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Uno de los dilemas del Chile de hoy es cómo abogar por una agenda de promoción de la mujer, cuando nuestro país
la tiene en sus más altos cargos. En estas últimas Fiestas Patrias las fondas fueron inauguradas por dos mujeres ─la alcaldesa
de Santiago y la Presidenta─, que, además, decidieron bailar con sus hijos. Notable. Pero esta foto para la historia contrasta
con una pobre inserción de mujeres en el mundo del trabajo, más baja que el promedio de Latinoamérica y para qué decir la
OCDE.
La realidad de las mujeres en la cima no es mejor: Parlamento, directorios, gerencias generales, rectorías
universitarias tienen en nuestro país una pésima representación de mujeres. Más allá de los caminos legislativos ─como la, a
mi juicio, necesaria ley de cuotas─, el punto es ¿cómo empujar el cambio cultural y social para no legar estos problemas a
nuestras hijas y nietas?
El camino pasa por tomar un conjunto de medidas, al mismo tiempo, sin pausa y con prisa. Una de las más
relevantes es involucrar a los hombres en este debate y “desfeminizarlo” como tema de política pública. Dos iniciativas
destacables aportan mucho en este sentido.
La campaña chilena #LasNiñasPueden, de ComunidadMujer, la UC y el BID, aborda un tema clave a combatir desde
la infancia, como son los estereotipos de género, que parten como juegos, pero terminan reforzando el techo de cemento, o
acaso constituyen la materia prima con que se construye. Desde los colores que se eligen para niñas ─rosados y pastel─
hasta los juegos, que tienen que ver con la valoración de un canon estético irreal y enfermo ─las barbies─ o aquellos que
refuerzan la idea de que las labores domésticas y parentales son dominio solo femenino. A los hombres, en cambio, se les
regalan legos, autos, herramientas, y así comienza el condicionamiento cultural, literalmente desde la mamadera. Y luego
nos preguntamos por qué pocas mujeres estudian ingenierías (13,5%) o solo el 1,5% estudia ciencias. Para los hombres, el
daño también es grande, pues solo se valora en ellos su capacidad de crear y proveer, y se los aleja ─por poco masculinos─
de las labores de crianza y construcción de relaciones afectivas y familiares.
Por eso es notable también la campaña de ONU HeForShe, la que apela a los hombres y que intenta reunir “a la mitad de la
humanidad en ayuda de la otra mitad, para el bien de la humanidad en su conjunto”. Los hombres se pueden inscribir para
apoyar esta causa, y de hecho varias celebridades mundiales ya lo han hecho.
Ambas iniciativas apuntan en la dirección correcta. Este no es un problema de las feministas ─aunque gracias a ellas
estos temas tienen visibilidad y fuerza─, sino que de la sociedad completa. Hay que partir por la casa de cada uno. No solo
las niñas, sino que también los niños, pueden y merecen una vida mejor.
La brecha en cifras
NO HAY
brecha significativa entre niños y
niñas de 4. ° Básico en el SIMCE
2013 de Matemática.
8,6%
de las universitarias
de las estudiantes ingresa a se tituló en 2012 de una carrera
carreras relacionadas con las vinculada con la tecnología
ciencias. (informática, electrónica,
electricidad, ingenierías
asociadas a la industria, etc.).
1. En el 2014, ¿cuál es el porcentaje de matrícula en primer año de mujeres en Centros de Formación Técnica?
A. 51,5%.
B. 56%.
C. 50,4%.
D. 16,8%.
E. 62,7%.
8. ¿Qué problema presentan los argumentos del emisor en la siguiente situación comunicativa?
Un alumno presenta frente al curso una exposición sobre los analgésicos y concluye diciendo lo siguiente:
“…Finalmente, debo decir que de todos los analgésicos que existen en el mercado, el mejor es SINDOL, puesto que es
el único que me ha permitido combatir esta dolencia.”
Estimado Director:
El mal estado físico y el creciente riesgo de salud en los escolares chilenos nos proponen interrogantes como ¿por
qué pasa esto? y ¿qué hacer?
Si bien es cierto que la mala condición física de la juventud a nivel mundial depende de un conjunto de factores,
como la escasez de actividad física, los hábitos de vida poco saludables y la alimentación inadecuada, nos preguntamos si
existe una razón más profunda que cause todo esto.
La respuesta parece tener un fuerte nexo con la educación. Está claro que los agentes educadores deben ser
múltiples: familia, sistema escolar, sociedad. Poco vale que en el colegio se transmitan contenidos de vida saludable, cuando
en casa se practican hábitos diferentes. ¿Qué hacer, entonces, para mejorar esta situación? Es indispensable que todos los
agentes educativos sean implicados y comprometidos en esta ardua tarea.
El principal aporte de los profesores de Educación Física es reencantar a los jóvenes para que practiquen actividades
motoras y deportivas. Es sorprendente darse cuenta de que algunos colegios deben introducir los “recreos activos” para que
los niños jueguen y se muevan, ya que están acostumbrados a jugar solo con su celular. Podríamos hablar de estrategias
didácticas o metodología de enseñanza para lograr este objetivo, que sin duda debemos mejorar y actualizar para que
nuestras clases sean menos repetitivas y aburridas, pero antes que todo es necesario que los profesores tengan esta pasión
por la actividad física y la vida saludable. Entonces, ¿realmente los profesores de Educación Física somos ejemplo en esto?
También en este caso nos vemos obligados a preguntarnos: ¿los educadores, es decir, todas las personas adultas,
somos ejemplos en esto? Si la forma de educar es a través del ejemplo, quizás podríamos empezar por allí para mejorar esta
preocupante situación. En este sentido, el problema no radica en los jóvenes, sino más bien en la propuesta educativa que los
adultos les ofrecen.
15. ¿Cuál de las siguientes alternativas sintetiza la postura del autor del texto?
a) Los “recreos activos” son muy útiles para mejorar el estado físico de los niños.
b) No sirve educar a los niños en el colegio si en la casa se practican otros hábitos.
c) Los profesores de Educación Física deben hacer clases más entretenidas y modernas.
d) La poca motivación de los profesores es la razón de la poca actividad física de los jóvenes.
e) Es necesario que todos los agentes educativos se comprometan activamente con mejorar la condición física de los
jóvenes.
Escena 1
El escenario representa simbólicamente el interior del pique de una mina de carbón.
(Hay simultaneidad de tiempo y lugares. Mediante telones que permiten crear espacios para escenas en presente o en
raccontos (evocaciones). Con música incidental de guitarra, (que se sugiere basada en canciones de Violeta Parra), hay
escenas mudas que ocurren simultáneamente. Esposas de los ex mineros reunidas en el horno comunitario para amasar y
cocer el "pan de mina", como lo hacían antes del cierre. Son ellas Meche, Luisa (la más joven) y la Abuela (mujer de
mediana edad que usa peluca gris como abuela), a la que luego se unirá Rosa.
En otro espacio un ex minero con casco, pero con usada ropa de diario, (El guía de los turistas), instala un cartel que reza:
“Turismo Aventura en el Chiflón del Diablo”. “La visita dura una hora 45 minutos"... Y un panel con una foto de unos
turistas con casco, posando sonrientes luego de un tour.
Al cesar la música las mujeres continúan con su trabajo y El Guía Un hombre mayor, habla a unos turistas y por la sala
entra el personaje "El Hijo"...
"El hijo", que viste algo mejor que el Guía, viene con gorra y mochila como si llegara de un viaje. Sube al escenario desde
donde, sorprendido, escucha al Guía, aunque no ve su rostro...
El Guía: Dentro de unos instantes, señores y señoras, iniciamos la segunda visita del día al Pique del Chiflón del Diablo.
Recorrerán ustedes unas galerías que están a 40 metros de profundidad bajo el mar. Deben encender sus lámparas al
entrar al ascensor, "la Jaula" como la llamaban los mineros, y mantenerlas encendidas durante la visita. Bajaremos en
cuanto suban a la superficie los turistas del primer tour que está ahora por terminar.
El hijo: (Hacia el público.) Me habían dicho que el Chiflón del Diablo se había convertido en esto ¡pero no podía creerlo!
Por un extremo entra Rosa para ir a reunirse con las demás mujeres, pero se detiene un instante al escuchar lo que está
diciendo el Guía:
El Guía: Algunos datos históricos: en el año 1837 parte el desarrollo de la minería carbonífera de Lota, desde la parte
continental hacia el oeste, hacia el mar. Lota tiene sus propias raíces, su propia cultura y también su cruda realidad.
Rosa: (Repite para sí.) "Su cruda realidad"... (Entra al lugar donde están las mujeres, y exclama.) ¡Qué cosas tiene la vida! Hoy,
cuando este pueblo vive su “más cruda realidad", cesantía, pobreza, inseguridad... ¡el pique del Chiflón es un alegre paseo para los
turistas!
Escena 9
Luz sobre el hijo, espacio izquierdo. Se pone su gorra, y toma la mochila que ha dejado ahí al inicio para ir a encontrarse con el
Padre, mientras va diciendo:
El hijo: Como dice la abuela, los mineros tenían fama de valientes, sin embargo, el cierre de la mina los dejó desarmados. Eso
pensaba mientras venía en el bus que me traía a Lota. La vi diferente: el cielo claro, anunciaba el fin de las faenas del carbón. Me
preguntaba, con desesperación, qué podía hacer para ayudar a mi padre... cuando de pronto lo vi frente a mí.
Se muestra el padre
El Padre: ¡Volviste!... (Se lo queda mirando, entre incómodo y sorprendido cuando El Hijo se va acercar a saludarlo. Se quedan
frente a frente, mirándose.) Ya podías regresar ¿no?. No hay peligro que tu padre te pida que vuelvas a la mina. (Con súbito tono
dramático). "Para que ahí te forjes un buen porvenir".
El Padre: ¿Sientes no haber seguido en la mina? Fue una suerte, no tuviste que pasar por esto.
El hijo: No, quise decir que siento lo de... Lo que tuvo usted que vivir.
El Padre: Así es. Y no sólo yo. Dicen que “mal de muchos, consuelo de tontos”... "Tonto", aquí no hay nadie porque es peor ver que
tantos están pasando por las mismas dificultades. Y la verdad es que poco sabemos de los demás. Hoy cada cual mira por lo
suyo.
El Padre: (Casi cortando, con voz firme.) Pues aquí, eso, antes ¡no ocurría! Cierto que en la semana con los turnos y el cansancio
durante el trabajo, poco nos hablábamos. (Se anima.) ¡Pero los domingos, eso era sagrado! ¡El Sindicato! Ahí nos juntábamos.
También veíamos lo relacionado con el fútbol porque el fútbol es importante. Se practicaba la amistad. La camaradería. ¡Y eso
fue lo que se perdió de golpe! ¡La unidad para dar la pelea!
El Padre: Marchas hubo, pero no hay fuerza. Yo digo que es porque aquí se acabó la "vida comunitaria".
El Padre: (Con sarcasmo.) ¿Cómo? ¡Si todo cambió, así, de un día para otro! Fue tan grande el desastre que produjo el cierre de la
mina, que quedamos indefensos, como si se acabara el mundo. Ni siquiera pensamos en unirnos para dar la pelea. Con decirte
que al día siguiente, en la reunión donde dieron la noticia oficial del cierre, un compañero, delante todos ¡se cortó las venas! Lo
atendieron a tiempo y lo salvaron, pero más de uno se quitó la vida. (Un silencio.) […]
El hijo: Claro, yo entiendo, pero también hay otras cosas. No sé. Pienso que el mundo es algo muy grande, quiero decir, no todo
es la mina, el cierre... En fin, que... no sabría cómo explicarlo.
El Padre: No sabes cómo explicarlo, porque tampoco lo entiendes. Eso por no haber vivido esta fatalidad. Mira, padres a
hijos, el orgullo de ser duros! ¡El de no cejar si nos proponíamos algo! Lo que hay es ¡desánimo! Y yo, me desanimé,
igual que todos no más. (Pausa.) Supongo que es porque no andamos reunidos como antes, cuando nos dábamos fuerza
unos a otros. […]
El Padre: Ya ves como la vida a uno lo va cambiando... Y no te miento cuando digo que hubo suicidios. Por las promesas que no
se cumplen. ¡Poco valen marchas o protestas si a los que están arriba se les frunce jodernos! Miran no más por su propia
conveniencia. Contimás que si uno de nosotros se quita la vida, la viuda ¿ante quién van a ir a reclamar? ¿Entendís de lo que
te estoy hablando? Ahora el que manda en Lota, ¡no tiene cara! (Mueve negativamente la cabeza y repite para sí.) No tiene
cara...
Isidora Aguirre. ¡Subiendo... último hombre! Santiago: Ediciones Francisco Albornoz, 2004 (fragmento).
16. ¿Con qué propósito el dramaturgo da la indicación del aparte subrayado en el siguiente fragmento?
El Padre: ¡Volviste!... (Se lo queda mirando, entre incómodo y sorprendido cuando El Hijo se va acercar a saludarlo. Se
quedan frente a frente, mirándose.)
A. Para indicar las acciones y emociones que padre e hijo demuestran al saludarse.
B. Para mostrar la sorpresa con que recibe el padre la visita de su hijo.
C. Para representar la vergüenza que siente el hijo al ver a su padre.
D. Para dar cuenta de la emoción que sienten padre e hijo al verse.
E. Para expresar la felicidad que ambos sienten al verse.
El Padre: (Casi cortando, con voz firme). Pues aquí, eso, antes ¡No ocurría! Cierto que en la semana con los turnos y el
cansancio durante el trabajo, poco nos hablábamos. (Se anima) ¡Pero los domingos, eso era sagrado! ¡El Sindicato! Ahí nos
juntábamos. También veíamos lo relacionado con el fútbol porque el fútbol es importante. Se practicaba la amistad. La
camaradería…
A. Nostalgia.
B. Rebeldía.
C. Rencor.
D. Miedo.
E. Rabia.
22. ¿Cuál de los siguientes elementos corresponde a un símbolo de la vida comunitaria en Lota?
A. El nuevo tour de turismo aventura en la mina.
B. Esposas de los ex preparando el "pan de mina".
C. Un ex minero con casco, pero con usada ropa de diario.
D. Un cartel que reza: “Turismo Aventura en el Chiflón del Diablo”.
E. Un panel con una foto de unos turistas con casco que posan sonrientes luego de un tour.
A. Al hijo.
B. Al cielo claro.
C. A los mineros.
D. A la fama de valientes.
Al bus que llevaba a los mineros a Lota.
TEXTO
YERMA
Acto tercero
CUADRO SEGUNDO
Alrededores de una ermita en plena montaña. En primer término, unas ruedas de carro y unas mantas formando una tienda
rústica, donde está Yerma. Entran las Mujeres con ofrendas a la ermita. Vienen descalzas. En la escena está la Vieja alegre
del primer acto.
(Canto a telón corrido)
VIEJA. (Entra Yerma.) ¿Tú? (Yerma está abatida y no habla.) Dime ¿para qué has venido?
YERMA. No sé.
VIEJA. ¿No te convences? ¿Y tu esposo?
(Yerma da muestras de cansancio y de persona a la que una idea fija le oprime la cabeza.)
YERMA. Ahí está.
VIEJA. ¿Qué hace?
YERMA. Bebe. (Pausa. Llevándose las manos a la frente.) ¡Ay!
VIEJA. Ay, ay. Menos ¡ay! y más alma. Antes no he querido decirte, pero ahora, sí.
YERMA. ¡Y qué me vas a decir que ya no sepa!
VIEJA. Lo que ya no se puede callar. Lo que está puesto encima del tejado. La culpa es de tu marido, ¿lo oyes? Me dejaría
cortar las manos. Ni su padre, ni su abuelo, ni su bisabuelo se portaron como hombres de casta. Para tener hijo ha sido
necesario que se junte el cielo con la tierra. Están hechos con saliva. En cambio, tu gente, no. Tienes hermanos y primos a
cien leguas a la redonda. ¡Mira qué maldición ha venido a caer sobre tu hermosura!
YERMA. Una maldición. Un charco de veneno sobre las espigas.
VIEJA. Pero tú tienes pies para marcharte de tu casa.
YERMA. ¿Para marcharme?
VIEJA. Cuando te vi en la romería me dio un vuelco el corazón. Aquí vienen las mujeres a conocer hombres nuevos y el
Santo hace el milagro. Mi hijo está sentado detrás de la ermita esperándote. Mi casa necesita una mujer. Vete con él y
viviremos los tres juntos. Mi hijo sí es de sangre. Como yo. Si entras en mi casa, todavía queda olor de cunas. La ceniza de
tu colcha se te volverá pan y sal para las crías. Anda. No te importe la gente. Y, en cuanto a tu marido, hay en mi casa
entrañas y herramientas para que no cruce siquiera la calle.
YERMA. Calla, calla. ¡Si no es eso! Nunca lo haría. Yo no puedo ir a buscar. ¿Te figuras que puedo conocer otro hombre?
¿Dónde pones mi honra? El agua no se puede volver atrás, ni la luna llena sale a mediodía. Vete. Por el camino que voy
seguiré. ¿Has pensado en serio que yo me pueda doblar a otro hombre? ¿Que yo vaya a pedirle lo que es mío como una
esclava? Conóceme, para que nunca me hables más. Yo no busco.
VIEJA. Cuando se tiene sed, se agradece el agua.
YERMA. Yo soy como un campo seco donde caben arando mil pares de bueyes, y lo que tú me das es un pequeño vaso de
agua de pozo. Lo mío es dolor que ya no está en las carnes.
VIEJA. (Fuerte.) Pues sigue así. Por tu gusto es. Como los cardos del secano. Pinchosa, marchita.
YERMA. (Fuerte.) Marchita sí, ¡ya lo sé! ¡Marchita! No es preciso que me lo refriegues por la boca. No vengas a solazarte,
como los niños pequeños en la agonía de un animalito. Desde que me casé estoy dándole vueltas a esta palabra, pero es la
primera vez que la oigo, la primera vez que me la dicen en la cara. La primera vez que veo que es verdad.
VIEJA. No me das ninguna lástima, ninguna. Yo buscaré otra mujer para mi hijo.
26. ¿Cuál(es) de la(s) siguiente(s) característica(s) del texto dramático pueden encontrarse en el fragmento?
I Parlamentos
II Actores
III Apartes
a) Solo I
b) Solo II
c) Solo III
d) Solo I y II
e) Solo II y III
27. ¿Qué pretende decir Yerma con la frase: “El agua no se puede volver atrás, ni la luna llena sale a mediodía”?
a) No es adecuado soñar con el pasado.
b) Debe ser fiel, a pesar de su infelicidad.
c) La naturaleza es sabia y por algo pasan las cosas.
d) Quiere retroceder en el tiempo para escoger otro marido.
e) Es imposible que abandone a su marido y busque otro hombre.
28. ¿Qué característica del fragmento permite clasificarlo como un texto dramático?
a) Su autor es un conocido dramaturgo.
b) Presenta un drama humano de gran interés para el público.
c) En él predomina el intercambio de la palabra entre personajes.
d) Presenta un conflicto entre personajes con distintas motivaciones.
e) Su escritura está orientada a la representación por parte de actores.
30. ¿Qué función(es) cumple el texto en cursiva que está al comienzo del fragmento?
a) Determina la entrada de personajes.
b) Organiza y articula efectos musicales y de iluminación.
c) Da indicaciones sobre el espacio y la actividad de los actores.
d) Da señas sobre el pasado de los personajes y sus intenciones.
e) Sintetiza el conflicto y presenta a los principales personajes de la obra.