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PASO 1

Aprenda a escuchar realmente a sus hijos


Sus hijos compartirán sus experiencias con usted si demuestra estar
escuchando en cada momento de manera atenta y respetuosa.

Los niños pueden hablar mejor sobre cualquier tema (incluyendo el alcohol y las
otras drogas) con aquellos padres que saben escuchar. Pero cierto tipo de
respuestas de los padres hacen difícil que los preadolescentes compartan sus
sentimientos. Los siguientes estilos de respuesta paterna se han mostrado
inadecuados:

 Juzgar.
 Ser autovirtuoso o hipócrita.
 Dar demasiados consejos o pretender tener todas las respuestas.
 Criticar o ridiculizar.
 Tomar a la ligera los problemas del niño.
 Ser incongruente entre lo que se dice y lo que se hace.

Escuchar con atención pone de manifiesto una preocupación cariñosa por los
hijos; pero escuchar supone algo más que no interrumpir mientras el otro habla.
Escuchar realmente requiere concentración y práctica.

Se mencionarán a continuación cinco habilidades de escucha que pueden ayudar


a cualquier padre o madre a llegar mejor a sus hijos.
HABILIDAD 1: Ponga en sus propias palabras los comentarios de sus hijos
para hacerles ver que les ha entendido

Al igual que las demás personas, sus hijos necesitan hablar sobre sus enfados y
frustraciones. Cuando están disgustados, quieren comprensión, no soluciones.
Estarán preparados para las soluciones una vez que se hayan “desahogado”. Una
manera de mostrarles que les comprende es repetir con sus propias palabras lo
que ellos han dicho. A esto se llama “escuchar reflexivamente”.

Escuchar reflexivamente cumple tres propósitos: asegura a sus hijos que usted
escuchó lo que estaban diciendo; permite a sus hijos oír en palabras de otros sus
propias afirmaciones y así reconsiderar sus sentimientos; y le asegura a usted que
puede entender correctamente a sus hijos.

Ejemplos de escucha reflexiva:

Hijo/hija: “Odio a Juan. Invitó a todo el mundo a su fiesta de cumpleaños, menos


a mí”.

Madre/Padre: “Parece que estás disgustado con Juan por no haberte invitado a
su fiesta”.

Hijo/hija: “Sí. Bueno, la verdad es que es mi mejor amigo y me apetecía mucho ir


a su fiesta de cumpleaños”.

Madre/Padre: “¿Entonces, estás triste y enfadado al mismo tiempo porque no


fuiste a la fiesta de tu mejor amigo?”

Hijo/hija: “Sí (pensativamente). Pienso que si no me invitó, fue simplemente


porque yo tampoco lo hice el día de mi cumpleaños”.

HABILIDAD 2: Cuando hable con sus hijos, observe sus rostros y el lenguaje
corporal.

Frecuentemente, sus hijos les asegurarán que no se sienten tristes o


desilusionados, pero un temblor en el mentón o unos ojos demasiado brillantes le
dirán a usted lo contrario. Cuando las palabras y el lenguaje corporal expresen dos
cosas diferentes, haga caso al lenguaje corporal.

HABILIDAD 3: Brinde apoyo y estímulo no verbal

Esto puede incluir ofrecer una sonrisa, un abrazo, un guiño, mover la cabeza, tomar contacto
visual, una palmada en el hombro, o coger la mano de sus hijos.
HABILIDAD 4: Utilice el tono de voz adecuado a la respuesta que usted está
dando

Recuerde que su tono de voz envía mensajes de una forma tan clara como sus
propias palabras. Asegúrese de que su tono no parezca sarcástico o el de un
“sabelotodo”.

HABILIDAD 5: Emplee frases alentadoras que demuestren su interés y


mantengan viva la conversación

Pequeñas frases dichas durante pausas apropiadas en la conversación, pueden


comunicar a sus hijos cuánto le preocupan a usted sus asuntos.

 “¿De verdad?”
 “Háblame de eso.”
 “Parece como si tú…”
 ¿Qué pasó después?”

He aquí un ejemplo de una conversación sobre alcohol que utiliza estas


habilidades de escucha:

Hijo/hija: “Paré en casa de Francisco cuando venía. Su madre había salido. Sacó
una cerveza y nos dio a probar a Juan y a mí. Yo tiré la mía por el lavabo, pero
Francisco se enfadó”.

Padre/madre: “Pareces preocupado porque Francisco se disgustó contigo.


¿Quieres contármelo?”.

Hijo/hija: “No supe qué hacer cuando me dio la cerveza”.

Padre/madre: “Te sentiste confuso y no supiste qué hacer. Ahora que ya pasó,
dime, ¿crees que podías haberte comportado de otra manera?”

Hijo/hija: “Pude haberle dicho: No, gracias, no tomo cerveza. O que tenía algo
que hacer, y haberme ido”.

Padre/madre: “Situaciones como ésta pueden ser difíciles. ¿Cómo podrías actuar
en el futuro ante algo parecido?”

Hijo/hija: “Probablemente le agradeceré la invitación, pero insistiré en que no


bebo cerveza”.

Padre/madre: (Abraza al hijo) “Estoy contento/a porque no tomaste la cerveza y


me agrada que pienses que lo mejor es no hacerlo”.
PASO 2

Hable con sus hijos acerca del alcohol, el tabaco y las otras
drogas

Usted puede ayudar a cambiar las ideas que pudieran tener sus hijos
respecto a que “todas las personas beben alcohol, fuman tabaco o
consumen otras drogas”.

Tanto si los adultos de casa fuman o toman alcohol como si no, puede estar
seguro de que los niños conocen su uso por los amigos, otros adultos, la
publicidad, etc. Cuando hable con sus hijos acerca del alcohol o el tabaco,
descubrirá que probablemente ya han adquirido algunas ideas erróneas.

Por otra parte, a estas edades comienzan los primeros consumos. La “Encuesta
sobre drogas a la población escolar 1998” pone de relieve una preocupante
tendencia, cuál es la mayor precocidad de los escolares en el contacto con las
distintas drogas; además señala la creciente incorporación femenina al uso de
drogas legales.

Los datos señalan la importancia de la comunicación sobre el tema entre padres e


hijos, para ayudar a cambiar concepciones erróneas y actitudes equivocadas por
parte de niños y niñas.

Todos estos datos señalan la importancia de la comunicación sobre el tema entre


padres e hijos, para ayudar a cambiar concepciones erróneas y actitudes
equivocadas.
HABILIDAD 1: Desafíe los mitos

La televisión y el cine son importantes fuentes de conocimiento sobre el alcohol y


el tabaco. Sin embargo, muchas de las impresiones recibidas por los
preadolescentes a través de estos medios son erróneas. Usted podría discutir
algunos de los mitos a que están expuestos sus hijos, introduciendo de modo
casual preguntas abiertas como las que sugerimos a continuación, tras cada mito
y cada hecho.

Mito 1: “Todas las personas famosas y con talento beben alcohol”

HECHO: Muchas personas famosas y con talento no fuman si toman bebidas


alcohólicas. Además, el mero hecho de fumar o consumir alcohol no hace a nadie
famoso o creativo, mientras que su consumo abusivo puede tener el efecto
opuesto.

PREGUNTA: “¿Por qué crees que se utilizan tantas personas famosas en la


publicidad?”

Mito 2: “Cuando las cosas van mal, tomar una copa puede ayudar”

HECHO: El alcohol afecta a las distintas personas de un modo diferente. Incluso a


la misma persona puede afectarle de manera distinta en diversas ocasiones. Una
copa puede hacer que se sienta relajado o más contento, pero también enojado,
triste o deprimido. En cualquier caso, beber no solucionará sus problemas. Es
preciso que los niños tengan a su alcance recursos y modelos para afrontar los
problemas y resolverlos positivamente.

PREGUNTA: “¿Qué podría pasarle a una persona que bebe mucho cuando las
cosas no van bien en su vida?”

Mito 3: “El alcohol es inofensivo. No puede hacerme daño”

HECHO: Al igual que la cocaína y la nicotina, el alcohol es una droga de la que se


puede adquirir dependencia, llegando a necesitarla continuamente para no
sentirse mal. El abuso de alcohol, hace que algunas personas afronten riesgos
innecesarios, que de otra manera no asumirían. Por ejemplo, intentar conducir un
coche o tratar de nadar cuando no tienen control sobre sí mismos. Riesgos que,
en ocasiones, afectan también a los demás.

PREGUNTA: “¿Cómo se ve afectado el organismo de una persona que abusa del


alcohol?”
¿Qué relación existe entre la imagen de sí mismo y el uso del alcohol y otras
drogas? Los estudios ponen de manifiesto que las personas con problemas de
dependencia suelen tener una baja autoestima. Un niño que se siente bien
consigo mismo tiene más probabilidades de no tener problemas con el alcohol y
otras drogas.

Se presentan a continuación nueve habilidades que pueden ayudarle a fomentar la


autoestima de los niños.

HABILIDAD 1: Estimule los éxitos de sus hijos

Busque éxitos incluso en pequeños asuntos, y elogie a sus hijos a menudo. Es


más probable que obtenga el comportamiento que desea si pone énfasis en las
cosas positivas que si llama siempre la atención sobre lo negativo. Sus elogios
ayudarán a los niños a desarrollar sentimientos positivos.

Acostúmbrelos a relacionar esfuerzo y satisfacción. Aquello que se consigue con


esfuerzo, a menudo se valora mucho más que lo que no cuesta. Durante una
excursión, por ejemplo, la llegada a la cima es gratificante no sólo por la belleza
del paisaje, sino por el esfuerzo realizado y las dificultades que ha sido preciso
vencer

HABILIDAD 2: Elogie el esfuerzo, no sólo el éxito

Hágales saber que no siempre han de ganar. Que es necesario e importante


plantearse metas, pero que tratar de dar lo mejor de sí mismo es un hecho noble.
Dele pistas de cómo mejorar y conseguir las metas fijadas. Póngale ejemplos de
experiencias personales suyas, de amigos o familiares.

Háblele positivamente de las personas que no se desaniman a la primera.


HABILIDAD 3: Ayude a sus hijos a fijarse metas realistas

Si las expectativas del niño o de los padres son demasiado elevadas, el hecho de
no lograr todo lo que se desea puede resultar un duro golpe. A la niña que siendo
una deportista aceptable, decide ser del equipo de baloncesto del colegio, se le
podría sugerir que el mero hecho de formar parte del equipo es ya una meta
maravillosa y un gran honor, y que, posteriormente, incluso podría llegar a ocupar
posiciones cada vez más destacadas dentro del equipo.

HABILIDAD 4: No compare los resultados de sus hijos con los de los demás

Siempre habrá niños mejores o peores deportistas que los suyos, más o menos
inteligentes, más o menos creativos, hábiles o simpáticos. Sus hijos deben saber
que un serio esfuerzo tiene el mismo mérito que conseguir una medalla.

HABILIDAD 5: Cuando corrija a sus hijos, critique el acto, no al niño

Un comentario irreflexivo puede ser devastador para un niño. Niños y niñas


todavía consideran la palabra del adulto como la ley; por eso, habrá de prestar
atención a cómo corrige a sus hijos.

Ejemplo positivo: “Subirse a la tapia es peligroso, pudiste haberte hecho daño,


así que no lo vuelvas a hacer”.

Ejemplo negativo: “No debiste subir a la tapia. ¿No tienes sentido común?”

HABILIDAD 6: Comunique de forma apropiada sus sentimientos

Una forma constructiva de compartir sus propios sentimientos negativos sobre una
situación particular es utilizar mensajes en primera persona. Estos mensajes no
permiten que los niños se sientan atacados o que se sientan “malos” por
naturaleza.

Ejemplo de “mensaje en primera persona”: “Mantener la casa ordenada es


importante para mí. Me molesta que dejes tu ropa y tus libros por ahí tirados”.

Ejemplo negativo: “A veces eres un cerdo. ¿Cuándo vas a aprender a dejar las
cosas en su sitio?.”

HABILIDAD 7: Comunique de forma apropiada sus sentimientos

Los niños que tienen quehaceres en la casa, saben que están haciendo algo
importante para ayudar. Aprenden a verse a sí mismos como personas útiles y
parte integrante de un grupo. Cumplir con sus obligaciones también les produce
una sensación de logro.
Hay muchas cosas que niños y niñas pueden hacer y no hacen. Si son capaces de
jugar con el ordenador o la vídeo-consola, también son capaces de poner y quitar
la mesa u ordenar su ropa.

HABILIDAD 8: Haga bromas y cuente chistes

El sentido del humor resulta básico para que las personas se sientan bien. Reír
juntos toda la familia es una experiencia de buena convivencia, que ayuda a los
niños y niñas a sentirse cómplices de los adultos. No dude en reírse de usted
mismo, pues es una manera de aceptarse tal como es.

HABILIDAD 9: Demuestre a sus hijos que les quiere

Los besos, los abrazos y los “te quiero” ayudan a sus hijos a sentirse bien consigo
mismos. Los niños nunca son demasiado pequeños o mayores para decirles que
son queridos y valorados.

En las familias en las que los padres se han divorciado, es importante que el padre
o la madre que no vive con los niños les exprese también amor y apoyo. En contra
de lo que se cree, los hijos de padres divorciados no tienen mayores
probabilidades de abusar del alcohol y de otras drogas.

Cuando la relación entre el padre o la madre y los hijos es sólida y cariñosa, el


padre o la madre que vive solo incluyendo los solteros o viudos, pueden darles a
sus hijos las mismas bases para desarrollar una imagen positiva de sí mismos que
aquellas familias en las que el padre y la madre viven juntos.

PASO 4
Ofrezca un buen ejemplo

Los hábitos y actitudes que usted tenga respecto al consumo del alcohol
y las demás drogas influirán fuertemente en las ideas que sus hijos
desarrollen al respecto.
Los padres y madres son modelos para sus hijos aunque no lo pretendan.
Probablemente, ya habrá notado que a veces sus hijos actúan o hablan como uno
de ustedes. Pueden utilizar este tipo de influencia para ayudarles a evitar el
alcohol y otras drogas. Puede ser un modelo con sus propios hábitos saludables y
en sus actitudes hacia los hábitos de los demás.

HABILIDAD 1: Identifique sus propios hábitos de beber y fumar

Numerosos estudios demuestran que buena parte de los adultos se parecen a sus
propios padres en la forma en que beben alcohol. Quienes beben alcohol en
grandes o pequeñas cantidades, o quienes no beben, tienden a tener hijos que en
la edad adulta se comportan de un modo similar. La cantidad de alcohol que bebe
no es la única cosa que muestra a sus hijos. Ellos también perciben otros
aspectos:

 ¿Por qué bebe? (porque está deprimido, para relajarse, para celebrar, etc.)
 ¿Cuándo bebe? (después del trabajo, mientras ve la televisión, en las
comidas, etc.)
 Si después de beber conduce o realiza actividades que puedan ser
peligrosas.
 Los efectos que sobre su conducta tiene el alcohol.

Todos estos comportamientos son claves para que sus hijos formen sus propias
ideas sobre el consumo de alcohol. Las investigaciones no han demostrado que
beber alcohol delante de los hijos sea perjudicial, pero sugieren que no está bien
beber en exceso. Mostrarles que los adultos son capaces de abstenerse del
alcohol, o utilizarlo de modo ocasional y controlado es, sin duda, un ejemplo más
positivo.

Los padres y madres que no beben o no fuman pueden cometer el error de no


hablar sobre el tabaco o el alcohol con sus hijos. Estos padres deben recordar que
ellos no son los únicos modelos que tienen sus hijos. Si no bebe o no fuma, hable
con sus hijos acerca de las razones de su decisión, utilizando argumentos
concretos como los siguientes:

 No me gusta el sabor del alcohol.


 Me gusta ser capaz de controlar mi comportamiento en todo momento.
 En mi familia hay personas alcohólicas y prefiero no arriesgarme.
 Creo que no beber es mejor para mi salud y estado físico.
 No deseo ingerir calorías que no necesito
 Tengo creencias personales o religiosas que rechazan el uso del alcohol.

HABILIDAD 2: Analice críticamente sus actitudes hacia los demás

Padres y madres también son modelos para los hijos en su forma de reaccionar
ante situaciones que impliquen que los otros abusen del alcohol. Los padres que
consideran aburridos a aquellos que no beben, que se ríen de una borrachera o no
le dan importancia al alcoholismo, están enviando a sus hijos mensajes equívocos.
Dichos mensajes pueden hacer que sus hijos prueben el alcohol.

Algunas de las formas en las que puede ser un buen modelo para sus hijos son
las que se relacionan a continuación:

 No haga del alcohol el centro de las reuniones de sus amistades.


 Ofrezca bebidas no alcohólicas a aquellos invitados que las prefieran.
 Nunca presione a sus invitados a ingerir alcohol.
 Si alguno de sus invitados se emborracha, llévelo a su casa o llame a un
taxi.

HABILIDAD 3: Si la madre o el padre es alcohólico afronte el problema

Si un miembro de la pareja presenta problemas graves con el alcohol, es preciso


buscar ayuda de especialistas.

Cuando un miembro de la familia es alcohólico, origina una situación difícil que


incidirá en el modelo educativo que reciben los hijos y por ello es importante
contar con el máximo de apoyo.

Los hijos de padres o madres alcohólicos corren un mayor riesgo de llegar a ser
también alcohólicos. Esto es debido a que cierta tendencia al alcoholismo puede
ser heredada y, sobre todo, a que el modelo negativo del padre o la madre
alcohólicos puede reforzar esta tendencia.
La actitud del padre o la madre alcohólicos, como la del padre o la madre no
alcohólicos, pueden fomentar modelos de comportamiento perjudiciales para los
hijos. El progenitor no alcohólico no suele darse cuenta de cómo maneja la
situación de su compañero alcohólico, pero los efectos de su conducta afectan
seriamente a los hijos. Algunas maneras de afrontar el alcoholismo en el hogar
son las siguientes:

 No niegue o esconda la realidad. Los niños se dan cuenta de los


problemas, y su hijo puede ser capaz de afrontar mejor la situación si usted
reconoce que su compañero/a es alcohólico/a.
 Infórmese sobre el tema del alcoholismo y comparta sus conocimientos con
su hijo. Entender las cosas elimina en parte la ansiedad ante la
enfermedad.
 Hágale saber que él no es responsable de la enfermedad de un padre o
una madre alcohólicos, y que las borracheras no se relacionan con lo que el
niño hace o deja de hacer. Debe quedarle claro que no hay razones para
que se sienta culpable.
 No transmita la sensación de que el alcoholismo es un tema tabú en su
hogar. Esto hará que el niño o la niña piense en el tema a menudo,
mientras que si lo comparte con usted puede sentirse más tranquilo.
 Asegúrese de que sus hijos entienden que el alcoholismo es una
enfermedad. Hágales saber que no es malo sentir “rabia” hacia la
enfermedad. Los niños pueden odiar el problema y a pesar de eso, querer
al padre o la madre alcohólicos.
 Únase a un grupo de familiares de alcohólicos, si cree que ello puede
ayudarle.
PASO 5
Ayude a sus hijos a desarrollar valores firmes y adecuados

Si sus hijos tienen valores firmes, tendrán la suficiente fuerza y firmeza para
resolver de manera positiva las situaciones de riesgo, en lugar de dejarse
llevar por lo que digan sus amigos.

Los preadolescentes son lo suficientemente mayores como para tener ideas


PASO
propias sobre el bien y el mal, y para tomar6decisiones basadas en los principios
que ellos consideran importantes. Un sistema de principios y valores fuertes
puede ayudarles
Ayude a tomar
a sus hijos decisiones
a afrontar la basadas
presiónendecriterios propios en la presión por
los compañeros
parte de los compañeros.

La ética ha de estar siempre presente y explícita, así como la “mirada hacia


adentro”
Los hijos para
que ayudar a sus hijosa aser
han aprendido conocerse mejor ycariñosos
respetuosos, a encontrary el sentido de
seguros a sus

acciones. No basta sólo con “vivir” los valores, sino que también
mismos, tendrán más probabilidades de manejar la presión de grupo negativa es preciso
“verbalizarlos”.
con alternativas firmes y positivas.

HABILIDAD 1: Estimule a sus hijos a salir de vez en cuando de su universo


individual

Cuando sus hijos no se interesan o apasionan por nada de lo que les rodea, su
universo individual tiende a llenarse de pequeños problemas que se
desproporcionan. Se ha de mirar “hacia fuera” para alcanzar valoraciones y
comportamientos más objetivos respecto de uno mismo y respecto de los otros.
Por ello precisan de su ayuda para superar el subjetivismo y el egocentrismo.
Procure que se interesen por las noticias aparecidas en los diarios o en la
televisión, los acontecimientos cotidianos del barrio o de la ciudad: políticos,
HABILIDAD 2: Explore
sociales, deportivos, con sus hijos el significado de la palabra amistad
culturales…

Pídales que hagan un listado de “lo que es ser un amigo” y de “lo que es no ser un
amigo”. Haga su
HABILIDAD 2: propia lista. Juegue
Promueva el hechocondeellos a identificar
hablar y pensar lassobre
caracterizaciones
uno mismoeny
las cuales
sobre están de cuando
el entorno acuerdo.lasLos siguientes
cosas van bienson ejemplos que pueden aparecer en
su lista:

¿Quién es un amigo?
Ha de encontrar un espacio para la reflexión ética en la vida cotidiana y no
relegarla sólo a momentos de broncas, de conflictos o de fracasos. No espere a
que le lleguen los momentos difíciles para hablar de ética, o sus hijos la asociarán
a tensión y enfrentamiento. Existen muchas más ocasiones de las que parece
recursos:

 El cine y la televisión. Una buena película o un buen programa es siempre


una magnífica oportunidad. El lenguaje cinematográfico es habitualmente
eficaz a la hora de despertar sentimientos y sensaciones. No olvide que el
vídeo le facilitará la selección de películas muy interesantes que quizá,
cuando
Siguiendo con elseejemplo
estrenaron, no estaban
anterior, ayude al alcance
a sus hijosdea sus hijos.sobre las ventajas
pensar
 La música.
inconvenientes Muchas
de cada de laslacomposiciones
película: de que
película 1 dicen los músicos
es buena, preferidos de sus
pero la entrada
es más hijos
cara tienen
que enuna el letra
resto.interesante o responden
La película a una situación
2 parece buena, social,
pero el cine donde la
personal
proyectan está muyo cultural
lleno. aprovechable.
De la película 3 no tiene referencias, pero la proyectan
cerca de casa; además, no quiere quedarse sin ver ninguna .
 La lectura. Comente los libros que leen y, de cuando en cuando, léales
también
HABILIDAD algo que les agrade. Compartir lecturas no es sólo una manera de
3: Elegir
estrechar una relación, sino también de ayudarles a construir su
personalidad.
Una vez vistos y analizados los aspectos anteriores, se elige aquella opción que
parece la más adecuada. Son sus hijos, y no ustedes, los que deciden ir a ver la
HABILIDAD
película 3. 3: Aporte elementos éticos a la hora de valorar las acciones y el
entorno
Finalmente, queda un paso: actuar, ir al cine, en este caso. Con posterioridad, se
Intervengasi la
comentará para clarificar
decisión conceptos
fue correcta. y con
Hable parasusdar
hijossu opinión.
de las Si no
decisiones quetiene
van
suficientemente
tomando, descubranclaras las las
juntos cosas exprese honradamente
consecuencias las dudas
de sus opciones, y colabore para
y “ensaye”
encontrar en
decisiones respuestas.
situacionesEllo le servirá
imaginarias. Enpara tomaracompañe
definitiva, como referencia losenvalores
a sus hijos el
humanos
proceso y tambiéna para
de aprender decidirayudar a los
y, sobre niños
todo, a juzgar
no decida porlas acciones en lugar de
ellos.
juzgar a las personas. Destierre la indiferencia, el escepticismo o el sarcasmo en
la educación de sus hijos. Son manifestaciones que les desorientan y les
desmotivan. Los mensajes éticos han de ser claros.

HABILIDAD 4: Edúqueles para que pisen con los pies en la tierra

Edúqueles para la vida en el mundo tal como es, asumiendo que también hay
gente malintencionada, abusos, agresiones…, por lo que resulta preciso que
desarrollen un cierto instinto de protección y que no se dejen tomar el pelo.

Explíqueles por qué resulta arriesgado abrir la puerta de casa a desconocidos


cuando se encuentran solos, o por qué no han de aceptar de estas personas
golosinas ni regalo alguno, o porqué cuando comiencen a viajar solos en los
transportes públicos han de buscar situaciones de máxima seguridad.

A medida de que sus hijos van creciendo, les puede explicar, siempre con mucha
PASO 10
delicadeza, ejemplos concretos de casos en los que han tenido lugar abusos o
agresiones.
Actúe como padre… y como ciudadano

HABILIDAD 5: Ayúdeles a esperar

Sus hijos aviven


Aprenda en el mundo
reconocer de la velocidad,
los signos de las satisfacciones
de los problemas asociados alinmediatas,
consumo de
la estética
del alcohol,delel “videoclip”.
tabaco y de Hay que drogas.
otras ayudarlesSi alocontemplar, a disfrutar
necesita, consiga de los
ayuda
valores estéticos y sensoriales: la luna, el silencio,
inmediatamente, únase a otros padres y contraste opiniones.la oscuridad, la música, la
poesía… los cuales configuran también una sensibilidad hacia el entorno y las
personas.

Detalles que parecen poco importantes, como el hecho de comer tranquilamente,


disfrutando de la comida, o detenerse unos instantes a contemplar una puesta de
sol, ayudan a desarrollar los sentidos y la paciencia
HABILIDAD 6: Admita que no es perfecto, pero intente ser “auténtico”

Los valores realmente asumidos impregnan todos los comportamientos, lo que


favorece una conducta coherente y sin contradicciones. Por tanto, si transmite
mensajes verbales valorando como no deseables determinadas conductas y
después se comporta de manera poco consecuente, sus hijos tendrán más
dificultades para asumir criterios firmes sobre lo que está bien y lo que está mal.

Sin embargo, nadie es perfecto y es fácil manifestar en sus comportamientos


pequeñas contradicciones. No puede ocultar a sus hijos las dificultades y
esfuerzos que a veces comporta el hecho de ser coherente, de manera que con
sinceridad, pero también con firmeza, muéstrese como una persona auténtica que
intenta ser fiel a sus principios.

Con la mayoría de los niños resulta difícil saber cuándo han probado alcohol, ya
que, generalmente, no beben tanto como para que se produzcan efectos
evidentes. Sin embargo, aunque sus hijos no muestren signos de haber probado,
al hablar con ellos acerca de cómo ocupan su tiempo libre puede deducir si se ha
iniciado o no en el consumo.

HABILIDAD 1: Hable sin acusar

Si sospecha que sus hijos están consumiendo alcohol, hable con ellos sin
acusarlos. Las acusaciones harán que se pongan a la defensiva y le darán más
importancia a su enfado que al mensaje que les transmite acerca del uso del
alcohol. Hable de los efectos indeseables que tiene sobre el organismo en
desarrollo, y de los peligros que conlleva el que los niños lo consuman. La prensa
y la televisión son un buen recurso para hablar de hechos reales que resultan del
abuso de drogas y alcohol.

Analice con sus hijos los resultados, para uno mismo y para los demás, de las
conductas irresponsables.

HABILIDAD 2: Valore la confianza y demande un compromiso

Si sus hijos de entre 8 y 12 años, por iniciativa propia, le cuentan que han
experimentado con el alcohol, las siguientes sugerencias pueden ser útiles:

 Alabe su honestidad y confianza.


 Escuche cómo se sienten ante esta experiencia.
 Repita las razones por las cuales los niños y niñas de esta edad no deben
beber.
 Haga que se comprometan no volver a beber.
 Ayúdeles a pensar en formas posibles de decir “NO” al alcohol en el futuro.
 Permítales que, si lo creen conveniente, le utilice a usted como excusa
cuando se enfrente a la presión del grupo.

Por ejemplo: “Me gustaría hacerlo amigos, pero si se enteran mis padres de
lo que he bebido nadie me va a librar de su sanción”. Esto puede ayudar a
su hijo cuando no quiere hacer lo mismo que los demás, pero tiene
dificultades para decir “NO” por sus propias razones. Procure siempre, de
todos modos, que desarrolle sus propios motivos y se atreva a expresarlos.

HABILIDAD 3: No delegue su responsabilidad como padre o madre

Cuando los hijos crecen y caminan hacia la adolescencia, se inicia una nueva
etapa de relación padres-hijos, y es preciso prepararse. Se hacen mayores y su
autonomía se consolida poco a poco, es un momento deseado y temido a la vez.
Podría pensar que ya vuelan solos, que su opinión cada vez cuenta menos. Como
padres y madres pueden no tener tan claro su papel, pero lo cierto es que su
presencia es necesaria.

No ceda protagonismo a otras instancias educativas (escuela, asociaciones, etc.).


No delegue en ellas ni piense que son las que deben resolver estos problemas.
Como padres y como ciudadanos, ustedes juegan un papel fundamental en la
educación de sus hijos.

HABILIDAD 4: Únase a otros padres y madres

Ahora bien, si desea contrastar sus opiniones y orientaciones con otras familias, si
está preocupado o interesado por facilitar a sus hijos un ambiente más saludable,
únase a otros padres y madres. Cuando las familias se unen en asociaciones, dan
grandes pasos para reforzar las orientaciones que ofrecen en el hogar:

Podrían intercambiar opiniones acerca del dinero de que disponen sus hijos los
fines de semana, o para fijar la hora de regreso y discutir las estrategias más
convenientes para que estas normas sean aceptadas y respetadas. Sentarían así
una base consensuada para negociar luego con sus respectivos hijos.

Podrían, además, abordar el tema del alcohol y las otras drogas con
organizaciones comunitarias como asociaciones de jóvenes, organismos de salud,
asociaciones de padres y madres, profesorado, etc.
Podrían utilizar la voz del grupo para influir sobre las políticas escolares o
gubernamentales que puedan afectar al uso de alcohol por parte de los menores.

Podrían presionar a las autoridades locales para que hagan cumplir la prohibición
de vender alcohol a menores y pongan en marcha iniciativas de prevención.

Fuente EDEX

www.edex.es

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