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INTRODUCCION

La Política Criminal desde un punto de vista criminológico se puede considerar como una

parte de la política jurídica del Estado y, a su vez, es parte de su política general. Una

adaptación y la realización de unas determinadas medidas de lucha contra la delincuencia

depende en gran medida del trabajo y fomento de los estudios tendentes a describir el

sistema de reacción social a determinar los medios más eficaces para llevar a cabo esta

tarea.

Como parte del proceso de formación y de adquisición de capacidades profesionales en el

área de Política Criminal, un conocimiento adecuado del proceso resulta fundamental, tanto

para la investigación como para la intervención en el mismo, así como para la evaluación

de estas políticas.

Con este ensayo se pretende dar una definición más al fondo de Criminología y sus

herramientas teóricas y conceptuales que le permitan comprender, evaluar y tratar la

Política Criminal en sus múltiples dimensiones.


PERSPECTIVA DE LA POLITICA CRIMINAL DESDE EL CONTEXTO POLITICO

ACTUAL

La Política criminal en América Latina

El tema que debemos abordar es muy amplio. Son muy diversos los delitos que la política

criminológica debe procurar prevenir y eventualmente sancionar.

Nuestra región de América Latina y el Caribe ostenta en la actualidad, desde hace varios

años, dos campeonatos mundiales vergonzosos. Es la región del mundo con las más altas

tasas de delito violento, y es también la región del mundo con las más altas cifras de

inequidad en la distribución del ingreso. Veremos que ambos campeonatos tienen estrecha
relación entre sí, y que es necesario tenerlos en cuenta para establecer políticas, tanto en

materia de criminalidad como en materia social en general.

Comencemos por el campeonato en materia de criminalidad violenta. Medimos el delito

violento —hay coincidencias en ello— por medio de la tasas de homicidios dolosos o

intencionales, y hacemos la medición sobre la base de estos delitos porque son los que

permiten la obtención de la medida más rigurosa; porque permiten la comparabilidad entre

países menos imperfecta; porque son los delitos convencionales o de criminalidad ordinaria

más graves, y porque son los delitos que causan mayor alarma social, con la consiguiente

incidencia que ésta tiene en la determinación de las políticas por parte de los funcionarios

del Gobierno que tienen responsabilidad en la materia. Pues bien, el último informe de

UNODC sobre homicidios reúne la información de 207 países. Analizándolo extrajimos los

que tienen las tasas más altas del mundo —de 30 o más homicidios por cada cien mil

habitantes— que son diecisiete, y el resultado es abrumador porque diez de los diecisiete

están en nuestra región de América Latina y el Caribe. Los otros siete en África. Veamos

en el cuadro N° 1 las tasas de homicidios de las Américas.


Política Criminal:

Se le denomina política criminal a la manera como la colectividad reacciona

organizadamente, frente a las acciones delictuosas que amenazan su cohesión o su

desarrollo armónico.

La disciplina que estudia esta faceta del control social recibe, igualmente, el nombre de

política criminal. Es tarea de esta disciplina, no sólo la descripción de la reacción social

contra la delincuencia, sino también determinar los lineamientos que deberían seguirse a

fin de lograr una mayor eficacia.

Por esto, se ha considerado que la política criminal se presenta bajo dos aspectos:

- Como una disciplina o un método de observación de la reacción anti criminal; tal

como es, efectivamente, practicada.

- Como un arte o estrategia de lucha contra la delincuencia; elaborada a partir de

los datos y enseñanzas aportados por la observación objetiva.

La política criminal es, en consecuencia, una parcela de la política jurídica del Estado, la

que a su vez es parte de su política general. La programación y realización de una correcta

y coherente lucha contra la delincuencia, depende del apoyo y fomento de los estudios

tendientes a describir el sistema de reacción social y a determinar los lineamientos y los

medios más eficaces.

La política criminal en nuestro país presenta actualmente una honda y profunda crisis, fuera

de la voluntad del gobierno, las iniciativas legislativas y la protesta social, la criminalidad

amenaza brutalmente a la sociedad peruana, sobre todo en la capital del país y las

principales ciudades, es sabido que en estos últimos diez años se ha incrementado

dramáticamente la delincuencia y la criminalidad organizada, siendo un tema de medular


importancia en el debate penal, penitenciario y criminológico no solo en percepción de la

persona a pie.

Entonces nos respondemos a la pregunta ¿Qué es la política criminal? , podemos definir

ampliamente la política criminal como la organización política de los medios para reducir la

ocurrencia de delitos u otras situaciones problemáticas vinculadas a la seguridad de una

población. Retomando los argumentos de Zaffaroni, la política criminal puede entonces ser

concebida como la ciencia o arte de seleccionar los bienes —o los derechos— que deben

ser objeto de una tutela jurídica, o penal, y escoger la manera de lograr dicha tutela.

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