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Ya no hay infiernos
Que quemen mi alma esta noche,
Ni soledades
Que se acomoden entre mis sabanas.
Y si por el contrario
Soy solo un humano
O un ángel caído
Asombrado sonreiré en el abismo.
Caída libre
Es el juego de los amantes
Que al verse enamorados
Se arriesgan a una profundidad.
La mar te alejo de mí
Y ella misma te trajo una noche,
En una luna llena
Te vi llegar, te vi despedirte.
Te amo demasiado
Para luchar por tu amor,
El amor que se desvaneció
Como flores en el cementerio.
¿Dónde estabas?
Cuando me quede sin voz
Porque ya no tenía con quien hablar,
Cuando los suspiros se convirtieron en gritos de sufrimiento.
¿Dónde estabas?
Cuando la muerte llamaba a mi puerta
Y mi corazón se hundía entre mi taciturnidad.
¿Dónde estabas?
¿Y dónde está el para siempre que prometiste?
¿Dónde quedaron tus besos?
¿Dónde quedo tu amor por mí?
Cómplices
Porque al final
Ningún camino conduce a ninguna parte
Siempre está unido a mí, a ti
A nosotros.
Cenizas
Ya escribimos historias
Ya lloramos hasta dormir
Y aun te quedas entre el vacío de mi pecho.
Quién lo diría
Que esta noche sin luna
Volvería a tus brazos
Más viejo y más cansado,
Con algunas heridas abiertas
Y con tanto que contarte.
Soledad…
Las noches sin ella me ayudo a encontrarte
Y entre el sinsabor de tu mirada
Me halle.
Quién lo diría
Que la vida esta llenos de infiernos y nirvanas,
Y nunca descubriremos nada en compañía
Porque para encontrarse
Es bueno mi amiga soledad…
Y si fueras tú
Y si fueras tú
Esta brisa que me congela el alma,
Que me evade del calor de un corazón.
Y si fueras tú
Quien deba luchar con los demonios
Que viven bajo tu cama,
Que se esconden bajo tu piel
Y caminan a hurtadillas
Para no despertar el sueño de los demás.
Y si fueras tú
Aquella estrella que agoniza cada anochecer
Por ver quien pedirá un deseo.
Y si fueras tú
La almohada que mojas con tantas lagrimas
El papel donde escribes una y otra vez su nombre
Jurándole que mañana no lo harás.
Y si fueras tú
Quien desacomodo el destino
Y cambio todos los finales
Para comenzar un nuevo inicio.
Y si fueras tú
Quien se acomoda entre las sabanas
Para soñar y quizás no despertar.
Y si fueras tú
Quien sienta esta melancolía
Estaría a tu lado,
Contaríamos todas las hojas de otoño
Y te dibujaría en la nieve una sonrisa.
Y si fueras tú
Quien me necesitara ahí me tendrías
Sin ningún buen argumento
Solo con este abrazo que te guardo
Por si algún día tú me necesites.
Con el tiempo
Vuelan en libertad.
Con el tiempo
Desenrede el hilo que me conectaba al amor de mi vida,
Y era un espejo con mi rostro
Con una sonrisa quebrada.
Te voy perdiendo
En esta fría noche
Que me recuerda que no te tengo
Y que nunca te tuve
Porque para tener
Se debe pertenecer
Y tú hace mucho que te fuiste.
Y te voy perdiendo
En la oscuridad del olvido,
En el desierto solitario
Donde transcurren mis días.
Y te voy perdiendo
Intentando retenerte en el pecho,
Haciendo vacíos más hondos en mí,
Cavando en las profundidades de mi alma
Para que el tiempo pase de largo
Y no se lleve lo único que me queda
Y lo único que no se ha ido contigo
Tu recuerdo.
Ella
Ella dormía
Mientras yo soñaba;
Y le dibujaba estrellas
Entre sus parpados.
Cuando despertaba
Como decirle que no era hermosa,
Si era la definición de belleza.
Ella sonreía
Y quizás el tiempo no se detenía,
Pero para mí no pasaba un segundo
Ni uno solo en esa media luna.
Ella me enamoro
Sin saber lo que era el amor,
Me enseñaba tanta vida
Cuando a veces hablaba de muerte.
Nunca te dije
Como se llenaba de ti
Todo lo que tocabas.
Ni como adoraba
Cuando te quedabas en el espejo,
O las tantas veces
Que sentada en el sofá
Morfeo te besaba y te llevaba entre sus brazos.
Nunca te dije
Que en el aroma de tu piel
No distinguía paraíso terrenal.
Tampoco te hable
De las noches que le pedía al reloj
Poder quedarme unos minutos más
Entre tus dedos.
Nunca te dije
Que eras hermosa sin maquillaje,
Que me gustaba verte en pijama y despeinada.
A nadie le dije
Cuantas noches deseo soñarte,
Que me esfuerzo por tenerte
En aquellos momentos,
Que vivas como una estrella polar.
Y nadie sabe
Cuantas carreteras he recorrido
Solo con mis pensamientos
Que se abrazan a tus recuerdos.
Que lo nuestro
Se quedó solo en mí, eso ya lo sé;
Que tu cielo tiene otro color
Y que la brisa te dibuja una sonrisa
Cuando la tristeza te quiere marchitar.
Nadie imagina
Todas las cartas que oculto,
Los versos que llevan tu nombre
Y las tintas que mueren sin saber de ti.
Mírame,
Tengo tantas cicatrices
Que algunas ni las cuento;
Ya no llevo la cuenta de las noches
Que junto a mi almohada olvidaba todo
Y siempre aparecías tú.
Y a pesar de todo
La luna no te trajo a mi puerta,
Morfeo no supo llevarte a mis sueños
Y aquellas estrellas fugaces
Que llevaban mis deseos
Se perdieron en un horizonte de un mundo distante.
Y a pesar de todo
Hace frio esta noche y te escribo,
Creyendo que alguna noche
Por magia o por pura casualidad
Alguien más lo encuentre
Y se entristezca conmigo en esta noche sin estrellas.
Mi primer amor
Mi primer amor
Tenía el universo entre sus ojos,
Conservaba esa sonrisa oculta
Que a veces de tanto intentarlo
Sonreía para mí.
Mi primer amor
Fue mi primer beso,
Costuro las grietas que el ayer dejo
Y sin tratar de encajar en mi diván
Se quedó en el para siempre.
Jamás la olvide
Y ella me enseño que el amor
Aunque sea sincero termina,
Que el tiempo pasa
Y las agujas del reloj no costuran un adiós.
Mi primer amor
Está en la lluvia de aquella calle solitaria,
De esas noches que las estrellas
Parecían brillar para siempre.
Mi primer amor
Está formada por historias sin contar,
De canciones que las radios olvidaron
De los besos que se perdieron
Y de las manos que no volvieron a unirse.
Perdóname
Por esas noches
Que tu insomnio llevaba mi nombre,
Por esas lagrimas
Que tenían mi aspecto.
Perdóname
Por no quererte como merecías
Y no ser aquel príncipe
De tus cuentos de niña pequeña.
Perdóname
Por escribirte tan tarde
Y no hacerlo a su tiempo;
Por no sujetar tu caída
Cuando ibas ya para el suelo.
Quién lo diría
Que noche de invierno
Pudo predecir el hoy
Y que viento cambio el rumbo
De nuestro cielo azul.
Quien diría
Que esos ojos que ayer fueron paraísos
Son los mismos
Que se convierten en mi infierno
Cada noche al despertar.
Y si el mar
Trajera un barco de papel,
Me embarcaría a un lugar sin fin
Sin miedo, solo sujetando tus manos,
Solo contigo.
Y este recuerdo
Estaría alejado de mi mente,
Y estarías tú en este atardecer
Prometiendo envejecer a mi lado.
Siempre
Debería durar siempre,
Una eternidad o tal vez dos.
Siempre
A veces dura un minuto,
Otras tantas unos años.
Siempre
La promesa que la vida te da
Para que confíes en que mañana
Existe vida, incluso para ti.
Querida desconocida
Las tardes son ahora tormenta,
Se vuelven tan eternas
Que las horas transcurren lentamente.
Donde te encuentres
Quiero que sepas que aquí estoy,
Congelado en el diván,
Consumiendo todas las estrellas fugaces
Para pedirte en un deseo.
Sanando mi corazón
Con las agujas del reloj,
Esperando cada primavera
El aroma de tu perfume.
Querida desconocida
Quizás la soledad también te acompañe
Y que miremos la misma dirección
O tal vez el amor te vaya a defraudar,
Sin embargo quiero ser la mano
Que no desee soltarte,
Ser la brisa que peine tus cabellos
Y ser el color de tu infinito.
Amor eterno
El amor no se marcha
Ni estando bajo las grietas
De lo que ayer fue un corazón.
El amor se transforma
En hojas color otoño,
Se convierte en noches en soledad
En poemas que recuerdan su nombre.
El amor es eterno
Aunque no sabemos dónde se va,
Se queda en el paseo de los trenes
En las cartas del ayer.
El amor se oculta
Bajo las estrellas,
Bajo un mismo cielo.
Después de ti
Había tantas promesas rotas,
Que me acobarde a mirarle a la vida
Como un embustero,
Así que cerré todas las puertas
Y oculte todas mis miradas.
Tras el cristal
La lluvia me enseño que hay algo más,
Donde hubo lluvia habrá un arcoíris
Y detrás de ti habrá una herida lo sé.
Recuérdame así
Recuérdame así
Como cuando me fui,
Recuerda esas noches
Donde las estrellas fugaces
Nos pedían un poco de amor.
Recuérdame así
Entre las manecillas del reloj,
Dibújame entre las ventanas de un bus
Que conduce a tu casa.
Recuérdame así,
Con mis extrañas formas de amar
Con las sonrisas que te regale.
Recuérdame
Porque el olvido duele
Y estoy cansado de sentirlo;
Que la tristeza es el frio del alma
Y quiero vivir en un pequeño rincón
De aquel lado de tu pecho.
Recuérdame así
Como el escritor de tus poesías,
De las cartas que ahora olvidas.
Recuérdame así
Cerrando el telón de nuestro cuento.
Hilo multicolor
Y si eras ave
Mi destino era reparar tus alas,
Y el tuyo era enseñarme a volar
Mas olvidaste que perdí mis alas hace años atrás.
Solo sé
Que siempre quise que fueras mi hilo rojo,
Aquel que terminara viendo
En el final de mis días.
Somos humanos
Intentando ser dioses,
Y cuando tomes mi mano
Asegúrate no volverla a soltar.
Perdámonos en la música
Piérdete en cada clave de sol
Y yo me perderé en tu mirada,
Seremos paz y guerra
Prisión y libertad.
Mira mujer
Que las hojas de un árbol
Bailan junto a ti.
Me da miedo la realidad
Donde no pueda escribir tu nombre,
Y que encierre todos tus latidos
En una caja de cristal.
Te espere
Mirando cada arena del reloj,
Mire como cada noche
La luna cambiaba de lugar.
Adormecí al corazón
Con promesas vacías,
Y la esperanza se cansó y se quedó dormida.
Te llore
Y puedo asegurar que en esas lagrimas
Podías navegar.
Me desempolve
De todas las caídas que ayer me dejo,
Y la tierra me enseño
Que todos pertenecemos a ella.
Te ame
Cuando había razones para odiarte,
Te ame
Como solo se amar con todo el alma.
Soñarte
Como un sueño sin final,
Besarte
Todas las estrellas marcadas en tu piel.
Rozarte
Como el viento a una rosa,
Tocarte
El alma antes que tú ser.
Navegarte
En ese mar profundo de tu mente;
Soltarte
Para que vueles en libertad.
Encadenarte
En un abrazo,
Anhelarte
Como el deseo fugaz.
Amarte
Sin medida, sin relojes y sin tiempo;
Amarte
Como se aman ciertas cosas
Entre silencios y gritos.
Insomnios de ti
El sabor de la soledad
Es como un café frio
Que bebo cada noche
Para no soñar.
Dicen
Que el amor es de dos mitades,
Que el hombre está completo
Solo cuando aprende a amar.
Dicen
Que la luna sueña con el sol,
Y que el sol
Desea besar a la luna.
Dicen
Que hay noches que hasta las estrellas
Extrañan a alguien.
Dicen
Que estamos conformados de historias
Que nos integramos de la arena del reloj
Y que nuestras rugosidades
Son historias de nuestra piel.
Dicen
Que los tropiezos enseñan más
Que una vida sin piedras.
Dicen
Que los amores por las noches
Duelen un poco más.
Dicen
Que alguna vez
Tú también me extrañaras.