Sie sind auf Seite 1von 5

INTRODUCCIÓN

Con el momento actual que nos toca vivir, hablar de depresión se ha convertido en un tema
de charla cotidiana; el índice de personas que la padecen se ha incrementado críticamente, teniendo
como consecuencia que se manifieste de manera somática de diferentes formas en las personas y
una de ellas se observa con mucha fuerza en los jóvenes, que por la edad que tienen, representan
uno de los puntos más vulnerables de la sociedad; hablamos específicamente de las autolesiones en
adolescentes. La depresión y las autolesiones, son los temas centrales de nuestra investigación y
como tal, daremos una breve definición de ellos.
Abordaremos solo 2 definiciones sobre la depresión, la primera es de Almudena García en el
2009, la cual comenta que:
La depresión se trata de un trastorno psíquico, habitualmente recurrente, que causa una
alteración del estado de ánimo de tipo depresivo ( tristeza ) a menudo acompañado de
ansiedad, en el que pueden darse, además, otros síntomas psíquicos de inhibición,
sensación de vacío y desinterés general, disminución de la comunicación y del contacto
social, alteraciones del apetito y el sueño (insomnio tardío) agitación o enlentecimiento
psicomotor, sentimientos de culpa y de incapacidad, ideas de muerte e incluso intento de
suicidio, etc. así como síntomas somáticos diversos. (p.85)
http://www.injuve.es/sites/default/files/RJ84-07.pdf
El segundo acercamiento que tendremos sobre la depresión, es el que sostiene actualmente
la Organización Mundial de la Salud (OMS): “La depresión es un trastorno mental frecuente, que se
caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de
autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.”
(2017).
http://www.who.int/topics/depression/es/
Como expresa Mosquera Dolores: “…la autolesión es el acto intencionado de hacerse daño
sin la intención de morir; describe a alguien que sufre, es el lenguaje del dolor, el acto de dañarse a
uno mismo con la intención de tolerar un estado emocional que no puede ser contenido o expresado
de una manera más adaptativa.” (2008: p. 8). Lo que busca la persona es una forma de llamar la
atención, de que algo está ocurriendo en su interior y quiere desesperadamente una solución a algo
que ocurre dentro de él, pero que no puede bajo ninguna circunstancia controlarlo, no puede adaptarse
y sus emociones rebasan su capacidad racional para evitar hacerse daño.
Mosquera, D., B. (2008). La autolesión. El lenguaje del dolor. Madrid, España: Pléyades

Planteamiento del problema


El presente trabajo pretende estudiar las causas asociadas a las autolesiones en los adolescentes
entre 13 y 15 años y su relación con la depresión.
Las investigaciones realizadas en nuestro país –México- no han sido suficientes para explicar con
determinación, las causas asociadas a las autolesiones en los adolescentes siendo esta una etapa
que por lo general se presentan cambios importantes en la personalidad del individuo.
De acuerdo con encuestas realizadas por el instituto de psiquiatría y la Secretaría de Educación
Pública, en 1997 esta prevalencia alcanzó el 8.3%, en 2000 9.5% y en 2003 el 11.1%. Por nivel escolar
encontró que el 5.4% de los estudiantes varones de secundaria han practicado una autolesión en
algún momento de su vida, mientras que las mujeres han practicado 16.0% tres veces mayor que los
varones.(https://www.youtube.com/watch?v=oG7EGULtqCk).
En estudios más recientes, Villarroel et al (2013) se reporta que entre el 13% y 29% de la población
adolescente y aproximadamente entre el 4% y el 6% de la población adulta se ha autolesionado al
menos una vez en la vida, además de esto, estudios tanto clínicos como poblacionales ubican la edad
de inicio de esta conducta alrededor de los 10 y 15 años de edad. Así mismo, las evidencias indican
que en lo que respecta a la población adolescente las conductas autolesivas son más comunes en
mujeres, no obstante, en los adultos los datos poblacionales no son tan precisos por lo cual no se
puede asegurar que en esta etapa de la vida las mujeres sigan mostrando mayor prevalencia que los
hombres. https://scielo.conicyt.cl/pdf/rchnp/v51n1/art06.pdf
En consecuencia en el estado de Campeche no existe una amplia investigación respecto al tema de
las autolesiones, sin embargo en el ámbito educativo es donde se presenta una mayor incidencia, y
son asociadas a problemas emocionales y familiares, por consiguiente, se genera un déficit en el
proceso de aprendizaje que pone en alerta a la comunidad escolar.
A pesar de los diversos signos que presenta este fenómeno en la comunidad educativa no se tiene
una estrategia de intervención propiamente diseñada, que nos permita la atención específicamente
dirigida a esta población.
Pregunta de Investigación
¿Qué causa ocasiona las autolesiones en adolescentes entre 13 a 15 años en la secundaria general
n° 8 en el estado de Campeche? (hay algún turno)
Objetivo general
Analizar las causas que ocasionan las autolesiones en adolescentes entre 13 a 15 años de la
secundaria general n° 8 en el estado de Campeche
Objetivos específicos
1. Identificar las causas de las autolesiones en adolescentes entre 13 a 15 años
2. Determinar las consecuencias de las autolesiones por depresión en los adolescentes
3. Aplicar un modelo de intervención en autolesiones con enfoque cognitivo

Hipótesis
La depresión es la causa que ocasiona autolesiones en adolescentes entre 13 y 15 años en la
secundaria general núm. 8 en el estado de Campeche
Marco teórico
1.- Autolesiones.
Las conductas autolesivas pueden comprenderse como comportamientos transnosológicos que, por
su riesgo vital y complejidad psicopatológica, requieren de un diagnóstico y manejo médico
específicos. Este manejo debe ser conocido tanto por el médico psiquiatra como por facultativos de
otras especialidades. Existen variadas motivaciones que pueden desencadenar conductas
autolesivas, las que tienen su origen en dificultades específicas relacionadas con el estado mental del
paciente. Resulta imperativo identificar la presencia de patologías psiquiátricas desencadenantes, o
concomitantes, para orientar el apropiado manejo clínico (Villarroel et al 2013).
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-92272013000100006
De acuerdo a la Sociedad Internacional de Autolesión, Winchel y Stanley (1991), la definen de la
siguiente manera:
“El cometido de deliberadamente hacerse daño a su propio cuerpo. La lesión se hace a uno
mismo, sin la ayuda de otra persona. La herida es lo suficientemente severa para causar daño
en los tejidos (y dar como resultado cicatrices o marcas). Los actos que tienen una intención
suicida o que están asociados a la excitación sexual están excluidos de esta definición”
http://www.autolesion.com/guia-autolesion/entendiendo-la-autolesion/que-es-autolesion/
El primer paso para clasificar la autolesión, como lo demostró Favazza (1996), es decidir qué tipo de
autolesión es patológica y qué tipo es culturalmente sancionada. La autolesión que es socialmente
sancionada se divide en dos grupos: Rituales y Prácticas. Modificar el propio cuerpo -tatuajes,
piercings, etc- puede caer en cualquiera de estos dos grupos.
Los Rituales reflejan una tradición cultural, y normalmente tienen una fundamentación simbólica, y
representan una forma en que el individuo se conecta con su comunidad. Los Rituales pueden tener
el propósito de curación, de expresión de espiritualidad, o para fines de demostrar un orden social. En
cambio las Prácticas tienen poco significado cultural o simbólico y muchas veces son una respuesta a
lo que está de moda. Las Prácticas se hacen con fines de decoración y/o para identificarse con un
grupo cultural.
La autolesión patológica se puede clasificar según sus fines: suicidio, autolesión -que se subdivide en
Mayor, Estereotípica y superficial/moderada-, o en conducta enferma. Kahan y Pattison (1984)
identificaron tres componentes en los actos de autolesión: Dirección, Letalidad y Repetición.

Dirección
Se refiere a que tan intencional fue la conducta. Un acto con intención es aquel que se logra en un
lapso de tiempo corto, se está consciente de los efectos dañinos que tiene y propositivamente se
busca lograrlos. De no ser así, se considera un acto indirecto de auto-lesión.
Letalidad
Se refiere a la posibilidad de que el acto resulte en la muerte, ya sea de inmediato o en un futuro
próximo. En un acto letal casi siempre la intención es la muerte. Si no se quiere o se piensa en la
posibilidad de morir, el acto no tiene el componente de letalidad.
Repetición
Se refiere a si el acto se hace una vez o se repite con frecuencia por un período de tiempo. Si el acto
se considera repetitivo es que se realiza varias veces.
Favazza (1986) clasifica a la autolesión en tres tipos:
1. Auto-mutilación mayor -incluye cosas como castración, amputación de miembros, sacarse los
ojos, etc.- es un fenómeno poco común y normalmente está asociada a estados sicóticos.
2. Autolesión estereotípica incluye acciones como golpearse la cabeza rítmicamente contra una
pared, etc. Este tipo de autolesiones se presenta principalmente en personas con retraso mental,
autistas o sicóticos.
3. Autolesión superficial o moderada. Este tipo de Autolesión es el más común y es del que se trata
este sitio. Incluye cortarse, quemarse, rascarse hasta sangrar, arrancarse el pelo, romperse huesos,
pegarse, lastimarse sobre una herida deliberadamente, interferir con el saneamiento de una herida, y
casi cualquier método en que uno mismo se infrinja daño físico. En estudios clínicos y en una encuesta
informal, el acto más popular fue el de cortarse, y los lugares más comunes fueron las muñecas, parte
alta del brazo, y la parte interior de los muslos. Mucha gente ha usado más de un método, sin
embargo, prefieren uno sobre los otros, y casi siempre se dañan en los mismos lugares.
Favazza (1996) subdivide a la autolesión superficial/moderada en tres tipos: compulsiva, episódica, y
repetitiva.
Autolesión compulsiva
La autolesión compulsiva tiene diferencias de carácter en comparación con las otras dos, y está
asociada con el desorden obsesivo-compulsivo. El auto daño compulsivo incluye el arrancarse el pelo
-tricotilomanía-, fricción excesiva de la piel, y excoriación cuando se hace para remover defectos
percibidos en la piel.

Estos actos pueden ser parte de un ritual obsesivo-compulsivo con pensamientos insistentes: la
persona al hacerse daño trata de aliviar la tensión y prevenir algo terrible que piensan puede pasar.
La autolesión compulsiva tiene una naturaleza diferente y raíces diferentes de la autolesión impulsiva
-episódica y repetitiva-.
Autolesión impulsiva
Tanto la autolesión episódica como la repetitiva son actos impulsivos, y la diferencia entre ellos tiene
que ver más con el grado o nivel de hacerlo.
La autolesión episódica es una conducta llevada a cabo tan a menudo que la persona que lo hace ni
lo piensa y no se consideran como gente que se hace daño. Generalmente es un síntoma de algún
otro desorden psicológico.
Lo que empieza como una autolesión episódica puede escalar hasta llegar a ser repetitiva. Muchos
terapeutas (Favazza and Rosenthal, 1993; Kahan and Pattison, 1984; Miller, 1994; entre otros)
consideran que la autolesión repetitiva debería estar clasificada por separado en el Eje I como
trastorno del control de los impulsos no especificados.
La autolesión repetitiva se caracteriza por conscientemente considerar el hacerse daño incluso aunque
se lleve a cabo, y las personas se identifican a sí mismas como gente que se autolesiona.
La autolesión episódica se vuelve repetitiva cuando lo que inicialmente era un síntoma se vuelve una
enfermedad en sí misma -como se puede constatar en mucha gente que se hace daño y describe a la
autolesión como ‘adictiva’-. Es impulsiva por naturaleza, y normalmente se convierte en una respuesta
reflejo a cualquier tipo de estrés, positivo o negativo. Así como los fumadores que agarran un cigarro
cuando se sienten abrumados, los que se autolesionan de manera repetitiva agarran un encendedor
o una navaja, o un cinturón cuando ya no pueden soportar una situación.
En un estudio de personas con bulimia que se autolesionan, Favaro y Santonastaso (1998), utilizaron
una técnica estadística llamada análisis factorial para distinguir entre los actos compulsivos de
naturaleza y los impulsivos. Reportaron que el vomitar, morderse las uñas de manera severa y jalarse
el pelo estaban cargados con un factor compulsivo. En cambio, intentos de suicidio, abuso de
substancias, abuso de laxantes, cortarse la piel y quemarse estaban cargados de un factor impulsivo.
http://www.autolesion.com/

Das könnte Ihnen auch gefallen