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La Moda como Hecho Social

(Justificacion)

La moda es una de las más visibles y más vistas por los sectores culturales. Cada vez
los centros comerciales, las revistas, la televisión y las pasarelas están llenas de
personas haciendo declaraciones respecto a la moda, mientras que los diseñadores,
celebridades y publicistas entienden el poder convincente de la moda.

Es evidente que la moda tiene un impacto considerable en la sociedad actual así como
en la vida diaria de las personas, pues la moda siempre tiene un impacto en la cultura
social.

La industria de la moda está creciendo y cambiando tal y como nuestra mentalidad


hacia la sociedad. Las últimas tendencias muestran que los adolescentes y los jóvenes
en general están siguiendo el estilo de las celebridades, pues intentan imitar sus estilos
debido a la influencia que la moda tiene en ellos. Lo cierto es que nos guste o no, la
moda ejerce un poder sobre las personas, inclusive en quienes dicen ser indiferentes.

El estudio de la moda como hecho social es un tema que hoy día nos lleva a
preguntarnos ¿…? como uno de los hechos sociales más importantes en la vida
cotidiana.

La moda es como un mecanismo que regula las elecciones de las personas ya que, por
una especie de presión social, indica a la gente qué debe consumir, utilizar o hacer. La
moda se convierte en un hábito repetitivo que identifica a un sujeto o a un grupo de
individuos.

(Definicion)

La moda es definida por la RAE como el uso, modo o costumbre que está en boga
durante algún tiempo o en determinado país con la especialidad en trajes, telas y
adornos principalmente los recién introducidos. Estar de moda es cuando algo se usa o
estila.
(Argumentación Teórica)

La industria de la moda está creciendo y cambiando tal y como nuestra mentalidad


hacia la sociedad. Las últimas tendencias muestran que los adolescentes y los jóvenes
en general están siguiendo el estilo de las celebridades, pues intentan imitar sus estilos
debido a la influencia que la moda tiene en ellos. Lo cierto es que nos guste o no, la
moda ejerce un poder sobre las personas, inclusive en quienes dicen ser indiferentes

La moda será siempre una de las partes más personales, privadas e individuales de
una persona. Su expresión a través de su vestimenta y su apariencia es algo indudable,
pero tampoco podemos prescindir de la parte social y del hecho, nunca mejor dicho,
que la moda es parte de la sociedad y que poco sería sin ser instrumento y mecanismo
dentro de la misma, podemos afirmar en líneas generales que la moda es un hecho
social.

De acuerdo con el Sociologo Frances Marcel Mauss su definición especifica de el


Hecho social seria “aquellos elementos de la estructura social que expresaban, a la vez
y de golpe, todo tipo de instituciones: religiosa, jurídica, moral, política, familiar y
económica.”

La moda ha sido conceptualizada desde distintas perspectivas y lugares teóricos. En


principio podemos decir que está articulada a procesos sociales e históricamente
situados, da cuenta y expresa los cambios en los gustos de los sujetos, las formas de
apreciación del mundo, de la estética y lo que se considera “dentro” o “fuera” de lugar.

Por otro, lado la moda hace referencia a un cambio social, regular y no acumulativo que
atraviesa diversos aspectos de la vida de las personas. Estos dos planos se articulan y
superponen, no podemos pensar uno sin el otro.

(Argumentacion estadística,Empirica)

Al año se fabrican 150.000 millones de prendas. Es decir, 62 millones de toneladas de


ropa y complementos.

Del total de ellas el 30% se venden rebajando su precio original.


Y otro 30% nunca llega a venderse.

Ese 30% es una distorsión entre la oferta y la demanda que le cuesta a este sistema
210.000 millones de dólares anuales (si al coste unitario se le aplicase también su
impacto medioambiental esta cifra sería mucho mayor).

Y 460.000 millones de dólares es lo que la economía mundial pierde cada año por las
prendas que la industria y la gente tira cuando podrían seguir usándolas perfectamente.

El 50% de la ropa que fabrican las cadenas de fast fashion (H&M, Zara) acaba en la
basura en menos de un año.

Antes de la recesión, el consumo por estadounidense era de 65 piezas de ropa al año.


Es un incremento considerable si tenemos en cuenta que en los años 90 estaban
comprando 40 piezas de ropa. Nosotros no les andamos muy lejos: consumimos 34
prendas y tiramos 14 kilos de ropa. Por persona. Cada año.
La moda ha sido conceptualizada desde distintas perspectivas y lugares teóricos. En
principio podemos decir que está articulada a procesos sociales e históricamente
situados, da cuenta y expresa los cambios en los gustos de los sujetos, las formas de
apreciación del mundo, de la estética y lo que se considera “dentro” o “fuera” de lugar.

El autor antes citado indica que la moda no solo puede ser pensada en términos
comerciales y onerosos, sino que se puede expresar en distintos aspectos de la vida:
“La industria de la moda es un hecho social total”, asegura en su libro “Sociología de la
moda” el investigador francés Frédéric Godart al descorrer el velo de una industria clave
del modo de vida contemporánea con seis principios que explican un mercado
simbólico, artístico, competitivo y productivo que late al pulso de cada período histórico.

Desfiles, creaciones únicas, diseñadores súper estrellas, la dualidad económica y


artística, las fábricas en todo el mundo, los trabajos seriados, símbolos y significados de
cada época, estilos y acciones que hablan de un momento y, al final, el qué ponerse -
femenino sobre todo- de cada día, son las capas de ese monstruo gigante que trata de
desenmarañar este investigador francés.
Para el autor de este libro recientemente publicado por Edhasa, la investigación
profunda a nivel mundial sobre la moda es algo “floreciente”, sin embargo en su obra
logra identificar y dilucidar “seis principios que conforman un ideal estilizado” pero en
clave sociológica aclara “puede que se contradigan” porque cada uno tiene su lógica
propia.

El primero es la “afirmación”, una mezcla delicada de imitación y distinción.


Históricamente la moda comienza como un instrumento de afirmación de poder por
parte de la burguesía frente a la aristocracia. Con este punto de partida, hoy tanto las
palabras que se emplean, las marcas de auto o la pilosidad facial van también con el
vaivén de la moda configurando señales de identidad sometidas a una industria.

Como comportamiento social, la moda aparece en algún momento del siglo XIV, pero
Godart sostiene que al menos hace medio siglo “ocupa un lugar central en nuestras
vidas”, sin embargo, la industria como tal la identifica como algo “misterioso e inasible”
donde sus cambios de tendencias -y las causas que los provocan – se encuentran aún
en las sombras.

Conclusión

En las 3 perspectivas: Género, Jerarquía o Estatus Social y Subculturas, la vestimenta


cumple una función de separación y comunicación, es decir una función de código, y a
pesar de los cambios constantes que ha sufrido la moda y la manera en la que nos
vestimos, esto no cambia. Más que una función de proteger nuestro cuerpo o
simplemente adornarlo, con nuestra vestimenta nos comunicamos, por así decirlo, nos
encontramos con esto desde que nacemos, es exterior a nosotros pero lo interiorizamos
y lo hacemos nuestro, es por eso que planteo que la vestimenta como código es un
hecho social.

Puede ser introducción:

En este trabajo definiremos a la moda Por otro, lado la moda hace referencia a un

cambio social, regular y no acumulativo que atraviesa diversos aspectos de la vida de los sujetos.
Estos dos planos se articulan y superponen, no podemos pensar uno sin el otro. El autor antes
citado indica que la moda no solo puede ser pensada en términos comerciales y onerosos, sino que
se puede expresar en distintos aspectos de la vida:

Estas dos concepciones de la moda van unidas, ya que la moda en cuanto industria produce estilos
caracterizados por cambios regulares y no acumulativos. Y es así que la moda concebida como
cambio tiene aspectos que desbordan la moda como industria. Tal es el caso, por ejemplo, del estilo
de barba –pilosidad facial– que acostumbran usar los hombres. (Godart, 2012, p. 13)

l Este hecho social pretende impactar en la actualización de los hechos sociales , reconocer su
importancia fundamentalmente en las temáticas de la moda. Del mismo modo, La moda, además
de ser un fenómeno sociológico, se constituye

En particular, para la sociología, la práctica cotidiana de vestir los cuerpos, a pesar de ser un acto
privado, es definida como una práctica social que se realiza teniendo en cuenta las normas, códigos
y valores construidos históricamente sobre la apariencia de los sujetos en los contextos de
interacción. Es decir, el vestir puede caracterizarse como un hecho social.
Teniendo en cuenta estas premisas, esta línea de investigación pretende articular distintas
perspectivas teóricas y regionales que reflexionen acerca de la impronta de la moda y las prácticas
del vestir en las relaciones sociales.

A lo largo de la historia, la moda ha ocupado siempre un lugar en la mente de las


personas, ya sea más pequeño o más grande según los intereses de cada uno, pero lo ha
ocupado. Primero, porque vestirse es una acción de primera necesidad y segundo,
porque la manera en la que uno se viste, es una vía para comunicar algo de uno mismo
al resto del mundo .

Muchos piensan que vestir bien sólo está alcance de pocos porque relacionan este hecho
con llevar ropa cara. Hay que tener claro que no es así. Yo no paro de repetir que se
puede ir estiloso gastando poco. Y ahora más que nunca es cuando tenemos que llevar a
la práctica esto, porque desde hace unos años estamos inmersos en un periodo crítico, ya
no solo en el aspecto económico, sino también en el de los valores.

. ¿De qué maneras piensas que la moda afecta a la sociedad?

De una manera directa, importante e inevitable… Vivir en sociedad es vivir vestido, de


hecho, el desnudo es una de las prohibiciones más repetidas en todas las sociedades.
Vestirse es un auténtico pasaporte social, nos clasifica, nos “marca” pues hace evidente
nuestro sexo, nuestra edad, nuestro estatus, nuestra profesión e, incluso, enmarca
nuestro gusto personal. Prácticamente no hay ninguna sociedad que haya despreciado el
vestido y las pocas que lo han hecho por el imperativo de su clima, tampoco han podido
obviarla en sus vidas al usar sistemáticamente uno de los elementos esenciales que la
integran, “la función del adorno”.

Vivimos en una sociedad donde la “apariencia” es muy importante y probablemente cada día lo
sea más… Los “valores” más deseados son la belleza, la juventud, el dinero y el reconocimiento
social, eso hace que todos queramos acceder a nuestras cuotas correspondientes de esos valores
y, cuanto más jóvenes somos, más obsesionados nos tiene esa persecución. Como los dos
primeros, ser guapo y ser joven, están íntimamente asociados con la moda, resulta muy lógico
que los jóvenes, especialmente las mujeres, caigan en la tentación de sustituir los dos primeros -
relativamente escasos- por la posesión de la moda, ya que aunque sea una apariencia, la moda
bien manejada puede hacernos más guapos y más jóvenes… Oponerse a esta enorme influencia
es un trabajo inconmensurable, ya que implicaría llevarle la contraria a la mitad de la publicidad
que se produce cada mes en todo el mundo…, así que es una batalla prácticamente perdida.
¿Cómo convencer a la gente en estos momentos de que ser guapo y ser joven no es lo más
importante de esta vida?. Los otros valores como la responsabilidad con el medio ambiente, el
consumo sostenible o el compromiso con los más pobres de la tierra… tendrá que esperar su
momento en la “ley del péndulo”… Hoy no están de moda.

https://www.marialeonstyle.com/lifestyle/events/entrevista-a-pedro-mansilla-sobre-como-afecta-la-
moda-a-la-sociedad/

http://www.edhasa.com.ar/libro.php?ean=9789876281669&t=Sociolog%EDa+de+la+moda

Desde hace al menos medio siglo, la moda ocupa un lugar central en nuestras vidas. Define identidades sociales
y crea o modifica patrones de comportamiento y consumo. Sin embargo, y pese a ser un fenómeno familiar,
que nos afecta cada día, se nos presenta como inasible y misterioso. La industria de la moda permanece aún en
sombras, y los habituales cambios de tendencia parecen ser el efecto de causas que no logramos dilucidar.
Este libro se propone descorrer ese velo, y develar los patrones que rigen una industria clave del modo de vida
contemporáneo. Debido a la alta complejidad que presenta, es indispensable un abordaje multidisciplinario, que
se basa en el enfoque sociológico, pero sin ignorar los aportes de la economía, de la geografía y de la historia.
Así, Fréderic Godart analiza los mecanismos de influencia social que generan las tendencias propias de la
moda, su creciente autonomía estética y creativa (que en ciertos aspectos la emparenta al arte), el culto a los
modistos, entendidos como genios creadores, las pautas que establecen las grandes marcas, tanto por sus
diseños como por la puesta en escena de los desfiles. Es decir, reconstruye el universo simbólico de la moda.
Un universo que crea nuevos sentidos y que establece modelos de comportamiento y consumo, un “imperio” de
creatividad e influencias que no cesa de agrandarse.

En relación con lo antes planteado,

La expresión ‘hecho social’ es un concepto usado con frecuencia en el mundo de la sociología y de


la antropología, que fue en su origen desarrollado por el padre de la sociología francesa: Émile
Durkheim en su libro “Las reglas del método sociológico”.

https://triangulomag.wordpress.com/2014/07/03/el-hecho-social-de-emile-durkheim-y-la-moda/

Conclusiones
A modo de conclusión, es posible determinar que la moda es un fenómeno social y, por tanto, tiene
influencia directa sobre las decisiones estilísticas o modas de cada época puesto que refleja lo que
sucede tanto a nivel social, como político, económico y cultural. Desde el momento en el que la
moda se expande a nivel global, los límites culturales comienzan a difuminarse y es allí cuando la
moda frívola se apodera de las sociedades.
Así como la distinción de clases ha sido el engranaje principal a partir del cual se renueva la moda,
siendo las clases más bajas las que intentan imitar a las clases más poderosas, lo mismo ocurre con
los países en vías de desarrollo que intentan imitar a los más avanzados y se abalanzan para
conseguir aquello que está de moda en el extranjero. Es el caso de los países Latinoamericanos
quienes, desde siempre, han mirado con gran admiración a los países desarrollados, principalmente
europeos, y han adoptado e imitado sus formas vestimentarias como también las tendencias que
desde allí provenían con el ánimo de sentirse parte de su cultura.
El diseño de autor rompe con esta estructura rígida de pensamiento de que todo lo que proviene del
extranjero es mejor y sienta sus bases en la identidad nacional. A partir de esta nueva concepción
de la moda y el diseño de indumentaria, en Argentina se ha comenzado a valorar la cultura y, por lo
tanto, a reflejar en la indumentaria los hechos sociales, culturales, políticos y económicos propios de
país, sin necesidad de recurrir a tendencias extranjeras o modas pasajeras carentes de sentido. De
esta manera, el vínculo entre la cultura, la sociedad y la moda toma fuerza y se percibe el reflejo de
los acontecimientos nacionales en el vestir argentino, revalorando y tomando como punto de partida
para la creación de colecciones técnicas de tejeduría ancestrales propias de los aborígenes locales,
como también retomando el valor de lo autóctono inspirándose en el tango o personajes
inspiradores de las tierras gauchas, asimismo destacando el valor de la identidad nacional por sobre
la globalidad.
Finalmente, y para ir cerrando, resulta propicio destacar que esta nueva conformación del sistema
de la moda argentino en el cual el diseño de autor resulta ser la bandera del diseño local, es posible
gracias a las nuevas generaciones de diseñadores de indumentaria que presentan la necesidad de
mostrar su identidad a través de sus creaciones, por lo que en ese punto en el que convergen,
nuevamente, la moda, la cultura y la identidad como parte de un todo que no puede dividirse en
partes.

https://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_libro=633&id_arti
culo=13197

La industria de la moda está creciendo y cambiando tal y como nuestra mentalidad


hacia la sociedad. Las últimas tendencias muestran que los adolescentes y los jóvenes
en general están siguiendo el estilo de las celebridades, pues intentan imitar sus estilos
debido a la influencia que la moda tiene en ellos. Lo cierto es que nos guste o no, la
moda ejerce un poder sobre las personas, inclusive en quienes dicen ser indiferentes.

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