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Julio Martín Wong Abad
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Introducción
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Índice general
Capítulo I
EL ARBITRAJE Y LA TUTELA
JURISDICCIONAL EFECTIVA
1. La Jurisdicción... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 27
1.1. Concepto... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 27
1.2. Desarrollo del Concepto... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . 28
2. La Tutela Jurisdiccional Efectiva .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . 37
2.1. La Tutela Jurisdiccional Diferenciada y el arbitraje.. . .. . .. . .. . .. . 41
3. El proceso arbitral como instrumento jurisdiccional... . .. . .. . .. . .. . .. . .. 44
3.1. Esencias y funcionalidades... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . 44
3.2. La construcción del arbitraje como jurisdicción... ... ... ... ... ... . 45
3.3. La jurisdicción Arbitral más allá del arbitraje privado... . .. . .. . .. 48
3.3.1. El control arbitral de los actos administrativos.. . .. . .. . .. . 49
3.3.2. El arbitraje potestativo laboral colectivo... . .. . .. . .. . .. . .. . . 52
4. El arbitraje privado... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 56
4.1. La autonomía privada... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . 56
4.1.1. Arbitraje y Disponibilidad... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . . 61
4.2. ¿Es el arbitraje un contrato?... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 63
4.3. El derecho a someter a Arbitraje como derecho fundamental... 65
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Julio Martín Wong Abad
Capítulo II
EL LAUDO ARBITRAL Y
SU IMPUGNACIÓN
1. Un concepto inicial... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 69
2. Las decisiones de los árbitros distintas al laudo ... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 70
2.1. Clasificación... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . 70
2.2. Reglas formales para la adopción de decisiones distintas al laudo
por los árbitros... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . 72
3. El Laudo... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . 73
3.1. Concepto... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 73
3.2. Naturaleza del laudo ... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 75
3.3. Forma del laudo... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 75
3.4. Contenido del laudo.. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . 76
3.4.1. La disponibilidad de la motivación ... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . . 76
3.4.2. Constancia de la fecha y del lugar del arbitraje.. . .. . .. . .. . 78
4. El proceso de nulidad de laudo arbitral... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . 79
4.1. Algunos aspectos generales.. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . 79
4.1.1. ¿Proceso o recurso? ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 81
4.1.2. El objeto del proceso de nulidad de Laudo Arbitral ... . . 84
4.1.3. El reclamo expreso del defecto en la motivación del laudo
arbitral ... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . . 84
5. Las relaciones entre el Proceso de Amparo y el Proceso de Nulidad
de Laudo Arbitral ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . 85
5.1. El proceso de nulidad de Laudo Arbitral como vía previa .. . .. . 85
5.2. El proceso de Nulidad de Laudo Arbitral como vía paralela .. . 90
5.3. El proceso de Nulidad de Laudo Arbitral como vía igualmente
satisfactoria... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 91
6. La tutela Procesal Constitucional en el Arbitraje... ... ... ... ... ... ... ... . 94
6.1. Las particularidades del Debido Proceso en el Arbitraje... . .. . .. 94
6.2. El contenido de la Tutela Procesal Constitucional en el Arbitraje. 97
7. El debido proceso sustantivo... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 102
7.1. Concepto... . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. 102
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Índice general
Capítulo III
LA MOTIVACIÓN DEFECTUOSA
COMO CAUSAL DE NULIDAD DEL
LAUDO ARBITRAL DE DERECHO
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Julio Martín Wong Abad
– Bibliografía... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . 207
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Capítulo I
EL ARBITRAJE Y LA TUTELA
JURISDICCIONAL EFECTIVA
1. La Jurisdicción
1.1 Concepto
El concepto de Jurisdicción que construyamos utilizando las nor-
mas del sistema jurídico nacional y, principalmente, las que conforman
el bloque de constitucionalidad, resultará determinante para dilucidar la
naturaleza jurisdiccional o no del arbitraje[1].
En tal sentido, consideramos que en nuestro Sistema Jurídico es
posible definir la Jurisdicción como la potestad soberana ejercida o reco-
nocida por el Estado destinada a resolver los conflictos e incertidumbres
jurídicas que proponen los sujetos de derecho. Esta potestad solo puede
ejercerse, en forma única y exclusiva, a través de la estructura de institu-
ciones señaladas por la Constitución. La jurisdicción solo puede cumplirse,
asimismo, a través del proceso y respetando los principios constitucionales
previstos para su desarrollo. Lo decidido por los órganos jurisdiccionales
se encuentra respaldado por la violencia legítima del Estado y adquiere
la autoridad de cosa juzgada[2].
[1]
BAPTISTA DA SILVA, Ovidio A. CURSO DE PROCESSO CIVIL Volume 1 Proces-
so de Conhecimento, Sexta edición, Editora Revista Dos Tribunais Ltda., Sao Paulo,
2003; p. 26.
MARINONI señala igualmente que: “En verdad, como es obvio, la caracterización del
arbitraje como jurisdicción o no depende, exclusivamente, de la definición de jurisdic-
ción que se adopte. De hecho, dependiendo de la definición utilizada, puede ser más fácil
o difícil encuadrar al arbitraje dentro de la jurisdicción” (MARINONI, Luis Guilherme y
CRUZ ARENHART, Sérgio. PROCESSO DE CONHECIMENTO, Séptima edición revi-
sada y actualizada, Editora Revista dos Tribunais, Sao Paulo, 2008; p. 778)
[2]
Este concepto se desprende de las siguientes disposiciones: Artículos 118 incisos 9 y
10, 138, 139 y 146 de la Constitución; artículo 4 del Código Procesal Constitucional;
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Julio Martín Wong Abad
los artículos I, III, IV, VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil y los artículos
1, 2 y 3 del mismo cuerpo legal; los artículos 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial; y el artículo 3 de la Ley de Abitraje.
[3]
“La spinta alla concentrazione del potere político nello stato è nata come reazione alla
dispersione del potere tipica del sistema feudale, che si era consolidato tra il tardo
dodicesivo secolo ed il trecento” BIN, Roberto y PITRUZZELA, Giovanni. DIRITTO
COSTITUZIONALE, Sexta Edición, Torino, 2005; p. 14.
[4]
Ibidem.
28
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[5]
PROTO PISANI, Andrea. Lezioni di Diritto Processuale Civile, Quinta edición, Jovene
Editore, Napoles, 2006; p. 5.
[6]
En la misma línea DI MAJO:
“La exigencia de tutela puede considerarse implícitamente reconocida en el mismo
principio de efectividad que caracteriza a un determinado ordenamiento. Un
ordenamiento dícese efectivo no solo cuando está formalmente en vigor, esto es puesto
(establecido) de conformidad con las reglas que presiden la producción jurídica
(reglas sobre las fuentes de producción) sino cuando encuentra concreta respuesta en
la realidad económico-social, esto es en los hechos, como vulgarmente se dice, en el
sentido que los comportamientos particulares y colectivos, al menos en la generalidad,
se adecuen espontáneamente a él o en todo caso operen medidas de tipo coercitivo que
realicen tal adecuación o introduzcan resultados sustitutivos de ser el caso” (DI MAJO,
Adolfo. La Tutela dei Diritti, Giuffrè editore, Cuarta edición, Milán, 2003; pp. 1-2).
[7]
MONTERO AROCA, Juan. Derecho Jurisdiccional Tomo I, BOSCH Editor, S.L.,
Barcelona, 1996; p. 33
[8]
“Authority and legitimacy imply that, under normal circumstances and for most
people, the actions of the state and its demands upon its population will be accepted
or, at least, not be actively resisted. Without some level of legitimacy, it is hard to see
that any state could be sustained and consequently a great deal of work goes into
defending the state’s claim to exercise not just effective power, but also legitimate
authority”. PIERSON, Christopher. The Modern State, Routledge, London and New
York, 1996; p. 22.
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Julio Martín Wong Abad
[9]
En los artículos 201, inciso 4 del artículo 178, inciso 1 del artículo 139 y en el artículo
149 de nuestra Constitución.
[10]
MONTERO AROCA, Juan p. 75.
[11]
“Un altro elemento accentuava il policentrismo dell’organizzazione sociale e política
che storicamente ha preceduto il sorgere dello Stato. La società non era composta di
individui, bensi da comunitá minori tra loro variamente combinate: quelle familiari (la
familia-clan non già la famiglia mononucleare dell’epoca attuale), quelle economiche
(come le corporazione, cui appartenevano tutti coloro che esercitavano un determinato
mestiere), quelle religiose e infine quelle politiche. Ciascuna comunitá e il complesso
dei signori feudali si sforzavano di avere garanzie dei diritti e dei privilegi conquistati,
nel corso del tempo, nei confronti dei signori di livello più elevato. Ne derivavano
due implicazioni. In primo luogo, non esisteva un diritto único per tutti, bensì una
molteplicità di sistema giuridici, uno per ciascuna comunità. Poichè un soggeto poteva
appartenere a diverse comunità contemporáneamente, era sottoposto a più sistema
giuridici, con problema di sovrapposizione, di confusione e di conflitto” (BIN y
PITRUZZELA, p. 15).
30
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[12]
PERLINGIERI, Pietro. Arbitrato e Costituzione, Edizioni Scientifiche Italiane, Nápoles,
2002; p. 20
[13]
Para el derecho venezolano DE JESÚS sostiene que:
“En la antigüedad, la función jurisdiccional podía ser asimilada a la función que ejercían
los órganos jurisdiccionales del Estado. De ahí que los autores de la vieja escuela del
derecho procesal definan la jurisdicción como una ‘función pública’. Naturalmente,
esto llevaba a una visión orgánica del concepto de jurisdicción: los únicos entes que
tenían poderes jurisdiccionales eran los órganos jurisdiccionales del Estado. Esta
visión ha sido completamente desplazada en los tiempos modernos. La Constitución
venezolana es una prueba fiel de esta evolución y, en este sentido, ha desplazado la
tesis orgánica de la jurisdicción hacía una concepción funcional de la misma. La
exposición de motivos de la Constitución venezolana no podría ser más reveladora:
‘Asimismo, siendo que la administración de justicia no es monopolio exclusivo del
Estado aunque sólo éste puede ejercer la tutela coactiva de los derechos, es decir, la
ejecución forzosa de las sentencias, la Constitución incorpora al sistema de justicia a
los ciudadanos que participan en el ejercicio de la función jurisdiccional integrando
jurados o cualquier otro mecanismo que la ley prevea’” (DE JESÚS, Alfredo. La Sala
Constitucional y el Arbitraje Comercial. Hacia un régimen racional del control judicial
del laudo arbitral en el derecho venezolano, en REVISTA PERUANA DE ARBITRAJE,
Nº 3, GRIJLEY, LIMA, 2006; pp. 81-82. Resaltado nuestro)
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Julio Martín Wong Abad
[14]
STC N° 6167-2005-HC/TC, fundamento 10.
32
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[15]
Ibidem, fundamento 9.
[16]
MONTERO AROCA, T.1, pp. 90-103.
[17]
Es útil tener revisar los dos aspectos de la soberanía:
“La soberanía tiene dos aspectos: uno interno y el otro externo. El primero consiste
en el supremo poder de comandar en un determinado territorio, que es tan intenso
como para no reconocer ningún otro poder por encima de él. Pueden existir múltiples
centros de poder al interior de un Estado, pero ninguno es igual o superior a aquel.
El segundo aspecto consiste en la independencia del Estado respecto de cualquier
otro Estado. Los dos aspectos están estrechamente entrelazados: el Estado no podría
ostentar el monopolio de la fuerza legítima y por tanto el supremo poder de comando
sobre un territorio determinado si no fuese independiente de otros Estados” BIN y
PITRUZZELA, op. cit., p. 16
[18]
Weber ha definido al Estado como: “…a human community that (successfully) claims
the monopoly of the legitimate use of physical force within a given territory” citado
por PIERSON, Christopher, op. cit., p. 8.
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[19]
ROCCO, Ugo Tratado de Derecho Procesal Civil Tomo I Parte General, Temis-Depalma,
Bogotá-Buenos Aires, 1976; pp. 136-137
[20]
Ibidem, p. 137.
34
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[21]
Para el Sistema Jurídico italiano PERLINGIERI sostiene:
“El sistema que se desprende de nuestra Carta constitucional, del conjunto de lo
dispuesto por los artículos 102, 103 y 113, introduce en nuestro ordenamiento
constitucional el principio de la ‘pluralidad de las jurisdicciones’… (…) Por tanto,
pluralidad de jurisdicciones y de organizaciones, y relativa desarticulación del
orden judicial. Estas formas de temperar el principio de unidad de la jurisdicción
se colocan en armonía dentro de un sistema intermedio en el cual coexisten reglas
unitarias y aplicaciones del principio de pluralidad” PERLINGIERI, Pietro. Arbitrato e
Costituzione, Edizioni Scientifiche Italiane, Nápoles, 2002; p. 28.
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[22]
STC N° 6167-2005-HC/TC, fundamento 12.
[23]
La doctrina había sostenido con anterioridad que:
“El carácter jurisdiccional del arbitraje es el fundamento del efecto negativo del arbitraje.
En su virtud no pueden coexistir dos actividades jurisdiccionales sobre la misma
cuestión ni potencial, ni simultánea, ni sucesivamente” (CABALLOL ANGELATS,
Lluís. EL TRATAMIENTO PROCESAL DE LA EXCEPCIÓN DE ARBITRAJE, José Ma.
Bosch, Editor, Barcelona, 1997; p. 14.
[24]
COUTURE, Eduardo J. Fundamentos del Derecho Procesal Civil, Cuarta edición, Euro
Editores S.R.L., Buenos Aires; p. 36.
[25]
Como toda afirmación jurídica la que apuntamos también ha sido puesta en discusión,
así, por ejemplo: “La cosa juzgada, tal como muchos la entendemos, no pertenece a la
esencia de cualquier juicio jurisdiccional” (DE LA OLIVA, Andrés. Objeto del proceso
y cosa juzgada en el proceso civil, Editorial Aranzadi S.A., Navarra, 2005, p. 139).
36
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[26]
“Los efectos de la sentencia no se agotan en los de la cosa juzgada, sea porque algunos
de ellos pueden producirse también cuando la cosa juzgada no subsista, sea porque,
en todo caso, se extienden en un ámbito más vasto de aquel en el cual opera la cosa
juzgada. Basta pensar en los efectos ejecutivos de la sentencia, que son intrínsecamente
diversos de los efectos propios de la cosa juzgada y no presuponen la subsistencia
actual de esta. Parece, por tanto, correcto decir que los efectos de la cosa juzgada son
efectos de la sentencia, pero que no todos los efectos de la sentencia son reconducibles
a la cosa juzgada” PUGLIESE, Giovanni, Giudicato (der. civ.) [XVIII, 1969] en
Enciclopedia del Diritto [DVD], Giuffrè Editore, 2003.
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Como sabemos:
[27]
VILA CASADO, Iván Nuevo Derecho Constitucional Antecedentes y Fundamentos,
Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez Ltda., Bogotá, 2002; pp. 423-424
[28]
FERREIRA MENDES, Filmar Direitos Fundamentais e Controle de Constitucionalidade,
Tercera Edición, Editora Saraiva, Sao Paulo, 2007; p. 2
38
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
“El primero dice que las reglas son aplicables en la forma todo-
o-nada (all-or-nothing-fashión), pero en cambio los principios
no. Si se da el supuesto de hecho de la regla, existen sólo dos
posibilidades. O la regla es válida y entonces deben aceptarse
las consecuencias jurídicas, o no es válida, y entonces no cuenta
[29]
BENDA, MAIHOFER, VOGEL, HESSE, HEYDE Manual de Derecho Constitucional,
Instituto Vasco de Administración Pública-Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales
S.A., Madrid, 1996; p. 93.
[30]
La distinción entre reglas y principios es una distinción entre dos tipos de normas:
“Las reglas son normas que, dadas determinadas condiciones, ordenan, prohíben,
permiten u otorgan un poder de manera definitiva. Así, pueden caracterizarse como
‘mandatos definitivos’. Los derechos que se basan en reglas son derechos definitivos. Los
principios son normas de un tipo completamente distinto. Estos ordenan optimizar.
Como tales son normas que ordenan que algo debe hacerse en la mayor medida
fáctica y jurídicamente posible. Las posibilidades jurídicas, además de depender de
reglas están esencialmente determinadas por otros principios opuestos, hecho que
implica que los principios pueden y deben ser ponderados. Los derechos que se basan
en principios son derechos prima facie” ALEXY, Robert, Derecho y Razón Práctica,
Distribuciones Fontamara S.A., México D.F., 1993; p. 27.
[31]
ALEXY, Robert Teoría de los Derechos Fundamentales, Centro de Estudios
Constitucionales, Madrid, 1997; p. 86.
[32]
Puede revisarse al respecto DWORKIN, Ronald. LOS DERECHOS EN SERIO, Segunda
edición, Editorial Ariel, S.A.., Barcelona, 1989; pp. 61-145.
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[33]
ALEXY, Robert, Derecho y Razón Práctica, Distribuciones Fontamara S.A., México
D.F., 1993; pp. 11-12.
[34]
Por la capital importancia de este principio nos permitimos transcribir una larga pero
sustanciosa explicación de ALEXY:
“El procedimiento de ponderación racionalmente estructurado lo provee la teoría de
los principios. Los principios son mandatos de optimización. Como tales, implican lo
que en la terminología jurídica alemana se llama la regla de proporcionalidad. Esta
regla comprende tres subreglas: la regla de adecuación, la regla de necesidad, y la regla
de proporcionalidad en sentido estricto. Me referiré primero a la primera y segunda
reglas, esto es, la regla de adecuación y la regla de necesidad. Ambas están implicadas
por el hecho de que los principios son reglas que ordenan que algo debe realizarse
en la mayor medida fácticamente posible. Supongamos que el legislador introduce la
norma N con la intención de mejorar la seguridad del Estado. N infringe la libertad de
expresión. La seguridad del Estado puede ser concebida como materia un principio,
dirigido a un bien colectivo. A este principio le podemos llamar P1. La libertad de
expresión puede ser concebida como un derecho individual fundamental que se basa
en un principio. A este principio le llamaremos P2. Supongamos ahora que la norma
N no es adecuada para promover P1, esto es, la seguridad del Estado, y sin embargo,
infringe P2, o sea, la libertad de expresión. En este caso de inadecuación, existe la
posibilidad fáctica de cumplir ambos principios conjuntamente en una mayor medida,
declarando inválida N, que aceptando la validez de N. Aceptar la validez de N no
conlleva ninguna ganancia para P1 sino solo pérdidas para P2. Tal solución no sería
un óptimo de Pareto. Los derechos como principios exigen óptimos de Pareto
40
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
Esta nueva postura del derecho procesal debe, a nuestro juicio, incluir
una revalorización de las instituciones que han probado su eficacia para
atender los conflictos empresariales ajustándose no solo a los derechos
sustanciales ahí involucrados sino también, como menciona MARINONI,
a las realidades sociales, económicas, psicológicas y culturales, (agrega-
ríamos nosotros), que le sirven de ambiente[37].
[35]
PROTO PISANI, Andrea. Lezioni di Diritto Processuale Civile, Quinta Edición, Jovene
Editore, Nápoles, 2006; p. 6.
[36]
MARINONI, Luiz Guilherme; TUTELA INIBITÓRIA Individual e Colectiva, Editora
Revista dos Tribunais, Sao Paulo, 1998; p. 13.
[37]
A este respecto LA CHINA sostiene:
“Non giova davvero addentrarsi in problemi teorici sulla natura ed essenza dell’arbitrato
se prima no si ha chiara percezione e sensibilità delle premesse non giuridiche di questo
così importante settore della vita giuridica: la normale osmosi e spesso omogeneità tra
gli Autori sulla scena arbitrale – parti, difensori, sono del pari avvocati, o professionisti,
o commercianti; osmosi, per frequenza di contatti e normalità di rapporti, quale
può darsi tra avvocati e loro clienti dal mondo del commercio, dell’industria, delle
burocrazie societarie, delle activitá produttive e dei servizi in genere, sì che il giudicanti
d’oggi è il difensori di domani, ed oggi l’amministratore delegato della società X è,
ocasionalmente, il cliente, domani sarà il giudicabile (nella qualità) del proffesionista.
Y, ciascun soggeto o ceto mescolato e implicato per così dire nella vita e nell’attività e
42
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
“Se piensa que los conceptos reflejan una presunta esencia de las
cosas y que las palabras son vehículos de los conceptos. Esto supone
que la relación entre los significados de las expresiones lingüísticas
y la realidad consiste en una conexión necesaria que los hombres
no pueden crear o cambiar sino sólo reconocer, detectando los
aspectos esenciales de la realidad que deben, ineludiblemente, estar
recogidos en nuestros conceptos”[41].
[40]
Concordamos con CAIVANO cuando señala:
“…es necesario tener presente que el arbitraje no es una propuesta válida para
cualquier clase de litigio o bajo cualquier circunstancia. Hay situaciones en las que
puede resultar inoperante, o peor aún, directamente inconveniente y desaconsejable.
Ante la alternativa de someterse a arbitraje, no puede obviarse un profundo examen
de sus características para corroborar su adaptabilidad al caso, y para determinar de
entre todas las clases posibles de arbitraje, cuál es la que mejor atiende las necesidades
concretas” (CAIVANO, Roque J. NEGOCIACIÓN CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE
Mecanismos Alternativos para la Resolución de Conflictos, Apenac, Lima, 1998; p. 230.
[41]
NINO, Carlos Santiago. INTRODUCCIÓN AL ANÁLISIS DEL DERECHO, Primera
Edición en la colección Ariel Derecho, Editorial Ariel Derecho, S.A., Barcelona, 1983; p. 12.
44
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[42]
CARRIÓ, Genaro. NOTAS SOBRE DERECHO Y LENGUAJE, Cuarta edición corregida
y aumentada, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1990; p. 99.
45
Julio Martín Wong Abad
Por tanto, la pregunta para nosotros sería ¿es posible que el Sistema
Jurídico otorgue la potestad jurisdiccional a los árbitros?, y si esto fuera
así ¿qué características del proceso arbitral harían patente esta atribución?
La primera pregunta se resuelve por un dato positivo: nuestra Cons-
titución ha establecido expresamente que el arbitraje es una jurisdicción
especial.
Sin embargo, según algunos, nuestra Constitución se ha equivocado,
ha definido una institución de un modo contrario a su naturaleza.
Nosotros no creemos que la Constitución se haya equivocado, muy
por el contrario, consideramos que ella ha tomado una decisión política
reconociendo la importancia y utilidad que el arbitraje puede alcanzar
para la vida económica de nuestro país.
Esta decisión ha sido llevada a sus consecuencias por nuestro Tri-
bunal Constitucional, el cual ha señalado:
[43]
ROCCO, op. cit., pp. 141-142.
46
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[44]
STC Exp. 06167-2005-PHC/TC. Fundamento N° 14.
47
Julio Martín Wong Abad
[45]
STC Exp. N° 6167-PHC-TC. Fundamento N° 4.
48
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[46]
Véase por ejemplo el caso tratado por la STC 3385-2009-PA/TC del 17 de septiembre
de 2009.
49
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50
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[47]
Más extensamente el maestro español afirma:
“En concreto, interesa precisar ahora un tema importante, el de la alternativa entre
anulación del acto más reenvío del asunto a la Administración a quien correspondería
sustituir dicho acto anulado, frente a anulación del acto más sustitución efectuada
directamente por el propio Tribunal. Los viejos mitos siguen desempeñando un
papel importante en este punto. Concretamente, el carácter revisor de la jurisdicción
contencioso administrativa, en cuya estricta y simplísima funcionalidad nunca
se insistirá bastante, proyecta también su sombra en este aspecto, contribuyendo a
recortar las virtualidades que institucionalmente son inherentes al proceso como
instrumento que es de satisfacción de pretensiones. En base a una interpretación
mitificada del carácter revisor de la jurisdicción se tiende, en efecto, a afirmar que
los Tribunales contencioso-administrativos no pueden sustituir a la Administración
reformando los actos o disposiciones impugnadas y, de hecho, son muchas las
sentencias que por esa razón se quedan a mitad de camino: anulan el acto sancionador,
por ejemplo, por considerar excesiva la multa impuesta y remiten expresamente a la
Administración la tarea de adecuar la sanción a la nueva calificación de la falta que la
sentencia contiene. Esta actitud no está justificada técnicamente, como ya notamos,
y es, además, gravemente equívoca. Es cierto, en efecto, que los Tribunales de la
jurisdicción contencioso-administrativa no están para decidir cómo y de qué forma
han de trazarse las carreteras, pero no lo es menos que a ellos sólo corresponde resolver
si la decisión administrativa, pero no lo es menos que a ellos sólo corresponde resolver
si la decisión administrativa previa es o no conforme a Derecho y, en el supuesto de
que no lo sea, declarar cuáles son los concretos derechos del particular que en relación
a dicho acto de la Administración, debe ésta respetar”.
GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo y FERNÁNDEZ, Tomás Ramón. Curso de Derecho
Administrativo, Tomo II, Editorial Civitas, S.A., Reimpresión de la Segunda edición de
1981, Madrid; p. 561.
51
Julio Martín Wong Abad
[48]
Los temas tratados en este apartado han sido desarrollados en la Sentencia de fecha
diecisiete de agosto de dos mil cinco recaída en el expediente número 49-2005. Esta
sentencia puede ser consultada en WONG ABAD, Julio Martín, YAYA ZUMAETA,
Ulises, RUIZ TORRES, Gustavo y otros, LA JUSTICIA ESPECIALIZADA COMERCIAL
Selección de Autos y Sentencias de la Sala y Juzgados comerciales de Lima, Palestra
Editores, Lima, 2007; pp. 313-326.
52
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[49]
Artículo 62.- En el caso del artículo anterior, los trabajadores pueden alternativamente,
declarar la huelga conforme a las reglas del artículo 73. Durante el desarrollo de la
huelga, las partes o la Autoridad de Trabajo podrán designar un mediador”.
[50]
Artículo 63.- Durante el desarrollo de la huelga los trabajadores podrán, asimismo,
proponer el sometimiento del diferendo a arbitraje, en cuyo caso se requerirá de la
aceptación del empleador.
[51]
LENGUA APOLAYA, César. El arbitraje potestativo en materia colectiva según el
Tribunal Constitucional. Tentativo enfoque como medida de fomento en Gaceta
Constitucional N° 32, Gaceta Jurídica, Lima, Agosto de 2010; p. 249.
53
Julio Martín Wong Abad
[52]
STC N° 03561-2009-AA, Fundamento N° 15.
[53]
STC N° 03561-2009-AA, parte resolutiva.
54
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[54]
DE LOS HEROS PÉREZ ALBELA, Alfonso. El Arbitraje en la relación laboral privada
y en la relación colectiva de Trabajo en CASTILLO FREYRE, Mario (Comp.). Ponencias
del Segundo Congreso Internacional de Arbitraje, Editorial Palestra, Lima, 2009; p. 124.
En el mismo sentido véase LENGUA APOLAYA, César. El arbitraje potestativo en
materia colectiva según el Tribunal Constitucional. Tentativo enfoque como medida de
fomento en Gaceta Constitucional N° 32, Gaceta Jurídica, Lima, Agosto de 2010; pp.
239-254.
[55]
Artículo 28.- Derechos colectivos del trabajador. Derecho de sindicación, negociación
colectiva y derecho de huelga
El Estado reconoce los derechos de sindicación, negociación colectiva y huelga.
Cautela su ejercicio democrático:
1. Garantiza la libertad sindical.
2. Fomenta la negociación colectiva y promueve formas de solución pacífica de
los conflictos laborales.
La convención colectiva tiene fuerza vinculante en el ámbito de lo concertado.
3. Regula el derecho de huelga para que se ejerza en armonía con el interés social.
Señala sus excepciones y limitaciones.
55
Julio Martín Wong Abad
4. El Arbitraje privado
El arbitraje sobre el cual se desenvuelve nuestra investigación es el
arbitraje privado; el cual se asienta sobre dos pilares: la autonomía de
la voluntad y la posibilidad jurídica, concedida y reglamentada por el
ordenamiento, de disponer de nuestros derechos.
Muchos de los razonamientos y conclusiones a las que arribaremos
pueden ser utilizados, por ejemplo, para el arbitraje administrativo, sin
embargo, es necesario, repetir nuestra advertencia contra la trasposición
mecánica a los arbitrajes especiales de los modos y formas del arbitraje
privado.
Dicho esto, detengámonos ahora en los fundamentos de este tipo
de arbitraje.
[56]
Ob. Cit., p. 12.
56
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[57]
DIEZ-PICAZO, Luis. FUNDAMENTOS DEL DERECHO CIVIL PATRIMONIAL
Volumen Primero Introducción Teoría del Contrato, Quinta Edición, Editorial Civitas,
Madrid, 1996; p. 127.
En el mismo sentido TRIMARCHI sostiene que:
“Autonomía privada significa posibilidad, para los particulares, de regular por si, en
el modo deseado, las relaciones jurídicas con otras personas” TRIMARCHI, Pietro.
Istitusioni di Diritto Privato, Décimo segunda edición, Giuffrè Editore, 1998; p. 171.
[58]
FERRI, Luigi Lecciones sobre el Contrato Curso de Derecho Civil, Traducción de Nelver
Carreteros Torres, Editora Jurídica Grijley E.I.R.L., Lima, 2004, p.liii
57
Julio Martín Wong Abad
[59]
VENEGAS GRAU, María. DERECHOS FUNDAMENTALES Y DERECHO PRIVADO
Los derechos fundamentales en las relaciones entre particulares y el principio de
autonomía privada, Marcial Pons, Barcelona, 2004; p. 207
[60]
Citado por VENEGAS GRAU, op. cit, p. 208. Las palabras entre corchetes han sido
agregadas en la cita por VENEGAS.
58
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[61]
Citada por CIFUENTES MUÑOZ, Eduardo La eficacia de los derechos fundamentales
frente a particulares, Universidad Nacional Autónoma de México-Corte de
Constitucionalidad de Guatemala, México, 1998; p. 22
[62]
VENEGAS GRAU, op. cit., p. 211.
59
Julio Martín Wong Abad
[63]
SACCO, Rodolfo y DE NOVA, Giorgio; Il Contratto, Tomo Secondo, UTET, Torino,
1993; p. 4.
[64]
A este respecto es necesario citar, para dar una idea de la complejidad de los temas que
abordamos, la opinión del Abogado General del Tribunal de Justicia Europeo:
“Sobre la base de este precedente y habida cuenta de la importancia que ha adquirido en
60
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
Por tal motivo, parece evidente que si esta exigencia se produce para
el caso de un contrato que supone la existencia de concesiones recíprocas
entre las partes, con mayor razón debe requerirse la misma condición
en el caso de un medio de resolución de conflictos que puede causar la
pérdida completa del derecho discutido.
[68]
Artículo 19 de la Ley General del sistema Concursal
“Ineficacia de actos del deudor
19.1. El juez declarará ineficaces y, en consecuencia, inoponibles frente a los acreedores
del concurso, los gravámenes, transferencias, contratos y demás actos jurídicos, sean
a título gratuito u oneroso, que no se refieran al desarrollo normal de la actividad
del deudor, que perjudiquen su patrimonio y que hayan sido realizados o celebrados
por éste dentro del año anterior a la fecha en que presentó su solicitud para acogerse
a alguno de los procedimientos concursales, fue notificado de la resolución de
emplazamiento o fue notificado del inicio de la disolución y liquidación”.
[69]
PUGLIATTI, Salvatore. Alienazione, en Enciclopedia del Diritto [DVD], Giuffrè
Editore, 2003.
[70]
FERRI, op. cit., p. LIX.
62
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[71]
DÍAZ-BASTIEN, Ernesto Comentarios Breves a la Ley de Arbitraje, Editorial Reus
S.A., Madrid, 2007; p. 19.
[72]
FERRI, op. cit., p. LXV.
63
Julio Martín Wong Abad
[73]
FAZZALARI, Elio L’ARBITRATO, UTET, Torino, 1997; p. 34.
[74]
Aunque lo dice para otros fines me parece útil citar a Faustino CORDÓN:
“El convenio arbitral y el contrato principal emanan de dos declaraciones de voluntad
diferentes o, por lo menos, dirigidas a fines diversos: el contrato, a regular las relaciones
patrimoniales entre las partes, y el convenio arbitral a desplazar a la jurisdicción,
encomendando a los árbitros la solución de los conflictos que puedan surgir entre
ellas…” Citado por ROGEL VIDE en DÍAZ-BASTIEN, op. cit., p. 54.
64
El arbitraje y la tutela jurisdiccional efectiva
[75]
ROCCO, Ugo. Tratado de Derecho Procesal Civil Tomo I Parte General, Temis-
Depalma, Bogotá-Buenos Aires, 1983; p. 341.
[76]
ROCCO, op. cit., p. 142
65
Julio Martín Wong Abad
[77]
Según establece el artículo 1311 del Código Civil:
“Cuando las partes se sirven de la suerte para dirimir cuestiones, ello produce los
efectos de la transacción y le son aplicables las reglas de este título”
66
Capítulo II
El Laudo Arbitral
y su Impugnación
1. Un concepto inicial
El laudo puede ser definido como:
[78]
CAIVANO, Roque J. Arbitraje Su eficacia como sistema alternativo de resolución de
conflictos, AD-HOC S.R.L., Buenos Aires, 1992; p. 219.
[79]
Citado por GAILLARD, Emmanuel y SAVAGE, John (Editores). Fouchard, Gaillard,
Goldman on International Commercial Arbitration, Kluwer Law International, The
Hague / Boston / London, 1999; p. 736.
69
Julio Martín Wong Abad
2.1. Clasificación
Nuestra Ley de Arbitraje habla de, al menos, dos clases de decisio-
nes arbitrales: el laudo y “las decisiones del tribunal arbitral, distintas
al laudo”[82].
El artículo 49 de la Ley nos da una razón formal para esta diferen-
ciación: las decisiones distintas al laudo pueden:
[80]
Ibidem.
[81]
Ibidem, p. 737.
[82]
Como las denomina el artículo 49 de la Ley.
70
El laudo arbitral y si impugnación
71
Julio Martín Wong Abad
later be held to have waived any rigth to challenge the final award
based on that ground”[83].
[83]
MOSES, Margaret L. The Principles and Practice of International Commercial
Arbitration, Cambridge University Press, Cambridge, 2008; p. 180.
[84]
Artículo 11º.- Renuncia a objetar
Si una parte que conociendo, o debiendo conocer, que no se ha observado o se ha
infringido una norma de este Decreto Legislativo de la que las partes pueden apartarse,
o un acuerdo de las partes, o una disposición del reglamento arbitral aplicable,
prosigue con el arbitraje y no objeta su incumplimiento tan pronto como le sea posible,
se considerará que renuncia a objetar el laudo por dichas circunstancias.
72
El laudo arbitral y si impugnación
3. El Laudo
3.1. Concepto
En primer lugar, nuestra ley denomina laudo a las decisiones arbi-
trales que deciden la controversia en forma total o parcial[85].
Es decir, son laudos las decisiones arbitrales que se pronuncian so-
bre las pretensiones deducidas por las partes, resolviendo el fondo de la
materia controvertida.
Fondo de la controversia es un término equivalente a litis, res in
iudicium deducta, objeto del proceso, objeto litigioso del proceso, mérito
de la causa y significa:
“…el conflicto de intereses calificado por la pretensión de uno de los
litigantes y por la resistencia del otro. El juzgamiento de ese conflicto
de pretensiones, mediante el cual el juez, acogiendo o rechazando el
pedido, da la razón a una de las partes y la niega a la otra, constituye
una sentencia definitiva de mérito. La Litis es, por tanto, el objeto
principal del proceso y en ella se expresan las aspiraciones en conflicto
de ambos litigantes[86]”.
[85]
Artículo 54.- Laudos
Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral decidirá la controversia en
un solo laudo o en tantos laudos parciales como estime necesarios”.
[86]
Alfredo BUZAID en la exposición de motivos del Codigo del Processo Civil brasilero
citado por WATANABE, Kazuo. Da Cognição no Processo Civil, 3ª ed. revisada y
actualizada, Editora Perfil Ltda., Sao Paulo, 2005; p. 111.
[87]
El inciso 4 del artículo 41 de la Ley señala que: “Salvo pacto en contrario, el tribunal
arbitral decidirá estas excepciones u objeciones con carácter previo o junto con las
demás cuestiones sometidas a su decisión relativas al fondo de la controversia”.
73
Julio Martín Wong Abad
[88]
La expresión de la ley no parece adecuada pues parece sugerir que los árbitros tienen
un interés que pueden oponer a las partes. En realidad, el término debe entenderse
como la potestad que tienen los árbitros para comprobar que el objeto de la transacción
es el mismo, en todo o en parte, que el del proceso arbitral y, además, que lo acordado
en la transacción es compatible con el sistema jurídico.
[89]
SOTO COAGUILA, Carlos Alberto y BULLARD GONZÁLEZ, Alfredo. Comentarios
a la Ley Peruana de Arbitraje Tomo I, Instituto Peruano de Arbitraje, Lima, 2011;
pag. 604.
[90]
Ibidem.
74
El laudo arbitral y si impugnación
[91]
No solo la autoridad de cosa juzgada sino el respaldo de la violencia estatal sin más
examen que el proceso de nulidad correspondiente, en el eventual caso que sea
propuesto.
75
Julio Martín Wong Abad
[92]
Debe recordarse que, de acuerdo al artículo 60 las actuaciones arbitrales terminarán
con el laudo.
[93]
No podemos dejar de advertir dos particularidades del artículo 50 de la ley. El
dispositivo establece que, de producirse una transacción, las actuaciones arbitrales
culminarán i) si ambas partes lo solicitan y, ii) si el tribunal no encuentra motivo para
oponerse.
Si la transacción se ha producido ¿por qué el documento que la contiene no puede
presentarla cualquiera de las partes? Si el acuerdo consta, por ejemplo, en una Escritura
Pública, ¿es un requisito indispensable para la expedición del laudo que la finalización
de las actuaciones arbitrales sea solicitada por ambas partes? Seguramente la práctica
dejará de lado esta, aparente, formalidad sin sustancia.
De otro lado, ¿es posible concebir que los árbitros puedan estar autorizados a oponerse
a una transacción celebrada entre las partes del proceso arbitral? Nos parece evidente
que en este caso existe una muy infeliz utilización de términos. Solo se opone quien
tiene un interés en conflicto con el acto jurídico que se pretende hacer valer dentro del
proceso arbitral. Lo que la ley pretende, desde nuestro punto de vista, es, simplemente,
que exista un juicio de legalidad sobre la transacción realizada, así como también un
examen sobre la identidad del objeto de esta con el objeto del proceso arbitral.
76
El laudo arbitral y si impugnación
“El laudo deberá ser motivado, a menos que las partes hayan
convenido en otra cosa…”
[94]
GARCÍA CALDERON MOREYRA, GONZALO EL ARBITRAJE INTERNACIONAL
En la Sección Segunda de la Ley N° 26572, CECOSAMI, Lima, 2004; p. 167.
[95]
Así lo menciona sin fundamentarlo Ricardo Yáñez Velasco en COMENTARIOS
SISTEMÁTICOS A LA LEY 60/2003, DE 23 DE DICIEMBRE, DE ARBITRAJE, Tirant
Lo Blanch, Valencia, 2004; p. 725.
[96]
IACOVIELLO M., Francesco LA MOTIVAZIONE DELLA SENTENZA PENALE E IL
SUO CONTROLLO IN CASSAZIONE, Giuffrè, Milano, 1997; p. 4. Debe recordarse,
en cualquier caso, que Iacoviello trata de la motivación en las antípodas del proceso
arbitral: el proceso penal.
77
Julio Martín Wong Abad
[97]
Código Civil, “Artículo 1311.- Cuando las partes se sirven de la suerte para dirimir
cuestiones, ello produce los efectos de la transacción y le son aplicables las reglas de
este título”
[98]
CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando LA MOTIVACIÓN DEL LAUDO ARBITRAL
en Revista de Economía y Derecho, Invierno 2006, p. 68.
78
El laudo arbitral y si impugnación
[99]
El texto del artículo 60 de la anterior Ley General de Arbitraje era el siguiente:
“Procede la interposición del recurso de apelación ante el Poder Judicial o ante una
segunda instancia arbitral, cuando se hubiere pactado su admisibilidad en el convenio
arbitral o si está previsto en el reglamento arbitral de la institución arbitral a la que
las partes hubieran sometido la controversia. A falta de acuerdo expreso o en caso de
duda, se entiende que las partes han pactado el recurso de apelación ante una segunda
instancia arbitral.
El recurso de apelación tiene por objeto la revisión del laudo respecto de la apreciación
de los fundamentos de las partes, de la prueba y, en su caso, aplicación e interpretación
de derecho, y se resuelve confirmando o revocando total o parcialmente el laudo”
79
Julio Martín Wong Abad
[100]
COMISIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DERECHO MERCANTIL
INTERNACIONAL LEY MÓDELO DE LA CNUDMI SOBRE ARBITRAJE
COMERCIAL INTERNACIONAL Con las enmiendas aprobadas en 2006, Naciones
Unidas, 2008; p. 38.
80
El laudo arbitral y si impugnación
O si, por el contrario, sería una etapa más del proceso arbitral que
se desarrollaría simplemente ante una segunda instancia.
[101]
ENCICLOPEDIA DEL DIRITTO, Voz Impugnazione (dir. pro. civ.) [XX, 1970], DVD,
Giuffrè, 2003.
[102]
BOCCAGNA, Salvatore L’impugnazione per nullità del lodo, Jovene, Napoli, 2005;
p. 217.
81
Julio Martín Wong Abad
[103]
Exposición de Motivos de la Ley española de arbitraje.
[104]
DÍAZ-BASTIEN, Ernesto (Coord.) COMENTARIOS BREVES A LA LEY DE
ARBITRAJE, Editorial Reus, Madrid, 2007; p. 205.
[105]
BOCCAGNA, Op. Cit., p. 6.
82
El laudo arbitral y si impugnación
[106]
GUASP, Jaime Derecho Procesal Civil Tomo segundo Procesos Especiales y Jurisdicción
Voluntaria, Revisada y adaptada a la legislación vigente, Civitas, Cuarta Edición,
Madrid, 1998; p. 552.
[107]
Fundamento N° 17.
83
Julio Martín Wong Abad
[108]
FERNÁNDEZ BALLESTEROS, Miguel Ángel en GONZALES SORIA, Julio (Coord.).
Comentarios a la Nueva Ley de Arbitraje 60/2003, de 23 de diciembre, Editorial
Aranzadi, SA, Navarra, 2004; p. 12.
84
El laudo arbitral y si impugnación
[109]
Es necesario advertir que la exposición que sigue es un resumen muy apretado de las
complejas relaciones que se han desarrollado entre la Jurisdicción Constitucional y el
arbitraje. En efecto, un seguimiento que se detenga en los detalles de las posiciones que
ha adoptado el Tribunal Constitucional respecto al arbitraje demostrará la existencia
de muchísimas más aristas que las que resumimos, tal vez muy forzadamente, en este
apartado.
85
Julio Martín Wong Abad
[110]
Expediente N° 0189-1999-AA, Fundamento N° 3.
[111]
Mediante la Circular N° 005-2005-SP-CS-PJ suscrita por el titular del Poder Judicial,
Walter Vásquez Vejarano, se sostenía: “Conviene a la elevada finalidad de la función
judicial, que la intervención de los órganos jurisdiccionales se produzcan en los casos
taxativamente prescritos en la Constitución Política del Estado, la Ley General de
Arbitraje y demás disposiciones legales sobre la materia, esto a fin de evitar colisiones
innecesarias”
[112]
Fundamento N° 12.
86
El laudo arbitral y si impugnación
[113]
Expediente N° 6167-2005-PHC/TC, fundamento N° 14.
[114]
Véase ABANTO, Jaime David. El arbitraje en las sentencias del Tribunal Constitucional
en Revista Peruana de Arbitraje N° 3, Editora Jurídica Grijley, Lima, 2006, p. 147 y
ABAD YUPANQUI, Samuel B. El proceso de Amparo contra Laudos Arbitrales en
Diálogo con la Jurisprudencia N° 117, Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 55.
87
Julio Martín Wong Abad
“SÉTIMO.-
(…)
Por consiguiente dado el carácter normativo de la Constitución,
a partir de la sentencia recaída en el Expediente No. 6167-2005-
PHC/TC, ha quedado claro que cualquier atentado a alguno de
los principios y derechos de la función jurisdiccional por parte de
un Tribunal Arbitral debe causar la nulidad del Laudo.
[115]
Exposición de Motivos de la ley 23503 citada por BOREA ODRÍA, Alberto. Evolución
de las Garantías Constitucionales, Segunda Edición Actualizada, Editorial Fe de
Erratas, Lima, 2000; p. 314.
[116]
Expediente N° 928-2001-AA/TC, Fundamento Jurídico N° 3.
88
El laudo arbitral y si impugnación
(…)
“La pregunta que debemos contestar arribados a este punto es
la siguiente: ¿Corresponde a esta Sala Civil Subespecializada en
materia comercial la tutela de los derechos fundamentales de la
persona afectados por un Laudo Arbitral o es que esta tutela, y
por consiguiente la declaración de nulidad del Laudo, únicamente
puede ser brindada en sede constitucional?
(…)
“Esto quiere decir que se confiere a los órganos jurisdiccionales que
conocemos de la vía previa, en este caso el proceso de Anulación
de Laudo, la posibilidad (y la obligación) de corregir cualquier
atentado a los derechos fundamentales causados por la actividad
de los árbitros. Sólo de esa manera puede entenderse la necesidad
del tránsito por la vía previa pues, como resulta evidente, si este
Colegiado no pudiera brindar tutela constitucional, la vía de am-
paro debería entenderse abierta de modo directo, lo que es por
lo referido incorrecto”.
[117]
Fundamento jurídico 6.
89
Julio Martín Wong Abad
[118]
Debe recordarse que esta sentencia se dictó estando vigente la Ley N° 26572.
[119]
Igualmente, el Tribunal establece los siguientes criterios para evaluar
constitucionalmente los procesos de amparo contra actuaciones arbitrales:
“4. En cualquier caso, y a efectos de determinar el ámbito de actuación de este Tribunal
cuando conozca de amparos contra laudos arbitrales, es pertinente precisar algunas
reglas para el control de estas decisiones. En tal sentido :
a) El amparo resulta improcedente cuando se cuestione actuaciones previas a la
expedición del laudo. En tales casos, se deberá esperar la culminación del proceso
arbitral.
b) Aun habiendo culminado el proceso arbitral, conforme al literal anterior, el
amparo será improcedente cuando no se agote la vía previa, de ser pertinente la
interposición de los recursos respectivos (apelación o anulación), de acuerdo a lo
90
El laudo arbitral y si impugnación
[122]
Fundamento N° 18.
[123]
Fundamento N° 21.
93
Julio Martín Wong Abad
nal afectado en el curso del proceso arbitral a los órganos judiciales que
deben tramitar el proceso de nulidad de laudo.
Después de realizar esta breve revisión de las complicadas relacio-
nes que han existido entre el proceso de nulidad de laudo arbitral y los
procesos constitucionales, es necesario referirnos a algunos de los temas
que se suscitan alrededor de ellas.
[124]
STC N° 6167-2005-PHC/TC, Fundamento Jurídico N° 9.
[125]
El mismo Tribunal columbra esto cuando afirma “que los principios y deberes
primordiales de la función jurisdiccional consagrados en el artículo 139 de la
Constitución…deberán extenderse razonablemente a la jurisdicción arbitral” (STC
N° 6167-2005-PHC/TC, Fundamento N° 17, resaltado nuestro).
94
El laudo arbitral y si impugnación
95
Julio Martín Wong Abad
[126]
ARISNABARRETA, Ana María. “Apuntes sobre el debido proceso en el arbitraje: la
anulación del laudo y el proceso de amparo” en http://www.justiciayderecho.org, p.
24.(Consultado el día 9 de julio de 2011).
[127]
Ibidem
[128]
Ibidem
[129]
Ibidem
97
Julio Martín Wong Abad
[130]
CREMADES, para el caso de la Ley española, expresa lo siguiente: “La Exposición
de Motivos de la LA expresamente se refiere al derecho de defensa de las partes y al
principio de igualdad como “…valores fundamentales del arbitraje como proceso que
es”. En este sentido, son aplicables al arbitraje unas normas de carácter imperativo,
encaminadas a salvaguardar los principios de audiencia, contradicción e igualdad;
y no cabe su trasgresión por voluntad de las partes o por el árbitro” (CREMADES,
Bernardo M. El Arbitraje en la Doctrina Constitucional Española en Lima Arbitration
N° 1 – 2006, p. 200).
[131]
MONTERO AROCA, citado por CAROCCA PÉREZ, señala: “La existencia del
contradictorio se frustraría si en la propia ley se estableciera la desigualdad de
las partes. El contradictorio tiene únicamente sentido cuando a todas las partes se
reconocen los mismos derechos, cargas y deberes procesales.”
[132]
Sigo lo expuesto en CAROCCA PÉREZ, Alex. Garantía Constitucional de la Defensa,
José María Bosch Editor, Barcelona, 1998. Para un resumen de lo expuesto en este
libro se puede revisar el artículo del mismo CAROCCA PÉREZ, Alex La Garantía
Constitucional de la Defensa en Revista Peruana de Derecho Procesal, N° II, Lima,
Marzo de 1998, pp. 368-375.
[133]
Según CAROCCA PÉREZ las facultades esenciales comprendidas en la garantía
constitucional de la defensa son las siguientes:
“1) Formular alegaciones. Sin embargo, estas alegaciones tienen una limitación
esencial, que deberán ser hechas conforme a las legítimas prescripciones de
oportunidad contenidas en las normas de procedimiento.
2) Se garantiza el derecho de probar tales alegaciones, es decir, las peticiones y
alegaciones fácticas carecerán de valor si no son en su momento debidamente
probadas. Con lo que en definitiva la prueba se constituye en la segunda actividad
esencial asegurada por la defensa. La protección en esta materia se traduciría en:
a) en que la causa sea recibida a prueba y que se abra un término probatorio
suficiente;
b) en el derecho a proponer los medios de prueba;
c) en que la prueba propuesta sea válidamente admitida;
d) en que la prueba propuesta y admitida sea practicada y se permita a los
interesados intervenir en su práctica y finalmente,
e) en que la prueba practicada sea valorada por el Tribunal. Me parece que en
general, todos ellos se encuentran bien regulados y satisfacen las exigencias de
las garantías.
3) Aparte de formular las alegaciones aparte de probar, la garantía asegura también
la posibilidad o el derecho de contradecir. Para comprobar este aserto debemos
señalar que lo que caracteriza a la garantía de la defensa es que la actividad que
pueda realizar cada parte sea equivalente a la que ha impuesto la parte contraria,
atendiendo a su carácter reactivo. Esto se traduce en que su implementación
en el proceso se produce a través del conocidísimo y antiquísimo principio del
contradictorio que a nuestro parecer no es más que la garantía de la defensa
operando simultáneamente para las dos partes (…)
98
El laudo arbitral y si impugnación
e podrá ser apreciada de oficio por la Corte Superior que conoce del recurso de
anulación.
4. La causal prevista en el inciso g. del numeral 1 de este artículo sólo será procedente
si la parte afectada lo hubiera manifestado por escrito de manera inequívoca al
tribunal arbitral y su comportamiento en las actuaciones arbitrales posteriores no
sea incompatible con este reclamo.
5. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso a. del numeral 1 de este
artículo se apreciará de acuerdo con las normas jurídicas elegidas por las partes
para regir el convenio arbitral, por las normas jurídicas aplicables al fondo de la
controversia, o por el derecho peruano, lo que resulte más favorable a la validez y
eficacia del convenio arbitral.
6. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso f. podrá ser apreciada de
oficio por la Corte Superior que conoce del recurso de anulación.
7. No procede la anulación del laudo si la causal que se invoca ha podido ser subsanada
mediante rectificación, interpretación, integración o exclusión del laudo y la parte
interesada no cumplió con solicitarlos.
8. Cuando ninguna de las partes en el arbitraje sea de nacionalidad peruana o tenga
su domicilio, residencia habitual o lugar de actividades principales en territorio
peruano, se podrá acordar expresamente la renuncia al recurso de anulación o la
limitación de dicho recurso a una o más causales establecidas en este artículo. Si las
partes han hecho renuncia al recurso de anulación y el laudo se pretende ejecutar
en territorio peruano, será de aplicación lo previsto en el título VIII.
101
Julio Martín Wong Abad
7.1. Concepto
Establecida por el Tribunal Constitucional la posibilidad de que todas
las afectaciones al derecho al debido proceso puedan ser reclamadas den-
tro del proceso de nulidad de laudo, resulta particularmente importante
conocer si es posible reclamar y, si fuera el caso, en qué forma por la
afectación, dentro del proceso arbitral, de este derecho.
Como sabemos el concepto de debido proceso sustantivo deriva del
due process of law del common law, en el cual constituye, en general,
[136]
DE JESÚS O., Alfredo. La Sala Constitucional y el Arbitraje Comercial. Hacia un
Régimen Racional del Control Judicial del Laudo Arbitral en el Derecho Venezolano en
Revista Peruana de Arbitraje N° 3 (2006), p. 94.
102
El laudo arbitral y si impugnación
“…puede afirmarse que, desde fines del siglo XIX, el debido proceso
sustantivo consistió básicamente en una garantía de razonabili-
dad de las decisiones de cualquiera de los órganos del Estado; es
irrazonable toda decisión que afecta los derechos fundamentales
protegidos por la Constitución” [139]
[137]
LANDA sostiene que:
“El debido proceso tiene su origen en el due process of law anglosajón. Se descompone
en: el debido proceso sustantivo, que protege a los ciudadanos de las leyes contrarias
a los derechos fundamentales y, el debido proceso adjetivo, referido a las garantías
procesales que aseguran los derechos fundamentales” LANDA ARROYO, César.
Teoría del Derecho Procesal Constitucional, Palestra Editores, Lima, 2003; p. 195.
[138]
En el common law americano el Substantive Due Process ha sido utilizado para controlar
leyes que, de acuerdo a la Corte Suprema pretendían limitar inconstitucionalmente la
libertad de las partes para contratar, así como una cláusula a través de la cual se podía
derivar derechos no expresamente contemplados en la Constitución de los Estados
Unidos. Un brevísimo resumen de los casos más relevantes en los cuales ha sido
utilizado puede verse en West’s Encyclopedia of American Law, 2nd Edition, Thomson
– Gale, Detroit, 2005; Volume N° 04 pp. 37-41.
[139]
CIANCIARDO, Juan. El principio de razonabilidad. Del debido proceso sustantivo al
moderno juicio de proporcionalidad, Editorial Ábaco de Rodolfo Depalma, Buenos
Aires, 2004; p. 35.
103
Julio Martín Wong Abad
[140]
En el caso citado el Tribunal Constitucional consideró que exigir a un matrimonio el
pago de dos tasas (una por cada cónyuge) para admitir el recurso de casación “lesiona
el derecho de los justiciables a acceder a los recursos impugnatorios establecidos por
la ley procesal…” (Fundamento N° 4).
104
El laudo arbitral y si impugnación
[141]
Con mayor amplitud el Tribunal sostiene:
“Qué duda cabe de que dentro de esos poderes públicos vinculados con los derechos
fundamentales se encuentran también el Poder Judicial y, con él, todas sus instancias
jurisdiccionales, al mismo tiempo que sus órganos administrativos. La cuestión de
qué derechos lo vinculan; bien cuando ejerce funciones jurisdiccionales; bien cuando
ejerza las funciones administrativas propias a sus actividades de gestión, no puede sino
responderse en los mismos términos que habitualmente se efectúa en relación con
los demás poderes públicos. Todos los derechos fundamentales vinculan a todos los
poderes públicos. De modo que todos los derechos fundamentales (y no solo los que
conforman la tutela procesal) vinculan al Poder Judicial y, en ese sentido, demandan
acciones u omisiones destinadas a garantizar el ámbito de la realidad que cada uno de
ellos persigue tutelar” (Fundamento N° 17)
105
Julio Martín Wong Abad
[142]
LANDA, César. El arbitraje en la Constitución de 1993 y en la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional en Themis. Revista de Derecho. Nº 53. p. 39.
[143]
Ibidem.
106
El laudo arbitral y si impugnación
[144]
Como lamentablemente ha sucedido en el Expediente N° 5311-2007-PA/TC, en el cual
el Tribunal Constitucional ha intervenido gravemente sustentando su decisión en un
gaseoso concepto de razonabilidad.
107
Julio Martín Wong Abad
[145]
FERNÁNDEZ GONZALEZ, Miguel Ángel. Renunciabilidad de los Derechos
Fundamentales de contenido económico en Derecho constitucional para el siglo XXI:
actas del VIII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional/ coordinado por
Manuel Carrasco Durán, Francisco Javier Pérez Royo, Joaquín Urías Martínez, Manuel
José Terol Becerra, Vol. 1, 2006, pp. 1357-1376.
Este autor arriba a las siguientes conclusiones que compartimos plenamente:
“Primero, que es constitucionalmente admisible renunciar al ejercicio de los derechos
fundamentales de contenido económico;
Segundo, que aquella renuncia, desde la perspectiva y para la Constitución, configura
una limitación al ejercicio de aquellos derechos; y
Tercero y atendido lo anterior, para que la renuncia sea respetuosa de la Carta
Fundamental se requiere, por una parte, que aquella se ajuste a la disposición legal
en la que se funda, sea lo previsto en el artículo 12 del Código Civil –en cuyo caso
requerirá que sólo mire al interés individual del renunciante y que la abdicación no
esté prohibida- o lo que dispongan leyes especiales; y, de otra, que no afecte en su
esencia el derecho fundamental ni impida su libre ejercicio. Por esto último, no resulta
constitucionalmente admisible la renuncia total, en términos que sea perpetua o
absoluta, al ejercicio del derecho fundamental”.
108
El laudo arbitral y si impugnación
[146]
Debemos recordar que la ley permite medios irracionales de solución de conflictos
cuando la materia de los mismos es disponible. Así, el artículo 1311 del Código Civil
establece:
“Cuando las partes se sirven de la suerte para dirimir cuestiones, ello produce los
efectos de la transacción y le son aplicables las reglas de este título”.
109
Capítulo III
LA MOTIVACIÓN DEFECTUOSA COMO
CAUSAL DE NULIDAD DEL LAUDO
ARBITRAL DE DERECHO
1. La Motivación del laudo arbitral
1.1. Concepto
Motivar, desde el punto de vista de la jurisdicción, es justificar la
decisión adoptada. No describir la forma como se ha arribado a ella[147],
no explicarla como si fuera un fenómeno natural sino, por el contrario,
justificarla[148] como una decisión aceptable.
Como señala COLOMER:
[147]
Motivar, de acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua, es explicar las
razones que se han tenido para hacer algo. Esta definición ha sido aplicada muchas
veces al trabajo jurisdiccional, afirmándose, por ejemplo, que:
“La exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas en proporción a los
términos del inciso 5) del artículo 139° de la Norma Fundamental, garantiza que los
jueces, cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan, expresen el proceso mental que
los ha llevado a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de
administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley” STC Expediente
N° 01230-2002-HC/TC, fundamento jurídico 11.
Sin embargo, por las razones anotadas en el texto consideramos que esta definición no
es la más adecuada si atendemos a la finalidad de la motivación.
[148]
“Decir que el juez tomó esa decisión debido a sus firmes creencias religiosas significa
enunciar una razón explicativa; decir que la decisión del juez se basó en determinada
interpretación del artículo 15 de la Constitución significa enunciar una razón
justificatoria. Los órganos jurisdiccionales o administrativos no tienen, por lo general,
que explicar sus decisiones, sino justificarlas” ATIENZA, Manuel. LAS RAZONES
DEL DERECHO Teorías de la Argumentación Jurídica, Segunda Edición: México 2003,
Palestra Editores S.A.C., Lima, 2004; p. 32.
113
Julio Martín Wong Abad
1.2. Características
La motivación, como discurso justificativo, tiene algunas caracterís-
ticas que resulta útil enumerar.
En primer lugar, el discurso no es libre:
[149]
COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. La motivación de las sentencias: sus exigencias
constitucionales y legales, Tirant lo Blanch, Valencia, 2003; p. 37.
[150]
TARUFFO, Michele Voz Motivazione. III) Motivazione della Sentenza – DIR. PROC.
CIV. p. 3.Enciclopedia Giuridica, Volume 20, MER-NOL, Istituto della Enciclopedia
Italiana Fondata da Giovanni Treccani, Roma, 1990.
114
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[151]
COLOMER HERNÁNDEZ, p. 51.
[152]
COLOMER HERNÁNDEZ, p. 59.
[153]
IACOVIELLO, p. 7.
[154]
“La prospettiva del dover motivare pone un freno all’anarchia decisoria del giudice
– alle sue ‘reepassioni’ direbbe Pagano – e gli impone uno shema di argomentazione
razionale e controlabile, cui il giudice debe adeguarsi se vuole che la sua decisione resista
115
Julio Martín Wong Abad
[155]
TARUFFO, Michele. Páginas sobre la justicia civil, Marcial Pons, Madrid, 2009; p. 517.
[156]
DELLA MONICA afirma sobre el mismo punto lo siguiente:
“El juez que no motiva no es un juez que actúa en nombre de la colectividad, sino un
juez que desautoriza las prerrogativas de control social propias de aquella, porque no
permite comprobar al pueblo si el ejercicio de la delegación se ha realizado conforme
a ley” (DELLA MONICA, Giuseppe. CONTRIBUTO ALLO STUDIO DELLA
MOTIVAZIONE, CEDAM, 2002; p. 6
[157]
Estas consideraciones se ven reflejadas en el artículo 51 de la Ley de Arbitraje:
“Artículo 51.- Confidencialidad
1. Salvo pacto en contrario, el tribunal arbitral, el secretario, la institución arbitral y,
en su caso, los testigos, peritos y cualquier otro que intervenga en las actuaciones
arbitrales, están obligados a guardar confidencialidad sobre el curso de las mismas,
incluido el laudo, así como sobre cualquier información que conozcan a través de
dichas actuaciones, bajo responsabilidad.
2. Este deber de confidencialidad también alcanza a las partes, sus representantes y
asesores legales, salvo cuando por exigencia legal sea necesario hacer público las
actuaciones o, en su caso, el laudo para proteger o hacer cumplir un derecho o para
interponer el recurso de anulación o ejecutar el laudo en sede judicial.
3. En todos los arbitrajes regidos por este Decreto Legislativo en los que interviene
el Estado peruano como parte, las actuaciones arbitrales estarán sujetas a
confidencialidad y el laudo será público”.
117
Julio Martín Wong Abad
[158]
NOUSSIA enumera algunos de esos casos:
“Arbitration is a private dispute resolution process in which the arbitrators and rules
are selected by the parties. In principle, there is no reason why business people should
not be able to resolve their commercial disputes in a private and confidential manner.
However, a concurrent and sometimes overriding public interest sometimes has to
be recognised which would require to lift the cloak of confidentiality in a number of
circumstances, including the following: (1) where the subject matter or the existence
of the dispute and/or its outcome must be publicly reported because it may be material
to the financial condition of a public company;(2) where the disclosure of the dispute
and the surrounding circumstances or outcome may be required by shareholders,
partners, creditors or others having a legitimate business interest in the affairs of one
of the parties to the dispute, (3)
where one of the parties may conclude that its commercial interests and the interests
of shareholders and potential shareholders would be enhanced by publicly disclosing
information about the dispute and any resulting award and, accordingly, has a duty to
make such disclosure, (4) where one or both of the parties may be subject to obligations
to disclose information in spite of any express or implied term to the contrary in
the arbitration agreement, (5) where it may not be possible or proper to shield the
company’s auditors and outside advisors from the fact and nature of the dispute and
the surrounding circumstances and the ultimate award – whether confidential or not
– (6) where the parties have duties of disclosure to insurers, (7) where the parties
must be free to present the award and relevant surrounding circumstances in a public
court to either enforce or appeal the award or use it as evidence in another related
proceeding, (8) where the parties may be obliged to disclose evidence from the
arbitration in another proceeding, (9) where the evidence of illegal or criminal conduct
that should be reported to public authorities may be uncovered during the course of
the proceedings” NOUSSIA, Kyriaki CONFIDENTIALITY IN INTERNATIONAL
COMMERCIAL ARBITRATION A Comparative Analysis of the Position Under English,
US, German and French Law, Springer, Londres-Nueva York, 2010; p. 22-23.
118
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[159]
La principal sentencia sobre este tema es la STC N° 00728-HC/TC. También deben ser
mencionadas, entre muchas otras, las STC N.º 1480-2006-AA/TC, N.º 3943-2006-PA/
TC y 06149-2006-AA/TC.
[160]
“Artículo 139.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…)
5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto
los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los
fundamentos de hecho en que se sustentan.
(…)”
[161]
“Artículo 56.- Contenido del laudo
1. Todo laudo deberá ser motivado, a menos que las partes hayan convenido algo
distinto o que se trate de un laudo pronunciado en los términos convenidos por
las partes conforme al artículo 50. Constarán en el laudo la fecha en que ha sido
dictado y el lugar del arbitraje determinado de conformidad con el apartado 1 del
artículo 35. El laudo se considera dictado en ese lugar.
2. El Tribunal arbitral se pronunciará en el laudo sobre la asunción o distribución de
los costos del arbitraje, según lo previsto en el artículo 73”.
119
Julio Martín Wong Abad
[162]
Expediente N° 00728-2008-HC/TC. Fundamento N° 7.
120
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[163]
CASTILLO ALVA, José Luis, LUJÁN TÚPEZ, Manuel y ZAVALETA RODRIGUEZ,
Roger RAZONAMIENTO JUDICIAL Interpretación, Argumentación y Motivación de
las Resoluciones Judiciales, Segunda Edición, ARA Editores, Lima, 2006; 447
[164]
COLOMER HERNANDEZ, p. 179.
121
Julio Martín Wong Abad
[165]
COLOMER HERNÁNDEZ, p. 177.
[166]
STC N° 728-2008-HC/TC, Fundamento Jurídico N° 7.b.
[167]
Este es uno de los defectos que el Tribunal Constitucional identifica en el caso resuelto
en el Expediente 00728-2008-HC/TC:
“20. La incoherencia narrativa se presenta cuando existe un discurso confuso,
incapaz de trasmitir, de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión,
produciéndose así una manifiesta incoherencia narrativa, y cuya consecuencia
lógica puede ser la inversión o alteración de la realidad de los hechos, lo que la hace
incongruente e inconstitucional.
122
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[169]
TARUFFO, Michele Voz Motivazione. III) Motivazione della Sentenza – DIR. PROC.
CIV. p. 3.Enciclopedia Giuridica, Volume 20, MER-NOL, Istituto della Enciclopedia
Italiana Fondata da Giovanni Treccani, Roma, 1990
[170]
Artículo 138.- La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el
Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y las
leyes.
En todo proceso, de existir incompatibilidad entre una norma constitucional y una
norma legal, los jueces prefieren la primera. Igualmente, prefieren la norma legal sobre
toda otra norma de rango inferior.
124
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[171]
Es cierto, como ha dicho Julius Henry Cohen, que el arbitraje no es el método
apropiado para decidir sobre materias de derecho de una importancia mayor, que
involucren cuestiones de naturaleza constitucional o de política en la aplicación de
las leyes (KIRGIS, p. 30), sin embargo, la complejidad de las relaciones comerciales
y, sobre todo, la utilización del arbitraje en campos cada vez más alejados del
simplemente comercial hacen necesario remarcar la posibilidad de ejercicio de esta
potestad constitucional.
[172]
Sobre este punto merece citarse a PEYRANO:
“Pese a la innegable importancia del tema, son escasos los doctrinarios que ha
denunciado la, a nuestro entender, evidente conexión que media entre el principio iura
novit curia y el control jurisdiccional de constitucionalidad de las leyes, contándose
Linares Quintana entre los que así han procedido: ‘El deber del juez de tener en cuenta
la Constitución al fallar un caso, así sea un simple asunto civil, emana pues, de la regla
iura novit curia y del simple hecho de que existe vigente una Constitución.
Es que si se parte del presupuesto de que el principio en estudio constituye un deber
profesional para el sentenciante, que lo constriñe a hacer un encuadre normativo
correcto del tema decidendum, resulta claro que deberá, aun de oficio, imponer la
mayor jerarquía del texto constitucional, ante invocaciones de parte, de disposiciones
que lo conculcan. Un voto del doctor Fleitas (h), que merece ser transcrito en lo
pertinente, incluye un pronunciamiento terminante sobre el tópico: ‘es obligación del
juez suplir el derecho invocado y en esa suplencia puede y debe fiscalizar de oficio
la constitucionalidad dentro de lo más estricto de su función. El control aludido
importa una cuestión de derecho y en ella es sabido que el juez no está vinculado por el
derecho que las partes invocan’” PEYRANO, Jorge W. EL PROCESO CIVIL Principios
y Fundamentos, Editorial Astrea, Buenos Aires, 1978; p. 101
125
Julio Martín Wong Abad
[173]
COLOMER HERNÁNDEZ, p. 268.
[174]
STC N° 728-2008-HC/TC, Fundamento Jurídico 7.d.
126
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[175]
La sentencia recaída en el expediente N° 1230-2002-HC/TC, sostiene en su fundamento
11 que:
“La Constitución no garantiza una determinada extensión de la motivación, por lo
que su contenido esencial se respeta siempre que exista fundamentación jurídica,
congruencia entre lo pedido y lo resuelto y, por sí misma, exprese una suficiente
justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o concisa, o se presenta el
supuesto de motivación por remisión.
Tampoco garantiza que, de manera pormenorizada, todas las alegaciones que las partes
puedan formular dentro del proceso sean objeto de un pronunciamiento expreso
y detallado. En materia penal, el derecho en referencia garantiza que la decisión
expresada en el fallo sea consecuencia de una deducción razonable de los hechos
del caso, las pruebas aportadas y la valoración jurídica de ellas en la resolución de la
controversia. En suma, garantiza que el razonamiento empleado guarde relación y sea
proporcionado y congruente con el problema que al juez penal corresponde resolver”.
127
Julio Martín Wong Abad
[176]
Expediente N° 00728-2008-HC/TC. Fundamento N° 7.
[177]
El Tribunal Constitucional español ha expresado que cuando:
“…la desviación en que consiste la incongruencia es de tal naturaleza que supone una
completa modificación de los términos en que se produjo el debate procesal, puede
entrañar una vulneración del principio de contradicción y por ende del fundamental
derecho de la defensa, pues la Sentencia ha de ser dictada tras la existencia de un debate
y de una contradicción y sólo en esos términos dialécticos es justo el proceso y justa
la decisión que en él recae. Puede por esto ocurrir que al alterarse en la Sentencia los
términos del litigio la condena se produzca sin que se haya dado a las partes oportunidad
de defenderse, sobre los nuevos términos en que el Tribunal coloca el asunto” citado
por CHAMORRO BERNAL, Francisco LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA Derechos
y garantías procesales derivados del artículo 24.1 de la Constitución, Bosch, Barcelona,
1994; p. 156.
[178]
DE LA OLIVA explica esta exigencia del modo siguiente:
128
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
“El presupuesto de correcta aplicación de la regla ‘iura novit curia’ es doble: 1° que
el tribunal respete el por qué fundamental de la pretensión del litigante; 2° que los
demás litigantes hayan podido, lo mismo que el tribunal, conocer y afrontar el
genuino fundamento de la pretensión. Porque el respeto a la causa petendi o lo que
indebidamente algunos consideran límites a la regla ‘iura novit curia’ no obedece a
un caprichoso aherrojamiento del tribunal. No sólo es coherente con el principio
dispositivo, sino que, además, resulta obligado para que el tribunal se mueva, al dictar
sentencia, dentro de los términos de la contienda procesal, sin sorprender, a una u
otra parte, con lo que no hubieran podido debatir. Ni que decir tiene que tal ‘sorpresa’
entrañaría una clara indefensión” DE LA OLIVA SANTOS, Andrés DERECHO
PROCESAL CIVIL El Proceso de Declaración, Segunda Edición, Editorial Centro de
Estudios Ramón Areces S.A., Madrid, 2003; p. 415
[179]
Véase, por ejemplo, PEYRANO, p. 66.
[180]
Algunos autores consideran que la omisión de pronunciamiento más que un defecto
de la motivación representa un incumplimiento a la propia función jurisdiccional:
“Es fácil comprender que la exhaustividad de la sentencia resulta consustancial a la
misma función jurisdiccional. Si los Tribunales han de pronunciarse en los procesos
civiles sobre todas las pretensiones deducidas por las partes y decidir todos los puntos
litigiosos es, sin duda, porque la misma razón de ser de la jurisdicción, sustitutivo de
la justicia privada, comporta esa exigencia, de forma que se estimaría incumplida la
función de los órganos jurisdiccionales, y defraudados los fines de la Administración
de Justicia, si los Tribunales pudieran, sin cometer infracción jurídica, dejar sin
resolver las peticiones de tutela que se les someten. Se llegaría a legitimar un retorno a
la justicia privada”. DE LA OLIVA, p. 405.
129
Julio Martín Wong Abad
[181]
En la sentencia recaída en el expediente número 4195-2006-AA/TC FJ 4.
[182]
Así lo entiende también la doctrina, por ejemplo, CAIVANO: “…es claro que la
impugnación por nulidad no habilita a las partes a solicitar una revisión del laudo
en cuanto al fondo de lo decidido. El juez debe limitarse a resolver sobre la existencia
o no de las causales susceptibles de afectar la validez del laudo, estándole prohibido
revisar el fondo, bajo responsabilidad”. (CAIVANO, Roque J. Negociación, Conciliación
y Arbitraje, Asociación Peruana de Negociación, Arbitraje y Conciliación, Lima, 1998;
p. 304).
Del mismo modo MERINO MERCHAN y CHILLÓN MEDINA: “…la acción de
anulación es un proceso impugnatorio del laudo por razones puramente extrínsecas…”
Op. cit., p. 689.
Igualmente, BARONA: “Desde los parámetros descritos, no es posible entender que
la anulación pretende cambiar parcial o totalmente el laudo o su sentido, sino que se
pretende controlar, desde el laudo, el origen, el desarrollo y la terminación del laudo
ateniendo a la voluntad de consenso de ambas partes y a los componentes legales
exigidos.
En suma, ‘el Tribunal puede controlar su regularidad, en un juicio externo, pero nunca
inmiscuirse en su juicio valorativo’ (SAP de Madrid de 17 de enero de 2003 (AC 2003,
399)” Op. cit., p. 1344.
[183]
La STC N° 06149-2006-AA/TC sostiene:
“19. El Tribunal es de la opinión que este extremo de la pretensión no satisface
la exigencia del inciso 1) del artículo 5º del Código Procesal Constitucional. Sin
perjuicio de recordar que el contenido constitucionalmente garantizado del derecho
a la motivación de las resoluciones judiciales no garantiza que, al resolverse una
controversia, ésta se realice basándose en una interpretación correcta de la norma
jurídica aplicable [Cf. STC 9598-2005-PHC/TC; STC 4348-2005-PA/TC, entre
otras].
130
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[186]
A pesar de lo sostenido por BARONA: “Así, la opción técnico-política que se presenta
es o bien abogar por un control del fondo del asunto de la decisión arbitral, y, con ello.
La consagración del principio de apelabilidad de las resoluciones arbitrales, o bien
negar ese control de la decisión de fondo arbitral y buscar mecanismos que se adapten
a la propia naturaleza de la institución arbitral. La opción parece ya estar consolidada
en el momento presente y de forma universal” p. 1342
[187]
Wilko v. Swan, 346 U.S. 427 (1953).El texto completo puede ser consultado en http://
supreme.justia.com/us/346/427/case.html.
[188]
“For such a prominent non-statutory defense to vacatur of arbitral awards, the Supreme
Court has mentioned manifest disregard of the law only three times and has never fully
defined the term” BOOHAKER, David The Addition of the “Manifest Disregard of the
Law” Defense to Georgia’s Arbitration Code and Potential Conflicts With Federal Law en
http://law.gsu.edu/lawreview/index/archives/show/?art=21-2/21-2_Boohaker_Note.
htm (Consultado el día 11 de febrero de 2011).
[189]
RUBINO-SAMMARTANO, op. cit. p. 871.
132
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[190]
CALAMANDREI, p. 253.
[191]
CALAMANDREI señala respecto a estos dos errores que:
“La falsa aplicación de la ley se diferencia, pues, conceptualmente, de la errónea
calificación jurídica, ya que en la serie de silogismos instrumentales de que nace la
sentencia, la calificación jurídica constituye una operación mental preparatoria y
precedente a la de la aplicación del derecho al hecho; pero en la práctica estas dos
operaciones se funden en una ya que, cuando el juez hace la selección del material
de hecho para dejar fuera de él los extremos del caso particular concreto (calificación
jurídica), ya tiene presente el hecho específico legal de la norma jurídica que considera
correspondiente al caso, de donde, realizada la definición jurídica del caso particular
concreto queda reconocido por ello que la misma coincide con el hecho específico
legal y que se verifican en concreto los efectos establecidos en abstracto por aquella
norma” p. 253.
133
Julio Martín Wong Abad
[192]
Estos errores son escasos, un ejemplo puede encontrarse en la STC recaída en el Exp.
N° 216-96-HC/TC publicada en Jurisprudencia del Tribunal Constitucional Tomo I
Periodo 96-97, Gaceta Jurídica Editores, Lima, 1998; pp. 21-23.
[193]
“Artículo 41.- Competencia para decidir la competencia del tribunal arbitral
1. El tribunal arbitral es el único competente para decidir sobre su propia
competencia, incluso sobre las excepciones u objeciones al arbitraje relativas a la
inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia del convenio arbitral o
por estar pactado el arbitraje para resolver la materia controvertida o cualesquiera
otras cuya estimación impida entrar en el fondo de la controversia. Se encuentran
comprendidas en este ámbito las excepciones por prescripción, caducidad, cosa
juzgada y cualquier otra que tenga por objeto impedir la continuación de las
actuaciones arbitrales.
(…)”
134
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
Esto quiere decir que si, por ejemplo, el tribunal arbitral considera
que es incompetente para conocer de determinada materia por no estar,
en su opinión, comprendida en el convenio arbitral, la parte que desee
continuar con el arbitraje podrá impugnar esa decisión mediante el re-
curso de anulación y, eventualmente podrá conseguir que una corte de
justicia ordene la continuación del proceso arbitral.
135
Julio Martín Wong Abad
[194]
“Artículo 39.-Facultad de los árbitros para decidir acerca de su competencia
Los árbitros están facultados para decidir acerca de su propia competencia, incluso
sobre oposiciones relativas a la existencia, eficacia o a la validez del convenio arbitral.
La oposición total o parcial al arbitraje por inexistencia, ineficacia o invalidez
del convenio arbitral o por no estar pactado el arbitraje para resolver la materia
controvertida, deberá formularse al presentar las partes sus pretensiones iniciales. Los
árbitros, sin embargo podrán considerar estos temas de oficio.
Los árbitros decidirán estos temas como cuestión previa. Sin embargo, el tribunal
arbitral podrá seguir adelante en las actuaciones y decidir acerca de tales objeciones en
el laudo. Contra la decisión de los árbitros no cabe impugnación alguna, sin perjuicio
del recurso de anulación, si la oposición hubiera sido desestimada”.
[195]
“In some Model Law countries, true to the original blueprint, it is matter of principle
that the negative decisión on arbitration cannot be overturned and that agreement
may not be ‘forced upon’ arbitrators. There are, however, examples to the contrary,
as the Austrian legislator appers to have reserved the last say for the courts even in
the situation where arbitrators found agreement to be invalid” (PAVIC, Vladimir.
Annulment of Arbitral Awards in International Commercial Arbitratrion en http://
papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1615333)
[196]
Artículo 61 de la Ley 26572, anterior Ley General de Arbitraje:
“Recurso de Anulación
Contra los laudos arbitrales dictados en una sola instancia o contra los laudos arbitrales
de segunda instancia, procede sólo la interposición del recurso de anulación ante el
Poder Judicial por las causales taxativamente establecidas en el artículo 73. El recurso
tiene por objeto la revisión de su validez, sin entrar al fondo de la controversia, y se
resuelve declarando su validez o su nulidad.
136
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[197]
Las llamadas corresponden a las siguientes citas en forma correlativa a *Roque J.
Caivano, “Los Laudos Arbitrales y su Impugnación por Nulidad” en: Jurisprudencia
Argentina N° 5869, febrero, 1994, p. 10; **GONZÁLES SORIA, Julio: Comentarios a
la nueva Ley de Arbitraje 60/2003, de 23 de diciembre, Editorial Aranzadi, Madrid,
2004, pp. 413-414; ***HINOJOSA SEGOVIA, Rafael: El recurso de anulación contra
los laudos arbitrales (Estudio Jurisprudencial), Editorial Revista de Derecho Privado –
Editoriales de Derecho reunidas, 1991, p. 83.
Estas citas han sido repetidas, casi como una letanía obligatoria, en muchísimas
sentencias de la Primera Sala Comercial, solo para nombrar algunas podemos señalar
las siguientes: Expedientes números 34-2009, de fecha trece de enero de 2010, 539-
2009, de fecha doce de enero de dos mil diez, 1346-2009 de seis de abril de 2010, 1142-
2008, de 17 de junio de 2010. Las mismas citas han sido utilizadas por la Segunda Sala
Comercial, por ejemplo en los siguientes sentencias, Expedientes números 27-2010, de
31 de enero de 2011, 849-2010, de 22 de junio de 2011.
[198]
Sentencia de la Primera Sala Comercial, Expediente N° 2425-2007 de fecha 29 de
setiembre de 2009.
138
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
“En cuanto a los agravios vii), viii) y ix) observamos que al refe-
rirse a temas como ‘incumplimiento de lineamientos contractua-
les’, ‘criterios errados del Tribunal’ y ‘fallos contrarios a derecho’,
son en realidad agravios referidos al fondo de la controversia, a
efectuar una nueva evaluación del mismo y que forzarían a esta
Sala a calificar los criterios del Tribunal, actos para los cuales
carecemos de competencia según la disposición expresa de la ley.
En consecuencia, quedan rechazados los argumentos esgrimidos
al no haberse comprobado la vulneración al debido proceso (falta
de motivación) alegada”[199].
[199]
Sentencia de la Segunda Sala Comercial, Expediente N° 227-2011, de fecha 2 de
noviembre de 2011.
[200]
Sentencia de la Primera Sala Comercial Expediente N° 2732-2007 de fecha 16 de
marzo de 2009.
139
Julio Martín Wong Abad
[201]
Sentencia de la Primera Sala Comercial Expediente N° 411-2009 de fecha 25 de enero
de 2010.
140
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
produjo el día seis de octubre de dos mil seis (día de la toma de las
instalaciones) y que además fue producto de un robo sistemático
de algunos trabajadores de la empresa demandante, alegaciones
que claramente no están destinadas a denunciar la ausencia de
una justificación para la decisión adoptada por los árbitros o a
la falta de evaluación de los medios probatorios presentados en
el proceso arbitral, sino más bien a cuestionar la forma como
éstos últimos fueron valorados o las conclusiones derivadas de
ellos, a fin de convencer al Colegiado que una evaluación e in-
terpretación ‘más adecuada’ del Expediente Técnico conllevaría
necesariamente a una conclusión diferente a la contenida en el
laudo, todo lo cual no puede ser objeto de análisis por este Co-
legiado en esta vía porque hacerlo implicaría no solo examinar
la existencia de una motivación para la decisión contenida en el
laudo arbitral cuestionado, así como la coherencia lógica de ella,
sino además, la interpretación misma efectuada por los árbitros
de los hechos expuestos por la demandante para determinar su
dicha interpretación ha sido correcta o no, vulnerando la prohi-
bición de ‘pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre
el contenido de la decisión o calificar los criterios, motivaciones
o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral”. De ningún
modo podría este Colegiado atender este tipo de demanda, pues
la determinación de la norma aplicable al caso concreto (ya sea
en concordancia con lo invocado en la demanda o en aplicación
del iura novit curia), así como la interpretación más adecuada
de ésta para resolver el conflicto, es una atribución exclusiva del
árbitro o árbitros a cargo del proceso arbitral…”.
Concluyeron que:
142
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[202]
Como un dato anecdótico debemos señalar que el doctor Fernando Vidal Ramírez
formaba parte de este Tribunal Arbitral. El distinguido jurista emitió un voto en
minoría en el cual argumentó lo siguiente:
“Las cláusulas de los contratos son las condiciones de derecho a las que quedan
sometidos, incluso para su resolución, salvo que se de cabida a hechos ajenos a la
naturaleza del contrato y que se constituyen, por eso, en modalidades como las
legisladas por el Código Civil en los arts. 171 y siguientes.
El primer párrafo contenido en la cláusula décimo primera del Contrato no contiene
una modalidad, esto es, una condictio facti, sino una condictio iuris, por lo que
tratándose de un contrato con prestaciones recíprocas en el que las partes son acreedor
y deudor simultáneamente, no es pertinente la aplicación analógica del artículo 172
del Código Civil ni imputar la calidad de deudora a PETROPERÚ, como tampoco
sostener la nulidad de la cláusula con este fundamento, máxime si esa no es la causal
invocada por la parte pretensora de la nulidad.
El artículo 1430 [C.C.] supuestamente violado por la cláusula en cuestión no es una
norma de orden público ni imperativa. Es, simplemente, una norma facultativa para
darle conclusión a los contratos por alguno de los varios medios que franquea el
articulado en materia de contratos de prestaciones recíprocas”
El Tribunal Arbitral, en mayoría, luego de considerar inválida la cláusula décimo
primera del contrato, declaró fundada la demanda condenando al pago de la suma de
S/. 14’592,874.27.
Finalmente, el Laudo fue anulado pero por otras consideraciones
143
Julio Martín Wong Abad
La parte que demandó la nulidad del laudo sostuvo que la cita rea-
lizada a la obra del jurista VIDAL RAMÍREZ, se refería en realidad a la
condición suspensiva puramente potestativa y que, en consecuencia, el
laudo contenía una motivación aparente.
La Sala Comercial luego de establecer que estaba impedida de pro-
nunciarse sobre el fondo de la materia controvertida sostuvo:
“Queda claro, por consiguiente, que está vedado a esta Sala Superior
revisar la subsunción de los hechos materia de la resolución arbi-
tral, es decir, este Colegiado, así considere gravemente equivocada
la calificación jurídica que de los hechos ha realizado el Tribunal
Arbitral no puede, sin trasgredir la norma citada[203], revisar o
afectar dicha calificación.
En tal sentido, debemos hacer notar que toda calificación jurídica
equivocada de un hecho arrastra, como lógica consecuencia, una
motivación jurídica también equivocada.
Sin embargo, la equivocada argumentación de una decisión no
quiere decir que la misma sea aparente (…) [pues] la motivación
aparente se presenta cuando lo argumentado no sustenta la deci-
sión adoptada, ya que se recurre a fórmulas genéricas o vacías de
contenido que no tienen correlato con el mérito de lo actuado y
solo pretenden cumplir con la formalidad de ‘sustentar’ la decisión.
En tal sentido, el desarrollo argumental del Tribunal puede resultar
equivocado pero, en nuestra opinión, no es aparente.
En efecto, al iniciar el análisis de la cláusula Décimo Primera del
Contrato que unió a las partes el Tribunal Arbitral comienza por
descartar que dicha cláusula constituya ‘una fórmula resolutoria re-
gulada por las partes bajo los alcances del artículo 1430 del Código
Civil’ norma a la que, por otro lado, asigna el carácter de imperativa.
[203]
El artículo 61 de la derogada Ley General de Arbitraje.
144
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[204]
Véase al respecto el apartado 1.5.1 de este capítulo.
[205]
Sin perjuicio, además, de las causales de orden público que pueden ser deducidas de
oficio por el órgano judicial.
146
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[206]
El mismo criterio había sido utilizado antes en el Expediente N° 858-2006 resuelto
mediante sentencia de fecha dos de octubre de 2006.
147
Julio Martín Wong Abad
Son muchos los casos es los cuales se ha utilizado este criterio, po-
demos citar como ejemplos el famoso proceso iniciado por Compañía
Minera Algamarca S.A. y Compañía de Exploraciones Algamarca contra
Minera Sulliden Shahuindo S.A.C. sobre Nulidad de Laudo Arbitral,
expediente N° 1757-2006 seguido ante la Primera Sala Comercial, en el
cual se afirmó lo siguiente:
“…entonces la pregunta que surge es: ¿Un apoderado autorizado
para contratar (poder especial), lo está también para incluir una
cláusula arbitral o someter las disputas a arbitraje? Y la respuesta
es que no, porque el apoderamiento al representante constituye
el punto de partida de su actuación en nombre del representado
y delimita y concreta sus facultades, ya que obviamente será el
acto unilateral del representado –de otorgamiento de poder- el
que exprese hasta donde llegue dicho poder. El Otorgamiento de
facultades se rige bajo el principio de literalidad y, por ende, no se
presume la existencia de facultades no conferidas explícitamente”.
[207]
La sentencia concordó con lo decidido por el Tribunal Arbitral respecto a su
competencia para conocer de la controversia expresando que:
“…si bien es cierto el OSINERG como entidad de derecho público interno, tiene
entre sus atribuciones la de supervisar, normar, fiscalizar, sancionar y resolver las
controversias que se puedan suscitar respecto de las actividades que desarrollan las
empresas en el subsector de electricidad; debe entenderse con relación a la última
atribución señalada –la de resolver controversias a través de su Tribunal de Solución
de Controversias- que ella se realiza por un lado, cuando se trate de controversias
–determinadas o determinables- respecto de las cuales las partes no tienen facultad
de libre disposición; de otra parte , cuando se trate de controversias que directamente
conciernan a las atribuciones o funciones de imperio del Estado, o de personas o
entidades de derecho público.
En el orden señalado, el reclamo pecuniario que formula ELECTROPERÚ contra
ARES por la energía suministrada, es manifiestamente un derecho de libre disposición,
pues se circunscribe a una obligación dineraria cuya exigencia se encuentra sujeta a la
voluntad del acreedor; asimismo, tal aspecto no concierne a una atribución del Estado,
pues el mismo deriva del contrato de suministro que ambas empresas celebraran y al
interior del cual, expresamente pactaron que cualquier controversia que se genere en
su ejecución, sería resuelta a través de arbitraje de derecho, conforme se aprecia de la
cláusula décimo segunda 12.2, del anotado Contrato de Suministro”
[208]
En este caso el demandante de la nulidad había sostenido, al iniciarse al proceso arbitral,
que no se encontraba sujeto al convenio arbitral. La Sala Comercial sostuvo que:
148
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
“El meollo del asunto estriba, entonces, en determinar si en realidad, las dos páginas
que contienen la Cláusula Adicional por la cual el señor Diego Flores Torres se
constituyó fiador de GLOBAL, fueron siempre parte integrante del contrato celebrado
entre esta última y CLARO, formando un solo acto jurídico, de tal suerte que así
fueron presentadas al recurrente, quien prestó su consentimiento no sólo a la parte
que lo constituía como fiador, sino también a todas y cada una de las cláusulas del
contrato, incluida la arbitral; o, si por el contrario, aquellas páginas en realidad son
un documento distinto al contrato, las cuales fueron presentadas al señor Diego
Flores Torres para su firma –como él lo alega- al margen del contrato principal, que
fue firmado sólo por GLOBAL y CLARO. No cabe duda que de optar por lo último,
no existiría convenio arbitral que justificara la incorporación forzosa del recurrente
al proceso arbitral, debiendo declararse nulo el laudo por inexistencia del convenio
arbitral que lo sustente; mientras de ser lo primero, el recurso debería desestimarse”
149
Julio Martín Wong Abad
150
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
151
Julio Martín Wong Abad
[209]
En el mismo sentido puede citarse la sentencia de fecha catorce de diciembre de 2010,
recaída en el expediente número 492-2010 y la sentencia de fecha treinta de septiembre
de 2010 que resolvió el expediente número 340-2009.
[210]
En el mismo sentido se pronuncia la sentencia de la Primera Sala Comercial,
Expediente N° 830-2010, de 27 de abril de 2011:
“En el caso de autos, de los fundamentos que sustentan esta causal se concluye que
la recurrente pretende que este Colegiado se pronuncie sobre los criterios utilizados
por el Tribunal Arbitral para amparar las pretensiones de Petroperú S.A. y no aplicar
la caducidad que invoca la demandante, lo que no resulta procedente; a mayor
abundamiento, el desacuerdo con lo decidido por el Tribunal Arbitral no habilita a la
nulidad del laudo arbitral”.
152
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
153
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154
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
“…no cabe duda que uno de los principales componentes del de-
recho al debido proceso lo constituye el derecho a la motivación
de las resoluciones, el cual de ningún modo podría ser ajeno al
proceso arbitral, pues las características propias de este último no
colisionan en nada con él, ni de modo alguno podría sostenerse
que, al someterse a la jurisdicción arbitral, las partes renuncien o
perjudiquen de alguna forma su derecho a obtener una solución a
su conflicto de intereses debidamente sustentada, bajo parametros
de razonabilidad y coherencia”[211].
[211]
Sentencia de fecha 26 de octubre de dos mil nueve recaída en el expediente N° 2136-
2008.
155
Julio Martín Wong Abad
[212]
En el punto 4.2 del Capítulo II de este trabajo.
156
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
157
Julio Martín Wong Abad
[213]
Esta era una liquidación parcial pues el Laudo condenó al pago de la suma de S/.
8,804,490.95.
158
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[214]
Artículo 54.- Corrección e integración del laudo
A solicitud de parte, formulada dentro de los cinco (5) días posteriores a la notificación,
o por propia iniciativa de los árbitros dentro del mismo plazo, estos pueden corregir
errores materiales, numéricos, de cálculo, tipográfico y de naturaleza similar. Dentro
del plazo indicado en el párrafo anterior, los árbitros pueden también integrar el laudo
si se hubiese omitido resolver alguno de los puntos materia de controversia.
La corrección, y en su caso la integración se hará por escrito dentro de los cinco (5)
días siguientes a la recepción de la solicitud.
[215]
Artículo 55.- Aclaración de laudo
Dentro del mismo plazo señalado en el artículo anterior, cualquiera de las partes
puede solicitar de los árbitros con notificación a la otra parte, una aclaración del laudo.
La aclaración se efectuará por escrito dentro de los cinco (5) días siguientes a la
recepción de la solicitud, prorrogables por acuerdo de las partes. La aclaración forma
parte del laudo.
[216]
La integración de laudo arbitral no es, por cierto, la integración de sentencia
disciplinada por el artículo 172 del Código Procesal Civil. Esta última figura está
limitada a la omisión de pronunciamiento y no es tan amplia como su homónima. La
integración arbitral se parece más a la corrección de una resolución judicial prevista en
el segundo párrafo del artículo 407 del cuerpo legal citado.
159
Julio Martín Wong Abad
[217]
En la sentencia de fecha veintidós de julio de dos mil diez, que resolvió el expediente
número 1198-2009, la Primera Sala Comercial sostiene al respecto lo siguiente:
“Este requerimiento [contenido en el numeral 7 del artículo 63 de la Ley], no sólo se
sustenta en el deber de las partes de efectuar sus alegaciones y cuestionamientos al
arbitraje de modo leal y oportuno, y no aguardando a la judicialización del mismo
para ejercitar sus argumentaciones; sino además, en la posibilidad con que cuenta
el proceso arbitral para recomponer con independencia las deficiencias que puedan
originarse a su interior a través de los distintos medios procesales regulados para tal
fin en el Decreto Legislativo N° 1071, debiendo ser agotados éstos por las partes como
medios idóneos para expresar sus reclamos”
[218]
Artículo 58.- Rectificación, interpretación, integración y exclusión del laudo.
1. Salvo acuerdo distinto de las partes o disposición diferente del reglamento arbitral
aplicable:
a. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera
de las partes puede solicitar la rectificación de cualquier error de cálculo, de
trascripción, tipográfico o informático o de naturaleza similar.
b. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera
de las partes puede solicitar la interpretación de algún extremo oscuro,
impreciso o dudoso expresado en la parte decisoria del laudo o que influya en
ella para determinar los alcances de la ejecución.
c. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera
de las partes puede solicitar la integración del laudo por haberse omitido
resolver cualquier extremo de la controversia sometida a conocimiento y
decisión del tribunal arbitral.
d. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera
de las partes puede solicitar la exclusión del laudo de algún extremo que hubiera
sido objeto de pronunciamiento, sin que estuviera sometido a conocimiento y
decisión del tribunal arbitral o que no sea susceptible de arbitraje.
e. El tribunal arbitral pondrá la solicitud en conocimiento de la otra parte por
quince (15) días. Vencido dicho plazo, con la absolución o sin ella, el tribunal
160
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
arbitral resolverá la solicitud en un plazo de quince (15) días. Este plazo puede
ser ampliado a iniciativa del tribunal arbitral por quince (15) días adicionales.
f. El tribunal arbitral podrá también proceder a iniciativa propia a la rectificación,
interpretación o integración del laudo, dentro de los diez (10) días siguientes a
la notificación del laudo.
2. La rectificación, interpretación, integración y exclusión formará parte del laudo.
Contra esta decisión no procede reconsideración. La notificación de estas
decisiones deberá realizarse dentro del plazo pactado por las partes, establecido en
el reglamento arbitral aplicable o, en su defecto, en este artículo.
3. Si el tribunal arbitral no se pronuncia acerca de la rectificación, interpretación,
integración y exclusión solicitadas dentro del plazo pactado por las partes,
establecido en el reglamento arbitral aplicable o, en su defecto, en este artículo, se
considerará que la solicitud ha sido denegada. No surtirá efecto cualquier decisión
sobre rectificación, interpretación, integración y exclusión del laudo que sea
notificada fuera de plazo.
[219]
Expediente N° 879-2010, sentencia de fecha 31 de mayo de 2011.
161
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[220]
Expediente N° 227-2011, de 2 de noviembre de 2011.
162
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
“La motivación del laudo es necesaria a fin que ‘el contenido del
Laudo sea producto de una exégesis racional, y no el fruto de la
arbitrariedad; se entiende que la motivación es un deber consistente
en la expresión de los motivos o razones que explican la decisión
y los argumentos en que se ha basado el Tribunal, constituyendo
así una garantía procesal de las partes que les permite conocer
las razones por las que sus pretensiones fueron estimadas o des-
estimadas’.
4.1.- Entendemos que la motivación debe estar relacionada a las
cuestiones decisorias, es decir a que las razones por las cuales se
ampararon o no las pretensiones principales del proceso arbitral,
se encuentren debidamente expresadas y sustentadas. Así también
COUTURE [sostiene que]: “La ley se lo impone (la motivación)
como una manera de fiscalizar su actividad intelectual frente al
caso, a los efectos de poderse comprobar que su decisión es un
[221]
BARONA VILLAR, Silvia y otros. Comentarios a la Ley de Arbitraje. Ley 60/2003, de
23 de diciembre, CIVITAS Ediciones, Madrid, 2004, p.
[222]
COUTURE, Eduardo. Fundamentos del Derecho Procesal Civil, Cuarta edición,
Editorial B de F., Montevideo, 2005, p.
163
Julio Martín Wong Abad
[223]
Expediente N° 227-2011, sentencia de fecha 2 de noviembre de 2011.
164
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
165
Julio Martín Wong Abad
[224]
ARRARTE ARISNABARRETA, Ana María. Sobre el deber de motivación de las
resoluciones judiciales en el ordenamiento procesal civil peruano en Diálogo con la
Jurisprudencia, Tomo 63 Diciembre de 2003, 123-124
167
Julio Martín Wong Abad
168
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[225]
Art. 442.- Requisitos y contenido de la contestación a la demanda
Al contestar el demandado debe:
(…)
2. Pronunciarse respecto de cada uno de los hechos expuestos en la demanda. El
silencio, la respuesta evasiva o la negativa genérica pueden ser apreciados por el
Juez como reconocimiento de verdad de los hechos alegados;
(…)”
169
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170
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
171
Julio Martín Wong Abad
[226]
En este caso estamos pensando en la definición de implicación o inferencia lógica y de
argumentación válida presentada por ATIENZA:
“En realidad, el problema con el que nos tropezamos aquí consiste en que la definición
de argumento deductivo antes aceptado, se contemplaban únicamente enunciados
susceptibles de ser calificados de verdaderos o falsos, y esta característica –según
opinión generalizada aunque no unánime- no la poseen las normas. Pero ello, lo
que comporta es la necesidad de corregir aquella definición que podría formularse
así: Tenemos una implicación o una inferencia lógica o una argumentación válida
(deductivamente), cuando la obligación necesariamente es verdadera (o bien, correcta,
justa, válida, etc.) si las premisas son verdaderas (o bien, correctas, justas, válidas,
etc.). Ello plantea algunos problemas lógicos de tipo técnico, de los que, sin embargo,
podemos prescindir aquí” (ATIENZA, Manuel. Las razones del Derecho Teorías de la
Argumentación Jurídica, Segunda edición, Palestra Editores S.A.C., Lima, 2004; 48-49.
[227]
En la sentencia que resolvió el Exp. N° 395-2006, citando al Diccionario de la Real
Academia de la Lengua.
172
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[228]
El caso que presentamos a continuación puede ser visto, como de hecho lo fue, como
uno el cual dejó de apreciarse una prueba relevante para la solución de la controversia
arbitral.
173
Julio Martín Wong Abad
[229]
Tanto la cita del Laudo como afirmación de la Sala están contenidas en la sentencia de
fecha cuatro de julio de 2006 que resolvió el expediente N° 489-2006.
[230]
Sentencia de fecha 1 de julio de dos mil cinco recaída en el expediente número 59-
2005.
[231]
En la sentencia de fecha 16 de setiembre de 2009 que resolvió el expediente número
501-2009 la Sala previno a los árbitros de incurrir en lo que llama “arbitrariedad
fáctica”:
174
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176
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177
Julio Martín Wong Abad
180
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[232]
Por ejemplo en la sentencia de fecha doce de agosto de dos mil nueve que resolvió el
expediente número 1389-2008:
“…no constituye como parte integrante del derecho a la prueba el hecho que el árbitro
tenga que pronunciarse expresamente sobre cada medio probatorio que las partes
incorporen al proceso, en efecto, aplicando supletoriamente el artículo 197 del Código
Procesal Civil: “(…)en la resolución sólo serán expresadas las valoraciones esenciales y
determinantes que sustentan su decisión” tanto más si el árbitro ha determinado que
ningún medio probatorio de la demandante le ha causado convicción respecto a su
afirmación de que sí cumplió con sus obligaciones…”
De forma similar en la sentencia de fecha veintitrés de mayo de dos mil ocho que
resolvió el expediente número 826-2007:
“…el Tribunal Arbitral no se encuentra compelido a considerar todos los hechos
alegados en las articulaciones presentadas por las partes, sino solamente aquellas que
–desde su perspectiva- resulten relevantes para la solución del conflicto de intereses
sometido a su determinación…”
181
Julio Martín Wong Abad
“…el Laudo Arbitral –al igual que una sentencia judicial- es dictado
tras una operación mental, analítica y crítica debiendo elegirse, la
solución arreglada a derecho y al mérito del proceso. Es necesario
182
La motivación defectuosa como causal de nulidad del laudo...
[233]
En el mismo sentido la sentencia de fecha ocho de abril de dos mil siete que resolvió el
expediente número 1048-2007 señaló:
“…esta Sala Superior no puede revisar la subsunción de los hechos materia de la
resolución arbitral, así se considere equivocada la interpretación jurídica de los hechos
183
Julio Martín Wong Abad
Sin embargo, dentro de cincuenta kilómetros de las fronteras, los extranjeros no pue-
den adquirir ni poseer por título alguno, minas, tierras, bosques, aguas, combustibles
ni fuentes de energía, directa ni indirectamente, individualmente ni en sociedad, bajo
pena de perder, en beneficio del Estado, el derecho así adquirido. Se exceptúa el caso
de necesidad pública expresamente declarada por decreto supremo aprobado por el
Consejo de Ministros conforme a ley”.
185
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186
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2.9. Incongruencia
187
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[236]
Sentencia de fecha 16 de setiembre de 2009 recaída en el expediente número 1183-
2008. La cita realizada por la Sala, textualmente, dice lo siguiente: “STC Español
20/1982, en Comentarios a la Ley de Arbitraje. Silvia Barona Villar y otros. CIVITAS
Edic. 1era Ed., Madrid, 2004”.
[237]
La cita realizada por la Sala corresponde a BARONA VILAR, Silvia, Comentarios a la
Ley de Arbitraje (Ley 60/2003, de 23 de diciembre), Thomson Civitas, Madrid, 2004, pp.
1393-1394.
188
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[238]
La cita realizada por la Sala corresponde a la página 1394 de la obra que acabamos de
citar.
[239]
Expediente N° 164-2011, sentencia de fecha 19 de octubre de 2011.
189
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[240]
Expediente N° 1183-2008, Sentencia de fecha 16 de septiembre de 2009.
190
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193
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Todo lo anterior nos lleva a concluir que, la Sala considera que la falta
de protesta oportuna permite incluir en la discusión, y, por supuesto, en
la decisión arbitral, pretensiones que no fueron deducidas en la solicitud
mediante la cual se inició el arbitraje[241].
[241]
La misma posición ha sido adoptada por la Segunda Sala Comercial en la sentencia de
fecha veintitrés de noviembre de 2009 que resolvió el expediente número 106-2009.
194
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[242]
Artículo 11.- Renuncia a objetar
Si una parte que conociendo, o debiendo conocer, que no se ha observado o se ha
infringido una norma de este Decreto Legislativo de la que las partes pueden apartarse,
o un acuerdo de las partes, o una disposición del reglamento arbitral aplicable,
prosigue con el arbitraje y no objeta su incumplimiento tan pronto como le sea posible,
se considerará que renuncia a objetar el laudo por dichas razones”
195
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“(…) sin que fuera petitorio de cualquiera de las partes y sin que
fuera punto controvertido, de manera contradictoria el Tribunal
de derecho decide algo nunca pedido ni discutido y sobre lo que
no hubo actividad probatoria: dice que hubo caso fortuito por
lluvias copiosas y que eso significó la prórroga del contrato con
el deber de pago por periodo complementario”.
197
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[243]
Al menos para un sistema, como el nuestro, del llamado Civil Law.
200
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“…la motivación debe ser “(…) en primer lugar ‘suficiente’, esto es,
debe expresar por si misma las condiciones de hecho y de derecho
que sirven para dictarla o mantenerla’…”[245].
[244]
Expediente N° 791-2002-HC/TC.
[245]
Sentencia del día 19 de noviembre de dos mil nueve que recayó en el expediente
número 253-2009.
[246]
Sentencia de fecha 30 de enero de dos mil siete que resolvió el expediente número
1961-2006. En el mismo sentido la sentencia del día 23 de enero de dos mil nueve que
recayó en el expediente número 006-2008.
[247]
La cual, a su vez, cita a la SAP de La Coruña de 24 de enero de 2003 (JUR 2003,
139416), BARONA, Silvia (Coord.) COMENTARIOS A LA LEY DE ARBITRAJE (LEY
60/2003, DE 23 DE DICIEMBRE), THOMSON-CIVITAS, MADRID, 2004; p. 1433.
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Julio Martín Wong Abad
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Bibliografía
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Julio Martín Wong Abad
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Bibliografía
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Julio Martín Wong Abad
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Este libro se terminó de imprimir
en la ciudad de Lima,
en el mes de enero de 2013.