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Caracteristicas:

1- Procesos vividos subjetivamte, fundidos al estado de animo y al estado


de conciencia
2- Estos procesos poseen una referencia intencional en relacion con las
multiples situaciones estimables de nuestra vida y los objetos que nos
rodean, asignandoles un valor.
3- Los procesos afectivos siempre incluyen una situacion total de la
conciencia; es como un fluido enrgetivco que impregna toda otra actividad
psiquica, concediendola una totalidad particular acorde con los
sentimientos.
4- La fectividad cumple una funcion que aumenta la fuerza, es el motor que
ueve la inteligencia y la voluntad, implusando la accion integradora del
hombre a su mundo
5- La intensidad es variable: las emociones, los sentimientos y las pasiones.
6- Los afectos oscilan en forma bipolar: alegria-tristeza, dolor-placer,

expression-excitaxion, placidez-angustia.

Los momentos psicológicos fundamentales de la emoción violenta

Vicente Cabello entiende que los componentes psicológicos de la emoción se


conciben dispuestos no sólo en un diseño estático-espacial sino en un trayecto
dinámico-temperamental: desplazamiento de las vivencias a través de las
organizaciones cerebrales constituyendo dos tipos psíquicos de reacción,
acordes con la conducta humana, que es a la vez sustancia y movimiento.

Añade el ex profesor de la Universidad de Buenos Aires que psicológicamente


se ha convenido en que la elaboración de las vivencias se integran en cuatro
instancias fundamentales: 1) Impresionabilidad; 2) Capacidad de retención; 3)
Actividad intrapsíquica; 4) Capacidad ejecutiva. Instancias reguladas por las
propiedades rítmicas y temperamentales de cada persona que conservando un
equilibrio inestable, acentúan unas o atenúan otras. Concluye afirmando que en
la emoción violenta, la relación armónica de estos elementos psicológicos se
altera a consecuencia de tres factores:
a) representación mental súbita, sorpresiva de una situación disvaliosa o
valiosa

b) conmoción afectiva intensa, y

c) respuesta psicomotora.

Los llamados frenos inhibitorios

Suele decirse que el freno inhibitorio se relaciona con la capacidad que tiene el
ser humano de ajustar su cuerpo y su comportamiento a una demanda concreta,
ya sea externa o interna. En otras ocasiones se indica que el freno inhibitorio es
la capacidad de la persona para adecuarse a lo que el medio le demande o
aquello que ella misma se plantee realizar. El desarrollo del freno inhibitorio
permite al ser humano obtener movimientos y acciones coordinadas, mesuradas,
acordes a los requerimientos del contexto en el que se desenvuelve o a sus
propias intenciones.

Sánchez entiende que este concepto, tan conocido en el ámbito psicomotriz, aún
no se ha definido de manera específica. Y si bien todos sabemos a lo que nos
referimos cuando hablamos de freno inhibitorio, sin embargo son escasas las
personas que pueden dar de él un concepto completo.

No obstante lo dicho, la psicomotricidad aporta una mirada integral que permite


abarcar las distintas dimensiones que hacen a la persona. Con esta base
psicomotriz, se podría definir el concepto de freno inhibitorio como «la capacidad
de una persona de adecuar, de frenar e inhibir los propios movimientos y
acciones de acuerdo a lo requerido por el contexto o por sí mismo y que se
obtiene a partir de la correcta combinación y madurez de: elementos
neurológicos y fisiológicos, elementos cinesiológicos, elementos tónico-
emocionales-afectivos, elementos socio-culturales/familiares-educativos y
elementos cognitivos; todos ellos entendidos como partes conformantes de la
integralidad del ser humano»
• Cuadro: Muertes violentas asociados a hechos delictivas dolosos

Cuadro: Sentenciados por homicidio doloso


Cuadro: Muertes violentas asociados a hechos delictivas dolosos

Trastorno Mental Transitorio

El trastorno mental transitorio es un concepto jurídico como eximente (favorable).


Este concepto no se ha originado en el ámbito psicológico-psiquiátrico, por lo
que es totalmente penal. Es un trastorno enajenante, que aparece de forma
brusca y de poca duración. Es tan intenso que anula las facultades cognoscitivas
y volitivas de la persona y no deja secuelas. Tampoco hay peligro de que pueda
repetirse.

La definición del término "trastorno mental transitorio", se halla íntimamente


relacionada con el concepto de culpabilidad y de imputabilidad como elemento
del delito, necesario para responsabilizar penalmente a su autor, más
concretamente con las causas de exclusión o atenuación de la culpabilidad del
sujeto, las cuales implican la exención total o minoración de cualquier
consecuencia jurídica, al autor del hecho punible: no sólo penal, sino también
civil, administrativa, etc, atendiendo a los estados personales del sujeto y a los
efectos de tales estados sobre la capacidad del autor de comprender la ilicitud
del hecho o de actuar conforme a esa comprensión en el momento de la comisión
del delito.
Se puede presentar de dos maneras: con base patológica (cuando la
enfermedad se ve asentada sobre características deficitarias del funcionamiento
mental de la persona) y sin base patólogica (cuando no hay alteraciones
significativas). Esta última puede ser causada por algún agente extrínseco, como
la ingesta de alcohol, embriaguez patológica, consumo de opiáceos y síndrome
de abstinencia. El TMT puede ser ocasionado por una intoxicación aguda por
sustancias de abuso.

Nos encontramos también con que puede ser eximente completo o incompleto.
El primer caso le libraría de la responsabilidad penal, y en el segundo no le sería
favorable pero hace de atenuante. Esto quiere decir, que si es una eximente
incompleta pero se puede demostrar enajenación mental o algún tipo de
alteración grave de la conciencia, el juez puede imponer unas medidas para ello
además de la pena. Y se puede reducir o extinguir la condena según el resultado
del tratamiento.

Características:

 Que tenga un comienzo agudo, brusco y que anteriormente se encontrara


sano.

 Que tenga incidencia sobre su psiquismo de forma que disminuya o anule


de forma muy grave sus facultades básicas del obrar en libertad y que
sujetan la imputabilidad.

 Que no sea provocado.

 Que presente un trastorno previo que haga que se descompense. Aunque


este requerimiento no es uniforme en la jurisprudencia sobre el TMT.

Trastorno mental permanente o completo

El trastorno mental permanente es aquella perturbación funcional psíquica que


persiste en el tiempo de manera continua. La alteración mental permanente
constituye el efecto de la perturbación funcional psíquica, por lo que tanto la
causa, esto es la perturbación funcional psíquica, como la consecuencia, esto es
la alteración mental, deben perdurar temporalmente.

Algunos de los trastornos mentales permanentes más importantes son aquellos


que hacen parte del género de las psicosis, como son las esquizofrenias en sus
diferentes vertientes, a saber: la esquizofrenia tipo paranoide, la esquizofrenia
tipo desorganizado, la esquizofrenia tipo catatónico, la esquizofrenia tipo
indiferenciado y la esquizofrenia tipo residual. Cada uno de los anteriores
trastornos tiene una sintomatología particular (ver DMS-IV-TR), pero su
característica común es que generan una pérdida de contacto con el mundo real
por medio de alteraciones en la percepción, denominadas delirios.

Otros autores han considerado que la alienación mental debe ser incurable, por
oposición al trastorno mental transitorio. Se cree también que, por oposición al
trastorno mental transitorio, el permanente debe depender de una causa
intrínseca, esto es, que nace y se desarrolla en el propio sujeto que la padece. Sin
embargo, conceptuamos que las anteriores características no son esenciales y
exclusivas del trastorno mental transitorio, toda vez que estas, como se verá,
pueden ser compartidas con las otras categorías de trastornos mentales, sin
necesidad de desvirtuarlas y entenderlas como trastornos mentales permanentes.

Trastorno mental transitorio o incompleto

Una perturbación en las funciones dependientes de la psiquis del sujeto, que


produce una alteración de duración breve en la capacidad cognitiva y volitiva, y que
se debe a una causa externa o interna con respecto al sujeto que la padece.

En lo que atañe a los elementos que deben concurrir para que un trastorno mental
se pueda clasificar como transitorio, la doctrina postula varios elementos, de los
cuales solo algunos deben ser reconocidos como esenciales.

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