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Título de

créditos

Derecho
Empresario

1
Títulos de créditos
Noción de los títulos de créditos
La definición clásica de título de crédito fue formulada por Vivante (1929),
quien sostiene que es “el documento necesario para ejercer el derecho
literal y autónomo expresado en el mismo” (p. 123).

Como explica Rodríguez Constantino (2015),

como se puede apreciar, el concepto dado por Vivante, si


bien es sumamente sintético logra darnos una clara y precisa
noción de lo que se debe entender por título de crédito;
captando así la indispensable vinculación existente entre
derecho y documento, e incluyendo los carácter básicos que
presentan dichos títulos. (https://bit.ly/2IgZnzJ).

Siguiendo a esta autora mendocina, se pueden extraer tres caracteres de la


definición de Vivante:

Necesidad, literalidad y autonomía. Así; la necesidad del


documento configura un carácter constitutivo-dispositivo,
según el cual se hace imprescindible la posesión del título en
el cual se encuentra incorporado el derecho que se pretende
ejercer. La literalidad, hace alusión a la extensión del derecho
inserto en el documento, por lo que aquello que no se
encuentra escrito en el mismo no existe, no tiene validez; y
como último la autonomía viene a representar el más alto
grado de desconexión entre la posición jurídica atribuida al
adquirente del crédito a título derivativo y la situación
anterior del transmitente; es decir, hace referencia al modo
en que se adquiere el derecho incorporado en el documento.
Dicha adquisición se hace en forma originaria, no derivada,
por tanto resulta inoponible el negocio jurídico anterior al
tercer adquirente de buena fe. (Rodríguez Constantino, 2015,
https://bit.ly/2IgZnzJ).

Dicha adquisición se hace en forma originaria, no derivada. Por tanto, resulta


inoponible el negocio jurídico anterior al tercer adquirente de buena fe.

2
El Código Civil y Comercial de la Nación los ha denominado títulos valores y
los conceptualiza en el artículo 1815:

Los títulos valores incorporan una obligación incondicional e


irrevocable de una prestación y otorgan a cada titular un
derecho autónomo, sujeto a lo previsto en el artículo 1816.
Cuando en este Código se hace mención a bienes o cosas
muebles registrables, no se comprenden los títulos valores.1

Los títulos valores en el Código Civil y Comercial


argentino
El nuevo Código Civil y Comercial realiza un tratamiento en materia de
derecho cambiario sumamente innovador, no solo en nuestra legislación,
sino también digno de admirar en el derecho comparado, efectuando una
regulación general para todos ellos y manteniendo las leyes especiales
existentes sobre cada título en particular.

Metodología

Los títulos valores se encuentran ubicados en el Libro III: Derechos


personales, Título V: Otras fuentes de obligaciones, Capítulo VI: Títulos
valores. Dentro de dicho capítulo figura la Sección 1: Disposiciones
generales, Sección 2: Títulos valores cartulares, Sección 3: Títulos valores no
cartulares, y Sección 4: Deterioro, sustracción, perdida y destrucción de
títulos valores o de sus registros, cuyo contenido se plasma en los artículos
1815 a 1881.

Análisis del articulado

Comenzando por la Sección 1, que corresponde a las reglas generales de los


títulos tratados, el artículo 1815 los define como “aquella obligación
incondicional e irrevocable de una prestación, que otorga a cada titular un
derecho autónomo” 2 . Asimismo, aclara que, cuando se hace mención a
bienes o cosas muebles registrables, no se comprenden los títulos valores.

1 Art. 1815, Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
2 Art. 1815, Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.

3
El artículo 1816 expresa el carácter autónomo que tienen, y el 1817
menciona que el pago libera al deudor conforme la normativa especial del
título.

Así también, el artículo 1820 regula

cualquier persona puede crear y emitir títulos valores en los


tipos y condiciones que elija. Se comprende en esta facultad
la denominación del tipo o clase de título, su forma de
circulación con arreglo a las leyes generales, sus garantías,
rescates, plazos, su calidad de convertible o no en otra clase
de título, derechos de los terceros titulares y demás
regulaciones que hacen a la configuración de los derechos de
las partes interesadas, que deben expresarse con claridad y
no prestarse a confusión con el tipo, denominación y
condiciones de los títulos valores especialmente previstos en
la legislación vigente. Sólo pueden emitirse títulos valores
abstractos no regulados por la ley cuando se destinan a
ofertas públicas, con el cumplimiento de los recaudos de la
legislación específica; y también cuando los emisores son
entidades financieras, de seguros o fiduciarios financieros
registrados ante el organismo de contralor de los mercados
de valores.3

Siguiendo a Rodríguez Constantino (2015), se puede expresar que

el art. 1821 ha incorporado una enunciación taxativa las


defensas oponibles por el deudor al portador del título valor,
y dentro de ellas encontramos: las personales que tiene
respecto de él, excepto el caso de transmisiones en
procuración, o fiduciarias con análoga finalidad; las que
derivan del tenor literal del título o, en su caso, del tenor del
documento inscripto de conformidad con el artículo 1850; las
que se fundan en la falsedad de su firma o en un defecto de
capacidad o de representación al momento en que se
constituye su obligación, excepto que la autoría de la firma o
de la declaración obligatoria sea consentida o asumida como
propia o que la actuación del representante sea ratificada; las
que se derivan de la falta de legitimación del portador; la de
alteración del texto del título o, en su caso, del texto inscripto

3 Art.
1820, Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

4
según el artículo 1850; las de prescripción o caducidad; las
que se fundan en la cancelación del título valor o en la
suspensión de su pago ordenada conforme a lo previsto en el
capítulo VI. (https://bit.ly/2IgZnzJ).

En otro orden, dentro del artículo 1823, el supuesto de firmas falsas o


suposición, por aplicación del principio de autonomía de los títulos valores e
independencia de los mismo, la obligación del resto de los firmantes
continua siendo válida4.

El artículo 1824 se refiere

a la validez para el tercero portador de buena fe de un título


nominativo no endosable o no cartular ante la falta de
asentimiento conyugal; el art 1825 dispone que tanto el
representante que excedió sus límites, como aquel que no
cuenta con poder de representación responde en forma
personal, por lo que podrá ser pasible de una acción
cambiaria; y el art. 1826 consagra el principio de
responsabilidad solidaria de los creadores del título como así
también de quienes garanticen los mismos.
(https://bit.ly/2IgZnzJ).

El artículo 1828 dice que “los títulos representativos de mercaderías


atribuyen al portador legítimo el derecho a la entrega de la cosa, su posesión
y el poder de disponerla mediante la transferencia del título”5.

Dentro de la sección 2.° referida a los títulos valores cartulares, se encuentra


el artículo 1836 que regula

los títulos valores tipificados legalmente como cartulares


también pueden emitirse como no cartulares, para su ingreso
y circulación en una caja de valores o un sistema autorizado
de compensación bancaria o de anotaciones en cuenta. Los
títulos valores emitidos efectivamente como cartulares
pueden ingresarse a alguno de estos sistemas, conforme con
sus reglamentos, momento a partir del cual las

4 Art. 1823, Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
5 Art. 1828, Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.

5
transferencias, gravámenes reales o personales y pago tienen
efecto o se cumplen por las anotaciones en cuenta
pertinentes.6

La regulación continúa, por lo que se recomienda la lectura del Código Civil


y Comercial de la Nación en los artículos 1815 a 1881.

Generalidades de la transmisión crediticia

Señala Escuti (1998) que podrán diferenciarse los modos de transmitir los
títulos de crédito en cartulares o del derecho común, según sean
transferidos conforme a la ley de circulación de cada título circulatorio, o
bien, por aplicación de las reglas civiles (tal es el caso de la cesión de créditos,
sucesión universal, etc.)

En el derecho cambiario, el modo típico para transmitir títulos valores es la


tradición manual conforme su ley de circulación lo permita. Esta disciplina
ha previsto una figura elemental con el objetivo de transferir los derechos y
acciones ínsitos en el documento circular: el endoso (Barbieri, 2012, p. 50)

Endoso

Gómez Leo (2004) sostiene que:

El endoso es un acta jurídico cambiario, unilateral, completo,


formalmente accesorio y sustancialmente autónomo del
libramiento del pagaré, que se comporta como negocio
abstracto, mediante el cual se transmite la propiedad del
documento y con ello la titularidad del derecho emergente
de él, habilitando al endosatario para ejercer todos los
derechos resultantes del pagaré a la vez que el endosante
asume la obligación de garantía del título. (P. 516).

El endoso es el medio propio y suficiente para documentar la transmisión de


un título de crédito y que se encuentra regulado por las diferentes
disposiciones cambiarias. En ese orden de ideas, el endoso debe ser
entendido como un acto jurídico cambiario.

6 Art.
1836, Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

6
Consiste también en una declaración de voluntad unilateral y, por ende, no
recepticia, lo que implica que su existencia no depende del consentimiento
o asentimiento del endosatario ni de los demás firmantes del título de
crédito del que se trate. Basta solo la voluntad del endosante para darle vida
y certidumbre jurídica.

El endoso se perfecciona con la entrega del título de crédito al endosatario,


ya que, con anterioridad a este estadio, el endoso no produce reales efectos
e incluso puede ser cancelado por el endosante. La normativa establece la
prohibición para el endosante de subordinar el endoso a condición alguna;
de allí surge su carácter de incondicional. El motivo principal de dicho
impedimento radica en facilitar la circulación del título de crédito,
protegiendo los valores de seguridad, celeridad y certeza. Otra de las
características es que el endosante tiene que transmitir la totalidad e
integralidad del importe consignado en el título circulatorio, siendo de esta
manera completo.

Sujetos

Intervienen dos sujetos: el transmitente o tradens, llamado endosante, y el


adquirente o accipiens, denominado endosatario.

Puede ser endosante cualquier persona humana o jurídica que reúna los
requisitos exigidos para ser librador o creador de un título circulatario, es
decir, que posea debida capacidad cambiaria. En el caso de ser el endosante
una persona jurídica, esta actuará mediante sus representantes legales, los
que deberán poseer mandato suficiente para obligar a aquella. Respecto del
endosatario, son aplicables idénticos extremos.

Formalidades

La Ley de Letras de Cambio y Pagaré, en su artículo 14, establece:

El endoso debe escribirse en la misma letra o en una hoja de


papel debidamente unida a la letra (prolongación) y debe ser
firmado por el endosante. Si el instrumento fuese generado
por medios electrónicos, el requisito de la firma quedará
satisfecho si se utiliza cualquier método que asegure
indubitablemente la exteriorización de la voluntad del
endosante y la integridad del instrumento.

7
Puede el endosante omitir la designación del beneficiario
o limitarse a poner su firma (endoso en blanco). En este
último caso el endoso sólo será válido si hubiese sido puesto
al dorso de la letra o sobre su prolongación.7

Similar precepto se encuentra en la Ley de Cheques N.° 24452:

El endoso debe escribirse al dorso del cheque o sobre una


hoja unida al mismo. Debe ser firmado por el endosante y
deberá contener las especificaciones que establezca el Banco
Central de la República Argentina. Si el instrumento fuese
generado por medios electrónicos, el requisito de la firma
quedará satisfecho si se utiliza cualquier método que asegure
indubitablemente la exteriorización de la voluntad de cada
endosante y la integridad del instrumento.8

Funciones del endoso

Tiene por objeto la transmisión del título de crédito y, por ende, de los
derechos y acciones contenidos en este, la legitimación del endosatario para
ejercer dichos derechos y acciones, y, por último, el reconocimiento del
endosante de la obligación de pago del documento, en forma solidaria,
conjuntamente al librador y a los demás endosantes que lo preceden. Son
tres las funciones que cumple el endoso, conocidas doctrinalmente como
efectos. A continuación, las describiremos:
 Transferencia o transmisión de la titularidad: mediante la inserción de
su firma en el documento, el endosante transfiere al endosatario la
titularidad de los derechos y acciones mencionados. Al no ser
autosuficiente el endoso para operar dicha transferencia, deberá
necesariamente estar acompañado de la tradición manual del
documento.
 Legitimación del portador:

El endoso tiene como función técnico-jurídica especifica la de


legitimar al endosatario que recibe el título de crédito,
habilitándolo para ejercer todos los derechos y acciones
emergentes del mismo. Esta legitimación surge de la
detentación material del documento y la sucesión de

7 Art. 14, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.
8 Art. 14, Ley N.° 24452. (1995). Ley de Cheques. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

8
transmisiones mediante una serie ininterrumpida y regular
de endosos. (Velázquez, 2016, https://bit.ly/2KaR23o).

 Función de garantía: las normativas expresan: “El endosante es, salvo


cláusula en contrario, garante del pago. Puede prohibir un nuevo
endoso y en este caso no será responsable hacia las personas a quienes
el cheque fuere ulteriormente endosado”9.

El endosante es garante de la aceptación y del pago de la


letra, salvo cláusula en contrario. Él puede prohibir un nuevo
endoso; en tal caso él no será responsable hacia las personas
a quienes posteriormente se endosase la letra de cambio.10

El fundamento de esta función radica en otorgar al título de crédito la


mayor cantidad de garantías personales de pago, a fin de favorecer la
circulación, ya que, en general, quien recibe el documento de parte de
un sujeto diferente del librador desconoce la solvencia de este, por lo
que la capacidad de pago del endosante de quien recibe el título
circulatorio será de vital importancia para el adquirente.

Clases de endosos

Puede clasificarse al endoso en atención a dos criterios diferentes: el


primero, según se verifiquen o no sus tres efectos; y el segundo, conforme
se indique o no beneficiario del endoso, ergo, la persona del endosatario.

 Endoso pleno o endoso de efectos limitados: se entiende como el primero


aquel que transmita al endosatario la titularidad de los derechos y
acciones insertos en el título de crédito y la legitimación para ejercer
dichos derechos y acciones, instituyendo a su vez al endosante en garante
por el cumplimiento de la obligación cartular inserta en el documento. En
oposición, si el endosante del título circulatorio insertara alguna de las
cláusulas limitativas de las funciones del endoso, será de efectos
limitados.
 Endoso nominal, en blanco o al portador: nominal, o también llamado
endoso completo o perfecto, es aquel en el que se indica el nombre del
beneficiario. En el endoso en blanco, por el contrario, el endosante se
limita a insertar su firma en el dorso del título valor o en el añadido y
omite la designación de beneficiario. El endoso al portador se diferencia

9 Art. 16, Ley N.° 24452. (1995). Ley de Cheques. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
10 Art. 16, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.

9
del anterior porque se añade la expresión “por endoso al portador” o “a
la orden del portador” o simplemente “al portador”.
 Clausulas limitativas de las funciones de endoso: la práctica comercial
muestra que la mayoría de los endosos que se insertan en los títulos de
crédito cumplen con las tres funciones reseñadas anteriormente. Sin
embargo, puede que se endose privando de alguna o algunas de sus
funciones, como ser: el endoso en procuración consiste en un acto
cambiario por el cual el endosante transfiere al endosatario la
legitimación para ejercer los derechos y acciones derivados del título
circulatorio, manteniendo para sí la titularidad de estos. La cláusula no
endosable ópera de la siguiente manera: entre el endosante que hace uso
de la cláusula y el endosatario inmediato, la relación existente se reputa
cambiaria a todos sus efectos, con las consecuencias que derivan de ello,
siendo autónoma la adquisición del título de crédito. Entre el endosante
que inserta la cláusula y los posteriores portadores del título de crédito,
en caso de que el endosatario violara la orden de no endosar, se genera
una especie de eximición de responsabilidad hacia ellos. Entre el
endosatario que violara la cláusula no endosable y los demás portadores
del título de crédito, se mantiene vigente la relación cambiaria en todos
sus aspectos, sin afectarse las respectivas responsabilidades asumidas. En
el endoso en prenda, el endosante entregará el título de crédito al
endosatario con el objeto de garantir el cumplimiento de una obligación,
generalmente extracambiaria, que si no es satisfecha, habilitará a este
último para hacer efectivo el documento prendado a su vencimiento y
cobrarse de allí lo adeudado, descontando los gastos incurridos y
reintegrando el remanente al endosante en prenda.
 Formas anómalas del endoso: son aquellas situaciones en las que el
endoso no cumple con sus funciones características, o que derechamente
no se considera endoso, sino una figura diferente. Los endosos anómalos
o impropios más usuales son el endoso condicional, falso, fraudulento,
por instrumento separado y tachado, encuadrando bajo similar
denominación al endoso parcial. Al respecto, se le recomienda al alumno
estudiarlos en el material bibliográfico y adicional.

Garantías cambiarias

Según Barbieri (2012):

Siendo la circulación del crédito –y el desplazamiento de la


riqueza que ello importa– una de los objetivos esenciales
perseguidos por la normativa cambiaria, resulta lógico que
una de sus preocupaciones principales sea la de reforzar –en
la mayor medida posible– las garantías de cumplimiento de

10
las obligaciones cambiarias insertas en los títulos
circulatorios. En esa dirección es que se instaura la llamada
función de garantía del endoso, mediante la cual se
constituye al endosante en responsable del pago del título
circulatorio. (P. 79).

Sin embargo, esta garantía fue aumentada mediante dos figuras típicas del
derecho cambiario: por un lado, el aval, garantía personal; y, por el otro lado,
la solidaridad cambiaria, instituto que permite una responsabilidad
adecuada de todos los firmantes del título ante el incumplimiento de la
obligación cambiaria inserta en él. También podría agregarse a estas
garantías la posibilidad de reforzar el cumplimiento con una garantía real, lo
que ocurre con la figura del pagaré hipotecario.

Aval

Siguiendo a Barbieri (2012), se puede expresar que

el aval es un acto jurídico cambiario, emitido en el propio


cuerpo de un título circulatorio –o en instrumento separado–
, por un sujeto –denominado avalista– que garantiza el
cumplimiento de la obligación cartular de otro suscriptor del
título –denominado avalado–. (P. 80).

No hay que confundir al aval con la fianza, ya que en la jerga bancaria o los
profesionales que manipulan estos instrumentos confunden con aval a
aquellas fianzas que se otorgan para garantizar el cumplimiento de
eventuales obligaciones que el cuentacorrentista asume ante el banco
donde realiza la operativa. Sin embargo, técnicamente, ello es inexacto, ya
que el aval solo es utilizado para garantizar a firmantes de títulos
circulatorios y así se dispone en la legislación vigente en la materia (Barbieri,
2012, p. 80)

Decreto Ley N.° 5969/63: el aval puede garantizar total o parcialmente el


pago de una letra de cambio. Esta garantía puede otorgarla un tercero o
cualquier firmante de la letra11.

Puede constar en la misma letra o su prolongación, o en


documento separado, debiendo en este caso indicar el lugar

11 Art. 32, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.

11
donde ha sido otorgado. El aval puede expresarse por medio
de las palabras ‘por aval’ o de cualquier otra expresión
equivalente, debiendo ser firmado por el avalista. Si el
instrumento fuese generado por medios electrónicos, el
requisito de la firma quedará satisfecho si se utiliza cualquier
método que asegure indubitablemente la exteriorización de
la voluntad del avalista y la integridad del instrumento. Se
considera otorgado el aval con la simple firma del avalista
puesta en el anverso de la letra de cambio, salvo que esa
firma fuese la del girado o la del aceptante. El aval debe
indicar por cuál de los obligados se otorga. A falta de esta
indicación se considera otorgado por el librador.12

El artículo 34 establece:

El avalista queda obligado en los mismos términos que aquel


por quien ha otorgado el aval. Su obligación es válida aun
cuando la obligación que ha garantizado sea nula por
cualquier causa que no sea un vicio de forma. El avalista que
paga la letra de cambio adquiere los derechos que derivan de
la letra, contra el avalado y contra los que están obligados
cambiariamente hacia éste.13

Ley de Cheques N.° 24452: el artículo 51 menciona que “el pago de un


cheque puede garantizarse total o parcialmente por un aval. Esta garantía
puede otorgarla un tercero o cualquier firmante del cheque”14. El artículo 52
sostiene que

el aval puede constar en el mismo cheque o en un añadido o


en un documento separado. Puede expresarse por medio de
las palabras “por aval” o por cualquier otra expresión
equivalente, debiendo ser firmado por el avalista. Debe
contener nombre, domicilio, identificación tributaria o
laboral, de identidad, conforme lo reglamente el Banco
Central de la República Argentina. Si el instrumento fuese
generado por medios electrónicos, el requisito de la firma
quedará satisfecho si se utiliza cualquier método que asegure
indubitablemente la exteriorización de la voluntad del

12 Art. 33, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.
13 Art. 34, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.
14 Art. 51, Ley N.° 24452. (1995). Ley de Cheques. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

12
avalista y la integridad del instrumento. El aval debe indicar
por cual de los obligados se otorga. A falta de indicación se
considera otorgado por el librador.15

Finaliza el artículo 53:

El avalista queda obligado en los mismos términos que aquel


por quien ha otorgado el aval. Su obligación es válida aun
cuando la obligación que haya garantizado sea nula por
cualquier causa que no sea un vicio de forma. El avalista que
paga adquiere los derechos cambiarios contra su avalado y
contra los obligados hacia éste.16

Títulos en particular

 Letra de cambio

Descripción del título: la letra de cambio o cambial es un título de crédito


circulatorio constituido en su génesis obligacional por la presencia de tres
sujetos ineludibles: el librador, el beneficiario y el girado. Debe, a su vez,
contener, en forma expresa, la mención a la orden, lugar y fecha de emisión,
la promesa incondicionada de dar una suma determinada de dinero
expresado en letras y números, fecha de libramiento y vencimiento, nombre
y domicilio del girado y firma del librador. Todas estas menciones, así como
la presencia de avales, endosos, domicilio de pago, etcétera, hacen a su
distingo. Se trata de un título imbuido de un rigorismo formal legal, que le
otorga a su portador legitimado la seguridad y certeza de poseer un
determinado instrumento de crédito, sin posibilidades de confusión.

De tal manera, dicho rigorismo formal le otorga a la letra de cambio la


posibilidad de ser transferida de un sujeto a otro con total celeridad,
seguridad y certeza. A su vez, se le otorga al portador la potestad de intentar
su cobro por vía judicial, más específicamente a través del proceso ejecutivo,
con las consabidas características de la limitada cantidad de defensas que
puede oponer el obligado al pago en caso de no ser abonado el título,
rigiendo claramente el carácter de autonomía cambiaria.

Definición: Miranda expresa al respecto:

15 Art. 52, Ley N.° 24452. (1995). Ley de Cheques. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
16 Art. 53, Ley N.° 24452. (1995). Ley de Cheques. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

13
Es un título circulatorio a la orden, autónomo, literal,
abstracto, que contiene una promesa incondicionada de dar
una suma determinada de dinero, emitido por un sujeto
llamado librador a favor de otro sujeto denominado
beneficiario o portador legitimado (si el título fue
transferido), que abonará un tercer sujeto llamado girado, si
acepta el título convirtiéndose en ´girado-aceptante´ y
principal pagador del mismo. (Barbieri, 2012, p. 96).

 Pagaré

Definición: Barbieri (2012) define que “es un título circulatorio a la orden


mediante el cual un sujeto –llamado librador– promete el pago de una suma
determinada de dinero a otro –denominado beneficiario– a su vencimiento”
(p. 136).

Comparación con la letra de cambio: la metodología utilizada por el


legislador hace suponer que el pagaré y la letra de cambio tienen un
parentesco próximo y estrecho.

Ambos títulos cumplen con la totalidad de los caracteres


cambiarios, son libremente transmisibles por endoso, poseen
similares formas de vencimiento, nacen con el acto formal de
libramiento y las responsabilidades cambiarias establecidas
son similares, sobre todo en lo referente a la solidaridad de
todos los firmantes del documento. (Barbieri, 2012, p. 137).

A continuación, se exponen las diferencias sustanciales entre ambos títulos:


a) La promesa de pago efectuada por el librador es de carácter personal
y directa. Es él quien se compromete a abonar la suma de dinero
indicada en el título a quien, en definitiva, resulte portador
legitimado; la diferencia sustancial con la letra de cambio es que, en
esta, el librado prometía que un tercero –el girado– iba a abonar
dicho monto.
b) Como consecuencia de lo expresado, en el pagaré se encuentra
ausente la figura del girado-aceptante, claramente tipificante de la
letra de cambio.
c) El librador del pagaré, por ende, será el obligado directo al pago del
documento y, en caso de incumplimiento, será el sujeto pasivo de la
acción cambiaria directa tendiente al cobro judicial del título. En la
letra de cambio, dicha posición jurídica era ocupada por el aceptante,
quedando el librador como obligado cambiario de regreso.

14
d) La relación extracontractual de provisión entre librador y girado de
la letra de cambio se encuentra ausente en el pagaré, en atención a
la inexistencia de este último.
e) En el pagaré, el instituto cambiario de la aceptación se encuentra
ausente. Por ende, no se establece la carga cambiaria de presentar
el título a la aceptación o efectuar el correspondiente protesto ante
su negativa. De ese modo, también queda suprimida la acción
cambiaria de regreso anticipado por falta de aceptación, prevista sí
para la cambial.

Requisitos formales o extrínsecos del pagaré: el artículo 101 del Decreto


Ley N.° 5965/63 establece cuáles son los requisitos formales que debe reunir
un pagaré. Y, siguiendo la misma metodología que al regular la letra de
cambio, a renglón seguido, se fijan las consecuencias que producen la
omisión de dichos recaudos.

Inciso a) “La cláusula ‘a la orden’ o la denominación del título inserta en el


texto del mismo y expresada en el idioma empleado para su redacción”17. Se
fija que el documento debe poseer su denominación expresada en el idioma
empleado para su redacción, o, en su caso, la cláusula a la orden.
Consecuentemente, se cumplirá con este recaudo consignando,
alternativamente, los vocablos pagaré, vale (otra denominación adoptada
por la ley) o la cláusula a la orden. La práctica ha determinado que el primero
de los términos sea el utilizado casi unánimemente, sobre todo porque vale
resulta una expresión ambigua que puede admitir distintos significados. La
totalidad de los formularios de este título que puede adquirirse en librerías
comerciales registra el uso del vocablo pagaré.

Inciso b) “La promesa pura y simple de pagar una suma determinada”18. De


este inciso se extrae, en primer lugar, que la prestación debida por los
obligados cambiarios es la de entregar, al portador legitimado, una suma
determinada de dinero, que, por otra parte, puede estar consignada en
moneda extranjera. En segundo término, se deduce con claridad la
incondicionalidad de la promesa de pago, que solo puede estar sujeta a
plazo, como ocurre con cualquier título circulatorio.

Inciso c) “El plazo de pago” 19 . Las diferentes formas de vencimiento son


similares a las previstas para la letra de cambio, esto es, a la vista, a
determinado tiempo vista, a un determinado tiempo de la fecha y a día fijo.
Por otra parte, la ley tasa la omisión de incluir la forma de vencimiento,
disponiendo –al igual que en la cambial– que el título que no lo contenga se
considerará pagadero a la vista.

17 Art. 101, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.
18 Art. 101, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.
19 Art. 101, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.

15
Inciso d) “La indicación del lugar del pago”20. Esta exigencia también registra
subsanación para el eventual supuesto de su omisión.

Inciso e)

El nombre de aquél al cual o a cuya orden debe efectuarse el


pago, salvo que se trate de un pagaré emitido o endosado
para su negociación en mercados registrados ante la
Comisión Nacional de Valores, en cuyo caso este requisito no
será exigible.21

Inciso f) “Indicación del lugar y de la fecha en que el vale o el pagaré han sido
firmados” 22 . Este recaudo registra fundamental importancia, dado que –
sobre todo en relación con la fecha de libramiento– permitirá establecer,
por ejemplo, si el suscriptor gozaba de la capacidad cambiaria suficiente o si
estaba afectado por algún proceso concursal. Por otra parte, será útil para
la determinación del vencimiento en el caso de libramiento a determinado
tiempo de la fecha o del plazo para formular la presentación al cobro en el
supuesto de los títulos librados a la vista.

Desde antaño, la unanimidad de la doctrina y jurisprudencia entendieron


que las fechas imposibles o imaginarias son inexistentes y, en consecuencia,
invalidan al pagaré como tal. Así ocurre si se utilizan, por ejemplo, las
expresiones “30 de febrero” o “el día que las vacas vuelen”. Lo mismo
sucede con aquellos casos en los cuales la fecha de vencimiento del título
resulta anterior a la de libramiento.

Inciso g)

La firma del que ha creado el título (suscritor). Si el


instrumento fuere generado por medios electrónicos, y el
acreedor fuera una entidad financiera comprendida en la ley
21.526 y sus modificatorias, y/o cuando sea negociado en
mercados bajo competencia de la Comisión Nacional de
Valores, el requisito de la firma quedará satisfecho si se utiliza
cualquier método que asegure indubitablemente la

20 Art. 101, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.
21 Art. 101, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.
22 Art. 101, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.

16
exteriorización de la voluntad del suscriptor y la integridad
del instrumento.23

Resulta un requisito sine qua non y su ausencia es imposible de subsanar,


generando que el título “no pueda considerarse pagaré”. Hay que tener en
cuenta que todavía se requiere la firma ológrafa del librador en este título,
a diferencia de la posibilidad que se consigna en el cheque de utilizar medios
electrónicos de reproducción de firma.

 Cheque

Cheque “común”:

Es el título “clásico” que, en líneas generales, la República


Argentina –y la mayor parte de los países del mundo– conoció
desde sus orígenes. La denominación “común” sólo es
utilizada para diferenciarla del otro “tipo” de cheque previsto
en la legislación –el de pago diferido–, a punto tal que, entre
sus recaudos formales, se exige que se utilice sólo el vocablo
“cheque” empleado en el idioma de su redacción. La ley –
siguiendo, en cierto modo, las directivas de la Ley Uniforme
de Ginebra y otras normativas contemporáneas– elimina la
definición o el concepto de este título. (Barbieri, 2012, p.
160).

Atento ello, conviene señalar sus principales elementos característicos para,


posteriormente, establecer las diferencias con el cheque de pago diferido.

a) Se trata de una orden de pago emitida por el librador al banco girado


de abonar una suma determinada de dinero a quien, en definitiva,
resulte su portador legitimado.
b) Esta orden de pago es pura y simple. No puede ser sometida a
modalidad alguna, no puede sujetarse a condición ni a plazo ni a
cargo.
c) Su forma de vencimiento es a la vista, esto es, a su sola presentación
al cobro ante el banco girado.
d) Consecuencia de lo anteriormente expuesto es que, desde la misma
fecha de libramiento del documento, el librador debe poseer fondos
suficientes disponibles en la cuenta corriente contra la cual se gira,
ya que allí surge la exigibilidad por parte del portador legitimado del

23 Art. 101, Decreto Ley N.° 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.

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título, dado que se encuentra habilitado para efectuar la
correspondiente presentación al cobro.
e) Respecto de su función económica, queda claro que se trata de un
medio de pago, sustitutivo del dinero en efectivo. Esos fueron sus
orígenes y, como tal, se desarrolló su vida en los distintos países en
los cuales tuvo –y tiene, por cierto– un uso masivo, a punto tal de
calificárselo como moneda bancaria.
f) Su naturaleza jurídica es clara. Se trata de un título circulatorio, al
cual le son aplicables la totalidad de los caracteres cambiarios, que
contiene una obligación cambiaria o declaración unilateral que lo
permite incluir dentro de estas figuras. Es instituido como un título
de corta vida y retaceada aptitud circulatoria.

Cheque de pago diferido:

Es un título circulatorio que consiste en una orden de pago


emitida por un sujeto –denominado librador– a otro –la
entidad bancaria girada–, para que éste abone una
determinada suma de dinero expresada en el documento a la
fecha de vencimiento del mismo, a otra persona –el portador
legitimado del título–. (Barbieri, 2012, p. 201).

Al igual que en el cheque común, resulta necesaria la existencia de una


cuenta corriente bancaria entre el librador y la entidad girada. De allí surge
el vínculo jurídico referido al derecho interno del cheque, la orden de pago
y la obligación de la entidad girada de cumplirla de reunirse determinadas
condiciones.

A diferencia de la originaria configuración del cheque de pago diferido, el


vencimiento del título es a día fijo o a fecha cierta, la cual no puede exceder
más de 360 días. Es decir que el vencimiento del título es ahora absoluto, o
sea, se conoce ciertamente desde su propia emisión, sin depender ello de
ningún acto volitivo del portador legitimado, como ocurría con la
registración.

Del concepto vertido en el texto legal se desprende como característica


importante del cheque de pago diferido que la disponibilidad de fondos
debe estar provista al momento del vencimiento del documento, que será
cuando se produzca la exigibilidad de la obligación cambiaria inserta en el
título circulatorio.

Variantes que pueden asumir los cheques:

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a) El cheque cruzado: el objetivo de esta modalidad es muy clara y
precisa: impedir que el portador del cheque lo presente al cobro en
ventanilla del banco girado, obligándolo a depositar el título en una
cuenta corriente de su titularidad para que se acredite el monto en
esta cuenta mediante el sistema de cámaras compensadoras o
clearing bancario. En otras palabras, la presentación al cobro del
título solo se puede llevar a cabo, en principio, mediante el segundo
de los procedimientos consignados. El cruzamiento en la práctica
impuso que se ubiquen en diagonal en el extremo superior izquierdo
del título, si es que lo observamos enfrentados a él, aunque la
ubicación no es una exigencia que corresponde al texto legal.
b) Cheque imputado: se trata de aquel cheque en el cual se indica el
destino de su libramiento o de su transmisión, al dorso del título –o
añadido–, bajo la firma de quien inserta tal imputación. La norma
refiere que debe indicarse concreta y precisamente la imputación,
sin exigir fórmulas sacramentales, pero sí la claridad suficiente como
para evitar cualquier duda.
c) Cheque certificado: tiene un objetivo clarísimo, que es el de reforzar
las posibilidades de cobro del título, mediante la reserva de su monto
en la cuenta corriente del librador, tornando dicha suma inmune
ante otro tipo de contingencias que pudieran ocurrir en esa cuenta.
Es decir que el monto del cheque certificado se afecta pura y
exclusivamente al pago de ese título, mediante una operación
realizada por la entidad bancaria girada.
d) Entre otras modalidades que se pueden mencionar y se recomienda
analizar son el cheque no negociable, el cheque cancelatorio y el
cheque común posdatado, entre otros.

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Referencias
Barbieri, P. C. (2012). Manual teórico práctico de derecho cambiario. Buenos
Aires, AR: La Ley.

Decreto Ley 5969. (1963). Código de Comercio. Poder Ejecutivo Nacional.


Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/65000-
69999/69687/texact.htm

Escuti, I. A., h. (1998). Títulos de crédito. Buenos Aires, AR: Astrea.

Gómez Leo, O. R. (2004). Tratado del pagaré cambiario. Buenos Aires, AR:
Depalma.

Ley 24452. (1995). Ley de Cheques. Honorable Congreso de la Nación


Argentina. Recuperado de enlace
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/10000-
14999/14733/texact.htm

Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación [Aprobado por Ley
N.º 26994 B. O. 08/10/2014 Suplemento. Vigencia: 1.° de agosto de 2015,
texto según art. 1.° de la Ley N.º 27077 B. O. 19/12/2014]. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-
239999/235975/texact.htm

Rodríguez Constantino, M. X. (2015). Los títulos valores en el derecho


argentino y una breve referencia en el derecho español. Recuperado de
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Velázquez, V. S. (2016). El endoso. Nociones básicas. Recuperado de


https://www.pj.gov.py/ebook/monografias/nacional/civil/Violeta-Silva-
Velazquez-El-Endoso.pdf

Vivante, C. (1929). Trattato di Diritto Commerciale (5.a ed.). Milán, IT:


Editorial.

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