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SIGNIFICA “YO
CREO”
UN ELEVARSE LIBRE
Y DESENCADENADO
DE LAS TENDENCIAS
TERRENAS
SIN INCLINARSE
NUNCA A NINGUNA
DE LAS TIRÁNICAS
DESEMEJANZAS QUE
CARACTERIZAN A
LOS DUROS DE LA
TIERRA
DOMINACIONES
CORO DE ÁNGELES ESTÁN POR ENCIMA
Benignamente y según su capacidad, DE CUALQUIER
reciben la semejanza de Dios Nuestro Señor. SERVIDUMBRE
TERRENAL
ARCÁNGELES
Tienen el mismo orden que los principados celestes. Con los Ángeles,
forman una sola jerarquía y orden. No obstante, como en cada jerarquía,
hay tres poderes: primero, medio y último. El Santo Orden de los Arcángeles
tiene algo de los otros dos, por hallarse entre los extremos.
ÁNGELES
Completan el conjunto jerárquico de las Sagradas Inteligencias.
Constituyen el grado inferior de los Coros Angélicos. Se da el nombre de
“ángeles” a este grupo con preferencia a otros, por cuanto su jerarquía es
la más próxima a nosotros, los humanos, la que nos hace manifiesta la
revelación; y está más cerca del mundo.
Los Ángeles son mensajeros de Dios. Siempre nos traen la alegría y
esperanza en Dios. De ellos podemos aprender a saber servir más que ser
servidos.
Del Santo Evangelio según San Juan 1, 47-51
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí tenéis a un israelita de verdad, en
quien no hay engaño. Le dice Natanael: ¿De qué me conoces? Le respondió Jesús:
Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Le
respondió Natanael: Rabbí, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel. Jesús le
contestó: ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas
mayores. Y le añadió: En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los
Ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.
https://www.youtube.com/watch?v=v6qFCYRQKVA&t=2277s
Nos ayudan con la protección ante el mal, tanto físico como moral.
El Ángel Custodio influye en la imaginación de su protegido/a tanto como
en el del adversario, para evitar a tiempo -y sin que se den cuenta-
incidentes, tentaciones y peligros demasiado graves.
El Ángel Custodio ora por su protegido/a y ofrece junto con él/ella sus
obras buenas a Dios (Tobías 12,12).
Nuestra actitud espiritual hacia los Ángeles Custodios deriva de la doctrina
de la Iglesia.
En cuanto a él, San Bernardo escribe:
Para que nuestra relación personal con el ÁNGEL CUSTODIO sea eficaz,
necesitamos hablar con él, llamarlo, tratarlo como el amigo que es; así,
podrá convertirse en un fiel y poderoso aliado nuestro. Debemos confiar
totalmente en él, pedirle ayuda; además de que nos guía y protege, está
cerquísima de Dios y le puede decir directamente lo que queremos y
necesitamos.
Los Ángeles no pueden conocer nuestros pensamientos ni deseos más
íntimos si nosotros no se los hacemos saber de alguna manera, ya que sólo
Dios conoce exactamente lo que hay dentro de nuestro corazón. Los
Ángeles sólo pueden conocer lo que queremos, intuyéndolo por nuestras
obras, palabras, gestos o actitudes.
También podemos pedirle favores especiales a los Ángeles de la Guarda
de otras personas, para que las protejan de determinado peligro o las
guíen en una situación difícil.
El culto al ÁNGEL CUSTODIO comenzó en la península ibérica y se propagó
luego a otros países. Existe un libro acerca de esta devoción, en Barcelona,
con fecha de 1494.
¿QUÉ NOS ENSEÑAN LOS ÁNGELES?
A glorificar al Señor.
Proclamar Su Santidad y rendirle homenaje de adoración, amor e
ininterrumpida alabanza.
A cumplir con exactitud y prontamente todas las órdenes que reciben
del Señor.
A cumplir la Voluntad de Dios sin discutir Sus órdenes ni aplazar el
cumplimiento de éstas.
A servir al prójimo.
Los Ángeles están preocupados por nosotros.
Quieren ayudarnos en las diversas circunstancias que se nos presentan a
lo largo de nuestra vida.
Esto debe animarnos a servir generosamente a nuestros hermanos y a
compartir con ellos penas y alegrías, y los dones que Dios nos ha dado.
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“Orad sin cesar, para que no caigáis en la tentación”: Jesucristo.
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“El demonio nos acecha en todas partes. Es preciso contar con que, en
cualquier parte, en cualquier estado que nos encontremos, la tentación
nos acompañará” (Santo Cura de Ars, Sermón sobre las tentaciones).
“Nuestro enemigo, el Diablo, nos rodea siempre, tratando de quitarnos la
semilla de La Palabra que ha sido puesta en nosotros” (San Atanasio).
La tentación
“Como general competente que asedia un fortín, el demonio estudia los
puntos flacos del hombre a quien intenta derrotar y lo tienta por su parte
más débil” (Santo Tomás, Sobre el Padrenuestro, I, p.162).
“Sus armas son la astucia, el engaño y la torpeza espiritual; y sus despojos,
los hombres engañados por él” (San Beda, vol. VI, p.30).
“Dos pasos del Diablo; primero, engaña; y después de engañar, intenta
retener en el pecado cometido” (Santo Tomás, Sobre el Padrenuestro, I,
p.163).
“Las tentaciones de Nuestro Señor son también las tentaciones de sus
servidores, de un modo individual. Pero su escala, naturalmente, es
diferente: el demonio no va a ofreceros a vosotros ni a mí todos los reinos
de este mundo. Conoce el mercado, y como buen vendedor ofrece
exactamente lo que calcula que el comprador tomará. Supongo que
pensará, con bastante razón, que la mayor parte de nosotros podemos ser
comprados por 500 mil dólares al año, y una gran parte de nosotros por
mucho menos. Tampoco nos ofrece sus condiciones de modo tan abierto,
sino que sus ofertas vienen envueltas en toda especie de formas plausibles.
Pero si ve la oportunidad, no tarda mucho en señalarnos a vosotros y a mí
cómo podemos conseguir aquello que queremos si aceptamos ser infieles
a nosotros mismos y a Dios, y en muchas ocasiones si aceptamos ser infieles
a nuestra Iglesia Católica” (R. A. Knox, Sermones pastorales, p.79).
“¿Qué no hará a los pobres mortales el que tuvo la osadía de asaltar, con
testimonios de la Escritura, al mismo Señor de la majestad?” (San Vicente
de Lerins, Conmonitorio, n.26).
San Agustín dice, para consolarnos, que el demonio es “un gran perro
encadenado, que acosa, que mete mucho ruido, pero que solamente
muerde a quienes se le acercan demasiado”.
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Sobre el diablo
https://www.youtube.com/watch?v=m4oZZhpMXP4
Cristo es su creador
En el antiguo judaísmo, había mucha especulación en cuanto a los
ángeles y demasiada preocupación por ellos, incluso los adoraban.
Para los cristianos, el intermediario entre Dios y nosotros es Cristo, no son los
ángeles: es sobre Él que los ángeles ascienden y descienden (Juan 1,51).
Los ángeles anunciaron el nacimiento del Salvador (Lucas 2, 8-14), no son
el Salvador.
El Nuevo Testamento prohíbe su adoración (Ap. 19, 10, 22, 8-9; Col 2,18).
San Pablo nos recuerda que son solamente criaturas (Col. 1,16) y que Cristo
es el centro de nuestra fe; Él está encima de ellos (Heb. 1, 4-6; Ef. 1,21).
Los ángeles adoran a Cristo (Heb. 1,6; Ef. 1, 22-23).
La doctrina de la Iglesia Católica enseña que los ángeles son criaturas
invisibles, personas finitas que no se ajustan al ámbito de los sentidos; son
espíritus dotados de inteligencia y voluntad en estado puro, que
relacionan con el mundo material. Por su naturaleza, son superiores a todas
las demás criaturas, incluso a los hombres, y poseen intelecto, voluntad y
poder superior (2 Pedro 2,12). Entienden las cosas de manera
completamente distinta a los hombres. Sin las limitaciones materiales que
tienen los hombres, ellos captan la verdad total y completa de un asunto,
ven su principio y todas las consecuencias y los aspectos al mismo tiempo.
A pesar de esto, no son omnipotentes como Dios. Su poder y conocimiento
tienen límites (Dan. 10,13; Mt. 24,36; 1Ped. 1,12).
En cuanto a su naturaleza, los ángeles son espíritus. Son llamados ángeles
por su función. No son iguales a los espíritus de los difuntos (los santos),
anteriormente éstos eran hombres/mujeres de carne y hueso, los ángeles
jamás fueron hombres ni criaturas terrenales.
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--CONSEJOS DE UN SANTO—
San Bernardo [año 1010] hizo un sermón muy célebre acerca del ÁNGEL
DE LA GUARDA, con estas tres frases: