Pulsatilidad de la LH: diferencia entre el anestro y la ciclicidad
Por Joel Hernández Cerón
Para que el folículo alcance el grado de desarrollo óptimo y secrete concentraciones
de estradiol que desencadenen el pico preovulatorio de LH, requiere de una alta frecuencia de la secreción pulsátil de LH (pulsatilidad de LH). El incremento de la pulsatilidad de LH es necesario en la transición del anestro a la ciclicidad. Así, en la hembra prepúber la pulsatilidad de LH es baja, pero una vez que alcanzan la edad, el peso y la condición corporal óptima, se incrementa la pulsatilidad de LH, lo cual determina el inicio de pubertad (ciclicidad). En especies que se reproducen en días cortos como los ovinos y caprinos, se observa, también, un incremento en la pulsatilidad de LH antes de la primera ovulación, la cual ocurre entre los meses de julio y agosto. Lo mismo se observa en los équidos (reproductores de días largos); el incremento de la duración de las horas luz en la primavera, de igual manera, aumenta la pulsatilidad de la LH para que inicien la ciclicidad. El incremento de la pulsatilidad de la LH también es responsable del inicio de la ciclicidad en ovejas y cabras expuestas al efecto macho; así, después de la introducción de un macho estimulado sexualmente o simplemente el cambio de los machos por machos diferentes (la suerte del fuereño) estimula la ciclicidad mediante un incremento de la pulsatilidad de la LH. Algo parecido ocurre después del destete en la cerda y en la vaca productora de carne; mientras están amamantando el vínculo madre-cría inhibe la pulsatilidad de LH, pero después del destete desparece esta inhibición, se incrementa la pulsatilidad de LH y ocurre la primera ovulación (figura 1). Durante el diestro la progesterona inhibe la pulsatilidad de la LH, lo cual impide la maduración de los folículos dominantes que se desarrollan en cada oleada folicular (dos a tres oleadas en la vaca), después de la regresión lútea, desparece la inhibición de la pulsatilidad de la LH, aumenta la frecuencia de secreción de LH, el folículo completa su maduración, desencadena el pico preovulatorio de LH y ocurre una nueva ovulación. Cabe mencionar que la secreción de LH está regulada por la Hormona Liberadora de Gonadotropinas (GnRH). Cada episodio de secreción de GnRH induce un episodio de secreción de LH, lo cual no ocurre con la FSH, ya que esta gonadotropina tiene un mecanismo de retroalimentación negativa provocado por la inhibina y el estradiol, hormonas de origen folicular; por tanto no se observa una coincidencia en la secreción de GnRH y FSH. Es pertinente señalar que en el macho la secreción pulsátil de LH es regulada por mecanismos similares a los de la hembra solo que no hay un pico preovulatorio de LH, ya que durante el proceso de diferenciación sexual en el hipotálamo se suprime el desarrollo del centro de control cíclico de GnRH y se conserva solo el centro de control tónico. En la hembra se desarrollan los dos. Figura 1. La desnutrición y el amamantamiento inhiben la frecuencia de secreción de LH. Después del destete mejora con condición corporal de la vaca, lo cual ocasiona un incremento de la pulsatilidad de LH. Este incremento de la frecuencia de LH estimula el desarrollo del folículo dominante. En este contexto, el estradiol secretado por el folículo dominante desencadena la secreción preovulatoria de LH (activación del centro de control cíclico), lo cual provoca la primera ovulación.