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RIEGOS Y DRENAJES
2019
REQUERMIENTO HIDRICO (CULTIVO DEL TOMATE-ANGOLA)
BALANCE HIDRICO (CULTIVO DE PINUS TAEDA-BRASIL)
INTRODUCCION
En el desarrollo de las plantas, intervienen una serie de factores, de los podemos
señalar como las más importantes el clima, suelo y agua. Este último elemento
queda retenido en el suelo en una cierta proporción, que dependiendo de las
características físicas y profundidad de los suelos, es aprovechada por las plantas
para su desarrollo. De allí la importancia del conocimiento de las condiciones de
humedad de la cuenca durante un año hidrológico.
En una agricultura practica en condiciones de secano y/o con aplicaciones de
riego suplementario en la época lluviosa, es necesario hacer un análisis de la
cuenca en su conjunto, con el propósito de plantear las recomendaciones más
apropiadas para los cultivos de la zona y las épocas de siembra. El agua para el
riego es un recurso que cada día se limita tanto cuantitativa como cualitativamente
debido al crecimiento acelerado de las demandas para uso doméstico e industrial,
por lo que es necesario el uso más racional de la misma la cual debe ser utilizada
de manera más eficiente en los sistemas de riego. Un riego eficiente es aquel
capaz de mantener la humedad del suelo dentro de límites apropiados, ello va a
estar en dependencia de las características propias de los cultivos, las condiciones
climáticas, el manejo y el medio de desarrollo, todo lo cual se expresa a través de
la evapotranspiración (ET). La agricultura es el sistema de producción que mayor
demanda de agua tiene a nivel global; siendo el riego la actividad que consume el
70% de este recurso a nivel mundial Se estima que sólo el 20% de las tierras
agrícolas del mundo se encuentran bajo riego, las cuales proporcionan el 40% de
la producción agrícola general. Los requerimientos hídricos dependen de varios
factores los más importantes están el clima y el consumo hídrico según la especie
y estado de desarrollo del cultivo, los cuales permiten mantener suficiente
humedad en el sistema radicular en función de los factores climáticos, la fenología
del cultivo y las características de suelo.
El requerimiento hídrico va mucho de la mano con el balance hídrico ya que no
podemos dar tanta agua a un cultivo que necesita poca ni tampoco podemos dar
poca agua cuando un cultivo necesita mucha agua o mucho riego por eso el
balance hídrico comprende datos reales o simulados de precipitación e
información climatológica, con el fin de calcular el requerimiento hídrico de una
zona en particular. Hay diferentes tipos de balances hídricos: climáticos,
agroclimáticos, hidrológicos, agroforestales, de cuencas, de drenaje y riego.
DESARROLLO
Las plantas al igual que los seres humanos deben estar bien nutridas para que no
se enfermen y puedan dar lo mejor de sí mismas. Para ello es importante en el
caso de los cultivos planificar muy detalladamente la fertilización, el riego y
drenaje. No se trata tan solo de poner fertilizante, se trata de darles los minerales
adecuados y en el momento adecuado para asegurar el mejor desarrollo de la
planta. Tampoco se trata de darle fertilizante en grandes cantidades para asegurar
grandes producciones, esto no es cierto, se trata de darle lo adecuado para el
mejor desarrollo y para que la inversión en fertilizante nos produzca los mayores
beneficios y no pase a representar un gasto excesivo e innecesario. Por otra parte,
la planta requiere gran cantidad de agua. En promedio el 80 al 90 por ciento del
peso de una planta es agua. Por lo tanto, las plantas necesitan de riego si la lluvia
no le aporta lo suficiente. Al igual que el fertilizante debemos darle solo el agua
requerida, no más.
Un exceso de agua generalmente produce problemas en la raíz o a veces de mal
crecimiento, por eso es necesario utilizar drenajes para que evacúen el agua
cuando llueve más cantidad que el agua que requiere el cultivo o no
aportar agua en exceso por el riego. Un faltante de agua, reduce el crecimiento
del cultivo y el potencial de producción que estos tienen. Un exceso de fertilizante,
además de encarecer los costó de producción, puede provocar desbalances
nutricionales en la planta, o desbalances en las relaciones de los nutrientes en el
suelo o en el sustrato. Un desbalance provoca que un nutriente se absorba más
que otro por parte de la planta y esto a la vez provoca problemas en el desarrollo y
en el crecimiento de la planta. Otra consecuencia de excesos de fertilizante
provoca un aumento en la cantidad de sales en las raíces, recordemos que los
fertilizantes son sales, al acumularse en la raíz las sales provocan quemas en las
puntas de las mismas, limitando el crecimiento, la absorción de agua y nutrientes
así como abriendo la posibilidad de que hongos o nematodos ataquen más
fácilmente la raíz.
Donde
Evapotranspiración de referencia ETo [mm día - 1 ] ,
Radiación neta Rn en la superficie del cultivo [MJ m -2 día- 1 ] ,
G Densidad del flujo de calor [MJ m -2 día- 1 ] ,
T temperatura del aire a 2 m de altura [° C] ,
u2 La velocidad del viento a 2 m de altura [m s - 1 ] ,
es la presión de vapor de saturación [kPa ] ,
ea presión real de vapor [kPa ] ,
es - ea déficit de presión de saturación de vapor [kPa ] ,
D pendiente de la curva de presión de vapor [ kPa ° C - 1 ] ,
g constante psicrométrica [kPa ° C- 1 ] .
El balance hídrico es una herramienta que permite conocer la cantidad de agua
que tiene disponible un cultivo en el suelo. El contenido inicial de agua en el perfil
del mismo, las precipitaciones y el requerimiento de agua de acuerdo al estado de
desarrollo del cultivo (etapa ontogénica) son algunos factores a tener en cuenta.
Concretamente si quisiéramos estimar las necesidades de riego futuras, por
ejemplo de la semana siguiente a la que nos encontremos, se puede utilizar
información promedio histórica de precipitaciones y de la evapotranspiración
potencial de referencia (Eto) que podemos obtener de la estación meteorológica
más próxima que dispongamos. Es importante aclarar que la evapotranspiración
permite definir la cantidad de agua que utilizaría un cultivo (alfalfa o gramíneas)
que cubra totalmente el suelo y que no tenga restricciones para el consumo de
agua, es decir que posea un suelo bien húmedo.
A través de diversos trabajos de investigación, FAO estandarizó el consumo de
agua para distintos cultivos en diferentes etapas y lo expresó como proporción de
la evapotranspiración de referencia, esto constituye el factor kc. Por lo que la
necesidad de riego del cultivo va a estar dada por la multiplicación de la Eto de
referencia y el factor kc que depende de la etapa de desarrollo del cultivo en ese
momento, menos la precipitación caída en ese período.
El balance hídrico permite integrar las variables del clima para determinar las
necesidades de riego en un periodo determinado con el fin de planificar, diseñar u
operar la disponibilidad del recurso hídrico en una zona determinada. El riego
eficiente de los cultivos considera el balance de humedad del suelo o sustratos,
bien sea dentro o fuera de los invernaderos, esto permite hacer una mejor
planificación del cultivo y aumento en la productividad, para ello hay que
considerar las entradas y salidas del sistema y las interrelaciones entre cada uno
de ellos. En la agricultura el balance hídrico se calcula de una forma similar, las
entradas corresponden al agua de la lluvia, del riego, el rocío y al agua que sube
por capilaridad de lo profundo del suelo. Por otro lado las salidas corresponden a
la evaporación si el suelo está desnudo y a la evapotranspiración si existe algún
cultivo sembrado como lo es el cultivo de Pinus Teade, también son salidas el
agua que se pierde por los drenajes superficiales y el agua que profundiza mucho
en el suelo que queda fuera del alcance de las plantas y eventualmente formará el
agua subterránea, finalmente en el caso de los invernaderos es una salida de
agua la que drena de los canteros. Como se puede apreciar conocer el balance
hídrico de la planta es fundamental para lograr éxito en los cultivos, para ajustar la
estrategia de manejo hídrico de su cultivo.
El establecimiento de un balance supone la medición de flujos de agua. La propia
idea de balance supone la medida independiente de los términos que intervienen
en la ecuación de balance, teniendo en cuenta el ingreso y egreso de agua en el
suelo. Por medio de las precipitaciones atmosféricas y la aplicación de riego
artificial llega agua a la superficie de la Tierra. Parte de estas precipitaciones se
evapora en contacto con el aire o es absorbida por las plantas y después
transpirada por las mismas, fenómenos que denominaremos de forma general
como evapotranspiración. El agua entonces sigue dos caminos: una parte fluye
por la superficie de la corteza terrestre y otra parte se infiltra en el terreno. El agua
de infiltración aún puede ser captada por el suelo y las plantas, sufriendo entonces
fenómenos de evapotranspiración o puede circular hipodérmicamente junto con
las aguas que circulan en superficie, denominándose el conjunto aguas de
escurrimiento. La parte de agua infiltrada que alcanza una zona más profunda
constituye la verdadera agua de infiltración que se junta con las aguas
subterráneas alimentando el acuífero.
La Ecuación de Continuidad se basa en que la diferencia que se produce entre las
entradas y las salidas de agua se traduce en el agua que queda almacenada.
Ingreso - Egreso = Variación del Almacenamiento
Para realizar un balance hídrico lo principal es la adquisición de datos, por lo cual
se requiere que ésta se haga de la forma más precisa posible.
Precipitación (P): Se mide por la altura que alcanzaría sobre una superficie plana y
horizontal, antes de sufrir pérdidas. Para determinarla se usan los pluviómetros y
la unidad de precipitación es el milímetro de altura (1 mm).
Evapotranspiración (Evt): Se determina mediante cálculos basados en la
temperatura y humedad de la atmósfera y del suelo.
Escurrimiento superficial o directo (ED): Se determina por aforos de cursos
fluviales.
Escurrimiento subterráneo o base (ES): Se calcula por diferencia, una vez
conocidos los demás términos del balance hídrico, o por cálculos y experiencias
basados en la porosidad y permeabilidad de diferentes rocas.
El interés del balance hídrico es de mucha importancia ya que por medio de él se
puede evaluar disponibilidad de agua para los cultivos, establecimiento del
régimen de humedad de los suelos o de criterios de diferenciación climática,
estudios de conservación de suelos y estudios hidrológicos. La necesidad de
mejorar la eficiencia en el uso del agua requiere evaluar diversos sistemas con la
finalidad de poder proveer recomendaciones sobre distintas prácticas de riego al
productor. Es por esto que el ingeniero Sáenz argumenta que “seguir el balance
hídrico en cultivos bajo riego permite presupuestar la lámina de riego a aplicar de
acuerdo a las condiciones climáticas y estadio del cultivo”.
CONCLUSION
Nuestros cultivos en el mundo juegan un papel muy grande en la agricultura ya
que son muchos los factores que pueden llegar hacer que el cultivo tenga una
buena o mala producción y esto se basa en el clima, suelo y sobre todo la
capacidad de agua que tiene que tiene que tener a mano el productor para
satisfacer las necesidades del cultivo.
Los métodos y requerimientos hídricos son enfocados y analizados juntos a las
necesidades del cultivo para así no tener ninguna clase de problemas al final de la
cosecha; es de gran importancia conocer el déficit de agua que pueda llegar a
tener un cultivo o si es mucha también tener claro que podemos utilizar un sistema
de riego que permita balancear la cosecha y que por medio del sistema de riego
que se esté utilizando no altere la demanda hídrica si no que la controle y no sea
devastada. Cada método o balance hídrico permite ir a la fija a un proceso de
producir cualquier cultivo, de esto se sacan datos, muestras eficaces para que así
paso a paso en un futuro podamos confrontar cada necesidad que tenga cualquier
cultivo.