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Causas
Las causas que originan el bullying dependen de cada caso concreto,
aunque suelen tener unas características comunes: el acosador escolar no
tiene empatía y, por tanto, es incapaz de ponerse en el lugar del acosado y
ser sensible a su sufrimiento
El origen de la violencia del acosador puede venir causado ante la ausencia
de un padre o que éste tenga una conducta violenta. Situaciones como
esta pueden provocar que el niño desarrolle una actitud agresiva y que en
la adolescencia sea violento.
Otros factores que pueden incidir son una situación socioeconómica mala en
casa, poca organización en el hogar o tensiones en el matrimonio.
Síntomas
Existen una serie de indicadores que el niño acosado puede presentar y
alertar a los padres y profesores en caso de que esté
sufriendo bullying escolar:
Problemas de memoria, dificultad en la concentración y atención y descenso
del rendimiento escolar.
Depresión, ansiedad, irritabilidad, falta de apetito, dolor de cabeza,
malestar generalizado, cansancio, sensación de ahogo, etc.
Dificultades para dormir, pesadillas o insomnio.
Aislamiento social, apatía e introversión.
Mantenerse en estado de alerta de manera constante.
No querer ir al colegio, ni juntarse con otros niños.
Faltar al colegio de forma recurrente.
Sentimientos de culpa y asunción de responsabilidad de los hechos.
Conductas de huida y evitación.
Negación de los hechos e incongruencias.
Llanto incontrolado, respuestas emocionales extremas.
Miedo a perder el control o a estar solo.
Síntomas como temblores, palpitaciones, inquietud, nerviosismo, pesimismo,
etc.
Amenaza e intento de suicidio.
Prevención
La prevención del harassment o acoso escolar es fundamental para
minimizar y reducir sus efectos cuanto antes. Dado que las causas que
motivan el bullying son muy diferentes hay que buscar soluciones al
problema mediante una propuesta amplia y abierta contando con
el diálogo como la principal herramienta para atajarlo.
Las estrategias tienen que ir enfocadas a:
Reducir la incidencia
Los profesores y los padres o tutores de los adolescentes tienen que llevar a
cabo medidas que impidan la aparición de nuevos casos de bullying.
Para conseguirlo deben identificar los factores de riesgo que los generan
y actuar sobre ellos. Pueden realizar acciones como campañas de
sensibilización sobre el maltrato infantil, talleres formativos para explicar a los
padres los modelos educativos adecuados, etc.
Los adolescentes víctimas del cyber bullying pueden recibir amenazas las 24 horas del día, incluso cuando están solos.
Tipos
Según las Pautas padres y madres ante el acoso escolar, de Save the
Children, las formas que utiliza el acosador para intimidar a su víctima se
dividen de la siguiente manera:
Acoso físico: El acosador golpea, empuja o utiliza algún instrumento para
hacer daño físico a su víctima. También puede esconder sus cosas.
Acoso sexual: Son todas las acciones que tienen que ver con los actos
sexuales (como tocamientos no consentidos) o que se burlan de la
orientación sexual de la víctima.
Diagnóstico
La detección del bullying es muy complicada ya que los niños suelen
ocultarlo en el ambiente familiar y no piden ayuda a nadie de su entorno.
Por este motivo, sólo son detectados los casos que no se pueden ocultar por
la gravedad de las lesiones o de los síntomas.
Para conseguirlo, los profesores o los padres deben tratar de reconocer una
serie de indicadores y comportamientos que pueden llevar a la sospecha de
un posible riesgo de maltrato o maltrato.
Hay determinados colectivos que son más propensos a sufrirlo como los
homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales, que pueden
padecer bullying homofóbico.
Los niños con tendencia al bullying suelen ser percibidos como diferentes por
el resto de niños, pueden ser obesos o muy delgados, utilizan gafas,
aparatos dentales o ropa diferente del resto, son nuevos en la escuela, etc.
Los menores son incapaces de defenderse y el acosador los percibe como
una persona débil, poco popular y con pocos amigos.
Tratamientos
El tratamiento dependerá de cada caso y requerirá el estudio individual del
paciente y un abordaje conjunto de diferentes especialistas.
Otros datos
Cómo actuar
Los padres
Si el niño muestra cambios de humor o de comportamiento es importante
tratar de hablar con ellos para determinar cuál es el motivo. Deben
mantener la calma y escuchar todo lo que tenga que decir, siempre
confiando en que lo que cuenta es la verdad. En caso de que el niño confiese
sentirse acosado, hay que reforzar su autoestima y apoyarle, haciéndole
saber que no es culpa suya.
A continuación, ponerse en contacto con el colegio es lo primordial. Se
puede concertar una cita con el tutor del niño o con otros responsables del
centro para hacerles conscientes de la situación, de forma que se pueda
poner alguna solución al problema. Si el colegio no sabe cómo actuar o se
niega a tomar parte, se puede denunciar el acoso en cualquier comisaría de
policía o un inspector de Educación.
Los profesores
En cuanto los educadores tengan conocimiento sobre la situación, es
importante vigilar a los niños implicados en todas las situaciones para
controlar que el problema no se agrave. Deben recoger toda la información
posible sobre los hechos e informar a la dirección del centro.
Cuando se vaya a hablar con los niños, no deben limitarse únicamente al
acosador y a la víctima, sino también al resto de niños implicados,
aunque no participen de forma activa en el acoso. De esta forma, consiguen
educar sobre las consecuencias que puede tener el acoso, al mismo tiempo
que se resuelve el problema.
- Suele estar provocado por un alumno, apoyado por un grupo, contra una víctima que se
encuentra indefensa.
- Se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de las personas que rodean a los agresores y
a las víctimas sin intervenir directamente.
- La víctima desarrolla miedo y rechazo al contexto en el que sufre la violencia; pérdida de
confianza en sí mismo y en los demás y disminución del rendimiento escolar.
- En las personas que observan la violencia sin hacer nada para evitarla, se produce falta de
sensibilidad, apatía e insolidaridad.
- Se reduce la calidad de vida del entorno en el que se produce: dificultad para lograr objetivos
y aumento de los problemas y tensiones.
Tipos de Bullying
Podemos hablar de varios tipos de acoso escolar que, a menudo, aparecen de forma simultánea:
- Físico: empujones, patadas, agresiones con objetos, etc. Se da con más frecuencia en primaria
que en secundaria.
- Verbal: insultos y motes, menosprecios en público, resaltar defectos físicos, etc. Es el más
habitual.
En el segundo caso, el del acosado, estas podemos decir que son las
características que le suelen identificar:
• Es alguien sumiso.
• Tiene baja autoestima y además no posee una personalidad segura.
• Presenta una incapacidad absoluta para defenderse por sí mismo.
• Se trata de una persona muy apegada a su familia y que no tiene
autonomía.
• Suele presentar algún tipo de diferencia con el resto de sus compañeros de
clase en lo que se refiere a raza, religión, físico…
El agresor o acosador molesta a su víctima de distintas maneras, ante el
silencio o la complicidad del resto de los compañeros. Es habitual que el
conflicto empiece con burlas que se vuelven sistemáticas y que pueden
derivar en golpes o agresiones físicas.
Cuando se usa la fuerza para tratar de obligar u obligar a alguien a sostener relaciones
en contra de su voluntad. Cuando se toca con mala intención a una persona,
aprovechando que está distraída. Cuando existe una presión constante para obligar
a alguien a hacer algo que no quiere.Ejemplo: Ver pornografía. Cuando hay
manipulación: –haz esto o te va mal-; -te voy a dejar si no lo haces-; -ya no me quieres;
-eres tonto si no me das un beso-.Bullying Sexual
Cuando se usa la fuerza para tratar de obligar u obligar a alguien a sostener relaciones
en contra de su voluntad.
Cuando se toca con mala intención a una persona, aprovechando que está distraída.
Cuando existe una presión constante para obligar a alguien a hacer algo que no
quiere. Ejemplo: Ver pornografía.
Cuando hay manipulación: –haz esto o te va mal-; -te voy a dejar si no lo haces-; -ya
no me quieres; -eres tonto si no me das un beso-.
Recuerda:
Nunca se debe jugar con este tipo de actitudes, no son bromas.
Cuando alguien te quiere nunca te va a condicionar su amor a cambio de que hagas
algo. Quien lo hace es porque no te quiere en realidad.
Es normal que alguien te llame la atención, pero fingir que alguien te gusta para luego
humillarlo es incorrecto.
La decisiòn más importante es entregar tu amor, ¡cuídala!
2- Bullying de exclusión
3- Bullying Psicológico
Es la presión que ocasiona a la víctima -sentir temor- por lo que le hace otro.
Algunos ejemplos:
Cuando hay persecución.Que es una manera agresiva, violenta y continua con que
se acosa a alguien a fin de que haga lo que la otra persona quiere. Esta puede suceder
cuando al llega la víctima, el agresor está al acecho para acorralarlo y comenzar a
molestarlo y violentarlo.
Cuando hay intimidación.Que significa causar o infundir miedo. El miedo es una
angustia a causa de un riesgo o daño real o imaginario. Es también la aprensión que
alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que quiere. Las amenazas a una
persona, pueden dejarla con un sentimiento de miedo, que no le permita vivir tranquilo.
El miedo paraliza a las personas.
Cuando hay tiranía. Que es el abuso en grado extraordinario de cualquier poder,
fuerza o superioridad. Es cuando el alto y grandote maneja a su antojo a los demás.
O el chico malo –como el de la caricatura Recreo- que tiene a todos amenazados.
Cuando hay chantaje.Que es la presión por medio de amenazas, para obligar a que
alguien haga algo. Amenazar para quitarle a alguien su lunch o su dinero es un
chantaje, además de ser un robo abierto. Esto aplica para lo que sea que se obligue
hacer a alguien: desde hacerlo mentir, hasta ir a algún lugar, en base a amenazas.
Cuando hay manipulación. Que es intervenir hábilmente las cosas, para conseguir
algo sin importar mentir. Esta es el arma de bullying más común, ya que en ella entran
los chismes. La reputación de las personas es lo más valioso que tienen y quitar el
valor de alguien por medio de mentiras, es una de las crueldades más grandes.
Recuerda:
Cuando señalas con un dedo... Haz una pausa y hazlo con tus manos. Ahora fíjate
como tres dedos te señalan a ti y sólo uno al otro lado.
¡Hablar mal de los demás daña más de lo que te imaginas y habla muy mal de ti!
Mentir sobre alguien se llama difamación y es un DELITO.
4- Bullying Físico
Es el más claro pues existen golpes, empujones, pamba, jalones de trenzas… hasta llegar
al grado de organizar una golpiza entre varios al acosado e incluso utilizar en los pleitos
armas blancas.
Recuerda:
La violencia genera violencia.
Apoyar a un golpeador -sólo por el gusto- puede mutilar a alguien de por vida.
En un ataque de ira, puedes matar a alguien.
5- Ciberbullying
6- El bullying verbal
Es cuando se usan constantemente insultos, burlas o generalmente apodos hacia
alguien, esto causa un gran daño psicológico a la persona de manera que afecta su
comportamiento llevándolo a aislarse de las personas que los rodean por miedo a ser
humillados, por lo que evitan cualquier contacto con sus compañeros.
7- Brandbullying
Este fenómeno no distingue raza, religión, posición social, ni estructura física; ataca cada
vez a más temprana edad y ningún sector de la sociedad está libre de él.
Siendo así, es importante conocer desde las más tempranas edades cómo prevenir este
fenómeno. De acuerdo a los estudios realizados por Enrique Alducin en el libro “Los valores
de los mexicanos”, FCE, una persona en los años 50´s formaba sus valores en base a las
siguientes influencias:
45% Familia
23% Escuela
5% Medios de Comunicación
15% Religión
12% Medio Ambiente
En los 80´s esto cambió radicalmente:
27% Familia
24% Escuela
23% Medios de Comunicación
8% Religión
18% Medio Ambiente
Y en el 2010 -dadas la condiciones socio económicas que obligan en muchos casos a
ambos padres a trabajar largas jornadas y en las grandes ciudades a pasar mucho tiempo
transportándose, los núcleos de influencia cambian de nuevo:
18% Familia
20% Escuela
43% Medios de Comunicación
5% Religión
14% Medio Ambiente
Así, el comportamiento de un niño es dramáticamente influenciado por los medios de
comunicación. Lamentablemente muchos de estos han eliminado su compromiso social- y
cada vez encontramos más violencia y pornografía o porno light en los contenidos de los
programas, de los anuncios comerciales e institucionales en cualquier horario incluyendo el
infantil, de los espectaculares y de las revistas expuestas en las calles. Para un niño en
formación, recibir contenidos no adecuados, modifica radicalmente sus acuerdos de vida,
pues TODOS los acuerdos que tenemos, los creamos antes de los doce años. Asumir un
mundo violento, donde el mayor interés de las personas es el sexual, es el mensaje que
recibe el inconsciente de la mayoría de los niños y jóvenes. Este mensaje lo pueden traducir
en actitudes violentas y agresivas que crean ambientes escolares de bullying.
El resultado, pasado un tiempo, es el fenómeno NINI que en nuestro país suma 7.5 millones
de jóvenes que ni estudian, ni trabajan. Son la primera generación expuesta en mayor grado
a la nota roja en los noticieros, caricaturas sangrientas y escenas eróticas por doquier. No
puede ser un producto de la casualidad que tantos jóvenes hayan perdido la fe y la
esperanza en un futuro mejor al mismo tiempo. Esto responde en mayor grado a la
influencia a la que todos ellos estuvieron expuestos, los medios de comunicación.
Uno de los puntos más importantes a cuidar por los padres de familia es precisamente lo
que ven sus hijos a través de los medios de comunicación y ayudarlos a formar un criterio
al ver escenas no adecuadas para su edad. El mundo no lo podemos cambiar de un día
para otro, sin embargo, sí podemos hacer que nuestros hijos tengan desde muy pequeños
un juicio crítico ante lo que ven. De esta manera ayudamos a reducir la mala influencia que
puedan recibir.
Algunas medidas en concreto para hacerlo son:
Evitar que los niños vean noticieros.
Vigilar las caricaturas que ven. Pokemon, Rama ½, Pucca, Padre de Familia, Los
Simpson y muchas de las que presenta concretamente MTV, deben ser vigiladas
*Las caricaturas filtran los mensajes directo al subconsciente, pues el juicio crítico se
bloquea cuando se trata de dibujos, todo parece ser un juego inocente.
Evitar comprar diarios de nota roja. Casi siempre contienen imágenes violentas que
pueden grabarse fijamente por años en la memoria.
Poner clave a los canales de televisión abierta y a todos los canales de televisión de
paga que no sean para niños. A cualquier hora pueden aparecer imágenes sexuales
y/o violentas. Ej. en muchas telenovelas.
Reportar aquí todos los contenidos inapropiados que se detecten en horario anterior
de las 9 p.m. todo es horario infantil.
Estas medidas representan un paso importante para cuidar a nuestros hijos de las
influencias que crean los patrones negativos. Cabe recordar que nuestra influencia como
padres es LO MAS IMPORTANTE, ya que los niños copian lo que ven… Si en la casa ven
violencia serán violentos; si ven prepotencia, aprenderán prepotencia; si se sienten
humillados, humillarán. El hecho de que los medios de comunicación hoy
sean protagonistas muy importantes en la formación de valores, no significa que los padres
puedan conducirse sin ellos.
Los valores se viven, no se estudian, no se enseñan en discurso, se aprenden al observar
y copiar.
Cinco sencillas recomendaciones para los padres de familia que son parte de nuestra
campaña de Fundación en Movimiento"Ser buena onda SIEMPRE está de moda":
1. Haz de tu influencia una positiva –trata a los demás como esperas ser tratado-.
2. Dedica a tus hijos 10 minutos al día sin tecnología (TV, celular, internet,| etc…).
3. Apoya a los profesores de tus hijos. Confía en ellos y si aparece alguna diferencia
trátala en privado y no demerites su autoridad frente a tus hijos.
4. Firmeza sin violencia. No es necesario gritar y golpear para corregir. Ser firme y
mostrar autoridad, es mucho más efectivo que las amenazas de golpes.
5. Pregunta ¿qué pasó? Antes de juzgar… A veces, lo obvio, no es lo verdadero; a veces
el hijo pequeño comienza los pleitos; a veces tus hijos se equivocan y eso no los
convierte en errores permanentes… sólo son aprendizajes.
Estas acciones, sumadas a la profunda observación de nuestros hijos, logrará proteger al
ambiente del fenómeno bullying. Si cuidamos que nuestros hijos no sean agresivos, que
respeten a los demás, que sean amables, estaremos apoyando a que su ambiente sea
mejor.
De cualquier manera es importante estar al pendiente de las señales que indican si nuestro
hijo sufre bullying.
Algunas de ellas son:
Constantemente le cuesta trabajo dormir.
Dolores en el estómago.
Dolores en el pecho.
Dolores de cabeza.
Ganas de vomitar y vómitos.
Llanto constante.
Constante rechazo por ir a la escuela. Pone mil excusas para no ir.
Falta de atención en el arreglo personal.
Encorvamiento. Se joroba todo el tiempo y mira al piso frecuentemente.
Aislamiento. No quiere salir, ni jugar con nadie.
Extrema hambre al llegar de la escuela o no querer comer. Esto sucede porque hay
dos opciones, o se burlan de su lunch y le da pena comerlo o se lo quitan.
Mal humor en casa.
Maltrato a hermanos / primos.
Se queja de dolores en la espalda.
Llega con la ropa rasgada o pintada.
Tiene golpes o cortadas en la cara o el cuerpo sin explicación.
Está distraído y con la mirada perdida.
Sale muy cansado del colegio.
Se queja de ver todo negro y/o no poder ver.
Puede decir: “No me importaría morir o algo similar”.
Quiere cambiar de colegio.
No hay reglas, pero si alguno de estos síntomas dura más de dos semanas y se
presentan más de tres de ellos en forma conjunta, se debe considerar que algo grave está
pasando.
Todos tenemos un radar para detectar a quienes sufren y esta es la mejor manera de
descubrirlo. Si te late, probablemente esté pasando. Sin embargo, esto no quiere decir que
todos los niños que presenten estos síntomas están sufriendo por un acoso escolar. Antes
de llegar a una conclusión, es necesario investigar más.
Y en el caso de que tu hijo sea reportado como el bully o agresor, evita negar el hecho. El
que tu hijo se porte mal en ocasiones, no tiene NADA que ver con tu buena intención para
educar… puede tratarse de algo que le sucedió, de la influencia de los medios o de alguna
dinámica que no le funciona. Detrás de todo niño agresivo, hay un dolor no
expresado. Lo más importante es descubrir que siente tu hijo y que lo lleva a actuar de esa
manera para corregir su conducta y evitar promover la impunidad ante sus actos.
Para promover ambientes positivos y ayudar a evitar el bullying ha sido creada Fundación
en Movimiento, que a través de campañas masivas de comunicación, eventos para padres
de familia y vinculación con víctimas e instituciones, busca servir a nuestra sociedad.
Esto ocurrió en marzo de 2012, Víctor Feletto salió de la escuela y regresó a su casa, en la localidad de
Temperley, partido bonaerense de Lomas de Zamora. Allí se disparó en la cabeza con una pistola de su
abuelo José. Tenía 12 años. Sus familiares denunciaron que la decisión pudo deberse a la presión que
sentía el adolescente de parte de las autoridades de la escuela secundaria a la que asistía y a las
ofensas de sus compañeros, que lo maltrataban sin darle tregua. En abril del año pasado, otro
adolescente -Carlos Nicolás Agüero, de 17 años- se suicidó en la localidad de Chepes, provincia de La
Rioja, vencido ante el hostigamiento que sufría a diario de parte de compañeros y vecinos, por su
presunta homosexualidad. No se trata de casos aislados: los adolescentes y jóvenes que sufren el
acoso de compañeros o conocidos tanto en la escuela como a través de las redes sociales son las
víctimas de un fenómeno de consecuencias alarmantes que crece cada día.
Se define al Bullying a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre
escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Cuando se utilizan las redes sociales
como medio para la agresión, el fenómeno se denomina Cyberbullying. Una de las manifestaciones más
frecuentes de este fenómeno es la publicación de fotografías, casi siempre poco afortunadas, que
pueden ocasionar molestia a sus protagonistas, a los que se suele etiquetar para que sus contactos
vean las imágenes. Es también muy frecuente la creación de páginas o grupos destinados a agredir,
burlar o denunciar algún aspecto íntimo de la víctima.
En la actualidad, el Cyberbullying resulta relevante por la gravedad de sus consecuencias, la dificultad
de prevención y el alto grado de prevalencia.
Según indican las estadísticas, los protagonistas de los casos de acoso suelen ser niños y niñas en
proceso de entrada en la adolescencia. Los chicos que resultan objeto de este tipo de agresiones,
sufren las agresiones deliberadas de otros niños o jóvenes que se comportan cruelmente, con objetivo
de someterlos, arrinconarlos, amenazarlos, intimidarlos o marginarlos, divertirse a costa suya u
obtener algo de su parte.
El acoso suele ser sistemático y extenderse durante un período más o menos prolongado. Un dato
llamativo es que las víctimas son en su mayoría mujeres, pero que también las agresoras son en su
mayoría chicas.
“Los principales síntomas que puede presentar un joven o adolescente en el caso de sufrir
cyberbullying son variados y van a depender de la personalidad previa a la situación de acoso por las
redes, explica a Revista Cabal Digital, Virginia Ungar, médica psicoanalista, miembro didacta de
APdeBA, consultora del Comité de Análisis de Niños y Adolescentes de la Asociación Psicoanalítica
Internacional. “Pueden presentar desde una negativa a concurrir a clase, signos de depresión,
trastornos de ansiedad, retraimiento, aislamiento hasta somatizaciones varias, y otros. En mi
experiencia, veo que hay niños y jóvenes que rápidamente hacen saber a sus padres del problema que
están atravesando pero también hay otros que demoran en contarlo y presentan las manifestaciones a
las que me referí, y los padres tiene que "llegar" a los hechos. A veces el cyberbullying es parte de un
proceso que se da también en presencia, en la escuela. Puede ser una etapa preparatoria o
acompañante de un acoso que a veces llega a extremos muy preocupantes.”
¿Qué deben hacer los padres, en el caso de detectar algunos de estos síntomas o notar cambios
drásticos en la conducta habitual de sus hijos?
“Lo primero es participar a la escuela de los hechos y además demandar una actitud activa por parte
de la misma”, sostiene la especialista. “Si no se diera esa posibilidad, insistir, porque la escuela debe
tomar medidas que van desde observar el problema, a reunir al grupo, escuchar al chico afectado y a
sus compañeros, además de hacer participar al equipo o gabinete psicopedagógico y psicológico del
establecimiento”. En cuanto a la posibilidad de fortalecer la autoestima del chico de modo que éste
esté en mejores condiciones para defenderse por sí solo, frente a posibles ataques, Ungar puntualiza
que “es posible hacer un trabajo con el niño o joven pero no creo que la familia pueda hacerlo sola.
Como dije, la posibilidad de defenderse va a depender de la personalidad del niño o joven. El
fortalecimiento de la autoestima se puede hacer ‘de adentro hacia afuera’, para decirlo de alguna
manera. Es necesario un trabajo profundo con un profesional entrenado y que no sea parte del
escenario en que transcurre el problema. No todos los chicos sufren de este tipo de acoso, pero
también es cierto que no todos los que lo sufren están enfermos o perturbados. Como siempre, tendría
que estudiarse cuidadosamente la situación singular en el contexto de lo personal y lo familiar en
interacción con el medio”.
Uno de los mayores inconvenientes que plantea el Cyberbullying es que los agresores que utilizan las
redes para insultar o burlar a la víctima –también es frecuente que difundan rumores e incluso
mentiras-se protegen casi siempre en el anonimato: a diferencia del hostigamiento tradicional, que
habitualmente consiste en la confrontación cara a cara, las víctimas cibernéticas no pueden ver o
identificar a sus acosadores, lo que los hace sentir aún más indefensos y vulnerables. El anonimato es
uno de los factores que perpetúa, además este tipo de prácticas.
Según una encuesta realizada en noviembre de 2011 por Ipsos para la agencia de noticias Reuters el
12% de los padres (internautas) de todo el mundo asegura que sus hijos han sido acosados en Internet
y casi un 25% conoce a un menor que ha sido víctima del denominado cyberbullying. El 3% de los
padres definió el cyberacoso a sus hijos como una práctica “habitual”.
A raíz de esa investigación se supo también que el vehículo más frecuente para el cyber-acoso son las
redes sociales como Facebook, citada por un 60% de los encuestados. Los dispositivos móviles y los
chats figuran casi empatados en siguiente lugar, con un 42% y 40% respectivamente. A continuación se
sitúan como medios el email (32%), la mensajería instantánea (32%), otras webs (20%) y otras formas
de tecnología (9%).
La toma de conciencia sobre la especificidad del problema también es mundial: el 77% de los
encuestados en este sondeo internacional consideran el Cyberbullying como un tipo de hostigamiento
diferente de otros, requiere una atención y esfuerzos especiales por parte de padres y escuelas. En este
sentido, es muy gráfica la definición que aporta la especialista norteamericana Parry Aftab en su guía
sobre Cyberbullying: “Después de dedicar años a proteger a los menores de los adultos en Internet,
nunca pensé que dedicaría tanto tiempo a protegerles de ellos mismos”.
Los estudios más recientes confirman que los más vulnerables son los niños de entre 12 y 17
años edad, de nivel socioeconómico medio-alto y que cuentan con dispositivos móviles y acceso
abierto a redes sociales y correo electrónico.
Si se tiene en cuenta que, según los especialistas en salud mental, el abuso sexual y el acoso escolar
son las agresiones más severas para los niños, está claro que resulta de vital importancia que los
padres presten especial atención a posibles síntomas que puedan estar revelando que sus hijos
sufren algún tipo de acoso o si ellos acosan a algún otro.
La conducta típica del acosador suele responder a las siguientes características: es intencional,
persistente y agresiva. Se señala como elemento característico lo que se llama “la intención de daño”,
es decir, la evidencia de que existe un definido propósito de perjudicar a la víctima, que puede
terminar sufriendo un deterioro en su autoestima, y padeciendo efectos en su personalidad, como
una mayor tendencia a la introversión, angustia, depresión, pérdida de interés en el aprendizaje,
fracaso social, miedos de diversa naturaleza, cefaleas, nauseas, vómitos, adicciones, episodios
psicóticos y pensamientos o intentos de suicidio, en los casos más dramáticos.
10 tips para proteger a sus hijos menores del Cyberbullying (acoso informático)
1. Evitar que, en lo posible, el chico tenga una cuenta propia en una red social. Aunque la mayor parte
de los menores que viven en las grandes ciudades cuentan con una cuenta propia, la edad de 13 años
es uno de los requisitos necesario para abrir una cuenta de correo electrónico o en una red social.
2. Sume a su hijo como su amigo en la red social. Eso le permitirá ejercer cierto grado de control sobre
lo que hace, comenta o publica. Cuando él tenga su propio correo electrónico, el pacto puede ser que
usted también disponga de la contraseña de acceso. Explíquele la necesidad de ser cuidadoso en el
manejo de estas herramientas.
3. Establezca las bases para una buena comunicación con su hijo. Recuerde que usted está a cargo de
su cuidado y educación, y explíquele que si alguien lo acosa -en persona o en Internet- él debe
decírselo cuanto antes, para que usted pueda tomar las medidas necesarias para protegerlo. Es
conveniente aclarar de ante mano que sufrir alguna agresión o acoso no es algo que a él deba
avergonzarlo.
4. Limite el tiempo que su hijo emplea en Internet o chateando con sus amigos. Se pueden pautar
determinadas horas por día o por semana. Lo importante es que no tenga acceso irrestricto a las redes,
en cualquier momento y horario.
5. Evite que su hijo tenga computadora en su dormitorio. Cuanto más tiempo pasen los hijos en
presencia de sus padres, menos probabilidades tendrán de meterse en problemas en Internet. Lo ideal
es tener una computadora familiar, en algún lugar de la casa –como el living o el comedor- que todos
utilicen, de manera que la privacidad quede acotada a otras prácticas y no al uso de las redes sociales.
6. Predique con el ejemplo. Si sus hijos lo ven enviando mensajes de texto o hablando por celular a
toda hora, e incluso usando Facebook con excesiva frecuencia, esto les parecerá lo más normal del
mundo. Internet es una gran fuente de información y socialización, pero es importante aprender a
equilibrar su uso.
7. Observe el comportamiento y la actitud de tu hijo. Aunque crea que su hijo le cuenta todo, no de
esto por hecho. Si lo nota más triste de lo habitual, o percibe un menor rendimiento escolar, indague
en las causas del cambio de comportamiento. Explíquele que no debe tener miedo de contarle si
alguien lo está molestando o agrediendo.
8. Si su hijo es víctima de acoso, tome acción de inmediato. Hable con los maestros, cambie el número
de teléfono de su hijo, cierre su cuenta de correo electrónico y su cuenta de red social, e incluso
informe a las autoridades si es preciso. El bullying ha costado la vida a pre-adolescentes y adolescentes
y hay que tomarlo en serio.
9. Involúcrese en su vida social. Conozca a sus maestros, a sus compañeros de escuela, a sus amigos y
a los padres de sus amigos. Está muy bien lo de permitir que tenga privacidad, pero cuando sea adulto.
La niñez, la pre-adolescencia y la adolescencia son momentos de saber siempre con quién anda y qué
está haciendo.
10. Ayúdele a tener confianza en sí mismo. Los niños tímidos, acomplejados o con alguna diferencia
física, étnica, o social, tienen más tendencia a ser víctimas del acoso escolar o cibernético. En caso de
que su hijo pueda sentirse diferente a sus amigos, ayúdelo a desarrollar confianza en sí mismo
mediante el deporte, la pertenencia a un club o la práctica de algún hobby que él disfrute.
No se trata de negar el acceso a Internet a los niños, sino de educarlos para crear una cultura de un uso
responsable de las herramientas tecnológicas.
Es de vital importancia que los centros educativos no se vuelvan cómplices pasivos del acoso. De ahí la importancia
que los maestros o profesores estén siempre atentos para su detección y prevención ya que las víctimas, en general,
sufren de manera silenciosa.
Keaton Jones es un niño estadounidense que sufre bullying. Un caso de acoso escolar que
se ha viralizado después de que su madre grabara un vídeo en el que el chico se
desahogaba, entre lágrimas. Y donde se preguntaba cuál era el objetivo de hacerle daño y
provocarle sufrimiento. La contundencia de Keaton y la gran difusión que han tenido sus
palabras en Twitter han desatado una ola de solidaridad y cariño hacia el joven en todo
Estados Unidos.
La grabación fue realizada por su madre, Kimberly, el pasado viernes. Algo que hizo
tras recogerle en el colegio porque estaba llorando y muy asustado. El niño procedente de
Tennessee lanza entre sollozos varios mensajes que han servido para movilizar a distintas
personalidades de EEUU. "¿Por qué intimidan? ¿Por qué se alegran de ser malos con
personas inocentes", dice en el vídeo. Keaton también denuncia que le llaman feo, se meten
con él por su nariz y que le dicen que no tiene amigos.
Uno de los rasgos de Keaton es una cicatriz que tiene en la cabeza, consecuencia de una
operación en la que se le extirpó un tumor. "La gente que es diferente no necesita ser
criticada por ello. No es su culpa", dice también el niño. El vídeo tiene millones de
visualizaciones, y se puede encontrar en multitud de cuentas de Twitter y Facebook.
Además, muchos medios ya han contado la historia del joven de Tennessee.
El efecto de estos testimonios
Que un testimonio sobre acoso escolar logre una difusión como la que ha conseguido
Keaton Jones plantea la duda de si es efectivo para que aumenten las denuncias de estas
situaciones que afectan a los niños. Según la psicóloga Inés Gutiérrez Edo, "visibilizar el
problema es importante para crear conciencia colectiva".
Para que se den menos casos de bullying, habría que "intervenir en la socialización
temprana", es decir, implicarse cuando se produzcan "relaciones disfuncionales que puedan
transformarse en situaciones de acoso". Para ello, explica la psicóloga, es necesario dar a
los niños "herramientas" que lleven a "fomentar el comportamiento que lleve al respeto
mutuo, la consideración por los sentimientos de los demás o la empatía". Otro de los
objetivos debe ser "controlar las dinámicas de poder en el aula".
Instruir a los padres es otra de las claves, para que así detecten estos comportamientos de
abuso temprano. "No deben dar soluciones ramplonas, como simplemente defenderse o que
si les pegan, respondan", dice Gutiérrez Edo. Y apunta que este discurso "solo aumenta el
problema y engorda las relaciones disfuncionales" de los menores. Algo que se debe hacer
en el hogar familiar y en el colegio, apunta la psicóloga.
El resto de gestos han sido más mediáticos por el origen de los mismos. Se trata del apoyo
que han mostrado al niño actores, deportistas y otros personajes conocidos a través de sus
redes. Por ejemplo, el actor Chris Evans le ha invitado a la premiere de la próxima película
de Los Vengadores. Lo mismo ha hecho la actriz Hailee Steinfeld, al invitarle a ir con ella
al estreno de Pitch Perfect 3.