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Las bacterias, los virus, los parásitos y objetos ingeridos pueden causar la formación de
abscesos. Los abscesos en la piel son fáciles de detectar porque son zonas enrojecidas,
hinchadas y dolorosas. Los que se encuentran dentro del cuerpo pueden quizá no ser obvios y
pueden lesionar órganos, incluso el cerebro, los pulmones y otros. Los tratamientos incluyen
drenarlos y tomar antibióticos.
Absceso
Es una acumulación de pus en cualquier parte del cuerpo. En la mayoría de los casos, el área
alrededor del absceso está hinchada e inflamada.
Causas
Los abscesos ocurren cuando se infecta un área de tejido y el sistema inmunitario del cuerpo
trata de combatirlo. Los glóbulos blancos se mueven a través de las paredes de los vasos
sanguíneos hasta el área de la infección y se acumulan dentro del tejido dañado. Durante este
proceso, se forma el pus. Esto es una acumulación de líquidos, glóbulos blancos vivos y
muertos, tejido muerto, al igual que bacterias u otras sustancias extrañas.
Los abscesos pueden formarse en casi cualquier parte del cuerpo. La piel, el área subcutánea
y los dientes son los sitios más comunes. Los abscesos pueden ser causados por bacterias,
parásitos y sustancias extrañas.
Los abscesos en la piel son fáciles de ver. Son de color rojo, elevados y dolorosos. Los
abscesos que se forman en otras áreas del cuerpo puede que no se vean, pero pueden
causar daño a órganos.
Los factores de riesgo para los abscesos cutáneos son los siguientes:
Sobrecrecimiento bacteriano
Antecedente de traumatismo (particularmente cuando hay un cuerpo extraño)
Inmunosupresión
alteración de la circulación
Las bacterias que causan los abscesos cutáneos suelen ser bacterias autóctonas de la piel
afectada. En los abscesos de tronco, los miembros, las axilas o la cabeza y el cuello, los
microorganismos más frecuentes son Staphylococcus aureus (siendo S. aureus resistente a la
meticilina [SARM] el más frecuente en los Estados Unidos) y estreptococos.
Los abscesos en la región perineal (es decir, inguinales, vaginales, en los glúteos y
perirrectales) contienen microorganismos presentes en la materia fecal, en general son
anaerobios o una combinación de aerobios y anaerobios (ver Clasificación de las bacterias
patógenas frecuentes). El ántrax y los forúnculos son tipos de abscesos cutáneos.
Celulitis
Erisipela
Infecciones de la herida
Abscesos cutáneos mayores (> 75 cm2 edema, eritema e induración)
Los patógenos primarios en las infecciones de la piel y los tejidos blandos son especies
de Streptococcus y Staphylococcus, que incluyen Staphylococcus aureus resistente a la
meticilina (SARM). SARM es el patógeno más frecuente en los EE. UU. Más de la mitad de las
infecciones de la piel y los anexos cutáneos asociadas a la comunidad tratados en EE. UU.
fueron atribuibles al subtipo de SARM USA300 a principios de la década de 2010. Sin
embargo, la proporción de casos atribuidos a SARM difiere sustancialmente en otras partes
del mundo. Particularmente porque SARM puede ser resistente a múltiples antibióticos, los
que se recomiendan para las infecciones bacterianas de la piel y los tejidos blandos dependen
en gran medida de la prevalencia local y los patrones de resistencia de SARM.
La Infectious Diseases Society of America (IDSA) recomienda que la infección de la piel y los
anexos cutáneos bacteriana aguda no purulenta de leve a moderada se trate con
betalactámicos o clindamicina como cobertura presunta para los estreptococos. La cobertura
del SARM también se debe considerar en pacientes en riesgo (p. ej., después de un
traumatismo penetrante, con sospecha de portación de SARM nasal o que usan
medicamentos intravenosos). Las infecciones de la piel y los anexos cutáneos bacterianos
agudos purulentos se consideran graves si los pacientes tienen signos de toxicidad sistémica
(p. ej., fiebre, taquicardia, taquipnea, delirio, leucocitosis). Si es así, se recomienda tinción de
Gram, cultivo y terapia con antibióticos. El antibiótico de elección es usualmente vancomicina.
Sin embargo, se dispone de varias alternativas.
Absceso cutáneo
Erisipelaa erisipela es un tipo de celulitis superficial con compromiso de los
vasos linfáticos de la dermis.
La causa más frecuente de erisipela son los estreptococos beta-hemolíticos del grupo A (con
menos frecuencia, de los grupos G y C) y aparece casi siempre en la cara y las piernas. No
obstante, en ocasiones se han informado otras causas, como el Staphylococcus
aureus (incluido el S. aureusmeticilino resistente [MRSA]), Klebsiella
pneumoniae,Haemophilus influenzae,Escherichia coli,S. warneri,Streptococcus pneumoniae,S.
pyogenes, y species de Moraxella. SARM es más frecuente en las erisipelas faciales que en
las de los miembros inferiores.
La erisipela puede ser recurrente y causar linfedema crónico. Las complicaciones pueden
incluir tromboflebitis, abscesos y gangrena.
Eritrasmal eritrasma es una infección intertriginosa causada
por Corynebacterium minutissimum, muy frecuente en pacientes con
diabetes y en individuos que viven en climas más cálidos.
(Véase también Revisión sobre infecciones bacterianas de la piel).
El eritrasma es similar a la tiña y al intertrigo. Afecta con mayor frecuencia el pie, donde se
manifiesta con una descamación superficial, fisuras y maceración, típicamente confinados a
los espacios interdigitales tercero y cuarto. El eritrasma inguinal se manifiesta con lesiones en
parches de bordes irregulares pero bien delimitados, de color rosado o amarronado, con
descamación fina. También puede comprometer las axilas y los pliegues submamarios o
abdominales, y el perineo, sobre todo en mujeres obesas de mediana edad y en pacientes con
diabetes.
Eritrasma
Imagen cortesía de Thomas Habif, MD.
El eritrasma presenta una fluorescencia con un color rojo coral característico bajo la lámpara
de Wood debido a la producción de porfirina por la bacteria causal. La ausencia de hifas en los
raspados cutáneos también permite diferenciarlo de la tiña.
El tratamiento consiste en una sola dosis de 1 g de claritromicina por vía oral Uno o dos
tratamientos (80 J/cm2) de luz roja de banda ancha (635 nm) han tenido éxito en una pequeña
serie de casos. La eritromicina y la clindamicina tópicas también son eficaces. Las recidivas
son frecuentes.
Foliculitisa foliculitis es una infección de los folículos pilosos.
Foliculitis
Imagen cortesía de Thomas Habif, MD.
Linfangitisa linfangitis es una infección bacteriana aguda (casi siempre
estreptocócica) de los conductos linfáticos periféricos.
Entre las causas menos frecuentes se incluyen infecciones por estafilococos, infecciones
por Pasteurella, Erysipelothrix, carbunco, infecciones por herpes simple, linfogranuloma
venéreo, infecciones por rickettsias, esporotricosis, infecciones por Nocardia, leishmaniasis,
tularemia, infecciones por Burkholderia, e infecciones por micobacterias atípicas. Los
patógenos ingresan en los conductos linfáticos periféricos a través de una abrasión, una
herida o una infección presente (normalmente, celulitis). Los pacientes con linfedema
subyacente tienen mayor riesgo.
Aparecen líneas o bandas de color rojo, irregulares, calientes, dolorosas a la palpación en una
extremidad y se extienden en sentido proximal desde la lesión periférica hacia los ganglios
linfáticos regionales, que suelen estar agrandados y ser dolorosos. Puede haber
manifestaciones sistémicas (p. ej., fiebre, escalofríos, taquicardia y cefalea) que pueden ser
más graves que lo que indican los hallazgos cutáneos. La leucocitosis es frecuente. Puede
haber bacteriemia. Raras veces se desarrolla celulitis con supuración, necrosis y ulceración a
lo largo de los conductos linfáticos comprometidos como consencuencia de una linfangitis
primaria.
Linfangitis
SCIENCE PHOTO LIBRARY
El diagnóstico es clínico. No suele ser necesario aislar el microorganismo responsable. La
mayoría de los casos responden rápidamente a los antibióticos antiestreptocócicos
(ver Celulitis). Si la respuesta al tratamiento es deficiente o la presentación es inusual, se
deben considerar patógenos raros.
Infección necrosante del tejido blandoa infección necrosante del tejido (INT) suele ser
causada por un conjunto de microorganismos aerobios y anaerobios que provocan
la necrosis del tejido subcutáneo, incluida la fascia. Esta infección suele afectar las
extremidades y el periné. Los tejidos afectados están rojos, calientes y edematosos,
con un aspecto similar a la celulitis grave, y presentan dolor que no guarda
proporción con los signos clínicos. Sin el tratamiento oportuno, el área se vuelve
gangrenosa. Los pacientes se presentan gravemente enfermos. El diagnóstico se
realiza con la anamnesis y el examen clínico, y está respaldado por la evidencia de
una infección importante. El tratamiento incluye antibióticos y desbridamiento
quirúgico. El pronóstico es malo sin un tratamiento temprano y agresivo.
Síndrome estafilocócico de la piel escaldadaEl SSSS casi siempre afecta a niños 6 años
(sobre todo a lactantes); raras veces aparece en pacientes mayores, a menos que tengan
insuficiencia renal o estén inmunocomprometidos. Pueden ocurrir epidemias en guarderías, tal
vez por transmisión con las manos del personal que está en contacto con un lactante infectado
o que son portadores nasales de Staphylococcus aureus. También se producen casos
esporádicos.
Etiología
Muchos microorganismos pueden causar abscesos, aunque el más común es
Staphylococcus aureus
Implantación directa (p. ej., por traumatismo penetrante con un objeto contaminado)
Diseminación desde un sitio de infección establecido contiguo
Diseminación por rutas linfática o hematógena desde un sitio distante
Migración desde un lugar donde hay flora residente hacia un sitio adyacente,
normalmente estéril, debido a la disrupción de las barreras naturales (p. ej., la
perforación de una víscera abdominal que causa un absceso intraabdominal)
Mecanismos de defensa del huésped alterados (p. ej., disminución de las defensas de
leucocitos)
La presencia de cuerpos extraños
Obstrucción del drenaje normal (p. ej., en las vías urinaria, biliar respiratoria)
Isquemia o necrosis tisular
Hematoma o acumulación excesiva de líquido en el tejido
Traumatismo
Signos y síntomas
Los signos y síntomas de los abscesos cutáneos y subcutáneos son dolor, calor, hinchazón,
dolor a la palpación y enrojecimiento.
Si los abscesos superficiales están por romperse espontáneamente, la piel sobre su parte
central puede ser delgada, a veces con apariencia blanca o amarillenta debido a la presencia
de pus por debajo de ella (con el aspecto de un punto). Puede aparecer fiebre, en especial
con celulitis circundante.
En los abscesos profundos, son típicos el dolor local y el dolor al tacto, y los síntomas
sistémicos, especialmente fiebre, así como anorexia, pérdida de peso y cansancio.
Diseminación bacteriémica
Rotura en el tejido adyacente
Sangrado de los vasos erosionados por la inflamación
Alteración de la función de un órgano vital
Inanición debido a anorexia y aumento de las necesidades metabólicas
Diagnóstico
Evaluación clínica
A veces, ecografía, TC o RM
Tratamiento
Drenaje quirúrgico
A veces antibióticos
Los abscesos superficiales pueden resolverse con aplicación de calor y antibióticos por vía
oral. Sin embargo, su desaparición suele requerir un drenaje.
Los abscesos cutáneos menores pueden requerir sólo una incisión y un drenaje. Deben
retirarse todo el pus, el tejido necrótico y los restos. Puede ser necesaria la eliminación del
espacio abierto (muerto) con un empaquetamiento con gasas o con la colocación de
drenajes para prevenir la reaparición del absceso. Deben corregirse los factores
predisponentes, como la obstrucción de un drenaje natural o la presencia de un cuerpo
extraño.