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EVALUACION DE LA
SOLVENCIA
Indice de contenidos
0. Objetivos ................................................................................................................. 3
1. Factores determinantes del nivel de riesgo ............................................................. 3
Riesgo de crédito ................................................................................................ 3
Riesgo jurídico .................................................................................................... 4
Riesgo operativo ................................................................................................. 5
2. Fases del riesgo de particulares............................................................................ 12
Evaluación ........................................................................................................ 12
Formalización.................................................................................................... 13
Seguimiento ...................................................................................................... 13
3. Criterios de valoración del riesgo .......................................................................... 14
Seguridad ......................................................................................................... 14
Liquidez ............................................................................................................ 14
Rentabilidad ...................................................................................................... 15
4. Puntos clave de la decisión ................................................................................... 16
5. Fuentes de información ......................................................................................... 17
6. La Central Informativa de Riesgos del Banco de España (CIRBE) ....................... 19
Los riesgos declarables .................................................................................... 22
Clasificación de los riesgos declarables ........................................................... 23
Personas declarables ....................................................................................... 24
7. Análisis de la información ...................................................................................... 29
8. Determinación del grado de solvencia del cliente ................................................. 30
9. Análisis de las garantías........................................................................................ 31
A. Garantías reales ........................................................................................... 31
B. Garantías personales ................................................................................... 34
C. Garantías pignoraticias con activos financieros ........................................... 35
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0. Objetivos
Proporcionar un conocimiento adecuado del proceso de evaluación de la solvencia de
los potenciales prestatarios o, si ha lugar, competencia en la evaluación de la
solvencia de estos, haciendo especial énfasis en los conocimientos necesarios para
valorar adecuadamente los informes de riesgo que emite la Central de Información de
Riesgos del Banco de España.
En este sentido, siempre existe la posibilidad de sufrir la pérdida parcial o total del
importe prestado o en su caso garantizado.
Riesgo de crédito
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La pérdida esperada
La pérdida esperada en una transacción es la esperanza matemática del posible
quebranto. Generalmente, suele calcularse como el producto de tres parámetros: la
probabilidad de incumplimiento, es decir, la probabilidad de que el deudor no cumpla
con sus obligaciones, la exposición en riesgo, o tamaño de la deuda y la pérdida en
caso de incumplimiento, que es una estimación de la parte que realmente se pierde
en caso de incumplimiento tras ejecutarse las garantías, etc.
El marco regulatorio de los acuerdos conocidos como Basilea, por ser la ciudad suiza
residencia del Banco Internacional de Pagos (BIS) que elaboró dichos acuerdos,
establecen las normas para estimar el tamaño necesario para tener un volumen de
patrimonio neto adecuado. En estos momentos, febrero de 2014, nos hallamos en
plena fase de aplicación del acuerdo Basilea III, plasmado en el reglamento de la
Unión Europea CRR IV 575/2013 y en la Directiva CRD IV 2013/36/UE objeto de
trasposición a nuestro ordenamiento jurídico.
Riesgo jurídico
Siguiendo al Comité de Supervisión Bancaria del BIS, éste define el riesgo legal como
“la posibilidad de ser sancionado, multado u obligado a pagar daños punitivos como
resultado de acciones supervisoras o de acuerdos privados entre las partes”.
Podríamos ampliar esta definición y concluir que el riesgo jurídico es la posible
pérdida debida al incumplimiento de las normas jurídicas y administrativas
aplicables, a la emisión de resoluciones administrativas o judiciales
desfavorables y a la aplicación de sanciones con relación a las operaciones.
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A. En primer lugar, es obvio que todos los negocios de una empresa están
expuestos al riesgo jurídico.
En función de las causas que lo originan el riesgo jurídico se puede clasificar en tres
grandes tipos:
La capacidad no es otra cosa sino, la aptitud jurídica que tiene una persona par
adquirir derechos y contraer obligaciones, y es evidente y fundamental que,
para poder celebrar un contrato toda persona debe tener capacidad para
contratar, o sea, aptitud para obligarse y para adquirir derechos y bienes en
virtud de tales actos. En nuestro caso capacidad para obligarse crediticiamente.
Riesgo operativo
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Aunque pueda parecer un contrasentido, la definición de riesgo operativo u
operacional ha ido gestándose a través de la definición de otros riesgos.
Sin embargo, existen múltiples ejemplos recientes y no tan recientes en los cuales
entidades financieras incurren en pérdidas descomunales por la incapacidad de los
sistemas del banco de descubrir que ciertos empleados del banco estaban falseando
información, desde entonces especial importancia el riesgo operacional.
• Posición competitiva
• Fuentes de fondos
• Segmentos de mercado atendido
• Dependencia de pocos clientes
• Construcción del margen financiero
• Cambios tecnológicos
• Aparición de nuevos competidores
• Incursión en nuevos proyectos
• Y en general, factores del entorno que podrían afectar negativamente a la
entidad
El riesgo operacional es, según la definición del propio comité de Basilea, el riesgo
de incurrir en pérdidas económicas derivadas de procesos internos inadecuados o
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fallidos (por error humano o de sistemas), así como aquel riesgo de pérdidas derivadas
de factores externos. En este sentido, las pérdidas ocasionadas por el coste de
oportunidad, es decir, lo que dejamos de ganar por hacer mal un proceso, escoger
mal las personas, etc., no es considerado riesgo operacional.
• Procesos
• Personas
• Sistemas
• Eventos externos
.
El riesgo operacional no es algo nuevo, ni tampoco es exclusivo de las entidades
financieras, ya que es un riesgo intrínseco a todas las actividades y procesos de
cualquier empresa de cualquier sector, y siempre ha sido gestionado.
En los últimos años, ha habido un intento de definirlo con la mayor precisión posible y
situarlo en relación a los otros tipos de riesgos, habiéndose desarrollado metodologías
para identificarlo y medirlo. En este proceso han sido importantes la exigencia de
mayor capital regulatorio a las entidades financieras para hacer frente a sus efectos
adversos y los cambios del entorno de los negocios, de la competencia, de las
tecnologías y de las actividades delictivas que originan nuevas modalidades de riesgo
operativo.
Las causas de las pérdidas sufridas por riesgo operacional pueden ser muy diversa y
los eventos que las generan pueden ocurrir en:
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Podemos clasificar las distintas fuentes de riesgo operacional en las siguientes:
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Un aspecto interesante en el tratamiento del riesgo operativo consiste en determinar
el nivel de riesgo en función de la probabilidad o frecuencia de ocurrencia y la
severidad de la misma, es decir el daño que produce su ocurrencia. Para ello puede
ser interesante el siguiente cuadro:
• Plazo
• Importe
• Modalidad
• Finalidad
• Garantías
PLAZO GARANTÍAS
Factores
determinantes del
nivel de Riesgo
Ejemplo
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Si un cliente solo tiene capacidad de devolución de un préstamo por 300 € mensuales
y la operación debe formalizarse a 5 años, si se aprueba la operación por menos plazo,
el riesgo se incrementará al superar la amortización mensual su capacidad de
devolución.
Importe – El importe debe ser proporcional a la solvencia del cliente, las entidades
financieras no deben aprobar de entrada, cifras superiores a las concedidas por otras
entidades con mayor experiencia y conocimiento del cliente.
Es adecuado no financiar el 100% de las inversiones, el cliente debe aportar una parte
proporcional de las mismas con recursos propios.
Ejemplo
Financiar negocios especulativos, negocios poco claros, negocios con poca viabilidad
o mal enfocados de entrada, negocios de mala reputación, negocios con antecedentes
negativos o negocios gestionados por personas con incompetencia contrastada, no
cumplen los requisitos de seguridad.
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Garantías – Las garantías supondrán una seguridad adicional en el caso de los
supuestos empleados en el análisis de la operación se incumplan por diversas causas.
Ver capítulo posterior respecto a las garantías.
“Recuerde que”
• Recuerde que podemos definir el riesgo de crédito como la posible pérdida que
asume un agente económico como consecuencia del incumplimiento de las
obligaciones contractuales que incumben a las contrapartes con las que se
relaciona.
• Recuerde que podemos clasificar las distintas fuentes de riesgo operacional en las
siguientes: fraude interno, fraude externo, relaciones laborales y seguridad en el
puesto de trabajo, prácticas con clientes, productos y negocios, daños a activos
materiales, incidencias en el negocio, fallos en los sistemas, y ejecución, entrega y
gestión de procesos.
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2. Fases del riesgo de particulares
El factor riesgo existe en diversos momentos claves durante la fase de relación con el
cliente, y solo se extingue una vez reembolsada totalmente la operación.
ESTUDIO DE LA
OPERACIÓN
Seguimiento de la operación
Seguimiento del cliente
Utilización de las señales de alerta
Evaluación
Evaluar una operación de riesgo significa determinar las posibilidades que hay de
recuperar la inversión. El riesgo siempre se conoce de forma aproximada, nunca con
exactitud. Para valorarlo se debe reunir la información relacionada con el solicitante el
cónyuge, su patrimonio, su negocio, etc.
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En conclusión, al realizar el estudio de las operaciones, cada entidad financiera aplica
sus criterios de riesgo, utilizando los métodos de análisis que estime oportuno en lo
que concierne a los aspectos cualitativos y cuantitativos del cliente, para determinar
el riesgo de la operación y la capacidad de reembolso del mismo.
Por otro lado, hemos dicho que el riesgo de una operación de crédito de llevarse a
cabo, no termina hasta su completo reembolso. Señalemos algunos aspectos
relacionados con la formalización y el seguimiento del riesgo hasta su cancelación.
Formalización
Las condiciones deben ser admitidas por el cliente en todo su contenido, intentando
comunicárselas antes de la firma de la documentación ante Notario o Fedatario
público, a fin de evitar malas interpretaciones, situaciones incómodas y en definitiva
mal comienzo de la relación ante la presencia de personas ajenas a la negociación
inicial.
Seguimiento
Durante la vida de la operación la entidad financiera debe realizar el oportuno
seguimiento de la misma y del cliente a fin de que se cumplan las previsiones
contempladas en el análisis.
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3. Criterios de valoración del riesgo
A fin de analizar las operaciones con la mayor objetividad, deberán tenerse en cuenta
los siguientes criterios:
Seguridad
Debe valorarse en primer lugar, la capacidad de devolución del préstamo, por parte
del prestatario, al margen de las garantías presentadas, que solamente deben servir
de complemento y de apoyo, y nunca deben ser la base de la concesión.
Punto clave para la decisión del riesgo es el conocimiento y la seriedad del cliente en
los aspectos de:
• Profesionalidad
• Antecedentes
• Racionalidad
• Prudencia
• Apoyo al negocio
Liquidez
Cuanto más a corto plazo sean las inversiones con clientes, se obtendrán mejores
rentabilidades, y sobre todo no se correrá el riesgo adicional de la variación constante
del mercado de los tipos de interés.
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Las entidades financieras, actualmente están asegurando este riesgo de rentabilidad
aplicando fórmulas de aplicación de intereses variables.
Rentabilidad
A señalar lo siguiente:
• El cliente cada vez es más sensible al coste de las operaciones, por lo que una
rentabilidad excesivamente elevada admitida por el cliente será un síntoma
negativo en el aspecto de SEGURIDAD, que es el principio básico del riesgo.
SEGURIDAD DIVERSIFICACION
CRITERIOS
DE
VALORACION
DE RIESGOS
“RIESGO DE
LIQUIDEZ INTERESES” RENTABILIDAD
• RECUPERACIÓN EN PLAZO • COBERTURAS DE COSTES
TRANSMISIÓN DEUDA • VINCULACIÓN DE CLIENTES
MERCADOS SECUNDARIOS EQUIVALENTE AL RIESGO ASUMIDO
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4. Puntos clave de la decisión
Resumiendo en cuatro puntos clave de la decisión de riesgos podemos decir que estos
son.
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5. Fuentes de información
La primera fuente de información normalmente es la información proporcionada por el
cliente. En caso de ser trabajador por cuenta ajena, y sin ánimo de ser exhaustivo, y
en función del caso de que se trate, es frecuente solicitar:
Para verificar la información que aporta el cliente es útil obtener información adicional.
La primera fuente sería la información interna de la entidad, sus archivos y registros,
más económica de obtener y, en general más fiable que la información externa.
Las fuentes externas complementa la información facilitada por el cliente, pero puede
llegar a tener mucha importancia, ya que puede ser crítica. Puede ser útil para revelar
omisiones o contradicciones.
• Agencias de informes
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útil para verificar la titularidad de las fincas y la existencia o no de otras cargas
diferentes a las declaradas. También se obtendrá la tasación de las fincas con el
objeto de conocer su valor de mercado y, en consecuencia la suficiencia de la
garantía.
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6. La Central Informativa de Riesgos del Banco de
España (CIRBE)
La Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE) es un servicio
público que gestiona una base de datos en la que constan, prácticamente, todos los
préstamos, créditos, avales, y riesgos en general que las entidades financieras tienen
con sus clientes. Los datos que constan en la CIRBE son un reflejo de los que tienen
las entidades sobre sus clientes en sus bases de datos.
a. Facilitar a las entidades declarantes los datos necesarios para el mejor análisis
de sus riesgos de crédito.
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Si nos centramos en los tipos de producto los datos son:
Como se puede observar, el crédito financiero supone la parte más importante del
total. En cuanto a los deudores, la mayoría eran personas físicas y residentes en
territorio nacional:
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La obligación de declarar al servicio público de la CIRBE, alcanza a las siguientes
entidades:
c. SAREB.
d. Banco de España.
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Los riesgos declarables
Préstamos:
Las financiaciones otorgadas por la entidad, cualquiera que sea la forma en la que
estén instrumentadas, excepto los valores representativos de deuda, aunque los
importes no se hayan dispuesto. Los préstamos se clasifican, en función de sus
características, en:
Garantías financieras
Los contratos que exigen que el emisor efectúe pagos específicos para reembolsar al
acreedor por la pérdida en la que incurre cuando un deudor específico incumpla su
obligación de pago.
Compromisos de préstamo
Los compromisos firmes de conceder préstamos con unas condiciones y términos
preestablecidos.
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los créditos documentarios irrevocables y los disponibles en otros compromisos
(pólizas de riesgo global-multiuso y líneas de avales, créditos documentarios y
créditos por disposiciones).
Préstamos de valores
Las operaciones en las que la entidad declarante cede al prestatario la plena titularidad
de unos valores con el compromiso de devolver otros de la misma clase que los
recibidos sin efectuar ningún desembolso, salvo el pago de comisiones. Cuando en
una operación de préstamo de valores ambas entidades intercambien valores, se
considerará entidad prestamista la que cobre las comisiones.
Riesgos directos
Los riesgos contraídos con los primeros obligados al pago de los préstamos, los
emisores de valores representativos de deuda, las personas sobre las que se ha
concedido una garantía financiera u otro tipo de aval o caución, y las contrapartes de
los restantes compromisos y de los préstamos de valores.
Riesgos indirectos
Los riesgos contraídos con los garantes, vendedores de protección en titulizaciones
sintéticas o derivados de crédito, aseguradores, afianzadores, personas que no siendo
titulares de riesgos directos hayan comprometido su firma en operaciones de cartera
comercial o efectos financieros y demás personas que respondan del riesgo en caso
de incumplimiento de los titulares de los riesgos directos, así como los terceros que
se hayan comprometido a adquirir el activo cedido en operaciones de arrendamiento
financiero si no lo hacen los arrendatarios.
Los riesgos se declaran de forma individual, operación a operación. Para ello, las
entidades declarantes asignan a cada operación un código único, que se debe
mantener invariable durante su vida. Dicho código no se podrá reutilizar en el futuro
para declarar otras operaciones.
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no supere los 3.000 euros, tarjetas de crédito, descubiertos, anticipos de pensiones o
nóminas, o resto de préstamos a la vista.
Personas declarables
B. Las personas relacionadas con los titulares o con las operaciones en las
que intervengan.
Los titulares de riesgos, con carácter general, son personas físicas o jurídicas. No
obstante, también pueden ser titulares declarables las entidades sin personalidad
jurídica que tengan asignado un número de identificación fiscal, tales como los fondos
de titulización, las parroquias y las comunidades de propietarios. Si una operación
tiene varios titulares, se tendrán que declarar todos, indicando la naturaleza de su
intervención y, cuando proceda, si son titulares mancomunados o solidarios.
d. En los préstamos de recompra inversa, los cedentes de los activos, sea cual
sea el activo cedido.
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h. En las garantías financieras, los avales y cauciones no financieros
prestados y los créditos documentarios irrevocables, las personas por las
que responde la entidad ante los beneficiarios de las operaciones.
Las entidades deben reportar por vía telemática la información, alguna de forma
periódica y otra no periódica, mensual o trimestralmente (el día 5, 10 o 15 en función
del tipo de información) y los datos se declaran en euros.
Como hemos dicho, una de las funciones de las centrales de riesgos es proveer a las
entidades declarantes con información sobre el nivel de endeudamiento y
cumplimiento con las obligaciones crediticias tanto de sus clientes como de sus
potenciales nuevos clientes. Estos informes son una herramienta fundamental para la
gestión adecuada de las políticas de crédito de las entidades, que se complementan
con la información que las entidades pueden obtener de otros ficheros privados de
solvencia patrimonial y crédito.
Las entidades declarantes tienen derecho a obtener informes sobre los riesgos de las
personas físicas o jurídicas registrados en la CIRBE, siempre que dichas personas
cumplan alguna de las circunstancias siguientes:
Por otro lado, todas las personas, físicas o jurídicas, interesadas en conocer la
información que sobre ellas hayan declarado las entidades a la CIRBE pueden
acceder a ella, solicitando lo que se conoce como “informe de riesgos”. Esto se puede
hacer electrónicamente, presencialmente o por correo.
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Adicionalmente, las personas físicas tienen la posibilidad de pedir la identificación de
las entidades a las que la CIRBE hubiese comunicado sus datos durante los últimos
seis meses, junto con la información cedida.
CIRBE emite dos informes relativos a los riesgos declarados a nombre de los titulares
que lo soliciten. El primero de ellos, denominado «informe agregado», contiene la
misma información que la facilitada a las entidades declarantes, es decir, información
agregada en miles de euros ya descrita en el punto anterior. En el segundo informe
se detalla esta misma información, operación a operación, en unidades de euro e
indicando la entidad que declaró cada riesgo.
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Por su parte, los titulares de riesgos que detectan algún error o discrepan de la
información declarada pueden dirigirse directamente a las entidades para solicitar su
rectificación o cancelación. También pueden realizar la reclamación pertinente ante el
Banco de España. En este último caso, CIRBE colabora con los titulares en la
resolución de sus discrepancias con las entidades declarantes.
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“Recuerde que”
• Recuerde que las personas declarables a la CIRBE son los titulares de riesgos directos
e indirectos, cualesquiera que sean su naturaleza, forma jurídica, sector institucional
o país de residencia, y las personas relacionadas con los titulares o con las
operaciones en las que intervengan.
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7. Análisis de la información
El proceso de análisis del riesgo debe empezar por asegurarse que la información de
que se dispone es cierta. También cabe preguntarse si es posible obtener más
información que permita comprobar la corrección de la información disponible.
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8. Determinación del grado de solvencia del cliente
Para determinar la capacidad del solicitante para atender los compromisos derivados
de la operación, a la información obtenida de ingresos (nómina, IRPF, etc.) y gastos
(alquileres, suministros, etc.) se añadirá otra información: declaración de bienes,
deudas vigentes, avales otorgados, pólizas de seguros, etc. Si el solicitante es un
empresario o profesional, se deberá considerar, además de la información contable,
el capital aportado, las expectativas de la actividad, recursos bancarios utilizados,
pólizas de seguro, garantías y avales otorgados etc.
Con toda esta información, es conveniente realizar un resumen de los ingresos que
incluyan todos los conceptos: ingresos bruto mensuales de la unidad familiar
(incluyendo al cónyuge) rendimiento de la profesión o negocio, rentas inmobiliarias,
rentas mobiliarias y otras posibles rentas. Todo ello para determinar todos los
ingresos disponibles para hacer frente a los gastos
Por otro lado, se debe realizar el mismo ejercicio para los gastos: los gastos
domésticos, el alquiler de la vivienda, la amortización de otros préstamos, créditos o
anticipos, estimación del pago del IRPF, cuotas por compras a plazo, etc., a esto habrá
que añadir la cuota a pagar periódicamente por la operación solicitada. Con ello
obtendremos todos los pagos a los que el solicitante tiene de hacer frente.
La diferencia entre todos los ingresos y todos los pagos nos indicará si el solicitante
está en disposición de hacer frente a las cuotas, si tiene capacidad de reembolso y
tiene capacidad de asumir el endeudamiento.
Finalmente, las entidades financieras suelen exigir siempre la garantía personal en las
operaciones de riesgo. Si además, el riesgo de la operación es elevado, la entidad
exigirá garantías adicionales en función del tipo de operación y de las circunstancias
particulares del caso.
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9. Análisis de las garantías
Podemos definir una garantía como aquel negocio mediante el cual se pretende dotar
de una mayor seguridad al cumplimiento de una obligación o pago de una deuda.
Desde este punto de vista vamos a ver las distintas garantías susceptibles de ser
requeridas por las entidades financieras para la formalización de operaciones de
crédito.
En nuestro ordenamiento jurídico se establece una clara distinción entre las garantías
reales y las garantías personales. En este segundo caso, el deudor responde de la
deuda con todos sus bienes personales, presentes y futuros. En el primer caso, si se
establece una garantía real, solamente el bien dejado en garantía responde de la
deuda.
A. Garantías reales
Una garantía real es la aportación que hace el deudor, como garantía de su crédito,
de una cosa, para que en caso de incumplimiento suyo, el acreedor se cobre de ella.
Podemos clasificar las garantías reales en prendas e hipotecas.
Una primera consideración respecto a las garantías reales deben ser los requisitos
que deben cumplir para que, desde la óptica de las entidades financieras, sirvan a su
propósito:
REQUISITOS
FACILMENTE VALORABLES
Deben ser fácilmente valorables, su valor debe ser lo más estable posible, deben ser
transferibles y en definitiva podíamos añadir deben ser ejecutables para que sirvan
como garantía de una operación.
El contrato de prenda consiste en que una parte (el deudor) entrega una cosa mueble
a la otra parte (el acreedor), con la finalidad de obtener una garantía y seguridad de
un crédito, de tal manera que le otorga la posesión pignoraticia y con ello la facultad
de retener la cosa empeñada y, en su caso, realizarla y pagarse preferentemente con
el producto de dicha realización, si el deudor no cumple la obligación garantizada.
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Podemos señalar la prenda con desplazamiento, cuando el bien dado en garantía
es entregado físicamente al acreedor o a un tercero que debe guardarlo (depositario).
En España, los bienes sobre los que puede constituirse hipoteca mobiliaria son los
que determina el artículo 12 de la Ley sobre hipoteca mobiliaria y prenda sin
desplazamiento de posesión de 16 de diciembre de 1954:
Con respecto a la prenda sin desplazamiento hay que señalar que el legislador
establece una distinción entre esta y la hipoteca debido a dos criterios relevantes: los
bienes muebles susceptibles de identificación registral (se puede pensar en ganados,
elementos, agrícolas, por ejemplo) y como segundo criterio la dificultad o imposibilidad
de desplazar su posesión, por ejemplo las de carácter futuro (la cosecha esperada).
• Los frutos pendientes y las cosechas esperadas dentro del año agrícola en que
se celebre el contrato.
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• Las mercaderías y materias primas almacenadas.
La ley determina en cada caso dónde están ubicados los registros en función de los
activos sujetos a prenda sin desplazamiento.
Según el tipo de interés las hipotecas pueden ser de tipo fijo, cuando mantiene su
valor a lo largo del tiempo, variable, cuando es revisado periódicamente o, incluso
mixto, una combinación de ambos.
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• Hipoteca solicitada directamente – Se obtiene la financiación directamente
de una entidad financiera para financiar la adquisición de un inmueble.
B. Garantías personales
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En estos casos, el avalista suele firmar su compromiso en el mismo documento de la
obligación principal o en documento aparte, en el bien entendido que él no hipoteca
nada, ni ofrece ningún otro bien en garantía, sino que se limita a responder con todo
su patrimonio (esté parte de él hipotecado o no) Normalmente, el avalista debe
presentar la documentación necesaria (relación de bienes) que solicite la entidad para
el estudio de la operación. Un avalista puede avalar a varias personas, en función de
la evaluación que haga la entidad financiera de su capacidad económica y financiera.
Para terminar, señalemos que los avales se informan al Banco de España y aparecen
en los informes de la Central de Riesgos del banco de España.
Por ejemplo, si un prestatario toma prestados 160.000 € para comprar una casa por
valor de 200.000 €, la relación préstamo / valor (LTV) es de 160.000 € / 200.000 € o
el 80%.
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El préstamo / valor es uno de los principales factores que consideran los prestamistas
al valorar la calificación de los prestatarios de una hipoteca. También debe tenerse en
cuenta el valor real del bien puede fluctuar a largo plazo y que el mismo incluso puede
bajar.
“Recuerde que”
• Recuerde que podemos definir una garantía como aquel negocio mediante el cual se
pretende dotar de una mayor seguridad al cumplimiento de una obligación o pago de
una deuda.
• Recuerde que una garantía real es la aportación que hace el deudor, como garantía
de su crédito, de una cosa, para que en caso de incumplimiento suyo, el acreedor se
cobre de ella. Podemos clasificar las garantías reales en prendas e hipotecas.
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