectos: físicos,
biológicos, sociales, culturales, económicos, etc.) y adquieran los conocimientos,
los valores y las habilidades prácticas para participar responsable y eficazmente
en la prevención y solución de los problemas ambientales y en la gestión de la
calidad del medio ambiente.
La educación ambiental resulta clave para comprender las relaciones existentes
entre los sistemas naturales y sociales, así como para conseguir una percepción
más clara de la importancia de los factores socioculturales en la génesis de los
problemas ambientales. En esta línea, debe impulsar la adquisición de la
conciencia, los valores y los comportamientos que favorezcan la participación
efectiva de la población en el proceso de toma de decisiones. La educación
ambiental así entendida puede y debe ser un factor estratégico que incida en el
modelo de desarrollo establecido para reorientarlo hacia la sostenibilidad y la
equidad.
Por lo tanto, la educación ambiental, más que limitarse a un aspecto concreto
del proceso educativo, debe convertirse en una base privilegiada para elaborar
un nuevo estilo de vida. Ha de ser una práctica educativa abierta a la vida social
para que los miembros de la sociedad participen, según sus posibilidades, en la
tarea compleja y solidaria de mejorar las relaciones entre la humanidad y su
medio. La educación ambiental es necesaria como formadora de personas frente
a su entorno socioambiental. Los educadores tienen la responsabilidad de cuidar
el único planeta que tenemos, frágil frente a la ambición de los modelos liberales
en la que solo unos cuantos son dueños de los centros de producción y
controladores de los recursos, inmersos en la lógica del consumo. La educación
debe promover la acción y participación crítica frente a la problemática ambiental,
social, espiritual, política y económica que estamos arrastrando.
Por lo tanto la educación ambiental será un factor importante para poder salvar
al mundo de la crisis que está pasando así que debemos tomar conciencia de
las decisiones que tomamos para que no nos perjudiquemos, La educación tiene
que iniciarse lo más pronto posible ya que de esta manera, si los niños son
capaces de identificar y solucionar problemas ambientales en edad temprana,
podrán continuar con ello en la edad adulta y ser capaces de tomar una decisión,
dando posibles respuestas a la problemática que tenemos en la actualidad.
Además, es imprescindible que los niños se sensibilicen con el medio y cojan
hábitos sostenibles ya que el concepto de Desarrollo Sostenible les afecta a ellos
y tendrán que ser capaces de racionalizar sus recursos para no comprometer los
de futuras generaciones.
Si pensamos bien en esta palabras, no podemos más que concluir que la
educación ambiental es algo que todos debemos tener garantizado desde
nuestros primeros años de vida si en realidad buscamos ser mejores personas y
tener mejores ciudades. Pero si pensamos en el caso concreto de la Ciudad de
México, donde los problemas y retos ambientales cada vez son más serios y
delicados, entonces, veremos la necesidad tan grande de que los capitalinos
cuenten con este derecho plasmado en su Constitución.

Das könnte Ihnen auch gefallen