Sie sind auf Seite 1von 8

WALTER BULACIO: - Los hechos del presente caso se iniciaron el 19 de abril de

1991, cuando la Policía Federal Argentina realizó una detención masiva de más de
ochenta personas en la ciudad de Buenos Aires. Entre los detenidos se encontraba
Walter David Bulacio, de 17 años de edad.
- Luego de su detención, fue trasladado a una comisaría donde fue golpeado en
numerosas ocasiones por agentes policiales. Después de haber sido liberado, tuvo que
ser ingesado a un hospital. El 26 de abril de 1991 Walter David Bulacio falleció.
DERECHO VIOLADOS: a. El derecho a la libertad personal, consagrado en el artículo 7 de
la Convención Americana, en perjuicio de Walter David Bulacio, quien fue detenido por
la policía de manera ilegal y arbitraria dentro de un operativo de razzia.

b. El derecho a la integridad personal, consagrado en el artículo 5 de la Convención


Americana.

c. El derecho a la vida, consagrado en el artículo 4 de la Convención Americana.

d. El derecho a la protección judicial y a las garantías judiciales, consagrado en los


artículos 8 y 25 de la Convención Americana, en perjuicio de Walter David Bulacio, al
no haber informado al juez de menores inmediatamente de la detención.

e. El derecho a las medidas especiales de protección a favor de los menores,


consagradas en el artículo 19 de la Convención Americana, que no fueron adoptadas a
favor de Walter David Bulacio, como menor de edad.

Otras formas de reparación.

Consideraciones de la Corte

109. La Corte a continuación analizará las otras formas de reparación a la luz del
reconocimiento de responsabilidad internacional del Estado de los artículos 1, 2, 4, 5, 7,
19, 8 y 25 de la Convención Americana, en los siguientes acápites: A) Investigación y
Sanción de los Responsables, B) Garantía de no repetición de los hechos lesivos y C)
Adecuación de la normativa interna a la normativa de la Convención Americana. A)
Investigación y Sanción de los Responsables

Como lo ha señalado en ocasiones anteriores, esta Corte reconoce la existencia


de la facultad, e incluso, la obligación del Estado de “garantizar su seguridad y
mantener el orden público”77. Sin embargo, el poder estatal en esta materia no es
ilimitado; su actuación está condicionada por el respeto a los derechos fundamentales de
los individuos que se encuentren bajo su jurisdicción y a la observación de los
procedimientos conforme a Derecho78.
. Por otra parte, el detenido tiene también el derecho a notificar a una tercera persona
que está bajo custodia del Estado. Esta notificación se hará, por ejemplo, a un familiar, a
un abogado y/o a su cónsul, según corresponda.

. Los detenidos deben contar con revisión y atención médica preferentemente a cargo de
un facultativo elegido por ellos mismos o por quienes ejercen su representación o
custodia legal. Los resultados de cualquier examen médico que ordenen las autoridades
– y que no debe ser practicado en presencia de las autoridades policiales- deben ser
entregados al juez, al detenido y a su abogado, o bien, a éste y a quien ejerza la custodia
o representación del menor conforme a la ley.

. Los establecimientos de detención policial deben cumplir ciertos estándares mínimos.

136. Para salvaguardar los derechos de los niños detenidos, especialmente su derecho a
la integridad personal, es indispensable que se les separe de los detenidos adultos. Y,
como lo estableciera este Tribunal, las personas encargadas de los centros de detención
de niños infractores o procesados deben estar debidamente capacitadas para el
desempeño de su cometido99. Finalmente, el derecho de los detenidos de establecer
comunicación con terceros, que les brindan o brindarán asistencia y defensa, se
corresponde con la obligación de los agentes estatales de comunicar inmediatamente la
detención del menor a esas personas, aún cuando éste no lo haya solicitado.

RESUELVE: 4. el Estado debe proseguir y concluir la investigación del conjunto de los


hechos de este caso y sancionar a los responsables de los mismos.

121 de la presente Sentencia.

5. el Estado debe garantizar que no se repitan hechos como los del presente caso,
adoptando las medidas legislativas y de cualquier otra índole.

. el Estado debe pagar la cantidad total de US$124.000,00 (ciento veinticuatro mil


dólares de los Estados Unidos de América).

Análisis del fallo “Núñez”15

La causa “Núñez” refiere a joven tucumano detenido el 5 de enero del 2004 por la policía
provincial por haber alterado la tranquilidad en la vía pública, en infracción a lo dispuesto por
el art. 15, inc. 4°, de la ley provincial 5140, quedando a disposición del Jefe de Policía provincial
en su carácter de Juez de Faltas.- Según el sumario policial el acto de alterar la tranquilidad en
la vía publica se produce por una discusión sobre fútbol del joven detenido con unos amigos,
en la cual perdió el control y comenzó a insultar a todos en forma exaltada, como así también
al personal policial que intentaba calmarlo. Es así que dos días después, el 7 de enero de 2004,
el Jefe de Policía de Tucumán dicta una resolución en la cual "valorando los elementos de
juicio reunidos por la instrucción policial, más el propio reconocimiento del causante" en
cuanto a haber alterado el orden y la tranquilidad pública mediante gritos e insultos, impone a
Núñez la pena de seis días de arresto o seis días-multa. Pasadas las 48 horas de detención y
con resolución condenatoria del Jefe de Policía, Núñez recupera la libertad al apelar la
resolución policial "por considerarla totalmente anticonstitucional", afirmando que se limitó a
firmar todos los escritos que le dio la policía, que desconocía sus derechos, que los mismo no
le fueron comunicados y que tampoco le permitieron hablar o ser asistido por un abogado
defensor.- Es dable destacar que la apelación y su posterior fundamentación y solicitud de
inconstitucionalidad estuvo a cargo de andhes.

Al entender en grado de apelación el Juez de Instrucción manifestó que el régimen


contravencional tucumano es incompatible con principios básicos de la Constitución Nacional y
la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En particular destacó que el Jefe de
Policía, que instruye y sanciona la contravención, no satisface la garantía de "juez imparcial" y
que el procedimiento no asegura la inviolabilidad de la defensa.

Por otro lado, con relación al derecho a la libertad, expresó que no existe ni está previsto un
control judicial de la detención y dicho control, en los casos de flagrancia, no se produce sino
hasta 48 horas después de la detención (término previsto para que el Jefe de Policía resuelva
su situación), y ello, sólo en el caso de que efectivamente se interponga recurso de apelación.
Sobre esa base, concluyó que el régimen impugnado viola el derecho a la libertad, por no
mediar orden escrita de autoridad competente y por no ser presentada inmediatamente la
persona detenida ante un juez.

Al resolver la cuestión planteada la Corte Suprema de Justicia de Tucumán entendió que


resulta improcedente la declaración de invalidez total del régimen contravencional dispuesta
por el juez de instrucción, en tanto la declaración de inconstitucionalidad sólo corresponde
respecto de una afectación a un interés concreto de la parte. En relación a la potestad
provincial de ejercer el poder de policía contravencional expresó que según jurisprudencia de
la Corte Suprema de la Nación, se autoriza tales procedimientos en tanto exista la posibilidad
de revisión judicial posterior (más adelante veremos la posición de la CSJN al respecto). Según
el supremo Tribunal provincial de Justicia , el trámite del procedimiento de apelación, al ser
cumplido ante los jueces de instrucción hasta tanto se creen los juzgados contravencionales,
satisface el control judicial suficiente para garantizar la defensa en juicio.

La CSJN entendió en relación al control judicial del recurso de apelación que un recurso judicial
que no permita un control efectivo de las sanciones de naturaleza penal que importan
privación de libertad no está en condiciones de cumplir el cometido de control judicial
suficiente al que se viene aludiendo. En relación a ello cuestionó lo manifestado por la Corte
provincial en su resolución al sostener que una detención preventiva de 48 horas, producida
en el marco de un procedimiento contravencional tramitado ante la autoridad policial y sin
intervención judicial ni notificación necesaria a terceros no puede ser legitimada sin más ni
más. Sostuvo que el Estado está obligado a crear las condiciones para que cualquier recurso en
favor del detenido pueda tener resultados efectivos. A tal fin, un recurso de apelación que
debe ser presentado ante la autoridad policial en el término de tres días, fundamentado en el
mismo acto, bajo apercibimiento de no tenérselo por interpuesto o de establecer su
inadmisiblidad, sin haber contado -en el caso- con asistencia letrada, en modo alguno puede
ser calificado ex ante como "efectivo".- Sobre la inviolabilidad de la defensa en juicio en los
procedimientos administrativos expresó que resulta constitucionalmente imperativo que la
autoridad policial asegure la intervención de un letrado a fin de otorgar al contraventor la
ocasión de interponer oportunamente el recurso pertinente. Al respecto analiza que en el
momento de la declaración de Núñez, y luego de que se le hicieran conocer sus derechos
procesales, el mismo habría manifestado su voluntad de declarar sin defensor y habría
confesado la comisión de la contravención imputada. La validez de esa renuncia al
asesoramiento letrado, sostiene, producida como detenido en una comisaría, no puede ser
admitida en forma irrestricta, más aún cuando dicha manifestación de voluntad proviene de
un menor de edad a la fecha de su detención que presumiblemente

17

no conoce sus derechos, o bien, no está en condiciones de reclamar por ellos. En este sentido
citó el caso "Bulacio vs. Argentina", sentencia Corte Interamericana de Derechos Humanos, del
18/9/2003, '' 124 - 130 y reafirmó que el deber de asegurar el efectivo ejercicio de los
derechos recae sobre la propia autoridad estatal, siendo ella quien debe, asimismo, controlar
las condiciones en que se produce la custodia de los detenidos en vista de su particular
situación de vulnerabilidad (cf. Tribunal Europeo de Derechos Humanos, mutatis mutandis,
"Tomasi vs. Francia"

Contextualización

En virtud de la aplicación de la ley N° 5140 de Contravenciones Policiales, en la actualidad la


policía tucumana puede detener a cualquier persona que “considere” que está cometiendo
una falta contravencional.-

Ahora bien, desde un punto de vista formal y dando sustento a lo señalado, la ley Nº 5140
realiza una enumeración extensísima sobre las conductas contravencionales punibles. El
encuadre fáctico de éstas —presupuesto de hecho que contempla la norma— es sumamente
amplio y flexible, carente de todo rasgo de tipicidad y sujeto de esta forma a la
discrecionalidad absoluta del agente policial.- Por otro lado, tampoco se encuentra regulado
en la norma analizada, el trámite que debe seguir la policía al momento de la instrucción del
sumario contravencional respectivo, como tampoco cuáles son las funciones genéricas y
específicas que les asisten a las fuerzas de seguridad en esos casos; cuáles son sus
obligaciones, límites y necesarios contralores. Menos aún, los derechos y defensas de los
presuntos contraventores.

Para una mayor comprensión, cabe señalar que la cuestionada Ley de Contravenciones
tucumana comienza estableciendo que el mismo órgano administrativo que detiene, investiga,
juzga y por último concede o no el recurso de apelación, sea el Jefe de Policía de Tucumán.
Agrava el cuadro el hecho de que este procedimiento contravencional se realiza sin ningún
tipo de control judicial inmediato: éste surgirá recién en grado de apelación y con la persona
privada de su libertad durante la organización previa del sumario contravencional.-
1.- Violación a la libertad personal por no mediar orden escrita de autoridad competente, ni
probadas causas de flagrancia.

2.- Violación a la libertad personal por no ser llevada la persona detenida en forma inmediata
ante presencia judicial.

3.- El debido proceso como derecho humano.

4.- Violaciones al debido proceso: Derecho a ser juzgado por un juez competente,
independiente e imparcial.

5.- Violaciones al debido proceso: Derecho a una legítima defensa. El procedimiento por el cual
se determina la calidad de una persona como “contraventora” atenta claramente con el
principio constitucional del “libre contradictorio”, base del derecho a la debida defensa en
juicio de la persona y sus derechos (art. 18 CN).- En Tucumán, el supuesto contraventor/a
detenido/a en ningún caso conoce qué derechos lo asisten o las pruebas que hay en su contra
y ninguna participación tiene que le permita desvirtuar las mismas, en caso de que realmente
existan pruebas: la policía sólo se limita a detenerlo, encerrarlo en una celda por 48 horas para
luego (en la gran mayoría de los casos) condenarlo al pago de una multa o a sufrir un nuevo
arresto.

6.- Violaciones al debido proceso: Derecho a una legítima defensa: derecho a ser oído.

7.- Violaciones al debido proceso: Derecho a la legítima defensa: derecho a no ser


incomunicado.

8.- Violaciones al debido proceso: Derecho a la legítima defensa: derecho a tener asistencia
letrada.

9.- Violaciones al debido proceso: Derecho a la legítima defensa: derecho a un recurso idóneo
y eficaz.

FALLO LOPEZ AVILA:

4.1. Hábeas corpus correctivo colectivo. La acción deducida en autos fue creada
pretorianamente por la CSJN en el célebre caso "Verbitsky, Horacio", del 03/5/2015 (Fallos,
328:1146). En ese sentido se dijo: “Sobre la procedencia del Hábeas Corpus Colectivo, en casos
similares al que nos ocupa, la Corte Suprema de Justicia de la Nación interpretando el artículo
43 de la Constitución Nacional, ha sostenido: “Que es menester introducirnos en la cuestión
mediante el estudio de la cláusula constitucional en crisis, a fin de especificar el alcance de lo
allí dispuesto, esto es, si sólo se le reconoce al amparo strictu sensu la aptitud procesal
suficiente para obtener una protección judicial efectiva de los derechos de incidencia colectiva,
o si, por el contrario, se admite la posibilidad de hacerlo mediante la acción promovida en el
sub judice (hábeas corpus). Que pese a que la Constitución no menciona en forma expresa el
hábeas corpus como instrumento deducible también en forma colectiva, tratándose de
pretensiones como las esgrimidas por el recurrente, es lógico suponer que si se reconoce la
tutela colectiva de los derechos citados en el párrafo segundo, con igual o mayor razón la
Constitución otorga las mismas herramientas a un bien jurídico de valor prioritario y del que se
ocupa en especial, no precisamente para reducir o acotar su tutela sino para privilegiarla. Que
debido a la condición de los sujetos afectados y a la categoría del derecho infringido, la
defensa de derechos de incidencia colectiva puede tener lugar más allá del nomen juris
específico de la acción intentada, conforme lo sostenido reiteradamente por esta Corte en
materia de interpretación jurídica, en el sentido de que debe tenerse en cuenta, además de la
letra de la norma, la finalidad perseguida y la dinámica de la realidad (Fallos: 312:2192,
disidencia del juez Petracchi; 320:875, entre otros)' -CSJN, 'Verbitsky, Horacio

s/ Habeas Corpus', voto de la mayoría de la Corte, considerandos 15, 16 y 17. En el mismo


sentido, disidencia parcial del juez Fayt, considerandos 14, 15 y 16, y disidencia parcial de la
jueza Argibay, primer párrafo, que adhiere -entre otros- a los considerandos 15, 16 y 17 de la
mayoría-, citado en la nota a fallo titulada: 'El caso 'Verbitsky': ¿Nuevos rumbos en el control
judicial de la actividad de los poderes políticos?' de Christian Courtis, Publicado en Nueva
Doctrina Penal 2005/B, págs. 546 y 547” (Cámara Penal de la Circunscripción Judicial de
Comodoro Rivadavia (Chubut) “Ministerio de la Defensa Pública s/ Incidente de Hábeas Corpus
Correctivo - Expte. Nº 10/06”, sentencia del 08/3/2006). Cabe recordar que en “Verbitsky” la
acción “fue deducida por una persona jurídica (Centro de Estudios Legales y Sociales) a favor
de un número muy amplio de detenidos. El Alto Tribunal, proyectando la figura del amparo
colectivo del art. 43, segundo párrafo de la CN, calificó dicha causa como “hábeas corpus
colectivo, con el argumento de que pese a que la CN no menciona en forma expresa el hábeas
corpus como instrumento deducible en forma colectiva, tratándose de una pretensión
esgrimida a favor de la totalidad de los detenidos en establecimientos policiales y/o comisarías
superpobladas de la Provincia de Buenos Aires –en el caso, por estar en riesgo su salud y su
vida debido a las condiciones de higiene–, es lógico suponer que si se reconoce la tutela
colectiva de los derechos citados en el párrafo segundo del art. 43 CN, con igual o mayor razón
la Carta Magna otorga las mismas herramientas a un bien jurídico de valor prioritario y del que
se ocupa en especial, no precisamente para reducir o acotar su tutela sino para privilegiarla.
Los derechos comprometidos son individuales de todos los detenidos en establecimientos
policiales y/o comisarías de la Provincia de Buenos Aires y siendo común la causa de la
afectación denunciada, integran la categoría de individuales homogéneos. Ello, sin perder de
vista, que en esa causa, lo resaltó el Presidente del Máximo Tribunal, había un bien colectivo
que es el sistema carcelario como tal” (Cfr. Sbdar, Claudia B., “Juicio de amparo colectivo”,
Hammubrabi, Buenos Aires, 2013, pág. 360). En efecto, el Dr. Lorenzetti sostuvo: “El tema
cárceles es muy importante. De hecho, recibimos peticiones colectivas generalmente referidas
a la situación de los detenidos”. En puntual referencia a la causa “Verbitsky”, dijo que en ella
los miembros de la CSJN entendieron que además había un bien colectivo que es el sistema
carcelario como tal (Cfr. Reportaje a Ricardo Lorenzetti, “Los tribunales constitucionales tienen
que tomar en cuenta las consecuencias de sus decisiones”, en Diariojudicial.com del
13/3/2007). En el mencionado proceso “la acción tramitó por un proceso colectivo y la
sentencia estimatoria del hábeas corpus, consecuentemente extiende sus efectos a todos la
pluralidad de sujetos indeterminados que conforman la clase o el grupo afectado. El objeto es
individual pero la decisión que se adopta afecta a una pluralidad de personas toda vez que el
reclamo termina con una

sentencia que contiene un mandato al Congreso y al Poder Ejecutivo para que,


respectivamente, modifiquen la legislación pertinente y las condiciones de la detención” (Cfr.
Sbdar, op. cit. pág. 361). De resultas del fallo “Verbitsky”, entonces, se puede afirmar que “la
acción de hábeas corpus colectivo tiene jerarquía constitucional y es aquella que tiene como
finalidad la tutela de la libertad física o los derechos fundamentales de las personas privadas
de libertad, cuando la afectación abarcara a un número determinado o indeterminado de
personas” (Cfr. Basterra, Marcela I., LA LEY, Sup. Derecho Constitucional, 25/7/2005, p. 34). 4

2. Los Dres. López Ávila y Giannonni interpusieron “acción de habeas corpus correctivo
colectivo (Art. 43 C.N. y 32 C.P.C.) a favor de todas las personas privadas de su libertad y
alojadas en dependencias policiales, como así mismo [sic] a favor del personal policial de
custodia de los mismos” (fs. 1/2). El 29/6/2015 el Juez de Instrucción de la Iª Nominación se
declaró incompetente “para intervenir en estos actuados” considerando que “atento la
gravedad de lo denunciado, alcances institucionales de los mismos, siendo supuestos actos
lesivos dependientes del Poder Ejecutivo Provincial, garante de la prestación del servicio de
seguridad y también de custodia del sistema carcelario” es competente esta Corte “en virtud
de lo determinado por el artículo 4º de la ley 6.944 segunda parte”. Elevó así la causa “a la
Excma. Cámara de Apelaciones a los fines previstos por el Art.15 CPCP” (fs. 4). El 30/6/2015 el
referido Tribunal compartió el criterio sostenido por el Juez de Instrucción de la Iª Nominación,
elevando la causa a esta Corte el mismo día (fs. 5). Mediante decreto de Presidencia el
01/7/2015 se tuvo “por interpuesto recurso de hábeas corpus correctivo” por los Dres. López
Ávila y Giannonni y se libró oficio “al señor Gobernador de la Provincia de Tucumán, para que
en el término de 24 horas -artículo 37 Ley 6944- produzca el informe previsto en el art. 21 de
la misma ley,

LEY 6944

Art. 32.- Procedencia. El Hábeas Corpus garantiza el derecho a la libertad ambulatoria y a la


integridad física de la persona y procede contra acto, omisión o hecho arbitrarios e ilegítimos
que importen: 1. Privación, amenaza o limitación actual a dichos derechos, sin orden escrita de
Juez competente, aún cuando provengan de autoridad de cualquier orden, incluso judicial;
salvo el caso de "in fraganti" en que todo delincuente puede ser arrestado por cualquier
persona y conducido de inmediato a presencia del Juez. 2. Demora en ser conducido de
inmediato a presencia del Juez en los casos de delincuentes detenidos "in fraganti" por
cualquier persona. 3. Restricción ilegítima al derecho de entrar, transitar y salir libremente del
territorio argentino. 4. Agravamiento ilegítimo de la forma y condiciones en que se cumple la
privación de la libertad física, sin perjuicio de las facultades propias del Juez del proceso, si lo
hubiere. 5. Exceso del plazo legal de la condena o del plazo de veinticuatro (24) horas de
detención sin haberse dado aviso al Juez competente y haber puesto al arrestado a su

disposición, con los antecedentes del hecho que motive el arresto. 6. Ilegitimidad de la
incomunicación del detenido o exceso de las condiciones establecidas por la ley o del plazo de
tres (3) días de incomunicación fijado por el artículo 34 de la Constitución Provincial. 7. Cuando
la causa que motiva la detención no está tipificada y penada en ley vigente al momento del
hecho.
Art. 33.- Competencia. Son competentes para entender en los Hábeas Corpus los Jueces de
Instrucción, según las reglas que establecen su jurisdicción territorial.

ART. 43 DE LA CONSTITUCION NACIONAL: Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado


o amenazado fuera la libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o
condiciones de detención, o en el de desaparición forzada de personas, la acción de hábeas
corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá
de inmediato, aun durante la vigencia del estado de sitio.

5-6-7-8-11-12-13-17

UNIDAD 4: TEXTO KEMELMAJER: En Argentina, la Corte Federal respondió positivamente en el


famoso caso “Santa Coloma c/ Ferrocarriles”. El Tribunal dijo expresamente que el principio
constitucional de no dañar a otro tiene rango constitucional y fundó su aserto en la siguiente
razón: la afirmación preserva la seguridad jurídica, porque puedo tener muchos derechos, pero
si otro los ataca y no está ínsito en el ordenamiento que quien sufre el daño debe ser
reparado, esos derechos no están asegurados y, consecuentemente, no son tales. ¿Qué es la
seguridad jurídica? Es la garantía de que la violación de un derecho tendrá respuesta por parte
del Estado. Si esa respuesta no existe, si la violación del derecho no genera reacción del
ordenamiento jurídico, quiere decir que no hay seguridad. La reparación del daño es la
consecuencia de la violación de un derecho amparado. Por eso, reparando se asegura el
derecho de propiedad (entendido éste en el sentido amplio que la Corte da al derecho de
propiedad). La reparación es también la respuesta al valor justicia y, en términos más
modernos, el respeto a los derechos humanos. En este verdadero leading case, la Corte
también invocó la existencia de un fondo “común” legislativo: un principio existente en todos
los países que pertenecen a la misma cultura jurídica que impone que un daño ilegítimamente
causado sea reparado.

Das könnte Ihnen auch gefallen