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Si o
Klauer
Alfonso
Descentralización: Sí o Sí
Alfonso Klauer
www.nuevahistoria.com
klauer@nuevahistoria.com
© Descentralización: Sí o Sí
Alfonso Klauer, Lima, 2000
ISBN: 9972–817–01–1
Depósito Legal: 2000–2712
© www.nuevahistoria.com
Alfonso Klauer, Lima, 2000
Reservados todos los derechos
ÍNDICE
Los peruanos, sin que todavía tengamos Las objeciones y críticas al centralismo
conciencia de cómo y por qué, constituimos peruano no son nuevas. Se remontan incluso
uno de los pueblos más centralizados del pla- a los primeros días de la República. Re-
neta. O, si se prefiere, “uno de los países más cuérdese que ya la Constitución de 1823 con-
centralistas del mundo” 1. tenía disposiciones descentralistas. Aunque
ciertamente, como muchas otras promesas,
Las evidencias que se conoce y que resu- eran sólo líricas, declarativas, para guardar a-
miremos más adelante, son concluyentes. No pariencias y acallar conciencias.
obstante, hay quienes –como Betty Alvarado
2
–, tímida y discretamente, sólo se atreven a Cien años más tarde el problema no había
considerar al Perú como “uno de los países cambiado en lo más mínimo, y, en todo caso,
latinoamericanos más centralistas”. Mas, en se había agravado. “Uno de los vicios de
todo caso, la definición de qué pueblo osten- nuestra organización política es, ciertamente,
ta ese récord resulta francamente irrelevante. su centralismo” –dijo con claridad meridiana
José Carlos Mariátegui en la década del 20,
No lo es, en cambio, el hecho de que, en Regionalismo y Centralismo 3, el sexto de
teniendo como patrimonio uno de los territo- sus célebres 7 ensayos de interpretación de
rios más densa y variadamente ricos del glo- la realidad peruana–.
bo, ostentemos, en promedio, una pobreza in-
fame. Ya en esa época el crecimiento de la ca-
pital era el centro de encendidos debates y
Resulta verdaderamente paradójico que serias preocupaciones; no obstante, el censo
sobre la insólita concentración de riqueza de de 1920, había reportado una población que
nuestro territorio se asiente una no menos in- “apenas” llegaba a 230 000 habitantes 4 es
sólita concentración de hombres y mujeres decir, tenía el tamaño y población de uno de
con carencias de todo orden. los distritos más chicos de la Lima actual .
Así, seguimos siendo –como advirtió En el debate de entonces, los más opti-
Raimondi ya hace más de un siglo–, “un mistas es decir, los más “centralistas”, los
mendigo sentado en un banco de oro”. Y el más ilusos, los más equivocados, auguraban
centralismo es, precisamente –y como vere- a la ciudad un fantástico porvenir. No se e-
mos–, la más cabal y rotunda explicación de quivocó en cambio Mariátegui, que, apoyado
la gravísima y ya insostenible situación del en sólidos razonamientos y contrastaciones,
Perú. advirtió las debilidades intrínsecas de Lima y
En Mesopotamia, la enorme ciudad de Gravísimos son pues los riesgos que pen-
Nínive fue atrozmente saqueada, poniéndose den sobre Lima. Ese es uno de los más altos
de manifiesto una ferocidad demoníaca. Por precios que históricamente podría pagar el
su parte, los persas, cuando por segunda vez centralismo peruano. Máxime si, como en el
derrotaron a los babilonios, tras una larga- caso de Nínive, Roma, Chavín de Huántar,
mente alimentada venganza, ejecutaron el Wari y Chan Chan, absurda y presuntuosa-
empalamiento de “hasta tres mil de los prin- mente, nos reímos y seguimos dándole las
cipales”, como indica Herodoto, que también espaldas a las enseñanzas que reiteradamente
registra que a las mujeres, con gran crueldad, presenta la historia.
¿Qué ha ocurrido en nuestra historia para ¿Qué produjo la avalancha? ¿Qué dio ori-
que lleguemos a ese extremo de debilidad, a gen a ese popular desborde? “Las grandes
esa vulnerabilidad tan absurda y riesgosa? oleadas migratorias han sido formas de tras-
¿Son realmente válidas las explicaciones que ladar [hacia Lima] los problemas irresueltos
nos ofrecen la historiografía tradicional y o- de los espacios más pobres...” –responde Ba-
tras ciencias sociales? ¿E insinúan esas expli- rrenechea Lercari 18–.
caciones el camino que debemos seguir para
drásticamente alterar el proceso centralista y Esta explicación aparentemente correcta
revertirlo? nos lanza sin embargo a un también aparente
contrasentido: los peruanos hemos resuelto
un problema (la miseria rural), creando otro
(el vulnerable y subdesarrollado gigantismo
Erróneas y endebles pero de la capital). Más adelante veremos que ese
sacralizadas versiones contrasentido efectivamente es sólo aparente.
180 años más tarde, con la misma “con- ¿Cuáles son las calificaciones profesio-
vicción”, con la misma “sinceridad”, y con nales de los sepultureros históricos de la
los mismos resultados, el ingeniero J. C. descentralización? Pues, como está dicho,
Hurtado Miller, Presidente del Consejo de ingenieros, abogados y doctores en filosofía.
Ministros, reconoció en su primera presen- Es decir, las mismas de todos aquellos que
tación ante el Congreso (agosto de 1990) la desde hace 180 años usan todas las tribunas
urgencia de “acabar con el centralismo y sus para pregonar cínicamente la misma descen-
lacras y enrumbar a una organización del tralización contra la que luego enfilan todos
desarrollo descentralizado que privilegie al los resortes de poder para frustrarla. Mal
interior del país” 29. puede pues hablarse de ineficiencia.
Escasos meses después, el abogado C. ¿Y puede seguirse creyendo que entre los
Torres y Torres Lara, el segundo Primer Mi- cientos y miles de peruanos que a lo largo de
nistro del flamante gobierno de Fujimori, casi dos siglos han ocupado la presidencia de
cuando ante el Congreso se refirió expresa- la república, los ministerios y viceministe-
mente a la descentralización y la regionali- rios, no ha habido un sólo hombre eficiente
zación, manifestó “que se trataba de una en relación con ese caro objetivo del país?
importante herramienta para transformar el
país en un sentido democrático” 30. ¿Y puede seguirse diciendo que, sin ex-
cepción, y en concierto, todos ellos han frus-
Por su parte, el ingeniero agrónomo Al- trado deliberadamente la descentralización
berto Fujimori, PhD en matemáticas y ex rec- poseídos de un obsesivo egoísmo?
tor de una prestigiosa universidad peruana se
encargaría de mostrar y demostrar cuán hue- Debe pues quedarnos muy claro que en el
cas y falsas fueron las promesas de sus mi- Perú nunca se ha encarado seria y responsa-
nistros y las que él mismo había realizado blemente el reto de la descentralización. ¿Có-
durante su campaña electoral. mo si no es así podríamos entender que dicho
propósito, al cabo de dos siglos, no sólo no
Desacatando la Ley del Poder Ejecutivo ha sido logrado, sino que ni siquiera se han
31
, violando la Constitución, pero, aún más dado los primeros pasos?
grave que todo ello, de espaldas a la voluntad
del país y traicionando las más caras expec- Debemos tener conciencia de que, por el
tativas de éste, el 5 de febrero de 1992, dis- contrario, el centralismo, terca y sistemática-
olviendo los gobiernos regionales, sepultó el mente, ha sido uno de los más empecinados
décimo intento de descentralización en el objetivos de quienes han tenido en sus manos
país. las riendas del poder en el Perú.
Y como si ello no fuera todavía suficien- Las verdaderas causas del centralismo,
te, desde 1993, también a este respecto, viene entonces, debemos buscarlas en otro lado, y
violando sistemáticamente la Constitución que no en presuntas ineficiencias ni en también
redactó su propia e incondicional mayoría presuntos egoísmos.
% 1700 – 1998
35
30
Colonia República Las viejas y poderosas causas
25
20
del centralismo de hoy
15
10
En el caso de los pueblos de América
5
Meridional, siendo que el colonialismo –mi-
1700 1750 1800 1850 1900 1950
litar y económico, primero, y económico y
cultural, ahora– lleva ya quinientos años de
% 1700 - 1830 vigencia continua, no podemos desconocer
7
Colonia
entonces que el acusado centralismo de hoy
6
tiene muy antiguas y poderosas causas, y
5
muy hondas y gruesas raíces. No es pues el
4 resultado de las ineficiencias y egoísmos de
3 las élites gobernantes de las últimas décadas.
2
El Perú, como consecuencia lógica –pero Es decir, pues, objetivamente –sin chau-
azarosa– de su compleja y variadísima geo- vinismos ni subjetivismos de ningún gé-
grafía y topografía, y por su ubicación sub- nero–, el Perú, en relación con la extensión
tropical, reúne, como casi en ningún otro rin- de su territorio, es uno de los espacios más
cón del globo, en el menor espacio: densamente ricos del planeta.
a) La más amplia gama de climas y eco–sis- Pero toda esa inmensa riqueza, incluyen-
temas del mundo. “De los 32 climas que do la cuantiosísima e inmisericorde explo-
existen en toda la Tierra –resume Miguel tación que se ha hecho de oro, plata, guano,
Vega Alvear–, 28 coexisten en el territo- anchoveta y caucho, no ha servido hasta a-
rio del Perú; y de los 103 ecosistemas o hora para proporcionar bienestar a la po-
zonas de vida del mundo, 84 coexisten en blación del Perú. Es decir, para alcanzar el
el Perú” 43. Ello otorga al Perú –en todas desarrollo, no es suficiente con que un pue-
las coordenadas de su territorio– una sin blo sea potencialmente rico.
par potencialidad agrícola y pecuaria. No
obstante, nada de ello ha sido ni siquiera
mínimamente explotado en los últimos Inversión, el quid del asunto
500 años.
b) Por exactamente las mismas razones, re- Y es que el quid de la cuestión –la “clave
gado en el suelo y el subsuelo, y en el secreta” del Desarrollo–, no reside solamente
amplio mar adyacente, se encuentra –y ha por la riqueza de la que potencialmente pue-
sido irrazonable e ineficientemente mal de disponer un pueblo. Más allá de la riqueza
explotado–, el más variado espectro de patrimonial de una nación, cuenta:
riquezas materiales: oro, plata, zinc, hie-
rro, cobre, petróleo, guano y salitre; an- a) cuánto de ella se explota económica y ra-
choveta, atún y merluza; madera y cau- cionalmente, para satisfacer las necesi-
cho, etc., y; dades de alimentación, vestido, vivienda,
salud, seguridad, esparcimiento, realiza-
c) Una también poco frecuente variedad de ción espiritual, etc., y;
Gráfico Nº 2
Uso y destino de la riqueza generada
Pueblo “P”
Generación de riqueza
GP > GJ Pueblo “J”
Riqueza invertida
IP > IJ
GP IP TP DP Dj Tj Ij Gj
Inversión en su territorio
TJ > TP
Inversión descentralizada
DJ > DP ¿Japón?
¿Perú?
No obstante, aún cuando la proporción Fueron, por el contrario, la más alta ex-
destinada al gasto improductivo sea mucho presión de un proyecto colonialista e impe-
más alta que la orientada a la inversión, debe rialista en el que en los territorios coloniales
tenerse en cuenta, además, en qué proporción poco, casi nada, era lo que debía invertirse, y
esa inversión se hace dentro del territorio del mucho, muchísimo, lo que debía despilfa-
pueblo que generó esa fracción de los exce- rrarse.
dentes que fueron destinados a inversión.
Esto es –en nuestro caso–, en qué propor- ¿Acaso algún proyecto imperial ha busca-
ciones la inversión se materializó dentro y do alguna vez desarrollar la población y los
fuera del Perú. territorios conquistados? Nunca.
Hasta donde se sabe, las dos únicas gran- Ese propósito no estuvo jamás en la men-
des inversiones productivas que se concre- te de Isabel la Católica, ni en la de Carlos V,
taron durante la Colonia, en el territorio del ni la de Fernando II, como insistente y hasta
Lo cierto, entonces, fue que de los inmen- Es decir, el abandono de las provincias
sos excedentes generados en el Perú a expen- del país lleva ya acumulados largos 500 años.
sas de la riqueza y de la fuerza de trabajo de ¿Resulta entonces difícil entender por qué se
los peruanos –según cálculos y actualiza- ha dado la avalancha migratoria hacia Lima?
ciones propias– 750 mil millones de dólares
fluyeron a España. Y, en su mayor parte, de Absoluta y diametralmente diferente ha
allí a enriquecer a casi todo el resto de Eu- sido la historia de pueblos como Alemania,
ropa. Japón, Suiza, Estados Unidos y, en definitiva,
todos los pueblos desarrollados del mundo
Así –como transcribe el historiador fran- actual. Ellos, durante centurias, e incluso
co–peruano Frederic Engel, recogiendo a Pi- milenios, han decidido e invertido permanen-
renne, el historiador flamenco que mejor ha temente, de manera absolutamente descen-
escrito sobre estos temas–: “La plata que lle- tralizada, la riqueza generada dentro y/o fue-
gaba a Cádiz solamente voló por encima de ra de su territorio.
España” 46. Sin embargo, ese absurdo y mons-
truoso engendro histórico pertenece a la his- He allí, pues, las poderosas y trascenden-
toria del pueblo hegemónico, y no a la de sus tales razones de su notable y eficiente des-
colonias. centralismo y, en suma, de su espectacular
desarrollo material y bienestar.
Entre los factores del contexto, los más Dado que el centralismo es un problema
importantes son: histórico y estructural –y no coyuntural y
epidérmico–, y dado que no es un problema
a) los intereses y objetivos reales –no nece- del Perú sino de todos los países latinoame-
sariamente explícitos– de cada uno de los ricanos y de muchos otros países subdesa-
protagonistas del contexto, pasado, pre- rrollados, resulta absolutamente evidente que
sente y futuro –ya sean países, empresas, entre los factores del contexto los más rele-
instituciones, etc.–, y, ciertamente, las ur- vantes son los tres primeros que hemos enun-
gencias o prioridades que prevalecen, pe- ciado.
ro, en particular, las de los pueblos del
contexto inmediato y de aquel o aquellos La descentralización del Perú, cierta-
que directa o indirectamente han tenido, mente, no ha estado, ni tenía por qué estar,
tienen o pueden tener mayor significa- entre los objetivos reales de los principales
ción para el país. actores de nuestro contexto histórico –Espa-
ña, Inglaterra, Estados Unidos, Chile, Ecua-
En el caso del Perú: principalmente, Es- dor, Brasil y FMI–, ya sea que se aprecie los
paña, Inglaterra, Estados Unidos, Chile, últimos 500, los últimos 200 o los últimos 30
Ecuador, Brasil y, claro está, hoy también años.
por ejemplo el Fondo Monetario Inter-
nacional –FMI–. Muy por el contrario, a las potencias he-
gemónicas y a nuestros vecinos siempre les
b) la magnitud objetiva de las fuerzas o pre- ha convenido nuestro centralismo y su agu-
siones –militares, políticas, económicas, dización: la exacerbación de nuestra debili-
tecnológicas, etc.– con que los actores del dad los fortalecía.
contexto, individualmente y/o en alianza,
han y pueden seguir defendiendo sus in- Por lo demás, y por paradójico que parez-
tereses; ca, ninguna de las inversiones extranjeras re-
alizadas en el país, ni siquiera las realizadas
c) la imagen que el país y sus gobiernos han fuera de Lima, ha contribuido real y efectiva-
proyectado y proyectan al exterior, y, en mente a la descentralización, sino, por el
todo caso, las imágenes que han prevale- contrario, al centralismo.
cido.
Concurrentemente, y respecto del segun-
d) las diversas coyunturas político–sociales do de los factores exógenos, la correlación de
que se han dado y puede preverse que se fuerzas nos ha sido siempre, sin solución de
den en el contexto –guerras mundiales, continuidad, absoluta y muy desproporcio-
conflictos regionales, nuevas hegemo- nadamente desfavorable. No ha habido nun-
nías, etc.–. ca la más mínima posibilidad de equilibrio.
Concluida la Colonia, ya como país inde- a) los intereses reales –y no sólo explícitos–
pendiente, en los últimos 200 años el Perú y de cada uno de los protagonistas del país
sus gobiernos han proyectado al exterior una –grupos sociales, grupos regionales, gru-
imagen pobrísima, es decir, notoriamente ne- pos étnicos, empresas, instituciones, etc.–,
gativa. ¡No nos engañemos! y, ciertamente, las urgencias o prioridades
que prevalecen;
Piénsese en el efecto de las constantes
revueltas, golpes de estado, inestabilidad le- b) la magnitud objetiva de las fuerzas o pre-
gal y constitucional, sistemáticas violaciones siones –militares, políticas, económicas,
constitucionales de todo género, gobiernos etc.– con que cada uno de los actores han
débiles, cuando no corruptos, entreguistas y y pueden seguir defendiendo sus intere-
mediocres. ses;
Pero también han contado las guerrillas, c) las alianzas internas relevantes, explícitas
la subversión, el terrorismo y el narcotráfico. e implícitas;
Y ciertamente, las expropiaciones, naciona-
lizaciones, declaraciones unilaterales de ce- d) el balance y especificidad de las diversas
sación de pagos, etc. situaciones político–sociales que se han
dado y las que pueden darse –unidad in-
Todo ello, para decirlo sin ambages, ha terna o enfrentamiento, por ejemplo–, o la
menoscabado sistemáticamente cualquier presencia de problemas relevantes –su-
posibilidad de alterar en algo la gravemente blevaciones, golpes militares, actuación
desventajosa correlación de fuerzas que ha gubernamental anticonstitucional, narco-
actuado sobre el país. Para mucha gente si- tráfico, terrorismo, etc.–;
gue siendo anecdótico que, incluso en nue-
stro contexto más inmediato, muchos extran- e) las diversas coyunturas económico–fi-
jeros ni siquiera conozcan dónde queda el nancieras que se han dado en el país;
Perú.
f) la estructura social interna –la homoge-
Pues bien, ése es un reflejo serio de la neidad social, habida cuenta de todo lo
pobre imagen que, como balance final, he- que ella implica, supone una ventaja muy
mos estado proyectando al mundo. significativa; por el contrario, la hetero-
geneidad y fragmentación social (como la
¿Será necesario insistir en que quienes que ha mostrado y muestra el Perú, desde
proyectan una imagen así tienen pocos ami- hace 500 años) suponen una seria debili-
gos? dad–, y;
¿Y que quienes tienen pocos amigos son g) la imagen que mutua y recíprocamente se
más débiles que aquellos que convocan sim- proyectan pueblo y gobierno –que, en
patía y admiración? conjunto, fortalece si es mutuamente po-
Pero también nos resulta claro que, con la No obstante, a diferencia de lo que opina
debida y conciente participación de las po- Macera, creemos firmemente que, en el me-
blaciones involucradas, éstas sabrán recono- diano plazo, aún es posible concretar una a-
cer adecuadas compensaciones a los “socios lianza económica estratégica con el gigante
extranjeros” de la descentralización. sudamericano.
Se privilegió todo menos eso, que de ha- En 1838 y 1839, las exportaciones perua-
berse realizado habría tenido repercusiones nas de oro y plata representaban el 81 y 80
descentralistas realmente trascendentales. %, respectivamente, de las exportaciones to-
Sin que por lo demás el grupo hegemónico tales del país 49. Las cosas cambiaron radical-
perdiera un ápice de sus intereses. Éste es, mente a partir de 1841, cuando se realizó el
quizá, el más grave error de apreciación es- primer embarque peruano de guano hacia
tratégica que pueda enrrostrarse a la aristo- Inglaterra. Para 1850, habían sido ya embar-
cracia, a la oligarquía y a la tecnocracia que cadas a ese país 340 mil toneladas de guano
han gobernado el Perú. Y aunque sea sub- peruano.
sanado en el futuro, nada nos permitirá recu-
perar el valioso tiempo perdido: más de un Al poco tiempo el guano pasó a represen-
siglo. tar el 60 % del valor de las exportaciones
Entre tanto, como no podía ser de otra Todos éstos, que en 1870 habían vendido
manera, mantenía sus estrechos vínculos e por valor de 1 471 000 libras esterlinas, ha-
Los catalizadores –como bien se sabe– Todos los países desarrollados y descen-
son agentes químicos que usan los especialis- tralizados del mundo han sido construidos
tas para acelerar o retardar –según convenga– por sociedades homogéneas. Es clara e in-
una determinada reacción, un desenlace cuestionablemente el caso de Francia, Japón
esperado. Análogamente, entonces, y en el o Alemania, por ejemplo. Pero también han
caso que nos viene ocupando, puede también sido construidos por sociedades que sin ser
admitirse que hay condiciones que afectan la del todo homogéneas, son predominante-
velocidad de la consecución del objetivo: la mente homogéneas, como en el caso de los
descentralización. Estados Unidos.
Dentro de los factores endógenos ante- En todos esos casos, sin excepción, las
riormente enumerados, hay uno –la conflicti- mayorías nacionales son las que han im-
va estructura social prevaleciente– que po- puesto sus intereses y objetivos que, como es
demos identificar como “el gran catalizador- razonable colegir, eran eminentemente des-
retardador interno”. centralizadores.
El federalismo, por sí sólo no es garantía Cuánto más difícil pues habrá de resul-
de descentralización. Basta mirar a nuestro tarnos escapar de la dominación económi-
Por un largo tiempo por delante, sus in- ¿Qué posibilidades de vencer o empatar
tereses y objetivos prioritarios estarán orien- tiene alguien que se enfrenta contra 150
Gráfico Nº 3
Esquema del proceso histórico de algunos países
I1 D
Japón
I1 C I2 D
Hegemonía romana Suiza
I1 C I2 D
Hegemonía romana Inglaterra
I1 I1 D
Estados Unidos
I1 C
América Latina Hegemonía de Esp., Ing. y EU
(C) Períodos coloniales (I1 ) (I2 ) (I3 ) Períodos de independencia (D) Desarrollo
Gráfico Nº 4
Déficit de carreteras del Perú
“A” “B”
Tramos seriamente
afectados por el fenómeno
de “El Niño”.
Tenemos, entonces, un doble desafío: des- Por lo demás, cuentan con la fuerza y los
centralizarnos y desarrollarnos. Porque cier- instrumentos de presión necesarios y sufi-
tamente el reto no es descentralizar la po- cientes para imponer su perspectiva. O, me-
breza. jor, para imponer las políticas económico–fi-
nancieras y de Desarrollo que convienen a
En otros términos, mientras cada uno de los poderosísimos intereses de sus mentores:
los pueblos del Norte fue alcanzando el los grandes centros de poder político–econó-
Desarrollo dentro de su propio contexto na- mico de Occidente.
cional absolutamente descentralizado, noso-
tros tenemos el reto de emprender la tarea del El escenario mundial, pues, y en particu-
Desarrollo a partir de un grave centralismo. lar el de nuestra América, decisivamente nos
resulta adverso y difícil. Y se mantendrá co-
Históricamente, pues, la descentralización mo tal mientras más tardemos en tener una
asoma entre nosotros como el más impor- imagen cabal y completa del mismo. Esto es,
tante objetivo estratégico previo al Desarrollo. mientras más tardemos en conocer a ciencia
cierta las fortalezas y debilidades de todos
A diferencia de nuestra perspectiva, la aquellos intereses locales, regionales e inter-
descentralización, absurda y erróneamente, nacionales que, por inercia o por interés, se
es presentada por muchos economistas, po- oponen a nuestros objetivos de Desarrollo.
líticos, gobiernos y organizaciones multila-
terales en el mundo sólo como “una de las Pero también seguirá siéndonos adverso
condiciones” para el Desarrollo, y no pre- el contexto internacional en tanto no seamos
cisamente como la más importante y priori- capaces de diseñar:
taria para lograrlo.
a) nuestra propia y más adecuada es-
Basta ver, por ejemplo –como lo haremos trategia de descentralización y Desa-
en detalle a continuación–, las propuestas y rrollo, y
plataformas de Desarrollo que, a través del
denominado “Consenso de Washington”, b) la más adecuada estrategia de diálogo,
plantean los más importantes y poderosos negociación y concertación con los
organismos financieros del mundo: el Fondo organismos internacionales.
Monetario Internacional –FMI– y el Banco
Mundial –BM–, para los que la descentra- Y es que buena parte de lo que nos viene
lización ocupa tan sólo un lugar secundario y aconteciendo es responsabilidad directa e in-
de ninguna prioridad. excusable de nosotros mismos. Mal haríamos
¿Acaso no nos consta a todos que Estados Y tampoco tienen entonces conciencia
Unidos ha sido siempre el primero en violen- –porque probablemente muchos de ellos lo
tar la receta de la “apertura comercial”? ¿A- desconocen– que en la historia de los países
caso no consta a todos que Estados Unidos Desarrollados resulta incontrovertible la tras-
ha llegado a tener los más altos déficits fis- cendental importancia del no–centralismo en
cales del planeta? el proceso del Desarrollo.
Por lo demás, no es difícil comprobar, o- ¿Es que no han reparado que el centralis-
tra vez, que la receta del “Consenso de Wa- mo es tan absurdo y peligroso como poner
shington” no contiene tampoco ni una sola “todos los huevos en una canasta”, receta que
idea ni palabra sobre “descentralización”. Nin- los tecnócratas aborrecen cuando de invertir
guna. en la Bolsa se refiere, por ejemplo?
¿Es difícil concluir acaso que a éstos no Debemos tener clara conciencia de que la
les conviene en nada el surgimiento de nue- afamada receta del “Consenso de Washing-
vos países Desarrollados que, a la postre, no ton” –que con tanto ardor ha hecho suya du-
serían sino nuevos competidores industriales rante dos períodos el gobierno del Presidente
que harían bajar la rentabilidad de sus nego- Fujimori en el Perú, por ejemplo–, carece de
cios y, en consecuencia, su capacidad de acu- sustento científico aunque sólo fuera por el
mulación y crecimiento? hecho incontrastable de que está flagrante-
mente recortada, y hasta puede decirse que es
¿Acaso no se ha resentido ya bastante la sospechosamente incompleta.
economía norteamericana en el último medio
siglo con la incursión de Japón como poten- Hay en efecto –como veremos– notorias
cia industrial y tecnológica? ¿No es obvio, y graves omisiones. Pero además no está
entonces, que uno y otro –en incluso la libre de inconsistencias y de parcialidades
propia Comunidad Europea– se resentirían a tendenciosas, que desnudan su carácter más
su vez con el surgimiento de nuevos compe- bien ideológico, subjetivo e interesado, que
tidores? científico. Veamos.
En realidad, pues, no se trata de otra cosa ¿Puede acaso considerarse una simple ca-
que de ampliar sistemáticamente los mer- sualidad que haya coincidido con el fin de
cados a los productos del Norte que, con la Guerra Fría el violento retiro del Asia
productos manufacturados, concentra el de gigantescos capitales internacionales?
80 % de la producción mundial 89. No, no es una simple casualidad. Su pre-
sencia, más aún ante el grave riesgo de
Pero por lo demás, para nadie es un secre- insolvencia de los acreedores, ya no era
to que, violando su propia receta, cada necesaria ante la estrepitosa derrota po-
vez que se lo imponen sus intereses, el lítico–económica del “enemigo princi-
Norte, llenándose de pretextos y subterfu- pal”: la ex Unión Soviética.
gios, bloquea el ingreso de las merca-
derías del Sur. ¿Previeron los “tigres de Washington”
que la violenta fuga de capitales del Asia
f) También la receta del “Consenso de Wa- desataría una crisis en cascada, y en la
shington” habla consistentemente de “a- que casi todos los capitales terminarían
pertura financiera”. Esto es, dejar que los refugiándose en Norteamérica? ¿Previe-
capitales circulen sin tropiezos libremen- ron que de esa manera terminaría creán-
te por el planeta. dose en Estados Unidos la gigantesca y
peligrosísima “burbuja” financiera de la
Una vez más, pues, la aparentemente a- que hablan hoy todos los economistas, y
séptica receta encubre un sesgado e in- que entre otras cosas ha elevado artifi-
teresado propósito: que los capitales del cialmente en 20 % el valor de las ac-
Norte –el acreedor– circulen libremente y ciones de las grandes empresas transna-
sin restricciones en el Sur –el deudor–, cionales?
ingresando y saliendo de éste en el volu-
men y en el momento que lo impongan ¿Previeron finalmente –como advierten
los intereses del Norte. los analistas como Marcelo Gullo y Jorge
Morelli en el Perú–, que el estallido de
Aunque la mayor parte de los economis- esa “burbuja” financiera significaría un
tas “olvidan” y dejan de tenerlo en cuen- problema político–económico–social gra-
ta, el fin de la Guerra Fría ha hecho más vísimo, tanto en Estados Unidos como en
urgente al Norte, y en particular a los el resto del mundo?
Estados Unidos, la exigencia de la “aper-
tura financiera” del Sur. g) Para terminar, la receta del “Consenso de
Washington” incurre en una omisión de
Y es que con el fin de la Guerra Fría han flagrante inconsistencia. En efecto, como
Las mercancías, como es obvio, son el Y, una vez más, debe buscarse en torno a
resultado final del proceso productivo. Y los intereses de los grandes centros de po-
en éste, como también se sabe, los fac- der político–económico del Norte.
tores que intervienen, además de la “tie-
rra” –y las “fábricas”– son: a) el capital, Ciertamente, cuando a través del FMI y
y; b) el trabajo. del BM reclaman e imponen “el derecho”
a la libre circulación del capital –”su”
Pues bien, ¿por qué la receta del “Con- capital–, están objetivamente actuando en
senso de Washington” reclama sólo la li- función de sus intereses, su conveniencia:
bre circulación de uno de esos factores? ampliar los mercados de “sus capitales
financieros”, para así obtener mayores
En otros términos, ¿por qué la receta del ganancias y dividendos. Son pues perfec-
“Consenso de Washington” omite recla- tamente concientes de que ese reclamo y
mar, proclamar e imponer también la “li- esa imposición invariable y directamente
bre circulación del trabajo”, o, si se pre- los beneficia, los enriquece aún más.
fiere, la “libre circulación de la fuerza de
trabajo” –hombres y mujeres; científicos, Reclaman entonces ese legítimo derecho
técnicos, empleados y obreros; ocupados porque los beneficia, con absoluta pres-
o desocupados–? cindencia de si con el ejercicio de ese de-
recho se perjudica o no a otros –y de he-
¿Es que se trata sólo de una grave defi- cho el violento retiro de grandes capitales
ciencia de la teoría económica en la que ha remecido y lanzado a gravísimas crisis
se sustenta la famosa receta? ¿Es que se a más de un pueblo del Tercer Mundo–.
trata de una omisión inadvertida e invo-
luntaria? No. Bien, muy bien sabido es Así, y en definitiva, y a pesar de que en
que no. muchos casos puede perjudicarnos grave-
mente, los pueblos del Sur hemos termi-
La teoría económica, y no de ahora sino nado aceptando el ejercicio del derecho
desde bastante tiempo atrás, reconoce ca- del Norte a la libre circulación de sus ca-
bal y explícitamente que la existencia de pitales.
“mercados de competencia perfecta” pa-
sa, necesaria e ineludiblemente, por la li- Pero los grandes centros de poder políti-
bre circulación del capital y del trabajo. co–económico del Norte callan, en cam-
Así, “reclamar” el derecho a la libre cir- bio, y en todos los idiomas, el idéntico
culación del capital y al propio tiempo legítimo derecho a la libre circulación de
“dejar de reclamar” el derecho a la libre la fuerza de trabajo –”nuestra” fuerza de
circulación del trabajo es, sin el más mí- trabajo–, porque en este caso el silencio
nimo asomo de duda, una omisión deli- los beneficia.
berada y, simultáneamente, una inconsis-
tencia inexcusable. Y sus mentores son Porque son perfectamente concientes de
perfectamente concientes tanto de lo uno que la coherente y consistente procla-
como de lo otro. mación de la libre circulación de la fuerza
Mas casi todo el Norte se enerva, rebela y Han impuesto una asimétrica y burda “ley
violenta con el solo hecho de pensar que de la Selva”, la ley del más fuerte: sólo se
algún día tendrá que cumplirse esa inexo- imponen los derechos de los “fuertes”, no
rable e inderogable “ley del mercado”. los de los “débiles”. No obstante, se pro-
claman a todos los vientos la vanguardia
Entre los peruanos, por ejemplo, y según de la civilización en la defensa de los
cifras oficiales muy discutibles por su Derechos Humanos.
muy probable inexactitud –hacia abajo–,
ya 1 127 000 radican en el extranjero, en- ¿Puede acaso frente a esa insensata in-
tre los que la inmensa mayoría ha optado, congruencia hablarse entonces de “demo-
ciertamente, por el Norte: Estados Uni- cracia global”?
dos, en primer lugar, y España en segun-
do término. ¿Cómo se explican los intelectuales del
Norte –pero también muchos de los del
¿Son acaso muy difíciles de desentrañar Sur que sobre estos asuntos, como en el
las razones económicas e históricas por caso de Carlos Alberto Montaner y mu-
las que han sido elegidos ambos destinos? chos otros, guardan un cómodo y, por qué
Por lo demás, y como acaba de revelar el no decirlo, hasta cómplice silencio–, que
diario “El Comercio”, las solicitudes de se preocupen y desvivan por mantener y
emigración se han elevado ahora a la ex- fortalecer la “democracia” en el Norte, y
orbitante cifra de 1,400 por día 90. se preocupen y desvivan para terminar
implantando la misma sublime “demo-
Entre tanto, y para no caer en un ridículo cracia” en el Sur, pero no acepten y se
equivalente al de “derogar la ley de la resistan a imponer, reclamar y exigir una
gravedad”, los afamados cienfícos eco- genuina “democracia global”, en la que
nómicos del Norte, de la mano de los po- por igual se respeten y reconozcan los
líticos más duros y cínicos, han optado derechos de los pueblos del Norte y del
por callar y silenciar el también inobje- Sur, y en la que se dé una simétrica y
table derecho a la libre circulación de la respetuosa relación entre unos y otros?
fuerza de trabajo. ¿Alguna vez lo han exigido?
No obstante, aparte de todo ello, nadie Y el brutal genocidio de América fue uno
podría ocultar que el Estado Peruano tie- de los más grandes crímenes de lesa hu-
ne una enorme Deuda Histórica Interna manidad que se han cometido en la histo-
con los pueblos del Perú a los cuales cen- ria. Sólo en el Perú murieron 8 a 9 millo-
tenariamente ha dado la espalda y man- nes de personas, quedando reducida la
tenido en abandono. Ésa es precisamente población a sólo el 10 % de la que encon-
la parte de la Deuda Total que deberá irse traron los conquistadores europeos.
cancelando con y a partir de la descen-
tralización del país. Como también lo fue el no menos brutal
abandono de la enorme infraestructura
El Perú, sin embargo, puede preciarse de vial que encontraron los conquistadores
ser uno de los países del mundo que no españoles al llegar al Perú. Y como lo fue
tiene pendiente de pago ningún dólar en el cuantioso e inmisericorde saqueo de las
el importantísimo rubro al que hemos de- riquezas de oro y plata que se extrajeron
nominado Deuda Histórica Externa. violentamente del Perú, Bolivia y Mé-
xico.
Muy por el contrario, somos uno de los
más grandes acreedores mundiales, con- Y como lo fue el también abusivo saqueo
juntamente con casi todos los pueblos de de nuestros depósitos de guano; de nues-
América Latina, África y muchos pueblos tra riqueza de caucho; de nuestros depósi-
¿Se ha empezado ya a preparar esos pla- Las primeras son generalmente de orden
nes de contingencia? Esperamos que sí, por- económico y eventualmente de orden militar.
que es absolutamente obvio que es preferible Ante ellas son la Economía y la Ciencia Po-
tenerlos preparados y a mano, que empezar lítica las disciplinas que deben proporcionar
desesperadamente a preparlos cuando ya la la información y el conocimiento para mejor
“locomotora” se haya detenido. aprovecharlas.
Tan o más elocuente que todo ello nos Es decir, a diferencia de lo que ha venido
resultan sin embargo las cifras siguientes (en ocurriendo en los últimos cinco siglos, Vene-
miles de millones de dólares): zuela, Brasil, Paraguay, Uruguay y Argen-
tina, quedarán a “espaldas” del centro de la
PBI PBI Increm. nueva ola.
1983 1996 %
En tanto que Ecuador, Perú, Bolivia y
EEUU 3 292 6 259 90 Chile, por primera vez en su historia, que-
Japón 1 204 4 214 250 darán de “cara” al centro de la Novena Ola.
Colombia será el único país para el que las
condiciones no habrán cambiado sustancial-
En los últimos quince años el conjunto de mente: tiene costas en el Atlántico y Pacífico.
la economía mundial no ha crecido, ni con
mucho, en esos porcentajes. En todo caso, la Por lo demás, nadie puede discutir otros
economía de los doce países más grandes del tres datos objetivos: a) Brasil y Argentina son
mundo ha crecido, en ese período, 122 %. las dos economías más grandes de esta parte
Pues bien, la importancia relativa de esos dos del mundo; b) Brasil tiene ya las más grandes
grandes países en la economía mundial ha inversiones japonesas de Sudamérica y la
variado sustancialmente, como lo demues- más grande “colonia” de origen japonés en
tran los siguientes porcentajes referidos a los esta parte del mundo, y; c) el canal de Pana-
doce países más grandes: má es ya una vía interoceánica saturada.
1
2
3
4
Es decir, las inexorablemente cada vez Es decir, y en las próximas décadas y si-
más grandes exportaciones japonesas a Bra- glos, ellas inexorablemente habrán de ser
sil y Argentina –pero también a Europa y Á- construidas, sí o sí. Querrámoslo o no. Nos
frica–, y las cada vez más grandes exporta- guste o no.
ciones chinas, deberán transitar –como lo in-
sinúa el gráfico–, por nuevas e inexistentes En América del Sur su importancia y
rutas: nuevos canales interoceánicos en A- existencia resulta vital para Japón, como el
mérica Central y/o el Mar Rojo, el siempre gran exportador, y para Brasil y Argentina,
peligroso y larguísimo camino por el estre- los grandes importadores sudamericanos.
cho de Magallanes, y nuevas y grandes vías
transandinas y transamazónicas. ¿Vamos a dejar los ecuatorianos, perua-
nos, bolivianos y chilenos que todo ello nos
Así, respondiéndose a las exigencias de coja por sorpresa? ¿Vamos a dejar que todo
los tiempos, y de la economía, puede sensa- ello ocurra sólo y exclusivamente a la luz de
tamente presumirse que, salvo por el estrecho los grandes intereses del nuevo y previsible
de Magallanes, el gran incremento previsible centro hegemónico? No, advertidos como es-
del comercio mundial transite por las nuevas tamos, tenemos derecho y obligación históri-
e inexistentes vías a las que estamos hacien- ca de sacar provecho de la nueva coyuntura
do referencia. que se avecina.
Para los peruanos –y para los otros pue- Tres decisivas y trascenden-
blos que están en condiciones similares a la
nuestra– debe quedar perfectamente claro tales líneas de conducta
que la descentralización debe ser entendida
como el gran reto histórico de nuestro país y
de sus distintos pueblos y ancestrales na- Harto se ha escrito en el Perú respecto de
cionalidades. la necesidad de imponer nuevos valores y
estilos.
Tanto para los peruanos de hoy como
para los de las próximas generaciones. Sólo José María de Romaña, por ejemplo, ha
alcanzándola se habrá alcanzado también la dicho que para desarrollar el Perú “urge una
condición indispensable para luego alcanzar nueva cultura de esfuerzo, éxito, justicia,
el bienestar general y compartido. cumplimiento de los compromisos, competi-
tividad, competencia, calidad total, veracidad,
La inmensa mayoría de los textos que han excelencia, ética, generosidad, imaginación,
enfrentado el tema –ubicándolo en un con- audacia, disposición al cambio y a la inno-
texto histórico y económico objetivamente vación, visión de futuro, pensamiento aplica-
diferente al que venimos planteando–, han do, ahorro, gobernabilidad, Estado pequeño
puesto énfasis en los aspectos administra- y eficaz, iniciativa privada al máximo” 99.
tivos y legales del asunto. Y, por lo general,
se han quedado en ellos. Ricardo Tenaud, a su turno, ha puesto én-
fasis en que debemos desterrar: la negligen-
Esos asuntos, sin embargo, ni son los úni- cia, la apatía, las quejumbres y lloriqueos, la
cos ni los primeros a enfrentar. Permítasenos resignación, la falta de sentido de responsa-
entonces bosquejar tres líneas de conducta bilidad, la “viveza criolla”, la falta de hon-
que deben imponerse en el país y grandes li- radez, el incumplimiento de la ley, la caren-
neamientos estratégicos que creemos resul- cia de sanciones, el machismo, el ridículo, el
tan indispensables para alcanzar el trascen- chauvinismo, el despilfarro; y que, al propio
dental objetivo estratégico de la descentrali- tiempo, debe imponerse el cuidado, la pre-
zación. caución, la previsión, la fiabilidad, la se-
3) el estímulo permanente y sin excep- Por aquel entonces, los pueblos del Perú,
ciones, tanto para generar el acierto ciegamente, alienados por el paternalismo,
como para premiar el logro. creímos que esa barbaridad era también un
Pero no debemos engañarnos, esa absolu- Hace casi 200 años que en el seno de la
ta incapacidad de diálogo es total. Basta re- República se nos repite lo mismo, sin que por
cordar la incapacidad de diálogo con el Par- ello hayamos dado un solo paso adelante, aun
lamento que clausuró, con los municipios, cuando, con personajes más doctos unos que
con las organizaciones políticas, con las or- otros, civiles o militares, el gobierno ha esta-
Esa y no otra es la razón por la que pro- A diferencia de países socialmente más o
liferan los “defectos” en los que tanto énfasis menos homogéneos como Argentina o Uru-
ponen algunos estudiosos: se ha premiado a guay, o incluso como Ecuador y Bolivia, el
quienes los lucían. Perú tiene, quizá como ningún otro en A-
mérica Latina, razones objetivas y suficien-
Baste reconocer que en el Perú, en casi tes –profundas y ancestrales– para ser una
200 años, nunca se ha sancionado a los gran- República Federal.
des malhechores de cuello y corbata –de la
nación imperial–, y, menos aún, con el rigor Por el contrario, no existe razón ni condi-
con el que se sanciona a los pobres o pe- ción objetiva alguna –salvo la absurda im-
queños delincuentes –de los pueblos sojuzga- posición histórica de los sucesivos imperia-
dos del Perú–. lismos que han hegemonizado desde fuera y
desde dentro–, para ser, como es, una Re-
Mas no sólo eso. Por el contrario, se les pública Unitaria.
ha premiado: se la erigido monumentos en su
nombre, se ha bautizado calles y plazas con Es absurdo e ilegítimo, torpe y vil –como
su nombre, muchas veces incluso se les ha lo acaba de hacer el presidente Fujimori des-
colocado en la presidencia de la república o de Canadá– confundir federalismo con sepa-
en los más altos puestos de la administración ratismo. Son, históricamente, cosas absoluta-
pública, o se les ha destinado a bien remu- mente distintas. El separatismo, como ha
neradas embajadas. ocurrido en Europa del Este tras la disolución
de la Cortina de Hierro, da paso a varios paí-
El resto de los peruanos, pues, con mayor ses allí donde antes existía sólo uno.
o menor inconciencia, sólo ha emulado el ca-
mino señalado: en el Perú dependiente y cen- El federalismo, en cambio, preservando
tralista, el delito y la mentira conducen al é- la unidad –en aspectos sustanciales y básica-
xito y a la fortuna. mente de cara al mundo–, busca el reco-
nocimiento de que, habida cuenta de las ricas
Debemos entonces imponernos esta otra e inocultables diferencias culturales, idio-
y sana política: premiar, sin excepciones, máticas, geográficas y de riqueza en el terri-
siempre que realmente corresponda y en pro- torio, las diversas poblaciones regionales tie-
porción al mérito; y sancionar, sin excepcio- nen legítimo derecho a contar con:
nes, siempre que realmente corresponda y en
proporción al delito. Cuando ello ocurra, a) gobiernos autónomos, y;
también como por encanto, asomarán y se
b) legislaciones propias; que les permi-
difundirán todas y cada una de las virtudes de
tan,
las que nos hablan De Romaña, Tenaud y
Mavila, y adquirirán proporción marginal los c) usar, fundamentalmente en su benefi-
defectos que ellos mismos señalan. cio, las riquezas de su territorio.
Por lo demás, debemos desterrar de una No, la virtud más frecuente entre los cien-
vez por todas y para siempre el mecanismo y tos y miles de individuos que han gobernado
derecho constitucional a la re–elección. en los países desarrollados, y en sus estados
federales y provincias, no ha sido la geniali-
La reelección se sustenta en la supuesta y dad o la excelencia académica: ha sido el
nunca probada existencia de seres “providen- sentido común.
ciales”, “maravillosos” e “imprescindibles”
que, de manera una vez más supuesta, y evi- Por lo demás, y aunque mucha gente
dentemente también errónea, son los “úni- terca e interesadamente se niegue a admitir-
cos” que, con su “sola sabiduría”, con su lo, la reelección, querrámoslo o no –sobre
“sola fuerza”, con su “sola decisión”, pueden todo en países subdesarrollados como el nues-
salvar un país, supliendo la sabiduría, la tro, donde a la par que campea la inescrupu-
fuerza y la decisión del resto de la población. losidad han sido desbaratados todos los me-
canismos de control a los graves excesos del
No hay tal. Nunca y en ninguna parte ha Poder Ejecutivo–, la reelección, repetimos,
habido esos seres “providenciales”. Sólo son implica invariablemente el mal uso de los
Es decir, de la industria con economías de No. ¿Han sido, por el contrario, acaso
escala; de la industria con tecnología de pun- racional y estratégicamente selectivos? Si.
ta, que a ese respecto depende total y absolu- En efecto, cada uno de ellos –deliberada-
tamente de los países del Norte, exclusivos mente o no, para la gran acumulación de
proveedores de los bienes de capital necesa- excedentes que han obtenido en los últimos
rios, y que cobran royalties por utilizarla; de siglos– ha puesto énfasis en aquellos sectores
la industria que en gran escala utiliza in- en los que tenía una gran ventaja comparati-
sumos importados, cuya adquisición presio- va o una ventaja comparativa absoluta.
na constantemente el precio de nuestras di-
visas, y; finalmente, de la industria cuyos Inglaterra explotando sus grandes minas
mercados se encuentran básicamente fuera de hierro y carbón, y otro tanto Alemania.
del país. Francia y Bélgica; así como Suiza, en la ex-
plotación de los sectores pecuarios y agro-
En definitiva, de una industria pensada en pecuarios. Y hoy buena parte de la riqueza de
los intereses de cualquiera menos de los pe- España, Francia e Italia se está logrando a
ruanos. Por lo demás, e inexorablemente, se partir del turismo, dado que en él tienen ven-
trata de una industria en la que –por lo ya tajas comparativas enormes, cuando no abso-
anotado– no tenemos ninguna ventaja com- lutas en comparación con el resto de los paí-
parativa absoluta. Ella se monta y desmonta ses de Europa.
en función, una vez más, de los intereses
transnacionales. Basta mirar lo que viene o- Siempre, pues, ha habido una gran selec-
curriendo en Corea del Sur: cientos de e- tividad a la hora en que los grandes países
normes fábricas de última generación están han optado por “escoger las palancas” de su
siendo desmontadas por las mismas transna- Desarrollo. Quizá muchas veces no ha sido
cionales que las montaron hace sólo unas dé- una selección explícita, quizá nunca ha figu-
cadas. rado explícitamente en un gran plan nacional
¿Tiene el Perú alguna o varias grandes Pero también debemos ser capaces de
ventajas comparativas reales, o algunas o va- convocar a cientos y miles de grandes, me-
rias ventajas comparativas absolutas? Claro dianas y pequeñas empresas del mundo, nin-
que las tiene. Pero precisamente en el con- guna de las cuales exigirá sin embargo al país
texto de la dependencia hegemónica han sido las condiciones que por lo general plantean
puestas de lado. Y es que, coherentemente, a las gigantes transnacionales del mundo.
los centros hegemónicos nunca les ha intere-
sado desarrollar y descentralizar al Perú. Pe- Y en lo que a potencialidad agronómica
ro a nosotros sí. Veamos pues. se refiere, todo habrá de pasar por decisiones
firmes y audaces. Se trata de convertir en
El Perú tiene tres rubros en los que cuen- fuente inagotable de riqueza un territorio con
ta con ventaja comparativa absoluta respecto potencialidades agrícolas únicas e inestima-
de la mayor parte del resto de los pueblos de bles.
la Tierra:
A diferencia de las grandes planicies de
1) su riquísima potencialidad agronómi- granos de Estados Unidos, Rusia, China,
ca, en razón de su azarosa pero vir- Argentina e incluso Egipto, de vocación na-
tuosa combinación de latitud geográ- tural para el monocultivo, los variadísimos
fica y diversidad de pisos ecológicos; 84 distintos ecosistemas que se dan en el
Perú –de los 103 que existen en el planeta–,
2) su enorme potencialidad turística, y; en las más diversas latitudes –desde las e-
cuatoriales a las meridionales–, en las más
3) su gigantesca potencialidad minera, a diversas altitudes –desde el nivel del mar
disposición de una masiva mediana y hasta por encima de los 5 000 metros sobre el
pequeña minería, y, en particular, y de nivel del mar–; y en muy diversos meridia-
larguísimo afianzamiento histórico, nos –desde el Pacífico hasta la inmensa ama-
de minería en lavaderos de oro. zonía–, ofrecen una inacabable vocación na-
tural hacia el pluricultivo.
De manera asombrosa y extraordinaria
nuestras tres grandes potencialidades están Por lo demás, en términos relativos, po-
increíblemente repartidas a lo largo y ancho cos países del mundo podrían aumentar la
del territorio nacional. frontera agrícola en la impresionante propor-
ción en que podría hacerlo el Perú, precisa-
Las tres son de una potencialidad descen- mente porque muy poco se ha hecho en estos
tralista enorme. Ninguna de ellas, sin embar- últimos dos siglos. Sólo recuperando y po-
go, ha sido puesta aún, decidida y audazmen- niendo nuevamente en producción la gigan-
te, al servicio del Proyecto Nacional Peruano. tesca andenería abandonada en estos siglos,
Nuestras riquezas aún no explotadas son A este respecto, también debemos qui-
irrepetibles e irreproducibles. Lo son, en cam- tarnos la venda de los ojos, y hasta en dos
bio, Epcot y Disneyworld, e incluso la Torre sentidos. En primer lugar, tenemos que admi-
Eiffel. tir que, en el contexto de los juegos de poder
que han prevalecido en el país, sólo se ha
Debemos pues ser capaces de grandes y incentivado –aunque medrosamente– a la in-
audaces decisiones estratégicas a partir de dustria manufacturera, tanto a la que existía
nuestras grandes e inigualables ventajas como a la que se buscaba crear con dichos
comparativas. Lo demás, esto es, las op- incentivos.
ciones “tradicionales”, ésas que ya conoce-
mos y que no han hecho sino contribuir más De allí que los resultados siempre han
a nuestro subdesarrollo y atraso, no pasan de sido pobrísimos, virtualmente nulos. En efec-
ser una torpe –o interesada– miopía o, lo que to, como a todos nos consta: a) sólo se ha
es tanto más grave, una vil –e igualmente logrado crear una industria incipiente; b) to-
interesada– mentira. tal y absolutamente dependiente de insumos,
Cada una de las distintas regiones del Lo cierto y concluyente es, sin embargo,
Perú debe tener absoluta y clara conciencia que el Perú no puede seguir concentrando el
de que los recursos naturales de su suelo le grueso de sus más importantes inversiones
pertenecen. –tanto en las regiones como en la propia ca-
pital– para satisfacer prioritariamente las exi-
En palabras de Alfredo Pezo Paredes: “la gencias de Lima, sea en energía eléctrica,
auténtica autonomía regional está en la pro- petróleo o gas, abastecimiento de agua dulce,
piedad que sobre sus recursos naturales ten- insumos o alimentos; o para resolver sus pro-
gan los gobiernos locales y regionales y en la blemas de comunicación –autopistas, trenes
clara convicción de aceptar que el canon en eléctricos, etc.–
su integridad les pertenece”. Esto constituirá
–agrega el propio Pezo– “una de las palancas No, como bien afirma Barrenechea Ler-
fundamentales para la construcción de las cari, “el centralismo no beneficia a Lima”. La
Naciones Regionales” 103. está ahogando, la está saturando, y, en defin-
itiva, la está poniendo en un nefasto nivel de
Ello permitiría, en efecto, que por fin deje vulnerabilidad. Y, desocupándose cada vez
de fluir hacia Lima el grueso de la riqueza más el territorio nacional, lo está también
generada por la explotación de las grandes colocando en un peligroso nivel de vulnera-
riquezas naturales distribuidas a lo largo y bilidad.
ancho del país.
Así, es obligación de todos los peruanos
Y, a diferencia de lo que hoy ocurre, frenar a toda costa el centralismo asfixiante e
deberán ser las regiones las que, en función hipertrófico de Lima.
de los servicios que reciban del Estado Fe-
deral central, deriven una parte del canon Y la forma más eficiente no es otra que
total que reciben para financiar los grandes revertir la tendencia actual, es decir, pasar a
proyectos estatales de servicios multiregio- realizar la mayor parte de las inversiones del
nales: carreteras nacionales, grandes puertos, país fuera de la capital actual. Eso y no otra
grandes irrigaciones, grandes centrales de cosa es lo que queremos decir con el título de
energía, etc. esta propuesta.
Cuadros Pág
s/n Cifras sobre la concentración del Perú en Lima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
s/n Inversión mínima requerida en el Perú . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
s/n Esquema de metas para el desarrollo del Perú . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
s/n Comparación de los PBI de Estados Unidos y Japón (I) . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
s/n Comparación de los PBI de Estados Unidos y Japón (II) . . . . . . . . . . . . . . . . 78
Gráficos
1 Evolución de la concentración de la población peruana en Lima . . . . . . . . . . 21
2 Uso y destino de la riqueza generada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
3 Esquema del proceso histórico de algunos países . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
4 Déficit de carreteras del Perú . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
5 Las “grandes olas” de la historia de Occidente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
6 La “Novena Ola” de la historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
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