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La invasión y saqueo del Tahuantinsuyo o Imperio Incaico se inicia con la llegada de Francisco Pizarro y sus huestes al
Tahuantinsuyo en 1532 marco el inicio de una gran transformación en las formas de vida de los pobladores de los
Andes.
TERCER VIAJE
Pizarro recluto gente antes de iniciar su nuevo viaje, entre ellos, varios de sus familiares, a quienes busco en su tierra
natal. En 1531, cuando salieron de Panamá, sumaron casi doscientos hombres encaminados a conquistar el imperio.
Llegaron a la isla de la Puná, donde despues de una estancia pacífica de varios días, los isleños atacaron al no recibir
muestras de reciprocidad. La fuerza convirtió en vencedores a los españoles, quienes llegarían mas tarde a Tumbes,
donde se enteraron de que una guerra sucesoria entre Huascar y Atahualpa habia acabado con el triunfo del segundo.
LA TOMA DE CAJAMARCA
En Cajamarca, primero Hernando de Soto y luego Hernando Pizarro visitaron al Inca, quien les ofreció chicha y les
reclamó habre tomado cosas que no le pertenecían a lo largo de su recorrido. Los españoles mostraron gestos de
amistad que llevaron a Atahualpa a aceptar la entrevista con Pizarro. El día del encuentro los españoles esperaban la
llegada del Inca listos para combatir. Atahualpa llegó acompañado de un gran séquito de guerreros, sacerdotes,
servidores, bailarines, músicos y curacas aliados. Al ingresar a la plaza salió a su encuentro fray Vicente de Valverde,
quien había sido encargado de leer el “requerimiento”, mientras Felipillo le traducía al Inca. Al no comprender la
compleja situación, el Inca arrojo la Biblia que le había dado el sacerdote. Inmediatamente los españoles arremetieron
contra los nativos, lo que causo un gran desconcierto, el Inca cayo de su litera y fue tomado prisionero.
MUERTE DE ATAHUALPA
Atahualpa ofreció entregar oro y plata para establecer una alianza que fue entendida por los españoles como un
rescate al modo occidental. Sin embargo, el miedo de un alzamiento y el afán conquistador provocaron la decisión
de ejecutar al Inca el 26 de julio de 1533. Formalmente, justificaron la muerte acusando a Atahualpa de complotar
un ataque y del asesinato de su hermano Huáscar.
Los cronistas españoles dicen que fue ejecutado en el garrote (ahorcado con una soga); en cambio, el cronista Felipe
Guaman Poma de Ayala ilustra el hecho como una decapitación. Luego, los españoles se dirigieron hacia la ciudad
sagrada del Cuzco a donde arribaron el 15 de noviembre de 1533.