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UNIVERSIDAD DE CASTILLA - LA MANCHA

FACULTAD DE MEDICINA

Departamento de Patología Médica y Quirúrgica

Estudio de los cambios en la función


sexual de la mujer tras la histerectomía

TESIS DOCTORAL
Carmen Ángel Parra
2015

Directores: Dr. Gaspar González de Merlo


Dr. Esteban González Mirasol
UNIVERSIDAD DE CASTILLA - LA MANCHA

FACULTAD DE MEDICINA

Departamento de Patología Médica y Quirúrgica

Estudio de los cambios en la función


sexual de la mujer tras la histerectomía

TESIS DOCTORAL
Carmen Ángel Parra

Directores: Dr. Gaspar González de Merlo


Dr. Esteban González Mirasol

Albacete, 20 de Noviembre de 2015


Dr. Gaspar González de Merlo, Jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del
Complejo Hospitalario de Albacete, y Dr. Esteban González Mirasol, Facultativo adjunto
del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Complejo Hospitalario de Albacete.

CERTIFICAN:

Que la presente Tesis Doctoral titulada: "Estudio de los cambios en la función


sexual de la mujer tras la histerectomía" constituye el trabajo de investigación realizado
bajo nuestra dirección en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete por Dña.
Carmen Ángel Parra.

Esta Tesis Doctoral reúne la calidad y el rigor científico necesarios para ser
defendida en la Universidad de Castilla-La Mancha.

Y para que conste a todos los efectos firmamos el presente en Albacete a 20 de


Noviembre de 2015.
A mi abuela Carmen y a mi tía Mª Gracia,

a mis padres, Ana y Joaquín, mis pilares fundamentales,

a Paco, la luz de mi vida,

a mis soles, Paco y Joaquín.


Agradecimientos:
Al Dr. Gaspar González de Merlo, Jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia
del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete y Director de esta Tesis, por
haberme proporcionado la idea y orientación de este estudio, por su confianza y
su gran ayuda.
Al Dr. Esteban González Mirasol, Ginecólogo Adjunto del Servicio de Ginecología
y Obstetricia del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete y Director de esta
Tesis, por su gran dedicación, paciencia, ánimo, su competencia en estadística y
metodología y su gran ayuda.
A las mujeres que han hecho posible este estudio, por su confianza, su
colaboración altruista y su generosidad.
Al Dr. Froilán Sánchez, autor del cuestionario FSM®, por prestarme la utilización
del mismo con amabilidad y diligencia.
Al Dr. José Miguel Latorre Postigo por orientarme al comienzo del estudio sobre
los factores psicológicos a tener en cuenta.
A la Dra. Beatriz Pérez Zafrilla, del CAIBER, por ayudarme con la metodología al
inicio del proyecto de investigación.
A la Dra. María Serna, Ginecóloga Adjunta del Servicio de Ginecología y
Obstetricia del Hospital de Villarrobledo, por su ayuda, apoyo y ánimo.
A la Dra. Rosa Soler, Jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital
General de Almansa, por facilitarme todo y por las reducciones de reducciones.
A la Dra. Carolina Serrano, Ginecóloga del Servicio de Ginecología y Obstetricia
del Complejo Hospitalario de Albacete, que me ayudó al comienzo del estudio con
la lista de espera quirúrgica y los datos de las mujeres.
A la Dra. Ana Fuentes, Ginecóloga del Servicio de Ginecología y Obstetricia del
Complejo Hospitalario de Almansa, que me indicó cómo hacer el formulario de la
base de datos con Access y, en ese momento, me hizo un mundo.
A mis amigas Vanesa y Caterina, por animarme en las horas bajas.
A Pilar, por sus consejos tan útiles, sobre todo el último. A Belén, por su apoyo.
A Maribel, por su trabajo tan bien hecho que me permite poder dedicarme a esto.
A mi tía Mª Gracia por apoyarme siempre, confiar tanto en mí y haber hecho
posible la realización de esta tesis desde el principio con la organización del
hogar, con los viajes de mi madre a Albacete, hasta el final cuidando de mis hijos y
de mí.
A mi primo Miguel, por su ayuda con mis hijos y por jugar tanto y con tanto cariño
con Paco en el último tramo tan intenso.
A mis padres Joaquín y Ana, infinito agradecimiento, por su apoyo constante e
incondicional. A mi madre desde los viajes a Albacete para quedarse con Paco
mientras yo iba al hospital a hacer entrevistas, hasta el final cuidando tanto y tan
bien de los nenes y de mí. A mi padre por su dedicación a los nenes y a mí, por
tantos viajes a Albacete para pasear a Joaquín mientras yo estaba con la tesis.
Por todo a los dos, sin los cuales mi carrera profesional hubiese sido imposible.
A mi hermano Jose, por su apoyo, ánimo y por estar siempre a mi lado.
A mi Paco, mi compañero del alma, por su generosidad, apoyo constante, ánimo y
confianza en mí. Por su aliento en cada momento que pensé en dejarlo ante las
dificultades y por anteponer mis intereses a los suyos.
A mis hijos, Paco y Joaquín, por ser tan lindos y aguantar mi "ausencia" con
alegría y demostrarme tanto su amor.
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................. 3
I. 1. Anatomía del aparato genital femenino ........................................................................ 5
I. 2. Histerectomía ............................................................................................................... 13
I. 3. Sexualidad .................................................................................................................... 16
I. 4. Fisiología de la respuesta sexual femenina .................................................................. 18
I. 4.1. Cambios fisiológicos en los genitales .................................................................... 22
I.4.2. Cambios extragenitales .......................................................................................... 24
I.4.3. Mecanismos vasculares ......................................................................................... 26
I.4.4. Mecanismos neurales ............................................................................................ 26
I.4.5. Influencias hormonales .......................................................................................... 30
I. 5. Disfunción sexual femenina. ........................................................................................ 31
I.5.1. Concepto y clasificación ......................................................................................... 31
I.5.2. Diagnóstico............................................................................................................. 34
I.5.3. Frecuencia .............................................................................................................. 36
I.5.4. Efectos de las enfermedades y trastornos crónicos sobre la función sexual ........ 37
I.5.5. Efectos de los tratamientos médicos sobre la función sexual ............................... 40
I.5.6. Otros factores que afectan a la función sexual de la mujer .................................. 42
I. 6. Histerectomía y función sexual. ................................................................................... 45
I.6.1. Disrupción de nervios y alteraciones anatómicas.................................................. 49
I.6.2. Dispareunia ............................................................................................................ 51
I.6.3. Papel del cérvix ...................................................................................................... 52
I.6.4. Ooforectomía bilateral ........................................................................................... 53
I.6.5. Cirugía del prolapso genital y de la incontinencia urinaria .................................... 55
I.6.6. Imagen corporal y aspectos psicosociales ............................................................. 57
I.6.7. Vía de abordaje y función sexual ........................................................................... 58

II. JUSTIFICACIÓN E HIPÓTESIS ................................................................................. 61


III. OBJETIVOS ................................................................................................................... 65
IV. MATERIAL Y MÉTODO ........................................................................................... 69
IV.1. Diseño del estudio ...................................................................................................... 69
IV.2. Cuestionarios para evaluar la Función sexual y la Calidad de vida............................. 73
IV.2.1. Cuestionario de Función Sexual de la Mujer (FSM®) ............................................ 73
IV.2.2. Cuestionario de Salud (SF-12v2®). ........................................................................ 77
IV.3. Otras variables estudiadas .......................................................................................... 80
IV.4. Análisis estadístico ...................................................................................................... 82
IV.5. Aspectos éticos ........................................................................................................... 84
IV.6. Financiación ................................................................................................................ 85

V. RESULTADOS ............................................................................................................... 89
V. 1. Análisis descriptivo ..................................................................................................... 89
V.1.1. Características sociodemográficas........................................................................ 89
V.1.2. Salud y situaciones relacionadas con la función sexual........................................ 89
V.1.3. Indicación y síntomas antes de la histerectomía.................................................. 93
V. 2. Situación antes de la histerectomía............................................................................ 94
V.2.1. Apoyo familiar y de pareja, satisfacción con la imagen........................................ 94
V.2.2. Función sexual ...................................................................................................... 95
V.2.3. Calidad de vida...................................................................................................... 97
V.2.4. Variables que pueden influir en la función sexual y en la calidad de vida ........... 98
V.3. Cirugía realizada......................................................................................................... 138
V.4. Situación a los 3 meses de la histerectomía .............................................................. 139
V.4.1. Síntomas tras la histerectomía y satisfacción con los resultados....................... 139
V.4.2. Función sexual .................................................................................................... 140
V.4.3. Calidad de vida.................................................................................................... 142
V.5. Situación a los 9 meses de la histerectomía .............................................................. 143
V.5.1. Síntomas tras la histerectomía y satisfacción con los resultados....................... 143
V.5.2. Función sexual .................................................................................................... 143
V.5.3. Calidad de vida.................................................................................................... 146
V.6. Cambios tras la histerectomía ................................................................................... 147
V.6.1. Cambios en la Función sexual tras la histerectomía ........................................... 147
V.6.2. Variables que pueden influir en que haya cambios en la Función sexual .......... 158
V.6.3. Percepción de las mujeres de variación de vida sexual tras la histerectomía.... 164
V.6.4. Correlación entre la percepción de las mujeres en cuanto a la variación de su
vida sexual y el test FSM® ........................................................................................................ 167
V.6.5. Influencia de distintas variables en la percepción de las mujeres de la variación
de su vida sexual............................................................................................................. ........ 169
V.6.6. Cambios en la calidad de vida tras la histerectomía........................................... 170
V.6.7. Variables que pueden influir en que haya cambios en la Calidad de vida ......... 172
V.6.8. Cambios en la Función sexual y en la Calidad de vida en función de la satisfacción
con los resultados de la misma ............................................................................................... 177

VI. DISCUSIÓN ................................................................................................................ 187


VI.1. Cambios en la Función sexual y en la Calidad de vida .............................................. 187
VI.2. Factores que influyen en la Función sexual y en la Calidad de vida antes ............... 195
VI.3. Factores que pueden condicionar el que haya cambios en la Función sexual y en la
Calidad de vida tras la histerectomía .......................................................................................... 198
VI.4. Satisfacción con la histerectomía y cambios en Función sexual y Calidad de vida .. 201
VI.5. Limitaciones y fortalezas de nuestro estudio ........................................................... 202
VI.6. Reflexiones finales .................................................................................................... 204

VII. CONCLUSIONES ..................................................................................................... 209


VIII. ANEXOS ................................................................................................................... 213
VIII. 1. Hoja informativa .................................................................................................... 213
VIII.2. Consentimiento informado .................................................................................... 215
VIII.3. Cuestionario de Función Sexual de la Mujer (FSM®). .............................................. 216
VIII.4. Cuestionario de Salud SF-12v2® .............................................................................. 219

IX. BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................... 225


TABLA DE ABREVIATURAS
ACHOs: Anticonceptivos hormonales combinados
ASG: Anticonceptivos hormonales de sólo gestágeno
CI: Coito interrumpido
CO: Monóxido de carbono
CV: Calidad de vida
DIU-Cu: Dispositivo intrauterino de cobre
DIU-LVG: Dispositivo intrauterino de levonorgestrel
DS: Disfunción sexual
DSF: Disfunción sexual femenina
ETB: Esterilización tubárica bilateral
fMR: Resonancia magnética funcional
FDA: Food and Drug Administration
FS: Función sexual
FSFI®: Cuestionario Female sexual Function Index
FSM: Función sexual de la mujer
FSM®: Cuestionario Función sexual de la mujer
GABA: Ácido gamma-aminobutírico
GnRH: Hormona liberadora de gonadotropina
HT: Histerectomía
ISRS: Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
IU: Incontinencia urinaria
IUE: Incontinencia urinaria de esfuerzo
MCS: Mental Component Summary
MSH: Hormona estimulante de los melanocitos
NO: Óxido nítrico
OMS: Organización Mundial de la Salud
PCS: Physical Component Summary
PET: Tomografía de emisión de positrones
PGE: Prostaglandinas del tipo E
POP: Prolapso de órganos pélvicos
PSP: Patología de suelo pélvico
RM: Resonancia magnética
RS: Respuesta sexual
RSF: Respuesta sexual femenina
SNA: Sistema nervioso autónomo
SNC: Sistema nervioso central
TOT: Malla transobturadora para la corrección de la incontinencia de orina
TRH: Hormona liberadora de tirotropina
VIP: Péptido intestinal vasoactivo/neuropéptido
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I. INTRODUCCIÓN

1
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

2
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I. INTRODUCCIÓN

El impacto de la histerectomía (HT) sobre la función sexual (FS) ha sido siempre un


1,2
tema que ha generado gran preocupación y ansiedad a las pacientes . De hecho, dos
estudios encontraron que el potencial deterioro de la función sexual después de esta cirugía
2,3
es una de las causas de inquietud, previas a la intervención, más frecuentes . Las
pacientes consideran una deficiencia en su asistencia médica la falta de información acerca
4
de las posibles consecuencias de la histerectomía sobre su función sexual . La
histerectomía, por tanto, supone para la paciente una preocupación por su salud, como
cualquier otra intervención quirúrgica, pero además se añade gran impacto psicológico
dado lo mencionado anteriormente. Desgraciadamente, este asunto rara vez es expresado
por las pacientes, ni reconocido o discutido por los ginecólogos.
Estas preocupaciones no son infundadas, ya que varios estudios han indicado que
entre el 11 y el 37% de las mujeres sometidas a histerectomía declaran empeoramiento en
3–8
su función sexual tras la cirugía . En estos mismos estudios se halla también un 16-47%
de mujeres que declaran que no hay cambios en su vida sexual y entre un 34-70% que
refieren mejoría en su vida sexual tras la histerectomía.
En un intento de resolver dichas dudas, se han realizado y publicado multitud de
revisiones y estudios sin llegar a ninguna conclusión, ya que algunos de ellos deducen que
9–13
la histerectomía no provoca cambios en la sexualidad de la mujer , otros que la mejora
1,14–16,6 3,12,16–19,4
mientras que otros encuentran un deterioro de la misma .
La función sexual es compleja. Influyen muchos factores como la imagen corporal, la
relación de pareja, las relaciones familiares y sociales, el estatus socioeconómico, la
educación, la disponibilidad y función sexual de la pareja, los tratamientos, los cambios
hormonales y las expectativas culturales. Dado lo anterior, a menudo es difícil predecir
cómo las pacientes van a responder a la cirugía. Sin embargo, es fundamental que se
investigue sobre esto para poder asesorarlas antes de la intervención quirúrgica y ayudar a
las que presenten deterioro de su función sexual tras la misma.
A pesar de la importancia de este asunto, la literatura es contradictoria. Además,
muchos estudios acerca del impacto de la histerectomía en la función sexual incluyen todas

3
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

las vías de abordaje sin especificar cuál, mezclan histerectomía a solas con histerectomía y
doble ooforectomía, utilizan cuestionarios de función sexual no validados, muchos no
utilizan ni siquiera cuestionarios; con lo cual no hay homogeneidad y no se pueden
generalizar los resultados 20.
Quedan lagunas en el conocimiento del cambio en la función sexual tras la
histerectomía, en los factores que predicen el deterioro de la misma y en la comparación
entre las diferentes técnicas.
Vamos a realizar un estudio con cuestionarios validados en nuestro país, con nuestras
pacientes y teniendo en cuenta lo comentado en los párrafos anteriores, para intentar aportar
luz a esta cuestión.

4
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I. 1. Anatomía del aparato genital femenino 21

Vamos a revisar de forma concisa la anatomía del aparato genital femenino haciendo
hincapié en aquellas estructuras que pueden verse afectadas a la hora de realizar una
histerectomía.

22
Figura 1. Contenido pelviano visto desde arriba y atrás («Anatomía de útero y
ovarios | Diplomadomedico.com» 2014)

Figura 2. Aparato genital femenino interno («Anatomía de útero y ovarios |


Diplomadomedico.com» 2014).

5
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

El aparato genital femenino (Figuras 1 y 2) está compuesto por:

OVARIOS: son los órganos productores de los óvulos. Contienen los elementos de
una glándula de secreción interna. Es un órgano par, uno derecho y otro izquierdo,
colocados en la cavidad pélvica por detrás de los ligamentos anchos y adyacentes a la pared
lateral de la excavación pélvica. El ovario mide aproximadamente 3,5 cm de altura, 2 cm de
anchura y 1 cm de espesor.
El ovario está casi completamente libre y descubierto en la cavidad peritoneal. Se
mantiene en su posición por el mesoovario y por el ligamento lumboovárico (ligamento
infundíbulo-pélvico), tuboovárico y uteroovárico. El mesoovario lo une con el ligamento
ancho, es muy corto. El ligamento lumboovárico está compuesto por fibras conjuntivas y
musculares lisas que envuelven los vasos uteroováricos y por un repliegue de peritoneo
parietal levantado por estos vasos. El ligamento uteroovárico es un cordón de fibras
musculares lisas que se extienden desde el ángulo lateral del útero al extremo inferior del
ovario.
Las arterias del ovario proceden de la ovárica y de la uterina. La arteria ovárica
(procedente de la aorta abdominal) llega al ovario siguiendo el ligamento lumboovárico. Al
alcanzar el ovario, da una rama tubárica externa que aborda la trompa y proporciona
algunos ramos al extremo superior del ovario. Desciende a lo largo del ovario y da algunas
ramas que se hunden en el ovario. Cuando llega al extremo inferior de este órgano se
anastomosa con la uterina y, de la anastomosis, nacen nuevos ramos ováricos.
Los nervios proceden del plexo intermesentérico, por medio del plexo ovárico que
acompaña a la arteria ovárica.
Estos órganos son los que se extirpan al realizar una ooforectomía; puede ser
unilateral si sólo se extrae un ovario o bilateral si son ambos. Como veremos más adelante,
en algunas ocasiones la ooforectomía se asocia a la histerectomía.

TROMPAS UTERINAS O DE FALOPIO: son dos conductos que se extienden a lo


largo del borde superior de los ligamentos anchos, desde los ángulos laterales del útero a la
superficie del ovario. Su longitud es de 10 a 14 cm. Se distinguen cuatro partes que difieren

6
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

entre sí por su situación, su dirección, su forma y sus relaciones, son: la porción intersticial,
el istmo, la ampolla y el pabellón o infundíbulo.
Las arterias de la trompa proceden del arco arterial formado en el mesosalpinx por la
arteria tubárica externa, rama de la ovárica, y por la arteria tubárica interna, rama de la
uterina, anastomosadas entre sí.
Los nervios acompañan a los vasos. Proceden del plexo intermesentérico, por el plexo
de la arteria ovárica y del plexo hipogástrico, por el plexo de la arteria uterina.
Cuando se lleva a cabo una ooforectomía en muchas ocasiones se asocia también
salpingectomía que es la extirpación de la trompa; al realizar ambas resecciones se habla de
anexectomía puesto que llamamos anexo o anejo a la trompa y ovario de cada lado.

ÚTERO: es el órgano destinado a contener al óvulo fecundado durante su evolución y


a expulsarlo cuando llega a su completo desarrollo.
Está situado en la cavidad pélvica, en la línea media, entre la vejiga y el recto, por
encima de la vagina y por debajo de las asas intestinales y del colon ileopélvico.
Su forma es la de un cono truncado, aplanado de adelante hacia atrás, y cuyo vértice
se orienta hacia abajo. Presenta un poco más abajo de su parte media un estrangulamiento
llamado istmo, que divide este órgano en dos partes: una superior, el cuerpo, y otra inferior,
el cuello o cérvix.
En la nulípara, el útero mide por término medio 6,5 cm de longitud y 4 cm de anchura
en el cuerpo y 2,5cm en el cuello. Mientras que en la multípara, la longitud es de 7,5cm de
media y la anchura similar.
Los bordes laterales del cuerpo están en relación con los ligamentos anchos, que se
extienden a cada lado desde el útero a la pared lateral de la excavación pélvica. A lo largo
de estos bordes caminan los vasos uterinos.
Los ángulos laterales se continúan con el istmo de la trompa. De cada uno de ellos
parte también el ligamento redondo y el ligamento uteroovárico del mismo lado.
El útero se fija a las paredes de la pelvis por tres pares de ligamentos: los ligamentos
laterales o ligamentos anchos, los ligamentos anteriores o ligamentos redondos y los
ligamentos posteriores o úterosacros. Tienen por finalidad fijar este órgano para que
mantenga su posición normal cuando se desplaza bajo la presión de los órganos vecinos.

7
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Pero éstos no son los ligamentos que mantienen el útero en su lugar. El aparato de
sustentación del útero es el periné, que sostiene a este órgano por medio de la pared
vaginal, sobre la cual se apoya el cuello del útero.
El útero recibe la vascularización de la arteria uterina (rama de la división anterior de
la ilíaca interna). Después de haber cruzado el uréter, la uterina alcanza el cuello del útero
un poco por encima del fondo de saco lateral de la vagina, y asciende muy sinuosa por el
lado del útero a alguna distancia del cuello, al cual se acerca de abajo hacia arriba, para
adosarse luego al borde lateral del cuerpo uterino. Un poco antes de llegar al cuello, la
uterina desprende: ramas vesicovaginales, una arteria cervicovaginal destinada a la parte
inferior del cuello y a la pared anterolateral de la vagina. Da enseguida, en toda la altura de
su trayecto, numerosas ramas muy flexuosas para el cuello y para el cuerpo del útero.
La inervación corre a cargo del plexo uterino. Dicho plexo se desprende del borde
anterior del plexo hipogástrico, camina en la parte anterosuperior del ligamento úterosacro
y aborda el útero a nivel del istmo.
Este es el órgano que se extirpa cuando se realiza una histerectomía; cuando se
realiza la misma se seccionan los ligamentos que fijan el útero a las paredes de la pelvis, así
como la arteria uterina y los nervios que llegan a través del plexo uterino.

VAGINA: es un conducto que se extiende desde el cuello uterino a la vulva. Está


colocada en la cavidad pélvica, por delante del recto, por detrás de la vejiga y por debajo
del útero. Su dirección es oblicua hacia abajo y hacia adelante. No es toda rectilínea,
cuando el recto y la vejiga están vacíos o casi vacíos, describe una ligera curva cóncava
hacia atrás.
La longitud de la vagina es, por término medio, de 8 cm. La pared anterior, de 7 cm
de longitud, es un poco más corta que la pared posterior, que alcanza los 9 cm.
El extremo superior de la vagina, inserto en el cuello uterino, se ensancha en forma de
cúpula que se apoya directamente sobre la parte intravaginal del cuello. En su extremo
inferior, la vagina se abre en el fondo del vestíbulo.
Existen en la superficie interior de la vagina pliegues transversales que son
engrosamientos de la mucosa. Estos pliegues, llamados también crestas o arrugas de la

8
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

vagina, están desarrollados particularmente en los dos tercios inferiores de la misma. Se


atenúan o desaparecen cerca del extremo superior del conducto.
La porción superior de la vagina está irrigada por las ramas vaginales de la uterina y
de la cervicovaginal, la porción media e inferior recibe irrigación de la arteria vaginal
propiamente dicha (que deriva de la arteria rectal media y de la arteria pudenda interna) y la
arteria hemorroidal media da también algunas ramas a la pared vaginal posterior. Estas
diferentes arterias se anastomosan entre sí y con las del lado opuesto.
La inervación procede del plexo úterovaginal, que es una extensión del plexo
hipogástrico inferior y realiza el mismo recorrido que la arteria uterina. La inervación del
tercio externo de la vagina proviene de la rama perineal profunda del nervio pudendo y es
inervación somática.
A la hora de realizar una histerectomía total se secciona y, posteriormente, sutura
(quedando una cicatriz) la vagina por la zona que contacta con el cérvix que llamamos
cúpula vaginal.
Cuando además existe prolapso genital del tipo cistocele o rectocele, se realiza plastia
de la pared anterior o posterior de la vagina con la consiguiente sección de estructuras
vasculares y nerviosas, y la sutura subsiguiente, que originará una cicatriz en la vagina,
bien en cara anterior o en cara posterior y, en algunos casos, en ambas caras.
Cuando la paciente precisa una técnica para la corrección de la incontinencia urinaria
de esfuerzo, como la malla transobturadora, ésta queda situada entre la vagina y la uretra.

VULVA: se designa con el nombre de vulva al conjunto de órganos genitales


externos de la mujer. La vulva, limitada por la sínfisis del pubis, el esfínter anal y las
tuberosidades isquiáticas, está compuesta por los labios, el espacio interlabial y el tejido
eréctil como podemos ver en la Figura 3.
Está ocupada en su parte central por una depresión media llamada vestíbulo en cuyo
fondo se abren la uretra y la vagina. A ambos lados están dos anchos repliegues cutáneos
yuxtapuestos: el labio mayor por fuera y el labio menor por dentro. Los labios mayores se
pierden por delante en una eminencia media, el pubis o monte de Venus. Los labios
menores se unen en su extremo anterior a un órgano eréctil medio, llamado clítoris. Está
formado por la unión de dos cuerpos eréctiles que son los cuerpos cavernosos. Otros dos

9
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

órganos eréctiles, los bulbos vestibulares o vulvares, se colocan en el fondo del vestíbulo y
a ambos lados del orificio vaginal. Por último, dos glándulas están anexas a la vulva; se
conocen con el nombre de glándulas de Bartholino.

Figura 3. Aparato genital femenino externo (Netter, F.H. 1995) .

El clítoris (Figuras 4 y 5) es un órgano eréctil formado por los cuerpos cavernosos y


por sus envolturas. Los cuerpos cavernosos son análogos a los del pene. Se insertan en el
borde inferior de las ramas isquiopubianas. Están recubiertos por dentro por los músculos
isquiocavernosos. Desde su origen, los cuerpos cavernosos se extienden hacia adelante,
hacia arriba y hacia adentro, para llegar así hasta la parte anterior del extremo inferior de la
sínfisis, en donde se unen en la línea media para formar el cuerpo del clítoris. El cuerpo del
clítoris continúa luego la dirección de los cuerpos cavernosos y se dirige hacia adelante y
hacia arriba, pero cambia bien pronto de dirección para orientarse hacia abajo y hacia atrás.
El codo así formado se llama rodilla del clítoris. El cuerpo del clítoris disminuye de
volumen a medida que se separa de su origen y termina en un extremo cónico con vértice
redondeado, el glande del clítoris. Está recubierto por el tegumento de la vulva, que forma
en las caras superior y laterales del órgano un repliegue, el capuchón o prepucio clitoroideo.
Al clítoris se le anexa un ligamento suspensorio semejante al del pene.

10
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Figura 4. Anatomía interna de la vulva, centrándose en la anatomía y la ubicación del


clítoris («Aparato reproductor femenino» 2014).

Figura 5. 1.Clítoris (cuerpo cavernoso, bulbo vestibular, glande). 2.Clítoris erecto


(Imágenes tomadas de la presentación "Le clitoris cet inconnu" de la Dra. Odile
Buisson ®université Paris Diderot/Novembre 2011 www.treizeminutes.fr).

Los bulbos vestibulares son dos órganos eréctiles anexos a la vulva colocados a
ambos lados de los orificios de la vagina y de la uretra. Está dividido en dos partes
separadas una de otra en la línea media por los orificios de la uretra y de la vagina, así
como por el vestíbulo de la vulva (Figuras 4 y 5). La Figura 5 es interesante puesto que

11
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

muestra el clítoris y los bulbos vestibulares en reposo (1) y en erección (2), y su relación
anatómica con varios de los órganos vulvares y pélvicos.
Las arterias de la vulva proceden de las arterias pudendas externas, ramas de la
femoral, y, sobre todo, de la arteria pudenda interna, rama de la hipogástrica.
Los nervios del monte de Venus y de la parte anterior de los labios mayores, emanan
de las ramas genitales de los nervios abdominogenitales y genitocrurales. La parte posterior
de los labios mayores está inervada por el ramo perineal externo y por el ramo superficial
del nervio perineal, rama del pudendo interno. Los labios menores reciben sus nervios de
los ramos superficial y profundo del nervio perineal. Igualmente, el ramo profundo de este
nervio inerva el bulbo. Los nervios dorsales del clítoris inervan a este órgano. Los nervios
vasomotores proceden de los plexos simpáticos que acompañan a las arterias para las
glándulas de Bartholino y los bulbos. Los de los cuerpos cavernosos, emanan del nervio
cavernoso del clítoris, que procede del plexo hipogástrico.
Me parece interesante la anatomía del clítoris y de los bulbos vestibulares por su
importancia en la función sexual femenina, pero, cuando se realiza una histerectomía, en
principio, no tienen por qué verse afectadas ni la irrigación ni la inervación vulvar, salvo
que lleve añadida cirugía del suelo pélvico.

12
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I. 2. Histerectomía

La histerectomía (del griego ὑστέρα hystera "útero" y εκτομία ektomia "sacar por
corte") consiste en la extracción del útero o matriz. Los pasos a realizar cambian de orden
según la vía de abordaje, pero básicamente son: pinzamiento, sección y ligadura de las
23
estructuras ligamentosas y vasculares . El útero puede extirparse por vía vaginal,
abdominal, laparoscópica y vaginal asistida por laparoscopia; la elección depende de la
indicación de la cirugía, del tamaño y movilidad del útero, de la anchura de la vagina y de
la presencia o ausencia de otras condiciones asociadas.
Es la segunda intervención más practicada en mujeres tras la cesárea en los países
desarrollados. Debido a la variabilidad entre los datos estadísticos publicados es difícil
hacer una comparación internacional de las tasas. En Estados Unidos se practican unas
600.000 al año, el 90% indicadas por patología benigna24, siendo la indicación más
25,26
destacada la miomatosis uterina . En un estudio realizado en 1993, calculan que el
27
40,5% de las mujeres a los 64 años estarán histerectomizadas en EEUU . En España, en
un estudio realizado en 2003 sobre las tasas de intervenciones quirúrgicas en Alicante
encuentran una tasa de histerectomías por procesos benignos de 13,48 por 10000
habitantes, observando un incremento en la frecuencia a partir de los 40-45 años 28.
Puede tratarse de una histerectomía total cuando se extrae el útero completamente o
subtotal cuando se deja el cérvix (Figura 6). La mayoría de ginecólogos realiza la HT total.
La ventaja de la misma es que la extirpación del cérvix elimina una fuente de infección,
sangrado y una localización de carcinoma y lesiones precancerosas. La histerectomía
subtotal tiene la ventaja de excluir la parte quirúrgica, durante la cual existe más
posibilidades de que ocurran complicaciones, ya que no se realiza extirpación del cérvix;
lesiones en la vejiga, uréter y recto es más fácil que ocurran en esta fase de la operación.
Asimismo, puede llevar asociadas la extirpación de los anejos (ovarios y trompas)
denominándose histerectomía con anexectomía uni o bilateral. La anexectomía se lleva a
cabo según la edad y si existe alguna patología asociada.
La vía de abordaje puede ser abdominal, vaginal, laparoscópica o vaginal asistida por
laparoscopia. En 2002, en Estados Unidos el 65% eran totales abdominales, el 23% totales
vaginales, el 10% totales laparoscópicas y el 2% subtotales abdominales o laparoscópicas25.

13
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Figura 6. Tipos de histerectomía: subtotal (supracervical hysterectomy), total (total


hysterectomy), total con salpingectomía y ooforectomía bilateral (total hysterectomy
29
with bilateral salpingo-oophorectomy). .

La histerectomía siempre conlleva la instauración de la menopausia si ésta se define


como el cese de menstruaciones. Si, de otro modo, la menopausia se define como el cese de
la producción hormonal, lo que provocará la menopausia será la ooforectomía bilateral
(extirpación de los ovarios).
Las indicaciones más frecuentes de histerectomía son: miomatosis uterina, prolapso
uterino, carcinoma cervical y uterino, endometriosis y hemorragia uterina disfuncional
resistente a tratamiento conservador. La miomatosis es la indicación más frecuente de
histerectomía. Los miomas son tumores que se forman de las células musculares uterinas y
son benignos, siendo el peligro de malignización menor del 1%. Si deben operarse y el tipo
de intervención, depende del tamaño, número y localización de los miomas, edad de la
paciente y deseo de conservar la fertilidad, síntomas que puedan producir y fallo de
tratamientos médicos previos.
El prolapso uterino, a menudo combinado con cistocele, rectocele e incontinencia de
orina, se convierte en una indicación de histerectomía cuando el mismo causa síntomas. En
este caso la vía elegida suele ser la vaginal y se puede acompañar de plastia vaginal anterior
para corrección de cistocele, plastia vaginal posterior para corrección de rectocele y

14
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

colocación de mallas suburetrales para el tratamiento de la incontinencia urinaria de


esfuerzo si la misma está presente.
El cáncer de endometrio es una indicación de histerectomía, así como el cáncer de
cérvix; según el estadio, puede requerir histerectomía radical. La hiperplasia endometrial
con atipias es un precursor del carcinoma endometrial, siendo también una indicación de
histerectomía. En caso de cáncer de ovario, según el estadio, también se puede requerir
histerectomía.
El tratamiento quirúrgico de la endometriosis puede ser a menudo necesario en
pacientes que desean tener más embarazos. Por lo tanto, en la afectación grave del fondo de
saco, septo rectovaginal y de la pared posterior del cérvix, la cirugía debe intentar preservar
el útero intacto. Por lo demás, si no hay deseo de embarazo, entonces la endometriosis
avanzada puede ser tratada con histerectomía y salpingooforectomía bilateral.
La metrorragia disfuncional uterina se trata primariamente con tratamiento médico,
tras un diagnóstico correcto que descarte patología maligna. Si el anterior tratamiento no
funciona se puede recurrir a la ablación endometrial. En último lugar, para los casos
resistentes a todo el arsenal terapéutico disponible se recurriría a la histerectomía.
Otras indicaciones menos frecuentes son infecciones pélvicas no controladas con
antibiótico o drenaje, hemorragia postparto incontrolable, dolor pélvico crónico, tumores
trofoblásticos (en caso de fallo de la quimioterapia).
La histerectomía conlleva un grado de morbilidad y, aunque con los adelantos
médicos actuales la mortalidad haya disminuido significativamente, en un gran estudio del
30
American CDC , mostraron una mortalidad del 6 por cada 10000 histerectomías para
histerectomías no asociadas a cáncer ni embarazo. En 2002, Schaffer hablaba de una
mortalidad de menos del 0,1 por 100 26.
Las complicaciones específicas de la histerectomía pueden ser: infecciones con
posible evolución febril (urinarias, de pared abdominal, pélvicas,...), hemorragias y/o
hematomas con la posible necesidad de transfusión (intra y/o postoperatoria), lesiones
vesicales, ureterales y/o uretrales, lesiones intestinales, fístulas vesicovaginales e
intestinales, reintervención quirúrgica, lesiones vasculares y/o neurológicas.

15
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

A largo plazo, pueden darse prolapsos de cúpula vaginal, hernias postlaparotómicas


(en el caso de la vía abdominal), así como patología de ovarios restantes cuando se
conservan los anejos.
Con el incremento en la frecuencia de la histerectomía en los últimos 50 años, las
26
indicaciones se han debatido . La necesidad y la indicación de la histerectomía son
cuestionadas por las pacientes y han sido discutidas duramente en la literatura médica
general.
También debemos considerar el coste de la intervención (incluyendo la estancia en el
hospital y la pérdida subsiguiente de tiempo y trabajo). Debido a estas preocupaciones, en
los últimos años se ha prestado mayor atención a procedimientos alternativos, tales como
ablación endometrial, miomectomía, técnicas para la incontinencia de estrés sin
histerectomía y medidas conservadoras de cirugía.

I. 3. Sexualidad

Existen múltiples definiciones del concepto de sexualidad, Gómez Zapiain en el


31
prólogo al libro de Alonso-Arbiol define la sexualidad como todo aquello relacionado
con las partes, con los sexos, que resultaron de la opción de las especies por el sistema de
reproducción sexual como forma óptima de adaptación, supervivencia y evolución. Dando
un gran salto hasta el momento actual de la humanidad, la sexualidad es todo aquello
relacionado con todas las maneras posibles de ser mujer u hombre, en toda su diversidad.
La sexualidad es una materia compleja del ser humano 32, interviene en algunos de los
comportamientos humanos más complicados. Es multidimensional y dinámica.
La definición de sexualidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la que
me parece más completa y la que mejor manifiesta la importancia de la misma para la vida
de una persona:
"Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida.
Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el
placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se
expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes,
valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La

16
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas


ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la
interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos,
políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales." 33

Me parece muy interesante reflejar la declaración de los derechos sexuales redactada


en el año 1997 en el Congreso de la Asociación Mundial de Sexología, puesto que, como
personal sanitario, podemos ver reflejada nuestra responsabilidad en algunos de ellos. La
declaración de los derechos sexuales fue posteriormente revisada y adoptada en su
asamblea general en 1999 34 y son los siguientes:

1. El derecho para la libertad sexual.


2. El derecho para la autonomía sexual, la integridad sexual y la seguridad del cuerpo
sexual.
3. El derecho de privacidad sexual.
4. El derecho de igualdad sexual.
5. El derecho al placer sexual.
6. El derecho a la expresión de las emociones sexuales.
7. El derecho para la libre asociación sexual.
8. El derecho para hacer elecciones reproductivas libres y responsables.
9. El derecho a la información sexual basada en datos científicos.
10. El derecho a una educación de sexualidad comprensiva.
11. El derecho al cuidado de la salud sexual.

Señalo los derechos 9, 10 y 11, que, como he dicho antes, reflejan nuestra
responsabilidad: debemos dar una información sobre sexualidad respaldada por la ciencia,
debemos educar sobre sexualidad de manera que nos entiendan y debemos cuidar de la
salud sexual de nuestras pacientes.

17
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

La salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social que se


relaciona con la sexualidad: no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o
dolencia 35.

La sexualidad y el cuidado de la salud sexual es muy importante para la vida de las


mujeres, y, en consecuencia, como profesionales de la salud, hemos de tomarlo muy en
serio y ser capaces de sentirnos cómodos hablando sobre sexualidad, estar abiertos a
cualquier tipo de información, experiencia o respuesta que quieran compartir con nosotros.
Sin embargo, las mujeres normalmente no hablan sobre su sexualidad; asumen que es
"normal" hasta que algo ocurre y perciben algún cambio. Incluso entonces, normalmente se
avergüenzan al pensar que podrían tener un problema, y piensan que nada puede hacerse al
respecto, de manera que no inician una conversación a cerca de ello con nosotros. De este
modo, es muy importante que integremos la evaluación de la sexualidad como parte de la
evaluación general y que iniciemos nosotros la conversación. Debemos transmitirles que lo
que se hable es totalmente confidencial y debemos preguntar desde lo general hacia lo
específico y ser cuidadoso con nuestras respuestas 32.

I. 4. Fisiología de la respuesta sexual femenina

La respuesta sexual (RS) es el conjunto de cambios físicos y mentales que se asocian


a la realización de actos sexuales 36 . Consiste en una serie de fenómenos neurofisiológicos,
vasculares y hormonales que afectan especialmente al funcionamiento de los órganos
genitales y, en grado diverso, al de la totalidad del organismo.

18
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Figura 7. Respuesta sexual humana según Masters y Johnson, 1966.

Masters y Jonhson describieron la respuesta sexual como un proceso fisiológico de


fases consecutivas (Figura 7): deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución. Se trata de
un modelo lineal que describe la respuesta sexual como invariable, igual en hombres y
mujeres, donde el deseo siempre precede a la excitación 36.
Basson propuso un modelo no lineal que comprende la retroalimentación física,
emocional y cognitiva (Figura 8). Este modelo puede encajar más con las dificultades
sexuales que aparecen antes y después de la histerectomía, así como con determinados
procesos patológicos y/o sus tratamientos farmacológicos. La excitación conduce al deseo,
que estimula la predisposición para recibir y dar nuevos estímulos. La satisfacción
emocional y física se obtiene mediante un aumento en el deseo sexual y la excitación.
Factores biológicos, sociales y fisiológicos pueden afectar negativamente a este ciclo,
provocando Disfunción Sexual Femenina (DSF) 37.

19
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Figura 8. El ciclo de respuesta sexual según Basson.

Mas describe la RS como una secuencia cíclica de fases características: Deseo,


38
Excitación, Orgasmo y Resolución (Figura 9) . Conlleva cambios psicológicos,
39,40
neurofisiológicos, vasculares y hormonales . Comprende un conjunto de cambios
físicos que afectan a la totalidad del organismo, así como mentales, que incluyen
alteraciones del estado de conciencia y percepciones sensoriales generalmente muy
placenteras, lo que suele reforzar poderosamente la motivación para repetir la experiencia.

Figura 9. Esquema operativo del ciclo de la respuesta sexual femenina (RSF).

20
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

En la anterior figura (Figura 9), Mas pretende resaltar la influencia recíproca entre las
distintas fases del ciclo de la respuesta sexual. Así, la reacción de excitación, especialmente
en su modalidad subjetiva, que puede ser consecuencia o no (ya que puede precederlo) del
estado de deseo, suele reforzar a éste a modo de feedback positivo. También se señala el
hecho de que la presentación de una determinada fase no requiere necesariamente de la
precedente. Por ejemplo, una estimulación sensorial intensa puede producir excitación y
hasta orgasmo sin que haya deseo. Los rombos de decisión tras el orgasmo simbolizan el
que éste puede seguirse de la fase de resolución o del retorno a la de excitación que
conduzca a una o varias experiencias orgásmicas adicionales antes de entrar en la fase de
resolución 39.
El deseo (también llamado apetito sexual o libido) es el estado mental de atención a
estímulos eróticos y motivación para responder a ellos para gratificarse, que precede a la
realización de actos sexuales y/o la acompaña. Tiene componentes cognitivos y afectivos,
además de un sustrato neurohormonal. Puede presentarse de modo "espontáneo" o bien
"reactivo"; este último se produce en respuesta a diversos estímulos sensoriales y otras
incitaciones por parte de la pareja, incluida la propia excitación fisiológica inducida de
modo reflejo, en un contexto de afecto positivo. Dicho fenómeno es más frecuente y
relevante en la mujer, particularmente en el contexto de una relación prolongada y de buena
calidad afectiva. A su vez, en la excitación sexual se distinguen ahora dos componentes: los
cambios fisiológicos, que vamos a ver seguidamente, y la excitación subjetiva que motiva
tratar de intensificar la estimulación sexual y desarrollar completamente el ciclo de la RS.
La fisiología de la respuesta sexual viene extensamente descrita en los múltiples
38–42
trabajos del Dr. Mas . A continuación expondré un resumen orientado a ver qué
aspectos de la fisiología de la RS pueden verse afectados por la histerectomía, así como por
enfermedades y tratamientos de las pacientes antes de operarse.

21
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I. 4. 1. Cambios fisiológicos en los genitales 39,40

La fase de excitación se caracteriza por un aumento del aporte sanguíneo a los


órganos genitales, debido a su vasodilatación. Se traduce en la erección del clítoris, que
llega a duplicar su volumen (Figura 5) y en la vasocongestión del suelo de la pelvis, con
aumento de tamaño y dilatación de la vulva, así como lubricación vaginal (los fenómenos
equivalentes en el varón serían la erección del pene y el aumento de secreciones de la
próstata y las vesículas seminales).
La lubricación sexual ocurre en pocos segundos desde el inicio de la fase en mujeres
jóvenes y en 2-4 minutos en maduras, y aumenta con el progreso de la respuesta sexual. El
líquido de lubricación vaginal se forma por trasudación a través de las paredes de la vagina
(que carecen de glándulas) de plasma sanguíneo procedente del plexo vascular subepitelial
intensamente dilatado (el aumento de volumen del trasudado lleva a que pronto se sature la
limitada capacidad de reabsorción de Na+ por el epitelio vaginal, de modo que mayores
cantidades de este ión escapan hacia la luz, lo que arrastra un volumen mayor de agua, con
lo que aumenta la lubricación). Su utilidad fisiológica, además de facilitar la penetración, es
la de neutralizar el pH vaginal lo que facilitaría la supervivencia de los espermatozoides.
Las glándulas uretrales y parauretrales, equivalentes a la próstata masculina,
aumentan también su secreción durante la excitación lo que, en aquellas que las tengan más
desarrolladas y/o estimuladas, puede llevar a que su expulsión sea perceptible durante el
orgasmo (se trataría de la debatida "eyaculación femenina"). Las glándulas de Bartholino
aumentan también su secreción que contribuye a la lubricación del introito vulvar.
Cuando la fase de excitación se encuentra muy avanzada, la congestión del plexo
vascular perivaginal empuja hacia la luz vaginal a las paredes del tercio más externo de la
36
vagina, formando lo que Masters y Johnson llamaron "plataforma orgásmica" . Otro
fenómeno también descrito por estos autores mediante visualización endoscópica y
posteriormente confirmado por resonancia magnética (RM), es el de la elevación del útero
y estiramiento hacia arriba de la pared posterior de la vagina, que se observa tanto si hay
penetración como si la excitación se produce por estimulación del clítoris. Se suele atribuir
a la contracción de la musculatura lisa presente en los ligamentos cardinales y
sacrouterinos, que por su disposición anatómica tiran del cuello uterino y porción superior
de la vagina hacia arriba y hacia los lados. Combinado con la mencionada ingurgitación de

22
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

la porción más externa de las paredes de la vagina confiere a ésta una forma de botella
invertida, lo que facilitaría la retención del semen que se pueda depositar en ella.
El orgasmo se caracteriza por contracciones intermitentes tanto de la musculatura lisa
de los órganos genitales como de la esquelética (en el varón dan lugar a la eyaculación). En
la mujer, la contracción rítmica (8-12 veces) de los músculos estriados del suelo de la
pelvis, particularmente el pubococcígeo, hace estrecharse intermitentemente las paredes de
la porción más externa de la vagina (contracciones de la "plataforma orgásmica" antes
mencionada). El esfínter anal se contrae también de modo intermitente en ambos sexos. En
algunos de los orgasmos estudiados en el laboratorio se han registrado también
contracciones uterinas; cuando ocurren suelen asociarse a una sensación más placentera.
Se debe subrayar que los referidos cambios fisiológicos característicos de la respuesta
orgásmica femenina parecen ser esencialmente similares cualquiera que sea el modo de
lograrla (estimulación del clítoris, penetración vaginal, etc.).
La fase de resolución consiste en el retorno a los niveles funcionales iniciales, con
reducción de la vasocongestión pélvica y relajación muscular. Se acompaña de un "periodo
refractario", durante el que es difícil inducir una nueva respuesta sexual. Dura varios
minutos y se alarga progresivamente con la edad. Este fenómeno es más característico del
varón. En la mujer, se pueden producir estados similares de refractariedad, especialmente
tras orgasmos muy intensos. Sin embargo, tras el orgasmo femenino, con frecuencia se
regresa a un nivel todavía alto de excitación sobre el que se pueden superponer sucesivos
orgasmos si persiste la estimulación ("respuesta multiorgásmica").
Señalo en negrita los momentos de la respuesta sexual en los que interviene el útero
puesto que la histerectomía podría influir en esto.
Este apartado y el siguiente (cambios fisiológicos genitales y extragenitales en la
respuesta sexual) vienen resumidos en la Tabla 1.

23
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I.4.2. Cambios extragenitales 39,40

La actividad sexual se acompaña también de cambios somáticos generales y


psíquicos, a veces muy intensos. Muchos de ellos son bastante inespecíficos y se combinan
los propios del ejercicio con los de activación neurovegetativa asociados a la respuesta de
estrés. Así, durante la excitación se produce un aumento progresivo de la presión arterial, la
frecuencia cardiaca y la ventilación pulmonar hasta alcanzar su máximo en el orgasmo,
decayendo rápidamente después de éste. También suele producirse una reacción de
sudoración de intensidad variable. Se han descrito aumentos de oxitocina durante el
orgasmo y de prolactina durante y después de éste, observados en ambos sexos.
Hay importantes cambios psíquicos y sensaciones, normalmente placenteras, de gran
variabilidad entre los distintos individuos y según las situaciones. Dichas sensaciones,
aunque focalizadas especialmente en los genitales, pueden extenderse a otras partes del
cuerpo. Se producen alteraciones de la percepción sensorial, siendo característica la
elevación de los umbrales de percepción dolorosa en diversas partes del cuerpo que ocurre
durante la excitación sexual intensa y, especialmente, en el orgasmo. La experiencia
orgásmica conlleva una alteración característica del estado de consciencia descrita como
una pérdida de contacto con la realidad externa inmediata, pudiendo llegar en casos
extremos hasta la pérdida de conciencia.

24
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 1: Principales cambios genitales y extragenitales asociados a la respuesta sexual


39
femenina .

Fase Cambios genitales Cambios extragenitales

Lubricación vaginal Erección de los pezones


Tumescencia del clítoris, bulbos, labios Hiperventilación
Excitación menores y uretra Taquicardia
Alargamiento y dilatación del fondo vaginal Aumento de presión arterial
y elevación del útero "Rubor sexual": eritema en la
Estrechamiento del tercio externo de la cara, tronco y nalgas (inconstante)
vagina ("plataforma orgásmica") Ingurgitación de las areolas
Elevación del cuerpo y el glande del clítoris mamarias
("retracción del clítoris") Aumento de la tensión muscular
Congestión interna de los labios menores

Contracciones de la "plataforma Espasmos musculares en el


orgásmica" vaginal
abdomen, el cuello y los
Contracciones del ano
Orgasmo miembros (variable)
Emisión de secreciones uretrales y
Aumento de ventilación pulmonar
parauretrales (inconstante)
Aumento de taquicardia
Contracciones uterinas (variable)
Aumento de presión arterial
Jadeo, vocalizaciones (variable)
Secreción de oxitocina
Secreción de prolactina
Alteración del estado de
conciencia

Disminución lenta de la congestión pélvica Descongestión rápida de las


Posible retorno a la fase orgásmica o areolas mamarias
Resolución entrada en "periodo refractario", con Descenso rápido de la frecuencia
pérdida de la tumescencia vulvar y
cardíaca y la presión arterial
reducción de la lubricación vaginal
Sudoración
Secreción elevada de prolactina
sostenida (20-60 minutos)

Los diversos fenómenos se relacionan en la secuencia aproximada en que aparecen (aunque muchos son simultáneos).

25
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I.4.3. Mecanismos vasculares 39,40

El aumento de aporte sanguíneo a los sinusoides de los órganos eréctiles (clítoris y


bulbos), y al plexo vascular de las paredes vaginal y uretral e interior de los labios menores,
característico de la fase de excitación, es consecuencia de la relajación de las células
musculares lisas de las trabéculas y/o las arteriolas que los irrigan. La regulación de su
actividad contráctil se hace mediante fibras nerviosas postganglionares parasimpáticas y
simpáticas, presentes en las trabéculas y las paredes de las arteriolas, que actúan
coordinadamente con las células endoteliales adyacentes.
Así, las células musculares lisas de los tejidos eréctiles y de los vasos sanguíneos que
los irrigan están sometidos a la influencia de numerosos mediadores químicos de origen
neural, paracrino y autocrino como noradrenalina, óxido nítrico (NO), péptido intestinal
vasoactivo (VIP), etc. Su balance determina el de mensajeros intracelulares del que, a su
vez, depende el nivel de Ca2+ en el citosol de la células musculares que, a su vez, determina
el estado de contracción o relajación.

I.4.4. Mecanismos neurales 39,40

La respuesta sexual es el resultado de una sucesión de reflejos neurovegetativos y


somáticos, modulados a su vez por multitud de factores que incluyen desde los niveles
sanguíneos de diversas hormonas hasta procesos cognitivos y estados emocionales. Todo
ello es regulado por el Sistema Nervioso. Vamos a ver la inervación somatomotora, la
inervación mediada por el Sistema Nervioso Autónomo (SNA) y, por último, la
implicación del Sistema Nervioso Central (SNC) con las diferentes áreas cerebrales que se
activan en la RS.
Los órganos genitales femeninos están inervados por las dos grandes divisiones del
Sistema Nervioso Autónomo. Las fibras simpáticas proceden del plexo hipogástrico y
tienen su origen en la columna intermedio-lateral de la médula espinal toracolumbar (T11-
L2); su actividad produce vasoconstricción de los órganos eréctiles y de la vagina. Las
fibras parasimpáticas, originadas en los niveles medulares sacros S2-S4, forman los nervios
pélvicos o erectores, su actividad produce, mediante la liberación de óxido nítrico (NO) y

26
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

péptido intestinal vasoactivo (VIP), vasodilatación de los órganos eréctiles y lubricación


vaginal 42.
El nervio pudendo (raíces S2-S4) proporciona la principal inervación somatomotora a
los músculos que participan en la respuesta orgásmica (pubococcígeo, bulbocavernoso,
isquiocavernoso, etc.). Este nervio lleva también las principales fibras sensitivas de la
región genital.
En la Tabla 2, se resume la inervación de la región pelviana (vegetativa y somática)
que interviene en la respuesta sexual. La lesión de estos nervios por traumatismos y como
secuela de tratamiento quirúrgico es causa frecuente de disfunciones sexuales. La capacidad
de funcionamiento de estos nervios resulta también muy afectada por diversos trastornos
crónicos como la diabetes o la insuficiencia renal, y por agentes terapéuticos (por ejemplo:
antihipertensivos) 31.

Tabla 2: Principales nervios periféricos que regulan el funcionamiento de los órganos


31
genitales durante la respuesta sexual .

Raíces Nervio Tipo NT Función

Óxido nítrico (NO) Erección


S3 (S2, S4) N. pélvico Parasimpático Neuropéptido (VIP) Lubricación
Acetilcolina vaginal

Emisión seminal
Contracciones
T12-L2 N. hipogástrico Simpático Noradrenalina
uterinas
Detumescencia

Somatomotor (m.
Erección
bulboesponjoso, m.
isquiocavernoso, Eyaculación
S2-S4 N. pudendo m. pubococcígeo) Acetilcolina Contracciones
Somatosensorial orgásmicas
(sensibilidad
Sensibilidad táctil
genitales externos)

NT: neurotransmisor/es

27
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Se han identificado también muchos de los neurotransmisores que intervienen en los


circuitos cerebrales y meduloespinales de la conducta sexual (Tabla 3). Destacan entre ellos
las monoaminas dopamina, noradrenalina y serotonina. La dopamina y la noradrenalina
intervienen fundamentalmente en las vías centrales facilitadoras del comportamiento
sexual, mientras que a la serotonina se le atribuyen efectos predominantemente inhibitorios.
Entre otros neuromediadores centrales importantes para la conducta sexual destacan
diversos neuropéptidos, incluidos los opioides endógenos (con acciones inhibitorias) y la α-
MSH, algunos aminoácidos y el NO.

Tabla 3: Neuromediadores centrales y periféricos implicados en el control de la función


31
sexual .

Lugares de acción
Neurotransmisores
Inervación genital Médula espinal Cerebro

MONOAMINAS:
- Dopamina ------- ------- ***
- Serotonina ------- *** ***
- Noradrenalina *** * ***
ACETILOLINA *** ** *
AMINOÁCIDOS:
- GABA ------- ------- **
PÉPTIDOS:
- Opioides ------- * ***
- VIP *** ------- -------
- Neuropéptido Y * ------- **
- α-MSH ------- ------- ***
- Substancia P * * -------
- Oxitocina ------- * **
- Gn-RH ------- ------- **
- TRH * ** *
GASES:
- NO *** ** **
- CO ** ------- **

Participación en la función sexual en humanos y/o animales de experimentación:


*** claramente establecida; ** probable; * posible; ------- no hay datos que lo sustenten.

28
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Los referidos neuromediadores, y los fármacos relacionados con ellos, pueden influir
sobre el comportamiento sexual por diversos mecanismos. Uno es su intervención directa
en los relevos sinápticos de las vías neurales, centrales o periféricas, que regulan estas
conductas. Otro es influyendo sobre la actividad endocrina del hipotálamo y la
adenohipófisis y, secundariamente, sobre la secreción de los esteroides sexuales
dependiente de aquellas. A su vez, las hormonas gonadales influyen sobre la actividad de
varios neurotransmisores centrales, como las monoaminas o los opioides. La hormona
adenohipofisaria prolactina disminuye la motivación y reactividad sexuales en ambos
sexos; de hecho, la disfunción sexual puede ser el síntoma inicial de un cuadro de
hiperprolactinemia. Ello parece deberse a su acción inhibitoria de la secreción de
gonadotrofinas (y, por consiguiente, de los esteroides gonadales) y a su antagonismo
directo de la transmisión dopaminérgica en algunas áreas cerebrales. Los efectos sexuales
de muchos fármacos son producto de la combinación de sus acciones sobre
neurotransmisores centrales o periféricos con las que ejercen sobre estas secreciones
hormonales 31.
43,44
Existen dos publicaciones que describen cambios en el flujo sanguíneo regional
de diversas regiones cerebrales, como indicador de su actividad metabólica, en sujetos
expuestos a estímulos audiovisuales eróticos y durante el orgasmo. Para ello se han
utilizado técnicas de tomografía de emisión de positrones (PET) y de resonancia magnética
funcional (fMR). Muestran que durante la estimulación erótica se producen aumentos de
actividad en zonas límbicas como la región anterior de la circunvolución cingular
(involucrada en la expresión emocional y el control neurovegetativo), en la ínsula-claustro
(percepción e integración de sensaciones viscerales), los ganglios basales (procesos
apetitivos-motivacionales) y diversas áreas corticales (procesamiento cognitivo). Las
mujeres mostraron menor activación que los varones en áreas como el hipotálamo y la
amígdala, aún cuando su nivel de excitación subjetiva inducida fuese similar, lo que sugiere
una diferencia sexual en el procesamiento cerebral de los estímulos eróticos.

29
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I.4.5. Influencias hormonales 39,40

A la función sexual humana se le reconoce un importante soporte hormonal,


especialmente por parte de los esteroides gonadales. El papel fundamental de los estrógenos
es el mantenimiento del trofismo de la vagina y su capacidad de respuesta a estímulos
sexuales con vasodilatación y aumento de lubricación.
Existe un aumento de vasopresina durante la excitación, de oxitocina durante el
orgasmo y de prolactina tras el mismo. Se han descrito también aumentos más difusos y
sostenidos (no confirmados en todos los estudios) de adrenalina, gonadotrofinas y
testosterona asociados a la actividad sexual.
El papel de los andrógenos en la función sexual femenina es más controvertido. En el
varón, está bien establecido que los andrógenos testiculares (fundamentalmente
testosterona) contribuyen de modo importante a promover el deseo sexual y al
mantenimiento del estado funcional de los tejidos eréctiles. En la mujer, hay muchos datos
que indican un papel similar de los andrógenos, tanto en estimular el apetito sexual como
en el desarrollo y mantenimiento de parte de los órganos sexuales más relevantes para la
RS, como el clítoris. Por otra parte, hay algunos estudios que cuestionan la acción
facilitadora del deseo sexual femenino atribuida a los andrógenos. Las discrepancias
pueden deberse a las dificultades que supone su estudio, por diferencias de diseño y
variadas características de las mujeres evaluadas (jóvenes normales, premenopáusicas
disfuncionales, menopausia inducida, menopausia natural, etc.), a las limitaciones técnicas
para medir fiablemente unos niveles sanguíneos de testosterona considerablemente
inferiores (en 10 a 20 veces) a los del varón, al desacuerdo en cuales son los indicadores
bioquímicos de actividad androgénica más idóneos, etc.
Los ovarios y las glándulas suprarrenales comparten la producción de testosterona a
45
partes iguales. Hay una disminución en la producción progresiva con la edad . La
insuficiencia de andrógenos es una causa reconocida de disfunción sexual. Se asocia con
diminución de la libido, pérdida de la respuesta sexual ante estímulos. Incluso
empeoramiento de la congestión vulvar y vaginal. Las mujeres premenopáusicas con quejas
sobre su función sexual tienen menos niveles de precursores androgénicos adrenales y
testosterona que aquellas de la misma edad sin quejas 45.

30
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Entre otros tipos de hormonas que pueden contribuir a modular la función sexual cabe
destacar la prolactina. A su elevación postorgásmica, comentada anteriormente, se le ha
atribuido el fenómeno del "periodo refractario" durante la fase de resolución. Por otra parte,
la hiperprolactinemia con frecuencia se acompaña de disminuciones del apetito sexual, en
varones y mujeres, aunque es difícil discernir si el efecto se debe al propio aumento de
prolactina o al hipogonadismo secundario frecuente en esta enfermedad.

I. 5. Disfunción sexual femenina.

I.5.1. Concepto y clasificación

La expresión de la sexualidad es importante a lo largo de toda la vida de una mujer, y,


por lo tanto, necesita ser comprendida tanto en su aspecto fisiológico como en su patología.
La disfunción sexual femenina (DSF) se define como alteraciones en el deseo sexual
y cambios psico-fisiológicos en el ciclo de la respuesta sexual que causan malestar
emocional y psicológico importante y dificultad en las relaciones interpersonales, es decir,
implica que a la mujer le preocupa este problema en mayor o menor grado; incluso si una
mujer presenta las características que definen una disfunción sexual, a menos que eso le
esté causando sufrimiento personal, ella no tiene una disfunción sexual, y ningún clínico
debería crear un problema donde no lo hay 32.
La DSF es considerada como una amplia gama de trastornos con notable
46
solapamiento entre los mismos o, como expresa Clayton en su revisión sobre Deseo
sexual hipoactivo: "los trastornos sexuales son a menudo concomitantes" como por ejemplo
el hecho de que el deseo sexual hipoactivo se asocie con trastornos de la excitación o con
47
dificultades en el orgasmo frecuentes en las mujeres postmenopáusicas . Así mismo, las
mujeres con Trastorno por deseo sexual hipoactivo tienen más probabilidades de estar
insatisfechas con su vida sexual y con su relación de pareja 48.
La DSF es un fenómeno multifactorial: influyen factores fisiológicos, psicológicos y
sociales; como la edad, la menopausia, las enfermedades, los tratamientos médicos y la
cirugía de órganos pélvicos.

31
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

47,49
Se asocia con una salud mental y física disminuida . Según Mestre, existe una
asociación entre disfunción sexual femenina y una pobre salud física, mental y un deterioro
en la calidad de vida. Desde el punto de vista clínico es importante tener en cuenta distintos
factores que influyen en la salud sexual, el papel del contexto interpersonal, social y de la
salud mental son importantes, pero también lo son la enfermedad crónica y la salud sexual
de la pareja 35.
Es un tema que no se aborda frecuentemente por la falta de tiempo, porque puede
resultar embarazoso, porque no se tiene en cuenta en mujeres mayores, por la incertidumbre
50,51
acerca de los tratamientos y por la formación pobre en estos campos . Sin embargo, la
sexualidad es sumamente importante para la calidad de vida del ser humano, de hecho,
como ya hemos comentado, es un derecho humano básico. Está demostrado que los
desórdenes sexuales empeoran la calidad de vida y aumentan la morbilidad 52. Por lo tanto,
debemos mejorar el conocimiento y la comprensión de la fisiopatología de la sexualidad.
A la hora de saber la prevalencia de la disfunción sexual femenina surgen dificultades
ya que existen diferentes sistemas de clasificación y, en los trabajos de investigación
realizados, o bien no se utiliza ninguna clasificación validada o bien no se especifica la
misma.
Entre los diferentes sistemas de clasificación encontramos: CIE-10 53, DSM IV-TR 54,
la denominada "Sistema descriptivo multiaxial orientado al problema" 55 y la propuesta por
la American Foundation for Urological Diseases (AFUD). Esta última nos parece la más
útil por su sencillez y porque es muy esclarecedora, es la más usada en el ámbito de la
56
Ginecología; se creó cuando un grupo internacional multidisciplinar revisó la evidencia
en cuanto a disfunción sexual femenina y tuvieron en cuenta que la plenitud o culminación
del deseo sexual es poco común en las mujeres y no llega a ser un incentivo para la
actividad sexual en muchas mujeres, de hecho, el deseo sexual es frecuentemente
experimentado tras un estímulo sexual subjetivo que ha provocado excitación sexual; esto
concuerda con el ciclo de respuesta sexual propuesto por Basson que vemos en la
introducción 37. También tuvieron en cuenta que las quejas de falta subjetiva de excitación
a pesar de una vasocongestión genital normal son comunes y aconsejaron que cualquier
diagnóstico vaya acompañado de una descripción del contexto de la paciente y del grado de
malestar que le crea.

32
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Así pues, las disfunciones sexuales se clasifican, según la AFUD, en:


- Trastorno del deseo hipoactivo: ausencia o disminución de sensaciones, interés,
pensamientos o fantasías sexuales que causa marcado malestar o dificultades en las
relaciones interpersonales. La motivación para buscar la excitación es escasa o nula y debe
tenerse en cuenta una involución fisiológica a lo largo del ciclo vital y la duración de la
pareja. Es la disfunción más frecuente.
- Trastorno de la excitación, que se subdivide en:
- Trastorno subjetivo de la excitación: ausencia o marcada disminución de la
excitación sexual y del placer con cualquier tipo de estimulación sexual, a pesar de existir
lubricación genital y otros signos fisiológicos propios de un proceso excitatorio.
- Trastorno de la excitación sexual genital: ausencia o deterioro de la
excitabilidad genital que se manifiesta por una mínima tumefacción y lubricación genital,
además de sensibilidad reducida a las caricias vulvares. Existe sensación subjetiva de
excitación ante estímulos sexuales no genitales.
- Trastorno combinado de la excitación subjetiva y genital: ausencia o marcada
disminución de la excitación sexual y el placer con ausencia de ingurgitación y lubricación
genital con cualquier tipo de estimulación sexual.
- Trastorno de la excitación sexual persistente: espontánea, molesta y no querida
excitación genital en ausencia de interés sexual y deseo. La excitación no es aliviada por
uno o más orgasmos, persistiendo horas e incluso días.
- Trastorno del orgasmo: ausencia o disminución de la intensidad del orgasmo con
una adecuada estimulación, a pesar de sentir excitación sexual.
- Dispareunia: dolor persistente o recurrente al intentar o completar la penetración.
Se incluyen las mujeres que no toleran los movimientos vaginales debido al dolor.
- Vaginismo: dificultad persistente para permitir la entrada del pene, los dedos u otro
objeto en la vagina a pesar de que la mujer lo desee por espasmos musculares involuntarios
recurrentes o persistentes de la musculatura del tercio externo de la vagina.
- Trastorno por aversión sexual: extrema ansiedad o disgusto ante la idea o el
intento de practicar cualquier actividad sexual.

33
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

La siguiente clasificación, la DSM-IV, la incluyo porque me parece relevante, ya que


tiene en cuenta el trastorno sexual debido a una enfermedad médica y el trastorno inducido
por sustancias, y nosotros en nuestro estudio recogemos la patología médica y los
tratamientos de las mujeres que podrían afectar a su función sexual. De este modo la DSM-
IV divide el tipo de disfunciones sexuales femeninas en:
1. Trastornos del deseo sexual.
1.A. Deseo sexual hipoactivo.
1.B. Trastorno por aversión al sexo.
2. Trastornos de la excitación sexual.
2.A. Trastorno de la excitación sexual de la mujer.
3. Trastornos orgásmicos.
3.A. Trastorno orgásmico femenino.
4. Trastornos sexuales por dolor.
4.A. Dispareunia (no debida a una enfermedad médica).
4.B. Vaginismo (no debido a una enfermedad médica).
5. Trastorno sexual debido a una enfermedad médica.
5.A. Deseo sexual hipoactivo en la mujer debido a una enfermedad médica.
5.B. Dispareunia femenina debida a una enfermedad médica.
5.C. Otros trastornos sexuales femeninos debidos a una enfermedad médica.
6. Trastorno inducido por sustancias.
7. Trastorno sexual no especificado.

I.5.2. Diagnóstico

El primer paso para la evaluación de la DSF es la realización de una historia sexual,


médica y psicosocial. Es importante preguntar también por el papel de la pareja sexual. Los
cuestionarios validados son una herramienta fiable para la medición de la función sexual,
son fáciles de realizar, discretos, económicos y se obtienen unos valores normalizados y
57
útiles para la clínica . Los cuestionarios validados son el único instrumento que permite
cuantificar los cambios entre antes y después de un tratamiento, y evaluar tanto individual

34
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

como globalmente si el impacto de la aplicación de un determinado tratamiento ha sido


positivo, negativo o neutro para la salud sexual de la mujer 35.
Así pues, la anamnesis y la utilización de cuestionarios estandarizados nos darán un
diagnóstico de la disfunción sexual, así como de la presencia de distintas enfermedades o
tratamientos que pueden afectar a la función sexual.
La exploración física es necesaria si se sospecha alguna patología orgánica 58, consta
de un examen físico, con atención especial a los sistemas vascular y neurológico. La
exploración ginecológica debería realizarse si prevemos alguna causa física (es importante
investigar anomalías anatómicas, signos de atrofia, verrugas, infecciones, cicatrices y
deficiencia de estrógenos).
En la consulta de manera cotidiana no lo realizamos, pero en algunas ocasiones y,
sobre todo, en algunos estudios que se llevan a cabo puede ser útil realizar una analítica con
determinación hormonal (estrógenos, andrógenos y hormona luteinizante) 59.
Los métodos diagnósticos como la fotopletismografía vaginal, la ecografía Doppler,
la temperatura vaginal y del clítoris y los test de sensibilidad vibratoria, así como la
arteriografía selectiva pudenda, aumentan la comprensión por parte de los clínicos y de los
pacientes de los mecanismos fisiopatológicos de la disfunción sexual, pero la falta de datos
validados limitan su uso, relegándolos al campo de la investigación 59.
En resumen, la Disfunción sexual femenina se mide principalmente con
cuestionarios.
62-68
Existen muchos cuestionarios , lo que me lleva a elegir el Cuestionario de
60
Función sexual de la Mujer (FSM) (Anexo VIII.3.) es que se trata de un cuestionario
que podemos realizarle a las mujeres pero que también pueden cumplimentarlo ellas
mismas (favorece su sinceridad al preservar su intimidad), que está adaptado al entorno
61
cultural y validado al español , que tarda en cumplimentarse 5-10 minutos y que evalúa
las fases de la respuesta sexual adaptándose a la clasificación de la AFUD y a los criterios
de la cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-
IV) y valora los aspectos relacionales importantes (iniciativa y grado de comunicación
sexual). Además puede aplicarse a mujeres con actividad sexual en pareja o individual, de
cualquier edad y orientación sexual, y su objetivo principal es el diagnóstico de disfunción
sexual. Es un cuestionario de función sexual genérico, útil para la comparación de la

35
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

función sexual entre grupos de pacientes sin la misma patología. En el apartado de Material
y métodos me extiendo más en su descripción.

I.5.3. Frecuencia

La incidencia de disfunción sexual (DS) y de quejas acerca de la sexualidad en las


mujeres aumenta con la edad, la menopausia y el descenso en los niveles de estrógenos 69.
Existen ciertas dificultades para la estimación de la frecuencia de disfunción sexual puesto
que se han utilizado formas muy dispares tanto de clasificación como de medida. Además,
hemos de tener en cuenta que una alta prevalencia de preocupaciones sexuales no es
equiparable a una alta prevalencia de disfunción sexual.
Entre las sexualmente activas Castelo-Branco encuentra disfunción sexual en el
51,3% 69. En otros estudios vemos que la disfunción sexual femenina está presente en el 35-
50% de las mujeres en la población general 15,70–75. Coincidiendo con Castelo-Branco y con
el resto de autores Srivastava en una encuesta poblacional nacional en Gran Bretaña halla
un 54% de mujeres con al menos un problema sexual (siendo los más comunes la falta de
deseo, seguido de la imposibilidad de alcanzar el orgasmo y la dispareunia). Sin embargo,
sólo el 21% solicita ayuda 46.
Lindau estudia la sexualidad en mayores de 57 años, encontrando un 50% de
trastornos sexuales, siendo los más frecuentes el bajo deseo (43%), las dificultades en la
lubricación (39%) y la incapacidad para llegar al orgasmo (34%) 76.
Llama la atención que Frank encuentra una prevalencia de disfunción sexual
femenina en mujeres con pareja del 60% (sobre todo por trastorno de la excitación y del
77
orgasmo) , mayor que la descubierta en la mayoría de estudios, con una muestra menor
que en los anteriores.
61
En España, Cruz Navarro encuentra algún tipo de disfunción sexual en el 30% de
las mujeres de su estudio (350 mujeres evaluadas mediante el test de función sexual FSM).
Siendo estas disfunciones: 13,3% deseo sexual hipoactivo, 1,5% trastornos de excitación,
7,2% trastornos de la lubricación, 4% trastornos del orgasmo, 24,5% problemas con la
penetración vaginal y 28% ansiedad anticipatoria. Sin embargo, sólo el 15% muestran
insatisfacción con su vida sexual en general mientras que otro 15% de estas mujeres decía

36
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

no encontrarse satisfecha ni insatisfecha, así, un 70% presentaban satisfacción con su vida


sexual en general.
Aunque no es acorde con lo hallado por Cruz Navarro, El Trastorno por deseo sexual
hipoactivo es el que presenta mayor prevalencia en la mayoría de estudios: según Clayton
se da en 1 de cada 10 mujeres en USA y la prevalencia es similar en Europa 47, Dennerstein
78
en Europa observa una prevalencia del 7-16% , algo más alta encuentra la prevalencia
Shifren con un 38,7% en USA 70.

I.5.4. Efectos de las enfermedades y trastornos crónicos sobre la función sexual

Un gran número de enfermedades y trastornos diversos de nuestro organismo tienen


efectos perjudiciales sobre la función sexual. Las causas y los mecanismos son muy
variados. Unas veces se trata de una interferencia específica con los mecanismos
fisiológicos de la respuesta sexual por parte del proceso patológico, por ejemplo: diabetes,
insuficiencia renal, hiperprolactinemia, oclusiones vasculares de la pelvis, esclerosis
múltiple, traumatismos méduloespinales, tumores o epilepsia temporal. Otras veces puede
deberse a los efectos de tratamientos con numerosos fármacos (algunos antihipertensivos,
neurolépticos, anticonvulsivantes, muchas sustancias psicotrópicas) o a procedimientos
quirúrgicos, sobretodo de órganos pélvicos (por lesión de los nervios pélvicos) 31.
La investigación ha demostrado alteraciones en la sexualidad en mujeres con
hipertensión y diabetes. Así como otras enfermedades crónicas ginecológicas como la
endometriosis, el síndrome premenstrual y no ginecológicas como la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica y la artritis. Problemas mentales como la depresión, la esquizofrenia y
la enfermedad bipolar, pueden tener consecuencias negativas en la sexualidad, así como las
adicciones al alcohol y a otras drogas también pueden dificultar la función sexual 32.
Basson insiste en que factores psicológicos como distracciones, sentimientos de
ineptitud para el sexo o experiencias sexuales previas negativas pueden afectar al deseo y a
la excitación sexual, y que la depresión es el factor que más inhibe la excitación sexual 37.
La actividad sexual puede también ser dificultada de modo más inespecífico por
fenómenos como dolor, malestar, inmovilidad o espasticidad, que acompañan a muchos
procesos crónicos. Tienen también gran importancia los efectos psicológicos de la

37
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

enfermedad sobre el paciente o su pareja tales como ansiedad y deterioro de la imagen


corporal (traumatismos, cirugía desfigurante) o el miedo ante los posibles riesgos de la
actividad sexual (sujetos con infarto de miocardio o hipertensos) 31.
Identificar la posible contribución relativa de los diversos procesos, para corregirlos
mediante medidas terapéuticas o consejos adecuados, puede mejorar considerablemente la
calidad de vida de estos pacientes. Por otra parte, la aparición de una disfunción sexual
puede ser el síntoma inicial de un proceso patológico no diagnosticado previamente (por
ejemplo, impotencia como primer signo de una diabetes mellitus o un prolactinoma). La
Tabla 4 resume algunas de las enfermedades que de modo más frecuente afectan a la
función sexual. La inclusión en la misma no significa que todos los pacientes afectados por
las enfermedades citadas padezcan invariablemente disfunciones sexuales, sino
simplemente que la frecuencia de este tipo de trastornos es significativamente mayor que en
la población sana de similares características demográficas 31.

38
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 4: Enfermedades y trastornos crónicos frecuentemente asociados a DS.

Tipo de trastorno Entidad clínica Efectos sexuales

Psiquiátricos Depresión, Anorexia nerviosa Disminución deseo

Epilepsia Disminución deseo ( por medicación)


Lesiones del lóbulo temporal Disminución deseo: frecuente una conducta
"hipersexual"
Tumores hipotalámicos o
Neurológicos hipofisarios, ACVA Disminución deseo
Esclerosis múltiple Disfunción eréctil, Dispareunia y falta de
lubricación
Inhibición eyaculación, Disfunción eréctil
Lesiones de la médula espinal

Diabetes Disfunción eréctil, Eyaculación retrógrada


Hipogonadismo Disminución deseo, Dispareunia
Endocrinos
Hiperprolactinemia Disminución deseo, Disfunción eréctil
Hiper e hipotiroidismo Disfunción eréctil

Cardiopatía isquémica Disminución deseo, Disminución actividad


sexual (por miedo)
Cardiovasculares Disminución deseo, Disfunción eréctil
Hipertensión arterial
(efectos colaterales de la medicación)
Arteriosclerosis pelviana
Disfunción eréctil

Respiratorios Enfisema pulmonar Disminución actividad sexual

Insuficiencia renal crónica Disminución deseo


Renales
Hemodiálisis Disfunción eréctil

Aparato locomotor Artritis, artrosis Dificultad para actividad sexual (dolor)

Prostatectomía Eyaculación retrógrada, Disfunción eréctil


Cirugía colorrectal Disfunción eréctil
Mastectomía y ostomías Evitación por deterioro de la imagen
corporal
Secuelas
Dispareunia
quirúrgicas y Cirugía ginecológica
traumáticas (perineorrafias, episiotomía,
cicatrices posthisterectomía)
Traumatismos de los nervios
Disfunción eréctil
pelvianos
Dispareunia
Mutilación genital

DS: disfunción sexual; ACVA: accidente cerebrovascular

39
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I.5.5. Efectos de los tratamientos médicos sobre la función sexual

Como hemos visto en el apartado de fisiología de la Respuesta sexual femenina, la


manipulación farmacológica de los niveles de los neurotransmisores y hormonas relevantes,
o el bloqueo o estimulación de sus receptores, puede afectar considerablemente al
funcionamiento sexual (Tabla 3). Como consecuencia, son muchos los medicamentos,
empleados para tratar las más diversas enfermedades, que contienen algunos de estos
principios activos y tienen efectos perjudiciales sobre diversos componentes de la
Respuesta sexual (Tabla 5) 31.
Su conocimiento tiene gran interés clínico, ya que muchos fármacos de uso frecuente,
como diversos antihipertensivos, antidepresivos, antipsicóticos, etc., actúan sobre dichos
sistemas de neurotransmisión y/o la secreción de las hormonas gonadales o la prolactina. La
presentación de disfunción sexual puede llevar al abandono subrepticio del tratamiento por
parte del paciente. Por el contrario, la detección de estos problemas por parte del clínico a
cargo del tratamiento permitiría modificarlo de modo que se mantenga la adhesión al
mismo. Con este fin, se puede intentar cambiar de posología, de fármaco, o añadir otros que
contrarresten los efectos colaterales sexuales del tratamiento principal. Ello exige al clínico
un conocimiento adecuado de la farmacología sexual y sus bases fisiológicas 31.
Al igual que con las enfermedades y trastornos crónicos, tendremos en cuenta la
medicación que toman nuestras pacientes que les pueda afectar a su función sexual.

40
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 5: Medicamentos con posibles efectos adversos sobre la función sexual.

Tipo de fármaco Componentes de la RS a los que afectan en mayor grado

Medicación cardiovascular
Antihipertensivos
Bloqueantes β Erección, Deseo (h, m)
Agonistas α2 Erección, Deseo, Orgasmo (h, m)
Antagonistas a1 Eyaculación
Metildopa, reserpina Deseo (h, m), Erección, Orgasmo (h, m)
Diuréticos Deseo (h, m), Erección
Digitálicos Erección, Deseo (h, m)
Clofibrato Erección

Medicación neuropsiquiátrica
Antidepresivos
Tricíclicos Erección, Eyaculación, Orgasmo (h, m)
ISRS Deseo, Erección, Eyaculación, Orgasmo (h, m)

Litio Deseo, Erección


Benzodiacepinas Eyaculación, Orgasmo (m)
Antipsicóticos
Fenotiazinas Deseo, Erección, Eyaculación
Butiroferonas Eyaculación
Benzamidas Eyaculación
Antiepilépticos Deseo (h, m), Eyaculación
Levodopa Deseo (aumento)

Medicación gastrointestinal
Antihistamínicos H2 Erección, Deseo (h, m)

Medicación Hormonal
Antiandrógenos Deseo, Erección
Estrógenos Deseo (h), Erección
Ketoconazol Deseo, Erección
Efectos observados en (m) mujeres o en (h) hombres.

41
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I.5.6. Otros factores que afectan a la función sexual de la mujer

I.5.6.a. Menopausia
La menopausia es un factor a tener en cuenta a la hora de evaluar la función sexual ya
que según algunos estudios existe mayor porcentaje de disfunción sexual. Otros, sin
embargo, dicen que afecta más la edad que la menopausia en sí misma. Vamos a exponer
los estudios a continuación.
Sarrel ha revisado la prevalencia de DS en mujeres postmenopáusicas, que varía entre
un 68% y un 86%. Las quejas más comunes incluyen la disminución en el deseo, la
disminución en la frecuencia de actividad sexual, los coitos dolorosos, la disminución en la
excitación y la disfunción de la pareja. La función sexual está influida por factores
biológicos y no biológicos. La excitación, la sensibilidad genital, la liberación de
neurotransmisores centrales y periféricos, el flujo sanguíneo periférico y el correcto
funcionamiento de la musculatura, así como el deseo y la frecuencia de la actividad sexual,
pueden estar influenciados por el nivel hormonal. Pero también los factores psicológicos,
socioculturales e interpersonales influyen sobre la función sexual 79.
En un estudio observacional prospectivo de una muestra de mujeres Australianas
entre 45 y 55 años se observó un 42% de disfunción sexual en perimenopáusicas, mientras
que alcanzaba un 88% en postmenopáusicas. Se estudiaron los niveles hormonales, y la
única relación que se encontró con la disfunción sexual fue la disminución de los niveles de
estradiol. Las menopáusicas tenían más sequedad vaginal y dispareunia que las
premenopáusicas 80.
El mismo autor un año antes publicó un estudio en el que intenta saber si los cambios
en la función sexual se deben a la edad o a la menopausia y encuentra influencia de ambas.
Hallan una disminución de la excitación tanto por la edad como por la menopausia. El
deseo y la frecuencia de la actividad sexual disminuye en relación con la menopausia.
Encuentran también una peor relación de pareja en la perimenopausia 81.
En consonancia con Dennerstein en cuanto a los niveles de estrógenos, Rannevik
expone que los cambios en la función sexual con la menopausia y la edad pueden ser un
reflejo de los cambios en el ámbito hormonal principalmente atribuibles a los estrógenos,
con el rol de los andrógenos incierto. Esto podría ser porque, aunque la producción ovárica
y adrenal de andrógenos disminuye con la edad, no hay un descenso abrupto en estas

42
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

82
hormonas como ocurre con la producción ovárica de estrógenos . La menopausia
quirúrgica es una excepción a esto, ya que los niveles de testosterona disminuyen
aproximadamente un 50% tras la ooforectomía bilateral 83.
84
Por otro lado, Avis , mostró que el estado global de salud, la salud mental, tener
pareja y ser fumadora tenían más impacto en la función sexual que la menopausia.
Los profesionales sanitarios podemos jugar un importante papel en la evaluación, la
educación, el consejo y el tratamiento de las mujeres menopáusicas 79.

I.5.6.b. Edad
A lo largo de la mayoría de los artículos revisados en este estudio vemos cómo la
edad influye negativamente sobre la función sexual, a continuación veremos algunos en los
que se ve de forma más llamativa esta relación.
González estudió a 231 mujeres colombianas entre los 40 y los 62 años y encontró
que la edad afectaba negativamente todos los dominios de la Función sexual (deseo,
excitación, lubricación, orgasmo y dolor con la penetración vaginal), mientras que la
menopausia afectaba sólo a la lubricación y al dolor con la penetración vaginal
significativamente 85.
La prevalencia de Disfunción sexual aumenta con la edad. Castelo-Branco encuentra
un 22% de disfunción sexual entre los 40-44 años y un 66% entre los 60-64 años. Las
usuarias de terapia hormonal sustitutiva y las mujeres sanas presentaban menos riesgo de
disfunción sexual. Los factores más influyentes para la disfunción sexual son la edad, la
menopausia, la histerectomía y la disfunción eréctil en la pareja 69.
De acuerdo con los anteriores, un reciente estudio llevado a cabo por Hendrickx sobre
más de 15.000 mujeres, ha revelado que las dificultades sexuales y todas las disfunciones
sexuales se asocian significativamente a la edad. La disfunción sexual aumenta con la edad.
Sin embargo, el sufrimiento o preocupación que generan estas disfunciones es mayor en las
mujeres jóvenes, salvo para el trastorno de la Lubricación cuyo malestar asociado es mayor
en las mujeres de más edad 86.

43
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I.5.6.c. Suelo pélvico


La patología de suelo pélvico se relaciona con peor función sexual . Sólo entre el 50-
60% de las mujeres que acuden a una consulta por síntomas de incontinencia y/o prolapso
genital son sexualmente activas. La prevalencia de disfunción sexual, entre las sexualmente
activas, va del 25 al 60% 35.
Bortolami encuentra un 85% de disfunción sexual entre mujeres con patología de
suelo pélvico que están iniciando rehabilitación. En este grupo de mujeres la disfunción
sexual se correlaciona principalmente con la edad y con un alto tono en la musculatura del
suelo pélvico 87.
La incontinencia urinaria de esfuerzo, la vejiga hiperactiva y los síntomas del tracto
urinario inferior tienen un impacto negativo en la función sexual de la mujer 88,89.
Ozel investiga el impacto del prolapso de órganos pélvicos sobre la función sexual en
pacientes con incontinencia de orina y encuentra que las mujeres con incontinencia de orina
que presentan prolapso tienen más probabilidad de padecer trastorno del deseo, de la
excitación y dificultad para alcanzar el orgasmo comparadas con las que sólo tienen
incontinencia de orina 90.
Las quejas sobre la sexualidad son más comunes entre mujeres con patología del
suelo pélvico. Dentro de estas, la incontinencia de orina se asocia con baja libido, sequedad
vaginal y dispareunia 91.
El papel de la incontinencia urinaria y el prolapso de órganos pélvicos en la función
sexual, al igual que cualquier problema uroginecológico crónico, no debe ser subestimado
en relación con otros factores que se consideran más relacionados, como son la edad o la
menopausia, y es importante considerar el papel que factores anatómicos biológicos (por
ejemplo: cicatrices, etc.) pueden tener en la respuesta sexual de la mujer. Las consecuencias
psicológicas de la patología del suelo pélvico (PSP) pueden llegar a ser clínicamente
relevantes y afectar la vida sexual (por ejemplo depresión relacionada con la incontinencia
urinaria grave), limitando la capacidad para iniciar relaciones sexuales o la propia respuesta
sexual (por ejemplo: impacto del síntoma e incontinencia con el coito o en el orgasmo). De
forma más específica, es importante conocer los efectos en la actividad y la función sexual
del dolor pélvico secundario a los problemas uroginecológicos o a los tratamientos
aplicados (por ejemplo: dolor posterior al tratamiento con malla transobturadora) 35.

44
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

La pérdida de tono de los músculos del suelo pélvico, además de predisponer a


problemas como incontinencia urinaria y prolapsos, afecta también a la intensidad y placer
de la RS. Por el contrario, la rehabilitación tonificante de dichos músculos, además de ser
eficaz para prevenir los mencionados problemas genitourinarios, puede mejorar
significativamente la calidad e intensidad de las sensaciones sexuales 39.

I. 6. Histerectomía y función sexual.

La experiencia erótica humana es de las más psicosomáticas; por tanto, la integridad


de sus bases orgánicas psicofisiológicas son también decisivas para comprender las
dificultades sexuales 31.
Cuando hemos hablado anteriormente sobre la fisiología de la respuesta sexual
femenina, vemos que el útero interviene en varios momentos: se eleva en la fase de
excitación y se contrae durante el orgasmo asociándose a una sensación más placentera. Así
pues, nos preguntamos si la histerectomía puede afectar a la función sexual de la mujer.
El impacto de la histerectomía sobre la sexualidad ha sido centro de atención desde
siempre. La posibilidad de que la histerectomía provocase secuelas psicológicas fue
destacada por primera vez por Krafft-Ebing en 1890 (Ackner 1960). Uno de los primeros
estudios que investiga el efecto de la histerectomía sobre el aspecto psicológico fue el de
Subramaniam, que descubre que el 20% de las pacientes que han tenido una histerectomía
desarrollan síntomas depresivos durante el primer año de seguimiento 92.
Algunos autores informan de que la función sexual de la mujer no cambia tras la
9–13,8 1,14–16,6,20,24,93,94,5,95,96
histerectomía , otros refieren que mejora y otros que empeora
3,18,19,4,97,98
.
Hemos visto en el apartado anterior que la patología del suelo pélvico afecta a la
función sexual. Los síntomas provocados por diferentes patologías ginecológicas como el
sangrado uterino anormal, el dolor,... también interfieren con la actividad sexual. Algunos
99
estudios muestran mejora de la función sexual al aliviar los síntomas . Pero no todos los
estudios coinciden con el anterior y la correspondiente mejoría de la función sexual después
de la cirugía que alivia los síntomas no siempre ocurre. Puede ocurrir deterioro en la
función sexual tras la cirugía. Las razones que pueden afectar a la sexualidad tras la

45
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

histerectomía son: las consideraciones anatómicas como la cicatriz que queda en la vagina
o la disrupción de nervios, la posible disminución en la sensibilidad de la vagina, el hecho
de quitar el cérvix, el empeoramiento del orgasmo en aquellas mujeres con contracciones
uterinas durante el mismo, las preocupaciones porque el útero pueda contribuir a aportar
una sensación de bienestar y feminidad, etc.
Lonneé-Hoffmann en su revisión encuentra una mejoría de la calidad de vida y de la
función sexual tras la histerectomía realizada por causa benigna, independientemente de la
vía y de si es total o subtotal. Ahora bien, también se observa que entre un 10-20% de
mujeres empeoran su función sexual, esto ocurre sobre todo si antes existen problemas
sexuales o depresión, también se observa que se empeora con más probabilidad si la
indicación de la histerectomía es endometriosis. Si la histerectomía lleva añadida
ooforectomía bilateral sí que se encuentra empeoramiento de la función sexual de forma
significativa 93.
El mayor estudio prospectivo hasta la fecha es el Maryland Women´s Health Study 16,
nombrado más arriba, en el que se midió el impacto de la histerectomía (abdominal y
vaginal, 44% con ooforectomía bilateral) en la función sexual mediante un cuestionario
validado explorando cuatro aspectos de la función sexual (dolor con el coito, orgasmo,
sequedad y libido); 1101 mujeres completaron las entrevistas prequirúrgicas y a los 6, 12,
18 y 24 meses. Mostraron un incremento significativo en la frecuencia de actividad sexual
y una mejora en la dispareunia (de 41 pasó a 15%), el orgasmo, la libido y la sequedad
vaginal. Las alteraciones postoperatorios como dispareunia, anorgasmia, baja libido y
sequedad vaginal, se asociaron con la existencia del problema previo a la operación y con
depresión preoperatoria. El incremento en la edad fue un factor de riesgo para la
anorgasmia.
Clarke publicó un estudio que incluía 366 mujeres que habían sido sometidas a
histerectomía abdominal por patología benigna en el que encontró, después de tres meses,
mejoría en el dolor, en el sangrado, en el malestar, aumento del deseo sexual y más
pacientes describían que disfrutaban más con el sexo que antes de la cirugía 100.
Gath en 1982 encuentra mejoría de la función psicosexual y social tras la
histerectomía 101.

46
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Sin embargo, Sobral Portela en su revisión concluye que tras la histerectomía


aparecen problemas importantes en la función sexual, máxime cuando la vía de realización
97
es vaginal . Celik encuentra un deterioro de la función sexual tras la histerectomía al
estudiar 90 mujeres, pero a todas ellas se les realiza ooforectomía bilateral también (lo que
concuerda con la revisión de Lonneé-Hoffmann). En este estudio el empeoramiento se da
igual tanto si la vía es vaginal o abdominal, y tanto si se administra terapia hormonal
sustitutiva tras la ooforectomía o no 18.
19
McPherson y colaboradores compararon histerectomía con ablación endometrial
por metrorragia disfuncional. La cohorte era de 11000 mujeres, completaron 8900 los
cuestionarios 5 años después de los tratamientos. Los problemas psicosexuales eran
mayores tras la histerectomía que tras la ablación, y fueron más prevalentes en aquellos en
los que se realizó ooforectomía bilateral a pesar del tratamiento hormonal sustitutivo.
Poad advierte una disminución en el deseo sexual y en la lubricación tras la
histerectomía 4, mientras que Kilkku encuentra disminución en la capacidad para alcanzar
98
el orgasmo . En un estudio retrospectivo con 89 mujeres encontraron deterioro de la
función sexual después de histerectomía total y salpingo-ooforectomía bilateral 102. Drellich
encuentra disminución en el deseo sexual y en la frecuencia de coitos después de la
histerectomía 103.
Al igual que McPherson 19, varios investigadores comparan la histerectomía con otros
tratamientos alternativos. Algunos estudios encuentran, como McPherson, que presentan
mejor función sexual y calidad de vida las mujeres con tratamientos alternativos a la
104
histerectomía. Por ejemplo, Hehenkamp estudió la sexualidad y la imagen corporal tras
histerectomía versus embolización de arterias uterinas para el tratamiento de miomas, en un
estudio aleatorizado, encuentra que en ambos grupos la función sexual y la imagen corporal
mejoraron, sin embargo los aumentos significativos se vieron más en el grupo de la
embolización arterial.
Mientras que otros, encuentran superior, en cuanto a función sexual y calidad de vida
posterior, la histerectomía, por ejemplo, Kupperman 105 realiza un estudio multicéntrico que
incluye mujeres con sangrado uterino anormal que fueron aleatorizadas en dos grupos:
histerectomía o tratamiento médico (estrógenos y/o progesterona, y/o inhibidores de la
síntesis de prostaglandinas). A los 6 meses, las mujeres histerectomizadas presentaron

47
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

mayor puntuación en el test de calidad de vida, mayor satisfacción, mayor resolución de los
106
síntomas, mayor deseo sexual y mayor satisfacción sexual. Y Halmesmäki comparó
histerectomía con dispositivo intrauterino con levonorgestrel en mujeres con metrorragia en
un estudio aleatorizado. Utilizaron la escala McCoy de función sexual para evaluar la
función sexual a los 5 años de la intervención. En las mujeres tratadas con histerectomía, la
satisfacción sexual mejoró más que en las del grupo tratado con DIU-LVG. Los autores
concluyeron que la histerectomía era superior al DIU-LVG en términos de función sexual
al tratar la metrorragia.
Alexander, sin embargo, no encuentra diferencias en cuanto a función sexual y
resultados psicológicos entre la histerectomía y la ablación endometrial 107.
Muchos estudios de los que hemos visto han estudiado función sexual y calidad de
vida tras la histerectomía, Kuppermann, estudia la calidad de vida específicamente en 1500
mujeres que presentan metrorragia, mediante cuestionarios específicos y genéricos, entre
estos últimos utiliza el cuestionario de calidad de vida SF-12®, separándolas en tres grupos
según el tratamiento: 13,7% histerectomía, 9% cirugía con preservación del útero y 77,3%
tratamiento no quirúrgico. En todos los grupos existe mejoría de la calidad de vida y de los
sentimientos a cerca de la salud, pero se encuentra más mejoría en las mujeres en las que se
realiza tratamiento quirúrgico, sobre todo después de la histerectomía (aunque aquí la
mejoría se da principalmente a partir de los 6 meses).
Lo que dejan claro multitud de estudios es que la información y la educación por
parte del personal sanitario sobre los potenciales resultados adversos en la sexualidad de la
mujer tras la histerectomía, aumenta la satisfacción con los resultados del procedimiento y
mitiga la ansiedad preoperatoria 9,93,108.
Hemos revisado los estudios acerca de la función sexual tras la histerectomía y ahora
vamos a repasar punto por punto los mecanismos por los que la escisión del útero podría
ocasionar efectos adversos sobre la misma: disrupción de nervios y alteraciones
anatómicas, dispareunia, desaparición del cérvix con dudoso papel en la función sexual,
alteraciones hormonales tras ooforectomía bilateral, cirugía del prolapso genital y de la
incontinencia de orina que acompaña a la histerectomía en muchas ocasiones,
empeoramiento de la imagen corporal y de aspectos psicosociales y, por último, veremos si
las diferentes vías de abordaje tienen efectos diferentes sobre la función sexual.

48
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I.6.1. Disrupción de nervios y alteraciones anatómicas

La histerectomía puede afectar a la función sexual directamente, por la disrupción de


los nervios y las relaciones anatómicas, que pueden tener un efecto negativo en toda la
función pélvica. Durante la histerectomía el plexo pélvico puede ser dañado de cuatro
formas: las principales ramas del plexo pasan cerca de las arterias uterinas y pueden
dañarse al seccionar los ligamentos cardinales; la mayor parte de la inervación vesical, que
entra a la base de la vejiga antes de extenderse a través del músculo detrusor, puede ser
dañada durante la disección roma para la separación de la vejiga del útero y del cérvix; la
disección extensa del tejido paravaginal puede cortar la innervación pélvica que pasa por la
cara lateral de la vagina; o el hecho de quitar el cérvix puede resultar en la pérdida de una
porción íntimamente ligada al plexo 109,110.
Butler-Manuel realiza un estudio que pretende comparar la afectación nerviosa tras la
histerectomía radical y la histerectomía simple. Sobre las biopsias de los ligamentos
úterosacros y cardinales, y, utilizando marcadores de neuropéptidos y enzimas para los
nervios autonómicos, observan cómo hay cortados más nervios autonómicos durante la
histerectomía radical que durante la histerectomía simple. En estos ligamentos se
encuentras nervios simpáticos, parasimpáticos, sensoriales y motores. Se advierte cómo los
ligamentos de soporte del útero son una vía de paso muy importante de los nervios
autonómicos hacia los órganos pélvicos 111
Benson y McClellan describieron aumentos en la latencia del nervio pudendo tras
cirugía vaginal comparado con cirugía abdominal 112.
Una intervención quirúrgica puede afectar la sexualidad por la cicatriz que puede
alterar la percepción de la autoimagen, pero además, la histerectomía puede provocar
pérdida del deseo y de la capacidad para tener un orgasmo. Como el útero se eleva durante
la respuesta sexual y se contrae durante el orgasmo, no sería sorprendente que las mujeres
pudieran tener diferente sensación en el orgasmo cuando el útero no está. Además del
posible daño a estructuras nerviosas que puede empeorar la función sexual 32.
Maas compara 12 mujeres con histerectomía radical, 12 con histerectomía simple y
17 controles emparejados por edad; procediendo a estudiarlas mediante fotopletismografía
vaginal durante la estimulación sexual con películas eróticas y mediante una medición
subjetiva de la excitación referida por cada mujer. Los hallazgos fueron que la amplitud de

49
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

pulso máximo fue menor significativamente en el grupo de histerectomía radical, sin


embargo la excitación referida por las mujeres fue igual en los 3 grupos. En la
113
histerectomía simple encontraron un nivel intermedio de amplitud de pulso máximo .
Esto se explica por el daño sobre los nervios autonómicos durante la histerectomía radical
que cortan el suministro nervioso a los vasos sanguíneos de la pared vaginal que son
responsables del control neural de la respuesta de lubricación. La disfunción sexual tras
histerectomía simple es más leve, lo cual puede explicarse porque hay menos disrupción de
nervios ya que el procedimiento no es radical.
Lowenstein evalúa sobre 27 mujeres a las que se les realiza histerectomía, el umbral
sensitivo para calor, frío y vibración en vagina y clítoris (existen unos umbrales de
temperatura y vibración en las regiones de la vagina y el clítoris que son clínicamente
factibles, válidos y reproducibles, y que pueden aplicarse como herramienta diagnóstica
para evaluar la disfunción neural en los genitales femeninos 114). Además, evalúa la función
sexual mediante unos cuestionarios que ellos mismos crean. Descubren un aumento del
umbral en la sensibilidad vaginal (puede relacionarse con que mientras la rama del nervio
pudendo que inerva la región del clítoris es preservada durante la HT, ambas ramas que
inervan la vagina, así como las arterias que abastecen la vagina pueden ser dañadas durante
la intervención), no existiendo cambios en la sensibilidad del área clitoroidea; así mismo,
no encontraron cambios significativos en los cuestionarios de FS. Además no hubo
correlación entre las que peor test de sensibilidad tenían con las que peor FS tenían en los
cuestionarios. La muestra es pequeña y el tiempo en el que realizan los test de sensibilidad
(3 meses) puede que sea poco a la hora de la recuperación de las fibras nerviosas.
Concluyen que sus hallazgos concuerdan con la inervación de la región genital y remarcan
la importancia de la sensibilidad del clítoris en relación a la sensibilidad vaginal en la
función sexual 13.
Komisaruk, en su revisión, da una visión diferente al resto de estudios. Observa que
lo prevalente en la literatura es que la histerectomía mejora la calidad de vida y la función
sexual. Pero realmente casi todos los estudios presentan un porcentaje de mujeres cuya
función sexual empeora. Komisaruk piensa que la función sexual no sólo depende de qué
nervios son seccionados durante la cirugía, sino también de la región genital con la que la
mujer sienta más placer y le lleve a tener un orgasmo. La sensibilidad de la región

50
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

clitoroidea depende de los nervios pudendos y genitofemorales, y no debería afectarse por


la histerectomía, por tanto, en las mujeres cuya fuente de mayor placer sea la estimulación
del clítoris no verán su función sexual alterada tras la histerectomía. Pero, aquéllas mujeres
cuya región genital con más sensibilidad para provocar los orgasmos es la vagina o el
cérvix, tendrán más probabilidades de experimentar un empeoramiento en su función
sexual, ya que los nervios que inervan estas áreas son el pélvico, el hipogástrico y el nervio
vago que tienen más probabilidad de ser dañados durante la histerectomía 115.

I.6.2. Dispareunia

Se postuló que la histerectomía podría causar dispareunia por acortamiento de la


cúpula vaginal. Jewett en 1952 ya habló de empeoramiento en la lubricación, el orgasmo y
el placer sexual tras la histerectomía debido al daño a las terminaciones nerviosas de los
nervios autonómicos del área cervicovaginal y al acortamiento vaginal 116.
Tunuguntla en su revisión no encuentra asociación entre la longitud vaginal tras
117
cirugía vaginal y la función sexual . Sin embargo, Abdelmonem no coincide con lo
anterior tras estudiar la longitud vaginal y la dispareunia tras la histerectomía, en 36
mujeres a las que se les realiza HTA y en 30 a las que se les realiza HTV miden la longitud
vaginal antes de la cirugía y en tres ocasiones después, también preguntan sobre la
dispareunia posterior a la cirugía. Lo que descubren es que tras la HTA la longitud vaginal
es la misma, mientras que tras la HTV se observa un acortamiento. En las primeras, el 5%
118
refieren dispareunia, mientras que entre las segundas la refieren un 20% . Es decir, la
dispareunia es más común tras la histerectomía vaginal que tras la abdominal por posible
acortamiento de la vagina en la primera.
En una minoría de mujeres, la dispareunia es una de las secuelas más duraderas tras la
histerectomía. Es importante realizar una evaluación completa y un correcto tratamiento de
esta complicación y tener en cuenta todos los órganos y estructuras adyacentes (sistema
urinario, tracto gastrointestinal, y grupos musculares pélvicos y de la cadera). También
puede ayudar a la resolución de la dispareunia la revisión del grado de confort durante el
sexo antes de la cirugía, así como de la relación con su pareja. En una minoría de pacientes
puede ser necesaria la cirugía para solucionarla 119.

51
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I.6.3. Papel del cérvix

El papel del cérvix en la respuesta sexual humana ha sido debatido desde el estudio
pionero de Masters y Johnson 36.
Kilkku compara la función sexual tras histerectomía total versus subtotal. No
encuentra cambios en ninguno de los grupos con respecto a la libido, pero se observa
disminución en la frecuencia de orgasmo en ambos grupo siendo significativa en la
histerectomía total. Esto lo explica por la mayor alteración de la innervación autónoma al
quitar el cérvix y por la cicatriz de la cúpula vaginal 98.
Komisaruk en consonancia con lo anterior ve que la estimulación del cérvix produce
sensaciones genitales e incluso orgasmo en mujeres con lesiones medulares altas y
completas 120
Sin embargo, como vemos a continuación, los estudios más recientes no encuentran
diferencias entre histerectomía total versus subtotal.
Un estudio sobre 126 mujeres a las que se les realiza histerectomía abdominal total,
histerectomía vaginal e histerectomía subtotal, muestra que no hay cambios significativos
en la función sexual ni en la autoimagen tras la histerectomía, y que no hay diferencias
entre los tres tipos de histerectomía 121.
Zobbe compara también la histerectomía total con la subtotal en cuanto a la
sexualidad sin encontrar diferencias y viendo que ambas reducen la dispareunia 122.
Kupperman en 2005 realiza un estudio aleatorizado con 135 mujeres a las que se les
va a realizar histerectomía abdominal y se asignan al grupo de total o de subtotal. A los 6
meses y a los 2 años miden la función sexual y la calidad de vida con cuestionarios
validados encontrando una mejoría muy significativa de ambas en los dos grupos sin
diferencias significativas entre total y subtotal 123.
Una revisión en la base de datos Cochrane no confirma que la histerectomía subtotal
ofrezca mejores resultados a nivel de función sexual al compararla con la histerectomía
total 124.
Se acaba de publicar un estudio sobre 197 mujeres, que tiene como objetivo comparar
a largo plazo (14 años) los resultados de la histerectomía abdominal total versus subtotal. El
principal objetivo es la incontinencia de orina y como objetivos secundarios comparan
también: prolapso de órganos pélvicos, estreñimiento, dolor, sexualidad, calidad de vida

52
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

mediante el cuestionario SF-36®, hospitalizaciones y sangrado vaginal. Encuentran más


incontinencia de orina en el grupo de HT subtotal, pero con el análisis de regresión múltiple
125
deja de ser significativo. En el resto de variables no hay diferencias . Con resultados
acorde con el anterior, a 115 mujeres se les realiza histerectomía laparoscópica, 61 totales y
54 subtotales, sin encontrar impacto sobre la sexualidad tras 15 meses de seguimiento 126.

I.6.4. Ooforectomía bilateral

El papel de los estrógenos y de los andrógenos ha sido bien demostrado con respecto
51,127,128
a parámetros como lubricación, libido y orgasmo . Extirpar los ovarios antes de la
menopausia natural provoca una inmediata pérdida de estas importantes hormonas.
51
Además, los ovarios postmenopáusicos continúan secretando andrógenos , por lo tanto,
quitar los ovarios en cualquier momento de la vida de la mujer, podría resultar en cambios
en su función sexual.
En las premenopáusicas, el 60-70% de la testosterona deriva del ovario, y después de
la menopausia aproximadamente un 50% 129. Se sabe que la testosterona es importante para
130
el mantenimiento de la libido en las mujeres; Sherwin encontró que las mujeres
ooforectomizadas que recibían estrógenos y testosterona tenían más deseo sexual y más
fantasías que las que sólo recibían estrógenos.
La mayoría de estudios encuentran un impacto negativo de la ooforectomía bilateral
sobre la función sexual:
131
Bellerose evaluó 5 grupos: sólo histerectomía, histerectomía con ooforectomía
bilateral y no terapia hormonal sustitutiva, histerectomía con doble ooforectomía y terapia
sustitutiva con estrógenos, histerectomía con doble ooforectomía y terapia sustitutiva con
estrógenos y andrógenos y controles sin cirugía. Los autores entrevistaron a las mujeres
para evaluar el estado de ánimo, la imagen corporal y la función sexual. Todos los grupos
en los que se realizó cirugía tenían más problemas sexuales que el grupo control entre 4
meses y 5 años tras la cirugía. La peor imagen corporal fue vista en el grupo de
histerectomía con doble ooforectomía y sin terapia sustitutiva; este grupo y el de terapia
sustitutiva con estrógenos también tuvieron peor deseo y excitación que los otros tres
grupos.

53
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Las mujeres ooforectomizadas tienen más probabilidad de empeorar su función


sexual tras la histerectomía comparadas con aquellas que conservan sus ovarios. Sobretodo
cambios adversos en libido y respuesta orgásmica se encuentran más frecuentemente entre
las ooforectomizadas. También disminuye su bienestar psicológico. Se observa un papel
importante de los andrógenos en la función sexual femenina 83.
Celik 18 realiza un estudio sobre 90 mujeres postmenopáusicas a las que se les realiza
histerectomía (vaginal y abdominal) y salpingooforectomía bilateral. Encuentran que la
cirugía disminuye la puntuación del FSFI en postmenopáusicas al menos los primeros 6
meses tras la cirugía. La terapia hormonal sustitutiva con estrógenos tras la cirugía no
influye en lo anterior.
En el estudio de Chen et al. encuentran que la histerectomía con ooforectomía
profiláctica en mujeres peri y postmenopáusicas causa un impacto más negativo que la
histerectomía con conservación de los ovarios; ya que en el grupo en el que realizan
ooforectomía profiláctica encuentran mayor deterioro en la función sexual (en excitación,
orgasmo, satisfacción, dolor y lubricación), además de mayor incidencia de depresión y
ansiedad . Incluso en la menopausia los ovarios afectan a la calidad de vida 132.
Nathorst-Böös compara HTA con y sin DA. La mayoría encuentra que su vida sexual
mejora tras la histerectomía. El hecho de que síntomas (dolor, sangrado) desaparezcan,
mejorar su calidad de vida y su vida sexual. La ooforectomía tiene una influencia negativa
en la vida sexual tanto en general, como en la satisfacción con el coito y frecuencia del
coito. Esto se observa en todas las edades, más cuanto más jóvenes 6.
Como ya hemos visto, Lonneé-Hoffmann en su revisión observa que si la
93
histerectomía lleva asociada ooforectomía bilateral empeora la función sexual . Así la
mayoría de estudios que hemos ido viendo encuentran un empeoramiento de la función
sexual cuando se realiza histerectomía con doble ooforect Dennerstein encuentra que en las
mujeres con menopausia quirúrgica existe más prevalencia de Trastorno por deseo sexual
hipoactivo que en las premenopáusicas o en las que presentan una menopausia natural 48.
Sin embargo, algunos no observan que la ooforectomía influya sobre la función
sexual:
Goetsch no encuentra que la disminución en la excitación tras la histerectomía se
asocie a la ooforectomía bilateral (42% de las mujeres estudiadas) 12.

54
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Shifren tampoco observa afectación de la función sexual tras histerectomía con doble
ooforectomía, lo que está relacionado con empeorar la función sexual tras la cirugía es la
depresión o los problemas sexuales previos 128.
133
Teplin estudia el impacto de la ooforectomía junto a la histerectomía sobre la
calidad de vida relacionada con la salud y la función sexual en mujeres premenopáusicas. A
los 6 meses de la cirugía, el grupo con ooforectomía tenía menos mejoría de la imagen
corporal, problemas de sueño y alteraciones mentales en el SF-36®. No hubo diferencias
significativas en cuanto a la función sexual en ambos grupos y a los 2 años estas diferencias
no se encuentran.

I.6.5. Cirugía del prolapso genital y de la incontinencia urinaria

Hemos visto que la patología de suelo pélvico afecta adversamente a la función


sexual, ahora vamos a revisar si la cirugía para la corrección del prolapso y la incontinencia
urinaria se asocia con peor función sexual tras la misma.
La cirugía para el prolapso y la incontinencia urinaria (IU) juega un importante papel
en la reconstrucción anatómica y el alivio de los síntomas. Esto, sin embargo, no asegura
una óptima función sexual. La causa de disfunción sexual tras la cirugía vaginal puede ser
orgánica o psicosocial. Las causas orgánicas son anatómicas, fisiológicas, vasculares,
neurales y hormonales. Hipotéticamente, la interrupción quirúrgica de las arterias
iliohipogástricas o pudendas puede resultar en un flujo comprometido, que puede causar
fibrosis del músculo liso vaginal, sequedad vaginal y dispareunia. Como hemos visto antes,
la pared vaginal anterolateral está inervada densamente por nervios pélvicos autonómicos
que son cruciales para la función sexual. La cirugía en esta región para la incontinencia
urinaria de esfuerzo (IUE) y la reparación del cistocele puede afectar esta inervación y
alterar la sexualidad. El daño al nervio dorsal del clítoris, debido a su proximidad con la
pared vaginal anterior, puede empeorar el orgasmo. El estrechamiento y el acortamiento
vaginal, que sigue especialmente a la reparación de la pared vaginal posterior, puede causar
disfunción. En cuanto a los factores psicosociales a tener en cuenta son importantes la
ansiedad y la depresión 134.

55
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Se han documentado malestar y dispareunia tras cirugía como colposuspensión,


colporrafia anterior, malla suburetral, colporrafia posterior, y el resto de reparaciones que
afectan a la vagina 135–138.
Existen factores mecánicos que pueden influir en la respuesta sexual postquirúrgica.
La proximidad de hilos, mallas o cicatrices pueden resultar en dolor en la vagina. Las
mallas sintéticas pueden extruirse y llevar a problemas como sangrado, dolor , molestias en
la pareja, menor autoimagen y disfunción sexual 139.
Sin embargo, estudios prospectivos sobre la cirugía de la IU han demostrado un
impacto positivo en la función sexual, fundamentalmente porque curan la incontinencia
coital con los beneficios emocionales asociados de pérdida de miedo y vergüenza por las
pérdidas 140,141.
La mayoría de estudios de cirugía vaginal del compartimento posterior para
reparación del rectocele muestra mejoría de la función sexual con disminución de la
dispareunia, cuando sólo la plicatura de la fascia o la reparación específica del rectocele se
142
realiza . Sin embargo, cuando se realiza además plicatura del músculo elevador, hay un
incremento significativo de la dispareunia postoperatoria 138.
Good realiza un estudio mediante una entrevista a 213 mujeres que solicitan ayuda
por síntomas relacionados con prolapso de suelo pélvico (han de presentar "sensación de
bulto en genitales"). Utilizan un cuestionario creado por ellos en el que evalúan el
conocimiento y la actitud de las mujeres hacia los diferentes tratamientos del prolapso, el
útero y la histerectomía. Concluyen que presentan mayores puntuaciones en el
conocimiento de lo anterior aquellas con mayor nivel educacional y aquellas previamente
vistas por un especialista. La mayoría de las mujeres no creen que el útero sea importante
para su autoimagen ni para su función sexual, tampoco creen que la histerectomía afecte
negativamente a su compañero sexual. Pero la mayoría presentan inseguridad ante el hecho
de que la histerectomía pueda mejorar su sexualidad 9. Esto concuerda con lo que dijimos
previamente de la importancia de la información y la educación antes de la cirugía.

56
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

I.6.6. Imagen corporal y aspectos psicosociales

En los primeros estudios acerca del impacto de la histerectomía encontraron efectos


143
psicosociales, como depresión y pérdida de la identidad femenina . Drellich y Bieber
103
enfatizaron la importancia del útero para la autoimagen de muchas mujeres . La
autoimagen corporal (cómo una mujer considera su propio cuerpo) es otra faceta importante
de la sexualidad. Los sentimientos de las mujeres sobre su apariencia son particularmente
importantes en los aspectos relacionales de la sexualidad 32.
Barker encontró que la tasa de derivación a psiquiatría después de una histerectomía
144
era del 7%, mientras que después de una colecistectomía era del 3% . La patología
psiquiátrica que más se daba tras la histerectomía fue la depresión 144,145. Richards encontró
que el 70% de las pacientes histerectomizadas vistas en la consulta del médico de cabecera
tenían depresión en los tres años siguientes a la cirugía comparadas con un 30% en un
grupo control emparejado por edad que había sido sometido a otras cirugías 143.
101,146
Sin embargo, Gath demuestra que la morbilidad psiquiátrica se reduce tras la
histerectomía. Aunque, las mujeres con patología psiquiátrica previa a la cirugía tienen más
riesgo de desarrollar depresión tras la misma 101,147.
La última revisión acerca de los resultados psicológicos después de una histerectomía
por indicación benigna nos dice que la histerectomía no se asocia con ansiedad y que puede
ser que se asocie a un riesgo más bajo tanto de depresión clínica grave como de síntomas
depresivos 148.
Roussis no encuentra que la satisfacción con la imagen corporal disminuya tras la
histerectomía, 46% reportaron mejoría y 25% deterioro. En cuanto a la satisfacción con la
feminidad, el 70% se encuentran igual y el 10% menos femeninas 121.
Peterson estudia los cambios en la función sexual antes y después de la histerectomía
y halla que a mayor autoestima y satisfacción con la imagen corporal y a mejor salud
mental la función sexual mejoraba más (o empeoraba menos). También encuentra que la
satisfacción de las mujeres con la afectividad en la relación con su pareja fue un importante
24
indicador de su función sexual tras la histerectomía .
Aunque la mayoría de los estudios recientes descartan la relación de la histerectomía
con resultados psicológicos y sexuales adversos, se identifican mujeres con ciertos factores
de riesgo que sí que tienen resultados adversos a este respecto. Así es, que mujeres con

57
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

alteraciones psiquiátricas o con disfunción sexual antes de la histerectomía pueden tener


peores resultados y precisan más atención 149.

I.6.7. Vía de abordaje y función sexual

En cuanto a la vía de realización de la histerectomía, Roovers compara la función


sexual antes y a los 6 meses de la histerectomía en tres grupos de mujeres: a las que se les
realiza histerectomía vaginal, histerectomía abdominal total e histerectomía abdominal
subtotal; y encuentra mejoría en los 3 grupos, sin diferencias significativas entre ellos, tanto
de la excitación, como de la lubricación, el orgasmo, los problemas de dolor con la
penetración, la sensibilidad genital, la satisfacción con su vida sexual en general y la
frecuencia de actividad sexual. Concluyendo que la histerectomía mejora la función sexual
150
independientemente de la vía de realización . Difiere este estudio con la revisión
realizada por Sobral Portela que encuentra mayor deterioro cuando la histerectomía es
llevada a cabo vía vaginal 97.
Relacionado también con la vía de abordaje, Lermann compara el Trastorno por
deseo hipoactivo tras la histerectomía realizada abdominal, vaginal, vaginal asistida por
laparoscopia, laparoscópica total y supracervical, encontrando que no hay diferencias
significativas entre los grupos 10.
Gutl 151 realiza un estudio prospectivo sobre comportamiento sexual, imagen corporal
y satisfacción entre procedimientos vaginales y abdominales en 90 mujeres, hasta 2 años
después de la cirugía. La cohorte de histerectomías vaginales también tenía realizada
técnicas antiincontinecia y reparaciones de prolapso. Los cuestionarios eran validados y las
entrevistas telefónicas. Ambos grupos mejoraron su función sexual. Las mujeres del grupo
abdominal describieron insatisfacción por la cicatriz y más dolor. El análisis de regresión
reveló que el estado postmenopáusico, la frecuencia coital y la severidad de las quejas
prequirúrgicas estaban asociadas con mejoría en los resultados.

58
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

II. JUSTIFICACIÓN E
HIPÓTESIS

59
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

60
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

II. JUSTIFICACIÓN E HIPÓTESIS

Hemos decidido realizar este estudio porque la histerectomía es una intervención


quirúrgica habitual en el manejo de diferentes patologías ginecológicas y sigue existiendo
controversia en la literatura científica sobre si afecta o no a la sexualidad de la mujer.
Dada la influencia que la función sexual tiene sobre la calidad de vida de las personas, nos
parece muy interesante poder ofrecer a nuestras pacientes una información real antes de la
cirugía. La mayoría de investigaciones sólo estudian la función sexual después de la
histerectomía, hay pocas que comparen el antes y el después, como es nuestra intención, y,
además, no hay estudios de este tipo en nuestro país.
El presente estudio intentará esclarecer si existen cambios en la función sexual tras la
histerectomía, y si esos cambios son a mejor o a peor. También estudiaremos la calidad de
vida antes y después de la cirugía; y pretendemos saber qué factores se asocian al cambio
tanto de la función sexual como de la calidad de vida.

Nuestra hipótesis de estudio es que tras la histerectomía no hay cambios en la


Función sexual y en la Calidad de vida de la mujer.

61
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

III. OBJETIVOS

63
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

64
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

III. OBJETIVOS

El objetivo principal es determinar si hay cambios en la función sexual de la mujer


tras la histerectomía, valorando si esos cambios son a mejor o a peor.

Como objetivos secundarios tenemos:

a. Identificar qué variables influyen en la disfunción sexual antes de la cirugía.


b. Determinar si existe un grupo de mujeres que empeora tras la histerectomía y, si es
así, ver que variables se relacionan con ese empeoramiento.
c. Establecer si hay cambios en la calidad de vida tras la histerectomía.
d. Identificar qué variables influyen en que haya cambios en la calidad de vida tras la
histerectomía.
e. Estudiar de qué manera se asocia la satisfacción con la histerectomía a los cambios
en la función sexual y la calidad de vida tras la misma.

65
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

IV. MATERIAL Y
MÉTODO

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

IV. MATERIAL Y MÉTODO

IV.1. Diseño del estudio

Es un estudio observacional longitudinal prospectivo con medidas intrasujeto (pre-


post intervención) en el que comparamos la función sexual y la calidad de vida antes de la
histerectomía, a los 3 meses tras la misma y a los 9 meses.
Partimos de todas las pacientes a las que se les indica una histerectomía por patología
ginecológica benigna en la consulta de ginecología del Complejo Hospitalario Universitario
de Albacete (CHUA) desde el 1 de Noviembre de 2012 hasta el 31 de Noviembre de 2014.
Los criterios de inclusión son: tener como indicación de la histerectomía una
patología benigna (no consideramos benigna la displasia intraepitelial cervical de alto grado
153
por las posibles repercusiones de este diagnóstico sobre la función sexual ), ser
sexualmente activas, no padecer patología psiquiátrica grave que impida la realización de
las entrevistas, hablar y entender bien el español y no padecer una enfermedad maligna
concomitante.
Excluiremos del estudio a las pacientes que habiendo realizado la primera entrevista
no completen ninguna de las siguientes y a aquellas que durante el tiempo que dura el
estudio desarrollen enfermedades graves que pueden afectar a la función sexual, como
patología oncológica.
Desde el 1 de Noviembre de 2012 hasta el 31 de Noviembre de 2014, se programan
para histerectomía a 299 mujeres. Setenta (23,4%) no cumplen criterios de inclusión: 59 no
son sexualmente activas, 4 presentan demencia, 2 no hablan castellano, 1 presenta una
hipoacusia que impide la comunicación, 1 se indica por CIN III y 3 pacientes presentan un
carcinoma concomitante (una de las pacientes un carcinoma epidermoide en la cara, otra un
carcinoma de mama y otra un carcinoma de colon que se va a intervenir al mismo tiempo
que la histerectomía). Por tanto, 229 (76,5%) mujeres son candidatas a participar en nuestro
estudio (Figura 10).
De las 229 candidatas, 51 no aceptan participar (22,2%). Estas mujeres no son
diferentes significativamente de las que participan ni en edad, ni en indicación de la

69
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

histerectomía, ni en la raza. Las razones por las que no participan es por falta de tiempo,
por tener vergüenza al hablar sobre su vida sexual y algunas pacientes simplemente
comunicaron no desear participar.
De este modo, 178 (77,7%) participan y se les realiza la primera entrevista. De estas,
1 paciente de 69 años fallece por un ACVA al mes de la cirugía y excluimos a 2 mujeres:
una que es diagnosticada de linfoma de Hodking a los 8 meses de la histerectomía y está en
tratamiento con quimioterapia y otra cuyo resultado de anatomía patológica tras la
histerectomía es de adenocarcinoma de endometrio (se había indicado por útero
miomatoso).
Finalmente, 166 pacientes forman parte de nuestro estudio. De estas pacientes todas
realizan la primera entrevista, 160 completan también las entrevistas a los 3 y 9 meses de la
histerectomía, 5 completan sólo la entrevista a los 3 meses de la cirugía y 1 completa
solamente la entrevista a los 9 meses.
La primera entrevista es telefónica en 85 (51,2%) mujeres, por correo en 55 (33,1%)
y presencial en 26 (15,6%). La mayoría de las mujeres mantiene la modalidad de
realización de la entrevista a lo largo de todo el estudio, una minoría la varían con más
tendencia a cumplimentarla por correo.

70
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

299 Indicaciones Histerectomías por


causa benigna

70 No criterios
inclusión:

* 59 no AS
* 4 Demencia
* 2 no castellano 229 Candidatas a participar en el
* 1 Hipoacusia estudio
* 1 CIN III
* 3 Carcinoma

51 No aceptan participar

178 Participan y se les realiza la primera entrevista

* 1 Exitus

2 se excluyen:
* Linfoma y QT a los 8 m
* AP: Adenoca endometrio
* 9 Realizan 1ª entrevista y
abandonan el estudio

166 Mujeres forman parte del estudio

Figura 10. Población a estudio.

71
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Aproximadamente un mes antes de la histerectomía llamamos por teléfono a aquellas


mujeres que cumplen los criterios de inclusión para informarles de la existencia del estudio,
en qué consiste, que precisa de su consentimiento y que es totalmente confidencial y
voluntario (ver hoja informativa en Anexo VIII.1. y consentimiento informado en Anexo
VIII.2.). Si la paciente desea participar, se le ofrece realizar la primera entrevista presencial
(se cita en la consulta de ginecología), telefónica (se acuerda una cita para llamarla por
teléfono y se le envía por correo la hoja informativa y el consentimiento informado
firmados por la investigadora principal, con una copia para ella, junto con un sobre
franqueado para que devuelva el consentimiento firmado) o por correo, en cuyo caso se
envía a la paciente la hoja informativa y el consentimiento informado firmados por la
investigadora principal, con la copia para la mujer y la entrevista, junto con un sobre
franqueado para que devuelva el consentimiento informado firmado y la entrevista
completada.
La primera entrevista consiste en obtener los datos sociodemográficos y los
antecedentes médico-quirúrgicos de la mujer, el estudio de la Función Sexual mediante el
Cuestionario de Función Sexual de la Mujer (FSM®) (Anexo VIII.3.) y la valoración de la
Calidad de Vida mediante el Cuestionario de Salud SF-12v2® (Anexo VIII.4.). Se informa
a la paciente de que nos volveremos a poner en contacto con ella vía telefónica a los 3
meses después de la cirugía para la segunda entrevista.
Una vez llevada a cabo la histerectomía, obtenemos los datos correspondientes a la
misma a través de la historia clínica de la paciente y a los 3 meses, llamamos por teléfono a
la mujer para concertar cita para la segunda entrevista, al igual que para la primera, se
ofrece realizarla presencial, vía telefónica o por correo. La segunda entrevista consiste en
unas cuestiones acerca del postoperatorio, de la sintomatología y de algunos aspectos
psicosociales, y se vuelve a evaluar la Función Sexual mediante el Cuestionario de Función
Sexual de la Mujer (FSM®) y la Calidad de Vida a través del Cuestionario de Salud SF-
12v2®.
A los 9 meses se sigue el mismo procedimiento que para la de los 3 meses, volviendo
a evaluar la Función Sexual mediante el Cuestionario de Función Sexual de la Mujer
(FSM®) y la Calidad de Vida por medio del Cuestionario de Salud SF-12v2®.

72
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

El ofrecer las tres posibilidades de entrevista (presencial, telefónica o por correo) es


principalmente por la disponibilidad de tiempo de las mujeres y por su preferencia a la hora
de tratar temas tan íntimos, cada mujer se siente más cómoda de una manera, hay mujeres
que la entrevista cara a cara les da más confianza y tranquilidad, otras se sienten más
seguras por teléfono y otras prefieren la intimidad de poder realizarla por correo. Las
preguntas son las mismas y procuramos no intervenir, ni opinar, ni dirigir las respuestas;
cuando preguntan sobre alguna cuestión que qué significa se les vuelve a leer y se les dice
que lo interpreten como ellas crean, de modo que no interfiramos en sus respuestas.
En todo momento se informa a las pacientes de la confidencialidad y se insiste en la
voluntariedad y la posibilidad de abandono del estudio sin dar ninguna explicación, al
tiempo que se valora y se agradece la colaboración. Del mismo modo, a las participantes
que no desean participar o que abandonan el estudio en algún momento se les muestra
comprensión y se les da las gracias.
Los tiempos en los que se realizarán las entrevistas los hemos decidido en base a
estudios que indican que la recuperación sexual tras la histerectomía suele suceder
11–13,16,94,104,150,151,154
alrededor de los 6 meses y muchos de los estudios consultados
realizan las evaluaciones entre los 3 y 9 meses.

IV.2. Cuestionarios para evaluar la Función sexual y la Calidad de


vida
IV.2.1. Cuestionario de Función Sexual de la Mujer (FSM®) 60 (Anexo VIII.3.)

Se trata de un cuestionario que puede realizar una mujer por sí misma, validado en
España y que tarda en cumplimentarse 5-10 minutos. El hecho de que la mujer pueda
realizar por sí misma el cuestionario favorece su sinceridad al preservar su intimidad y
permite una exhaustiva exploración de su esfera sexual en un corto espacio de tiempo.
Consta de 14 preguntas cerradas y una alternativa, que se responden mediante una
escala Likert de 5 valores y se integran en dominios. Las incluidas en los dominios
evaluadores de la actividad sexual (DEAS) puntúan de 1 a 5 o de 1 a 15. Las de los
dominios descriptivos no tienen valor cuantitativo y ayudan a reconocer cuestiones
importantes en todas las encuestas (frecuencia sexual, existencia de pareja). Evalúa las

73
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

fases de la respuesta sexual (criterios de la cuarta edición del Manual diagnóstico y


estadístico de los trastornos mentales - DSM IV) y los aspectos relacionales importantes
(iniciativa y grado de comunicación sexual). Recoge datos descriptivos acerca del
desempeño sexual y resulta útil en la exploración y el diagnóstico de las disfunciones
sexuales. Tiene gran capacidad de aproximación diagnóstica al discriminar entre un mayor
número de dominios; la pregunta alternativa 7b le confiere mayor potencia diagnóstica
puesto que pregunta las razones por las que no se tiene actividad sexual con penetración, si
antes se ha contestado eso.
Puede aplicarse a mujeres con actividad sexual en pareja o individual, de cualquier
edad y orientación sexual, precisa haber tenido actividad sexual en las últimas 4 semanas
para poder completarlo (hemos incluido en el estudio a algunas mujeres sexualmente
activas que, eventualmente, no han tenido actividad sexual en las últimas 4 semanas por la
patología que las lleva a operarse)..
Muestra fidelidad en la evaluación de las fases de la respuesta sexual (criterios DSM-
IV), algo que otros no logran por la época en la que se diseñaron como el Golombok Rust
62
Inventory of Sexual Satisfaction (GRISS) , por valorar sólo alguna fase como el Sexual
63
Arousability Inventory (SAI) , o por su reducido número de ítems como la Arizona Sexual
Experiences Scale (ASEX) 64.
Presenta un ajustado número de preguntas y tiempo de cumplimentación en contraste
con otros cuestionarios globales como el Derogatis Sexual Functioning Inventory (DSFI)
66
.
61
Está adaptado al entorno cultural y validado al español , a diferencia de
cuestionarios de estructura similar como el Female Sexual Function Index (FSFI) 67,155 o el
68
Brief Index of Sexual Functioning for Women (BSIF-W) . El FSFI es el cuestionario
genérico más utilizado y el más encontrado en la bibliografía científica para valorar la
función sexual en la mujer; tiene un total de 19 ítems que evalúan 6 dominios de la DSF y
hace hincapié en el dominio del trastorno de excitación sexual femenina, nosotros no lo
hemos utilizado porque no está validado en nuestro país.
Otras de las características que nos ha llevado a elegir el FSM® es que es un
cuestionario de función sexual genérico, útil para la comparación de la función sexual entre
grupos de pacientes sin la misma patología. Existen cuestionarios específicos para una

74
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

patología concreta como por ejemplo el Pelvic Organ Prolapse Incontinece Sexual
Questionnaire (PISQ) que evalúa la función sexual en mujeres con incontinencia urinaria
y/o prolapso de órganos pélvicos 35.
Los cuestionarios validados son el único instrumento que permite cuantificar los
cambios ente antes y después del tratamiento, y evaluar tanto individual como globalmente
si el impacto de la aplicación de un determinado tratamiento ha sido positivo, negativo o
neutro para la salud sexual de la mujer 35.
Los dominios que evalúan la Respuesta Sexual y la presencia de Disfunción Sexual
son:
- Deseo, se puntúa entre 1 y 15, y se codifica en Trastorno grave (puntuación entre 1
y3), Trastorno moderado (puntuación entre 4-7) y Sin trastorno (puntuación entre 8-15).
- Excitación, se puntúa entre 1 y 15, y se codifica en Trastorno grave (puntuación
entre 1-3), Trastorno moderado (puntuación entre 4-7) y Sin trastorno (puntuación entre 8-
15).
- Lubricación, se puntúa entre 1 y 5, y se codifica en Trastorno grave (puntuación 1),
Trastorno moderado (puntuación 2) y Sin trastorno (puntuación entre 3-5).
- Orgasmo, se puntúa entre 1 y 5, y se codifica en Trastorno grave (puntuación 1),
Trastorno moderado (puntuación 2) y Sin trastorno (puntuación entre 3-5).
- Problemas con la penetración vaginal, se puntúa entre 1 y 15, y se codifica en
Trastorno grave (puntuación entre 1-3), Trastorno moderado (puntuación entre 4-7) y Sin
trastorno (puntuación entre 8-15).
- Ansiedad anticipatoria, se puntúa entre 1 y 5, y se codifica en Trastorno grave
(puntuación 1), Trastorno moderado (puntuación 2) y Sin trastorno (puntuación entre 3-5).

Dentro del cuestionario FSM, también se recogen Aspectos relacionales de la


sexualidad (como la Iniciativa y Confianza con la pareja) y la evaluación de la Satisfacción
sexual (Capacidad de disfrutar y Satisfacción general con la vida sexual). Estos ítems han
sido considerados de la misma manera, en forma de su puntuación tal y como la
proporciona el test; y de forma interpretada, según el propio test.
Los dominios que evalúan los aspectos relacionales de la actividad sexual son:

75
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

- Iniciativa sexual, se puntúa entre 1 y 5, y se codifica en Ausencia de iniciativa


sexual (puntuación 1), Moderada iniciativa sexual (puntuación 2) y Buena iniciativa sexual
(puntuación entre 3-5).
- Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja, se puntúa entre 1 y
5, y se codifica en Ausencia de confianza para comunicar (puntuación 1), Moderada
confianza para comunicar (puntuación 2) y Buena confianza para comunicar (puntuación
entre 3-5).
Los dominios que evalúan la satisfacción sexual son:
- Capacidad de disfrutar con la actividad sexual, se puntúa entre 1 y 10, y se
codifica en Incapaz de disfrutar (puntuación entre 1-2), Moderada capacidad de disfrutar
(puntuación entre 3-5) y Buena capacidad de disfrutar (puntuación entre 6-10).
- Satisfacción con su vida sexual en general, se puntúa entre 1 y 5, y se codifica en
Insatisfacción sexual general (puntuación 1), Moderada satisfacción sexual general
(puntuación 2) y Buena satisfacción sexual general (puntuación entre 3-5).

Los dominios de interés descriptivos del test valoran la Frecuencia de actividad


sexual y la Actividad sexual con o sin penetración y por qué. Se ha simplificado así
mismo, considerando la actividad sexual sin penetración vaginal como presente o ausente.
Estos dominios son:
- Actividad sexual sin penetración vaginal (si la hay) y las causas: dolor, miedo,
falta de interés, no tener pareja sexual, incapacidad por parte de su pareja.
- Frecuencia de actividad sexual a la semana: 1-2 veces, de 3 a 4 veces, de 5 a 8
veces, de 9 a 12 veces, más de 12 veces.
- La existencia o no de pareja sexual.

76
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

IV.2.2. Cuestionario de Salud (SF-12v2®) 156 (Anexo VIII.4).

El cuestionario para medir la calidad de vida SF-12v2® Health Survey (SF-12v2), es


un cuestionario sobre la salud abreviado y multiusos, con 12 preguntas, que produce un
perfil de ocho dominios sobre el bienestar y la salud, así como dos medidas resumen sobre
salud física y mental, llamadas Physical Component Summary (PCS) and Mental
Component Summary (MCS).
Está validado para la lengua castellana y está indicado para su uso en adultos. Tarda
en completarse unos 3 minutos, lo cual nos es muy útil dado que, como hemos visto, lo
realizamos en tres ocasiones junto con el FSM® y el resto de preguntas de la entrevista.
Es una medida genérica del estado de salud (evalúa conceptos de salud que
representan valores humanos importantes para el estado de salud y bienestar de cualquiera),
en contraposición a aquellos cuestionarios específicos para una determinada edad,
enfermedad o tratamiento. Ha demostrado utilidad para llevar a cabo entrevistas a grupos
de población generales y específicos, comparando la carga relativa de las enfermedades, y
diferenciando los beneficios sobre la salud producidos por un amplio rango de tratamientos.
Puede usarse sólo o en combinación con cuestionarios específicos para enfermedades,
de diferentes formas y para diferentes propósitos. Esta utilidad, además de su brevedad, su
estadística reglada, y su conocimiento psicométrico demostrado, hace del SF-12v2 una
herramienta muy válida para el marco de la clínica y de la investigación.
Los ocho dominios que evalúa son: actividad física (PF), papel físico a nivel laboral
(RP), dolor corporal (BP), salud general (GH), vitalidad (VT), actividad social (SF), papel
emocional a nivel laboral (RE) y salud mental (MH). Bajas puntuaciones en estos dominios
significa limitaciones y malestar en lo que cada uno representa, mientras que altas
puntuaciones reflejan pocas o ninguna restricciones en dichos campos.
La suma de las puntuaciones de los ocho dominios se llaman medidas resumen
componente porque se derivan y puntúan usando un método de factor analítico llamado
análisis de componente principal y son la medida resumen física (PCS) y mental (MCS),
que son las que nosotros empleamos en la evaluación de la calidad de vida de las mujeres.
Para su evaluación requiere el uso del programa Quality Metric Health Outcomes
Scoring Software 5.0. obtenido a través de BiblioPRO, en el que introducimos las

77
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

respuestas dadas a cada pregunta del cuestionario y nos da una puntuación numérica para el
componente físico (PCS) y otro para el componente mental (MCS).
Este programa utiliza un método de transformación lineal T-score, y así califica cada
uno de los dominios y de las medidas resumen. Tienen una media de 50 y una desviación
estándar de 10. De manera que puntuaciones por encima y por debajo de 50 son por encima
y por debajo de la media respectivamente. Además, como la desviación estándar es 10,
cada punto de diferencia o cambio en la puntuación tiene una interpretación directa; esto es,
un punto es una décima de una desviación estándar, o una ratio de 0,10.
Entre 55 y 45 de T scores está el rango medio de puntuación para respuestas
individuales. Cuando se consideran datos de respondedores individuales, se recomienda que
los scores dentro de la desviación estándar de 0,5, o 5 puntos T-score, de la media sean
considerados dentro de al menos la media o el rango normal para la población general de
U.S.Cuando la puntuación en cualquiera de los dominios o en las medidas resumen
componente están por debajo de un T score de 45 (más de un 0,5 de desviación estándar por
debajo de la media de T score de 50) debería ser considerado debajo del rango medio para
la población general de U.S.
Cuanto más por debajo de la puntuación media es, mayor es la probabilidad de que el
encuestado esté por debajo de la media en un área de funcionamiento o bienestar.
Puntuaciones menores de 40 indican empeoramiento significativo en alguno de los
dominios. Puntuaciones entre 40 y 44 están también por debajo de la media y determinan
limitaciones también. Y puntuaciones entre 45 y 55 han de considerarse dentro de la media.
En cuanto a las medidas resumen componente, un T-score de 45 o más indica un
funcionamiento en general al menos en la media. Menos de 40 indica la presencia de
empeoramiento en el funcionamiento de la dimensión asociada.
El PCS se correlaciona más con los dominios actividad física, papel físico a nivel
laboral y dolor corporal, que contribuyen más a su puntuación; así mismo, ocurre con el
MCS que se correlaciona más con los dominios salud mental, papel emocional a nivel
laboral y actividad social, contribuyendo más a su puntuación. Tres de los dominios
(vitalidad, salud general y actividad social) tienen considerables correlaciones con ambos
componentes, e influyen en la puntuación de ambos.

78
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Las medidas PCS y MCS se crearon para alcanzar mayor número de ventajas al
reducir los ocho dominios a dos medidas resumen, de manera que no se pierda información
importante. A nivel práctico, son útiles porque requieren menos número de comparaciones
estadísticas a la hora de estudios y ensayos clínicos, además de ser muy válidas a la hora de
diferenciar la salud física y la mental.
Puntuaciones muy bajas en el PCS indican limitaciones en la actividad física, en el
papel físico a nivel laboral, alto grado de dolor corporal, y salud general pobre.
Puntuaciones muy altas en el PCS indican no presentar limitaciones físicas, discapacidades
o detrimentos en el bienestar; y disfrutar de un alto nivel de energía y de buena salud
general. Puntuaciones muy bajas en el MCS son indicativas de sufrimiento psicológico
frecuente, incapacidad social y laboral debido a problemas emocionales, baja energía y
pobre salud general. Una puntuación muy alta en el MCS indica sentimientos positivos
frecuentes, poco o ningún sufrimiento psicológico, ninguna limitación en el nivel de
energía ni en las actividades sociales o laborales debido a problemas emocionales, y buena
salud general.
Los resultados del PCS y MCS deberían servir como línea de partida para determinar
si existen limitaciones funcionales en alguno de los dos componentes principales de la
salud; si así fuera, los ocho dominios contribuirían a mostrarnos qué dimensiones han sido
las que más han contribuido a empeorar dichos resultados.
Este cuestionario presenta flexibilidad en cuanto al modo de administración. Puede
realizarse por el sujeto a evaluar mismo o por el entrevistador y se puede efectuar cara a
cara o mediante entrevista telefónica, teléfono inteligente, correo ordinario en papel, vía
internet o mediante tecnología de respuesta interactiva de voz.
Presenta dos formatos, el "estándar", que se realiza según la persona encuestada se ha
encontrado en las últimas cuatro semanas, que es el que nosotros utilizamos en nuestro
estudio; o el "agudo", en el que las respuestas han de darse según la persona entrevistada se
haya encontrado durante la última semana. Nuestra elección se basa en que el estándar
capta una muestra más representativa y reproducible de la salud reciente, no afectada
exageradamente por fluctuaciones momentáneas.
Debe administrarse en las mismas condiciones y sin influir sobre las respuestas, a
todos los sujetos a evaluar y en los formatos creados para tal fin.

79
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

IV.3. Otras variables estudiadas

Registraremos los datos sociodemográficos: la edad de la paciente, su raza, si trabaja


(recogido como: paro, ama de casa, trabajo remunerado, jubilada) y su nivel de estudios
(agrupado como: sin estudios, estudios primarios, secundarios o universitarios).
Realizaremos una anamnesis indagando en posibles enfermedades que puedan
afectar a la función sexual como: depresión, anorexia nerviosa, alteración neurológica
(que incluye: epilepsia, lesión del lóbulo temporal, tumor hipotalámico o hipofisario,
accidente cerebrovascular (ACVA), tumor, esclerosis múltiple y lesión de médula espinal),
diabetes mellitus, hipogonadismo, hiperprolactinemia, hipertiroidismo, hipotiroidismo,
cardiopatía isquémica/arteriosclerosis, HTA, enfisema pulmonar, insuficiencia renal
crónica/hemodiálisis, trastorno neurológico degenerativo, artritis/artrosis. Si la alteración
tiroidea no es clínica no lo considero enfermedad que puede afectar la FS. Si está
correctamente corregido, tampoco.
Recogemos la toma de tratamientos que pueden afectar a la función sexual, como:
antihipertensivos, digitálicos, antidepresivos, litio, benzodiacepinas, antipsicóticos,
antiepilépticos, levodopa, antihistamínicos H2, antiandrógenos, estrógenos, ketoconazol.
Se registrará si la paciente ha sido sometida a intervenciones quirúrgicas que
puedan influir en la función sexual, como: cirugía vaginal, pélvica, colorrectal,
mastectomía, ostomías, traumatismo de nervios pelvianos, mutilación genital u otras.
Se anotará si las pacientes tienen hábitos tóxicos como el tabaco, alcohol u otras
drogas, y las cantidades de los mismos.
Les preguntaremos sobre sus antecedentes obstétrico - ginecológicos como la
paridad, el método de planificación familiar utilizado (nada, coito interrumpido, métodos
naturales de control del ciclo, preservativo masculino, preservativo femenino, diafragma
y/o esponja, anticoncepción hormonal con combinado de estrógenos y progesterona,
anticoncepción hormonal con sólo progesterona, dispositivo intrauterino (DIU) de cobre o
de levonorgestrel (Mirena®)), menopausia, y, en caso de menopausia, si utiliza terapia
hormonal sustitutiva y cuál.
Preguntaremos a las pacientes su orientación sexual: heterosexual, homosexual o
bisexual.

80
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Valoraremos la indicación de la histerectomía: miomatosis uterina, prolapso genital,


metrorragia, patología benigna y premaligna endometrial (pólipo, hiperplasia), dolor
abdominal, algias pélvicas, endometriosis u otras. Agrupamos la metrorragia, la patología
benigna y premaligna endometrial, el dolor abdominal, las algias pélvicas, la endometriosis
o cualquier otra en "otras indicaciones".
También recogemos los síntomas que presenta previos a la intervención: metrorragia,
dolor abdominal, síntomas urinarios por compresión, dispareunia, sensación de bulto en
genitales, incontinencia urinaria u otros.
Se le ha preguntado a la mujer por el apoyo recibido por parte de la pareja y de la
familia ante la histerectomía, recogiendo las respuestas como: nada, poco, suficiente, bien
o muy apoyada. Dado las pocas respuestas de nada, se han agrupado las contestaciones de
poco o nada.
Igualmente, se le pregunta por la satisfacción con su imagen corporal y su papel
como mujer, recogiéndose las respuestas como: nada, poco, suficiente, bien o muy
apoyada. Dado las pocas respuestas de nada, se han agrupado las contestaciones de poco o
nada.
Una vez realizada la intervención, recogeremos las variables relacionadas con la
misma: si la histerectomía ha sido total o subtotal (sólo existe un caso de histerectomía
subtotal que fue realizada así por la dificultad técnica que conllevaba la histerectomía total
dadas las características de ese caso), la vía de abordaje (laparoscopia, vaginal, abdominal,
vaginal asistida por laparoscopia), si se asocia ooforectomía biltateral o no, si a la
histerectomía se le ha añadido alguna otra cirugía (plastia anterior, plastia posterior,
corrección de desgarro perineal, malla suburetral antiincontinencia o alguna otra), los días
de ingreso hospitalario, si la anestesia ha sido raquídea o general y si ha habido alguna
complicación o reintervención.
A los 3 meses de la cirugía recogeremos los días que tarda en iniciar actividad
sexual después de la histerectomía, los síntomas que presenta tras la intervención, además
de la evaluación de la Función Sexual según el Cuestionario de Función Sexual de la
Mujer (FSM®) y la evaluación de la Calidad de Vida según el Cuestionario de Salud (SF-
12v2®).

81
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Y a los 9 meses, aparte de lo anterior, preguntamos a la paciente si cree que su vida


sexual ha variado tras la histerectomía y, si ha variado, si ha sido a mejor o a peor.
Queremos con esta pregunta obtener la visión subjetiva de la mujer con respecto a su
función sexual, además de la evaluación de la Función Sexual con un instrumento de
medida como es el Cuestionario de Función Sexual de la Mujer (FSM®)

IV.4. Análisis estadístico

Empleamos los datos obtenidos del Cuestionario de Función sexual de la Mujer, de


varias formas:
En primer lugar, con la puntuación como nos proporciona el test realizado en cada
uno de los dominios que evalúa. Consideramos que se trata de una ordenación, por lo que
para su evaluación emplearemos técnicas de estadística no paramétrica.
En segundo lugar, con la categorización del test, tal como está definido en forma de
trastormo grave, moderado o ausencia de trastorno. Consideramos que se trata de una
variable categórica.
A su vez, intentamos agrupar en una variable común la ausencia de trastorno. Así,
calificaremos como “ausencia de trastorno” a las mujeres que no tienen alteración en
ninguno de los dominios que evalúan la presencia de Disfunción Sexual (que son Deseo,
Excitación, Lubricación, Orgasmo, Problemas con la penetración vaginal, y Ansiedad
anticipatoria), y como “algún trastorno” a las que tienen cualquier grado de trastorno en
alguno de estos mismos dominios. Otra forma de cualificar ha sido estudiando la presencia
de trastorno grave, donde definimos “presencia de trastorno grave” a la presencia de
trastorno grave en al menos uno de los estos mismos dominios evaluadores.
Para intentar resumir la existencia de cambios entre la presencia o no de alteración en
cada uno de los dominios, damos el valor de 1 a presentar trastorno grave, de 2 a presentar
trastorno moderado, y de 3, a la ausencia de trastorno. Creamos una nueva variable que nos
permita determinar el cambio, que es el resultado de la sustracción de los resultados en el 9º
mes con respecto a la situación previa a la intervención. Esta variable se codifica como
“igual” si la sustracción tiene valor 0; como “mejoría” cuando el resultado es positivo (lo
que implica el paso de trastorno grave a moderado o sin trastorno, o de trastorno moderado

82
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

a sin trastorno); y como “empeora” cuando el resultado de la sustracción es un número


negativo (lo que implica el cambio entre ausencia de trastorno a cualquier grado de
trastorno, o de trastorno moderado a grave).
Se ha valorado la Calidad de vida según el Cuestionario de Salud (SF-12v2®),
medido antes de la histerectomía, a los 3 y a los 9 meses; mediante las medidas resumen, el
PCS, que es la medida resumen física y el MCS, que es la medida resumen mental. Se han
utilizado la puntuación tal y como nos la proporciona el programa del test para cada
persona. Dado que es un dato numérico estandarizado, lo consideramos como una variable
numérica.
Los datos se introducirán en una base de datos creada a propósito para este estudio en
el programa Microsoft Office y se exportarán al programa SPSS 12.0 (SPSS Inc®, Chicago
III, EEUU) con el que se llevará a cabo el análisis estadístico. El nivel de significación
estadística ha sido el valor estándar de p menor de 0,05.
Se utilizarán estadísticos descriptivos de acuerdo a métodos de cálculo estándar. Las
variables categóricas se mostrarán como frecuencia absoluta y porcentaje. Las variables
cuantitativas gaussianas se indicarán como media, desviación típica, intervalo de confianza
al 95%. Las variables cuantitativas no-gaussianas y ordinales se indicarán como mediana y
cuartiles.
Dado que la base del estudio es la comparación de diversos resultados de las mismas
personas en momentos distintos (antes de la intervención, tres y nueve meses después)
empleamos en todos estos casos procedimientos estadísticos que corresponden a medidas
emparejadas, tanto paramétricas como no paramétricas. Las técnicas paramétricas se han
empleado para valorar los cambios en el test FSM®. Empleamos un modelo lineal general
de medidas repetidas, con aproximación multivariante (MANCOVA), con un factor
intrasujetos, que son los tres momentos de realización del test, y un factor intersujetos, que
son las otras variables que pueden modificar la respuesta. La hipótesis nula ha sido que no
hay cambios en la media de FS en los tres momentos, es decir que la población mantiene
constante la media en los test a lo largo del tiempo de observación.
Los test no paramétricos los hemos empleado para valorar los cabios en el test FSM,
al considerar que se trata de una variable que nos proporciona una ordenación. Para
comparar los cambios en los tres momentos se emplea el test de Friedman. En este caso, la

83
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

hipótesis nula ha sido que las respuestas asociadas a cada uno de los dominios evaluados
tienen la misma distribución de probabilidad o se distribuyen con la misma mediana.
Hemos empleado técnicas de comparaciones múltiples a posteriori para determinar qué
grupos difieren entre sí, mediante la prueba de los rangos con signo de Wilcoxon sobre
cada pareja de datos. En este caso, se ha empleado la corrección de Bonferroni para
modificar la significación estadística.
En caso de comparar proporciones, empleamos el test de McNemar en tablas 2x2, y
el test de McNemar-Bowker, en tablas de mayor grado. La hipótesis nula que se compara es
que la proporción de sujetos con una variable ANTES es la misma que DESPUÉS, es decir,
que los cambios en un sentido son los mismos que en otro.
Cuando las comparaciones las realizamos entre variables no emparejadas, recurrimos
a la t de Student , test de Kruskal_Wallis, y test de U de Mann-Witney en las variables
numéricas; del χ2 en las cualitativas, con pruebas exactas cuando no es aplicable. Cuando
la comparación de variables se hace entre categorías que son susceptibles de seguir una
ordenación en algún sentido, se emplea el test de χ2 de tendencia lineal. Para valorar
asociación entre variables que son susceptibles de seguir una ordenación empleamos el
coeficiente de correlación de Spearman
Pequeñas diferencias en el número de pacientes incluidos en cada comparación son el
resultado de que algunas pacientes rechazan seguir participando en algún momento del
estudio o no responden alguna cuestión.

IV.5. Aspectos éticos

El protocolo del estudio fue aprobado por el Comité Ético de Investigación Clínica y
por la Comisión de Investigación del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete y se
obtuvo consentimiento informado de todas las participantes.
Se las informó del estudio al indicar la intervención en la consulta, entregándosele
una hoja informativa y un consentimiento informado, cuya firma ha sido imprescindible
para la participación en el mismo. Se ha insistido en la confidencialidad, en que es
totalmente voluntario, en que pueden abandonar cuando quieran el estudio sin dar ninguna
explicación y en que nada de lo que hagan influirá en el trato hacia ella.

84
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

En la primera entrevista con la paciente se le asignará un número para salvaguardar la


privacidad. Todos los datos con información identificable se eliminarán después.
Se mantendrá una confidencialidad estricta y se seguirá la legislación aplicable en
materia de protección de datos (Ley orgánica 15/1999 de protección de datos de carácter
personal).

IV.6. Financiación

Este estudio no ha recibido fuentes de financiación. Los principales gastos han sido
los derivados de la realización de las entrevistas, sobre todo las realizadas por correo; así
como la obtención de la licencia y la compra de los cuestionarios de Calidad de vida SF-
12®, a través de BiblioPro.

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V. RESULTADOS

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V. RESULTADOS

V. 1. Análisis descriptivo

V.1.1. Características sociodemográficas

La edad media de las mujeres que hemos estudiado es de 50,9 años, con desviación
típica de 9,3, con una mediana de 48,50 y límites entre 33 y 78 años.
Cuando examinamos el empleo, encontramos que la mayoría tienen un trabajo
remunerado (n=79; 47,6%) o son amas de casa (n=60; 36,1%). Catorce casos (8,4%) están
jubiladas y 12 (7,2%), en paro. Sólo hay una persona que es estudiante.
La mayoría de las mujeres tiene algún tipo de estudios: primarios (n=89; 53,6%),
secundarios (n=42; 25,3%) y universitarios (n=19; 11,4%). Sólo 16 (9,6%) no poseen
estudios.
Todas las mujeres que hemos estudiado son de raza blanca.

V.1.2. Salud y situaciones relacionadas con la función sexual

En las tablas 6, 7 y 8 podemos ver las mujeres que padecen enfermedades, que toman
tratamientos o que han sido expuestas a intervenciones quirúrgicas con posible repercusión
sobre la función sexual.
Con respecto a las enfermedades, ninguna mujer padece trastornos alimentarios,
epilepsia, enfisema pulmonar ni insuficiencia renal crónica. Sólo una presenta alteración
neurológica. El resto de enfermedades de nuestras pacientes lo vemos en la tabla 6.
En cuanto a los tratamientos, ninguna paciente toma levodopa, antihistamínicos H2,
antiandrógenos ni ketoconazol. Sólo una toma litio. El resto de tratamientos que toman
nuestras pacientes aparecen en la tabla 7.

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Acerca de las intervenciones quirúrgicas, ninguna paciente fue sometida a cirugía


colorrectal, a traumatismos de nervios pélvicos ni a mutilación genital. Podemos ver en la
tabla 8 las cirugías que les fueron realizadas a las mujeres de nuestro estudio.

Tabla 6: Frecuencia de aparición de enfermedades que pueden afectar a la función sexual

Cualquier enfermedad 56 (33,7%)

Hipertensión 34 (20,5%)

Depresión 14 (8,4%)

Artrosis/artritis 10 (6%)

Alteraciones tiroideas 7 (4,2%)

Diabetes 5 (3%)

Cardiopatía arteriosclerótica 2 (1,2%)

La suma de los porcentajes resulta más de 33,7% porque hay mujeres que padecen más de una enfermedad.

Tabla 7: Frecuencia de consumo de tratamientos que pueden afectar a la función sexual

Cualquier tratamiento 54 (32,5%)

Antihipertensivos 35 (21,1%)

Antidepresivos 14 (8,4%)

Benzodiacepinas 14 (8,4%)

Digitálicos 2 (1,2%)

Antiepilépticos 2 (1,2%)

Estrógenos 2 (1,2%)

La suma de los porcentajes resulta más de 32,5% porque hay mujeres que toman más de un tratamiento.

90
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 8: Frecuencia de intervenciones quirúrgicas que pueden afectar a la función sexual

Cualquier intervención 15 (9%)

Cirugía pélvica 8 (4,8%)

Mastectomía 4 (2,4%)

Cirugía vaginal 3 (1,8%)

Ninguna paciente ha sido sometida a más de una intervención quirúrgica que pueda afectar a la función sexual.

Al estudiar los hábitos tóxicos, vemos que 41 mujeres fuman (24,7%); veintiuna
(12,7%) fuman 10 o más cigarrillos diarios y 20 (12%) fuman menos de 10 cigarrillos
diarios. Todas las pacientes refirieron no consumir otras drogas.
Noventa y cuatro mujeres (57%) tuvieron 1 ó 2 partos vaginales, 47 (28,5%) más de 2
partos vaginales, y 24 (14,5%) ningún parto vaginal.
Veintidós mujeres (13,3%) fueron sometidas a una o dos cesáreas, a 143 (86,1%) no
se le realizó ninguna cesárea.
Las mujeres en periodo menopáusico y las de edad fértil con su método de
planificación familiar lo podemos ver en la tabla 9.

91
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 9: Mujeres en periodo menopáusico y en periodo fértil.


Método de planificación familiar utilizado por las que están en periodo fértil.

n Porcentaje con respecto al total

Periodo menopáusico 61 61 (36,7%)

Periodo fértil 105 105 (63,3%)

Porcentaje con respecto a las mujeres en periodo


fértil

Nada 26 24,7%

Preservativo 23 21,9%

Vasectomía 21 20%

ETB 15 14,2%

DIU-LVG 4 3,8%

ACHOs 3 2,8%

CI 2 1,9%

DIU-Cu 2 1,9%

ASG 1 0.9%

Métodos naturales 1 0,9%

No contestan 7 6,6%

ETB:esterilización tubárica bilateral; DIU-LVG:DIU levonorgestrel; ACHOs: anticonceptivos hormonales combinados; CI:
coito interrumpido; DIU-Cu: DIU de cobre; ASG: anticonceptivos hormonales de sólo gestágeno; 7 mujeres (4,2%) no
contestan esta pregunta.

En tratamiento con terapia hormonal sustitutiva actualmente hay 2 (1,2%) de las


pacientes, y en el pasado lo tomaron 6 (3,6%) del total de pacientes.
Trece mujeres (7,8%) no tienen pareja, 153 (92,2%) sí la tienen.
Sólo 2 (1,2%) mujeres refieren que su orientación es homosexual.

92
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.1.3. Indicación y síntomas antes de la histerectomía

La indicación de la histerectomía fue miomatosis en 83 mujeres (50%), prolapso


genital en 68 (41%) y otras causas en 15 casos (9%). Estas últimas son: metrorragia,
endometriosis, mutación BRCA-2, hiperplasia endometrial y dolor pélvico crónico.
Casi todas tenían algún tipo de síntoma (n=157; 94,6%), podemos ver la presencia de
cada uno de ellos en la tabla 10.

Tabla 10: Síntomas que presentaban las mujeres operadas

Síntomas n Porcentaje con respecto al total

Metrorragia 70 42,2%

Sensación bulto en genitales 68 41%

Dolor abdominal 53 31,9%

Síntomas por compresión 38 22,9%

Incontinencia de orina 14 8,4%

Dispareunia 7 4,2%

Los porcentajes suman más de 100 porque alguna tiene más de un síntoma.

93
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V. 2. Situación antes de la histerectomía

V.2.1. Apoyo familiar y de pareja, satisfacción con la imagen y con el papel como
mujer.

En las tablas 11 y 12 podemos ver cómo de apoyadas por su pareja y por su familia se
sienten las mujeres antes de la cirugía, así como su nivel de satisfacción con su imagen
corporal y su papel como mujer.

Tabla 11: Sentimiento de apoyo ante la histerectomía por parte de la pareja y de la familia
antes de la cirugía

Apoyada Por la pareja Por la familia

Poco o nada 8 (4,8%) 4 (2,4%)

Suficiente 12 (7,2%) 14 (8,4%)

Bien 43 (25,9%) 41 (24,7%)

Muy apoyada 90 (54,2%) 107 (64,5%)

No pareja 13 (7,8%)

Tabla 12: Satisfacción con la imagen corporal y con el papel como mujer antes de la
histerectomía

Satisfecha Con la imagen corporal Con el papel como mujer

Poco o nada 41 (24,7%) 14 (8,3%)

Suficiente 31 (18,7%) 18 (10,8%)

Bien 79 (47,6%) 85 (51,2%)

Muy satisfecha 15 (9%) 49 (29,5%)

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.2.2. Función sexual

A 9 mujeres (5,4%) la patología por la que se opera les ha impedido tener actividad
sexual en el último mes antes de la cirugía (la tienen habitualmente). Las 157 mujeres
restantes (94,6%) sí que han tenido actividad sexual en el último mes.
En la Tabla 13 podemos ver la mediana y los percentiles 25 y 75 de las puntuaciones
de cada dominio del test FSM® y en la Tabla 14, los porcentajes de trastorno en cada
dominio.
®
Tabla 13: Puntuación test FSM antes de la histerectomía.

Mediana Percentil 25 Percentil 75

Deseo 7 5,5 10

Excitación 10 7 13

Lubricación 3 3 5

Orgasmo 5 3 5

Problemas con la penetración vaginal 13 10 15

Ansiedad anticipatoria 5 3 5

Iniciativa sexual 2 1 3

Confianza para comunicar preferencias


5 2 5
sexuales a la pareja

Capacidad de disfrutar con la actividad


9 6 10
sexual

Satisfacción con su vida sexual en


4 3 3
general

95
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 14: Función sexual antes de la histerectomía.

Trastorno
n Trastorno grave Sin trastorno
moderado

Deseo 157 12 (7,6%) 67 (42,7%) 78 (49,7%)

Excitación 155 7 (4,5%) 38 (24,5%) 110 (71%)

Lubricación 155 15 (9,7%) 22 (14,2%) 118 (76,1%)

Orgasmo 154 16 (10,4%) 20 (13%) 118 (76,6%)

Problemas con la
154 3 (1,9%) 19 (12,3%) 132 (85,7%)
penetración vaginal

Ansiedad anticipatoria 155 15 (9,7%) 14 (9%) 126 (81,3%)

Iniciativa sexual 156 45 (28,8%) 49 (31,4%) 62 (39,7%)

Confianza para comunicar


preferencias sexuales a la 157 16 (10,2%) 24 (15,3%) 117 (74,5%)
pareja

Capacidad de disfrutar con


154 10 (6,5%) 26 (16,9%) 118 (76,6%)
la actividad sexual

Satisfacción con su vida


155 9 (5,8%) 12 (7,7%) 134 (86,5%)
sexual en general

Iniciativa sexual: Trastorno grave = Ausencia de iniciativa; Trastorno moderado = Moderada iniciativa; Sin trastorno = Buena
iniciativa.
Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja : Trastorno grave = Ausencia de confianza para comunicar;
Trastorno moderado = Moderada confianza para comunicar ; Sin trastorno = Buena confianza para comunicar.
Capacidad de disfrutar con la actividad sexual: Trastorno grave = Incapaz de disfrutar; Trastorno moderado = Moderada
capacidad de disfrutar ; Sin trastorno = Buena capacidad de disfrutar.
Satisfacción con su vida sexual en general: Trastorno grave = Insatisfacción sexual; Trastorno moderado = Moderada
satisfacción sexual; Sin trastorno = Buena satisfacción sexual.

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Actividad sexual con penetración (Tabla 15)

Tabla 15: Actividad sexual con penetración vaginal.

n Porcentaje

Sí 134 85,4%

No, por dolor 7 4,5%

No, por no tener pareja 5 3,2%

No, por miedo 4 2,5%

No, por falta de interés 4 2,5%

No, por vergüenza por el bulto 2 1,3%

No, por incapacidad de la pareja 1 0,6%

Frecuencia actividad sexual (Tabla 16)

Tabla 16: Frecuencia de actividad sexual.

Veces/mes n Porcentaje

1-2 62 40,3%

3-4 44 28,6%

5-8 31 20,1%

9-12 8 5,2%

>12 9 5,8%

V.2.3. Calidad de vida


La puntuación media en el componente PCS del test de calidad de vida SF12v2® es
de 44,6, con desviación típica 9,9, con una mediana de 45 y límites entre 20,2 y 65,5.
La puntuación media en el componente MCS del test de calidad de vida SF12v2® es
de 47,1, con desviación típica 10,7, con una mediana de 48,1 y límites entre 17 y 70,7.

97
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.2.4. Variables que pueden influir en la función sexual y en la calidad de vida


antes de la histerectomía

Deseo
Vemos que en el Deseo influye la edad (Tabla 17), las mayores de 55 años presentan
más porcentaje de trastorno que las menores de forma significativa. Influye también el nivel
de estudios (Tabla 18), cuanto mayor es el nivel de estudios menor es la presencia de
trastorno del Deseo. La menopausia ejerce un efecto negativo sobre el Deseo (Tabla 19).
Cuando la indicación de la histerectomía es por patología de suelo pélvico encontramos
más trastorno del deseo que cuando es por miomatosis y otras patologías (Tabla 20).
Acorde con lo anterior, cuando la mujer presenta sensación de bulto en genitales, como
síntoma antes de la histerectomía, presenta más porcentaje de trastorno, mientras que
cuando el síntoma es metrorragia, el porcentaje de trastorno es menor de forma significativa
(Tabla 21). Por último, cuanto menos satisfechas con su imagen corporal están las mujeres
más presencia hay de trastorno del Deseo (Tabla 22).
Al ajustar por edad, vemos que solamente influyen de forma significativa sobre el
Deseo en mujeres menores de 55 años el nivel de estudios y la satisfacción con la imagen
corporal.
En resumen, el Deseo está influido por la edad principalmente y, en las menores de
55 años, también por el nivel de estudios y la satisfacción con la imagen corporal.

Excitación
Hay relación del nivel de estudios con el trastorno en la Excitación (Tabla 23), cuanto
mayor es el nivel de estudios menos trastorno existe. Encontramos también un efecto
negativo de la diabetes sobre la Excitación (Tabla 24).
Así pues, la existencia o no de trastorno en la Excitación con lo que más se relaciona
es con el nivel de estudios y con la presencia de diabetes.

Lubricación
Existe relación entre un mayor nivel de estudios y menor existencia de trastorno en
la Lubricación (Tabla 25). Cuando la indicación de la histerectomía es por patología de
suelo pélvico existe más trastorno grave (Tabla 26). En concordancia con lo anterior

98
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

observamos mayor porcentaje de trastorno grave de la lubricación cuando las mujeres


presentan sensación de bulto en genitales antes de operarse (Tabla 27).

Orgasmo
Las mayores de 55 años presentan más trastorno grave en el Orgasmo, aunque la
significación estadística es límite (Tabla 28).
Vemos influencia de la profesión sobre la existencia de trastorno en el Orgasmo
(Tabla 29), las mujeres con trabajo remunerado o en paro tienen menos trastorno en el
Orgasmo, sin embargo las amas de casa y las jubiladas tienen más.
El nivel de estudios también influye en el trastorno en el Orgasmo (Tabla 30), a
mayor nivel de estudios menor es la existencia de trastorno en el Orgasmo.
Padecer alguna enfermedad que puede afectar a la función sexual vemos que influye
en que existe mayor trastorno en el Orgasmo (Tabla 31). Concretamente, la depresión y la
diabetes mellitus influyen negativamente en el trastorno del Orgasmo.
Tomar algún tratamiento que puede afectar a la función sexual se relaciona con
mayor existencia de trastorno en el Orgasmo (Tabla 32) con una significación estadística
límite, pero vemos que la toma de antidepresivos y benzodiacepinas presenta una
asociación estadísticamente significativa.
Las mujeres menopáusicas presentan más porcentaje de trastorno en el Orgasmo
(Tabla 33).
A mayor satisfacción con la imagen corporal menor existencia de trastorno en el
Orgasmo (Tabla 34).
Al ajustar por edad, siguen influyendo significativamente el padecer una enfermedad
que puede afectar a la función sexual, padecer depresión o diabetes mellitus, tomar
antidepresivos y tomar benzodiacepinas. Sin embargo, la profesión, el nivel de estudios
y la satisfacción con la imagen corporal sólo influyen en las menores de 55 años. La
menopausia, al ajustar por edad, deja de ser significativa.

Problemas con la penetración vaginal


No encontramos ninguna relación significativa de ninguna variable con los Problemas
en la penetración.

99
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Vemos que trastornos graves de la Penetración sólo hay en menopáusicas (Tabla 35),
pero la significación es límite.
Cuando la indicación es por patología del suelo pélvico observamos más trastorno
grave (Tabla 36). Así como cuando la mujer antes de operarse tiene sensación de bulto en
genitales (acorde con lo anterior) o dispareunia (Tabla 37).

Ansiedad anticipatoria
Existe influencia del nivel de estudios, a mayor nivel de estudios menos probabilidad
de trastorno de Ansiedad anticipatoria (Tabla 38). Se observa más presencia de trastorno
grave de la Ansiedad anticipatoria en mujeres con sensación de bulto en genitales (Tabla
39), existe relación pero no alcanza la significación estadística. También observamos que a
mayor satisfacción con la imagen corporal (Tabla 40), menor es la presencia de Trastorno
de Ansiedad anticipatoria, esto alcanza significación estadística en menores de 55 años.
Así mismo, a mayor satisfacción con su papel como mujer (Tabla 41), menor porcentaje
de trastorno de Ansiedad anticipatoria.

Iniciativa sexual
Hay relación de la edad sobre la Iniciativa sexual, las mayores de 55 años tienen
significativamente menos iniciativa que las menores de 55 años (Tabla 42). También existe
relación de la profesión con la Iniciativa, las mujeres que trabajan en la casa y las jubiladas
tienen menos iniciativa que las que tienen un trabajo remunerado o están en paro (Tabla
43). Asimismo existe relación con el nivel de estudios, las pacientes con mayor nivel de
estudios presentan mejor Iniciativa sexual (Tabla 44). En la tabla 45 observamos que el
padecer enfermedades con posible repercusión sobre la función sexual disminuye la
iniciativa sexual con una significación límite, siendo significativa la diabetes. La
menopausia se relaciona con menor iniciativa sexual (Tabla 46). La indicación de la
histerectomía por patología de suelo pélvico influye negativamente en la Iniciativa sexual
(Tabla 47). De los síntomas previos a la cirugía, la sensación de bulto en genitales y la
incontinencia de orina se relacionan con peor Iniciativa sexual (Tabla 48). La satisfacción
con el papel como mujer tiene una relación con la Iniciativa sexual en el límite de la
significación estadística (Tabla 49), a mayor satisfacción, mejor es la iniciativa.

100
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Al ajustar por edad, vemos que, en las menores de 55 años, influye sobre la
Iniciativa sexual la profesión, el nivel de estudios, la incontinencia de orina, la
satisfacción con la imagen corporal y con el papel como mujer. Mientras que en las
mayores de 55 años ninguna variable influye, sólo la edad.

Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja


Vemos que la edad influye sobre la Confianza para comunicar preferencias sexuales a
la pareja, las mayores de 55 años tienen menos confianza (Tabla 50). También influye el
nivel de estudios, a mayor nivel de estudios, mayor es la confianza (Tabla 51). Padecer
enfermedades que pueden afectar a la función sexual repercute negativamente sobre la
Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja (Tabla 52), y, concretamente, la
depresión afecta significativamente a la confianza. En consonancia con lo anterior, la toma
de antidepresivos predispone a tener una menor Confianza para comunicar preferencias
sexuales a la pareja (Tabla 53). El apoyo de la pareja influye sobre la Confianza, cuanto
más apoyada se siente por su pareja ante la histerectomía más Confianza para comunicar
preferencias sexuales tiene (Tabla 54).
Al ajustar por edad, vemos que en menores de 55 años influye solamente el nivel de
estudios, padecer depresión y la toma de antidepresivos sobre la Confianza. Y en
mayores de 55 años lo que afecta es el apoyo de la pareja ante la histerectomía, a menor
apoyo menor Confianza.

Capacidad de disfrutar con la actividad sexual


Hay relación de la edad con la Capacidad de disfrutar con la actividad sexual (Tabla
55), las mayores de 55 años presentan mayor incapacidad para disfrutar que las menores.
Las mujeres con mayor nivel de estudios presentan mayor Capacidad de disfrutar (Tabla
56). Padecer enfermedades que pueden afectar a la función sexual afecta negativamente a la
Capacidad de disfrutar (Tabla 57), vemos que las mujeres que padecen depresión y diabetes
tienen menos capacidad de disfrutar. Tomar antidepresivos disminuye la Capacidad de
disfrutar (Tabla 58). La menopausia se relaciona con menor Capacidad de disfrutar (Tabla
59). La indicación de la histerectomía por patología del suelo pélvico se relaciona con
menor Capacidad para disfrutar (Tabla 60). La sensación de bulto en genitales antes de la

101
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

cirugía influye en tener menor Capacidad para disfrutar (Tabla 61). A mayor satisfacción
con su imagen corporal las mujeres presentan mayor Capacidad de disfrutar (Tabla 62).
Al ajustar por edad, vemos que en las menores de 55 años influye el nivel de
estudios y la satisfacción con la imagen corporal, mientras que en las mayores de 55
años influye el padecer enfermedades que pueden afectar a la función sexual y,
concretamente, padecer diabetes. Todas las demás variables que hemos visto que influían,
al ajustar por edad, comprobamos que es debido a esta última.

Satisfacción con su vida sexual en general


Padecer diabetes se relaciona con menor Satisfacción con la vida sexual en general
(Tabla 63). La satisfacción con la imagen corporal se relaciona con la Satisfacción con su
vida sexual en general (Tabla 64), a mayor satisfacción con la imagen mayor satisfacción
son la vida sexual.

Frecuencia de actividad sexual


Existe relación entre padecer depresión y tomar antidepresivos y tener una menor
Frecuencia de actividad sexual (Tablas 65 y 66).

Tabla 17: Influencia de la edad sobre la existencia de trastorno en el Deseo

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Menor de 55 a 112 6 (5,4%) 43 (38,4%) 63 (56,3%)

Mayor de 55 a 45 6 (13,3%) 24 (53,3%) 15 (33,3%)

p=0,01; a: años

102
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 18: Influencia del nivel de estudios sobre la existencia de trastorno en el Deseo

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Sin estudios 14 2 (14,3%) 9 (64,3%) 3 (21,4%)

Primarios 85 10 (11,8%) 40 (47,1%) 35 (41,2%)

Secundarios 39 0 (0%) 13 (33,3%) 26 (66,7%)

Universitarios 19 0 (0%) 5 (26,3%) 14 (73,7%)

p = 0,002

Tabla 19: Influencia de la menopausia sobre la existencia de trastorno en el Deseo

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

No 101 4 (4%) 42 (41,6%) 55 (54,5%)

Sí 56 8 (14,3%) 25 (44,6%) 23 (41,1%)

p=0,04

Tabla 20: Influencia de la indicación de la histerectomía sobre la existencia de trastorno en


el Deseo

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Indicación Uterina 95 3 (3,2%) 38 (40%) 54 (56,8%)

conjunto SP 62 9 (14,5%) 29 (46,8%) 24 (38,7%)

p=0,009; Uterina: miomatosis + otras; SP: suelo pélvico

103
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 21: Influencia de los síntomas antes de la histerectomía sobre la existencia de


trastorno en el Deseo

Trastorno Trastorno
n Sin trastorno
grave moderado

No 9 1 (11,1%) 3 (33,3%) 5 (55,6%)


Síntomas
p=0,55
conjunto Sí 148 11 (7,4%) 64 (43,2%) 73 (49,3%)

No 89 11 (12,4%) 40 (44,9%) 38 (42,7%)


Metrorragia
Sí 68 1 (1,5%) 27 (39,7%) 40 (58,8%) p=0,01

No 95 3 (3,2%) 38 (40%) 54 (56,8%)


Sensación
p=0,009
bulto
Sí 62 9 (14,5%) 29 (46,8%) 24 (38,7%)

No 107 10 (9,3%) 44 (41,1%) 53 (49,5%)


Dolor
p=0,50
abdominal
Sí 50 2 (4%) 23 (46%) 25 (50%)

No 121 11 (9,1%) 55 (45,5%) 55 (45,5%)


Síntomas por
compresión p=0,12
Sí 36 1 (2,8%) 12 (33,3%) 23 (63,9%)

No 151 11 (7,3%) 65 (43%) 75 (49,7%)


Dispareunia
Sí 6 1 (16,7%) 2 (33,3%) 3 (50%) p=0,51

No 145 9 (6,2%) 63 (43,4%) 73 (50,3%)


Incontinencia
p=0,09
de orina
Sí 12 3 (25%) 4 (33,3%) 5 (41,7%)

p=p valor

104
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 22: Influencia de la satisfacción con la imagen corporal sobre la existencia de


trastorno en el Deseo

Se siente satisfecha con su


n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno
imagen corporal

Poco o nada 38 2 (5,3%) 24 (63,2%) 12 (31,6%)

Suficiente 28 3 (10,7%) 10 (35,7%) 15 (53,6%)

Bien 76 5 (6,6%) 30 (39,5%) 41 (53,9%)

Muy satisfecha 15 2 (13,3%) 3 (20%) 10 (66,7%)

p=0,03

Tabla 23: Influencia del nivel de estudios sobre la existencia de trastorno en la Excitación

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Sin estudios 14 1 (7,1%) 5 (35,7%) 8 (57,1%)

Primarios 84 6 (7,1%) 25 (29,8%) 53 (63,1%)

Secundarios 39 0 (0%) 5 (12,8%) 34 (87,2%)

Universitarios 18 0 (0%) 3 (16,7%) 15 (83,3%)

p=0,001

105
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 24: Influencia de las enfermedades que pueden afectar a la función sexual sobre la
existencia de trastorno en la Excitación

Trastorno Trastorno
n Sin trastorno
grave moderado

Enfermedad No 106 5 (4,7%) 23 (21,7%) 78 (73,6%)


p=0,47
conjunto Sí 49 2 (4,1%) 15 (30,6%) 32 (65,3%)

No 126 5 (4%) 33 (26,2%) 88 (69,8%)


HTA p=0,51
Sí 29 2 (6,9%) 5 (17,2%) 22 (75,9%)

No 143 7 (4,9%) 34 (23,8%) 102 (71,3%)


Depresión
p=0,72
Sí 12 0 (0%) 4 (33,3%) 8 (66,7%)

No 146 7 (4,8%) 35 (24%) 104 (71,2%)


Artrosis/artritis
Sí 9 0 (0%) 3 (33,3%) 6 (66,7%) p=0,79

No 149 7 (4,7%) 37 (24,8%) 105 (70,5%)


Alteraciones
tiroideas p=1,00
Sí 6 0 (0%) 1 (16,7%) 5 (83,3%)

No 151 7 (4,6%) 34 (22,5%) 110 (72,8%)


Diabetes p=0,008
Sí 4 0 (0%) 4 (100%) 0 (0%)

No 153 6 (3,9%) 38 (24,8%) 109 (71,2%)


Cardiopatía p=0,14
Sí 2 1 (50%) 0 (0%) 1 (50%)

p=p valor

106
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 25: Influencia del nivel de estudios sobre la existencia de trastorno en la Lubricación

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Sin estudios 14 3 (21,4%) 2 (14,3%) 9 (64,3%)

Primarios 84 10 (11,9%) 14 (16,7%) 60 (71,4%)

Secundarios 39 2 (5,1%) 3 (7,7%) 34 (87,2%)

Universitarios 18 0 (0%) 3 (16,7%) 15 (83,3%)

p = 0,02

Tabla 26: Influencia de la indicación de la histerectomía sobre la existencia de trastorno en


la Lubricación

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Indicación Uterina 94 4 (4,3%) 15 (16%) 75 (79,8%)

conjunto SP 61 11 (18%) 7 (11,5%) 43 (70,5%)

p=0,02; SP: suelo pélvico

107
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 27: Influencia de los síntomas antes de la histerectomía sobre la existencia de


trastorno en la Lubricación

Trastorno
n Trastorno grave Sin trastorno
moderado

Síntomas No 9 1 (11,1%) 3 (33,3%) 5 (55,6%)


p=0,11
conjunto Sí 146 14 (9,6%) 19 (13%) 113 (77,4%)

No 87 11 (12,6%) 12 (13,8%) 64 (73,6%)


Metrorragia p=0,37
Sí 68 4 (5,9%) 10 (14,7%) 54 (79,4%)

No 94 4 (4,3%) 15 (16%) 75 (79,8%)


Sensación bulto p=0,02
Sí 61 11 (18%) 7 (11,5%) 43 (70,5%)

No 105 13 (12,4%) 14 (13,3%) 78 (74,3%)


Dolor abdominal p=0,27
Sí 50 2 (4%) 8 (16%) 40 (80%)

No 120 14 (11,7%) 16 (13,3%) 90 (75%)


Síntomas por
p=0,31
compresión
Sí 35 1 (2,9%) 6 (17,1%) 28 (80%)

No 149 14 (9,4%) 22 (14,8%) 113 (75,8%)


Dispareunia p=0,58
Sí 6 1 (16,7%) 0 (0%) 5 (83,3%)

No 143 12 (8,4%) 21 (14,7%) 110 (76,9%)


Incontinencia de
p=0,16
orina
Sí 12 3 (25%) 1 (8,3%) 8 (66,7%)

p=p valor

Tabla 28: Influencia de la edad sobre la existencia de trastorno en el Orgasmo

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Menor de 55 a 111 8 (7,2%) 17 (15,3%) 86 (77,5%)

Mayor de 55 a 43 8 (18,6%) 3 (7%) 32 (74,4%)

p=0,05; a: años

108
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 29: Influencia de la profesión sobre la existencia de trastorno en el Orgasmo

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Paro 11 0 (0%) 2 (18,2%) 9 (81,8%)

Ama de casa 53 9 (17%) 9 (17%) 35 (66%)

Trabajo
77 3 (3,9%) 7 (9,1%) 67 (87%)
remunerado

Jubilada 12 3 (25%) 2 (16,7%) 7 (58,3%)

p=0,02

Tabla 30: Influencia del nivel de estudios sobre la existencia de trastorno en el Orgasmo

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Sin estudios 14 4 (28,6%) 2 (14,3%) 8 (57,1%)

Primarios 83 11 (13,3%) 13 (15,7%) 59 (71,1%)

Secundarios 39 1 (2,6%) 3 (7,7%) 35 (89,7%)

Universitarios 18 0 (0%) 2 (11,1%) 16 (88,9%)

p = 0,04

109
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 31: Influencia de las enfermedades que pueden afectar a la función sexual sobre la
existencia de trastorno en el Orgasmo

Trastorno Trastorno
n Sin trastorno
grave moderado

Enfermedad No 106 8 (7,5%) 10 (9,4%) 88 (83%)


p=0,02
conjunto Sí 48 8 (16,7%) 10 (20,8%) 30 (62,5%)

No 126 13 (10,3%) 14 (11,1%) 99 (78,6%)


HTA p=0,31
Sí 28 3 (10,7%) 6 (21,4%) 19 (67,9%)

No 142 15 (10,6%) 15 (10,6%) 112 (78,9%)


Depresión
p=0,01
Sí 12 1 (8,3%) 5 (41,7%) 6 (50%)

No 145 15 (10,3%) 17 (11,7%) 113 (77,9%)


Artrosis/artritis p=0,10
Sí 9 1 (11,1%) 3 (33,3%) 5 (55,6%)

No 148 15 (10,1%) 20 (13,5%) 113 (76,4%)


Alteraciones
p=0,58
tiroideas
Sí 6 1 (16,7%) 0 (0%) 5 (83,3%)

No 150 13 (8,7%) 20 (13,3%) 117 (78%)


Diabetes p=0,004
Sí 4 3 (75%) 0 (0%) 1 (25%)

No 152 15 (9,9%) 20 (13,2%) 117 (77%)


p=0,21
Cardiopatía
Sí 2 1 (50%) 0 (0%) 1 (50%)

p=p valor

110
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 32: Influencia de los tratamientos que pueden afectar a la función sexual sobre la
existencia de trastorno en el Orgasmo

Trastorno Trastorno
n Sin trastorno
grave moderado

Tratamiento No 108 10 (9,3%) 10 (9,3%) 88 (81,5%)


p=0,06
conjunto Sí 46 6 (13%) 10 (21,7%) 30 (65,2%)

No 125 13 (10,4%) 14 (11,2%) 98 (78,4%)


Antihipertensivos p=0,37
Sí 29 3 (10,3%) 6 (20,7%) 20 (69%)

No 142 15 (10,6%) 15 (10,6%) 112 (78,9%)


Antidepresivos
p=0,01
Sí 12 1 (8,3%) 5 (41,7%) 6 (50%)

No 143 14 (9,8%) 16 (11,2%) 113 (79%)


p=0,02
Benzodiacepinas
Sí 11 2 (18,2%) 4 (36,4%) 5 (45,5%)

No 153 15 (9,8%) 20 (13,1%) 118 (77,1%)


Digitálicos p=0,10
Sí 1 1 (100%) 0 (0%) 0 (0%)

No 152 15 (9,9%) 20 (13,2%) 117 (77%)


Antiepilépticos p=0,21
Sí 2 1 (50%) 0 (0%) 1 (50%)

No 152 16 (10,5%) 20 (13,2%) 116 (76,3%)


Estrógenos p=1,00
Sí 2 0 (0%) 0 (0%) 2 (100%)

p=p valor

Tabla 33: Influencia de la menopausia sobre la existencia de trastorno en el Orgasmo

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

No 100 6 (6%) 17 (17%) 77 (77%)

Sí 54 10 (18,5%) 3 (5,6%) 41 (75,9%)

p=0,01

111
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 34: Influencia de la satisfacción con la imagen corporal sobre la existencia de


trastorno en el Orgasmo

Se siente satisfecha
con su imagen n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno
corporal

Poco o nada 37 3 (8,1%) 11 (29,7%) 23 (62,2%)

Suficiente 28 4 (14,3%) 4 (14,3%) 20 (71,4%)

Bien 74 9 (12,2%) 5 (6,8%) 60 (81,1%)

Muy satisfecha 15 0 (0%) 0 (0%) 15 (100%)

p=0,006

Tabla 35: Influencia de la menopausia sobre la existencia de problemas con la Penetración


vaginal

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

No 100 0 (0%) 13 (13%) 87 (87%)

Sí 54 3 (5,6%) 6 (11,1%) 45 (83,3%)

p=0,06

Tabla 36: Influencia de la indicación de la histerectomía sobre la existencia de problemas


con la Penetración vaginal

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Indicación Uterina 94 0 (0%) 13 (13,8%) 81 (86,2%)

conjunto SP 60 3 (5%) 6 (10%) 51 (85%)

p=0,08; SP: suelo pélvico

112
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 37: Influencia de los síntomas antes de la histerectomía sobre la existencia de problemas
con la Penetración vaginal

Trastorno Trastorno
n Sin trastorno
grave moderado

Síntomas No 9 0 (0%) 1 (11,1%) 8 (88,9%)


p=1,00
conjunto Sí 145 3 (2,1%) 18 (12,4%) 124 (85,5%)

No 86 3 (3,5%) 10 (11,6%) 73 (84,9%)


Metrorragia p=0,39
Sí 68 0 (0%) 9 (13,2%) 59 (86,8%)

No 94 0 (0%) 13 (13,8%) 81 (86,2%)


Sensación
p=0,08
bulto
Sí 60 3 (5%) 6 (10%) 51 (85%)

No 104 2 (1,9%) 12 (11,5%) 90 (86,5%)


Dolor
p=0,90
abdominal
Sí 50 1 (2%) 7 (14%) 42 (84%)

No 119 2 (1,7%) 13 (10,9%) 104 (87,4%)


Síntomas por
p=0,39
compresión
Sí 35 1 (2,9%) 6 (17,1%) 28 (80%)

No 148 2 (1,4%) 18 (12,2%) 128 (86,5%)


Dispareunia p=0,07
Sí 6 1 (16,7%) 1 (16,7%) 4 (66,7%)

No 142 3 (2,1%) 18 (12,7%) 121 (85,2%)


Incontinencia
p=1,00
de orina
Sí 12 0 (0%) 1 (8,3%) 11 (91,7%)

p=p valor

113
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 38: Influencia del nivel de estudios sobre la existencia de trastorno en la Ansiedad
anticipatoria

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Sin estudios 14 3 (21,4%) 1 (7,1%) 10 (71,4%)

Primarios 83 12 (14,5%) 9 (10,8%) 62 (74,7%)

Secundarios 39 0 (0%) 2 (5,1%) 37 (94,9%)

Universitarios 19 0 (0%) 2 (10,5%) 17 (89,5%)

p = 0,02

114
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 39: Influencia de los síntomas antes de la histerectomía sobre la existencia de


trastorno en la Ansiedad anticipatoria

Trastorno Trastorno
n Sin trastorno
grave moderado

Síntomas No 9 1 (11,1%) 0 (0%) 8 (88,9%)


p=1,00
conjunto Sí 146 14 (9,6%) 14 (9,6%) 118 (80,8%)

No 87 9 (10,3%) 5 (5,7%) 73 (83,9%)


Metrorragia p=0,29
Sí 68 6 (8,8%) 9 (13,2%) 53 (77,9%)

No 95 5 (5,3%) 9 (9,5%) 81 (85,3%)


Sensación
p=0,06
bulto
Sí 60 10 (16,7%) 5 (8,3%) 45 (75%)

No 105 12 (11,4%) 9 (8,6%) 84 (80%)


Dolor
p=0,59
abdominal
Sí 50 3 (6%) 5 (10%) 42 (84%)

No 119 12 (10,1%) 11 (9,2%) 96 (80,7%)


Síntomas por
p=1,00
compresión
Sí 36 3 (8,3%) 3 (8,3%) 30 (83,3%)

No 149 14 (9,4%) 14 (9,4%) 121 (81,2%)


Dispareunia p=0,71
Sí 6 1 (16,7%) 0 (0%) 5 (83,3%)

No 143 13 (9,1%) 13 (9,1%) 117 (81,8%)


Incontinencia
p=0,62
de orina
Sí 12 2 (16,7%) 1 (8,3%) 9 (75%)

p=p valor

115
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 40: Influencia de la satisfacción con la imagen corporal sobre la existencia de


trastorno en la Ansiedad anticipatoria

Satisfecha con su
n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno
imagen corporal

Poco o nada 38 6 (15,8%) 3 (7,9%) 29 (76,3%)

Suficiente 28 2 (7,1%) 5 (17,9%) 21 (75%)

Bien 74 7 (9,5%) 6 (8,1%) 61 (82,4%)

Muy satisfecha 15 0 (0%) 0 (0%) 15 (100%)

p=0,05

Tabla 41: Influencia de la satisfacción con su papel como mujer sobre la existencia de
trastorno en la Ansiedad anticipatoria

Satisfecha con su
n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno
papel como mujer

Poco o nada 12 3 (25%) 2 (16,7%) 7 (58,3%)

Suficiente 15 1 (6,7%) 3 (20%) 11 (73,3%)

Bien 80 9 (11,3%) 8 (10%) 63 (78,8%)

Muy satisfecha 48 2 (4,2%) 1 (2,1%) 45 (93,8%)

p=0,002

116
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 42: Influencia de la edad sobre la Iniciativa sexual

n Ausencia de iniciativa Moderada iniciativa Buena iniciativa

Menor de 55 a 112 23 (20,5%) 35 (31,3%) 54 (48,2%)

Mayor de 55 a 44 22 (50%) 14 (31,8%) 8 (18,2%)

p=0,0001; a: años

Tabla 43: Influencia de la profesión sobre la Iniciativa sexual

n Ausencia de iniciativa Moderada iniciativa Buena iniciativa

Paro 11 0 (0%) 4 (36,4%) 7 (63,6%)

Ama de casa 53 19 (35,8%) 20 (37,7%) 14 (26,4%)

Trabajo
77 16 (20,8%) 22 (28,6%) 39 (50,6%)
remunerado

Jubilada 14 10 (71,4%) 3 (21,4%) 1 (7,1%)

p=0,0001

117
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 44: Influencia del nivel de estudios sobre la Iniciativa sexual

n Ausencia de iniciativa Moderada iniciativa Buena iniciativa

Sin estudios 14 7 (50%) 5 (35,7%) 2 (14,3%)

Primarios 84 28 (33,3%) 28 (33,3%) 28 (33,3%)

Secundarios 39 5 (12,8%) 10 (25,6%) 24 (61,5%)

Universitarios 19 5 (26,3%) 6 (31,6%) 8 (42,1%)

p = 0,02

118
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 45: Influencia de las enfermedades que pueden afectar a la función sexual sobre la
Iniciativa sexual

Ausencia de Moderada Buena


n
iniciativa iniciativa iniciativa

Enfermedad No 106 25 (23,6%) 33 (31,1%) 48 (45,3%)


p=0,05
conjunto Sí 50 20 (40%) 16 (32%) 14 (28%)

No 126 35 (27,8%) 37 (29,4%) 54 (42,9%)


HTA p=0,25
Sí 30 10 (33,3%) 12 (40%) 8 (26,7%)

No 143 40 (28%) 43 (30,1%) 60 (42%)


Depresión p=0,16
Sí 13 5 (38,5%) 6 (46,2%) 2 (15,4%)

No 147 41 (27,9%) 46 (31,3%) 60 (40,8%)


Artrosis/artritis p=0,42
Sí 9 4 (44,4%) 3 (33,3%) 2 (22,2%)

No 150 43 (28,7%) 48 (32%) 59 (39,3%)


Alteraciones
p=0,76
tiroideas
Sí 6 2 (33,3%) 1 (16,7%) 3 (50%)

No 151 41 (27,2%) 49 (32,5%) 61 (40,4%)


Diabetes p=0,03
Sí 5 4 (80%) 0 (0%) 1 (20%)

No 154 44 (28,6%) 48 (31,2%) 62 (40,3%)


Cardiopatía p=0,51
Sí 2 1 (50%) 1 (50%) 0 (0%)

p=p valor

Tabla 46: Influencia de la menopausia sobre la Iniciativa sexual

n Ausencia de iniciativa Moderada iniciativa Buena iniciativa

No 101 20 (19,8%) 31 (30,7%) 50 (49,5%)

Sí 55 25 (45,5%) 18 (32,7%) 12 (21,8%)

p=0,001

119
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 47: Influencia de la indicación de la histerectomía sobre la Iniciativa sexual

Ausencia de
n Moderada iniciativa Buena iniciativa
iniciativa

Indicación Uterina 95 22 (23,2%) 27 (28,4%) 46 (48,4%)

conjunto SP 61 23 (37,7%) 22 (36,1%) 16 (26,2%)

p=0,01; SP: suelo pélvico

Tabla 48: Influencia de los síntomas antes de la histerectomía sobre la Iniciativa sexual

Ausencia Moderada Buena


n
iniciativa iniciativa iniciativa

Síntomas No 9 3 (33,3%) 0 (0%) 6 (66,7%)


p=0,06
conjunto Sí 147 42 (28,6%) 49 (33,3%) 56 (38,1%)

No 88 29 (33%) 26 (29,5%) 33 (37,5%)


Metrorragia p=0,43
Sí 68 16 (23,5%) 23 (33,8%) 29 (42,6%)

No 95 22 (23,2%) 26 (27,4%) 47 (49,5%)


Sensación
p=0,008
bulto
Sí 61 23 (37,7%) 23 (37,7%) 15 (24,6%)

No 106 34 (32,1%) 35 (33%) 37 (34,9%)


Dolor
p=0,17
abdominal
Sí 50 11 (22%) 14 (28%) 25 (50%)

No 120 36 (30%) 37 (30,8%) 47 (39,2%)


Síntomas por
p=0,85
compresión
Sí 36 9 (25%) 12 (33,3%) 15 (41,7%)

No 150 44 (29,3%) 47 (31,3%) 59 (39,3%)


Dispareunia p=0,87
Sí 6 1 (16,7%) 2 (33,3%) 3 (50%)

No 144 41 (28,5%) 42 (29,2%) 61 (42,4%)


Incontinencia
p=0,03
de orina
Sí 12 4 (33,3%) 7 (58,3%) 1 (8,3%)

p=p valor

120
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 49: Influencia de la satisfacción con su papel como mujer sobre la Iniciativa sexual

Satisfecha con su
n Ausencia de iniciativa Moderada iniciativa Buena iniciativa
papel como mujer

Poco o nada 12 5 (41,7%) 5 (41,7%) 2 (16,7%)

Suficiente 15 3 (20%) 8 (53,3%) 4 (26,7%)

Bien 81 26 (32,1%) 23 (28,4%) 32 (39,5%)

Muy satisfecha 48 11 (22,9%) 13 (27,1%) 24 (50%)

p=0,05

Tabla 50: Influencia de la edad sobre la Confianza para comunicar preferencias sexuales a la
pareja

n Ausencia de confianza Moderada confianza Buena confianza

Menor de 55 a 112 7 (6,3%) 13 (11,6%) 92 (82,1%)

Mayor de 55 a 45 9 (20%) 11 (24,4%) 25 (55,6%)

p=0,002; a: años

121
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 51: Influencia del nivel de estudios sobre la Confianza para comunicar preferencias
sexuales a la pareja

n Ausencia de confianza Moderada confianza Buena confianza

Sin estudios 14 2 (14,3%) 5 (35,7%) 7 (50%)

Primarios 85 11 (12,9%) 17 (20%) 57 (67,1%)

Secundarios 39 2 (5,1%) 0 (0%) 37 (94,9%)

Universitarios 19 1 (5,3%) 2 (10,5%) 16 (84,2%)

p = 0,002

122
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 52: Influencia de las enfermedades que pueden afectar a la función sexual sobre la
Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja

Ausencia de Moderada Buena


n
confianza confianza confianza

Enfermedad No 107 6 (5,6%) 14 (13,1%) 87 (81,3%)


p=0,006
conjunto Sí 50 10 (20%) 10 (20%) 30 (60%)

No 127 12 (9,4%) 18 (14,2%) 97 (76,4%)


HTA p=0,50
Sí 30 4 (13,3%) 6 (20%) 20 (66,7%)

No 144 12 (8,3%) 21 (14,6%) 111 (77,1%)


Depresión p=0,02
Sí 13 4 (30,8%) 3 (23,1%) 6 (46,2%)

No 148 16 (10,8%) 22 (14,9%) 110 (74,3%)


Artrosis/artritis p=0,60
Sí 9 0 (0%) 2 (22,2%) 7 (77,8%)

No 151 15 (9,9%) 23 (15,2%) 113 (74,8%)


Alteraciones
p=0,61
tiroideas
Sí 6 1 (16,7%) 1 (16,7%) 4 (66,7%)

No 152 15 (9,9%) 22 (14,5%) 115 (75,7%)


Diabetes p=0,10
Sí 5 1 (20%) 2 (40%) 2 (40%)

No 155 16 (10,3%) 23 (14,8%) 116 (74,8%)


Cardiopatía p=0,43
Sí 2 0 (0%) 1 (50%) 1 (50%)

p=p valor

123
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 53: Influencia de los tratamientos que pueden afectar a la función sexual sobre la
Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja

Ausencia de Moderada Buena


n
confianza confianza confianza

Tratamiento No 109 8 (7,3%) 16 (14,7%) 85 (78%)


p=0,18
conjunto Sí 48 8 (16,7%) 8 (16,7%) 32 (66,7%)

No 126 12 (9,5%) 18 (14,3%) 96 (76,2%)


Antihipertensivos p=0,55
Sí 31 4 (12,9%) 6 (19,4%) 21 (67,7%)

No 144 12 (8,3%) 21 (14,6%) 111 (77,1%)


Antidepresivos p=0,01
Sí 13 4 (30,8%) 3 (23,1%) 6 (46,2%)

No 145 14 (9,7%) 22 (15,2%) 109 (75,2%)


Benzodiacepinas p=0,60
Sí 12 2 (16,7%) 2 (16,7%) 8 (66,7%)

No 156 16 (10,3%) 24 (15,4%) 116 (74,4%)


Digitálicos p=1,00
Sí 1 0 (0%) 0 (0%) 1 (100%)

No 155 16 (10,3%) 24 (15,5%) 115 (74,2%)


Antiepilépticos p=1,00
Sí 2 0 (0%) 0 (0%) 2 (100%)

No 155 16 (10,3%) 24 (15,5%) 115 (74,2%)


Estrógenos p=1,00
Sí 2 0 (0%) 0 (0%) 2 (100%)

p=p valor

124
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 54: Relación entre al apoyo de la pareja ante la histerectomía con la Confianza para
comunicar preferencias sexuales a la pareja

Se siente apoyada
por su pareja ante n Ausencia de confianza Moderada confianza Buena confianza
la histerectomía

Poco o nada 8 1 (12,5%) 4 (50%) 3 (37,5%)

Suficiente 11 1 (9,1%) 3 (27,3%) 7 (63,6%)

Bien 40 9 (22,5%) 6 (15%) 25 (62,5%)

Muy apoyada 86 5 (5,8%) 11 (12,8%) 70 (81,4%)

p=0,007

Tabla 55: Influencia de la edad sobre la Capacidad de disfrutar con la actividad sexual

n Incapaz Moderada capacidad Buena capacidad

Menor de 55 a 111 3 (2,7%) 21 (18,9%) 87 (78,4%)

Mayor de 55 a 43 7 (16,3%) 5 (11,6%) 31 (72,1%)

p=0,007; a: años

125
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 56: Influencia del nivel de estudios sobre la Capacidad de disfrutar con la actividad
sexual

n Incapaz Moderada capacidad Buena capacidad

Sin estudios 14 4 (28,6%) 2 (14,3%) 8 (57,1%)

Primarios 83 6 (7,2%) 17 (20,5%) 60 (72,3%)

Secundarios 39 0 (0%) 5 (12,8%) 34 (87,2%)

Universitarios 18 0 (0%) 2 (11,1%) 16 (88,9%)

p = 0,02

126
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 57: Influencia de las enfermedades que pueden afectar a la función sexual sobre la
Capacidad de disfrutar con la actividad sexual

Moderada Buena
n Incapaz
capacidad capacidad

Enfermedad No 106 3 (2,8%) 15 (14,2%) 88 (83%)


p=0,006
conjunto Sí 48 7 (14,6%) 11 (22,9%) 30 (62,5%)

No 126 7 (5,6%) 20 (15,9%) 99 (78,6%)


HTA p=0,34
Sí 28 3 (10,7%) 6 (21,4%) 19 (67,9%)

No 142 9 (6,3%) 21 (14,8%) 112 (78,9%)


Depresión
p=0,03
Sí 12 1 (8,3%) 5 (41,7%) 6 (50%)

No 145 9 (6,2%) 23 (15,9%) 113 (77,9%)


Artrosis/artritis p=0,18
Sí 9 1 (11,1%) 3 (33,3%) 5 (55,6%)

No 148 9 (6,1%) 26 (17,6%) 113 (76,4%)


Alteraciones
p=0,25
tiroideas
Sí 6 1 (16,7%) 0 (0%) 5 (83,3%)

No 150 8 (5,3%) 24 (16%) 118 (78,7%)


Diabetes p=0,002
Sí 4 2 (50%) 2 (50%) 0 (0%)

No 152 9 (5,9%) 26 (17,1%) 117 (77%)


Cardiopatía p=0,14
Sí 2 1 (50%) 0 (0%) 1 (50%)

p=p valor

127
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 58: Influencia de los tratamientos que pueden afectar a la función sexual sobre la
Capacidad de disfrutar con la actividad sexual

Moderada Buena
n Incapaz
capacidad capacidad

Tratamiento No 108 5 (4,6%) 16 (14,8%) 87 (80,6%)


p=0,16
conjunto Sí 46 5 (10,9%) 10 (21,7%) 31 (67,4%)

No 125 7 (5,6%) 20 (16%) 98 (78,4%)


Antihipertensivos p=0,41
Sí 29 3 (10,3%) 6 (20,7%) 20 (69%)

No 142 9 (6,3%) 21 (14,8%) 112 (78,9%)


Antidepresivos p=0,03
Sí 12 1 (8,3%) 5 (41,7%) 6 (50%)

No 143 9 (6,3%) 22 (15,4%) 112 (78,3%)


Benzodiacepinas p=0,11
Sí 11 1 (9,1%) 4 (36,4%) 6 (54,5%)

No 153 9 (5,9%) 26 (17%) 118 (77,1%)


Digitálicos p=0,06
Sí 1 1 (100%) 0 (0%) 0 (0%)

No 152 9 (5,9%) 26 (17,1%) 117 (77%)


Antiepilépticos p=0,14
Sí 2 1 (50%) 0 (0%) 1 (50%)

No 152 10 (6,6%) 26 (17,1%) 116 (76,3%)


Estrógenos p=1,00
Sí 2 0 (0%) 0 (0%) 2 (100%)

p=p valor

Tabla 59: Influencia de la menopausia sobre la Capacidad de disfrutar con la actividad


sexual

n Incapaz Moderada capacidad Buena capacidad

No 100 2 (2%) 21 (21%) 77 (77%)

Sí 54 8 (14,8%) 5 (9,3%) 41 (75,9%)

p=0,003

128
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 60: Influencia de la indicación de la histerectomía sobre la Capacidad de disfrutar con


la actividad sexual

n Incapaz Moderada capacidad Buena capacidad

Indicación Uterina 94 2 (2,1%) 18 (19,1%) 74 (78,7%)

conjunto SP 60 8 (13,3%) 8 (13,3%) 44 (73,3%)

p=0,01; SP: suelo pélvico

Tabla 61: Influencia de los síntomas antes de la histerectomía sobre la Capacidad de


disfrutar con la actividad sexual

Moderada
n Incapaz Buena capacidad
capacidad

Síntomas No 9 0 (0%) 2 (22,2%) 7 (77,8%)


p=0,82
conjunto Sí 145 10 (6,9%) 24 (16,6%) 111 (76,6%)

No 86 7 (8,1%) 14 (16,3%) 65 (75,6%)


Metrorragia p=0,69
Sí 68 3 (4,4%) 12 (17,6%) 53 (77,9%)

No 94 2 (2,1%) 18 (19,1%) 74 (78,7%)


Sensación
p=0,01
bulto
Sí 60 8 (13,3%) 8 (13,3%) 44 (73,3%)

No 104 9 (8,7%) 19 (18,3%) 76 (73,1%)


Dolor
p=0,21
abdominal
Sí 50 1 (2%) 7 (14%) 42 (84%)

No 119 7 (5,9%) 23 (19,3%) 89 (74,8%)


Síntomas por
p=0,30
compresión
Sí 35 3 (8,6%) 3 (8,6%) 29 (82,9%)

No 148 9 (6,1%) 25 (16,9%) 114 (77%)


Dispareunia p=0,37
Sí 6 1 (16,7%) 1 (16,7%) 4 (66,7%)

No 142 10 (7%) 23 (16,2%) 109 (76,8%)


Incontinencia
p=0,53
de orina
Sí 12 0 (0%) 3 (25%) 9 (75%)

p=p valor

129
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 62: Influencia de la satisfacción con la imagen corporal sobre la Capacidad de


disfrutar con la actividad sexual

Satisfecha con su
n Incapaz Moderada capacidad Buena capacidad
imagen corporal

Nada 37 2 (5,4%) 10 (27%) 25 (67,6%)

Bastante 28 2 (7,1%) 7 (25%) 19 (67,9%)

Bien 74 6 (8,1%) 9 (12,2%) 59 (79,7%)

Muy satisfecha 15 0 (0%) 0 (0%) 15 (100%)

p=0,01

130
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 63: Influencia de las enfermedades que pueden afectar a la función sexual sobre la
Satisfacción con su vida sexual en general

Moderada Buena
n Insatisfacción
satisfacción satisfacción

Enfermedad No 107 6 (5,6%) 7 (6,5%) 94 (87,9%)


p=0,74
conjunto Sí 48 3 (6,3%) 5 (10,4%) 40 (83,3%)

No 127 7 (5,5%) 9 (7,1%) 111 (87,4%)


HTA p=0,58
Sí 28 2 (7,1%) 3 (10,7%) 23 (82,1%)

No 142 8 (5,6%) 9 (6,3%) 125 (88%)


Depresión p=0,07
Sí 13 1 (7,7%) 3 (23,1%) 9 (69,2%)

No 146 9 (6,2%) 11 (7,5%) 126 (86,3%)


Artrosis/artritis p=0,74
Sí 9 0 (0%) 1 (11,1%) 8 (88,9%)

No 149 9 (5,7%) 12 (7,5%) 128 (86,8%)


Alteraciones
p=1,00
tiroideas
Sí 6 0 (0%) 0 (0%) 6 (100%)

No 150 7 (4,7%) 12 (8%) 131 (87,3%)


Diabetes p=0,03
Sí 5 2 (40%) 0 (0%) 3 (60%)

No 154 9 (5,8%) 12 (7,8%) 133 (86,4%)


Cardiopatía p=1,00
Sí 1 0 (0%) 0 (0%) 1 (100%)

p=p valor

131
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 64: Influencia de la satisfacción con la imagen corporal sobre la Satisfacción con su
vida sexual en general

Satisfecha con su
n Insatisfacción Moderada satisfacción Buena satisfacción
imagen corporal

Poco o nada 39 4 (10,3%) 7 (17,9%) 28 (71,8%)

Suficiente 28 1 (3,6%) 3 (10,7%) 24 (85,7%)

Bien 73 3 (4,1%) 1 (1,4%) 69 (94,5%)

Muy satisfecha 15 1 (6,7%) 1 (6,7%) 13 (86,7%)

p=0,01

132
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 65: Influencia de las enfermedades que pueden afectar a la función sexual sobre la
Frecuencia de actividad sexual (veces/mes)

n 1-2 3-4 5-8 9 - 12 > 12

N 106 38 (35,8%) 31 (29,2%) 23 (21,7%) 5 (4,7%) 9 (8,5%)


Enferme-
p=0,15
dad S 48 24 (50%) 13 (27,1%) 8 (16,7%) 3 (6,3%) 0 (0%)

N 126 50 (39,7%) 35 (27,8%) 25 (19,8%) 7 (5,6%) 9 (7,1%)


HTA p=0,76
S 28 12 (42,9%) 9 (32,1%) 6 (21,4%) 1 (3,6%) 0 (0%)

N 141 53 (37,6%) 40 (28,4%) 31 (22%) 8 (5,7%) 9 (6,4%)


Depresión p=0,008
S 13 9 (69,2%) 4 (30,8%) 0 (0%) 0 (0%) 0 (0%)

N 145 58 (40%) 41 (28,3%) 30 (20,7%) 7 (4,8%) 9 (6,2%)


Artrosis/
p=0,73
artritis
S 9 4 (44,4%) 3 (33,3%) 1 (11,1%) 1 (11%) 0 (0%)

N 148 60 (40,5%) 44 (29,7%) 28 (18,9%) 7 (4,7%) 9 (6,1%)


Alteración
p=0,14
tiroidea
S 6 2 (33,3%) 0 (0%) 3 (50%) 1 (16%) 0 (0%)

N 149 61 (40,9%) 40 (26,8%) 31 (20,8%) 8 (5,4%) 9 (6%)


Diabetes p=0,24
S 5 1 (20%) 4 (80%) 0 (0%) 0 (0%) 0 (0%)

N 153 61 (39,9%) 44 (28,8%) 31 (20,3%) 8 (5,2%) 9 (5,9%)


Cardiopat. p=1,00
S 1 1 (100%) 0 (0%) 0 (0%) 0 (0%) 0 (0%)

p=p valor; N: no; S: sí; Cardiopat: cardiopatía

133
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 66: Influencia de los tratamientos que pueden afectar a la función sexual sobre la
Frecuencia de actividad sexual (veces/mes)

n 1-2 3-4 5-8 9 - 12 > 12

N 108 40 (37%) 30 (27,8%) 24 (22,2%) 7 (6,5%) 7 (6,5%)


Tto. p=0,58
S 46 22 (47,8%) 14 (30,4%) 7 (15,2%) 1 (2,2%) 2 (4,3%)

N 125 50 (40%) 34 (27,2%) 25 (20%) 7 (5,6%) 9 (7,2%)


Antihipert. p=0,69
S 29 12 (41,4%) 10 (34,5%) 6 (20,7%) 1 (3,4%) 0 (0%)

N 141 53 (37,6%) 40 (28,4%) 31 (22%) 8 (5,7%) 9 (6,4%)


Antidepres. p=0,008
S 13 9 (69,2%) 4 (30,8%) 0 (0%) 0 (0%) 0 (0%)

N 142 56 (39,4%) 40 (28,2%) 30 (21,1%) 8 (5,6%) 8 (5,6%)


BZP p=0,72
S 12 6 (50%) 4 (33,3%) 1 (8,3%) 0 (0%) 1 (8,3%)

N 152 61 (40,1%) 43 (28,3%) 31 (20,4%) 8 (5,3%) 9 (5,9%)


Antiepilép. p=1,00
S 2 1 (50%) 1 (50%) 0 (0%) 0 (0%) 0 (0%)

N 152 62 (40,8%) 43 (28,3%) 31 (20,4%) 8 (5,3%) 8 (5,3%)


Estrógenos p=0,12
S 2 0 (0%) 1 (50%) 0 (0%) 0 (0%) 1 (50%)

p=p valor; N: no; S: sí; Tto: tratamiento; Antihipert.: antihipertensivos; Antidepres.: antidepresivos; BZP: benzodiacepinas;
Antiepilep.: antiepilépticos

134
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Calidad vida PCS (componente físico) y Calidad de vida MCS (componente mental)
Sobre el componente físico de la Calidad de vida (PCS) influye la profesión, a
expensas del grupo de jubiladas, sobre todo al compararlas con las mujeres con trabajo
remunerado cuya media es mayor. También repercuten negativamente la depresión y tomar
tratamientos con posible repercusión sobre la función sexual, concretamente los
antidepresivos, las benzodiacepinas y los digitálicos (Tabla 68). Las pacientes con
sintomatología antes de la histerectomía tienen una puntuación menor en el componente
físico de la Calidad de vida (Tabla 69), concretamente influye negativamente el dolor
abdominal. La satisfacción con la imagen corporal y con el papel como mujer influye
sobre el componente físico de la Calidad de vida, teniendo una menor media en la
puntuación las que están poco o nada satisfechas con su imagen corporal o con su papel
como mujer.
Sobre la Calidad de vida MCS influye la edad, las mayores de 55 años tienen menor
MCS (Tabla 67), padecer depresión repercute negativamente, así como tomar
antidepresivos (Tabla 68). La metrorragia también influye negativamente. Sin embargo,
la menopausia influye de manera positiva (Tabla 69). Cuando la indicación de la
histerectomía es por patología de suelo pélvico la media del componente mental de la
Calidad de vida es mayor (Tabla 69) y las mujeres con sensación de bulto en genitales
presentan una media mayor en el MCS, lo cual coincide con la indicación por patología de
suelo pélvico.

Tabla 67: Influencia de la edad sobre PCS y/o MCS

Media PCS p valor Media MCS p valor

< de 55a 44,49 (±10,17) 44,94 (±10,80)


Edad p=0,75 p=0,0001
> de 55a 45,02 (±9,65) 52,29 (±8,56)

PCS: componente físico de la Calidad de vida; MCS: componente mental de la Calidad de vida; a: años

135
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 68: Enfermedades y tratamientos que influyen de manera significativa sobre PCS y/o
MCS

Media PCS p valor Media MCS p valor

No 45,25 (±9,88) 47,85 (±10,47)


Depresión p=0,01 p=0,006
Sí 38,13 (±9,11) 39,63 (±10,71)

No 46,17 (±9,69) 47,34 (±10,14)


Toma de
p=0,005 p=0,74
tratamientos
Sí 41,51 (±9,95) 46,76 (±11,87)

No 44,82 (±9,93) 47,21 (±10,76)


Digitálicos p=0,04 p=0,58
Sí 30,80 (±1,88) 43,05 (±1,65)

No 45,25 (±9,88) 47,85 (±10,47)


Antidepresivos p=0,01 p=0,006
Sí 38,13 (±9,11) 39,63 (±10,71)

No 45,56 (±9,78) 47,46 (±10,58)


Benzodiacepinas p=0,0001 p=0,22
Sí 34,84 (±6,44) 43,82 (±11,80)

PCS: componente físico de la Calidad de vida; MCS: componente mental de la Calidad de vida; U: uterina; SP: suelo
pélvico

136
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 69: Otras variables que influyen de manera significativa sobre PCS y/o MCS

Media PCS p valor Media MCS p valor

No 44,38 (±9,92) 44,49 (±11,07)


Menopausia p=0,64 p=0,0001
Sí 45,12 (±10,17) 51,74 (±8,29)

U 44,49 (±10,14) 44,48 (±10,65)


Indicación p=0,80 p=0,0001
SP 44,88 (±9,84) 51,00 (±9,61)

No 56,27 (±7,44) 48,19 (±11,97)


Síntomas en
p=0,0001 p=0,76
general
Sí 43,99 (±9,72) 47,10 (±10,66)

No 45,18 (±10,27) 49,91 (±9,90)


Metrorragia p=0,42 p=0,0001
Sí 43,93 (±9,62) 43,38 (±10,68)

No 46,37 (±10,27) 47,73 (±11,05)


Dolor abdominal p=0,001 p=0,31
Sí 40,99 (±10,27) 45,93 (±9,91)

No 44,76 (±9,89) 44,81 (±10,69)


Sensación bulto
p=0,86 p=0,001
en genitales
Sí 44,50 (±10,21) 50,54 (±9,84)

PCS: componente físico de la Calidad de vida; MCS: componente mental de la Calidad de vida; U: uterina; SP: suelo
pélvico

Con respecto a la influencia de la función sexual sobre la calidad de vida, vemos que
las mujeres con trastorno grave del deseo y de la excitación tienen menor puntuación en
el test de Calidad de vida (PCS).
Las mujeres con trastorno grave o moderado del orgasmo, de la penetración
vaginal y de la iniciativa sexual tienen peor puntuación en el test de Calidad de vida (PCS
y MCS).
Las mujeres con trastorno grave y moderado de ansiedad anticipatoria tienen
peor puntuación en el test de Calidad de vida, en el componente mental (MCS).
Las mujeres con incapacidad para disfrutar con la actividad sexual presentan
menor puntuación en el componente físico de la Calidad de vida. La insatisfacción sexual
general influye negativamente en la Calidad de vida (PCS y MCS).

137
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.3. Cirugía realizada

Todas las histerectomías han sido totales, excepto una subtotal por dificultades
técnicas.
La vía de abordaje ha sido abdominal en 73 mujeres (44%), vaginal en 88 (53%) vía y
laparoscópica en 5 (3%) laparoscópicas.
En 19 casos (11,4%) se ha realizado ooforectomía bilateral.
En la tabla 70 podemos ver los casos en los que se ha realizado cirugía de suelo
pélvico añadida a la histerectomía.

Tabla 70: Cirugía de suelo pélvico añadida a la histerectomía

Cualquier cirugía SP 58 (34,9%)

Plastia anterior 50 (30,1%)

Corrección desgarro perineal 20 (12%)

Plastia posterior 14 (8,4%)

TOT 3 (1,8%)

Los porcentajes suman más de 34,9% porque a algunas pacientes se les ha realizado más de una técnica.
SP: suelo pélvico; TOT: banda transobturadora para la corrección de la incontinencia urinaria de esfuerzo.

La anestesia ha sido raquídea en 90 mujeres (54,2%) y general en 76 (45,8)%.


La media de días de hospitalización ha sido de 3,4 días, con desviación típica de 2,1,
con una mediana de 3; el mínimo fue 1 día y el máximo 16 días. Ocho pacientes (4,8%)
precisaron reintervención.

138
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.4. Situación a los 3 meses de la histerectomía

Las mujeres tardan en reanudar su actividad sexual 53,2 días de media, con
desviación típica de 26,4, mediana de 45 y moda de 30. Doce días fue lo mínimo que tardó
una paciente en reanudar su actividad sexual y 150 días lo máximo (Figura 11).

Figura 11: Días que tardan en reanudar la actividad sexual tras la histerectomía

V.4.1. Síntomas tras la histerectomía y satisfacción con los resultados.

A los 3 meses de la cirugía, 131 (78,9% ) mujeres no presentaba ningún síntoma


nuevo, mientras que 34 (20,4%), sí. Los síntomas fueron: dolor abdominal (n=9; 5,4%),
anomalías urinarias (n=8; 4,8%), síntomas climatéricos (n=7; 4,2%), dolor en la cicatriz
(n=4; 2,4%), hemorragia (n=3; 1,8%), dispareunia (n=2; 1,2%), dolor y anomalías
urinarias (n=1; 0,6%). Una paciente (0,6%) no responde.
Están satisfechas con los resultados de la histerectomía 148 mujeres (89,2%), no lo
están 17 (10,2%) y una mujer (0,6%) no contesta.

139
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.4.2. Función sexual


A los 3 meses de la cirugía la patología por la que se opera o las secuelas de la cirugía
impiden tener actividad sexual (en mujeres sexualmente activas) a 8 mujeres (4,8%). 155
mujeres (93,4%) sí que han tenido actividad sexual en el último mes antes de realizar el
cuestionario y 3 mujeres (1,8%) no contestan el cuestionario a los 3 meses.
En la Tabla 71 podemos ver la mediana y los percentiles 25 y 75 de las puntuaciones
de cada dominio del test FSM® .
®
Tabla 71: Puntuación test FSM a los 3 meses de la histerectomía.

Mediana Percentil 25 Percentil 75

Deseo 8 5 10

Excitación 10,5 7 13

Lubricación 4 2 5

Orgasmo 5 2 5

Problemas con la penetración vaginal 13 10 15

Ansiedad anticipatoria 4 3 5

Iniciativa sexual 2 1 3

Confianza para comunicar preferencias


5 3 5
sexuales a la pareja

Capacidad de disfrutar con la actividad


9 6 10
sexual

Satisfacción con su vida sexual en


4 3 4
general

140
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

En la Tabla 72 vemos la existencia de trastorno o ausencia de trastorno en todos los


dominio evaluadores de la actividad sexual a los 3 meses de la histerectomía.

Tabla 72: Función sexual a los 3 meses de la histerectomía

Trastorno
n Trastorno grave Sin trastorno
moderado

Deseo 155 19 (12,3%) 54 (34,8%) 82 (52,9%)

Excitación 152 8 (5,3%) 32 (21,1%) 112 (73,7%)

Lubricación 152 18 (11,8%) 26 (17,1%) 108 (71,1%)

Orgasmo 152 20 (13,2%) 19 (12,5%) 113 (74,3%)

Problemas con la
152 3 (2%) 17 (11,2%) 132 (86,8%)
penetración vaginal

Ansiedad anticipatoria 155 18 (11,6%) 8 (5,2%) 129 (83,2%)

Iniciativa sexual 154 42 (27,3%) 41 (26,6%) 71 (46,1%)

Confianza para comunicar


preferencias sexuales a la 154 19 (12,3%) 10 (6,5%) 125 (81,2%)
pareja

Capacidad de disfrutar con


152 9 (5,9%) 27 (17,8%) 116 (76,3%)
la actividad sexual

Satisfacción con su vida


154 11 (7,1%) 13 (8,4%) 130 (84,4%)
sexual en general

Iniciativa sexual: Trastorno grave = Ausencia de iniciativa; Trastorno moderado = Moderada iniciativa; Sin trastorno = Buena
iniciativa.
Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja : Trastorno grave = Ausencia de confianza para comunicar;
Trastorno moderado = Moderada confianza para comunicar ; Sin trastorno = Buena confianza para comunicar.
Capacidad de disfrutar con la actividad sexual: Trastorno grave = Incapaz de disfrutar; Trastorno moderado = Moderada
capacidad de disfrutar ; Sin trastorno = Buena capacidad de disfrutar.
Satisfacción con su vida sexual en general: Trastorno grave = Insatisfacción sexual; Trastorno moderado = Moderada
satisfacción sexual; Sin trastorno = Buena satisfacción sexual.

141
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Actividad sexual con penetración (Tabla 73)

Tabla 73: Actividad sexual con penetración vaginal a los 3 meses de la histerectomía.

n Porcentaje

Sí 139 89,7%

No, por dolor 3 1,9%

No, por no tener pareja 5 3,2%

No, por miedo 5 3,2%

No, por falta de interés 1 0,6%

No, por vergüenza por el bulto 0 0%

No, por incapacidad de la pareja 2 1,3%

Frecuencia actividad sexual (Tabla 74)

Tabla 74: Frecuencia de actividad sexual a los 3 meses de la histerectomía.

Veces/mes n Porcentaje

1-2 44 28,8%

3-4 49 32%

5-8 35 22,8%

9-12 14 9,2%

>12 11 7,2%

V.4.3. Calidad de vida

La puntuación media en el componente PCS del test de calidad de vida SF12v2® es


de 49,1, con desviación típica 9,6, con una mediana de 51,6 y límites entre 20,3 y 63,2.
La puntuación media en el componente MCS del test de calidad de vida SF12v2® es
de 49,8, con desviación típica 9,9, con una mediana de 52,2 y límites entre 20,8 y 66,9.

142
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.5. Situación a los 9 meses de la histerectomía

V.5.1. Síntomas tras la histerectomía y satisfacción con los resultados.

En 118 pacientes (74,7%) desaparecen totalmente los síntomas por los que se
operaba. Cuatro mujeres (2,5%) refieren presentar los mismos síntomas que la llevaron a
operarse. El resto refieren disminución considerable, sin desaparición completa.
A los 9 meses de la cirugía, 136 (82%) mujeres no presentaba ningún síntoma nuevo,
mientras que 25 (15%) sí. Los síntomas fueron: síntomas climatéricos (n=8; 4,8%), dolor
en la cicatriz (n=5; 3%), dolor abdominal (n=4; 2,4%), anomalías urinarias (n=2; 1,2%),
hemorragia (n=2; 1,2%), dispareunia (n=2; 1,2%), sensación de bulto en genitales (n=2;
1,2%). Cinco pacientes (3%) no responden.
A los 9 meses, 144 mujeres (86,7%) están satisfechas con los resultados de la
histerectomía, 17 (10,2%) no lo están y 5 mujeres (3%) no contestan.

V.5.2. Función sexual

A los 9 meses de la cirugía, la patología por la que se opera o las secuelas de la


cirugía impiden tener actividad sexual (en mujeres sexualmente activas) a 3 mujeres
(1,8%). 156 mujeres (94%) sí que han tenido actividad sexual en el último mes antes de
realizar el cuestionario y 7 mujeres (4,2%) no contestan a los 9 meses.

En la Tabla 75 podemos ver la mediana y percentiles de la puntuación en cada


dominio del test FSM® y en la Tabla 76, la existencia de trastorno grave, moderado o
ausencia de trastorno en todos los dominios evaluadores de la actividad sexual a los 9
meses de la histerectomía.

143
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

®
Tabla 75: Puntuación test FSM a los 9 meses de la histerectomía.

Mediana Percentil 25 Percentil 75

Deseo 8 6 10

Excitación 11 7 13

Lubricación 4 2 5

Orgasmo 4 3 5

Problemas con la penetración vaginal 14 10 15

Ansiedad anticipatoria 5 4 5

Iniciativa sexual 2 1,5 3

Confianza para comunicar preferencias


5 3 5
sexuales a la pareja

Capacidad de disfrutar con la actividad


8 6 10
sexual

Satisfacción con su vida sexual en


4 3 4
general

144
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 76: Función sexual a los 9 meses de la histerectomía

n Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Deseo 157 10 (6,4%) 57 (36,3%) 90 (57,3%)

Excitación 154 4 (2,6%) 35 (22,7%) 115 (74,7%)

Lubricación 154 12 (7,8%) 30 (19,5%) 112 (72,7%)

Orgasmo 153 14 (9,2%) 12 (7,8%) 127 (83%)

Problemas con la
154 3 (1,9%) 8 (5,2%) 143 (92,9%)
penetración vaginal

Ansiedad anticipatoria 154 14 (9,1%) 4 (2,6%) 136 (88,3%)

Iniciativa sexual 153 38 (24,8%) 42 (27,5%) 73 (47,7%)

Confianza para comunicar


preferencias sexuales a la 154 11 (7,1%) 19 (12,3%) 124 (80,5%)
pareja

Capacidad de disfrutar con


153 11 (7,2%) 15 (9,8%) 127 (83%)
la actividad sexual

Satisfacción con su vida


153 8 (5,2%) 9 (5,9%) 136 (88,9%)
sexual en general

Iniciativa sexual: Trastorno grave = Ausencia de iniciativa; Trastorno moderado = Moderada iniciativa; Sin trastorno = Buena
iniciativa.
Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja : Trastorno grave = Ausencia de confianza para comunicar;
Trastorno moderado = Moderada confianza para comunicar ; Sin trastorno = Buena confianza para comunicar.
Capacidad de disfrutar con la actividad sexual: Trastorno grave = Incapaz de disfrutar; Trastorno moderado = Moderada
capacidad de disfrutar ; Sin trastorno = Buena capacidad de disfrutar.
Satisfacción con su vida sexual en general: Trastorno grave = Insatisfacción sexual; Trastorno moderado = Moderada
satisfacción sexual; Sin trastorno = Buena satisfacción sexual.

145
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Actividad sexual con penetración (Tabla 77)

Tabla 77: Actividad sexual con penetración vaginal a los 9 meses de la histerectomía.

n Porcentaje

Sí 141 90,4%

No, por dolor 3 1,9%

No, por no tener pareja 5 3,2%

No, por miedo 1 0,6%

No, por falta de interés 1 0,6%

No, por vergüenza por el bulto 0 0%

No, por incapacidad de la pareja 5 3,2%

Frecuencia actividad sexual (Tabla 78)

Tabla 78: Frecuencia de actividad sexual a los 9 meses de la histerectomía.

Veces/mes n Porcentaje

1-2 45 29,2%

3-4 45 29,2%

5-8 41 26,6%

9-12 13 8,4%

>12 10 6,5%

V.5.3. Calidad de vida

La puntuación media en el componente PCS del test de calidad de vida SF12v2® es


de 50,8, con desviación típica 8,8, con una mediana de 53,7 y límites entre 21,8 y 67,8.
La puntuación media en el componente MCS del test de calidad de vida SF12v2® es
de 50,8, con desviación típica 9,5, con una mediana de 52,3 y límites entre 15,8 y 70.

146
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.6. Cambios tras la histerectomía

V.6.1. Cambios en la Función sexual tras la histerectomía. (Tabla 79)

Para valorar los cambios que se producen tras la histerectomía, vamos a comparar los
resultados de la puntuación de los distintos dominios que se evalúan en el cuestionario
FSM® entre la entrevista realizada antes de la histerectomía y las que se realizan a los 3 y 9
meses.
De forma global, podemos decir que nos encontramos con un incremento en la
puntuación en alguno de los dominios, mientras que no lo hay en otros. En ningún caso, nos
hallamos una disminución en las puntuaciones. Observamos que hay un cambio
significativo en la puntuación de Deseo (p=0,003), que se produce al tercer mes de la
histerectomía (Figura 12). Un cambio semejante lo vemos en el estudio de la Ansiedad
anticipatoria, (p=0,0001), que también se produce como consecuencia de mejoría en la
puntuación a partir del tercer mes, hasta el noveno (Figura 13).

Figura 12. Frecuencia de las puntuaciones del dominio Deseo del test FSM®
antes, a los 3 y a los 9 meses de la histerectomía.

147
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Figura 13. Frecuencia de las puntuaciones del dominio Ansiedad anticipatoria


del test FSM® antes, a los 3 y a los 9 meses de la histerectomía.

Las puntuaciones en la Excitación (Figura 14) y la Frecuencia de actividad sexual


también cambian significativamente (p=0,02 y 0,004, respectivamente), a expensas de un
incremento en los primeros 3 meses, permaneciendo estable posteriormente.

Figura 14. Frecuencia de las puntuaciones del dominio Excitación del test FSM®
antes, a los 3 y a los 9 meses de la histerectomía.

148
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

En el dominio Problemas con la penetración vaginal nos encontramos con cambios


(p=0,0001), con mejoría a los 3 meses, y que se incrementa más hasta los 9 meses (Figura
15).

Figura 15. Frecuencia de las puntuaciones del dominio Problemas con la


penetración vaginal del test FSM® antes, a los 3 y a los 9 meses de la histerectomía.

No hay cambios en los dominios de Lubricación, Orgasmo, Iniciativa sexual,


Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja, Capacidad de disfrutar con la
actividad sexual y en la Satisfacción con su vida sexual en general.

149
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 79: Valor de P obtenido con los test de significación estadística del análisis conjunto
al estudiar los cambios en la puntuación del test FSM antes de la HT y a los 3 y 9 m. tras ella.

Momento del cambio

Comparación antes Comparación antes


Comparación
¿Hay cambios de la HT con de la HT con
entre 3 y 9
estadísticos? respecto a los 3 respecto a los 9
meses tras HT
meses tras HT meses tras HT


Deseo 0,07 0,04 0,03
(0,003)


Excitación 0,05 0,25 0,08
(0,02)

NO
Lubricación - - -
(0,73)

NO
Orgasmo - - -
(0,49)

Problemas con SÍ
0,05 0,05 0,0001
la penetración (0,0001)

Ansiedad SÍ
0,88 0,0001 0,001
anticipatoria (0,0001)

NO
Iniciativa sexual - - -
(0,08)

Confianza para
comunicar NO
- - -
preferencias (0,27)
sexuales

Capacidad de NO
disfrutar con la - - -
actividad sexual (0,15)

Satisfacción con NO
- - -
su vida sexual (0,08)

Frecuencia de SÍ
0,002 0,80 0,001
actividad sexual (0,004)

HT: histerectomía; m.: meses

150
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Cuando analizamos separadamente según la edad de las pacientes encontramos


diferencias.
Estos cambios que hemos visto, se reproducen en el grupo de mujeres de menos de 55
años (Tabla 80). Encontramos un aumento en la puntuación de Deseo, de Excitación y de
los Problemas con la penetración vaginal y de la Frecuencia de la actividad sexual, que
ya son manifiestos a los 3 meses de la intervención, sin aumento posterior. La Ansiedad
anticipatoria también mejora, pero lo hace entre el tercer y noveno mes. Encontramos que
hay una tendencia a la mejoría en el dominio de Capacidad para disfrutar, como nos
indica el test de Friedman, que parece que se pone de manifiesto en los 3 primeros meses,
pero no se encuentra significación estadística al hacer la corrección de Bonferroni.
No hay cambios en la puntuación de la Lubricación, Orgasmo, Iniciativa sexual,
Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja y Satisfacción con la vida
sexual en general.
Sin embargo, no encontramos ningún cambio en las mujeres mayores de 55 años,
salvo en la Frecuencia de actividad sexual, con incremento a los 9 meses, con relación a
antes de la intervención (p=0,01).

151
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 80: Valor de P obtenido con los test de significación estadística del análisis conjunto
al estudiar los cambios en la puntuación del test FSM antes de la histerectomía y a los 3 y 9
meses tras ella en menores de 55 años.

Momento del cambio

Comparación antes Comparación antes


Comparación
¿Hay cambios de la HT con de la HT con
entre 3 y 9
estadísticos? respecto a los 3 respecto a los 9
meses tras HT
meses tras HT meses tras HT


Deseo 0,01 0,1 0,002
(0,002)


Excitación 0,01 0,52 0,02
(0,003)

NO
Lubricación - - -
(0,82)

NO
Orgasmo - - -
(0,37)

Problemas con SÍ
0,01 0,15 0,0001
la penetración (0,0001)

Ansiedad SÍ
0,49 0,001 0,0001
anticipatoria (0,0001)

NO
Iniciativa sexual - - -
(0,46)

Confianza para
comunicar NO
- - -
preferencias (0,21)
sexuales

Capacidad de SÍ
disfrutar con la 0,04 0,47 0,15
actividad sexual (0,02)

Satisfacción con NO
- - -
su vida sexual (0,08)

Frecuencia de SÍ
0,005 0,77 0,008
actividad sexual (0,02)

HT: histerectomía

152
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Una segunda forma de valorar el cambio es determinar si la presencia o ausencia de


trastorno o de problemas cambia tras la histerectomía. Para ello vamos a comparar la
proporción de mujeres sin trastorno o con algún grado del mismo entre antes de la
intervención y a los 9 meses.

En la Tabla 81 vemos que antes de la histerectomía hay un 40,5% de mujeres sin


trastorno que pasarán a ser un 43,3% a los 9 meses de la histerectomía y un 59,5% con
algún trastorno que pasarán a un 52,7% después de la histerectomía. Estos cambios no son
significativos. Vemos que 17 mujeres que no tenían trastorno, pasan a tenerlo después de la
histerectomía, se trata del 10,2% de todas las mujeres participantes.

Tabla 81: Cambios de Sin trastorno en los 6 dominios evaluadores de disfunción sexual a
Algún trastorno (moderado o grave) entre antes y los 9 meses de la histerectomía

A los 9 meses de la HT

Antes de la HT Algún trastorno Sin trastorno

Algún trastorno 61 27 88 (59,5%)

Sin trastorno 17 43 60 (40,5%)

78 (52,7%) 70 (43,3%)

p=0,17; 6 dominios: Deseo, Excitación, Lubricación, Orgasmo, Problemas con la penetración vaginal, Ansiedad
anticipatoria; HT: histerectomía

En la Tabla 82 observamos que antes de la cirugía hay un 20,9% de Trastorno grave


que pasa al 18,2% después de la cirugía, y un 79,1% de mujeres Sin trastorno o con
Trastorno moderado que pasan a un 81,8% después de 9 meses de la histerectomía. De las
117 mujeres Sin trastorno o con Trastorno moderado, 13 pasarán a tener Trastorno grave.

153
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 82: Cambios de Sin trastorno o Trastorno moderado en los 6 dominios evaluadores
de disfunción sexual a Trastorno grave entre antes y los 9 meses de la histerectomía

A los 9 meses de la HT

Sin trastorno o
Antes de la HT Trastorno grave
trastorno moderado

Trastorno grave 14 17 31 (20,9%)

Sin trastorno o Trastorno


13 104 117 (79,1%)
moderado

27 (18,2%) 121 (81,8%)

p=0,29; 6 dominios: Deseo, Excitación, Lubricación, Orgasmo, Problemas con la penetración vaginal, Ansiedad
anticipatoria; HT: histerectomía

Estudiando dominio por dominio, encontramos que dos se modifican. Observamos


una mejoría en los Problemas con la penetración (test de McNemar-Browker p=0,005)
con cambio de 86,8% de mujeres sin trastorno antes, que aumentan a 94,4% a los 9 meses;
y con 12,5% de mujeres con trastorno moderado antes que se reducen a 4,2% a los 9 meses;
sin cambios entre las que tienen trastorno grave (Tabla 83).

Tabla 83: Problemas con la Penetración vaginal antes y a los 9 meses de la histerectomía

A los 9 meses de la HT

Antes de la HT Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Trastorno grave 0 1 0 1 (0,7%)

Trastorno moderado 0 3 15 18 (12,5%)

Sin trastorno 2 2 121 125 (86,8%)

2 (1,4%) 6 (4,2%) 136 (94,4%)

p=0,005; HT: histerectomía

154
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Nos encontramos una disminución en el trastorno de Ansiedad anticipatoria


(p=0,02), con disminución del porcentaje de mujeres con trastorno grave entre antes y a los
9 meses de la histerectomía de 9% a 7,6% y de trastorno moderado, de 9% a 2,8%, con
aumento de las mujeres sin trastorno de 82,1% a 89,7% (Tabla 84).

Tabla 84: Ansiedad anticipatoria antes y a los 9 meses de la histerectomía

A los 9 meses de la HT

Antes de la HT Trastorno grave Trastorno moderado Sin trastorno

Trastorno grave 1 2 10 13 (9%)

Trastorno moderado 2 2 9 13 (9%)

Sin trastorno 8 0 111 129 (82,1%)

11 (7,6%) 4 (2,8%) 130 (89,7%)

p=0,02; HT: histerectomía

No hay cambios estadísticamente significativos en las mujeres con o sin trastorno de


Deseo, Excitación, Orgasmo, Iniciativa sexual, Confianza para comunicar preferencias
sexuales a la pareja, Capacidad de disfrutar con la actividad sexual, y con la Satisfacción
con su vida sexual en general.
Entre antes y después de la histerectomía vemos disminución de la Insatisfacción (de
6,2% a 4,8%) y aumento de la Buena satisfacción (de 86,3% a 89,7%), sin alcanzar
significación estadística.

155
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Y, una tercera forma de evaluar el cambio de la FS tras la histerectomía, es el


resumen de comparar la existencia o no de cambios, teniendo en cuenta la presencia o
ausencia de trastornos en cada uno de los dominios, entre antes y a los 9 meses de la
histerectomía (Tabla 83).
®
Tabla 83: Cambios entre la presencia o no de trastorno según el test FSM comparando
entre antes y a los 9 meses de la histerectomía.

Peor Igual Mejor

Deseo 12,8% 65,5% 21,6%

Excitación 9% 77,9% 13,1%

Lubricación 15,2% 72,4% 12,4%

Orgasmo 5,6% 82,6% 11,8%

Problemas con la penetración vaginal 2,8% 86,1% 11,1%

Ansiedad anticipatoria 6,9% 85,5% 14,5%

Iniciativa sexual 15,2% 61,4% 23,4%

Confianza para comunicar preferencias


sexuales a la pareja
6,8% 79,6% 13,6%

Capacidad de disfrutar con la actividad


sexual
7,6% 78,5% 13,9%

Satisfacción con su vida sexual en


general
6,2% 84,2% 9,6%

Frecuencia de actividad sexual 18,6% 46,2% 35,2%

156
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

En la Tabla 84 podemos ver una aumento de Actividad sexual con penetración del
86,5% al 91,9% tras 9 meses de la histerectomía.

Tabla 84: Actividad sexual con penetración antes y a los 9 meses de la histerectomía

A los 9 meses de la HT

Antes de la HT No Sí

No 10 10 20 (13,5%)

Sí 2 126 128 (86,5%)

12 (8,1%) 136 (91,9%)

p=0,03; HT: histerectomía

157
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.6.2. Variables que pueden influir en que haya cambios en la Función sexual tras
la histerectomía.

Hemos visto que la edad afecta al cambio en la Función sexual tras la histerectomía y
ahora vamos a estudiar el resto de variables (resumen en Tablas 85 y 86).

DESEO:
Es más frecuente que las mujeres hipertensas tengan empeoramiento, con
significación estadística marginal (p=0,05), y más frecuente que las mujeres que toman
tratamiento antihipertensivo empeoren (p=0,04). Igualmente, es más frecuente el
empeoramiento entre las mujeres que emplean cualquier tratamiento con respecto a las
que no los usan (p=0,02), así como las que tienen síntomas en el noveno mes (p=0,03)
Hay una relación con la satisfacción de la imagen corporal, con más frecuencia de
mejoría entre las mujeres que responden poco o nada (p=0,02)

EXCITACIÓN:
Hay relación entre diversas enfermedades y tratamientos con el trastorno de la
excitación. Es más frecuente que haya empeoramiento entre las mujeres con cualquier
enfermedad (p=0,02). Entre las hipertensas, hay más mejoría entre las no hipertensas
(p=0,02), y más frecuencia de empeoramiento entre las que sí lo son (p=0,003)
Entre las que toman cualquier tratamiento, tiende a empeorar más frecuentemente
(p=0,02), y también existe relación con el empleo de fármacos antihipertensivos, con
empeoramiento entre las que los usan (p=0,004) y mejoría entre las que no los toman
(p=0,02)); así como con las benzodiacepinas, que mejoran más las que no las toman
(p=0,03).
Hay mejoría en relación con la ausencia de síntomas de compresión (p=0,04) antes
de la cirugía.
Mejoran más frecuentemente las que tienen poco o nada o suficiente apoyo de
pareja, frente a las más apoyadas (p=0,04), y las que no tienen actividad sexual con
penetración antes de la intervención (p=0,04).

158
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

LUBRICACIÓN:
Las que tienen cirugía previa con posible repercusión sobre la función sexual
(p=0,04) y cirugía pélvica previa (p=0,04) empeoran más que las que no la tienen
Empeoran en mayor porcentaje las mujeres que no están satisfechas o lo están
suficiente con su imagen corporal (p=0,01).
La lubricación empeora más en las mujeres con ooforectomía, aunque la diferencia
no es significativa (p=0,05).

ORGASMO:
Entre las enfermedades, encontramos relación con la depresión (p=0,01), por mayor
frecuencia de empeoramiento entre las mujeres con depresión.
Entre los fármacos, la toma de antidepresivos se relaciona con mayor frecuencia de
empeorar (p=0,01), sin embargo se encuentra una mayor frecuencia de mejorar entre las
que toman benzodiacepinas (p=0,02).
Empeoran con más frecuencia cuando se aumenta la satisfacción con el papel como
mujeres (p=0,02).
Cuando no hay actividad sexual antes de la intervención se mejora más
frecuentemente (p=0,02).

PROBLEMAS EN LA PENETRACIÓN VAGINAL:


El cambio en el trastorno de penetración se relaciona con la presencia de
enfermedades, como la depresión (p=0,02), la artrosis (p=0,007), y la HTA (p=0,03);
con más frecuencia de empeoramiento entre las mujeres que padecen depresión (p=0,02) y
entre las que padecen artrosis (p=0,02), y ausencia de mejoría entre las hipertensas
(p=0,07).
Hay relación con la toma de fármacos antihipertensivos (p=0,02), y de
antidepresivos (p=0,02), siendo la mejoría más rara entre las primeras (p=0,04), y
empeorando con más frecuencia entre las que toman los segundos (p=0,02).
La ooforectomía bilateral se relaciona con ausencia de mejoría y más
empeoramiento entre las mujeres con ooforectomía (p=0,02).

159
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

ANSIEDAD ANTICIPATORIA:
La presencia de cualquier enfermedad se relaciona con el trastorno de ansiedad
(p=0,03), con más frecuencia de empeorar entre las que son enfermas (p=0,01). Entre las
enfermedades, la depresión (p=0,04), la artrosis (p=0,01) y la hipertensión (p=0,02) se
relacionan con los cambios en el trastorno de ansiedad. Las enfermas depresivas (p=0,03),
las hipertensas (p=0,01), las artrósicas (p=0,01) empeoran más frecuentemente. Igualmente,
el empeoramiento es más frecuente entre las que usan medicación antidepresiva (0,038), y
antihipertensiva (0,024).
Hay tendencia a mejorar con más frecuencia conforme la satisfacción con la imagen
corporal (p=0,009) o con el papel como mujer (p=0,008) es peor.
Así mismo, hay relación con la ooforectomia bilateral (p=0,04), sin mejoría y con
más frecuencia de empeorar entre las ooforectomizadas.

INICIATIVA SEXUAL:
Sólo encontramos relación con la hipertensión (p=0,04) con menos probabilidad de
mejorar entre las hipertensas (p=0,02).

CONFIANZA PARA COMUNICAR PREFERENCIAS SEXUALES A LA


PAREJA:
Encontramos que las pacientes que padecen depresión (p=0,04), toman
antidepresivos (p=0,04) o toman benzodiacepinas (p=0,04) mejoran con más
probabilidad.
Las hipertensas (p=0.01) y las que toman fármacos antihipertensivos (p=0,04) se
asocian con un empeoramiento en la confianza para comunicar preferencias sexuales a su
pareja.
El empeoramiento es más frecuente entre las que tienen incontinencia de orina
(p=0,02). Mejoran con más frecuencia las mujeres conforme disminuye el apoyo de la
pareja.

160
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

CAPACIDAD DE DISFRUTAR CON LA ACTIVIDAD SEXUAL:


Empeoran más las mujeres que padecen artrosis (p=0,02).
Mejoran más las mujeres que toman benzodiacepinas (p=0,008). La mejoría es más
frecuente cuando el sentimiento de apoyo de la pareja es menor (p=0,01).

SATISFACCIÓN GENERAL:
Sólo hemos encontrado relación con que las mujeres con artrosis es más frecuente
que empeoren (p=0,01).

FRECUENCIA DE ACTIVIDAD SEXUAL:


Encontramos un resultado inesperado con la menopausia (p=0,03), que en el análisis
pos-hoc se relaciona, aunque no llega a alcanzar significación estadística, con mayor
frecuencia de empeorar entre las mujeres que no son menopáusicas (p=0,07).
Las mujeres de menos de 55 años tienden a empeorar con más frecuencia (p=0,04)

161
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 85: Variables que pueden influir en que haya cambios en la Función sexual tras la
histerectomía.

D E L O PPV AA

Enfermedades EMP EMP EMP

HTA EMP EMP EMP

Depresión EMP EMP EMP

Artrosis EMP EMP

Antihipertensivos EMP EMP EMP

Antidepresivos EMP EMP EMP

Tratamientos EMP EMP

BZP

No menopáusica, <55a

Cirugía EMP

Cirugía pélvica EMP

Incontinencia orina

Poco o nada
MEJ EMP MEJ
satisfechas imagen

Poco o nada
MEJ
satisfechas papel mujer

Muy satisfechas papel


EMP
mujer

Poco o nada o
suficiente apoyadas MEJ
pareja

No AS con penetración
MEJ MEJ
antes

Ooforectomía bilateral EMP EMP EMP

Síntomas a los 9 meses EMP

D: Deseo; E: Excitación; L: Lubricación; O: Orgasmo; PPV: Problemas con la penetración vaginal; AA: Ansiedad
anticipatoria; HTA: hipertensión; BZP: Benzodiacepinas; AS: actividad sexual; EMP: empeora; MEJ: mejora; NC: no cambia.

162
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Tabla 86: Variables que pueden influir en que haya cambios en la Función sexual tras la
histerectomía.

I CP CD SG FR

Enfermedades

HTA Menos
EMP
MEJ

Depresión MEJ

Artrosis EMP EMP

Antihipertensivos EMP

Antidepresivos MEJ

Tratamientos

BZP MEJ MEJ

No menopáusica, <55a EMP

Cirugía

Cirugía pélvica

Incontinencia orina EMP

Poco o nada satisfechas imagen

Poco o nada satisfechas papel mujer

Muy satisfechas papel mujer

Poco o nada o suficiente apoyadas


MEJ MEJ
pareja

No AS con penetración antes

Ooforectomía bilateral

Síntomas a los 9 meses

I: Iniciativa sexual; CP: Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja; CD: Capacidad de disfrutar con la
actividad sexual; SG: Satisfacción con su vida sexual en general; FR: Frecuencia de actividad sexual; HTA: hipertensión;
BZP: Benzodiacepinas; AS: actividad sexual; EMP: empeora; MEJ: mejora; NC: no cambia.

163
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.6.3. Percepción de las mujeres de variación de su vida sexual tras la


histerectomía

A parte del instrumento de medida de la Función sexual que hemos utilizado


(Cuestionario de Función Sexual de la Mujer, FSM®), hemos querido saber cómo creen las
mujeres que ha variado su vida sexual a los 9 meses de la histerectomía.
En la Figura 16 vemos que el 60,3% de las mujeres perciben que su vida sexual no
varía después de la histerectomía. El 24,4% de ellas piensa que su vida sexual empeora y el
15,4% que mejora.

94 (60,3%)

IGUAL
PEOR
MEJOR
24 (15,4%) 38 (24,4%)

Figura 16. Respuesta de las mujeres a la pregunta: ¿Crees que tu vida sexual después
de 9 meses de la histerectomía es igual, peor o mejor?

164
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Cuando las pacientes respondieron que sí que había variado, tanto a mejor como a
peor, se les realizó una pregunta abierta para saber las causas que podemos ver en la Tabla
87.

Tabla 87: Respuesta de las mujeres a la pregunta: ¿Cómo crees que ha variado tu vida
sexual tras 9 meses de la histerectomía?

n Porcentaje

Igual 95 59,7%

Peor por disminución del deseo 20 12,8%

Peor por dolor en introito 6 3,9%

Peor por menos orgasmos y menos intensos 5 3,2%

Peor por sequedad vaginal 3 2%

Peor por dolor abdominal 2 1,2%

Peor porque le cuesta más excitarse 2 1,2%

Peor por miedo a que empeoren o vuelvan los síntomas


2 1,2%
al tener actividad sexual

Mejor por desaparición de los síntomas 22 13,8%

Mejor por no tener miedo a embarazo 2 1,2%

No coinciden los porcentajes totalmente con la Figura 42 porque alguna mujer contestó la primera pregunta pero no la
segunda.

Quince mujeres, ante la pregunta abierta de ¿Cómo crees que ha variado tu vida
sexual tras 9 meses de la histerectomía? dieron respuestas más amplias y las hemos
recogido. Aquéllas mujeres que percibieron empeoramiento por disminución en el deseo
comentaron:
- "Tengo menos deseo y he engordado bastante. También tengo una cicatriz horrible
que me parte el vientre y me lo dobla por la mitad".
- "Ha variado en: falta de deseo sexual y dolor y miedo en la penetración".
- "Ya no tengo pareja. Aún así no siento ningunas ganas de excitarme, de hacer el
amor. No me apetece el sexo".
- "Mi vida sexual ha empeorado. Nunca o casi nunca tengo ganas y me siento mal".

165
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Las que percibieron empeoramiento por dolor en el introito al intentar la penetración


vaginal expresaron:
- "Mi vida sexual ha variado a peor, antes tenía una vida sexual normal y estaba
satisfecha, actualmente es imposible la penetración; me han cerrado mucho". (A esta
paciente la llamé por teléfono a los 18 meses de la intervención y me comunicó que su vida
sexual había vuelto a ser como antes, que ya no tenía ningún problema a la hora de la
penetración).
- "No puedo hacerlo por dolor en la penetración" (plastia posterior).
Otras advirtieron empeoramiento por tener menos orgasmos y que estos fueran menos
intensos:
- "Mi vida sexual ha ido a peor después de la operación. Noto como que el orgasmo
es menos intenso".
- "Mi sexualidad ha variado a peor, me cuesta más llegar al orgasmo".
- "No noto nada con la penetración y no consigo llegar al orgasmo sin estimulación
del clítoris. Ahora no tengo placer con la penetración, es como si lo tuviera dormido".
(Paciente a la que se le ha realizado plastia anterior, plastia posterior y corrección de
desgarro perineal).
Otras, achacaron el empeoramiento a tener miedo por si los síntomas de antes de
operarse volvían al tener actividad sexual:
- "La vida sexual ha ido a peor por miedo a si se me sale más el bulto, porque después
de la cirugía sigo con el bulto, me han dicho que me he quedado con la vejiga baja".
Las pacientes que observaron mejoría, lo atribuyeron a la desaparición de los
síntomas que tenían antes de operarse:
- "Mi vida sexual ha mejorado porque antes estaba condicionada por los sangrados.
Además, desde la operación, los orgasmos son más intensos".
- "Ha mejorado, porque estoy más tranquila, cómoda, sin sangrados".
- "Mi vida sexual antes de la operación, no tenía vida, ya que con tantos problemas de
salud, y el sangrado tan frecuente y excesivo hacía imposible mantener relaciones sin
consecuencias a posteriori. Ahora mi vida es prácticamente normal, disfrutamos mi marido
y yo como hacía tiempo que no lo hacíamos, ya que el que hayan desaparecido esos

166
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

problemas horribles de salud, tras la operación, nos da tranquilidad y seguridad de que no


va a haber consecuencias hacia mi persona".
- "No sangro y no tengo dolor, con lo que me apetece más".
El resto de las pacientes que mejoraron lo relacionaron con la ausencia de miedo al
embarazo tras la histerectomía:
- "He mejorado en la sexualidad porque ahora no tengo miedo de quedarme
embarazada".

V.6.4. Correlación entre la percepción de las mujeres en cuanto a la variación de


su vida sexual y el test FSM®

Tabla 88: Comparación entre al variación subjetiva de la vida sexual con los dominios del
cuestionario de FSM.

A peor Igual Mejor

DESEO 0,14 AUMENTO (0,002) AUMENTO (<0,0001)

EXCITACIÓN DESCENSO (0,002) AUMENTO (0,005) AUMENTO (0,002)

LUBRICACIÓN DESCENSO (0,01) AUMENTO (0,08) 0,21

ORGASMO 0,62 0,42 0,22

PENETRACIÓN 0,68 AUMENTO (<0,0001) AUMENTO (<0,0001)

ANSIEDAD 0,59 AUMENTO (0,001) AUMENTO NS (0,054)

INCIATIVA DESCENSO (0,01) AUMENTO (0,007) AUMENTO (0,01)

CONFIANZA 0,77 0,11 0,87

DISFRUTAR 0,39 0,28 0,28

SATISFACCIÓN DESCENSO (0,02) AUMENTO (0,001) 0,12


DESCENSO NS
FRECUENCIA AUMENTO (0,001) AUMENTO (0,01)
(0,28)
FSM: Función sexual de la mujer; NS: no significativo

167
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

En la tabla 88 vemos que la percepción subjetiva que tienen las mujeres de cómo ha
variado su vida sexual es independiente de la puntuación obtenida en el test en los dominios
de ORGASMO, CONFIANZA para comunicar preferencias sexuales a la pareja y
CAPACIDAD DE DISFRUTAR con la actividad sexual.

Cuando las mujeres tienen la sensación de que su vida sexual ha empeorado, ha


disminuido la puntuación en los campos de Excitación, Lubricación, Iniciativa sexual,
Satisfacción general, y Frecuencia de actividad sexual (esta última no significativa)
La mejoría se relaciona con incrementos en la puntuación de Deseo, Excitación,
Problemas con la penetración vaginal, Ansiedad anticipatoria (no significativa), Iniciativa
sexual y Frecuencia de actividad sexual.
Las que refieren que su vida sexual no ha cambiado, han mejorado en Deseo,
Excitación, Lubricación, Problemas con la penetración vaginal, Ansiedad anticipatoria,
Iniciativa, Satisfacción general y Frecuencia de actividad sexual. Curiosamente las que
refieren que su vida sexual es igual presentan mejoría en más dominios que las que refieren
que ha mejorado.
La opinión subjetiva de la mujer se relaciona principalmente con la Excitación,
la Iniciativa sexual y la Frecuencia de las relaciones sexuales.

168
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.6.5. Influencia de distintas variables en la percepción de las mujeres de la


variación de su vida sexual a los 9 meses de la histerectomía

La profesión influye significativamente, como podemos ver en la Tabla 89, las amas
de casa y las jubiladas perciben más empeoramiento que el resto.
También vemos que la ooforectomía bilateral influye, puesto que perciben más
empeoramiento que a las que no se les realiza, de hecho ninguna percibe mejoría de las
sometidas a ooforectomía (Tabla 90).
La profesión y la ooforectomía bilateral sólo influyen en las menores de 55 años.

Tabla 89: Influencia de la profesión sobre la Variación en la vida sexual a los 9 meses tras la
histerectomía

n Peor Igual Mejor

Paro 11 3 (27,3%) 8 (72,7%) 0 (0%)

Ama de casa 58 20 (34,5%) 33 (56,9%) 5 (8,6%)

Trabajo
78 12 (15,4%) 50 (64,1%) 16 (20,5%)
remunerado

Jubilada 12 5 (41,7%) 4 (33,3%) 3 (25%)

p=0,04

Tabla 90: Influencia de la ooforectomía bilateral sobre la Variación en la vida sexual a los 9
meses tras la histerectomía

n Peor Igual Mejor

No ooforectomía
143 32 (22,4%) 87 (60,8%) 24 (16,8%)
bilateral

Sí ooforectomía
17 9 (52,9%) 8 (47,1%) 0 (0%)
bilateral

p=0,004

169
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.6.6. Cambios en la calidad de vida tras la histerectomía

Cuando estudiamos los cambios de la media de PCS entre antes de la intervención, a


los 3 meses y a los 9 meses, encontramos que los valores de PCS aumentan a los 3 meses, y
siguen aumentando hasta los 9 meses, con diferencias significativas entre antes y los 3
meses (<0,001) y entre los 3 y 9 meses (<0,001), (Tabla 91 y Figura 17).

Tabla 91: Medias del componente PCS del test de Calidad de vida antes, a los 3 y a los 9
meses de la histerectomía

Antes A los 3 meses A los 9 meses

44,54 (±9,99) 49,24 (±9,69) 50,80 (±8,83)

p=0,0001

Figura 17. Medias del componente PCS del test de Calidad de vida antes, a los 3 y a
los 9 meses de la histerectomía

170
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Los valores de MCS aumentan hasta el tercer mes de forma significativa, para
posteriormente seguir el aumento pero en menor grado (Tabla 92 y Figura 18).

Tabla 92: Medias del componente MCS del test de Calidad de vida antes, a los 3 y a los 9
meses de la histerectomía

Antes A los 3 meses A los 9 meses

47,1 (±10,72) 49,8 (±9,94) 50,8 (±9,56)

p=0,02

Figura 18: Medias del componente MCS del test de Calidad de vida antes, a los 3 y a
los 9 meses de la histerectomía

171
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.6.7. Variables que pueden influir en que haya cambios en la Calidad de vida tras
la histerectomía

PCS
Hay diferentes medias de PCS en cada estrato de profesión pero, sin embargo, el
cambio a mejor es igual en todas. Así pues, la profesión no influye en que haya cambio o
no (p=0,67).
El nivel de estudios sí que influye significativamente (p=0,005) en que haya cambio
en las medias de PCS, puesto que las mujeres sin estudios no cambian la media de PCS,
mientras que en el resto, se sigue la tendencia ascendente (Figura 19).

Figura 19: Medias del componente PCS del test de Calidad de vida antes, a los 3 y a los 9
meses de la histerectomía según el nivel de estudios.

La presencia de enfermedades no modifica la tendencia de PCS a ir aumentando, sin


interferir en este comportamiento. Tampoco hay relación con el uso de medicamentos.
La indicación de la histerectomía influye significativamente en la existencia de
cambio (p=0,009), vemos que cuando la indicación es "uterina" la media mejora como
vimos en el grupo general, mientras que cuando la indicación es "suelo pélvico" mejora
entre antes y los 3 meses de la histerectomía, siendo entre los 3 y los 9 meses prácticamente
igual (Figura 20).

172
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Figura 20: Medias del componente PCS del test de Calidad de vida antes, a los 3 y a los 9
meses de la histerectomía según la indicación de la histerectomía.

Las pacientes con metrorragia antes de la cirugía presentan significativamente


mayor cambio a mejor en las medias de PCS tras la cirugía (p=0,001), (Figura 21).

Figura 21: Medias del componente PCS del test de Calidad de vida antes, a los 3 y a los 9
meses de la histerectomía según si antes de la histerectomía presentaban metrorragia (1) o
no (0).

El comportamiento de los cambios con PCS es también diferentes entre las mujeres
que refieren incontinencia de orina, de tal manera que las que la tienen incontinencia de
orina no presentan cambios en los valores de PCS, a diferencia de las personas sin
incontinencia que sí que presentan mejoría (Figura 22).

173
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Figura 22: Medias del componente PCS del test de Calidad de vida antes, a los 3 y a los 9
meses de la histerectomía según si antes de la histerectomía presentaban incontinencia de
orina (1) o no (0).

Ni el apoyo de la pareja ni el de la familia ante la histerectomía influyen en los


cambios en PCS tras cirugía (p=0,06 y 0,90 respectivamente).
No hay relación con otros síntomas.
Las mujeres a las que se les realiza cirugía de suelo pélvico añadida a la histerectomía
presentan menor puntuación en PCS pero la mejoría es igual que en las que no la llevan
añadida (p=0,26), como podemos ver en la Figura 23.

Figura 23: Medias del componente PCS del test de Calidad de vida antes, a los 3 y a los 9
meses de la histerectomía según si añadida a la histerectomía se realiza cirugía de suelo
pélvico o no.

174
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

MCS
No hay relación entre los cambios de MCS con la profesión, con el nivel de estudios,
con las distintas enfermedades o tratamientos que hemos considerado, con los síntomas con
los que se presentan la mujeres, ni con el apoyo de la pareja, la satisfacción con la imagen
corporal ni la reintervención.
Las mujeres que están poco o nada satisfechas con su papel como mujer tienen
significativamente menores valores e MCS en los 3 momentos estudiados con respecto al
resto de las mujeres, pero su comportamiento es similar entre ellas (Figura 24).

Figura 24: Medias del componente MCS del test de Calidad de vida antes, a los 3 y a los 9
meses de la histerectomía según la satisfacción con el papel como mujer.

Encontramos diferencias con la cirugía del suelo pélvico (p=0,001). En las mujeres
sin cirugía del suelo pélvico asociada hay incremento de MCS a los 3 y 9 meses, mientras
que en las que les hacemos esta cirugía no tienen cambio, y tienen mayores medias que las
anteriores. Similares cambios sucede con la plastia anterior y posterior (Figura 25).

175
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Figura 25: Medias del componente MCS del test de Calidad de vida antes, a los 3 y a los 9
meses de la histerectomía según si lleva añadida cirugía de suelo pélvico o no.

176
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

V.6.8. Cambios en la Función sexual y en la Calidad de vida después de la


histerectomía en función de la satisfacción con los resultados de la misma

El Deseo en las satisfechas con los resultados de la histerectomía mejora (p=0,0001),


siendo esta mejoría en todos los momentos (entre antes y los 3 meses después de la
histerectomía, entre los 3 y los 9 meses, y entre antes y los 9 meses tras la histerectomía).
En las no satisfechas con los resultados, hay una disminución en la puntuación del Deseo
no significativa (p=0,54), (Figura 26).

Figura 26. Medias en las puntuaciones de Deseo antes y a los 3 y 9 meses de la


histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con los resultados de la histerectomía.

Con la Excitación sucede los mismo que con el deseo, las satisfechas con los
resultados mejoran (p=0,01), con la diferencia de que el momento de mejoría en el grupo de
las satisfechas es entre antes de la cirugía y los 9 meses significativamente (Figura 27). Las
no satisfechas no presentan cambio significativo (p=0,76).

177
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Figura 27. Medias en las puntuaciones de Excitación antes y a los 3 y 9 meses de la


histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con los resultados de la histerectomía.

En la Lubricación no influye la satisfacción con los resultados. Las no satisfechas con


los resultados no cambian entre antes y después de la histerectomía (p=0,80) y las
satisfechas tampoco (p=0,62), (Figura 28).

Figura 28. Medias en las puntuaciones de Lubricación antes y a los 3 y 9 meses de la


histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con los resultados de la histerectomía.

En cuanto al Orgasmo, las no satisfechas con los resultados presentan una


disminución no significativa (p=0,86) en la puntuación de este dominio. Las satisfechas con
los resultados presentan un ligero aumento no significativo (p=0,41), (Figura 29).

178
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Figura 29. Medias en las puntuaciones de Orgasmo antes y a los 3 y 9 meses de la


histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con los resultados de la histerectomía.

Los Problemas con la penetración mejoran en las satisfechas con los resultados
(p=0,0001), dándose esta mejoría en todos los momentos. En las no satisfechas existe una
disminución no significativa (p=0,81), (Figura 30).

Figura 30. Medias en las puntuaciones de Problemas con la penetración vaginal antes
y a los 3 y 9 meses de la histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con los
resultados de la histerectomía.

En la Ansiedad anticipatoria las satisfechas con los resultados presentan una mejora
en la puntuación significativa (p=0,0001), que sucede principalmente entre los 3 y los 9
meses de la histerectomía y entre antes y los 9 meses. Las no satisfechas presentan una
disminución en la puntuación no significativa (p=0,81), (Figura 31).

179
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Figura 31. Medias en las puntuaciones de Deseo antes y a los 3 y 9 meses de la


histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con los resultados de la histerectomía.

En la Iniciativa sexual existe un aumento en la puntuación (p=0,04) en aquellas


satisfechas con los resultados que se da entre antes y los 9 meses de la histerectomía; en las
no satisfechas disminuye la puntuación de forma no significativa (p=0,88), (Figura 32).

Figura 32. Medias en las puntuaciones de Iniciativa sexual antes y a los 3 y 9 meses de
la histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con los resultados de la histerectomía.

En cuanto a la Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja en las


satisfechas con los resultados se observa un ligero aumento no significativo (p=0,14) y en

180
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

las no satisfechas con los resultados presenta disminución de forma no significativa


(p=0,19), (Figura 33).

Figura 33. Medias en las puntuaciones de Confianza para comunicar preferencias


sexuales a la pareja antes y a los 3 y 9 meses de la histerectomía en las satisfechas y no
satisfechas con los resultados de la histerectomía.

La Capacidad de disfrutar con la actividad sexual se mantiene sin diferencias


significativas en las satisfechas con los resultados (p=0,05) y disminuye de forma no
significativa en las no satisfechas (p=0,53), (Figura 34).

Figura 34. Medias en las puntuaciones de Capacidad de disfrutar con la actividad


sexual antes y a los 3 y 9 meses de la histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con
los resultados de la histerectomía.

181
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

La Satisfacción con su vida sexual en general aumenta (p=0,02), sobretodo entre


antes de la cirugía y los 9 meses después, en las satisfechas con los resultados y disminuye
de forma no significativa en las no satisfechas (p=0,66), (Figura 35).

Figura 35. Medias en las puntuaciones de Satisfacción con su vida sexual en general
antes y a los 3 y 9 meses de la histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con los
resultados de la histerectomía.

La Frecuencia de actividad sexual aumenta de manera significativa en las


satisfechas con los resultados (p=0,0001), dándose este aumento principalmente entre antes
y los 3 meses y entre antes de la histerectomía y los 9 meses; y disminuye de manera no
significativa (p=0,07) en las no satisfechas con los resultados. (Figura 36).

Figura 36. Medias en las puntuaciones de Frecuencia de actividad sexual antes y a los
3 y 9 meses de la histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con los resultados de la
histerectomía.

182
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

En cuanto a la Calidad de vida, el grupo de mujeres satisfechas con los resultados de


la histerectomía presentan un cambio a mejor en el componente PCS de la calidad de vida
significativo (p=0,001), mientras que las no satisfechan empeoran a los 3 meses para luego
aumentar y quedarse ligeramente mejor que antes de la cirugía como podemos ver en la
gráfica 1 (Figura 37).

Figura 37. Medias en las puntuaciones de PCS antes y a los 3 y 9 meses de la


histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con los resultados de la histerectomía.

No existen diferencias significativas (p=0,97) en el cambio en la puntuación del


componente MCS de la calidad de vida entre las mujeres satisfechas y las no satisfechas
con los resultados de la histerectomía. El MCS mejora independientemente de la
satisfacción con los resultados de la cirugía (Figura 38).

Figura 38. Medias en las puntuaciones de MCS antes y a los 3 y 9 meses de la


histerectomía en las satisfechas y no satisfechas con los resultados de la histerectomía.

183
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

184
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VI. DISCUSIÓN

185
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

186
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VI. DISCUSIÓN

VI.1. Cambios en la Función sexual y en la Calidad de vida

Encontramos que, tras la histerectomía, la Función sexual de la mujer mejora en


algunos aspectos y no cambia en otros. La Calidad de vida tras la histerectomía mejora.

Antes de la histerectomía, entre los dominios que evalúan la Respuesta sexual, el


que más trastorno grave presenta es el Orgasmo (10,4%) y el que menos, los Problemas con
la penetración vaginal (1,9%). La Lubricación y la Ansiedad anticipatoria presentan un
9,7% de trastorno grave, el Deseo 7,6% (si unimos trastorno grave con moderado
tendríamos un 50,3% de prevalencia de trastorno del deseo, Lermann encuentra una
prevalencia de trastorno por deseo sexual hipoactivo del 23-37% 10 ) y la Excitación, 4,5%.
Un 28,8% tienen Ausencia de iniciativa y un 10,2% Ausencia de confianza para comunicar
preferencias sexuales a la pareja. Un 6,5% presentan Incapacidad para disfrutar con la
actividad sexual y un 5,8% se consideran Insatisfechas con su vida sexual en general.
Llama la atención que el 86,5% de las mujeres tienen Buena satisfacción sexual, sin
embargo, el 59,5% presentan trastorno grave o moderado en alguno de los dominios que
evalúan la respuesta sexual. Sólo un 40,5% no tiene trastorno antes de operarse.
61
Coincidimos así con Cruz Navarro , que concluye que en su población hay alta tasa de
disfunción sexual con baja sensación de insatisfacción. Coincidimos también con Basson en
la complejidad de la respuesta sexual femenina, ya que, por ejemplo, muchas mujeres
describen el resultado de su experiencia sexual como satisfactorio, incluso "saciante" sin
necesidad de experimentar orgasmo. En cambio, otras mujeres, para estar satisfechas,
pueden necesitar experimentar varios orgasmos o un orgasmo muy intenso 37.
Como hemos visto, el 59,5% tiene algún trastorno antes de operarse, es un porcentaje
mayor que el que encuentra Cruz Navarro, que observa algún tipo de disfunción sexual en
el 30% de las mujeres (350 mujeres en España con el test de función sexual FSM®) 61. Es
posible que esto se deba a que el 94,6% de nuestras mujeres presentan sintomatología que
las lleva tener indicada una histerectomía, pero fundamentalmente influirá el hecho de que

187
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

la edad media de las participantes de su estudio es 33,5 años mientras que la nuestra es
50,9, ya que después de la histerectomía el 52,7% sigue presentando algún trastorno.
Laumann, sin embargo, encuentra un 43% de disfunción sexual femenina 72.
La edad media de nuestras mujeres participantes es similar a los trabajos de Gütl,
10,121,151
Lermann y Roussis ; y, en general, algo más alta que la mayoría de estudios en los
11–13,16,18,19,24,94,104,113,150,157–161
que la edad media está alrededor de los 44 - 48 años . El que
la media de edad sea algo mayor podría influir en la función sexual, encontrando menos
cambio a mejor tras la histerectomía.

Después de la histerectomía, tardan en reanudar su actividad sexual 53,2 días de


media, variando desde 12 a 150 días, coinciden totalmente con Urrutia161. En esto influye
mucho el hecho de que, aproximadamente, al mes y medio de la cirugía, las pacientes
tienen cita en la consulta de ginecología, y muchas esperan a consultar al ginecólogo si ya
pueden iniciar su actividad sexual puesto que antes tienen dudas y temores. Poad estudia 55
mujeres a las que se les realiza histerectomía vaginal o abdominal con cirugía de suelo
pélvico añadida y advierten que las mujeres tardan en reanudar actividad sexual tras la
cirugía, la mayoría, entre 42 y 84 días, pero una minoría tarda más de 90 días, coinciden
aproximadamente con nuestras pacientes 4.

A los 3 meses de la histerectomía, entre los dominios que evalúan la Respuesta


sexual, el que más trastorno grave presenta es el Orgasmo (13,2%) y el que menos los
Problemas con la penetración vaginal (2%), como antes de la cirugía.. La Lubricación
presenta un 11,8% y la Ansiedad anticipatoria presentan un 11,6% de trastorno grave, el
Deseo 12,3% y la Excitación 5,3%. Vemos un aumento de trastorno grave en todos los
dominios. Encontramos Ausencia de iniciativa en el 27,3% de la población y Ausencia de
confianza en el 12,3%. Un 5,9% presentan Incapacidad para disfrutar con la actividad
sexual y un 7,1% se consideran Insatisfechas con su vida sexual en general.
El 84,4% de las mujeres dicen que tienen Buena satisfacción sexual, un 2% menos
que antes de la histerectomía.
El 89,7% tienen actividad sexual con penetración, las que no la tienen es
principalmente por miedo (3,2%) o por no tener pareja (3,2%). Aumenta el porcentaje de

188
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

actividad con penetración y varía la razón por la que no tienen penetración, antes de la
cirugía era el dolor y ahora es más el miedo.
El 28,8% tienen actividad sexual 1 o 2 veces por semana y un 7,2% más de 12 veces
por semana.

A los 9 meses de la histerectomía, entre los dominios que evalúan la Respuesta


sexual, el que más trastorno grave presenta es el Orgasmo (9,2%) y el que menos los
Problemas con la penetración vaginal (1,9%), como antes y a los 3 meses de la
histerectomía. La Lubricación presenta un 7,8% y la Ansiedad anticipatoria presentan un
9,1% de trastorno grave, el Deseo 6,4% y la Excitación 2,6%. Vemos una disminución de
trastorno grave en todos los dominios.
Presentan Ausencia de iniciativa el 24,8% de la población y Ausencia de confianza el
7,1%.
Un 7,2% presentan Incapacidad para disfrutar con la actividad sexual y un 5,2% se
consideran Insatisfechas con su vida sexual en general.
El 88,9% de las mujeres dicen que tienen Buena satisfacción sexual, un 2,4% más que
antes de la histerectomía.
El 90,4% tienen actividad sexual con penetración, las que no la tienen es
principalmente por no tener pareja (3,2%) o por incapacidad de la pareja (3,2%). Aumenta
el porcentaje de actividad con penetración y las principales razones para no tenerla ya no
dependen de la mujer.
El 29,2% tienen actividad sexual 1 o 2 veces por semana y un 6,5% más de 12 veces
por semana.
Los cambios de la Función sexual tras la histerectomía, según el test FSM®, que
hemos observado son a mejor en algunos de los dominios evaluadores de la actividad
sexual como Deseo, Excitación, Problemas con la penetración vaginal, Ansiedad
anticipatoria y Frecuencia de actividad sexual. En el resto de dominios no encontramos
cambios (Lubricación, Orgasmo, Iniciativa sexual, Confianza para comunicar preferencias
sexuales a la pareja, Capacidad de disfrutar con la actividad sexual y Satisfacción con la
vida se cual en general). El Deseo y la Ansiedad anticipatoria mejoran a partir del tercer
mes tras la cirugía. La Excitación y la Frecuencia presentan mejoría ya en los primeros 3

189
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

meses, permaneciendo estable posteriormente. Y, los Problemas con la penetración vaginal,


mejoran desde el principio y se va incrementando la mejoría hasta los 9 meses.
Cuando analizamos separadamente según la edad, vemos que en las menores de
55 años es en las que se observan principalmente los cambios anteriores (pero los cambios
son manifiestos ya a los 3 meses sin aumento posterior, salvo en la Ansiedad que mejora
pero entre el tercer y noveno mes) y que, además de lo anterior, encontramos una mejoría
en la Capacidad de disfrutar con una significación estadística límite. Sin embargo, en las
mayores de 55 años solamente encontraremos un aumento en la Frecuencia de actividad
sexual a los 9 meses.
Coincidimos con Punushapai que, tras histerectomía abdominal, observa incremento
del deseo, disminución de la dispareunia (que coincidiría en nuestro test con mejoría en los
162
problemas con la penetración vaginal) y aumento de la frecuencia de coitos . Lermann,
sin embargo, al estudiar el trastorno del deseo sexual hipoactivo, no ve que se modifique
10
tras la histerectomía, ni que la vía de abordaje influya en el mismo ; este estudio no
compara como el nuestro el antes y el después de la histerectomía, sino que hace una
entrevista entre 6 meses y 3 años después de la histerectomía (a diferencia del nuestro, las
entrevistas no son homogéneas en el tiempo y dejan transcurrir demasiado tiempo tras la
histerectomía que puede sesgar los resultados).
El que, tras la histerectomía, encontremos mejoría en la mayoría de los dominios y
ningún cambio en el resto, es acorde con gran parte de la bibliografía consultada
14,93,151,154,161,163
. Según Helström, la eliminación de los síntomas es la principal causa de la
164
mejoría en la función sexual . Richards refiere que al eliminar el miedo al embarazo,
143
aumenta la libido . Las respuestas que dan las mujeres a por qué mejora su vida sexual
coinciden plenamente con estos dos autores, la mayoría dicen que porque desaparecen los
síntomas y una pequeña proporción lo achacan a que ya no tienen miedo al embarazo.
Weber en su estudio encuentra que las mujeres experimentan altos grados de
satisfacción y que no hay cambios en la función sexual tras la histerectomía abdominal por
165
indicación benigna . Acorde con la revisión de Yazbeck que concluye que la
166
histerectomía no afecta adversamente a la función sexual . La histerectomía por causa
benigna parece ser que no afecta a la función sexual ni a los aspectos psicosociales de la
mujer, pero existe un subgrupo de mujeres cuya histerectomía lleva añadida doble

190
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

ooforectomía, que sí que refieren empeoramiento de su función sexual, así como deterioro
167
psicológico con más síntomas depresivos y deterioro de la autoimagen . Pauls también
encuentra que tras la histerectomía mejora la Función sexual, la Calidad de vida y la
satisfacción con la imagen corporal pero en el grupo que llevan asociada ooferectomía
bilateral hallan empeoramiento; por otro lado, tras la cirugía de suelo pélvico encuentran
algo más de dolor cuando se realizaron colporrafias posteriores 15.
En un estudio en el que comparan la función sexual y la satisfacción con la imagen
corporal tras embolización de arterias uterinas e histerectomía como tratamiento de
miomatosis encuentran a los dos años mejoría en ambos grupos, sólo significativa en el
grupo de la embolización 104.
168
Nuestros resultados difieren de los encontrados por Ercan que observa
empeoramiento de la función sexual tras la histerectomía con acortamiento vaginal que se
da sobre todo tras la histerectomía vaginal y disminución en las puntuaciones del
cuestionario que utilizan para medir la función sexual. Pensamos que este estudio tiene dos
factores muy importantes a tener en cuenta a la hora de tomar con cautela los resultados: el
primero es que el grupo de histerectomía vaginal tiene una edad media superior al resto
que, podría, por sí misma explicar, al menos en parte, el acortamiento vaginal; el segundo
es que utiliza el PISQ-12 (Pelvic Organ Prolapse/Urinary Incontinence Sexual Function
Questionnaire) cuando la patología por la que se operan las mujeres es diversa, no sólo
patología de suelo pélvico, es un cuestionario específico y lo aplican en general.
También diferimos de los resultados del estudio llevado a cabo por Goktas que
encuentra deterioro de la función sexual y aumento de la depresión tras la histerectomía,
pero se ha de tener en cuenta que en este estudio a todas las mujeres se les realiza
ooforectomía bilateral, mientas que nosotros sólo al 11,4%, y, como sabemos y hemos
revisado en la introducción, la ooforectomía bilateral afecta negativamente a la Función
sexual; ocurre lo mismo con estudio de Celik que encuentra empeoramiento de la función
sexual tras la histerectomía pero está realizado en postmenopáusicas y en todas realizan
ooforectomía bilateral 18,157.
Tampoco coincidimos con Sobral Portela, en su revisión concluye que encuentra
problemas importantes en la Función sexual tras la histerectomía, sobre todo cuando la vía

191
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

es vaginal. A tener en cuenta, mezclan histerectomías totales, subtotales y radicales;


patología benigna con patología maligna y preservación con extirpación de los ovarios 97.
Rodríguez observa que la función sexual tras la histerectomía es igual o peor, y que lo
que más influye en la disfunción sexual es la edad y la disfunción sexual de la pareja; no
coincidimos en los resultados, y además, ellos realizan un 41% de ooforectomías bilaterales
(nosotros, como ya hemos dicho, 11,4%) lo cual ya sabemos que puede ejercer efectos
negativos sobre la función sexual, y no evalúan a las mujeres antes y después de la
histerectomía, sino que les hacen una entrevista al año de la histerectomía simplemente 169.
Tampoco coincidimos con McPherson, en su estudio compara población que presenta
metrorragia disfuncional y se le realiza ablación endometrial o histerectomía. Incluyen en el
estudio el 80% de la ablaciones y el 45% de las histerectomías. Sus hallazgos son contrarios
a los nuestros puesto que ellos observan que tras la histerectomía empeora la función sexual
al compararlo con la ablación. Las histerectomías llevan asociada ooforectomía bilateral en
el 40% de los casos 19.
Nuestros resultados no son acordes con Poad, que realiza un cuestionario a 55
mujeres con histerectomía más cirugía de suelo pélvico, después de la cirugía y estudia el
deseo, la lubricación, la dispareunia, el orgasmo y la frecuencia de actividad sexual;
encuentra que en la mayoría no hay cambios, con un porcentaje de empeoramiento del 16%
en el deseo y entre el 24-38% en la lubricación 4.
Kilkku dice que tras la histerectomía la libido no cambia pero la capacidad para
alcanzar el orgasmo disminuye 98, algo que tampoco es acorde con nuestros hallazgos según
el test FSM®, pero sí hemos visto que parte de las mujeres que consideran que su vida
sexual empeora lo relacionan con menos orgasmos y menos intensidad en los mismos.

Valorando el cambio de otra forma (según cómo cambia la presencia o ausencia de


trastorno) vemos que existe mejoría en los Problemas con la penetración (de 86,6% sin
trastorno pasan a 94,4% y de 12,5% con trastorno moderado a 4,3%, sin cambios entre los
trastornos graves) y en la Ansiedad anticipatoria (de 82,1% sin trastorno a 89,7%, y de
9% de trastorno grave a 5,5% y de 9% de trastorno moderado a 2,8%).
Existe un aumento significativo de la actividad sexual con penetración entre antes de
la histerectomía (86,5%) y los 9 meses (91,9%)

192
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Antes de la histerectomía hay un 40,5% de mujeres sin trastorno que pasarán a


ser un 43,3% a los 9 meses de la misma. Antes de la histerectomía hay un 59,5% de
mujeres con algún trastorno (trastorno moderado + trastorno grave) que pasarán a
un 52,7% tras 9 meses de la misma. Antes de la histerectomía hay un 20,9% de mujeres
con trastorno grave que pasarán al 18,2% después de la cirugía. Pero también es
interesante observar que 17 mujeres que no tenían trastorno, pasarán a tenerlo después
de la histerectomía, que supone un 10,2% de nuestras mujeres participantes.
Pauls en su revisión habla de problemas sexuales en el 35-50% de la población
general 15.

Hemos tenido en cuenta la impresión subjetiva de las mujeres preguntándoles si creen


que su vida sexual después de 9 meses de la histerectomía es igual, mejor o peor. El 60,3%
nos dicen que igual, el 24,4% que peor y el 15,4% que mejor. Después nos dicen por
qué creen que ha variado a peor o a mejor. A peor principalmente dicen que es por
disminución del deseo, por dolor en introito con la penetración vaginal, porque tienen
menos orgasmos o son menos intensos y por miedo a que la patología aparezca de nuevo al
tener actividad sexual. Las que mejoran dicen que porque los síntomas desaparecen y
porque ya no tienen miedo a quedarse embarazadas.
Y cuando vemos la correlación entre el test FSM® y la percepción subjetiva de las
mujeres observamos que la mayoría de las que dicen ir a mejor lo relacionan con la
desaparición de los síntomas (13,8%), coincidiendo con algunos estudios 6,5. La mejoría se
relaciona con incrementos en la puntuación de Deseo, Excitación, Problemas con la
penetración vaginal, Ansiedad anticipatoria (no significativa), Iniciativa sexual y
Frecuencia de actividad sexual.
Las que refieren que su vida sexual no ha cambiado, han mejorado en Deseo,
Excitación, Lubricación, Problemas con la penetración vaginal, Ansiedad anticipatoria,
Iniciativa, Satisfacción general y Frecuencia de actividad sexual.
La percepción subjetiva que tienen las mujeres de cómo ha variado su vida sexual es
independiente de la puntuación obtenida en el test en los dominios de Orgasmo, Confianza
con la pareja para comunicar preferencias sexuales o Capacidad de disfrutar.

193
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

La opinión subjetiva de la mujer se relaciona principalmente con la Excitación,


la Iniciativa sexual y la Frecuencia de las relaciones sexuales valorados con el test
FSM®, lo que nos da una idea de la importancia que estos dominios tienen para las mujeres.
El que la Excitación tenga tanta importancia para las mujeres coincide con el ciclo de
39
Respuesta sexual femenina que vemos en la Figura 9 , en el que vemos cómo la
Excitación no siempre va precedida de Deseo y que puede aumentar este último.
Cuando comparamos la percepción subjetiva de las mujeres con la bibliografía vemos
que Dennerstein encuentra que el 29% están igual, el 37% peor y el 34% mejor. Los
resultados difieren mucho de los nuestros pero hemos de tener en cuenta varios factores: el
principal es que en todas las histerectomías asocian doble ooforectomía, es un estudio
antiguo, la entrevista sólo la realizan tras la histerectomía y con plazos muy diferentes,
entre 6 meses y 5 años. Aquéllas cuya frecuencia de actividad sexual era menor
1vez/semana presentaron peores resultados sexuales que las de más de 1 vez/semana 3.
Nathotst-Böös compara HTA con y sin ooforectomía bilateral y encuentra que a las que no
se les realiza presentan una vida sexual: 15% igual, 11% peor y 74% mejor; y las que sí
tienen ooforectomía: 21% igual, 24% peor y 55% mejor. No coincidimos en los
porcentajes, pero sí en que un porcentaje empeora 6. En el estudio de Peterson el 18% dicen
que están igual, el 29% peor y el 52% refieren mejoría 24.
La mayoría de nuestra población que refiere que su vida sexual cambia a peor lo
achaca a disminución en el Deseo (12,8%). Encontramos en la literatura de forma
continuada un porcentaje constante (entre un 10-20%) de mujeres que empeoran su Función
sexual tras la histerectomía, aunque globalmente existe una mejoría, Lonneé-Hoffmann en
su revisión refiere que este empeoramiento se ha relacionado con tener depresión antes de
la cirugía, con que la indicación sea endometriosis, con la cicatriz en la vagina, con
disminución de la sensibilidad en la vagina, con el hecho de que el útero contribuya
contrayéndose al orgasmo en algunas mujeres y estas sean más proclives a empeorar al
quitarlo. Aquí, se está teniendo en cuenta que no se haya realizado ooforectomía bilateral
añadida a la histerectomía puesto que esto sí que está claro que se asocia con peor función
93
sexual . Nosotros según el test FSM® encontramos un 10,2% de empeoramiento de la
función sexual, mientras que el 24,4% de las mujeres refieren empeoramiento; en cualquier

194
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

caso, como hemos visto, coincidimos con ese 10-20% aproximado que se mantiene
constante en todos los estudios de empeoramiento de la función sexual tras la histerectomía.
Nos parece muy interesante ver qué hay detrás de ese porcentaje de mujeres que
empeoran que se mantiene estable a lo largo de diferentes estudios y es lo que vamos a
comentar en el apartado VI.3. de esta discusión.

La Calidad de vida mejora, vemos que las medias de los componentes PCS y MCS
presentan un aumento progresivo entre antes, a los 3 y a los 9 meses de la histerectomía.
Concuerda con estudios previos 93,119,158.
El cambio a mejor en el componente mental de la Calidad de vida es acorde con la
revisión de Darwish que sugiere que la histerectomía realizada por patología benigna se
asocia con riesgo más bajo de depresión y no se relaciona con la ansiedad 148.
Hartmann realiza un estudio sobre cómo afecta la histerectomía a la calidad de vida y
la función sexual de mujeres con dolor y depresión. Las mujeres con dolor pélvico y
depresión presentan menos mejoría a los 2 años tras la histerectomía que aquellas que
tienen sólo dolor, sólo depresión o nada. Sin embargo, estas mujeres mejoran entre antes y
después de la histerectomía su calidad de vida y su función sexual 160.

VI.2. Factores que influyen en la Función sexual y en la Calidad de


vida antes de la histerectomía

Las variables que influyen en la Función sexual antes de la histerectomía, podemos


decir que son principalmente la EDAD, los FACTORES CULTURALES, las
ENFERMEDADES, la PATOLOGÍA DE SUELO PÉLVICO y la SATISFACCIÓN CON
LA IMAGEN CORPORAL.
La EDAD ejerce influencia en prácticamente todos los dominios de la Función
sexual, a más edad, la puntuación en los dominios evaluadores de la Función sexual es
menor.
Los FACTORES CULTURALES, como es el nivel de estudios, llama la atención,
porque ejerce influencia sobre la mayoría de los dominios de la Función sexual, a mayor
nivel de estudios, observamos puntuaciones más altas. La Profesión (mejor función sexual

195
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

las que tienen trabajo remunerado o están en paro, comparado con las amas de casa y
jubiladas) va a influir sobre el Orgasmo y la Iniciativa sexual.
En aquellos dominios en los que el nivel de estudios no ejerce su influencia
(Orgasmo, Satisfacción general y Frecuencia de actividad sexual) la van a ejercer la
presencia de ENFERMEDADES, sobretodo DEPRESIÓN y DIABETES, y la toma de
ANTIDEPRESIVOS, de manera negativa.
Y en los Problemas con la penetración vaginal, lo que más vemos que influye es la
presencia de PATOLOGÍA DEL SUELO PÉLVICO con sensación de bulto en genitales y
la menopausia, que empeorarán la puntuación.
La SATISFACCIÓN CON LA IMAGEN CORPORAL influirá en el Deseo,
Orgasmo, Ansiedad anticipatoria, Iniciativa, Capacidad de disfrutar y Satisfacción con la
vida sexual en general; a más satisfacción, mejor Función sexual.
La Satisfacción con el papel como mujer influirá sobre la Ansiedad anticipatoria y la
Iniciativa, a más satisfacción, mejores puntuaciones.
Sentirse apoyada por su pareja ante la cirugía repercute en mayor Confianza con la
pareja para comunicarle preferencias sexuales en las mayores de 55 años.

El que la edad, las enfermedades 76 y, concretamente, la depresión 37 influyen sobre la


función sexual es algo demostrado en multitud de investigaciones. McPherson también
observa que a más edad existe más prevalencia de problemas psicosexuales 19.
Coincidimos plenamente con Laumann, que encuentra un 43% de disfunción sexual
femenina, que se asocia principalmente con la edad y con el nivel de estudios. Es más
frecuente entre mujeres con pobre salud física y emocional y se asocia con la calidad de
vida 72.
Sin embargo, Rosen no encuentra influencias del nivel de estudios sobre la función
sexual. Los factores que más influyen en la satisfacción sexual, según su investigación
sobre 329 mujeres entre 18 y 73 años, son la edad y el estado de relación de pareja 73.
84
Avis , mostró que el estado global de salud, la salud mental y el estado civil
influyen más en la función sexual que la menopausia.
Pauls en su revisión también observa que las mujeres con prolapso genital tienen peor
satisfacción con su imagen corporal y peor función sexual 15.

196
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Las variables que influyen en la Calidad de vida se solapan con las que influyen sobre
la Función sexual y son, de nuevo, la EDAD, los FACTORES CULTURALES, las
ENFERMEDADES y la SATISFACCIÓN CON LA IMAGEN CORPORAL. En la
Calidad de vida vamos a ver que en lugar de la patología de suelo pélvico, lo que más
afecta es el tener dolor abdominal, así como que la satisfacción con el papel como mujer
que también influye.
Vemos que sobre PCS influyen: la profesión (sobre todo al comparar las jubiladas
con las que tienen trabajo remunerado, es menor en las primeras), la depresión, tomar
antidepresivos, benzodiacepinas y digitálicos, presentar sintomatología (principalmente
influye el dolor abdominal) y la satisfacción con la imagen corporal y con el papel como
mujer. En cuanto a la función sexual el trastorno grave del deseo, de la excitación, del
orgasmo, de la penetración vaginal, la ausencia de iniciativa, la incapacidad para
disfrutar y la insatisfacción sexual general, influyen también negativamente, viendo aquí
lo que hemos ido comentando en la introducción de la gran influencia de la Función sexual
en la calidad de vida de las personas.
Sobre MCS, la edad, la depresión, la toma de antidepresivos y presentar
metrorragia influyen negativamente. El trastorno en el orgasmo, en la penetración
vaginal, en la ansiedad anticipatoria, la ausencia de iniciativa, la incapacidad para
disfrutar con la actividad sexual y la insatisfacción sexual en general influyen
negativamente sobre MCS. Mientras que la menopausia, el que la indicación sea por
patología de suelo pélvico y la sensación de bulto en genitales coincide con mayor
puntuación en MCS, este hallazgo es inesperado y no lo hemos podido explicar con la
bibliografía consultada.

197
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VI.3. Factores que pueden condicionar el que haya cambios en la


Función sexual y en la Calidad de vida tras la histerectomía

Función sexual
Existen múltiples variables que influyen en la mejoría o empeoramiento en las
puntuaciones de los diferentes dominios.
Como ya hemos visto, una de las variables que más influye en que haya cambios en
la Función sexual es la edad. Estudiando el resto de variables, observamos que el padecer
enfermedades con posible repercusión sobre la función sexual (concretamente,
hipertensión, depresión y artrosis), tomar tratamientos (concretamente
antihipertensivos y antidepresivos), tener realizada cirugía previa que pueda afectar a la
función sexual, que la histerectomía lleve añadida ooforectomía bilateral, que se realice
anestesia general y que la mujer presente síntomas a los 9 meses de la histerectomía,
repercuten en un empeoramiento de la Función sexual tras la histerectomía.
No estar en menopausia o ser menor de 55 años influye en que disminuya la
Frecuencia de actividad sexual.
La depresión y la toma de antidepresivos se relaciona claramente con empeoramiento
en el Orgasmo, sin embargo, curiosamente se observa en estas mujeres (así como en las que
toman benzodiacepinas, que coincidirán la mayoría con las que toman antidepresivos) una
mejoría en la Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja.
Padecer incontinencia de orina se asocia con empeoramiento en la Confianza para
comunicar preferencias sexuales a la pareja.
En cuanto a la satisfacción con la imagen corporal, a menor satisfacción más mejoría
en Deseo y Ansiedad anticipatoria, con empeoramiento en la Lubricación.
Las más satisfechas con su papel como mujer presentan más empeoramiento en
Orgasmo y las menos satisfechas mejoría en Ansiedad anticipatoria.
Las que se sienten poco o nada apoyadas por su pareja, presentan mejoría en la
Excitación y en la Confianza para comunicar preferencias sexuales a la pareja.
Las mujeres que no tienen actividad sexual con penetración antes de operarse
mejoran en Excitación y Orgasmo después.
En la valoración subjetiva de los cambios de la Función sexual tras la histerectomía,
cuando estudiamos qué variables influyen en la percepción de empeoramiento vemos que

198
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

en menores de 55 años son: la profesión (las amas de casa y las jubiladas perciben más
empeoramiento que el resto) y la ooforectomía bilateral. En mayores de 55 años no hay
ninguna variable significativa.
En resumen, las principales variables que se relacionan con empeoramiento en la
Función sexual tras la histerectomía es: la EDAD, la PROFESIÓN (amas de casa y
jubiladas), las ENFERMEDADES (sobre todo depresión e hipertensión), la toma de
TRATAMIENTOS (sobre todo antidepresivos y antihipertensivos), la CIRUGÍA previa, el
realizar OOFORECTOMÍA BILATERAL, el realizar ANESTESIA GENERAL y presentar
SÍNTOMAS a los 9 meses. Disminuye la Frecuencia de actividad sexual en las MENORES
DE 55 AÑOS O PREMENOPÁUSICAS. Las mujeres con INCONTINENCIA DE ORINA
empeoran la Confianza para comunicar preferencias sexuales a su pareja.

Thakar observa que un amplio rango de características de las pacientes influyen en la


función sexual tras la histerectomía. Por ejemplo, el poco conocimiento de la anatomía
reproductiva, las expectativas negativas antes de la cirugía sobre la recuperación de la
misma, la morbilidad psiquiátrica, la depresión y la disfunción sexual antes de la
histerectomía se han asociado con peores resultados. Se asocian con mejores resultados en
la función sexual: la frecuencia de actividad sexual previa, la buena función sexual previa,
170
la buena relación de pareja, la buena salud de la mujer y de su pareja . Coincidimos con
Thakar en que la depresión se asocia a peores resultados.
Por otro lado, Gütl advierte que el estado postmenopáusico, la frecuencia coital y la
151
severidad de las quejas prequirúrgicas estaban asociadas con mejoría en los resultados .
Nosotros coincidimos en que las mujeres perciben mejoría tras la desaparición de los
síntomas.
Aunque la mayoría de los estudios recientes descartan la relación de la histerectomía
con resultados psicológicos y sexuales adversos, se identifican mujeres con ciertos factores
de riesgo que sí que tienen resultados adversos a este respecto. Así es, mujeres con
alteraciones psiquiátricas o con disfunción sexual antes de la histerectomía pueden tener
peores resultados y precisan más atención. Una valoración cuidadosa de estos factores antes
de la cirugía nos indicará si la mujer podría beneficiarse de la derivación a un psiquiatra,
psicólogo o sexólogo antes de la cirugía, o si un tratamiento médico debería ser el

199
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

tratamiento de elección en ese caso, en cuyo caso necesitará más apoyo esta mujer por parte
del médico. Incluir a la pareja en la consulta puede tener también beneficios 149.
Peterson no encuentra diferencias en la función sexual entre las que llevan
ooforectomía bilateral y las que no, es un estudio retrospectivo y el tiempo que transcurría
desde la histerectomía hasta el cuestionario es irregular desde 3 meses hasta 35 años 24.
La mayoría de estudios no encuentra diferencias entre las distintas vías de realización
93,154
de la histerectomía a la hora de mejoría de la Función sexual . Sin embargo, Gütl
encuentra que las mujeres del grupo abdominal describieron insatisfacción por la cicatriz y
151
más dolor . Abdelmonem encuentra más dispareunia tras la histerectomía vaginal que
tras la abdominal por posible acortamiento de la vagina en la primera 118.

Calidad de vida
Las variables que pueden influir en que haya cambios a mejor en la Calidad de Vida
son: el nivel de estudios (a menor nivel de estudios menor mejoría), indicación "uterina",
la presencia de metrorragia o de incontinencia de orina antes de la cirugía. También
vemos que la satisfacción con la imagen corporal influye en la mejora en PCS, no siendo
así sobre MCS. Las pacientes reintervenidas presentan menor puntuación y no presentan
cambio (no significativo).
Kayani observa que lo que más influía en mejorar la calidad de vida tras la
158
histerectomía era el tener antes reglas irregulares o tener dispareunia , coincidimos con
ellos en que la metrorragia antes de operarse fue de los factores que más influyó en mejorar
la calidad de vida.
Otras aspectos a tener en cuenta sobre nuestro estudio que pueden influir en nuestros
resultados es que el 36,7% de las mujeres que participan son menopáusicas, esto sí que
157
varía desde un 40,6% en el estudio de Gotkas , hasta Celik con 21-25% 18 y Urrutia con
sólo un 11,2% 11. El 94,6% tenía síntomas antes de operarse, el 42,2% metrorragia, el 41%
sensación bulto en genitales, el 31,9% dolor abdominal, el 22,9% síntomas por compresión,
el 8,4% incontinencia de orina y el 4,2% dispareunia. La población de Goetsch presenta un
30% de metrorragia, un 45% de dolor, 10% de prolapso y un 39% de miomatosis (por lo
que se puede entender serían asintomáticas con diagnóstico de miomatosis), algo diferente

200
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

12
de la nuestra . En 11,4% mujeres se ha realizado ooforectomía bilateral, es de los
porcentajes más bajos encontrados, Urrutia añade ooforectomía bilateral al 45% de las
histerectomías161, McPherson al 40% 19
, Peterson al 35,4% 24
. En 34,9% se ha realizado
cirugía de suelo pélvico añadida a la histerectomía (30,1% plastia anterior, 12% corrección
de desgarro perineal, 8,4% plastia posterior y 1,8% TOT), otros estudios como el de Urrutia
161
tienen añadida un 8,8% .La vía de abordaje ha sido abdominal en el 44%, vaginal en el
53% y laparoscópica en el 3%. Urrutia presenta un 75,6% de histerectomías realizadas vía
161
abdominal y son totales como las nuestras , Peterson también tiene un 77% de
histerectomías abdominales y un 33% de vaginales 24.

VI.4. Satisfacción con la histerectomía y cambios en Función sexual y


Calidad de vida

El 86,7% están satisfechas con los resultados de la histerectomía, 10,2% no lo están


y 3% no contestan.
La satisfacción con los resultados influye en los cambios a mejor en Deseo (las
satisfechas mejoran, mientras que las no satisfechas empeoran sin llegar a ser significativo),
Excitación, Problemas con la penetración, Ansiedad anticipatoria, Iniciativa sexual,
Satisfacción con su vida sexual y Frecuencia de actividad sexual.
No influye sobre la Lubricación, Orgasmo, Confianza para comunicar preferencias
sexuales a la pareja y Capacidad de disfrutar.
Kuppermann estudia sobre más de 1400 mujeres los factores que predicen
satisfacción con la histerectomía. Lo estudian en premenopáusicas y excluyen la patología
oncológica. La mayoría de las mujeres sometidas a histerectomía estuvieron muy
satisfechas (muy satisfechas: 63,9%, algo satisfechas 21,4%, ni satisfechas ni insatisfechas
6,9% e insatisfechas 7,8%) nuestros porcentajes de satisfacción son similares. Los factores
asociados con satisfacción tras la histerectomía fueron: el grado de resolución de los
síntomas previos a la histerectomía, el impacto de los síntomas previos y ver ventajas sobre
no tener útero 171.

201
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VI.5. Limitaciones y fortalezas de nuestro estudio

Limitaciones
La principal limitación de nuestro estudio es la muestra, que no nos permite realizar
análisis multivariante. Aún así, contamos con 166 mujeres, similar a algunos estudios
8,95,98,101,122,154,159 3,11–
, y superior a muchas de las publicaciones realizadas sobre este tema
13,18,4,24,94,5,96,104,105,113,118,121,151,157,158,161–163,168,169
; sin embargo, algunas investigaciones se
han realizado contando con una muestra amplia 10,16,6,19,150,160,172.
Es un estudio de comparación de la función sexual antes y después de la
histerectomía sin controles. Generalmente, no se pueden realizar inferencias causales de
estos estudios.
Otro punto débil es que realizamos la primera entrevista durante el mes previo a la
cirugía, quizás puede ser poco tiempo antes de la misma en cuanto que pueden presentar
más ansiedad en esos momentos que podría afectar a su función sexual. Si así fuera, nuestro
estudio podría sobreestimar los cambios positivos tras la histerectomía en la función sexual.
Para evitar esto, podríamos haber preguntado a las mujeres por su vida sexual antes de
decidir operarse; sin embargo esto podría haber provocado sesgos de memoria como en los
estudios retrospectivos.
Y, también hemos de tener en cuenta el efecto memoria, puesto que las mujeres ya se
saben (al menos parcialmente) las preguntas de las anteriores entrevistas; esto y la relación
que se crea con la entrevistadora podría llevarlas a sesgar sus respuestas tratando de
"agradar" mostrando mejoría.

Fortalezas
Uno de los puntos fuertes de nuestro estudio es la alta tasa de participación.
Ofrecimos participar a 229 mujeres, de las cuales decidieron colaborar 178. Es decir, la tasa
de mujeres participantes es del 77,7%, es un porcentaje alto teniendo en cuenta el carácter
160
íntimo de las cuestiones que se realizan, similar a Hartmann que tiene un 81%. Es una
tasa de participación mayor que gran parte de los estudios, que tienen entre 41-55%
10,19,104,159,173 11–13,18,24,154
y en la mayoría, este dato está ausente . Pensamos que una de las
posibles causas de la alta participación puede ser el ofrecer la realización de las entrevistas

202
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

vía telefónica, por correo o presencial, ya que ellas deciden con qué opción se encuentran
más cómodas. En la mayoría de estudios, las entrevistas se realizan por correo ordinario o
electrónico 10,12,19,24, en algunos por teléfono 157,169 y otras presenciales 18,159.
Este estudio tiene más solidez que otros que examinan el efecto de la histerectomía en
la función sexual puesto que es prospectivo. Muchos estudios son retrospectivos y, como
consecuencia, pueden estar afectados por sesgos de memoria en los que las pacientes,
particularmente aquéllas con problemas tras la histerectomía, idealizan su función sexual
previa a la histerectomía. Además evaluamos a las mujeres antes y después de la
histerectomía, en muchos casos sólo lo hacen después.
Estudiamos ampliamente la Función sexual examinando cada dominio de la misma
por separado (tanto los dominios que evalúan la Respuesta sexual, como los que evalúan
los aspectos Relacionales, como los que evalúan la Satisfacción general y algunas otras
cuestiones de interés como la Frecuencia de actividad sexual). Además, en muchas
ocasiones se equipara la satisfacción sexual con tener coito con una pareja heterosexual,
cuando la satisfacción va mucho más allá del coito y muchas mujeres llegan al orgasmo a
través de la masturbación (y esto en muchos estudios no se aborda).
Otra ventaja de nuestro estudio es que recogemos las enfermedades, los tratamientos
y la cirugía a la que han sido sometidas con posible repercusión sobre la función sexual. El
tener en cuenta las enfermedades es común a otros estudios(Goktas et al. 2015; Hehenkamp
et al. 2007), pero si toman tratamientos o tienen cirugía previa con posible influencia sobre
la función sexual no viene especificado en la mayoría de estudios. Es importante y, además,
vemos que ejercen influencia sobre la función sexual tanto antes de la histerectomía como
en la existencia de cambio.

203
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VI.6. Reflexiones finales

Nuestro estudio nos muestra que la Función sexual tras la histerectomía no cambia o
mejora y que la Calidad de vida mejora. Hay muchos mecanismos que podrían explicar la
mejoría observada en cada aspecto de la función sexual, el hecho de que el 94,6% de
nuestras pacientes tuvieran síntomas antes de la cirugía y se solucionen con la misma puede
ser un hecho importante, que, lógicamente hace que mejore la calidad de vida también.
Por tanto, y, aunque parezca obvio, el que la función sexual mejore tras la
histerectomía no quiere decir que en una mujer sin patología ginecológica que presente
disfunción sexual la histerectomía pueda ser una solución; nada nos hace pensar que quitar
un útero sano pueda mejorar la función sexual.
Existe un porcentaje, que encontramos constante en la literatura, de mujeres que
149
empeoran. Lo interesante, como observa Ryan , es identificar qué factores de riesgo se
asocian a estos resultados adversos. De este modo, a la hora de indicar la histerectomía
identificaremos a un subgrupo de riesgo que van a precisar más atención. Valoraremos si
pueden beneficiarse de la derivación a un psiquiatra, psicólogo o sexólogo antes de la
cirugía, o si un tratamiento médico debería ser el tratamiento de elección en ese caso si
fuera posible. Según Ryan, incluir a la pareja en la consulta puede tener también beneficios
149
.
Así pues, nuestro subgrupo con factores asociados a empeoramiento incluiría mujeres
mayores de 55 años, amas de casa y jubiladas, que padezcan enfermedades con posible
repercusión sobre la función sexual (principalmente depresión e hipertensión), que tomen
tratamientos que puedan afectar a la función sexual (sobre todo antidepresivos y
antihipertensivos), que tengan cirugía realizada con posible efecto negativo sobre la función
sexual, aquéllas a las que se les vaya a realizar ooforectomía bilateral junto con la
histerectomía y aquellas en las que se vaya a utilizar anestesia general. También habrá que
informar a las pacientes con incontinencia de orina que pueden ver mermada su confianza a
la hora de comunicar preferencias sexuales a la pareja.
Por otro lado, Komisaruk, en su revisión, da una visión diferente al resto de estudios.
Observa que lo prevalente en la literatura es que la histerectomía mejora la calidad de vida
y la función sexual. Pero realmente casi todos los estudios presentan un porcentaje de

204
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

mujeres cuya función sexual empeora. Komisaruk piensa que la función sexual no sólo
depende de qué nervios son seccionados durante la cirugía, sino también de la región
genital con la que la mujer sienta más placer y le lleve a tener un orgasmo. La sensibilidad
de la región clitoroidea depende de los nervios pudendos y genitofemorales, y no debería
afectarse por la histerectomía, por tanto, en las mujeres cuya fuente de mayor placer sea la
estimulación del clítoris no verán su función sexual alterada tras la histerectomía. Pero,
aquéllas mujeres cuya región genital con más sensibilidad para provocar los orgasmos es la
vagina o el cérvix, tendrán más probabilidades de experimentar un empeoramiento en su
función sexual, ya que los nervios que inervan estas áreas son el pélvico, el hipogástrico y
el nervio vago que tienen más probabilidad de ser dañados durante la histerectomía 115. Esto
coincide con las respuestas de algunas mujeres acerca de su empeoramiento.
Tras la histerectomía, es vital que estemos pendientes y sensibilizados con aquellas
pacientes que presentan deterioro de la función sexual tras la cirugía, que estará entre un
10,2%, según el test FSM®, y un 24%, según la impresión subjetiva de las mujeres, para
evaluarlas pronto, asesorarlas y proporcionarle todas las herramientas disponibles en
nuestro medio para su tratamiento. También tendremos que tener en cuenta aquellas que
presenten síntomas tras la cirugía pues se ha visto que se relaciona con empeoramiento de
la función sexual.
Finalmente, la información y la educación sobre los potenciales resultados adversos
en la sexualidad de la mujer tras la histerectomía, aumenta la satisfacción con los resultados
93,108
del procedimiento, incluso cuando existen resultados adversos en la función sexual .
Nosotros no hemos medido cómo de informadas se han sentido las pacientes pero, las
mujeres, entrevista tras entrevista, me han transmitido que se sentían poco informadas y
que la información en general, y sobre su sexualidad en particular, mitigaba sus temores y
su ansiedad ante la histerectomía. Esto abre las puertas a la realización de un estudio en
nuestro medio sobre lo informadas que se sienten las mujeres que se van a someter a
histerectomía y sobre nuestra preparación para informarlas y asesorarlas adecuadamente.

205
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

206
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VII. CONCLUSIONES

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VII. CONCLUSIONES

1. Tras la histerectomía, la Función sexual de la mujer mejora o no cambia. La


mejoría se encuentra principalmente en menores de 55 años.

2. Antes de la histerectomía, las variables que más influyen en la Función sexual son
la edad, el nivel de estudios, padecer enfermedades, presentar patología de suelo pélvico y
la satisfacción con la imagen corporal.

3. Existe un 10,2%, según el test FSM, de mujeres que empeoran su Función sexual
tras la histerectomía. A este empeoramiento se asocian: la edad, el ser ama de casa o estar
jubilada, padecer enfermedades (sobre todo depresión e hipertensión), tomar tratamientos o
haber sido sometida a cirugía previa con posible repercusión sobre la función sexual y que
se añada a la histerectomía ooforectomía bilateral.

4. La Calidad de vida mejora tras la histerectomía.

5. Lo que más influye en el aumento de la calidad de vida tras la histerectomía es el


nivel de estudios, presentar metrorragia o incontinencia de orina antes de operarse y que la
indicación de la histerectomía no sea por patología de suelo pélvico.

6. La satisfacción con los resultados de la histerectomía se relaciona con mejoría en la


Función sexual y en la Calidad de vida de las mujeres.

209
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

210
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VIII. ANEXOS

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Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

212
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VIII. ANEXOS

VIII. 1. Hoja informativa

HOJA DE INFORMACIÓN "Estudio de los cambios en la función sexual de la


mujer tras la histerectomía".
Investigador principal: Carmen Ángel Parra (F.E.A. Obstetricia y Ginecología del
Complejo Hospitalario Universitario de Albacete)
Objetivo del estudio: El objetivo de este estudio es saber en qué medida la
histerectomía (extirpación del útero o matriz) influye en la sexualidad de la mujer.
Metodología empleada: El estudio consistirá en una entrevista en una consulta de
ginecología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete alrededor de un mes antes de la
operación en la que se realizará un cuestionario sobre función sexual de la mujer, otro sobre salud
mental y otro sobre calidad de vida. Posteriormente, a los 3 y 9 meses de la intervención se volverán
a cumplimentar estos mismos cuestionarios mediante una entrevista o, si por algún motivo usted no
pudiese acudir, podría llamarla por teléfono o enviarle los cuestionarios por carta con el sobre y el
sello de vuelta incluidos.
Beneficios esperados para el participante y riesgos derivados del estudio:
El beneficio principal de este estudio es poder conocer si la extirpación del útero o matriz
influye en la vida sexual de la mujer, de esa forma se podrá informar mejor antes de la operación y
se podrá mejorar la sexualidad de la mujer a largo plazo. La sexualidad es un derecho humano
básico según la Organización Mundial de la Salud y está demostrado que los desórdenes sexuales
empeoran la calidad de vida y aumentan la aparición de otras alteraciones en las personas.
El estudio no presenta ningún riesgo para la persona que participe en él, puesto que sólo se
trata de completar unos cuestionarios y los datos se tratarán de forma totalmente confidencial y no
aparecerá ni su nombre ni ningún dato identificativo en ningún lugar
Participación en el estudio:
La participación en el estudio es voluntaria, existiendo en todo momento la
posibilidad de retirarse del mismo sin necesidad de dar explicaciones.
Confidencialidad de los datos:

213
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

Sus respuestas, junto con las del resto de participantes se introducirán en una base de
datos en la que no constarán datos identificativos y se garantizará durante todo el desarrollo
del estudio la confidencialidad de la información. Se le asignará a cada paciente un número al
azar y existirá total privacidad. Sólo tendrán acceso a los datos facilitados por Usted el personal
sanitario integrante del equipo investigador y los datos serán destruidos al finalizar el estudio.

214
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VIII.2. Consentimiento informado

Título del estudio: "Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la
histerectomía".
El objetivo de este estudio es saber en qué medida afecta la histerectomía (extirpación del
útero o matriz) a la sexualidad de la mujer. El estudio consistirá en una entrevista en una consulta
de ginecología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete alrededor de un mes antes de la
operación en la que se realizará un cuestionario sobre función sexual de la mujer, otro sobre salud
mental y otro sobre calidad de vida. Posteriormente, a los 3 y 9 meses de la intervención se volverán
a cumplimentar estos mismos cuestionarios mediante una entrevista o, si por algún motivo usted no
pudiese acudir, podría llamarla por teléfono o enviarle los cuestionarios por carta con el sobre y el
sello de vuelta incluidos.
El beneficio principal de este estudio es poder conocer si la extirpación del útero o matriz
influye en la vida sexual de la mujer, de esa forma se podrá informar mejor antes de la operación y
se podrá mejorar la sexualidad de la mujer a largo plazo. La sexualidad es un derecho humano
básico según la Organización Mundial de la Salud y está demostrado que los desórdenes sexuales
empeoran la calidad de vida y aumentan la aparición de otras alteraciones en las personas.
El estudio no presenta ningún riesgo para la persona que participe en él, puesto que sólo se
trata de completar unos cuestionarios y los datos se tratarán de forma totalmente confidencial y no
aparecerá ni su nombre ni ningún dato identificativo en ningún lugar. Se le asignará a cada paciente
un número al azar y existirá total privacidad. Sólo tendrán acceso a los datos facilitados por Usted el
personal sanitario integrante del equipo investigador y los datos serán destruidos al finalizar el
estudio.Su participación es totalmente voluntaria. Puede retirarse del estudio cuando usted desee sin
tener que dar explicaciones y, por supuesto, sin que repercuta en sus cuidados médicos.
Habiendo comprendido lo anterior, hecho las preguntas que he necesitado y recibido la
suficiente información acerca del estudio:
Yo _______________________________________________________
Presto libremente mi conformidad para participar en el estudio.
Fecha ___-___-__________ Firma del participante:
He explicado por completo los detalles relevantes de este estudio al participante y le entrego
una copia del consentimiento firmado. Fecha ___-___-_________ Firma del
investigador:

215
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VIII.3. Cuestionario de Función Sexual de la Mujer (FSM®)

Iniciales: _ _ _ _ Fecha de nacimiento:___/___/_____ Profesión:____________


Estudios: _____________ Fecha de cumplimentación:___/___/____

Pregunta llave: ¿HA TENIDO USTED ACTIVIDAD SEXUAL DURANTE LAS ÚLTIMAS CUATRO
SEMANAS?
Nota informativa: La actividad sexual puede ser en pareja o mediante estimulación sexual propia,
incluyendo caricias, juegos, penetración, masturbación...........
Sí No
Si la respuesta es “Sí” cumplimente el cuestionario de función sexual marcando, en cada
pregunta, solo una casilla.

1. DURANTE LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS ¿HA TENIDO FANTASÍAS (PENSAMIENTOS,


IMÁGENES....) RELACIONADAS CON ACTIVIDADES SEXUALES?
Nunca (1)
Raramente (2)
A veces (3)
A menudo (4)
Casi siempre - Siempre (5)

2. DURANTE LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS ¿HA TENIDO PENSAMIENTOS Ó DESEOS DE


REALIZAR ALGÚN TIPO DE ACTIVIDAD SEXUAL?.
Nunca (1)
Raramente (2)
A veces (3)
A menudo (4)
Casi siempre - Siempre (5)

3. DURANTE LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS ¿LE HA RESULTADO FÁCIL EXCITARSE


SEXUALMENTE?
Nunca (1)
Raramente (2)
A veces (3)
A menudo (4)
Casi siempre - Siempre (5)

4. EN LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS, DURANTE LA ACTIVIDAD SEXUAL, CUANDO LE HAN (O SE


HA) TOCADO O ACARICIADO ¿HA SENTIDO EXCITACIÓN SEXUAL?, POR EJEMPLO
SENSACIÓN DE “PONERSE EN MARCHA”, DESEO DE “AVANZAR MÁS” EN LA ACTIVIDAD
SEXUAL.
Nunca (1)
Raramente (2)
A veces (3)
A menudo (4)
Casi siempre – Siempre (5)

5. DURANTE LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS, CUANDO SE SINTIÓ EXCITADA SEXUALMENTE


¿NOTÓ HUMEDAD Y/O LUBRICACIÓN VAGINAL?
Nunca (1)
Raramente (2)
A veces (3)
A menudo (4)
Casi siempre – Siempre (5)

216
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

6. EN LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS, DURANTE SU ACTIVIDAD SEXUAL, CUANDO LE HAN (O SE


HA) TOCADO O ACARICIADO EN VAGINA Y/O ZONA GENITAL ¿HA SENTIDO DOLOR?
Casi siempre-siempre (1)
A menudo (2)
A veces (3)
Raramente (4)
Nunca (5)

7a. EN LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS, DURANTE SU ACTIVIDAD SEXUAL, LA PENETRACIÓN


VAGINAL (DEL PENE, DEDO, OBJETO...) ¿PODÍA REALIZARSE CON FACILIDAD?
Instrucciones: No debe de contestar a esta pregunta si no ha habido penetración vaginal en las
últimas 4 semanas. En su lugar responda la pregunta 7b
Nunca (1)
Raramente (2)
A veces (3)
A menudo (4)
Casi siempre – Siempre (5)

7b: INDIQUE POR QUÉ MOTIVO NO HA HABIDO PENETRACIÓN VAGINAL DURANTE LAS
ÚLTIMAS 4 SEMANAS Instrucciones: Cumplimente esta pregunta solo si no contestó a la anterior
(pregunta 7).
Por sentir dolor (a)
Por miedo a la penetración (b)
Por falta de interés para la penetración vaginal (c)
No tener pareja sexual (d)
Incapacidad para la penetración por parte de su pareja (e)

8. DURANTE LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS, ANTE LA IDEA O POSIBILIDAD DE TENER


ACTIVIDAD SEXUAL ¿HA SENTIDO MIEDO, INQUIETUD, ANSIEDAD..........?
Casi siempre-siempre (1)
A menudo (2)
A veces (3)
Raramente (4)
Nunca (5)

9. DURANTE LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS, ¿HA ALCANZADO EL ORGASMO CUANDO HA


MANTENIDO ACTIVIDAD SEXUAL, CON O SIN PENETRACIÓN?
Nunca (1)
Raramente (2)
A veces (3)
A menudo (4)
Casi siempre – Siempre (5)

10. EN LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS ¿CUANTAS VECES HA SIDO USTED QUIEN HA DADO LOS
PASOS INICIALES PARA PROVOCAR UN ENCUENTRO SEXUAL CON OTRA PERSONA? Nota
informativa: El término “con otra persona” se refiere a su pareja si la tiene, otra u otras personas,
independientemente de su sexo.
Nunca (1)
Raramente (2)
A veces (3)
A menudo (4)
Casi siempre - Siempre (5)

217
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

11. DURANTE LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS, ¿SE HA SENTIDO CONFIADA PARA COMUNICAR A
SU PAREJA LO QUE LE GUSTA O DESAGRADA EN SUS ENCUENTROS SEXUALES?
Nunca (1)
Raramente (2)
A veces (3)
A menudo (4)
Casi siempre – Siempre (5)
No tengo pareja (0)

12. DURANTE LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS ¿CUANTAS VECES HA TENIDO ACTIVIDAD SEXUAL
1-2 veces (1)
De 3 a 4 veces (2)
De 5 a 8 veces (3)
De 9 a 12 veces (4)
Más de 12 veces (5)

13. DURANTE LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS, ¿DISFRUTÓ CUANDO REALIZÓ ACTIVIDAD


SEXUAL?
Nunca (1)
Raramente (2)
A veces (3)
A menudo (4)
Casi siempre - Siempre (5)

14. EN GENERAL, EN RELACIÓN A SU VIDA SEXUAL DURANTE LAS ÚLTIMAS 4 SEMANAS,


¿SE HA SENTIDO SATISFECHA?
Muy insatisfecha (1)
Bastante insatisfecha (2)
Ni satisfecha ni insatisfecha (3)
Bastante satisfecha (4)
Muy satisfecha (5)

218
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

VIII.4. Cuestionario de Salud SF-12v2®

Su Salud y Bienestar

Las preguntas que siguen se refieren a lo que usted piensa sobre su


salud. Sus respuestas permitirán saber cómo se encuentra usted y hasta
qué punto es capaz de hacer sus actividades habituales. ¡Gracias por
contestar a estas preguntas!
Para cada una de las siguientes preguntas, por favor marque con una
la casilla que mejor corresponda a su respuesta.

1. En general, usted diría que su salud es:

Excelent Muy Buena Regular Mala

    
e buena

1 2 3 4 5

2. Las siguientes preguntas se refieren a actividades o cosas que usted


podría hacer en un día normal. Su salud actual, ¿le limita para hacer
esas actividades o cosas? Si es así, ¿cuánto?
Sí, Sí, No,
me me limita no me
limita un poco limita

  
mucho nada

a Esfuerzos moderados, como mover una mesa,


pasar la aspiradora, jugar a los bolos o caminar
más de 1 hora ........................................................................... 1 ............. 2 ............. 3

b Subir varios pisos por la escalera ............................................ 1 ............. 2 ............. 3

219
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

3. Durante las 4 últimas semanas, ¿con qué frecuencia ha tenido

Siempre Casi Algunas Casi Nunca

    
siempre veces nunca

a ¿Hizo menos de lo que


hubiera querido hacer? .................. 1 .............. 2 .............. 3 .............. 4 ............. 5

b ¿Estuvo limitado en el tipo de


trabajo u otras actividades? ........... 1 .............. 2 .............. 3 .............. 4 ............. 5

alguno de los siguientes problemas en su trabajo u otras


actividades cotidianas a causa de su salud física?

4. Durante las 4 últimas semanas, ¿con qué frecuencia ha tenido


alguno de los siguientes problemas en su trabajo u otras
actividades cotidianas a causa de algún problema emocional
(como estar triste, deprimido o nervioso)?
Siempre Casi Algunas Casi Nunca

    
siempre veces nunca

a ¿Hizo menos de lo que


hubiera querido hacer? .................. 1 .............. 2 .............. 3 .............. 4 ............. 5

b ¿Hizo su trabajo u otras


actividades cotidianas menos
cuidadosamente que de
costumbre? .................................... 1 .............. 2 .............. 3 .............. 4 ............. 5

5. Durante las 4 últimas semanas, ¿hasta qué punto el dolor le ha


dificultado su trabajo habitual (incluido el trabajo fuera de casa y
las tareas domésticas)?

Nada Un poco Regular Bastant Muchísi

    
e mo

1 2 3 4 5

220
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

6. Las preguntas que siguen se refieren a cómo se ha sentido y cómo


le han ido las cosas durante las 4 últimas semanas. En cada
pregunta responda lo que se parezca más a cómo se ha sentido
usted. Durante las últimas 4 semanas ¿con qué frecuencia…

Siemp Casi Algun Casi Nunca

    
re siempre as veces nunca

a se sintió calmado y
tranquilo? ...................................... 1 .............. 2 ............. 3 .............. 4 ............. 5

b tuvo mucha energía? ..................... 1 .............. 2 ............. 3 .............. 4 ............. 5

c se sintió desanimado y
deprimido? .................................... 1 .............. 2 ............. 3 .............. 4 ............. 5

7. Durante las 4 últimas semanas, ¿con qué frecuencia la salud física


o los problemas emocionales le han dificultado sus actividades
sociales (como visitar a los amigos o familiares)?

Siempre Casi Algunas Casi Nunca

    
siempre veces nunca

1 2 3 4 5

221
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

222
Estudio de los cambios en la función sexual de la mujer tras la histerectomía

IX. BIBLIOGRAFÍA

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