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Los alegatos de clausura como elemento fundamental de la audiencia de juicio oral

Para el autor Blanco Suárez (2005) “el discurso de clausura es aquella exposición o
argumentación que efectúan los litigantes con la finalidad de poder exponerle al Tribunal
las conclusiones que han de extraerse de la prueba rendida”.

El autor manifiesta que los alegatos de clausura son un elemento fundamental en la


audiencia de juicio oral, ya que es donde se presenta la conclusión de la teoría del caso.
Dejan de ser un planteamiento y se convierten en la verdad procesal que debe ser
declarada por la autoridad. Lo que en su momento fueron promesas planteadas en los
alegatos iniciales, ahora se transforma en el cumplimiento de esas promesas, las
alegaciones giran en torno a la verdad procesal establecidas en el debate y que pueden ser
declaradas por los jueces a partir del argumento de prueba establecido por las partes. Es
posible que el alegato de clausura no cause tanto impacto como el alegato de apertura, sin
embargo, es el alegato de clausura donde el abogado puede argumentar y explicar, por
ejemplo, las razones de porqué determinado comportamiento de un individuo y en el que
pueda enfatizar las fortalezas de su caso. Neutralice las debilidades del mismo. Dígale a la
audiencia su tema del caso una y otra vez. Es este momento donde el abogado puede
enfatizar las fortalezas de los puntos que pudo hacer sobre las pruebas desahogadas y
atacar las debilidades de las pruebas ofrecidas y desahogadas por su contraparte y a las
cuales les ha quitado credibilidad a través del contrainterrogatorio. (Suárez, 2009)

Objeto de la fase conclusiva

La fase conclusiva de los alegatos tiene por objeto:

a) Las partes establecen la unidad, la coherencia y la precisión del relato construido a lo


largo del proceso y planteado en los alegatos de apertura.

b) Proporciona claridad al juez acerca del valor de las pruebas que se desahogaron y su
relación con los planteamientos fácticos.

c) Establecer al juez o tribunal la credibilidad de sus planteamientos fácticos, jurídicos y


probatorios; d) A partir del proceso argumentativo proponen conclusiones al juez o tribunal
acerca de la solución correcta del problema; es decir, las partes le dicen al juez el sentido
que debe ser su resolución a partir de las pruebas desahogadas.
e) Cuando las circunstancias lo permitan, debe desplegarse un entusiasmo con lenguaje
verbal y mímico, con el fin de proyectar seguridad y firmeza en sus conclusiones. (Suárez,
2009)

Las técnicas adecuadas para el desarrollo de los alegatos finales

El autor a su perspectiva recomienda la siguiente estructura para los alegatos finales:

1) Repasar la prueba rendida, ya sea prueba por prueba, en donde se desglosen los
aspectos centrales en el mismo orden en que fueron presentados o refiriéndose
cronológicamente a los hechos;

2) Analizar las normas jurídicas y el derecho aplicables;

3) Agrupar la prueba que tiende a demostrar cada una de las partes;

4) Extraer inferencias o deducciones, se trata de trabajar lo que aporta la prueba y de allí


comenzar la formulación de inferencias, lo cual implica pedirle al tribunal que vaya
razonando conjuntamente a partir de una primera premisa fáctica hacia una premisa
intermedia, para llegar a una conclusión determinada;

5) Desarrollar el proceso de razonamiento judicial, el cual consiste en procurar llevar al


tribunal de la mano en el proceso de razonamiento que conduce a las conclusiones que se
le exponen argumentativamente;

6) Refutar al adversario, consiste en formular las razones por las cuales deben ser
desechadas las peticiones y pretensiones de la otra parte

7) Argumentar en función de la credibilidad, de los testigos y peritos,

8) Indicar a los jueces cuál es el resultado esperado Indicar a los jueces la sentencia
esperada (Suárez, 2009)

Autores que hablan sobre el alegato de clausura

Para el autor Héctor Quiñones (2002) el alegato de clausura es sin duda la etapa más interesante del
proceso penal y lo que todo abogado litigante espera con ansiedad.

Para Baytelman y Duce el alegato final es lo que permite al abogado no solo sugerir
conclusiones al tribunal hacer de la prueba presentada, sino que lo urge hacerlo. Es aquí
donde ensamblaremos todas las piezas del rompecabezas que hemos venido armando a
través de la presentación de la prueba.
IMPORTANCIA

Para Héctor Quiñones (2002) la importancia del alegato de clausura radica en lo siguiente:

- Es la última oportunidad que tienen las partes litigantes para dirigirse y expresarse
ante el juez penal e intentar persuadirlo.

- Sirve para ayudar a reforzar la opinión que pudiera haber ya concebido el juez
acerca de la causa.

- Es muy importante elaborar un buen alegato de clausura, ya que muchos casos se


ganan o se pierden en el alegato de clausura

_ Finalmente, permite mostrar al juez de manera coherente lo prometido en el alegato de


apertura y lo sucedido en la audiencia.

CONTENIDO DEL ALEGATO DE CLAUSURA

Héctor Quiñones (2002) señala con respecto al alegato de clausura, que no existe una sola
fórmula para preparar este alegato; ello dependerá de cada caso en particular y que
determinará a su vez qué tipo de alegato se debe ofrecer.

Para ello ofrece dos formas de preparar un alegato final, siendo la primera la siguiente:

1. Una introducción donde se haga referencia a la teoría del caso.

2. Una breve descripción de los hechos para colocar al juzgador en posición de


recordar los ya discutidos.

3. Posteriormente hacer un análisis de la prueba incorporada durante el proceso que


apoye sus alegaciones y aquella que desacredite las de la parte adversa.

4. Finalmente, una discusión de las normas aplicables al caso y cómo estas favorecen
su tesis.
PRINCIPIOS BÁSICOS DEL ALEGATO DE CLAUSURA
Héctor Quiñones (2002) señala los siguientes principios básicos del alegato de conclusión:

1. Captar la atención del juzgador


En el alegato de clausura se debe captar la atención del juzgador, toda vez que es
él quien tendrá realmente la última palabra sobre el resultado del caso. Es por ello
que hay que hacer todo lo posible para que su atención esté centrada en lo que
usted le va a exponer, con el propósito de persuadirlo que la decisión que tome sea
a su favor.

2. Persuasión y sinceridad
Como complemento a captar la atención del juzgador, es persuadir al juzgador de
que nuestras alegaciones son las que deben prevalecer en el caso. Es decir,
exponerle al juzgador por qué uno tiene razón en sus argumentos. Para ello hay que
exponerle razones de peso, de forma lógica y fundamentada para que sea realmente
convincente. Estructure las razones que apoyan sus tesis y respalde las mismas con
la prueba admitida durante el proceso. (Vargas, 2002)

3. Emoción, sentimiento y vehemencia


Una de las formas más efectivas para persuadir a alguien es el grado de emoción
que uno transmita en la alocución. Para persuadir a alguien de algo debe estar, o
por lo menos parecer que está convencido de ello. Demostrar confianza y dejar ver
que está firmemente convencido de lo que está expresado, pero sin decirlo
expresamente. Si en realidad está verdaderamente convencido, mejor aún.
(Vargas, 2002)

4. Argumentación sobre el derecho aplicable


En el sistema adversarial una de las funciones de las partes es argumentarle al
juzgador sobre los hechos del caso y sobre el derecho aplicable al mismo. Es decir,
las partes deben poner en condiciones al juez de poder aplicar correctamente al
caso las normas jurídicas pertinentes. (Vargas, 2002)
5. Lenguaje apropiado
Al exponer su alegato de clausura, se debe utilizar un lenguaje apropiado y usando
palabras que generalmente todo el mundo entiende. (Vargas, 2002)

6. Organización

Una de las claves del éxito del alegato de clausura es que este debe ser expuesto en forma
organizada, de tal manera que el mensaje pueda ser entendido. Para ello debe tener claro
los objetivos que desea lograr al exponer el alegato. Vaya creando el camino adecuado para
lograrlos. Si desde el principio empezó anotando en una hoja de papel los temas que debería
cubrir en su exposición de cierre y fue actualizándolos durante el proceso. (Vargas, 2002)

7. Duración del alegato

Por lo general la duración del alegato de clausura no está regulada por legislación.
Generalmente, las partes litigantes se ponen de acuerdo con el juez y determinan el tiempo
que tendrá cada una de ellas para exponer su argumentación de cierre. Todo ello dependerá
del tipo de delito, de la prueba presentada, de lo extenso del proceso, de lo complicado de
la materia, de la cantidad de prueba testifical, material y documental admitida, etc.
(Vargas, 2002)

Referencias

Blanco Suárez, R.: Decap Fernández, M. y otros. (2005) Litigación estratégica. En el nuevo proceso
penal. U. Heliasta

Quiñones Vargas. H. (2002). Alegatos de Clausura. Grijley

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