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CRÍTICO EN EL APRENDIZAJE
28 DICIEMBRE, 2017
POR: PATRICIO MELLER
El pensamiento creativo supera las restricciones existentes para lograr su propósito de generar
algo original; para esto se recurre a la intuición y a procesos subconscientes (o inconscientes).
Corresponde a “pensar fuera de la caja” (“out of the box”). Por su parte, el pensamiento crítico
evalúa y examina la validez analítica de un argumento o de una hipótesis; para este efecto se
utilizan los marcos conceptuales y los procedimientos metodológicos existentes.
Desde el punto de vista educativo y del aprendizaje no es conveniente ni útil la dicotomía entre
pensamiento crítico y creativo; incluso si se privilegia uno en desmedro del otro, puede ser
contraproductivo (Forrester, 2008).
Por otra parte, dada la avalancha de información que se está generando, se requiere una buena
mezcla de pensamiento crítico y creatividad para diferenciar lo que es relevante de lo irrelevante
(o “basura”). Para que los estudiantes vayan más allá de repetir lo que otros dicen y en cambio
puedan generar nuevas y valiosas ideas, tienen que dominar la creatividad y el pensamiento
crítico.
En breve, hay una complementariedad entre ambos pensamientos (Bailin, 1987): (a) La
creatividad desempeña el rol central en generar innovaciones; pero no se trata de crear cosas
originales por el prurito de que sean nuevas y diferentes. Además, esta originalidad tiene que
ser efectiva y significativa; para este efecto, el pensamiento crítico cumple un importante rol
evaluador. (b) El proceso de decisión entre diferentes hipótesis no es tan mecánico y directo. En
muchas ocasiones, el pensamiento crítico requiere una interacción con la intuición y la
imaginación.
RESEÑA CRÍTICA
TEXTO: LOPEZ, FRIAS, Blanca Silvia. Pensamiento Crítico y creativo. Editorial trillas. Mexico.
1999. P. 138.
Este tema nos ha interesado, pues tiene un componente, bien interesante en la labor del
docente, ya que un docente debe hacer que sus estudiantes no traguen entero cualquier
información sino que siempre estén en la búsqueda de respuesta a sus interrogantes. El tener
estudiantes que cuestionen vuelve la clase más amena e interesante. Queremos con este
tema que el docente aprenda más sobre su labor como profesional, y pueda mejorar sus clases.
El texto presenta los aportes de diferentes autores que han hablado de la enseñanza. Como
John Dewey, Richard Paul, y Meyer, La capacidad del pensamiento es ilimitada, y la tarea del
docente es desarrollar las capacidades cognitivas en los estudiantes para que se cuestionen y
crean soluciones a sus problemas. Es importante que todos esos aspectos sean tenidos en
cuenta en la creación del currículo y también en el plan de estudios. El objetivo del texto es
lograr que la labor del docente más significativo para el educando, que sea un aprendizaje
significativo, y el estudiante sea capaz de criticar, cuestionar y participar para interiorizar su
propio aprendizaje.
1* ¿Qué es pensamiento Crítico?. Ella aclara que ser crítico no quiere decir hacer juicios
negativos, más bien se mira desde el punto de vista de ser juez y evaluar lo que leemos. El
pensamiento crítico debe ser disciplinado, autodirigido, tener dominio del pensamiento. Este
pensamiento logra destrezas, habilidades intelectuales, y su fin es aprender a interpretar,
analizar, sintetizar y evaluar la información que se recibe desde la observación hasta la
comunicación. El pensamiento crítico se utiliza en el pensamiento matemático, histórico,
antropológico, el científico, económico y filosófico.
El papel del docente es ser un facilitador y orientador para que el estudiante, pueda ser un
pensador critico. Las clases deben comenzar con una pregunta o un problema para que sea mas
amena y divertida la clase. Es importante el ambiente físico y psicológica del aula, el cual es un
componente primordial para facilitar el aprendizaje. El trabajo en grupo también es esencial
para poderse relacionar, interactuar, y desenvolverse en la comunidad. El docente debe ser
motivador y respetar las opiniones de sus estudiantes, fomentando en clase un ambiente de
respeto y colaboración. Crear un ambiente de discusión y debate donde el estudiante participe
con respeto, mente abierta y disposición para interactuar con sus compañeros. (p.22).
El maestro dejara que el estudiante piense por si mismo. La forma como se pregunta, que se
pregunta, es fundamental para la participación de los educandos, y nunca insultar, ridiculizar o
burlarse por lo que digan los estudiantes. “el facilitador debe tener cuidado de no demostrar
con arrogancia el conocimiento de las alternativas correctas para el pensador critico.” (p.26). El
texto muestra los enfoques teóricos de Richar Paul(1982) donde hace una comparación entre
la didáctica y la teoría crítica , en donde en esta última se valora más la labor del docente.
2* Que es Pensamiento creativo? Según el autor Sternberg (1997), presenta un enfoque global
de la creatividad, y dice que existen tres tipos de inteligencia: La creativa, la analítica, y la
práctica. (69). La creatividad es la capacidad de ir mas allá de lo dado y de crear nuevas ideas y
soluciones. La autora plantea a diferentes autores como Sternberg, Robert J. De bono, Edward,
Gardner, H. entre otros.
Según Gardner la persona creativa “genera productos o define nuevos cuestionamientos en un
dominio, en una forma que en un principio es considerada nueva pero que al finas llega a ser
aceptada en grupo cultural particular”(p.70).
El aspecto emocional, y afectivo esta vinculado con lo cognitivo. Como por ejemplo el buen
humor, el entusiasmo, la expresividad, la confianza, etc., hacen parte fundamental con la
creatividad y está ligada según Penagos a un proceso que depende de fases, como la
preparación, incubación, iluminación, y la verificación (p.87) El texto presenta varios análisis de
algunos autores que han estudiado la creatividad. El docente debe hacer que el estudiantado
se motive a creer nuevo conocimiento, a través de conocer primero lo que le interesa y luego
partiendo de su conocimiento pueda desarrollar algo nuevo. La creatividad sirve para resolver
problemas, crear una idea o un producto nuevo con una mente abierta y activa para estar
dispuesto a asumir nuevos retos.Algunos pasos para la creatividad: Analizar el problema,
Analizar las posibles soluciones, Tomar de decisiones y Planeación.
La realidad es que este libro me ha dado una visión más clara de que es el pensamiento crítico y
creativo. Como nuestra labor como docente, es fundamental en la formación de los estudiantes,
y como la educación debe ser cada enfocada al aprendizaje significativo. La metodología que la
autora plantea es expositiva donde ella presenta muchos autores que trabajan el tema de la
formación del pensamiento, y sus argumentos están enfocados en todo lo que dicen estos
autores. Es un libro muy completo que explica el tema en cuestión bien detalladito y da también
herramientas para implementar este pensamiento en los educandos.
La forma como se organiza la lectura es muy compleja ya que explica los tipos de pensamientos
crítico y creativo por aparte, y creo a mi parecer que estos dos pensamientos van de la mano.
La autora reconoce en una parte del texto que es importante tener un pensamiento crítico para
poder ser creativo. (p.88). La creatividad se presenta como un proceso y como un producto.
Para mí la creatividad es un proceso como lo explica la autora atreves de la autora Penagos
(p.87). y el autor Rodríguez Estrada, Mauro. El texto presenta 22 actividades de las cuales 9
actividades o talleres son para el pensamiento crítico y 13 actividades son del pensamiento
creativo, el cual me parece muy completo pues al tener todas estas actividades el docente tiene
muchas ideas para trabajar con los estudiantes.
* Lograr que los estudiantes sean competitivos significa que sean críticos y creativos partiendo
que la crítica se pueda construir algo nuevo que produzca un cambio positivo para solucionar
problemas.
* El docente debe tener la capacidad de crear ambientes propicios para el pensamiento crítico
y creativo.
* Estos dos pensamientos planteados en texto parten del pensamiento reflexivo, y necesita de
una mente abierta para cambiar paradigmas y creencias.
* Todos los profesionales deben tener este pensamiento ya que solo a partir de la crítica se
puede analizar, cuestionar, reflexionar, y reconstruir un nuevo pensamiento y conocimiento.
El punto de partida para comprender las técnicas creativas, así como el proceso de
enfrentamiento y solución de problemas, es la distinción entre pensamiento divergente y
convergente. Guilford, en 1951, clasificó el pensamiento productivo en dos clases: Divergente y
Convergente. Además de Guilford, autores como De Bono recogieron estos conceptos usando
expresiones propias como el pensamiento lateral y vertical.
Todas las personas pensamos, pero no siempre somos conscientes de nuestro pensamiento y,
menos aún, de nuestro propio proceso de pensar. Emitimos juicios o tomamos decisiones sin
sopesar si nos faltan datos, si nos dejamos llevar por prejuicios y creencias previas, o si nos
basamos en fundamentos erróneos ajenos a la evidencia de los hechos, a la reflexión de las
opciones posibles y al argumentario del propio razonamiento. “Necesitamos reflexionar sobre
nuestro pensamiento y al mismo tiempo pensar en cómo mejorarlo” , nos dicen Linda Elder y
Richard Paul, de la Fundación para el Pensamiento Crítico creada en EE.UU. (1)
¿Por qué es tan importante desarrollar esta competencia, especialmente desde la Educación
familiar y escolar?
La respuesta más remota nos viene de Sócrates y sus preguntas socráticas cuando afirmaba que
una vida sin reflexión sobre ella misma, sin examinarse, no vale la pena vivirla.
No es una cuestión menor. La vida de las personas se ve condicionado, para bien o para mal, por
las decisiones acertadas o erróneas que toman en cada momento. De modo similar, el futuro de
las sociedades democráticas depende de los “estados de opinión” y de las “decisiones” públicas,
asociativas, reivindicativas o electorales por parte de la ciudadanía. ¿Pero qué ocurre cuando
actuamos sin pensar, sin valorar, sin reflexionar o sin prever las consecuencias? ¿Qué puede
pasar cuando una mayoría ciudadana desinformada, crédula o irreflexiva elije opciones que
determinen el desarrollo de nuestra propia vida o de la de nuestros hijos? ¿Qué puede aportar
la educación y el pensamiento crítico para evitar las decisiones erróneas y orientarlo para tener
mejores hábitos mentales y disposiciones hacia el compromiso cívico, la responsabilidad social
y el bien común?
“Enseñe a las personas a tomar decisiones acertadas y las equipara para mejorar su propio
futuro y para convertirse en miembros que contribuyen a la sociedad, en lugar de ser una carga
para ellos”, nos dice Peter A. Facione, Rector de la Universidad Loyola de Chicago. (2).
¿Cómo lograr que nuestros hijos o alumnos aprendan a pensar formal y éticamente mejor con
las técnicas del pensamiento crítico? Antes de sugerir algunas respuestas a esta pregunta clave,
quiero hacer observar que estamos en una sociedad que muchas veces pervierte el verdadero
significado de las palabras, devaluado por la publicidad y la demagogia de algunos políticos o
medios de comunicación. ¿Qué pensamos de una persona cuando se dice de ella que es “muy
crítica”? ¿La ensalzamos o devaluamos por ello? ¿Lo es realmente? ¿Somos “apocalipticos o
integrados”, como expuso Umberto Eco? La necesidad de ser “crítico” ha derivado, muchas
veces, hacia el “hipercriticismo” irredento y disolvente. Este enfoque erróneo impide toda
posibilidad real de razonamiento y consenso, haciendo inviable el necesario diálogo social,
llegando a producir efectos globales contrarios: un pensamiento contraproducente, pobre, no
crítico y por tanto, difuso y “único”. Frente a esta situación de caos edu-cultural y babélico,
donde es imposible entenderse, necesitamos trabajar unidos para resolver los problemas
comunes, presentar datos y evidencias, escuchar todas las partes de un conflicto, considerar
todos los hechos, concebir alternativas valiosas. Urge un pensamiento crítico que, consciente de
sus limitaciones, “se esfuerce por disminuir el poder de nuestras tendencias egocéntricas y
sociocéntricas” (Elder y Paul). (3).
Sin duda el personaje literario que mejor podría ayudarnos a representar el pensamiento crítico
sería el detective Sherlock Holmes, por su capacidad de observación y por su razonamiento
deductivo para resolver casos difíciles.
En este sentido, para situar las siguientes propuestas que nos hace la Fundación para el
Pensamiento Crítico (6), debemos considerar que la estrategia básica es transferir la
responsabilidad sobre el aprendizaje del maestro al alumno. No enseñamos nosotros, aprenden
ellos. Nosotros somos modelos, facilitadores y entrenadores del proceso. Veamos algunas de
sus recomendaciones para incentivar al alumno a construir su propio conocimiento:
Parta de saber los conocimientos previos sobre lo que van a estudiar posteriormente.
Invite a recoger datos y pruebas.
Introduzca principios del pensamiento crítico a la vez que enseña su materia. Invite a
proponer hipótesis para luego comprobarlas.
Sea un modelo. Utilice el método socrático para hacer preguntas y para reflexionar.
Necesitamos hijos, alumnos y ciudadanos más capacitados para pensar y más competentes para
actuar en esta época compleja en que vivimos. Sin duda, si aplicamos lo que he dado en llamar
el método N.A.S.A. de evaluar proyectos sistémicamente, la competencia para “Aprender a
pensar” (recogiendo –entre otras – las documentadas propuestas del pensamiento crítico como
corriente educadora y social) es Necesaria para una sociedad civil más consciente de sí misma,
Adecuada para estos momentos difíciles, Suficiente como metodología esencial y está Abierta a
nuevas aportaciones prácticas que faciliten su transferencia de ideas, actitudes, recursos y
hábitos a nuestros jóvenes.
Bibliografía:
(1). Linda Elder y Richar Paul. Fundación para el Pensamiento Crítico, en “Revista El educador”,
Perú.
(2). Peter A. Facione: “Pensamiento Crítico: ¿Qué es y por qué es importante?”.
(3). Linda Elder y Richar Paul. Fundación para el Pensamiento Crítico, en “Revista El educador”,
Perú.
(4).Informe: “Pensamiento Crítico: Una declaración de consenso de expertos con fines de
evaluación e instrucción educativa”. 1990.
(5) John Dewey, “Como pensamos: una reafirmación de la relación del pensamiento reflexivo en
el proceso de educación”. D.C. Health Publishing. Lexington, 1933.
(6). Wesley Hiler y Richard Paul y “Ideas prácticas para promover el aprendizaje activo y
cooperativo: 27 maneras para mejorar la enseñanza”. Fundación del Pensamiento Crítico