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MISA 15 AÑOS

PAULA ANDREA PATIÑO GIRALDO

MONICIÓN DE ENTRADA

La Iglesia te da la bienvenida y se junta con tus padres y amigos para


celebrar contigo la misa de tus quince años. Esta celebración debe ser una
acción de gracias por haber recibido la vida, así como una aceptación de los
deberes que la vida lleva consigo, cuando la vives según el amor y los
mandamientos de Dios.

Vivir quiere decir crecer, y crecer quiere decir madurar. Una persona madura
es la que es capaz de tomar decisiones y hacer compromisos y ser fiel a
ellos, aunque llegue a ser difícil cumplirlos. En este espíritu de fe, entonces,
vamos a ponernos en la presencia de Dios, para reflexionar en la necesidad
que tenemos de la misericordia divina y pedir perdón a Dios por nuestros
pecados.

Monición de Primera Lectura

En la primera lectura del libro de Eclesiastés, el escritor sagrado recuerda


al joven la importancia de mantenerse en los caminos del Señor, pues sólo
viviendo en la presencia del Señor se puede tener una vida alegre.
Escuchemos.

Primera Lectura (Ecl. 11,7-9 y 12, 1-2)


Dulce es la luz y bueno para los ojos ver el sol. Si uno vive muchos años,
que se alegren en todos ellos, y ten en cuenta que los días de tinieblas
serán muchos, todo el porvenir es vanidad.

Alégrate, mozo, en tu juventud. Ten buen humor en tu juventud. Vete donde


te lleve tu corazón y a gusto de tus ojos; pero a sabiendas de que por todo
te juzgará el Señor.
Acuérdate del Señor en tu juventud, mientras no vengan los días malos y
se echan encima los años. Palabra de Dios
Salmo Responsorial

R/ Dios no te faltará
Alzo mis ojos a los montes: ¿De dónde vendrá mi auxilio?
Mi auxilio viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

R/ Dios no te faltará

No permitirá que tu pie tropiece,


¡No duerme tu guardián!
No duerme, ni reposa, el guardián de Israel.
Dios es tu guardián, es tu sombra,
Él está a tu derecha.

R/ Dios no te faltará

De día el sol no te hará daño,


Ni la luna de noche.
Te cuida Dios de todo mal, Él guarda tu alma;
Yahvé guarda las entradas y salidas, desde ahora y por siempre.

R/ Dios no te faltará

Monición del Evangelio

En el evangelio que escucharemos nos invita Jesús a no desaprovechar el


tiempo para entrar en contacto con el Señor, para ello debemos estar
preparados. En la juventud tenemos la oportunidad de ser prudentes o necios
como las vírgenes de la parábola. Escuchemos.
Lectura del Evangelio según san Mateo (Mt. 25,1-
13)

El Reino de los Cielos es semejante a diez vírgenes,


que, con su lámpara en mano, salieron al encuentro
del novio. Cinco eran necias y cinco eran
prudentes.
Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se
proveyeron de aceite; las prudentes en cambio
llevaron aceite. Como el novio se retardó, se
adormilaron y se durmieron. Pero a media noche se
oyó un grito: “¡Ya llegó el novio salgan a recibirlo!”.
Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y
arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las
prudentes: “Danos de su aceite, que nuestras
lámparas se apagan”. Pero las prudentes
replicaron: “¡No! No sea que no alcance para
nosotras y para ustedes, es mejor que vallan donde
los vendedores y lo compren”. Mientras iban a
comprarlo llegó el novio y las que estaban
preparadas entraron con él en el banquete de la
boda, y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron las otras vírgenes dijeron:
“¡Señor, Señor, ábrenos! ”Pero él respondió: “En
verdad les digo, no las conozco”. Velen, pues,
porque no saben ni el día ni la hora.
Palabra del Señor.
Renovación de las promesas bautismales

PAULA ANDREA Cuando eras una niña, tus padres y padrinos


te trajeron a las aguas bautismales para ser iniciada en la vida
nueva de nuestro Salvador, Jesucristo. En aquel momento
hicieron una profesión de fe en tu favor y en tu nombre, la
misma fe que ahora te trae ante este altar. Por lo tanto, la
Iglesia ahora te pide renovar y confirmar este mismo
compromiso de fe voluntariamente y con convicción.

Sacerdote: ¿Renuncias al pecado, para que puedas vivir en la


libertad de una hija de Dios?
Quinceañera: Sí, renuncio
Sacerdote: ¿Renuncias a las seducciones del mal, para que el
pecado no te esclavice?
Quinceañera: Sí, renuncio.
Sacerdote: Renuncias a Satanás, padre y autor del pecado?
Quinceañera: Sí, renuncio.
Sacerdote: ¿Crees en Dios Todopoderoso, creador del cielo y
de la tierra?
Quinceañera: Sí, creo.
Sacerdote: ¿Crees en Jesucristo, su único hijo, Señor nuestro,
que nació de la virgen María, padeció, fue sepultado, resucitó
de entre los muertos y está sentado a la derecha de Dios?
Quinceañera: Sí, creo.
Sacerdote: ¿Crees en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia
Católica, la Comunión de los Santos el perdón de los pecados y
la resurrección de los muertos y la vida perdurable?
Quinceañera: Sí, creo.
ORACIÓN DE LOS FIELES

Sacerdote: Encomendando nuestros cuidados y preocupaciones a Dios,


por medio de la persona de Cristo, al decir:

Te rogamos, Señor.

 Por nuestro Santo Padre, por nuestro arzobispo, y todos los que han
dedicado su vida al servicio del pueblo de Dios, para que sigan
fielmente su vocación, roguemos al Señor:
R.Te rogamos, Señor.
 Por las autoridades civiles para que cumplan con sus deberes con
justicia y compasión para el bien de todos, roguemos al Señor:
R.Te rogamos, Señor.
 Por PAULA ANDREA que celebra su cumpleaños hoy, para que siga
el camino de Jesús con alegría y generosidad, roguemos al Señor:
R.Te rogamos, Señor.
 Por los padres, los abuelitos y los padrinos de la quinceañera, para
que continúen gozando el fruto de su amor en sus hijos, roguemos al
Señor:
R.Te rogamos, Señor.
 Por los jóvenes, particularmente por los “compañeros de fe” de
PAULA ANDREA, para que tengan la fuerza necesaria de vivir según
sus principios cristianos, roguemos al Señor:
R.Te rogamos, Señor.
 Por los enfermos y los pobres de nuestra vereda, para que sientan el
amor de Dios por ellos a través de los que alivian sus necesidades,
roguemos al Señor:
R.Te rogamos, Señor.

oración:
"Dios, Fuente de todo don, acoge paternalmente las súplicas que
brotan de nuestro corazón de hijos, y por la intercesión de santa
María, la humilde Doncella de Nazaret, dígnate concedernos lo que
con fe te pedimos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
CONSAGRACION DE LA JOVEN

"Santísima Virgen María, doncella humilde


de Nazaret, a mi edad, acogías en tu seno
inmaculado al mismo Dios hecho hombre,
nuestro Señor Jesucristo.
Concédeme experimentar un gozo
semejante al tuyo cada vez que Lo reciba
como Pan del Cielo.
Por medio de ti a Él le consagro estos 15
años y todos los otros que quiera
regalarme.
Madre amorosa, hazme comprender que
sin Jesús nada tiene sentido y que sólo
unida a Él, seré plenamente feliz.
Virgen Madre, no me sueltes de tu mano
nunca; bendíceme a mí y a los que amo.
Amén".

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