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HECHOS/IDEAS

JOSÉ ANTONIO MAZZOTTI

El Inca Garcilaso en el siglo xxi:


pensamiento político y nuevas pistas
para una agenda latinoamericana*

Introducción

C
* Conferencia leída en el Centro omo sabemos, el Inca es un autor multifacético, lleno de
Cultural Dulce María Loynaz, La
Habana, el 8 de julio de 2015 du-
recovecos discursivos e identitarios. Poco favor se le hace
rante la III Semana de la Cultura si reducimos su obra a una sola de sus raíces estilísticas,
Peruana en Cuba, organizada por temáticas o trasatlánticas. A pesar de que no podré referirme a
la Embajada del Perú, la Casa de muchos de esos aspectos provenientes y transformados de tra-
las Américas, la Universidad de La diciones culturalmente opuestas, como la europea y la incaica,

Revista Casa de las Américas No. 283 abril-junio/2016 pp. 3-15


Habana y el Centro Cultural Dulce
María Loynaz. La conferencia se
quiero recordar esta idea básica para no caer en la trampa de
basa en los artículos «Garcilaso y “el absolutizar solo uno de los sentidos de la obra; menos aún cuan-
bien común”: mestizaje  y posición do se trata del muy importante sentido político que ella tiene.
política» (en El Inca Garcilaso de Me interesa, así, explorar el pensamiento político que se pue-
la Vega: entre varios mundos, ed. de extraer de numerosos pasajes de los Comentarios reales en
por José Morales Saravia y Gerhard
Penzkofer, Lima, Fondo Editorial del
sus dos partes. Este ha sido un camino inicialmente desbrozado
Vicerrectorado Académico de la Uni- por historiadores como David Brading, quien apunta en 1986
versidad Nacional Mayor de San que en Garcilaso subyace la propuesta de un «Sacro Imperio
Marcos, 2011, pp. 185-206) y «El Incaico», y antes, como Antony Van Beytersveldt en 1969,
cóndor pasa… por el humo: incaísmo, que identifica una posición dinástica y de intereses grupales
ecologismo y minería» (Revista de
Crítica Literaria Latinoamericana,
específicos en el Inca. Por eso, aquí ahondaré en aspectos poco
No. 80 [2014], pp. 57-72), de los abordados del imaginario garcilasiano y pondré énfasis en la
cuales reproduce numerosos pasajes. relación de este con algunas corrientes teóricas de los círculos

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intelectuales jesuitas en la Andalucía de fines tianismo las doctrinas de Aristóteles en la Ética
del siglo xvi y principios del xvii. Todo ello con Nicomaquea y en la Política. Para el Doctor
miras a establecer una relación entre la figura Angélico, la idea de un orden justo que atienda
histórica y literaria de Garcilaso con algunos a las necesidades básicas de una población, per-
de los problemas que enfrentaba en su tiempo siguiendo la salvación espiritual, es una forma de
la población indígena y mestiza ante la primera materializar el reino de Dios en la Tierra. Esta,
globalización, y que hoy encaran millones de al menos, resulta ser la finalidad del quehacer
latinoamericanos ante las poderosas fuerzas de político, pues, como señala Martínez Barrera,
la última globalización, la del capital financiero «el bien común último […] es Dios [mismo]»,
y el debilitamiento de los Estados nacionales según la mentalidad de la época (Martínez
en buena parte de la región. La depredación del Barrera, 1993: 73).
medio ambiente, la pérdida de beneficios sociales Y es que para la escolástica, el gran edificio
en función del capital internacional, la migración de la sociedad debe asentarse sobre la unidad
forzada por factores económicos o políticos son entre el ser humano y el principio de la moral
algunos de los temas de hoy sobre los cuales la hacia el bien. Ética y política son indesligables
posición de Garcilaso podría arrojar luz. Veamos. y, a la vez, la abstracción individuo-sociedad
no refleja de ninguna manera la realidad del
Garcilaso en contexto: el «bien común» hombre ni el propósito divino de la creación.
«Para Santo Tomás, decir humano y decir moral
como epicentro político
es exactamente lo mismo», continúa Martínez
Quisiera empezar, pues, por confesar que desde Barrera (1993: 74).
hace mucho me ha llamado la atención la re- A la vez, el bien común en Santo Tomás debe
ferencia directa y constante a la idea del «bien buscarse mediante un gobierno que ponga en
común» en los Comentarios reales. Se trata, práctica las enseñanzas de Cristo, siguiendo lo
como es bastante sabido, de una expresión que que más tarde se conocerá como philosophia
permea casi todos los tratados políticos del Christi.1 Solo mientras un rey actúe en beneficio
Renacimiento. Desde el Institutio Principis
Christiani, de Erasmo, en 1516, hasta el Príncipe 1 Arocena ofrece la siguiente definición de la philosophia
cristiano, de Pedro de Ribadeneyra, casi ochenta Christi: «El humanismo aspiró a una revitalización del
cristianismo, desfalleciente bajo el peso de un rígido
años después, el bonus communis constituye ritual de groseras supersticiones, de una Iglesia cada vez
unánimemente el fin último del quehacer político más secularizada y de huecas exteriorizaciones de una
y llega a ser usado de manera explícita, como fe inerte. Esa aspiración se concretó en los postulados
hace Ribadeneyra, para rebatir la doctrina de la de la “philosophia Christi”; filosofía destinada a ser
«razón de estado» maquiavélica. vivida, no molida en sutiles especulaciones. Se exigía,
en definitiva, adquirir conciencia de la condición de
El uso del «bien común» en el Inca Garcila- cristiano y actuar en consecuencia. Las normas rectoras
so encaja, pues, con una larga tradición que se debían ser otra vez las emergentes de la sencilla palabra
remonta por lo menos a los tratados de Santo evangélica, desnuda del complicado ropaje con que la
Tomás de Aquino, quien a su vez adapta al cris- había vestido y aun disfrazado la escolástica. Para que el

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de sus súbditos merecerá el importante encargo (1960: 51), contrastaba con una generalizada
que Dios puso en sus hombros. Así, el principio falta de control sobre las autoridades españolas
de la soberanía podrá delegarse en la autoridad en Indias y con el poco conocimiento que se
real siempre y cuando esta cumpla con la misión tenía de la población indígena.
de cuidar del bien común. De otra manera, se Entre los principios fundamentales de la
tratará simplemente de una tiranía, y los súbditos neoescolástica conviene recordar el del pacto
tendrán el derecho de destronar al rey y hasta subjectionis, o pacto de sujeción, planteado por
eliminarlo, si se sirve con esto a un bien común el jesuita Francisco Suárez, de gran influencia
y no a la repetición de una nueva tiranía, se- en el pensamiento político de la época. Este
gún Santo Tomás de Aquino (1988: 267-271) principio reclamaba el consentimiento mutuo
y Juan de Mariana (1845: I, 110-115). de Rey y vasallos en la consecución de la feli-
En la llamada alta escolástica o neotomismo cidad universal. En su De iuramento fidelitatis,
desarrollado en España gracias al impulso con- por ejemplo, Suárez afirmaba sus tesis sobre
trarreformista de mediados del siglo xvi, estos la necesidad de mantener de ambas partes el
criterios se ponen nuevamente en boga y afectan principio central de la soberanía monárquica
el debate sobre la justicia de la conquista y el siempre que no se transgrediera ese pacto y
mejoramiento de los nuevos súbditos americanos mientras el bienestar de los vasallos no se viera
incorporados a la Corona. menoscabado por la actuación tiránica del Rey
El edificio social discursivamente trazado por (v. esp. 42-50). A la vez, el derecho que asistía a
los neoescolásticos del xvi permitía la apertu- los vasallos a rebelarse contra el poder transgre-
ra de un lugar claro para la incorporación de sor quedaba estipulado como alternativa final
las masas indígenas dentro del gran proyecto en caso de ser imposible un nuevo arreglo (v.
universalizador de la Contrarreforma. Pero, el cap. 4, «Verdadera doctrina sobre el tirani-
como sabemos, esta intención no siempre se cidio»). Ideas similares sustentaba el también
vio cumplida. A pesar de los esfuerzos de los jesuita Juan de Mariana en su tratado Del Rey
teólogos y filósofos políticos peninsulares como y de la institución real.
Francisco de Vitoria, Melchor Cano, Francisco
Suárez y Juan de Mariana, entre otros, la idea Presencia de Valera en el Inca
de crear «un Estado nuevo, un mundo nuevo y
un hombre Nuevo», en palabras de Maravall Pero, ¿cómo adquirió el Inca Garcilaso estas
ideas y cuál es su aporte? Para ello, debemos
mundo se transformara –pensaban los humanistas–, para recordar la historia de los jesuitas, que llegaron
que el cristianismo se convirtiera en una feliz realidad al Perú en 1568 y comenzaron una enérgica
sobraban las sabias especulaciones que no preocuparon labor de evangelización y formación intelectual
ni a Cristo ni a sus apóstoles; bastaba que las verdades de las elites indígenas, mestizas y criollas. La
anunciadas por ellos fueran divulgadas, sin agregados
ni ornamentos, por los predicadores en sus sermones, pujanza jesuita se hizo evidente con la convoca-
por los maestros en sus cátedras e inspiraran, además, toria y realización del Tercer Concilio Limense
la conducta del príncipe» (Arocena, 1949: 30). de 1582-1583. Esto implicaba, precisamente,

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que la influencia de las doctrinas suarecistas Inca, cuando Valera murió a consecuencia de las
de los jesuitas podían tener efectos sobre el heridas que recibió durante el saqueo de Cádiz
pensamiento de las elites criollas y mestizas, por los ingleses en 1596.3
especialmente a partir del acuerdo con las au- Más allá de la veracidad de esta historia y
toridades para hacer del jesuita Colegio de San de la muerte de Valera en 1597, cuestionada
Pablo una antesala obligada de los estudios hace unos años por el hallazgo de los llama-
posteriores en la Universidad de Lima o San dos manuscritos de Nápoles (ver Laurencich,
Marcos (Martin, 1968: 33).2 ed., 2007; Laurencich, 2007; y Hyland, 2003:
Menciono esto porque es obvio que la orden caps. 9 y 10), lo que interesa es que la des-
jesuita goza de las preferencias del Inca Garci- cripción más exacta de la administración incaica
laso a lo largo de su obra, pese a que los jesuitas está en los fragmentos citados de Valera, espe-
apenas llegaron al Perú ocho años después de que cialmente en los primeros dieciséis capítulos del
el Inca hubiera dejado su patria. Para apreciar Libro V de la Primera Parte de los Comentarios
esas preferencias, no solo hay una considerable reales. Pero esta presencia explícita de Valera
coincidencia de ideas, sino que hasta es posible y su propio uso del «bien común» se encuentra
rastrear que el Inca cayó desde muy temprano también en muchas partes de la obra, aquellas
bajo la influencia de la Compañía, incluso desde que corresponden a la voz del narrador Garcilaso.
sus primeros años en Montilla, como puede verse No olvidemos que Garcilaso se nutre también
por su documentada asistencia a la iglesia jesuita de muchas otras fuentes que exaltan la bondad
de Santiago en el pueblo andaluz donde viviría de los incas y lo admirable de su administra-
cerca de treinta años. ción, especialmente entre los llamados cronistas
A eso añadamos las amistades conocidas con
jesuitas notables, especialmente en Córdoba. 3 Dice Garcilaso en relación con Blas Valera, cuando
Nombres como los de Juan de Pineda, Francisco elucida la autoridad del jesuita mestizo en la explicación
de Castro, Pedro Maldonado, Bernardo de Aldre- sobre el origen del nombre «Perú» en el Cap. VI del
Libro I de la Primera Parte de los Comentarios: «se me
te y muchos más desfilan por las referencias y ofresce la autoridad de otro insigne varón religioso de la
conversaciones del Inca y son motivo de aprecio santa compañía de Iesús llamado el Padre Blas Valera,
mutuo. No puede dejar de pensarse tampoco que escriuía la historia de aquel imperio en elegantíssimo
en la fundamental presencia del mestizo cha- latín, y pudiera escreuir la en muchas lenguas, porque
chapoyano Blas Valera dentro de los Comen- tuuo don dellas: mas por la desdicha de aquella mi tierra,
que no meresció que su república quedasse escrita de
tarios reales. Aunque aparentemente los dos tal mano, se perdieron sus papeles en la ruyna y saco de
mestizos peruanos nunca se conocieron, los Cádiz, que los ingleses hizieron, año de mil y quinientos
«papeles rotos» de Valera llegaron a manos de nouenta y seis, y él murió poco después. Yo huue del
Garcilaso hacia 1597, según cuenta el mismo saco las reliquias que de sus papeles quedaron, para ma-
yor dolor y lástima de los que se perdieron, que se sacan
por los que se hallaron[;] quedaron tan destrozados, que
2 Ver también el artículo de Coello de la Rosa (2008) sobre falta lo más y mejor[. H]ízome merced dellos el padre
la presencia de mestizos y criollos en la orden jesuita en maestro Pedro Maldonado de Saauedra[,] natural de
el Perú de los siglos xvi y xvii. Seuilla de la misma religión» (Garcilaso,1609: f. 5v).

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pretoledanos. En el cap. 51 de la Crónica del valía también mucho para que aquellas leyes
Perú de Pedro de Cieza de León, por ejemplo, las guardassen con amor y respeto, que las
encontramos frases como «verdaderamente, tenían por diuinas, porque como en su vana
pocas naciones hubo en el mundo, a mi ver, que creencia tenían a sus Reyes por hijos del Sol,
tuvieron mejor gobierno que los incas» (Ciezas, y al Sol por su dios, tenían por mandamiento
1984: 161).4 diuino qualquiera común mandato del Rey,
El Inca se explaya, pues, en numerosas for- quánto más las leyes particulares que hazía
mas para referirse al «bien común» aceptado y para el bien común (énfasis agregado) [f. 39r].
practicado por los incas. Una revisión somera
de los Comentarios basta para encontrarnos de Así, pues, el «bien común» se manifiesta en
cara con el adjudicamiento de «bien común» a distintas modalidades y aspectos de la vida po-
la práctica política esencial y ordenadora de los lítica incaica, haciéndola aparecer más como la
gobernantes cuzqueños como «huaccha cuyac» plasmación de un modelo neoescolástico de so-
o «amadores de pobres». ciedad y gobierno que como una utopía a secas.
Por ejemplo, en el capítulo XXI del Libro I Podría, sin duda, ofrecer numerosos ejemplos y
de la Primera Parte sobre «La enseñança que casos más, pero el tiempo me impide explayarme
el Inca [Manco Cápac] hazía a sus vasallos», en el tema y en los pasajes correspondientes que
se menciona que el primer inca elegía a los son por lo demás ya bastante conocidos.5 Sin
curacas de los nuevos pueblos asimilados al
Imperio entre «los que auían trabajado más 5 Algunos ejemplos bastarán. En el Libro II, cap. XX
sobre «La gran prouincia Chucuitu se reduce de paz,
en la redución de los indios, mostrándose más
hazen lo mismo otras muchas prouincias», Garcilaso
afables, mansos y piadosos, más amigos del bien dice: «El Inca fue recibido en el Cozco con mucha fiesta
común» (énfasis agregado) (f. 20). Es decir, des- y regocijo, donde paró algunos años entendiendo en el
de el inicio de la monarquía incaica este rasgo se gouierno y común beneficio de sus vassallos» (énfasis
irradia a todos los mandos superiores y medios de agregado). En el Libro III, Cap. XVII («De la redución
de cinco prouincias grandes sin otras menores [por el
la administración, definiendo al Estado mismo,
Inca Cápac Yupanqui]»), escribe: «Mandó sacar grandes
y no solo al gobernante máximo, como agente acequias para regar las tierras de labor, mandó hazer
del ansiado «bien común». muchos puentes para los ríos, y arroyos grandes para la
Esta argumentación no se detiene en las au- seguridad de los caminantes, mandó abrir nueuos cami-
toridades, sino que es claramente asimilada por nos de vnas Prouincias a otras, para que se comunicassen
todos los de su Imperio: en suma hizo todo lo que le
la población, como se ve en el Capítulo XIII del
pareció convenir al bien común, y aprouechamiento de
Libro II, cuando se dice que sus vassallos y grandeza y magestad propia» (énfasis
agregado). En el Libro IV, cap. X («Diferentes maneras
de eredar los estados»), que relata el caso del curaca
4 Sin embargo, en otras partes Cieza defenestra a los incas don García en tiempos coloniales, Garcilaso señala:
por demonólatras y practicantes del sacrificio humano, «El Curaca del pueblo se llamaua don García. El qual
así como critica acremente a los conquistadores, pun- viéndose cerca de morirse, llamó quatro hijos varones
tos en los que Garcilaso se aparta de él para acercarse que tenía, y los hombres nobles de su pueblo, y les dixo
fervorosamente a Valera. por vía de testamento, que guardassen la ley de Iesu

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embargo, conviene insistir en la importancia de por supuesto, con las autoridades civiles. Como
los primeros dieciséis capítulos del Libro V de la sabemos, Blas Valera, el esquivo autor de la His-
Primera Parte para referirnos a la relación entre toria Occidentalis en la que Garcilaso basa buena
Garcilaso y Blas Valera, y entre este y Francisco parte de sus descripciones sobre el bienestar social
Falcón, quien fue aparentemente una de sus fuentes incaico, parece también ser el autor de otra obra
principales. De estas relaciones podré pasar al «bien fundamental de la historiografía andina, la Rela-
común» en la Segunda Parte de los Comentarios ción de las costumbres antiguas de los naturales
para terminar de delinear este aspecto del ideario del Pirú, del llamado Jesuita Anónimo.6 Si de la
político del Inca. Historia Occidentalis se puede sospechar por
Pues bien, es conocido el hecho de que Va- haber llegado a nosotros solo a través de Gar-
lera desarrolló una fecunda labor predicadora cilaso, de la Relación del Jesuita Anónimo hay
en diversas ciudades de la sierra, residiendo en menos lugar a dudas, incluso si no se tratara de
Cuzco y Potosí, por ejemplo, antes de ser apresado una obra de Valera. En ella pueden verse algunas
bajo sospechas misteriosas por su propia orden. No semejanzas profundas en cuanto al tema de la
entraré en los detalles del proceso seguido contra religión, como la concepción de un dios superior
él, pero todo parece indicar que sus posiciones e invisible, y la distribución de dioses menores
radicales en contra de la administración virreinal que muy probablemente sirvieron de fuente para
y su exaltación de los incas fueron parte impor- el planteamiento de los Comentarios sobre las
tante de sus conflictos con su propia orden y, cámaras secundarias del Coricancha o Templo
del Sol dedicadas a divinidades específicas como
la Luna, el Arco Iris, el trueno, y otros, y el pa-
Christo que nueuamente auían recibido, y que siempre
diessen gracias a Dios por auérsela embiado, sirviessen, pel que les correspondía en el panteón incaico.7
y respetassen mucho a los Españoles, porque se la auían Asimismo, en la Relación del Jesuita Anónimo
lleuado; particularmente sirviessen a su amo con mucho
amor, porque les auía cabido en suerte para ser señor
dellos; y a lo último les dixo, bien sabéys que según 6 Porras (1986: 462) se inclinaba por identificar al Jesuita
la costumbre de nuestra tierra ereda mi estado el más Anónimo con Blas Valera, según la tendencia dominante
virtuoso, y más bien quisto de mis hijos, yo os encargo en la historiografía peruanista. Sin embargo, Durand
escojáys el que fuere tal, y si entre ellos no lo huuiere, (1961) había planteado serias dudas e insinuó la iden-
os mando que los deseredéys, y elijáys vno de vosotros tidad del padre Luis López para el autor de la Relación.
que sea para mirar por vuestra honrra, salud y prouecho, 7 Dice el Jesuita Anónimo: «El sol dijeron [los indígenas]
porque desseo más el bien común de todos vosotros, que que era hijo del gran Illa Tecce, y que la luz corporal
el particular de mis hijos» (énfasis agregado). En el Libro que tenía, era la parte de la divinidad que Illa Tecce le
VI, Cap. XXIII («Bríndanse vnos a otros, y con qué or- había comunicado, para que rigiese y gobernase los días,
den»), subraya: «Y es de advertir que el Inca no embiaua a los tiempos, los años y veranos, y a los reyes y reinos
combidar a beuer a todos los Curacas en general (aunque y señores y otras cosas. La luna, que era hermana y
a los capitanes sí) sino a algunos en particular, que eran mujer del sol, y que le había dado Illa Tecce parte de su
más bien quistos de sus vassallos, más amigos del bien divinidad, y héchola señora de la mar y de los vientos,
común: porque este fue el blanco al que ellos tirauan, de las reinas y princesas, y del parto de las mujeres y
assí el Inca como los Curacas, y los ministros de Paz y reina del cielo. A la luna llamaban Coya, ques reyna.
de guerra» (énfasis agregado). La lista podría alargarse. A la aurora, que era diosa de las doncellas y de las

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se hace clara la tesis de la inexistencia de los Entre otros elementos, Falcón propone que el
sacrificios humanos entre los incas, en base a trabajo en las minas no debe ser coercitivo y que,
una obra perdida de Falcón, la Apologia pro Indis si se da por voluntad propia de los nativos, estos
(ver Hampe, 2001). debían ser bien pagados. Sin embargo, Falcón se
manifiesta en contra del trabajo en las minas en
El importante y olvidado papel general y muy en favor del incentivo agrícola,
alabando las virtudes de la administración incai-
de Francisco Falcón ca, que se preocupaba más del bienestar de sus
Es en la perdida Historia Occidentalis de Va- súbditos que de las ganancias metálicas. Este,
lera, pues, donde la propuesta de una sociedad como sabemos, será uno de los temas cons-
incaica justa adquiere su mayor nitidez. Ya ha- tantes de Valera y Garcilaso. Falcón también
bía mencionado que para comprender mejor la denuncia lo excesivo del tributo indígena en
obra de Valera hacía falta remontarse al letrado tiempos virreinales y lo compara con el incaico,
español Francisco Falcón, que ejerció el cargo siendo el saldo, naturalmente, muy favorable a
de Procurador de Indios en Lima, y a su no muy la administración cuzqueña. Por eso propone que
conocida obra Representación de los daños y el tributo debe darse en una sola forma de ser-
molestias que se hacen a los indios, de 1567. En vicio, lo que lo hace más llevadero, puesto que
ella levanta la voz contra el aparato virreinal y el servicio múltiple quebranta la libertad natural.
específicamente contra los corregimientos y el Señala Falcón que «no se puede echar a los indios
tributo excesivo para proponer una serie de me- más tributos de los que sus señores les echaban en
didas proteccionistas sobre la población nativa. tiempo de su infidelidad» (144). Además,
El tema del tributo indígena se encuentra, así, en
el centro del debate sobre el «bien común». En la en tiempos de los Ingas ningún indio era com-
Representación de Falcón, el tributo constituye pelido a dar al Inga ni a otro señor cosa alguna
uno de los pilares de la argumentación que más de su hacienda; solo les compelía a labralle las
adelante recogerá Valera y por último Garcilaso, tierras que estaban señaladas para él, y guar-
que cita a Valera extensamente. ¿Pero cuáles son darle sus ganados, y hacer en su servicio y de
las características del sistema tributario incaico sus jueces y de los curacas cada uno el oficio
que Falcón propone basándose en la práctica de que sabía, como labrar ropa y hacer edificios,
los gobernantes cuzqueños sobre sus súbditos o labrar minas de todos los metales, y hacer
antes de la llegada de los conquistadores? vasos de oro y plata y cosas de madera y loza,
o en guadalle los frutos de sus heredades y
ganados [144].
princesas y autora de las flores del campo, y señora de
la madrugada y de los crepúsculos y celajes; y que ella Asimismo, le parece que el sueldo de los
echaba el rocío a la tierra cuando sacudía sus cabellos,
y así la llamaban Chasca» (136). Las semejanzas con el
nuevos corregidores no debe proceder del tri-
panteón incaico planteado en el Libro II de la Primera buto indígena sino del patronato real, ya que
Parte de los Comentarios reales son evidentes. los corregidores sirven al interés de la Corona

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antes que al de los indios. Y hay otras muchas el punto que sostiene que el encomendero debe
proposiciones que atraviesan el centro del debate vivir fuera de su feudo y no interferir en la vida
sobre la presencia española en las Indias, como cotidiana de los encomendados, salvo a través de
por ejemplo el mismo «derecho de conquista» y los predicadores que debe mantener de manera
la justicia de la guerra contra los indios. Sostiene constante.9
Falcón que la concesión del Papa Alejandro VI Garcilaso solo menciona a Falcón en el capí-
al Rey de España se dio para facilitar la evange- tulo XXIII del Libro I de la Segunda Parte de los
lización de las nuevas gentes, mediante la figura Comentarios, llamándolo «Falconio Aragonés»
de un emperador de reyes, no de la de un rey que y atribuyéndole una desconocida obra, la De
solo serviría para remplazar a los gobernantes libertate indorum servanda, de la que se dice
nativos.8 que contenía, vía Valera nuevamente, el famoso
Por todos estos argumentos es fácil ver que diálogo de Cajamarca que Garcilaso había re-
la Representación de Falcón forma parte de lo producido previamente en el capítulo XXII del
que el historiador peruano Guillermo Lohmann mismo Libro I de la Segunda Parte. Debemos
Villena (1970: 23) ha llamado el «espíritu pro-in- considerar, sin embargo, que las caracterizacio-
dígena» de la década de 1560. Sin embargo, hay nes de las virtudes infinitas de la administración
que mencionar una diferencia importantísima incaica y del tributo indígena que aparecen en
entre Falcón y el ideario lascasiano. Paradójica- Falcón y se repiten en Valera no son totalmente
mente, el Procurador de Indios es explícitamente ajenas a otras fuentes y coinciden con un retrato
un gran defensor de la encomienda como sistema bastante aproximado a la realidad histórica, por
de protección a los indígenas, y por eso mismo lo menos en cuanto al tributo, como confirma
de la encomienda regulada desde los principios Franklin Pease en su famoso artículo «Garcilaso
cristianos y sobre todo evangelizadores, hasta andino» (1984).
8 En efecto, después de desestimar los títulos políticos del
Rey basados en una guerra que Falcón considera injusta, El problema de la minería
el Procurador de Indios reflexiona sobre la concesión
papal: «en cuanto al segundo título, de la concesión que Garcilaso también expone un saber tradicional
el Papa Alejandro VI hizo a los Reyes de Castilla, es cosa andino con respecto a la minería en la Primera
conocida que por ella no se les concedió poder hacer, ni Parte de sus célebres Comentarios reales, de
menos se les concedieron los señoríos ni haciendas de 1609, al oponer la explotación minera masiva
los naturales destas partes. Y aunque en ellas se dice que
los hace señores destas partes y les concede todas las
establecida por el sistema virreinal –con sus
tierras y jurisdicciones dellas, aquello se ha de entender secuelas de muerte e intoxicación– al uso de la
sobre los señoríos que los señores destas partes tenían en naturaleza de manera sabia y en beneficio de la
ella a manera de imperio, para efecto de la predicación
del Evangelio; por lo cual no se le quitó a los dichos 9 «[S]e infiere cuán bien y cristianamente se dieron los
señores ni a sus sucesores legítimos el señorío que tenían títulos de los indios, llamándolos encomiendas, que es
en ellas, ni sus haciendas a ellos y a todos los demás, lo mesmo que depósito, para que los que lo tienen, en-
ni se les pudo quitar, ni se puede creer que tal fuese la tiendan que principalmente se pretendió el provecho de
intención del Papa» (136-137). los encomendados que el de los encomenderos» (138).

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población a través de la producción de alimen- mil obreros «dedicados a la actividad extractiva,
tos, según se privilegiaba bajo la administración de los cuales poco más de sesenta y cinco mil
incaica. Esto puede verse especialmente en los figuran en planillas. El resto está contratado
capítulos 24 al 26 del Libro VIII de la Primera por cerca de cien “services” distribuidas a nivel
Parte de los Comentarios reales, en que explica nacional», según la periodista Elizabeth Huanca
con detalle las reglas que los incas imponían a sus Urrutia (s. p.). En otras palabras, la actividad mi-
súbditos para evitarles los males que surgían de nera ha crecido en más del mil por ciento desde
la explotación de las minas y el abandono de la principios del siglo xx, pero la explotación de los
actividad agrícola. Con respecto a la explotación obreros sigue siendo la misma, contribuyendo,
del azogue o mercurio que los españoles usaban además, al subempleo y el empleo informal.
para separar la plata de otros metales explicaba, Pensemos en un solo ejemplo emblemático: la
por ejemplo, que: Cerro de Pasco Mining Corporation tuvo, según
los historiadores Manuel Burga y Alberto Flores
los reyes Incas alcanzaron el azogue y se Galindo, un «éxito aplastante[, pero] un éxito
admiraron de su viveza y movimiento mas unilateral, del lado de la empresa solamente,
no supieron qué hacer de él ni con él. Porque obtenido a través de la sobre-explotación del
para el servicio de ellos no le hallaron de trabajo del minero y de la destrucción ecológica
provecho para cosa alguna, antes sintieron de una vasta región agropecuaria» (74-75). No
que era dañoso para la vida de los que lo solo eso: «los humos venenosos de la fundición
sacan y tratan, porque vieron que les causaba afectan extensas áreas de tierras agrícolas y gana-
el temblar y perder los sentidos. Por lo cual deras: la extensión total afectada por los humos
(como reyes que tanto cuidaban de la salud de fue de setecientas mil hectáreas» a principios del
sus vasallos conforme al apellido «amador de siglo xx (76), y hoy lo es más.
pobres») vedaron por ley que no lo sacasen ni Debido a la contaminación del agua y del
se acordasen de él [cap. 26]. medio ambiente en general en Cerro de Pasco,
no solo los mineros sufren problemas de salud,
Y con respecto al oro y la plata que se explota- sino también la población aledaña. Como señala
ba de manera exagerada en la segunda mitad del Fidel Torres desde una visión abarcadora de la
siglo xvi, llega a decir: «¡Y con ser la tierra tan actividad minera:
rica y abundante de oro y plata y piedras precio-
sas, como todo el mundo sabe, los naturales de El efecto ambiental de la industria minera pro-
ellas [o sea, los indios] son la gente más pobre duce contaminantes potenciales que afectan al
y mísera que hay en el universo!» (cap. 25). La agua y al aire. En el medio natural los excesos
situación, obviamente, después de cuatro siglos, pueden generarse por drenajes de agua de
no ha cambiado mucho. minas, de desmontes o de relaves mineros.
Para entender el contraste entre la sociedad Algunos metales, como cadmio y mercurio,
incaica y el Perú colonial y moderno, basta recor- y metaloides como antimonio o arsénico, los
dar que hoy hay por lo menos doscientos veinte cuales son muy comunes en pequeñas canti-

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dades, en depósitos metálicos son altamente Dussel, el pensamiento decolonial plantea que
tóxicos, [...] particularmente en forma soluble, el origen occidental de la episteme reguladora
la cual puede ser absorbida por los organismos de la dominación interna en nuestros países es
vivos [81]. parte del legado colonial, y que la auténtica li-
beración política y cultural se dará a través de la
Según distintos estudios, los niveles de polu- revalorización de los sistemas de pensamiento y
ción en Cerro de Pasco llegan a grados suma- formas de organización social nativas.
mente peligrosos, figurando la ciudad en el nada En este sentido, el Inca Garcilaso adelanta
honroso listado de las diez urbes más contami- una problemática muy actual y propone implí-
nadas del mundo. Las tierras agrícolas cercanas citamente un conocimiento de los sistemas epis-
contienen niveles de plomo de 4,556 partes por témicos andinos que pueden llevar a una mejor
million (ppm), comparados con los niveles acep- utilización de los recursos naturales sin sacrificar
tables internacionalmente, que son de 70 ppm. el patrimonio cultural indígena ni empeorar sus
Es decir, más del 6 500 % de lo recomendable en condiciones de vida. Constituye, así, una verda-
términos médicos. Los niveles de arsénico son dera advertencia para la resolución de los más
de 314,7 ppm, mientras que el nivel aceptable de doscientos cincuenta conflictos sociales que
es de 12 ppm (casi el 3 000 % más). El nivel de enfrenta el Perú de hoy, muchos de ellos surgidos
cadmio es de 76,8 ppm, comparado con el nivel de la actividad minera y extractiva en general.
aceptado internacionalmente de 1,4 ppm (casi
5 500 % más). Exámenes recientes demuestran Conclusiones
que el 91 % de los niños en la ciudad de Cerro
de Pasco tiene metales pesados en la sangre. Y El concepto del «bien común» puede rastrearse
este es solo un ejemplo entre otros muchos. Hace desde Aristóteles hasta Santo Tomás, y de ahí a
poco se reveló que en la ciudad de Huancavelica los neoescolásticos del siglo xvi, y por supues-
el nivel de mercurio es tan alto que el 95 % de to en la importantísima bibliografía cronística
la población está afectado. peruana, especialmente aquella vinculada a
En estas circunstancias de obvio empeora- un sector de la orden jesuita pero dentro de un
miento de las condiciones de vida de los traba- movimiento de defensa de la encomienda y de
jadores mineros y envenenamiento del medio una alianza con la aristocracia supérstite cuz-
ambiente y de la población, conviene preguntar- queña. La base sería una alianza interétnica para
se adónde lleva esta depredación acelerada. De gobernar el inmenso territorio sin abandonar el
acuerdo con el llamado pensamiento decolonial, «bien común». La importancia de la rebelión
el poder político republicano resulta ser una de Gonzalo Pizarro en la Segunda Parte de los
prolongación del colonialismo, lo que permite Comentarios es la culminación de este proyecto
explicar la carga de discriminación racial que de caballería andaluza y extremeña convertida
coincide con la discriminación étnica y de cla- en estamento encomendero y potencialmente
se en la América Latina el día de hoy. Inspirado aunado a una elite bondadosa cuzqueña que
en algunos trabajos de Aníbal Quijano y Enrique garantizaría la continuación del «bien común»

12
que se gozó bajo el imperio de los incas. Para de dominación burocrática imperial instaurada
gloria de esta alianza, se aceptaría el cristianismo con las Leyes Nuevas y sobre todo con las refor-
como religión «superior». Tal Imperio del Perú mas del Virrey Toledo en la década de 1570 se
que Garcilaso avizora en el horizonte tardío e caracterizaba por el descuido del «bien común»
imposible de un regreso al esplendor encomen- y el privilegio de la «razón de Estado» frente a
dero, es una entidad política sin duda ucrónica, los intereses de la población.
antes que utópica, puesto que tiene un espacio Solo quisiera terminar con una cita que puede
y una geografía con sus propias señas, que es el ser polémica, por venir de quien viene, pero que
antiguo imperio de los incas, y a la vez un tiempo encaja bien dentro del marco general de ideas
primordial. No propone Garcilaso un regreso expuesto por el Inca Garcilaso acerca de la con-
al pasado incaico, sino una sociedad modélica secución del bien común:
dentro de los parámetros de las sociedades es- En su reciente Encíclica Laudato si, el Papa
tamentales del antiguo régimen bajo una inspi- Francisco afirma:
ración suarecista. Y en ese esfuerzo, como en el
texto, el producto mestizo es la actualización de La cultura ecológica no se puede reducir a una
profundos rasgos significativos desde la mirada serie de respuestas urgentes y parciales a los
andina: un regreso al beneficio común, aunque problemas que van apareciendo en torno a la
sepamos y supiera Garcilaso que la sociedad degradación del ambiente, al agotamiento de
incaica tuvo muchos aspectos sangrientos y que las reservas naturales y a la contaminación.
las provincias recientemente conquistadas nunca Debería ser una mirada distinta, un pensa-
fueron realmente asimiladas, sin mencionar la miento, una política, un programa educativo,
tan cacareada «idolatría y gentilidad». Por el un estilo de vida y una espiritualidad que
contrario, el modelo político en los Comentarios conformen una resistencia ante el avance del
reales guarda reminiscencias de la Edad de Oro, paradigma tecnocrático. De otro modo, aun
y de hecho lo dice así el Inca cuando exclama las mejores iniciativas ecologistas pueden
en alusión al «siglo dorado» durante los tiempos terminar encerradas en la misma lógica glo-
iniciales de la conquista. Dice Garcilaso: «en balizada. Buscar solo un remedio técnico a
todos auia este credito y fidelidad [a las promesas cada problema ambiental que surja es aislar
de palabra], y la seguridad de los caminos que cosas que en la realidad están entrelazadas
podía llamarse el siglo dorado» (I, VIII, XVI, y esconder los verdaderos y más profundos
f. 215), es decir, los primeros cinco años de la problemas del sistema mundial.
vida de Gomes Suárez, nombre original del Inca
Garcilaso, de 1539 a 1544, cuando estalla la re- Casi podría decirse que el pensamiento gar-
belión de Gonzalo Pizarro. Y sin embargo, son cilasiano ha descolonizado al Vaticano y, de
los tiempos de la encomienda los que permiten paso, se adelanta al concepto de sumaq kawsay
a los conquistadores incrementar sus riquezas o «vivir bien» de los movimientos indígenas ac-
y su autoridad económica y política, gracias al tuales, lo que serviría para descolonizar muchas
goce del tributo indígena. En contraste, la etapa prácticas políticas y económicas que asuelan

13
todavía a las poblaciones más vulnerables de la idolatria, leyes, y gouierno en paz y en guerra:
América Latina. de ∫us vidas y conqui∫tas, y de todo lo que fue
aquel Imperio y ∫u Republica, antes que los
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15
MÓNICA GONZÁLEZ GARCÍA

La Voz de la América y el origen


transamericano del imaginario
latino en los Estados Unidos

A
fines de 1865, Benjamín Vicuña Mackenna viajó como
agente confidencial a Nueva York para buscar apoyo del
gobierno estadunidense contra el bloqueo naval de España
a su país –beligerancia surgida de la protesta de Chile por la inva-
sión peninsular de las Islas Chincha, en Perú. Invocando la Doc-
trina Monroe y agitando los ánimos de los antillanos exiliados,
la arista confidencial de la misión del chileno consistía en ultimar
al decaído imperio español promoviendo, desde el periódico La
Voz de la América, la independencia de sus restantes colonias
Revista Casa de las Américas No. 283 abril-junio/2016 pp. 16-31

americanas: Cuba y Puerto Rico. El ministro chileno Álvaro Co-


varrubias le había informado a Vicuña Mackenna que existían «en
los Estados Unidos numerosos refugiados de Cuba y Puerto Rico
que acaricia[ba]n proyectos de emancipación e independencia de
esas islas», razón por la cual el agente debía tratar «de entrar en
relación con ellos para ofrecerles el apoyo de nuestros corsarios
de las Antillas y concurrir a sus designios por los otros medios
al alcance de Ud.» (en González Barrios: 25-26).1 Así, el 21 de
diciembre de 1865, en la primera nota editorial de La Voz de la
1 No era raro que ciudades como Nueva York, Filadelfia y Tampa fueran ya
hacia 1860 focos importantes de migración antillana pues la corona española
había intensificado la represión de sus restantes colonias a partir de 1820,
tras consumarse las independencias sudamericanas. Como bien dice Juan

16
América, Vicuña Mackenna afirmaba: «Cuba, la Vicuña Mackenna informó por el periódico que
bella, la graciosa perla de las Antillas [...] es una el secretario de Estado William H. Seward ha-
hermana querida de la América, y tanto más que- bía afirmado desde Cuba, en la misma fecha de
rida cuanto más infeliz, y es preciso restituirla al esa cena, que España era el único país europeo
hogar común». De manera similar a como medio con derecho a intervenir en el Nuevo Mundo.
siglo antes hiciera Simón Bolívar en su «Carta de El estupor de quienes, habiendo condenado las
Jamaica», este texto distingue como elementos secuelas de la guerra entre México y los Estados
compartidos de los pueblos americanos el género Unidos, imaginaron una nueva era de relaciones
humano particular, que Vicuña Mackenna llama continentales con el triunfo unionista en la Gue-
«raza latina»; y el enemigo español, al cual el rra Civil, fue expresado en las propias columnas
chileno esperaba combatir convocando «los dos de La Voz de la América:
continentes de la América»:
Los Estados Unidos se dieron en presencia
[A] unificar todas las repúblicas de la raza de los pueblos que peleaban y morían por
latina; a fortificarlas en presencia del enemigo rechazar a la Europa, el ejemplo de una farsa
común por la aplicación práctica de la doctrina para la que la historia no encontrará nombre
que expresa bajo el nombre de un eminente apropiado, porque siendo ellos los autores
hombre de estado americano, la autonomía de de la doctrina, la abandonaron por miedo o
cada nacionalidad [...] contra toda invasión egoísmo [y] se han puesto desde el primer
europea, es a lo que la Voz de la América momento, y de una manera oficial también,
consagrará sus esfuerzos [...] sin distinción de parte de los agresores, de parte de los que
mezquina de nacionalidades. habían violado sus doctrinas, de parte de los
que siendo los más fuertes habían sido empero
Al inicio de su misión, el agente chileno ob- los más cobardes en la prueba.
servó el despliegue de un abanico de posturas
por parte de los Estados Unidos con respecto El fragmento corresponde al editorial del 21
a la aplicación de la Doctrina Monroe. Pero de junio de 1866, último publicado durante la
después de participar como orador principal en estadía de Vicuña Mackenna –quien ya había re-
una cena ofrecida por diplomáticos estaduni- cibido órdenes de regresar a Chile. Sin embargo,
denses en honor a Chile, Perú y México –países pese al fin abrupto de su misión, resulta necesario
afectados por planes europeos de reconquista–, examinar la iniciativa transamericana materializa-
da en La Voz de la América pues consiguió fortale-
Flores refiriéndose a Nueva York, «la gravitación de cer la organización de la Guerra de los Diez Años
gente del Caribe hispano hacia la metrópoli norteña no de Cuba contra España, y sembrar las semillas de
se debe a los cambios recientes en el mapa económico y la Guerra de Independencia de 1895. Asimismo,
político, sino que comenzó cuando los Estados Unidos
la agitación política y fraternización continental
asumieron un papel hegemónico regional y se convir-
tieron en un polo opuesto a la obstinada resistencia del promovidas desde Nueva York entre lectores
imperio español» (81). del Sur, las Antillas y el Norte de las Américas,

17
permitieron consolidar y expandir un imaginario La Voz de Chile para fines comunicacionales; la
continental de raza «latina», denominación que se publicación de documentos históricos relativos
afirmó como gentilicio de expatriado para hispa- a los planes bolivarianos de confederación; y la
noamericanos avecindados en los Estados Unidos erección de estatuas y monumentos en honor a los
que, lejos de sus patrias chicas, se afiliarían a esta próceres de la independencia, entre otras. El 10
comunidad imaginada de la patria grande. Es la de mayo de 1862, La Voz de Chile anunciaba la
idea que a continuación elaboro con el aporte importancia de recuperar esta tradición regional:
conceptual de las «comunidades imaginadas» de
Benedict Anderson, «lo imaginario» de Corne- La idea de una confederación de las repúblicas
lius Castoriadis, las «culturas viajeras» de James sud americanas, no es una idea de hoy, ni tam-
Clifford, la «heterogeneidad histórico-estructural» poco es una idea subversiva ni demagógica.
de Aníbal Quijano y la «transamericanidad» de Ella ha sido el pensamiento de sus grandes
José David Saldívar. hombres políticos, de sus héroes, de sus es-
critores, de sus poetas[;] y una sociedad que
Vicuña Mackenna y el llamado se propone mantener la independencia y la
república en Sud-América debe ser la promo-
a la segunda independencia
vedora de esa idea, porque la confederación sud
Cuando Vicuña Mackenna llegó a los Estados americana es la salvaguardia de aquellas y la
Unidos, lo hizo con el sólido bagaje patriótico- única que nos hará fuertes y respetados [18-19].
continental de su militancia en la Sociedad Unión
Americana, entidad creada en Santiago en mayo Asimismo, Ramón Dehesa, presidente de
de 1862 siguiendo el ejemplo de su similar lime- la Sociedad Unión Americana de Valparaíso,
ña Sociedad de Defensores de la Independencia detallaba un mes después las medidas necesarias
Americana. El objetivo principal de la entidad era para materializar la idea:
la «salvaguardia y defensa de la independencia y
democracia en nuestras repúblicas» (Colección de Para lograr este programa, para que se realice
ensayos...: 17), lo que esperaba conseguir creando el gran pensamiento de los padres de la patria,
una alianza que resultara en el establecimiento se emplearán todos los medios de comunica-
de una confederación –inicialmente denominada ción e inteligencia con los libres pensadores
«Estados Unidos del Sur» (18). Según las bases de la América, para que en todas partes se
de la Sociedad y los registros de sus eventos, los organicen sociedades idénticas que difundan
miembros buscaron pavimentar el camino a la los mismos principios y se convierta por la
alianza americana construyendo una dimensión discusión, la publicidad y la asociación, la
americanista, es decir, un imaginario simbólico y idea de la Unión Americana, en lábaro de la
material de la historia y cultura continentales me- democracia y la libertad [37].
diante actividades de propaganda como la promo-
ción de sociedades análogas en el resto de Chile, Siendo Vicuña Mackenna uno de los militan-
Sudamérica y México; la adopción del periódico tes más jóvenes, recibió el encargo de recopilar

18
«los principales documentos, que sirv[ieran] de tenían escaso contacto entre sí. A este respecto,
base a la idea de la Unión Americana» (41). Pu- Anderson afirma que si bien «[e]l liberalismo
blicado en Santiago en 1867, el texto introducto- y la ilustración ejercieron claramente un efecto
rio a la Colección de ensayos y documentos rela- poderoso», fueron «los funcionarios criollos
tivos a la Unión y Confederación de los pueblos peregrinos y los impresores criollos provinciales
Sud-Americanos indica que la comunicación con [quienes] desempeñaron un papel histórico deci-
otras sociedades buscaba que «la uniformidad sivo» (101). Debido a estos últimos, «[l]a nación
de ideas y de sentimientos llega[ra] a estable- se convirtió en algo capaz de ser concientemente
cerse como un efecto natural de la discusión y deseado» (102) por habitantes de un territorio
del voto libre de los pueblos» (10). Es claro, en extenso y desigual.
consecuencia, que los miembros de la Sociedad Concientes del poder de la publicidad, los
sabían que para materializar la Unión Americana miembros de la Sociedad dedicaron grandes
era necesario promover su idea edificando un esfuerzos a promover el deseo de alcanzar el
imaginario continental mediante acciones cívicas horizonte utópico de la Unión Americana. Uno
y periodísticas. Y al referirme a «imaginario» de ellos fue la distribución del periódico La Voz
en el contexto de las iniciativas de la Sociedad de la América, de cuyos «[d]os mil ejemplares,
Unión Americana aludo principalmente a la mil se introducían secretamente en Cuba, otra
manera como Cornelius Castoriadis entiende el parte en Puerto Rico y España –también de
concepto, o sea, como la «creación incesante y manera clandestina–, y el resto se vendía en los
esencialmente indeterminada (histórico-social Estados Unidos y Chile» (González Barrios: 29).
y psíquico) de figuras/formas/imágenes», las Asimismo, el primer párrafo del editorial que
cuales, «incluso si asume[n] una faceta abstracta, el 21 de diciembre de 1865 inaugura la serie de
[son] indisociablemente de un alcance y de un entregas de La Voz de la América en Nueva York
proyecto políticos» (12). La construcción del no podía sino aludir al privilegio de alcanzar una
imaginario continental puede ser también descri- comunidad continental de lectores, logro en el
ta a partir de, como dice Juan Flores, «la gastada que ciertamente recibió importante crédito el
aunque útil frase de Benedict Anderson» (223), o territorio anglosajón:
sea, como el establecimiento de una «comunidad
imaginada» que, en el caso que nos ocupa, no es La noble aunque desdichada familia de las
nacional sino transnacional con vistas a cumplir repúblicas antes españolas del Nuevo Mundo
una misión ética en la historia de la humanidad necesitaba desde años atrás una tribuna para
(según especifica Ramón Dehesa en la cita de hacer escuchar la voz de sus derechos, de sus
arriba y afirmaría Frank Bonilla en 1998). agravios, de sus justas quejas ante el mundo
Recordemos que para Anderson, la fijación civilizado, y especialmente ante la gran repú-
impresa de la lengua nacional logró consolidar blica del Norte, de la que aquellas en cierta
la pertenencia a una comunidad imaginada manera habían nacido, y de la que, en virtud
como una condición de simultaneidad entre de la ignorancia o la calumnia, han aparecido
localidades que, a inicios de la vida republicana, como repudiadas. // La Voz de la América

19
sale a luz para llenar ese vacío y dar aliento seguiremos la marcha majestuosa hacia las gran-
a esas generosas aspiraciones de verdad y de des prosperidades a que está destinada la América
justificación. meridional». Vicuña Mackenna va a Nueva York a
convocar a los compatriotas del Sur y a interpelar
Considerando que la Sociedad Unión Ame- a los estadunidenses para unirse contra el enemi-
ricana se dedicó a establecer una tradición de go común. Preguntándose «¿qué cumple hacer a
pensamiento continental, no resultan extraños los dos continentes de la América?», dice en el
los paralelos entre la «Carta de Jamaica» de primer editorial:
1815 y la primera nota editorial de La Voz de
la América de 1865, razón por la cual creemos Algo de muy sencillo, pero urgente y enérgi-
provechoso contrastarlos en tanto que escritos co. // A los habitantes del Sur, lo que hicieron
surgidos en contextos de producción y lugares sus mayores en 1810; armarse en una sola
epistémicos similares. Ambos son redactados cohorte de valientes y de libres para expulsar
en territorio anglosajón para conseguir apoyo eternamente de su suelo a los nuevos invaso-
contra España y, en el cometido, explican la res. // A los del Norte, convertir de una vez en
América hispana como totalidad, reconocen hecho sus programas, poner sus principios a
la existencia de una raza común y llaman a la la prueba, y sostener sus doctrinas contra la
unión continental. Aunque la diversa trascenden- burla de sus enemigos y la incredulidad del
cia histórica de sus autores es innegable, resulta mundo, con la punta de la espada y la boca
imposible dejar de notar las semejanzas de estos del cañón [1].
escritos como manifiestos identitarios surgidos al
calor de la beligerancia anticolonial y la distancia Por su parte, conocidos son los párrafos en que
geográfica de la patria chica –circunstancia que Bolívar anticipa carácter y destino de las futuras
sin duda estimuló a Bolívar y Vicuña Mackenna repúblicas, anunciando, por ejemplo, que los ca-
a establecer directrices continentales de carácter nales de América Central «acortarán las distancias
político, programático y cultural que lograron, del mundo», que Nueva Granada y Venezuela se
en ambas coyunturas, exacerbar el sentimiento unirán, o que Perú enfrentará dos obstáculos para
de pertenencia a la patria grande. Lo primero que alcanzar «un régimen justo y liberal»: el «oro
llama la atención es el impulso de desplazamiento y [los] esclavos». Medio siglo después, Vicuña
a tierras anglosajonas para buscar apoyo contra la Mackenna retoma el texto de Bolívar para regis-
opresión española –como si el espacio anglosajón trar en tiempo imperfecto lo que las repúblicas
fuera, casi sin sombra de dudas hasta inicios de hispanoamericanas habían avanzado hasta el
la segunda mitad del siglo xix, una localización fatídico momento en que las agresiones europeas
epistémica redimida por la libertad y redentora de interrumpieron el ostensible progreso:
quienes llegan a ella. Bolívar viaja a Jamaica para
gestionar la protección de los ingleses: «Luego Chile se desarrollaba con una rapidez sin
que seamos fuertes, bajo los auspicios de una ejemplo en todas las vías del progreso ma-
nación liberal que nos preste su protección, [...] terial e intelectual; el Plata, empujado por la

20
corriente de una inmigración creciente y cada DE LOS ESCLAVOS: LA INDEPENDENCIA
día más poderosa, veía desaparecer ante sus POLÍTICA DE LOS CUBANOS». En otra
ojos la magnífica soledad de sus riberas y de sección del primer número de La Voz de la
sus pampas, inundadas por una vida nueva que América, denominada «Cuba y los cubanos»,
venía de afuera; el Perú, la más rica de las na- se sugiere –a tono con los cuestionamientos de
ciones de la tierra, tomadas en consideración Bolívar– la posible «apatía de sus naturales que
sus necesidades y su población, dominaba en no acuden con un sistema de política avanzada
el comercio del mundo por la exportación de al afianzamiento de las ideas modernas». Pero el
productos valiosísimos capaces de despertar comentario es rectificado en el cuarto número de
la bastarda codicia de cualquier corte corrom- La Voz de la América, correspondiente al 20 de
pida, como el guano, el salitre y el bórax; enero de 1866, donde se afirma enfáticamente:
Colombia, en fin, se pronunciaba con una
abierta decisión hacia su antigua y gloriosa cumpli[mos] con un deber muy grato, denun-
unión, buscando así la restitución de su poder ciando como gratuita y despreciable la ofensa
y de su prestigio, y por último México, la feliz que se les hace con suponerlos contentos y
México, desangrada y empobrecida como se satisfechos con el bárbaro yugo de su metró-
hallaba, tenía todavía fuerzas suficientes para poli. Como patriotas, como americanos, nos
consumar una de las más grandes, costosas vemos forzados a protestar enérgicamente
y sangrientas evoluciones que le ha cumpli- contra el estigma de vergüenza y degradación,
do llenar al espíritu humano: la de abolir la que calumniadores sin conciencia tratan de
teocracia, que no es sino la peor fórmula del imprimir sobre sus frentes, presentándolos
feudalismo, puesto que es feudalismo de la ante el mundo civilizado como súbditos fieles
conciencia. y leales de la Corona de España. ¡Mentira!
No hay sacrificio ninguno que los cubanos y
Con respecto a Cuba y Puerto Rico, mientras puertorriqueños no estén dispuestos a consu-
Bolívar se pregunta en 1815: «¿no son ameri- mar en aras de su patria [2].
canos estos insulares? ¿No son vejados? ¿No
desearán su bienestar?», Vicuña Mackenna No extraña el énfasis con que se aclara el
alega en 1865 que «[e]l sistema de la América comentario, puesto que revela las impresiones
está truncado en esa latitud importantísima que de Vicuña Mackenna tras su primera reunión el 9
domina, no solo el Atlántico, sino en cierta de enero de 1866 con el cubano Juan Manuel Ma-
manera una vasta porción del Pacífico por su cías y el puertorriqueño José Francisco Basora,
vecindad del Istmo». Y refiriéndose a Cuba en miembros de la Sociedad Republicana de Cuba
particular, añade: «Su estrella solitaria [...] gira y Puerto Rico. En la oportunidad, Macías solicitó
en su cielo nebuloso buscando su órbita perdida, la formalización del apoyo chileno a las islas, a
y es preciso que la encuentre haciendo que se lo cual el agente respondió que la ayuda llegaría
consumen mañana, hoy si es posible, estos dos siempre que «por actos positivos manifiesten sus
grandes hechos correlativos [...]: LA LIBERTAD habitantes el deseo de emanciparse» (en López:

21
57).2 Fruto de esta conversación, el editorial del cionamientos chilenos provinieron de mujeres
31 de enero incluyó una cronología de «hechos cubanas que, en cartas al director, manifestaron
históricos y documentados» que demostraban que su patriotismo. En el número del 21 de febrero
«la Isla de Cuba mereció la libertad porque han lu- de 1866, una cubana avecindada en Nueva Jer-
chado y [siguen] luchan[do] sus verdaderos hijos». sey responde a un poema que insta a las isleñas a
Los eventos recopilados van desde la persecución bordar coronas para el general español Juan Prim,
sufrida por el «virtuoso presbítero D. Félix Varela» quien entonces lideraba una rebelión antimonár-
en 1821 por cuestionar la influencia efectiva de los quica en la península. La suscriptora afirma que
diputados a corte por la Isla de Cuba, hasta la eje- el poeta «no nos conoce a nosotras las verdaderas
cución del «anciano peninsular D. Ramón Pintó» cubanas», preguntando al mismo tiempo: «¿Qué
en 1855 por «reconocer el estado de opresión en hay de común entre nosotras [...] y los futuros
que viven los cubanos». Se describen también la paladines españoles? Nada más, sino que ellos
fundación de la sociedad revolucionaria «Los soles son los dominadores y nosotras las dominadas».
de Bolívar» [sic] en La Habana (1822), la creación Y agrega: «¿No tiene él españolas que le ayuden
de la «Junta Patriótica Cubana» en Ciudad de en esa obra de misericordia?»; «Nosotras las
México (1824) y la conspiración «Águila Negra» verdaderas cubanas, no tejemos coronas sino
(1828), entre otras muchas expresiones antico- para los paladines que nos liberten del yugo
loniales cubanas y puertorriqueñas. La detallada español en Cuba» (3). Del mismo modo, en
cronología buscaba «demostrar, no solo que el la entrega del 21 de marzo de 1866, María del
pueblo de Cuba se ha movido y se mueve, a pesar Rosario Núñez de Balboa escribe desde Cárdenas
de sus tiranos y algunos de sus descarriados hijos para denunciar al autor anónimo de una carta
concesionistas, sino que no ha dejado de moverse publicada en un periódico propeninsular, revelar
con más o menos ostensibilidad desde el año de su identidad y afirmar que las cubanas lectoras de
1821, es decir desde hace 45 años» [1]. La Voz de la América «no pudimos menos que
No obstante lo anterior, las aclaraciones más llenarnos de indignación; al ver cómo se ultraja a
firmes a las dudas bolivarianas y a los condi- nuestros paisanos, suponiéndolos contentos con el
delicioso yugo de la España». Y añade que: «En
2 López señala que en esos primeros encuentros de Vicuña primer lugar, el pueblo de Cuba no quiere nada
Mackenna con los exiliados antillanos se generaron que venga de España; en segundo, que España no
tensiones principalmente por las dudas de estos últimos tiene nada bueno que dar». Es interesante que la
respecto a la voluntad chilena. Basora fue explícito:
lectora informa que «[c]ada vez que aquí llega La
«Con su especie de doctrina de Monroe que le es pro-
pia, ¿se acordó siquiera de que existía Santo Domingo, Voz de la América nos reunimos y tenemos mu-
durante los tres años de su heroica contienda? [...] chísimo placer en leerla y saborearla», comentario
nada más que mantenerse en estricta neutralidad» (58). revelador de la difusión del periódico comparable
También René González Barrios en su libro Chile en la al de Ignacio Mendoza, quien, al recordarle a Ma-
independencia de Cuba (2007) da cuenta de las dudas de
cías sobre el envío de los periódicos a Matanzas,
los antillanos con respecto a las intenciones chilenas, las
cuales no obstante «aumentaron el comprometimiento e le advierte: «me sacan los ojos por ellos creyendo
identificación de Mackenna con ellos» (35-36). que los recibo» (en López: 59). María del Rosario

22
Núñez de Balboa concluye la misiva detallando su Américas» a partir de denominaciones generales:
aporte a la causa de la independencia: «mi hijito, «Hay un peligro común contra un enemigo eterno,
que algún día será útil, mis buenos deseos y una y de esto, como una consecuencia inevitable, nace
sortija de esmeralda». la alianza común de todas las nacionalidades entre
Volviendo a los textos de Bolívar y Vicuña sí y en una escala más vasta de los dos grandes
Mackenna, una de sus diferencias es el carácter continentes americanos». Cabe señalar que en
de la identidad común. Citado es el fragmento en las distintas entregas del periódico se constata el
que el venezolano nos describe como «un pequeño uso de «hispano» como referencia a la ubicación
género humano», especificando que «no somos geográfica de las excolonias, y el de «latino» como
indios, ni europeos, sino una especie de mezcla identidad cultural compartida con naciones euro-
entre los legítimos propietarios del país y los peas surgidas del Imperio romano. El mayor uso
usurpadores españoles». En La Voz de la América, de la primera se entiende tal vez por el propósito
cuyo lema es «Órgano político de las repúblicas de informar sobre la localización geográfica de las
hispano-americanas y las Antillas españolas», acciones bélicas emprendidas por los americanos
Vicuña Mackenna de cierto modo «uniformiza» en respuesta a las agresiones europeas. Por otro
la mezcla promoviendo el gentilicio cultural que lado, y acaso por la misma razón, los exiliados
su coterráneo Francisco Bilbao tomara de los fran- antillanos en los Estados Unidos, lejos de la geo-
ceses para resistir la usurpación estadunidense del grafía natal, adoptaron la denominación que los
territorio mexicano en 1848, esto es, la identidad hermana culturalmente con los americanos del
común de «las repúblicas de la raza latina». Así, Sur. Reflexionamos al respecto a fin de enriquecer
cincuenta años después de la «Carta de Jamaica», la discusión sobre estos términos realizada por
el chileno remprende el proyecto bolivariano de trabajos como el de José Calderón, quien, basado
la unión continental, pero imaginándola como una en sus trayectorias durante el siglo xx, asocia el
Unión (Latino) Americana: «La América latina, uso de «hispano» a categorizaciones demográficas
como raza y como asociación de repúblicas, no usadas en censos estadunidenses y el de «latino»
menos que por razones de historia, de política, de al activismo político chicano y puertorriqueño
comercio, de topografía y más que todo de esta con- de la década de 1970 (39-40).3 Sin desmerecer el
vicción innata pero irresistible nace la tendencia tan análisis de su uso en épocas recientes, es necesario
pronunciada que se observa en todas sus fracciones considerar que, después de las independencias, la
a la unión recíproca y común en un solo todo».
Según creo, destronar el imperio cultural de Es- 3 La pregunta metodológica a partir de la cual Calderón
paña en las Américas no es la única razón debido desarrolla su estudio es si existe una etnicidad «His-
a la cual Vicuña Mackenna sustituye el adjetivo pánica» o «Latina» en los Estados Unidos que esté por
«hispano» por el de «latino» en su editorial- encima de las identidades individuales de grupos mi-
manifiesto. También lo hace porque, estando en grantes como los de Cuba, Puerto Rico y México. Una
importante reflexión sobre el tema es desarrollada en el
los Estados Unidos y siendo objetivo invitar a sus ensayo «El imaginario latino: sentidos de comunidad e
habitantes a luchar contra el colonialismo euro- identidad», de Juan Flores, incluido como capítulo de
peo, se ve en la necesidad de distinguir «las dos su libro Bugalú y otros guisos.

23
génesis del último término viene de mucho más Americana con respecto a que las declaraciones
atrás: de la necesidad de diferenciar el «nosotros» de Mackie constituían «los sentimientos y [...]
latino del «ellos» sajón cuando las repúblicas del las tendencias de la política actual de los Estados
sur todavía consideraban a los Estados Unidos Unidos del Norte». La cena ofrecida por diplo-
como aliados –a diferencia de lo que haría José máticos y congresistas estadunidenses en honor
Martí, quien, según nos dice Julio Ramos, hace a Chile, Perú y México en los lujosos salones del
la distinción porque los percibe como amenaza. «Copper Institute» el 6 de enero de 1866, confir-
Ciertamente, también la opinión de Vicuña Mac- maba los auspicios sembrados por el oficial de
kenna sobre los Estados Unidos evoluciona en el Lincoln entre los americanos del Sur. En el evento,
transcurso de su estadía, fenómeno que examino los anfitriones prometieron sostener la Doctrina
en la siguiente sección. Monroe asegurando que el pueblo estadunidense
«pon[dría] término a la audaz invasión de México
Latinos en los Estados Unidos: y a los atropellos de la España en el Pacífico» (La
¿otro corolario de la Doctrina Monroe? Voz de la América, 11 de enero de 1866, p. 4).
Vicuña Mackenna, orador principal de la velada,
El 3 de mayo de 1864, un mes después de la señaló que los latinoamericanos habían podido
ocupación española de las Islas Chincha, Andrés mantener su independencia
Bello presidió una reunión extraordinaria de la
Sociedad Unión Americana en dependencias [p]orque nosotros, señores, tenemos también
de la Universidad de Chile, donde los asistentes una especie de doctrina Monroe que nos es
–entre ellos José Victorino Lastarria, Alberto Blest propia. Pero no es una doctrina de Monroe
Gana y Benjamín Vicuña Mackenna– acordaron como la que vosotros ostentáis desde hace
solicitar «la poderosa influencia de Estados Uni- cuarenta años, para ser sostenida bajo la bóve-
dos a favor nuestro» (174). Los miembros de la da iluminada de estas brillantes salas, para ser
Sociedad efectivamente creían que los Estados propalada por la palabra de nobles oradores,
Unidos habían cambiado su política continental por la gritería diaria de la prensa, sino una
después de la Guerra Civil, especialmente debido doctrina práctica, sincera, apoyada en actos,
a la visita que dos años antes hiciera el oficial en tratados, en alianzas y que, a diferencia
del Ministerio de Relaciones Exteriores James de vosotros, siempre hemos defendido con
S. Mackie, quien había asegurado que «[l]a po- nuestra sangre y nuestro acero.
lítica de la administración de Lincoln se funda
en la justicia y en el respeto y la amistad más La certera crítica de Vicuña Mackenna –y
sincera para con vuestras repúblicas» (59). Por optimista visión de una política continental
ello, el llamado desde las páginas de La Voz de chilena que poco después cambiaría de rumbo–4
la América a que los estadunidenses aplicaran la
4 López dice que la política continental chilena se despla-
Doctrina Monroe no fue un arrebato infundado zaría del americanismo generoso de figuras como Vicuña
de optimismo por parte de Vicuña Mackenna, Mackenna, al «egoísmo ilustrado» de sectores conser-
sino el convencimiento de la Sociedad Unión vadores como el vinculado al diario El Mercurio. Por su

24
tenía que ver con el cuestionamiento incipiente en apoyo de los que débiles y desapercibidos
de la honestidad de los Estados Unidos, pues el se habían presentado a la defensa de las ins-
editorial de la misma edición de La Voz de la tituciones que eran un patrimonio de todos,
América comentaba: «todavía [está] por verse y recogido del suelo y levantado sobre sus
hasta dónde se llevará en los hechos la since- escudos de guerra esas mismas doctrinas
ridad y la extensión de este principio» (énfasis que tanto ponderaban la palabra de sus ora-
del periódico). El misterio, como señalamos, dores, los despachos más solemnes de sus
fue descubierto el 21 de junio de 1866 en un ministros de Estado y el clamor constante y
número cuyo editorial anticipaba que La Voz de altivo de la prensa popular. // El desengaño
la América «tendr[ía] [...] un humilde puesto fue, sin embargo, inmenso y vino tarde [1].
en la colección de los grandes documentos que
sirven de base a la nueva historia de la América». El 21 de junio de 1866 fue también el día en que
El artículo siguiente, «El sentimiento america- Vicuña Mackenna debió regresar a Chile porque
no», comentaba en portada la envergadura de William H. Seward lo había acusado de quebran-
los dobleces estadunidenses y la disculpa que tar la neutralidad estadunidense «por adquirir en
explicaba el error político sudamericano: compra y armar en corso contra España, el buque
Meteoro [...] [que] fue apresado, en el momento
Queremos ser justos y vamos a apuntarla, en que levaba anclas para salir [...] rumbo a Cuba»
porque más o menos todos hemos participado (González Barrios: 39). El gobierno chileno sus-
del engaño enorme en que aquella descansaba. pendió la misión confidencial el 9 de abril, pero
Esa disculpa fue la creencia universal de que Vicuña Mackenna no lo supo sino hasta un mes
los Estados Unidos, como la república más después porque estaba concentrado buscando
antigua y poderosa del Nuevo Mundo, ligada ayuda internacional para sacar a los españoles de
por la santidad de sus doctrinas, incorpora- Cuba. Por ello, este «punto de enredo» (Glissant en
das, según el lenguaje de sus hombres más Flores: 117) urdido por la equivocación derivada de
prominentes, en la Constitución misma que las audaces palabras de la Doctrina Monroe, repre-
se diera al hacerse de colonia una nación, senta, en mi opinión, un hito ideológico que marca
y más que todo, ligada por sus promesas las directrices que seguiría la política estadunidense
recientes de auxilio de solidaridad, vendría con respecto al Sur de las Américas y al lugar que
los inmigrantes de estas latitudes ocuparían en el
parte, en el capítulo denominado «Chile y la Guerra de
imaginario de la nación imperial. Asimismo, marca
los Diez Años», González Barrios afirma que «[s]i por el fin del americanismo chileno en tanto política
una parte la misión de Benjamín Vicuña Mackenna en internacional oficial, el cual, gracias a figuras
los Estados Unidos no tuvo para los patriotas antillanos como Andrés Bello, siguió vivo en una segunda
los resultados esperados y trajo entre sus consecuencias generación liberal chilena, hija de la independencia,
sensación de frustración y abandono, por otra, logró
encender en las distintas esferas de la vida sociopolítica
que no obstante durante el transcurso de la guerra
chilena un sentimiento de simpatía y hasta de compro- con España perdería protagonismo en el escenario
miso moral con la independencia antillana» (47). político nacional (ver López).

25
El nacimiento de la comunidad «latina» en mante, pero de apenas un párrafo, informando
los Estados Unidos se da en el momento en que que el Secretario de Estado William H. Seward
este país considera, acaso por última vez en su había afirmado durante un brindis en La Haba-
historia, la posibilidad de seguir una política na que «la España era la única nación europea
continental solidaria, optando en cambio por el que tenía derecho para mantener posesiones en
imperialismo que desplegaría a fines del siglo xix. América o intervenir en su política» (énfasis del
La Voz de la América, testigo de la crucial deci- periódico). El artículo siguiente, titulado «El
sión estadunidense cuyo alcance sería compren- arresto del enviado chileno», informa revelado-
dido solo tres décadas después –durante la guerra ramente sobre la detención de Vicuña Mackenna
de independencia cubana organizada por José en los Estados Unidos por «quebrantamiento de
Martí–, se guarda de publicitar la magnitud de la las leyes de neutralidad de ese país».
traición para no arriesgar el cierre prematuro del Los siguientes números de La Voz de la Améri-
periódico, en tanto sus páginas interiores delatan ca se limitan a reproducir, en páginas interiores,
con titulares de bajo perfil el verdadero curso ciertos editoriales y cartas al director donde los
de los acontecimientos. Las dudas en torno a la propios estadunidenses critican la falta de neutra-
aplicación de la Doctrina Monroe y los alcances lidad del gobierno. Ello hasta el 11 de abril, día
de la política de neutralidad estadunidense son en que el periódico ofrece un pequeño apartado
resueltos en la entrega del 1 de marzo de 1866, firmado por «Uno que asistió al “Copper Ins-
en una arrinconada noticia titulada «A Última titute” el 6 de enero» y que concluye: «¡Farsa
Hora», que reproduce un texto publicado una de Monroe! –¡Al fin os quitasteis la máscara!
semana antes por el diario monarquista español ¡La América del Sud está de parabienes! ¡Nos
Crónica: conocemos!» (7). También el 21 de mayo se in-
serta «sin ningún comentario» (5) otro artículo
Hemos sabido con particular satisfacción que titulado «La Doctrina Monroe tal cual es», donde
por orden del gobierno de Wáshington se han se colocan en columnas paralelas la afirmación
puesto a disposición de los comandantes de Monroe en 1823: «Los continentes america-
de los buques de guerra españoles surtos nos [...] no pueden ser considerados de aquí en
en este puerto, los diques y varaderos del adelante como objeto de futuras colonizaciones
arsenal de Brooklyn para que hagan en ellos por parte de ningún poder europeo»; y la de
las reparaciones que en aquellos necesiten, Seward en 1866: «desea[r] a España toda suerte
siendo de cuenta del gobierno federal todos los de dicha y prosperidad para que pueda conser-
gastos que por este concepto se originen [8]. var sus posesiones americanas y asegurarles las
bendiciones de la paz y de todos esos bienes con
El único comentario de La Voz de la Améri- que Dios recompensa a los pueblos frugales y
ca es: «[n]o hacemos por ahora comentarios», laboriosos». El texto es seguido por comentarios
complementando con un editorial del Herald en sorprendidos de la prensa local sobre el «coro-
que se critica la neutralidad estadunidense. En el lario Seward» a la Doctrina Monroe, uno de los
número del 10 de marzo aparece otra noticia alar- cuales se pregunta con preocupación: «¿Querrán

26
[los Estados Unidos] hacer extensiva la doctrina pauta de la ambigüedad de la política continental
Monroe hasta la Oceanía? Veremos, pues algo estadunidense y de la idea de muchos latinoa-
serio se prepara» (5). mericanos respecto del bienestar ofrecido por el
Como examinamos en la sección anterior, Norte, quienes, excluidos de sus propios países,
el periódico La Voz de la América fue efectivo continuarían migrando para buscar la libertad
en echar las bases discursivas de la comunidad «de puño de encaje y de dosel de terciopelo»
imaginada latinoamericana en Nueva York (Martí: 25) y encontrar, adjuntas al dinero, discri-
porque, como dice James Clifford con respecto minación y marginalidad. Por ello creemos que
a las culturas viajeras, los «[c]entros culturales, la disculpa expresada en el editorial del último
regiones y territorios no existen previamente a número de La Voz de la América publicado du-
los contactos, sino que son sostenidos por ellos, rante la estadía de Vicuña Mackenna corrobora
en los movimientos constantes de personas y que los «viajes y contactos son sitios cruciales
cosas» (3). Esta contradictoria «fundación» del de [un]a modernidad incompleta» (Clifford: 2);
imaginario latino en los Estados Unidos debe y añadimos: de una modernidad problemática,
entenderse, a mi parecer, como un momento inestable y desigual. Ello, porque la intervención
de «heterogeneidad histórico-estructural del de este periódico en la comunidad antillana inmi-
poder»5 (Quijano, 2014) puesto que marca la grante de Nueva York descubrió la emergencia
de la versión continental del ambiguo patrón
de poder estadunidense –el cual en el exterior
5 Quijano señala con respecto a este concepto: «La promueve la ideología de la libertad con discur-
“heterogeneidad histórico-estructural” del poder [...]
se refiere a que las estructuras constituidas por un sos heroicos como la Doctrina Monroe, y en el
determinado patrón de poder, y que adquieren cierta interior aplica la ideología del racismo con leyes
tendencia de auto-reproducción, están desde el prin- como las Proposiciones 1 (1976) o 187 (1994)
cipio conformadas por una multiplicidad de elementos de California.6
históricos cuya parcial autonomía se mantiene actuante. No extraña que los sitios de la diáspora esta-
La totalidad social así conformada se encuentra en
permanente transformación impulsada por su conflic- dunidense den origen a «culturas translocales»
tividad constituyente» (28). La intervención de La Voz (Clifford: 7), cuya identidad es sostenida en la
de la América en la comunidad antillana inmigrante de inestable dialéctica espacial entre el aquí del
Nueva York, además de ser un momento fundacional exilio y la discriminación, y el allá de la patria
de la latinidad en la América del Norte, constituye y la exclusión. La dialéctica discriminación/
la emergencia de la versión continental del ambiguo
patrón de poder estadunidense, el cual hacia el exterior exclusión de las culturas translocales formadas
promueve la ideología de la libertad y los derechos ci- por la mayoría de los integrantes de la comu-
viles, y en el interior aplica la ideología del racismo y nidad «latina» en los Estados Unidos, remite a
la exclusión. Desde la perspectiva epistémica amplia de
la «heterogeneidad histórico-estructural» también puede
ser repensada la tradicional exclusión experimentada 6 Más información sobre proposiciones «raciales», ver el
por escritores latinoamericanos exiliados en los Estados libro de Daniel Martínez HoSang, Racial Propositions:
Unidos del canon de los Estudios Latinos según es cues- Ballot Initiatives and the Making of Postwar California,
tionada por Marta Caminero-Santangelo (en Álvarez). de 2010.

27
las ubicaciones fronterizas de las Américas y a común colectiva» (Calderón: 37).7 Aun tomando
las diferencias coloniales derivadas de la ame- en cuenta que los primeros cubanos y puertorri-
ricanidad (Quijano y Wallerstein) –diferencias queños llegaron a Nueva York en la década de
que, de hecho, los Estados Unidos heredan y 1820 debido a la persistencia del colonialismo
aplican durante la coyuntura histórica que nos español en sus islas, y que la inmigración mexi-
ha ocupado. Por esta razón, la mirada mundo- cana se agudizó tras la guerra de 1848 y durante
sistémica y descolonial de la transamericanidad la Revolución Mexicana, siguiendo cada grupo
de José David Saldívar resulta pertinente para trayectorias históricas divergentes por las situa-
aproximarnos a este nodo de «heterogeneidad ciones de sus respectivos países, no podemos
histórico-estructural» continental. Recordemos negar que en un nivel transamericano el nodo
que para el chicano «La americanidad como histórico-estructural que ha estimulado la
concepto» (1992), de Quijano y Wallerstein, salida masiva de cubanos, puertorriqueños y
constituye una reflexión fundacional que permite mexicanos al Norte durante gran parte del siglo
entender «las raíces y rutas de la modernidad, la xix y durante todo el siglo xx está vinculado a
globalización y el sistema-mundo capitalista» la reconfiguración del patrón de poder imperial
(8), todo lo cual resulta de la jerarquía de poderes
y razas impuestas en el Nuevo Mundo y que Qui- 7 Calderón también señala que «la identidad panétnica
jano llama «colonialidad». Saldívar, no obstante, no está basada en una herencia cultural trasplantada»
identifica una limitación relacionada con que los justamente porque las experiencias históricas de mi-
autores están regidos por las «fantasmagorías del grantes cubanos, puertorriqueños y mexicanos son
diferentes. Ello, claro, si se observan desde una óptica
estado» (272) heredadas de las independencias y nacional acrítica, apreciación que cambia si nos loca-
por la división de las dos Américas, latina y sajona lizamos desde un lugar epistémico transamericano y si
–obstáculo que los hace dejar de lado fenómenos vamos un poco más atrás en la historia, pues según he
migratorios y diaspóricos Sur-Norte (y también argumentado efectivamente ocurrió el trasplante de una
Sur-Sur, porque el horizonte de bienestar capita- herencia cultural iniciada por Bolívar con la creación
del periódico La Voz de la América –momento que solo
lista está siendo asociado también a países como carece de suficiente estudio por parte de los académicos
Chile). En este contexto, la adición del prefijo vinculados al tema. Al respecto, dice Flores: «México,
«trans» a la «americanidad» busca acercar la Puerto Rico y Cuba son puntos de referencia imagi-
mirada crítica y teórica a las formas en que la nativa muy diferentes [...] y de nuevo, es a través de
colonialidad opera sobre identidades fronterizas su particular óptica nacional que los latinos tienden a
prever algún “nosotros” latino o latinoamericano. Pero
y diaspóricas como las de latinos, chicanos y la fisonomía de “nuestra América”, según Martí, destaca
afroamericanos en los Estados Unidos (y de en el inconciente histórico latino a lo largo de esa larga
inmigrantes que en otras latitudes americanas narrativa de conquistas coloniales españolas y estadu-
también son discriminados). Por ello, no estamos nidenses, de la esclavitud y el sometimiento de pueblos
de acuerdo con que las diversas «experiencias indígenas y africanos, de la problemática consolidación
de naciones bajo el puño del poder internacional, y del
históricas, estatus socioeconómicos e identidad» constante movimiento migratorio de pueblos, culturas y
de los inmigrantes latinoamericanos en los Esta- cosas que han sido concurrentes con todos los aspectos
dos Unidos impidan hablar de una «experiencia de la saga latina» (233).

28
en las Américas, el cual pasó de España a los que hemos pasado por un segundo período de
Estados Unidos mediante negociaciones tras nuestra existencia, necesitamos de nuevo una
bambalinas que personajes como William H. nueva confirmación, un nuevo bautismo».
Seward se encargaron de realizar. Este último gesto de constatación del sen-
El desengaño explicado en la última entrega timiento americano anunciado desde Nueva
de La Voz de la América estimuló –como hizo York y considerado por La Voz de la América
con Francisco Bilbao en la década de 1850 y un corolario positivo a la Doctrina Monroe para
con José Martí en la de 1880– la diferenciación los pueblos hispanoparlantes, es el que propongo
de las dos Américas. El artículo «El sentimiento leer como el (conflictivo) origen transamericano
americano» dice que si la base del Norte es «el del imaginario latino en los Estados Unidos. Y
egoísmo, ese egoísmo que algún día ha de roer aunque esta última nota editorial no retoma el
las entrañas mismas en que se anida postrando énfasis de la primera en la «raza latina», cabe
al coloso como un inmenso cadáver»; la base del notar que Vicuña Mackenna actuó según lo que
Sur «es el generoso principio de la expansión de Benedict Anderson llama «funcionario criollo
sus fuerzas, de la unión recíproca de la familia peregrino» (101) llevando la idea de una familia
que habita el mismo suelo, que habla el mismo «latina» a Nueva York y ayudando a los exilia-
idioma, que adora al mismo Dios [y] que nació dos políticos antillanos de la segunda mitad del
a la vez del heroico esfuerzo de sus hijos [...]». siglo xix a reterritorializar su diáspora mediante
Como indica el título de la columna, la mala la filiación a la comunidad imaginada por Bo-
interpretación de la Doctrina Monroe es leída lívar como un «pequeño género humano». En
como corolario positivo: «El sentimiento ameri- este sentido, me parece elocuente que el ameri-
cano es pues la gran conquista alcanzada por la canismo sincero de Vicuña Mackenna pero en
América en su presente contienda con la Europa, decadencia como política oficial del gobierno
es la lección más fecunda que debe servirnos chileno, haya sido la idea de América latina
para marchar con acierto en la senda difícil del que llegó a los Estados Unidos en la maleta del
futuro». Y para que el sentimiento «adquiera agente confidencial, porque desembarcó con
toda su identidad y se convierta en el nuevo todas sus connotaciones colonialistas de con-
código de la vida política a que están llamadas cepto nacido al calor de rivalidades imperiales
todas las repúblicas hispano-americanas», debe europeas y adoptado por criollos sudamericanos
materializarse en un nuevo congreso americano con miras de diversa altura. Asimismo, como
que será la «salvación única que encontrará la señalamos antes, la idea se instala en el Norte
América en su arduo esfuerzo por consolidarse». en un momento en que este propio país, por
Recordando nuevamente a Bolívar y los eventos cálculos geopolíticos que se revelarán al final
de 1810, el comentario concluye: «Después de del siglo, esperaba el momento para entrar en la
la primera victoria de la unidad americana, el disputa imperial sobre el Nuevo Mundo como
gran genio que representó aquella en toda su metrópolis colonizadora. Todo esto me hizo pen-
expansión y en toda su gloria, convocó una sar en lo que un amigo militante de los Panteras
asamblea que sancionara su nueva vida. Hoy Negras me comentó un día: dijo que él no podía

29
ser afroamericano y no ser político al respecto. Anderson, Benedict: Comunidades imaginadas.
De igual manera, ser latino en los Estados Unidos Reflexiones sobre el origen y la difusión del
conlleva ocupar un lugar minorizado en las jerár- nacionalismo, trad. de Eduardo L. Suárez,
quicas reparticiones étnicas de la americanidad, México, Fondo de Cultura Económica, 1993.
lo cual remite al orden mundial desigual en que Bilbao, Francisco: Iniciativa de la América. Idea
todos vivimos –constataciones que, ciertamente, de un congreso federal de las repúblicas,
no pueden ser leídas sino como interpelaciones México, Unión de Universidades de América
al cuestionamiento del propio lugar epistémico.8 Latina, 1978.
Como decía Frank Bonilla en 1998, «los latinos Bolívar, Simón: «Carta de Jamaica», Para noso-
en los Estados Unidos se han convertido en tros la patria es América, Caracas, Fundación
actores estratégicos de importantes procesos de Biblioteca Ayacucho, 1991.
transformación social», razón por la cual «están Bonilla, Frank: «Changing the Americas from
muy bien posicionados para realizar cambios en Within the United States», en Frank Bonilla,
las Américas desde dentro de los Estados Uni- Edwin Meléndez, Rebecca Morales y María
dos» (ix). Quiero terminar parafraseando a mi de los Ángeles Torres (eds.): Borderless Bor-
amigo de los Panteras Negras e interpelarlos a ders: U.S. Latinos, Latin Americans, and the
pensar que no se puede ser latino en los Estados Paradox of Interdependence, Philadelphia,
Unidos y no ser político al respecto. Temple University Press, 1998, pp. ix-xiii.
Calderón, José: «“Hispanic” and “Latino”: The
Bibliografía Viability of Panethnic Unity», en Latin
American Perspectives, vol. 19, No. 4
Álvarez, Stephanie: «Latino/a Exile Litera- (otoño), 1992, pp. 37-44.
ture», en World Literature Today (verano/ Castoriadis, Cornelius: La institución imagina-
otoño), 2002, p. 74. ria de la sociedad, Buenos Aires, Tusquets
Editores, 2007.
Clifford, James: Routes. Travel and Translation
8 En este contexto, coincidimos con una de las conclu-
siones de Calderón, quien señala que según muchos in the Late Twentieth Century, Cambridge/
académicos de los Estudios sobre Latinos en los Estados London, Harvard University Press, 1997.
Unidos, la unión panétnica no solo se basa en una cultura Colección de ensayos y documentos relativos
común, sino principalmente en intereses políticos simi- a la Unión y Confederación de los pueblos
lares (41). Así, queremos ser optimistas con respecto a
Sud-Americanos, vol. II, Santiago de Chile,
la duda planteada por Juan Flores: «Una pregunta clave
para el futuro es si el concepto prevaleciente de latino Imprenta del Ferrocarril, 1867.
tendrá el efecto de perpetuar, en el contexto del enclave, Flores, Juan: Bugalú y otros guisos, La Haba-
la larga y trágica historia caribeña de balcanización den- na, Fondo Editorial Casa de las Américas,
tro del marco de las culturas que comparten un mismo 2009.
idioma, o si, en su defecto, ayudará a fomentar el tipo
González Barrios, René: Chile en la indepen-
de solidaridad pancaribeña que la vida compartida en los
Estados Unidos ha producido durante períodos históricos dencia de Cuba, La Habana, Casa Editorial
anteriores» (96-97). Verde Olivo, 2007.

30
La Voz de la América, Nos. 1-19, Nueva York, del 21 Quijano, Aníbal: Cuestiones y horizontes. De
de diciembre de 1865 al 21 de junio de 1866. la dependencia histórico-estructural a la
López, Ricardo: «La solidaridad chilena con la colonialidad/descolonialidad del poder,
primera Guerra de Independencia de Cuba: ed. Danilo Assis Clímaco, Buenos Aires,
sus tensiones y contradicciones», en Revista Clacso, 2014.
de Historia y Geografía UCSH, No. 32, 2015, Saldívar, José David: Trans-americanidad. Mo-
pp. 53-76. dernidades subalternas, colonialidad global y
Martí, José: «Madre América», en Nuestra las culturas del Gran México, Durham, Duke
América, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 2005. University Press, 2012. c

Vinicio Almonte (República Dominicana, 1965): El último viaje del emigrante, 2002. Impresión digital, 66 x 101 cm

31
SILVIANO SANTIAGO

Destino: globalización.
Atajo: nacionalismo.
Recurso: cordialidad
Le nationalisme et le cosmopolitisme ont toujours fait bon
ménage, si paradoxal que cela paraisse; et depuis Fichte, de
nombreux ejemples pourraient l’attester. Dans la logique de ce
discours «capitalistique» et cosmopolitique, le propre de telle
nation o de tel idiome, ce serait d’être un cap pour l’Europe; et
le propre de l’Europe ce serait, analogiquement, de s’avancer
comme un cap pour l’essence universelle de l’humanité.
S’avancer, voilà le mot […]. L’Europe se tient pour une avancée
–l’avant-garde de la géographie et de l’histoire. Elle s’avance
comme une avancée, et à l’autre cessé de faire des avances:
pour induire, séduire, produire, conduire, se propager, cultiver,
aimer o violer, coloniser, se coloniser elle-même1

Jacques Derrida, L’autre cap, p. 49/50.


Revista Casa de las Américas No. 283 abril-junio/2016 pp. 32-45

F
ascinados por las experiencias y las palabras que, en las dis-
cusiones cotidianas, aparecen dominadas por el concepto de
globalización, o de mundialización, los artistas y pensadores
del arte se entregan más y más a críticas –y especulaciones en
torno– a la monstruosidad que fue la centralidad europea en la
1 «El nacionalismo y el cosmopolitismo siempre se han llevado bien, por muy
paradójico que parezca, y desde Fichte, numerosos ejemplos podrían dar fe
de ello. Según la lógica de este discurso “capitalístico” y cosmopolístico,
lo propio de una nación o de un idioma sería presentarse como una guía
para Europa; y lo propio de Europa sería, por analogía, anticiparse como
una guía de la esencia universal de la humanidad. Implicarse, he aquí la
palabra [...]. Europa se ve a sí misma como una avanzada –la vanguardia
de la geografía y de la historia. Se presenta como la avanzada, y, al mismo

32
idea de universalidad cultural y artística. Dan La conjunción y la pregunta del excolono fran-
continuidad al trabajo de esclarecimiento sobre cés no escamotean en los sótanos del mapamundi
lo que se venía, y todavía se viene entendiendo neoliberal las reliquias de la monstruosidad per-
por universal –Historia Universal–, desde los petrada en el resto del mundo por la colonización
tratados filosóficos y estéticos del siglo xix, occidental, muchas veces a sangre y fuego. Por
evidentemente eurocéntricos. el contrario, las reliquias del colonialismo son
En comentario reciente a un libro de Jacques contradictoriamente exhibidas en prenda de gra-
Derrida, el pensador marroquí Abdesselam Che- titud, cultivadas como fueron en el terreno de la
daddi preguntaba: «Et si l’Europe n’était pas là insuficiencia relativa, que era, y para muchos es,
où les Européens-européens la placent?» («¿Y lo propio del pensamiento crítico no occidental.
si Europa no estuviera ahí donde la ubican los En fecha reciente, el cineasta chino Zia
“europeos-europeos”?»). Más que la réplica o la Zhangke escribió y dirigió el filme The World,
negación de la presencia y del poder de la cultura cuya acción transcurre en un parque temático que
europea en el resto del mundo, la conjunción si se encuentra a dieciséis kilómetros de la ciudad
y la pregunta traducen la hipótesis que agrega de Beijing –The World Park–. Por encima de
nuevo significado al adjetivo europeo, en virtud las imágenes de monumentos grandiosos de las
de la intervención regional musulmana –hasta civilizaciones no asiáticas, como la Torre Eiffel,
entonces silenciosa en los confines del eurocen- aparece sobreimpresa la frase: «Usted puede co-
trismo–. La ausencia presente de los musulmanes nocer el mundo sin salir de Beijing». Siendo re-
durante el período colonial generó inusitadas ferida como el centro del mundo, la capital china
inscripciones de Europa fuera del mapa riguro- existe en oposición al resto del mundo, en lo que
samente europeo, y continúa generándolas en se transforman el Occidente y su tradición. El
el actual período poscolonial. Siendo Chedaddi cineasta afirmó en una entrevista: «World’s Park
un derridiano, su intención es poner a la vista y monuments are meant to satisfy people’s longing
hacer operativo un proceso inédito de globaliza- for the rest of the world. The park demonstrates
ción, por descentrado geográfica y culturalmente the Chinese people’s curiosity about the world
del antiguo continente –o de la civilización occi- and their interest in becoming part of global cul-
dental–. En su amplitud metafórica, el proceso de ture». [«Los monumentales parques mundiales
reinscripción de Europa en su lado de fuera, en la están concebidos para satisfacer la añoranza de
otra margen del Mediterráneo, sería conducido o una parte de la población por el resto del mundo.
reconducido por la experiencia cultural y artís- El parque es una muestra de la curiosidad del
tica que los ciudadanos del resto del mundo –en pueblo chino y de su deseo de pertenecer a una
las respectivas naciones y regiones– recibieron y cultura mucho más global»]. En el descentra-
todavía reciben de Europa y de su descendiente miento global propuesto por el filme, China se
directo, los Estados Unidos de América. convierte en el centro. Sin embargo, la curiosidad
china no apunta a provocar la envidia o el odio
tiempo, deja de hacer avances: para inducir, seducir,
producir, conducir, propagar, cultivar, amar o violar, de los asiáticos por el resto del mundo, en este
colonizar, colonizarse a sí misma. caso Occidente y las otras grandes civilizaciones

33
que se les escapan en el insano acontecer diario. en-Occidente que es hoy la América Latina, y el
Hace hincapié en la originalidad municipal de Occidente-embutido-en-el-otro, tal como en la
Beijing, que, al convertirse simbólicamente en pregunta de Chedaddi o en el filme de Zhangke?
centro descentrado del mundo, resuelve el pro- En los casos antes presentados, aquello que
blema del turismo externo de los ciudadanos se dio en pequeña escala geográfica asume vo-
chinos mediante el recurso del parque temático luntariamente el inmenso y poderoso espacio
que puede ser visitado en el tren local. Desde la del planeta; esto es, asume el mundo que se le
primera escena del filme, cuando el personaje escapaba en gran escala y lo achata. Lo local asu-
principal sale gritando por un band-aid (banda me lo universal para inscribir mejor el proyecto
adhesiva), se entiende que el cineasta buscó una existencial y cultural de los ciudadanos y de las
solución a corto plazo para la representación naciones no occidentales en un mapamundi del
dramática de una nueva globalización. cual fueron excluidos por la globalización neo-
A semejanza de lo que ocurre en cierta enci- liberal, occidentalizante. Para ello –está claro–
clopedia china idealizada por Jorge Luis Borges, sería indispensable borrar –si bien de manera
la imaginación fértil de los nativos del país orien- simbólica o metafórica– los trazos autoritarios
tal es el motor que transforma las antípodas de de un único sentido de la cultura dada como
Europa en participantes privilegiados de aquello referencia y cuestionar, mas no necesariamente
que tradicionalmente no se da como pertenecien- rechazar o repudiar, el alcance sin límite con-
te a ellos, ya que, en la condición de asiáticos, se quistado por la intolerancia occidental. Como
sitúan fuera del llamado mundo civilizado. Por el parámetro reflexivo para comprender el límite
uso de maquetas realistas, si bien de dimensiones occidental en expansión, el pensador marroquí y
poco atrevidas, el filme dice que el mundo es el cineasta chino recurrieron a la noción de crisis,
uno solo, cuando es visto por la curiosidad inte- que es abarcada –como recomienda el paquistaní
lectual china y la imaginación artística de quien Kishmore Mahbubani en Can Asians think– por
es tenido como habitante del resto del mundo; o el correspondiente ideograma chino. Tal ideo-
sea, siempre que sea visto desde una perspectiva grama combina dos caracteres que representan,
universal más tolerante y desde una perspectiva respectivamente, «peligro» y «oportunidad». En
municipal menos xenófoba. el peligro globalizante nace la oportunidad de la
En Las palabras y las cosas, Michel Foucault transformación local, ya que el resultado puede
fue sensible al carácter revolucionario de la fértil traer el enriquecimiento mutuo.
e iconoclasta imaginación sin límites geográficos Del paquistaní –por la vía de la oportunidad
de Jorge Luis Borges. La China idealizada por como forma de work in progress– viene la más
el argentino –afirma el europeo Foucault– da sorprendente nota de optimismo para la com-
indicios del modo «como el encanto exótico prensión de la actual crisis de la globalización
de otro pensamiento es el límite del nuestro». occidentalizante:
¿No sería la transgresión de la noción de lími-
te, propuesta por la enciclopedia de Borges, la The world will be a much richer place when
mejor metáfora para describir el otro-embutido- Western minds stops assuming that Western

34
civilization represents the only universal civi- denuncia»]. El filósofo franco-argelino agrega
lization. The only way the Western mind can en otras y más definitivas palabras: «Il s’agit
break out of its mental box is to first conceive de poser expressément et systématiquement le
of the possibility that the Western mind may problème du statut d’un discours empruntant
also be limited in its own way [«El mundo será à un héritage les ressources nécessaires à la
un sitio mucho más rico cuando Occidente déconstruction de cet héritage lui-même». [«Se
deje de asumir que solo su civilización puede trata de plantearse expresa y sistemáticamente
ser calificada como universal. El único modo el problema del estatus de un discurso que toma
en que la cultura occidental podrá salir de su de una herencia los recursos necesarios para
estrechez mental es cuando sea capaz de conce- desconstruirla»].
bir, primero, la posibilidad de que la mentalidad
Occidental es limitada en sí misma»]. *

En consecuencia, otra pregunta persiste: ¿será Hay en la cultura brasileña de los años veinte un
que Occidente llegará a concebir su propio lími- notable momento histórico en que un grupo de
te, sus limitaciones, sin las respuestas del resto artistas consideró necesario hacer creer al resto
del mundo que se le ofrecen en efervescencia, del mundo que era preciso establecer, por retrac-
pero a priori acorraladas en perspectivas loca- ción nacionalista, un límite al antiguo expansio-
listas o regionales? ¿O será que Occidente solo nismo bélico y cultural occidental, agregando a
concebirá el propio límite y sus limitaciones si es la herencia positiva de la cultura colonizadora el
forzado por las vías de los levantamientos y de la sentido de su monstruosidad. Mediante la afir-
subversión, hoy llamadas terroristas? Agréguese mación regional, desconstruían lo que desde el
que, cuando la idea de límite surge en el inte- descubrimiento había sido dado como proyecto
rior del pensamiento occidental intolerante, de universal de formación educacional y cultural
inmediato es recubierta por la noción de ilusión de los habitantes del nuevo país. ¿Sería posible
romántica, cuando no es apartada a tal distancia que, ante la orden de ¡Alto ahí! dada por los
que se vuelve prácticamente invisible. intelectuales y artistas modernistas, Europa
Llevar a Occidente a volverse sobre sí mismo introyectara la monstruosidad pasada y, sin
para que, en los abusos infligidos en el pasado, rencor y sin vociferar, estableciera y asumiera su
se haga conciente de la monstruosidad y esta- límite? ¿Asumiría la propia limitación sin anun-
blezca algún límite en su expansión desmedida ciar el fracaso del emprendimiento regional o la
por el mapamundi, ¿no fue esa la doble tarea inevitabilidad de futuros conflictos en el plano
delegada a la etnología por el pensamiento oc- político y económico?
cidental? Jacques Derrida escribe que el etnó- En la búsqueda de valores estéticos universa-
logo «accueille dans son discours les prémisses les, el artista brasileño sufría en la piel el peligro
de l’ethnocentrisme au moment même où il le tanto de la imitación silenciosa del europeo como
dénonce» [«incluye en su discurso las premi- de la expresión bajo la forma de copia fotostá-
sas del etnocentrismo al mismo tiempo que lo tica, y, por eso, apostaba por la oportunidad de

35
manifestar la fuerza creativa (para recurrir a los espontáneo se concretó y se transformó en el
dos caracteres chinos –peligro y oportunidad– prefabricado consensual de la nacionalidad por
que componen el ideograma crisis). El límite de construir, incluso si en la aplicación del molde
Occidente se concibió en los años veinte como se neutralizaban las justas aspiraciones de los
agigantamiento y exorbitancia de una minúscula grupos étnicos en recuperación.
y terrible crisis local, la cual fue representada Una vez que se excluyen los excesos patrio-
por la pluralidad de las etnias constitutivas de teros y ufanistas,3 y se analiza con cuidado el
la nación brasileña y de la identidad de sus legí- ejemplo de la generación de 1922, se tiene en las
timos ciudadanos. manos una situación útil para la comprensión de
A semejanza de lo que ocurrió en los ejemplos la crisis por la que las distantes civilizaciones no
no europeos antes vistos, el artista brasileño, occidentales pasan en este momento. Al mis-
al querer empalmar la identidad nacional en el mo tiempo que se ajustan internamente a los
Occidente, recurrió a un atajo: lo nacional y, efectos de la globalización occidentalizante,
algunas veces, lo patriótico, como es el caso quieren divergir de la orientación exclusiva
de los participantes del grupo Nhengaçu Verde que se les dicta desde fuera.
Amarelo (1929). La nación no europea y sus ciu-
dadanos tuvieron que pasar necesariamente por *
un desvío momentáneo en la ruta que los llevaría
a alcanzar los valores universales ambicionados. En la década de 1920 los modernistas brasileños
Tal como está en el filme de Zhangke, lo univer- se asociaron en un movimiento vanguardista de
sal es una maqueta escenográfica de Occidente, gran expresión nacional, al mismo tiempo que
telón de fondo de un drama humano que se da en prestaban su voz al coro de los que seguían des-
el descentramiento geográfico-cultural. En Brasil contentos con la filiación de los conciudadanos
y en los años veinte, el acceso a lo universal se a los patrones excluyentes administrados por el
dio por la maximización de la pluralidad étnica.
La interacción entre las varias etnias se reconoció («ciudadanos de segunda clase»), de lo que es ejemplo
como forma y fuerza originales –el mestizaje mayor Martin Luther King. Como actos revolucionarios
espontáneo–.2 Con el correr de las décadas, lo me refiero, por ejemplo, al programa equal opportuni-
ty (igual oportunidad) y el de cuotas de ingreso en la
2 Recientemente, Caetano Veloso (http://www.youtube. universidad para negros y latinos. Barack Obama es
com/watch?v=Crs8R7enWQI) incurrió en un equívoco ciertamente producto del segundo programa y tal vez
al establecer una ecuación entre la actual actitud política del primero. El candidato del Partido Republicano decía,
de Barack Obama y el tradicional mestizaje espontáneo a imitación de Bill Clinton cuando apoyaba a la esposa,
en Brasil. En el primer caso, el posracismo es una actitud que el oponente se valía del race card (recurso de la
estratégica y política del Partido Demócrata (no estuvo raza), cuando en realidad se está valiendo del inmenso
y nunca estará anclada en un mestizaje espontáneo del corazón político norteamericano.
pueblo norteamericano). Como propuesta en campaña 3 De ufanismo: Actitud, posición o sentimiento de quienes
presidencial, el posracismo solo pudo surgir después se vanaglorian desmedidamente de las bellezas y el po-
de actos revolucionarios del Estado inspirados por ac- tencial de Brasil. (Alusión al libro Por que me ufano do
tivistas no mestizados, verdaderos second class citizens meu país, del conde Afonso Celso) (N. del T.).

36
excolonizador «europeo-europeo», para retomar para la agricultura brasileña –léase O candomblé
la expresión de Chedaddi. A un lento y gradual da Bahia–. La propia formación europea de los
proceso colonial de formación educacional por profesores proponía a los alumnos brasileños el
la identidad de exiliado europeo en tierras no acceso académico a la especificidad étnica de la
europeas, en este caso en tierras brasileñas, el joven nación y a la identidad de los conciudada-
artista proponía –por el atajo de la pluralidad nos excluidos de la ciudadanía plena durante el
étnica y por el mestizaje espontáneo– un descen- proceso de colonización.
tramiento de la cultura dominante que le servía Gracias a la enseñanza pública de nivel
de referencia. universitario, la cultura brasileña se robuste-
A través del atajo ofrecido como don por cía con el saber europeo que le había sido –y
la historia y la economía locales, el artista no continuaba siendo– ofrecido como referencia.
abandonaba el horizonte anunciado por la van- Al traer hacia el mapamundi de la vanguardia
guardia europea, y monopolizaba el territorio artística al habitante no europeo desposeído de
y los actores sociales hasta entonces no nom- sus tierras o usado como mano de obra esclava
brados, excluidos. Y avivaba la armonización por la colonización lusa, el modernista no solo
de la condición poscolonial con el venero de cosía con hilo eurocéntrico las vestimentas de un
las culturas indígenas precolombinas y de las nacionalismo combatiente, sino también operaba
africanas trasplantadas al Brasil por los barcos un consecuente proceso de descentramiento de
negreros. La mera descripción histórica de la Europa en los trópicos. El viejo continente no era
pluralidad étnica –«flor amorosa de tres razas solo posesión del europeo-europeo. En verdad,
tristes», para retomar el verso parnasiano de lo más atrevido de la cultura europea se alimenta
Olavo Bilac– se transforma en la condición sine de la decisión de ser arma de dos filos, como lo
qua non del Manifesto Pau-Brasil (1924) y del estaba siendo desde Montaigne y Jean-Jacques
Antropófago (1928). Las manifestaciones locales Rousseau, y en aquel momento lo era en las en-
de vanguardia actúan como factor de diferencia señanzas e investigaciones etnográficas de Lévi-
en el mapamundi y proponen un modo original Strauss y Roger Bastide. Es a las excepciones a
de composición artística. la regla a lo que se aplica de manera ejemplar
Si la fundación de la Universidad de São una famosa frase de Jacques Derrida en L’autre
Paulo en 1934 es consecuencia de la «institu- cap: «le propre d’une culture, c’est de n’être
cionalización del modernismo», como quieren point identique à elle-même» («lo propio de una
sus historiadores, la relevancia de la enseñanza cultura es no ser idéntica a sí misma»).4
suministrada a los estudiantes paulistas por los
jóvenes profesores Claude Lévi-Strauss y Roger
Bastide no es mera coincidencia. Al primero de 4 Cuando escribía esta ponencia leí un artículo de Stanley
Fish en el New York Times (29/8/08). Tiene sentido
ellos le tocó la parte de los habitantes del Nuevo reproducir aquí este fragmento: «But behind the lack
Mundo antes del descubrimiento de Cristóbal of interest in sightseeing is something deeper and more
Colón –léase Tristes tropiques–; al segundo, la unsettling. When I ask people what they like about tra-
de los africanos trasplantados como esclavos veling, they usually answer, I enjoy encountering different

37
* que entonces nos visitaba, Drummond pasó a
mantener correspondencia con Mário de Andrade.
Estamos a finales de 1924, o sea, dos años des- Ante el joven Carlos Drummond, que confiesa
pués de la conmemoración del centenario de la en una carta el deseo de haber nacido en París y
Independencia de Brasil. Con ejemplos tomados no en Itabira do Mato Dentro; ante la inequívoca
de las cartas intercambiadas entre el paulista preferencia del minero por ser un exiliado pari-
Mário de Andrade y el minero Carlos Drummond siense en tierras brasileñas, Mário decide asumir
de Andrade, recordemos la materialidad de la la condición de mentor. Había que corregir la
experiencia ciudadana del artista brasileño. trayectoria de jóvenes como Carlos Drummond
Pocos meses después de que la caravana de que –después de la revolución artística que la
jóvenes paulistas se hubiera adentrado por las Semana de Arte Moderno representó en 1922–
ciudades históricas de Minas Gerais, sirviendo de nacían para el arte brasileño. En la intención de
cicerones al poeta franco-suizo Blaise Cendrars, presentarse como vanguardista, el joven minero se
salía en verdad de órbita. El día 24 de noviembre
cultures and seeing how other people live. I am perfectly de aquel año escribe a Mário de Andrade:
happy with the fact of other cultures, and I certainly
hope that those who inhabit them live well; but that’s as
far as it goes. By definition, a culture other than yours Tengo la opinión de que el panorama brasileño
is one that displays unfamiliar practices, enforces local es mediocre. Soy un mal ciudadano, lo confieso.
protocols and insists on its own decorums. Some of them Es que nací en Minas, cuando debí nacer (no vea
even have different languages and are unhappy if you petulancia en esta confesión, le ruego) en París.
don’t speak them. To me that all spells discomfort, and I
don’t see why I should endure the indignities of airplane
El medio en que vivo es extraño: soy un exilia-
travel only to be made uncomfortable once I get where do. Y esto no sucede solo conmigo: «Yo soy un
I’m going. As for seeing how other people live, that’s exiliado, tú eres un exiliado, él es un exiliado».
their business, not mine» [«Pero detrás de esta falta de
interés en hacer turismo subyace algo más profundo e ¿Dónde estaba la fuerza del pensamiento joven,
inquietante. Cuando le pregunto a las personas qué es lo
que les gusta de viajar, usualmente responden: “disfruto
sofisticado, inconformista y agresivo del joven
conociendo culturas diferentes y viendo cómo viven minero? Ni en las cercanías geográficas ni den-
otras personas”. Estoy perfectamente feliz con el hecho tro de él. Venía siendo alimentada por la lectura
de que existan otras culturas, y ciertamente espero que sustantiva, en lengua francesa, de los clásicos y
quienes viven en ellas estén bien; pero hasta ahí. Por modernos autores occidentales. La fuerza estaba
definición, una cultura diferente es aquella que abarca
prácticas que nos son poco familiares, que establece
fuera de Minas y de Brasil, en París, y es por eso
protocolos locales y que defiende su propio honor. Al- que conjugaba con elegancia y tedio el indicativo
gunas culturas tienen otro idioma y sus habitantes ven presente del verbo ser, acompañado de un exilia-
mal que quienes los visiten no lo usen para comunicarse do –yo soy un exiliado. Todos somos exiliados.
con ellos. Esa actitud expresa desasosiego, y no veo por Carlos Drummond tenía entonces veintidós
qué he de someterme a los ultrajes de un viaje aéreo que
solo me hará sentir miserable una vez que arribe a mi
años, y tal vez sea por eso que pueda declarar
destino. Y en cuanto a ver cómo vive otra gente, ese es con cándida sinceridad la fuente de la extrañeza
su problema, no el mío»]. intelectual y política que experimenta al vivir y

38
al ilustrarse en el hábitat que, no obstante, le es cocina aria por la ventanilla de los take out orders
propio. Su malestar existencial y educacional –y (puest de comida), el artista brasileño no visitaba
obviamente literario– es culpa de los hados. Por las librerías del Quartier Latin y se alimentaba de
haberlo hecho nacer fuera del mapamundi civili- libros franceses en los cajones invadidos por el
zado, lo exluyeron del movimiento universal de tufo del largo viaje marítimo.
las ideas. Al juzgar la geografía provinciana como A semejanza de los insumisos excluidos por el
medio ambiente nada propicio a la auténtica crea- sistema social norteamericano, Drummond se ali-
ción literaria, Drummond considera inmoral a la mentaba en «termos». Tenía que rodear el restau-
nación –se desprecia a sí mismo y, por carambola, rante espiritual por el exterior, forzar la entrada a
a los conciudadanos–. En tierra de penitentes, se la Ciudad Luz por la puerta social y comprar libros
exceptúa del pecado original del mestizaje espon- en pleno Quartier Latin. ¿Algún policía de aduana
táneo y se confiesa listo para tomar las riendas de le habría impedido la entrada, como todavía ocurre
la moralidad pública. De esa forma señala hacia con nuestros emigrantes pobres? Al contrario del
el nítido y vergonzoso vacío cultural donde vegeta second class citizen en la América del Norte, el
el artista brasileño y, de manera general, el ciuda- hijo de hacendado podía darse el lujo de ser vo-
dano. El antipatriotismo es la tónica. Es «un mal luntarioso, y es por eso que declara su propósito,
ciudadano». El futuro poeta habría sido obligado a generalizándolo para todos los brasileños de buena
entrar en la cultura occidental por la puerta trasera voluntad. Su objetivo es programático y político:
del mapamundi. «Lo que todos nosotros queremos (lo que, por lo
En caso de que estuviera en los Estados Unidos menos, imagino que todos quieran) es obligar a este
de América, el joven Carlos Drummond tendría viejo e inmoralísimo Brasil de nuestros días a in-
algo que ver con el indígena o el afronorteame- corporarse al movimiento universal de las ideas».
ricano, desprovistos legalmente de derechos y
beneficios, considerados como second class citi- *
zens, sin acceso a lo nacional. La semejanza trae
complejidades y merece mejor análisis. Miembro Bien conectado con el ideario de las vanguardias
de la elite rural brasileña y perteneciente al clan europeas y con los eventos literarios que tenían
de los Andrade, el joven Carlos Drummond tenía lugar en París, de luto por la muerte en octubre
pleno acceso a lo nacional; sin embargo, se pre- de Anatole France, Mário de Andrade logra
sentaba al colega paulista como un second class adscribir la condición de second class citizen
citizen, apartado de los derechos y beneficios de del mundo en el rastro de los admiradores del
lo universal. Bien medido y evaluado, el senti- maestro francés.5 Le debe de haber sido de ayuda
miento de descalificación (ciudadana, intelectual,
moral, literaria...) provenía de la experiencia 5 Una frase escrita por Drummond –«Debo muchísimo
a Anatole France, que me enseñó a dudar, a sonreír y
concreta –había nacido fuera de la casa redentora
a no ser exigente con la vida»– merece el comentario
de Occidente–. A semejanza del indígena y del cáustico de Mário: «¡Pero mi querido Drummond, no ve
afronorteamericano, que no tenían derecho a usted que ese es todo el mal que aquella peste maldita le
asiento en restaurantes chics y participaban de la hizo! Anatole enseñó además otra cosa de la que usted

39
la lectura del panfleto que, semanas atrás, los con [Anatole] France, se va un poco del servi-
surrealistas habían redactado bajo el título de lismo humano. ¡Que sea de fiesta el día en que
Un cadavre,6 y distribuido por la ciudad en obvia se entierran la astucia, el tradicionalismo, el
maniobra de desacralización del mito Anatole. patriotismo, el oportunismo, el escepticismo,
Le competía a él, Mário, imitar al joven Louis el realismo y la falta de corazón! [...]. Para
Aragon que, en el panfleto citado, preguntaba: guardar su cadáver, que se vacíe si se quiere
«Avez-vous déjà giflé un mort?» (¿Ya dio usted un armario del andén que contiene esos viejos
una bofetada a un muerto?), y hacer semejante libros «que él tanto amaba», y que se lance
pregunta al futuro gran poeta brasileño. Le todo al río Sena. Es necesario que el muerto
competía repetir las palabras de André Breton, no levante polvo.
que cito:
Mário de Andrade se entrega a la formulación
de máximas nacionalistas, que dibujan una trayec-
toria intelectual accesible a todo joven brasileño
se olvidó: nos enseñó a tener vergüenza de las actitudes
francas, prácticas, vitales. Anatole es una decadencia,
ilustrado, que se pretendiera artista en un medio
es el fin de una civilización que murió por ley fatal e ambiente poco fértil para la creación literaria
histórica. No podía ir más adelante. Todo lo que es original. Entrando aquí y allá en evidente contra-
decadencia está en él. Perfección formal. Pesimismo dicción con las críticas hechas por los surrealistas
diletante. Bondad fingida porque es desprecio, desdén a Anatole, escribe a Carlos Drummond:
o indiferencia. Duda pasiva porque no es aquella
duda que engendra la curiosidad y la investigación, sino
la que pregunta: ¿será? irónica y cruza los brazos. Y Avizoro incluso que mientras el brasileño no
lo que no es menos grave: es literato puro. Hizo litera- se abrasileñe es un salvaje. Los tupis en sus
tura y nada más. Y actuó de esa manera con que usted chozas eran más civilizados que nosotros en
mismo se confiesa alcanzado: estropeó a los pobres nuestras casas de Belo Horizonte y São Paulo.
mozos haciendo de ellos unos lánguidos, unos flojos,
sin actitudes, sin valor, dudando de si algo vale la pena,
Por una simple razón: no hay civilización. Hay
de la felicidad, del amor, de la fe, de la esperanza, sin civilizaciones. [...] Nosotros, imitando o repi-
esperanza alguna, amargos, inadaptados, horrorosos. tiendo la civilización francesa, o la alemana,
Eso es lo que hizo ese hijo de puta. ¿Fue grande? Lo fue. somos unos primitivos, porque estamos toda-
Fue incluso hasta genial en algunas páginas. Poquitas, vía en la fase del mimetismo. Nuestros ideales
gracias a Dios. ¿Fue elegante, fino, sutil? Lo fue, lo
fue, lo fue. Pero también fue un hijo de puta, porque
no pueden ser los de Francia, porque nuestras
las grandezas que engendró no bastan para pagar uno necesidades son enteramente otras, nuestro
solo de los males que hizo. Usted dice que él le enseñó pueblo otro, nuestra tierra otra, etcétera. No-
a no ser exigente con la vida... ¡Qué es eso! Si usted se sotros solo seremos civilizados en relación
confiesa un inadaptado y tiene un equivocado desprecio con las civilizaciones el día en que creemos
por Brasil y los brasileños».
el ideal, la orientación brasileña. Entonces
6 El panfleto de 1924 viene firmado por Philippe Soupault,
Paul Éluard, André Breton y Louis Aragon, y se encuen-
pasaremos de la fase del mimetismo a la de
tra en la antología Documents surréalistes, organizada la creación. Y entonces seremos universales,
por Maurice Nadeau (París, Seuil, 1948). por nacionales.

40
El hijo de hacendado, en realidad second class que todos se rebelaran contra el muro que venía
citizen del mundo, tenía antes que asumir el papel delimitando el terreno por donde circulaban los
y la condición del second class citizen brasileño, habitantes letrados del país. El inconformismo
todavía sin acceso a los derechos y beneficios na- era contradictoriamente optimista, ya que apun-
cionales. El antipatriotismo exigía como antídoto taba, en primer lugar, a arrasar el antipatriotismo
una revaluación de la pluralidad étnica nacional y, de algunos y, en segundo, a negar la falta de
por eso, para mantener como referencia los ideales autoestima de los ciudadanos. Competía al joven
universalistas sustentados por Europa, afirmaba artista abrir dos huecos en el cerco interno de la
estratégicamente la devoción a la madre patria. occidentalización brasileña. Este le impedía, por
El mentor alimenta al discípulo con paradojas. un lado, tener acceso a las fuentes imperecederas
Brasileño citadino que imita o repite otras civi- de la vida salvaje tupiniquim y africana y, por
lizaciones, que no se abrasileña, es el verdadero otro, arrimarse con provecho propio, afirmativo,
salvaje, ya que en su choza nuestro indio es civi- a las fuentes vanguardistas de la cultura univer-
lizado. Hay que tomarlo como referencia. Si fué- sal. La noción interna de límite, doble en este
ramos desvergonzadamente nacionales, seríamos caso, les había sido impuesta por la expansión
universales. Habremos escapado con mucho de de la civilización europea en los trópicos. Lo
la fase de mimetismo. Es notable que, en el auge universal eurocéntrico, a su vez, no debería sen-
de la aclimatación del nuevo arte brasileño a los tirse ajeno a Brasil. Por el contrario, continuaba
patrones del universalismo europeo, Mário re- irradiándose naturalmente por la nación, ya que
curra a la necesidad romántica de asumir el lado la elite letrada asumía de buen grado los modelos
llamado monstruoso de la ciudadanía brasileña. Él propuestos por la vanguardia artística europea.
había sido responsable de la exclusión del pasado Se garantizaban la apertura de los huecos y tam-
precolombino como forma de saber y negaba la bién el cercado.
presencia cotidiana de los esclavos africanos, en- Los dos huecos abiertos en este último –al
tonces exesclavos. La pluralidad étnica en los tró- señalar ambos hacia la subversión de límite na-
picos –veneno instilado por la colonización lusa cional, cuestionando a su vez la expansión de la
en el período colonial– se convierte en remedio colonización europea– orientan el pensamiento
contra el proceso por el que pasaba el brasileño brasileño y el arte auténticamente vanguardista
letrado, que había optado por la exclusividad del que llamaría avacalhados,7 tomando el término
universalismo a l’européenne. No obstante, los prestado de Rogério Sgancerla y O bandido da
auténticos second class citizens brasileños con- luz vermelha. Identifico pensamiento y arte como
tinuaban sin acceso a los derechos y beneficios
nacionales y eran dados como indispensables 7 Mantengo el vocablo original en portugués para que se
auxiliares de los intelectuales en la formulación siga mejor el razonamiento del autor. Según los diccio-
del acceso del modernista a lo universal. narios Porto, Aurelio y Houaiss, avacalhado es «ridi-
culizado, desmoralizado», y también «descuidado» (del
Sin estimular a los excluidos de lo nacional verbo avacalhar «desmoralizar, rebajar»; avacalhação:
a que se movilizaran políticamente, aunque «acción y efecto de avacalhar»). No encontré la raíz
contando con la ayuda de ellos, Mário quiso «vacío, vacuo», mencionada por el autor (N. del T.).

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avacalhados si fuera verdad que en la etimología sentirse, no obstante, alimentados por algo que,
del verbo avacalhar, según atestigua el dicciona- en realidad, existe aquí sin tener derecho de
rio, está la noción de vacío, vacuo. El avacalhado ciudadanía en las lecturas extranjeras o en las
es lo que experimenta el ser humano desprovisto, discusiones resultantes de ellas. Válvula de es-
aquel que está falto de recursos para tener acceso cape para la tensión creciente, el nacionalismo
a lo que ambiciona. El algo que falta –la incorpo- llevaba, cuando mucho, al vanguardista brasileño
ración al movimiento universal de las ideas– es a sentirse, vis-à-vis de la cultura de referencia
consecuencia de los hados adversos. Mário no europea, lo que él, en la condición de second
debería ver petulancia en el joven que le decía class citizen sin acceso a lo universal, se sentía
haber preferido nacer en París. Si la sensación de vis-à-vis de sus coterráneos no privilegiados por
vacío no es resultado de la voluntad política del la monstruosidad de la colonización. Todos –des-
ciudadano, el avacalhado lo es, legítimamente. cendientes de europeos sin acceso a lo universal,
Concedido por la pluralidad étnica de la indígenas y exesclavos africanos sin acceso a
nación y por el mestizaje espontáneo, el atajo lo nacional– expresaban la nacionalidad en la
nacionalista –tal como fue propuesto por los condición de hombres quebrados.
miembros intelectualizados de la elite blanca– ¿Estarían buscando un modo antropológico
llenaba el vacío, que dimensionaba el proceso de composición de la nación, una recompo-
nacional de ajuste, meramente mimético, a sición por el corazón nacionalista? ¿Estarían
los ideales universalizantes de las vanguardias recurriendo al inexistente sentimiento de frater-
europeas. A semejanza del nacionalismo donde nidad nacional, que brotaba en la puerta trasera
es gestada, la avacalhação nacional sobrepone de la vanguardia europea y se desplegaba por
una especie de orden ficticio local en el desor- Brasil bajo la forma de fraternidad étnica es-
den concreto que representa la modernización pontánea? En realidad, recomposición y frater-
por la centralidad europea y, posteriormente, nidad eran doblemente avacalhadas, ya que se
norteamericana. Por el pedido en préstamo a la esfumaban en el entorno político y económico
historia nacional de monedas devaluadas en lo desordenado e injusto. Constituían una seudo-
cotidiano –el indigenismo y el abolicionismo–, solidaridad nacional, de la que no estaba exenta
se ordenaban las exigencias locales de la expre- la nota patriarcal –judgmental, para tomar pres-
sión moderna y original. La historia nacional se tado el vocablo a la lengua inglesa–. Calzada de
expresaba mediante cuerpos que desentonaban si buenas intenciones, la avacalhação causó, sin
eran presentados en compañía de los de las clases embargo, y todavía causa, el entorpecimiento,
privilegiadas. «Ver con ojos libres», tal vez sea el la obstrucción de los canales de comunicación
modo simpático en que el artista se armonice con de los grupos política y económicamente ca-
la avacalhação. El auténtico second class citizen rentes de privilegios con la sociedad civil y
brasileño continuaba sin acceso a lo nacional. el Estado. Como ciudadano, el artista era un
La fuerza nacionalista llevaba a los ciuda- porte-parole simpático a la causa que defen-
danos letrados –naturalmente acostumbrados a día, pero no al second class citizen que decía
las indispensables formas de liderazgo local– a estar representando.

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Léase el bello «Dois poemas acreanos», de La pluralidad étnica y el mestizaje espontáneo
Mário de Andrade. Habla sobre la experiencia volvieron al artista brasileño compatible con lo
del cauchero en la remota Amazonia, sentida que, culturalmente, le faltaba. En la avacalhação,
por el corazón distante y paulista del poeta. En el artista no conjugaba más el verbo ser acompa-
la segunda parte del texto, sintomáticamente ñado del predicado exiliado; conjugaba antes la
titulada «Acalanto del seringueiro»,8 leemos: geografía de allá acompañada de la ancestral de
«Compañero, ¡duerme! / Pero, nunca nos mira- acá. Eso, una vez que se atendiera al hecho de que
mos / ni oímos, ni nunca / nos oíremos jamás... / la palabra étnica –en el sentido mayormente polí-
no sabemos nada uno del otro, / ¡no nos veremos tico que pasó a tener después de las luchas de los
jamás!». ¿De qué fraternidad, de qué solidaridad afronorteamericanos y de los native Americans
se habla? Recubierto por la condición de recurso en los Estados Unidos a partir de la década de
cultural, apoyado en la tripleta étnica que se fue los cincuenta– tendría que fluir por la fraternidad
representando desde el siglo xix por la noción de de sangre y ser expresión de un cuerpo biológi-
mestizaje espontáneo, el nacionalismo sentimen- co. Solo el cuerpo étnico espontáneo necesita
tal modernista se expresaba ajeno a la sangre que disfrazarse con vocabulario artístico que se le
corría por las venas del artista. Era tan abstracto escapa sanguínea y corporalmente.
como los buenos sentimientos cristianos de que La válvula de escape nacionalista –aunque útil
Mário, por lo demás, es defensor. Pasaba lejos en términos de incentivo a la creación original
de la convivencia fraterna propiciada por la etnia y de ajuste a las circunstancias de la miseria
común, y más lejos de la solidaridad de natura- del ambiete ante las demandas modernizadoras
leza biológica. Era simpatía, en el sentido griego de la época– no transformó al artista brasileño
de la palabra. ¿Cómo no recordar la máxima de en europeo. La compensación por su falta de
Benjamin Constant?: «réveille en nous, tantôt acceso al «movimiento universal de las ideas»
ce qu’il y a de plus noble dans notre nature, le puede haberlo convertido en un ciudadano más
courage, tantôt ce qu’il y a de plus tendre, la conciente o, por lo menos, provisto de buenos
sympathie et la pitié. Elle nous apprend â lutter sentimientos nacionalistas.
pour nous, à sentir pour les autres» [«El dolor
despierta en nosotros, ora lo más noble que hay *
en nuestra naturaleza, el valor, ora lo más tierno,
la simpatía y la piedad. Nos enseña a luchar por Sérgio Buarque de Holanda fue el primer y más
nosotros, a sentir por los otros»]. exigente intérprete del modernismo brasileño de
El nacionalismo modernista es figura de apa- la década del veinte. En 1936 publica el ensayo
rato y lucha, para permanecer en el campo de las Raízes do Brasil. En Sérgio Buarque, el concep-
flores de la retórica que recubren el mundo del to de cordialidad no tiene a priori valor social,
patriotismo sentimental. Es idealización. político o moral. Solo tiene valor comunitario.
Semejante a la simpatía, que gana cuerpo bíblico
8 Acalanto en portugués es, recuérdese, composición mu-
sical basada en las canciones de cuna; cualquier copla en «Dois poemas acreanos», de Mário de Andra-
usada para arrullar niños. de, la cordialidad gana sentido por el significado

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etimológico. En virtud de la prole equivocada que significarla para que haya la posibilidad
de libros y ensayos que generó, Sérgio siempre de la buena convivencia social entre brasileños
consideró oportuno reafirmar que el concepto totalmente diferentes, y entre brasileños y extran-
es usado «en su sentido exacto y estrictamente jeros que se desconocen y tienen que entrar en
etimológico». Cordial tiene su origen más lejano contacto prolongado. Brasil, comunidad nacional
en cor(d)-, «corazón», y más reciente en el latín y cosmopolita, no puede ser un agrupamiento
medieval, cordialis, que significa «relativo al de individuos solo bondadosos o solo feroces.
corazón». El concepto expresa el traspaso hacia Son bondadosos y feroces. El brasileño busca
la vida comunitaria de emociones y sentimientos la familiaridad entre opuestos en casa y en el
originados en el corazón del individuo. Antece- concierto de las naciones –de ahí su contribución
de, pues, a cualquier aplicación social, política mayor a la desconstrución de la historia universal
o moral, por ese o aquel intérprete de Sérgio intolerante y eurocéntrica.
Buarque. El «concepto», si lo fuera, precede a El ciudadano brasileño madurado por la
cualquier decisión de significado. vanguardia europea fue el ser humano que, al
La cordialidad es afecto, sin dirección políti- significarse, buscaba un vocablo que antecedía
co-social o significado mundano preconcebidos. a los opuestos –era cordial–. Era corazón. La
El hombre cordial puede trillar el camino del bien máscara de la identidad modernista –la de la cor-
y el camino del mal, del amor y de la violencia. dialidad– marcaba un retorno de las tradiciones
Está equivocado el buen samaritano que avizora familiares, auténticamente brasileñas, al mundo
un único sentido de la cordialidad –o del bien–, contemporáneo masificado. Gracias a ella el
y lo congela como virtud del brasileño. Está brasileño moderno podía recargar las baterías
equivocado el perverso que advierte un único de la supervivencia en la metrópolis de la má-
sentido de la cordialidad –el del mal–, y lo con- quina y de las luchas sociales. La cordialidad
gela como defecto del brasileño. O, mejor, son tenía y todavía tiene el estatuto de reserva, en el
correctos a la manera de cada uno de ellos, y no sentido bancario del término. El brasileño firma
según la lección de Sérgio Buarque. En térmi- el cheque de la cordialidad en los momentos
nos de la desconstrución de Jacques Derrida, la deficitarios, de crisis.
cordialidad no es un concepto, es un indecidible. Ante los ejemplos de Chedaddi y de Zhangke,
Es el vocablo de sentido ambiguo que precede a englobados estratégicamente por Mahbukani
toda decisión individual de significado. Repítase: –que propone como significado para la actual
la cordialidad puede expresar tanto la amistad crisis en la globalización los dos caracteres que
como la enemistad, tanto la concordia como la componen el ideograma chino–, ¿tendríamos
discordia. Compete al usuario definir su sentido que deshacernos hoy de la fraternidad y la soli-
por el uso que de él hace en una frase. daridad avacalhadas del modernismo, represen-
Al considerar la cordialidad como naturaleza tadas de manera simpática, pero irresponsable,
ambivalente de la identidad nacional, se quiere por nuestra pluralidad étnica? No lo creo. Sin
decir que el vocablo nunca significa solo fineza, que se afecte el significado de cordialidad, tal
aunque tenga, sin embargo y paradójicamente, como fue propuesto por Sérgio Buarque, hay

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que establecer una diferencia de orden político occidental y el color de la piel no caucásica
entre el Brasil de los modernistas y el de hoy, quienes establecen el límite del expansionis-
determinada por el cuestionamiento de la noción mo occidental, indispensable para cualquier
de mestizaje espontáneo como el prefabricado reconfiguración universal y descentrada del
de lo legítimamente nacional. mapamundi. Los ensayistas y el cineasta citados
Para eso basta que, frente a la realidad histó- observan el peligro inminente de la homogeni-
rica representada por los tres autores extranjeros zación por la intolerancia, pero no lo rechazan
citados, se invoquen las reacciones violentas a con armas de fuego. La condición desfavorable
la implantación en Brasil del sistema de equal (económica, social, cultural...) los alerta hacia los
opportunity, o en la universidad brasileña del conciertos y desconciertos internos. En ella ven
sistema de cuotas. No se trata de imitar, sino ante la oportunidad para la benéfica e indispensable
todo de no dar continuidad a la avacalhação. transformación nacional o regional. En el caso
En el cuestionamento de lo espontáneo saldrá brasileño, el clamor por la justicia étnica acabó
desfavorecido el artista modernista brasileño y el siempre por destemplarse bajo el quemador de
universitario de hoy que escondieron y esconden lo prefabricado nacional progresista, que se
la pluralidad étnica bajo el falso ropaje nacional europeizaba por los patrones estrictos del aria-
de democracia racial espontánea. Sin embargo, nismo en los trópicos, o por el blanqueamiento
Sérgio Buarque saldrá favorecido del paralelo. del ciudadano de descendencia no occidental.
Fue él quien proporcionó a todos, indistintamen- En consecuencia, las especulaciones en torno
te, la creación de la indecidible cordialidad y la a la monstruosidad de la globalización en aque-
reflexión sobre su importancia como mecanismo llas otras regiones del planeta no están dando
de compensación y de armonización comunitaria origen a un porte-parole que es mero traductor
en los momentos históricos de crisis de la dife- del medio ambiente europeizado o norteamerica-
rencia. Al apuntar hacia lo nacional, el recurso nizado. Por el contrario, el nacionalismo se asu-
de la cordialidad siempre está atento al buen me como diferencia étnica responsable. Como
concierto de la nación y de esta en el conjunto afirmó Michel Foucault, «el encanto exótico de
de las naciones. otro pensamiento es el límite del nuestro». O,
En el caso de los tres autores citados, el clamor como escribió el poeta Adão Ventura:
contra la monstruosidad de la occidentalización
corre por la sangre étnica no occidental común y para un negro
se expresa por el color de la piel, cuya identidad el color de la piel
siempre escapó al expansionismo eurocéntrico. es un puñal
El filósofo, el cineasta y el ensayista dan voz que alcanza
étnica al cuerpo biológico no occidental como mucho más de lleno
manifestación sensible e inteligente del deseo el corazón. c
de significarse originalmente en el mundo que
se globaliza. Es el cuerpo biológico étnico no Traducido del portugués por Rodolfo Alpízar Castillo.

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