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Impacto ambiental del petróleo y

el gas natural

Por Ariadna García-Astillero, Bióloga. 24 abril 2019

El petróleo y el gas natural pertenecen a la clase de


recursos energéticos que conocemos como combustibles
fósiles. Estos combustibles fósiles se llaman así porque se
han formado a partir de fósiles vegetales y animales que
quedaron sepultados en el interior de la corteza terrestre
durante milenios y se han ido transformando debido a las
altas presiones y temperaturas. El petróleo y el gas natural
son dos de los combustibles fósiles más usados y más
codiciados por la industria energética y química.
Por desgracia, estas fuentes de energía no son ilimitadas y
tanto su extracción como su tratamiento y su uso tienen
consecuencias negativas en el medio ambiente y
precisamente por eso en EcologíaVerde vamos a hablaros
del impacto ambiental del petróleo y el gas natural.
También te puede interesar: Cuál es el impacto
ambiental del consumo de papel
Índice
1. Qué es el petróleo
2. Qué es el gas natural
3. El gran impacto ambiental del petróleo y el gas natural

Qué es el petróleo
El petróleo es un líquido aceitoso o viscoso de color oscuro,
con olor acre y con una mayor densidad que el agua. Se
trata de un líquido mineral que ha estado confinado en el
interior de la Tierra durante cientos y miles de años y que
tiene un gran potencial energético.
Este líquido oscuro se formó a partir de organismos
animales y vegetales marinos que cuando morían se iban
depositando en la profundidad de los océanos. También
ocurría en las desembocaduras de los ríos, lagunas, lagos
y costas. Estos restos fueron degradados por las
comunidades bacterianas y fueron quedando ocultos bajo
rocas y sedimentos. Con el tiempo, la presión ejercida por
las capas de sedimentos y el océano fueron modificando la
estructura y composición de estos restos hasta que se
transformaron en hidrocarburos (moléculas de carbono e
hidrógeno), azufre, oxígeno, nitrógeno y otros gases.
Por otro lado, esa misma presión hace que el petróleo
salga expulsado hacia la superficie terrestre a través de
canales y grietas de las rocas sedimentarias que hay
encima. El petróleo puede manar directamente a la
superficie o si se encuentra con una roca porosa e
incomprensible puede quedar almacenado ahí, este tipo de
roca se conoce como roca almacén.
Sin embargo, ese primer petróleo o crudo, como se llama
normalmente, que se extrae no puede usarse directamente.
Para eso hay que someterlo a un proceso de refinado, que
se basa principalmente en la destilación fraccionada. Al
aplicar distintas temperaturas se obtienen productos como
el metano, el etano, el propano, el butano, gasolina,
queroseno, fuelóleo, parafinas o alquitranes a los que se
les puede dar uso.

Qué es el gas natural


El gas natural al igual que el petróleo también está
formado por hidrocarburos. Estos hidrocarburos son más
ligeros y por eso se encuentran en estado gaseoso. El gas
natural está mayormente compuesto por metano y etano,
aunque también puede contener propano, butano y otros
hidrocarburos más pesados. Cuando los hidrocarburos son
de orden superior al metano, es decir, más de un carbono,
se conoce como gas rico, en el caso contrario se le llama
gas seco. El gas natural puede contener otros gases que
se consideren impurezas, como vapor de agua, dióxido de
carbono, nitrógeno, sulfuro de hidrógeno o helio.
El gas natural, al igual que el petróleo se encuentra en
yacimientos subterráneos. Puede estar asociado al petróleo
o puede encontrarse de forma separada. El origen del gas
es el mismo que del petróleo y procede de la acción de los
microrganismos sobre los restos orgánicos almacenados
en la roca. Debido a la degradación de los restos, se
liberaban gases que quedaron almacenados en el interior
de la Tierra y que posteriormente dieron lugar al gas
natural.
Aprende más sobre este combustible fósil con este otro
artículo sobre Por qué el gas natural es una energía no
renovable.

El gran impacto ambiental del


petróleo y el gas natural
A continuación, vamos a hablar de los principales
impactos del petróleo y el gas natural en el medio
ambiente, así como de los impactos que tienen otras
actividades relacionadas con ellos.
Contaminación del planeta
Tanto la extracción, como el tratamiento y el consumo del
petróleo y del gas natural pueden contaminar los diferentes
elementos básicos de la naturaleza: aire, agua y tierra.
Como ya sabemos el petróleo y el gas natural son fuentes
de energía no renovables y además contribuyen al efecto
invernadero. Su combustión emite gases de efecto
invernadero como el dióxido de carbono (CO2) o el metano
entre otros, que se van acumulando en la atmósfera y
favoreciendo el calentamiento global. El petróleo y el gas
natural se emplea en numerosas actividades cotidianas
(transporte, calefacción, etc.) y actividades industriales.
Aunque es verdad que la combustión de gas natural
produce menos dióxido de carbono que el petróleo (en
torno a un 15 -20% menos CO2 que la gasolina), sí que
libera otros gases muy contaminantes como mercurio y
óxidos de nitrógeno y azufre que además son los
responsables de fenómenos como la lluvia ácida y el smog.
Durante su extracción también se eliminan gases y
partículas que aumentan la contaminación atmosférica.
Por otro lado, su extracción y transporte también
producen contaminación del agua y
también contaminación de los suelos de alrededor. Su
extracción en muchos casos conlleva la fractura del terreno
y esto puede provocar fugas de los gases y del petróleo
hacia las aguas subterráneas y mares. Además, el hecho
de fracturar el terreno hace que se pierda el suelo y que
sea más susceptible a la erosión, debido a su
contaminación producida por la adición de sustancias para
extraer el oro negro y de los restos de este tras su paso por
el material rocoso.
El transporte de estos dos combustibles fósiles también
entraña riesgos para el medio ambiente como fugas o
accidentes, la construcción de oleoductos y gasoductos y
las emisiones de los vehículos que los transportan hacia las
industrias o lugares donde se les va a tratar.
Para poner un ejemplo más concreto, aquí puedes conocer
un tipo de contaminación grave que puede producir el
petróleo: Las mareas negras.
Oleoductos y gasoductos
Los oleoductos y los gasoductos son las redes de tuberías
que se construyen para transportar el petróleo y el gas
natural, respectivamente, desde el punto de extracción
hasta el lugar de refinado o tratamiento. Como se puede
deducir esto está muy relacionado con el apartado anterior
pues su transporte conlleva riesgos de fugas y accidentes
que pueden contaminar cualquier lugar.
Además, hay que tener en cuenta que normalmente los
yacimientos se encuentran en zonas muy alejadas de las
ciudades y lugares inhóspitos y deshabitados (desiertos,
selvas, océanos), por tanto, estas tuberías son de una
longitud inmensa. La construcción de oleoductos y
gasoductostambién conlleva otros impactos ambientales y
pueden suponer una barrera al movimiento de las especies
en los ecosistemas que atraviesan.
Accidentes
Accidentes como el de la plataforma petrolera del Golfo
de México en abril del 2010 o el accidente del buque
Prestige en 2002 que transportaba petróleo en las costas
gallegas tienen impactos muy negativos en el medio
ambiente. Estos accidentes y otros muchos a lo largo de la
historia han provocado la muerte de muchos seres vivos
(especialmente afectan a las aves), han contaminado las
aguas y playas durante muchos años y han afectado a las
actividades socioeconómicas de las zonas. En muchos
casos estos accidentes están causados por la falta de
inversión en infraestructuras de calidad y labores de
vigilancia, así como descuidos humanos y sobre todo por
falta de concienciación sobre el medio ambiente. En otros
casos se producen vertidos intencionadamente lo cual es
aún más preocupante.
En este otro post de EcologíaVerde te mostramos 7
desastres naturales causados por el hombre.
Fracking
El fracking es una técnica que está muy en boga y se basa
en la generación de fisuras en la roca para aumentar la
extracción y favorecer que tanto el petróleo como el gas
natural fluyan al exterior a través de un pozo. A través de
este método se inyecta agua a alta presión para que se
abra una fractura controlada en el fondo del pozo. Un
problema adicional es la introducción de sustancias
químicas que se añaden en esta fase de la producción y
que además escapan a la atmósfera.
Dentro de los impactos ambientales de esta técnica se
subrayan la contaminación de los acuíferos y aguas
subterráneas, el elevado consumo de agua, la
contaminación acústica, de la atmósfera y del suelo debido
al movimiento de los gases y productos químicos y vertidos
y además la generación de temblores o movimientos
sísmicos. También puede tener efectos sobre la salud de
los trabajadores y los habitantes del entorno
Deforestación y pérdida de biodiversidad
Como hemos mencionado antes los accidentes pueden
causar la muerte y el envenenamiento de muchos seres
vivos. Además, la prospección de ambos recursos conlleva
la construcción de plantas petrolíferas que molestan a las
especies y hacen que se desplacen a otros lugares o, en
otros casos, impiden su desplazamiento, ya que dichas
infraestructuras suponen una barrera para la migración. Por
otro lado, los ecosistemas también se contaminan debido a
los vertidos, al uso de productos químicos y a los gases y
residuos que se generan poniendo en peligro a las
comunidades de seres vivos y produciendo pérdida de la
biodiversidad.
La extracción de petróleo y gas natural también contribuye
a la deforestación del planeta, pues en muchos casos los
yacimientos petrolíferos se encuentran en la profundidad de
las selvas y los bosques por lo que es necesario talar los
árboles. Esto supone la destrucción de numerosos hábitats
y funciones ecológicas, así como la amenaza a la
supervivencia de las especies que allí habitan.
Aquí puedes aprender más sobre las Causas de la
deforestación.
Otros impactos
Existen otra clase de impactos que derivan de estos
recursos, especialmente del petróleo. Este no solo se
emplea como combustible, sino también como materia
prima de la industria petroquímica. De la industria
petroquímica proceden por ejemplo el 60% de los
productos químicos y el 80% de los productos orgánicos
que se comercializan. Algunos ejemplos de estos productos
son abonos, plásticos, líquidos anticongelantes,
detergentes y jabones, cauchos, colorantes, explosivos,
disolventes, gasolinas, parafinas, fibras plastificantes y
otros. La producción de estas sustancias genera aún
más productos químicos tóxicos y la presencia de estos
materiales o productos en el medio ambiente también
suponen un problema ambiental grave como es hoy en día
el problema de los plásticos.

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