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INDICE

INTRODUCCION ....................................................................................................................... 3
JUSTIFICACION ........................................................................................................................ 4
OBJETIVO GENERAL ............................................................................................................... 5
OBJETIVOS ESPECIFICOS .................................................................................................. 5
FORMILACION DEL PROBLEMA.............................................................................................. 6
MARCO TEORICO .................................................................................................................... 7
RELIGION.................................................................................................................................. 7
DEFINICION........................................................................................................................... 7
RELIGIONES QUE EXISTEN ................................................................................................. 7
LAS RELIGIONES .............................................................................................................. 7
JUDAÍSMO ......................................................................................................................... 8
CRISTIANISMO .................................................................................................................10
Budismo .............................................................................................................................11
Hinduismo ..........................................................................................................................11
Islamismo...........................................................................................................................13
Confucionismo ...................................................................................................................14
Taoísmo .............................................................................................................................14
28 CREENCIAS DE LA IGLESIA ADVENTISTA ................................................................19
¿CUAL ES LA VERDADERA RELIGION? ................................................................................28
LA IMPORTANCIA DE CONGREGARSE A UNA IGLESIA.......................................................30
PRIMER PUNTO ...................................................................................................................31
SEGUNDO PUNTO ...............................................................................................................32
TERCER PUNTO ..................................................................................................................32
¿COMO HACER LAS BUENAS OBRAS? NUESTRO EJEMPLO ES JESÚS ...........................33
El verdadero servicio .............................................................................................................33
Cristo vino a servir .................................................................................................................33
El falso servicio .....................................................................................................................34
El servicio de los cristianos....................................................................................................34
El amor en el verdadero servicio al prójimo ...........................................................................34
AHORA PUES NOS PREGUNTAMOS: ¿SOY SALVO POR GRACIA DE NUESTRO
SALVADOR? ............................................................................................................................35
¿Podemos decir legítimamente: “He dejado de pecar”? ........................................................35
Como cristiano, ¿todavía estoy condenado delante de Dios? ...............................................36
¿Puedo ser aceptado por Jesús tal como soy ahora? ...........................................................36
¿Puedo decir legítimamente: “Soy salvo ahora por la gracia de Cristo”? ...............................37
CONCLUSION ..........................................................................................................................39
BIBLIOGRAFIA .........................................................................................................................40
ANEXOS ...................................................................................................................................41
INTRODUCCION
El presente trabajo tiene el propósito de exponer a todos los estudiantes y profesores de la
unidad educativa adventista San José uno de los problemas más grandes de la religión, dando
a conocer lo que necesitamos saber y entender para obtener la salvación.
De la misma manera explicar cuál será la razón por la que seremos salvos y de esta manera
hacer que nuestros semejantes entiendan el propósito de Dios en sus vidas.
Como también analizar los factores riesgo de la mala interpretación de la biblia en cuanto a la
salvación y mostrar la verdadera forma de interpretar a palabra de Dios.
Muchos encuentran y saben cual es la religión verdadera pero por motivos de comodidad optan
por recorrer la religión equivocada, ahora bien el encontrar y saber de la religión verdadera no
garantiza la salvacion, como tampoco es garantía asistir a una iglesia y encerrarse en un
mundo pequeño entre la iglesia y un dia de adoracion.
Si amamos a Dios con un amor puro y sincero el hacer sus obras nos acercaran mas a él, pero
si hacemos dichas obras sin amor no nos asegura la salvacion.
Si uno realmente ama a Dios, dicha persona encuentra la religión verdadera y asiste a la iglesia
con el corazón dispuesto a ayudar a los mas necesitados y a quienes no conocen de la palabra
de Dios y estas buenas obras nos conducen a la salvacion q es nuestro señor Jesucristo.
JUSTIFICACION
La investigación del tema es divido a inquietudes y necesidades en nuestra sociedad
priorizadas en nuestras obras, religiones ,iglesias o el salvador.
Atreves de esta investigación podremos aclarar los problemas de las personas al querer
entender el propósito de Dios. Con esta investigación podremos aclarar el problema de la
sociedad al tratar de entender la BIBLIA.
La salvación es el punto central de la religión y para la sociedad ya que el objetivo de una
iglesia, religión, es la salvación para las personas
Mucha gente opina que son sus acciones las que pueden conducirlas a salvacion ya que son
personas honestas, que hacen buenas obras. Sin embargo, todo esto no es suficiente si no se
tiene amor al prójimo y mas aun amor a Dios por sobre todas las cosas. Además, veamos de
qué manera concreta somos salvos: “Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe, y esto
no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe”.
La Biblia indica que la salvación la obtenemos por fe, que es un regalo del Señor y que no es
por obras ya que si de nuestros propios méritos dependiera, entonces nuestro corazón se
podría llenar de orgullo y eso es algo que Dios aborrece. Por eso, nuestras obras nunca deben
ir de nuestra propia voluntad ya que el ser humano tiene un limite de fuerza para avanzar en
esta vida, por esa razón debemos depender de Dios no asi de nuestras propias fuerzas.
Si nosotros amamos a Cristo de todo corazón tendremos la certeza de encontrar la religión
verdadera lo cual conlleva a asisitir a una iglesia para aprender mas de la palabra de Dios y
una ves aprendamos mejor lo que Dios nos desea enseñar, podremos hacer la obra que
nuestro señor Jesucristo nos encomendó y hacerla de todo corazón no esperando recibir nada
de este mundo sino crecer en cristo y mediante el obtener la salvacion.
OBJETIVO GENERAL
Llegar a conocer el verdadero camino que conduce a la salvación eterna que Dios nos ofrece,
saber si es suficiente conocer la verdadera religión o asistir a una iglesia o tan solo debemos
hacer buenas obras esperando la salvación, obviando lo que es el amor sincero hacia las
personas.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
- Encontrar la religión que cumple con lo que Dios muestra en su palabra.
- Dar a conocer si es suficiente con asistir a una iglesia por costumbre y llegar a ser
salvos.
- Aprender lo que es hacer las buenas obras confiando y dependiendo de Dios en todo
momento.
- Entender como es que Jesucristo nos podría salvar enlazando la religión, iglesia y las
obras.
FORMILACION DEL PROBLEMA
¿Qué es la religión?
¿Cuál es el camino que el hombre debe seguir para encontrar la verdadera salvacion?
¿Es suficiente pertenecer a la religión adventista para obtener la salvacion?
¿Basta con asistir a una iglesia solamente el dia sábado para obtener la salvacion?
¿Cómo deben ser hechas las obras del hombre hacia el prójimo para obtener la salvacion?
¿Cómo podemos obtener la salvacion mediante nuestro señor Jesucristo?
MARCO TEORICO

RELIGION
Primeramente, debemos entender que es religión y cual es su definición, ya que uno de los
principales problemas es encontrar la religión que cumple con lo que esta escrito en la palabra
de Dios.
DEFINICION
Sintetizado en una formula todo cuanto hemos expuesto en modo analítico en el capitulo
precedente, definiremos la religion como el reconocimiento de la dependencia absoluta de la
criatura del creador, o, si se quiere, una formula mas completa: el reconocimiento de la
trascendencia absoluta del creador y de la consiguiente dependencia absoluta de la criatura.
El ser humano tiende a buscar a un líder a un ser supremo al cual aferrarse ya sea cualquier
tipo de religion, Dios u deidad mitológica.
RELIGIONES QUE EXISTEN
Cristianismo, Budismo, Hinduismo, Judaísmo, son las religiones más populares de este
planeta, pero también existen otras menos conocidas, ya sea jainismo o brahmanismo; cada
uno de ellos con sus ideologías, creencias y ritos. En esta monografía presentaremos
cada religión detallando cada cosa mencionada anteriormente y así profundizar los
conocimientos sobre este tema.
El planteo de los problemas fueron varios entre los que se destacan, los orígenes de cada
religión, sus creencias, los seguidores y la cantidad de religiones. También se explicarán
términos que suelen confundir en este ámbito, como las sectas, ritos, etc. Al responder estas y
más cuestiones, se pretende aclarar cualquier duda que se tenga al respecto.
Fue uno el problema que surgió durante la investigación, el cual fue
la escasez de bibliografía para aquellas religiones no muy populares, como las dos
mencionadas anteriormente.
Para llevar a cabo esta monografía se ha utilizado como bibliografía tanto libros como Internet.
LAS RELIGIONES
Se considera religión a un sistema de prácticas relativas a cosas sagradas y se caracteriza por
la división del mundo en dos polos: lo sagrado y lo profano. La palabra religión, común a todas
las lenguas de la Europa occidental, es una forma romana de la palabra "religio". La etimología
más probable de este nombre la relaciona con el verbo "legere" (re-legere, re-ligere: recogerse,
repasar en el espíritu, discurrir en un matiz de concentración y a veces inquietud).
Son alrededor de 29 religiones, entre las principales se encuentran: cristianismo, judaísmo,
budismo, islamismo, satanismo, hinduismo, taoismo, shintoismo, jainismo, confucionismo,
brahmanismo y zoroastrismo.
JUDAÍSMO
El Judaísmo, es padre de todas las religiones monoteístas, está basado en la fe de un solo
Dios. A diferencia de otras religiones, éste no está centrado en un profeta o en un salvador,
sino en la idea de un pueblo elegido.
La corona de la Torá
El culto se desarrolla en la sinagoga. Algunas sinagogas de la Reforma son llamadas templos,
sobre todo porque los hebreos reformados, a diferencia de los ortodoxos, no creen que el
templo de Jerusalén será reconstruido en los días del Mesías y que se ofrecerán, nuevamente,
sacrificios de animales, por lo cual la sinagoga ha tomado, ahora, el lugar del antiguo Templo.
En la sinagoga moderna los servicios son oficiados por los rabinos y por el cantor -que lee las
oraciones cantadas-, pero en la doctrina hebrea no hay nada que impida a ningún hebreo
oficiar cualquier servicio, incluida la celebración religiosa del matrimonio.
El rabí no es un sacerdote. La palabra "rabí" significa "docente" o "maestro" y
su función consiste en explicar la religión hebrea. Hasta el siglo catorce no han existido los
rabinos de profesión; los hebreos docentes se ganaban la vida ejerciendo una profesión, por
ejemplo, la de médico, y explicaban la religión hebrea en las horas libres y gratuitamente. Los
rabinos del período más antiguo provenían de todas las clases sociales. Algunos eran hombres
de negocios, otros artesanos, otros aun zapateros. La única cualidad requerida era
el conocimiento de la Torá. Esta palabra, que significa "enseñanza", indica en primer lugar el
Pentateuco, esto es, los cinco libros de Moisés, y después, por extensión, todo el complejo de
la doctrina hebrea.
Los trece principios
El Hebraísmo no ha conocido jamás un mecanismo verdadero y propio para la formulación de
los dogmas, encargados de decidir de manera autoritaria y categórica lo que un hebreo debe
creer para ser hebreo. Sin embargo, sería equivocado concluir que el Hebraísmo no tiene
dogmas y que un hebreo puede creer lo que quiera.
Examinemos los trece principios de la fe hebrea como han sido formulados por Moisés
Maimónides, el hebreo más grande del Medioevo. Existen otras creencias, como aquella de la
elección divina de Israel, que no están incluidas entre los 13 puntos y que todavía muchos
hebreos consideran básicos. Los principios de
Maimónides son:
Fe en la existencia de Dios: en su unidad; en su incorporeidad; en su eternidad; la fe que
necesita adorar sólo a Dios; la fe en los Profetas; que Moisés es el más grande de los profetas;
que la Torá es de origen celestial; que es inmutable; la fe en el hecho de que Dios conoce
las acciones de los hombres; que recompensa a los buenos y castiga a los malvados; la fe en
la venida del Mesías; la fe en la resurrección de los muertos.
La profesión hebrea de fe es el shemán: "Escucha, Israel, el Señor Dios nuestro es el único
Dios" (Deuteronomio 6,4). El niño hebreo aprende a recitar estos versículos apenas empieza a
hablar; los hebreos devotos los recitan diariamente en la mañana y en la tarde, y los
moribundos los repiten como la última afirmación de su vida.
Más allá del tiempo y del espacio: Dios está más allá del tiempo y del espacio y el
universo está subordinado a él. Él es trascendente e inmanente. Existe fuera del mundo y al
mismo tiempo está implicado en él.
La oración y el culto van dirigidos sólo a Dios: También la oración dirigida a Dios
a través de un intermediario está prohibida.
Los principios sexto, séptimo, octavo y noveno conciernen a la revelación: Parece que
Maimónides haya subrayado, de manera particular, el séptimo y noveno punto en respuesta a
la exigencia del cristianismo y del islamismo, los cuales sostienen que ha surgido un profeta
más grande que Moisés y que el Hebraísmo, aunque una vez era válido, ahora ha sido
superado. Hasta hace poco, con algunas excepciones, los doctores hebreos han afirmado que
los libros de la Biblia hebrea (el Antiguo Testamento) han sido revelados al hombre por
inspiración divina, si bien en diferentes niveles. Ellos afirman que el Pentateuco (la Torá
verdadera y propia) ha sido dictada por Dios a Moisés y lo consideran como la palabra de Dios
verdadera y propia. Los libros proféticos de la Biblia habrían sido escritos por los Profetas bajo
el influjo de la profecía (un grado inferior con respecto a la inspiración concedida a Moisés),
mientras los libros de los Hagiógrafos (incluidos los Salmos y los Proverbios) habrían sido fruto
de un grado todavía más bajo de inspiración, como espíritu santo. Todo esto está expresado en
la norma hebrea que prohíbe colocar los libros Hagiógrafos por encima de los libros proféticos y
estos últimos por encima de la trascripción del Pentateuco y los otros libros de la Biblia, y en
segundo lugar la Torá oral o las enseñanzas que Dios habría dado a Moisés oralmente,
además de las elaboraciones y de las aplicaciones que ahora se encuentran en las obras
rabínicas redactadas durante los últimos cinco siglos a.C., la más importante de todas es el
Talmud. Existen dos Talmud: el palestino, publicado hacia el año 400, y el Babilónico, más
autoritario, publicado hacia el año 500.
Los principios décimo y undécimo (Dios conoce las acciones del hombre y las
recompensa o castiga según la acción): son aceptados, en grandes líneas, por todos los
hebreos religiosos aunque hay considerables diferencias de opiniones en lo que respecta a
la naturaleza exacta de la divina providencia y en el modo de concebir la recompensa y el
castigo. Esta doctrina significa, quizás, que Dios recompensa directamente en esta vida a
aquellos que observan sus leyes y que castiga a aquellos que la transgreden, o significa que la
virtud lleva consigo su propia recompensa y la falta de virtud su propio castigo, significa que
seremos premiados o castigados en la otra vida y, en tal caso, cuál es la naturaleza del paraíso
y del infierno, existe un infierno y, si es así, está concebido como un lugar o un estado de
lejanía de Dios, el castigo en el infierno es eterno o limitado a un cierto período.
El inicio de la redención: El duodécimo principio se refiere a la fe, muchas veces mencionada
en la Biblia, según la cual vendrá el día en el cual este mundo será perfeccionado, la guerra y
el odio serán desterrados de la tierra, será establecido el reino de Dios y todos los hombres
reconocerán a Dios como su Creador. La fe ortodoxa cree en un Mesías personal, en un ser
humano de gran poder, pero no divino, que será un descendiente del rey David y que será
enviado con este fin por Dios. A partir del siglo pasado, la opinión no ortodoxa ha hecho
hincapié en la venida de una era mesiánica y ha rechazado la doctrina de un Mesías personal,
por cuanto parecería demasiado mágico. La idea fundamental es que Dios intervendrá al final
en los asuntos humanos, a fin de llevar a su realización la sociedad perfecta que perseguimos.
El Hebraísmo cree que Dios no abandonará para siempre este mundo al caos y que un día la
humanidad encontrará su redención completa aquí en la tierra.
Inmortalidad del alma: El último principio referente a la resurrección de los muertos ha sido
variamente interpretado. En los orígenes, la doctrina de la resurrección se refería a los muertos
que resurgen de las tumbas y viven de nuevo aquí en la tierra. Después el Hebraísmo asimiló
la doctrina de la inmortalidad del alma. Cuando al fin las dos doctrinas se fundieron, sostuvo
que cuando una persona muere, su alma continúa viviendo en otro reino hasta la resurrección,
cuando será unida al cuerpo en la tierra.
Festividades importantes
Las prácticas hebreas son de dos clases: ceremoniales y éticas. Entre aquellas ceremoniales
se encuentran los rituales pintorescos que se desarrollan en las casas y en las sinagogas.
Sabbath o Shabbath (Sábado): El séptimo día de la semana judía (desde la caída del sol el
viernes hasta la caída del sol el sábado) se ve como un día que santifica la semana, y
la observación especial de este día es parte esencial de la adoración. Asisten a la sinagoga
para la lectura de la Torá y oraciones.

CRISTIANISMO
El cristianismo es una de las tres grandes religiones monoteístas, junto con el Judaísmo y
el Islam. Se inició como un movimiento mesiánico en el seno de judaísmo inspirado en Jesús
de Nazaret y centrado en su persona. El hecho de que su fundador fuese crucificado por los
romanos y repudiado por el pueblo judío, no impidió que sus discípulos extendiesen el culto por
todo el mundo basándose en la idea de su resurrección. Para el cristianismo sólo hay un Dios
que la Trinidad aparece como tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Este Dios otorgó a
los hombres diez mandamientos a través del profeta hebreo Moisés, que son la ley que todo
cristiano debe respetar. El cristianismo acepta la Biblia o Sagradas Escrituras hebreas a las
que añaden los Evangelios,, o vida de Jesús y otros escritos que conforman el Nuevo
Testamento.
El cristianismo y el judaísmo tienen mucho en común. El cristianismo considera como sagrados
los libros contenidos en el Toráh llamado por los cristianos "Antiguo Testamento" y sus bases
están contenidas en el Nuevo Testamento. El estudiante cristiano considera como palabra de
Dios a ambos libros, el judaísmo sólo considera al Toráh, "Antiguo Testamento" también
conocido como La Ley.
Algunas de sus doctrinas fundamentales:
 El monoteísmo
 La creencia en un "mashíaj" (Mesías) o "Cristo". El cristianismo concibe de forma diferente a
su Mesías, de tal forma que, para la mayoría de las confesiones cristianas, Jesús
("Ieshúah") es la encarnación del Hijo de Dios y el libertador de toda la humanidad, no sólo
de Israel. Los cristianos y los judíos siempre han estado en desacuerdo sobre el Mesías,
desde el mismo principio del cristianismo hasta nuestros días; estas divergencias se basan
en interpretaciones diferentes de varios pasajes del Antiguo Testamento o Tanáj.

El cristianismo también continuó varios de los modelos desarrollados en el judaísmo del


período posterior a la destrucción del 2do templo en el año 70 d.M. (después del Mesías), tales
como:
 La adaptación de los ritos de las sinagogas a las iglesias de las parroquias. Estos ritos
estaban ya presentes en Galilea.
 El uso de canciones y de himnos en sus reuniones.
 El uso de los salmos y de otros textos de las Sagradas Escrituras.
 El uso del incienso en la oración.
 Un sacerdote.
 Disciplinas ascéticas como el ayuno y la ofrenda.
 Un calendario religioso por el cual ciertos acontecimientos y/o creencias se conmemoran
específicamente ciertos días de cada año.

El catolicismo admite la veneración (no la adoración) a otras entidades como los santos, las
vírgenes, los ángeles y arcángeles.
El cristiano debe su formación a los 10 mandamientos de Dios dados a Moisés en el Sinaí, que
luego fueron reformados por Jesucristo:
1. Amar a Dios sobre todas las cosas.
2- No tomar el Nombre de Dios en vano.
3- Santificar las fiestas.
4- Honrar al padre y a la madre.
5- No matar.
6- No cometer actos impuros.
7- No robar.
8- No decir falso testimonio ni mentir.
9- No consentir pensamientos ni deseos impuros.
10- No codiciar los bienes ajenos.

Budismo
El Budismo es el nombre que se le da a las enseñanzas de un Buda. Buda es la palabra
sánscrita que quiere decir "El Iluminado", un ser humano que ha despertado a la verdad de la
vida y del universo.
Contrario a la mayoría de las religiones, el Budismo no hace alardes de una revelación divina.
Comenzó con un hombre, quién, a través de sus propios esfuerzos, descubrió la realidad
fundamental dentro de sí mismo y enseñó que cualquiera podría hacer lo mismo. En este
sentido el Budismo no solamente se refiere a la enseñanza de un Buda, sino a la enseñanza
que permite a las personas convertirse en Budas.
Históricamente, el Budismo comenzó en el norte de la India con un hombre llamado Sakyamuni
o Sidarta Gautama, quien hoy día se estima que vivió hace aproximadamente 3,000 años.
Sakyamuni nació como príncipe heredero de un pequeño reino, disfrutó de todas las ventajas
que la riqueza y su estado social, pero siendo aún joven se preocupó por el problema del
sufrimiento humano. Se dió cuenta que todas las personas, ya fuesen ricas o pobres, de alta o
baja alcurnia, experimentaban ciertos pesares ineludibles, los cuales caracterizó como los
cuatro sufrimientos de nacer, envejecer, enfermar, y morir. Las personas nacen en un mundo
en el cual no pueden evitar confrontarse al dolor y a la frustración, sufren los dolores y la
humillación que provienen de la enfermedad y los remordimientos de envejecer y por el temor
que emana del presentimiento de su propia mortalidad. De modo fundamental, los cuatro
sufrimientos universales señalan hacia lo que el Budismo llama la Ley de la Inpermanencia.
Todas las cosas cambian constantemente... nada permanece igual ni siquiera por un momento.
Aún cuando era joven, Sakyamuni veía que la gente sufría en este mundo porque basaban su
felicidad en cosas como la riqueza, el poder, el nivel social o el amor, los cuales, por su propia
naturaleza están destinados a cambiar. Eventualmente, renunció a su derecho de ocupar el
trono y asumió una vida religiosa en busca de una respuesta a este dilema sobre la condición
humana.
Hinduismo
La triple manifestación del Dios supremo, conocido como la trinidad hinduista (Trimurti), son
Brahma, Visnú y Shiva, creador, conservador y destructor respectivamente. Aunque estos son
los dioses principales, el panteón hindú cuenta con la increíble cifra de 330 millones de dioses.
Cada dios posee múltiples avatares. Un avatar es una reencarnación del dios sobre la tierra.
El hinduismo no tiene fundador, carece de ritos y tampoco posee una jerarquía religiosa. El
hinduismo es hereditario, esto quiere decir que no te puedes convertir al hinduismo; sólo
puedes ser hindú si has nacido hindú.
Uno de los pilares fundamentales del hinduismo es la creencia en la reencarnación, que está
muy ligada al sistema de castas. Según la doctrina de la reencarnación, cada ser humano que
muere se reencarna en otro, ya sea humano o animal, y este ciclo se repite eternamente. Si
alguien se reencarna en una persona perteneciente a un casta inferior o a un intocable es
debido a que su comportamiento (karma) no fue bueno en su vida anterior. Y como no es
posible recordar las vidas anteriores, los hindúes aceptan su suerte resignadamente sin
siquiera pensar en revelarse, puesto que ellos creen ser los únicos responsables de su precaria
situación.
Estudiemos ahora alguno de los dioses más destacados dentro del panteón hindú:
Principales dioses
Brahma: Es el dios creador del universo. Se le suele representar con 4 cabezas y 4 brazos,
cada uno de los cuales sostiene uno de los 4 Vedas (la tradición dice que estos libros sagrados
surgieron de su boca). El vehículo de Brahma es la oca. Sólo si Brahma permanece despierto
la vida es posible. Cuando duerme, todo, excepto los dioses, mueren. Pero no debemos
alarmarnos, pues, un día de Brahma dura más de 8 billones de años. Muchas veces aparece
sentado en un loto, flor que simboliza la creación y la vida.
Actualmente el culto a Brahma prácticamente ha desaparecido y sólo se conserva un templo en
su honor en Pushkar en Rajasthán.
Visnu: Al igual que Brahma se le representa con 4 brazos que sujetan un mazo (símbolo de
poder), una flor de loto (símbolo de pureza), una caracola (el sonido que se produce al soplar
por ella símboliza la vibración cósmica origen del universo) y una rueda dentada, arma con la
que resulta invencible.
Visnu es el dios más popular en la India y ya se ha reencarnado 9 veces en la tierra. Según la
profecía todavía falta la décima reencarnación en forma del guerrero Kalki. Las 3 primeras
reencarnaciones de Visnú fueron en forma de animales (pez, tortuga, jabalí), la cuarta una
mezcla de animal y hombre y el resto como seres humanos. Los avatares más conocidos son
el séptimo (Rama), el octavo (Krishna) y el noveno (Buda).
Su vehículo sagrado es Garuda, mitad pájaro, mitad bestia.
Shiva: Aunque es el dios destructor no es el dios cruel y despiadado que causa la muerte de
los seres humanos. Su labor es otra: Brahma crea el universo, Visnú lo sostiene durante un día
de Brahma y finalmente Siva lo destruye para permitir que todo pueda ser creado de nuevo.
Brahma entonces dormiría durante una noche (de igual duración que el día mencionado) y
después volvería a crear el universo, repitiéndose todo el ciclo de nuevo.
En su faceta de asceta y maestro de yoga se le representa con el pelo largo sujeto en un moño,
un taparrabos, rayas horizontales en la frente y el cuerpo cubierto de ceniza. Es fácil identificar
a los sadus seguidores de Shiva por esos mismos atributos. En Benarés seguro que los veréis,
puesto que según la leyenda esta ciudad fue creada por Shiva. En Benarés el fervor religioso
hacia Siva se manifiesta en los numerosos templos y pequeños altares erigidos en su honor
que encontramos a cada paso. En todos ellos veremos una columna redondeada denominada
"lingam". Es el falo de Shiva que simboliza la fertilidad.
Pero quizás la representación más conocida de Shiva es bailando el baile cósmico que
representa la fuerza vital: un pie apoyado en el suelo, otro en elaire, los brazos extendidos
alrededor de un círculo de fuego. En su cabeza a veces aparece la diosa Ganga que
representa al río Ganges. En otras ocasiones el dios se muestra sosteniendo un tridente
(símbolo de la Trimurti) junto a su vehículo el toro Nandi.
En la foto podemos ver una encarnación de Siva denominada Bhairava. Esta estatua la
podemos contemplar en la Plaza Real de Katmandú. Sus ojos echando llamas, sus
amenazantes colmillos y su collar de cabezas humanas lo convierten en una imagen terrorífica
de Shiva. El tercer ojo colocado verticalmente en su frente es una poderosa arma destructora.
Islamismo
Conjunto de dogmas y preceptos religiosos y leyes para la vida civil; creado por Mahoma. Del
Corán, libro escrito por él, y el Sunna (tradiciones posteriores), han nacido prácticamente todas
las reglas de la vida política y social del mundo árabe. El Islamismo dejo de ser sólo una
religión para convertirse casi en el símbolo de la civilización árabe. Se calcula que en la
actualidad existen 450 millones de mahometanos o islámicos (es la segunda religión en el
mundo en número de fieles), que forman el Gran Imperio espiritual del Islam.
Mahoma (Mohammed), nació en 570 en La Meca. Después de recibir la aparición del arcángel
Gabriel se considera apóstol de Dios, encargado de difundir su doctrina y sucesor de los
profetas anteriores: Adán, Noé, Abraham, Moisés y Jesús. Exalta la persona de Cristo y utilizó
sus enseñanzas al extremo que muchos consideran el Islamismo como una herejía del
Cristianismo. El Islam rechaza la Santísima Trinidad y el carácter divino de Jesús, aunque cree
en la vida eterna, el Juicio Final y la resurrección de los muertos. Exige cuatro prácticas: la
oración, el ayuno durante el mes de Ramadán, la limosna a los pobres y la peregrinación a La
Meca. Para convertirse a esta religión basta decir, con fe y entendimiento, una sola vez en la
vida, "No hay más Dios que Dios (Alah), y Mahommed es su profeta". El sucesor de Mahoma
es el Califa o Delegado. Por problemas de esta sucesión los islámicos están divididos en
tres grupos: sunnitas, shiitas y wahabis.
El Islam tiene el Corán como libro sagrado, que es a la vez código religioso y político revelado,
según el texto coránico, por Dios a Mahoma por medio del ángel Gabriel. Pero
la redacción definitiva de ese libro no se debe a Mahoma, sino a sus discípulos. Consta de 114
capítulos o suras, divididos en versículos, donde el profeta habla siempre en nombre de Dios.
La concepción filosófica del universo que expone el Corán es parecida a la de las grandes
concepciones semíticas, el judaísmo y el cristianismo que le precedieron. Mahoma no era
filósofo, como los fundadores del brahmanismo y del budismo, y quiso una religión sencilla, al
alcance de la mentalidad de su época. Propiamente no quería una religión nueva, sino
continuar la tradición de los profetas bíblicos.
Fueron tomados de la Biblia muchos aspectos: la creación del mundo en seis días; Adán y su
caída; las penas y las recompensas; el juicio final anunciado por las trompetas. Pero su Paraíso
es extremadamente sensual: riachuelos cristalinos, arroyos de leche, de miel y de vino; frutos
deliciosos, huríes vírgenes, etc. Predica la tolerancia para con los judíos y los cristianos.
Lo Sagrado y lo Profano
Sagrado:La forma de vida que se muestra en el Coran. Las enseñanzas de Mahoma. Los 5
pilares: El Credo, un solo Dios; 5 Oraciones Diarias, a distinta hora del DIA; Limosna, sostener
a los viejos de la comunidad; Ayuno, a manera de rito y Peregrinar a La Meca, al menos una
vez en la vida.
Profano:No seguir el Coran, desobedecer las leyes de Mahoma, como no hacer Iconos de Alá
o Mahoma. No se deben adorar santos ni otros seres que no sean Alá.
No hacer las oraciones diarias, sin apuntar hacia la Meca.
Costumbres
Algunas de las costumbres que tienen los islámicos son:
 Orar 5 veces en el DIA con dirección a La Meca.
 El ayuno, en el mes de Ramadan.
 Darle 9 vueltas a La Kaaba en La Meca.
 Ir a la Meca una vez en la vida.
 El ayuno en el mes de Ramadan.

Confucionismo
Confucio nació en el año 551 A.C. Desde la adolescencia se dedicó intensamente al estudio.
Se casó muy joven, tuvo varios hijos, pero su dedicación obsesiva y constante fue para educar
a los jóvenes para la vida y para la política.
Confucio nunca quiso fundar una religión, admitió ser un hombre como cualquiera. Cree en el
cielo como algo misterioso, impersonal que actúa sobre el mundo. Cree en los dioses y
espíritus de la tierra. Pero lo religioso no fue para él una obsesión. El deseaba servir al hombre
proponiendo la igualdad de todos, buscando la felicidad universal.
A Confucio se le empezaron a tributar honores siglos después de su muerte, fue considerado
como si se tratase de un dios. Quiso renovar políticamente la sociedad para que los hombres
lograsen la máxima felicidad.
Su doctrina se puede resumir en la frase: "Lo que no quieras para ti no se lo hagas a los
demás".
Sus cinco principios:
1.- relación de justicia entre príncipes y súbditos.
2.- relación de mutuo amor entre padres e hijos.
3.- conjunto de deberes entre el hombre y la mujer.
4.- observancia de las normas de comportamiento, basadas en la edad (ancianos-jóvenes).
5.- relación de lealtad entre los amigos.
La sabiduría de Confucio se ha hecho proverbial en muchas culturas.
Actualmente su lectura y veneración son severamente castigados por el Estado Chino, que se
basa en el comunismo. A pesar de ello Confucio será siempre considerado como un gran
sabio.
Taoísmo
Su fundador, Lao-Tse nace en el siglo VI a.C.. Ocupa un puesto importante en la corte del
emperador, pero al contemplar tanta corrupción decide organizar un viaje al lejano Oeste.
En su libro, "Tao-te-King", propone un camino de salvación muy distinto al de Confucio. Su
doctrina se acerca al hinduismo. Dice que lo importante es alejarse de todo lo sensorial y
caminar hacia lo puro, el Tao. El Tao es el origen del cielo y la tierra, de quienes surgen todas
las cosas, es quien regula el Yang-Yin. Es el modelo de comportamiento de todos los hombres
y el principio de toda actividad justa en lo político y lo social. Para imitar al Tao hay que tener
paciencia, ser sencillos y sin pretensiones. Hay que llegar a no hacer nada para poder hacerlo
todo. Hay que evitar las tensiones, se desea llegar a una quietud mística.
Tiene virtudes fundamentales paz, tranquilidad, silencio y como virtudes menos importantes
recomienda la piedad filial, lealtad, bondad hacia las criaturas, paciencia, sacrificio de sí mismo
por los pobres, liberar a los esclavos, plantar árboles y hacer caminos, enseñar al ignorante y
hacer las ofrendas a los dioses.
Como preceptos exige no matar, no beber alcohol, no mentir, no robar y no cometer adulterio.
Esta metafísica de la no acción contribuyó a fomentar en el pueblo toda clase de supersticiones
y magias, buscando ansiosamente el elixir de la vida.
El Taoísmo promete la inmortalidad y admite la metempsicosis.
El Taoísmo sigue siendo con el Confucionismo y el Budismo una de las religiones más
difundidas de China, y con alrededor de 30 millones de seguidores en el mundo.
ADVENTISTA
Las raíces históricas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día se originan en la Biblia, la Palabra
de Dios, que abarca la vida de los patriarcas, profetas y reyes que fueron los voceros del Padre
en los períodos del Antiguo y Nuevo Testamento.
El registro bíblico muestra que, ” vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo” (Gálatas
4:04) para llevar la luz y la esperanza de la vida eterna. El propósito fue revelar la gloria de
Dios, Jesús, vio fundar el cristianismo que durante su historia enfrentó innumerables pruebas y
desafíos: La iglesia cristiana fue perseguida, muchos cristianos fueron martirizados y la Verdad
de la Palabra de Dios ha sido cambiada. Los Adventistas del Séptimo Día creen que fueron
llamados por Dios para rescatar y traer al mundo el pleno conocimiento de la verdad revelada
en la Biblia.
Guillermo Miller
El origen histórico está vinculado a una serie de fenómenos relacionados con el cumplimiento
de las profecías bíblicas que señalan el resultado de la historia humana. A finales del siglo 18 y
principios del siglo 19, muchos eruditos cristianos han estudiado diversos fenómenos naturales
y socio-políticos, tales como: (a) El gran terremoto de Lisboa el 01 de noviembre 1755; (b) El
oscurecimiento del sol, y la luna se observa en la parte oriental del continente americano el 19
de mayo de 1780, día conocido entre los estadounidenses como el Dark Day o “Día Oscuro”;
(c) La Revolución Francesa y la intervención napoleónica en el pontificado de Pío VI, por el
General Berthier el 10 de febrero 1798 (Maxwell, 1951, p.66); (d) La lluvia de meteoritos
observado en el hemisferio occidental, el 15 de noviembre de 1833.
Entre los pioneros adventistas resalta el liderazgo de Santiago White, que nació el 4 de agosto
de 1821 en Palmyra, Maine, EE.UU. Su notable talento como organizador, administrador y
editor le convirtió en el fundador de muchas instituciones adventistas. Seis años más tarde, el
26 de noviembre de 1827, Ellen Gould Harmon nació en la ciudad de Gorham, Maine, EE.UU.
El 14 de agosto de 1831, un predicador en Nueva York, marcaría fuertemente las vidas de
Elena y Jaime White y de más 100,000 personas en los Estados Unidos. William Miller, un
agricultor y juez de paz, quien a través de su estudio sistemático de la Biblia, llegó a la
conclusión de que Cristo volvería a la Tierra alrededor de 1843.
Su predicación se basaba en la interpretación de la profecía de Daniel 8:14 y la evidencia
bíblica con respecto al retorno de Jesucristo. Muchos estadounidenses presenciarían estos
síntomas, sobre todo durante los días 12 y 13 de noviembre 1833, cuando una lluvia de
meteoritos cayeron sobre los cielos de los Estados Unidos. Los Milleritas relacionaron el evento
con las predicciones hechas por Cristo y el profeta Juan en el libro de Apocalipsis.
Alrededor del año 1836, Ellen Harmon tuvo un accidente en un desacuerdo entre niñas,
situación que le impediría asistir a la escuela y desarrollar actividades regulares. Una
compañera golpeó el rostro de Elena con una piedra, rompiéndole la nariz. Las fracturas la
dejaron inconsciente y le tomó tres semanas la recuperación de este agravio, incomprendido
hasta por los propios médicos. Como resultado, Ellen Harmon creció con lesiones físicas
graves, sin embargo, su espiritualidad, se mantuvo firme.
En marzo de 1840, William Miller predicó en la ciudad de Portland, estado de Maine, donde su
familia residía. Escucharon el contenido de la predicación de Miller, y ella y su familia aceptaron
el mensaje del pronto regreso de Cristo.
Dos años más tarde se produjo la primera manifestación del Espíritu de Profecía entre los
Milleritas. William Foy, pastor bautista negro, recibió la primera de sus visiones el 18 de enero
de 1842. El contenido se refirió al cielo y el Juicio. Sin embargo, Foy se mostró reacio a
declarar el mensaje debido al clima racial de la época.
La predicación de Miller impresionó muchos los corazones. El de Elena Harmon fue uno de
ellos y, como demostración de su fe, fue bautizada en la Iglesia Metodista el 26 de junio de
1842. Ese mismo año, Jaime White comenzó su predicación sobre el regreso de Jesús.
Aunque el movimiento Millerita estaba integrado por miembros de varias iglesias, muchos
rechazaron su mensaje. Sin embargo, las verdades expuestas por los milleritas llegaron al
corazón de la familia Harmon, y así, en septiembre de 1843, salieron de la Iglesia Metodista.
Por otro lado, congregaciones enteras se unieron a la esperanza del Advenimiento. Una de
ellas fue la Iglesia de Washington, New Hampshire, que fue dirigido por el pastor Frederick
Wheeler. A principios de 1844, se convirtió en la primera iglesia adventista en guardar el
sábado por influencia de Rachel Oaks.
Con base en los cálculos de las profecías bíblicas, Samuel Snow llega a la conclusión de que
se produciría el regreso de Jesús el 22 de octubre de 1844. Días antes de esa fecha, Hazen
Foss recibió una visión en la que vio a los Milleritas caminando hacia la Tierra Prometida. Sin
embargo, Foss rechazó el llamado de Dios y cuando trató de relacionar su experiencia sintió
que el Espíritu Santo lo había dejado.
Cerca de 100 mil personas esperaron en sus casas y se reunieron en los bosques, a la espera
de que Cristo aparezca en las nubes del cielo. Esta fecha ha pasado a la historia como el día
del “gran chasco.” El día después de esta decepción, Dios consoló al grupo de creyentes y dio
una respuesta a Hiram Edson sobre lo que realmente sucedió. En un vistazo, vio a Cristo entrar
en el Lugar Santísimo del Santuario Celestial y no retornando a la Tierra. Poco después de este
evento, en compañía de F. B. Hahn y O. R. L. Cosier se aplicaron a estudiar la Biblia y pronto
ganaron un entendimiento en cuanto a los hechos ocurridos en esa fecha.
Otros mensajes de Dios trajeron consuelo a los desalentados Milleristas. En diciembre de 1844,
Elena Harmon recibió su primera visión en la que vio al pueblo adventista marchando por un
camino estrecho a la tierra prometida. Esta visión fue el inicio de su ministerio profético que se
prolongó durante setenta años.
Ellen White
Em fevereiro de 1845, Ellen Harmon recebeu uma visão que confirmaria a experiência de
Hiram Edson sobre a entrada de Jesus no lugar santíssimo do Santuário Celestial no dia 22 de
outubro de 1844. Ambas as visões proveram consolo aos crentes que sofreram a grande
decepção.
Infancia y adolescencia
Elena Gould Harmon nació el 26 de noviembre de 1827, en la ciudad de Gorham, estado de
Maine, ubicado en el noreste de Estados Unidos. Sus padres se llamaban Roberto y Eunice
Harmon. Elena y la hermana melliza Elizabeth, eran las menores de una familia de ocho hijos.
Su educación formal fue interrumpida cuando ella tenía tan solo nueve años de edad, debido a
un incidente que casi le costó la vida. Al comienzo de la adolescencia, Elena y su familia
aceptaron las interpretaciones bíblicas presentadas por el predicador bautista Guillermo Miller.
Juntamente con Miller y otras 100.000 personas, ella pasó por lo que quedó conocido como “el
gran chasco”, pues esperaban el regreso de Jesús el 22 de octubre de 1844, la fecha
correspondiente al fin de la profecía de los 2.300 días de Daniel 8.
Llamada por Dios
En diciembre de 1844, Dios le concedió a Elena la primera de un total de dos mil visiones y
sueños proféticos. En agosto de 1846, Elena se casó con Jaime White, un pastor de 25 años
de edad, que compartía la misma convicción de que Elena fue llamada por Dios para realizar la
obra de un profeta. Poco tiempo después, Elena y Jaime pasaron a guardar el sábado como el
día de descanso ordenado por Dios, de acuerdo con el cuarto mandamiento.
Familia
Como madre de cuatro hijos, Elena pasó por el dolor de perder a dos de ellos. Herbert murió
con pocas semanas de vida, y Henry con 16 años. Los otros dos hijos, Edson y William,
llegaron a ser pastores adventistas.
Los Escritos
Elena de White fue una gran escritora. Desde 1851, cuando publicó su primer libro, ella produjo
una vasta cantidad de artículos, folletos y libros. Entre los libros, algunos son de naturaleza
devocional y otros fueron compuestos a partir de innumerables cartas personales, repletas de
consejos, que ella escribió a lo largo de los años. Algunos otros libros tienen una perspectiva
histórica y tratan del conflicto entre Cristo y Satanás por el control de las naciones y de los
individuos. Ella también publicó libros sobre educación, salud y otros asuntos importantes para
la iglesia. Después de su muerte más de 70 libros fueron compilados y publicados con textos
aún inéditos en su mayoría. Ella también escribió millares de artículos que fueron publicados en
revistas como Review and Herald (Revista y Heraldo), Signs of the Times (Señales de los
Tiempos) y otras revistas adventistas del séptimo día. El Camino a Cristo, uno de sus libros
más importantes, el cual trata del éxito en la vida cristiana, ya fue publicado en más de 150
idiomas y hace de Elena de White la escritora más traducida en todos los tiempos.
Comunicadora
A pesar de cierta renuencia y timidez inicial, Elena de White llegó a ser una gran comunicadora
especialmente cuando hablaba sobre temperancia. En 1876, habló a su auditorio más grande –
estimado en 20.000 personas – en Groveland, Massachussets, durante más de una hora, en
una época donde no existía el micrófono.
El mensaje de salud
En su visión del 6 de junio de 1863, Elena de White recibió instrucciones sobre asuntos
relacionados con la salud, como el uso de drogas, tabaco, te, café, alimentos de origen animal
y la importancia de la actividad física, luz solar, aire puro y régimen alimenticio equilibrado. Sus
consejos sobre salud, basados en esta y en las demás visiones, han ayudado a los adventistas
a desarrollar un estilo de vida que les da cerca de siete años más de longevidad que las
personas en general.
Lectora voraz
Elena de White leía mucho. Descubrió que leer otros autores no sólo solidificaba su cultura,
sino que la ayudaba a escribir para presentar los principios de la verdad revelados a ella en
visión. Además de eso, a veces el Espíritu Santo le instaba a citar en sus artículos o libros,
verdaderas gemas literarias extraídas de otros autores. Ella jamás se consideró infalible ni
ponía sus escritos en nivel de igualdad con la Biblia, pero creía firmemente que sus visiones
tenían origen divino y que sus artículos y libros eran producidos bajo la dirección del Espíritu de
Dios. Evangelista por naturaleza, su principal preocupación era la salvación de las personas.
Generosidad
Elena de White era extremamente generosa y daba buen ejemplo de cristianismo práctico.
Durante años, ella mantenía en casa retazos de tela para proporcionar a alguna mujer que
estuviera necesitándolos para hacer un vestido. En Battle Creek (donde vivía), iba a subastas
para comprar muebles usados, los cuales guardaba para donar a víctimas de calamidades,
como incendios. En una época en la que aún no existían planes de jubilación, siempre que oía
hablar de algún pastor anciano que estaba necesitando ayuda financiera, ella no dudaba en
enviarle algún dinero a fin de socorrerlo en aquella emergencia.
Su obra
Elena de White murió el 16 de julio de 1915. Durante 70 años presentó fielmente los mensajes
que Dios le confió para su pueblo. Jamás fue elegida para alguna función administrativa de la
iglesia, pero sus consejos siempre eran oídos por los líderes denominacionales. Sus mensajes
pusieron en acción las fuerzas que dieron como resultado un amplio sistema educacional
adventista, presente en todo el mundo, desde las guarderías hasta las universidades. Aunque
ella nunca hizo ningún curso en el área de salud, los resultados de su ministerio son notables
en la cadena de hospitales adventistas, clínicas y otras instituciones médicas, presentes en
todo el mundo. No fue ordenada formalmente para la actividad pastoral, pero su obra causó un
impacto espiritual casi sin paralelo en la vida de millones de personas, de uno a otro extremo
de la Tierra.
Influencia permanente
Aún hoy, los libros de Elena de White siguen ayudando a las personas a encontrar al Salvador,
a aceptar su perdón, a compartir esas bendiciones con los demás y a vivir en la expectativa del
cumplimiento de la promesa del pronto regreso de Cristo.
28 CREENCIAS DE LA IGLESIA ADVENTISTA
I. LA DOCTRINA DE DIOS
1. Las Sagradas Escrituras.
Las Sagradas Escrituras, que abarcan el Antiguo y el Nuevo Testamento, constituyen la
Palabra escrita de Dios, transmitida por inspiración divina mediante santos hombres de Dios
que hablaron y escribieron siendo impulsados por el Espíritu Santo. Por medio de esta palabra,
Dios ha comunicado a los seres humanos el conocimiento necesario para alcanzar la salvación.
Las Sagradas Escrituras son la infalible revelación de la voluntad divina. Son la norma del
carácter, el criterio para evaluar la experiencia, la revelación autorizada de las doctrinas, y un
registro fidedigno de los actos de Dios realizados en el curso de la historia (2 Pedro 1:20-21; 2
Timoteo 3:16-17; Salmos 119:105; Proverbios 30:5-6; Isaías 8:20; Juan 17:17; 1
Tesalonicenses 2:13; Hebreos 4:12).
2. La Trinidad.
Hay un solo Dios, que es una unidad de tres personas coeternas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Este Dios uno y trino es inmortal, todopoderoso, omnisapiente, superior a todos y
omnipresente. Es infinito y escapa a la comprensión humana, no obstante lo cual se le puede
conocer mediante la propia revelación que ha efectuado de sí mismo. Es eternamente digno de
reverencia, adoración y servicio por parte de toda la creación (Deuteronomio 6:4; Mateo 28:19;
2 Corintios 13:14; Efesios 4:4-6; 1 Pedro 1:2; 1 Timoteo 1:17; Apocalipsis 14:7).
3. EI Padre.
Dios el Padre Eterno, es el Creador, Origen, Sustentador y Soberano de toda la creación. Es
justo, santo, misericordioso y clemente, tardo para la ira y abundante en amor y fidelidad. Las
cualidades y las facultades del Padre se manifiestan también en el Hijo y el Espíritu Santo
(Génesis 1:1; Apocalipsis 4:11; 1 Corintios 15:28; Juan 3:16; 1 Juan 4:8; 1 Timoteo 1:17; Éxodo
34:6-7; Juan 14:9).
4. El Hijo.
Dios el Hijo Eterno es uno con el Padre. Por medio de él fueron creadas todas las cosas; EI
revela el carácter de Dios, Ileva a cabo la salvación de la humanidad y juzga al mundo. Aunque
es verdaderamente Dios, sempiterno, también llegó a ser verdaderamente hombre, Jesús el
Cristo. Fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la virgen María. Vivió y experimentó
tentaciones como ser humano, pero ejemplificó perfectamente la justicia y el amor de Dios.
Mediante sus milagros manifestó el poder de Dios y éstos dieron testimonio de que era el
prometido Mesías de Dios. Sufrió y murió voluntariamente en la cruz por nuestros pecados y en
nuestro lugar, resucitó de entre las muertos y ascendió al Padre para ministrar en el santuario
celestial en nuestro favor. Volverá otra vez con poder y gloria para liberar definitivamente a su
pueblo y restaurar todas las cosas (Juan 1:1-3, 14; Colosenses 1:15-19; Juan 10:30; 14:9;
Romanos 6:23; 2 Corintios 5:17-19; Juan 5:22; Lucas 1:35; Filipenses. 2:5-11; 1 Corintios 15:3-
4; Hebreos 2:9-18; 8:1-2; Juan 14:1-3).
5. El Espíritu Santo.
Dios el Espíritu Eterno estuvo activo con el Padre y el Hijo en la creación, la encarnación y la
redención. Inspiró a los autores de las Escrituras. Infundió poder a la vida de Cristo. Atrae y
convence a los seres humanos; y a los que responden, renueva y transforma a la imagen de
Dios. Enviado por el Padre y el Hijo está siempre con sus hijos, distribuye dones espirituales a
la iglesia, la capacita para dar testimonio en favor de Cristo, y en armonía con las Escrituras la
conduce a toda verdad (Génesis 1:1-2; Lucas 1:35; 4:18; Hechos 10:38; 2 Pedro 1:21; 2
Corintios 3:18; Efesios 4:11-12; Hechos 1:8; Juan 14:16-18, 26; 15:26-27; 16:7-13).

II. LA DOCTRINA DEL HOMBRE


6. La creación.
Dios es el Creador de todas las cosas, y ha revelado por medio de las Escrituras un registro
auténtico de su actividad creadora. El Señor hizo en seis días “los cielos y la tierra” y todo ser
viviente que la habita, y reposó el séptimo día de la primera semana. De ese modo estableció
el sábado como un monumento perpetuo de la finalización de su obra creadora. El primer
hombre y la primera mujer fueron hechos a imagen de Dios como una corona de la creación; se
les dio dominio sobre el mundo y la responsabilidad de cuidar de él. Cuando el mundo quedó
terminado era “bueno en gran manera”, porque declaraba la gloria de Dios (Génesis 1:2; Éxodo
20:8-11; Salmos 19:1-6; 33:6, 9; 104; Hebreos 11:3).
7. La naturaleza del hombre.
El hombre y la mujer fueron hechos a imagen de Dios, con individualidad propia y con la
facultad y la libertad de pensar y obrar por su cuenta. Aunque fueron creados como seres
libres, cada uno es una unidad indivisible de cuerpo, mente y espíritu que depende de Dios
para la vida, el aliento y todo lo demás. Cuando nuestros primeros padres desobedecieron a
Dios, negaron su dependencia de él y cayeron de la elevada posición que ocupaban bajo el
gobierno de Dios. La imagen de Dios se desfiguró en ellos y quedaron sujetos a la muerte. Sus
descendientes participan de esta naturaleza degradada y de sus consecuencias. Nacen con
debilidades y tendencias hacia el mal. Pero Dios, en Cristo, reconcilió al mundo consigo mismo,
y por medio de su Espíritu restaura en los mortales penitentes la imagen de su Hacedor.
Creados para gloria de Dios, se los invita a amar al Señor y a amarse mutuamente, y a cuidar
el ambiente que los rodea (Génesis 1:26-28; 2:7; Salmos 8:4-8; Hechos 17:24-28; Génesis 3;
Salmos 51:5; Romanos 5:12-17; 2 Corintios 5:19-20; Salmos 51:10; 1 Juan 4:7-8, 11, 20;
Génesis 2:15).

III. LA DOCTRINA DE LA SALVACION


8. El gran conflicto.
La humanidad entera se encuentra envuelta en un conflicto de proporciones extraordinarias
entre Cristo y Satanás en torno al carácter de Dios, su ley y su soberanía sobre el universo.
Este conflicto se originó en el cielo cuando un ser creado, dotado de libre albedrío, se exaltó a
sí mismo y se convirtió en Satanás, el adversario de Dios, e instigó a rebelarse a una porción
de las Ángeles. Él introdujo el espíritu de rebelión en este mundo cuando indujo a pecar a Adán
y a Eva. El pecado produjo como resultado la distorsión de la imagen de Dios en la humanidad,
el trastorno del mundo creado y posteriormente su completa devastación en ocasión del diluvio
universal. Observado por toda la creación, este mundo se convirtió en el campo de batalla del
conflicto universal, a cuyo término el Dios de amor quedará finalmente vindicado. Para ayudar a
su pueblo en este conflicto, Cristo envía al Espíritu Santo y a los ángeles leales para que lo
guíen, lo protejan y lo sustenten en el camino de la salvación (Apocalipsis 12:4-9; Isaías 14:12-
14; Ezequiel 28:12-18; Génesis 3; Romanos 1:19-32; 5:12-21; 8:19-22; Génesis 6-8; 2 Pedro
3:6; 1 Corintios 4:9; Hebreos 1:14).
9. La vida, muerte y resurrección de Cristo.
Mediante la vida de Cristo, de perfecta obediencia a la voluntad de Dios, sus sufrimientos, su
muerte y su resurrección, Dios proveyó el único medio válido para expiar el pecado de la
humanidad, de manera que los que por fe acepten esta expiación puedan tener acceso a la
vida eterna, y toda la creación pueda comprender mejor el infinito y santo amor del Creador.
Esta expiación perfecta vindica la justicia de la ley de Dios y la benignidad de su carácter,
porque condena nuestro pecado y al mismo tiempo hace provisión para nuestro perdón. La
muerte de Cristo es vicaria y expiatoria, reconciliadora y transformadora. La resurrección de
Cristo proclama el triunfo de Dios sobre las fuerzas del mal, y a los que aceptan la expiación les
asegura la victoria final sobre el pecado y la muerte. Declara el señorío de Jesucristo, ante
quien se doblará toda rodilla en el cielo y en la tierra (Juan 3:16; Isaías 53; 1 Pedro 2:21-22; 1
Corintios 15:3-4, 20-22; 2 Corintios 5:14-15, 19-21; Romanos 1:4; 3:25; 4:25; 8:3-4; 1 Juan 2:2;
4:10; Gálatas 2:15; Filipenses 2:6-11).
10. La experiencia de la salvación.
Con amor y misericordia infinitos Dios hizo que Cristo, que no conoció pecado, fuera hecho
pecado por nosotros, para que nosotros pudiésemos ser hechos justicia de Dios en él. Guiados
por el Espíritu Santo sentimos nuestra necesidad, reconocemos nuestra pecaminosidad, nos
arrepentimos de nuestras transgresiones, y ejercemos fe en Jesús como Señor y Cristo, como
Sustituto y Ejemplo. Esta fe que recibe salvación nos llega por medio del poder divino de la
Palabra y es un don de la gracia de Dios. Mediante Cristo somos justificados, adoptados como
hijos e hijas de Dios y librados del señorío del pecado. Por medio del Espíritu nacemos de
nuevo y somos santificados; el Espíritu renueva nuestras mentes, graba la ley de amor de Dios
en nuestros corazones y nos da poder para vivir una vida santa. Al permanecer en él somos
participantes de la naturaleza divina y tenemos la seguridad de la salvación ahora y en ocasión
del juicio. (2 Corintios 5:17-21; Juan 3:16; Gálatas 1:4; 4:4-7; Tito 3:3-7; Juan 16:8; Gálatas
3:13-14; 1 Pedro 2:21-22; Romanos 10:17; Lucas 17:5; Marcos 9:23-24; Efesios 2:5-10;
Romanos 3:21-26: Colosenses 1:13-14; Romanos 8:14-17; Gálatas 3:26; Juan 3:3-8; 1 Pedro
1:23; Romanos 12:2; Hebreos 8:7-12; Ezequiel 36:25-27; 2 Pedro 1:3-4; Romanos 8:1-4; 5:6-
10)

IV. LA DOCTRINA DE LA IGLESIA


11. Crecimiento en Cristo.
Nueva creencia fundamental aprobada el 4 de julio de 2005, en la 58ª Asamblea de la
Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día.
Por su muerte en la cruz Jesús triunfó sobre las fuerzas del mal. El subyugó los espíritus de
demonios durante Su ministerio terrestre y quebró su poder y tornó cierto su destino final. La
victoria de Jesús nos da victoria sobre las fuerzas del mal que continúan procurando
controlarnos, mientras caminamos con El en paz, alegría, y con la certeza de Su amor. Ahora el
Espíritu Santo vive con nosotros y nos da poder. Continuamente comprometidos con Jesús
como nuestro Salvador y Señor, somos libres del fardo de nuestros hechos pasados. No más
viviremos en la oscuridad, con miedo de los poderes del mal, ignorancia, y la falta de sentido de
nuestro antiguo modo de vida. En esa nueva libertad en Jesús, somos llamados a creces en
semejanza a Su carácter, comulgando con El diariamente en oración, alimentándonos de Su
Palabra, meditando en eso y en Su providencia, cantando sus alabanzas, reuniéndonos juntos
en adoración, y participando en la misión de la Iglesia. A medida que nos entreguemos al
servicio de amor a aquellos a nuestro alrededor y al testimonio de Su salvación, Su constante
presencia con nosotros a través del Espíritu transforma cada momento y toda tarea en una
experiencia espiritual (Salmos 1:1, 2; 23:4; 77:11, 12; Colosenses 1:13, 14; 2:6, 14, 15; San
Lucas 10:17-20; Efesios 5:19, 20; 6:12-18; I Tesalonicenses 5:23; II San Pedro 2:9; 3:18; II
Corintios 3:17, 18; Filipenses. 3:7-14; I Tesalonicenses 5:16-18; San Mateo 20:25-28; San Juan
20:21; Gálatas 5:22-25; Romanos 8:38, 39; I San Juan 4:4; Hebreos 10:25).
12. La iglesia.
La iglesia es la comunidad de creyentes que confiesa que Jesucristo es Señor y Salvador.
Como continuadores del pueblo de Dios del Antiguo Testamento, se nos invita a salir del
mundo; y nos reunimos para adorar y estar en comunión unos con otros, para recibir
instrucción el la Palabra, celebrar la Cena del Señor, para servir a toda la humanidad y
proclamar el evangelio en todo el mundo. La iglesia deriva su autoridad de Cristo, que es el
Verbo encarnado, y de las Escrituras que son la Palabra escrita. La iglesia es la familia de Dios:
somos adoptados por él como hijos y vivimos sobre la base del nuevo pacto. La iglesia es el
cuerpo de Cristo, una comunidad de fe de la cual Cristo mismo es la cabeza. La iglesia es la
esposa por la cual Cristo murió para poder santificarla y purificarla. Cuando regrese en triunfo,
se la presentará como una iglesia gloriosa, es a saber, los fieles de todas las edades,
adquiridos por su sangre, sin mancha ni arruga, santos e inmaculados (Génesis 12:3; Hechos
7:38; Efesios 4:11-15; 3:8-11; Mateo 28:19-20; 16:13-20; 18:18; Efesios 2:19-22; 1:22-23; 5:23-
27; Colosenses 1:17-18).
13. El remanente y su misión.
La iglesia universal está compuesta por todos los que creen verdaderamente en Cristo, pero en
los últimos días, una época de apostasía generalizada, se ha llamado a un remanente para que
guarde los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Este remanente anuncia la hora del juicio,
proclama la salvación por medio de Cristo y anuncia la proximidad de su segunda venida. Esta
proclamación está simbolizada por los tres ángeles de Apocalipsis 14; coincide con la hora del
juicio en el cielo y da como resultado una obra de arrepentimiento y reforma en la tierra. Todo
creyente recibe la invitación a participar personalmente en este testimonio mundial (Apocalipsis
12:17; 14:6-12; 18:1-4; 2 Corintios 5:10; Judas 3, 14; 1 Pedro 1:16-19; 2 Pedro 3:10-14;
Apocalipsis 21:1-14).
14. La unidad del cuerpo de Cristo.
La iglesia es un cuerpo constituido por muchos miembros que proceden de toda nación, raza,
lengua y pueblo. En Cristo somos una nueva creación; las diferencias de raza, cultura,
educación y nacionalidad, entre encumbrados y humildes, ricos y pobres, hombres y mujeres,
no debemos causar divisiones entre nosotros. Todas somos iguales en Cristo, quien por un
mismo Espíritu nos ha unido en comunión con él y los unos con los otros. Debemos servir y ser
servidos sin parcialidad ni reservas. Por medio de la revelación de Jesucristo en las Escrituras
participamos de la misma fe y la misma esperanza, y salimos para dar a todos el mismo
testimonio. Esta unidad tiene sus orígenes en la unicidad del Dios trino, que nos ha adoptado
como sus hijos (Romanos 12:4-5; 1 Corintios 12:12-14; Mateo 28:19-20; Salmos 133:1: 2
Corintios 5:16-17; Hechos 17:26-27; Gálatas 3:27, 29; Colosenses 3:10-15; Efesios 4:14-16;
4:1-6; Juan 17:20-23).
15. El bautismo.
Por medio del bautismo confesamos nuestra fe en la muerte y resurrección de Jesucristo, y
damos testimonio de nuestra muerte al pecado y de nuestro propósito de andar en novedad de
vida. De este modo reconocemos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, llegamos a ser su
pueblo y somos recibidos como miembros de su iglesia. El bautismo es un símbolo de nuestra
unión con Cristo, del perdón de nuestros pecados y de nuestra recepción del Espíritu Santo. Se
realiza por inmersión en agua, y está íntimamente vinculado con una afirmación de fe en Jesús
y con evidencias de arrepentimiento del pecado. Sigue a la instrucción en las Sagradas
Escrituras y a la aceptación de sus enseñanzas (Romanos 6:1-6; Colosenses 2:12-13; Hechos
16:30-33; 22:16; 2:38; Mateo 28:19-20).
16. La Cena del Señor.
La Cena del Señor es una participación en los emblemas del cuerpo y la sangre de Jesús como
expresión de fe en él, nuestro Señor y Salvador. En esta experiencia de comunión Cristo está
presente para encontrarse con su pueblo y fortalecerlo. Al participar en ella, proclamamos
gozosamente la muerte del Señor hasta que venga. La preparación para la Cena incluye un
examen de conciencia, arrepentimiento y confesión. El Maestro ordenó el servicio de
lavamiento de los pies para manifestar una renovada purificación, expresar disposición a
servirnos mutuamente y con humildad cristiana, y unir nuestros corazones en amor. Todos los
creyentes cristianos pueden participar del servicio de comunión (1 Corintios 10:16-17; 11:23-30;
Mateo 26:17-30; Apocalipsis 3:20; Juan 6:48-63; 13:1-17).
17. Los dones y ministerios espirituales.
Dios concede a todos los miembros de su iglesia en todas las edades dones espirituales para
que cada uno las emplee en amante ministerio por el bien común de la iglesia y la humanidad.
Concedidos mediante la operación del Espíritu Santo, quien los distribuye entre cada miembro
según su voluntad, los dones proveen todos los ministerios y habilidades necesarios para que
la iglesia cumpla su función divinamente ordenada. De acuerdo con las Escrituras estos dones
incluyen ministerios tales como fe, sanidad, profecía, predicación, enseñanza, administración,
reconciliación, compasión y servicio abnegado y caridad para ayudar y animar a nuestros
semejantes. Algunos miembros son llamados por Dios y dotados por el Espíritu para cumplir
funciones reconocidas por la iglesia en los ministerios pastoral, de evangelización, apostólico y
de enseñanza, particularmente necesarios a fin de equipar a los miembros para el servicio,
edificar a la iglesia de modo que alcance madurez espiritual, y promover la unidad de la fe y el
conocimiento de Dios. Cuando los miembros emplean estos dones espirituales como fieles
mayordomos de las numerosas gracias de Dios, la iglesia es protegida de la influencia
destructora de las falsas doctrinas, crece gracias a un desarrollo que procede de Dios, y es
edificada en la fe y el amor (Romanos 12:4-8; 1 Corintios 12:9-11, 27-28; Efesios 4:8, 11-16;
Hechos 6:1-7; 1 Timoteo 3:1-13; 1 Pedro 4:10-11).
18. El don de profecía.
Uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don es una de las características
distintivas de la iglesia remanente y se manifestó en el ministerio de Elena G. de White. Como
mensajera del Señor, sus escritos son una permanente y autorizada fuente de verdad, y
proveen consuelo, dirección, instrucción y corrección a la iglesia. También establecen con
claridad que la Biblia es la norma por la cual deben ser evaluadas toda enseñanza y toda
experiencia. (Joel 2:28-29; Hechos 2:14-21; Hebreos 1:1-3; Apocalipsis 12:17; 19:10)

V. LA DOCTRINA DE LA VIDA CRISTIANA


19. La ley de Dios.
Los grandes principios de la ley de Dios están incorporados en los Diez Mandamientos y
ejemplificados en la vida de Cristo. Expresan el amor, la voluntad y el propósito de Dios con
respecto a la conducta y las relaciones humanas, y están en vigencia para todos los seres
humanos de todas las épocas. Esos preceptos constituyen la base del pacto de Dios con su
pueblo y la norma del juicio divino. Por medio de la obra del Espíritu Santo señalan el pecado y
avivan la necesidad de un Salvador. La salvación es sólo por gracia y no por obras, pero su
fruto es la obediencia a los mandamientos. Esta obediencia desarrolla el carácter cristiano y da
como resultado una sensación de bienestar. Es una evidencia de nuestro amor al Señor y
preocupación por nuestros semejantes. La obediencia por fe demuestra el poder de Cristo para
transformar vidas y por lo tanto fortalece el testimonio cristiano (Éxodo 20:1-17; Salmos 40:7-8;
Mateo 22:36-40; Deuteronomio 28:1-14; Mateo 5:17-20; Hebreos 8:8-10; Juan 15:7-10; Efesios
2:8-10; 1 Juan 5:3; Romanos 8:3-4; Salmos 19:7-14).
20. El sábado.
El benéfico Creador descansó el séptimo día después de los seis días de la creación, e
instituyó el sábado para todos los hombres como un monumento de su obra creadora. El cuarto
mandamiento de la inmutable ley de Dios requiere la observancia del séptimo día como día de
reposo, adoración y ministerio, en armonía con las enseñanzas y la práctica de Jesús, el Señor
del sábado. El sábado es un día de agradable comunión con Dios y con nuestros hermanos. Es
un símbolo de nuestra redención en Cristo, una señal de santificación, una demostración de
nuestra lealtad y una anticipación de nuestro futuro eterno en el reino de Dios. El sábado es la
señal perpetua de Dios del pacto eterno entre él y su pueblo. La gozosa observancia de este
tiempo sagrado de tarde a tarde, de puesta de sol a puesta de sol, es una celebración de la
obra creadora y redentora de Dios (Génesis 2:1-3; Éxodo 20:8-11; Lucas 4:16; Isaías 56:5-6;
58:13-14; Mateo 12:1-12; Éxodo 31:13-17; Ezequiel 20:12, 20; Hebreos 4:1-11; Deuteronomio
5:12-15; Levíticos 23:32; Marcos 1:32).
21. La mayordomía.
Somos mayordomos de Dios, a quienes él ha confiado tiempo y oportunidades, capacidades y
posesiones, y las bendiciones de la tierra y sus recursos. Somos responsables ante él por su
empleo adecuado. Reconocemos que Dios es dueño de todo mediante nuestro fiel servicio a él
y a nuestros semejantes, y mediante la devolución de los diezmos y las ofrendas para la
proclamación de su evangelio y para el sostén y desarrollo de su iglesia. La mayordomía es un
privilegio que Dios nos ha concedido para que crezcamos en amor y para que logremos la
victoria sobre el egoísmo y la codicia. El mayordomo fiel se regocija por las bendiciones que
reciben los demás como fruto de su fidelidad (Génesis 1:26-28; 2:15; 1 Crónicas 29:14; Hageo
1:3-11; Malaquías 3:8-12; 1 Corintios 9:9-14; Mateo 23:23; 2 Corintios 8:1-15; Romanos 15:26-
27).
22. Conducta cristiana.
Se nos invita a ser gente piadosa que piense, sienta y actúe en armonía con los principios del
cielo. Para que el Espíritu vuelva a crear en nosotros el carácter de nuestro Señor,
participamos solamente de lo que produce pureza, salud y gozo cristiano en nuestra vida. Esto
significa que nuestras recreaciones y entretenimientos estarán en armonía con las más
elevadas normas de gusto y belleza cristianos. Si bien reconocemos las diferencias culturales,
nuestra vestimenta debiera ser sencilla, modesta y pulcra como corresponde a aquellos cuya
verdadera belleza no consiste en el adorno exterior, sino en el inmarcesible ornamento de un
espíritu apacible y tranquilo. Significa también que puesto que nuestros cuerpos son el templo
del Espíritu Santo, debemos cuidarlos inteligentemente. Junto con la práctica adecuada del
ejercicio y el descanso, debemos adoptar un régimen alimentario lo más saludable posible, y
abstenernos de alimentos impuros identificados como tales en las Escrituras. Puesto que las
bebidas alcohólicas, el tabaco, y el empleo irresponsable de drogas y narcóticos son dañinos
para nuestros cuerpos, también nos abstendremos de ellos. En cambio, nos dedicaremos a
todo lo que ponga nuestros pensamientos y cuerpos en armonía con la disciplina de Cristo,
quien quiere que gocemos de salud, de alegría y de todo lo bueno (Romanos 12:1-2; 1 Juan
2:6; Efesios 5:1-21; Filipenses 4:8; 2 Corintios 10:5; 6:14 – 7:1; 1 Pedro 3:1-4; 1 Corintios 6:19-
20; 10:31; Levíticos 11:1-47; 3 Juan 2).
23. El matrimonio y la familia.
El matrimonio fue establecido por Dios en el Edén y confirmado por Jesús, para que fuera una
unión por toda la vida entre un hombre y una mujer en amante compañerismo. Para el cristiano
el matrimonio es un compromiso a la vez con Dios y con su cónyuge, y este paso debieran
darlo sólo personas que participan de la misma fe. El amor mutuo, el honor, el respeto y la
responsabilidad, son la trama y la urdimbre de esta relación, que debiera reflejar el amor, la
santidad, la intimidad y la perdurabilidad de la relación que existen entre Cristo y su iglesia. Con
respecto al divorcio, Jesús enseñó que la persona que se divorcia, a menos que sea por causa
de fornicación y se casa con otra, comete adulterio. Aunque algunas relaciones familiares estén
lejos de ser ideales, los socios en la relación matrimonial que se consagran plenamente el uno
al otro en Cristo pueden lograr una amorosa unidad gracias a la dirección del Espíritu y al
amante cuidado de la Iglesia. Dios bendice la familia y es su propósito que sus miembros se
ayuden mutuamente hasta alcanzar la plena madurez. Los padres deben criar a sus hijos para
que amen y obedezcan al Señor. Mediante el precepto y el ejemplo debieran enseñarles que
Cristo disciplina amorosamente, que siempre es tierno y que se preocupa por sus criaturas, y
que quiere que lleguen a ser miembros de su cuerpo, la familia de Dios. Una creciente
intimidad familiar es uno de los rasgos característicos del último mensaje evangélico. (Génesis
2:18-25; Mateo 19:3-9; Juan 2:1-11; 2 Corintios 6:14; Efesios 5:21-33; Mateo 5:31-32; Marcos
10:11-12; Lucas 16:18; 1 Corintios 7:10-11; Éxodo 20:12; Efesios 6:1-4; Deuteronomio 6:5-9;
Proverbios 22:6; Malaquías 4:5, 6).
VI. LA DOCTRINA DE
LOS ACONTECIMIENTOS FINALES
24. El ministerio de Cristo en el santuario celestial.
Hay un santuario en el cielo, el verdadero tabernáculo que el Señor erigió y no el hombre. En él
Cristo ministra en nuestro favor, para poner a disposición de los creyentes los beneficios de su
sacrificio expiatorio ofrecido una vez y para siempre en la cruz. Llegó a ser nuestro gran Sumo
Sacerdote y comenzó su ministerio intercesor en ocasión de su ascensión. En 1844, al concluir
el período profético de los 2.300 días, entró en la segunda y última fase de su ministerio
expiatorio. Esta obra es un juicio investigador que forma parte de la eliminación definitiva del
pecado, tipificada por la purificación del antiguo santuario hebreo en el día de la expiación. En
el servicio simbólico el santuario se purificaba mediante la sangre de los sacrificios de
animales, pero las cosas celestiales se purificaban mediante el perfecto sacrificio de la sangre
de Jesús. El juicio investigador pone de manifiesto frente a las inteligencias celestiales quiénes
de entre los muertos duermen en Cristo y por lo tanto se los considerará dignos, en él, de
participar de la primera resurrección. También aclara quiénes entre los vivientes están morando
en Cristo, guardando los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, y en éI, por lo tanto estarán
listos para ser trasladados a su reino eterno. Este juicio vindica la justicia de Dios al salvar a los
que creen en Jesús. Declara que los que permanecieron leales a Dios recibirán el reino. La
conclusión de este ministerio de Cristo señalará el fin del tiempo de prueba otorgado a los
seres humanos antes de su segunda venida (Hebreos 8:1-5; 4:1416; 9:11-28; 10:19-22; 1:3;
2:16, 17; Daniel 7:9-27; 8:13-14; 9:24-27; Números 14:34; Ezequiel 4:6; Levíticos 16;
Apocalipsis 14:6-7; 20:12: 14:12; 22:12).
25. La segunda venida de Cristo.
La segunda venida de Cristo es la bienaventurada esperanza de la iglesia, la gran culminación
del evangelio. La venida del Salvador será literal, personal, visible y de alcance mundial.
Cuando regrese, los justos muertos resucitarán y junto con los justos vivos serán glorificados y
llevados al cielo, pero los impíos morirán. El hecho de que la mayor parte de las profecías esté
alcanzando su pleno cumplimiento, unido a las actuales condiciones del mundo, nos indica que
la venida de Cristo es inminente. El momento cuando ocurrirá este acontecimiento no ha sido
revelado, y por lo tanto se nos exhorta a estar preparados en todo tiempo (Tito 2:13; Hebreos
9:28; Juan 14:1-3; Hechos 1:9-11; Mateo 24:14; Apocalipsis 1:7; Mateo 24:43-44; 1
Tesalonicenses 4:13-18; 1 Corintios 15:51-54; 2 Tesalonicenses 1:7-10; 2:8; Apocalipsis 14:14-
20; 19:11-21; Mateo 24; Marcos 13; Lucas 21; 2 Timoteo 3:1-5; 1 Tesalonicenses 5:1-6).
26. La muerte y la resurrección.
La paga del pecado es muerte. Pero Dios, el único que es inmortal, otorgará vida eterna a sus
redimidos. Hasta ese día, la muerte constituye un estado de inconsciencia para todos los que
hayan fallecido. Cuando Cristo, que es nuestra vida, aparezca, los justos resucitados y los
justos vivos serán glorificados y todos juntos serán arrebatados para salir al encuentro de su
Señor. La segunda resurrección, la resurrección de los impíos, ocurrirá mil años después
(Romanos 6:23; 1 Timoteo 6:15-16; Eclesiastés 9:5-6; Salmos 146:3-4; Juan 11:11-14;
Colosenses 3:4; 1 Corintios 15:51-54; 1 Tesalonicenses 4:13-17; Juan 5:28-29; Apocalipsis
20:1-10).
27. El milenio y el fin del pecado.
El milenio es el reino de mil años de Cristo con sus santos en el cielo que se extiende entre la
primera y la segunda resurrección. Durante ese tiempo serán juzgados los impíos; la tierra
estará completamente desolada, sin habitantes humanos, pero sí ocupada por Satanás y sus
ángeles. Al terminar ese período Cristo y sus santos, junto con la Santa Ciudad, descenderán
del cielo a la tierra. Los impíos muertos resucitarán entonces, y junto con Satanás y sus
ángeles rodearán la ciudad; pero el fuego de Dios los consumirá y purificará la tierra. De ese
modo el universo será librado del pecado y de los pecadores para siempre (Apocalipsis 20; 1
Corintios 6:2-3; Jeremías 4:23-26; Apocalipsis 21:1-5; Malaquías 4:1; Ezequiel 28:18-19).
28. La tierra nueva.
En la tierra nueva, donde morarán los justos, Dios proporcionará un hogar eterno para los
redimidos y un ambiente perfecto para la vida, el amor y el gozo sin fin, y para aprender junto a
su presencia. Porque allí Dios mismo morará con su pueblo, y el sufrimiento y la muerte
terminarán para siempre. El gran conflicto habrá terminado y el pecado no existirá más. Todas
las cosas, animadas e inanimadas, declararán que Dios es amor, y él reinará para siempre
jamás. Amén (2 Pedro 3:13; Isaías 35; 65:17-25; Mateo 5:5; Apocalipsis 21:1-7; 22:1-5; 11:15

 Niwano, Nikkio; García Sadurni, Ricardo; Budismo para el hombre de hoy; EDEBÉ;
Barcelona (España) en 1984.
 Laurens Estepa, José Manuel y otros; Catecismo de la iglesia católica; Asociación de
editores del catecismo; Rancagua (Chile) en 1990.
 http://www.buscareligiones.com/hinduismo/
 http://www.buscareligiones.com/otras_religiones/brahamismo.phtml
 GRANERIS, J. (2005). LAS RELIGIONES AL DESNUDO. ESPAÑA: CIRCULO LATINO.

 IASD. (2006). CREENCIAS DE LOS ADVENTISTAS DEL SEPTIMO DIA. BUENOS


AIRES: CASA EDITORA SUDAMERICANA.
¿CUAL ES LA VERDADERA RELIGION?
Como pudimos ver a lo largo de esta monografía, existen muchas religiones que dicen ser la
correcta en muchas de ellas crean su propia Biblia y cambian inclusive muchos de los
mandamientos que Dios puso en esta tierra, tanto asi que el dia de adoracion es muy distinta a
la que esta escrita en la biblia.
Veamos algunos versículos bíblicos que nos orientaran a saber cual es el camino que debemos
seguir.

Por eso Cristo dijo en Marcos 2:28 “Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun
del día de reposo”, donde manifiesta que el Hijo del Hombre es Señor aún del
Sábado. Además, Salmos 111:7-8 “7 Las obras de sus manos son verdad y juicio;
Fieles son todos sus mandamientos,8 Afirmados eternamente y para siempre,Hechos en verdad
y en rectitud” revela que los mandamientos de Dios son eternos, "Las obras de sus
manos son fieles y justas, confiables son todos sus Mandamientos, permanecen firmes
eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud".
Cabe destacar, sin embargo, que los Adventistas del Séptimo Día creen en la salvación
por gracia y la justificación por Fe en Cristo. Creen en los 10 mandamientos que Dios
escribió con su dedo y su ley es inmutable (Los Diez Mandamientos, Éxodo Capítulo
20).

20 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:


2
Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
3
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
4
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la
tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que
visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que
me aborrecen,
6
y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
7
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que
tomare su nombre en vano.
8
Acuérdate del día de reposo[a] para santificarlo.
9
Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
10
mas el séptimo día es reposo[b] para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo,
ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
11
Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos
hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo[c] y lo santificó.
12
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios
te da.
13
No matarás.
14
No cometerás adulterio.
15
No hurtarás.
16
No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
17
No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su
criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
18
Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte
que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.
19
Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con
nosotros, para que no muramos.
20
Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su
temor esté delante de vosotros, para que no pequéis.
21
Entonces el pueblo estuvo a lo lejos, y Moisés se acercó a la oscuridad en la cual estaba
Dios.
22
Y Jehová dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he hablado
desde el cielo con vosotros.
23
No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis.
24
Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus
ovejas y tus vacas; en todo lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré a
ti y te bendeciré.
25
Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares herramienta
sobre él, lo profanarás.
26
No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él.
El Sábado es parte de los 10 mandamientos, le dan considerablemente más
importancia a guardar el séptimo día Sábado que la importancia que le dan otras
denominaciones a la adoración en domingo bajo el argumento de que fue Dios mismo
quien ordenó la adoración Sabática basada en sus 10 mandamientos, pues el domingo
fue instaurado por el emperador Romano Constantino en su famoso edicto en el 321
D.C.
Jesucristo no cambió su ley ni el día de reposo:
Mateo 5:17-18 dice “No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a
anularlos, sino a darles cumplimiento. 18 Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni
una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido”
En el versiculo vemos que claramente nuestro señor Jesucristo dice que no podemos cambiar
lo que esta en la palabra de Dios, y mas claro aun en los 10 mandamientos que Dios le entrego
a Moises en el cual escrito esta que el dia de reposo es el dia Sabado.
Otros mandamientos que muchas religiones ovbiaron y cambiaron fueron el primer, Segundo
cuarto mandamiento que dicen:
I. No tendrás dioses ajenos delante de mí.
II. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo,
ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a
ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito
la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación
de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman
y guardan mis mandamientos.
IV No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo,
ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las
honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los
padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Muchas religiones crearon otros dioses, deidades y obviando la ley de Dios sus
mandamientos, y cambiando lo que Dios puso en su palabra para que el hombre pueda
caminar por el camino de la rectitud.
La Iglesia Adventista del Septimo Dia cumple con los preseptos y leyes que estan en la palabra
de Dios, no obviando ni cambiando lo que esta escrito en la Biblia.

LA IMPORTANCIA DE CONGREGARSE A UNA IGLESIA


Muchos tienen la duda de que si asistir a una Iglesia te trae salvación, o si ser una buena
persona teniendo la fe en Jesús y guardando los diez mandamientos si puedo ser salvo sin ir a
la Iglesia.
Bien, quiero decirte que congregarse a una Iglesia no te trae la salvación, pero sí te trae
muchas bendiciones, e incluso esas bendiciones no las obtienen los que no congregan una
Iglesia, y les diré porqué:
PRIMER PUNTO
No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a
otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.
Hebreos 10:25
Podemos ver en ese versículo que Pablo recomienda congregarnos, porque a través de la
congregación podemos obtener ánimos y fortalezas en conjunto, para que así juntos y unidos
enfrentemos los problemas y las pruebas de la vida, para que con mayor razón nos
preparemos para aquel días que se acerca (la vuelta de Jesús).
No dejando.
O "no descuidando".
De congregarnos.
El autor aquí se refiere a las reuniones de los cristianos con el propósito de rendir culto y para
animarse mutuamente se celebraban en los hogares de los creyentes (ver t. VI. p. 48).
Algunos tienen por costumbre.
Es evidente que algunos descuidaban la comunión con sus hermanos en las reuniones de culto
y devoción, lo cual los perjudicaba. Su manera de obrar descuidaba el consejo del vers. 24 de
animar a los creyentes "al amor y las buenas obras". Debido a la tensa situación política que
había cuando se escribió Hebreos, algunos podían haberse ausentado por el temor de incurrir
en el desagrado de las autoridades civiles y quizá de ser castigados. Otros se ausentaban de
los servicios religiosos por descuido e indiferencia (ver los vers. 26 y 27)
.
Exhortándonos.
O "animándonos". Las palabras de exhortación animan a otros a mantenerse firmes y a que su
fe permanezca "sin fluctuar" (vers. 23). Los que están firmemente establecidos en la fe nunca
deben olvidar que algunos de sus hermanos en la fe pueden estar pasando por momentos de
duda y desánimo. "Saber hablar palabras al cansado" (Isa. 50: 4), podría ser el medio, en la
providencia de Dios, para hacer volver a un "pecador del error de su camino", para salvar "de la
muerte un alma" y para cubrir "multitud de pecados" " (Sant. 5: 20).
Tanto más.
A medida que aumentaran las tribulaciones, dificultades y persecuciones, la exhortación y el
ánimo mutuos proporcionarían un beneficio aún mayor. El peligro que amenazara la seguridad
personal, que podría presentarse al asistir a los cultos públicos, serían ampliamente superado
por el valor y la fortaleza que infundiría la comunión cristiana.
Aquel día.
Una referencia al día "de juicio, y de hervor de fuego" (ver. 27), el día cuando "el que ha de
venir vendrá, y no tardará" (ver. 37). La expresión "veis que aquel día se acerca sin duda se
refiere a la admonición de nuestro Señor en respuesta a la pregunta de los discípulos: "
"¿Cuáles serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?" " (Mat. 24:
3). La pregunta de los discípulos y la respuesta de nuestro Señor abarca tanto la destrucción
de Jerusalén en el año 70 d. C. (ver pp. 403-404), es posible que el autor también estuviera
anticipado los funestos acontecimientos de este año; pero, como es evidente por el contexto
(ver especialmente Heb. 10: 27, 37), en primer lugar está pensando en la segunda venida de
Cristo (ver la Nota Adicional de Rom. 13).
.- Comentario bíblico Adventista
SEGUNDO PUNTO
porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su
cuerpo, y él es su Salvador.
Efesios 5: 23
Muchos han confundido el término "Iglesia" en afirmar que somos nosotros mismos y se
guardan la excusa de no ir a la Iglesia, pero sería bueno observar ese término desde el original
griego.
El término "Iglesia" en el vers. 23 del original griego es ἐκκλησία (ekklesía) que significa reunion
popular, específicamente congregación religiosa (sinagoga judía, o comunidad cristiana de
miembros en la tierra o santos en cielo, o ambos):- asamblea, concurrencia, congregación,
iglesia.
TERCER PUNTO
Por cuestión del límite de caracteres del facebook no voy a colocar el capítulo completo, pero sí
quiero recomendar leer todo el cap. 12 de 1 Corintios y usted verá que Pablo dice que Cristo es
la cabeza, la Iglesia es el cuerpo y usted y yo somos los miembros de ese cuerpo. Incluso,
Pablo comienza a dar una ilustración de que los miembros del cuerpo no pueden funcionar sin
la cabeza; un brazo no puede funcionar separado del cuerpo y de la cabeza, y una pierna no
puede funcionar separada del cuerpo y de la cabeza.
Es este el plan de Dios, en que congreguemos una Iglesia para que así nos animemos el uno al
otro, ejerzamos nuestros dones espirituales y así estemos más dinámicos para llevar el
conocimiento del evangelio a otras personas.
"Sufrimos una pérdida cuando descuidamos la oportunidad de congregarnos para fortalecernos
y edificarnos mutuamente en el servicio de Dios. Las verdades de su Palabra pierden en
nuestras almas su vivacidad e importancia. Nuestros corazones dejan de ser alumbrados y
vivificados por la influencia santificadora y nuestra espiritualidad declina. En nuestro trato como
cristianos perdemos mucho por falta de simpatía mutua. El que se encierra completamente
dentro de sí mismo no ocupa la posición que Dios le señaló. El cultivo apropiado de los
elementos sociales de nuestra naturaleza nos hace simpatizar con otros, y es para nosotros un
medio de desarrollarnos y fortalecernos en el servicio de Dios."
{El Camino a Cristo, pág. 101}
"Dios enseña que debemos congregarnos en su casa para cultivar los atributos del amor
perfecto. Esto preparará a los moradores de la tierra para las mansiones que Cristo ha ido a
preparar para todos los que le aman. Allí se congregarán en el santuario de sábado en sábado,
de luna nueva en luna nueva, para unir sus voces en los más sublimes acentos de alabanza y
agradecimiento a Aquel que está sentado en el trono y al Cordero para siempre jamás.4"
{Consejos Para la Iglesia, pág. 434}
"Jamás entretengan el pensamiento de que pueden ser cristianos y sin embargo encerrarse
dentro de ustedes mismos. Cada uno forma parte de la gran estructura humana, y tanto la
naturaleza como la calidad de su experiencia será determinada en gran medida por las
experiencias de aquellos con quienes se asocien. Jesús dijo: “Donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Mateo 18:20. Entonces no
descuidemos la práctica de congregarnos, como acostumbran algunos; pero exhortémonos
unos a otros; tanto más cuanto que vernos que aquel día se acerca."
WHITE, E. (1991). CONSEJOS PARA LA IGLESIA.
WHITE, E. (1993). EL CAMINO A CRISTO.

¿COMO HACER LAS BUENAS OBRAS? NUESTRO EJEMPLO ES JESÚS


Cristo se presenta en los Evangelios como la personificación del servicio. Su afirmación de
Mateo 20:28 contradice la falsa percepción de que el reino de Dios se traduce en estatus o
poder. Dentro de la escena donde reluce esta declaración, los discípulos estaban disputando
quien tendría superioridad en ese reino.

Sin embargo, Jesús vino a servir y a salvar. Sin duda, la salvación es el mayor acto de servicio
de Dios hacia la humanidad. Dios se encarnó para salvarnos, y entregó su propia vida a cambio
de las nuestras (Jn 1:14). Pero además, nos enseñó a amar y servir de verdad. Se inclinó para
sanar a los paralíticos? (Mr 2:1-12); se arrodilló para redimir a la mujer sorprendida en adulterio
(Jn 8:4-11); lavó los pies de los discípulos en la última cena (Jn 13:3-5) y, finalmente, Cristo en
entregó en la cruz, y decidió consumar su servicio entregándose a la muerte para darnos vida.

El verdadero servicio
La palabra griega hōsper, traducida «así como». Es una afirmación categórica de lo que el Hijo
del hombre vino a hacer, enlazándose con el adverbio de negación ouk «no», es decir, con lo
que «no vino a hacer». El evangelio dice cuál es el verdadero servicio y cuál es la perversión o
distorsión de lo que se dice que es servir. Dos elementos componen el servicio cristiano:

(1) Cristo debió hacer algo para entregarse al servicio, lo que en teología
llamamos kenosis (Filp 2:7). Es despojarse de su poder como Dios para transformarse en un
siervo. Ninguna mitología tiene algo como esto, los dioses no sirven al ser humano, sino que lo
oprimen. Cristo se encarnó para servirnos. No podía descender como Dios porque su gloria
impediría que los humanos pudieran estar de pie; así que Él cubrió su divinidad con su
humanidad.
Nosotros primero debemos despojarnos de algo que no es la divinidad; sino del complejo de
superioridad, en otras palabras del orgullo. Ese mal que nos hace egoístas y mezquinos.

(2) Lo segundo que debemos hacer es reproducir el servicio realizado por Cristo, el cual tiene
como objetivo la liberación de lo humano: «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me
ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los
cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor
del Señor» (Lc 4:18-19).

Cristo vino a servir


Teresa de Calcuta acuñó el refrán: «El que no vive para servir, no sirve para vivir». En esta
negación-afirmación: «no vino para que le sirvan, sino para servir», el Hijo del hombre
discrimina entre el servicio correcto y el falso servicio. El verbo griego diakoneó es lo mismo
que el verbo transitivo en español «servir»; es decir, necesitan de un complemento directo para
tener sentido. Dentro del texto hay dos voces; la voz activa: «vino para servir», enfatiza la
esencia del servicio desinteresado, y la voz pasiva: «no vino para que le sirvan», es cuando
solo se espera que los otros le sirvan a uno.

El falso servicio
El falso servicio se caracteriza por la autocomplacencia, busca fama o hacerse ver mediante un
acto benévolo hacia los necesitados. No lo hace de manera desinteresada y menos le sale
como algo espontáneo. Este tipo de servicio es esporádico, solo se hace cuando se necesita
en beneficio propio. Jesús condenó tal acto como una distorsión del evangelio:

Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si
actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa. Por eso, cuando
des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las
sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han
recibido toda su recompensa. Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu
mano izquierda de lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre,
que ve lo que se hace en secreto, te recompensará (Mt 6:1-4)

El servicio de los cristianos


Los cristianos, y por extensión la iglesia como el cuerpo de Cristo, somos responsables ante
Dios por el servicio que prestemos al mundo. Cuando se usa el servicio con otra connotación
diferente a su verdadera esencia, hay una distorsión. Hay personas que solo sirven una vez al
año, y otros creen que sacándose una foto mientras le dan de comer a un hambriento
y publicándola en las redes sociales, están sirviendo. ¡Falso! Valerse de la necesidad de los
oprimidos para con el fin de hacer publicidad es afrentar al Cristo (Mt 25:34-45); al igual que
condicionar la comida para que la gente asista a un evento personal. Se debe servir al mundo
porque Cristo nos sirvió primero y lo hizo para redimirnos, no para hacerse publicidad.

El amor en el verdadero servicio al prójimo


Sin embargo, el verdadero servicio se caracteriza por el amor al prójimo, no busca la fama, sino
que trabaja incansablemente por la salvación del mundo. Ayuda a su entorno de manera
desinteresada y lo hace con espontaneidad. Su labor es constante y prolongado, solo la muerte
detiene los pies de los que sirven de verdad. Con este servicio cumplen el mandamiento:
«amaras a tu prójimo como a ti mismo». Todo servicio debe apuntar a la liberación del
humano, del pecado por supuesto, pero también a la restauración de la dignidad humana.

El texto de Mateo 20:28, termina diciendo: «y para dar su vida en rescate por muchos». ¿Estás
dispuesto a dar tu vida para servir? El servicio verdadero es para toda la vida. Cristo murió
sirviéndonos a nosotros; ninguno es perfecto, pero él vino para redimirnos. La vida eterna
consiste en creer en Aquel que vino a servirnos, pero creer también significa hacer. Sea
nuestra meta reproducir el servicio de Cristo, servir para liberar.

Ellen White, Testimonios para la Iglesia (Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana,
2003), 1:185.
AHORA PUES NOS PREGUNTAMOS: ¿SOY SALVO POR GRACIA DE NUESTRO
SALVADOR?

¿Podemos decir legítimamente: “He dejado de pecar”?

“Cristo murió para que usted pudiese dejar de pecar, y el pecado es transgresión de la ley”. –
The Advent Review and Sabbath Herald, tomo 71, no. 35, p. 1, Agosto 28, 1894.

“Ser redimido significa dejar de pecar”. – The Advent Review and Sabbath Herald, tomo 77, no.
39, p. 1, Septiembre 25 de 1900.

“Sólo los que por medio de la fe en Cristo obedecen todos los mandamientos de Dios
alcanzarán la condición de perfección sin pecado en que vivía Adán antes de su transgresión.
Ellos testifican de su amor por Cristo obedeciendo todos sus preceptos”. –Manuscrito 122,
escrito en 1901, citado en El Comentario Bíblico Adventista, tomo 6, p, 1118.

“A todo el que se entrega plenamente a Dios se le da el privilegio de vivir sin pecado, en


obediencia a la ley del cielo. ... Dios requiere de nosotros perfecta obediencia. Debemos
purificarnos, así como él es puro. Al guardar sus mandamientos, hemos de revelar nuestro
amor por el Supremo Gobernante del universo”. – The Advent Revoew and Sabbath Herald,
Septiembre 27, 1906, página 8.

“La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos
pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos
nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en
nosotros”. 1 Juan 1: 7-9.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de
Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. – Efesios 2: 8, 9.
Ellen White a menudo confundía la gracia de Dios con las obras humanas. Ella requiere que
trabajemos para ser “perfectos” en el sentido de ausencia de pecado personal – lo cual resulta
en una religión de lista de comprobación. Creer que la ausencia de pecado es el fruto de la
obediencia más bien que el don de la gracia de Dios hace que uno se concentre en sus propios
pecados antes que en el Salvador.
Aunque el evangelio de Cristo Jesús reconoce y aborrece nuestra pecaminosidad presente,
nos anima a crecer en la gracia y el conocimiento de Cristo Jesús. ¡Se concentra en la Solución
del problema de nuestro pecado! La Buena Nueva es que nuestra fe en la gracia de Dios
permite que Él nos vea como sin pecado en este mismo instante. Envueltos en la túnica
manchada de sangre de la justicia de Jesús, somos aceptados por Él como si nunca
hubiésemos pecado. Nuestros pecados son perdonados y borrados para no reaparecer jamás.
Regocíjese en la gracia de Dios descrita por el profeta Isaías:

“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré más de tus
pecados”. – Isaías 43:25.

Nótese que Dios dice que “no se acordará más de nuestros pecados”. Esto es así porque el
perdón incluye borrar el pecado (véase Hebreos 8:12; 9:28, y Jeremías 31:34). Pero Ellen
White despoja a sus seguidores de esta libertad al afirmar que Dios guarda en su registro los
pecados perdonados hasta después del Juicio Investigador (Patriarcas y Profetas, página 357).

Como cristiano, ¿todavía estoy condenado delante de Dios?


“Cuando la luz de la reforma pro salud brilló sobre nosotros, y desde ese momento, se han
hecho todos los días las preguntas: ‘¿Estoy practicando la temperancia en todas las cosas?
¿Es mi dieta tal que me ponga en condiciones de poder llevar a cabo el mayor bien posible?’ Si
no podemos responder a estas preguntas afirmativamente, estamos condenados delante de
Dios”. – Consejos Sobre la Dieta y la Alimentación, pp. 19, 20, escrito en 1880.

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”. – Romanos 8:1.
“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado”. – Juan 3: 17, 18.
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y
no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. – Juan 5:24.

¿Puedo ser aceptado por Jesús tal como soy ahora?

“Por lo que se me ha mostrado, hay una gran obra que llevar a cabo antes de que podamos ser
aceptados a la vista de Dios”. – Testimonios, tomo 2, p. 84, escrito en 1868.
“Tenéis una gran obra por hacer. ... Es imposible que seáis salvos tal como estáis”. –
Testimonios, tomo 2, p. 316, escrito en 1869.
“Tal como estáis, empañaríais todo el cielo. Sois incultos, sin refinamiento, y sin
santificación. No hay lugar en el cielo para un carácter como el que ahora poseéis. ... Estáis
más lejos hoy del modelo de perfección cristiana ... de lo que estábais algunos meses después
de recibir la verdad”. – Testimonios, tomo 3, p. 465, escrito en 1875.

“Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios”.
– Romanos 15:7.
“Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio (a los conversos gentiles), dándoles el
Espíritu Santo lo mismo que a nosotros, y ninguna diferencia hizo entre nosotros y
ellos, purificando por la fe sus corazones”. – Hechos 15: 8, 9.
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando
nosotros muertos en pecados, nos dio vida junatemente con Cristo (por gracia sois salvos)”. –
Efesios 2: 4, 5.
Nuestra aceptación por Dios no se basa en nuestro carácter perfecto. Vamos a Dios tanto para
ser salvos como para permitir su obra de purificación en nuestras vidas. Él nos acepta tal como
somos. La Biblia indica consistentemente que Ellen White está errada al afirmar que hay un
nivel de perfección que debemos alcanzar antes de ser aceptados por Dios.

¿Puedo decir legítimamente: “Soy salvo ahora por la gracia de Cristo”?

“A los que aceptan al Salvador, por sincera que sea su conversión, jamás debe enseñárseles a
decir o a sentir que son salvos. Esto es engañoso. A todos debe enseñárseles a apreciar la fe y
la esperanza; pero, aunque nos entreguemos a Cristo y sepamos que él nos acepta, no
estamos fuera del alcance de la tentación. ... Los que aceptan a Cristo, y en su primera
confianza dicen: Soy salvo, están en peligro de confiar en sí mismos”. – Lecciones Prácticas
del Gran Maestro, p. 155, escrito en 1900.
Aquí Ellen White contradice completamente la Biblia nuevamente. Ella les roba a los creyentes
uno de los más hermosos testimonios que un cristiano puede compartir: “¡He sido salvado por
la gracia de Cristo Jesús!” Nuestro Salvador quiere que usted tenga esa certeza. Le a lo que la
Biblia tiene que decir sobre la confianza de la salvación en Cristo:
“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que
sepáis que tenéis vida eterna”. – 1 Juan 5:13.
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y
no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. Juan 5:24.
“De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna”. – Juan 6:47.
“El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día
postrero”. – Juan 6:47.
“Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos”. –
Hechos 15:11.
“Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado”. – Romanos 10:10,
11.
“Por el cual [el evangelio] asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si
no creísteis en vano”. – 1 Corintios 15:2.
“Por gracia sois salvos”. – Efesios 2:5.
“Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”. –
Efesios 2:8.
“Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente,
haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la
muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad
permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio”. –
Colosenses 1:22,23.
“Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el
propósito suyo y la gracia”. – 1 Timoteo 1:9.
“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia,
por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”. – Tito 3:5.

Parte del problema que Ellen White tenía con la certeza de la salvación es que ella
repetidamente confundía la tentación con el pecado. Según ella, nuestra salvación depende de
nuestra capacidad para resistir la tentación y así tener éxito en derrotar al pecado. De este
modo, ¡si expresamos nuestra gratitud porque Jesús nos ha salvado, Ellen White afirma que
confiamos en nosotros mismos! Ella enseñaba que nuestra salvación debe continuar siendo
siempre una incertidumbre porque, de lo contrario, podríamos sentirnos siempre tentados a
pecar.
Pero el evangelio de Jesucristo deja bien claro que somos salvos en el momento en que
aceptamos a Jesús. Nuestra salvación no depende de nuestras buenas obras, sino de la gracia
de Cristo. Dios nos llama y nos salva y nos capacita para hacer buenas obras, pero nunca por
nuestros propios méritos. Por nuestros propios méritos, siempre seremos pecadores. Desde
nuestro propio punto de vista, siempre seremos menos que perfectos.
Las Buenas Nuevas son que, por la gracia de Dios, ahora somos pecadores perdonados y
salvados. Desde el punto de vista de Dios, mirando a través de la sangre derramada de Jesús,
somos perfectos delante de él. Somos sin mancha, y aceptables a su vista en este instante.
¡Confíe en Jesús para su salvación ahora!
 The Advent Review and Sabbath Herald, tomo 71, no. 35, Agosto 28, 1894.
 The Advent Review and Sabbath Herald, tomo 77, no. 39, Septiembre 25 de 1900.
 El Comentario Bíblico Adventista, tomo 6
 Lecciones Prácticas del Gran Maestro, escrito en 1900.
CONCLUSION

Como pudimos ver a lo largo de esta monografía, el conocer cual es la religión verdadera
mediante escritos en la biblia, la palabra de Dios. A veces es muy complicado seguir la religión
verdadera ya que tendemos a hacer lo que a nosotros mas nos conviene, la palabra de Dios es
de color blanco, pero el ser humano cambia ese color por cualquier otro y esos otros colores
son las otras religiones que obvian lo que la palabra del Señor nos muestra en sus escritos.
Una ves que hemos encontrado la religión verdadera, Dios mismo nos muestra que iglesia
sigue sus mandamientos y su palabra, esta es la iglesia adventista y vimos que el estar en una
iglesia conlleva a trabajar dentro y fuera de ella, no solamente quedarnos dentro de ella, sino
consagrarnos y congregarnos para asi llegar a conocer mas del amor de Dios y una ves que
conozcamos ese conocimiento podremos orientar y ayudar a los que no conocen aun de Dios y
hacer que Dios entre en sus corazones asi como entro en el nuestro, esto nos lleva a hacer su
obra a trabajar fielmente y de corazón, el ejemplo mas grande que debemos seguir es el de
nuestro señor Jesucristo, Dios hecho hombre vino a salvar, cuidar y ayudar a la humanidad
para asi también darnos el ejemplo de como debemos hacer su obra en esta tierra, dando lo
mejor y no las sobras, dando sin tardar y sin excusas.
Una religión, una iglesia, las buenas obras, eso nos acerca mas a la bondad de Dios y nuestro
intermediador que es nuestro Señor Jesucristo ya que por el somos salvos, por su gracia
misericordia, si realmente amamos a Dios de todo corazón, el nos guiara a encontrar la
verdadera religión, la verdadera iglesia, cumplir sus mandamientos por amor a Dios y no así
por obligación, a amar a nuestro prójimo ayudando a todo aquel que necesite de nosotros por
medio de nuestras obras, todo esto nos lleva a la gracia y misericordia de nuestro salvador y a
ser salvos por él y gracias a él.
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y
cenaré con él, y él conmigo. (Apoc 3:20)
BIBLIOGRAFIA

 Niwano, Nikkio; García Sadurni, Ricardo; Budismo para el hombre de hoy; EDEBÉ;
Barcelona (España) en 1984.
 Laurens Estepa, José Manuel y otros; Catecismo de la iglesia católica; Asociación de
editores del catecismo; Rancagua (Chile) en 1990.
 http://www.buscareligiones.com/hinduismo/
 http://www.buscareligiones.com/otras_religiones/brahamismo.phtml

BIBLIA, S. (1960). SANTA BIBLIA. REINA VALERA.


IASD. (2006). CREENCIAS DE LOS ADVENTISTAS DEL SEPTIMO DIA. BUENOS AIRES:
CASA EDITORA SUDAMERICANA.
WHITE, E. (1991). CONSEJOS PARA LA IGLESIA.
WHITE, E. (1993). EL CAMINO A CRISTO.

 The Advent Review and Sabbath Herald, tomo 71, no. 35, Agosto 28, 1894.
 The Advent Review and Sabbath Herald, tomo 77, no. 39, Septiembre 25 de 1900.
 El Comentario Bíblico Adventista, tomo 6
 Lecciones Prácticas del Gran Maestro, escrito en 1900.
ANEXOS

1.- CUADRO COMPARATIVO DE FUNDADORES DE LAS RELIGIONES MAS


IMPORTANTES DE MUNDO Y EL PORCENTAJE DE CREYENTES DE CADA UNA.
2.- NO IMPORTA DONDE ESTEMOS MIENTRAS UNO O DOS SE ENCUENTREN Y
ADOREN A DIOS EN SU DIA SANTO AHI ESTARA EL DONDE ESTEN POCOS AHI ESTARA
LA VERDADERA IGLESIA
3.- LAS OBRAS DE DIOS LLEVAN A LA FE Y LA GRACIA DE NUESTRO SALVADOR.

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