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Entonación
Trabajamos voz cantada, interrogativa, exclamativa y enunciativa. Estos son algunos
ejemplos de ejercicios:
Contamos del 1 al 12 cantando y respiraremos cada 3 números (1, 2, 3 – 4, 5, 6, etc.).
Preguntamos los meses del año respirando cada tres (ENERO, FEBRERO, MARZO –
ABRIL, MAYO, JUNIO, etc.).
Repetiremos estas palabras de 3 en 3 parándonos a respirar y después las leeremos
(MADRE – PIÑA – FUENTE / MAGIA – PINTO – FUELLE / MALO – PISO – FUSTA).
Al igual que con las palabras repetiremos estas frases y después las leeremos parándonos
a respirar cuando haya una barra (/).
Los niños / están durmiendo.
Cuéntale un cuento / de princesas y dragones.
En Galicia/ puedes hartarte de marisco/ por muy poco/ dinero. Etc…
Deberemos hacer hincapié en la entonación exclamativa, para ello debemos ponernos en
el papel de actores, tomando aire por la nariz al principio y parando a respirar cada dos o
tres palabras exagerando el final.
Leemos frases de manera enunciativa y el paciente debe repetirlas con diferentes
entonaciones (enfado, alegría, sorpresa…)
Leemos poemas parándonos a respirar al final de cada línea dándole mucho énfasis.
Para poner en práctica todo lo aprendido realizamos el siguiente ejercicio: (El lunes es /
día uno – El lunes es / día uno/ el martes / es día dos).
Articulación
Es importante que el paciente tenga claro que cuanto más exagere la vocalización menos
tensará la zona escapular superior y el sonido será más fluido para ello podemos realizar:
Praxias de lengua labios y mandíbula delante del espejo.
Decimos palabras sin voz y los demás deberán adivinar la palabras para lo cual
deberemos vocalizar de manera exagerada, también podemos hacerlo con frases cortas.
Ritmo
Cogemos un metrónomo o un reloj en el que se oiga claramente el tic-tac. El paciente lo
sitúa en su oreja y deberá ir diciendo series automáticas de manera que siempre lleve el
mismo ritmo. Por ejemplo: Enero tac tac tac febrero tac tac tac marzo tac tac tac abril tac
tac tac…
Después le separamos del metrónomo o el reloj y el paciente deberá repetirlo con el
mismo ritmo.
Leemos frases donde las palabras están separadas por sílabas apoyándonos en cada una
y vocalizando mucho.
Lenguaje dirigido
Con estos ejercicios iremos incorporando todos los conceptos trabajados y explicados
anteriormente. Serán el paso previo a la automatización en lenguaje espontáneo.
Ejercicios expresión oral
Nombramos estos dibujos respirando cada 3 con diferentes entonaciones (cantada,
interrogativa, enunciativa).
Inventamos frases con los dibujos de la actividad anterior parándonos a respirar a la mitad
cuando veamos el signo / y subiendo los finales con entonación enunciativa. Por ejemplo:
El ratón / tiene una pelota.
Le decimos palabras para que se invente frases realizándolo igual que en el ejercicio
anterior.
Describimos los dibujos anteriores con 2 o 3 frases: El ratón / es un animal. Tiene cuatro
patas/dos orejas/ y un rabo largo. Su pelo es gris/. Es muy pequeño.
Describimos objetos de nuestro entorno igual que en el ejercicio anterior y jugamos a
adivinar qué es.
Le pedimos que nos cuente un chiste, un cuento, una película o lo que ha hecho durante el
día teniendo en cuenta la respiración, entonación, ritmo.
Lenguaje espontáneo
Es crucial que el paciente adquiera este modo de habla como el suyo propio por lo cual su
familia, profesores y su entorno en general deberán participar en el proceso rehabilitador
siguiendo las siguientes pautas:
Hablar más lento. Modificando su propio ritmo para no acelerarse.
No interrumpirle ni permitir que otro lo haga. Tampoco que él/ella nos corte a nosotros.
Respetar los turnos de habla.
Darle mucho tiempo para hablar.
No completar lo que dice, ni terminar la frase.
Hablarle con frases cortas y con un lenguaje fácil, llamando a cada cosa por su nombre
correcto. Hemos de hacerle entender que es preferible hablar cortito y fácil que largo y
difícil.
Formularle preguntas de una sola vez y sólo las necesarias.
Escucharlo relajadamente sin crítica ni juicio.
Valorar qué dice y no cómo lo dice, haciéndole notar todo lo que hace bien. Utilizando
distintos tipos de premios:
– Premios no verbales: sonrisas, caricias, asentir con la cabeza, mantener una postura
corporal positiva.
– Premios verbales: Comentarios positivos como “Me encanta hablar contigo”, “Has
hablado muy bien”, “¡Bravo! Adelante, lo has conseguido”.
También se puede pactar previamente con el chico/a dándole otro tipo de premio semanal
que le haga ilusión, siempre que tome constancia de cómo debe hablar para reducir los
enganches y bloqueos e intente poner en práctica, de lunes a domingo, todo lo aprendido
durante las sesiones y comentado anteriormente:
Tomar siempre aire por la nariz antes de comenzar a hablar hinchando el abdomen.
Parar a respirar suavemente cada 2 o 3 palabras habladas.
Hablar con un volumen y velocidad moderado.
Respetar la entonación alargando un poco las palabras antes de parar a respirar y subirla
al final de la frase cuando la pausa vaya a ser más larga, de manera que no quede una
parte de la frase por ser escuchada.
Vocalizar abriendo la boca bastante y moviendo labios, mandíbula y lengua de manera
adecuada para que se nos entienda bien.
En caso de que no lo consiga no se le dará el premio pactado pero en ningún caso se le
reñirá, ni se le castigará simplemente se le recordará que es bueno para él/ella y se le
animará para que lo consiga la próxima semana.
Estas Actividades deberán ser realizadas por el paciente fuera de sesión y con su familia
para que no asocien este modo de habla solo a las sesiones con el logopeda. Es normal
que al principio les resulte extraño pero poco a poco irán acostumbrándose:
Nosotros le comentaremos nuestras actividades en el trabajo o en casa y él/ella en el
instituto, salidas con sus amigos o temas de su interés.
Describimos tareas del hogar al mismo tiempo que nos ayuda a realizarlas. Por ejemplo,
pasos a seguir para preparar una receta de cocina, para vestirnos o al poner o quitar la
mesa, prendas de vestir que vamos a lavar, los productos que vamos a comprar al
supermercado…
El paciente con familiares o amigos adoptaran un papel y deben escenificarlo, por ejemplo
padre-hijo, policía-ladrón, maestro-alumno, revisor del metro-pasajero…
Utilizar marionetas para contarles historias a niños más pequeños.
Adoptaremos distintos roles como asertivo, tímido o maleducado y los trabajaremos todos,
de esta manera entenderán cómo se debe actuar, dependiendo del momento, y qué
lenguaje emplear.
Otro aspecto muy importante y en el que debemos insistir es en el lenguaje corporal.
Debemos explicarles que es igual de importante la comunicación verbal como la no verbal,
para ello realizaremos juegos de mímica, exageraremos movimientos de las manos,
expresión del rostro… Todo ello lo deberán realizar de igual manera fuera de sesión.
1ª Izquierda
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