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EN ALGUNOS CASOS EL GOBIERNO NACIONAL (VALERIA TIENE

QUE HACERLO BASADO EN MUNICIPIOS) HA ASUMIDO EL APOYO


A LOS MIGRANTES SIENDO INSUFICIENTE: TEMA
El modelo Toulmin explica desde un punto de vista lógico la
organización o el esquema al cual responde un texto argumentativo,
para él, en el proceso de una argumentación directa, la persona
encargada de argumentar presenta de manera clara una consideración
y seguidamente, expone una serie de razones lógicas que,
posteriormente dan como resultado una conclusión que sustenta la tesis
propuesta al inicio. Podríamos definir entonces a la argumentación
como una actividad muy completa, donde un sujeto argumentador
presenta de forma explícita una tesis y expone una serie de argumentos
o razonamientos lógicos que deben derivar en una concusión que a su
vez confirma la tesis planteada.
El modelo de Toulmin presenta la siguiente estructura:
 Los datos, D
 Los hechos semejantes anteriores, R
 Las garantías (reglas) G
 Los modalizadores, M
 La conclusión C
 Las objeciones. O
Ante estos datos, (D); teniendo en cuenta los hechos semejantes
anteriores, (R); y las reglas que rigen este asunto, (G); se puede inferir,
mediante modalizadores, (M); que la conclusión es la siguiente: (C)
Para el caso en particular: EN ALGUNOS CASOS EL GOBIERNO
NACIONAL HA ASUMIDO EL APOYO A LOS MIGRANTES SIENDO
INSUFICIENTE: Se tienen los siguientes:
DATOS: (D)
Históricamente, el fenómeno de la migración ha estado presente en las
relaciones colombo-venezolanas, pero su motivación estuvo
principalmente influenciada por causas económicas. Sin embargo, la
agudización de la crisis política y los conflictos que atraviesa Venezuela
en la actualidad incrementan notoriamente los movimientos migratorios,
lo anterior tiene como consecuencia el desplazamiento y una migración
forzada hacia los países vecinos.
Teniendo en cuenta lo anterior, la decisión de migrar no obedece
únicamente a un acto voluntario, sino a diferentes tipos de presiones. A
la par del conflicto, la pobreza, la violencia estructural y la exclusión
social, sin duda son fenómenos motivadores para que los venezolanos
migren.
En materia migratoria entre Colombia y Venezuela Durante los últimos
años los movimientos migratorios entre ambos países han cobrado gran
importancia y significado. En efecto, se han suscrito una serie de
acuerdos y convenios bilaterales y multilaterales con el propósito de
normalizar y regularizar tanto la permanencia, como el tránsito de las
personas de un país a otro. Pero hasta la presente, los mismos, no han
satisfecho las aspiraciones y propósitos que los inspiraron.
A pesar de la existencia de instrumentos bilaterales y multilaterales, la
situación de los migrantes legales e ilegales en el país sin resolverse.
Las causas de tal situación se encuentran en las condiciones de
inestabilidad política y de precariedad económica de las regiones donde
se ubican los migrantes y en general del país.
La inmigración de venezolanos en Colombia es un fenómeno que
existe desde tiempos coloniales, y que se ha intensificado en la década
de 2010 debido al estallido de la crisis económica en el país bolivariano.
La presencia de venezolanos en Colombia empezó a crecer en 2005,
cuando 18 mil trabajadores de la estatal PDVSA1 fueron despedidos por
el entonces presidente Hugo Chávez, siendo incorporados al sector
petrolero colombiano. Una segunda ola migratoria se produjo a partir de

1
Petróleos de Venezuela
2010, con la llegada de empresarios y personas de clase media que
huían las políticas de expropiación y de la devaluación del bolívar. Entre
principios de 2017 y mediados de 2018, más de un millón de
venezolanos entraron en Colombia, provocando la mayor crisis
migratoria en la historia del país.
Se estima que actualmente hay dos millones de venezolanos viviendo
en Colombia, convirtiendo al país en el mayor receptor de migrantes
venezolanos en el mundo.2
Entre las causas de ola migratoria se encuentran la inestabilidad
política, la escasez de productos básicos y la hiperinflación. La llegada
de estos migrantes en un tiempo tan corto representa una nueva carga
para los sistemas públicos de salud y educación, además de un
aumento en los actos de criminalidad cometidos por ciudadanos de
origen venezolano.
El número de migrantes y refugiados venezolanos repartidos en todo el
mundo ya ha superado la cifra de tres millones.3 La gran mayoría de
venezolanos, unos 2,4 millones, se encuentran dispersos entre diversos
puntos de América latina y el Caribe, mientras que los 600.000 restantes
optaron por desplazarse a otras regiones del mundo. Colombia es el
país que acoge a la mayoría de los venezolanos, con más de un millón
de migrantes y refugiados.
Aunque la migración es un fenómeno que no distingue género, raza o
edad, las desigualdades e inequidades existentes en las sociedades
latinoamericanas hacen de las mujeres un público más vulnerable a la
aparición de problemas de salud mental.
De acuerdo con el Informe sobre Movilidad Humana, realizado por el
Servicio Jesuita a refugiados de Venezuela, la inseguridad, la
desesperación por lo que sucede en el país, el hambre, y los altos

2
Portafolio. 11/09/2018 al 7/11/2018
3
Agencia de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones.
niveles de estrés, son las principales razones por las que los
venezolanos han decidido salir de su país.
Que las mujeres se encuentren en constante movimiento no es una
novedad. Pero lo que sí debe ser tratado con especial atención son las
vulnerabilidades a las que se ven expuestas en comparación con las de
los hombres. Si bien la Organización Internacional de las Migraciones
(OIM) explica que en un proceso migratorio tanto hombres como
mujeres se ven expuestas a vulnerabilidades particulares, que
dependen de su género, las mujeres tienen que lidiar con los riesgos
comunes del suyo, como por ejemplo ser víctimas de violencia
intrafamiliar o sexual.
Se calcula que en el país hay aproximadamente 600.000 mujeres
venezolanas que han salido de su país.
A nivel mundial, las mujeres migran tanto como los hombres. En 2018,
casi la mitad (48%) de todos los migrantes internacionales hicieron parte
de este grupo. De hecho, la proporción de mujeres migrantes a Europa,
América Latina y el Caribe, América del Norte y Oceanía aumentó en
los últimos 15 años de acuerdo con cifras del Departamento de Asuntos
Económicos y Sociales de las Naciones Unidas.
De la inmigración reciente, resalta el actual arribo de ciudadanos
venezolanos. Desde el 1° de octubre del año pasado se anunciaron
proyectos de ley migratoria y de fronteras, como parte del marco legal
para hacerle frente al reto. Si bien una ley no es la solución al problema,
sí establece los marcos mínimos para que las autoridades, sobre todo
locales, puedan abordar el fenómeno.
Según los últimos datos oficiales, diariamente se da una migración de
aproximadamente 45.000 ciudadanos del lado venezolano que
dependen del paso en la zona fronteriza.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano, dentro de la
cifra total de venezolanos en Colombia, que ya llega a 1’200.000
personas, 378.000 tienen entre 18 y 19 años de edad. Las personas
entre 30 y 39 años ya son más de 230.000. Esto hace que, por estar en
la adolescencia o en la adultez joven, vivan una situación mental muy
particular, con peligros potenciales, pero también con oportunidades de
superar un proceso tan duro como lo es una migración obligada.
No se pueden negar las presiones sociales que llegan con el fenómeno
migratorio y más en un país con graves problemas estructurales, con
diferentes conflictos internos.
El reto que significa el tema migratorio no es menor. No es fácil
reconocer públicamente que no existen infinitos recursos para la
asistencia del fenómeno. El Gobierno debe asumir un liderazgo interno
e internacional en la materia, apropiarse de la conducción de uno de los
retos más grandes que tiene el país, por encima del costo político.
¿El Gobierno estará dispuesto a direccionar el asunto? Para resolver
este cuestionamiento se requiere educación para la migración y
construir de esta forma un verdadero liderazgo en el manejo del tema
migratorio.
Por otra parte, cifras del Ministerio de Salud estiman que, desde 2017,
el sistema ha prestado cerca de 3 millones de atenciones médicas a
unos 450.000 venezolanos, especialmente en urgencias
fundamentales. Cálculos conservadores muestran que esto le cuesta al
Estado más de 300 millones de pesos diarios, unos 10.000 millones de
pesos al mes, partiendo de que solo entre enero de 2017 y febrero de
este año, la red pública hospitalaria le ha facturado al sistema 227.000
millones de pesos.
El gobierno de Venezuela desmiente cualquier crisis en su sistema
sanitario, pero las cifras evidencian lo contrario. El 70 por ciento de las
salas de emergencia ofrecen servicios intermitentes o no funcionan, en
el 90 por ciento de los hospitales públicos los rayos X y tomografías
tampoco sirven. Un 53 por ciento de los quirófanos no están habilitados
y hay un 88 por ciento de escasez de medicamentos. La OPS estimaba
que, a julio de 2018, un tercio de los cerca de 66.000 médicos
registrados habrían abandonado Venezuela.
Más de 1.157.000 venezolanos han recibido vacunas desde agosto de
2017 a mayo de este año, con un costo superior a los 16.000 millones
de pesos.
Preocupa que de mantenerse el crecimiento de migrantes y la demanda
de servicios, el país tendrá que destinar más de 1,2 billones de pesos
anuales solo para atender la salud de estas personas, y casi 4 billones
para educación y otros servicios sociales.
En el contexto social que atraviesa Venezuela en la actualidad en las
áreas fronterizas colombo-venezolanas ocurren los mayores flujos
migratorios, estos movimientos se han visto influenciados por las por la
ya mencionada realidad que vive Venezuela.
A raíz de los drásticos cambios sufridos por la economía venezolana,
se observa un aumento en la intensidad de los flujos migratorios,
sumado a lo anterior, los graves conflictos que vive el país venezolano
agudizan el cuadro de las migraciones colombo-venezolanas.
Por otra parte, se hace mención del marco normativo entre Colombia y
Venezuela para normar y regularizar los flujos migratorios,
principalmente en las zonas fronterizas que, por sus condiciones
particulares, debido a las relaciones de vecindad, vínculos familiares,
permeabilidad y accesibilidad, son las de mayor preferencia para estos
migrantes y, por ende, requieren de un tratamiento acorde a esta
dinámica. Se hace necesario también citar los convenios
internacionales que regulan y desarrollan la dinámica a seguir con la
situación de los dos países ya que es claro que más que una
problemática es una realidad social que requiere ser tratada con
urgencia atendiendo las necesidades fundamentales de los migrantes.
Ese nuevo escenario de condiciones migratorias impone la necesidad
del establecimiento de normas jurídicas reguladoras en el marco de las
relaciones existentes entre Colombia y Venezuela. Solo así se podrá
avanzar en la aplicabilidad de una normativa legal para el tratamiento
migratorio enfocado en los actores principales como son los refugiados
y migrantes, dándoles la posibilidad de tener opciones reales en materia
de protección, respeto, seguridad e incorporación a condiciones
laborales dignas.

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