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Fue introducido por Sigmund Freud en 1891, en el curso de la discusión sobre las
afasias para designar la afectación del reconocimiento de un estímulo,
diferenciándolo del desconocimiento de su nombre o anomia.
1
Damasio y Cols, 1989.
2
Ardila, A. Las Afasias
alexia agnósica, la música= amusia, lugares= espacial, objetos visualmente=
afasia óptica, lenguaje= sordera verbal, los dedos de la mano=agnosia digital,
etc.
VISUALES
Agnosia visual de objetos
Acromatognosia
Alexia óptica
Prosopagnosia
Simultagnosia
ESPACIALES
Trastornos en la exploración espacial
Síndrome de Balint
Trastornos en la percepción espacial
Incapacidad para localizar estímulos
Alteraciones en la percepción de profundidad
Distorsiones en la orientación de líneas
Estimación errónea del número de estímulos
Trastornos en la manipulación espacial
Agnosia espacial unilateral
Perdida de los conceptos topográficos
Trastornos de orientación y memoria espacial
Agnosia topográfica
Amnesia topográfica
AUDITIVAS
Verbal
No verbal
Para sonidos
Amusia
TÁCTILES
Astereognosia
Primaria
Secundaria (asimbolia táctil, amorfosíntesis)
ASOMATOGNOSIAS
Unilaterales
Hemiasomatognosia
Anosognosia de la hemiplejía
Somatoparafrenia
Bilaterales
Autotopagnosia
Agnosia digital
Desorientación derecha-izquierda
Asimbolia al dolor
AGNOSIA VISUAL3: puede ser definida como una alteración del reconocimiento
visual de los objetos, abarcando otras categorías como caras, o colores, con una
agudeza visual, campos visuales, rastreo visual, función lingüística y funciones
mentales superiores intactas. Los objetos se detectan pero no se identifican,
fenómeno que se observa en los casos de ceguera psíquica y que se debe a
alguna lesión del lóbulo occipital.
La agnosia visual asociativa, persevera la agudeza visual, así como los campos
visuales el movimiento ocular. Su relevancia está determinada por que el sujeto
tiene una alteración del reconocimiento a pesar de la percepción normal.
Alexia: Básicamente el sujeto que tiene este tipo de alexia, tiene una pérdida de la
percepción visual de las figuras. El sujeto puede escribir y reconocer letras, pero
no logra secuenciarlas para la lectura de palabras. Las causas principales de este
síndrome son las lesiones que afectan la corteza visual izquierda y el rodete del
cuerpo calloso, así queda la corteza visual derecha desconectada del área de
integración visual (área 39) del hemisferio parietal dominante, que ha sido
denominada por otros autores como centro de la lectura y de la escritura.
4
Hécaen & Albert, 1978
5
Albert & Hécaen, 1978
categorías generales: las asomatognosias unilaterales, se refieren a la presencia
de asomatognosia solamente en un hemicuerpo, por lo que ha recibido el nombre
de hemiasomatognosia. Los pacientes con hemiasomatognosia presentan una
inadecuada percepción de la existencia de medio lado de su cuerpo, contralateral
a la lesión cerebral. Usual (pero no necesariamente) afecta el lado izquierdo y es
producido entonces más frecuentemente por lesiones hemisféricas derechas. Y
las asomatognosias bilaterales, se observan en ambos del cuerpo, a pesar de ser
resultado de una lesión unilateral, usualmente izquierda. Dentro de las
asomatognosias bilaterales se cuentan la autotopagnosia, la agnosia digital, la
desorientación derecha-izquierda y la asimbolia al dolor.
AGNOSIA DIGITAL. Dificultad o incapacidad del enfermo para distinguir los dedos
de su mano o los de la mano del que está efectuando su reconocimiento.
Concepto relacionado: síndrome de Gerstmann.
PROCESAMIENTO VISUAL
Desde el momento en que la luz incide en la retina hasta que la persona reconoce
o se ubica correctamente en el espacio, ¿qué sucede en el cerebro para poder
procesar la información del medio y para percibirlo dentro de un todo de forma
coherente e integrada?
Los estudios con primates revelan que las áreas corticales encargadas
inicialmente de procesar la información visual y crear un primer esbozo de lo que
captemos en nuestro campo visual son el córtex visual primario (área 17 de
Brodmann), el córtex estriado y V1 (primera área cortical visual). Este primer
esbozo registra información referente a localizaciones particulares, la orientación y
las regiones de luz y oscuridad (contrastes). Como determinaron6, esta
información será la base para la formación de un objeto y, junto al procesamiento
del color en V2 y V4 (córtex visual secundario), proporcionará la apariencia de la
figura que estamos percibiendo. En cambio, el movimiento se determinará por el
procesamiento en V2 y MT (lóbulo temporal medial), y el reconocimiento de los
objetos se producirá cuando las diferentes rutas descritas se integren con las
áreas corticales que permiten el acceso al significado semántico (córtex temporal
inferior). De esta manera, se forma la imagen real y específica, tanto en cuanto a
la apariencia como al conocimiento de lo que estemos viendo. En definitiva, a lo
largo de este camino jerárquico hay un progresivo procesamiento del estímulo, en
el que operan dos sistemas diferenciados anatómica y funcionalmente, uno
encargado de percibir los objetos y otro relacionado con la orientación en el
espacio.
Todo este proceso por el que pasa el estímulo, hasta que se llegan a percibir los
objetos y el espacio, se lleva a cabo de una manera coordinada y precisa, y
requiere la colaboración de otros procesos cognitivos. Serán la atención y las FE
los mecanismos encargados de ejercer el control sobre estas (y otras) funciones
cognitivas.
6
Hubel y Weisel en 1962
movimientos con nuestras intenciones. Esta ruta cerebral se activa respondiendo a
la pregunta ¿dónde miramos? y su alteración provoca déficit visuoespaciales
relacionados con las dificultades en la orientación, para alcanzar objetos y
reconocerlos si se exponen de una manera incompleta. Según esto, las
dificultades pueden deberse a problemas atencionales y motores o a su posible
disociación.
Alteraciones en visuoespacialidad.
Por ejemplo, las lesiones en el córtex parietal derecho provocan problemas para
atender a determinadas localizaciones espaciales; es lo que comúnmente se
denomina heminegligencia o negligencia del campo visual izquierdo; en cambio, el
daño parietal bilateral suele relacionarse con dificultades más graves en la
percepción del espacio, como dificultades para discriminar la profundidad.
7
Rezzo Bálint (1909)
sentido de la dirección, de la discriminación visuoespacial, y de la percepción
espacial egocéntrica, con una preservación del juicio visuoespacial. Este patrón de
alteraciones visuoespaciales se manifiesta tanto en los estadios iniciales de la
enfermedad como en los de moderado deterioro cognitivo. Precisamente el déficit
del procesamiento viuoespacial permite diferenciar entre los estadios iniciales,
intermedios y avanzados de la enfermedad.
Este síndrome fue descrito en 1909 por el médico húngaro Rezsö Balint.
• la circunvolución angular;
Se habla de una heminegligencia espacial, cuando hay una falla para atender a un
estímulo en el espacio extracorporal, y toca además el conjunto de actividades del
paciente como el vestirse, la lectura, la escritura, etc.
8
Bisiach y Vallar, 1988
Diversos test simples pueden permitir cuantificar esta alteración, como el test de
cancelación de letras, el test de bisección de líneas, y el análisis de los dibujos a la
orden y a la copia.