Sie sind auf Seite 1von 1

Grecia: fundamentos de la cultura Europea

El espacio geográfico griego


Grecia ocupa una parte del Sureste europeo que se conoce como Península Balcánica, nombre que
le dieron los turcos cuando conquistaron este territorio en el siglo XV, por tanto, en la etapa de la
Grecia antigua no se llamaba así. El territorio de la Grecia antigua, llamado Hélade, comprendía tres
partes:

 Grecia continental con los territorios, de Norte a Sur, de Macedonia, Tesalia, Beocia y el Atica,
y la punta Sur de la Península del Peloponeso.

 Grecia insular con las islas del mar Egeo, entre otras Creta, Rodas, Lesbos.

 Grecia asiática: la costa mediterránea de Asia Menor (la actual Turquía).

El paisaje geográfico de Grecia puede definir el típico paisaje


mediterráneo: escasos bosques naturales, de encinas…, que se
alternan con los cultivos típicos de la trilogía mediterránea (trigo, vid y
olivo). Una fotografía de este paisaje incluiría algunos rebaños de
ovejas y de cabras que treparían por las colinas y tratarían de
aprovechar los escasos pastos de una tierra tan seca como la del litoral
mediterráneo.

El paisaje de Grecia se distingue por ser un territorio montañoso, de


suelo rocoso, con ríos caudalosos en invierno y de escaso caudal en verano. Las montañas marcan
especialmente el paisaje al compartimentarlo y servir de muros separadores de los valles donde se
puede cultivar y vivir, aunque los hombres supieron sacar provecho de las laderas de las montañas
donde construyeron terrazas para plantar vid y olivo. La compartimentación tuvo consecuencias de
diversa índole.

El espacio griego está rodeado por muchos kilómetros de costa; el contacto tan próximo con el mar
(ningún punto dista más de 65 kilómetros del mar o está a más de dos días de camino a pie) y la
existencia de buenos puertos naturales, permitió hacer del mar un espacio esencial para la vida de los
griegos, pues la pesca era para ellos importante, y pronto lo sería también el comercio por las rutas
marítimas.

Das könnte Ihnen auch gefallen